PANDEMIA DEL COVID-19 Y HECHOS FACTICOS CONCRETOS

El Covid-19 vino a dejar en evidencia una serie de enseñanzas al trabajador labriego y sencillo de este país, como las siguientes:

1- Costa Rica sostiene y mantiene una Seguridad Social envidiable en otras latitudes mundiales y la misma fue producto de un acuerdo consensuado entre diversas tendencias de pensamiento social y eso contribuyó notablemente en que su familia quizás no sea víctima de la pandemia aún.

2- Los primeros en blindarse legalmente, fueron los empresarios aglomerados en la UCCAEP y cámaras afines, no dudaron en generar las actuaciones necesarias, para crear leyes de moratoria fiscal, la flexibilización laboral y otras más que aún están por discutirse.

3- El Poder Ejecutivo como un todo pierde papel protagónico y en consecuencia surgen una serie de personajes con posibles pretensiones presidenciables y gustan del momento para hacer valer su imagen.

4- La pandémica económica persiste desde lustros atrás, y el trabajador siempre será el último eslabón para salvar. Dicho de otra manera “importa mi” el empleado, lo mando a la guerra, sin mayores defensas, sin recursos, si no levantan el “grito” los sindicatos, seguirán muriendo bajo la figura de Héroes muchos compañeros en el campo.

5- La frágil economía y la pandemia aseguran un escenario adecuado, para justificar que, con recursos financieros de préstamos, podríamos salvar la economía nacional, cuando está sobradamente demostrado, que hay recursos menos costosos, más líquidos y masivos como el ROP o el FCL.

6- Las diversas tesis parecen llevar este barco al mismo destino, es decir “a la deriva y sin rumbo”

7- Los recursos a la mano como el ROP y el FCL, serían los últimos para disponer, debido a que, en el Parlamento, la diversidad de pensamientos, criterios, prioridades y demás, dejan una serie de propuestas populistas, pero que no se concretan, unos dicen el 50%, otros los pensionados antes de…, otros que no vislumbran prioridades…. En fin, una serie de excusas, para no atender al paciente terminal, es decir al humilde trabajador y con ello proteger el no nada despreciable monto de caso 8, 5 billones que están en manos de los acaudalados acumuladores de riqueza disfrazados en Operadoras de Pensiones. Esto debe acabar.

8- Los grandes empresarios corren en busca de la vacuna estatal, para asegurarse que su capital o nuestros recursos se les quiten, al rato los tienen invertidos en otra cosa, hay “gato encerrado” en la forma como se escudan, aquí algo huele muy feo. Que no sea liberado en tiempos de pandemia, parece que nos ocultan y mucho. El millonario Banquero acaparador de riqueza, quizás se cree inmaculado o quizás le teme tanto a la muerte, pero no es morir por morir, es haber hecho tanta riqueza y que otros la disfruten, en especial a quién según él, no le costó un cinco hacerla. Ningún millonario desea morir como pobre labriego.

9- La realidad imperante de distanciamiento social, es una realidad desde hace muchos decenios, los ricos son pocos, los pobres somos más, la riqueza de los ricos es ilimitada, los ingresos de los trabajadores son sumamente limitados, escasos y además están hipotecados. “A coyol quebrado, coyol comido”

Breves reflexiones de una COVIC-19 que desmanteló el distanciamiento social entre los trabajadores, y los grandes empresarios, auxiliados, por muchos “padres de la patria” que se postraron a los intereses de los más fuertes y poderosos, pero que olvidan en mucho, su sagrado juramento “Juráis por la Patria… y si no os lo demandará”.

El ROP es un derecho legítimo que pertenece única y exclusivamente a cada trabajador y debe dársele la oportunidad en pandemia, hacer uso del mismo. No es de recibo que una “fulana protectora de los banqueros” pueda más que un millón de trabajadores. Esto debe cambiar.

Imagen ilustrativa.

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