Recorte de gastos, autonomía de Guanacaste y reforma procesal laboral

La CGT está con los trabajadores nunca negociará rebajos

Carlos J. Cabezas Mora

Secretario General

Central General de Trabajadores

 

Es curioso como algunos temas parecen provocar pasiones políticas más que otras que más bien pueden pasar inadvertidas, en la actualidad un diputado del Frente Amplio comenta que observando el plebiscito de Escocia para determinar la independencia lo hacía pensar en la autonomía de Guanacaste, esto sin duda asociado a la explotación de ese pueblo y el abandono gubernamental.

Los comentarios del diputado han sido calificados desde ocurrencia hasta de traición a la patria, separatista, con intenciones de entregarle Guanacaste a las estúpidas declaraciones de Daniel Ortega, lo cual es más que una exageración con malas intenciones. Si se trata de que el abandono es la razón para buscar autonomía (diferente a independencia) no solo Guanacaste podría caer en la tentación, le seguiría Limón, Puntarenas, la Zona Sur, Talamanca la Zona Norte, todas colmadas de pobres y miserables que no tienen asegurada ni siquiera su alimentación diaria, menos sus derechos laborales, a la educación o al empleo.

De igual se ha vuelto un hecho noticioso la posición de Ottón Solís sobre la motosierra y el machete que le quiere imponer al Ministerio de Hacienda en el presupuesto del 2015, discusión sumamente importante tanto para nosotros los funcionarios y funcionarias públicas sino también para el desarrollo del país a través de los servicios que brindamos desde el gobierno a los ciudadanos. La propuesta de Ottón la cual no ha sido formalmente presentada solo tiene algunos comentarios generales públicos de cuáles son los gastos que pretende recortar y la manera de hacerlo captaron la atención sin que detrás de ella exista una discusión seria no solo de los asesores del diputado sino de todos los sectores involucrados.

El tema de gasto público ha sido usado con frecuencia para plantear el déficit fiscal, con la excusa el FMI y el Banco Mundial nos recetaron recortes que lesionaron severamente el accionar del sector público, incluso se regalaron negocios estratégicos como el cemento que tiene materia prima para unos trescientos años y paso a manos de “glorioso” empresariado privado, provocar el terror de las consecuencias es una método nada adecuado pues enturbia el camino de las soluciones.

No nos cabe duda que el gasto público debe ser usado racionalmente, pues como lo señaló un reportaje noticioso, con lo gastado en consultorías se pagaba la carretera costanera sin necesidad de hacer un préstamo o de recurrir la concesión privada, pero coincidimos con que este tema requiere de intervención refinada, determinando no a las “tontas y locas” las acciones, como nos parece que puede ser obligar al Gobierno a tener menos dinero en salarios para estimular la evaluación del desempeño y disminuir el pago de anualidades.

Pocos saben y muchos menos quieren saber que más de la mitad de la riqueza del país queda en el 20% más rico de la población, mientras el 80% nos repartimos obviamente menos de la mitad, situación diferente cuando se trata de recaudación de impuestos, pues somos las grandes mayorías las que mantenemos al Gobierno, tema que determina que nuestro régimen fiscal nos sea progresivo, o sea “los pobres pagamos como ricos y los ricos como pobres”, ese tema implicaría entrar a tocar sensibles intereses de los poderosos, a lo cual los gobiernos prefieren no entrarle de frente.

Hoy el país luego de 70 discute por fin un cambio radical del Código de Trabajo, el cual afectaría a todos y todas las ciudadanas (que perdone la Real Academia), de ello dependerá que nos acerquemos o no justicia social, tema fundamental, estratégico y parece que solamente le interesa a los proponentes de las modificaciones, las y los trabajadores acostumbrados o educados a no involucrarse prefieren mirar para otro lado, aseguramos que de cambiar la legislación el día siguiente muchos se llevarán grandes sorpresas quizás no muy agradables de los profundos cambios que esto provocaría.

Nos da la impresión que la agenda nacional se prioriza más por la cobertura periodística que permite mayor atención a los noticieros y aumento a la venta de periódicos que a lo que realmente afectará la vida de la gente, quizás a pequeños grupos del poder esto les conviene más, para eso tienen a su alcance esos mecanismos que funcionan como altavoces y conducen o manipulan a la opinión pública hacia su agenda con sus propios énfasis.

Este es el momento para meditar, para debatir y buscar soluciones a problemas, siempre comprendiendo que estas estarán permeadas por los intereses de los grupos o sectores, que es un ejercicio inútil pretender quedarle bien a todos, que lo que debe guiar esas solución son las necesidades de las grandes mayorías, la de los pobres, de los miserables quienes si pudieran ser independientes para vivir mejor de seguro lo harían, coincidimos con el pensamiento que dice “solo el pueblo salva al pueblo” por lo que es a todos nosotros nos corresponde levantar la bandera de defensa de nuestros propios intereses.

 

Enviado a SURCOS Digital por el autor.

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