Sector agrícola envía cartas al presidente de la República y al arzobispo de San José

SURCOS comparte las cartas que José Oviedo, secretario general de la Unión Nacional de Productores Costarricenses le envió este 29 de marzo al presidente de la República, Rodrigo Chaves Robles, y al arzobispo de San José, José Rafael Quirós Quirós. En ellas se expone la urgencia de rescatar la soberanía alimentaria y de reconocer que el pueblo soberano no es un concepto solamente para elegir cada cuatro años.

San José, 29 de marzo de 2023

Dr. Rodrigo Chaves Robles,
Presidente,
República de Costa Rica.

Estimado Señor Presidente:

Esta mañana al salir de nuestras casas hemos abrazado a nuestros seres queridos, dejando atrás nuestros pueblos y los surcos en la tierra que esperan los primeros aguaceros para que la semilla generosa germine.

Hoy guardamos nuestros instrumentos de labranza e interrumpimos nuestras faenas, para unir nuestras voces de compatriotas, que se sienten amenazados ante la incertidumbre de un horizonte lleno de nubarrones y peligros inminentes.

Don Rodrigo hace muchos años como sociedad costarricense, después de la Guerra del 48, decidimos, para unirnos en un destino común de solidaridad y de justicia social, forjar de las armas que nos dividían, los arados.

Muchos gobernantes, amantes de la patria, pensaron en extender su mano amiga para el campesino pobre y la pequeña empresa familiar, con la finalidad que brotara de la tierra, para todos, los frijoles, el arroz y las milpas generosas para las tortillas de nuestros hijos e hijas.  Nació entonces el Consejo Nacional de Producción para defender del voraz comercializador, a los más pequeños y humildes productores agropecuarios, asegurando la compra de sus cosechas y para que no se permitiera que fueran presa de las leyes “ciegas” del mercado, de oferta y demanda.  Así, el modelo permitió dar seguridad alimentaria al consumidor, la comercialización de los productos y mantener las fuentes de empleo agropecuarias.

Contábamos con un proyecto país más solidario y con políticas públicas en favor de los grandes, medianos y pequeños productores nacionales. Muchos pobres campesinos vimos con orgullo graduarse en las Universidades Públicas a nuestros hijos e hijas.  Y en el quirófano de la Caja salvar la vida de un ser amado o estrenar casa del INVU, o ver correr a nuestros niños que se peleaban por contestar el teléfono recién puesto por el ICE, o poder leer de noche en nuestras casas porque llegó la electricidad a nuestros pueblos lejanos. La construcción de caminos vecinales permitió sacar de las montañas nuestros productos y se construyeron muchas escuelas y colegios.

 Bien lo dijo el historiador: “no sabemos para dónde vamos, si no sabemos de dónde venimos”.

Ahora se nos dice que esta globalizada la economía, que es más rentable comprar a países productores sus excedentes de cosechas, que producir en nuestros suelos.  Por políticas públicas, se ha reducido las áreas de siembra de frijol y de arroz. Se incrementó los monocultivos de la piña, el banano y otros productos de empresas nacionales y extranjeras para colocar las cosechas en mercados internacionales.

Nos han dicho que ese mercado global tiene sus leyes, que sobrevive el más fuerte, porque cambiaron la solidaridad y la cooperación por la competencia, donde hay ganadores y perdedores. Se acrecentó entonces la separación de pocos ricos muy ricos y muchos pobres muy pobres. La economía solidaria del cooperativismo se desestimuló y han ido desapareciendo muchos agricultores.

Don Rodrigo, ante esta realidad de política económica y economía de mercado, hoy estamos levantando nuestra voz desde el derecho constitucional, tutelado en el artículo 9 de nuestra Carta Magna, que nos permite manifestarnos como ciudadanos en una democracia no solo representativa, mediante la cual un grupo de votantes confió en usted el presente y el futuro para la gobernanza de nuestro país; sino, también, levantando nuestras voces en una democracia participativa para decirle que no estamos de acuerdo con las políticas públicas que amenazan a nuestro sector agropecuario, a muchos sectores que se han hecho presentes en estas calles josefinas hoy, y otros muchos más, que por su precariedad económica no han podido venir.

 Necesitamos gobernantes atentos al clamor del pueblo y que recuerden el pacto social costarricense antes de escuchar las voces de los intereses del capital mundial o las entidades financieras internacionales o los grupos nacionales de poder económico o todos los anteriores juntos.

Queremos hacer resonar en primera instancia nuestra petición de diálogo. Creemos en el diálogo y queremos dialogar, necesitamos ser escuchados para resolver nuestras diferencias como sociedad bajo el cielo blanco de la paz social.

Don Rodrigo, nos sentimos amenazados, no es justo que la ruta del arroz, enriquezca a unos pocos con billetes de papel, que no se comen, y que se pueden acumular para que las ratas hagan sus nidos.

 Estamos en un momento crítico de la humanidad donde no hay seguridad de un mundo mejor, por las amenazas de las guerras; el cambio climático; el futuro de los migrantes y refugiados; la caída de algunos bancos y la crisis del sistema financiero internacional, la escasez del recurso hídrico y otras condicionantes.

Por eso, don Rodrigo le preguntamos: ¿Usted nos puede dar certeza que nuestros hijos e hijas, contarán con el arroz y los frijoles, cuando eventualmente no lleguen los excedentes de los países productores y exportadores de esos granos?

Nuestra gran verdad es que urge seguir sembrando y cosechando lo que soberanamente nuestra población necesite para alimentarse.

Por eso, nuestros clamores se unen en una sola voz, queremos como costarricenses dialogar.

Hablemos respecto a las amenazas que sentimos ante un posible tratado comercial con la Alianza del Pacífico; la frecuente importación masiva de carne porcina y bovina; el desmantelamiento del estado democrático, social y de derecho, que ha permitido la convivencia pacífica de las últimas décadas.

Nos preocupa la estrategia de su Gobierno de debilitar instituciones como la Caja Costarricense del Seguro Social, el ICE, nuestras Universidades Públicas, el Consejo Nacional de Producción, FANAL, RECOPE, el Banco de Costa Rica, el INS, y otras muchas entidades estatales más.

Nos preocupa que los salarios de los trabajadores, se hayan estancado respecto al índice de inflación, reflejado en los precios de la canasta básica.

Nos preocupa que entidades financieras internacionales manden en nuestra casa. Que hayamos perdido soberanía, autodeterminación y libertad para construir nuestro propio presente y futuro.

Nos preocupa que muchas comunidades rurales se queden esperando la construcción del edificio de su EBAIS, para una atención primaria de salud de calidad, ante la interrupción del portafolio de inversión en infraestructura de la Caja.

Nos preocupa el casi abandono del Estado a programas sociales de vivienda, el desfinanciamiento a instituciones que velan por la niñez y nuestros adultos mayores y otros proyectos de bienestar social, en favor de sectores vulnerables y empobrecidos.

Don Rodrigo, no faltará quien diga, ¿por qué los productores agropecuarios se refieren a tantos aspectos de la agenda nacional?  Nuestra respuesta clara y respetuosa es, porque urge articular y construir el entramado del tejido social que se está perdiendo.  Consideramos que la parte afecta al todo y el todo afecta a la parte.

La vinculación integral dará solución efectiva a los problemas que afrontamos como sociedad, para el desarrollo económico, social, cultural, educativo, ambiental y otros.

Los sectores sociales hemos considerado que no se vale que nos dividan y hoy hemos querido manifestar que estamos presentes estudiantes universitarios, educadores, trabajadoras y trabajadores del campo y la ciudad, productores agrícolas, empleados públicos y costarricenses, para decirle: queremos dialogar.

En fe de lo anterior, le hemos pedido al Señor Arzobispo de San José, Monseñor José Rafael Quirós Quirós, traslade esta misiva hasta su despacho. Tenemos la mayor disposición al diálogo efectivo y fructífero, en bien de todo el país.

Queremos que nuestro amado país comprenda que nuestra vocación es cultivar la paz con nuestro trabajo digno.

Don Rodrigo, no dilate el tiempo, estamos cansados de algunos políticos de turno, con falsas promesas y vacíos discursos, con palabras bonitas que se las lleva el viento y golpean en la cara de la dignidad de los costarricenses honrados.

Aquí y ahora, seguimos creyendo que es posible un futuro mejor, bajo nuestra bandera tricolor, para que siga resonando: “vivan siempre el trabajo y la paz”, y así, en familia comer el pan de cada día con “Gallo Pinto”, natilla y el mejor café del mundo.

Don Rodrigo quedamos a la espera de su respuesta, señale día, lugar y horario. Construyamos juntos la agenda, hablemos de la metodología, los contenidos, y otros aspectos. Reiteramos, instale mesas de trabajo y busquemos soluciones conjuntas, empecemos con el sector agropecuario.  Si así actúa, quedaremos muy agradecidos todos los aquí presentes y los que firmamos esta petición.

Señor Presidente dese la oportunidad de gobernar con armonía y sabiduría, para el bienestar del noble pueblo costarricense.

José María Oviedo Chaves
Cédula 105060146
Secretario General, Unión Nacional de Productores Costarricenses

(UNAG), oviedochavesjose@gmail.com, tel.8721-4616

Cc:
Mons. José Rafael Quirós Quirós, Arzobispo Metropolitano de San José, Costa Rica.


San José, 29 de marzo de 2023

Mons. José Rafael Quirós Quirós,
Arzobispo Metropolitano de San José,
Iglesia Católica.

Estimado Señor Arzobispo:

Recién hemos leído la misiva dirigida al señor Presidente de la República, don Rodrigo Chaves Robles, aquí al costado Norte de la Catedral Metropolitana.

Esta mañana el pueblo soberano, tutelado en la Constitución Política de la República de Costa Rica en su artículo 9, ha salido a las calles para manifestar que quiere ser oído y necesita dialogar. No en un diálogo vacío, sino efectivo y eficaz.

No estamos de acuerdo que se nos considere el soberano sólo para elegir a nuestros gobernantes en las urnas electorales cada cuatro años, sino que venimos a pedir cuentas y fiscalizar lo que la administración Chaves Robles está ejecutando.

 Hemos salido de nuestros hogares para expresar que somos ciudadanos en una democracia participativa y que nuestras voces deben ser escuchadas. Recordemos que el significado de la palabra democracia es el poder del pueblo.

 Nuestro clamor es por una sociedad más justa y equitativa, tal como la soñaron nuestros antepasados que empuñaron las armas en el 48, para provocar un cambio en favor del bien común y el fortalecimiento de un Estado Social de Derecho, desde un pacto social.

Cuando invitamos al señor Presidente al diálogo, precisamente es en los términos del Papa Francisco: “Acercarse, expresarse, escucharse, mirarse, conocerse, tratar de comprenderse, buscar puntos de contacto, todo eso se resume en el verbo ‘dialogar’” (Fratelli Tutti, 198).  En el mismo sentido sigue diciendo Francisco: “El auténtico diálogo social supone la capacidad de respetar el punto de vista del otro aceptando la posibilidad de que encierre algunas convicciones o intereses legítimos” (Fratelli Tutti, 203).

En ese espíritu para la construcción de una cultura de encuentro y diálogo, hemos dirigido hoy nuestra misiva a don Rodrigo Chaves Robles. Hemos pedido que, como compatriotas, hablemos, nos escuchemos, negociemos, instalemos mesas de trabajo, porque estamos convencidos que gobernar no es imponer, sino, buscar el mayor bien para la mayoría de este pueblo noble y trabajador.

La presencia de tantos sectores de nuestra sociedad, con agendas diversas, es el signo visible del gran malestar que la mayoría de costarricenses encontramos por políticas públicas en beneficio de unos pocos o por la ausencia de éstas políticas para el bienestar de todos los aquí representados.

Esta marcha que escribe una página en la historia democrática de nuestro país, es una oportunidad para construir la paz social. Y ha sido organizada por productores agropecuarios, que nos sentimos amenazados por la posible incorporación de Costa Rica al bloque de la Alianza del Pacífico; la falta de políticas públicas en la promoción de la soberanía alimentaria y la seguridad alimentaria que beneficie a productores, comercializadores y consumidores; la falta de atención del Estado para generar empleo y reactivar la economía de nuestro sector agropecuario; el desmantelamiento de instituciones insignes para nuestro desarrollo productivo como el MAG, CNP, y otros; la “ruta del arroz” que se convirtió en un “canto de sirena” en beneficio de un minúsculo grupo importador; la falta de financiamiento de la banca nacional, para nuestras campesinas y pequeños agricultores, que dejaron de ser sujetos de crédito y muchos de ellos han sido  despojados por sus deudas de sus terrenos para sembrar y su vivienda familiar.  En general nos encontramos con un sector agropecuario en crisis, con incertidumbre y empobrecido.

Monseñor José Rafael, otros grandes temas, tensiones y amenazas ciernen nuestros campos y nuestro mundo rural.

Usted tiene sus orígenes en Los Ángeles de Llano Grande de Cartago. Sabemos que ha sembrado la tierra fértil de las faldas del Volcán Irazú y como joven le correspondió trabajar la tierra y cosechar las papas del surco generoso familiar, muchas veces bajo la tensión de la producción y los precios de mercado. Por eso comprenderá nuestra situación apremiante.

Monseñor José Rafael, por su investidura como Arzobispo de San José, le solicitamos respetuosamente que sea el portador de la carta adjunta dirigida al Presidente de la República, dónde expresamos nuestro sentir y demandamos que nos escuche mediante un diálogo patriótico y constructivo.

Usted se preguntará, ¿por qué no entregan la carta directamente a don Rodrigo Chaves?

Porque necesitamos un garante y testigo de honor, que de fe de nuestra actitud patriótica para dialogar y resolver nuestras diferencias por la vía pacífica.

Esta página de los movimientos sociales no solo la escribe el sector agropecuario, sino que se unen las voces de los cooperativistas, las mujeres trabajadoras en sus casas, campesinas e indígenas, las y los universitarios, el sector sindical; los ciudadanos defensores de la Caja Costarricense del Seguro Social, de la Educación Pública, del ambiente, del recurso hídrico; empleados públicos y privados, y otros muchos que queremos decir no a la desigualdad social y pobreza, no al desmantelamiento del Estado Social, Democrático y de Derecho.

En espera de la respuesta formal del Señor Presidente a nuestra petitoria, agradecemos la atención a nuestra respetuosa solicitud y el ejercicio de sus buenos oficios para que la voz de costarricenses y patriotas amantes de la paz y la justicia social sea escuchada. Porque, “¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz!” (Isaías 52,7).

Muchas gracias.

José Oviedo Chaves
Cédula 105060146
Secretario General, Unión Nacional de Productores Costarricenses

(UNAG), oviedochavesjose@gmail.com, tel.8721-4616

Cc:
Dr. Rodrigo Alberto Chaves Robles, Presidente de la República de Costa Rica.
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