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Etiqueta: 2024

UCR. Hablemos del virus oropouche, ¿qué es?, ¿cómo se transmite?, ¿y por qué la purruja está implicada?

Entrevista

La Dra. Eugenia Corrales Aguilar, viróloga de la UCR, explica de qué se trata este particular virus, cómo prevenirlo y el panorama actual al que se enfrenta Costa Rica

Dos muertes confirmadas en Brasil, 7 700 personas afectadas en América Latina a julio del 2024 —según la Organización Panamericana de la Salud (OPS)— y un caso sospechoso descartado en Costa Rica por el Ministerio de Salud el 14 de agosto de este mismo año. 

Esa es parte de la situación actual que está viviendo la región de Latinoamérica en relación con el virus oropouche (OROV), identificado por primera vez en 1955, y que este 2024 está tomando un importante protagonismo internacional debido al recrudecimiento de casos ya confirmados en Brasil, Bolivia, Perú, Cuba y Colombia.

La expansión del virus ha sido tal que, en julio de este año, la OPS emitió una alerta epidemiológica sobre el aumento de casos reportados del virus y el peligro que implica, especialmente, en una posible transmisión maternoinfantil. 

Si bien aún esa transmisión maternoinfantil no se ha confirmado en su totalidad, las autoridades de salud valoran la posibilidad de que, al igual que el zika, en casos muy específicos el OROV pueda ocasionar la muerte del feto.

Ante tal escenario, y después de experimentar una primera alerta nacional, ¿de qué se trata este virus? ¿Es realmente peligroso? ¿Qué papel tiene la purruja (un diminuto insecto) en todo esto? y por qué, después de 69 años, ¿se está viviendo una expansión del virus? ¿Se puede prevenir el virus ante la no existencia de una vacuna o tratamiento disponible?

En una entrevista en profundidad, la Dra. Eugenia Corrales Aguilar, experta en virología del Centro de Investigación en Enfermedades Tropicales (CIET) y de la Facultad de Microbiología de la Universidad de Costa Rica (UCR), esclarece las dudas, explica el panorama que podría experimentar Costa Rica, la manera en que el daño ambiental influye en la problemática y algunas recomendaciones que tanto las personas, como las autoridades de salud del país, pueden tomar en cuenta en la generación de política pública.

La Dra. Corrales-Aguilar es la coordinadora de virología en el Centro de Investigación en Enfermedades Tropicales (CIET). Tiene experiencia previa en enfermedades virales como herpesvirus y citomegalovirus y su evasión inmune, los cuales se han tropicalizado después de su regreso a Costa Rica en el 2010 con un doctorado y varios posdoctorados obtenidos en Alemania. Foto: Anel Kenjekeeva, UCR.

La base

—Dra. Corrales Aguilar, quiero saber el impacto que genera este nuevo virus para la salud pública nacional. Sin embargo, empecemos por lo básico. ¿Qué es el virus oropouche, identificado por primera vez en 1955 en Trinidad y Tobago, y por qué se dice que es tan similar al dengue?

—Dra. Eugenia Corrales Aguilar (ECA): “El oropouche es un virus de una familia que se llama Peribunyaviridae. Esta familia son como los primos lejanos del dengue, el zika y el chikunguña. Por eso, de ahí el parecido, pero no son iguales. Son familiares lejanos, muy lejanos y, como usted lo dice, fue en 1955 cuando se identificó por primera vez este virus en un paciente que presentaba fiebre. 

Ese primer aislamiento del virus se hizo en Trinidad y Tobago. Después de eso, en los años sesenta, setenta y ochenta han habido brotes esporádicos, en los cuales se han visto un par de personas en ciertos lugares, muy circunscritos a la región amazónica; es decir, la selva. Por lo tanto, siempre se tuvo la idea de que el oropouche no era un virus de alarma, hasta ahora. Así que, no es un virus nuevo, pero sí un virus emergente”. 

—¿A qué se refiere con virus emergente, doctora?

—ECA: “Un virus emergente es aquel que aparece y afecta a una población por primera vez, o ha existido anteriormente, pero ahora se está propagando rápidamente, como es este caso. 

En el 2024 ya se han reportado entre 8 000 a 9 000 casos, sobre todo en los lugares como Brasil, el más afectado, pero también se han visto pacientes con el virus en Bolivia, Perú, Haití, Cuba y hasta en Colombia.

Lo anterior levanta las alarmas, porque quiere decir que el virus se está expandiendo del lugar donde estaba contenido que era el Amazonas”.

—¿Y por qué, Dra. Corrales Aguilar? ¿Por qué después de 69 años —desde que el virus se identificó por primera vez— hasta ahora vemos esa expansión? ¿Cuáles podrían ser algunas razones?

—ECA: “Hay varias razones y, probablemente, sea algo multifactorial. Lo primero es lo que nosotros, como seres humanos, hacemos mal. 

Actualmente, lo que se dice es que, con el aumento del calentamiento global, la deforestación y la urbanización descontrolada, el vector ha tenido que buscar otras opciones para alimentarse. Aquí hay algo importante. El vector que transmite el virus no es el mosquito Aedes aegypti, sino lo que nosotros en Costa Rica llamamos purruja. Su nombre científico es el Culicoides paraensis”.

—Entonces, ¿las purrujas son las grandes cómplices detrás de la transmisión del virus OROV?

—ECA: “Sí. La C. paraensis ha tenido que buscar otras opciones para alimentarse porque, a raíz de cambios ecológicos, los animales silvestres —de los cuales la purruja se alimentaba antes— se han movido hacia otras zonas y, por lo tanto, ahora su alimento más cercano son los seres humanos. 

Además, y algo que se está discutiendo bastante, son los grandes avances en la deforestación que han tenido países como Brasil, donde sabemos que hay un problema serio en ese sentido. Aquí los animales salvajes han sido desplazados hacia otras zonas. 

Igual que en los mosquitos Aedes, la purruja hembra es la que pica al ser humano porque necesita los componentes de la sangre para poner los huevecillos y reproducirse, pero —a diferencia del mosquito del dengue que es un mosquito urbano— la C. paraensis es un artrópodo selvático y esto lo hace muchísimo más difícil de controlar.

Como ya lo hemos visto en las campañas de dengue, el mosquito Aedes se reproduce en recipientes con agua limpia que tengan una pared, o bien, en algo tan pequeño como una tapa de refresco. Con un poquito de agua el Aedes puede reproducirse ahí.

En cambio, los sitios donde se reproduce el Culicoides, o sea la purruja, son sitios anegados como los manglares: zonas donde se une el agua y el terreno. Por ejemplo, lagos o en bebederos de animales domésticos con fango. Entonces, cuando las purrujas empiezan a perder su hábitat natural, comienzan a movilizarse y, por lo tanto, a extenderse”. 

—¿Y cómo se hace visible ese fenómeno de extensión?

—ECA: “Por ejemplo, si vemos los casos en Brasil, estos ya no están en la zona del Amazonas como se reportaban antes, sino que están llegando a focos urbanos y periurbanos. 

También está la variable viral. Los estudios preliminares del virus OROV indican que el microorganismo tuvo una modificación genética que lo ha hecho más transmisible por las purrujas. 

Asimismo, en el laboratorio se ha visto que también lo puede transmitir el mosquito Culex, ese mosquito que genera un zumbido y que oímos por la noche, y esto genera una mayor alerta porque el Culex lo tenemos, prácticamente, en toda Costa Rica. 

Sin embargo, todavía no se sabe si el mosquito Culex lo transmite naturalmente. Se sabe que a nivel de laboratorio sí puede haber una transmisión, pero aún no se sabe si en la naturaleza puede suceder lo mismo.

Entonces, vemos que el virus está cambiando. Las condiciones ambientales y ecológicas están cambiando y nosotros, los seres humanos, somos la fuente de alimento más cercana o más disponible para las purrujas. Por eso se está viendo esta explosión de casos”.

El cuadro clínico

—En cuanto a la sintomatología, Dra. Corrales Aguilar, ¿cómo se manifiesta este virus?

—ECA: “Similar al dengue y a cualquier otro cuadro viral. En los brotes se vio que el OROV causaba los mismos síntomas que el dengue: dolores de cabeza, dolores de cuerpo y articulares, fiebre, debilidad, fotofobias —molestia a la luz— escalofríos y cansancio.

Muchas veces, estos signos y síntomas no son causados por el virus per se, sino que son causados por nuestro sistema inmune como respuesta ante el virus. Lo más severo que se había visto hasta entonces era que este virus también podría causar meningitis o encefalitis —ambas son inflamaciones en el sistema nervioso central— , y esto podría generar muertes e, incluso, secuelas graves. 

Pero eran muy pocos casos de meningitis o encefalitis los que se veían porque, además, eran pacientes que vivían en un ambiente amazónico, en un ambiente selvático, donde no hay un centro de salud cerca. Como dije antes, al cambiar el comportamiento ecológico de los Culicoides, pues se está viendo esa explosión de casos y, además, se están viendo dos cosas que preocupan bastante y generan alerta”.

—¿Cuáles son esos dos elementos que generan alerta?

—ECA: “Primero, que las muertes reportadas por OROV fueron de personas relativamente jóvenes, sin ninguna enfermedad de fondo. 

Cuando uno habla de virus respiratorios, se sabe que si la persona tiene asma, hipertensión y diabetes entre otras cosas, hay una mayor probabilidad de experimentar manifestaciones severas de estos virus. No obstante, en este caso, las personas que murieron por OROV tenían menos de 30 años y eran relativamente sanas. No conocemos las otras condiciones como sus estados de nutrición o la parte genética, pero igual genera alerta por ser personas jóvenes. 

El segundo elemento es que se vio fue muerte en fetos. Madres que estaban embarazadas en ese momento, y que se infectaron con el virus, sufrieron la muerte del feto. Esto también disparó las alarmas por lo que sucedió en el 2014 y en el 2015 con el zika. Anteriormente, a esto y por los pocos casos presentados, se dijo que el virus del zika no causaba enfermedad seria y, de manera repentina, se empezaron a registrar muertes de fetos.

Esto con OROV todavía se está probando en laboratorio porque no se sabe cómo pasa la infección. No obstante, al considerar que es un virus parecido a los virus que ya tenemos, creemos que el virus pasa al feto por medio de ciertas células de la placenta.

Lo anterior es de mucho cuidado, porque Latinoamérica, al tener las condiciones ambientales, geográficas y los vectores presentes en todo el territorio, permite que el virus se expanda relativamente rápido. En tan solo un año ya ha conquistado parte de Latinoamérica y, justamente, eso es lo que da la preocupación de que este virus sea como un nuevo zika, dengue o chikunguña y venga a complicar más lo que hemos visto”.

—¿De qué manera se podría complicar más?

—ECA: “Por ejemplo, el diagnóstico, el manejo clínico y la identificación del virus. El OROV es un virus que causa más o menos los mismos síntomas. Entonces, para saber si es dengue, zika o chikunguña, es esencial hacer pruebas moleculares en el laboratorio para detectar al virus directamente.

Por eso, hasta se podría creer que el virus ya está en más países, pues es muy probable que se haya estado diagnosticando erróneamente como dengue debido a la similitud de los síntomas. Como usted sabe, si una persona de una zona endémica de dengue viene con fiebre o dolor de cabeza, digamos Limón, la primera alarma es que es dengue.

Si no se hace un estudio de esa muestra y de ese paciente, pues va a quedar categorizado como dengue y no como otra cosa. Ahí es donde hay que tener un poquito más de cuidado con la vigilancia molecular y epidemiológica de estos virus”.

El panorama nacional

—Entonces, Dra. Corrales, ¿considera usted que Costa Rica tiene las condiciones idóneas para alojar este virus y generar una cadena de transmisión con algún animal reservorio?

—ECA: “Completamente. Es muy posible que el virus llegue a Costa Rica, si no es que ya está. También, es muy posible que no se identifiquen casos debido a que se crea que son dengue.

En cuanto a la cadena de transmisión, hasta ahora en los países de Latinoamérica se ha observado que el virus se mantiene en ciertos animales, como los perezosos, algunas aves y en primates no humanos como las marmosetas y monos”.

—En cuanto al diagnóstico, ¿está el país preparado?

—ECA: “En Costa Rica sí hay diagnóstico para el virus oropouche. Varios hospitales grandes de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) y del Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (inciensa) tienen cómo diagnosticar. 

El asunto es que es necesario que las personas que atienden al paciente, desde la atención primaria, tengan esa perspicacia de que podría ser oropouche y envíen el caso para que se confirme de manera molecular y no perder el registro de este virus.

De hecho, el caso sospechoso que fue descartado en Costa Rica era de una persona que venía de Perú, de una con transmisión de oropouche y, al ver los síntomas y los exámenes de sangre, no calzaban mucho los hallazgos con dengue, zika o chikunguña. Ahí se genera la sospecha y el personal de salud decide enviar al Inciensa la muestra para su análisis, porque es muy complicado diagnosticar de manera contundente solo por una prueba de sangre y no detectando los posibles virus”. 

—¿Por qué una prueba de sangre convencional no basta?

—ECA: “Porque en el oropouche y en otros virus, los leucocitos y las plaquetas pueden verse afectados al igual que en el dengue y el zika. Por lo tanto, con tan solo un examen de sangre no se puede decir si es zika, dengue, Oropuche, encefalitis equina del este o el virus del Nilo. Al virus hay que ponerle nombre y apellido, por medio de técnicas de identificación.

Para explicarlo más sencillo, es como cuando uno tiene un resfriado. Uno no puede saber si es un virus, influenza o si es parainfluenza, adenovirus, el virus respiratorio sincitial, el metapneumovirus, el Sars-CoV-2 o si es un coronavirus no pandémico. O sea, uno tiene que hacer un estudio molecular para saber cuál virus está causando esto”.

—Y, si el virus llegara a Costa Rica, ¿dónde es más posible ver los primeros casos? Al hablar de purrujas, el principal vector de este virus, uno pensaría que las zonas costeras podrían ser los lugares más probables. 

—ECA: “Sí. Es muy probable que veamos los primeros brotes a nivel de las costas, principalmente, porque ahí es donde están más presentes las purrujas. 

También, veo muy probable que el virus entre por medio de turistas que vayan a esas zonas. Las áreas costeras son muy turísticas en nuestro país y es viable que algunos turistas traigan el virus y se inicie una cadena entre la purruja, turista y, posteriormente, a una persona local. Desde mi punto de vista virológico, va a ser muy difícil evitar que el ciclo se establezca entre purruja y ser humano. 

Ahora bien, lo que se debería tratar de evitar es que se establezca el ciclo del virus urbano entre el mosquito Culex y las personas. Esto todavía no ha sucedido pero podría pasar, como anteriormente sucedió con el virus del dengue y el mosquito Aedes”. 

—¿Qué pasó con el dengue?

—ECA: “Que este virus se estaba pasando entre mosquitos Aedes selváticos y primates, pero cuando este mosquito pica a un ser humano, se inicia la transmisión del virus con Aedes adaptados a ambientes urbanos. Esto es lo que debemos evitar a toda costa que pase entre el virus Oropuche y el mosquito Culex.

Por el momento, en los países donde hay brote, lo que se reporta es una transmisión de la purruja al ser humano. Todavía no han habido estudios ecológicos para ver si una persona infectada, que posteriormente es picada por un mosquito Culex, luego ese mismo mosquito puede pasarle el virus a otra persona. Si esto se llegara a comprobar en el ambiente natural, que el Culex puede transmitir el virus a humanos, entonces es una cadena que hay que evitar a toda costa”.

—En caso de no evitarse, ¿qué escenario podría experimentar Costa Rica?

—ECA: “Esa es una excelente pregunta y no quiero ni saber qué podría pasar. Si vemos lo que está pasando en Brasil, con las condiciones y la cantidad de población que tiene, pues nos da algunas luces de qué podría pasar en Costa Rica —y cualquier país de Latinoamérica pequeño como el nuestro—.

Brasil es, por excelencia, un país centinela donde se reportan las primeras alarmas. Así fue con zika, parcialmente con chikunguña y, probablemente, con varias cepas de  dengue de los que causan más daño. 

Así que Costa Rica lo mejor que podría hacer en este momento es educar a las personas sobre cómo prevenir la picadura de las purrujas y, por lo tanto, enfermarse”.

La prevención

—Excelente, Dra. Corrales. A ese punto quería llegar. ¿Qué podemos hacer para prevenir el virus en un contexto en el cual la misma OPS nos dice que no hay vacuna ni tratamiento disponible?

—ECA: “Utilizar repelentes. Yo siempre digo que las personas cometen el error de que primero son picados y luego se ponen repelente, cuando lo mejor es ponerse un repelente preventivo.    

También se puede prevenir con métodos de barreras. Por ejemplo, camisas de manga larga, pantalón de manga larga y no exponer la piel. Otra forma es con cedazos, pero tiene que ser un cedazo con orificios muy pequeños que le impida a la purruja pasar. 

Así que, en realidad, es prevenir mucho a nivel individual para evitar que las purrujas nos piquen. El control de vectores, como el de la fumigación que se le hace al Aedes, y en el cual se descartan todos los recipientes que podrían ser potenciales criaderos, con las purrujas no se podría hacer. Hacer un control de vectores es muy difícil en ese sentido porque se tendría que eliminar el criadero y ese criadero por ejemplo es un manglar, lo cual es ecológicamente imposible.

Otra forma de prevención es estar alertas a los síntomas y signos como fiebre, dolor de cabeza y dolor muscular que, si bien son muy inespecíficos, son importantes para buscar ayuda, especialmente, para las mujeres embarazadas a fin de evitar muertes fetales”.

—¿Y qué tipo de ayuda? ¿Podríamos tener una vacuna como la que hoy se tiene para prevenir el dengue?

—ECA: “Actualmente no hay ni terapias ni vacunas para contrarrestar el oropouche. Por el momento sé que hay ciertas investigaciones, sobre todo en vacunas con fines militares, de personas que tienen ejército presente en los trópicos. Precisamente, así se está generando una posible vacuna contra el chikunguña.

Me parece que, así como se está avanzando con la vacuna del dengue, es muy probable que si el virus oropouche genere más casos y complicaciones, a nivel internacional se discuta y se tomen medidas.

Hay que esperar a ver cómo se comporta el oropouche porque todavía hay muchas preguntas abiertas. O sea, no se conocen muchos detalles del virus porque los casos han sido muy pocos. Entonces, apenas se están viendo todas estas manifestaciones.

Con el COVID-19 fue muy diferente porque habían millones de personas infectadas en ese momento, lo que facilitaba más el análisis de síntomas y la búsqueda de una terapia para el virus, algo que no está pasando por ahora”. 

—Con el Oropuche, ¿podríamos experimentar una explosión como la que hubo con el COVID-19?

—ECA: “No será algo como el COVID-19. No hay una transmisión respiratoria directamente entre persona y persona. El oropouche es uno de los virus de los cuales hay que preocuparse, pero hay que ver si realmente va a haber la explosión que hubo, no con COVID, sino con zika. 

Recordemos que el zika también puede transmitirse sexualmente. Por más que usted use repelente, si tiene el virus y experimenta una relación sexual sin protección, pues va a transmitir el virus. Eso aún no se conoce con el oropouche. A lo largo del tiempo iremos ganando más y más información”.

—Ahora, doctora, como últimas preguntas: si en Costa Rica hubiese un primer diagnóstico, ¿qué debe tomar esa persona en cuenta? y ¿cuáles grupos de edad cree usted que serán los más vulnerables?

—ECA: “Todavía hay muchas preguntas y pocas respuestas. Yo le diría a la gente que, si se siente mal y está en una zona donde hay muchas purrujas, vaya al centro de salud. ¿Para qué? Para tener vigilancia médica y un diagnóstico temprano. Nos falta mucho por conocer de este virus, entonces la vigilancia es vital.

En cuanto a las edades de las poblaciones más vulnerables, todavía no hay. Por el momento, la prioridad serían las mujeres embarazadas. Si viven en una zona costera, o donde hay muchos mosquitos y purrujas, entonces intentar buscar opciones para evitar una picadura aunque tendría que limitar el uso del repelente. 

Una medida importante es tener máximo cuidado durante el amanecer o en el atardecer, que es donde están más activas las purrujas. Algo fundamental es que las acciones tomadas ayudarán a disminuir el riesgo de infección, pero este riesgo nunca será cero si el virus se establece en nuestro país”.

Jenniffer Jiménez Córdoba
Periodista Oficina de Comunicación Institucional, UCR

Cuba perspectivas, 2024

El sociólogo Miguel Sobrado, expone las perspectivas ante las cuales se encuentra Cuba en el 2024; es una producción de Prisma Latinoamérica.

A continuación, encontrará un breve resumen sobre el análisis de las nuevas perspectivas de Cuba en el 2024.

Cuba se encuentra en una disyuntiva de la cual dependerá su futuro, que también afectará en parte el futuro de América Latina, debe elegir entre dos caminos uno donde sea la oligarquía quien se apropió de la riqueza social como la vivía por los oligarcas rusos en su momento u optar por seguir el modelo de desarrollo socialista de mercado impulsado por Vietnam y China. Hay diversos factores que intervienen, por una parte, el bloqueo norteamericano (estadounidense), que tiene más de 60 años de aplicarse, apoyado por figuras destacadas de origen cubano en la política de Estados Unidos de América..

El mundo está cambiando, para Estados Unidos mantener una política del gran garrote se vislumbra complicada, si no imposible, porque ya no existen los mismos motivos por los cuales se aplica el embargo, como son la alianza de Cuba con la Unión Soviética, además de existir un mundo con muchas potencias. Estados Unidos necesita del apoyo de América Latina, de crear una nueva política de respeto con los países latinoamericanos, de amistad y respeto a sus soberanías e independencia, cambiando esta visión a lo interno del país.

Además de las situaciones externas a lo interno de Cuba hay problemas serios sobre la economía y el agro cubano, de normativas que impiden el desarrollo interno, se requiere la incorporación plena y activa de los campesinos a la política económica cubana, el campesinado es la fuerza llamada a modificar la economía cubana, una revolución que permita innovar y producir en la isla, utilizando las mejores prácticas agrícolas de la isla, utilizando el mercado en servicio social del desarrollo cubano, que permita cambiar las estructuras económicas estatales ineficientes.

Producción: Prisma Latinoamérica.

Se le invita ver el video completo: 

Vladimir de la Cruz: A la Historia… Por Media Calle

Por Sofía Jiménez Murillo

El reconocido historiador Vladimir de la Cruz emitió, a través del equipo multidisciplinario Voces X Media Calle, el pasado 30 de enero una examinación oral crítica acerca del panorama de las elecciones cantonales del próximo 04 de febrero. El Sr. de la Cruz, que presenta el contenido A la Historia…Por Media Calle semanalmente los martes, nos presenta las marcadas diferencias que existen entre los cantones rurales y urbanos, la problemática de la cantonización en el país y otras situaciones particulares que corresponden a la función de las alcaldías en el territorio nacional, entre otros tópicos de esencial importancia.

¡Le invitamos a escuchar al Sr. de la Cruz a través del siguiente enlace: A la Historia…Por Media Calle (Transmisión del 30 de enero)!

Economía nacional del 2024 podría moverse entre equilibrios

La economía costarricense podría transitar, a lo largo de este 2024, sin muchos malabares. En criterio de economistas de la Universidad Nacional (UNA), los principales indicadores macroeconómicos tenderían a moverse bajo la perspectiva de la prudencia, luego de un año más convulso.

Uno de esos indicadores es la inflación, que vivió un subibaja desde que en agosto del 2022 alcanzara un crecimiento interanual del 12,3%. Dieciséis meses después (diciembre 2023), la tendencia se revirtió drásticamente, al punto de que el país registró una deflación interanual del -1,77%.

¿Qué factores incidieron para que el índice de precios cayera de esta manera en el 2023? “A nivel internacional muchos insumos importados bajaron de precio, sumado a que, a nivel interno, el precio de bienes relacionados con los sectores de la alimentación y la información disminuyeron. Nos queda claro entonces que hubo controles de precios que justifican estos resultados”, manifestó el académico e investigador Fernando Montero.

El Banco Central de Costa Rica (BCCR) tiene como misión principal el control en el aumento de los precios, reflejado a través de la inflación. Para ello, ha determinado un rango meta sobre el cual este indicador debería establecerse, el cual oscila entre un 2% y 4%. Evidentemente, este objetivo al cierre del 2023 no se cumplió.

Lo que sí está previsto es que, durante el 2024, la inflación sí logre ajustarse a este rango, al salir del campo de la deflación en la que se encuentra. El momento preciso en que ocurra ese salto es algo aún indeterminado.

Lo cierto del caso es que en enero entró a regir un aumento de hasta un 15% en el precio de la electricidad, aprobado por la Autoridad Reguladora de Servicios Públicos. Solo este aspecto, en criterio del economista Fernando Rodríguez, puede significar un ajuste hacia el alza en la inflación.

Tasas de interés

Cuando la inflación comenzó a crecer aceleradamente, y afectó de manera directa el bolsillo de las familias al tener que destinar más recursos para solventar sus gastos, el Banco Central se vio en la necesidad de aumentar la Tasa de Política Monetaria (TPM), de manera que este efecto incidiera sobre las tasas de interés locales y sobre el consumo nacional.

Sin embargo, la caída abrupta de la inflación abrió el camino para que la entidad monetaria redujera este indicador, que llegó a ubicarse en un 9% en su punto más alto.

A pesar de ello, las reducciones a lo largo del 2023 fueron más paulatinas y timoratas, lo que provocó que el 2024 abriera con un porcentaje del 6% en la TPM. Anoche, la autoridad monetaria aprobó una reducción de 25 puntos base, para ubicarla en 5,75%.

Precisamente, desde el sector empresarial ha aumentado la presión en los primeros días de este año, para que el Banco Central aplique una reducción mayor a la TPM, que genere una disminución más sustantiva en las tasas de interés, lo que a su vez fomentaría el crédito, la competitividad y la actividad comercial.

Para el experto Fernando Rodríguez, más allá de la inflación, el Banco Central ha sostenido las tasas como una estrategia para evitar que haya un movimiento de dólares hacia adentro o hacia afuera en la economía, que incida sobre el tipo de cambio. “Entonces, el Central va a tener que sopesar qué va a hacer con la TPM si de repente estamos en un contexto donde haya más inflación, que es lo que se prevé, pero también en una circunstancia donde hay exceso de dólares y mucho endeudamiento externo. Es probable entonces que haya ajustes pequeños en el 2024 para calibrar lo que vaya ocurriendo y esperar también lo que pase con las tasas a nivel internacional”, agregó.

Por su parte, Fernando Montero espera que ese ajuste hacia la baja se realice en el transcurso del primer semestre de este año. “Lo que haría con esta eventual reducción es aplicar una especie de contrapeso al anuncio que ya han hecho las autoridades monetarias de un incremento en las tasas de interés. De esta manera, el Banco Central está planteando un escenario que busca la estabilidad en los precios y en las tasas”, indicó.

Tipo de cambio

El valor del dólar con respecto al colón tuvo un 2023 de descensos escalonados. Y recibió el 2024 bajo la misma tendencia: apenas el pasado 15 de enero, el precio registrado en el Mercado de Monedas Extranjeras (Monex) fue el más bajo en una década, al ubicarse en 518,5 colones.

De acuerdo con cálculos elaborados por el investigador Fernando Montero, el 2023 registró un promedio de precio de compra del dólar de 542 colones, mientras que el de venta de 548 colones. La devaluación de la moneda a lo largo del año fue del 12%.

Para este 2024, el precio de la divisa tendería a mantenerse estable, pero con un valor bajo, que podrían oscilar entre 510 colones y un máximo de 560 colones.

La abundancia de dólares en el mercado local explicaría en mayor medida la baja en su precio. “No se ven presiones importantes para devaluaciones fuertes. El Gobierno está acudiendo a endeudamiento externo, lo que quiere decir que atrae dólares para cubrir sus necesidades de financiamiento, provocando que el tipo de cambio baje”, reflexionó por su parte Fernando Rodríguez, de la Escuela de Economía de la UNA.

El exceso de oferta de dólares se da por factores internos como el aumento en la llegada de turistas al país (2,75 millones de visitantes extranjeros, a setiembre 2023 de acuerdo con datos anunciados ayer por el Instituto Costarricense de Turismo), por el aumento en la Inversión Extranjera Directa (IED) (a setiembre del año anterior registró un incremento del 16%, que representó la llegada al país de 2.691 millones de dólares, según el Ministerio de Comercio Exterior), así como por la gestión que realiza el Gobierno para aprobar préstamos con entidades financieras multilaterales.

Una de las medidas que aplicó el Banco Central para evitar una baja más pronunciada en el valor del dólar fue su intervención en Monex, realizando compra de divisas, por un lado, para satisfacer la demanda de dólares del sector público no financiero (SPNB) y por otro lado, para aumentar sus reservas monetarias internacionales.

Ante este panorama, Fernando Montero prevé una intervención cambiaria más comedida en este 2024. “El Banco Central participaría solo cuando haya una sobreoferta de dólares por encima del precio promedio establecido. Además, con una inflación del 2% que se prevé, no veo un cambio abrupto en el tipo de cambio”, aseguró.

Tanto Montero como Rodríguez coincidieron en que, en un contexto de tipo de cambio bajo, sectores como el exportador y el turismo continuarían viéndose afectados desde el punto de vista de su competitividad, a pesar del crecimiento que han venido registrando.

Crecimiento económico

A pesar del equilibrio que mostrarían, en el papel, estos indicadores, la previsión de crecimiento tendería a la baja en este 2024. De cerrar el 2023 con un porcentaje del 5,3% (que Fernando Montero calcula que podría ser de hasta el 6%), la expectativa es que ronde el 3,6%, según lo anunció en noviembre el modelo macroeconómico del Centro Internacional de Política Económica para el Desarrollo Sostenible (Cinpe).

“Ya no se habla de una recesión global, pero sí va a haber una caída en el crecimiento de las grandes economías como Estados Unidos y China. Situaciones como los conflictos geopolíticos, la sequía en el canal de Panamá producto del cambio climático y la burbuja inmobiliaria en China podrían afectar el desempeño del comercio”, valoró Fernando Rodríguez.

Conjugando todos los factores y escenarios, y sin considerar eventualidades, el rumbo económico del 2024 parece despejar el camino hacia un tránsito sin muchas curvas.

Oficina de Comunicación
Universidad Nacional, Costa Rica

La UCR ofrecerá más de 10.000 cupos de admisión para nuevos ingresos

Trámite de admisión UCR Foto: Laura Rodríguez Rodríguez, UCR.

Del total de nuevos cupos el 43,6 % corresponden a carreras STEM

Es primera vez que se supera este número y el mayor aumento se da en Sedes Regionales

Para el año 2024, la Universidad de Costa Rica ofrecerá 10 242 cupos para personas aspirantes a nuevo ingreso. Es la primera vez que se sobrepasa las 10.000 nuevas admisiones en un año.

Así se desprende de la publicación de las Resoluciones VD-12742-2023 y VD-12743-2023 que establecen la oferta académica que brindará la UCR en el 2024, así como los cupos máximos de ingreso para cada una de carreras en las modalidades de Admisión Ordinaria y Admisión Diferida.

El aumento de nuevos cupos con respecto a los ofrecidos en el 2023 fue de 418, lo que representa un incremento del 4,25 % con respecto al año anterior.

Para el Vicerrector de Docencia, Dr. Felipe Alpízar Rodríguez, este es el resultado de un ejercicio de reflexión y compromiso de la comunidad universitaria para atender, por una parte, la alta demanda de profesionales en las diversas áreas y, también, los acuerdos que guían la negociación del financiamiento de las Universidades Públicas.

“La Universidad es uno de los factores de movilidad social más importantes. Felicito y me siento orgulloso de que, como comunidad universitaria, sepamos abrazar este compromiso con las personas jóvenes y estemos contribuyendo con el cambio social. Hoy anunciamos la posibilidad de que más de 10 000 personas puedan cambiar su historia de vida gracias a esta Institución”, explicó el Vicerrector.

Equidad y regionalización

En el caso de la admisión diferida para promover la equidad, los nuevos cupos de ingresaron pasaron de 784 en el 2023 a 812 en el 2024. Esta modalidad de Admisión, que se implementó a partir de 2015, pretende fortalecer el acceso a la UCR de personas provenientes de regiones e instituciones de educación que estadísticamente tienen un historial de poca oportunidad de acceso a la UCR.

Además, el 36,45 % de los nuevos cupos de ingreso (3.733 en total) son exclusivos para las Sedes Regionales, quienes concentran 309 de los 418 nuevos cupos para el 2024.

La Sede Regional que más cupos aumentó para el 2024 fue la Sede Regional del Caribe, que creció en 148 nuevos cupos con respecto al año anterior, para un importante crecimiento del 36%.

Para el Director de la Sede del Caribe, Dr. Walter Anderson Rivera, el aumento de cupos representa nuevas oportunidades accesibilidad a la educación superior para cientos de jóvenes.

“Esto constituye mayores y mejores posibilidades de construir su futuro en su propia región y contribuir con su desarrollo y el mejoramiento en la calidad de vida de sus familias. La Sede del Caribe atiende su compromiso con la provincia de Limón y con Costa Rica”, asegura Anderson.

Con STEM en la mira

De los nuevos cupos ofrecidos por la UCR para el 2024, 4 465 corresponden a carreras STEM (por las siglas en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), una categoría de clasificación de carreras que prioriza aquellos programas académicos relacionados con esas áreas.

Así, los nuevos cupos de admisión que ofrecerá la UCR para estas carreras representan un 43,6 % del total de los cupos y un aumento del 5,53 % en esta categoría, con respecto a los ofrecidos el año anterior.

El Área que más aumentos en cupos experimentó fue Ingeniería, que incrementó los cupos en 245 nuevos, para un total de 2 477 nuevos estudiantes, seguida de Educación, que creó 160 nuevos espacios para sus carreras. Las carreras de esta área recibirán a 1 720 nuevos estudiantes en el 2024.

El Dr. Orlando Arrieta, Decano de la Facultad de Ingeniería afirma que, entendiendo el contexto social, económico y productivo del país, esta Facultad se dio a la tarea de revisar e incrementar los cupos en algunas de sus carreras con características particulares.

“Este incremento en Ingeniería Civil e Ingeniería Industrial, por ejemplo, puede ligarse a todo el tema de infraestructura que el país está requiriendo y el apoyo a todo el clúster de alta tecnología y dispositivos biomédicos que se ha instalado recientemente acá. En ambos casos se requiere de un recurso humano altamente calificado que nosotros formamos en nuestras carreras”, explica el Decano.

Adicionalmente, la Vicerrectoría de Docencia también publicó la Resolución VD-12744-2023 que regula las modalidades y cupos de traslado interno de carrera o ingreso a otra carrera simultánea. Estos procesos están dirigidos a la población que ya es estudiante activa de la UCR. Para el 2024, 2.199 estudiantes podrán optar por un traslado de carrera o ingreso a carrera simultánea.

Datos en breve

  • Para el 2024 la UCR ofrecerá 10 242 nuevos cupos de admisión para primer ingreso (Admisión Ordinaria y Admisión Diferida) y 2 199 para traslado de carrera o ingreso a carrera simultánea.
  • El aumento en cupos de nuevo ingreso es de 418 y representa un incremento de 4,25 % con respecto a lo ofrecido en el 2023. Este aumento de cupos se da mayoritariamente en las carreras del Área de Ingeniería y Educación.
  • De la totalidad de los nuevos cupos, 812 corresponden a Admisión Diferida. Esta es una modalidad que pretende fortalecer la equidad en el acceso a la Universidad para poblaciones provenientes de colegios con bajo índice de admisión a la UCR.
  • El 36, 45% de los nuevos cupos (3 733) corresponden a carreras en Sedes Regionales. Sólo en las Sedes Regionales el aumento fue de 309 cupos.
  • De la totalidad de nuevos cupos ofrecidos para el 2024, el 43,6 % (4 465 cupos) son en carreras STEM. Los cupos en estas carreras crecieron un 5,53 % con respecto a la ofrecido en el 2023.

Armando Vargas Morera
Periodista, Vicerrectoría de Docencia, UCR

La UCR solo tomará en cuenta las calificaciones del penúltimo año de colegio para el proceso de admisión 2023-2024

Este plan piloto de la Vicerrectoría de Vida Estudiantil cumple con la disposiciones del artículo 1 y artículo 23 del Reglamento del Proceso de Admisión mediante Prueba de Aptitud Académica de la Universidad de Costa Rica (foto: Laura Rodríguez).

El cambio responde a limitaciones para obtener a tiempo las calificaciones de la población estudiantil que se encuentra en el último año de educación diversificada

Con el objetivo de promover la equidad en el ingreso a la educación superior, la Vicerrectoría de Vida Estudiantil (ViVE) de la Universidad de Costa Rica realizará ajustes en el proceso de ingreso a la institución 2023-2024, específicamente en las calificaciones que tomará en cuenta para el cálculo del promedio de admisión, a través de un plan piloto y una ruta de análisis.

En la Universidad de Costa Rica (UCR), el promedio de admisión de las personas aspirantes a ingreso se obtiene por medio de la suma del resultado obtenido en la Prueba de Aptitud Académica (PAA: 50%), conocida popularmente como examen de admisión, y del promedio de las calificaciones (nota de presentación: 50%) reportadas por la institución de enseñanza secundaria y el Ministerio de Educación Pública (MEP).

La Dra. María José Cascante Matamoros, Vicerrectora de Vida Estudiantil de la UCR explicó que, este año la UCR, a través de un plan piloto considerará únicamente las calificaciones del penúltimo año de estudios de la educación diversificada para calcular el promedio de presentación.

“Anteriormente, la nota de presentación, la cual equivale al 50% de la nota de admisión, estaba conformada por calificaciones de los dos últimos años de colegio; sin embargo, este año, la UCR solo tomará en cuenta las calificaciones del penúltimo año de estudios de la educación diversificada, es decir, décimo año para los colegios académicos y undécimo año para colegios vocacionales” dijo Cascante.

La decisión se toma debido a que en los últimos años la Universidad de Costa Rica ha enfrentado limitaciones para obtener a tiempo las calificaciones de la población estudiantil que se encuentra en el último año de educación diversificada (décimo año y primer semestre de undécimo año) en los colegios con modalidad académica, así como undécimo año y primer semestre de duodécimo año de aquella población en modalidad vocacional.

La vicerrectora añadió este cambio tiene como objetivo principal el establecer un mecanismo para garantizar la obtención de los insumos necesarios para ejecutar con éxito el proceso de admisión, de acuerdo con lo dispuesto en el calendario institucional, y dando siempre prioridad a los principios de equidad y justicia social. Además, aseguró que se tomará una decisión a largo plazo, luego de un año de pilotaje y estudios internos.

“Nuestra misión es siempre buscar el beneficio de las personas estudiantes, por lo que siendo conscientes de que, por razones ajenas a la universidad, hemos enfrentado algunas limitaciones para obtener a tiempo las calificaciones de la población estudiantil que se encuentra en el último año de educación diversificada, es que hemos optado por hacer este cambio, con el fin principal de garantizarle a toda la población aspirante, un mejor modelo de admisión” expresó Cascante.

Los resultados de este plan piloto serán analizados y evaluados por diferentes instancias universitarias como la ViVE y el Instituto de Investigaciones Psicológicas, con el fin de plantear una ruta a largo plazo, en relación con el cálculo del promedio de admisión, que permita dar continuidad a los principios de equidad en el acceso a la educación superior pública.

Para más información sobre este plan piloto puede leer la Circular ViVE-6-2023, en la cual se brindan detalles sobre las calificaciones que serán tomadas en cuenta por la UCR para la nota de presentación, para cada una de las poblaciones estudiantiles aspirantes a ingreso.

 

Tatiana Carmona Rizo
Periodista Oficina de Divulgación e Información, UCR