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Etiqueta: ACNUR

Municipalidad de Upala opera centro de atención integral para personas migrantes

En un avance reciente en materia de integración de la población migrante y refugiada, la Municipalidad de Upala dio apertura al Centro de Atención Integral para Personas Migrantes de la Zona Norte. En este espacio se podrán realizar trámites de regularización migratoria, consultas legales y asesorías profesionales, todo con el fin de uniformar y facilitar gran parte de los trámites correspondientes al proceso de regularización del estatus migratorio.

El recinto fue puesto en práctica como parte de un esfuerzo en conjunto entre actores como; el gobierno local, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la Fundación Ayuda en Acción; entre otros.

Inaugurado el 17 de diciembre de 2024, este espacio aún hoy operativo representa un avance significativo en materia migratoria en la Zona Norte del país, lugar con gran afluencia de población migrante y refugiada debido a su ubicación geográfica que abarca parte de la frontera con Nicaragua, así como lazos históricos con la población del país vecino.

El espacio está ubicado en el antiguo edificio de Cruz Roja, frente al Parque Central de Upala. Se encuentra abierto de lunes a viernes de 8:00 am a 4:00 pm.

Ante la Conmemoración del Día Mundial del Refugiado, se recuerdan los derechos de las personas refugiadas y solicitantes de refugio en Costa Rica

El pasado 20 de junio se conmemoró el Día Mundial del Refugiado, fecha designada por las Naciones Unidas. Ante la significancia de esta fecha, es clave comentar, explicar y reafirmar quién es una persona refugiada; cómo adquiere este reconocimiento y protección del Estado, y cuáles son sus derechos en Costa Rica.

Una persona refugiada es aquella que se ha visto obligada a abandonar su país de origen o de residencia habitual debido a situaciones de persecución por motivos raciales, religiosos, por identidad nacional, pertenencia a determinado grupo social, opiniones políticas o género; o bien, por motivos de desplazamiento forzado en consecuencia de conflictos bélicos, crisis climática, regímenes políticos, entre otros. Por ello, reconociendo estas razones y contextos de movilidad, cada país establece su propio mecanismo para determinar si una persona es o no refugiada.

Ahora bien, ¿cómo es este proceso de refugio y sus respectivos mecanismos en Costa Rica?

El procedimiento es confidencial, lo que significa que la información que la persona en necesidad de refugio comparta con las autoridades migratorias es de uso exclusivo de dicha institución, que en el caso del país el ente encargado es la Dirección General de Migración y Extranjería, en específico la Comisión de Visas y Refugio.

Para solicitar refugio, se aclara que se debe programar una cita a través del sitio web oficial de la Dirección General de Migración y Extranjería o por vía telefónica al número 1311; esta última requiere que sea desde una línea de KOLBI-ICE, al ser la empresa de telecomunicaciones estatal, con un costo 390 colones más impuestos por minuto. Seguidamente, el trámite es gratuito y personal (no requiere de personas intermediarias).

Cabe destacar que la condición de persona refugiada se solicita una vez que la persona y su grupo familiar se encuentren en territorio costarricense, pero esto implica que hay principios y derechos que el Estado y las autoridades competentes deben promover y cumplimentar.

El principio de “No devolución”

Este es el derecho básico de toda persona refugiada o solicitante de la condición de refugio. La personas no puede ser expulsada o devuelta al país donde su vida o libertad estén en peligro por los motivos mencionados anteriormente. A pesar de que ingrese al país sin visa o autorización de ingreso, no pueden deportar a la personas hasta que se dé un debido proceso de análisis de su solicitud de la condición de refugiado. Esto último se respalda a su vez con el Derecho al debido proceso establecido en el artículo 7 Reglamento de Personas Refugiadas Nº 36831-G.

Dicho esto, la persona en necesidad de refugio no puede ser sancionada por entrar al país sin autorización. Las autoridades no pueden detener ni sancionar por ingresar a Costa Rica sin autorización de ingreso (VISA), pues se debe considerar si viene del territorio donde su vida o libertad están en peligro.

Recibir protección y asilo

De acuerdo con el artículo 14 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, toda persona cuya vida esté en peligro en su país tiene el derecho de buscar protección y asilo en otra nación. Al recibir protección, es un derecho tener un documento de identidad; el Estado Costarricense está obligado a otorgarle un documento de identidad para acreditar su permanencia en el país. Toda persona sin importar su edad debe ser documentada, y este es documento que tanto las personas solicitantes de refugio como refugiadas, les regulariza su estancia en Costa Rica.

No recibir ningún tipo de discriminación

Todas las personas tienen derecho a vivir en un ambiente libre de discriminación sin distinción alguna por razones étnicas, prejuicios raciales, identidad de género, sexo, enfermedades, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole; tampoco por país de origen, posición económica o cualquier otra condición.

Aunado a esto, se implica que no se debe discriminar en acceso a bienes y servicios del Estado, entre esos el acceso a servicios bancarios, pues al igual que los y las costarricenses, las personas refugiadas y solicitantes de la condición de refugio tienen derecho a acceder a los servicios bancarios tanto públicos como privados. Es decir, puede abrir una cuenta bancaria, hacer transferencias y solicitar otros tipos de servicios.

Dado que algunos bancos desconocen esta información, la Oficina de Migración emitió una circular que informa sobre los tipos de documentos de identidad migratorios que pueden acceder al Sistema Bancario Nacional. Esta circular está disponible en: www.migracion.go.cr y en el Diario Oficial La Gaceta.

Y si se habla de acceso, cabe recalcar que la persona refugiada o solicitante de refugio tiene derecho a acceder al sistema de salud de manera gratuita, en todos los niveles disponibles (EBAIS, Hospitales, Clínicas, centros de vacunación, etcétera). Para ello, la persona refugiada debe estar afiliada a la Caja Costarricense del Seguro Social del Seguro (conocida como La Caja) y presentar su documento de identidad. En el caso de que la persona refugiada o solicitante de refugio no esté afiliada y enfrente una situación de emergencia, tiene derecho a que le atiendan y posteriormente se le cobrará el servicio ofrecido.

Ahora bien, estos son los tipos de aseguramiento en el país por medio de La Caja: el aseguramiento como trabajador asalariado, en el cual si trabaja con una empresa o patrono, éste tiene el deber de asegurarle; el aseguramiento como persona trabajadora independiente, en el que si trabaja por cuenta propia tiene el deber de cotizar a la Caja; aseguramiento voluntario, para personas que no trabajan ni con un patrono, ni por cuenta propia, como las personas encargadas de las tareas del hogar y cuidado, o personas estudiantes; también el aseguramiento por beneficio familiar, el cual consiste en que un seguro puede cubrir a sus familiares dependientes, ya sea esposo o esposa, hijos e hijas menores de edad o entre los 18 a 25 años que aún estudien, o madres y padres adultos mayores; y por último, el aseguramiento por el Estado, que va dirigido a personas que se encuentren en condición de extrema pobreza comprobada, personas menores de edad, personas embarazadas y personas estudiantes que no pueden ser aseguradas bajo ninguna otra modalidad.

Acceso a un empleo

Toda persona refugiada y solicitante de refugio tiene derecho a trabajar en Costa Rica, ya sea por cualquier tipo de trabajo remunerado o lucrativo por cuenta propia o como persona empleada de una organización o empresa. El derecho a trabajar queda indicado en el documento de identificación que le brinda la Unidad de Refugio de la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME).

Además, la persona refugiada y solicitante de refugio tiene derecho al acceso a la educación pública y gratuita, en todos sus niveles, comprendiendo la educación preescolar, primaria, secundaria y universitaria. Esto está respaldado por la normativa nacional e internacional, que establece que todo niño, niña o adolescente que habite en Costa Rica, tiene el derecho y la obligación de acceder a la educación pública, sin importar su nacionalidad o su condición migratoria. A su vez, tiene derecho a un acceso a la justicia, al respeto de las garantías del debido proceso, al derecho de defensa y al derecho de petición y respuesta. Puedes solicitar más información en la Contraloría de Servicios del Poder Judicial o llamando a la línea gratuita 800-800-3000.

Entre otros derechos relevantes, se encuentra el derecho a la libre circulación, puesto a que toda persona refugiada y solicitante de refugio tiene derecho a circular libremente por el territorio nacional y escoger dónde quiere vivir; y el derecho a la unidad familiar. Este último quiere decir que la condición de persona refugiada reconoce el núcleo familiar primario y a otros familiares dependientes y parientes dentro del primer orden de consanguinidad o afinidad –si es una persona refugiada ya reconocida por el gobierno costarricense, tiene derecho a traer su familia a Costa Rica. Esto significa que se vela por la reunificación familiar, siendo un procedimiento singular en aquellos casos en que los familiares de la persona refugiada se encuentren fuera del territorio costarricense, incluyendo: cónyuge, hijos o hijas menores de edad, hijos o hijas mayores en estado civil de soltería hasta 25 años de edad –que demuestren continuar siendo dependientes económicamente y que continúen estudiando–, e igual para hermanos o hermanas menores de edad o hasta 25 años con las mismas condiciones; padre, madre naturales y políticos mayores de 60 años con relación de dependencia, y otras personas menores de edad cuya relación de dependencia sea acreditada.

El proceso de reunificación familiar requiere de la presentación de diversos documentos y requisitos a la Unidad de Refugio de la DGME, como: una Solicitud por escrito para la reunificación, una Fotocopia de su carné de persona refugiada al día, Completar el formulario de filiación emitido por la Dirección General, Dos fotografías tamaño pasaporte, una constancia salarial o algún tipo de certificado que demuestre su capacidad económica para poder cubrir las necesidades del familiar que está solicitando en reunificación; Certificado de nacimiento o matrimonio debidamente legalizado, o apostillado (según sea el caso) del familiar solicitado donde demuestre el vínculo que tiene con esta persona, Fotocopia completa de las páginas del pasaporte del familiar solicitado, un Certificado de antecedentes penales del país de origen legalizado, o apostillado (según sea el caso), del familiar solicitado, Un certificado de sus antecedentes penales en Costa Rica (conocido como la hoja de delincuencia); en el caso de padre o madre menores de 60 años en relación de dependencia, aparte de los requisitos anteriormente indicados, debe demostrar su relación de dependencia, y en el caso de los hijos e hijas mayores de 18 años y hasta 25 años, en relación de dependencia que pretendan continuar estudios en Costa Rica, aparte de los requisitos anteriormente indicados, debe acreditar su relación de dependencia y certificación de estudios de su país.

La Comisión de Visas y Refugio evaluará todos los documentos que presente y dará una resolución de si es aprobado o no. Si la solicitud es denegada tiene derecho a apelar esta decisión, y una vez que su familiar llegue al país, se debe solicitar inmediatamente el proceso de extensión de condición de persona refugiada. Esto es para que su condición también ampare a su familiar, y si no se lleva a cabo este proceso, la permanencia de su familiar no estaría regularizada en Costa Rica.

En Costa Rica es posible encontrar un acompañamiento para este específico procedimiento, por ejemplo, un acompañamiento del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) por medio de su agencia socia Servicio Jesuita para Migrantes, en el cual se le ofrece asesoría legal.

En el caso de que las personas familiares desean visitar a la persona refugiada de manera temporal, se debe consultar ante el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto o el consulado del país de origen en Costa Rica, si se requiere de una visa de turismo. Si se requiere visa de turismo, se debe seguir el trámite respectivo en coordinación con la embajada correspondiente. Asimismo, se puede encontrar más información sobre la solicitud de visas de turismo aquí: Visas – Dirección General de Migración y Extranjería – Costa Rica

¿Cómo pueden acceder a servicios de salud las personas migrantes en Costa Rica?

El acceso a la salud es un derecho humano fundamental, garantizado tanto por la Constitución Política como por la Ley General de Salud. En Costa Rica, este derecho también protege a las personas migrantes, sin distinción de nacionalidad, y puede ejercerse mediante el sistema público de salud administrado por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).

A continuación, se explican las vías disponibles para acceder a los servicios de salud, tanto mediante afiliación directa como en situaciones de emergencia.

1. Aseguramiento directo en Costa Rica

La CCSS es la institución encargada de prestar servicios de salud y gestionar los seguros médicos en el país. Las personas migrantes en condición regular pueden afiliarse mediante diferentes modalidades de aseguramiento, según su situación laboral o socioeconómica:

  • Trabajador asalariado: para personas con cédula de residencia, permiso de trabajo o estatus de refugiado o asilado.

  • Trabajador independiente: para quienes trabajan por cuenta propia y tienen residencia legal o condición de refugio (no aplica a solicitantes de refugio).

  • Pensionado: del régimen contributivo o no contributivo.

  • Cotizante voluntario: incluye la modalidad de Asegurado Migrante, para personas extranjeras regulares no asalariadas ni independientes, pero que deseen pagar directamente su afiliación al sistema de salud (y opcionalmente al régimen de pensiones).

  • Seguro por cuenta del Estado: para familias en condición de pobreza o pobreza extrema, registradas en SINIRUBE o calificadas por el IMAS.

  • Protección Familiar: para personas que viven o dependen económicamente de otra persona asegurada.

2. ¿Cómo acceder si usted es solicitante de refugio o persona refugiada?

Las personas que han solicitado refugio o tienen el estatus de refugiadas pueden acceder al seguro médico a través del convenio ACNUR–CCSS, firmado entre la Caja Costarricense de Seguro Social y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Este convenio permite asegurar gratuitamente a miles de personas. En 2024, ACNUR aportó ₡1 050 millones al Fondo de Enfermedad y Maternidad, y más de 5 300 personas fueron cubiertas bajo esta modalidad, el 69 % de ellas mujeres.

¿Cómo aplicar?

  • Ingrese al sitio web oficial de ACNUR Costa Rica: https://help.unhcr.org/costarica/conv

  • Busque el formulario llamado “Formulario de Datos Médicos”

  • Complete los datos solicitados: nombre completo, fecha de nacimiento, nacionalidad, lugar de residencia, número de contacto, información médica y el consentimiento informado.

  • Espere la validación y asignación de cupo. Debe saber que ACNUR prioriza a personas en situaciones más vulnerables. En algunos casos, hay listas de espera.

Una vez que la solicitud ha sido aceptada, puede recibir atención integral de forma gratuita en EBAIS, clínicas, hospitales, emergencias, laboratorio, entre otros.

3. ¿Quiénes pueden recibir atención sin estar asegurados?

Existen situaciones especiales en las que las personas pueden recibir atención sin estar afiliadas a la CCSS:

  • Niños y niñas de 0 a 6 años, o menores integrados al sistema educativo.

  • Mujeres embarazadas.

  • Adultos mayores.

  • Personas con enfermedades contagiosas o que requieren tratamiento obligatorio (como VIH).

  • Todas las personas en casos de emergencia médica.

Debe saber que, en este último caso, el servicio de salud se brinda primero y se cobra después si no hay afiliación vigente.

Foto: Instituto Tecnológico de Costa Rica

Producción general del TCU-738 UCR.

Los otros juegos

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

La imagen dura unos segundos porque a la producción de la televisión internacional poco le importan las acciones afirmativas, las protestas simbólicas, los actos reivindicativos. Más aún en un escenario amplificado en el que las audiencias alcanzan miles de millones en todo el planeta.

En primer plano, durante una exhalación, lo que dura el ojo reteniendo la imagen, aparece la atleta estadounidense Raven Saunders en la ceremonia de premiación de la disciplina de lanzamiento de bala. Con una distancia de 19,79 metros, Saunders se hizo acreedora de la medalla de plata.

Allí, justamente al momento de colgarse la presea en su pecho, levanta las manos cruzadas y las suspende durante unos segundos en el aire, quizá los segundos que le tomó a la producción de la señal internacional decir: “vamos a otra cosa”. Y fueron a otra cosa. Y la acción simbólica no volvió a aparecer en pantalla. Al menos en la transmisión en vivo.

El gesto de la mujer reivindicaba la lucha contra la depresión y colocaba en primer plano la condición de las personas afroamericanas y de los colectivos LGTBI a nivel global. Una interseccionalidad que Raven representa y por la que ha experimentado discriminaciones durante muchos años, al punto de haber intentado acabar con su vida luego de los Juegos Olímpicos de 2016.

La imagen duró unos segundos, su lucha, acaso, le tome toda su vida.

Lo que no pudo editar ni evitar la televisión internacional fue el gesto con que la gimnasta costarricense Luciana Alvarado cerró su participación en su rutina.

Pie al piso, puño en alto y la cabeza inclinada en reverencia hacia atrás, hizo un homenaje al movimiento “Black Lives Matters” que tomó auge luego del asesinato de George Floyd en Estados Unidos en 2020.

“Todos somos iguales y todos somos hermosos e increíbles” diría Alvarado al preguntársele sobre la acción final de su ejercicio, un acto bien planificado, incorporado de modo que la organización, a menudo inmaculada para estas cosas, no levantara resquemores por su significado político.

Levantó su puño como miles de puños levantados en el mundo.

Lo que no deja de ser político es el permanente sentido de humanidad cuando la persona decide simplemente ser. La disruptividad de algunas, porque han sido mujeres las de las acciones, ha sido quizá la marca registrada de los recién terminados juegos y quedó patentada una vez más con un acto de representación de la diversidad.

Contra las protestas de sus propias competidoras y entrenadores adversarios, Japón mostró por primera vez la participación de una atleta transgénero.

La neozelandesa Laurel Hubbard formó parte de la Halterofilia, actividad en la que no pudo pasar más allá de la primera fase con tres resultados negativos. Las protestas de sus contrincantes se basaban en una supuesta ventaja que tendría por su configuración muscular. “La terapia de transición rebaja las diferencias físicas y coloca a todos en un nivel parecido” han comentado algunos especialistas en estos temas.

Luego de su participación, Hubbard ha considerado retirarse del deporte. Durante años tuvo que soportar las protestas y negativas para que su participación fuera efectiva. Pero también sus tratamientos contra los dolores musculares le han mermado su potencia física para los pesos que debe levantar.

Sin embargo, otros kilos más importantes fueron superados por ella. Su trabajo fue hecho: visibilizar el derecho de los y las atletas transgénero a participar en los juegos olímpicos.

De ahora y en adelante, todas, todos, tendrán participación.

Al momento de escribir esta nota, se conoce de la presencia de cerca de diez mil personas provenientes de países africanos, asiáticos, suramericanos y caribeños en la frontera entre Colombia y Panamá. Algunos grupos ya han ingresado a Costa Rica por su frontera sur. Buscan transitar la región para llegar a Estados Unidos como destino final. Con suerte, serán reconocidos y reconocidas en los países de tránsito y aún en el destino, si es que lo logran, como personas refugiadas.

Desde los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro 2016, el Comité Olímpico Internacional consideró prestar atención a este tema y conformó un equipo especial con personas refugiadas, representando a esa población.

En una cifra que crece, a junio de 2021 alcanzó 84,2 millones a nivel global, según la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidad para los refugiados (ACNUR).

Una evidencia de que el ritmo depredador de sistemas políticos, religiosos, heteronormativos y los impactos de la acción de modelos económicos sobre el medio ambiente que provoca desastres y desplazamientos poblacionales ha venido en aumento, lo marcan justamente los cambios cuantitativos de este equipo olímpico entre unos juegos y otros: de 10 atletas en Río, pasó a 29 en Tokio.

El rostro de la joven siria Yusra Mardini ha sido tal vez el más representativo de este particular conjunto. Nadadora olímpica en las dos últimas ediciones, se convirtió en deportista de alta competencia luego de salvarse, salvar a su hermana y a un grupo de personas que buscaban refugio en las costas mediterráneas y estuvieron a nada de morir ahogados.

Ese fue quizá su mejor representación en el agua: preservar la vida.

Las historias compartidas nos reflejan esas otras marcas, los otros tiempos, las otras luchas, otras biografías que quizá no inundarán de gloria los abordajes mediáticos globlales por sus triunfos deportivos. Tal vez sus objetivos personales fueron otros: visibilizar, sensibilizar, acercar.

En estos, los otros juegos, lo han conseguido.

¿Quién paga la salud de las personas migrantes?

Jenyel Contreras Guzmán*

El pasado 11 de junio el Gobierno de Costa Rica dio a conocer que en conjunto con el apoyo de los distintos cuerpos del Sistema de las Naciones Unidas estableció un acuerdo de cooperación conjunta para el desarrollo de un Plan Sanitario para la atención del covid-19 en la Zona Norte del país, el cual consta de tres fases:

  1. Consistió en una dotación financiera de 200 millones de colones enfocada en la asesoría técnica, insumos, equipos y producción de material de comunicación y abogacía para diferentes poblaciones, en la primera fase de contención de la pandemia.
  2. Consistirá en la participación de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y en coordinación con la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) para la dotación de personal y medicamentos para la atención del covid-19 en la Zona Norte del país. Así como la identificación de más recursos financieros para la ejecución de esta fase.
  3. Consistirá en la participación de Médicos sin Fronteras y Cruz Roja Internacional para la atención del covid-19 en la Zona Norte del país.

Durante el 2019, el país estableció un Convenio de Cooperación (Convenio ACNUR-CCSS, que entró a regir el 1° de enero de 2020) con el Alto Comisionada de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), mediante el cual dicha organización dotó de recursos financieros (1.8 millones de dólares) para asegurar temporalmente a 6.000 personas refugiadas y solicitantes de refugio, en condiciones de extrema vulnerabilidad. El monto de la cuota del beneficio que ha asumido ACNUR para cada persona asegurada se calculó sobre la base 350.000 colones, y mediante la figura de seguro voluntario.

Desde el año 2011, y a partir de la Ley General de Migración y Extranjería (N°. 8764) Costa Rica dispone del Fondo Social Migratorio. El origen de estos fondos procede de acuerdo con el artículo 33 de dicha ley, del importe de un monto adicional al coste del proceso de regularización migratoria de veinticinco dólares (US$25,00) a las personas extranjeras en el momento en que se otorgue su regularización migratoria, así como cada vez que se dé su renovación de permanencia en el país. Es decir, es un fondo que alimentan permanentemente las personas migrantes. El artículo 242 de esta misma ley establece los sectores beneficiarios de los fondos y su distribución en la siguiente proporción: 40% para Migración, 20% para Educación; 25% para Salud; 5% Desarrollo comunal; 5% para Seguridad y prevención; y 5% para Adaptación Social.

Asimismo, “de acuerdo con los datos oficiales de la CCSS la demanda nacional de servicios de salud por parte de la población migrante nicaragüense no sobrepasa el 6% dependiendo del servicio médico, e incluso en las zonas fronterizas, la incidencia de las personas migrantes en los servicios de la CCSS es proporcional a su incidencia a nivel nacional” (Voorend, 2017) a la vez que los datos empíricos contradicen la idea de que las personas nicaragüenses  acuden a los servicios de la CCSS sin contar con seguro médico, lo cierto es que “ en el seguro directo contributivo (como persona asalariado o voluntario) las personas nicaragüenses (37%) aportan más que las costarricenses (31%)” según los datos del Censo Nacional de 2011.

Las investigaciones científicas sobre migración laboral en Costa Rica tienen 30 años denunciando las condiciones de explotación, informalidad laboral y exclusión social que sufren personas migrantes, particularmente las nicaragüenses, en actividades relacionadas a las labores domésticas, la agricultura de monocultivos y la construcción. Estos dos últimos sectores han sido considerados a nivel nacional e internacional, como “sectores esenciales” para la reactivación económica de los países postpandemia. Tan solo el gremio cafetalero costarricense durante las últimas décadas ha dispuesto de 70.000 personas migrantes (nicaragüenses e indígenas ngäbes) para llevar a cabo la siembra y cosecha de sus ganancias.

Por su parte, la Ley General de Migración y Extranjería (N°. 8764) establece en su artículo N°. 177 multas a aquellas personas físicas o representantes de las personas jurídicas, públicas o privadas que contraten personas en condición migratoria irregular en el país. No obstante, desde mayo de 2012 se han establecido prorrogas vía Decretos Ejecutivos (37112-GOB, 37990-G, 38541 GOB-MTSS-MAG, 41429-MGP-MTSS-MAG, 41719-MGP-MTSS-MAG, y 41908-MGP-MTSS-MAG) que establecen disposiciones transitorias la prohibición del cobro de dichas multas.

Finalmente, un análisis integral de la afectación de los servicios de salud nacional por parte de las personas migrantes implica reconocer también sus aportes (12% del PIB de acuerdo con el estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de 2018), así como sentar las responsabilidades en quienes han contratado en condiciones de informalidad y explotación laboral a personas migrantes irregulares para la obtención de sus ganancias, dificultándoles y perpetuando condiciones de vida inhumanas, así como su no acceso regular a los servicios de salud.

* Socióloga, Máster en Evaluación de Programas y Proyectos de Desarrollo por la Universidad de Costa Rica (UCR). Docente en la Escuela de Sociología de la UCR, investigadora y evaluadora en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO).

Compartido con SURCOS por la autora.

Imagen: https://www.filac.org/wp/comunicacion/filac-informa/costa-rica-garantiza-acceso-a-salud-para-indigenas-panamenos-durante-el-periodo-de-cosecha-del-cafe/

UCR: La integración es el gran reto para la población refugiada

  • El 20 de junio fue declarado por las Naciones Unidas como el Día Mundial de los Refugiados

UCR La integracion es el gran reto para la poblacion refugiada
Se han desarrollado talleres de sensibilización con estudiantes de primaria y secundaria sobre la situación y derechos de las personas migrantes y refugiadas. Foto cortesía TC-480.

Ninguna persona elige convertirse en refugiada, en el mundo 65,6 millones de personas se han visto obligadas a huir de sus hogares a causa de la persecución, los conflictos, la violencia o las violaciones a los derechos humanos. De ellas, 22,5 millones son refugiadas y más de la mitad son menores de 18 años. Cada minuto, 24 personas lo dejan todo para huir de la guerra, la persecución y el terror, según datos de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

“Un refugiado es una persona que tiene que salir de su país de origen o de residencia habitual porque su vida o su seguridad corre peligro, por causa de su religión, su nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opinión política y no puede o no quiere acogerse a la protección de su país” asegura la MSc. Melissa Salas Brenes.

Salas es coordinadora del proyecto de Trabajo Comunal Universitario (TCU) “Fortalecimiento para la protección y la integración de la población refugiada y migrante vulnerable en Costa Rica” (TC-480) de la Universidad de Costa Rica (UCR), que se ha planteado como objetivo apoyar el proceso de reconocimiento e integración local de la población refugiada y migrante en el país.

“Es muy importante que las personas puedan desarrollarse plenamente bajos sus propios medios en Costa Rica, la integración es importante en todo sentido (…) que la persona de una manera autónoma, individual, independiente pueda realizarse en los aspectos fundamentales de la vida” afirmó.

Este proyecto tiene su origen en el convenio suscrito entre ACNUR y la UCR en el año 2001 a raíz de la necesidad que tenía Costa Rica de dar frente a las solicitudes de refugio de personas colombianas como consecuencia del conflicto armado. Desde hace dos años el proyecto de TCU se reformula para integrar dentro de sus objetivos a la población migrante.

La coordinadora del proyecto aclara que si bien todo refugiado es migrante, no todo migrante es refugiado, por lo cual el proyecto ha abordado desde dos objetivos distintos el apoyo y trabajo con ambas poblaciones.

Según datos de ACNUR al 31 de diciembre de 2017 en Costa Rica había una población de poco más de 12.000 personas entre refugiados y solicitantes de la condición. Los países con mayor solicitud son Venezuela, El Salvador, Honduras y Colombia.

Sensibilizar para no discriminar

Entre las principales metas del proyecto se encuentra la sensibilización, en donde se busca dar a conocer a la población costarricense, quiénes son las personas refugiadas y el por qué es fundamental su protección internacional, así como dar a conocer el carné de refugiado como documento oficial. “Porque solamente el conocimiento es lo que empodera a las personas para no discriminar y no caer en generalidades que son absurdas y en hablar de un tema con poca propiedad” afirmó Salas.

Naomy Vega Young, estudiante de Derecho que participa en este proyecto ve la experiencia como una oportunidad para aprender y entender la realidad de una persona refugiada, “ver ya la situación desde la realidad de una persona es completamente distinto a ver una estadística, ver una noticia en un periódico o en una red social (…) ver el testimonio de una persona que ha pasado por esas situacion te hace cambiar completamente la perspectiva y a veces hasta muchos prejuicios personales cambian”.

A lo largo de 18 años de trabajo, el proyecto ha apoyado las acciones de las diferentes instituciones que trabajan el tema y se ha vinculado con contrapartes como la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME), Red de Jóvenes sin Fronteras, Asociación de Consultores y Asesores Internacionales (ACAI), RET Internacional y Centros Educativos.

Otras temáticas que se han abordado han sido: empleabilidad, tolerancia y acogida. Se han desarrollado capacitaciones a la población migrante y refugiada sobre aspectos fundamentales de la integración como el idioma, las características del país y la búsqueda de trabajo.

También se han desarrollados talleres en escuelas e instituciones, producción de material audiovisual sobre quién es una persona refugiada y cuáles son los derechos y deberes de estas personas, y asesoría legal para el proceso de solicitud de refugio.

Durante este 2018, el proyecto se ha planteado visitar algunas comunidades en el país en donde hay un porcentaje considerable de población migrante o refugiada, como es el caso de la zona de Los Santos.

El 20 de junio fue declarado por las Naciones Unidas (ONU) como el Día Mundial de los Refugiados con el propósito de sensibilizar y concientizar sobre la situación que enfrentan millones de personas en el mundo.

¿Y si fueras Vos?

Celebración en San José del Día Mundial de la Persona Refugiada
En Costa Rica, ACNUR realiza el Festival Integrarte para conmemorar el Día Mundial de la Persona Refugiada, con el objetivo de generar un espacio de encuentro en donde la población costarricense y refugiada se integren por medio de la música, el teatro, la danza y la fotografía. Este 2018 se celebrará los días 23 y 24 de junio en la Plaza de la Cultura en San José.

Si desea más información contactar al correo melissa.salas@ucr.ac.cr o al teléfono 2511-5111.

Laura Camila Suárez Rodríguez

Unidad de Comunicación Vicerrectoría de Acción Social

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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Estreno del espectáculo «La Huida»

Estreno del espectaculo La Huida

El proyecto “La Huida” constituye una coproducción artística teatral entre los artistas escénicos Arnoldo Ramos Vargas (Costa Rica) y Dinora Alfaro Samayoa (El Salvador), que gracias al apoyo del Fondo IBERESCENA se está desarrollando desde el año pasado y se presentará durante el mes de setiembre de los corrientes en la Sala Ana Poltronieri de la CNT (segundo piso del Teatro de la Aduana) y durante el mes de noviembre en el Teatro Poma de San Salvador.

La producción general del proyecto está a cargo de Punto de Giro, Arte y Cultura, organización cultural de amplia experiencia en el manejo de proyectos teatrales.

La dramaturgia del proyecto estuvo a cargo de los dramaturgos Arnoldo Ramos Vargas y Dinora Alfaro Samayoa y la dirección del espectáculo, bajo la responsabilidad del señor Ramos; asimismo el proceso dramatúrgico contó con la Asesoría especializada del destacado artista español David Desola.

Este proyecto también cuenta con el apoyo de la Agencia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados – ACNUR y de la organización no gubernamental Casa Abierta, así como la Declaratoria de Interés Cultural del Poder Ejecutivo, tramitada ante el Ministerio de Cultura y Juventud de Costa Rica.

Sinopsis

¿Cómo se lleva toda una vida en una maleta? ¿Qué cosas te sirven más? ¿Qué pedazo de tu casa merece ser salvado? ¿Cuál de todas tus pertenencias te hará sentir de vuelta en casa?

Blanca, una madre víctima de la situación de violencia que sufre en su pueblo se ve obligada a huir, decide ir en busca de su hijo Gabriel, quien hace un par de años de manera inesperada también migro hacia Costa Rica. En el camino se encontrará con José María, un chico hondureño que huye después de salvarse de milagro de una masacre de chicas trans. En el camino se apoyarán mutuamente y se asumirán como una nueva familia. Por otra parte, Gabriel lucha por lograr un estatus legal en Costa Rica apoyado por Lena; una mujer trans que lo “adoptó” como su hermano menor. Juntos y con ayuda de Mino; un taxista costarricense conflictuado por sus sentimientos hacia Lena; deciden desarrollar un plan para ayudar a Gabriel a lograr su objetivo.

Lo que sucederá a cada uno de estos personajes les cambiará la vida para siempre y ojalá al final cada uno de nosotros pueda, a partir de ahora, viajar más liviano de prejuicios.

Equipo dramatúrgico

Dramaturgos: Dinora Elizabeth Alfaro Samayoa (El Salvador), Arnoldo Ramos Vargas (Costa Rica)

Asesor dramatúrgico: David Desola (España)

Equipo artístico de la puesta en escena

Director Escénico: Arnoldo Ramos Vargas

Asistente de dirección: Karla Calderón Barquero (Costa Rica)

Elenco: Dinora Elizabeth Alfaro Samayoa, Mauricio Antonio Guzmán Osorio (El Salvador), Edwin Luna Monge, Francisco Rodríguez Angulo (Costa Rica) y Karla Calderón Barquero.

Temporada Costa Rica

Lugar: Teatro de la Aduana, Alberto Cañas.

Fechas: viernes 22, sábado 23 y domingo 24, jueves 28, viernes 29, sábado 30 de setiembre y domingo 1º de octubre, del presente año.

Horarios: jueves y viernes 8:00 p.m., sábados 5:00 y 8:00 p.m. y domingo 1 de octubre 5:00 p.m. Domingo 24 a las 2:00pm y 5:00 p.m.

Duración del espectáculo: 1:40 minutos.

Precios:

Público general: 6.000 colones

Estudiantes y ciudadanos de oro: 3.000 colones

 

Si tienen algún grupo social, de amigos, de trabajo que quieran venir a ver el espectáculo, podemos darles un precio especial en preventa de ¢3.000,00 por persona antes del 20 de setiembre; podemos coordinar una fecha y se les lleva las entradas al centro educativo.

Para cualquier información adicional o para adquirir las entradas pueden comunicarse con Carlos Vargas, al Whatsapp 88434398 o al correo telonpro@gmail.com

 

Enviado por Carlos Vargas Herrera.

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