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Etiqueta: agroecología

Foro en vivo: Economía social solidaria y soberanía alimentaria en Costa Rica

La Alianza por una Vida Digna y SURCOS Digital invitan al foro en vivo “Economía social solidaria y soberanía alimentaria en Costa Rica”, un espacio de análisis y diálogo sobre las experiencias, desafíos y perspectivas de estos temas fundamentales para el país.

El encuentro contará con la participación de:

  • Mayra López, de la Feria Orgánica El Trueque,

  • Aura Martínez, presidenta de la Corporación Hortícola Nacional, y

  • Marcela Dumani, de la Escuela de Nutrición de la UCR e integrante de la Red de Agroecología de Costa Rica.

🗓️ Fecha: Martes 18 de noviembre de 2025
🕕 Hora: 6:00 p.m.
📍 Transmisión en vivo: Facebook Live de SURCOS Digital

El foro busca visibilizar cómo la economía social solidaria y las prácticas agroecológicas fortalecen la soberanía alimentaria, la participación comunitaria y la resiliencia económica frente a los retos actuales del país.

La biodiversidad: la verdadera riqueza en los cultivos de altura en la zona norte de Cartago

Deilyn Ulloa Sanabria*
Estudiante de la Maestría de Desarrollo Sostenible
Universidad de Costa Rica

En la zona norte de Cartago la conservación del suelo, el agua, la cobertura forestal y la fauna asociada a los cultivos no se deben ver como algo externo, sino como una necesidad fundamental en la sostenibilidad de los sistemas productivos tanto presentes como futuros.

En medio del clima frío y a una altitud superior a los 2.000 m.s.n.m se asoman paisajes excepcionales conformados por tierras fértiles dedicadas a la producción de papa y hortalizas; productos que llegan a las mesas de los costarricenses y al extranjero. De acuerdo con datos recientes del Consejo Nacional de Producción (2025) la papa blanca es la que mayor volumen de comercialización presenta dentro de las diferentes variedades de papa que se ofertan en el Centro Nacional de Abastecimiento y Distribución de Alimentos (CENADA), por lo que destaca como uno de los principales cultivos en la zona.

Estos conforman también el sustento de las familias agricultoras, no obstante, a pesar de la importancia de dichos sistemas productivos, las condiciones ambientales son una realidad casi olvidada. El uso intensivo del suelo, la pérdida de cobertura forestal, contaminación de los mantos acuíferos y el alto uso de agroquímicos perjudican no solo la calidad ambiental, sino el equilibrio de los mismos cultivos (Calderón et al., 2025).

De acuerdo con datos del Estado de la Nación (2025) en los últimos años la región ha presentado un aumento de la huella ecológica ante el cambio del suelo debido al aumento de cultivos y consumo de recursos forestales. Estos últimos provocan una alta erosión que afecta la calidad del suelo en su estructura física y biológica comprometiendo su capacidad productiva. Esto refleja una desconexión de los modelos productivos en relación con la naturaleza y muy especialmente a una falta de conciencia ambiental lo cual degrada el entorno y genera una alta vulnerabilidad de la economía local.

El modelo agrícola en la zona norte de Cartago se caracteriza por la especialización y el uso intensivo de la tierra. A nivel productivo esto se puede traducir en buen rendimiento de la producción, pero ambientalmente esto genera una afectación representativa para la biodiversidad local y sus servicios ecosistémicos. Se pueden evidenciar altos niveles de fragmentación del hábitat esenciales para muchas especies de aves, mamíferos, insectos, microorganismos, entre otras especies que resultan beneficiosos al ser controladores naturales de plagas o polinizadores.

La FAO en el “El estado mundial de la agricultura y la alimentación 2022” señala que la simplificación de los agroecosistemas provoca un alto nivel de dependencia de agroquímicos y baja resiliencia ante factores como el cambio climático. Situación que han externado los productores de la zona enfrentándose a variaciones en la temperatura con la que han tenido que jugar de cierta forma para no afectar la producción.

Con base a datos del PNUD (2022) Costa Rica se ha posicionado como uno de los países con mayor uso de agroquímicos y, especialmente plaguicidas a nivel mundial con alrededor de 34,45 kilos de plaguicidas por hectárea. Esto con base a datos en un período del 2012 al 2020 donde se pudo reconocer alrededor de 21 plaguicidas más utilizados destacando algunos como el Mancozeb, Glifosato, Paraquat, Clorotalonil, entre otros altamente contaminantes.

Con base a lo anterior, parte de los compromisos a nivel nacional es la “Política pública para los plaguicidas en uso agrícola 2024-2034” con el propósito de gestionar de manera responsable los mismos en la actividad agrícola y así garantizar no solo la salud pública sino la protección del medio ambiente (Ministerio de Salud, 2024). Asimismo, la FAO (2018) advierte que la presencia de vegetación en los bordes del cultivo contribuye con la humedad, estructura y filtración del agua en el suelo lo que facilita la conservación de sus nutrientes y evita la erosión.

Ante esto, es apremiante ver la economía como un todo, es decir, no puede separarse del entorno natural, ya que su funcionamiento depende del uso de recursos finitos y produce efectos directos sobre el medio ambiente. Con esto se evidencia que el bienestar humano está estrechamente vinculado con la protección de los sistemas naturales que sostienen tanto la producción como el mantenimiento del mismo ser humano en la tierra, propiciando mejores condiciones de salud y bienestar. Por lo que es momento de entender que la fertilidad del suelo, el agua limpia y la biodiversidad en general son parte de esos “recursos” a los que no se les debe otorgar un valor económico y mucho menos sustituirse por tecnología.

Es tiempo de diversificar los modelos productivos así como lo sostienen Nicholls y Altieri (2019), con metodologías y herramientas que no requieren de grandes inversiones, partiendo de prácticas agroecológicas sencillas como la rotación de cultivos, barreras vivas, uso de abonos orgánicos, entre otros que aseguren la productividad a largo plazo y reduzcan la dependencia de recursos externos.

Ante esto, el país puede liderar en la transición de la producción a sistemas que integren la biodiversidad como tema central en las políticas agrícolas, potenciando la capacidad de las comunidades agrícolas para preservar los recursos que dan sustento diario.

Bibliografía

Calderón, J; Brenes, L y Blanco, E. (2025). Agricultura e impacto socio-ambiental: estudio del cantón de Oreamuno de Cartago, Costa Rica, 2011-2024. Revista Conjeturas Sociológicas, 26-44. https://revistas.ues.edu.sv/index.php/conjsociologicas/article/download/3569/4561/11261

Consejo Nacional de Producción. (2025). Análisis y monitoreo de mercados (papa). https://www.cnp.go.cr/sim/sector_agricola/R_T/raices_y_tuberculos/papa/2025/A_Papa_02_21-08-2025.pdf

Estado de la Nación. (2025). Séptimo informe estado de la región: sinopsis del informe: retos y oportunidades de la adaptación al cambio climático / Programa Estado de la Nación. https://repositorio.conare.ac.cr/bitstreams/7802be22-3c8e-4cb4-b3a0-abe10df0ab4d/download

FAO. (2018). Guía de buenas prácticas para la gestión y uso sostenible de los suelos en áreas rurales. https://openknowledge.fao.org/server/api/core/bitstreams/158f38e2-86ef-47a9-aa3e-21be6fe6bd28/content

FAO. (2022). El estado mundial de la agricultura y la alimentación 2022. Aprovechar la automatización de la agricultura para transformar los sistemas agroalimentarios. https://openknowledge.fao.org/server/api/core/bitstreams/ee734c4d-ab31-4c09-abc9-f88eb4a71cdc/content

Martínez Alier, J y Roca Jusmet, J. (2015). Economía Ecológica y Política Ambiental. http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-06362008000100008

Ministerio de Salud. (2024). Política pública para los plaguicidas de uso agrícola 2024-2034. https://www.ministeriodesalud.go.cr/index.php/biblioteca-de-archivos-left/documentos-ministerio-de-salud/ministerio-de-salud/planes-y-politicas-institucionales/politicas-en-salud-1/8595-politica-publica-para-los-plaguicidas-de-uso-agricola-2024-2034/file

Nicholls, C.I. y Altieri, M.A. (2019). Bases agroecológicas para la adaptación de la agricultura al cambio climático. Cuadernos de Investigación UNED, 11(1), 55-61. http://www.scielo.sa.cr/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1659-42662019000100055

PNUD. (2022). Uso aparente de plaguicidas en la agricultura de Costa Rica. https://d1qqtien6gys07.cloudfront.net/wp-content/uploads/2022/05/USO-APARENTE-DE-PLAGUICIDAS_MAY22_VF_PRINT.pdf

PNUD. (2022). Estudios del PNUD evidencian costo del alto consumo de plaguicidas en Costa Rica. https://www.undp.org/es/costa-rica/comunicados-de-prensa/estudios-del-pnud-evidencian-costo-del-alto-consumo-de-plaguicidas-en-costa-rica

Soberanía alimentaria de los pueblos contra las transnacionales – Llamado a la acción 16 octubre

Por Carlos Hernández – RedESS Costa Rica

En tiempos donde las grandes corporaciones agroindustriales imponen sus intereses sobre los territorios, las semillas y la vida misma, la soberanía alimentaria emerge como una iniciativa política de los pueblos. Es el derecho de las comunidades a decidir qué producir, cómo alimentarse y de qué manera cuidar la tierra que les sostiene. En Costa Rica, este principio se teje con fuerza desde la Economía Social Solidaria (ESS) y los Circuitos Económicos Solidarios (CES) impulsados por la Red Nacional de Economía Social y Solidaria (RedESS).

La soberanía alimentaria como resistencia

Durante más de tres décadas, el modelo neoliberal ha erosionado los tejidos comunitarios, desplazado a pequeños productores y subordinado la alimentación al mercado global. En contraposición, los movimientos solidarios costarricenses han defendido la producción agroecológica, los saberes ancestrales y la autogestión territorial, construyendo desde abajo alternativas concretas frente al poder corporativo de las transnacionales.

Los mercados solidarios, las canastas agroecológicas y las redes locales de intercambio son ejemplos de cómo la soberanía alimentaria se materializa en prácticas cotidianas. No se trata solo de producir alimentos, sino de recuperar el control sobre los medios de vida y sobre el sentido del trabajo, priorizando el bienestar colectivo sobre el lucro.

Tejiendo redes de esperanza

Entre 2020 y 2024, la RedESS demostró que la organización comunitaria puede sostener la vida en medio de la crisis. Frente al colapso de los mercados globales durante la pandemia, las redes territoriales solidarias distribuyeron alimentos, equipos y apoyo mutuo, canalizando recursos con transparencia y equidad. Así se confirmó que la solidaridad organizada es más eficaz que la caridad vertical, y que la soberanía alimentaria se construye desde la confianza y la cooperación.

Cada mercado solidario, cada semilla intercambiada, cada compra de productos alimentarios campesinos, representa una forma de resistencia frente al dominio de las corporaciones que mercantilizan la comida, privatizan el agua y destruyen los suelos.

Contra el acaparamiento y por el bien común

El avance de las transnacionales agroalimentarias amenaza la diversidad biológica y cultural. Su poder se sostiene sobre la concentración de tierras, el control corporativo de los mercados de productos alimentarios, y la manipulación genética de semillas. Frente a ello, los pueblos deben reivindicar su derecho a cultivar, compartir y decidir. La soberanía alimentaria no puede ser garantizada por el mercado: solo los pueblos organizados pueden protegerla.

Llamado a la acción

Hoy más que nunca, defender la soberanía alimentaria es defender la vida. RedESS hace un llamado a:

  • Fortalecer los circuitos económicos solidarios, que unen productores y consumidores conscientes.

  • Apoyar la producción agroecológica local, libre de agroquímicos y de dependencia corporativa.

  • Exigir políticas públicas que reconozcan a la ESS como pilar del desarrollo territorial sostenible.

  • Promover la educación y comunicación popular, para visibilizar las luchas de las comunidades rurales y urbanas.

  • Construir alianzas latinoamericanas, porque la soberanía alimentaria no tiene fronteras.

La soberanía alimentaria no es una utopía lejana. Es una práctica viva que germina en los huertos comunitarios, en los mercados solidarios y en las manos que siembran con amor y dignidad. Es la respuesta de los pueblos frente a un sistema que pone precio a la vida.

Defendamos la soberanía alimentaria. Resistamos la dominación transnacional. Alimentemos el futuro desde la solidaridad.

Comunidades y organizaciones exigen medidas ante intoxicación por agrovenenos en escuela de San Isidro de Heredia

El Colectivo Agroecológico Zurquí (CAZ) y diversas organizaciones y personas de la sociedad civil manifestaron su profunda preocupación por la reciente intoxicación de 17 estudiantes de la Escuela Santa Cecilia de San Isidro de Heredia, ocurrida el pasado 24 de septiembre, tras la aplicación de un herbicida en una tomatera ubicada detrás del centro educativo.

En un comunicado urgente, el CAZ expresó su solidaridad con la comunidad afectada y calificó la situación como “indignante e inaceptable”. La agrupación hizo un llamado a apoyar la producción agroecológica basada en prácticas sustentables y libres de agrovenenos, al tiempo que exigió la declaratoria de San Isidro y otros cantones heredianos como zonas libres de agroquímicos en áreas públicas, ecológicas o de riesgo para la salud humana.

“La salud de nuestra niñez no se negocia. ¡Exigimos una infancia libre de venenos!”, enfatizó el Colectivo en su pronunciamiento.

Por su parte, en el pronunciamiento público conjunto, suscrito el 26 de septiembre de 2025, las organizaciones firmantes denunciaron que este hecho revela una problemática estructural: el uso indiscriminado e irresponsable de agroquímicos altamente tóxicos en zonas residenciales, escolares y comunitarias, sin la debida supervisión ni fiscalización estatal.

El documento exige una investigación inmediata y transparente por parte del Ministerio de Salud, el Ministerio de Educación Pública (MEP) y el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) para esclarecer los hechos, determinar responsabilidades y aplicar sanciones ejemplares. Asimismo, plantea la necesidad de establecer zonas de resguardo alrededor de centros educativos y áreas de recarga acuífera donde se prohíba la fumigación con agroquímicos peligrosos, además de fortalecer la educación ambiental y la promoción de la agricultura orgánica y agroecológica.

Las organizaciones subrayan que “la vida, la salud y el ambiente deben estar por encima de cualquier interés económico” y llaman a los medios de comunicación, instituciones públicas y comunidades a actuar con urgencia ante una situación que, señalan, no es un hecho aislado sino reflejo de un modelo productivo que requiere transformación profunda.

Entre las firmas que respaldan el pronunciamiento se encuentran:

  • Colectivo Agroecológico Zurquí
  • Organización Regenerativa Matzu Insigne
  • Centro Agrícola Cantonal de Santa Bárbara
  • Finca Agroecológica La Amelia
  • Huerto del Colibrí
  • Red de Agroecología de Costa Rica
  • Finca Agroecológica La Plántula
  • Grupo de Vecinos Preocupados por los Agroquímicos de San Isidro
  • Puentes Comunes

Ambos comunicados concluyen con un mensaje común: la defensa de la salud, la niñez y el ambiente frente al uso de sustancias químicas que amenazan la vida y la integridad de las comunidades rurales.

Soberanía alimentaria y seguridad alimentaria

Por Juan Arguedas Chaverri
Denis Montero Solís

Somos lo que comemos”.
Ludwig Feuerbach, filósofo y antropólogo alemán.

A. Diagnóstico del actual modelo agroalimentario

Caracterización del Modelo Agroalimentario Industrial Dominante: el agronegocio extractivista:

• Basado en agroexportaciones de materias primas, postres, follajes y en menor grado carnes, e importaciones de alimentos fundamentales para la dieta local: arroz, frijoles, maíz.

• Sustentado en políticas neoliberales que desfavorecen la pequeña agricultura campesina e indígena nacional, pues no le ofrecen ningún incentivo, pero abren las fronteras al libre comercio con potencias industrializadas, donde las prohibiciones de subsidios se aplican sólo hacia nuestra agricultura (en los países industrializados, después de más de 40 años de libre comercio, se mantienen altos subsidios a su producción doméstica).

• Controlado localmente, por las oligarquías, hasta hace poco, la exportadora y más recientemente la importadora de alimentos y el capital financiero, siempre vinculadas a los agronegocios internacionales, sin ocuparse, en todo este tiempo, de garantizar la alimentación de la población costarricense.

• Excluyente de culturas y actores no alineados con la narrativa neoliberal de libre mercado, eficiencia, eficacia y productividad de la agricultura y de las tecnologías generadas para el agronegocio como soluciones al problema de la producción y acceso a los alimentos. (Desconoce el conocimiento y aportes de actores como: campesinos, indígenas, pescadores artesanales, afrocaribeños, niños y niñas, mujeres jefas de hogar, indigentes, pequeños ganaderos y productores locales, consumidores organizados).

• Ideológicamente autoritario pues se basa en el paradigma de una sociedad surgida de la nueva colonización, que se basa en el paradigma occidental del desarrollo: globalitario, racista, machista, reduccionista; expresado en la Revolución Verde y el agronegocio global.

• Asigna poder para definir política hacia lo rural sólo a órganos estatales como: CNP, MAG, INDER, instituciones reformistas y alineadas con el enfoque de agronegocios que priorizan sólo el mercado y las exportaciones.

• Cosifica los bienes de la naturaleza: la Tierra, El Agua, Semillas y Los Árboles, son vistas sólo como mercancía que se subastan en los mercados, olvidando el sinnúmero de beneficios que aportan a los ecosistemas y a la sociedad.

• Ignora el valor de la salud y la biodiversidad, aplicando productos tóxicos a los productos que luego alimentan personas y animales domésticos. Además, restringe la biodiversidad con intervención genética de las especies, promoviendo sistemas agrícolas de baja o ninguna diversidad, contaminando en suelo, el agua, el aire y los alimentos con productos tóxicos. En general, es posible afirmar que día con día incrementan los problemas de salud de las personas y demás seres vivos, atribuibles al modelo agroalimentario vigente.

B. Visión de la agroecología como propuesta político-filosófica para el país

La Producción y consumo de alimentos, desde la visión Agroecológica, es una parte importante de la conexión entre la sociedad y la naturaleza, partiendo del entendimiento de la tierra como la madre que nos alimenta y recrea.

La agroecología es una prioridad política para mejorar la vida de las personas, con justicia social y para contrarrestar el calentamiento global pues somos conscientes de que este nos está llevando rumbo a nuestra desaparición como especie.

La agroecología busca perpetuar la vida en el planeta y ofrecer la posibilidad de una vida digna para quienes trabajan la tierra, producen los alimentos y para quienes lo consumen.

La promoción de la agroecología es una línea de trabajo que nos permite reivindicarnos como actores, históricamente excluidos, para generar Territorios Sanos, Seguros y Soberanos, con protagonismo de la población excluida rural popular, a quienes, como propuesta política nos debemos.

C. La agroecología como propuesta integral para mejorar la vida

A diferencia del agronegocio obsesionado con exportar materias primas, la agroecología produce alimentos sanos, seguros y abre el camino hacia una producción soberana de alimentos, desde lo más próximo a lo más lejano, evitando largas cadenas de distribución. Por ejemplo, sería más beneficioso vender en la comunidad a personas visitantes, un producto procesado y preparado para el consumo, que una materia prima a granel en el mercado internacional.

En Costa Rica y Latinoamérica existen experiencias agroecológicas implementadas por comunidades y grupos de campesinos, indígenas y consumidores, las cuales se podrían multiplicar. Para ello debe plantearse leyes nacionales y políticas públicas específicas a nivel territorial como incentivos fiscales para prácticas agroecológicas y programas de educación comunitaria para que sea posible.

Vinculado a lo anterior, la agroecología asume al campesinado, los pueblos indígenas, comunidades de pescadores artesanales y aquellas personas agricultoras-o no, comprometidas con el cuidado y restauración de los daños causados a la su Madre Tierra, como sujetos fundamentales en el cambio social, ambiental y político, En ese proceso, todos los días estos sujetos, generan nuevos conocimientos que intercambian con el aprendizaje desde la práctica y el diálogo de saberes. Por ello, las políticas públicas deben surgir en estrecho diálogo con estos sujetos, planteando sus necesidades.

La práctica de la agroecología acoge los principios ecológicos de la Madre Tierra, principalmente reflejados en los bosques y los aplica. Esto incluye la estimulación de la sucesión natural, alta densidad y diversidad de especies, ocupación de diferentes espacios en los terrenos, reciclaje de la biomasa y los nutrientes, asociación entre plantas y árboles nativos, la relación de la luna en la planificación de las siembras.

En las comunidades rurales y urbanas, la agroecología es un modo de vida alternativo al modelo del agronegocio, el cual se enfoca en exportar materias primas, con poco o ningún valor añadido. La agroecología es una propuesta de producción de alimentos, que prescinde del uso de agrotóxicos y productos químicos derivados del petróleo, ofreciendo una ruta sostenible para las-actuales y futuras generaciones.

D. Objetivos estratégicos para alcanzar la soberanía alimentaria

a. El poder ejecutivo debe:

• Apoyar financiera y logísticamente la diversidad de expresiones que tiene la agroecología, desde cada expresión cultural y contexto, para consolidar sistemas de producción agroecológica, superando el sesgo hacia la Agricultura orgánica con certificación de tercera parte y la visión parcial que prioriza mercados internacionales.

• Apoyar metodológicamente, en coordinación con las universidades, las distintas expresiones agroecológicas que dinamizan liderazgos comunitarios, economías locales, encadenamiento con el turismo y generación de empleos familiares y locales.

• Favorecer, con la institucionalidad pública la masificación de experiencia (buenas prácticas) con que ya cuentan muchas familias y comunidades en el país. Además, debe desarrollar, desde sus capacidades, instrumentos, procesos formativos en Agroecología, dinamizar la investigación en tecnología y el diseño de equipos y herramientas que faciliten la producción, procesamiento, transporte y comercialización de la producción agroecológica.

• Un nuevo ministerio o un viceministerio de agricultura que priorice a la población excluida (quienes hacen agricultura fuera del modelo de agronegocio) con protagonismo campesino, indígena, con una visión no patriarcal y feminista.

• Desarrollar e implementar políticas públicas y coordinaciones interinstitucionales para la gobernanza local del sistema agrario, asegurar alimentos sanos, proteger y conservar salud, biodiversidad y bienes naturales.

• • Mejorar condiciones de salud y trabajo en el sistema agroalimentario, los sistemas de distribución promoviendo mercados locales solidarios con precios justos.

• Reforma agraria, relacionada con distribución de tierras con enfoque territorial y de justicia climática.

b. Las personas agricultoras, sus organizaciones y quienes faciliten procesos de formación en agroecología deben:

Favorecer métodos y técnicas para producir alimentos imitando los principios del bosque (Sistemas Agroforestales sostenibles conocidos como SAFS o sistemas de agricultura sintrópica y prácticas agroecológicas para mejorar la fertilidad del suelo.

Fortalecer lo organizativo: articulación y construcción del movimiento, para profundizar:

• Aspectos determinantes de la Agroecología,

• Aumentar capacidad de influencia,

• Alianzas para conseguir políticas públicas.

• Aprovechar el enfoque de turismo rural comunitario:

• Oferta de productos,

• De paisajes,

• De experiencias gastronómicas.

c. Acciones desde el poder legislativo:

Una ley a nivel constitucional que reconozca el Derecho Humano a la Alimentación y La Soberanía Alimentaria.

Una Ley de Soberanía Alimentaria con base agroecológica.

Leyes de Proyectos desarrollo rural integral, proyectos productivos agroecológicos territoriales.

Ley de autonomía para pueblos indígenas.

Ley de comunidades costeras

d. Acciones desde lo municipal:

• Fomentar Políticas municipales de en Economía Social Solidaria.

• Formación política para públicas municipales, para la Economía Social Solidaria.

• Sociabilización y concientización con diversos actores

• Programa nacional de reducción del uso de agrotóxicos, hacia una transición agroecológica.

El estado costarricense hacia la cooperación al desarrollo

Facilitar el diálogo y diseño de propuestas para:

• Marcos políticos para avanzar producción, transformación de productos alimenticios, mercados; desde lo local.

• Impulsar experiencias piloto de sistemas productivos, procesamiento, certificación, desde lo territorial comunitario.

• Intercambios con experiencias en otros contextos.

• Recoger las propuestas de las comunidades y otros actores que hacen agroecología, integrarlas en sus procesos de investigación e incluirlas en sus agendas de trabajo.

I Festival de Semillas Criollas se realizará este 26 y 27 de julio en Cartago

Este fin de semana se celebrará el I Festival de Semillas Criollas en Cartago. La actividad se desarrollará en las instalaciones del antiguo Sanatorio Dr. Carlos Durán Cartín, camino al Mirador Potrero Cerrado. El inicio será el sábado 26 de julio a la 1:00 p.m. y finalizará el domingo 27 a las 12:00 m.d.

El Festival es organizado por diversas organizaciones e instituciones comprometidas con la Economía Social Solidaria, como la Asociación de Mujeres Emprendedoras del Alumbre, el Encuentro de Mujeres de la Economía Social Solidaria, la Asociación de Productores Agropecuarios (UNAG), el Programa de Economía Social Solidaria UCR, el TCU-607 Comer Orgánico de la UCR y la Corporación Hortícola Nacional.

Se recomienda a las personas asistentes llevar abrigo ya que en horas de la noche la zona presenta temperaturas bajas.

FRENASAPP organiza encuentro con personas afectadas por la producción piñera con el fin de conocer y tomar acciones frente a las problemáticas

El 30 y 31 de mayo de 2025 el Frente Nacional de Sectores Afectados por la Producción Piñera (FRENASAPP) realizó un encuentro con diferentes organizaciones, sindicatos y asociaciones de la Zona Norte, Zona Sur y el Caribe Norte para imaginar un futuro más allá de la piña.

En las actividades, donde también participaron miembros de la Universidad de Costa Rica y la Universidad para la Paz, se hizo un análisis en conjunto sobre la situación problemática que vive cada territorio a causa del monocultivo y la expansión del mismo. Aunado a ello, se construyeron acciones y estrategias conjuntas para incidir políticamente y enfrentar la contaminación ambiental y el abuso de los derechos humanos en las plantaciones.

Del mismo modo, se presentaron alternativas de agroecología y turismo rural frente a la piña.

Investigaciones demuestran, con evidencia empírica, violaciones a los derechos humanos en piñeras de Costa Rica

Las consecuencias negativas, para las zonas aledañas, del monocultivo en condiciones de explotación no son nuevas. En noviembre de 2022, la organización no gubernamental (ONG) Oxfam de Alemania publicó una investigación que confirmó que existen violaciones a derechos humanos y laborales en la agroindustria de piña en Costa Rica.

Resaltan que encontraron casos de explotación laboral, salarios que están por debajo de una remuneración digna, problemas de contaminación con químicos e incluso que existían represalias contra los trabajadores que deciden sindicalizarse o exigir sus derechos.

Tim Zahn, asesor político de Oxfam Alemania, manifestó que no es algo nuevo, pues en el pasado ya se han comprobado estos hechos y se mantienen las mismas irregularidades. Consideran que existe un doble discurso, cuando la industria asegura que cumple con una política de responsabilidad social empresarial, que incluye el respeto al medio ambiente y los derechos laborales; sin embargo, en la práctica no se cumplen estas disposiciones.

El asunto es si los consumidores alemanes saben que el banano y la piña que consumen es producto de explotación laboral. Los investigadores de Oxfam, señalaron que las empresas que venden en Alemania estos productos cuentan con certificaciones de cumplimiento y respeto de los derechos humanos (un tema muy cuestionado), y que deberían saber que entrará en vigor una nueva ley que exige a los grandes supermercados respetar los derechos humanos y laborales.

Hay que visibilizar la problemática”

Entre las personas que participaron de estas actividades existió un consenso: el de comunicar y difundir la situación problemática que está ocurriendo en cada una de las zonas a causa del monocultivo de piña para encontrar soluciones a esta.

“A mí me parece que estos temas hay que darlos a conocer, no solamente a nivel nacional, porque sabemos que las autoridades encargadas de tutelar los derechos de las personas afectadas de las diferentes formas por la violación de los derechos humanos de las piñeras, se hacen de la vista gorda, prácticamente. Por ejemplo, el Ministerio de Salud, el Ministerio de Trabajo, diferentes instituciones no tienen ni tan siquiera las condiciones mínimas ni el poder político, prácticamente son un cascarón decimos nosotros, por lo menos yo puedo decir que están pintados en una pared y no tienen la más mínima voluntad.

Esto hay que llevarlo a nivel internacional para que se dé a conocer, principalmente en los países donde se está consumiendo la piña y otra agricultura como el banano. Ahí se pueden tomar medidas para que se exija a las empresas y países productores a que se respeten los derechos humanos. También unirnos más las comunidades, las organizaciones sociales, sindicatos para que juntos creemos un músculo social que podamos trabajar fuerte en la defensa de los derechos humanos”, mencionó Didier Leitón, secretario general del Sindicato de Trabajadores Agrícolas (SITRAP).

Por su parte, refiriéndose a la relación entre las agencias de cooperación internacional y las corporaciones, Madeline Kiser y Óscar Beita Quesada, representantes del Movimiento Ríos Vivos, el Frente Nacional de Lucha y FRENASAPP resaltan:

“Del Monte, junto con la Agencia de Cooperación Internacional Alemana, se han formado una alianza. Y esa alianza ha cerrado espacios de conversación sobre qué sigue con la piña y por qué ya no podemos más con este modelo de cosecha y necesitamos otras opciones. Entonces el problema mayor es no poder tener la conversación que más urge.

En este momento creemos que es importante promover el diálogo directo con esas compañías, con esas corporaciones, el diálogo directo con los tomadores de decisiones que nos están llevando en esa dirección. El país tenía muchas cosas excelentes, todavía las tiene y todavía están ahí, pero cada vez están siendo decimadas las instituciones. Pensamos que el diálogo también hay que llevarlo a múltiples espacios internacionales y nacionales para que nos demos cuenta de que el país siempre se vende como un país verde. Y sí es un país verde, tiene muchas maravillas y todo, pero también tiene muchos problemas y desastres ambientales que se están creciendo y creciendo cada vez más. Hay que comenzar a desafiar este modelo que tienen que ser las cooperaciones que controlan la política de las cuencas”.

Este modelo de producción piñera intensivo a gran escala ha generado numerosos problemas socioambientales en la Zona norte, el Caribe Norte y Zona sur del país, según denunciaron las personas participantes. Las precarias condiciones labores, las afectaciones a la salud por el uso de agrotóxicos, malas prácticas de fumigación y la contaminación de fuentes agua figuran como las problemáticas más recurrentes.

“La problemática más grande que tenemos es la expansión piñera. Hasta la fecha tenemos 590 hectáreas que están rodeando el pueblo nuestro en Las Brisas de Upala. Vivimos entre piña 24/7.

Es difícil porque hemos estado tratando de meter recursos de amparo y otras acciones legales para que se termine lo que son los agroquímicos, los riegos aéreos y todo esto que afecta demasiado a la población, no contamos con la seguridad completa que se debería, porque la salud es lo principal en la zona y parece que las empresas, como que no están de acuerdo”, enfatizó Grace Serrano, quien forma parte de la Organización Preservando Ecosistemas, ubicada en la Zona Norte, en el cantón de Upala.

La revista académica AMBIENTICO de la Universidad Nacional de Costa Rica, señaló en uno de sus artículos que la producción piñera, tal y cómo se organiza por parte de las empresas transnacionales, genera altos efectos negativos que no se controlan y afectan de forma directa a la comunidad debido a la degradación de los recursos naturales.

Uno de ellos es la gran cantidad de agroquímicos que se utilizan; los cuales terminan contaminando fuentes de agua cercanas a las plantaciones; el mal manejo del suelo donde no hay control de erosión y reduce la capa fértil. Esto termina disminuyendo la capacidad del ecosistema de autorregularse e irrumpen la vida de las especies de flora y fauna.

Soberanía alimentaria con base en la agroecología, una prioridad nacional

Juan Arguedas Chaverri.

Msc. Juan Arguedas Chaverri
Agroecología y Educador Popular

Análisis Socio Político y Propuesta

Siguiendo el enfoque socio político y filosófico de Dussel sobre las tres constelaciones.

Constelación de la Totalidad Vigente: El Modelo Agroalimentario Dominante

Basado en agroexportaciones e importaciones.

Sustentado en políticas neoliberales y libre comercio.

Controlado por la oligarquía exportadora e importadora de alimentos.

Es un modelo excluyente de otras culturas y actores: campesinos, indígenas, pescadores artesanales, afrocaribeños, niños y niñas, mujeres jefas de hogar, indigentes, pequeños ganaderos y productores locales, consumidores organizados.

Poder institucionalizado en órganos estatales como: CNP, MAG, ITCO, instituciones reformistas y conservadores.

Segunda Constelación: La Ruptura

Las víctimas excluidas incluyen a campesinos, indígenas, afrodescendientes, mujeres rurales, niños y niñas, indigentes, consumidores no organizados, mujeres jefas de hogar.

La necrosis política controla la vida y muerte de los excluidos.

Existencia de Experiencias alternativas (la nueva creación): agroecología, agricultura biointensiva, agricultura campesina, agricultura indígena y orgánica entre otras.

La agricultura de la muerte o convencional : uso de agroquímicos, monocultivo, pérdida de dignidad e identidad de las personas , destrucción de culturas y agriculturas alternativas.

Orientaciones para un Nuevo Orden ( tercera constelación).

Priorizar la producción agrícola local para alimentar a la población.

Asegurar el acceso y control sobre recursos como la tierra, el agua como bien público, y semillas nativas.

Control sobre los mercados locales.

Establecer rutas territoriales agroecológicas con visión holística.

Articulación con experiencias como el turismo rural comunitario.

Crear nuevas instituciones agropecuarias no patriarcales, feministas, con protagonismo campesino e indígena.

Construcción de Territorios Agroecológicos.

¿Cómo Construir la Soberanía Alimentaria?

Fortalecer y consolidar sistemas de producción agroecológica.

Producir alimentos imitando los principios del bosque (Sistemas Agroforestales sostenibles conocidos como SAFS y prácticas agroecológicas para mejorar la fertilidad del suelo.

Establecer políticas públicas para la gobernanza local del sistema agrario, asegurar alimentos sanos y conservar biodiversidad y recursos naturales.

Cambiar los sistemas de distribución promoviendo mercados locales solidarios con precios justos.

Mejorar condiciones de salud y trabajo en el sistema agroalimentario.

Lineamientos Estratégicos: Para Ejercer el Poder Obedeciendo

Producción local agroecológica.

Sociabilización y concientización con diversos actores.

  • Formación política para públicas municipales, como la Economía Social Solidaria.

  • Formulación de leyes y políticas públicas a nivel municipal

  • Ley Territorios Soberanos Agroecológicos,

  • Políticas municipales de en Economía Social Solidaria.

  • Ley acceso al agua como Derecho Humano,

  • Reforma agraria, relacionada con distribución de tierras con enfoque climático,

  • Leyes de Proyectos desarrollo rural integral, proyectos productivos territoriales,

  • Leyes de autonomía para pueblos indígenas y comunidades costeras.

Conceptos Clave

Soberanía alimentaria: derecho de los pueblos a producir alimentos nutritivos, culturalmente adecuados, accesibles y sostenibles, y decidir sobre sus sistemas productivos y alimentarios. (Vía Campesina)

Agroecología: movimiento social que articula actores diversos para defender un modelo de desarrollo sostenible, justo y soberano, que promueve diversidad, resiliencia, justicia social y prácticas que respetan ecosistemas y culturas locales. (MAELA)

Fuentes

  • Estrategia y resoluciones del Cuarto Congreso del Partido Frente Amplio.

  • Documentos del Movimiento Agroecológico de América Latina y el Caribe.

  • Documentos de la Vía Campesina

  • Marco teórico filosófico sobre las Constelaciones.

  • Experiencias personales alrededor del tema.

Jornada Agroecológica: Taller de Huerta Mandala

Tema: Plantas hortícolas y medicinales
Fecha: Del 20 al 22 de diciembre de 2024
Lugar: Instalaciones de AGRICOOP RL, Piedras Blancas, Osa
Detalles: Este taller está enfocado en la creación y manejo de huertas tipo mandala, utilizando plantas hortícolas y medicinales.
Taller a cargo de: Taller Orgánico
Organización: AGRICOOP RL

Las personas interesadas en participar pueden confirmar su asistencia comunicándose con Tatiana Chaverri al número 8463-1494 . Esta es una oportunidad única para aprender técnicas agroecológicas que contribuyen al desarrollo de prácticas agrícolas más sostenibles.

UNA presente en la COP16

Del 21 de octubre al 1 de noviembre se realiza la Convención de las partes (COP16) del Convenio de Diversidad Biológica (CBD) en Cali, Colombia. Fernando Ramírez, participa como investigador en representación del Instituto Regional en Estudios en Sustancias Tóxicas de la Universidad Nacional (Iret-UNA), por medio de la coordinación de la Red Internacional de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas (RAPAL o PAN International).

La participación en esta actividad se da como “ONG Observadora”, ya que las decisiones políticas las toman los representantes gubernamentales que tienen derecho a voz y voto.

Cerca de 15 mil personas, con delegados de 196 países parte, participan de este encuentro, en donde se discuten los documentos para adoptar decisiones consensuadas con el objetivo de proteger la diversidad biológica de nuestro planeta.

Estas discusiones se dan en la “Zona Azul”; pero además, en la ciudad de Cali, está la “Zona Verde” o la COP de la gente como se le ha llamado, donde la ciudadanía es invitada a participar de actividades culturales, de emprendedurismo, educativas, artísticas y ambientales, entre otras, siempre dentro de un marco de conocer la biodiversidad para poder protegerla.

Dado su nicho de investigación, el Iret-UNA, se centra en buscar que se cumpla la meta 7 del Convenio de Diversidad Biológica: reducir para 2030 los riesgos de contaminación y el impacto negativo de la contaminación de todas las fuentes a niveles que no sean perjudiciales para la diversidad biológica y las funciones y los servicios de los ecosistemas, considerando los efectos acumulativos, entre otras cosas: a) reduciendo al menos a la mitad el exceso de nutrientes que se liberan al medio ambiente, como por ejemplo mediante un ciclo y un uso más eficientes de los nutrientes; b) reduciendo el riesgo general de los plaguicidas y las sustancias químicas altamente peligrosas al menos a la mitad, incluido mediante la gestión integrada de plagas, basándose en la ciencia, teniendo en cuenta la seguridad alimentaria y los medios de vida; c) previniendo, reduciendo y procurando eliminar la contaminación por plástico.

“En este sentido conversamos con diferentes delegados y partes, para que apoyen acciones específicas relacionadas con el uso de plaguicidas, como, por ejemplo, la adopción del indicador “Toxicidad Total Aplicada Agregada” (ATAT, por sus siglas en inglés) recomendado por el Grupo Técnico de Expertos en Indicadores (AHTEG) para el riesgo de plaguicidas, en lugar del indicador de “Concentración Ambiental de Plaguicidas” (PEC, por sus siglas en inglés) propuesto en la pasada COP15. El indicador ATAT toma en cuenta no solamente la cantidad de plaguicidas usados, sino además, calcula la “toxicidad total aplicada” multiplicando el volumen de cada ingrediente activo utilizado a nivel nacional, por su ecotoxicidad”, explica Ramírez.

La adopción del indicador ATAT, es una acción relacionada con la eliminación del uso de los Plaguicidas Altamente Peligrosos (PAP), los cuales presentan toxicidades agudas y crónicas que disminuyen drásticamente la biodiversidad. De acuerdo con el investigador, “hay un gran lobby de la industria de agroquímicos para que no se adopte; la ha estado describiendo incorrectamente, a pesar de que fue propuesta por el grupo de expertos globales y Partes del Convenio de Diversidad Biológica, convocados por éste y la FAO a principios de 2024”.

El IRET, consciente de esta problemática, realiza investigaciones y publicaciones sobre el estado de Costa Rica referente a la importación, uso y efectos de los Plaguicidas Altamente Peligrosos; incluso propuso un Plan Nacional que prioriza los plaguicidas a eliminar de los campos y por ende de los platos de los costarricenses.

Para Ramírez, otro tema importante es la adopción de la Agroecología como una técnica científica para producir alimentos más sanos que respeten la biodiversidad presente, y no comprometan los recursos para las futuras generaciones. “La agroecología se ve como una ciencia práctica, una visión de los Sistemas Agroalimentarios que incluye la protección de la biodiversidad total, y especialmente del suelo, lugar donde se debe de iniciar este proceso de cambio agroecológico, incorporando la mayor diversidad de microorganismos, así como de plantas y animales en un contexto comunitario”.

El lema de la COP16 es “Paz con la naturaleza”, reducir el uso de plaguicidas, especialmente los de mayor problemática en salud y ambiente, es una forma de decirle a la naturaleza: paz. “Es hora de que se empiece a trabajar con la naturaleza, y no contra la naturaleza. En este sentido, el IRET también ha propuesto a la agroecología, como la alternativa deseable para hacer un cambio en los paradigmas productivos actuales, que nos hacen dependientes de los plaguicidas” concluyó Ramírez.

Oficina de Comunicación
Universidad Nacional, Costa Rica