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Etiqueta: agrotóxicos

Nueve agroquímicos en agua de Cipreses de Cartago: entre moléculas degradadas y trazas de venenos

  • Cóctel de 9 agroquímicos en el agua que sale en el tubo en Cipreses de Cartago: entre moléculas degradadas y trazas de venenos

  • Se sigue confirmando la presencia de degradados del agrotóxico clorotalonil en agua de Cipreses pero en mayores concentraciones del contaminante y trazas de 8 diferentes plaguicidas como son el oxamilo, imidacloprid. clotianidim, tiametoxam, metribuzina, fluopicomida, flutolanil, metalaxil.

  • Frente Cipreses llama a los vecinos de la comunidad a no bajar la guardia y seguir consumiendo el agua que se trae en cisternas por parte del AyA.

En diciembre del 2022 se presentó un nuevo informe de laboratorio del IRET de la Universidad Nacional. Se confirma la permanencia de degradados de Clorotalonil en el agua de dos nacientes y en concentraciones mayores a las que se habían detectado anteriormente.

Las muestras fueron tomadas en presencia de funcionarios del AyA y del Laboratorio Nacional de Aguas. En esta ocasión además de tomar muestras en las nacientes de Plantón y de Carlos Calvo se tomó una muestra en una casa de habitación la cual también salió contaminada.

El Frente Cipreses llama a los vecinos de la comunidad a no bajar la guardia y seguir consumiendo el agua que se trae en cisternas por parte del AyA y que sigan utilizando los tanques de abastecimiento repartidos en las diferentes locaciones de cara a proteger de forma preventiva la salud de sus familias.

Es importante hacer el llamado público a la precaución pues la falta de información y por otro lado la desinformación hace que la gente consuma agua de la llave que tendría potenciales riesgos inaceptables a la salud a mediano y largo plazo.

En el escrito adjunto (UNA-LARET-OFIC-046-2022 S22-23-01 / S22-23-02) dirigido al Ministerio de Salud y al AYA (ver adjuntos) se presentan los resultados de muestras tomadas en el mes de agosto y septiembre del 2022. Como puede verse en el cuadro resumen del escrito adjunto a continuación preocupa la contaminación en la naciente Plantón en más de 240 veces lo permitido para consumo humano en cuanto a la presencia del degradado de clorotalonil llamado: 1,3-dicarbamoil-2,4,5,6,-tetraclorobenceno.

Alerta también en el sistema de agua de la naciente Plantón la presencia de trazas de 8 diferentes plaguicidas como son el oxamilo, imidacloprid. clotianidim, tiametoxam, metribuzina, fluopicomida, flutolanil, metalaxil. Aunque estos diferentes ocho plaguicidas fueron encontrados en pequeñas cantidades por debajo del índice permitido para consumo humano (trazas), desde el Frente Ecologista de Cipreses se hace un señalamiento a las instituciones responsables de que esto evidencia la vulnerabilidad y la urgencia de proteger el área de recarga acuífera ya que el agua para consumo humano no debería estar contaminada ni con moléculas degradadas o trazas de plaguicidas. Además, los vecinos de Cipreses afectados y organizados en el Frente Ecologista cuestionan que: ni siquiera existen estudios de cuáles podrían ser los efectos del consumo prolongado de semejante cóctel de trazas de ocho plaguicidas sumados todos con los degradados del clorotalonil a través del tiempo.

Un país inundado de veneno

Clemens Ruepert | Foto: Giorgio Trucchi

Con Clemens Ruepert

Un reciente estudio del agrónomo Elidier Vargas Castro, publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), señala que Costa Rica usa muchos más agrotóxicos, en su mayoría considerados de alta peligrosidad, que los países de América que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Giorgio Trucchi

Según el estudio publicado el año pasado que retoma datos oficiales del Servicio Fitosanitario del Estado (SFE), Costa Rica emplea en promedio cantidades que oscilan entre 10 y 11,5 kilogramos de ingrediente activo por hectárea (ia/ha).

En países como Canadá, Estados Unidos, México, Chile y Colombia, miembros del OCDE, o Ecuador, Honduras y Guatemala, que tienen características similares en cuanto a condiciones agrícolas, el uso promedio es de 2 kilogramos.

Una situación que se vuelve aún más alarmante si consideramos que el PNUD señala que el uso real promedio en Costa Rica durante el período 2012-2020 ha sido superior a los 34 kg de ia/ha, con rangos que oscilan entre 24,6 y 47,1 kg1.

Agrotóxicos altamente peligrosos

El 93 por ciento de estos ingredientes activos son considerados altamente peligrosos. Al menos 80 de ellos están asociados a efectos agudos para el ser humano. Casi la mitad son prohibidos en la Unión Europea y más de dos tercios son asociados con cáncer.

También hay unas 119 moléculas que están relacionadas con afectaciones sobre animales, en especial las abejas, y ecosistemas. Más del 60 por ciento están prohibidas en Europa.

Mancozeb, Glifosato, Paraquat, Clorotalonil, Etoprofos, Diazinón y 2,4-D son los agrotóxicos más utilizados y con más productos registrados en Costa Rica.

Se estima que, entre 2012 y 2020, la aplicación promedio anual de ingredientes activos en agricultura fue de 18,3 mil toneladas.

Según el estudio, los principales afectados resultan ser las trabajadoras y los trabajadores agrícolas y la población rural en general (exposición promedio de 74 kg/ia por persona), seguido por los cuerpos de agua superficiales y los alimentos.

En 2020, el banano es el cultivo donde se dio el mayor uso de agrotóxicos, seguido por piña, arroz, café y caña de azúcar2.

Esta situación acarrea también costos económicos para el Estado costarricense, que deja de percibir entre 22 y 36 millones de dólares al año por las exenciones de impuestos a los agrotóxicos. A esto hay que agregarles al menos otros 9 millones por afectaciones a la salud.

Un falso paradigma

“En Costa Rica hay un doble discurso sobre medio ambiente y naturaleza que es terrible”, dijo a La Rel Clemens Ruepert, investigador y químico ambiental del Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas de la Universidad Nacional (IRET-UNA).

“Hay una gran expansión agrícola para la producción de monocultivos agroindustrial, en especial de banano, piña y caña de azúcar, que conlleva el masivo uso de agrotóxicos y una creciente pérdida de biodiversidad”, agregó el experto.

Esta situación, analizó Ruepert, se profundiza a raíz del falso paradigma de que estas prácticas son fundamentales para la generación de empleo y el crecimiento económico del país.

“Hay suficientes datos que demuestran todo lo contrario. Además, hay costos enormes que el Estado debe sostener por la contaminación ambiental y los efectos sobre el ser humano y animales”.

Si a esta grave problemática ambiental le sumamos la falta, casi absoluta, de respeto a los derechos laborales y sindicales de miles de personas que trabajan en las plantaciones, el escenario se asemeja, cada vez más, a una verdadera bomba de tiempo.

La bomba ya está explotando, lamentablemente quienes tienen grandes intereses en este sector de la agroindustria, incluyendo a las autoridades públicas, emplean estrategias para aparentar todo lo contrario”, advirtió Ruepert.

Para el catedrático es clave que las organizaciones sociales, populares, sindicales vayan articulando espacios, esfuerzos y acciones, involucrando a más gente, multiplicando la información y la capacitación de sus miembros y afiliados.

“Es la única forma para que haya un cambio. Es la misma lucha y hay que hacerla todos juntos”, concluyó.

Foto: Giorgio Trucchi

1 Esto se debe a una diferencia de cálculos. El SFE toma en cuenta el total de área sembrada a nivel nacional (agricultura y pasto), mientras que el PNUD sólo el área de cultivos
2 Fuente consultada Semanario Universidad

 

Fuente: http://www.rel-uita.org/costa-rica/un-pais-inundado-de-veneno/

Urgente: Cinco mil personas en Cartago estamos tomando agua contaminada con plaguicidas y sus moléculas

  • Estudios están engavetados y vecinos exigen que se active protocolo de emergencia para recibir agua potable

  • Piden a las magistradas y magistrados y al AyA que se hagan públicos dichos estudios

  • Se prepara conferencia de prensa en la Asamblea Legislativa para dar a conocer detalles sobre dicha contaminación

Desde diciembre del 2021 se sabe que hay moléculas de degradación del agro veneno clorotalonil, gracias a un estudio del IRET. El AyA puso en duda estos estudios por la excusa de que este instituto no estaba certificado. Es decir, importa más una certificación que la salud y el derecho humano al agua. Desde ese momento ECOCIPRESES presiona para que el Laboratorio Nacional de Aguas del AyA haga dicho estudio. En agosto se pudo iniciar con dicha investigación pero desde hace días en la comunidad, es un secreto a voces, los resultados dicen que el agua está contaminada más allá del límite permitido. Hoy ECOCIPRECES solicita a la Sala Cuarta y al Gerente General Acueductos y Alcantarillados los resultados oficiales de dichos estudios para poder cumplir con el derecho humano al agua.

ECOCIPRESES: No se sabe si es peor para la gente la inoperancia de las instituciones o los efectos adversos para la salud de los contaminantes del agrotóxico clorotalonil en el agua de Cipreses.

Los resultados del más reciente monitoreo de los contaminantes, producto de la degradación del agro veneno clorotalonil en las fuentes de agua de la comunidad Cipreses Oreamuno Cartago están engavetados. “Parecen gallina con huevo y no saben dónde poner los resultados de contaminación sobre el agua de Cipreses”, señalan los miembros del Frente Ecologista por las redes sociales.

Las muestras ya han sido analizadas de forma mancomunada por el Laboratorio Nacional de Aguas (LNA) del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) y el Laboratorio del IRET de la Universidad Nacional (UNA). El IRET ha sido clave en esta investigación ante la falta de capacidad y equipo del LNA. Las primeras alertas académicas de esta nueva contaminación en Costa Rica fueron presentadas desde el IRET el año pasado y dadas a conocer por diversos medios y conferencias desde el Frente ECOCIPRESES.

Las recientes muestras de agua en cuestión ya han sido analizadas por el Laboratorio Nacional de Aguas del AyA y han sido discutidas con funcionarios de otras instituciones.  Dichas muestras fueron tomadas el 23 de agosto del presente 2022, según lo señala en el documento MS-DRRSCE-DARSO-0656-2022, firmado por el Doctor Oscar Rodríguez del Área Rectora de Salud Oreamuno Cartago (adjunto evidencia del documento).

Por diversas vías informales se ha comunicado al Frente ECOCIPRESES que los resultados están sobre el límite permitido para consumo humano, tanto en la naciente de Carlos Calvo como en la Naciente Plantón, que abastecen a casi 5000 personas.

Ha pasado todo este tiempo, sin que activen protocolos que protejan la salud de las personas. Pareciera que la salud pública es lo último que les importara” indica Karla Coto del Frente ECOCIPRESES, indignada por la lenta respuesta de las instituciones en materia de protección de la salud pública.

Estos resultados son determinantes para resguardar nuestra salud y tomar medidas con prontitud, amén de que van de acuerdo a lo señalado por los artículos 21 y 50 constitucionales y el in duvio pro aqua. Deseo enfatizar la importancia de abordar este tema con celeridad y pronta respuesta, es la salud de casi 5000 usuarios de esta ASADA de CIPRESES que está en juego. Ya ha pasado mucho tiempo desde que se tomaron las muestras y no nos han informado de los resultados y menos tomar alguna medida de protección” señaló el agro biólogo y vecino de Cipreses Fabián Pacheco R.

Este tipo de contaminación es grave según lo expuesto en el MEMORANDO No.GSD-UEN-GAR-2022-02798 el AyA:

En relación con la solicitud de ampliación de criterio sobre el caso del pesticida Clorotalonil y sus metabolitos, la referencia B2 EPA-Estados unidos, citada sobre el potencial de producir cáncer en seres humanos, viene de la determinación de esta sustancia como tal por parte de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (Environmental Protection Agency, EPA por su nombre en inglés) en su clasificación B2 como probable carcinógeno en humanos, se ha basado esta definición en estudios animales que se consideran suficientes, ya que para propósitos prácticos es razonable considerar un agente para el cual existe suficiente evidencia de carcinogenicidad en animales como si este presentase un riesgo para humanos.” (MEMORANDO No.GSD-UEN-GAR-2022-02798)

En estos momentos los Magistrados del Poder Judicial analizan un recurso de amparo sobre este mismo caso y los vecinos de Cipreses que han venido luchando por tener agua libre de agroquímicos. Le están señalando a los magistrados medir los resultados en cuestión al LNA del AyA antes de resolver el emblemático recurso de amparo que podría ser histórico, sobre todo considerando que la Constitución de la República fue modificada recientemente, estableciendo el AGUA como un Derecho Humano.

El Frente Ecologista de Cipreses ECOCIPRESES solicita puntualmente a las autoridades del Ministerio de Salud y del AyA:

  • Los resultados señalados por escrito y que los mismos sean expuestos por funcionarios del AyA en nuestra comunidad con prontitud.
  • Se implemente un plan de contingencia a ejecutarse para resguardar la salud de la gente.
  • Solicitar agua libre de los contaminantes de forma inmediata y urgente.
  • Se amplíe esta investigación a otras zonas que están bajo este mismo riesgo, mediante una auditoria urgente sobre las fuentes de agua del norte de Cartago, que incluya en los estudios todos los agroquímicos usados intensivamente en la producción.
  • Sea prohibido el Clorotalonil en Costa Rica por sus riesgos inadmisibles como contaminante de aguas captadas para consumo humano. Cabe mencionar que ya ha sido presentada el mes anterior una solicitud firmada por casi 3000 personas para la prohibición del Clorotalonil en Costa Rica

La lucha por el agua libre de agroquímicos en Cipreses se contextualiza en uno de los países de mayor uso y abuso de plaguicidas en el mundo entero, según lo dio a conocer el PNUD en un informe reciente. Asímismo se contextualiza en un país, donde tanto el Poder Ejecutivo como Legislativo parecieran ceder antes las presiones de los sectores de la agroindustria, que producen y venden agroquímicos para flexibilizar y facilitar el registro de plaguicidas de forma laxa, y con escasa nula participación del Ministerio de Salud y del Ministerio de Ambiente y Energía.

Que alguien nos salve del oscurantismo y la inoperancia de las instituciones, no sabemos si es peor la falta de acciones y decisiones para proteger nuestra salud o el agro veneno que llega a nuestras casas con el agua todos los días mientras pasa el tiempo sin que hagan nada por solucionarlo” Indicó Jordán Vargas del Frente ECOCIPRESES.

Ecologistas y vecinas de la comunidad están preparando conferencia de prensa, a definir en estos días, con la Diputada Rosaura Méndez Gamboa de Cartago, para dar a conocer información sensible sobre este tema.

Trabajadores agroindustriales denunciarán ante la OCDE violaciones laborales

La Federación Nacional de Trabajadores Agroindustriales (FENTRAG) acudirá ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para denunciar las consecuencias ambientales y laborales de la expansión de empresas agroindustriales que no respetan la legislación y explotan a los trabajadores y trabajadoras al someterlos a ritmos y condiciones de trabajo que afectan su salud.

Denunciarán además que dichas trasnacionales mantienen prácticas inaceptables como la utilización de agrotóxicos que envenenan mantos acuíferos y afectan a las comunidades. Así lo informo Maikol Hernández Arias, Secretario General de la FENTRAG quien participa junto con trabajadores de diversos sindicatos agroindustriales, este jueves y viernes, en el taller sobre “Salud, condiciones de trabajo y medio ambiente en la agroindustria costarricense”, en el auditorio del Sindicato Nacional de Enfermería y Afines (AFINES) en San José.

El taller cuenta con la participación del Dr. Clemens Ruepert, experto de la Universidad Nacional que ha estudiado la contaminación irreversible de los mantos acuíferos como resultado de la utilización de pesticidas utilizados en la producción piñera.

De acuerdo con Ruepert desde, hace dos décadas, equipos interdisciplinarios compuestos por ingenieros agrónomos, economistas agrícolas, microbiólogos, químicos y biólogos de las universidades públicas han realizado estudios en las localidades productoras de piña de la zona sur y la zona norte para determinar la presencia de plaguicidas en el medio ambiente, afectando gravemente este recurso.

Por su parte el representante de FENTRAG detalló que la contaminación en las zonas productoras de piña afecta a los trabajadores y trabajadoras que viven en las zonas aledañas y a las comunidades campesinas que tienen que soportar plagas, la contaminación de mantos acuíferos y se exponen a los abusos en el riego de agroquímicos.

Por lo anterior las comunidades y sindicatos agroindustriales se manifiestan en contra de quienes siembran piñas destruyendo bosques primarios y fuentes de agua, pues esta actividad impacta negativamente en todo el ecosistema.

Costa Rica se incorporó a la OCDE, desde el 25 de mayo del 2021, y asumió como país miembro una serie de compromisos éticos y ecológicos en la forma de orientar el desarrollo productivo.

Además, recientemente el país ratificó el protocolo contra el trabajo forzoso de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).  Igualmente, las empresas que están en nuestro territorio deben cumplir con los estándares internacionales que se auto imponen en sus códigos de ética.

Hernandez detalló que, en nuestro país, se mantienen condiciones de explotación donde muchas de las empresas transnacionales que dominan estos cultivos violan la normativa laboral y ambiental con absoluta impunidad por falta de la inspección del Ministerio de Salud y del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.

“Ante esta situación denunciaremos ante la OCDE y otros organismos internacionales, a todas estas empresas y simultáneamente Iniciamos una campaña internacional para informar a las empresas compradoras como a  los consumidores y sindicatos las condiciones en que se producen para que muestren su indignación y exijan al gobierno de Costa Rica cumplir con el protocolo contra el Trabajo Forzoso ratificado por Costa Rica así como también con los estándares ecológicos establecidos por Naciones Unidas.

FENTRAG forma parte de la Rel que es la regional latinoamericana de la Unión Internacional de Trabajadores de la Agroindustria y la Alimentación con sede en Ginebra Suiza; la actividad cuenta con el acompañamiento de la Fundación Friedrich Ebert (FES).

Toxicología crítica aplicada a los agrotóxicos y en defensa de la vida

Fernando Bejarano, director de RAPAM, A.C.

Sept., 20, 2022. Nos da mucho gusto anunciar que está ya disponible la traducción al español del ensayo Toxicología crítica aplicada a los agrotóxicos – perspectivas en defensa de la vida, escrito por un grupo de destacadas científicas brasileñas y publicado originalmente en la Revista Saúde em Debate en junio del presente año, como parte de un número especial dedicado a la salud, los agrotóxicos y la agroecología. Dicho ensayo explica en detalle las limitaciones metodológicas de la evaluación de riesgos utilizada en el proceso de registro de los agrotóxicos, llamados plaguicidas en México y la mayoría de los países de América Latina. Además, propone elementos para llevar a cabo evaluaciones alternativas que consideren la complejidad del contexto en que se produce la exposición a estos agentes químicos nocivos, los condicionantes sociales del proceso salud-enfermedad y las relaciones de poder involucradas.

Contar con un ensayo sobre una toxicología crítica es relevante para México y otros países de América Latina, debido a que hasta hoy la evaluación de riesgos ha sido presentada como el modelo científico a seguir tanto en la llamada toxicología regulatoria, como en los libros de texto especializados en el tema y en Estados Unidos y Europa, regiones a las que se dirigen muchos de los estudiantes de posgrado vinculados con este quehacer.

La evaluación de riesgos es parte del paradigma regulatorio hegemónico y es promovida por la industria química y por algunos autores avalados por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) como la base metodológica en la que deben descansar las políticas regulatorias sobre los plaguicidas y otras sustancias tóxicas, en lugar de aplicar el principio precautorio y establecer criterios de exclusión del registro basados en la evaluación de la peligrosidad (Hazard-based-cutt-off criteria, en inglés). La evaluación de riesgos forma parte de las propuestas de la llamada “mejora regulatoria”, junto con el análisis costo-beneficio, es parte esencial de la agenda de cooperación regulatoria en los tratados de libre comercio, y elemento de la arquitectura del régimen regulatorio neoliberal.

La traducción de este ensayo fue realizado gracias a la coordinación de RAPAM y el apoyo de la Dra. Georgina Fregoso del Centro Universitario de Ciencias de la Salud de la Maestría en Ciencias Socio-Médicas de la Universidad de Guadalajara, de la Dra. Aurora Rojas García y miembros del Cuerpo Académico de Contaminación y Toxicología Ambiental de la Universidad Autónoma de Nayarit, y de la Dra. Jaqueline García Hernández del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) A.C, en Guaymas, Son.

Agradecemos a las autoras del ensayo Karen Friederich, Aline do Monte Gurgel, Marcia Sarpa de Campos Melo, Cheila Galindo Bedor, Marilia Teixeira, Idé Dantas Gurge y especialmente a Lia Giraldo da Silva por coordinar la revisión de la traducción.

La publicación del ensayo incluye una presentación elaborada para la versión en español donde se sitúa el contexto brasileño de donde surge esta propuesta y puede descargarse gratuitamente aquí en la página electrónica de RAPAM. También será difundida en las páginas electrónicas de las instituciones mencionadas anteriormente.

Invitamos a tod@s a su lectura y discusión.

 

Compartido con SURCOS por Jaime García. Publicado por la Red de Acción sobre Plaguicidas y sus Alternativas en México. www.rapam.org

Un genocidio silencioso

Foto: Gerardo Iglesias.

Piñas tóxicas, trabajo precario y comunidades agredidas

El cultivo de la piña en Costa Rica debe regularse, tanto en relación al uso de agrotóxicos como para prevenir formas de explotación laboral a los trabajadores y sus familias, en su mayoría migrantes.

Frank Ulloa

A los trabajadores agroindustriales no solo se les pagan bajos salarios y se les niegan libertades sindicales. También se les extermina de manera silenciosa, y al final es el Estado quien debe asumir la atención en salud pública.

Las autoridades del Estado deben mantener un compromiso ético de publicar información considerada relevante para el resguardo de la salud de las personas, pero las organizaciones sindicales tampoco pueden callar, aunque a veces estos temas ambientales no son su prioridad.

Las consecuencias para la vida humana de la expansión descontrolada de la piña son nefastas.

El Centro de Investigaciones en Contaminación Ambiental (CICA) de la Universidad de Costa Rica ha dado cuenta de la gravedad de esta situación.

Desde 2015 ya se tenía evidencia de que el agua de muchas comunidades estaba contaminada, pero esto no se reportó públicamente hasta el 14 de junio de 2018.

Ahora el tema se complica cuando las transnacionales impiden el acceso a las fincas en nombre del sacro santo derecho de propiedad, al que colocan por encima del derecho a la vida.

Muchas de estas empresas están certificadas. El sistema judicial puede actuar de oficio, pero no lo hace. Y todos callan.

Es un secreto a voces que muchos de los 32 puntos de muestreo están contaminados con herbicidas como Bromacil, Ametrina, Diuron y Hexazinona y fungicidas como Metalaxil y Carbendazim.

Algunos de esos sitios son fuentes de agua para consumo humano de comunidades pertenecientes a Pital, Agua Zarcas y Venecia de San Carlos y el cantón de Río Cuarto.

Desde Rel UITA y FENTRAGH debemos profundizar la lucha contra la utilización continuada de productos prohibidos en el país, el uso indiscriminado de agrotóxicos y el doble discurso de las transnacionales.

 

Fuente: http://www.rel-uita.org/costa-rica/un-genocidio-silencioso/

Protestan contra la Ley de Semillas y los agrotóxicos y son galardonados por la Medalla al Mérito Agrícola 2022

El sábado 28 de mayo no fue un día cualquiera para el colectivo Mojojoy quien recibió la medalla al mérito agrícola 2022 de las manos de la Ministra de Agricultura Laura Bonilla y del presidente de la República Rodrigo Chaves. 

Durante el acto de premiación se pudo observar al colectivo Mojojoy que en sus camisetas portaban mensajes que decían: “no a la ley de semillas”, “no más agrotóxicos”, “no más monocultivos”, “justicia para China Kicha”, “tierra para el campesino”.

Mojojoy Agri-Cultura es un proyecto que lleva a cabo la recuperación de suelos, la dignificación del saber campesino, la producción de hortalizas sin venenos, el diálogo entre sistemas productivos agrícolas y la necesidad de plantas nativas para la conservación, la democratización del conocimiento, el impulso a una pedagogía para y con la tierra,  la necesidad para el sostenimiento de esto, de la lucha contra la agroindustria tanto en lo productivo cómo en las ideas. 

Según los participantes la protesta se hizo cómo una forma de visibilizar el abandono a la pequeña o pequeño productor agrícola, en denuncia a la mentira que de existe un apoyo real a proyectos de una u otra manera apuntan a una relación más armónica con el ecosistema. Además, desearon visibilizar la lucha por un modelo agrícola alternativo con la lucha de los pueblos indígenas que alrededor del mundo son los defensores de otro tipo de agricultura junto al campesinado y visibilizar que el Estado responde a los intereses de los grandes capitales agrícolas. 

Según el Colectivo Mojojoy, fue una forma de levantar la voz ya que dentro el discurso hegemónico de la agroindustria no existe cabida para este tipo de prácticas y aportar en la lucha por otro modelo de producción distinto al que hoy destruye bosques, es causante de epidemias, desaparece el saber campesino, provoca la desaparición de especies y ha puesto al borde del precipicio a la humanidad entera, declaró el Colectivo Mojojoy, ganador al mérito agrícola 2022 otorgado por el MAG.

 

Compartido con SURCOS por Bloque Verde.

Agrotóxicos frente a la fertilidad del suelo

Alberto Salom Echeverría

  1. El caso de Costa Rica

Esta breve investigación me la ha facilitado un muy buen amigo, Rodolfo Jiménez Solé, quien envió al chat de Madre Tierra que compartimos, algunos buenos artículos, que emanan de prestigiosas universidades estadounidenses, del medio informativo la DW, así como de medios nacionales, un prestigioso investigador de la Universidad Nacional y una excelente comunicadora costarricense. Por supuesto de las aseveraciones que ha hecho el que escribe este artículo, Rodolfo queda eximido de todos los yerros o inexactitudes en que pueda haber incurrido. Espero, eso sí, no sean muchas y que el artículo resulte esclarecedor.

Costa Rica es un país que ha logrado bastante éxito en la ruta de convertirse en un territorio con un grado importante de desarrollo ecológico. En el concierto internacional, nuestro terruño ha adquirido la fama de ser un país verde. Además, de acuerdo con el Centro Nacional de Control de Energía (CENCE), el país ha conseguido la generación eléctrica prácticamente en su totalidad, a base de recursos limpios tales como el agua, el viento, la geotermia, la biomasa y el sol.

En lo que a mí concierne, me vanaglorio de ello ante parientes y amigos del extranjero, porque comparto este aserto; aun más, considero que el desarrollo apegado a una orientación ecologista es algo que se ha venido consolidando, mediante el esfuerzo de casi todos los gobiernos y contando con el apoyo de buena parte de la sociedad civil, desde los años setenta del siglo pasado, principiando con la acertada política de creación de los parques nacionales. Aunque, como es sabido, siempre tenemos que lidiar con personas inconscientes, carentes de visión, que incursionan ilegalmente en los parques nacionales con el objeto de cometer toda clase de tropelías contra el medio ambiente, talando y deforestando el bosque. En este aspecto, contradictoriamente, considero que por lo general los gobiernos no han sido suficientemente estrictos con los malhechores.

Hoy, voy a remarcar un caso, aparte del que acabo de señalar, que va a contrapelo de las buenas prácticas ecológicas que por lo general nos distinguen. Lo hago, porque contrario a lo que alguien pudiera creer, no es ser patriota callar nuestros yerros, sino todo lo contrario. La actitud patriótica distingue a aquellas personas que, defienden con espíritu crítico las conquistas alcanzadas en todos los campos y denuncian con pelos y señales las malas artes de los que, en cambio, con egoísmo y vasta sed de enriquecimiento fácil e ilícitamente se arrogan la potestad de atropellar lo que con tanto costo se ha obtenido.

En uno de los documentos investigados, me topé frontalmente con que las universidades de Yale y de Columbia, dos de las más prestigiosas en los Estados Unidos, incluyeron a Costa Rica entre los peores países en materia de uso de agroquímicos. La verdad es que no necesitaba el documento para saber que en nuestro país se usa desde hace bastante tiempo agroquímicos altamente tóxicos. Lo particular del hallazgo radica en que, en el reporte del índice de “Desempeño Ambiental” (EPI por sus siglas en inglés), Costa Rica se sitúa en la posición 68, entre 180 naciones sometidas a examen en materia de cambio climático, salud ambiental y vitalidad de los ecosistemas. El índice reporta 40 indicadores de desempeño en más de 11 categorías. La calificación de Costa Rica nos deja bastante mal parados en cuanto a la efectividad de las políticas ambientales.

Hay más, ocupamos el lugar 96 sobre el manejo de los riesgos agrotóxicos y el 156 en eficiencia de uso de fertilizantes. Entre los datos se señala que tenemos la deshonra de aparecer posicionados entre los 30 países en los cuales la biodiversidad está sujeta a alto riesgo de contaminación por mezclas de plaguicidas; asimismo estamos en la posición 11 entre los países con mayor riesgo de extinción de especies nativas amenazadas por el uso de agroquímicos que llegan a afectar sus ecosistemas. Además, en determinadas localidades de San Carlos, Siquirres y la provincia de Cartago el riesgo de contaminación se extiende a los mantos acuíferos.

El informe de las prestigiosas universidades señala que se usan 133 agrotóxicos que son considerados altamente peligrosos para la salud humana, animal y el medio ambiente en general. Por añadidura, un reciente informe del PNUD afirma que el 93% de los “agrovenenos” que se emplean en Costa Rica están clasificados como “Pesticidas Altamente Peligrosos” (PAP). Entre muchos otros acota el investigador Fernando Ramírez, del IRET-UNA, “… el clorpirifós es un insecticida organofosforado; es decir, que posee fósforo en su molécula, es muy tóxico y sobre todo tiene efectos crónicos. Su uso -agrega- está registrado para alrededor de 12 cultivos en Costa Rica, entre ellos algodón, arroz, banano, chile dulce y cebolla. Se usa para granos almacenados, para control casero de hormigas, para control de mosca blanca en el tomate, y en las bolsas plásticas celestes que se usan en las bananeras. La mayoría de estas bolsas -acentúa Ramírez- son untadas con clorpirifós y siempre hay bolsas en el campo; lo que significa que lo hacemos persistente en el ambiente. […] El Clorpirifós -se añade- es conocido por sus efectos sobre el sistema nervioso humano, especialmente para los niños.” (Cfr. Costa Rica, “Environmental Performance Index.” https:// epi.yale.edu/epi-results/2022/country/cri y Semanario Universidad. Ramírez, Fernando. Investigador IRET-UNA. Citado por Pomareda G. Fabiola. pomaredafabiola@gmail.com).

  1. Agrotóxicos y buenas prácticas para la fertilidad del suelo

El problema ocasionado por los agrotóxicos es muy generalizado en todo el mundo. Un informe de la “Deutsche Welle”, agencia alemana de comunicación considera que una tercera parte de la tierra fértil del planeta está contaminada por los agrotóxicos, o sea veneno para los seres humanos, plantas y animales en general. Originalmente, tanto los suelos en tierra como los océanos eran los mejores protectores del clima, ya que en ellos cabía todo el CO2 del Planeta.

En las ciudades, muchas de las mejores tierras han quedado sepultadas bajo el hormigón producto de las, con frecuencia no planificadas y, por tanto, innumerables e indeseables construcciones masivas de edificios. Los océanos no han escapado a esta impronta de la intervención del “homo económicus” especialmente por el plástico que los inunda.

En la llamada República Democrática Alemana (hoy integrada en un solo país con Alemania Occidental), desde 1949 se instalaron fábricas para extraer uranio que se exportaba a la Unión Soviética destinado a las industrias armamentísticas. En los países del occidente capitalista ocurrió y sigue ocurriendo todavía otro tanto. De tal manera, en Alemania Oriental por más de 40 años se extrajeron del subsuelo metales pesados altamente tóxicos, los cuales se subsumían en los suelos y también se liberaban a la atmósfera. La ciencia ha demostrado que metales como el uranio provocaron enfermedades en animales, plantas y en los seres humanos, tales como el cáncer y la “silicosis”, una enfermedad que afecta severamente los pulmones.

La investigación científica, puesta al servicio del saneamiento de la atmósfera, ha permitido planificar la demolición de muchas de estas edificaciones que se construyeron sobre terrenos de alta vocación agrícola. Aunque en muchas ocasiones no se han podido eliminar los metales pesados, se logró implementar un procedimiento mediante el cual los residuos tóxicos de los metales fueron “fijados” en el suelo. Significa que los metales ya no pueden continuar deslizándose hacia las aguas profundas del subsuelo, tampoco discurrir hacia la madera, ni a las hojas de los árboles. O sea, los metales quedan paralizados. Igualmente se ha procedido con otros metales que se han usado en todo el mundo contaminando la tierra, los ríos y el agua de los mares y océanos. Entre los metales más contaminantes que han contribuido enormemente a sobrecalentar el planeta se citan los siguientes: el uranio ya mencionado, el litio, el cobalto y el níquel.

La ciencia y tecnología más moderna empleada por los científicos que trabajan por combatir la enfermedad del calentamiento global y el cambio climático, el envenenamiento de la atmósfera, de las tierras de vocación agrícola y los ecosistemas marinos, ha conseguido poner en manos de la producción que utiliza energías limpias, procedimientos para inocular la tierra con cultivos bacterianos, especiales para rescatar el suelo. Es una práctica muy antigua que, en la era preindustrial, la tierra la hacía por su propia cuenta. Pero hoy está puesta al servicio de la agroindustria mediante alta tecnología. Esto nos llena de esperanza, no obstante que los desafíos continúan siendo descomunales, puesto que el calentamiento global avanza más rápidamente de lo que se había supuesto. La lección que extraemos es que no estamos inermes frente a la enfermedad planetaria.

Estudiantes en todo el mundo trabajan junto a la investigación científica, para experimentar la inoculación con cultivos bacterianos especiales y así, examinar si los “pequeños ayudantes bacterianos” se han multiplicado hasta el punto de lograr fijar los contaminantes en la forma en que lo hemos explicado. La DW ha informado que se empezaron a realizar experimentos en antiguas zonas mineras, en las que en un inicio no crecía absolutamente nada. Se sabe que en regiones donde la contaminación ha sido excesiva, por efecto de los metales pesados, los microorganismos no pueden subsistir porque las bacterias aerobias no pueden respirar el O2 y las anaerobias que, utilizan otros compuestos, tampoco lo consiguen. Tras la rehabilitación de la tierra, empieza la tarea de sembrar miles de árboles maderables como abedules y sauces en Europa, de manera que se ha logrado rescatar en países como Alemania, Francia y Austria, enormes extensiones de terrenos para proveer productos diversos para la sociedad. Aunque, se sabe que se requerirán en unos casos entre 30 ó 40 años e incluso 100 años en otras ocasiones, para que la tierra pueda recuperar su facultad de restauración de los suelos por sí sola, no cabe duda de que se ha abierto un ancho camino en la lucha contra la enfermedad del planeta.

Es un derecho de la humanidad tener esperanza en que otro mundo es posible, si somos capaces de colaborar, juntarnos y apoyarnos entre todas las naciones, en lugar de continuar impulsando guerras fratricidas. Estamos ciertos que, en cuanto el suelo, otrora contaminado, recupera su verdor, crecen plantas y aparecen nuevos ecosistemas, una “bomba de carbón” descenderá desde la atmósfera, en lugar de mantenerse en ella, para proveer el hidróxido de carbono que capturan las plantas para iniciar su proceso de vida y emanar de vuelta oxígeno. Se reanudará así, en mayor medida el ciclo de la vida como lo hemos conocido. Se almacena en el suelo el dióxido de carbono, retornará la producción de “humus” que es 58% carbono, en la cantidad necesaria para la vida. Si logramos regenerar las tierras, desterrar y “fijar” una gran parte del hormigón que se le plantó encima, se podrá absorber todo el CO2 que produce la especie humana. De acuerdo con los reportes científicos, para que ello sea una realidad, necesitamos que el contenido de carbono aumente cada año un 0.4%, o sea como lo ha propuesto el gobierno francés un 4 por 1.000; lo que se conseguirá a condición de que millones de agricultores en todo el mundo se sumen a la tarea.

 

Compartido con SURCOS por el autor.

Ante acción comunitaria, ministra de Salud pide al AYA investigar productos de la degradación del agrotóxico clorotalonil en el agua de Cipreses

  • La ministra solicitó un plan de medición para analizar moléculas de degradación del clorotalonil en los acueductos que puedan estar siendo contaminados en Costa Rica.

  • El clorothalonil no está autorizado en la Unión Europea desde marzo del 2019 por los riesgos que este agrotóxico presenta para la salud ambiental.

El pasado 03 de junio la Jerarca del Ministerio de Salud, Joselyn Chacón, solicitó a Roberto Guzmán, director ejecutivo del AYA, su apoyo para incluir los derivados del clorothalonil en las mediciones de los parámetros N4, que se aplican en el Laboratorio Nacional de Aguas. (ver adjunto (MS-DM-5043-2022).

La directriz girada por la ministra de Salud es un gran triunfo para la protección del agua, la salud y el medio ambiente en Costa Rica, desde el Frente Ecologista de Cipreses (grupo conformado por vecinos de Cipreses de Oreamuno, afectados por la contaminación de sus nacientes con productos de la degradación del clorothalonil) extendemos nuestras felicitaciones a la señora ministra por tan diligente pronunciamiento a favor de la salud de todos los costarricenses. Agradecemos también que la inclusión del análisis de las moléculas de degradación del fungicida clorothalonil serán aplicadas no solamente en el monitoreo para detectar plaguicidas en agua potable (N4) que se hagan en el distrito de Cipreses, sino que ahora se empezarán a aplicar en los acueductos de todo el territorio nacional, esto permitirá tomar medidas precautorias y acciones correctivas con mucha más rapidez, lo cual va a evitar futuras afectaciones para la población.

Es importante informar a la población que este fungicida, el cuál es el segundo más utilizado en Costa Rica, es considerado altamente peligroso y entre las afectaciones sobre la salud humana que provoca, destacan problemas hepáticos e insuficiencia renal, además, está catalogado como un producto cancerígeno, según el reporte Final Renewal report for the active substance chlorothalonil, publicado en el 2019 por la Dirección General de salud y Alimentación segura de la Unión Europea. (ver adjunto)

El Frente Ecocipreses viene denunciado en diversos medios de comunicación que las nacientes de agua llamadas Plantón y Carlos Calvo de la ASADA de Cipreses, Cantón de Oreamuno, destinadas para consumo humano presentaron resultados positivos para los productos de la degradación del clorothalonil según cuatro muestreos realizados entre el 2020 y 2021 por parte del Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas (IRET) de la Universidad Nacional. Según consta en el último informe del 17 de diciembre (UNA-LAREP-OFIC-060-2021-S20-13-05-2021) del IRET se han encontrado la presencia de productos de la degradación del plaguicida clorothalonil, así como trazas de 9 plaguicidas varios en el agua de la comunidad de Cipreses de Oreamuno Cartago. (https://semanariouniversidad.com/pais/iret-confirma-contaminacion-de-agua-en-naciente-de-cipreses-de-oreamuno-con-derivados-de-fungicida/)

 Los miembros del Frente Ecocipreses hacen un llamado a que este caso de contaminación confirmado pueda llevarse desde las instituciones del estado de una forma más diligente y profesional en comparación como se llevó años atrás el caso de contaminación del agua con bromacil de múltiples comunidades de Costa Rica, sobre todo considerando que tuvieron que pasar más de ocho años para que las comunidades pudieran recibir agua sin el agrotóxico llamado bromacil. El hallazgo con moléculas de la degradación del plaguicida clorothalonil en Cipreses de Cartago y la forma en que se está llevando este caso recuerda el largo camino ya recorrido con el bromacil y la torpeza de las instituciones en proteger la salud pública de forma eficiente.

El Frente Ecologista de Cipreses Cartago hace un vehemente llamado al Gobierno de La República y en Especial a la Presidencia del AyA para que se fortalezca con recursos, infraestructura y personal el Laboratorio Nacional de Aguas. ¿cómo es posible que el Laboratorio Nacional de Aguas solo pueda analizar la presencia de 24 plaguicidas en el agua potable (el conocido análisis N4)? cuando en el país hay más de 200 plaguicidas registrados y según el reciente informe del PNUD hay 161 moléculas altamente peligrosas. Es evidente la falta de capacidad de monitoreo del AyA en uno de los países de mayor uso y abuso de agrotóxicos. (https://impactoplaguicidas.cr/)

El clorothalonil que hoy contamina el agua de cipreses y ¿quién sabe cuántos tomas y nacientes de aguas más? no está permitido en la Unión Europea desde marzo 2019 como consta en documento adjunto. Tampoco está permitido su uso en otros 17 países más precisamente por ser un agente contaminador del agua potable y sus impactos negativos en materia de salud pública.

La solicitud de la ministra muestra una rápida respuesta a un problema que ha sido ampliamente documentado en Europa y que aquí se está destapando recientemente gracias a la lucha ecologista de la comunidad de Cipreses por defender las nacientes y tomas de agua que abastecen a más de tres mil personas.

Facebook: Frente Ecocipreses

Diputaciones de Cartago piden cuentas al AyA y a Salud sobre contaminación en agua de Cipreses, Cartago

Comunicado de prensa

  • Diputaciones de Cartago del PLN y FA piden cuentas al AyA y al Ministerio de Salud sobre contaminación en el agua de Cipreses Oreamuno Cartago

  • Se realizará foro académico para esclarecer discusión técnica ante los hallazgos de productos de la degradación del plaguicida clorotalonil en el agua de Cipreses

En el marco del Día Mundial del Ambiente se llevará cabo el foro PLAGUICIDAS EN COSTA RICA, EL AGUA DE CIPRESES Y EL CUIDO DEL BIEN COMÚN en la Ciudad de la Investigación de la Universidad de Costa Rica, facultad de Ciencias Sociales, el próximo 08 de junio a las 5:00PM de forma presencial (se adjunta afiche del foro).

El objetivo de este importante espacio es poder analizar los retos que enfrentamos como sociedad en materia de salud pública y ambiental ante los recientes hallazgos de productos de la degradación del clorotalonil en el agua de Cipreses Cartago que vienen encontrándose por parte del IRET de la UNA. (adjunto análisis UNA-LAREP-OFIC-060-2021-S20-13-05-2021). El clorotalonil fue prohibido en Europa y 17 países más por contaminar el agua con dichos productos de degradación y es lo que precisamente está sucediendo en la zona Norte de Cartago según denuncian voces de los habitantes desde la comunidad de Cipreses.

En el foro también estará presente en mesa la experta de la UCR, Rebeca Alvarado, quien en coordinación con el PNUD han dado a conocer recientemente el informe: Diagnóstico De Afectación A La Salud Por Uso De Agroquímicos En Costa-Rica (https://impactoplaguicidas.cr/repositorio/diagnostico-de-afectacion-a-la-salud-por-uso-de-agroquimicos-en-costa-rica/) donde se evidencia que solamente en el tratamiento de dolencias, incapacidades, y pérdida de productividad asociada al alto consumo de plaguicidas Costa Rica paga $9 millones al año. Eso sin contar y sin haber podido estimar las enfermedades crónicas de personas expuestas a plaguicidas como son las malformaciones congénitas, el cáncer, entre otras…

Costa Rica es uno de los países den el mundo de mayor consumo de agrotóxicos en el mundo según se han dado a conocer el reciente informe del PNUD  https://impactoplaguicidas.cr/.

Mientras los sectores corporativos industriales que lucran en el negocio de venta y consumo de plaguicidas exigen la entrada de nuevas moléculas, nadie está hablando de sacar del mercado nacional los plaguicidas que ya están prohibidos en otros países por ser altamente tóxicos y contaminantes, como por ejemplo el clorotalonil, que como podemos ver se ha encontrado en el agua de nuestra ASADA  en Cipreses y bien sabemos del riesgo que esto representa para nuestra salud” Indicó Jordan Vargas vocero del Frente Ecologista de Cipreses de Cartago que hoy lucha por la protección ecológica  de las nacientes y la no aplicación de agrotóxicos en el área de recarga acuífera  de las nacientes de su comunidad.

Por su parte la diputada Rosaura Méndez, Segunda Prosecretaria PLN y el Diputado Antonio Ortega del Frente Amplio piden cuentas al AyA y al Ministerio de Salud y han enviado escritos (ver adjuntos) desde sus despachos pidiendo explicaciones. Las diputaciones de Cartago cuestionan la falta de capacidad del Laboratorio Nacional de Aguas ya que no tienen capacidad técnica de esclarecer la denuncia que con análisis de laboratorio en mano han hecho los integrantes del Frente Ecologista de Cipreses (se adjunta memorando del AYA GSUD-UEM-GAR-2022-01098).

Integrantes del Frente Ecologista de Cipreses reconocen el gran apoyo que la diputada Rosaura del PLN de Cartago y Antonio Ortega del Frente Amplio están dando por el cuido del bien común, la salud pública y los recursos naturales con sus acciones concretas como diputaciones de la provincia y se evidencia el compromiso real con el bienestar de la gente.

La ASADA de Cipreses Cartago es muy importante ya que abastece a más de 3000 personas. Esta ASADA brinda agua a cantones de Oreamuno, Paraíso, Alvarado y a la comunidad de Cervantes. Los vecinos de esta zona están preocupados ante la alta incidencia en cáncer estomacal que bien se conoce en la provincia y su relación con el consumo de plaguicidas.

Para más información: frente.ecologista.cipreses@gmail.com Síguenos en Facebook:  FRENTEECOCIPRESES