Skip to main content

Etiqueta: ALCOA

¡Qué linda esa iglesia!

Óscar Madrigal

Oscar Madrigal

Acaba de morir Gustavo Gutiérrez el sacerdote peruano, uno de los fundadores de la Teología de la Liberación, una concepción de Iglesia cotidiana, cercana a los problemas de la gente, al pueblo, de los pobres.

El Concilio Vaticano de Juan XXIII y la Teología de la Liberación sacaron a la Iglesia Católica de la modorra en que agonizaba, especialmente en América Latina.

La “nueva” Iglesia tuvo gran impacto en Costa Rica. Recordamos el enorme aporte de los jóvenes cristianos en las luchas universitarias, especialmente en la UCR con la JUC, liderada por Ana Ligia Rovira, Mayela Rodríguez, Pepe, Martén, Garrón, William y tantos otros que imprimían su compromiso cristiano contra Alcoa, por una sociedad más solidaria. ¡Qué bonita era la Iglesia en ese entonces! Joven, comprometida, lúcida, con fuertes valores cristianos y luchadora.

Era linda esa Iglesia de Javier Solís, Miguel Picado, Arnoldo Mora, la de las monjas del Saint Clare, de Yolanda Rojas, que luchaban por lo que alguna vez le oí a Arnoldo Mora decir en San Pedro de Poás: queremos una Iglesia donde la feligresía no llegue a pedirle a Dios ayuda para encontrar trabajo, para tener comida para sus hijos, dinero para pagar la renta, sino que acudan al templo con alegría, para agradecer a Dios por vivir con trabajo, con educación, con salud, en una sociedad que les satisfaga todas sus necesidades fundamentales.

La gran Iglesia latinoamericana de las Comunidades de Base de Brasil, Nicaragua, El Salvador, las de los Cardenal, Leonardo Boff, Casaldáliga, Helder Cámara, Sergio Méndez, de Puebla o Medellín. Esa Iglesia era bonita.

También la Iglesia de los evangélicos, de las llamadas iglesias históricas, prostituidas por el neopentecostalismo, de la Escuela Bíblica Latinoamericana que siempre abría sus puertas a las organizaciones populares.

Esa Iglesia abierta, libre, que olía a futuro y pobres fue cerrada por Juan Pablo II, Karol Wojtyla y por el que sería luego su sucesor, Joseph Ratzinger.

Quedan las luchas y los logros.

Tal vez podamos imaginar una Iglesia que se renueve incorporando a las mujeres al sacerdocio, a los párrocos como padres amorosos o casando personas del mismo sexo, a los gays oficiando misas y los templos convertidos en lugares de oración y lucha.

Sería una Iglesia aún más bella, sin duda.

Celebración del Día del Ecologismo Nacional

Por Sofía Jiménez Murillo

El Boletín Informativo del Sindicato Unión de Empleados de la Universidad Estatal a Distancia, celebra en su publicación 14 el Día del Ecologismo Nacional y el 54to aniversario de la gesta Alcoa.

Si desea comunicarse con el Sindicato de Empleados de la UNED, puede contactar al 2234-5072, al 2527-2200 o bien escribir a los correos electrónicos uneuned@uned.ac.cr o sindicatouneuned@gmail.com

¡En defensa de las garantías ambientales y los derechos de la clase trabajadora!

La Facultad de Ciencias Sociales de la UCR se une a la marcha de este 24 de abril

Por Sofía Jiménez Murillo

A través de SURCOS, se comunica que la Facultad de Ciencias Sociales (FCS) se une a la marcha en defensa de la CCSS, el Estado Social de Derecho, y acceso al agua potable, este miércoles 24 de abril de 2024 a partir de las 9:00 a. m. en el Parque La Merced, en el marco del 54 aniversario de la lucha contra ALCOA.

Los asusta la mortaja blanca, pero duermen con el muerto

Dedicado con respeto y honor merecido a quienes aún están con nosotros, como para aquellos que ya partieron. A ellos en estos 54 años de ALCOA, enseñándonos aciertos y también errores cometidos. Gracias por tanta dignidad para con nuestro pueblo.

Lic. Rafael A. Ugalde Q.*

a). Elites con larga vida: Sin querer distinguirse “política” de “politiquería”, a solo dos años de las elecciones presidenciales en 2026, no faltan quienes reducen con espantosa simpleza los graves problemas de los trabajadores nacionales a una cuestión de “bipartidismo”,” izquierdas democráticas” o a un “cambio de gobierno” de turno como táctica electoralista de “quítate porque sigo yo”. Este cruel relato ofende el coeficiente normal de todos los trabajadores, no importa la preferencia partidaria, porque mete bajo la alfombra la destrucción sostenida de los más elementales valores morales y éticos que alimentaron el tejido social para llegar a la sociedad reseñada en algún momento por Juan Rafael Mora, Manuel Mora, Rafael Ángel Calderón Guardia, Monseñor Sanabria, Pepe Figueres, Rodrigo Facio, Juan Guillermo Ortiz Guier, entre una larga lista de patriotas promotores de los más nobles ideales.

Rescatándose el concepto general de “política”, como “oficio” o “acción” de participación directa de la colectividad en la profundización de la democracia y el resguardo de la “cosa pública”; y la “politiquería” como un despliegue propagandístico encaminado a defender, mantener o aumentar las prebendas o privilegios personales o de grupo, alcanzados alrededor del Estado, sus instituciones o el gobierno de turno, alejado de toda gobernanza “de”, “por” y “para” el pueblo, quedamos en uno o en otro bando.

Desde estas dos definiciones convencionales nuestro modelo de convivencia alcanzó en los últimos 40 años un innegable crecimiento macroeconómico, llegando incluso, a ser ya “Jaguar” en la región, según expresión dicha recientemente por el Jefe de Estado, Rodrigo Chaves, relegando, eso sí, relegando para otro momento, la justa distribución de riqueza entre los trabajadores.

Quiere decir lo anterior, por un lado, que desafiando todas las leyes de la economía son otros los creadores de riqueza y no los trabajadores, y por otra parte, mientras la concentración de la riqueza en pequeños grupos, con tentáculos profundos en todos lados, no tiene reversa. Así, sí perteneces aquellos con salarios de hambre y sin patrimonio familiar para pagar una intervención quirúrgica en un hospital privado, salado porque no supiste aprovechar las oportunidades dadas por esta democracia tan particular y economía en pleno auge.

Es innegable en el fondo de la contradicción apuntada que quienes están al frente de los poderes fácticos tienen sus propios relatos, cada cierto tiempo actualizados y modernizados por universidades como Oxford, Chicago o escribidores de oficio, para evadir las responsabilidades históricas en cuanto a la desaparición paulatina del “bien común”, la distribución de la riqueza entre los trabajadores y la imposición del “interés particular” como religión estatal.

La contradicción dicha está presente además en miles de expedientes judiciales esperando “justicia pronta y cumplida” – el fiscalismo impuesto por los organismos financieros y “bendecido” desde la Asamblea Legislativa en todas las últimas administraciones – tocó las bases del Poder Judicial y empuja cada vez más para que la gente tome la justicia en sus manos.

Así también la “seguridad ciudadana” pasó de ser un derecho de la ciudadanía a cargo del Estado, a un negocio privado para quienes tienen recursos. Vino después como obvia consecuencia el narcotráfico y el sicariato como empresas necesarias, metiéndonos como colectividad en una verdadera mafiacracia.

Asimismo el combate de la corrupción es cada vez más una especie de “saludo a la bandera”, ya que aprobadas los compendios de leyes para enfrentar este mal, nos encontramos una mayoría de ellas vigentes, brillantemente redactadas, pero sin colmillos y las molares con caríes, sin adecuado financiamiento para tener jueces, fiscales e investigadores especializados en el complejo fenómeno, que va más allá del lobby, la división de grupos empresariales para reportar cero renta, alcaldes que venden tierra en la milla marítima, camiones cargados de cajas de cigarrillos, licores, repuestos, electrodomésticos etc., sin pago de impuestos.

Lo cierto del caso es que mientras alguien le pone dientes a una nueva ley anticorrupción, contra el tráfico de influencia o el mismo nepotismo innegable en municipalidades y Asamblea Legislativa, el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional siempre “descubren” gastos excesivos sobre los ingresos recibidos, repitiéndose un malévolo ciclo para que todos los trabajadores y empresarios privados honestos, pagadores de sus obligaciones como corresponde a una sociedad civilizada y solidaria, subsidien a los evasores, a los contrabandistas, a los “astutos” muchachos especialistas en desfalcos y entrega de concesiones etc.

La llamada crisis del agua – solo a manera de ejemplo -nos reventó en la cara por años de improvisaciones y negligencia de esta clase minoritaria a cargo de Acueductos y Alcantarillados, quizá pensando que sería un buen negocio dejar que la entidad se cayera en pedazos y, luego, vender la institución o justificar su tercerización de servicios.

 La “burocracia dorada” instalada en lo más alto de AyA permitió en los últimos años (con la sagaz o sin mayor fiscalización de la Contraloría) elevados gastos de representación, salarios de lujo, y hasta viajes al extranjero en primera clase con novias, por aquello de sí el clima del país de llegada estaba muy frio y la chimenea muy distante para el burócrata, mientras las inversiones del Estado en acueductos y alcantarillado llegaban a cuentagotas o no habían del todo.

La chambonada de una empresa excavadora en uno de los Hatillos – rompió una tubería cuando modificaba una alameda- evidenció el estado miserable de la tubería que abastece de agua a los miles de trabajadores de esas populosas ciudadelas; mientras al otro lado de la ciudad las mansiones o los edificios de varias plantas se garantizan agua para sus enormes tanques o piscinas. ¿Quién autoriza la captación de enormes volúmenes de ese líquido para esas construcciones exclusivas, en detrimento de las mayorías? ¿O ya normalizamos esta locura?

Con base en la población que el INEC señala con servicio de alcantarillado sanitario (1.179.528 habitantes) se estimó que su caudal potencial de agua residual para tratamiento corresponde a 2.730 litros (l/s). De éstos, 414,60 l/s son captados y tratados (15,19%), el resto simplemente es recolectado en el sistema de alcantarillado sanitario y descargado en cuerpos de agua (84,81%). Este caudal captado mediante alcantarillado sanitario y tratado representa solo el 4,16% del total de aguas residuales y excretas a nivel nacional. Ver Plan de Inversión de AyA 2021-2025.

Este plan de inversiones, conociendo cómo terminan estos negocios, ya debería ser tema de discusión seria por parte de amas de casa, líderes comunales, sindicatos etc., por encima de “comunicados de prensa” y apoyos morales y obtener, en cambio, proyectos alternativos a la “solución” neoliberal de la falta de agua, sobre la justa distribución del líquido, saneamiento de ríos aledaños a la ciudad y potabilización de sus aguas etc. De lo contrario, las justas demandas de miles de mujeres y varones amenazan sean desnaturalizadas por la tradicional politiquería que no quiere educación política entre el pueblo, a fin de cuidar su chamba cada cuatro años.

A la anterior crisis del agua en todo el país se suma la creciente tendencia de convertir el preciado líquido en dólares y euros, gracias a fincas de todo tamaño dedicadas a la producción y exportación de melones, sandía, naranjas, y cuanta mercancía aparezca y sea convertible en dinero contante y sonante. La deforestación es enorme para su cometido y en algún momento la naturaleza nos pasará la factura.

Además, el crecimiento de la demanda de agua entre la población no se detiene, aparejada con la entrega de importantes fuentes a grandes empresas embotelladoras. La contaminación de los principales ríos cercanos a importantes urbes hace aún más incierto el futuro del agua en nuestro país. Por lo menos mientras no encontremos la forma de convertir un billete de cualquier denominación en ese líquido, sin el cual no vivimos.

b.) Empezamos a asustarnos con la mortaja: Un acertado “diagnóstico país” de ayer, aunque parezca paradójico, tiene hoy gran repercusión y, fue, el llamado programa “Volvamos a la tierra” (Monge Álvarez 1982- 1986). Sin duda alguna sentó las bases, para bien o para mal, del denominado “desarrollo” del país que ha inspirado a todos los gobiernos hasta el 2022, a partir del cual el Ejecutivo encabezado por Rodrigo Chaves, pareciera apostó definitivamente por el gobierno de las grandes corporaciones occidentales. Al estarse cayendo el viejo orden económico mundial, donde emergen los llamados BRICS para sacudirse de la dictadura del dólar y ejercer el comercio sin sanciones, un número considerable de oligarquías en la región cierran fila en tecnología, económica y el campo de las ciencias con la metrópoli a la que han pertenecido de corazón.

Las cifras que alcanzan los llamados países BRICS como bloque son astronómicas: en conjunto representan alrededor del 42% de la población mundial, son el 23% del PIB global, tienen el 30% del territorio del planeta y manejan el 18% del comercio internacional total.

De allí que las visitas a muchos de nuestros países de la generala del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson, como del secretario de Estado, Antony Blinken, serán más seguidas, al mismo tiempo que los monaguillos de Milei en la zona comienzan a ganar notoriedad en parlamentos, la academia y la mediática.

De hecho, ya hay voceros en la zona que claman por “revoluciones de colores” en la región, especialmente en Brasil y Colombia, dada su importancia estratégica y vínculos con la OTAN, mientras aprietan más fuerte el cuello a Cuba, Nicaragua y Venezuela, en espera de alzamientos sociales, en vista que estos escribidores o vocerías tienen el poder de definir cuando una elección es democrática, ésta o aquella sociedad tiene derechos humanos e irradia libertad de prensa.

El programa “Volvamos a la Tierra” con suma claridad declaraba las intenciones de lo que debía hacerse en Costa Rica para los siguientes gobiernos, fueran éstos liberacionistas, socialcristianos o de Acción Ciudadana surgido después- unos más que otros adaptaron postulados de ese plan- pues cuatro años resultaban pocos para resolver los miles de kilómetros de vías en mal estado, los problemas de la producción, qué hacer con la banca, la educación, la sanidad, los salarios, cooperativas, las empresas como CODESA etc.

Estado de un tubo mediante el cual abastecen de agua a trabajadores y trabajadoras de Hatillo.

Los gobiernos posteriores a 1986 “ablandaron” la conciencia de sus electores para convencerlos sobre los supuestos beneficios para el pueblo de privatizar empresas públicas, leyes sobre empleo, movilizar “voluntariamente” a miles de empleados públicos para debilitar así el Estado y fortalecer los negocios del nuevo emprendedurismo, girando éste siempre parasitariamente alrededor de los pocos bienes estatales al margen de la embestida “modernizadora” o los pocos servicios aún conservados por una debilucha y enredada administración pública.

Así, en pocos años, emerge una burguesía ligada al libre comercio, ONGS, bancos, fundaciones, centros para inversiones foráneas, servicios profesionales etc., atrincherada en el bipartidarismo, libertarios, “izquierdas democráticas” o pentecostales, entre otros, encargados a lo largo de estos 40 años de disponer a su antojo de la “res pública” y moldear las instituciones existentes a sus intereses; mientras la oligarquía tradicional, ante estas contradicciones de intereses no quiere correr ningún riesgo frente al panorama geopolítico mundial. Apuesta por el llamado “gobierno gerencial” aliado incondicional de unas cuántas multinacionales recomendadas desde la metrópoli.

Las distintas administraciones fortalecieron a los nuevos dueños de las concesiones de playas, normaron la entrega del agua con fines comerciales, dieron a sus amigos el espectro electromagnético, quebraron y compraron bancos, controlaron absolutamente el transporte remunerado de personas, descubrieron que el negocio del siglo era para unos, importar granos, mientras los otros empacaban el arroz y los frijoles, aunque ello significaba mandar al carajo la soberanía alimentaria y a los agricultores locales etc. Un número importantes de empresas del Estado estaba dentro de una enorme firma denominada Corporación de Desarrollo S.A. (CODESA) y sus filiales, que no resistieron el apetito de la nueva clase que se abría camino. (ver “Volvamos a la Tierra”; Págs. 48 “restructuración de CODESA” y 63, inciso ch “trabajadores propietarios”).

En las páginas 66 y 67 el programa se propone “modernizar” el Ministerio de Trabajo para acometer sus fines (no hablaba de aumentar el número de inspectores para que prevalecieran los derechos de los trabajadores ante la voracidad que asomaba), fomentaría, en cambio, el “sindicalismo democrático” que, años más tarde, muchos de sus líderes, propician y defienden los famosos encuentros y foros para el “diálogo social”, en búsqueda de “ajustar” y seguir abrazado al “desarrollo sostenible”. Otros, con un léxico más refinado proveniente de los socialistas europeos, planteaban un “capitalismo del bienestar” para destacar que, es posible “ajustar” los problemas en la democracia, “focalizando” los desajustes y llevando la oportuna “acción social” webberiana. Al final, propietarios de los medios de producción y vendedores de la fuerza de trabajo se ayudan mutuamente y todos somos contentera.

Ya para 2020, el gobierno de turno, abogaba por reducir la planilla del Estado en 7.000 funcionarios, recurriendo a la “movilidad laboral”, como parte de la “agenda de estabilidad financiera”, y así, a fin, de acceder a un préstamo por $ 1750 millones con el Fondo Monetario Internacional (Fuente: https://ameliarueda.com/nota/gobierno-movilidad-reducir-planilla-7000-funcionarios-noticias-costa-rica). Casi simultáneamente, se adiciona al Código Penal, el 2 de mayo de 2022, el artículo 256 bis, estableciendo: se impone pena de diez a treinta días de prisión a quien, sin autorización de las autoridades competentes impidiere, destruyere o dificultare, en alguna forma, el tránsito o el movimiento de transeúntes.

A pesar de los profundos cambios legales, políticos y económicos habidos en las últimas décadas, seguimos sin ser el “primer país desarrollado de América Latina”, esperando ser la sociedad de “propietarios y no de proletarios” y sigue la duda de si somos, efectivamente, Jaguar o Tigrillo en la región y somos el país más feliz del mundo.

c) El gran duelo a machete

Cuando el periódico “La Teja”, el 4 de abril de 2022, nos contaba que Rodrigo Chaves Arguedas, un guardaespaldas del tres veces presidente, José Figueres Ferrer, fue el padre del gobernante Rodrigo Chaves Robles, las posibilidades de un futuro gobierno de riñón verdiblanco quedaba abierto; o por el contrario, entraría en confrontación directa con una parte de la burguesía local surgida gracias a los llamados PAEs e instalada en las esferas decisorias para cumplirle las exigencias de los organismos financieros internacionales.

El primer aviso ocurrió el 31 de mayo de 2023, cuando Chaves dijo que el convenio entre la Coalición Costarricense de Iniciativa de Desarrollo (CINDE), Comex y PROCOMER había llegado a su fin . La coalición privada, que recibía fondos públicos, estaba entre nosotros desde 1982, y por ella pasaron tecnócratas destacadísimos de los partidos Liberación Nacional y la Unidad Social Cristina.

Durante 41 años, según datos dados a conocer por CINDE, hubo 181 mil empleos directos, es decir un promedio de 4.414 anuales, y unos 74 mil empleos indirectos, algo así de 1804 por año.

Casos que sacudieron a la sociedad costarricense y dados a conocer por la prensa en los últimos 30 años durante los gobiernos que se alternaron el PLN-PUSC-PAC.

Asimismo, el 20 de abril de 2023 el ministerio de educación anunció el fin del convenio Marco Cooperación MEP-FOD a partir del 6 de mayo del 2023. El poner fin a este convenio degeneró en furibundos ataques contra la Administración Chaves por diputados liberacionistas y socialcristianos en la Asamblea Legislativa.

 Francisco Antonio Pacheco, presidente de la Fundación Omar Dengo, defendió en todo momento lo que denominó el correcto uso de los fondos públicos por unos 235 mil millones de colones en los últimos años para el desarrollo del Programa Nacional de Informática Educativa en 4200 escuelas.

En este contexto, el “gobierno gerencial” de Chaves, no está contra la recolonización en que nos tienen el Banco Mundial y el Fondo Monetario, sino que, al priorizar definitivamente los intereses estadounidenses, en cuanto a la tecnología 5 G, ayudas en materia de seguridad cibernética, entre otras, impone como único patrón ideológico referencial a la sociedad y el gobierno norteamericano, en su marcha hacia la “singapurización “de Costa Rica.

La dimensión de este “pleito a machete”, producido por una burguesía que tuvo 40 años para blindar todos sus intereses con cientos de leyes, jurisprudencias, reformas y decretos, frente a la oligarquía alineada con el gobierno actual y el llamado “occidente colectivo”, que trata de salvar algo de sus 500 años de hegemonía absoluta, lo veremos en “directo” y a “todo color” cuando el Ejecutivo insista en su proyecto estrella de “Ciudad gobierno”, consistente en un complejo sistema de obras instaladas en terrenos del Estado y financiado a largo plazo por el Banco Centroamericano de Integración Económica para alojar ministerios y oficinas públicas, cuyos alquileres, según datos oficiales, dejan $600 millones (₡420.000.000.000) anuales a un reducido número de familiares dedicadas a este negocio y conectadas a la alta politiquería. No se conocen las familias beneficiadas con estos alquileres ni los partidos políticos a que están afiliados.

El otro agarrón de pelo está a la vuelta de la esquina con el proyecto de venta del Banco de Costa Rica, cuyos sectores fortalecidos desde hace 40 años, no rechazan la privatización de este activo, con excelente salud financiera, sino que ellos quieren una porción importante del pastel y éste no sea entero para las empresas preferidas por la oligarquía.

Ojalá los trabajadores y trabajadoras, no importa el partido político por el cual han votado, comprendan que estos “pleitos” que a veces trascienden, son cara y escudo de una misma moneda. A ellos corresponde construir el tejido social con reflexión a fondo y movilización social desde las comunidades, con el fin claro que son ellos los dueños de la historia, en la medida, eso sí, entiendan la política como servicio a los demás; pero sí ella no se articula con otras comunidades y movimientos populares terminarán defendiendo feudos de todo tipo y en todas partes, corriendo el riesgo que la politiquería los reviente.

Independientemente qué entendamos por “neoliberalismo”, ya sea como un “sentido común” en amplios sectores de votantes (Gustavo Petro: https://www.lasillavacia.com/silla-academica/petro-cuestiona-un-neoliberalismo-que-se-volvio-sentido-comun/); o sea conjunto de medidas económicas que favorecen la corrupción y los privilegios de las élites (Claudia Sheinbaum: https://www.excelsior.com.mx/nacional/claudia-sheinbaum-critica-neoliberalismo/1620897), subyace en todo ello la estrategia de evitar en la región la construcción de bloques populares constituidos por trabajadores organizados y articulados que den vivencia a nuestra democracia como gobierno “de”, “por” y “para” el pueblo.

Sin rebeldía con causa nos robarán lo más preciado que apareció durante la lucha de ALCOA: espíritu indomable y dignidad.

 

*Periodista, abogado y notario por la U.C.R.

ALCOA: una lectura jurídico-política

Por Arnoldo Mora

Suelo decir que un libro se compone de tres elementos básicos, que son indispensables para evaluar su importancia. Estos tres elementos son los siguientes: el autor, el contenido y el formato. Evidentemente, el más importante de los tres es el segundo, el contenido, por ser el que le confiere el mayor peso a la obra. Sin embargo, ante la opinión, ante los ojos inquisitivos del eventual lector, ante la mirada pletórica de curiosidad de quien ve la obra en un estante de una biblioteca pública o privada, o exhibido en un sitio o vitrina de venta de una librería, el factor que, para bien o para mal, goza de mayor influencia en la imaginación y motivación del lector, y en los criterios que lo inducen a evaluar a simple y primera vista una obra, es el primero: el autor; como dicen los libreros, su solo nombre vende; cuando de un autor famoso se trata, basta con leer su nombre en la portada para que el presunto lector se forje un (pre)juicio de la obra e incline su actitud al leerla; el autor es el mayor atractivo de una obra, dado el prestigio o desconocimiento que el presunto lector tenga de quien ha escrito una obra, cuya carátula deslumbra su mirada aunque ignora su contenido.

Todos estos elementos he tenido en cuenta al leer con enorme interés el libro titulado EL CONTRATO DE ALCOA, REBELIÓN Y DOMINACIÓN (EDInEXO, San José, 2022) que el Doctor Fernando Cruz Castro, ilustre jurista y actual distinguido magistrado de la Corte Suprema de Justicia de Costa Rica, publicó recientemente, pero cuyo mayor contenido es, ni más ni menos, que la versión literal de la tesis que él presentara como requisito formal en vistas a la obtención del grado académico de licenciado en la Facultado de Derecho de la Universidad de Costa Rica, en 1976. No me es necesario resaltar que el nombre del autor es ya de por sí un atractivo y una motivación de inconmensurable valor para inducir al lector a leer con detenimiento un enfoque, basado en documentos originales, sobre un evento histórico de indiscutible actualidad, en torno al cual se ha hecho correr mucha tinta en las décadas posteriores en nuestros medios intelectuales y políticos. Título y subtítulo son ya de por sí harto; de manera particular, el subtítulo no carece de un sesgo provocador. La carátula constituye un documento gráfico que evoca, tanto el acontecimiento mismo, como el retrato de algunos de sus principales inspiradores y protagonistas, tanto del pasado como del presente, de nuestra historia política.

En sí, la obra no es más que el análisis, hecho a la luz las más sólidas normas de la hermenéutica jurídica, del contrato-ley con que la clase social tradicionalmente hegemónica en la Patria que nos legara Juanito Mora, ha “legitimado” su atávico filibusterismo. Pero en este caso, el autor debe ser valorado no sólo por su brillante y patrióticamente inclaudicable trayectoria como juez, jurista y magistrado, sino también por su protagonismo en su condición de activo miembro del movimiento estudiantil generado en las aulas y correderos de la Universidad de Costa Rica, única existente entonces en el país; hablar de los eventos que se escenificaron en la ciudad capital frente a la Asamblea Legislativa en la tarde de ese memorable 26 de Abril de 1973 e, incluso, en los días que la precedieron, es para el actual magistrado Dr. Fernando Cruz, rememorar un episodio inolvidable de su propia vida y que la marcó por siempre a manera de un destino helénico; hablar de ALCOA es para el ciudadano Fernando Cruz es construir un relato autobiográfico. En todo momento el autor nos recuerda el motivo del levantamiento patriótico, protagonizado en primera línea por los estudiantes organizados en sus movimientos universitarios, como reacción libre y soberana ante el debate que la Asamblea Legislativa efectuaba en torno a la aprobación o rechazo del leonino y colonialista contrato-ley con el que el emporio minero de ALCOA, de origen canadiense, pretendía apoderarse de vastas áreas del subsuelo del Sur del país, con el fin de extraer la bauxita, de la cual se extrae el aluminio. En resumen, estamos ante una obra de indiscutible valor histórico, jurídico y político nutrida de fuentes primarias; por lo que constituye una pieza de riguroso y científico asidero legal, sobre todo constitucional, de ese malhadado contrato-ley.

Pero el autor va más allá de enfatizar el indiscutible valor histórico y actualidad del tema. El autor ve su vigencia en que la más que discutible legalidad del mismo, la conclusión que extrae el lector es que y lo refiere a, entre otros casos, a las patrióticas más recientes jornadas en contra del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos. Como se ve, esta es una obra que, no sólo ilustra la historia de un acontecimiento que rescata el papel patriótico jugado por una generación de jóvenes universitarios de la que él mismo se siente con toda razón, orgulloso, sino que constituye – y no con menor énfasis- un llamado para que las actuales y futuras generaciones se cuestionen honestamente sobre si somos realmente una nación soberana, como exige que deba serlo nuestra Constitución Política ya desde sus primeros artículos. De mi parte y a guisa de conclusión, yo señalaría que, en este mes de la Patria, debemos preguntarnos, con el corazón en la mano y la mente puesta en el futuro de nuestra Patria: ¿qué sentido tiene hoy en día la celebración del 15 de Setiembre, más a allá de colorido de los desfiles y del ruido de los tambores estudiantiles. La respuesta la estamos dando con nuestra actitud frente a los acontecimientos políticos que se suceden a diario e inundan le escenario político nacional.

Estudiar y Luchar ¡ALCOA NO!

Vladimir de la Cruz

(Prólogo del Libro “El contrato de ALCOA. Rebelión y dominación”, de Fernando Cruz Castro, publicado por Editorial Edinexo, diciembre de 1922, p. 9-33)

La década 1960-1970 fue muy importante para el desarrollo del movimiento estudiantil nacional y universitario. Se empezaba a superar en muchos aspectos las consecuencias de la Guerra Civil de 1948. Con el Gobierno de Mario Echandi Jiménez, 1958-1962, se habían abierto espacios políticos electorales, facilitando, la inscripción del Partido Acción Democrática Popular, para las elecciones de 1962, que postuló a la Presidencia de la República a Enrique Obregón Valverde, que logró llevar a la Asamblea Legislativa al periodista Julio Suñol Leal. Se arrastraba como consecuencia de la Guerra Civil la prohibición constitucional del segundo párrafo del Art. 98, que establecía la posibilidad de poner fuera de procesos electorales partidos que por sus vinculaciones internacionales atentaran contra la democracia, y por la aplicación del Decreto Ley No. 105 de la Junta de Gobierno que expresamente proscribía al Partido Comunista de Costa Rica o Vanguardia Popular como se conocía desde 1943.

Durante la década, en 1951 se fundó, el 12 de octubre, el Partido Liberación Nacional, que emergía como la fuerza política más importante, desde entonces. Gobernando desde 1953 hasta el 2014 en 9 ocasiones, de 17 gobiernos, y por ello ejerciendo el control de los espacios políticos en todo sentido. La oposición desperdigada y dividida encontró espacios para coaliciones políticas, en esos años, para infringir dos derrotas electorales a Liberación Nacional, en 1958, y luego en 1966, cuando se impulsó la Presidencia de José Joaquín Trejos Fernández, 1966-1970.

En el movimiento popular de las organizaciones sociales, el Partido Vanguardia Popular ejercía un papel importante en el movimiento sindical, ya debilitado, después de la Guerra y dividido, a inicios de la década con la Confederación de Trabajadores Costarricenses Rerum Novarum, CTCRN, que controlaba Liberación Nacional, la Confederación General de Trabajadores, CGT, que de nuevo impulsaba Vanguardia Popular actuando desde la clandestinidad, y dos corrientes de carácter socialcristiano, que en 1958 se unifican, en la Confederación de Obreros y Campesinos Cristianos, COOC, año en que también la Rerum Novarum se dividió, haciendo surgir la Confederación Costarricense de Trabajadores Democráticos, CCTD, más vinculada al Partido Liberación Nacional.

El año de 1958 se fortaleció este nivel de organización sindical al surgir también la Asociación Nacional de Empleados Públicos, ANEP, organizaciones similares en el Sistema Hospitalario Nacional y de la Caja Costarricense del Seguro Social, en el INS y en los distintos Bancos Nacionales. En el sector rural campesino el Partido Vanguardia Popular dominaba la situación, al igual que en las comunidades de barrios con sus Juntas Progresistas, y en las zonas bananeras donde también hubo nuevas organizaciones sindicales dirigidas por Liberación Nacional disputando espacio con los vanguardistas. La huelga de 1958 en ese sentido fue fundamental para la unidad de luchas en este sector.

En el movimiento estudiantil durante los años de arranque de la Universidad, con su constitución, había surgido el Consejo Estudiantil Universitario, que en los años 1941-1947 se peleaban su dirección política grupos afines al Centro de Estudios para los Problemas Nacionales y a Vanguardia Popular. Con el resultado de la Guerra Civil el control directo del movimiento estudiantil lo ejerció Liberación Nacional, sin dejar que existieran grupos estudiantiles dándoles lucha.

La Reforma Universitaria de 1956-1957, con la explosión de unidades académicas que produjo, y con desarrollo del Campus Universitario Rodrigo Facio, condujo a que en 1958 se creara la Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica, FEUCR, la que pasó a dirigir y a representar, ante los órganos académicos, al movimiento estudiantil universitario, con dirigentes claramente vinculados a Liberación Nacional.

A nivel internacional, superada la lucha antifascista y antinazi, a nivel mundial, y como resultado de la fundación de las Nacionales Unidas en 1945 y del surgimiento de varios países socialistas en Europa, junto a la lucha anticolonial en el Asia y la India, y constituido por ello un Bloque de países de orientación socialista, se produjo la llamada Guerra Fría, rompiéndose la alianza internacional antifascista que había existido y dividiéndose, desde entonces hasta 1991, el mundo en dos grandes bloques políticos, el capitalista y el socialista, y alineando alrededor de ellos los diferentes movimientos sociales y populares en todas partes del mundo.

La Guerra Fría impulsó una campaña internacional anticomunista y antisocialista, una represión de sectores políticamente de izquierda, una lucha internacional por el control de las organizaciones sociales, que estaban igualmente organizadas a nivel internacional. En América Latina siguiendo la reconstrucción europea, por parte de los Estados Unidos, se impulsó el Plan Truman en lo político fortaleciendo la parte militar de los regímenes democráticos y de las repúblicas latinoamericanas, lo que tuvo como máxima expresión, en esos años, en el desarrollo de las Bases militares en la zona de Canal de Panamá, para el entrenamiento y modernización de los ejércitos latinoamericanos, y para la política de golpes de estado y establecimiento de gobiernos militares, de dictaduras y gobiernos autoritarios; y el Plan Clayton, en lo económico, para tratar de desarrollar social y económicamente áreas agrícolas, y las zonas rurales del continente, para quitar las bases sociales a las posibles luchas insurgentes y guerrilleras, para enfrentar también las tesis de las Reformas Agrarias que la izquierda impulsaba en el continente. Se impulsó desde la Comisión Económica para la América Latina, CEPAL, y desde algunas corrientes sociológicas norteamericanas que los países latinoamericanos estaban en etapas de desarrollo para contrarrestar las políticas revolucionaras del cambio social. Revolucionario.

En el campo militar se impulsó para todo el continente el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, TIAR, y en la década de 1960-1970, al calor del impulso que tuvo, por iniciativa de los Estados Unidos, el Mercado Común Centroamericano, y frente al triunfo de la Revolución Cubana, declarada Socialista, en 1961, se impulsó el Consejo de Defensa Centroamericano, CONDECA, del cual Costa Rica formó parte en carácter observador por no tener oficialmente Ejército.

La Revolución Cubana, surgida de la lucha antibatistiana tuvo un importante papel para el continente. En los días de lucha contra la dictadura muchos sectores del país colaboraron con la guerrilla comandada por Fidel Castro. Triunfada la Revolución, y al calor de las primeras leyes importantes que se fueron promulgando, se fue dando un giro donde políticamente fue atacada y tratada de impedir o de derrocar, al tiempo que Estados Unidos, desde entonces, estableció un bloqueo diplomático y económico comercial contra Cuba. Desde Costa Rica, en el Gobierno de Francisco Orlich, se permitió la operación de contra revolucionarios cubanos que actuaban desde el Caribe costarricense. Mientras el gobierno liberacionista procedía de esa forma, reprimiendo a sectores de tradición comunistas e ilegalizando el periódico Adelante, sectores juveniles de ese Partido simpatizaban con los inicios de la Revolución, y se constituían en un ala izquierda de Liberación Nacional. En 1968 impulsaron una renovación dentro del Liberación Nacional bajo la denominación del Grupo de Patio de Agua.

La izquierda nacional alrededor de la Revolución Cubana impulsó la Sociedad de Amigos de la Revolución Cubana, SARC, alrededor de la cual se dieron nuevos niveles organizativos juveniles, como la Juventud Socialista Costarricense, JSC, el brazo juvenil y estudiantil, en ese momento, de Vanguardia Popular.

En ese período de inicios de la Revolución Cubana cada vez más estudiantes simpatizaban con el proceso político cubano. A finales de la década del 50 e inicios de la del 60 en la Universidad de Costa Rica surgieron algunos intentos de desarrollar un movimiento político estudiantil de izquierda organizado en las Escuelas de Ciencias Económicas y en la de Derecho, sin mucho éxito. Llegó a expresarse en una protesta de un pequeño grupo de estudiantes, en la explanada de la Facultad de Ingeniería, cuando el Presidente Kennedy, en su visita al país, para la reunión con los Presidentes centroamericanos, visitó la Universidad.

Los presidentes de la Federación de Estudiantes en esa década de 1960 eran en general progresistas. Carlos Pascua inició ese proceso.

El movimiento estudiantil internacional estaba organizado en dos grandes centrales, la Conferencia Internacional de Estudiantes, CIE, con sede en Holanda, a la cual la Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica, FEUCR, se había afiliado, llegando a tener allí, de Representante estudiantil, a Fernando Durán Ayanegui, y la Unión Internacional de Estudiantes, UIE. Eran los dos polos de la Guerra Fría en el movimiento estudiantil, la CIE de una manera antisocialista y la UIE con un ropaje democrático antiimperialista. En 1967 la CIE fue denunciada de recibir fondos de la Central de Inteligencia de los Estados Unidos, CIA, lo que provocó un sisma y un retiro de la FEUCR.

En el continente Cuba organizaba la Organización Continental Latinoamericana de Estudiantes, OCLAE, con la cual la FEUCR empezó a tener vínculos y relaciones estrechas. En 1966 en Cuba se produce bajo el auspicio de la revolución cubana el Cuarto Congreso Latinoamericano de Estudiantes, en el cual participa la Federación de Estudiantes que ya está vinculada al OCLAE.

La UIE junto con la Federación Mundial de la Juventud Democrática, FMJD, desarrollaba Festivales Mundiales de la Juventud. En la década del 50 jóvenes y estudiantes, estos más vinculados a Vanguardia Popular, participaron en algunos de esos Festivales.

En la década del 60 aprovechando la realización del IX Festival Mundial de la Juventud en Sofía, Bulgaria, 1968, se integró una Delegación grande de Costa Rica, y muy representativa de estudiantes, que se aprovechó para que el Presidente de la FEUCR, Jorge Gutiérrez y el dirigente estudiantil del Frente de Acción Universitaria, FAU, y dirigente de la FEUCR, Vladimir de la Cruz, gestionaran el ingreso de la FEUCR a la UIE para lo cual se desplazaron a Praga con ese propósito.

Los tiempos políticos habían cambiado. En esto se sumaba la Iglesia Católica, con su convocatoria en 1959 del II Concilio, que procuraba analizar la Iglesia en el mundo moderno. El Papa Juan XXIII refrescaba también la imagen del Papado y de la Iglesia, que adquiría un rostro más humano. Lo más importante, el cambio de la Liturgia, la realización de la Misa en los idiomas nacionales o vernáculos, el diálogo con las otras religiones y la lucha por la libertad religiosa. Los laicos empezaron a tener un papel más protagónico.

En América Latina la repercusión del Concilio se dio con el desarrollo del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño, CELAM, celebrado en Medellín, aunque había sido creado por el Papa Pio XII, el que adquirió relevancia después del Concilio, cuando la Iglesia latinoamericana empezó a tener una relación más directa y práctica con movimientos sociales y con luchas populares. De aquí surgieron una cantidad de grupos pastorales, estudiantiles y juveniles vinculados a luchas nacionales, populares, democráticas y antiimperialistas como fueron “Cristianos por el Socialismo”, “Teología de la Liberación”, “Iglesia Joven”; se reafirmaron las Juventudes Estudiantiles, Obreras y Universitarias Católicas.

En la Universidad de Costa Rica a finales de los 60s surgieron la Juventud Universitaria Católica, el Movimiento Iglesia Joven, y Cristianos por el Socialismo, Juventud Universitaria Revolucionaria Demócrata Cristiana entre otros grupos. En estos grupos cristianos había muchas mujeres participando activamente.

El movimiento estudiantil universitario tenía la vertiente liberacionista, la vanguardista, con el surgimiento del Frente de Acción Universitaria, especialmente a partir de finales de 1966 y actuando ya en la Universidad desde 1967.

En 1966 la Universidad de Costa Rica realizó su II Congreso Universitario. Para el movimiento estudiantil fue un momento especial. Se aprovechó el Congreso para que el Presidente de la FEUCR, Jorge Alfaro Monge, presentara su intervención destacando el papel del estudiantado en la época que se estaba viviendo. Bajo el título de ESTUDIAR y LUCHAR el Presidente de los estudiantes marcaba el papel de los estudiantes de la Universidad de Costa Rica, estudiar en primer lugar, no solo los alcances de sus disciplinas profesionales, sino también los problemas nacionales y, luchar. Luchar por sus reivindicaciones estudiantiles, las académicas, las universitarias, las nacionales y las internacionales que convocaban a la solidaridad con otros estudiantes y otros pueblos.

La Universidad de Costa Rica, en su Escuela de Estudios Generales hasta el año 1966, estudiaba, básicamente, como cultura universal el Siglo V a.c. En el año 1966 se impulsa una gran revolución académica que se inicia en los estudios del año 1967, cuando se empieza a analizar y estudiar el Siglo XIX, desde la grandes revoluciones que lo preceden y sus repercusiones, la Independencia de los Estados Unidos, la Revolución Francesa, la Independencia latinoamericana, las revoluciones europeas de 1820, 1830 y 1848, el romanticismo, el cooperativismo, el socialismo y el comunismo, el anarquismo, el sindicalismo, la revolución industrial y las luchas obreras, los cambios tecnológicos y científicos y el origen del imperialismo a finales de ese siglo XIX, entre muchos otros temas.

Este ambiente académico facilitó el desarrollo del Frente de Acción Universitaria, como el grupo más activo estudiantil en la discusión en aulas, en la divulgación del marxismo y del propio Manifiesto Comunista, libro de lectura en cursos de Estudios Generales; de divulgación de la Revolución Rusa, que ese año cumplía su 50 aniversario, para lo cual se organizó una Mesa Redonda con tres profesores comunistas, Dr. Rodolfo Cerdas, abogado, el Dr. Luis Burstin, médico y el Ing. Rodolfo Herrera, Decano de la Facultad de Ingeniería.

Del lado académico, impulsor de la reforma, los profesores de Filosofía Teodoro Olarte y Constantino Láscaris llevaban la iniciativa de las discusiones. La actividad de los jóvenes comunistas provocó el desarrollo del grupo estudiantil del Movimiento Costa Rica Libre, con el cual se tenían intensos debates en aula y auditorios. El Movimiento Costa Rica Libre, antes de desarrollar este grupo estudiantil, atacó fuerte y públicamente a la Universidad, por este cambio académico, lo que provocó que la Asamblea Universitaria, en junio de 1967, se pronunciara contra el fascista movimiento declarando que, en la Universidad, debería haber “más pensamiento, no menos pensamiento” y diciendo que los Departamentos, al amparo de la libertad de cátedra podían dar los programas que a nivel universitario pudieran darse y ser aprobados por los organismos administrativos y docentes correspondientes.

A partir de este año, los Estudios Generales vincularon a los estudiantes con los problemas contemporáneos y facilitó el trabajo político de la izquierda en general y, de manera particular, a los comunistas que eran el único grupo organizado en la Universidad, junto con el Movimiento Costa Rica Libre, MCRL.

Para desplegar el trabajo de agitación el FAU sacó un periódico llamado UNIDAD y, poco tiempo después, el MCRL sacó HOMBRE LIBRE, más regular el primero que el segundo. A través de “Unidad” se empezaron a agitar los principales problemas de la Universidad de los estudiantes y del país, además de que se realizaba divulgación ideológica del marxismo. Tres tareas se propuso el FAU, abrirse camino en el movimiento estudiantil, ligarse a los estudiantes en sus problemas cotidianos y universitarios y vincular los estudiantes a los problemas nacionales e internacionales.

Por ello, la consigna del FAU fue la de la FEUCR, en el II Congreso Universitario, ESTUDIAR Y LUCHAR. Las primeras luchas que se dieron fueron por más presupuesto para la Universidad, lucha que culmina en una primera fase con la marcha del 6%; la lucha por el voto directo para la elección de los dirigentes estudiantiles, que tuvo dos plebiscitos dentro de los estudiantes, ambos favorables a él, pero con resistencia en los organismos directivos de la Federación. Sin embargo, se logró. Primero se ganó la elección directa para Presidente y Vicepresidente de la Federación, como fue la elección de 1969. Para esa vez sólo podían ser candidatos los Representantes estudiantiles, lo que aún era una limitación. Después se universalizó la posibilidad de la representación como resultado de la lucha que se libraba contra la ALCOA.

Consecuencia de esta lucha cae el gobierno de Rodolfo González y Enrique Romero. Se convoca un Congreso donde un Triunvirato dirige los destinos de la Federación, y se acuerda que el candidato a la Presidencia de la FEUCR y el resto de sus puestos, podía ser cualquier estudiante, siempre y cuando fuera costarricense y del estado seglar. El triunvirato llegó hasta setiembre de 1970, cuando se lleva a cabo la primera elección democrática, abierta; elección secreta, directa y universal. Una reforma más hubo en el proceso electoral: la manera de emitir el voto. En la primera elección fue con el dedo pulgar. Para garantizar el secreto del voto se cambió, marcando con una “X” la casilla que se deseaba votar.

Otras luchas, aún permanentes, fueron residencias estudiantiles; comedores estudiantiles, más becas y mejores; becas en cursos de verano; las becas y su defensa contra el intento que hubo de sustituir las becas por créditos para financiar la educación superior, pasillos inter facultades, para guarecerse de las lluvias en el invierno, los altos precios de la sodas.

Las luchas universitarias que comprendían la defensa de los profesores, mejoramiento de sus condiciones de trabajo y de salario; por cubículos para ellos, por estabilidad laboral, entre otros temas. Se dio la lucha por obtener mayores ingresos para la Universidad, lo que luego avanzó al “6% para la U”, tratando de igualar el presupuesto de la Universidad, única universidad existente en el país, en esos años, con el de la Corte Suprema de Justicia.

A través de “Unidad”, también se orienta la actividad del FAU a unir el movimiento estudiantil en luchas concretas, a divulgar los logros de los países socialistas, a plantear el problema del imperialismo y a combatir la enseñanza libresca, menorista por una enseñanza libre y crítica, que combatiera la dominación cultural.

La participación de la izquierda comunista en la primera votación directa de 1969 fue muy sectaria. La consigna era “no vote a la derecha” en virtud de que en la parte derecha de la papeleta de los candidatos estaban los grupos reaccionarios encabezados por Rodolfo González y Enrique Romero.

Fue una campaña violenta y dejó muchas experiencias que se aprovecharon en el futuro. En 1970 y 1971, el FAU participó solo, como única fuerza de izquierda. Sin embargo, en las elecciones de 1970 hubo un grupo llamado Movimiento Universidad Joven, MUJ, que reunía a jóvenes con inquietudes y que luego pasaron a militar en el Frente Estudiantil del Pueblo, FEP, el Grupo 24 de abril que se desarrolló como resultado de la lucha contra la ALCOA, en Estudios Generales, la Juventud Universitaria Socialista, JUS, y el Movimiento Acción Revolucionaria Socialista, MARS.

Hasta aquí, el movimiento estudiantil había tenido, después de Carlos Pascua, y de Jorge Alfaro Monge, como Presidentes de la FEUCR, una profundización en su desarrollo democrático. A Jorge Alfaro Monge le siguió en la FEUCR Fernando Berrocal, en 1967, que fue enfrentado por Ana Ligia Rovira, de la Juventud Universitaria Católica, JUC, apoyada por el FAU y otros grupos estudiantiles, quien perdió por 30 votos. Fernando Berrocal creó conciencia estudiantil y formó dentro de la Federación un grupo socialdemócrata con inquietudes de izquierda que él mismo se encargó de frustrar cuando pasó a ser Gerente de la Asociación Costarricense de Gerentes, ACOGE una semana después de haber dejado la Presidencia de la Federación.

La FEUCR se sumaba a las luchas políticas. Con la presidencia de Jorge Gutiérrez, quien estaba familiarmente ligado a Joaquín Gutiérrez Mangel, razón, además de las convicciones democráticas, de Jorge Gutiérrez, que ayudaban a trabajar con él en tareas concretas de los grupos de izquierda. Bajo su gobierno se realizó una marcha hacia el Aeropuerto Internacional El Coco, así llamado entonces, y la otra en San José, para protestar por la llegada del Presidente Johnson al país. Marchas y piquetes que originaron que a él lo tuvieran preso y por lo cual, se llevó a cabo la Marcha del Silencio en 1968, para protestar contra la Agencia de Seguridad. También, al siguiente año, bajo la Presidencia de Marco Vinicio Tristán Orlich, se llevó a cabo una lucha antiimperialista importante, protestando contra la llegada de Nelson Rockefeller, protesta que fue violenta, pues a la par de los grupos que adversaban su presidencia, había grupos manifestándose en su apoyo.

En el año 1968 se recordó el 50 aniversario de la gran reforma de Córdoba una reforma Universitaria que democratizó la universidad latinoamericana.

En el año 1968 se produjo un cambio también en la Universidad. Por primera vez asistió a un acto público Manuel Mora Valverde, Jefe del Partido Comunista en esa época, que era un partido clandestino, proscrito por un decreto de la Junta de Gobierno de 1948, el Decreto 105 y por el Segundo párrafo del Artículo 98 de la Constitución de 1949 que se le aplicaba al Partido Comunista aunque expresamente no lo mencionaba, pero lo señalaban como un partido, que por sus vinculaciones internaciones, atentaba contra la democracia y no le permitieron participar en procesos electorales, lo que lo mantenía proscrito. Sobre este Segundo párrafo del artículo 98 se hizo un seminario impulsado por la Federación de Estudiantes.

Durante todos estos años, excepto en el segundo de Berrocal, desde 1966, se llevaron a cabo las Marchas de la Independencia los 14 de setiembre de cada año en la noche, con consignas antiimperialistas y patrióticas.

Con Jorge Gutiérrez se realizó un convenio de bienestar estudiantil con el Comité de Relaciones Estudiantiles y Juveniles de la URSS, contactos que se intensificaron en los años siguientes. Estudiantes rusos vinieron al país en visita oficial, invitados por la FEUCR a entrevistarse “aula por aula” con los estudiantes costarricenses, a la vez, conjuntos musicales y delegaciones científicas. Además, otros grupos estudiantiles y juveniles viajaron a la URSS y otros países socialistas.

Nacionalmente desde 1968 se intensificó una lucha, recogiendo firmas, y haciendo publicaciones, por la derogatoria del Segundo párrafo del Artículo 98 de la Constitución Política, para garantizar una real democracia electoral.

En las elecciones de 1970 y 1971, el FAU participó como el grupo más claro, más radical, de izquierda, convirtiéndose de hecho, en la segunda fuerza electoral y la primera política. En las elecciones de 1971, se trató de unir los esfuerzos de todos los sectores de izquierda en un solo frente de lucha. No fue posible, pues a la hora de discutir el programa de la Unidad con el resto de los grupos participantes, entre los que estaba el FEP, el MIJ y el Movimiento 24 de abril, no estuvieron de acuerdo porque en el programa se incorporaba la lucha contra el segundo párrafo del Artículo 98 de la Constitución. De hecho, el día de las elecciones, estos grupos participaron en la votación con el FAU, aunque no activa ni orgánicamente.

Para 1972, se logró la Unidad de grupos de Izquierda, que ya estaban trabajando en la Universidad, el FAU, la JUS, el FEP y el MIJ, éste último, dando su público apoyo al grupo electoral llamado Unidad Estudiantil de la Izquierda (UNEI) que fue un grupo electoral.

Desde 1970 los comunistas y otros grupos han tenido Secretarías de trabajo en la FEUCR. Tal vez la más importante fue la de Relaciones Públicas y de Propaganda, con la cual se dirigió el periódico de la FEUCR el “Universitario” y se creó un programa de Radio, en la Radio Universitaria llamado “Vocero Estudiantil”, que fue prácticamente cerrado por una campaña reaccionaria dirigida por el Vicerrector, Ismael Antonio Vargas Bonilla, en base a la calidad política del programa a veces demasiado sectario. No obstante, esto, fue una batalla que dio el movimiento estudiantil por tener sus propios programas sin intervención ni censura previa por parte de la Universidad. Por esta época ya había salido el periódico “Universidad” como “órgano de la opinión universitaria”, con una clara conciencia antiimperialista y democrática que también recibe los embates del Vicerrector, logrando que este órgano pasara a manos de la Escuela de Periodismo, a la sazón muy reaccionaria en sus planes de estudio y en la integración de sus profesores. Esta fue otra batalla del movimiento estudiantil, contra este traspaso y en defensa del Director de Universidad, el Dr. Manuel Formoso Herrera.

A partir de las elecciones de 1970, se desarrolla un grupo de tendencia social cristiana, inicialmente demócrata cristiana, llamado Liga de Acción Universitaria, LAU, donde se agrupará la derecha el primer año, luego la derecha se separa y forma para 1971 el grupo Participación Universitaria Activa, PUA, encabezado por el estudiante de Ingeniería Gonzalo Chacón que, posteriormente, dará formación al grupo TRABAJO formalmente, más amplio, con una máscara aparentemente independiente pero muy ligada al Partido Liberación Nacional.

Los gobiernos de Liga de Acción Universitaria, LAU, primero con Francisco Barahona Riera y luego con José Luis Valenciano, no fueron gobiernos reaccionarios. Con ellos hubo buen trabajo unitario por parte de los distintos grupos de izquierda y algunas tareas y luchas se impulsaron conjuntamente. Se puede afirmar que fueron un avance en relación con los gobiernos anteriores y particularmente, con el inmediato anterior, de Rodolfo González. Le siguieron a estos gobiernos de LAU, los del grupo TRABAJO que claramente gobiernan con posiciones derechistas en el movimiento estudiantil y mediatizadoras, tratando de despolitizar el camino andado.

La lucha más dura con TRABAJO había sido especialmente la lucha por la representación estudiantil en el Consejo Universitario, donde por disposición del Congreso Estudiantil se aprobó que al Consejo Universitario fueran los delegados estudiantiles que el Congreso nombrara y que recayeron esos puestos en Alberto Salom y Víctor Hugo Alfaro, como propietarios y Oscar Madrigal Jiménez como suplente, de la JUS, FAENA, y el FAU, respectivamente. La lucha se llevó a tal extremo que el grupo Trabajo maniobró para que la Asamblea Universitaria, convocada por Ismael Antonio Vargas Bonilla, se pronunciara en los asuntos internos del movimiento estudiantil. Así se pronunció (existiendo tres tesis) para que los delegados al Consejo Universitario fueran los entonces actuales Presidente y Vicepresidente de la FEUCR, los estudiantes Rogelio Fernández y Víctor Hugo Alfaro. La capacidad de maniobra de la derecha logró que esa discusión se llevara a cabo a fines de año, en época de exámenes finales cuando los estudiantes se aprestaban a las vacaciones.

En el nivel nacional estudiantil, la Juventud Vanguardista desarrolló el trabajo que pudo y logró dar algunas buenas luchas; a base de Frentes Amplios en los colegios del Sur, el Napoleón Quesada, el Vargas Calvo, el San José, el Anastasio Alfaro y en Puntarenas y Alajuela y, en algunos de ellos, hubo represión por la distribución de material sobre la guerra de Viet Nam.

Ese año de 1967 se lleva a cabo un Seminario de capacitación de liderazgo en junio, para preparar cuadros estudiantiles y trazar algunas directrices generales sobre el trabajo en los colegios. Ese año, también, se trató de fundar con algún éxito la Unión Nacional de Gobiernos Estudiantiles y Nocturnos, UNGEN, al igual que se funda la Juventud Estudiantil Católica, JEC, y, por otro lado, el 16 de junio, en contraposición con la UNGEN se impulsó la creación de la Federación de Estudiantes de Enseñanza Media, FEEM, que agrupaba esencialmente, a colegios particulares con algunos oficiales. La Directiva estaba formada por tres estudiantes de colegios particulares y por tres de oficiales. Los colegios particulares obtuvieron la Presidencia de la FEEM además de que eran colegios de San José, y los otros colegios directivos oficiales eran de Provincias, unos alejados de los otros. La asesoría de esta Federación correspondió al padre Bruno Midilli, del Colegio Saint Francis. Por ello, la Juventud Vanguardista se trazó la línea de crear una Federación de Estudiantes de Secundaria, FES, sin ningún éxito, labor que se había impulsado con el Comité Estudiantil del Conservatorio Castella. Esta base estudiantil fue importante en las luchas de ALCOA.

En el año 1967 la FEUCR participa por primera vez en primeros de mayo junto a los trabajadores y las reinas Universitarias que en esa época se escogían se pronuncian sobre problemas nacionales, contra la Guerra en Vietnam, sobre los problemas del día en Costa Rica, no eran solo reinas por su belleza sino también por su inteligencia, por el compromiso de lucha con los estudiantes.

En el plano internacional esos años finales de la década de 1960 fueron de intensa solidaridad con los estudiantes latinoamericanos, con los mexicanos por los sucesos de Tlatelolco, con los estudiantes norteamericanos en su lucha contra la guerra en Vietnam, de solidaridad con Angela Davis, con Casius Clay, con las luchas de los estudiantes franceses y alemanes particularmente, de 1968. En el año 1967 fueron importantes los actos de solidaridad con la guerrilla del Che en Bolivia; luego por su muerte. La lucha de solidaridad con el pueblo vietnamita, en su lucha defensiva contra los Estados Unidos, también fue importante.

A esta lucha se sumó de manera particular la lucha contra la aprobación del Contrato Ley con la Aluminium Company of America, ALCOA. Esta lucha la traía el Partido Vanguardia Popular desde principios de la década del 60 que denunciaba la lesividad del Contrato Ley afectando los intereses del país. El Ing. Fernando Chaves Molina, comunista, había sintetizado una década de denuncia y lucha contra la ALCOA, en un folleto “La ALCOA, un matapalo” que fue muy útil en su información y valoraciones.

En el año de 1969 el Gobierno de José Joaquín Trejos Fernández, asume el compromiso de impulsar la aprobación de ese contrato. Por tal motivo en el Congreso de la FEUCR, realizado en marzo, se acuerda estudiar a fondo ese Contrato y oponerse al mismo.

La FEUCR impulsada por los grupos políticos y su Comisión de Asuntos Nacionales, convoca a un seminario universitario donde se discute el mencionado contrato. Allí la FEUCR madura su posición y sale resuelta a dar la batalla contra las disposiciones del Contrato y el entreguismo del Gobierno, contrato que por la naturaleza debía ser discutido en la Asamblea Legislativa.

En esta Comisión estaba el entonces estudiante de Derecho Fernando Cruz Castro que fue quien llevó a cabo la investigación más importante, en ese momento, por el movimiento estudiantil, para estudiar los principales aspectos primordiales del contrato con la ALCOA, que fue después parte de su tesis de licenciatura en Derecho, que ahora se publica.

La FEUCR se vuelca sobre los colegios de secundaria a movilizarlos, a hacer conciencia de lo lesivo para los intereses del país que resulta el mencionado contrato.

Por otra parte, se había desarrollado, dentro de los profesores, una corriente importante que adversaba públicamente el Contrato. Confluyó una circunstancia especial y es que acababa de pasar el proceso electoral 1969-1970, donde el Partido Comunista, a través del PASO había participado y electo dos diputados, a Manuel Mora Valverde y a Marcial Aguiluz Orellana, a pesar de que ese mismo año habían puesto fuera de la Ley otra opción que el Partido Vanguardia Popular había intentado inscribir, el Bloque de Obreros, Campesinos e Intelectuales. Por ello, era necesario que el Contrato se discutiera en esa Legislatura, al del 1969-1970, y no en la entrante lo que era muy fácil, al gobierno saliente, endosarle, la discusión de este problema, al nuevo gobierno de José Figueres. No obstante, hubo algún temor de la presencia de los comunistas en la discusión del Contrato. Por su parte Figueres desde España llamaba a aprobar al Contrato. Ello no impidió que algunos diputados adversaran fuertemente el Contrato, convirtiéndose su discusión en un problema cotidiano de varios meses, los anteriores a la discusión, donde la FEUCR impulsó una gran actividad de masas junto a las organizaciones estudiantiles, concientizando sobre el mismo. En los días inmediatos de la discusión legislativa sobre el Contrato, los propios diputados que adversaban el Contrato salieron a buscar apoyo de los estudiantes secundarios, visitando colegios, para movilizarlos a la Asamblea a que lo repudiaran.

La oposición al Contrato en el interior de la Asamblea Legislativa fue muy importante y clave en la lucha y en la movilización popular que se logró. Sin esa oposición hubiera sido más difícil realizar esa jornada patriótica.

El gobierno trató de maniobrar con la discusión del Contrato en las Sesiones Extraordinarias de la Asamblea Legislativa que se llevaba a cabo desde diciembre hasta abril, cuando en la práctica el movimiento estudiantil estaba en su fase de vacaciones, y pensaron, quizá, que no se movilizarían. Sin embargo, la FEUCR y los grupos estudiantiles tomaron la decisión de mantener un piquete permanente en los predios legislativos, que incluyó tiendas de campaña para estar allí constantemente a partir de enero, piquete cotidianamente provocado por la policía y los organismos represivos del Estado.

En esta época los periódicos más importantes del país eran La Nación, La Prensa Libre, La República, La Hora en la que se hacían distintos pronunciamientos en campos pagados a favor o en contra de la ALCOA. Había una prensa alternativa de izquierda, el periódico Libertad que venía circulando desde el año 1963 que era uno de los vehículos más importantes para divulgar noticias sobre la ALCOA aunque no las concentraba mucho, el periódico de la Federación de Estudiantes, El Universitario, y estaba el periódico del Frente de Acción Universitaria que se llamaba Unidad.

Las marchas se intensificaban a como avanzaban los días de la discusión y se acababa el plazo legislativo, lo que culmina el 24 de abril de 1970 cuando se aprobó en su tercer debate el Contrato, provocando la ira y la furia estudiantil, que arremetió contra el edifico legislativo, desarrollándose una lucha callejera con la policía que tuvo alrededor de 300 estudiantes detenidos, no todos de la lucha contra la ALCOA, porque la policía a diestra y siniestra empezó a detener a todo estudiante que llevara su uniforme, aunque no hubiera participado en las marchas o estuviera en la Asamblea Legislativa esa tarde.

Las vacaciones no fueron ningún impedimento de movilización ni organización. Al contrario permitieron preparar las luchas que se agudizarían con la discusión del Contrato en marzo y abril.

Un grupo pequeño de diputados, entre ellos Fernando Volio Jiménez, Rodrigo Carazo Odio, Jorge Luis Villanueva Badilla, Armando Arauz se convertían en aliados naturales de todo este torrente popular y en sus voceros parlamentarios. En la calle, entre muchos destacaron con su verbo agitador, el propio 24 de abril, el Lic. Chacón Jinesta y el Padre Benjamín Núñez.

Al filo de la noche, al aprobarse el Contrato, la protesta acumulada no se pudo contener. Los estudiantes apedrearon el edificio legislativo, las calles de la capital se convirtieron en campo de batalla; el enfrentamiento con las fuerzas policiales fue inevitable.

EL carácter de la lucha, la lucha misma y las generalidades de la lucha, permiten afirmar que ésta fue la primera gran incorporación de los estudiantes costarricenses, a una lucha antiimperialista de ámbito nacional.

La situación internacional de los movimientos estudiantiles no tuvo nada que ver con la lucha que llevaron a cabo los estudiantes universitarios en esos días de ALCOA. Esta fue una lucha propia, del estudiantado costarricense, de su juventud y del pueblo que también se sumó en protesta contra la aprobación del Contrato con la ALCOA.

El movimiento estudiantil se movilizaba en esos días por aspectos patrióticos, en defensa de la patria, en defensa de la soberanía nacional.

La lucha de ALCOA, era una lucha pura, descontaminada de los elementos internacionales de lucha juvenil y estudiantil. Fue una lucha muy nacional, muy unitaria, muy patriótica; muy en defensa de la soberanía nacional, rescatando la identidad nacional, rescatando elementos que en esa época no se visualizaban como los problemas ecológicos.

El Contrato que fue aprobado no fue realizado. El triunfo político logrado de esa gesta patriótica se plasmó primero, en la tesis de Graduación de Derecho de Fernando Cruz Castro y, segundo, en que la figura del Contrato Ley fue eliminada de nuestra legislación.

Fernando Cruz Castro era dirigente estudiantil de la Asociación de Estudiantes de Derecho y de la Federación de Estudiantes. Este fue el efecto político jurídico más importante de esa lucha.

Fernando Cruz Castro, hoy Doctor en Derecho, Ex Presidente de la Corte Suprema de Justicia, de grandes méritos personales y jurídicos, vivió esa Universidad intensamente. Ingresó siendo muy joven, a los 16 años, en 1966, cuando el movimiento estudiantil lanzaba su grito: ESTUDIAR y LUCHAR, banderas que inmediatamente le cobijaron durante sus años de estudio y militancia estudiantil.

Si le dedicó la tesis a “a todos los hombres y mujeres que han convertido en acción sus ideales, testimonios vivientes de sus ambiciones espirituales”, él era su expresión viviente de ese postulado.

Graduado no dejó la Universidad que lo había formado. Se desempeñó como Docente de la Facultad de Derecho, siendo un gran Maestro y ejemplo para sus estudiantes y colegas.

En el Poder Judicial, donde laboró brillantemente como Fiscal, Juez y Magistrado, mantuvo en alto las banderas de la independencia, la probidad, la honestidad; de gran jurista, con valor a toda prueba. La sinceridad, la autenticidad, la pasión por la Justicia y su responsabilidad ante sus actos son sus mejores tesoros.

Para quienes lo conocemos, desde aquellos años de Estudio y de Lucha, del movimiento estudiantil, y de las aulas universitarias, también le valoramos como una buena persona.

El trabajo de Graduación, ahora publicado, y en manos del lector, es parte de la reconstrucción de la Memoria Histórica Nacional tan necesaria de salvaguardar para el país, y las distintas generaciones de costarricenses. Es un análisis detallado del Contrato con la ALCOA, de las tesis que se movieron a favor y en contra, de la misma figura jurídica del Contrato ley y de los elementos que se movieron alrededor de esta discusión nacionales en los medios de comunicación que tomaban posiciones definidas y el impacto que ellas podían tener.

Sin lugar a dudas, la lucha contra la ALCOA, contra el Combo del ICE en el 2000 y contra el TLC-RD-USA en el 2006 y 2007 son gestas nacionales que han marcado la conciencia nacional de una manera indeleble.

ALCOA, Combo del ICE, TLC y Jornadas 4-3

Vladimir de la Cruz

En las grandes luchas políticas, sociales y populares que se han dado, en estos últimos 50 años, desde 1970, tenemos tres grandes eventos, que han contado con grandes movilizaciones populares, estudiantiles, de trabajadores y, en el TLC, de sectores productivos y empresariales.

Estas tres grandes luchas fueron las movilizaciones estudiantiles y populares contra la aprobación del Contrato Ley de la ALCOA, que culminaron en abril de 1970, las movilizaciones que se dieron contra el llamado Combo del ICE, un conjunto de varias leyes que se aprobaron en los días de la Semana Santa del 2000, y la discusión nacional que impuso la discusión del llamado Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, que se agregó al llamado Tratado de Centroamérica, y República Dominicana que se integró seis meses después de haberse aprobado, luchas que empezaron a darse en el 2006 y culminaron con la votación del Referendo en octubre del 2007.

En las tres luchas estuve activamente vinculado. De ellas extraigo las siguientes experiencias. En la primera, la de ALCOA, como uno de los dirigentes estudiantiles de la huelga; en la del Combo del ICE, como dirigente en ese momento, y asesor parlamentario, de la fracción legislativa de Fuerza Democrática, y en la del TLC como ciudadano interesado en esa discusión nacional.

En estas tres luchas había, en primer lugar, un grupo organizado de agitación, de debate, de discusión del Proyecto de Ley de la ALCOA, de las leyes que constituían el Combo del ICE y del texto del TLC.

Estos grupos organizados eran, en la lucha de la ALCOA las organizaciones políticas estudiantiles universitarias, el Frente de Acción Universitaria, que en la práctica era la que había iniciado esa lucha en la Universidad, que la llevó al Congreso de la Federación de Estudiantes de marzo de 1969, cuando la FEUCR, asumió un papel activo integrando la Comisión que estudió el Proyecto de Ley de la ALCOA. A ello se sumó en la proyección, de este debate y lucha, el movimiento estudiantil de secundaria, visitando colegios y agitando en contra de la ALCOA, y los estudiantes de ingreso universitario en 1970, en Estudios Generales, donde se desarrollaron organizaciones estudiantiles que sumaron de modo muy importante su participación, organización y agitación.

Elemento clave fue que aun cuando el Gobierno de José Joaquín Trejos Fernández envió a las sesiones legislativas extraordinarias, de diciembre de 1969 a abril de 1970, la discusión, aprovechando las vacaciones estudiantiles, el movimiento estudiantil universitario se mantuvo en la lucha con un piquete permanente en los predios y jardines legislativos. En esos días no existían los muros que después le hicieron al edificio para evitar que de nuevo se volvieran a repetir piquetes permanentes en los jardines legislativos. Era tiempo de elecciones nacionales que se resolvían en febrero de 1970, las que ganó José Figueres Ferrer, quien desde España enviaba apoyo a favor del Contrato de la ALCOA.

Importante fue la lucha regional en Pérez Zeledón y los otros grupos estudiantiles de la juventud liberacionista, los estudiantes cristianos en sus diversas organizaciones que tenían en la UCR. Esto era un elemento importante, porque se requería un gran debate nacional, una discusión política y legal de los proyectos. La discusión y el debate eran clave para desarrollar un estado de conciencia, y una toma de conciencia que permitiera impulsar la lucha.

En segundo lugar, a la par de la agitación se daba un gran nivel de movilización de los estudiantes, alrededor de la lucha en particular y en torno a las organizaciones juveniles y estudiantiles que existían. La lucha alcanzó a algunos importantes colegios privados, de los cuales sus estudiantes se sumaron apoyando la lucha.

En tercer lugar, un papel importante lo desempeñó el fortalecimiento de las organizaciones estudiantiles, universitarias y de secundaria, que se involucraron en la lucha.

En cuarto lugar, fue clave el papel que en la Asamblea Legislativa mantenían los 10 diputados que se oponían al Contrato de la ALCOA. Ese bastión de diputados fue importante porque la lucha de calle se orientaba a ir a apoyar a los diputados en su debate parlamentario, en su oposición legislativa. Algunos de esos diputados, como Rodrigo Carazo Odio, se vincularon estrechamente a las organizaciones estudiantiles en las visitas a colegios para informar y contribuir a agitar la conciencia estudiantil. Los diputados opositores se convertían en la palanca contra el Contrato de la ALCOA.

En el caso del Combo del ICE se dieron igualmente estos elementos. La existencia de organizaciones sindicales, especialmente las tres del ICE, que llevaban el peso de la lucha y de la movilización. Las organizaciones estudiantiles y universitarias que también se sumaron a esa lucha, así como organizaciones populares amenazadas de la privatización del ICE y el efecto e impacto nacional que ello tendría.

Como en la lucha contra la ALCOA, en la Asamblea Legislativa jugaron un papel muy importante los tres diputados de Fuerza Democrática, José Manuel Núñez, José Merino y Célimo Guido, que fueron la palanca parlamentaria contra la aprobación del llamado Combo del ICE. Los diputados eran el vértice y el punto de llegada de los manifestantes a la Asamblea Legislativa. En todo el territorio nacional las organizaciones sindicales del ICE, que estaban por toda la geografía patria, llevaron la batuta de esas luchas, paros, huelgas, bloqueos de calles y movilizaciones regionales.

El Combo se aprobó en la Semana Santa del año 2000, un jueves santo a las 11 de la noche. Igual que en la ALCOA se suspendió el trabajo legislativo con el ánimo de desmovilizar. En el caso del Combo no funcionó la desmovilización. Se mantuvo la lucha por tres semanas más de manera intensiva y creciendo en todo el país.

El paro nacional se hacía sentir y el gobierno de Miguel Angel Rodríguez, de manera inteligente, aceptó la situación.

Para finalizar esta lucha se integró una Comisión extraparlamentaria que buscó la salida final, integrada por las vicepresidencias de la República, diputados y representantes de las organizaciones en lucha, que se encargó, en cierta manera de desmantelar lo que la Asamblea Legislativa había aprobado, logrando con éxito, en ese momento, la no privatización del ICE como se planeaba.

De no haberse integrado esa Comisión, y el movimiento hubiera seguido creciendo, probablemente el gobierno de Miguel Angel Rodríguez hubiera entrado en una gran crisis política nacional y gubernativa, insospechada y desconocida en el país hasta ese momento, lo que no sucedió.

En el caso de la aprobación del TLC, con Estados Unidos, el gobierno de Abel Pacheco de la Espriella lo había aprobado en diciembre del año 2004. No lo envió a la Asamblea Legislativa para su trámite parlamentario, porque el año 2005 era año electoral y obviamente los grupos políticos que estaban a favor del Tratado entendían que en año electoral no debía discutirse en la Asamblea Legislativa.

Así, Abel Pacheco lo introdujo para discusión parlamentaria en diciembre del 2005, que era un período electoral nacional, en el cual la Asamblea Legislativa se encontraba en receso parlamentario por el fin de año y por las elecciones de febrero del 2006.

Pasadas las elecciones, en las que triunfó apretadamente Oscar Arias Sánchez, en febrero débilmente se empezó a conocer el trámite del Tratado, con diputados que dejaban de serlo el 1 de mayo. Ottón Solís, su principal contrincante electoral en esa elección, y su partido Acción Ciudadana, estaban en contra del Tratado, de una manera extraña. Ottón sostenía la tesis de que le dieran los votos para triunfar y una vez ganador impugnaría el Tratado, lo que exigía para ese procedimiento que primero se aprobara.

El Tratado de Libre Comercio generó una división nacional amplia, de sectores estudiantiles, populares, de productores y empresarios afectados por el Tratado. Con una oposición parlamentaria, en la que también estaba el diputado José Merino, con su recién fundado partido Frente Amplio, estaba constituida la palanca de freno de ese Tratado.

En la lucha contra el tratado, que parlamentariamente se extendía, el exdiputado José Miguel Corrales accionó ante el Tribunal Supremo de Elecciones para convocar un Referéndum de consulta, que el Tribunal aprobó en su convocatoria. En esa circunstancia, que atrasaría su debate y aprobación por lo menos 10 meses más, mientras se recogían las firmas de convocatoria del Referéndum, el Presidente Oscar Arias acudió al expediente de convocar el Referéndum, por iniciativa presidencial, y dejar sin efecto la convocatoria que promovía José Miguel Corrales, y evitarse así el atraso de la recogida de firmas, y ganar tiempo para la gestión de su gobierno. Así se realizó el Referéndum de octubre del 2007 en el cual por un porcentaje muy bajo se validó el Tratado, que siguió el trámite legislativo de aprobación.

En todas estas luchas hubo agitación y debates intensos de los temas parlamentarios, organizaciones estudiantiles, sindicales, y populares en lucha, movilizaciones a la Asamblea Legislativa apoyando a los diputados opositores que eran las palancas de los grupos populares, resistentes a estos Proyectos de Ley.

Hoy los sectores sociales, todos los trabajadores, los sindicatos y los mismos estudiantes, se afectan en la posibilidad de aprobación de la discusión del Proyecto de Ley de las Jornadas 4-3 con la que se pretende establecer la jornada de trabajo de 12 horas diarias de manera legal, aunque no constitucional.

La jornada afectará especialmente al sector privado de los trabajadores que alcanza a más del 90% de todos los trabajadores del país. Los defensores de la jornada de 12 horas sostienen que solo alcanza a un 10% de la mano de obra nacional, a unos 200.000 trabajadores del sector privado, especialmente el que está en zonas francas.

La campaña orientada a que no afectará al sector público es para debilitar la resistencia nacional organizada de estos sindicatos, para sacarlos de la discusión, presión, organización y movilización lo que está sucediendo, y para que no se constituyan en la palanca principal de lucha, lo que no está ocurriendo.

De hecho, los sindicatos están desdibujados en esta lucha. No pasan algunos de sus dirigentes, principalmente, de hacer algunas declaraciones y manifestaciones en redes sociales. Algunos sindicatos públicos, sin entender cuál es el problema principal, como lo es la discusión de las jornadas de 12 horas, se distraen y entretienen en asuntos internos de sus instituciones, como son los sindicatos de la CCSS. Cierto es que el sindicalismo en el sector privado casi ni existe pero, en su ausencia, los sindicatos públicos pueden asumir la conciencia de esos trabajadores, y el impulso de sus luchas para tratar de detener la aprobación de la jornada de 12 horas diarias de trabajo. Lo que afecta negativamente a un grupo de trabajadores afecta a todos en materia de jornadas de trabajo.

No hay movilizaciones sociales a la Asamblea Legislativa para apoyar a los diputados opositores a esta jornada, de manera particular a los diputados del Frente Amplio, que son la principal palanca de freno parlamentario. Equivocadamente, quizá por prejuicio político, no se convoca a apoyar a estos diputados, pero son los que están defendiendo a los trabajadores y requieren apoyo popular, de movilizaciones y de presión en la Asamblea Legislativa.

Todos los diputados, los de los otros partidos están comprometidos con la jornada de trabajo de 12 horas diarias. No hay ataques ni cuestionamientos públicos a esos otros diputados, y sus partidos, con nombres y apellidos, como defensores de los esclavistas laborales modernos. Ya estamos, a seis meses, del inicio de la campaña electoral municipal. La lucha contra los partidos que apoyan la jornada de 12 horas hay que llevarla a la lucha municipal para que por esos partidos los ciudadanos no voten.

El movimiento estudiantil está ausente en esta lucha sin entender que ellos, los estudiantes, como fuerza de trabajo o laboral futura, se enfrentarán de hecho al sometimiento de estas jornadas de 12 horas diarias. Recientemente, en Francia, los estudiantes junto a los trabajadores se han movilizado contra las leyes de pensiones que quieren alargar el plazo de jubilación, porque a ellos también los afectará en su futuro laboral. Igual es aquí, donde también quieren alargar el plazo de jubilación en tres años más, y donde están congelando el salario de los futuros trabajadores.

En nuestro país, pareciera que el movimiento estudiantil organizado ha desaparecido del escenario político nacional. No tienen ninguna presencia. Ni se siente en el interior de las universidades públicas. Sus dirigentes son muy desconocidos y como figuras políticas son ignorados, opacos y sin ninguna presencia en el debate de los temas nacionales. Al interior de las universidades son débiles como dirigencia estudiantil. Organizaciones políticas estudiantiles universitarias importantes, más allá de las oficiales, no se conocen ni se ven en las universidades.

La agitación y el debate en contra de la jornada de 12 horas diarias no se siente. En cierta forma pública es inexistente. Algunos comentaristas y analistas de la situación nacional hemos asumido esta tarea, pero somos casi simbólicos, aislados. Las posiciones en contra de la jornada de 12 horas diarias los sindicatos ni siquiera las reproducen al interior de los mismos y hacia sus afiliados.

Los sindicatos, como organizaciones supuestamente defensoras de los intereses de los trabajadores, ni siquiera se movilizan a apoyar a los diputados que están en contra de este proyecto, ni se hacen piquetes en la Asamblea Legislativa aunque sean simbólicos pero permanentes.

Las barras del público en la Asamblea Legislativa, ante la prensa nacional que sigue el debate parlamentario, están literalmente vacías e inexistentes, como noticia, para el público informado por los medios de comunicación.

Pareciera que a los sindicatos y a las organizaciones de trabajadores se los come el prejuicio de ir apoyar a esos diputados opositores. Pareciera que el gobierno los tuviera intimidados y mediatizados de alguna forma. Por su parte, esa fracción parlamentaria tampoco ha promovido este debate fuera del recinto parlamentario, o en el Salón de Jefes de Estado y Presidentes, que no podrían negárselo para hacer estos eventos en su apoyo y de información sobre el curso del debate parlamentario.

Un elemento importante, de discusión, es la inexistencia hoy de organizaciones políticas partidarias, de izquierda, al estilo de las que existían durante el período de la Guerra Fría. Algunas de las que existen son muy sectarias en sus planteamientos y reducidas en su ámbito de acción. La ausencia de una izquierda política bien cimentada ante la opinión pública ha hecho que la lucha sindical carezca de rumbo político, de orientación política, y de fortalecimiento político de los sindicatos. Las cámaras empresariales, al contrario, tienen bien definido este papel.

Algunos abogados laboralistas que trabajan para los sindicatos juegan su papel. La Asociación de Abogados Laboralistas, donde puede haber patronalistas y sindicalistas, ni siquiera provocan mesas redondas, ni debates de ningún tipo. La Asamblea Legislativa no se ha convertido en un escenario extra parlamentario, para que en su Salón de Jefes de Estado y Presidentes de la República, se hagan debates, mesas redondas y conferencias en torno a todo lo que afecta y alcanza este proyecto de ley de las 12 horas de trabajo diarias.

Las organizaciones de mujeres de todo tipo deberían estar en la lucha contra esta jornada, que va a afectar más a las mujeres trabajadoras, les va a intensificar más sus dobles y triples jornadas. En el país antes de la pandemia había 750.000 mujeres trabajando, como parte de la Población Económicamente Activa. De ellas 350.000 estaban consideradas cabeza de familias, principal ingreso económico de sus hogares, aun cuando tuvieran esposo o compañero. La Pandemia produjo una desocupación aumentada a la existente, en ese momento, en 400.000 trabajadores más, afectando mujeres. Al terminar su gobierno Carlos Alvarado dijo que esa masa de trabajadores desocupados se había reducido en 200.000 trabajadores, pero quedaban a saldo 200.000 que la pandemia los había dejado cesantes, más los 200.000 ya existentes. Esta masa real, de 400.000 desempleados, forman parte de los trabajadores informales que han aumentado casi al 60%, y forman parte de cualquier aumento de la inseguridad ciudadana que pueda asociarse a no tener trabajo o empleo estable y remunerado. Los índices del desempleo nacional son engañosos porque ocultan a los trabajadores que dejaron de buscar trabajo, que forman parte de la informalidad y de la masa social que la pellejea en ver cómo sobrevive. La pandemia dejó sin escolaridad a 120.000 estudiantes, que siguen sin estudio y, probablemente, forman parte de esta informalidad laboral existente.

Los colegios profesionales de Médicos, de Sicólogos y de Trabajadores Sociales están ausentes del debate de la jornada de trabajo de 12 horas diarias, como si esta jornada no fuera a afectar a cada persona, a cada trabajador o trabajadora, que se acoja o le impongan esta jornada, con relación al estrés que pueda ocasionar, a incrementar los accidentes de trabajo que se van a producir, a afectar las relaciones familiares y matrimoniales, a aumentar la violencia intrafamiliar, que pareciera que ya está dando frutos violentos, al abandono real y efectivo de los niños cuyos padres se sometan a estas jornadas, al debilitamiento de sus estudios y tareas escolares, sumado al costo de vida, de la canasta básica, del congelamiento de salarios y pensiones, del incremento constante de los costos de los servicios públicos que los trabajadores deben pagar de sus escuálidos y estrechos salarios.

Agitación, debate, movilización y organización alrededor de la lucha contra las jornadas de trabajo esclavistas hace falta, en estos días finales del debate al que quieren llevar a los diputados, como reses al matadero, en la discusión parlamentaria en las que les están imponiendo su votación forzada. Pero, también, sin esos elementos de lucha a los trabajadores ya los tienen camino al balazo en la nuca del matadero parlamentario.

 

Compartido con SURCOS por el autor.

A 53 años de ALCOA: ¿Cuáles son las amenazas a la protesta estudiantil latinoamericana y caribeña?

Observatorio de Bienes Comunes

Aprovechamos este aniversario de las protestas en Costa Rica contra la extracción de bauxita por parte de la Aluminum Company of America (Alcoa) en Peréz Zeledón, dónde el estudiantado tuve un papel protagónico, por esta razón creemos importante reflexionar sobre ¿cómo se encuentra la protesta social despúes de 53 años?

En el 2021 CLADE publicó el informe “Criminalización y violación a los derechos humanos de estudiantes en América Latina y el Caribe. Reflexiones a partir de los casos de estudiantes secundarios y universitarios en Chile, Colombia, Nicaragua y Honduras”, gracias al cual compartirmos algunas de las tendencias regionales que están presentes en América Latina y el Caribe.

Les invitamos a reflexionar sobre ¿Qué papel tiene las manifestaciones de protesta en nuestras sociedades?  ¿Qué está pasando con el derecho a la protesta social? ¿Cuales son los riesgos que estamos enfretando?

Les compartirmos esta infografía para provocar la reflexión sobre el contexto que enfrenta la protesta social para nuestros procesos organizativos.

Pueden descargar el informe aquí.

Para más información sobre los 53 años de ALCOA pueden ver la nota publicada en UCR: «24 de abril: Día del Movimiento Estudiantil Costarricense Alcoa: el despertar de la juventud nacional».

Imagen tomada de: Vida UCR (2023) Alcoa: el despertar de la juventud nacional. Dirección: https://www.ucr.ac.cr/noticias/2023/4/24/alcoa-el-despertar-de-la-juventud-nacional.html

Concierto “Autonomía sin permiso”

SURCOS comparte la siguiente información:

El próximo viernes 29 de abril a partir de las 2:00 pm, en conmemoración de la semana universitaria, se realizará un concierto frente al local del FECOU (Edificio Saprissa, UCR).

Nos organizamos y accionamos sin pedir permiso, para visibilizar las resistencias populares que se están dando en nuestros territorios, conmemorar la lucha contra ALCOA y reivindicar que las calles son nuestras, desde ahí construimos y resistimos con digna rabia y alegría. Vamos a tener presentaciones de artistas solidaries con las luchas socioambientales, que aportan desde sus trincheras arte en resistencia. 

Artistas invitadxs:

  • NNN
  • Agua e’ pipa
  • Sathumi
  • Fabi Comadrona
  • Diana Avellán
  • Azilvestradx
  • Mir
  • Emci Jota
  • Guará
  • Primitivo
  • Nessa Emce
  • Rapmifero 
  • La Yule Pelirouge
  • Metafórico 
  • Juana MK
  • Vandálica
  • y otres….  

¡Las calles son nuestras!

¡Arte en resistencia!

¡Ecologismo autónomo contra toda forma de opresión!

¡Otros mundos son posibles!

Para más información https://www.instagram.com/p/Cc0p7TROvJU/?igshid=YmMyMTA2M2Y=

El contrato de ALCOA- cincuenta y un años de una protesta que no ha perdido vigencia

Fernando Cruz Castro*

La protesta del veinticuatro de abril de 1970 es sólo la manifestación visible de un malestar que siempre requiere algo más que la rebelión ciudadana, en este caso, existían razones importantes para objetar el Contrato Ley. Los argumentos que fundaban el criterio de los opositores, siguen resonando en el escenario de la historia, que no debe archivarse, que no debe olvidarse. El 24 de abril de 1970 se produjo una violenta protesta por la aprobación del contrato ley con la transnacional Alcoa. El Contrato Ley era una expresión genuina de la asimetría que existe entre el norte y el sur, para decirlo de alguna manera. Se aprobaba una ley especial para establecer un régimen de privilegio entre la empresa y el Estado. Doce diputados votaron en contra del contrato, entre ellos, don Rodrigo Carazo, don Armando Arauz, don Fernando Volio, don Jorge Luis Villanueva y otros siete diputados disidentes. Dato interesante, porque la disidencia dentro de las fracciones parlamentarias, casi ha desaparecido. Los contratos leyes tuvieron vigencia en Costa Rica hasta mediados de la década del setenta del siglo pasado, en que se reformó la Constitución. Hay algunas similitudes entre esos contratos y los tratados de Libre Comercio, contienen regímenes de privilegio, imponen restricciones al poder del Estado y le dan un trato privilegiado al inversionista.

En muchos casos el formato jurídico ignora la desigualdad entre las partes, algo que parece obvio, pero que se invisibiliza. Es cierto que el contrato ley, fue derogado, pero la esencia de su contenido, aparece ahora con otros formatos, especialmente en el régimen de exoneraciones, que se extienden como manchas de aceite. La Constitución establece la obligación, para todos, de contribuir a los gastos del Estado, pero en esta globalización y sus inequidades, hay empresas y empresarios que no pagan tributos, lo mismo que ocurría con los contratos leyes. Ahora hay regímenes de arbitraje privilegiados, como ocurría con el formato del contrato ley. Eso pasa, cambian las formas, sobreviven las asimetrías, las desigualdades aprobadas en el marco constitucional.

Como telón de fondo encontramos el tema de la inversión extranjera, tan necesaria para los países poco desarrollados. Sin embargo, el problema es determinar el precio que se paga por el ingreso de tal inversión. Es un drama para los países con menos recursos. En el caso del contrato de Alcoa, lo más importante no fue la protesta ciudadana, que tuvo excesos, lo que tuvo relevancia fue la discusión previa, analizando las ventajas y amenazas de este contrato. Hubo mucha discusión ciudadana, realmente la jornada cívica relevante fue la participación de todos los sectores de la población en la discusión. En el año sesenta y nueve la Federación de Estudiantes Universitarios, organizó un seminario en el que se discutió el contenido y las consecuencias del Contrato con Alcoa. El presbítero Benjamín Núñez asumió un papel destacado como opositor al contrato; fue muy activo como formador de opinión, curiosamente, don José Figueres Ferrer, no se opuso al contrato.

Poco se analizó el tema del impacto al ambiente que provocaría esta actividad minera, aunque hubo intervenciones muy bien fundadas del ingeniero agrónomo, Ricardo Orozco, quien destacaba los peligros y costos medioambientales que provocaría la actividad. Esa discusión fue mucho más rica en el caso de la mina Crucitas.

Esta página de Alcoa no se ha pasado, los mismos temas que se discutieron en su momento, siguen pendientes, mantienen actualidad. El papel de la inversión extranjera, el poder de las transnacionales, el marco jurídico y sus deformaciones y desigualdades, el balance real que dejará la inversión una vez que abandone la producción y otros puntos, siguen pendientes, porque las limitaciones al desarrollo, no han cambiado en su esencia, porque la injusticia también tiene dimensiones planetarias. Aquí no es tema de optimistas o pesimistas, arriesgados o contenidos, es el tema de la justicia que en las relaciones internacionales tiende a imponer la ley del más fuerte, del poderoso. Y la justicia, el discurso jurídico, siempre encuentra un buen traje, para disimular la desigualdad y la inequidad.

Buenos recuerdos de aquella jornada, pero hay que identificar las raíces de una asimetría, una dependencia, que sigue vigente, muy parecida a la que se respiraba el 24 de abril de 1970. El poder global de las corporaciones y sus rostros que se pierden en la opacidad, asi imponen su ley muchos de los poderes reales que definen el futuro de la humanidad y de nuestro país.

Debo rescatar los nombres de los doce diputados de Liberación Nacional y Unificación Nacional, que expresaron su disidencia, votando en contra de la aprobación del contrato. Los opositores fueron:

Armando Arauz
Arnulfo Carmona Benavides
Cecilia González
Fernando Gutiérrez Benavides
Fernando Guzmán Mata
Fernando Volio Jiménez
Jorge Luis Villanueva Badilla
José Antonio Bolaños
José Hine García
Matilde Marín Chinchilla
Rodrigo Carazo Odio
Uriel Arrieta Salas

Estos ciudadanos expresaron su criterio, a pesar de que no era lo políticamente correcto. Ahora los destaco, para recordarlos, porque pasaron a la historia, a pesar de ser minoría. La democracia, se fortalece en la disidencia…… las preguntas de la dependencia, de la injusticia internacional en las relaciones económicas, las desigualdades, siguen sin respuesta.

Debemos aceptar la realidad con esos disfraces jurídicos que disimulan la desigualdad y la
inhumanidad. Así seguimos, con la mente crítica, la disidencia, asumiendo el destino de las minorías. Algo cambió con la derogatoria de los contratos leyes, pero la esencia de la desigualdad, de la opacidad y los regímenes tributarios de privilegio, siguen vigentes, ahora como moneda de curso legal en nuestro régimen jurídico.

* Reproducido por SURCOS, tomado de https://www.facebook.com/100000595279450/posts/5647553855274401/?sfnsn=mo