Vladimir de la Cruz
(Prólogo del Libro “El contrato de ALCOA. Rebelión y dominación”, de Fernando Cruz Castro, publicado por Editorial Edinexo, diciembre de 1922, p. 9-33)
La década 1960-1970 fue muy importante para el desarrollo del movimiento estudiantil nacional y universitario. Se empezaba a superar en muchos aspectos las consecuencias de la Guerra Civil de 1948. Con el Gobierno de Mario Echandi Jiménez, 1958-1962, se habían abierto espacios políticos electorales, facilitando, la inscripción del Partido Acción Democrática Popular, para las elecciones de 1962, que postuló a la Presidencia de la República a Enrique Obregón Valverde, que logró llevar a la Asamblea Legislativa al periodista Julio Suñol Leal. Se arrastraba como consecuencia de la Guerra Civil la prohibición constitucional del segundo párrafo del Art. 98, que establecía la posibilidad de poner fuera de procesos electorales partidos que por sus vinculaciones internacionales atentaran contra la democracia, y por la aplicación del Decreto Ley No. 105 de la Junta de Gobierno que expresamente proscribía al Partido Comunista de Costa Rica o Vanguardia Popular como se conocía desde 1943.
Durante la década, en 1951 se fundó, el 12 de octubre, el Partido Liberación Nacional, que emergía como la fuerza política más importante, desde entonces. Gobernando desde 1953 hasta el 2014 en 9 ocasiones, de 17 gobiernos, y por ello ejerciendo el control de los espacios políticos en todo sentido. La oposición desperdigada y dividida encontró espacios para coaliciones políticas, en esos años, para infringir dos derrotas electorales a Liberación Nacional, en 1958, y luego en 1966, cuando se impulsó la Presidencia de José Joaquín Trejos Fernández, 1966-1970.
En el movimiento popular de las organizaciones sociales, el Partido Vanguardia Popular ejercía un papel importante en el movimiento sindical, ya debilitado, después de la Guerra y dividido, a inicios de la década con la Confederación de Trabajadores Costarricenses Rerum Novarum, CTCRN, que controlaba Liberación Nacional, la Confederación General de Trabajadores, CGT, que de nuevo impulsaba Vanguardia Popular actuando desde la clandestinidad, y dos corrientes de carácter socialcristiano, que en 1958 se unifican, en la Confederación de Obreros y Campesinos Cristianos, COOC, año en que también la Rerum Novarum se dividió, haciendo surgir la Confederación Costarricense de Trabajadores Democráticos, CCTD, más vinculada al Partido Liberación Nacional.
El año de 1958 se fortaleció este nivel de organización sindical al surgir también la Asociación Nacional de Empleados Públicos, ANEP, organizaciones similares en el Sistema Hospitalario Nacional y de la Caja Costarricense del Seguro Social, en el INS y en los distintos Bancos Nacionales. En el sector rural campesino el Partido Vanguardia Popular dominaba la situación, al igual que en las comunidades de barrios con sus Juntas Progresistas, y en las zonas bananeras donde también hubo nuevas organizaciones sindicales dirigidas por Liberación Nacional disputando espacio con los vanguardistas. La huelga de 1958 en ese sentido fue fundamental para la unidad de luchas en este sector.
En el movimiento estudiantil durante los años de arranque de la Universidad, con su constitución, había surgido el Consejo Estudiantil Universitario, que en los años 1941-1947 se peleaban su dirección política grupos afines al Centro de Estudios para los Problemas Nacionales y a Vanguardia Popular. Con el resultado de la Guerra Civil el control directo del movimiento estudiantil lo ejerció Liberación Nacional, sin dejar que existieran grupos estudiantiles dándoles lucha.
La Reforma Universitaria de 1956-1957, con la explosión de unidades académicas que produjo, y con desarrollo del Campus Universitario Rodrigo Facio, condujo a que en 1958 se creara la Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica, FEUCR, la que pasó a dirigir y a representar, ante los órganos académicos, al movimiento estudiantil universitario, con dirigentes claramente vinculados a Liberación Nacional.
A nivel internacional, superada la lucha antifascista y antinazi, a nivel mundial, y como resultado de la fundación de las Nacionales Unidas en 1945 y del surgimiento de varios países socialistas en Europa, junto a la lucha anticolonial en el Asia y la India, y constituido por ello un Bloque de países de orientación socialista, se produjo la llamada Guerra Fría, rompiéndose la alianza internacional antifascista que había existido y dividiéndose, desde entonces hasta 1991, el mundo en dos grandes bloques políticos, el capitalista y el socialista, y alineando alrededor de ellos los diferentes movimientos sociales y populares en todas partes del mundo.
La Guerra Fría impulsó una campaña internacional anticomunista y antisocialista, una represión de sectores políticamente de izquierda, una lucha internacional por el control de las organizaciones sociales, que estaban igualmente organizadas a nivel internacional. En América Latina siguiendo la reconstrucción europea, por parte de los Estados Unidos, se impulsó el Plan Truman en lo político fortaleciendo la parte militar de los regímenes democráticos y de las repúblicas latinoamericanas, lo que tuvo como máxima expresión, en esos años, en el desarrollo de las Bases militares en la zona de Canal de Panamá, para el entrenamiento y modernización de los ejércitos latinoamericanos, y para la política de golpes de estado y establecimiento de gobiernos militares, de dictaduras y gobiernos autoritarios; y el Plan Clayton, en lo económico, para tratar de desarrollar social y económicamente áreas agrícolas, y las zonas rurales del continente, para quitar las bases sociales a las posibles luchas insurgentes y guerrilleras, para enfrentar también las tesis de las Reformas Agrarias que la izquierda impulsaba en el continente. Se impulsó desde la Comisión Económica para la América Latina, CEPAL, y desde algunas corrientes sociológicas norteamericanas que los países latinoamericanos estaban en etapas de desarrollo para contrarrestar las políticas revolucionaras del cambio social. Revolucionario.
En el campo militar se impulsó para todo el continente el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, TIAR, y en la década de 1960-1970, al calor del impulso que tuvo, por iniciativa de los Estados Unidos, el Mercado Común Centroamericano, y frente al triunfo de la Revolución Cubana, declarada Socialista, en 1961, se impulsó el Consejo de Defensa Centroamericano, CONDECA, del cual Costa Rica formó parte en carácter observador por no tener oficialmente Ejército.
La Revolución Cubana, surgida de la lucha antibatistiana tuvo un importante papel para el continente. En los días de lucha contra la dictadura muchos sectores del país colaboraron con la guerrilla comandada por Fidel Castro. Triunfada la Revolución, y al calor de las primeras leyes importantes que se fueron promulgando, se fue dando un giro donde políticamente fue atacada y tratada de impedir o de derrocar, al tiempo que Estados Unidos, desde entonces, estableció un bloqueo diplomático y económico comercial contra Cuba. Desde Costa Rica, en el Gobierno de Francisco Orlich, se permitió la operación de contra revolucionarios cubanos que actuaban desde el Caribe costarricense. Mientras el gobierno liberacionista procedía de esa forma, reprimiendo a sectores de tradición comunistas e ilegalizando el periódico Adelante, sectores juveniles de ese Partido simpatizaban con los inicios de la Revolución, y se constituían en un ala izquierda de Liberación Nacional. En 1968 impulsaron una renovación dentro del Liberación Nacional bajo la denominación del Grupo de Patio de Agua.
La izquierda nacional alrededor de la Revolución Cubana impulsó la Sociedad de Amigos de la Revolución Cubana, SARC, alrededor de la cual se dieron nuevos niveles organizativos juveniles, como la Juventud Socialista Costarricense, JSC, el brazo juvenil y estudiantil, en ese momento, de Vanguardia Popular.
En ese período de inicios de la Revolución Cubana cada vez más estudiantes simpatizaban con el proceso político cubano. A finales de la década del 50 e inicios de la del 60 en la Universidad de Costa Rica surgieron algunos intentos de desarrollar un movimiento político estudiantil de izquierda organizado en las Escuelas de Ciencias Económicas y en la de Derecho, sin mucho éxito. Llegó a expresarse en una protesta de un pequeño grupo de estudiantes, en la explanada de la Facultad de Ingeniería, cuando el Presidente Kennedy, en su visita al país, para la reunión con los Presidentes centroamericanos, visitó la Universidad.
Los presidentes de la Federación de Estudiantes en esa década de 1960 eran en general progresistas. Carlos Pascua inició ese proceso.
El movimiento estudiantil internacional estaba organizado en dos grandes centrales, la Conferencia Internacional de Estudiantes, CIE, con sede en Holanda, a la cual la Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica, FEUCR, se había afiliado, llegando a tener allí, de Representante estudiantil, a Fernando Durán Ayanegui, y la Unión Internacional de Estudiantes, UIE. Eran los dos polos de la Guerra Fría en el movimiento estudiantil, la CIE de una manera antisocialista y la UIE con un ropaje democrático antiimperialista. En 1967 la CIE fue denunciada de recibir fondos de la Central de Inteligencia de los Estados Unidos, CIA, lo que provocó un sisma y un retiro de la FEUCR.
En el continente Cuba organizaba la Organización Continental Latinoamericana de Estudiantes, OCLAE, con la cual la FEUCR empezó a tener vínculos y relaciones estrechas. En 1966 en Cuba se produce bajo el auspicio de la revolución cubana el Cuarto Congreso Latinoamericano de Estudiantes, en el cual participa la Federación de Estudiantes que ya está vinculada al OCLAE.
La UIE junto con la Federación Mundial de la Juventud Democrática, FMJD, desarrollaba Festivales Mundiales de la Juventud. En la década del 50 jóvenes y estudiantes, estos más vinculados a Vanguardia Popular, participaron en algunos de esos Festivales.
En la década del 60 aprovechando la realización del IX Festival Mundial de la Juventud en Sofía, Bulgaria, 1968, se integró una Delegación grande de Costa Rica, y muy representativa de estudiantes, que se aprovechó para que el Presidente de la FEUCR, Jorge Gutiérrez y el dirigente estudiantil del Frente de Acción Universitaria, FAU, y dirigente de la FEUCR, Vladimir de la Cruz, gestionaran el ingreso de la FEUCR a la UIE para lo cual se desplazaron a Praga con ese propósito.
Los tiempos políticos habían cambiado. En esto se sumaba la Iglesia Católica, con su convocatoria en 1959 del II Concilio, que procuraba analizar la Iglesia en el mundo moderno. El Papa Juan XXIII refrescaba también la imagen del Papado y de la Iglesia, que adquiría un rostro más humano. Lo más importante, el cambio de la Liturgia, la realización de la Misa en los idiomas nacionales o vernáculos, el diálogo con las otras religiones y la lucha por la libertad religiosa. Los laicos empezaron a tener un papel más protagónico.
En América Latina la repercusión del Concilio se dio con el desarrollo del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño, CELAM, celebrado en Medellín, aunque había sido creado por el Papa Pio XII, el que adquirió relevancia después del Concilio, cuando la Iglesia latinoamericana empezó a tener una relación más directa y práctica con movimientos sociales y con luchas populares. De aquí surgieron una cantidad de grupos pastorales, estudiantiles y juveniles vinculados a luchas nacionales, populares, democráticas y antiimperialistas como fueron “Cristianos por el Socialismo”, “Teología de la Liberación”, “Iglesia Joven”; se reafirmaron las Juventudes Estudiantiles, Obreras y Universitarias Católicas.
En la Universidad de Costa Rica a finales de los 60s surgieron la Juventud Universitaria Católica, el Movimiento Iglesia Joven, y Cristianos por el Socialismo, Juventud Universitaria Revolucionaria Demócrata Cristiana entre otros grupos. En estos grupos cristianos había muchas mujeres participando activamente.
El movimiento estudiantil universitario tenía la vertiente liberacionista, la vanguardista, con el surgimiento del Frente de Acción Universitaria, especialmente a partir de finales de 1966 y actuando ya en la Universidad desde 1967.
En 1966 la Universidad de Costa Rica realizó su II Congreso Universitario. Para el movimiento estudiantil fue un momento especial. Se aprovechó el Congreso para que el Presidente de la FEUCR, Jorge Alfaro Monge, presentara su intervención destacando el papel del estudiantado en la época que se estaba viviendo. Bajo el título de ESTUDIAR y LUCHAR el Presidente de los estudiantes marcaba el papel de los estudiantes de la Universidad de Costa Rica, estudiar en primer lugar, no solo los alcances de sus disciplinas profesionales, sino también los problemas nacionales y, luchar. Luchar por sus reivindicaciones estudiantiles, las académicas, las universitarias, las nacionales y las internacionales que convocaban a la solidaridad con otros estudiantes y otros pueblos.
La Universidad de Costa Rica, en su Escuela de Estudios Generales hasta el año 1966, estudiaba, básicamente, como cultura universal el Siglo V a.c. En el año 1966 se impulsa una gran revolución académica que se inicia en los estudios del año 1967, cuando se empieza a analizar y estudiar el Siglo XIX, desde la grandes revoluciones que lo preceden y sus repercusiones, la Independencia de los Estados Unidos, la Revolución Francesa, la Independencia latinoamericana, las revoluciones europeas de 1820, 1830 y 1848, el romanticismo, el cooperativismo, el socialismo y el comunismo, el anarquismo, el sindicalismo, la revolución industrial y las luchas obreras, los cambios tecnológicos y científicos y el origen del imperialismo a finales de ese siglo XIX, entre muchos otros temas.
Este ambiente académico facilitó el desarrollo del Frente de Acción Universitaria, como el grupo más activo estudiantil en la discusión en aulas, en la divulgación del marxismo y del propio Manifiesto Comunista, libro de lectura en cursos de Estudios Generales; de divulgación de la Revolución Rusa, que ese año cumplía su 50 aniversario, para lo cual se organizó una Mesa Redonda con tres profesores comunistas, Dr. Rodolfo Cerdas, abogado, el Dr. Luis Burstin, médico y el Ing. Rodolfo Herrera, Decano de la Facultad de Ingeniería.
Del lado académico, impulsor de la reforma, los profesores de Filosofía Teodoro Olarte y Constantino Láscaris llevaban la iniciativa de las discusiones. La actividad de los jóvenes comunistas provocó el desarrollo del grupo estudiantil del Movimiento Costa Rica Libre, con el cual se tenían intensos debates en aula y auditorios. El Movimiento Costa Rica Libre, antes de desarrollar este grupo estudiantil, atacó fuerte y públicamente a la Universidad, por este cambio académico, lo que provocó que la Asamblea Universitaria, en junio de 1967, se pronunciara contra el fascista movimiento declarando que, en la Universidad, debería haber “más pensamiento, no menos pensamiento” y diciendo que los Departamentos, al amparo de la libertad de cátedra podían dar los programas que a nivel universitario pudieran darse y ser aprobados por los organismos administrativos y docentes correspondientes.
A partir de este año, los Estudios Generales vincularon a los estudiantes con los problemas contemporáneos y facilitó el trabajo político de la izquierda en general y, de manera particular, a los comunistas que eran el único grupo organizado en la Universidad, junto con el Movimiento Costa Rica Libre, MCRL.
Para desplegar el trabajo de agitación el FAU sacó un periódico llamado UNIDAD y, poco tiempo después, el MCRL sacó HOMBRE LIBRE, más regular el primero que el segundo. A través de “Unidad” se empezaron a agitar los principales problemas de la Universidad de los estudiantes y del país, además de que se realizaba divulgación ideológica del marxismo. Tres tareas se propuso el FAU, abrirse camino en el movimiento estudiantil, ligarse a los estudiantes en sus problemas cotidianos y universitarios y vincular los estudiantes a los problemas nacionales e internacionales.
Por ello, la consigna del FAU fue la de la FEUCR, en el II Congreso Universitario, ESTUDIAR Y LUCHAR. Las primeras luchas que se dieron fueron por más presupuesto para la Universidad, lucha que culmina en una primera fase con la marcha del 6%; la lucha por el voto directo para la elección de los dirigentes estudiantiles, que tuvo dos plebiscitos dentro de los estudiantes, ambos favorables a él, pero con resistencia en los organismos directivos de la Federación. Sin embargo, se logró. Primero se ganó la elección directa para Presidente y Vicepresidente de la Federación, como fue la elección de 1969. Para esa vez sólo podían ser candidatos los Representantes estudiantiles, lo que aún era una limitación. Después se universalizó la posibilidad de la representación como resultado de la lucha que se libraba contra la ALCOA.
Consecuencia de esta lucha cae el gobierno de Rodolfo González y Enrique Romero. Se convoca un Congreso donde un Triunvirato dirige los destinos de la Federación, y se acuerda que el candidato a la Presidencia de la FEUCR y el resto de sus puestos, podía ser cualquier estudiante, siempre y cuando fuera costarricense y del estado seglar. El triunvirato llegó hasta setiembre de 1970, cuando se lleva a cabo la primera elección democrática, abierta; elección secreta, directa y universal. Una reforma más hubo en el proceso electoral: la manera de emitir el voto. En la primera elección fue con el dedo pulgar. Para garantizar el secreto del voto se cambió, marcando con una “X” la casilla que se deseaba votar.
Otras luchas, aún permanentes, fueron residencias estudiantiles; comedores estudiantiles, más becas y mejores; becas en cursos de verano; las becas y su defensa contra el intento que hubo de sustituir las becas por créditos para financiar la educación superior, pasillos inter facultades, para guarecerse de las lluvias en el invierno, los altos precios de la sodas.
Las luchas universitarias que comprendían la defensa de los profesores, mejoramiento de sus condiciones de trabajo y de salario; por cubículos para ellos, por estabilidad laboral, entre otros temas. Se dio la lucha por obtener mayores ingresos para la Universidad, lo que luego avanzó al “6% para la U”, tratando de igualar el presupuesto de la Universidad, única universidad existente en el país, en esos años, con el de la Corte Suprema de Justicia.
A través de “Unidad”, también se orienta la actividad del FAU a unir el movimiento estudiantil en luchas concretas, a divulgar los logros de los países socialistas, a plantear el problema del imperialismo y a combatir la enseñanza libresca, menorista por una enseñanza libre y crítica, que combatiera la dominación cultural.
La participación de la izquierda comunista en la primera votación directa de 1969 fue muy sectaria. La consigna era “no vote a la derecha” en virtud de que en la parte derecha de la papeleta de los candidatos estaban los grupos reaccionarios encabezados por Rodolfo González y Enrique Romero.
Fue una campaña violenta y dejó muchas experiencias que se aprovecharon en el futuro. En 1970 y 1971, el FAU participó solo, como única fuerza de izquierda. Sin embargo, en las elecciones de 1970 hubo un grupo llamado Movimiento Universidad Joven, MUJ, que reunía a jóvenes con inquietudes y que luego pasaron a militar en el Frente Estudiantil del Pueblo, FEP, el Grupo 24 de abril que se desarrolló como resultado de la lucha contra la ALCOA, en Estudios Generales, la Juventud Universitaria Socialista, JUS, y el Movimiento Acción Revolucionaria Socialista, MARS.
Hasta aquí, el movimiento estudiantil había tenido, después de Carlos Pascua, y de Jorge Alfaro Monge, como Presidentes de la FEUCR, una profundización en su desarrollo democrático. A Jorge Alfaro Monge le siguió en la FEUCR Fernando Berrocal, en 1967, que fue enfrentado por Ana Ligia Rovira, de la Juventud Universitaria Católica, JUC, apoyada por el FAU y otros grupos estudiantiles, quien perdió por 30 votos. Fernando Berrocal creó conciencia estudiantil y formó dentro de la Federación un grupo socialdemócrata con inquietudes de izquierda que él mismo se encargó de frustrar cuando pasó a ser Gerente de la Asociación Costarricense de Gerentes, ACOGE una semana después de haber dejado la Presidencia de la Federación.
La FEUCR se sumaba a las luchas políticas. Con la presidencia de Jorge Gutiérrez, quien estaba familiarmente ligado a Joaquín Gutiérrez Mangel, razón, además de las convicciones democráticas, de Jorge Gutiérrez, que ayudaban a trabajar con él en tareas concretas de los grupos de izquierda. Bajo su gobierno se realizó una marcha hacia el Aeropuerto Internacional El Coco, así llamado entonces, y la otra en San José, para protestar por la llegada del Presidente Johnson al país. Marchas y piquetes que originaron que a él lo tuvieran preso y por lo cual, se llevó a cabo la Marcha del Silencio en 1968, para protestar contra la Agencia de Seguridad. También, al siguiente año, bajo la Presidencia de Marco Vinicio Tristán Orlich, se llevó a cabo una lucha antiimperialista importante, protestando contra la llegada de Nelson Rockefeller, protesta que fue violenta, pues a la par de los grupos que adversaban su presidencia, había grupos manifestándose en su apoyo.
En el año 1968 se recordó el 50 aniversario de la gran reforma de Córdoba una reforma Universitaria que democratizó la universidad latinoamericana.
En el año 1968 se produjo un cambio también en la Universidad. Por primera vez asistió a un acto público Manuel Mora Valverde, Jefe del Partido Comunista en esa época, que era un partido clandestino, proscrito por un decreto de la Junta de Gobierno de 1948, el Decreto 105 y por el Segundo párrafo del Artículo 98 de la Constitución de 1949 que se le aplicaba al Partido Comunista aunque expresamente no lo mencionaba, pero lo señalaban como un partido, que por sus vinculaciones internaciones, atentaba contra la democracia y no le permitieron participar en procesos electorales, lo que lo mantenía proscrito. Sobre este Segundo párrafo del artículo 98 se hizo un seminario impulsado por la Federación de Estudiantes.
Durante todos estos años, excepto en el segundo de Berrocal, desde 1966, se llevaron a cabo las Marchas de la Independencia los 14 de setiembre de cada año en la noche, con consignas antiimperialistas y patrióticas.
Con Jorge Gutiérrez se realizó un convenio de bienestar estudiantil con el Comité de Relaciones Estudiantiles y Juveniles de la URSS, contactos que se intensificaron en los años siguientes. Estudiantes rusos vinieron al país en visita oficial, invitados por la FEUCR a entrevistarse “aula por aula” con los estudiantes costarricenses, a la vez, conjuntos musicales y delegaciones científicas. Además, otros grupos estudiantiles y juveniles viajaron a la URSS y otros países socialistas.
Nacionalmente desde 1968 se intensificó una lucha, recogiendo firmas, y haciendo publicaciones, por la derogatoria del Segundo párrafo del Artículo 98 de la Constitución Política, para garantizar una real democracia electoral.
En las elecciones de 1970 y 1971, el FAU participó como el grupo más claro, más radical, de izquierda, convirtiéndose de hecho, en la segunda fuerza electoral y la primera política. En las elecciones de 1971, se trató de unir los esfuerzos de todos los sectores de izquierda en un solo frente de lucha. No fue posible, pues a la hora de discutir el programa de la Unidad con el resto de los grupos participantes, entre los que estaba el FEP, el MIJ y el Movimiento 24 de abril, no estuvieron de acuerdo porque en el programa se incorporaba la lucha contra el segundo párrafo del Artículo 98 de la Constitución. De hecho, el día de las elecciones, estos grupos participaron en la votación con el FAU, aunque no activa ni orgánicamente.
Para 1972, se logró la Unidad de grupos de Izquierda, que ya estaban trabajando en la Universidad, el FAU, la JUS, el FEP y el MIJ, éste último, dando su público apoyo al grupo electoral llamado Unidad Estudiantil de la Izquierda (UNEI) que fue un grupo electoral.
Desde 1970 los comunistas y otros grupos han tenido Secretarías de trabajo en la FEUCR. Tal vez la más importante fue la de Relaciones Públicas y de Propaganda, con la cual se dirigió el periódico de la FEUCR el “Universitario” y se creó un programa de Radio, en la Radio Universitaria llamado “Vocero Estudiantil”, que fue prácticamente cerrado por una campaña reaccionaria dirigida por el Vicerrector, Ismael Antonio Vargas Bonilla, en base a la calidad política del programa a veces demasiado sectario. No obstante, esto, fue una batalla que dio el movimiento estudiantil por tener sus propios programas sin intervención ni censura previa por parte de la Universidad. Por esta época ya había salido el periódico “Universidad” como “órgano de la opinión universitaria”, con una clara conciencia antiimperialista y democrática que también recibe los embates del Vicerrector, logrando que este órgano pasara a manos de la Escuela de Periodismo, a la sazón muy reaccionaria en sus planes de estudio y en la integración de sus profesores. Esta fue otra batalla del movimiento estudiantil, contra este traspaso y en defensa del Director de Universidad, el Dr. Manuel Formoso Herrera.
A partir de las elecciones de 1970, se desarrolla un grupo de tendencia social cristiana, inicialmente demócrata cristiana, llamado Liga de Acción Universitaria, LAU, donde se agrupará la derecha el primer año, luego la derecha se separa y forma para 1971 el grupo Participación Universitaria Activa, PUA, encabezado por el estudiante de Ingeniería Gonzalo Chacón que, posteriormente, dará formación al grupo TRABAJO formalmente, más amplio, con una máscara aparentemente independiente pero muy ligada al Partido Liberación Nacional.
Los gobiernos de Liga de Acción Universitaria, LAU, primero con Francisco Barahona Riera y luego con José Luis Valenciano, no fueron gobiernos reaccionarios. Con ellos hubo buen trabajo unitario por parte de los distintos grupos de izquierda y algunas tareas y luchas se impulsaron conjuntamente. Se puede afirmar que fueron un avance en relación con los gobiernos anteriores y particularmente, con el inmediato anterior, de Rodolfo González. Le siguieron a estos gobiernos de LAU, los del grupo TRABAJO que claramente gobiernan con posiciones derechistas en el movimiento estudiantil y mediatizadoras, tratando de despolitizar el camino andado.
La lucha más dura con TRABAJO había sido especialmente la lucha por la representación estudiantil en el Consejo Universitario, donde por disposición del Congreso Estudiantil se aprobó que al Consejo Universitario fueran los delegados estudiantiles que el Congreso nombrara y que recayeron esos puestos en Alberto Salom y Víctor Hugo Alfaro, como propietarios y Oscar Madrigal Jiménez como suplente, de la JUS, FAENA, y el FAU, respectivamente. La lucha se llevó a tal extremo que el grupo Trabajo maniobró para que la Asamblea Universitaria, convocada por Ismael Antonio Vargas Bonilla, se pronunciara en los asuntos internos del movimiento estudiantil. Así se pronunció (existiendo tres tesis) para que los delegados al Consejo Universitario fueran los entonces actuales Presidente y Vicepresidente de la FEUCR, los estudiantes Rogelio Fernández y Víctor Hugo Alfaro. La capacidad de maniobra de la derecha logró que esa discusión se llevara a cabo a fines de año, en época de exámenes finales cuando los estudiantes se aprestaban a las vacaciones.
En el nivel nacional estudiantil, la Juventud Vanguardista desarrolló el trabajo que pudo y logró dar algunas buenas luchas; a base de Frentes Amplios en los colegios del Sur, el Napoleón Quesada, el Vargas Calvo, el San José, el Anastasio Alfaro y en Puntarenas y Alajuela y, en algunos de ellos, hubo represión por la distribución de material sobre la guerra de Viet Nam.
Ese año de 1967 se lleva a cabo un Seminario de capacitación de liderazgo en junio, para preparar cuadros estudiantiles y trazar algunas directrices generales sobre el trabajo en los colegios. Ese año, también, se trató de fundar con algún éxito la Unión Nacional de Gobiernos Estudiantiles y Nocturnos, UNGEN, al igual que se funda la Juventud Estudiantil Católica, JEC, y, por otro lado, el 16 de junio, en contraposición con la UNGEN se impulsó la creación de la Federación de Estudiantes de Enseñanza Media, FEEM, que agrupaba esencialmente, a colegios particulares con algunos oficiales. La Directiva estaba formada por tres estudiantes de colegios particulares y por tres de oficiales. Los colegios particulares obtuvieron la Presidencia de la FEEM además de que eran colegios de San José, y los otros colegios directivos oficiales eran de Provincias, unos alejados de los otros. La asesoría de esta Federación correspondió al padre Bruno Midilli, del Colegio Saint Francis. Por ello, la Juventud Vanguardista se trazó la línea de crear una Federación de Estudiantes de Secundaria, FES, sin ningún éxito, labor que se había impulsado con el Comité Estudiantil del Conservatorio Castella. Esta base estudiantil fue importante en las luchas de ALCOA.
En el año 1967 la FEUCR participa por primera vez en primeros de mayo junto a los trabajadores y las reinas Universitarias que en esa época se escogían se pronuncian sobre problemas nacionales, contra la Guerra en Vietnam, sobre los problemas del día en Costa Rica, no eran solo reinas por su belleza sino también por su inteligencia, por el compromiso de lucha con los estudiantes.
En el plano internacional esos años finales de la década de 1960 fueron de intensa solidaridad con los estudiantes latinoamericanos, con los mexicanos por los sucesos de Tlatelolco, con los estudiantes norteamericanos en su lucha contra la guerra en Vietnam, de solidaridad con Angela Davis, con Casius Clay, con las luchas de los estudiantes franceses y alemanes particularmente, de 1968. En el año 1967 fueron importantes los actos de solidaridad con la guerrilla del Che en Bolivia; luego por su muerte. La lucha de solidaridad con el pueblo vietnamita, en su lucha defensiva contra los Estados Unidos, también fue importante.
A esta lucha se sumó de manera particular la lucha contra la aprobación del Contrato Ley con la Aluminium Company of America, ALCOA. Esta lucha la traía el Partido Vanguardia Popular desde principios de la década del 60 que denunciaba la lesividad del Contrato Ley afectando los intereses del país. El Ing. Fernando Chaves Molina, comunista, había sintetizado una década de denuncia y lucha contra la ALCOA, en un folleto “La ALCOA, un matapalo” que fue muy útil en su información y valoraciones.
En el año de 1969 el Gobierno de José Joaquín Trejos Fernández, asume el compromiso de impulsar la aprobación de ese contrato. Por tal motivo en el Congreso de la FEUCR, realizado en marzo, se acuerda estudiar a fondo ese Contrato y oponerse al mismo.
La FEUCR impulsada por los grupos políticos y su Comisión de Asuntos Nacionales, convoca a un seminario universitario donde se discute el mencionado contrato. Allí la FEUCR madura su posición y sale resuelta a dar la batalla contra las disposiciones del Contrato y el entreguismo del Gobierno, contrato que por la naturaleza debía ser discutido en la Asamblea Legislativa.
En esta Comisión estaba el entonces estudiante de Derecho Fernando Cruz Castro que fue quien llevó a cabo la investigación más importante, en ese momento, por el movimiento estudiantil, para estudiar los principales aspectos primordiales del contrato con la ALCOA, que fue después parte de su tesis de licenciatura en Derecho, que ahora se publica.
La FEUCR se vuelca sobre los colegios de secundaria a movilizarlos, a hacer conciencia de lo lesivo para los intereses del país que resulta el mencionado contrato.
Por otra parte, se había desarrollado, dentro de los profesores, una corriente importante que adversaba públicamente el Contrato. Confluyó una circunstancia especial y es que acababa de pasar el proceso electoral 1969-1970, donde el Partido Comunista, a través del PASO había participado y electo dos diputados, a Manuel Mora Valverde y a Marcial Aguiluz Orellana, a pesar de que ese mismo año habían puesto fuera de la Ley otra opción que el Partido Vanguardia Popular había intentado inscribir, el Bloque de Obreros, Campesinos e Intelectuales. Por ello, era necesario que el Contrato se discutiera en esa Legislatura, al del 1969-1970, y no en la entrante lo que era muy fácil, al gobierno saliente, endosarle, la discusión de este problema, al nuevo gobierno de José Figueres. No obstante, hubo algún temor de la presencia de los comunistas en la discusión del Contrato. Por su parte Figueres desde España llamaba a aprobar al Contrato. Ello no impidió que algunos diputados adversaran fuertemente el Contrato, convirtiéndose su discusión en un problema cotidiano de varios meses, los anteriores a la discusión, donde la FEUCR impulsó una gran actividad de masas junto a las organizaciones estudiantiles, concientizando sobre el mismo. En los días inmediatos de la discusión legislativa sobre el Contrato, los propios diputados que adversaban el Contrato salieron a buscar apoyo de los estudiantes secundarios, visitando colegios, para movilizarlos a la Asamblea a que lo repudiaran.
La oposición al Contrato en el interior de la Asamblea Legislativa fue muy importante y clave en la lucha y en la movilización popular que se logró. Sin esa oposición hubiera sido más difícil realizar esa jornada patriótica.
El gobierno trató de maniobrar con la discusión del Contrato en las Sesiones Extraordinarias de la Asamblea Legislativa que se llevaba a cabo desde diciembre hasta abril, cuando en la práctica el movimiento estudiantil estaba en su fase de vacaciones, y pensaron, quizá, que no se movilizarían. Sin embargo, la FEUCR y los grupos estudiantiles tomaron la decisión de mantener un piquete permanente en los predios legislativos, que incluyó tiendas de campaña para estar allí constantemente a partir de enero, piquete cotidianamente provocado por la policía y los organismos represivos del Estado.
En esta época los periódicos más importantes del país eran La Nación, La Prensa Libre, La República, La Hora en la que se hacían distintos pronunciamientos en campos pagados a favor o en contra de la ALCOA. Había una prensa alternativa de izquierda, el periódico Libertad que venía circulando desde el año 1963 que era uno de los vehículos más importantes para divulgar noticias sobre la ALCOA aunque no las concentraba mucho, el periódico de la Federación de Estudiantes, El Universitario, y estaba el periódico del Frente de Acción Universitaria que se llamaba Unidad.
Las marchas se intensificaban a como avanzaban los días de la discusión y se acababa el plazo legislativo, lo que culmina el 24 de abril de 1970 cuando se aprobó en su tercer debate el Contrato, provocando la ira y la furia estudiantil, que arremetió contra el edifico legislativo, desarrollándose una lucha callejera con la policía que tuvo alrededor de 300 estudiantes detenidos, no todos de la lucha contra la ALCOA, porque la policía a diestra y siniestra empezó a detener a todo estudiante que llevara su uniforme, aunque no hubiera participado en las marchas o estuviera en la Asamblea Legislativa esa tarde.
Las vacaciones no fueron ningún impedimento de movilización ni organización. Al contrario permitieron preparar las luchas que se agudizarían con la discusión del Contrato en marzo y abril.
Un grupo pequeño de diputados, entre ellos Fernando Volio Jiménez, Rodrigo Carazo Odio, Jorge Luis Villanueva Badilla, Armando Arauz se convertían en aliados naturales de todo este torrente popular y en sus voceros parlamentarios. En la calle, entre muchos destacaron con su verbo agitador, el propio 24 de abril, el Lic. Chacón Jinesta y el Padre Benjamín Núñez.
Al filo de la noche, al aprobarse el Contrato, la protesta acumulada no se pudo contener. Los estudiantes apedrearon el edificio legislativo, las calles de la capital se convirtieron en campo de batalla; el enfrentamiento con las fuerzas policiales fue inevitable.
EL carácter de la lucha, la lucha misma y las generalidades de la lucha, permiten afirmar que ésta fue la primera gran incorporación de los estudiantes costarricenses, a una lucha antiimperialista de ámbito nacional.
La situación internacional de los movimientos estudiantiles no tuvo nada que ver con la lucha que llevaron a cabo los estudiantes universitarios en esos días de ALCOA. Esta fue una lucha propia, del estudiantado costarricense, de su juventud y del pueblo que también se sumó en protesta contra la aprobación del Contrato con la ALCOA.
El movimiento estudiantil se movilizaba en esos días por aspectos patrióticos, en defensa de la patria, en defensa de la soberanía nacional.
La lucha de ALCOA, era una lucha pura, descontaminada de los elementos internacionales de lucha juvenil y estudiantil. Fue una lucha muy nacional, muy unitaria, muy patriótica; muy en defensa de la soberanía nacional, rescatando la identidad nacional, rescatando elementos que en esa época no se visualizaban como los problemas ecológicos.
El Contrato que fue aprobado no fue realizado. El triunfo político logrado de esa gesta patriótica se plasmó primero, en la tesis de Graduación de Derecho de Fernando Cruz Castro y, segundo, en que la figura del Contrato Ley fue eliminada de nuestra legislación.
Fernando Cruz Castro era dirigente estudiantil de la Asociación de Estudiantes de Derecho y de la Federación de Estudiantes. Este fue el efecto político jurídico más importante de esa lucha.
Fernando Cruz Castro, hoy Doctor en Derecho, Ex Presidente de la Corte Suprema de Justicia, de grandes méritos personales y jurídicos, vivió esa Universidad intensamente. Ingresó siendo muy joven, a los 16 años, en 1966, cuando el movimiento estudiantil lanzaba su grito: ESTUDIAR y LUCHAR, banderas que inmediatamente le cobijaron durante sus años de estudio y militancia estudiantil.
Si le dedicó la tesis a “a todos los hombres y mujeres que han convertido en acción sus ideales, testimonios vivientes de sus ambiciones espirituales”, él era su expresión viviente de ese postulado.
Graduado no dejó la Universidad que lo había formado. Se desempeñó como Docente de la Facultad de Derecho, siendo un gran Maestro y ejemplo para sus estudiantes y colegas.
En el Poder Judicial, donde laboró brillantemente como Fiscal, Juez y Magistrado, mantuvo en alto las banderas de la independencia, la probidad, la honestidad; de gran jurista, con valor a toda prueba. La sinceridad, la autenticidad, la pasión por la Justicia y su responsabilidad ante sus actos son sus mejores tesoros.
Para quienes lo conocemos, desde aquellos años de Estudio y de Lucha, del movimiento estudiantil, y de las aulas universitarias, también le valoramos como una buena persona.
El trabajo de Graduación, ahora publicado, y en manos del lector, es parte de la reconstrucción de la Memoria Histórica Nacional tan necesaria de salvaguardar para el país, y las distintas generaciones de costarricenses. Es un análisis detallado del Contrato con la ALCOA, de las tesis que se movieron a favor y en contra, de la misma figura jurídica del Contrato ley y de los elementos que se movieron alrededor de esta discusión nacionales en los medios de comunicación que tomaban posiciones definidas y el impacto que ellas podían tener.
Sin lugar a dudas, la lucha contra la ALCOA, contra el Combo del ICE en el 2000 y contra el TLC-RD-USA en el 2006 y 2007 son gestas nacionales que han marcado la conciencia nacional de una manera indeleble.