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52 años de resistencia: el espíritu contra ALCOA sigue abonando la conciencia de las grandes masas de la juventud costarricense: 1970 – 2022

Trino Barrantes Araya

El viernes 24 de abril de 1970, a penas a tres años de haberse inaugurado la Regionalización de la Educación Superior Universitaria; en el Centro Regional Universitario de San Ramón-CRUSR, la que fungía como dirección de lo que sería más tarde la Asociación de Estudiantes de la Sede, convocó a una gran movilización política contra el consorcio imperialista de la Aluminun Company of America-ALCOA.

Una serie de denuncias y protestas se venían GESTANDO, desde hacía cerca de una década. Sin embargo, corresponderá a un buen grupo de vecinos de Pérez Zeledón, dar inicio a los primeros brotes de la protesta social.

La importancia de la bauxita como material estratégico para la guerra imperialista, ocupaba un lugar de privilegio. Dominar un metal precioso o un mineral estratégico era, sin duda, fortalecer el papel geopolítico en el mapa que dibujaba la Guerra Fría.

Aquí en San Ramón, además de la “AESO”, una pléyade de jóvenes muy avezados en su conciencia política: Óscar Barrantes R., Miguel Alvarado A., Omar Jiménez C, Luis Chaves, Jorge E. Sánchez Trejos,  entre muchos otros cientos de alumnos del Instituto Superior Julio Acosta García, sumaron sus voces de protesta y participaron de la gran movilización que la FEES, a través de la Juventud Vanguardista Costarricense, entre otros dirigentes que recuerdo, Renier Canales, llamaban a apoyar las manifestaciones populares de los vecinos generaleños.

Voces como las de Óscar Madrigal, J. L. Romero, José Luis Valenciano, Mario Piedra, Vladimir de la Cruz, omito a muchos otros, por la imposibilidad que ofrece este espacio, encienden la llama de los miles y miles de estudiantes que habíamos poblado el Parque Central, rodeando la Asamblea Legislativa. La avenida que conduce a la Asamblea Legislativa tembló al paso de una de las movilizaciones más apoteósicas que conozca la protesta social de Costa Rica.

Alguna persona, de los manifestantes, decidió bajar los breakeres del Parlamento y quebrar un par de vidrios. Eso fue suficiente para que la violencia policial dibujara una página más, de las oscuras que tiene la democracia en este país.

Ajenos, a los gases lacrimógenos, las macanas y las vergas de toro, empleados por los cuerpos represivos, así aprendimos a tatuar nuestra resistencia política.

La iniciativa se archivó en el Congreso. Una segunda derrota al imperialismo norteamericano que se inscribe en los renglones que dieron lugar a los hechos gloriosos de 1856.

Domingo, 24 de abril de 2022

Las fotos son de la Revista Alcoa, publicada en memoria de esa lucha.

Memoria Histórica: ANEP #9

ALCOA: In memoriam

24 de abril 1970

Adalberto Fonseca Esquivel

Historiador

El día 6 de marzo de 1970, ingresé a Estudios Generales en la Universidad de Costa Rica. Semanas después, el 24 de abril me tocó ser testigo presencial del proceso de aprobación del contrato Ley, que le permitiría a la transnacional, “Aluminum Company of Costa Rica”, la extracción de bauxita en la zona de Pérez Zeledón. La iniciativa contó con la aceptación de la administración Trejos Fernández, y el apoyo de la mayoría de diputados(as) en la Asamblea Legislativa, recinto parlamentario que estaba colmado de “protestantes”, la mayoría estudiantes de Secundaria y de la UCR, además de grupos organizados de la sociedad civil, sindicatos, comunalistas. Se calculó que circularon 27 mil personas.

“…al aprobarse el proyecto en horas de la tarde, muy tarde, se desconectó el fluido eléctrico en el Parlamento, los diputados quedaron a oscuras, empiezan a arder las cortinas de los ventanales, los vidrios sucumben a las pedradas de la muchedumbre; la basura fue esparcida en el recinto…”

Miles de estudiantes abarrotaron las calles; la policía hace lo propio: garrote, gases y represión, cientos de detenidos. Marcha y protesta en las vías josefinas.

El proyecto de ley días después es archivado, la empresa ALCOA abandona el país.

En ese contexto y como telón de fondo el pensamiento y las oleadas de la izquierda en boga, encontraron eco en los movimientos sociales del medio; la prescripción de la izquierda costarricense como resultado de la guerra civil del 48, además la “guerra fría” y la tirantez político ideológica se esparce como sombra viva en el país y sobre todo en el pensamiento crítico de maestros y profesores; la Revolución Cubana era quimera y sueños de los jóvenes de la época.

El movimiento sindical en su conjunto, fue sorprendido por los acontecimientos …La ANEP y su dirigente Marco A. Castillo Rojas recuerda:

“…participamos con lo de ALCOA, algunos empleados públicos estuvieron presos, movilizamos gente a la barra legislativa, contratamos buses para la movilización…” (entrevista, agosto 2007).

La lucha no fue en vano. Cinco años después fue modificada la Constitución Política para prohibir los contratos-ley.  

Hoy no es ALCOA, la imposición viene de los bancos acreedores como el Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional, al igual que en el año 1970 el gobierno se doblega ante los imperios comerciales y tratados de usura casi colonialista.

LOS MODERNOS CONTRATOS BANANEROS

Oscar Madrigal

La United Fruit Company firmó contratos con el Estado que luego de ser aprobados por el Congreso o la Asamblea Legislativa se convertían en ley. Fueron los llamados contrato-ley. Evidentemente esos contratos daban privilegios más allá de lo establecido en el ordenamiento jurídico y sobre todo no podían ser revisados o corregidos si no era por una nueva ley, un nuevo acuerdo legislativo.

En ese mimo sentido se firmó el contrato con ALCOA en 1970 que al aprobarse el 24 de diciembre se convirtió el contrato en ley de la República.

Esos convenios y otros se forjaron con el objetivo de desarrollar zonas alejadas del Centro, abandonadas por los gobiernos, pobres y sin esperanza. Para el desarrollo de esos lugares se crearon las zonas bananeras en la década del 30 en el Atlántico y luego en el Sur del país. La misma justificación se utilizó para “llevar progreso” al Valle de El General con ALCOA.

Casi un siglo después y luego de llenar de privilegios a esas compañías que llevarían el progreso y la bonanza a esos lugares, los cantones y distritos más pobres de CR se ubican en las zonas costeras y las fronterizas.

Después de ALCOA se prohibieron los contratos-ley por considerarlos demasiado onerosos, que antentaban incluso contra la soberanía nacional. Su prohibición, para mayor fortaleza, se asentó en la Constitución Política.

Costa Rica ya no puede tener contratos-ley.

Sin embargo, ahora han ideado un nuevo mecanismo que se asemeja mucho ya que por el contenido se asemejan a los contratos ley.

La Asamblea Legislativa se dispone a aprobar una ley donde se encuentren todos los privilegios posibles para otorgar a las empresas sin que se mencionen o concreten los nombres del contratante. Es más sencillo, pero el propósito es el mismo, ya que no se podrán corregir o cambiar los términos de fondo del contrato con una determinada empresa a menos que se reforme la ley.

Está por aprobarse hoy un proyecto de ley cuyo fin es “llevar el Progreso” a las zonas de los litorales, rurales y fronterizas más pobres y atrasadas. La forma o mecanismo es la creación de más zonas francas pero no solo con los mismos privilegios de las actuales, sino aumentándolas considerablemente.

Según ha informado la prensa, básicamente CRHoy, el proyecto de ley persigue ampliar los beneficios del régimen de zonas francas mediante la creación de tres nuevas categorías: sector de servicios de salud humana, insumos (incluidos agrícolas, pecuarios y pesqueros), y parques sostenibles de aventura. Se les dan beneficios tales no pagar totalmente algunas cargas sociales como las de FODESAF, INA y otras, así como las acostumbradas exenciones fiscales (no pagar impuestos de renta, municipales y otros). Además, la Aresep deberá dar tarifas preferenciales en electricidad y agua.

A las empresas interesadas en instalarse fuera de la GAM se les otorgaría facilidad de trámites y exenciones fiscales, con el propósito de estimular el desarrollo de sectores productivos como la agroindustria, industria alimentaria, manufactura liviana, infraestructura turística y servicios.

Por propuesta de los diputados Villalta, Carranza y Paola Vega, se logró aminorar algunos de estos privilegios como reducir la exención del pago a Fodesaf o que las que se acojan al régimen, sean solo empresas nuevas para impedir una romería empresarial hacia las zonas francas.

Debe quedar claro que lo que aprobarán los diputados es un régimen de privilegio con el fin, supuestamente, de mitigar la pobreza en zonas rurales y costeras. Es un privilegio que todos los costarricenses damos a las empresas a cambio, también supuestamente, de más empleo y reducción de la pobreza. Pero privilegios al fin y al cabo que todos pagaremos.

Lo único que esperamos es que no nos pase lo mismo que con las zonas bananeras, con estos nuevos y modernos contratos-ley: que al cabo de varias décadas solo tengamos más desamparo y abandono.

EN TIEMPOS DE REACCIÓN Y RETROCESO POLÍTICO Y SOCIAL (II)

COLUMNA LIBERTARIOS Y LIBERTICIDAS (22)
Tercera época

Rogelio Cedeño Castro, sociólogo y escritor costarricense

El devenir histórico de nuestras sociedades transcurre con un mayor o menor grado de alteridad entre épocas de gran dinamismo y transformaciones de todo orden, y otras en las que eso que llamamos “el tiempo histórico” parece detenerse. Las distintas colectividades humanas tienden a percibir estos fenómenos o eventos sucesivos, de una manera más o menos diferenciada. En el caso de la Costa Rica de la segunda mitad del siglo anterior con sus reformas y transformaciones sociales que fueron muy evidentes hasta para el ciudadano más desaprensivo, y con menos capacidad para la observación de los grandes eventos históricos, quedaron sin embargo debajo del tapete- por así decirlo- muchos detalles que no eran perceptibles a simple vista para las gentes más fanáticas y arrebañadas de entonces. En lo esencial, el pacto social y el texto de la Constitución Política de 1949, mantuvieron y profundizaron, con algunas excepciones, el espíritu reformista que había prevalecido desde el inicio de la década de los cuarenta, tal y como habíamos indicado en la primera parte de este artículo, dándole un impulso revolucionario a las transformaciones de la sociedad costarricense.

Después de la campaña maccartista que libraron las fuerzas reaccionarias contra la candidatura socialdemócrata de Daniel Oduber Quirós durante las elecciones de 1966, con su terror y sus voces del odio, exteriorizadas en el mejor estilo totalitario y goebbelsiano del “miente, miente que algo queda” (Joseph Goebbels, dixit), se produce un ascenso de las fuerzas regresivas de la derecha más conservadora con el triunfo electoral de José Joaquín Trejos Fernández, mientras el “calderonismo histórico” abandona, de manera simultánea, sus últimos arrebatos reformistas, dando lugar a una espinosa y difícil coyuntura, en medio de la que –como habíamos indicado-  se produce un giro hacia la izquierda, dentro de las filas del Partido Liberación Nacional que se sintió amenazado con este ascenso de las fuerzas de la reacción, pues si bien prevalecía en el ambiente un marcado anticomunismo de guerra fría, también era muy fuerte el ímpetu reformista y revolucionario en aquel partido que fundaron los glostoras en 1951. Fue así, como el sociólogo y presbítero Benjamín Núñez Vargas y otros connotados dirigentes fundaron el Movimiento de Patio de Agua para una revolución social, para lo que se estuvieron reuniendo, durante algunos meses del año de 1968, en la finca de San Isidro de Coronado, propiedad de Núñez, contando con el apoyo de Daniel Oduber Quirós, José Manuel Salazar Navarrete (destacado intelectual fallecido recientemente), Alfonso Carro Zúñiga y muchos otros que se opusieron al contrato ley con la empresa Aluminium Company of America (ALCOA), (enfrentándose para ello a José Figueres y otros dirigentes de su propio partido), propiciaron el regreso a la vida política electoral de la otra izquierda: la de los vencidos en la guerra civil o golpe de estado de 1948, además de la derogación del párrafo segundo del artículo 98 de la Constitución Política de 1949 y la supresión del texto constitucional de la figura colonialista de los contratos ley durante la legislatura de 1974-1978, la que había permitido los contratos bananeros de los últimos años del siglo XIX, el de 1938 para la región del Pacífico y el contrato de ALCOA, la que coincidió con el período presidencial de Daniel Oduber Quirós y su administración socialdemócrata por excelencia, una que llevó a cabo importantes programas económicos, sociales y culturales que marcaron el punto más alto del estado de bienestar, y el estado social de derecho que alguna vez fuimos,

En síntesis, puede afirmarse que el impulso de este giro hacia la izquierda se prolongó durante más de una década, hasta que a partir de 1984, con la materialización de un incruento golpe de estado, hacia el interior del gobierno liberacionista de Luis Alberto Monge Álvarez (1982-1986), en plena contrarrevolución neoconservadora a escala planetaria, impulsada por Ronald Reagan en los EEUU y Margaret Thatcher en el Reino Unido, empezaron de manera gradual los tiempos de reacción y retroceso social bajo el sello neoliberal, el que se acentuó a partir de la primera administración de Óscar Arias Sánchez, quien fuera el “pacificador” de la América Central (con su contrarrevolución blanda) pero también el que dio inicio al desmantelamiento del PLN, y sus planteamientos de justicia social y del mantenimiento del estado social de derecho hasta convertirlo en le cascarón electoral a que se encuentra reducido, dando inicio a los llamados Programas o Planes de Ajuste Estructural(PAES) y propiciando en ese período una reducción de los aportes gubernamentales a la Caja Costarricense del Seguro Social, cuando su aporte al régimen de invalidez, vejez y muerte fue reducido del 3,25% al 0.25%, lo que dio origen a un reiterado saqueo de los fondos de pensiones del régimen de Invalidez, vejez y muerte de esa institución, algo que se agravó al no pagar o atrasar las remesas los aportes de ley para el ya mencionado régimen de enfermedad y maternidad, cosa que han hecho los sucesivos gobiernos desde entonces durante casi un cuarto de siglo. La deuda con la seguridad social es de proporciones colosales, además ser esencia un acto criminal e irresponsable contra la población (Luis Alberto Jaén Martínez, dixit), a la que siguen engañando ciertos políticos y su corte de serviles.

La desaparición abrupta y el debilitamiento gradual de los sindicatos de los trabajadores agrícolas de las transnacionales bananeras, durante la década de los ochenta (en el marco de una profunda crisis de llamadas izquierdas) marcó un importante retroceso para toda la clase trabajadora de Costa Rica, en medio de una ofensiva ideológica de la ultraderecha neoliberal/ neoconservadora para desacreditar las conquistas sociales de los sectores campesinos, obreros y de los trabajadores del sector público señalándolas, con cierto cinismo, como “privilegios”.

La ofensiva del capital financiero en detrimento del capital productivo, acompañada de una gigantesca evasión y elusión tributarias, el saqueo de los fondos públicos mediante estafas escandalosas como la trocha, la especulación con los títulos valores de la deuda interna y la fuga de capitales hacia los “paraísos fiscales” son elementos que vinieron a completar la debacle social en la que nos hemos venido sumergiendo durante las décadas más recientes.

Desde entonces, a pesar de la lucha y la resistencia sostenida de los sectores populares, sus sindicatos y otras organizaciones, hemos vivido en tiempos de reacción y retroceso político y social. Este, y no otro, es el panorama que se presenta al inicio de la tercera década del nuevo siglo, después de que los “progres” del PAC en complicidad con el PLN, el PUSC y los llamados “partidos religiosos” se encargaron, a partir del año 2014, de acelerar el fin del estado social de derecho y de la Segunda República, surgida tras el último conflicto bélico importante de nuestra historia.

Fernando Coto Martén, Cotico y el Cuas Cuás

Vladimir de la Cruz

Entró Fernando Coto Martén a la Universidad en 1970, justo el año en que estábamos dando, en el movimiento estudiantil, una gran lucha popular, la lucha contra la aprobación del Contrato Ley de la ALCOA. Esta lucha se había iniciado en el movimiento estudiantil universitario en el Congreso de marzo, de 1969, por iniciativa de los dirigentes que éramos del Frente de Acción Universitaria, FAU.

La Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica, FEUCR, asumió esa tarea de lucha, integró una Comisión de Estudio del Contrato que fue preparando la lucha contra su aprobación.

Terminaba el Gobierno de José Joaquín Trejos Fernández, 1966-1970, cuando el Presidente Fernández envió a las sesiones extraordinarias, diciembre 1969 abril 1970, de la Asamblea Legislativa el expediente para esa aprobación, cuando habían elecciones nacionales en febrero de 1970.

Ello hizo que la lucha del movimiento estudiantil y de la FEUCR se mantuviera desde diciembre hasta abril, cuando había vacaciones académicas. Se mantuvo un piquete permanente en los predios y jardines exteriores de la Asamblea Legislativa, que en esos días no tenía los muros que después le construyeron. José Figueres quien ganó las elecciones en febrero de 1970, desde España se pronunció por la aprobación del Contrato con la ALCOA, dándole apoyo al Gobierno de Trejos Fernández.

En 1969 se acaba de ilegalizar al Partido Bloque de Obreros, Campesinos e Intelectuales, pero por las gestiones que le habían solicitado a Manuel Mora Valverde de actuar como agente de gobierno, colocando café, y luego azúcar, en los mercados de los países socialistas, facilitaron la negociación política por la cual autorizaron, para esa misma elección, la inscripción del Partido Acción Socialista, con el cual fueron electos diputados Manuel Mora y Marcial Aguiluz Orellana a la Asamblea Legislativa para el período 1970-1974, facilitando las luchas contra el segundo párrafo del Artículo 98 de la Constitución Política, que se logró en las Legislaturas 1974 y 1975.

Eran tiempos también de ascenso de la izquierda continental, a pesar de la muerte del Che, en 1967. La FEUCR se había afiliado a la Organización Continental Latinoamericana de Estudiantes, OCLAE, con sede en Cuba, en 1964, luego en 1968 a la Unión Internacional de Estudiantes, UIE, con sede en Praga. Eran los tiempos de la Organización Latinoamericana de Solidaridad, OLAS, y de la Tricontinental, así como de la lucha de los pueblos de Indochina, donde la figura de Ho Chi Minh, particularmente, era un referente también de las luchas y manifestaciones estudiantiles, por la protesta contra la guerra en Viet Nam, y por el impacto de los sucesos de mayo 1968 en Europa, de la Plaza de las Tres Culturas, ese mismo año, en México, y de las protestas del estudiantado universitario norteamericano contra la guerra en Viet Nam, de los hippies, de figuras como Casius Clay, de la cantante Joan Baez, de los filósofos Noam Chomsky y Angela Davis, del triunfo, 1970, y la derrota por el Golpe de Estado, 1973, del Gobierno de Salvador Allende en Chile, del ascenso de las guerrillas en Centroamérica y del auge de las dictaduras en el continente.

Era también el período de las luchas por los derechos civiles en Estados Unidos. Eran tiempos muy agitados políticamente los inicios de la década de 1970, que se mantuvieron hasta el triunfo del Frente Sandinista de Liberación Nacional, en Nicaragua, en julio de 1979.

Este fue en síntesis el entorno que le permitió a Fernando Coto Martén desarrollarse en el movimiento estudiantil, donde él forjó su figura, su imagen emblemática, que aunque la llevó a estadios y otros espacios públicos no logró desarrollar un movimiento político importante alrededor de su figura, fuera de la Universidad, ni en otras universidades públicas o privadas, que empezaron a aparecer en esos mismos años, que no fueran la Universidad de Costa Rica. En cierta forma Cotico y su Cuas Cuás fue un fenómeno y una expresión solo de la Universidad de Costa Rica, que en ese momento era la más importante.

Los meses de marzo y abril de 1970 fueron de intensa agitación y movilizaciones de estudiantes, ya no solo universitarios hacia la Asamblea Legislativa, también de secundaria y sectores populares.

Esa fue la puerta de entrada y de recibimiento de la generación de estudiantes de Estudios Generales de 1970, donde estaba Fernando Coto Martén, proveniente del Colegio Lincoln, donde había sido Presidente estudiantil, y también de Alberto Salom Echeverría, quien había sido Presidente estudiantil del Saint Francis College, a quienes menciono porque los años siguientes ellos van a destacar en el movimiento estudiantil universitario, de distintas maneras. En la Escuela de Estudios Generales se estudiaba el siglo XIX y con ello el socialismo y el marxismo entre otros temas.

Yo era un dirigente estudiantil del Frente de Acción Universitaria, organización a quien se le debían las más importantes luchas académicas, estudiantiles y universitarias de esos días, 1967-1973, voto directo para elegir las autoridades estudiantiles, becas, residencias y comedores estudiantiles, contra CRECES, que fue la intención de convertir las becas en créditos para la educación, las luchas que se dieron desde 1967, en Estudios Generales, por el estudio del marxismo en la Universidad, la lucha y la gran huelga por el 6% del Presupuesto Nacional para la Universidad de Costa Rica y muchas otras, que no es el caso de análisis de esta reflexión.

Fernando Coto Martén no participó de nuestras luchas directamente. De ellas estuvo marginal, pero se vinculó a otras organizaciones estudiantiles existentes en la Universidad. Ni siquiera participó activamente del movimiento estudiantil de izquierda de la Asociación de Estudiantes de Estudios Generales, en 1970, durante esos días de lucha contra la ALCOA.

Más tarde fue mi alumno de uno de los cursos que empecé a impartir en la Universidad en el primer lustro de la década de 1970. Era brillante, inteligente, con muchas inquietudes intelectuales. Así empecé a conocerlo. Mantuvimos siempre una buena relación personal, respetuosa y afectuosa. Discutíamos bastante sobre sus prácticas políticas que empezó a desarrollar bajo el manto del Cuas Cuás. No solo con él sino también con Rodrigo Cordero, también buen amigo mío, uno de sus compañeros de esas faenas y quizá el que más contenido filosófico procuraba darle a ese movimiento.

Salí del movimiento estudiantil, empecé como docente en la Universidad y desde allí también le seguí el pulso a las manifestaciones y presencias de Cotico, como empezaba a conocerse Fernando Coto Martén entre los estudiantes, principalmente de Estudios Generales, y de la explanadita que está a frente de ese edificio, que también se conoce como el Pretil de Estudios Generales, donde Cotico hacía su escenario principal de actuación. Allí en medio de las luchas estudiantiles y de las elecciones estudiantiles Cotico empezó a hacer su cauce.

La izquierda estudiantil no supo en esos momentos canalizar su figura, sus actuaciones, a pesar de que él en mucho giraba alrededor de las propuestas de los grupos de izquierda estudiantil, que al no tomarlo en cuenta y enfrentarlo también, hizo que Fernando Coto tomara distancia y hasta un lenguaje misógino, racista y anticomunista contra dirigentes de la izquierda estudiantil militante.

En 1975 el movimiento estudiantil universitario de izquierda logró ganar la Presidencia de la Federación de Estudiantil, con Alberto Salom, dirigente estudiantil socialista. Empezó una nueva etapa para el estudiantado organizado. Error de ese gobierno de Salom, y el que le siguió, de Manuel Delgado, dirigente estudiantil vanguardista, fue eliminar la celebración tradicional de la Semana Universitaria, y de eliminar las becas estudiantiles de cultura y deportivas, entre otros errores, lo que facilitó la mayor presencia de Fernando Coto, que ya aparecía como Cotico, con su figura, bailando en tanga, semidesnudo prácticamente, con su caracol, con su combo musical y con su mensaje del Cuas Cuás.

La debilidad política del gobierno estudiantil de Manuel Delgado, especialmente, provocó que electoralmente la izquierda fuera derrotada por Cotico en las elecciones, quien sucedió a Manuel Delgado, y llegó a la FEUCR para el período 1976-1977. Mientras la Presidencia de la FEUCR la ganó Cotico, los representantes del movimiento estudiantil, en ese mismo período, ante el Consejo Universitario, los ganó la izquierda, provocando distanciamiento y contradicción más que unidad de acción en la representación estudiantil.

La gente que rodeaba a Cotico, y sus prácticas sociales, hicieron que la Federación de Estudiantes se convirtiera en un antro marihuanero, que las mismas autoridades universitarias se vieron obligadas a intervenir. En una ocasión, con una actividad festiva, se rumoró que había habido una muerte de una estudiante. Ello provocó, junto con otras cosas que se procediera a aplicar el Reglamento Estudiantil de la FEUCR para destituir a Cotico de su presidencia. Se procedió a convocar a las asambleas estudiantiles. Había que ganar 24 de ellas, y se ganaron 23. Entonces fue el Consejo Superior de la Federación que creó un Gobierno Provisional, provocando una dualidad de gobiernos, uno con Cotico, otro con una Junta integrada por varios representantes estudiantiles, hasta que en octubre, de 1977, en nuevas elecciones, llegó a la Presidencia de la Federación Gerardo Contreras, por la unidad de las izquierdas universitarias, iniciando desde entonces un nuevo rumbo.

Cotico por su parte, poco a poco fue desapareciendo del movimiento estudiantil, aunque no del todo de la vida universitaria y popular, manteniéndose casi como leyenda urbana, como mito muy especial de la vida estudiantil, universitaria y en cierta manera popular, porque su figura y su movimiento era usado contra la izquierda estudiantil.

A finales de 1976 y a principios de 1977, con motivo de estas situaciones, escribí una serie de cinco artículos en el Semanario Universidad, tratando de interpretar el significado de lo que era Cotico y su Cuas Cuás, para el movimiento estudiantil y universitario.

Con su muerte, recientemente acaecida, se selló un capítulo de la memoria estudiantil y universitaria, que difícilmente vuelva a escribirse con personajes similares.

Cotico ocupó su espacio, se distinguió en él y se le reconoce su figura. Profesionalmente se desarrolló en el campo de la sociología, con el que trabajó en instituciones públicas e internacionales. Nos dejó un libro con sus memorias, “Cotico en ruta”, de una parte de su vida.

Los artículos que escribí los reproduzco de seguido de estas notas, que dan una idea de análisis del momento activo de Cotico.

Una interpretación ideológica de la filosofía del Cuas-Cuas
Vladimir de la Cruz
I PARTE
Introducción

Nadie puede negar que el movimiento estudiantil revolucionario ha sufrido un serio revés. Dicho contratiempo se ha manifestado no solo en la pérdida del Gobierno Estudiantil, de manos de la Unidad para Avanzar (UPA) al Partido Acción y Cambio (PAC), sino también en el reflujo teórico ideológico que ha significado el avance de una corriente que popularmente conocemos como el CUAS CUÁS.

Sobre el primer aspecto hablaremos al final de este ensayo. Sobre el segundo aspecto partimos de que este fenómeno ideológico que revestía la forma de la charanga, el vacilón y el carnaval encarnado en la figura de COTICO no fue atendido a tiempo y con seriedad por quienes dirigían el movimiento estudiantil organizado y por las organizaciones políticas de los estudiantes, en cuyo seno recae la responsabilidad del revés electoral recién pasado. Esta responsabilidad es mayor cuando pensamos que es la conciencia y la organización de los estudiantes los que han recibido el golpe más duro, más certero y, ¡cuidado!, más hábilmente planeado.

No bastaba, a nuestro criterio, decir que Cotico o el Partido Acción y Cambio eran la reacción, la derecha, la caverna o la irresponsabilidad porque, aún en este caso, tampoco se ubicó políticamente y de manera clara esta posición práctica en el PAC o en el mensaje oculto que transmitía Cotico.

Insistimos, faltó imaginación para combatir las posiciones ideológicas del Partido Acción y Cambio y de Cotico. Faltó discusión teórica sobre la concepción del mundo que impulsaban los nuevos dirigentes de la Federación de Estudiantes y, sobre todo, faltó un análisis correcto de las causas que desde un año atrás venía generando el desarrollo del Partido Acción y Cambio (PAC), fortaleciendo la figura de Cotico y haciendo calar en una masa considerable de estudiantes la posición vital del Cuas Cuás.

Pretendemos en este trabajo aportar algunas ideas al esclarecimiento de lo que creemos debe constituir el marco teórico correcto con el cual el movimiento estudiantil organizado debe enfrentar las posiciones ideologizantes del Cuas Cuás, del PAC y de Cotico. No es más que un avance de un trabajo más amplio, pero que estimamos debe surgir del seno de un gran debate. Si este debate no se produce, estaremos en lo cierto que el Cuas Cuás se convertirá en el alma de un estudiante atrofiado, obstruido mentalmente y ganado a las posiciones de la evasión de los problemas fundamentales de los estudiantes, de la Universidad y del pueblo costarricense y muy lejano a asumir la posición crítica frente a los principales problemas de la dependencia y el subdesarrollo que vive el país. No son casuales de esto último los Editoriales de toda la prensa diaria, que con regocijo vio el triunfo del PAC; como no son casuales de esa abulia mental la desinformación y el poco análisis crítico, que educara a las masas en la apreciación y superación de los errores, por parte de la prensa popular y de izquierda. Estamos en lo cierto al afirmar que enfrentamos el reto de despertar una juventud que se está levantando tarde…

¿Qué es el Cuas Cuás?

El Cuas Cuás según el propio Cotico es un «proceso»; esto es una serie de fases de un fenómeno. ¿De qué o cuál fenómeno? Del hecho político de ganarle la Federación a los grupos organizados de izquierda. Un proceso que duró abiertamente un año. Fue por así decirlo el instrumento por el cual se libró una batalla ideológica contra la izquierda en el movimiento estudiantil, instrumento que se despreció en la lucha política y en el combate teórico. Fue, en palabras de Cotico el «mecanismo de comunicación de ideas, objetivos y proyectos» con el cual se logró confundir la débil conciencia y organización de los estudiantes, tratando de evitar, como señaló al respecto el Editorial de Excelsior, que la Universidad fuera tomada por asalto por un grupo de fanáticos marxistas.

El Cuas Cuás es una metodología política llevada por medio de símbolos a la contramovilización del estudiantado, a su «decoloración» política, a su separación del proceso de la lucha de clases procurando una «solidaridad emotiva», policlasista o al margen de las clases sociales, impulsando a través de concepciones ideológicas subjetivas una «vocación individual de los estudiantes», que no es otra cosa que alejarlo de la unidad orgánica de las luchas con el pueblo, debilitando así el frente estudiante-pueblo.

También el Cuas Cuás es una definición del movimiento estudiantil. Es el decir de Cotico, «la oposición del movimiento estudiantil democrático PLURALISTA al movimiento estudiantil elitesco, egocéntrico», que según él caracterizó los gobiernos estudiantiles de la Unidad para Avanzar (UPA). Aquí está la esencia ideológica del Cuas Cuás. Aquí Cotico actúa como un ideólogo cuando legitima el pluralismo, el policlasismo, como un solo fenómeno: la Democracia en el movimiento estudiantil, en la Universidad y por ende en el país. Esta es su «concepción democrática y pluralista de la política».

El Cuas Cuás: una forma de la ideología burguesa en el movimiento estudiantil

Si partimos de los símbolos animales y naturales que utilizan los ideólogos del Cuas Cuás no nos equivocamos al destacar que en ello están enmarcando su concepción del mundo, están reflejando su existencia social. Por embrionaria que sea, su Conciencia social es el resultado de su actividad práctica, de su lucha por tomar el Gobierno estudiantil, que no es otra cosa, en el movimiento universitario que la lucha por la toma del poder, el problema central de toda revolución.

Hay que reconocer entonces que las condiciones materiales de origen social; de vida, de la gran masa del estudiantado permite el desarrollo de una corriente, de una concepción del mundo que se refleja en el Cuas Cuás y de manera más precisa, la particularidad de esta conciencia de los estudiantes que votaron por el Partido Acción y Cambio (PAC) se define por la particularidad de los estudiantes de Estudios Generales y dentro de éstos por aquellos que asisten a la Universidad por la mañana. Ese surgimiento de la ideología del Cuas Cuás en el seno de la Conciencia Universitaria, de esa «conciencia lúcida de la Patria» no es más que el surgimiento de la apatía a los grandes problemas estudiantiles, universitarios y nacionales.

Decimos que en el proceso del surgimiento de la conciencia social el hombre y el animal se comportan de dos maneras distintas frente a la Naturaleza. El hombre la adapta a sus necesidades, lo que presupone un conocimiento de las propiedades de las cosas, es decir de su esencia. Al animal la naturaleza lo adapta y no la percibe como una relación, fenómeno que sí ocurre en el hombre, debido a que el proceso del trabajo lo separa de la naturaleza. De esta manera podemos, por analogía, decir que quienes han diseñado el Cuas Cuás como una manera de comportarse, han calculado la separación orgánica del movimiento estudiantil (el hombre) de la problemática social que le rodea (la naturaleza) y que esta desapareción, así concebida, no es más que la aceptación tácita del hombre adaptado; el animal sometido, los estudiantes enajenados, alienados, marginados de la lucha social.

Si concebimos la Universidad como una República (La República Universitaria) podemos aceptar igualmente que ésta tiene su pueblo y que él tiene un proceso de trabajo muy específico: el proceso del trabajo intelectual.

El desarrollo de la producción permite el surgimiento del conocimiento teórico. El proceso de la producción de bienes materiales dio origen a la división del Trabajo (separación del trabajo físico e intelectual) y consecuentemente a la división de la sociedad en clases sociales con carácter antagónico; lo que igualmente generó una conciencia social y una conciencia de clase, donde se expresaron espiritualmente los distintos intereses materiales.

En la República Universitaria este proceso siguió una línea semejante. Frente a la ciencia; frente al conocimiento teórico en abstracto, el pueblo universitario no se dividió porque el conocimiento como totalidad le sirve a los distintos sectores que componen ese pueblo universitario.

El problema radicó en cuanto ese conocimiento quiso aplicarse a los intereses concretos de los distintos grupos sociales del pueblo universitario. Fuera de la universidad: para justificar la explotación de clase o para descubrirla y contribuir a eliminarla. En su aplicación concreta en el conocimiento científico adquirió carácter de clase, por así decirlo. Ya no perteneció al género humanidad sino que pasó a servir a los intereses de las distintas clases. Esto produjo consecuentemente la necesidad de fundamentar y justificar los distintos intereses de clase. Las clases que ostentaron el poder de explotación lo legitimaron a través del proceso ideológico, donde se reflejaron los intereses de estas clases y las tareas que tenían planteadas ante la sociedad: las que estaban fuera del poder desarrollaron posición de clase, una conciencia de clase.

La ideología así es la conciencia de clase de las clases con poder de explotación, lo que hace que sea la conciencia de las clases explotadoras expresada bajo la forma de un todo estructurado por los proponentes más lúcidos de dichas clases sociales (el caso de Cotico en la Universidad) y transpuesto al resto de la sociedad (La República Universitaria) bajo la forma de un sistema de ideas (el Cuas Cuás) y sus correspondientes actitudes, (el baile, la danza, el combo) que aseguran la cohesión de los individuos en el contexto de la explotación de clase.

En la Universidad este proceso se da en la medida que el Cuas Cuás asegura la cohesión de los estudiantes en las luchas no universitarias ni nacionales, en la barra, en el estadio, en la plaza, en el combo, lo que hace de facto que el movimiento estudiantil pierda ese carácter crítico, esa capacidad de ser conciencia lúcida de la Patria, lo que igualmente significa someterlo a los intereses de la explotación de clase y a los intereses del Estado de clase por inactividad, por falta de capacidad crítica y por falta de compromiso histórico. Esta es otra parte del mensaje ideológico oculto del Cuas Cuás: acallar la Universidad; aquietar y sosegar al movimiento estudiantil.

En el pueblo universitario por estos motivos se da la lucha de clases con su propia especificidad.

Una primera etapa, en los últimos años, cubrió al ascenso vertiginoso por una toma de conciencia y un real compromiso del movimiento estudiantil con los grandes problemas del país y sus soluciones y la denuncia de los mismos. Culminó ese proceso con la llegada al gobierno estudiantil de la Unidad para Avanzar (UPA). Los grupos que perdieron el poder, el gobierno estudiantil, recularon, experimentaron un proceso electoral y organizaron el asalto al poder ganando la conciencia de los estudiantes; es decir ganar su falsa conciencia al conquistar su manera de comportarse, sus sistemas de costumbres, sus hábitos, sus actitudes. Esto frente a un vacío teórico de la UPA que permitió fácilmente llenar necesidades anímicas sentidas, a través del mensaje del Cuas Cuás, totalmente desmovilizador.

Los mecanismos de explotación ideológica que utiliza el Cuas Cuás, como categorías de sometimiento, son el uso generalizado de aprovechamiento de la conciencia común; esto es, las experiencias empíricas de los estudiantes; cierta sicología social (reglas de trato social que impulsa particularmente Cotico) y una nueva «creación artística» (las danzas de Cotico), para lo cual aprovecha con más fuerza los aspectos de la conciencia puramente individual, que serían los rasgos comunes a la conciencia social, que se tiene, pero que se reflejan individualmente en razón de la ubicación social, la educación, la carrera de estudios, la capacidad y las condiciones de vida, lo que hace, en un medio como el de Estudios Generales, ya descrito, que el mensaje del Cuas Cuás cale más profundo y lo que teóricamente pone en entredicho la misión de las Humanidades. Una segunda etapa (planteada) reconquistar el gobierno estudiantil.

(Artículo publicado en el Semanario Universidad el Lunes 6 de diciembre de 1976, Página 4)

Los símbolos del cuas cuás
Vladimir de la Cruz
II Parte

El mensaje oculto y abierto que impulsa el Cuas-Cuas se lleva a cabo a través de un lenguaje puramente simbólico que se ejecuta en cuatro niveles: 1-Símbolos Animales y Naturales; 2-Símbolos Artísticos; 3-Símbolos Lingüísticos y 4-Símbolos Políticos.

El lenguaje simbólico usado ha sido el instrumento de mayor eficacia política utilizado en toda la actividad estudiantil (política) de los últimos años; a tal punto que, en la forma, Cotico, aparentemente, se presentaba solo enfrentándose a grupos estudiantiles sólidos, de muchos años de experiencia política universitaria y, por qué no decirlo, hasta con apoyo de Partidos Políticos.

Así el simbolismo del Cuas Cuás y las formas lingüísticas de él, impulsadas por Cotico, constituyeron el lenguaje filosófico e ideológico del Cuas Cuás. El valor musical y simbólico de las palabras usadas, los matices más sutiles de las impresiones y de los estados anímicos, tratando de explicar el secreto del alma estudiantil, presentó al Cuas Cuás casi como un Movimiento poético, como una necesidad anímica de los universitarios, que gravitaban convencionalmente en el signo de la Tortuga, el Caracol y demás figuras del Cuas Cuás, así como también ideológicamente, el Cuas Cuás adquirió la forma religiosa apostólica, de los artículos de la fe de Cotico.

Los símbolos animales y naturales

No ha sido Cotico ni el Cuas Cuás quien ha usado símbolos animales para transmitir su mensaje. En años anteriores ya habían sido usados el Gallo, por el Frente de Acción Universitaria (FAU); el Toro, por la Unidad Estudiantil de la Izquierda (UNEI) y los Búhos. Sus contenidos eran distintos y no son objeto de este análisis. Respondieron a otras necesidades fundamentalmente representando el canta-claro del Gallo, las denuncias de un movimiento estudiantil organizado y de una gran actitud vigilante de la Universidad (el Frente de Acción Universitaria, FAU) y el ascenso vertiginoso de la unidad fuerte y combativa de la UNEI (Unidad Estudiantil de la Izquierda) hasta la primera campaña de la Unidad para Avanzar, UPA, (representada en el toro).

El símbolo más importante usado por el Cuas Cuás fue la tortuga, que es un animal pesado, lento, sin boca, con un pico como el de las aves; de cuerpo corto encerrado en una envoltura o carapacho muy resistente, que produce la concha. Es en el caso del Cuas Cuás un reptil de tierra, por lo menos así lo representan. Como reptil que es, se arrastra; de sangre fría. Su piel está reforzada por láminas dérmicas (la concha) muy fuertes. Son de movimientos vivaces, es decir animados, de rápido actuar, sobre todo en el agua.

El otro símbolo usado fue el caracol, que es una concha en espiral cuyo significado fue usado musicalmente como bocina, que sirve para llamar de lejos, para avisar la presencia de Cotico y para reunir a los estudiantes en la plaza. Religiosamente explota la misma atracción que produce el sonido de las campañas para ir a la iglesia o a la Misa.

¿Qué desea representar realmente Cotico con la tortuga?

La tortuga fue usada como una droga, como un estimulante para una «juventud desorientada, desorganizada y con falta de identificación social e individual». En este mismo sentido, ha sido usado todo su lenguaje y todo su simbolismo. Pero también podría ser la visión que Cotico tiene de la Universidad: yuxtaposición de las Unidades Académicas como yuxtapuestas están las láminas del carapacho, solo que él las ve divididas entre sí y consecuentemente dividido el movimiento estudiantil, al que hay que darle cohesión; unidad. Desde este punto de vista el carapacho representa para él la capacidad receptiva y refractaria de la solidaridad universitaria.

También alegóricamente podría representarse la muerte del movimiento estudiantil en la medida que la cabeza de la tortuga representa la tumba y que en tierra significa igualmente gran lentitud y debilidad de movimientos, en tanto en el agua representa virtuosidad, pujanza y fortaleza, además de una larga longevidad.

También podría representar la Tortuga su propia protección de cualquier ataque social, familiar o individual así como su interés de demostrar públicamente que es diferente de los demás. Tiene para él una acepción, el uso de la tortuga que es la participación consciente de los estudiantes, a través del carapacho (unidades académicas) donde se cohesionan por el llamado proceso del pacho que conduce (jaleas) a superar las dificultades (de los estudiantes).

Así las cosas la tortuga expresa, en el Cuas Cuás, un movimiento estudiantil no crítico, que está representado por falta de una boca bien estructurada en la tortuga, lo que es igual a una falta de capacidad para emitir vocablos (para eso está el caracol y los ruidos que de él emanan al soplarlo). Si no hay vocablo no hay comunicación. La comunicación, la solidaridad que busca el Partido Acción y Cambio y el Cuas Cuás es a un nivel puramente emotivo, instintivo, como los animales, sin ningún mensaje de compromiso con la realidad social y con la realidad universitaria. También podría representar un movimiento estudiantil vil, rastrero; que se arrastra, sin capacidad crítica, protegido de una concha, muy resistente, capaz de enfrentar su abúlica participación política.

El rastrerismo del movimiento estudiantil iniciado por el Cuas Cuás es en la práctica el sometimiento de los intereses del movimiento estudiantil, de la Universidad vinculada al pueblo, a los intereses de las clases dominantes y consecuentemente la apatía política de la organización estudiantil Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica (FEUCR).

Desde el punto de vista de la Heráldica (tratado o ciencia que enseña a conocer todo lo referente a los blasones o escudos), cuando aparecen conchas en un escudo con la convexidad hacia afuera (como en la tortuga) se simboliza un espíritu joven, estudioso, para producir glorias a su patria y a su familia, o de un general cuerdo que no expone su persona a las contingencias de la guerra, para evitar los graves males que podrían causar su muerte o su prisión; en fin es símbolo de un caballero que aspira a adquirir buen nombre en regiones extranjeras.

En obvio, entonces, si esta concha se coloca sobre una tortuga que a su vez significa el Partido, éste se refugiará en la concha ante el acecho de peligros que produzcan su exterminio. Se simboliza aquí también un avance lento del Partido (Acción y Cambio), pero un avance seguro (que duró); por un camino ya fijado (con la metodología del Cuas Cuás); vigilante (con la cabeza de la tortuga hacia un lado, tal y como la representan); hacia una meta ya definida y estudiada (ganar el gobierno estudiantil a la izquierda y la destrucción de la organización consciente, no emotiva, de los estudiantes). Simbólicamente la tortuga no va a ciegas porque hay un sol que le ilumina el camino (los ideólogos y los políticos prácticos del Cuas Cuás, que evidentemente no son Cotico, son quienes en términos reales conducen la tortuga y su actividad práctica política: Rodrigo Cordero, Echeverría y Compañía).

Igualmente el Partido Acción y Cambio (PAC) se autorepresenta como humanista, según dice Rodrigo Cordero (!), y naturalista en la medida que tiene por símbolo, pensamos nosotros, elementos naturales y simples y no cosas fabricadas por la técnica. Sobre el Humanismo religioso del Cuas Cuás nos referiremos al final.

(Artículo publicado en el Semanario Universidad el 20 de diciembre de 1976, Página 5)

La gelatina evasiva del Cuas Cuás
Vladimir de la Cruz
III Parte

El lenguaje «artístico» y la lexicografía del Cuas Cuás han sido los instrumentos de mayor fuerza de la actividad del Partido Acción y Cambio; es decir del Cuas Cuás.

El lenguaje que llamamos «artístico» se reduce a la actividad práctica de danza, baile y canto que ejecuta Fernando Coto Martén (Cotico).

Para este análisis partimos de que el arte está íntimamente vinculado a una determinada concepción del mundo; que como tal refleja la realidad; que a través de él se pueden conocer la propiedad estética de la misma y que no sólo refleja la realidad sino que valora lo representado (afirmándolo o negándolo).

La «expresión artística» del Presidente de la FEUCR y su Cuas Cuás tiene tres manifestaciones mezcladas entre sí (danza, baile y canto artístico) sin poder precisar a ciencia cierta cuál es el producto artístico de ellas. La función económica de su actividad «artística» radica en «vender» un producto (su trabajo (?) artístico: el baile gelatinoso del Cuas Cuás, a una masa de estudiantes y otros sectores de población (valor de uso y valor de cambio de la mercancía «Cuas Cuás») llenando necesidades de la clase social a que DON (de Origen Noble; D.O.N.; Don) Fernando Coto Martén pertenece y en la que realiza. Por ello, aquí la «expresión artística» tiene no solo una representación ideológica de clase sino también de la crisis moral en que se desenvuelve la clase social burguesa.

La función artística de «su» expresión artística radica en el modo social de comunicación. La danza, el baile y el canto, todo mezclado gelatinosamente, sirve de vehículo de ideas y de sentimientos (su valor de uso) para transmitir reflejos y reacciones del Presidente del Cuas Cuás ante la realidad burguesa que le rodea y de la cual reniega sin perder su cordón umbilical.

El análisis del baile gelatinoso del cuas cuás, lo confesamos, nos planteó los siguientes problemas: 1.- el análisis del arte y del artista como una mercancía peculiar; el papel que ellos desempeñan en la sociedad y, digámoslo también, en la división social del trabajo; 2.- el estudio de las estructuras del lenguaje artístico: las reglas y normas de uso del material; la simbología implícita y explícita; los métodos de comunicación hacia el público y 3.- la expresión de la conciencia de clase y de la época en el «arte» del Cuas Cuás.

En primer término concluimos que el Cuas Cuás no es un arte específico. Es, eso sí, una caricatura de arte. Por tanto tampoco Fernando Coto Martén es un artista sino un joven al que le gusta la expresión artística del baile. En segundo lugar concluimos que como artista no desempeña ningún lugar en la sociedad costarricense pero que si lo desempeña ideológicamente por el papel que cumple: como habanero del Cuas Cuás.

En tercer lugar tampoco desempeña un papel en la división social del trabajo como hacedor del Cuas Cuás.

En cuarto lugar concluimos que el Cuas Cuás si bien no es un producto artístico determinado, sí llena estas necesidades y se vende como tal. Esto en parte motivado por la ausencia de una política artística y cultural de parte de las Federaciones Estudiantiles anteriores a la del Cuas Cuás y por la ausencia de una verdadera Semana Universitaria que llena masivamente, en estos aspectos, a los estudiantes; además de la poca preocupación que a esto le han prestado los grupos políticos dentro de la Universidad.

En quinto lugar la gelatina del Cuas Cuás se realiza sin ningún apego a normas y reglas artísticas más que a los impulsos y gritos del habanero Cotico.

En sexto lugar que lo único que se realiza con arte es el conjunto de movimientos de cuerpo, brazos y piernas de manera más o menos ordenada y a compás. De aquí que la forma dominante de la gelatina sea el baile y no la danza.

En séptimo lugar si hay una carga simbólica implícita en todos los movimientos de baile de Fernando Coto Martén que son a su vez los medios que lo comunican con el público.

Por último que en toda esa charanga, baile familiar de Cotico, está reflejada no solo su conciencia social (como él ve el mundo); sino también su conciencia de clase (la necesidad de apartar a los estudiantes de la lucha revolucionaria) y la época que le toca vivir en donde él cede frente a la escalada y violencia fascista en todos los órdenes de la vida social con una política de «no violencia», de «paz social», de «no compromiso» haciendo de hecho la política del fascismo, del anticomunismo, de la violencia institucionalizada, y relegando a los sectores estudiantiles a una pasividad y conformidad frente a la sociedad violenta, que enmarca la concepción filosófica reaccionaria del Cuas Cuás.

(Artículo publicado en el Semanario Universidad el 17 de enero de 1977, Página 5)

El canto anticomunista del pájaro mamador del Cuas Cuás
Vladimir de la Cruz
IV PARTE

La carga simbólica implícita y explícita de la gelatina bailable del Cuas Cuás gira alrededor de tres bailes: 1- La mal llamada Danza de la Revolución Cubana; 2- La Danza del pájaro mamador y 3- el resto de bailes realizados por el Presidente del Cuas Cuás.

La Danza de la Revolución Cubana pretendió ser un canto a la Revolución, donde el Presidente del Cuas Cuás hablaba del cambio revolucionario operado en la Isla de la Libertad. Señalaba muy débilmente, un compromiso con la lucha antiimperialista de los pueblos latinoamericanos. Proviniendo de quien venía no dejaba de ser atractivo y hasta innovador la forma como Fernando Coto Martén se vinculaba a la Revolución Cubana. Pero no era una vinculación sincera. Era una forma de hablar de la Revolución que terminaba hablando mal de ella, es decir, criticándola con buena dosis de profundo resentimiento anticomunista; se exaltaba la necesidad de la Revolución, del cambio y a renglón seguido se decía que no era necesario el contenido revolucionario de la misma; exaltaba la formación de una sociedad nueva y decía sobre la pérdida de libertades del hombre de la nueva sociedad cubana (las libertades burguesas).

La posición cuascuasiana frente a la Revolución Cubana posiblemente se originó en la escasa militancia política de don Fernando Coto Martén, no sólo escasa sino desordenada ideológica y teóricamente. Se vinculó a los movimientos políticos (!) como Presidente de los estudiantes del Colegio Lincoln (donde estudia lo más rancio de la burguesía nacional y extranjera). Esta fue su primera militancia: en una lucha estudiantil, que es una militancia política. No conocemos actividades desarrolladas en este sentido ni por los estudiantes de la Lincoln ni por el que fuera su Presidente. En todo caso lo cierto es que dicho puesto en el mencionado colegio posiblemente, en su época, no dejaría de ser así un puesto de figurón. Luego sufre el impacto de la lucha antiimperialista contra la ALCOA y se vincula a la Juventud Revolucionaria Demócrata Cristiana (JURDEC), la organización juvenil del Partido Demócrata Cristiano donde fortalece sus sentimientos y prejuicios anticomunistas, de los cuales no ha logrado desembarazarse. Llegó a ser presidente de la JURDEC. En 1970 ingresó al llamado Movimiento Universidad Joven, que reunía una serie de jóvenes que habían participado en las luchas contra la contratación de ALCOA. Aquí, según su decir, adquirió sentimientos «anarquistas románticos» que no solo lo llevaron a votar y a medio participar por grupos de izquierda como la UNEI sino que también lo llevaron a crear el llamado Movimiento Escalante Revolucionario, organización que reunió un grupo de los amigos de su barrio, con el fin de protestar contra los bailes de «debutantes» que se realizaban en el Club Unión, alegando que frente a ellos el «pueblo tenía hambre» y rechazando anímicamente esa tradición aristocrática.

Para 1973 unió sus sentimientos a la admiración que sentía por Alberto Salom, candidato de la izquierda universitaria y en el canto a la Revolución Cubana terminaba con una alegoría a Salom, al que llamaba el «Comandante Salom».

Alberto Salom había sido Presidente del Saint Francis a la vez que Fernando Coto Martén lo era de la Lincoln. La diferencia era que Salom desde esa época se había vinculado con mayor compromiso que Cotico con las luchas políticas de los estudiantes. De aquí que Cotico lo admirara (su deseo intrínseco de realizarse tan plenamente como lo hacía Salom a diferencia de él) y lo rechazara simultáneamente (la crítica al compromiso revolucionario de Salom y lo que Salom, generacional y socialmente podía representarle).

Así su danza a la Revolución Cubana terminaba con «un Comandante Salom» altamente criticado y no resaltaba en Salom aquellos elementos políticos con los cuales se estaba proyectando al seno del movimiento estudiantil sino que destacaba otras cualidades de Salom: que era excelente basquetbolista; que era muy admirado, según él, por las «niñas», a las cuales él «sentía una ansia de amar y de andar con alguna».

Para 1974, según él, ofreció su actividad bailable a Salom y a los grupos de izquierda, en la Danza de la Revolución Cubana, que a su decir era un análisis del materialismo histórico (¿?), análisis que culminaba en la llamada Danza del Pájaro Mamador. Su concepción del materialismo histórico radicaba en dudar si era el «Estado» o el hombre el que debía cambiar, y concluyó que era el corazón del hombre el que debía operar el cambio.

Cuando los grupos de izquierda rechazaron el ofrecimiento de bailes de Cotico consideró que Salom se había vuelto dogmático y empezó no solo a criticar a Salom, en sus bailes, sino a oponerse a la Revolución Cubana en la medida que estimaba que él no podía estar de acuerdo con la dictadura del proletariado (lo que implícitamente quiere decir que está de acuerdo con la dictadura de la clase de la burguesía).

Su crítica a la Revolución Cubana lo llevó junto con Rodrigo Cordero el domingo 16 de enero último a decir, en el Parque Central de San José, que la Revolución Cubana era una «dictadura asesina» y a pregonar la libertad de Hubert Matos, haciendo CORO con Pinochet, los cubanos anticastristas, con la gusanera y con todo el anticomunismo internacional.

Ese ha sido su compromiso con la Revolución Cubana. Esa la esencia de su danza a la Revolución, la esencia de la clase social en la cual él se realiza espectacularmente para deleite de su público, que no participa más que fantasmagóricamente, es decir, sintiendo que con el show de Cotico ellos están participando de lo que Cotico les está enseñando. Ese es también el grado de participación que él da en la «plaza».

El compromiso con la lucha antiimperialista de los pueblos latinoamericanos la resume a: 1- criticar al Partido Comunista por cuanto en su existencia no ha sabido, según él, hablar, comunicarse con el pueblo y además porque Partido Comunista es, para él, presencia del «imperialismo ruso», de los esquemas rusos y prorusos. Hacer anticomunismo es hacer antiimperialismo al estilo del Cuas Cuás. Esto es no tocar las verdaderas raíces del imperialismo como un fenómeno del desarrollo intrínseco del capitalismo y evadir conscientemente la verdadera problemática de la situación de subdesarrollo y dependencia que sufren nuestros países de los consorcios imperialistas; amén de la dependencia tecnológica, científica y cultural (de la cual el Cuas Cuás es una expresión refinada de ella), que tiene el imperialismo sometido a nuestros pueblos e instituciones. Pero es, además, eliminar los verdaderos amigos de los pueblos en su justa lucha de liberación nacional, utilizando esquemas que operan en un estado de contrainsurgencia anticomunista; es jugar con el anticomunismo como una forma de distraer las fuerzas antiimperialistas haciendo ver que el socialismo y el capitalismo son esencialmente iguales. 2- identificarse con la petición fascista de Pinochet de canje de prisioneros políticos chilenos por prisioneros de la Revolución, sin entender que la justicia revolucionaria de Cuba no se comercia y, además, sin entender la justicia de la Revolución Cubana, que logra redimir un pueblo entero, por lo que no puede tener una situación de injusticia en los términos que Pinochet quiere igualar su represión fascista y la situación a que tiene sometidos los presos políticos de ese país, con la vida de Cuba y la situación de los presos en la Isla. 3- pedir a Carter, por boca de Rodrigo Cordero, que intervenga en la lucha del pueblo panameño en su justa demanda de rescatar la soberanía panameña en el Canal a efecto de evitar «guerrillas» alentadas por Cuba y que a su decir operarían en Talamanca. Esa es su lucha antiimperialista: anticomunismo, identificación con los intereses fascistas de Pinochet y mantenimiento del enclave canalero.

(Artículo publicado en el Semanario Universidad el 31 de enero de 1977, Página 6)

El amor del conchudo pájaro mamador del Cuas Cuás
Vladimir de la Cruz
V PARTE

La Danza del Pájaro Mamador es el segundo baile evasivo del presidente del Cuas Cuás. En él pretendía rescatar la situación angustiosa que vive el campesino costarricense (el CONCHO). Según don Fernando Coto Martén, ésta era una alegoría de la danza de Stravinski. El Pájaro Mamador representa al «campesino tapis» que con el licor, drogado por él, regresa al seno materno, por cuanto la borrachera le produce al campesino un estado de seguridad, que a su vez es un estado de enajenación (!): «es como el niño que mama la leche de su madre», según su propia expresión.

La Danza del Pájaro Mamador tiene una carga simbólica sexual muy fuerte y una crítica a la sociedad de consumo de alimentos y a las dietas de engorde.

El CONCHO, el campesino nuestro, está muy débilmente representado en la Danza, la que pretendiendo rescatarlo de su medio social enajenante, el licor y las dietas de engorde, lo mantienen fijado en su medio social como el niño a la madre, a su trabajo y sus relaciones sociales.

En todo el baile o danza no hay ninguna alusión a la organización de clase del campesinado ni a la transformación de las relaciones de producción en el campo y, mucho menos, critica al régimen de tenencia de tierra y de propiedad latifundista o al acaparamiento de tierras por parte de terratenientes, ni hay tampoco un canto al recuperador de tierras, al precarista y, menos aún, su defensa.

Implícitamente, la Danza del Pájaro Mamador es el canto al campesino, al CONCHO, para que se quede como está pero sin tomar licor y sin comer azúcares y harinas; que no cambie sus relaciones de producción; que no transforme su realidad social; que no haga revolución. Es, en resumen, el canto no al CONCHO sino al CONCHUDO, al hombre pasivo que poco le importa su situación social, el compromiso político. Es un canto al enajenado político para mantenerlo alejado de las posibilidades reales de romper su alienación ideológica, la que se manifiesta en el conchudo, preocupado de las dietas de engorde, de las llamadas «culturas del Quequito» y «del Azúcar» y del sexo (la cultura sexual).

La carga simbólica sexual está en que las comidas también sustituyen al sexo, lo que produce según Cotico «una gran miseria sexual», oralidad sexual manifiesta. Así la Danza del Pájaro Mamador se convierte, según su decir, en «sexo sublimado», canalizado por las posiciones del baile, o de los bailes, que realiza superando ansias e infelicidades reprimidas.

Esto lo expresa don Fernando Coto Martén cuando en plenos bailes reparte frutas bailando en tanga o cuando en tanga persigue, con una culebra no venenosa en la mano, a alguna muchacha. La misma participación bailable en tanga o casi desnudo es parte de la crisis sexual que se lo come; es siquiátricamente hablando, su necesidad de enseñar, es una especie de «desnudo fugaz» pero en tanga.

Es, en Cotico, el baile de la Tanga, la evasión concreta de la realización sexual; es como una vedette que produce en la imaginación de quienes lo ven, ya enajenados sexuales, la satisfacción sublimada del sexo que no se realiza.

Por ello, en la Danza del Pájaro Mamador también se manifiesta la carga ideológica de la evasión, del compromiso real y concreto, solo que en este caso en el campo del amor, del amor sexual y de aquí también se evade el amor social, el compromiso político por la transformación de la sociedad.

La evasión de la realización sexual concreta culmina en el canto al «semen, energía espiritual profunda», lo que quiere decir en términos prácticos negar la capacidad reproductora (inhibición sexual) pero además, en términos políticos, no realizar actividad política; ver la política como una religión en cuanto realización espiritual; declamar en una sociedad violenta la «no violencia»; es lo no reproductor; la no organización de los estudiantes para luchas concretas, para luchas nacionales y para luchas patrióticas y políticas.

La impotencia sexual manifiesta en la Danza del Pájaro Mamador es la expresión sexual de la impotencia política de la actual Federación de Estudiantes y de quienes contribuimos, en mayor o menor grado, a que se llegara a ese estado de cosas.

La Danza del Pájaro Mamador, por último, podría tener otra acepción (lo que ayudaría en parte a explicar el éxito de su atención en el estudiantado que la sigue); en ciertas familias burguesas y pequeño burguesas los niveles de comunicación entre padres e hijos no solo se rompen sino que se tornan muy violentos, sobre todo cuando los padres desean la realización de los hijos al estilo que ellos lo hicieron. Los hijos rechazan violentamente esta realización. Comprenden que sus padres están realizados a otro nivel y que no necesariamente deben seguirlos; por el contrario deben realizarse en su nivel. Luchan las dos fuerzas, la que fija al seno materno, a la familia; la que libera desarrollando una personalidad vigorosa, independiente, autónoma, con nuevas concepciones sin rechazar la escala de valores ni las normas de aprendizaje, solo que aplicándola de acuerdo a las relaciones de las distintas conductas que van emergiendo. Cuando esto no es aceptado por los padres, se rompe todo tipo de comunicación y se produce el rechazo a toda la escala de valores y reglas morales aprendidas y la creación de un nuevo código de comportamiento, tan violento como el que le impusieron a uno pero que opera contra los padres que se niegan a aceptarlo más que por la fuerza. Es la afirmación y el triunfo de una individualidad invertida, en función de los padres; del super ego (en todas sus manifestaciones), en donde los hijos ya no se realizan igual que los padres y, no solo eso, sino que lo hacen de la manera más opuesta y diferente y donde los niveles de comunicación también se invierten: no son ya los hijos que no entienden a sus padres sino los padres que no entienden a sus hijos. Esto es muy propio en sectores de la burguesía, clase media alta e hijos de profesionales, la base social no solo en general de la Universidad sino de manera concreta de los Estudios Generales. Esto es lo que Cotico llamaría «excretar la concha», lo «que sirve para desvelizar el inconsciente que sirve, a su vez, para transformar la sociedad sobre la verdad y la justicia», totalmente idealizada y alejada de la realidad misma; aceptada conchudamente con CASCARA, con CARAPACHO. Así el Cuas Cuás es reflejo de la crisis de la sociedad inmoral.

(Artículo publicado en el Semanario Universidad el 14 de febrero de 1977, Página 4).

Programa Alternativas: Del ALCOA 70 al primero de mayo

SURCOS comparte la siguiente invitación:

El viernes 30 de abril a las 6:00pm se llevará a cabo el programa radial Alternativas en el que se abordará una discusión sobre ALCOA 70 al primero de mayo. Contará con la participación de los siguientes invitados:

  • Hannia Franceshi, Trabajadora Social, profesora universitaria jubilada, activista social.
  • Oscar Madrigal,abogado.
  • Enid Cruz Ramirez, luchadora social, feminista, fundadora de MUSADE, miembros de la Coordinadora Popular de Occidente.
  • Jorge Montoya, docente de Historia de la Cultura, UCR.

Puede sintonizar el programa en Radio 16, 1590am o por medio del Facebook de Radio 16

Adjuntamos invitación formal al evento:

24 de abril: ¿Boomer vs. Generación X? ¿1970 vs. 1991? (Versión Ecuménica)

Jiddu Rojas Jiménez

  1. Primero pido perdón por usar esas «categorías» generacionales sin gran fundamento científico – social, y que han devenido en meros lugares comunes. No se trata de una competencia. Sino de visibilizar importantes acontecimientos históricos que han moldeado la resistencia popular contra la destrucción paulatina del Estado Social de Derecho.

Necesario es decir que la ‘teorías de las generaciones’ tienen un sesgo muy anglosajón. Y que su operatividad conceptual es muy vaga.

Un ejemplo: En principio la Generación anterior a la X no es la Boomer sino la llamada Generación Jones de intermediación.

Pero no es lo mismo nacer en la «Generación Jones»(nacidos aproximadamente entre 1954 – 1965, o sea, repito, posterior a los «Baby Boomers» y anteriores a la Generación X) en Estados Unidos, sin Vietnam, sin revolución sexual, con las drogas criminalizadas, mucho más despolitizados, con Televisión 24/7, con alto desempleo y recesión al crecer, al estilo del Presidente Obama, que nacer en esa mismos años pero en Centroamérica, Latinoamérica o Medio Oriente, o en el antiguo Bloque Socialista de Europa del Este con posterior Restauración capitalista. Punto. No hay parangón. Incluso las diferencias entre campo, puertos y ciudad cuentan, y no sólo en Costa Rica sino en el Mundo entero obviamente.

Otro tema es el mismo término «Generación X», tomado de la cultura pop del primer grupo de Punk de Billy Idol, y referido en la literatura por el canadiense Douglas Coupland, etc. Al parecer, tomado a su vez de un equívoco al malinterpretar un fotoensayo del famoso Robert Capa, referido a los niños y niñas nacidos después de la Segunda Guerra Mundial (o sea los llamados «Babyboomers» de Estados Unidos). El término sólo se popularizó en tardíamente al final de los 90s y comienzos de la década del 2000.

  1. Ahora lo esencial:

El olvido de la Lucha contra ALCOA no es gratuito. Signo de una generación de lucha heroica, resulta conveniente olvidarla. Trivializarla, romantizarla, minimizarla, evadirla.

Nadie debe recordar nunca, esa primera plana en «Le Monde Diplomatique» con un joven estudiante costarricense llamado (José Picado Lagos) en guayabera, retando a golpes a un policía antimotines armado de su garrote…

Faltan muchos y muchas en la foto pero ahí están. Vale la pena seguir interpelándolos y aprendiendo mutuamente de sus experiencias.

Fue una maravillosa generación, mucho anterior incluso a la mía, denostada por el anglicismo «Boomer», ahora de moda.

  1. Nuestra Generación X:

Pero suave, yo nací en 1968, Año del Tet… Tenía 2 años en 1970. Y entré a la conservadora Facultad de Derecho en UCR en 1985… No conocía movimiento estudiantil alguno en el colegio (al menos en mi colegio privado). La actividad política me ha perseguido desde mi ingreso a la UCR. Y es como un mal Karma, valga la redundancia.

Ya desde 1988 acompañaba al Trabajo Campesino en Acosta, y eso fue otra cosa, no era la esfera de las capas medias universitarias… Era alimento espiritual. Era Dharma. Era como dejar de estudiar Derecho y comenzar a estudiar Filosofía.

Admito que no era muy ‘normal’. Pero tampoco lo soy ahora a mis Cincuentas.

  1. Y bueno, quería aportar algo al justo y necesario tributo histórico de ALCOA 1970, pero con voz propia:

¿Quién se acuerda de 1991 y la Lucha de las Universidades Públicas por su justo presupuesto?

¿Quién se acuerda del Ministro Thelmo Vargas adalid del Neoliberalismo en el PUSC? ¿Alias ‘Thelminator’?

¿Y del tenebroso Bipartidismo Neoliberal?

La lucha y expulsión por la presión popular del ‘coco’ Neoliberal, Thelmo Vargas como Ministro de Calderón Fournier en 1991 fue nuestra otra victoria generacional. (Aún y cuando haya terminado en eso cosa extraña llamada FEES, que para algunos/as resultó regresiva respecto de la norma constitucional explícita previa).

  1. Recapitulemos el contexto de los 90s, porque tampoco fueron fáciles:

No fue un mero revival de los 60s parisinos.

Estábamos en pleno pleno auge Neoliberal en Latinoamérica y en el Mundo, con la reciente caída de la URSS, y de los regímenes burocráticos del «Socialismo Histórico», y con escepticismo propio de la corta moda académica Posmoderna… Se nos negaba así la Utopía, y se predicaba con simplismo el ‘Fin de la Historia’ por un tal Francis Fukuyama, ahora un ‘converso’ me dicen.

El sectarismo mesiánico también apareció como un falso refugio.

Sin embargo, nuestra lucha fue igual de heroica a la de ALCOA, y tal vez incluso, hasta igual o más importante políticamente, en términos estratégicos nacionales. Aunque Usted no lo crea y la desconozca.

Fue una poderosa y estratégica victoria popular la de 1991 en el silencio global de la caída del Muro de Berlín, que le recortó las alas al proyecto Neoliberal Bipartidista todavía en boga…

No nos equivoquemos, sólo lo volvió más lento, a lo «tico», pero eso fue mejor que la receta de Menem en Argentina, o de Salinas de Gortari en México, o de Collor de Mello en Brasil, o del Autogolpe de Fujimori en los 90s, o sea fue relativamente «bueno» para nuestro golpeado Estado Social de Derecho.

  1. Este movimiento estudiantil costarricense gestado entre 1990 y 1991, permitió y sembró, los aires de la posterior Lucha por el ICE contra el llamado Combo 2001, o incluso contra el TLC (2006 – 2007). Nos inspiró sin duda ALCOA. Pero tuvimos nuestra propia identidad. No tuvimos un Vietnam, tuvimos la Guerra del Golfo contra Iraq (dos guerras de Iraq, y en medio la Invasión a Afganistán justificada por el terror psicológico colectivo del 9/11).

Carteles de Jim Morrison y Lennon, alternaban con consignas del Mayo 68 o del Surrealismo y Dadaísmo, y desfilaban junto a los de Carmen Lyra, o CALUFA, Rodrigo Facio, o el Ché. Fue maravilloso y polifónico. Lleno de colores y de creatividad revolucionaria. La mutación política (Negri, dixit) parió con nosotros.

  1. Nota Morista:

Me hubiese gustado decir de los carteles que muchos eran de Manuel Mora Valverde, pero en realidad sistemáticamente se nos ocultaba su figura y su pensamiento estratégico, se le minizaba, o se le denostaba por el sectarismo de la poca izquierda universitaria ilustrada que quedaba. Esa fue mi experiencia política y académica, al menos.

Era más fácil conocer el recetario ‘ultra’ de un extraño y gris Trosko argentino (con perdón de Trotsky) apodado Nahuel Moreno y sus rabietas y disputas con el sabio economista belga Ernest Mandel, que estudiar el exitoso Pacto Social de 1943 que dio origen a nuestras Garantías Sociales. Así de sencillo.

En fin, éramos muy ingenuos y podíamos equivocarnos muy fácilmente. Yo incluido obvio. (Eran épocas confusas de reflujo político).

Ya para los 90s habían ahogado la lucha estudiantil de 1970. Los finales de los 80s fueron de restauración conservadora en Costa Rica. Hicieron muy bien su trabajo ideológico…

Los Planes de Paz necesarios en Centroamérica nos dieron oxígeno, luego el cerco económico al Agro nacional y la obligada reconversión agroexportadora, el giro Neoliberal del PLN de Oscar Arias, la Invasión a Granada (1983) y a Panamá (1989), la amenaza norteamericana de Invasión a Nicaragua, luego la lógica derrota electoral del FSLN, la derrota militar de las Guerrillas centroamericanas frente al genocidio del fascismo militar criollo, la anterior crisis de Carazo y el FMI, la brutal hiperinflación, la propaganda anticomunista 24/7, etc.

  1. Nuestro referente teórico universitario era Helio Gallardo, al menos en la UCR. Algunos conocíamos incluso al gran Franz Hinkelammert, «El Yeti» y a sus colaboradores del viejo DEI.

Todo lo demás era casi marginal (adrede posiblemente), puro manto y leyenda o mero Diamat sin «socialismo real».

Obviamente con las excepciones del caso, como el brillante historiador de la UCR, Paulino González Villalobos, veterano de ALCOA y fallecido trágicamente en 1988 (qepd.), o los profesores de Psicología Social (Jaime Robert e Ignacio Dobles) y sus charlas de freudomarxismo.

Claro académicamente (no políticamente), ya asomaban al menos en la vieja Escuela de Filosofía- UCR, el Ecologismo y el Feminismo (gracias Yolanda Ingianna).

El acrónimo LGTBIQ no estaba bien difundido, y aún dentro de la izquierda juvenil, salvo cierta tolerancia represiva (Marcuse), sus reivindicaciones eran mal vistas. Esa era nuestra moral pueblerina que privaba. Sin embargo, ya habían discretos Colectivos universitarios en lucha. Igualmente sobre el complejo y actual tema indígena.

Si estaba muy clara la necesidad de pensar a los nuevas subjetividades sociales, a los nuevos actores sociales, más allá de la clase trabajadora y el campesinado.

La teoría social contenida y su explosivo potencial en el Psicoanálisis de Freud (gracias Tatiana Facio). La crítica Neomarxista y gramsciana al Marxismo Soviético (gracias Giovanna Giglioli).

La vieja Escuela de Frankfurt y su Teoría Crítica (igual que en Europa occidental de los 60s y 70s), eso a pesar del publicitado (e insoportablemente denso) Jürgen Habermas, también nos movilizó.

Foucault y Deleuze y el posestructuralismo francés de izquierda (no posmodernismo), no se le puede explicar a los sectores populares. ¿Para qué además? Pero sí podemos trabajar con Privados de Libertad (1998) y repensar el encierro, el cuerpo y su vigilancia social.

Y claro, la Filosofía de la Liberación Latinoamericana (Dussel). Pensar desde América Latina, escribía Helio.

También y no menos, el espíritu ‘acrata’ de la Revista Kasandra Virtuala y de Jorge Jiménez ofrecía una salida estética contestaria y de ruptura, con el Progresismo soso heredado de los 70s.

Luego vino Hegel, primero con Don Arnoldo Mora Rodríguez y don Fernando Leal, luego Gerardo Mora Burgos  en la Sede Occidente, y luego con Roberto Fragomeno y nuestro Centro de Estudios Filosóficos «Lágrima Negra».

Soy injusto con una nunca olvidada generación de profesores de Economía Política de la UNA, quienes iban desde Neokeynesianos, Neoricardianos (por Piero Sraffa), hasta Neomarxistas críticos.

No podía faltar en la UNA, don Federico López y su luz. Faltarán muchas y muchos docentes de mencionar, claro.

  1. Pero sería todavía más injusto sino menciono al extraordinario, maravilloso, y aún más politizado movimiento estudiantil de la Universidad Nacional. Su líder indiscutible Danilo Solís (qepd.), nuestro hermano y compañero de generación.

Danilo, nuestro «Peluca», «Danny Boy», educó con su sencillo ejemplo, y con su honestidad y consecuencia política, a toda una generación de luchadores y luchadoras cívicos del posterior Combo del 2000 de la UNA (Johana Hernandez, Alvin Solano, Oscar Barboza Lizano, Esteban Campos Méndez, Andrés Gallardo, Dimitri Shiltagh Prada, Jorge Blanco Chan, etc.).

Nada como aguantar durante el Combo del 2000 o en 1991 bajo el Sol y la lluvia, con algunos/as pocos/as un Bloqueo en plena Avenida Central y Segunda de San José… En ese tiempo era legal. Sin embargo, la represión policial era la misma, sino pregúntele a la líder estudiantil de la Lucha contra Combo privatizador del ICE, Eva Carazo Vargas, o al veterano compañero César LD López, o incluso al entonces todavía más joven, Ariel Foster de la UNA.

No fueron las únicas luchas, entre 1991 y el 2007 hubo una serie de fantásticas luchas populares, acompañadas siempre por jóvenes y estudiantes, universitarios y hasta colegiales (Roberto Herrera).

  1. Un recuerdo emotivo:

Los Policías se preparan para la carga… Nuestra gente estaba muy cansada y la mayoría se había retirado a la UCR … La Policía incluso era más numerosa, sobraban oficiales… Y de repente como en una película con final feliz, vemos una maravillosa Legión de jóvenes universitarios y universitarias, ordenada, marchan casi, vienen caminando desde Heredia, era algo casi espartano, cobijados con una manta con estrella roja, subiendo contravía la Avenida Central. Marchan hacia nosotros… No habían celulares. Solo señales.

La policía vuelve a ver a su retaguardia y de inmediato se reubica pacífica en la Plaza de la Democracia. Ahí abracé a los y las compas de la UNA. No nos hemos separado hasta la fecha, y terminé sacando mi Posgrado en esa maravillosa Universidad Necesaria.

  1. Y del TEC sólo conocimos a sus líderes estudiantiles como «El Mechas», ahora un gran profesional e Ingeniero en el ICE.

Sabíamos del exilio del Arquitecto Roberto Villalobos Ardón del viejo TEC, por sus maravillosos cursos de Filosofía del Arte en la UCR. Y obviamente luego, cultivamos la amistad y admiración por el Rector don Eugenio Trejos BENAVIDES, pero luego, durante el Combo del 2000. Años después pude tener el honor de ser docente en su Campus de San Carlos. (TEC- SC).

  1. En la UNED obviamente hubo compañeros y compañeras docentes, que se lo jugaron el todo por el todo. Su protagonismo científico y político brilló con luz propia en la lucha del Combo, y no se apaga con nada.

Menciono en la UNED al extensionista Italo Fera Fallas con bajo perfil a veces y a quién conocía desde mi anterior trabajo campesino en Acosta, y obviamente, a mi amigo y compañero actual de trinchera Luis Paulino Vargas Solís.

Creo que Luis Paulino de la UNED y Henry Mora J de la UNA (éste último junto al maestro Franz Hinkelammert), ambos con universos discursivos diferenciados y con prácticas – políticas militantes, transformaron ese hiato entre práctica- teórica- académica y práctica- política popular. A las pruebas me remito, nadie los calla. Y siguen como un tábano antineoliberal jodiendo al Pensamiento Único, en pleno 2021.

Sin embargo, para 1991 debo señalar que hubo un divorcio práctico – político entre la chata realidad costarricense, y nuestra exquisita pero incompleta formación académica (eso solo fue un grato privilegio de la Educación Pública Superior).

  1. En fin, hicimos lo que pudimos. No teníamos la gravedad conspirativa, ni la tesitura de otras épocas de Insurgencia, ni la ligereza o la apertura o las redes sociales de los Millennials y Centennials posteriores. Fuimos y somos, con luces y sombras.

Y sólo yo estuve ahí. Y no quería dejar de testimoniarlo.

Nuestras mayores equivocación estratégicas, fueron simples pecados de juventud:

1) No forjar una identidad política y cultural propia. Nunca tuvimos sana autoestima política colectiva, sólo algunos egos.

2) No construir tampoco una expresión política-electoral propia (ni el PAC ni el FA ni antes el Naranjazo lo fueron).

3) No tener o desarrollar un medio de comunicación de masas independiente y propio. A lo sumo pedimos espacio en el Seminario Universidad y Radio Universidad y el Canal 15… Luego se creó Radio U. Los demás intentos de Prensa Independiente de la época fracasaron. Ergo «Esto Pasa».

4) Y peor aún, para algunos y algunas, fue el ser o Cooptados/as o Marginados/as, un binomio muy cruel en términos personales.

Aún así, nos reivindicamos luego contra el Combo privatizador del ICE y supimos sobrellevar la derrota táctica y estratégica del TLC (2006 y 2007).

No conozco, sin embargo, ninguna Plaza con el nombre de ‘Thelminator’…

Siempre ‘pedimos permiso’, exhibimos la herida interna, la carencia constituida, y necesitamos citar a una fuente de autoridad. ¿No nos la creemos todavía?

En verdad somos, la ‘Generación X’ Tica.

Presentación del libro: “Rebeldía en la memoria. El movimiento estudiantil contra ALCOA (Costa Rica, 1968-1970)”

SURCOS comparte la siguiente invitación:

El próximo 28 de abril a las 5:00pm se llevará a cabo la presentación del libro de Randall Chaves Zamora titulado “Rebeldía en la memoria. El movimiento estudiantil contra ALCOA (Costa Rica, 1968-1970)”. Este evento contará con la participación de los siguientes invitados:

  • Sofía Cortez Sequeira, investigadora del CIHAC.
  • David Díaz-Arias, director del CIHAC.

Modera:

  • Carolina Arias Nuñez, EUNED

Puede ver la presentación por transmición de Facebook live en las redes del CIHAC y Editorial UNED-EUNED.

Para consultar más información del evento puede escribir al siguiente correo: promocioneuned@uned.ac.cr

Adjuntamos la invitación formal del evento:

Historias de liderazgo: documental sobre participación política de juventudes en Costa Rica

Compartimos el siguiente video producido por el Proyecto Juventudes Progresistas de la Fundación Friedrich Ebert titulado Historias de Liderazgo en Costa Rica y cuyo guion y dirección estuvo a cargo de Patricia Howell.

“En todos los conflictos sociales las juventudes han sabido estar en primera línea para defender la soberanía y los derechos humanos…

… hablamos de la lucha contra ALCOA el Combo del ICE y el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos. Hoy las juventudes costarricenses son parte de una evolución ideológica que se posiciona como progresismo político… y particularmente de rostro femenino, caracterizan las nuevas luchas sociales…

Este documental busca promover la conciencia de quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde queremos ir…”

En el video Iris Navarrete Murillo, lidereza ALCOA, 1968 – 1970, habla sobre este contrato, el cual se pretendía hacer entre el gobierno de Costa Rica y dicha empresa, la cual estaba radicada en Pensilvania, Estados Unidos y se dedica a la explotación y producción de aluminio: “… a ellos les interesaba las tierras de Pérez Zeledón, por ser tierras muy ricas en bauxita. A mí me interesó la situación a raíz de que un amigo mío que estudiaba agronomía… me comentó el problema ambiental que iba a producir esta empresa. El Valle del El General iba a perder toda su belleza y su fertilidad a cambio de nada… No era conveniente que volviéramos a caer en la situación que se dio con las compañías bananeras y con el ferrocarril al Atlántico que se rigieron por contratos de ley… Y por otra parte la violación a la legislación costarricense era flagrante”. Es así como en el onceavo congreso universitario de la federación de estudiantes, Iris Navarrete presenta el documento explicando los alcances que tendría ese contrato y se empezó a tomar conciencia de manera colectiva del problema ante una figura jurídica que era inamovible. El 24 de abril de 1970 el Congreso aprobó ese contrato de ley, por lo que la gente se molestó bastante; la policía intervino de manera violenta y hubo muchos detenidos y gente golpeada. Finalmente, en la siguiente legislatura presentaron un proyecto para eliminar los contratos ley y así fue hecho.

Por otra parte, Eva Carazo Vargas, expresidenta de la FEUCR, activista contra el Combo del ICE, 1999 – 2000 nos habla sobre esta lucha “… desde allí (FEUCR) participamos junto con muchos otros sectores en la defensa del Instituto Costarricense de Electricidad frente a un proyecto de ley que buscaba poner los servicios de telecomunicaciones y de electricidad a funcionar bajo la lógica de mercado y no como derechos que había que garantizar a toda la población…” El Combo surgió de un proceso llamado Concertación Nacional, del que salieron tres proyectos de ley, uno de ellos modificaba la estructura institucional del ICE, otro abría las telecomunicaciones y un último la electricidad. Una vez que llegaron a la Asamblea Legislativa, ésta los unió en uno solo y así surgió el “Combo”, bajo el cual se promovía que el aparato público como tal, no funciona. El ICE, además de ser eficiente, “…representaba ese modelo universal y solidario en que los servicios se entendían como derechos y no como mercancías”. Es así como los integrantes de la FEUCR, quienes venían dándole seguimiento a este tema y se sentían responsables con la sociedad como miembros estudiantes de una universidad pública. La Asamblea Legislativa aprobó en comisión el “Combo” y es ahí cuando esa lucha se trasladó a las calles y creció la conciencia de los que implicaba este proyecto. En la lucha se involucró mucha gente, entre ellos comunidades rurales, territorios costeros y la estrategia utilizada en la lucha fue el bloqueo de carreteras en distintos y numerosos puntos del país; movilización callejera y marchas multitudinarias. En esta lucha la gente joven tuvo una participación protagónica gestada por movilizaciones masivas desde las federaciones estudiantiles de todas las universidades públicas y privadas. Finalmente, se llegó a un consenso para suspender las manifestaciones al mismo tiempo que el gobierno se comprometía a retirar de la corriente legislativa el proyecto de ley del “Combo”. “… la principal ganancia en ese momento fue detener el proceso de privatización y debilitamiento de la institución… nos habla de la posibilidad que tenemos para transformar la realidad cuando nos movilizamos intencionalmente para hacerlo”.

Por último, Andrea Alvarado Vargas, periodista, productora audiovisual, activista en la lucha contra el TLC, 2006 – 2007 nos habla al respecto: “El TLC era un Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica, República Dominicana y Estados Unidos y tuvo tanta oposición nacional que se llevó a un referéndum, el primer referéndum en la historia de Costa Rica. Empezó a surgir un movimiento de manera muy orgánica, de personas que estudiaron ese Tratado de Libre Comercio y que empezaron a evidenciar que había tremendas desventajas en esa negociación, particularmente para Costa Rica frente a los Estados Unidos”. Una economía pequeña como la de nuestro país, negociando con una potencia mundial que posee prácticas desleales en cuanto al comercio. En ese momento muchas personas jóvenes se unieron a esta lucha social y se articularon con otros movimientos y lograron crecer en sus estrategias políticas, de divulgación, en comunicación y otros ámbitos. Los sectores que estaban a favor del TLC se encargaron de tejer una narrativa acompañada de una publicidad multimillonaria en torno al miedo al hacer creer que, si no se aprobaba el tratado, esto aumentaría el desempleo. “…Estoy convencida de que la lucha contra el TLC logró una articulación de movimientos sociales nunca vista en este país. Había un liderazgo propio en los movimientos estudiantiles con actividades propias, con agenda propia y con una visibilidad en ese momento de lucha social. …El movimiento de mujeres organizado y el movimiento feminista se vinculó desde un principio con la lucha contra el TLC. …nos dimos cuenta que a las mujeres también nos afectaba…”

 

Compartido con SURCOS por Marco Aguilar Badilla.

Cuatro Presidentes y cuatro experiencias de luchas históricas, ALCOA, la lucha magisterial de 1995, el Combo del ICE y el TLC

Vladimir de la Cruz

Es usual, en la memoria colectiva de las luchas sociales y populares, revivir algunas luchas, intensas, que marcan todavía el recuerdo de muchas personas, activistas de ella, como grandes episodios de la lucha popular del pueblo costarricense. En las cuatro he participado, he sido testigo y actor.

I.

La lucha de ALCOA, que culminó el 24 de abril de 1970, fue una lucha surgida en el movimiento estudiantil comunista de la Universidad de Costa Rica, por parte del Frente de Acción Universitaria, FAU, del cual era uno de sus dirigentes estudiantiles, y llevada a la Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica, FEUCR, entonces única Universidad en el país.

En aquellos años el Partido Comunista, Vanguardia Popular, en una relativa legalidad, venía publicando artículos del Ing. Fernando Chaves Molina, en su periódico “Libertad”, desde principios de la década del 60, sobre la Aluminiun Company of América, ALCOA, sus actividades extractoras mineras en el Caribe y la amenaza que significaba para Costa Rica, porque ya se venía promoviendo un Contrato Ley con esa empresa. Fernando Chaves había publicado un folleto ilustrativo “La ALCOA, un matapalo”, 1969, cuando estaba iniciando su trámite legislativo.

El FAU había empezado sus actividades en 1967, con gran presencia universitaria, a partir de ese año.

La FEUCR realizaba sus Congresos Estudiantiles anuales, en el mes de marzo, para renovar sus autoridades y dirigentes. No había elecciones directas, que se ganaron por la lucha del FAU para obtenerlas.

En ese Congreso de marzo de 1969 propusimos luchar contra la aprobación del Contrato Ley con la ALCOA, para realizar extracciones de Bauxita en el Valle de El General. El Congreso Estudiantil aprobó integrar una Comisión de Estudio del Contrato que trabajó el resto del año.

En noviembre de 1969, cuando iniciaban las Sesiones Extraordinarias Legislativas que se prolongaban hasta abril de 1970, el Gobierno del Presidente José Joaquín Trejos Fernández, aprovechó para enviar el Proyecto para su aprobación parlamentaria, aprovechando la entrada a vacaciones, y pensando en la desmovilización de los estudiantes. El Proyecto había iniciado su trámite parlamentario el 19 de diciembre de 1968.

Para ese momento los estudiantes comunistas habíamos adquirido una gran experiencia en luchas estudiantiles y en huelgas. A ello se habían sumando, muy significativamente, grupos estudiantiles cristianos, organizados en la UCR, inspirados en las transformaciones que venía sufriendo la Iglesia Católica en América Latina, después del Concilio y de la Conferencia Episcopal de Medellín, 1968.

La lucha contra la ALCOA así se dio en la práctica durante 1969 y culminó el 24 de abril de 1970 cuando fue aprobado en la Asamblea Legislativa. Esta lucha proyectó al movimiento estudiantil en los estudiantes de secundaria, que poco a poco fuimos visitando, agitando y organizando. Durante su discusión parlamentaria hubo muchas movilizaciones y luchas populares que producían estudiantes detenidos con frecuencia.

Un elemento clave en esta lucha fue que había un núcleo de diputados que estaban en contra el Proyecto de la ALCOA, lo que servía de vértice de llegada a la Asamblea Legislativa, para apoyarlos en su oposición parlamentaria. Del mismo modo, especialmente uno de ellos, Rodrigo Carazo Odio, acompañaba a los dirigentes estudiantiles a los colegios. Los otros diputados opositores a la ALCOA eran Fernando Volio Jiménez, Jorge Luis Villanueva Badilla, Uriel Arrieta Salas, José Hine García, José Antonio Bolaños Rojas, Cecilia González, Arnulfo Carmona Benavides, Fernando Gutiérrez Benavides, Fernando Guzmán Mata y Armando Arauz Aguilar. El Contrato de ALCOA tuvo una gran atención y debate público durante ese año. Sin esos diputados la lucha no hubiera tenido el alcance que tuvo.

La presión de los estudiantes se hacía en la Asamblea Legislativa y en la Casa Presidencial, entonces ubicada donde está hoy el Tribunal Supremo de Elecciones. Sus paredes y puertas daban directamente a la acera, con una entrada principal al este frente al Parque Nacional. Allí mismo hacia el norte, antes de llegar a la esquina, había una puertita pequeña.

En la Asamblea Legislativa se presionaba para que no aprobaran el Contrato Ley, y en la Casa Presidencial para que el Presidente retirara el Contrato de la corriente legislativa.

Un día, con la Casa Presidencial rodeada de estudiantes, por esa puertita salió el Presidente Trejos Fernández, con uno de sus hijos, y otros funcionarios. Los estudiantes lo rodeamos, con respeto, exigiéndole el retiro del Proyecto. Su hijo nos manifestó que el Presidente tenía que ir al edificio de Correos porque tenia allí una reunión, e iba ir caminando. Y con el Presidente nos fuimos un grupo de estudiantes, y dirigentes, no solo para mantener nuestra exigencia sino para velar también de su seguridad personal en ese trayecto. Esto que he contado, el 18 de abril del 2016, cuando se cumplió el Centenario del nacimiento del Presidente Trejos Fernández, en un acto que se hizo oficial en el Museo del Niño, en el que intervine recordando su Gobierno, su hijo, justamente hizo un recuerdo de aquella caminata al edificio de Correos.

El Contrato de la ALCOA se aprobó pero no llegó a ejecutarse. El actual Presidente de la Corte Suprema de Justicia, entonces dirigente estudiantil de la Escuela de Derecho, hizo su tesis de graduación sobre la figura jurídica del Contrato Ley, para eliminarla de nuestro ordenamiento jurídico, lo que poco tiempo después se logró. Y el Contrato finalmente fue derogado en noviembre de 1976, por iniciativa del diputado José Manuel Salazar Navarrete.

Esa lucha de ALCOA tuvo fuertes enfrentamientos con la policía, particularmente el 24 de abril cuando se aprobó el Contrato por los diputados, lo que provocó que se reaccionara quebrando los vidrios de la Asamblea Legislativa, y desconectando la electricidad, debido a que el panel de breckers estaba afuera. Momentos antes el Padre Benjamín Núñez Vargas y el abogado Oscar Chacón Jinesta habían estado arengando y motivando a los estudiantes en su lucha, de manera muy exaltada. El enfrentamiento con la policía dio por resultado más de 200 jóvenes detenidos “a la pura bulla”. La policía procedió a detener jóvenes que anduvieran con uniforme estudiantil en las paradas de buses aun cuando no habían estado presentes en la Asamblea Legislativa.

II.

A José María Figueres lo conocí en un tope en el Paseo Colón, en 1994, viendo pasar el tope, él venía con su primera esposa Josette Altmann Borbón, a caballo. Josette era alumna mía en la Universidad y yo participaba del Tribunal de Tesis suyo, que la tenía en preparación. Josette al verme cruzó la calle para saludarme. Detrás de ella llegó José María, a quien me lo presentó. Poco tiempo después, 1994, ganó José María la Presidencia y Josette el Despacho de la Primera Dama.

Yo seguía en mis clases. Un día una llamada de la Primera Dama me hizo ir a la Casa Presidencial. Quería que le ayudara en algunos asuntos de su Despacho, revisándole o haciéndole escritos y discursos, y pidiendo consejos. Me puso en una oficinita a la par de la suya, a la que yo podía llegar. Le ayudé varios meses. Al Presidente no lo veía.

Por la confianza y el cariño que le tenía me daba el lujo de criticarle, cuando así lo consideraba, a su esposo, el Presidente, respecto a su gestión. Cuando se vino la huelga del magisterio, que yo apoyaba, había mucha presión interna para que el Presidente apretara a los educadores. Yo metía carbón para que no fuera así, que no ahogara el movimiento magisterial, y sus luchas, que prácticamente lo podía liquidar según lo veía yo en ese momento, que diera algo, que cediera en algo.

En una de las grandes manifestaciones que se hicieron a la Casa Presidencial, estando yo allí, el Presidente me pidió mi opinión sobre el movimiento y la situación. Mi tesis fue de que recibiera a los dirigentes sindicales. Estaba listo el Presidente para recibirlos cuando llegó una Ministra y le dijo, delante de mí, que uno de los dirigentes sindicales desde la tumba cocos estaba insultándolo y ofendiéndolo, y a su familia, y que no los recibiera. Y así sucedió…no fueron recibidos.

Me quedé unos minutos más conversando sobre la situación cuando se presentó un Alto Oficial de Seguridad y le dijo, delante de mí: “Tenemos informes de que los manifestantes van a invadir el recinto presidencial”. El Presidente Figueres se quedó pensando unos segundos, para mí minutos, y serenamente le dijo: “Déjelos que se brinquen la tapia, la valla, déjelos que estén en el jardín, pero, si entran al edificio… son suyos”. Nada de eso llegó a suceder.

III.

Para la elecciones de 1998 yo había participado como candidato a la Presidencia de la República por el Partido Fuerza Democrática. La Presidencia la ganó Miguel Ángel Rodríguez Echeverría. Una campaña electoral intensa que nos permitió elegir tres diputados, José Manuel Núñez González, José Merino del Río y Célimo Guido Cruz.

El Presidente Rodríguez impulsó el Proceso de la Concertación, con más de 200 organizaciones presentes, y con un alto porcentaje de aprobación de proyectos, excepto dos, la liberalización o apertura del ICE y del INS.

Habiendo terminado yo en tercer lugar en el proceso electoral, y habiendo elegido tres diputados, me invitó a formar parte de la Junta Directiva de la Concertación. Resultado positivo de este Proceso y de la Administración Rodríguez Echeverría fue la Ley de Protección del Trabajador, que podría considerarse la más importante reforma social que, después de 1943 y 1948, se había logrado.

La privatización o apertura del ICE, como se conoció popularmente el Proyecto, que se puso en discusión de la Asamblea Legislativa, puso en tensión al país, especialmente por los sindicatos del ICE, que eran tres los más importantes, que habían participado en el Proceso de la Concertación, y que habían hecho propuestas para la apertura en un plazo de cinco años. El Gobierno quería que fuera a seis meses, y había otra propuesta que se orientaba por dos o tres años.

La apertura del ICE implicaba reformar un conjunto de leyes, lo que en paquete se denominó, popularmente, y así se sigue recordando, el Combo del ICE. El “combo” porque en esos días se acaba de introducir en las comidas rápidas el paquete de varios alimentos que llamaban “combo”.

De nuevo, como en ALCOA, el movimiento estudiantil universitario, ya con varias universidades públicas, y más politizado, con mayor presencia de estudiantes de izquierda, con los sindicatos del ICE a la cabeza, y con el resto del movimiento sindical y organizaciones populares apoyando la no apertura, se empezaron a dar movilizaciones populares a la Asamblea Legislativa, que ya no era la misma. En 1970 no tenia los muros que tenía en el 2000, no había acceso directo al edificio, que ya estaba bien resguardado de manifestaciones que llegaran hasta la puerta y ventanas del edificio.

Elemento clave, como en 1970, fue la presencia de los tres diputados de Fuerza Democrática. El más sólido parlamentariamente, José Manuel Núñez, el más emblemático ante las masas, que llegaban a la Asamblea Legislativa, y por sus vínculos sindicales, y gran orador, José Merino, y el arenguero de plaza pública, Célimo Guido. Como en ALCOA los tres se convirtieron en el punto de llegada a la Asamblea legislativa. Sin diputados esa lucha hubiera sido más dura.

La lucha contra el Combo del ICE adquirió una magnitud nacional por la presencia de la misma institución en todo el país, y con ello de las seccionales sindicales que actuaban por todo el territorio, junto a los sindicatos locales o regionales, y junto a los estudiantes que de igual manera se sumaron a esa lucha. Un jueves santo en la noche se aprobó la apertura del ICE.

Igual que en ALCOA, de inmediato el Presidente Rodríguez como lo hizo el Presidente Trejos, retiraron los Proyectos de Ley de las Sesiones Extraordinarias, para paralizar la Asamblea y con ello apagar a los estudiantes y sindicatos. Pero no sucedió así.

En ALCOA no tuvimos la capacidad ni la visión de continuar la lucha después de su aprobación. En el Combo del ICE la lucha inmediatamente se sostuvo, y se mantuvo in crescendo en todo el país, paros, bloqueos, piquetes, movilizaciones. Tres semanas intensas de luchas llegaron a paralizar totalmente el país. La policía no podía cubrir los más de 300 puntos de luchas que se daban casi a diario. La policía incluso fue incomunicada por las acciones de calle, y debilitada en su capacidad represiva. Pérez Zeledón se había convertido en uno de esos baluartes. Allí la policía quedó inmovilizada y sin parque de ningún tipo. No se podía entrar a Pérez Zeledón, ni por tierra ni por aire, todo estaba bloqueado. Tres días de lucha y la policía estaba sin poder actuar. Cañas, en Guanacaste, fue otro baluarte de lucha. Una foto de esos días, en un periódico nacional… una señora, del Partido Fuerza Democrática, sola en la carretera panamericana, paralizando los trailers y otros automotores en la carretera.

El gobierno empezaba cierta inmovilización, que pienso que si se hubiera mantenido, se pudieron haber creado condiciones para que el Gobierno se cayera.

Uno de esos días, en plena lucha, me llamaron, como dirigente y asesor parlamentario que era de Fuerza Democrática, de un Colegio de Monjas de Cartago. Llegué a las 7 a.m. Me esperaba y atendió la Directora. Fue directa y me dijo: “¿qué hago?, ¿qué puedo hacer?, los estudiantes vienen de sus casas, no se quedan en el Colegio, y se van para las manifestaciones. Sus padres creen que están en el Colegio y están en la calle”. Hablamos de la situación y le dije que cerrara el Colegio y le trasladara la responsabilidad de los muchachos a los padres, y así lo hizo de manera inmediata.

A mi regreso de Cartago, en el Alto de Ochomogo, en el Plantel de RECOPE, había un molote de gente, a la entrada, discutiendo con un destacamento policial sobre abrir los portones. Me bajé del carro. Me dirigí a la entrada. De inmediato se me presentó un Oficial de la Fuerza Pública, al reconocerme me saludó militarmente, diciéndome: “Usted es un político, yo soy un policía. Tengo la obligación de cumplir una orden, la de abrir el portón para que que puedan salir trabajadores, que estos señores, los sindicalistas, no quieren abrir”. Me dirigí, con el Oficial, a los trabajadores, que algunos me conocían, hablamos de la situación y acordamos que la policía se retiraba y que ellos abrían el portón. Así sucedió. El plantel de RECOPE permaneció en manos de los sindicalistas y la policía se retiró. Pero el Gobierno no se sentía. El que yo hubiera actuado como autoridad superior en ese momento ante los policías, que respetaron lo actuado, me hacía ver que el Gobierno estaba demasiado débil, sin controlar el territorio nacional.

Una noche, estando en la Asamblea Legislativa coordinado con el diputado Franz Acosta Apolonio, de Liberación Nacional, el control de la ruta al Atlántico, que estaba paralizada por bloqueo de trailers, que Franz coordinaba, me solicitaron abrir la ruta para un traslado de emergencia de una paciente a un hospital josefino. Hablé con Franz, él hizo un par de llamadas a los traileros y a quienes coordinaban el cierre de la carretera, en el Atlántico…y el problema se resolvió… se abrió el paso para la ambulancia.

En una de las concentraciones de manifestantes, que se hizo en la Casa Presidencial, se llegó al punto de que se sentía que se iban a meter. El Presidente Miguel Ángel Rodríguez no había abandonado la Casa Presidencial. Prácticamente a la fuerza los sacaron sus escoltas, por su seguridad. Antes de dejar la Casa Presidencial reunió a las fuerzas policiales que estaban allí, les dirigió unas palabras haciéndoles ver su papel y su responsabilidad, hizo una oración con ellos, y les dijo “recuerden que allí, refiriéndose a los manifestantes, hay personas, hay costarricenses”.

Al final, la lucha popular tan intensa se impuso en la práctica. Hubo que crear una Comisión Extraparlamentaria, que incluyó a las dos Vicepresidencias, a los sectores que se habían opuesto y lo que se aprobó en esa Comisión lentamente fue desenredando lo que se había aprobado como Combo del ICE.

La inteligencia del Presidente Miguel Rodríguez le había dado aire a la democracia resultado de esa lucha.

IV.

El Presidente Abel Pacheco de la Espriella había terminado de negociar, aprobar y firmar el TLC en diciembre del 2004, pero no lo envió a la Asamblea Legislativa, para su ratificación hasta diciembre del 2005, ya en elecciones, con receso legislativo hasta pasadas las elecciones, para que se le diera el trámite de ratificación al Tratado.

Obviamente no envió el TLC, en el 2005, a la Asamblea Legislativa porque eso hubiera empañado el proceso electoral, y porque en años electorales estos temas no pueden convertirse en temas de campaña, y se lo dejó al siguiente Presidente y Asamblea Legislativa, que serían electos en febrero, que pudo ser Otón Solís, a quien Oscar Arias le ganó por 18.000 votos.

Así empezó la Administración de Oscar Arias, con el TLC en trámite legislativo. Es claro que Oscar Arias estaba de acuerdo con el TLC, pero él no lo negoció y aprobó, aunque a él le echan la culpa de eso. Lo ratificó la Asamblea Legislativa que entró con el Gobierno de Oscar Arias.

En esa Asamblea jugó de nuevo el diputado José Merino, ahora, por el Frente Amplio, en ese momento un partido provincial. Se convirtió Merino en el principal referente opositor de masas desde la Asamblea Legislativa al TLC, y recibió de nuevo el apoyo de los sindicatos y grupos sociales, que también se habían movilizado contra el Combo del ICE.

La discusión parlamentaria se había enredado, se alargaba y la gestión de gobierno se frenaba. El exdiputado José Miguel Corrales promovió un Referéndum, como consulta ciudadana del TLC, que el Tribunal Supremo de Elecciones aprobó. Eso significaba de 6 a 9 meses más de atraso en la discusión mientras se recogían las firmas del Referéndum. Ya se había perdido el primer año de gobierno. Frente a esa situación, con audacia, el Presidente Oscar Arias, con un número de diputados, como lo permite la Ley, convocó el Referéndum, ahorrándose tiempo para tratar de realizar su Gobierno.

El Ex diputado Corrales reclamaba que no le habían permitido recoger firmas. Parecía no interesarle la discusión del TLC sino atrasar su discusión recogiendo firmas. Al final, al Presidente Arias, que había convocado por su iniciativa el Referéndum, y que ponía por primera vez, en la Historia Nacional, a funcionar la democracia directa, y la participación ciudadana, como elemento constitucional, haciendo de cada ciudadano un diputado, el Tribunal Supremo de Elecciones le prohibió participar y opinar, como Presidente, a favor del mismo. Por ello en la práctica se crearon los dos comités, a favor y en contra del TLC.

En octubre del 2007 se aprobó por votación ciudadana el TLC, con un margen muy pequeño a su favor, lo que obligó a los diputados a probarlo, aún con obstáculos legislativos, pero así es como funciona la democracia, con elecciones, con toma de decisiones electorales que dan Gobierno a un Partido y a un grupo gobernante, que debe realizarlo conjuntamente, con los pesos y contrapesos constitucionales, de la representación popular legislativa.

Para eso están también los diputados, para aprobar leyes, que son los únicos que pueden aprobar leyes o rechazar proyectos de ley.

Si se trata de una lucha contra leyes es en la Asamblea Legislativa donde se debe presionar y donde se deben movilizar los opositores.

El resultado del Gobierno de Oscar Arias se evidenció en la siguiente elección nacional, 2010, cuando fue electa Laura Chinchilla, su Vicepresidenta, con un 48% de votación, 8 puntos más que Oscar Arias en el 2006.