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Etiqueta: Aldesa

El despojo de Aldesa sigue impune – En un año puede prescribir el caso

Personas afectadas por el despojo de Aldesa se manifestaron exigiendo justicia pronta, ante la posibilidad de que dentro de un año el caso prescriba con la consecuente impunidad del grupo responsable de ese despojo.

Compartimos el video de la acción ciudadana, un afiche que muestra sus reclamos, una carta enviada al presidente Rodrigo Chaves Robles, así como este enlace para ver más detalles.

Conmemoración de 4 años del colapso ALDESA

El 8 de marzo se conmemoraron 4 años del colapso de ALDESA, el mayor despojo financiero de la historia en Costa Rica como lo mencionan en el libro “El Destructor de Vidas y Sueños”, por lo que la publicación de dicho libro es de vital importancia.

La página de Facebook “El despojo de ALDESA sigue impune”, menciona que se puede encontrar el libro de manera gratuita por tiempo limitado en el siguiente enlace: https://semanariouniversidad.com/wp-content/uploads/2023/03/DIGITAL-Edicion-6-Libro-El-Destructor-de-Vidas-y-Suenos-Final.pdf?fbclid=IwAR19_Q40_Z2HPd4_XWuKxk2nKkjC6VE1XLMLx8TPpjthqHzyuP6pPvDH4zM 

Sergio Ortíz Pérez expone sobre Eduardo Ulibarri y el caso ALDESA

Sergio Ortiz Pérez cuestiona las actuaciones de Eduardo Ulibarri en el caso de ALDESA, del cual fue directivo desde 2011 hasta el momento de su quiebra, en el que desaparecieron más de trescientos millones de dólares de los ahorrantes.

Sus cuestionamientos surgen a partir de la última opinión emitida por Ulibarri, publicada el 03 de febrero del 2023 en La Nación, en la que opina sobre la poca ruta clara que tiene el gobierno y exige leyes sobre transparencia, cuando él mismo nunca dio la cara a los afectados por la quiebra de ALDESA y los millones de dólares desaparecidos. 

 

Compartido con SURCOS por Flora Fernández Amón.

El solidarismo, sus 75 años, Aldesa, y mirar hacia otro lado

Declaraciones de Flora Fernández para SURCOS: 

El solidarismo cumple sus bodas de diamante (75 años de existencia). Tiene por benemérito al fundador del Solidarismo, Alberto Martén Chavarría.

Aldesa les desapareció US $10.000.000 y muchas de las asociaciones mantienen esa «deuda» como cuentas a cobrar y los intereses como productos acumulados que nunca van a cobrar. He hecho todo tipo de intento de acercamiento al Movimiento y ni siquiera las llamadas me devuelven (Guido Alberto Monge, hijo de Luis Alberto Monge es hoy día el Presidente ejecutivo del solidarismo), tampoco responde los correos, son como de piedra. Este pareciera ser el ícono que los representa.

Muchos trabajadores no tienen idea que perdieron tantísimo dinero y cuando se dio la quiebra ni siquiera les importó, al parecer no era con ellos. Me parece ya va siendo hora de revelar públicamente lo sucedido.

El cuadro adjunto revela los montos que tenía el solidarismo. Llama la atención que tres asociaciones tenían un millón de dólares y todo lo que hicieron fue legalizar la deuda callados. Otras dos asociaciones tienen más de medio millón de dólares y hay unas pocas en blanco pero no significa que les hayan devuelto un céntimo, sino que al momento de levantar la lista no habían legalizado, así que la suma total supera los 10 millones de dólares más los intereses acumulados, superarían los 4 millones en total, al día hoy.

Mientras tanto, todo el mundo está callado: ¿A qué se debe tanta complicidad? ¿Qué tal si rompemos el silencio?

Ejército de inútiles en la Superintendencia

María Lucia Fernández fue nombrada el primero de diciembre del año 2017 por un plazo de 5 años como superintendente general de valores, con un salario mensual de 9 millones de colones. 

Tras  ser nombrada uno de sus propósitos fue según sus propias palabras modernizar la actual legislación que tiene 20 años de antigüedad e indicó la gran demanda de inversiones que requieren las operadoras de pensiones que son la fuente de ahorro más importante del país, hace que si haya que plantearse algunas reformas de ley confirmó en ese momento la superintendente a la nación.

 Entre otras cosas ella sabía lo que había que hacer pero no hizo nada de eso hasta que aparece el caso Aldesa más de un año después de su nombramiento, respecto el caso indicó que había vacíos en la legislación y que su actuar estuvo apegado a la ley. Pero tampoco en ese momento movió hizo nada para enmendar la situación y han pasado 3 años sin que la SUGEVAL haya corregido sus actuaciones.

Cuando fue acusada por la Fiscalía de incumplimiento de deberes en el caso del ALDESA, dijo: mis actuaciones en el caso del ALDESA han estado en la legalidad. Por lo tanto podemos preguntarnos, si su actuación estuvo apegada a derecho, y cumplió a cabalidad con todas sus obligaciones y conocía los ajustes que debía hacer a la ley, ¿por qué razón María Lucía y sus compañeros accedieron a pagar una multa de 2 millones de colones cada uno?

Este primero de diciembre en teoría van a volver a elegir a María Lucía a pesar de una gestión ineficiente, por lo que tenemos que abolir este ejército de inútiles en las superintendencias en lugar de estar renovando sus nombramientos.

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Compartido con SURCOS por Flora Fernández Amón.

La inacción de la SUGEVAL genera grandes pérdidas al sistema financiero

La SUGEVAL deja de supervisar la corporación Aldesa, dado que esta tiene un Puesto de Bolsa Regulado, donde manejaban “contratos” bajo el mismo nombre, lo que deja un perjuicio económico que asciende a los ¢1.50.000.000.000. Además, deja un afectación a los usuarios de manera importante, entre los cuales 27.550 son trabajadores solidaristas, 33 asociaciones, 351 personas físicas y 177 personas jurídicas, que no se han dado cuenta del hecho, esto según la carta enviada al presidente de Conassif, Alberto Dent Zeledón, departe de Flora Fernández Amón, quien habla por un grupo de los afectados.

La SUGEVAL es la Superintendencia General de Valores que cumple como una entidad estatal desconcentrada del Banco Central de Costa Rica, este ente público es responsable de regular y supervisar el funcionamiento de los mercados de valores y de sus participantes. Según Fernández la SUGEVAL omitió alertar que parte de la corporación se había salido de la regulación, resultando peligroso para todos los ahorrantes, estableciéndose así la irresponsabilidad de los deberes respectivos de la institución pública.

Debido al gran daño generado a los asociados, la SUGEVAL, por su inacción  deberá pagar dos millones de colones, es decir cada uno de los involucrados en esta decisión deberá hacer efectivo dicho monto, como conciliación con la Contraloría General de la República. Con lo anterior Fernández señala lo siguiente: 

¿No les parece al Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif) que esa conciliación viene a representar una afrenta, una burla y una salida fácil a los funcionarios de Sugeval frente a los afectados, dándonos una nueva bofetada? Tales acciones nos llevan a pensar ¿Qué sentido tiene para el país sostener una frondosa y lujosa burocracia como Sugeval, si no cumple con sus deberes y le resulta muy fácil eludir la responsabilidad tan fácilmente?(Fernández, 12 de octubre 2022)

Por ello, al no establecerse una responsabilidad efectiva en cuanto al desentendimiento de la SUGEVAL, Fernández exige el despido de los administrativos y funcionarios que tuvieron que ver con la inacción y el daño establecido, solicitando la no renovación del cargo a la superintendente María Lucía Fernández Garita, el despido de los funcionarios Luis González Aguilar, Rodrigo Segura Cano, Karla Arias, Patricia Mata Solís, Isaac Castro Esquivel, y Rocío Aguilar Montoya.

En respuesta a esto, el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero costarricense (Conassif) aseguró no tener poder jurídico para despedir o llevar a cabo las intenciones establecidas por Fernández, aludiendo que no cuenta con la competencia de dirigir o disciplinar a dichos funcionarios.

 

Compartido con SURCOS por Flora Fernández Amón.

Imagen ilustrativa.

(El) papá Estado y algunos de sus hijos aprovechados

COLUMNA LIBERTARIOS Y LIBERTICIDAS (34).
Tercera época.
Rogelio Cedeño Castro, sociólogo y escritor costarricense.

“A sus 102 años, el combatiente republicano español Virgilio Peña le llegó el reconocimiento de Francia a finales del mes pasado, sólo dos semanas antes de morir. Nombrado caballero de la Orden Nacional de la Legión el pasado 24 de junio, falleció este miércoles en Billère (Pau), comunista desde su adolescencia, combatió en la guerra civil española y luego en la Resistencia Francesa hasta que fue deportado al campo de concentración de Buchenwald. Allí compartió el barracón número 40 con Jorge Semprún, el político y escritor español muerto hace cinco años. Carlos Yárnoz Páris 7 de julio 2016 EL PAÍS España.”

Gracias a los contornos de la figura con que se nos muestra, a partir de su existencia efectiva como una entidad abstracta pero que se materializa de muchas maneras, a la que con cierta ironía y no sin una dosis de cinismo desembozado, algunas gentes llaman (el) Papá Estado, a costa del que unos cuantos se hacen “empresarios” o rentistas, con los recursos que todos aportamos, se pone de manifiesto una esencial paradoja: Todo lo anterior, como resultado de la acción reiterada de un padre benévolo, a cuya sola mención acuden por conveniencia propia, como algo que les resulta muy beneficioso invocar, bajo la modalidad de una institucionalidad que protege los intereses del capital financiero, con sus corridas especulativas tipo ALDESA o las supuestas “inversiones” con fondos de pensiones del IVM, del llamado ROP o del de capitalización del magisterio nacional, cuya recuperación ha resultado ser más que dudosa.

En cambio, si desde el Estado se protegen (o cautelan) los intereses de las mayorías nacionales se hace un anatema de su existencia misma, alegándose que está quebrado (sin decir, desde luego, ¿quién lo quebró, en el caso de que sea cierta semejante afirmación?), estableciéndose el fin de una cierta fiesta, a la que no fuimos invitados, la que se terminó se nos dice y ha llegado la hora de apretarnos los cinturones, los de ellos y no los de cierta casta que ha usufructuado de los recursos públicos durante muchas décadas, desde prácticas mercantilistas que sólo llevan el nombre de “capitalistas” y en un medio sociopolítico donde el libre mercado no pasa de ser una ficción.

Esos mismos son los que se burlan de los trabajadores rurales y urbanos, cuyas conquistas sociales durante las primeras décadas del siglo anterior representaron una importante mejoría en sus vidas. Es el caso de los campesinos de Andalucía, Extremadura, Castilla, Aragón y Levante en la España anterior a la Segunda República, proclamada el 14 de abril de 1931, como un hecho histórico inexistente en este mundo totalitario de la posverdad en que vivimos, que más nos recuerda a aquella distopía orwelliana de la novela “1984” que a las democracias de baja intensidad, o de mentirillas en que las vivimos en esta primera mitad del nuevo siglo.

Cuenta el viejo combatiente republicano de varias guerras, incluida la incivil ocurrida en España, de 1936 a 1939, el inolvidable Virgilio Peña, fallecido a los 102 años en el exilio francés, a quien aludimos en el epígrafe, que en su natal tierra cordobesa hasta 1931 los campesinos andaluces trabajaban desde el alba hasta que se ponía el sol y daba inicio a la noche, razón por la que, entre muchos otros, no pudo estudiar ni las primeras letras durante su infancia y juventud en las que tuvo que trabajar en esas condiciones hasta que la república implantó las ocho horas de trabajo en los campos y las siete y media para las labores más duras en el agro, además de abrir una serie de ventanas que permitieron a muchos de sus contemporáneos acceder a la educación formal e informal.

Mientras los republicanos españoles de la década de los treinta del siglo anterior saludaban la llegada de esas reivindicaciones sociales tan importantes y los de estas latitudes centroamericanas daban sus primeras batallas, nos encontramos que casi una centuria después los que reivindican al Papá Estado, de manera oportunista, lo buscan o procuran como uno mínimo, sin inversiones en lo social, ni tampoco en la cultura y la educación, o al menos reduciéndolas a su mínima expresión…como en aquella vieja canción de Joan Manuel Serrat es ahora cuando…vamos bajando la cuesta que arriba en mi calle se acabó la fiesta ¿la tan ficticia de los pobres o la interminable de los ricos liberticidas?

La estafa de ALDESA y sus cómplices de La Nación y el gobierno anterior

Rogelio Cedeño Castro, sociólogo y escritor costarricense

Desentrañar los mecanismos y triquiñuelas de una gigantesca e indisimulada estafa, ejecutada en años recientes por parte de los propietarios de la llamada Corporación ALDESA, para despojar a un importante grupo de esforzados profesionales de las más diversas ramas, a emprendedores tenaces e incluso a numerosos trabajadores, integrantes de al menos 300 asociaciones solidaristas, de sus legítimos recursos financieros invertidos en un puesto de bolsa de la susodicha corporación, los que habían sido obtenidos a través de una vida entera de esfuerzo, estudio y trabajo, quienes perdieron poco más de 12 millones de dólares, de esos alcances es la tarea que se propone Flora Fernández Amón, la que por cierto logra llevar a cabo a lo largo de las páginas de su libro EL DESTRUCTOR DE VIDAS Y SUEÑOS Progreso Editorial San José Costa Rica, abril de 2022, en un texto de casi 200 páginas que van desde un exquisito relato acerca de los orígenes familiares de la autora, a lo largo de más de un siglo, para dar inicio a la trama explicando la estafa de que fue objeto su propia madre, fallecida recientemente.

Entre los más afectados en este turbulento caso están los trabajadores solidaristas, que tuvieron pérdidas que no dejan de ser muy significativas para ellos. La autora del libro nos dice: “Alrededor de 30 asociaciones solidaristas perdieron US$ 10 millones invertidos por medio de Aldesa Valores Puesto de Bolsa SA, Estamos hablando de 27.550 trabajadores solidaristas, quienes perdieron US$450 de sus ahorros en la asociación”(op cit p,173), a lo que agrega una significativa reflexión: “ Resulta sumamente extraño que el Movimiento Solidarista y la dirigencia de las empresas afectadas haya guardado silencio y se limitaran a rebajar de los ahorros de los trabajadores la pérdida sufrida. Esto es tema para otro libro que ojalá alguien se atreviera a escribir.” (ibídem).

Lo increíble es cómo una estafa de semejantes proporciones haya pasado casi desapercibida para la gran mayoría de la población, algo que sin embargo no debería sorprendernos dado el comportamiento habitualmente manipulador de los grandes medios corporativos, entre ellos las televisoras más importantes y el infaltable diario La Nación. La trama, sin embargo, al ser desentrañada a lo largo de las páginas de este libro, termina por revelar la complicidad y la gran conexión entre los directivos de Aldesa y los de La Nación, los que en muchos casos resultan ser los mismos. (Fernández p. 72).

Siendo un caso particular, muy bien caracterizado a partir de sus singularidades intrínsecas, el tema de ALDESA en su despliegue, a medida que vino siendo develado, terminó por trascenderlas para asumir las proporciones de una de las más grandes estafas financieras de nuestra historia, pero también contribuyó a revelar la extensa gama de estafas ejecutadas por diversos actores o gestores que han venido actuando en beneficio del capital financiero, las que comprometen seriamente los diversos fondos de pensiones de los trabajadores costarricenses, en especial los del IVM y los del ROP, a través de una serie de inversiones del Banco Popular y de la Caja del Seguro Social (CCSS) en la Corporación ALDESA o en bonos del mismísimo diario La Nación, contado con la complicidad de altos funcionarios del gobierno anterior, que una parte esencial en la comisión de estos hechos.

En el libro de Flora Fernández Amón se dice lo siguiente: “Hay idiotas que dicen que es un pleito de ricos. No se han enterado de que Aldesa… también ayudó a que fondos del IVM… de la Caja… hayan sido prestados a La Nación…que como dice alguna gente, anda muy mal” “… cuando se queden sin pensiones, se darán cuenta de que por pendejos, los estafaron. Aquí todos están juntos y si saca la cuenta, lo de Aldesa son más de $220 millones y Monte del Barco $165 millones, es el despojo más grande en la historia del país. Ahhh, pero todos los poderes están unidos, y la prensa corrupta bien calladita” (Fernández op cit p,162).

Denuncia por fraude fiscal en Aldesa

Como parte de la coyuntura de la conmemoración de los 201 años de independencia, Flora Fernández quien su madre fue víctima de estafa de parte de la Aldesa Corporación de Inversiones y demás personas víctimas, presentaron una denuncia por el fraude fiscal cometido por esta corporación años anteriores. 

Doña Flora no se ha rendido ni desanimado ante la ineficiente toma de acciones de parte de los organismos responsables. Esta vez, Fernández y las demás personas dan la lucha ahora en Control Extensivo y esperan que Hacienda y Tributación actúen según lo establece la ley. 

Fernández declara que no es vendiendo instituciones, ni quitando frecuencias al ICE, ni privatizando bancos nacionales como se arreglan los problemas fiscales, sino cobrando a los evasores y roba impuestos de los y las ciudadanas. 

Sí desea ver más sobre la publicación de Flora Fernández: https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=pfbid0n79LJZiZKt3c4SSEy8WoceoxJuZezzobydncetT1zjYCMpAVvXNTCu4cL1MVWex3l&id=571468509

Nombramiento del liquidador de ALDESA

El pasado 29 de agosto fue nombrado como liquidador de ALDESA, el licenciado Manuel Emilio Arce Rodríguez.

Como es sabido hace 3 años la corporación ALDESA anunció problemas de liquidez y solicitó intervención judicial, lo cual implicó la suspensión de pago a los inversionistas, los cuáles no eran grandes inversores, sino que, personas ahorrantes y asociaciones solidaristas a las que la quiebra de la corporación dejó sin sus ahorros. Esto debido a que los fondos proporcionados por estos inversores se encontraban en Aldesa Corporación de Inversiones y no en el Grupo Bursátil Aldesa como originalmente se les había dicho, esto sin que los inversores fueran informados de que sus fondos no estaban donde ellos creían.

Personas que habían invertido los ahorros de toda su vida los perdieron con el mal manejo que se les dio y hasta la fecha no han podido recuperar ni un sólo colón de estos; mientras tanto, los culpables del desastre y de dejar sin su dinero a todas estas personas siguen en libertad y sin pagar por lo que hicieron a todas estas familias, que han tenido que cargar con el peso de las acciones de quienes acabaron con su paz y afectaron sus derechos financieros.