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Etiqueta: arroz

Sondeo: Consumo de arroz para el diseño de rutas solidarias para la producción nacional

El Programa de Economía Social Solidaria (PROESS) de la Escuela de Sociología, en alianza con la Comisión Institucional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (CISAN), el Decanato de la Facultad de Ciencias Agroalimentarias de la Universidad de Costa Rica y el proyecto Agroferias, le invitan a participar en un sondeo sobre el consumo de arroz en los hogares o espacios de consumo personal, familiar o colectivo de personas, organizaciones e instituciones externas a esta universidad.

Este estudio es fundamental para el diseño de rutas solidarias de producción nacional que promuevan un comercio justo de este alimento esencial.

Puede acceder al sondeo mediante este enlace.

Su valiosa opinión contribuirá significativamente a aportar a la seguridad alimentaria y nutricional de nuestras comunidades y al bienestar de las familias campesinas productoras de arroz.

Necesitamos acciones que nos den esperanza y que respeten el marco de la ley y el equilibrio institucional

José Luis Pacheco Murillo

Lo que ha venido sucediendo con las decisiones del gobierno en torno a diferentes temas de la realidad nacional ha puesto a la mayoría del país en una expectativa sobre lo que vendrá el próximo día, ya que cada día aparece una noticia sobre tala o cual descubrimiento de manejos inadecuados y con gastos multimillonarios de dinero de los costarricenses que no se debieron dar.

Esas expectativas incluyen los deseos y esperanza de que el presidente y el gobierno solucione cientos de situaciones más que han venido afectando por años a miles de costarricenses. Desde las rebajas en combustible, arroz, medicinas hasta la resolución de casos como el fideicomiso del BCR sobre la ampliación de la carretera de ruta uno o lo concerniente a los trabajos en carreteras como San Carlos y ruta treinta y dos.

Hay expectativas y esperanza de que se resuelvan casos que ni siquiera están en manos del ejecutivo, pues corresponden a otro poder de la República como es el caso ALDESA, una vergonzosa organización delictiva para estacar a miles de costarricenses incluidas instituciones públicas y sobre el que no se mueve ni un dedo en virtud de que incluso quienes tenían que actuar y acusar estaban, supuestamente, involucrados de alguna manera dentro de la organización criminal. Una verdadera vergüenza.

Sin embargo, hay que tener mucho cuidado con esas expectativas y esas esperanzas, como también debe tener mucho cuidado el presidente y el gobierno con las acciones que tomen. En el primer caso porque no siempre tiene el gobierno la posibilidad de cumplir en forma inmediata con esas expectativas y ese no cumplir con ellas, crea, primero incertidumbre, luego desesperanza y luego molestia. Y lo que era “luna de miel” entre gobierno y pueblo se puede convertir en conflicto permanente, uno porque no le cumplen los deseos y el otro por justificar esos incumplimientos.

Ojalá y Dios quiera que no lleguemos a eso.

En el segundo caso, el presidente y el gobierno, deben cuidarse de no hacer aquello que implique abuso de poder, rompimiento del orden constitucional y por ende violación de la ley. Eso sería lo que sus detractores, especialmente sectores de la prensa, están esperando para aumentar sus críticas desestabilizadoras y volcar a la opinión por los peligros que puede entrañar esos abusos y esas violaciones a la ley, pues sería estar a las puertas de formas de gobierno que no queremos en Costa Rica.

Somos y hemos sido un país de derecho y los desmanes y gollerías que hemos conocido gracias a la valentía de este gobierno, se cometieron en su mayoría al amparo de la ley, ya que desde las estructuras de poder se crearon condiciones para esos abusos y desmanes, deben atacarse y erradicarlas igualmente por medio de la ley y para ello requerimos que la Asamblea Legislativa asuma su rol y dicte las leyes que se requieren para acabar con esas otras leyes de las que se aprovecharon los sinvergüenzas para cometer sus fechorías.

Dios quiera que se sigan dando acciones que nos llenen de esperanza sobre el futuro pero que estas sean dentro del marco de la ley y el equilibrio institucional.

Los decretos del presidente sobre la actividad arrocera y la desaparición de la producción nacional: crónica de una muerte hace tiempo anunciada

German Masís

Un grupo de personas integrado por especialistas en economía y políticas públicas, pidieron en octubre del 2020 al presidente Alvarado, reconsiderar y eliminar el acuerdo al que había llegado el Gobierno con los arroceros.

Los argumentos que utilizaban dichos especialistas eran muy similares a los que se utilizaban en la década de los 80 para impulsar la liberalización y desregulación económica de la actividad agrícola, restringir la participación del Estado y recomendar a los productores reconvertirse hacia cultivos no tradicionales de exportación.

Al final las políticas de cambio se impusieron, porque era más barato importar todo el maíz y parte del frijol y el arroz y de esa forma más de 40 mil productores de la zona Atlántica dejaron de producir granos, incursionando primero en cacao y después en raíces y tubérculos y finalmente se constituyeron en mano de obra de las empresas piñeras, que hoy ocupan las tierras antes dedicadas a la producción de granos.

Pese a que la petición indicada estaba referida plenamente a la actividad arrocera, el documento no profundizaba en cuál había sido la evolución de la producción nacional de arroz, ni sobre las razones por las que en la actualidad esta actividad esté dominada por los consorcios arroceros quienes reciben los mayores beneficios de ésta.

Al respecto es bueno mencionar que la estructura productiva de la actividad arrocera se modificó en las últimas décadas, en buena medida como resultado de las políticas establecidas en las décadas de los 80 y 90 dirigidas a desestimular la producción de granos, desmantelar el esquema estatal de apoyo a esa actividad y eliminar las licencias de importación.

Como resultado de esas políticas, muchos de los productores fueron desapareciendo a través de los años, los pequeños por sus limitados recursos para mantenerse en la producción y algunos medianos y grandes productores por haberse trasladado a actividades más rentables como la producción de caña, melón y sandía, permaneciendo solo un grupo de alrededor de 500 pequeños productores que han decidido permanecer en la producción de arroz por su compromiso con la producción alimentaria del país.

Otros actores en la actividad han sido las empresas agroindustrializadoras del arroz, que con la salida de las plantas procesadoras de granos del CNP, asumieron plenamente el procesamiento del grano que es la fase que más valor genera, algunas han combinado la fase de producción con la de procesamiento y comercialización, tendiendo a concentrar en unas pocas empresas el proceso agroindustrial y de distribución del producto terminado con diversas marcas y calidades. De más de 12 empresas arroceras que había en la década de los 90, el negocio arrocero se encuentra mayoritariamente en manos de 3 o 4 consorcios agroindustriales(arroceras).

Mientras el otro gran actor de la actividad arrocera, son las empresas importadoras surgidas en la década de los 90, que han llegado a importar alrededor un 60% del arroz a precios más bajos al producido a nivel local, pero sabemos cuánto influyen las importaciones baratas en los precios finales al consumidor?

Finalmente, se encuentra el actor de regulación en la actividad, la Corporación Arrocera Nacional, surgido en la década de los 90 con el propósito de apoyar a los productores nacionales y regular la relación con las arroceras y con los importadores del producto. CONARROZ ha debido cumplir su labor, en medio del proceso de concentración de la actividad arrocera en grandes procesadoras e importadores, pero se podrían haber mantenido los productores nacionales de arroz, si ésta no organización no hubiera existido?, seguramente que no.

En esa perspectiva se ubica el acuerdo al que llegaron en aquel momento las Autoridades gubernamentales y los diferentes actores de la actividad arrocera, cuyos aspectos específicos eran los siguientes:

1.mantener el mecanismo de regulación del precio porque permite mantener un precio bajo sin fuertes aumentos, un precio del arroz relativamente estable.

2.mantener el precio de referencia al productor nacional es fundamental para que el productor pueda continuar en la actividad, ya que de efectuarse la liberalización del precio se desmantelaría la estructura productiva existente.

3.mantener la aplicación del requisito de desempeño vigente para garantizar la compra a los productores nacionales y a partir de ésta definir las necesidades de abastecimiento externo y las importaciones necesarias.

4.mantener el arancel consolidado establecido en 1996 para proteger la producción nacional, es esencial para mantener la producción nacional, muchos países tienen aranceles para proteger su producción más sensible y estratégica (como Estados Unidos con su millonario programa de subsidios Farm Bill y China con su programa de protección de la producción de arroz).

5.el impulso de algunos proyectos legislativos de apoyo al sector arrocero, entre ellos la posibilidad de que las organizaciones accedan a los fondos de Banca para el desarrollo y la creación de un fondo de sostenibilidad de la actividad arrocera. (Alterdescr.com,agosto-2020)

Un aspecto adicional al acuerdo es que se fijó un plazo de tres meses para establecer una ruta para proteger y fortalecer al sector, con el fin de afrontar la desgravación del precio del arroz que ocurrirá en 2024 en el marco del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.

No obstante, según la mencionada petición, todos los elementos señalados son prácticas anticompetitivas, por lo que proponen “eliminar la fijación de precios mínimos y el arancel a las importaciones y abrir el mercado arrocero” (CrHoy.com,11-9-2020), con lo que consecuentemente deben desaparecer CONARROZ, los productores y presuntamente algunas arroceras, quienes sí podrían trasladarse a otra actividad.

Frente a la perspectiva de liberalización, sabemos que los mercados agrícolas en el mundo no son abiertos y de libre competencia, son fundamentalmente de excedentes y en ellos operan una serie de mediaciones comerciales, políticas y hasta culturales, que definen el mercado de productos agroalimentarios y también conocemos los riesgos de la dependencia de las importaciones, debido a la volatilidad de los precios agrícolas como ocurrió durante la crisis alimentaria del 2007-2008.

Al respecto, el exministro Alvarado de Agricultura había manifestado que “aquí no es un concepto de precio para favorecer al consumidor. También es un análisis de factores estructurales que tiene que ver con políticas públicas en términos de lo que queremos como país: si queremos producir alimentos agrícolas; o si queremos ser como Singapur, donde todo se importa, lo único que tenemos que hacer es importarlo todo sin tener una respuesta hoy a los productores agrícolas que tienen que hacer una transformación sustantiva para ser más eficientes”.

«Si hay que importarlo todo, no solo pasaría con el arroz, sino que iríamos caminando en la desaparición de todos los sectores agrícolas. Podríamos pensar en eliminar productores de frijol que quedan pocos y solo el 20% del frijol que se consume se produce en el país…, sectores de papa y cebolla porque en Holanda la producen más barata”, añadió. (ElPaís.cr,12-9-2020)

Entre los elementos que sustentaban la petición de los especialistas, se encuentra la recomendación del informe de la OCDE, que dice que “el 70% de los costarricenses consume arroz y que la regulación estatal sobre el producto tiene un efecto regresivo, en el cual salen perjudicadas las familias de menos ingresos. (CrHoy.com,11-9-2020)

Sobre este argumento, es oportuno valorar que una pretendida liberalización del precio no garantizaría que la población de menores recursos pueda acceder a las presentaciones de arroz de mayor precio, ni tampoco que al arroz de mayor consumo popular (calidad 70-30) y que se utiliza en los comedores escolares, reduzca efectivamente su precio.

De ahí que, coincidimos con la posición de CONARROZ que “la regulación del precio ha sido beneficioso para el consumidor porque permite mantener un precio bajo sin fuertes aumentos, como pasa por ejemplo con el precio del frijol que comparativamente tienen un precio liberalizado el cual ha aumentado considerablemente en los últimos años a diferencia del precio del arroz que se mantiene estable”.

Otro aspecto presente en el comunicado es el que afirma que “no se justifica atrasar las reformas al sector porque con ello ganan los oligopolios grandes”, pero ¿no son los grandes importadores los que están vinculados a las empresas agroindustriales?

La presencia y predominio de éstas parece consustancial al desarrollo del capital en las actividades agrícolas, así por ejemplo en actividades como la producción y comercio de frijol, prevalecen 4 o 5 empacadoras grandes que controlan la producción, las importaciones y definen el precio de todas las presentaciones del producto final que llega a los consumidores.

Finalmente, el otro elemento mencionado en el documento era que “para apoyar a los pequeños y medianos productores, es necesario transformar los programas establecidos en un programa de reconversión agrícola, que incluya la posibilidad de ser más eficientes en arroz o de moverse a otras actividades”. (CrHoy.com,11-9-2020)

Sobre un posible programa de reconversión agrícola, el exministro de Agricultura había señalado “que no es sencillo. Para emigrar a otros cultivos agrícolas, afirma que se deben tomar en cuenta factores de conocimiento, suelos y microclimas”.

Además, es oportuno mencionar que, en los años 2009 y 2010, las unidades de producción arrocera habían logrado mejorar su productividad como resultado del apoyo del Plan Nacional de Alimentos, que impulsó el Gobierno Arias Sánchez debido al aumento de los precios y el desabastecimiento mundial de alimentos. En esa ocasión los productores de arroz y frijol lograron elevar sus rendimientos mediante la incorporación de semillas mejoradas, insumos y tecnología apropiada y prácticas postcosecha, como lo ha logrado efectuar CONARROZ con este acuerdo.

Adicionalmente el documento de los especialistas agrega que “es probable que sea necesario subsidiar de manera temporal a algunos productores de bajos ingresos. Debería ser un programa de asistencia social, para el cual existen los recursos”. Pero contrariamente desde hace muchos años, se ha afirmado que el apoyo a los productores debe ser objeto de la política productiva para que se integren a la producción y al mercado en mejores condiciones y no de la política social, como parte de la población pobre excluida de la actividad productiva.

En ese sentido el exministro de Agricultura había expresado que “nos compete garantizar la productividad, producción, empleo, mano de obra y repartición de la riqueza en las zonas rurales que es donde más deprimida está” y añadió que se trabaja en que los agricultores participen más de la venta de sus productos en mercados digitales y espacios territoriales, con el fin de que eviten transitar largas distancias para comercializar el grano. (ElPaís.cr, 12-9-2020)

El desarrollo de actividad arrocera no responde nada más al factor precio, la participación de los pequeños productores y de las organizaciones que los apoyan son importantes, así como fortalecer la producción nacional y la seguridad y soberanía alimentaria. El Estado ha venido apoyando la actividad con semillas mejoradas, riego y sistemas productivas más sostenibles para que la producción eleve su capacidad y no desaparezca, pero las decisiones recientes van en el sentido contrario.

Los decretos recientes del presidente Chaves, de reducir considerablemente los aranceles a la importación y eliminar los precios mínimos, prácticamente harán desaparecer la producción nacional y el esfuerzo del Estado por mantener y mejorar la producción de este esencial alimento, mientras favorece claramente a los grandes importadores y a unas pocas arroceras que mantendrán sus marcas con el arroz importado, pero esa parece ser la intención de los grupos cercanos al presidente.

 

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El atípico mercado del Arroz

Welmer Ramos González, Economista Social

Apertura del mercado del arroz no hará más competencia, al contrario, habrá menos, y el precio subirá. Además, Costa Rica perderá empleos y se concentrará más el ingreso.

El cultivo del arroz genera unos 30.000 empleos directos e indirectos, en zonas de menor desarrollo, 11 empresas industriales son las que lo acopian y lo descascaran, que, además, tienen sus propias marcas y, hay un poco más de 500 productores que operan en zonas de alto desempleo, el 42% de ellos son pequeños productores.

El país solo produce el 37% de lo que consumimos, el 63% es importado. El cultivo y la industria tienen altos encadenamientos productivos: emplean gente, compra insumos y servicios agrícolas, demanda créditos, genera alquileres de tierras, mueve el comercio de zonas productoras (pulperías, sodas, almacenes), etc., y últimamente con la producción de arroz orgánico en ascenso, la demanda de trabajo se intensifica fuertemente de manera directa y a través de la demanda por los insumos necesarios.

El arroz, igual que el café, tiene normativa jurídica que ordena el mercado y pone relaciones de convivencia entre todos los participantes: productores, industriales, comercializadores y consumidores, y los hace coexistir con relaciones transparentes y equilibradas. Pero hay comercializadores muy grandes que siempre han querido salirse de ese marco, porque tienen el poder económico necesario para quebrar a los demás y, apoderarse de manera oligopólica de todo el mercado del arroz. Es la misma lucha que han tenido algunos tagarotes con el café, que gritan que se elimine la ley de ICAFE para importar café de mala calidad y venderlo a precios de primera, sin importarle la ruina para los miles de pequeños productores.

¿Por qué existe un impuesto a la importación de arroz pilado? Porque hay subsidios explícitos e implícitos en otros países que son competencia desleal para nuestros productores. Por ejemplo: subsidios a los fertilizantes, inexistencia de costos por seguridad social, crédito a tasas subsidiadas, etc.; y también para defender el empleo nacional.

¿Pero bajará el precio verdaderamente con liberar ese mercado? Y la respuesta es tajante: no, porque no habrá competencia, pues el número de oferentes se reducirá sensiblemente, ya que importar arroz es rentable, si y solo si, se hace en barcos graneleros, se requieren grandes sumas de dinero para hacerlo y eso, solo unos pocos podrán realizarlo. Además, esos pocos fundarán la Cámara de Importadores de Arroz y tendrán el foro legal para llegar a acuerdos tácitos. ¿Quién se atreverá a poner en entredicho la libertad de reunión y asociación tan sagrada? Además, el precio pueden bajarlo unos meses para disimular y luego sacarán clavos de oro, pues el precio no tendrá techo alguno.

La cantidad de arroz que se consume en Costa Rica tiene poca relación con el precio que este tiene en el mercado, desde luego dentro ciertos límites; porque los costarricenses consumimos este grano por costumbre, por tradición. A eso se le conoce como una demanda inelástica, cada mes se venden las mismas toneladas de arroz pilado, aunque el precio baje o suba un poco. Este comportamiento es perfectamente conocido por la industria y por el comercio.

Si la cantidad demanda de arroz es la misma a ¢600 el kilogramo que a ¢800, para qué los pocos importadores lo van a vender al menor precio, tácitamente se reparten el mercado y maximizan ganancias. Un mercado que ya vivió esa liberación es el de los frijoles, y nunca bajaron de precios cuando se abrió el mercado. Hoy el productor recibe ¢30 mil o menos por quintal y el consumidor paga ¢88 mil colones, el enorme margen queda en manos de muy pocos, la producción nacional es pírrica y la competencia es muy débil, miles de empleos se perdieron y los consumidores pagan precios más altos que antes, cuando había cientos de productores, oferentes, en todo el país.

En conclusión, el país perderá 30.000 empleos, disipará la capacidad productiva de, al menos, 500 productores que desaparecerán (unos pocos permanecerán), las regiones costeras se volverán más pobres, las ganancias se quedarán en manos de menos de 10 importadores, con lo que la riqueza se concentrará, el grano básico de la alimentación nacional será en su mayoría extranjero y el malinchismo habrá triunfado una vez más.

 

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UPANACIONAL expresa preocupación por reducción de arancel del arroz

SURCOS comparte la siguiente información:

Comunicado de Prensa

6 de junio del 2022

En UPANACIONAL, vemos con preocupación las decisiones anunciadas que podría tomar el Gobierno de la República respecto a la reducción del arancel en el arroz, dicho ejercicio debe ejecutarse tomando en cuenta los argumentos técnicos del sector arrocero nacional y las repercusiones que ello generaría sobre toda la cadena directa e indirecta, desde que se baja el arado de ésta importante actividad productiva desarrollada principalmente en las zonas rurales de mayor desempleo y pobreza.

Es por tanto que en apoyo y solidaridad, con los productores de arroz de nuestro país, la Unión de Pequeños Productores Agropecuarios Costarricenses (UPANACIONAL), se manifiesta, solicitándole al señor presidente de la República, Rodrigo Chaves Robles, un debido y concienzudo análisis sobre las implicaciones socioeconómicas, en zonas rurales, que tendrá la variación abrupta de las condiciones y características que han imperado en la actividad arrocera costarricense desde hace más de 20 años y que hoy en día, fomentan la siembra de más de 33,000 hectáreas de este cultivo así como un claro beneficio, con precios justos, para el consumidor nacional.

La actividad arrocera costarricense se desarrolla en 27 cantones rurales del país, en los cuales se genera una cosecha anual que supera los 150 millones de kilogramos, a partir del esfuerzo que realizan 518 productores nacionales. El recibo del grano verde lo realizan 10 agroindustrias nacionales que por muchos años han apoyado al productor con el recibo del cereal.

Un sector que fomenta más de 33,000 empleos directos e indirectos en todo el país, debido a su gran potencial para la generación de encadenamientos productivos, es un sector importante a los intereses de la patria.

Señor presidente, lo que conviene a los intereses de Costa Rica es el fomento de las actividades agrícolas en zonas rurales marginadas que fortalezcan nuestra seguridad alimentaria en momentos de incertidumbre global en que el país requiere del agricultor nacional.

Somos del criterio que no hay nada más importante que la comida y el abrigo y la mejor forma de defenderla es con producción local y no tener tanta dependencia de la producción ajena en medio de los vaivenes de una crisis mundial.

UPANACIONAL solicita que, para cualquier decisión de política pública en torno al cultivo e industrialización del arroz en granza, sea considerada la opinión del ente rector de la actividad arrocera, según ley 8285, y que las importaciones de grano sean efectuadas en concordancia con la producción nacional, según requisito de desempeño y según los criterios técnicos vinculantes.

Guido Vargas Artavia

Secretario General

 

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Acerca del acuerdo arrocero y la permanencia de los productores de arroz

German Masís

Un grupo de 66 personas integrado por especialistas en economía y políticas públicas, pidieron el jueves anterior al presidente de la República, Carlos Alvarado, reconsiderar el acuerdo al que llegó el Gobierno con los arroceros.

Una primera percepción del comunicado de los especialistas, es que se utilizan argumentos de liberalización y eficiencia económica similares a los que utilizaban en el lejano 1986 las autoridades del Gobierno de aquel momento, para exponer sus razonamientos acerca del imperativo de eliminar los precios subsidiados de los granos, restringir la participación del Estado y recomendar a los productores reconvertirse hacia cultivos no tradicionales de exportación.

Al final las políticas de cambio se impusieron, porque era más barato importar el maíz y más de 40 mil productores de la zona Atlántica dejaron de producirlo, incursionaron sin apoyo primero en cacao y después en raíces y tubérculos y finalmente se constituyeron en mano de obra de las empresas piñeras, que hoy ocupan las tierras antes dedicadas a la producción de maíz.

Pese a que la petición indicada está referida plenamente a la actividad arrocera, el documento no profundiza en la evolución de la producción nacional de arroz y sobre cuáles son las razones para que en la actualidad ésta actividad esté dominada por los consorcios arroceros quienes reciben los mayores beneficios y que en la fase de producción permanezcan los pequeños productores de recursos limitados que obtienen una baja productividad.

Al respecto es bueno mencionar que la estructura productiva de la actividad arrocera se modificó en las últimas décadas, en buena medida como resultado de las políticas establecidas en las décadas de los 80 y 90 dirigidas a desestimular la producción de granos, desmantelar el esquema estatal de apoyo a esa actividad y eliminar las licencias de importación.

Como resultado de esas políticas, los productores han venido desapareciendo progresivamente, sobre todo los medianos y grandes productores que se han trasladado a actividades más rentables como la producción de caña, melón y sandía, permaneciendo un grupo de alrededor de 500 pequeños productores que han decidido permanecer en la producción de arroz por su compromiso con la producción alimentaria del país.

Otros actores en la actividad han sido las empresas agro-industrializadoras del arroz, que con la salida de las plantas procesadoras de granos del CNP, asumieron plenamente el procesamiento del grano que es la fase que más valor genera, se han retirado de la fase de producción y han tendido a concentrar en unas pocas empresas el proceso agroindustrial de acopio, la transformación y distribución del producto terminado con diversas marcas y calidades.  De más de 12 empresas arroceras que había en la década de los 90, por la tendencia del capital hacia la concentración de las actividades, el negocio arrocero se encuentra hoy en manos de 3 o 4 consorcios agroindustriales(arroceras).

Mientras el otro gran actor de la actividad arrocera, son las empresas importadoras surgidas en la década de los 90, que por lo general importan alrededor de un 60% del arroz a precios más bajos al producido a nivel local y lo hacen según las restricciones del abastecimiento nacional, pero sabemos cuánto influyen las importaciones baratas en los precios finales al consumidor?

Finalmente, surge el actor adicional en la actividad, la Corporación Arrocera Nacional, surgido en la década de los 90 con el propósito de apoyar a los productores nacionales, regular la relación con las arroceras y con los importadores del producto.  CONARROZ ha debido cumplir su labor de apoyo a los productores, en medio del proceso de concentración de la actividad arrocera en grandes procesadoras e importadores, pero se podrían haber mantenido los productores agrícolas de arroz pilado, si ésta no organización no hubiera existido?, seguramente que no, pero ese fue el espíritu de la ley de creación de la corporación apoyar al productor nacional.

En esa perspectiva se ubica el acuerdo a que llegaron recientemente las Autoridades gubernamentales y los diferentes actores de la actividad arrocera, cuyos aspectos específicos son los siguientes:

1.mantener el mecanismo de regulación del precio porque permite mantener un precio bajo sin fuertes aumentos, un precio del arroz relativamente estable.

2.mantener el precio de referencia al productor nacional es fundamental para que el productor pueda continuar en la actividad, ya que de efectuarse la liberalización del precio se desmantelaría la estructura productiva existente.

3.mantener la aplicación del requisito de desempeño vigente para garantizar la compra a los productores nacionales y a partir de ésta definir las necesidades de abastecimiento externo y las importaciones necesarias.

4.mantener el arancel consolidado establecido en 1996 para proteger la producción nacional, es esencial para mantener la producción nacional, muchos países tienen aranceles para proteger su producción más sensible y estratégica (como Estados Unidos con su millonario programa de subsidios Farm Bill y China con su programa de protección de la producción de arroz).

5.el impulso de algunos proyectos legislativos de apoyo al sector arrocero, entre ellos la posibilidad de que las organizaciones accedan a los fondos de Banca para el desarrollo y la creación de un fondo de sostenibilidad de la actividad arrocera. (Alterdescr.com, agosto-2020)

Un aspecto adicional al acuerdo, es que se fijó un plazo de tres meses para establecer una ruta para proteger y fortalecer al sector, con el fin de afrontar la desgravación del precio del arroz que ocurrirá en 2024 en el marco del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.

No obstante, según el mencionado documento, todos los elementos señalados son prácticas anticompetitivas, por lo que proponen “eliminar la fijación de precios mínimos y el arancel a las importaciones y abrir el mercado arrocero” (CrHoy.com,11-9-2020), con lo que consecuentemente deben desaparecer CONARROZ, los productores y presuntamente las arroceras, quienes si podrían trasladarse a otra actividad.

Frente a la perspectiva de liberalización, sabemos que los mercados agrícolas en el mundo, no son abiertos y de libre competencia, son fundamentalmente de excedentes y en ellos operan una serie de mediaciones comerciales, políticas y hasta culturales, que definen el mercado de productos agroalimentarios y también conocemos los riesgos de la dependencia de las importaciones, debido a la volatilidad de los precios agrícolas como ocurrió durante la crisis alimentaria del 2007-8.

Al respecto, el Ministro de Agricultura ha manifestado que “aquí no es un concepto de precio para favorecer al consumidor. También es un análisis de factores estructurales que tiene que ver con políticas públicas en términos de lo que queremos como país: si queremos producir alimentos agrícolas; o si queremos ser como Singapur, donde todo se importa, lo único que tenemos que hacer es importarlo todo sin tener una respuesta hoy a los productores agrícolas que tienen que hacer una transformación sustantiva para ser más eficientes”.

«Si hay que importarlo todo, no solo pasaría con el arroz, sino que iríamos caminando en la desaparición de todos los sectores agrícolas. Podríamos pensar en eliminar productores de frijol que quedan pocos y solo el 20% del frijol que se consume se produce en el país…, sectores de papa y cebolla porque en Holanda la producen más barata”, añadió.(ElPaís.cr,12-9-2020)

Entre los elementos que sustentan la petición de los especialistas, se encuentra la recomendación del informe de la OCDE, que dice que “el 70% de los costarricenses consume arroz y que la regulación estatal sobre el producto tiene un efecto regresivo, en el cual salen perjudicadas las familias de menos ingresos. (CrHoy.com,11-9-2020)

Sobre este argumento, es oportuno valorar que una pretendida liberalización del precio no garantizaría que la población de menores recursos pueda acceder a las presentaciones de arroz de mayor precio y que el arroz de consumo popular (calidad 70-30) es el que se incluye regularmente en la canasta básica alimentaria al igual que el que se utiliza en los comedores escolares.

De ahí que, coincidimos con la posición de CONARROZ que “la regulación del precio ha sido beneficioso para el consumidor porque permite mantener un precio bajo sin fuertes aumentos, como pasa por ejemplo con el precio del frijol que comparativamente tienen un precio liberalizado el cual ha aumentado considerablemente en los últimos años a diferencia del precio del arroz que se mantiene estable”.

Otro aspecto presente en el comunicado es el que afirma que “no se justifica atrasar las reformas al sectorporque con ello ganan losoligopolios grandes”, pero ¿existe una real preocupación sobre el papel de las grandes empresas agroindustriales e importadoras?

La presencia y predominio de éstas parece consustancial al desarrollo del capital en las actividades agrícolas, así en actividades como la producción y comercio de frijol prevalecen 4 o 5 empacadoras grandes que controlan la producción, las importaciones y definen el precio de todas las presentaciones del producto final que llega a los consumidores.

Este poder concentrador y oligopólico de unas pocas empresas, se manifiesta hasta en el comercio interno de frutas y hortalizas, pues se ha mencionado que el CENADA es manejado por unos pocos grandes comerciantes que controlan el comercio y el precio de los diferentes productos.

Al respecto el diputado Welmer Ramos ha dicho que la “mayor desgracia” está en la producción y comercialización de hortalizas y frutas que están dominadas por unos pocos “tagarotes”, y que la diferencia con actividades como leche, café o caña de azúcar, es porque en ellas ha habido un acuerdo de producción y comercialización y una entidad que garantiza la participación justa de todos los actores. (alterdescr.com, agosto 2020)

Finalmente, el otro elemento mencionado en el documento es que “para apoyar a los pequeños y medianos productores, es necesario transformar los programas establecidos en un programa de reconversión agrícola, que incluya la posibilidad de ser más eficientes en arroz o de moverse a otras actividades”. (CrHoy.com,11-9-2020)

Sobre un posible programa de reconversión agrícola, el Ministro de Agricultura respondió “que no es sencillo. Para emigrar a otros cultivos agrícolas, afirma que se deben tomar en cuenta factores de conocimiento, suelos y microclimas”.

Además, es oportuno mencionar que en los años 2009 y 2010, las unidades de producción arrocera lograron mejorar su productividad como resultado del apoyo del Plan Nacional de Alimentos, que impulsó el Gobierno Arias Sánchez debido al aumento de los precios y el desabastecimiento mundial de alimentos.   En esa ocasión los productores de arroz y frijol lograron elevar sus rendimientos mediante la incorporación de semillas mejoradas, insumos y tecnología apropiada y prácticas postcosecha, como lo pretende efectuar ahora CONARROZ con este acuerdo.

Adicionalmente el documento agrega que “es probable que sea necesario subsidiar de manera temporala algunos productores de bajos ingresos. Debería ser un programa de asistencia social, para el cual existen los recursos”.   Contrariamente desde hace muchos años, se ha afirmado que el apoyo a los productores debe ser objeto de la política productiva para que se integren a la producción y al mercado en mejores condiciones y no de la política social, como parte de la población pobre excluida de la actividad productiva.

En ese sentido el Ministro de Agricultura ha expresado que “nos compete garantizar la productividad, producción, empleo, mano de obra y repartición de la riqueza en las zonas rurales que es donde más deprimida está” y añadió que se trabaja en que los agricultores participen más de la venta de sus productos en mercados digitales y espacios territoriales, con el fin de que eviten transitar largas distancias para comercializar el grano. (ElPaís.cr, 12-9-2020)

El desarrollo de actividad arrocera, no responde nada más al factor precio, la participación de los pequeños productores y de las organizaciones que los apoyan también importan, así como la producción nacional y la soberanía alimentaria.  El Estado ha venido apoyando la actividad con semillas mejoradas, riego y sistemas productivas más sostenibles para que la producción nacional de arroz, las semillas mejoradas de arroz y el sistema productivo se mantenga y no desaparezca. 

El Ministro de Agricultura ha dicho, “hay muchos productores que por vocación se quedan en la producción. La producción agrícola no es un negocio nada más, es una forma de vida en la cual la gente está incorporada, tiene historia, tradición y eso es lo que la gente hace”.

En las circunstancias actuales de pandemia, es fundamental apoyar la producción nacional de alimentos y evitar que los productores desaparezcan, queden desempleados, pierdan sus recursos y pasen a formar parte de la población en pobreza y desigualdad.

Foto de Fondo creado por lifeforstock – www.freepik.es

UCR, Suelo: clave para mitigar efectos del cambio climático

  • El secuestro de carbono es una de las alternativas utilizadas para reducir el CO2 de la atmósfera

22/02/17,arrocera
La rehabilitación de suelos degradados o terrenos sobreexplotados para la agricultura es una de las metas en la mira de expertos en cambio climático. Foto: archivo ODI, UCR.

El dióxido de carbono (CO2) es el principal gas de efecto invernadero y ha llegado a alcanzar niveles récord de concentración en la atmósfera. Por eso, luchar contra el cambio climático significa también buscar la manera de reducir este gas por medio de diversas acciones, como el secuestro de carbono.

Además de la reducción de las emisiones del CO2, otra de las alternativas que se estudia y se está poniendo en práctica a nivel mundial es remover el dióxido de carbono de la atmósfera y almacenarlo en reservas terrestres, es decir, en el suelo.

Las prácticas agrícolas que se han mantenido a lo largo de los años y la expansión urbana han dado como resultado la pérdida de carbono en la tierra. Por esto, a nivel global se ha investigado acerca del secuestro de carbono, que consiste en el almacenamiento de este elemento químico en la biomasa del suelo.

“Se refiere a cómo usted toma el dióxido de carbono de la atmósfera, lo convierte en materia orgánica a través de la acción de las plantas y lo deja retenido en el suelo; pero ahí aparece la principal confusión, y es que la gente asume que ya porque se tiene materia orgánica en el suelo, ya secuestró el carbono, eso no es así”, explicó la Dra. Cristina Chinchilla Soto, investigadora del Centro de Investigación en Contaminación Ambiental (CICA) de la Universidad de Costa Rica (UCR).

“El secuestro se refiere a la permanencia (del carbono) en el suelo”, añadió Chinchilla.

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El Dr. Rattan Lal, director del Centro de Manejo y Secuestro de Carbono (CMASC, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Ohio, Estados Unidos, brindó la charla »»Secuestro de carbono y cambio climático»» en las instalaciones de la UCR. – foto Laura Rodríguez Rodríguez, UCR.

Carbono, agricultura y cambio climático

La rehabilitación de suelos degradados o utilizados como terrenos para cultivos, y su utilización de una manera más adecuada, que contribuya al almacenamiento de carbono, es una de las principales metas que los expertos de todo el mundo se han planteado en los últimos años.

Los niveles adecuados de carbono en el suelo colaboran además a que este se convierta en un terreno fértil y con mayor resiliencia ecológica tras perturbaciones, previene la erosión e incrementa la biodiversidad.

“También aumenta la ecoeficiencia de los fertilizantes, del agua, de la irrigación de la variedad en los cultivos, de los nutrientes. Todos ellos dependen de la calidad y salud del suelo”, explicó el Dr. Rattan Lal, director del Centro de Manejo y Secuestro de Carbono (CMASC, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Ohio, Estados Unidos, en una charla brindada en la UCR.

Así, las actividades agrícolas pueden contribuir a la mitigación del cambio climático mediante prácticas adecuadas de cultivo y tratamiento de la tierra; de igual forma, de alternativas como el secuestro de carbono atmosférico en la forma de carbono orgánico en el suelo. Para esto, los agricultores deben buscar la manera de aportar, de forma continua, más materia orgánica al suelo.

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La investigadora del Centro de Investigación en Contaminación Ambiental (CICA), Cristina Chinchilla Soto, trabaja en el tema de secuestro de carbono en el país y el efecto de la mínima labranza sobre la estabilidad de este elemento en cultivos de arroz. – foto Laura Rodríguez Rodríguez, UCR.

“Por ejemplo, usted tiene un suelo muy mecanizado, donde pasa la labranza cada tres meses y el terreno queda desnudo, eso es un suelo que no tiene estructura y la materia orgánica encima probablemente se va a descomponer muy rápido, pero un suelo bien estructurado y tratado va a tener agregados y allí quedan sustancias de la materia orgánica, por lo que queda más protegido”, mencionó Chinchilla.

Para ambos expertos, cuidar del suelo y rehabilitar sus niveles de degradación no solo tiene que ver con la mitigación de efectos del cambio climático, sino también con la seguridad alimentaria y la biodiversidad, así como la seguridad en el acceso al agua y la energía; y que, como una especie de espiral, el fin mayor es la armonía mundial.

22/06/2013, Gira Alto de Comte y Progreso

Por eso, según Lal, debe existir legislación en relación con la salud del suelo, del agua, del aire y humana, que sean implementadas de manera conjunta. “Usted no puede separarlas”, dijo el experto.

“No podemos permitirnos dejar el suelo fuera de los objetivos de mitigación del cambio climático, el suelo debería ser central”, reafirmó.

“Si me preguntan qué sugeriría para mitigar el calentamiento global y acabar con el hambre, la única respuesta racional sería cambiar la forma en que tratamos nuestros suelos para producir, transportar, procesar y consumir nuestra comida”, dijo el Dr. Rattan Lal.

 

CICA trabaja contra el cambio climático

El Centro de Investigación en Contaminación Ambiental (CICA) de la UCR, trabaja actualmente en un proyecto en la zona el cantón de Parrita, Puntarenas, que pretende evaluar el efecto de la mínima labranza sobre la estabilidad del carbono y secuestro de este elemento químico en cultivos de arroz.

“Es un proyecto nuevo financiado por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en el cultivo de arroz, que tiene que ver con el efecto de la mínima labranza sobre el carbono del suelo”, explicó Chinchilla.

La investigadora, experta en ecología y cambio climático, realizó una pasantía en el Centro de Manejo y Secuestro de Carbono (Carbon Management and Sequestration Center) de la Universidad Estatal de Ohio, Estados Unidos, gracias a la beca Norman E. Barloug para Ciencia y Tecnología Agrícolas, otorgada por el Departamento de Agricultura de ese país.

Ahí, el mentor de Chinchilla fue el científico Rattan Lal, quien visitó recientemente la Universidad de Costa Rica, donde brindó la charla »Secuestro de carbono y cambio climático» y además visitó el proyecto que Chinchilla trabaja en Parrita.

 

Paula Umaña

Periodista Oficina de Divulgación e Información

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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Aumentos en la temperatura causaron disminución en la producción de arroz, frijoles y papa

Aumentos de +1°y +2°C en la temperatura causaron disminución en la producción de arroz, frijoles y papa en Liberia, Los Chiles y Cartago, según estudios del Instituto Meteorológico Nacional.

 

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Enviado por Omar Miranda.

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UCR: estudiantes premiados por investigaciones en maíz y arroz

Reciben reconocimiento a nivel regional

 

Katzy O`neal Coto, Periodista Oficina de Divulgación e Información

Colaboraron: Marilin Agüero, Griselda Arrieta Esponiza, Luis Barboza, Víctor Jimenez, Facultad de Ciencias Agroalimentarias

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Marcela Turcios, Sofía Carvajal y Andrés Hernández, galardonadas por sus investigaciones relacionadas con los cultivos de arroz y maíz (foto Anel Kenjekeeva).

Estudiantes de Agronomía y Biología de la Universidad de Costa Rica (UCR) fueron premiados en la LXI Reunión Anual del Programa Cooperativo Centroamericano para el Mejoramiento de Cultivos y Animales (PCCMCA 2016).

Los jóvenes investigadores participaron junto a científicos, investigadores, técnicos agrícolas, empresarios, productores y docentes de distintos países en esta reunión regional que se llevó a cabo del 5 al 8 de abril del 2016 en Costa Rica con participaron de alrededor de 240 personas.

El objetivo del evento fue conocer e intercambiar experiencias y trabajos de investigación del sector agropecuario por medio de conferencias magistrales, presentaciones de resultados de investigación y mini cursos impartidos por expertos.

Este año el encuentro se realizó bajo el lema “Agricultura sostenible: Promotora del Desarrollo Territorial” donde se abordaron temas como maíz, arroz y sorgo, recursos naturales, frutales, leguminosas y producción animal.

La UCR participó en la reunión con distintos proyectos de investigación del área de agroalimentarias, merecedores de premios y reconocimientos durante la actividad.

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Marcela Turcios Rogríguez, estudiante de Licenciatura en Agronomía, utilizó el programa ImageJ para generar imágenes digitales de las plantas de arroz (foto Anel Kenjekeeva).

Evaluación del arroz

Marcela Turcios Rogríguez, estudiante de Licenciatura en Agronomía de la UCR, fue galardonada con el primer lugar en el tema de arroz por su trabajo Desarrollo y validación de una escala de severidad de Pyricularia en arroz mediante imágenes digitales.

Ella desarrolló y validó una escala de nueve imágenes de hojas de arroz que muestran los diferentes grados de severidad de la enfermedad. Esta herramienta permite a los evaluadores tomar decisiones con respecto al manejo de esta enfermedad que afecta a los cultivos.

Su trabajo es derivado del proyecto de investigación: Evaluación de patogenicidad del hongo Pyricularia grisea aislado de Oryza sativa en la especie silvestre de arrozOryza glumaepatula (801-B3-089). Esta investigación se ejecuta en colaboración de los centros investigación PMGC-CIBCM, CIGRAS y CIPROC.

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Andrés Hernández Prydibailo es profesor de la Escuela de Agronomía e investigador en el Centro de Investigación de Granos y Semillas (CIGRAS) (foto Anel Kenjekeeva).

Germinación del arroz

Además Andrés Hernández Prydibailo, profesor de la Escuela de Agronomía y estudiante de maestría en la UCR, presentó el tema: Evaluación del vigor en semillas de arroz mediante envejecimiento acelerado e imágenes digitales, el cual ganó el tercer lugar en el tema de arroz.

Este proyecto fue desarrollado por el Laboratorio de semillas del CIGRAS, derivado del proyecto de investigación: Prototipo de alto rendimiento para cuantificar germinación de semillas (734-B4-229).

Su proyecto busca generar un prototipo que permita evaluar la germinación de las semillas de una manera más eficiente, pues hasta el momento este proceso se realiza por medio de conteos manuales. Este mecanismo permite calcular el porcentaje de germinación de un lote de semillas pero también genera otros datos de utilidad como la velocidad y uniformidad de la germinación y el vigor de la semilla.

Hernández explica que estos datos son de utilidad para agricultores y casas de semillas para estimar cuáles lotes de semillas podrían tener más éxito en la producción y cuáles incluso no vale la pena sembrar para evitar pérdidas.

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Sofía Carvajal Rojas, estudiante de Licenciatura en Biología de la UCR había participado en la reunión PCCMCA en el 2015 donde presentó un poster sobre el mismo tema (foto Anel Kenjekeeva).

Maíz criollo

Sofia Carvajal Rojas, estudiante de Licenciatura en Biología de la UCR, obtuvo el primer lugar con el tema de maíz por su exposición: Diversidad genética del maíz criollo (Zea mays L) de las regiones Brunca y Chorotega, Costa Rica.

Este proyecto permitió determinar que el maíz criollo mantiene sus características genéticas en las regiones Brunca y Chorotega, aunque sus colores varían en cada región, pues hay maíz amarillo, blanco y morado.

Sofía destaca que el manejo que hacen los agricultores en sus cultivares y el uso para preparaciones de chicha y otras comidas tradicionales han permitido que el maíz se mantenga genéticamente. El maíz criollo es resistente a plagas y a sequías y de ahí que sea tan importante conocer su diversidad para generar futuros programas para conservación del maíz y de mejoramiento genético.

Su estudio es derivado del proyecto FEES 2014-2015: Estudio y conservación de la diversidad genética del maíz criollo en dos regiones de Costa Rica (801-B4-651) ejecutado en la UCR por el PMGC-CIBCM y la Escuela de Biología.

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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