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Etiqueta: cancer

La UCR lista para brindar diagnósticos a pacientes con cáncer de la CCSS, pero no puede empezar

El Laboratorio cuenta con una unidad ciclotrón y un tomógrafo por emisión de positrones y en tomografía computada (PET y CT, por sus siglas en inglés). (Foto: Manrique Vindas)

Atraso en firma de contrato con la CCSS

Destituciones, sustituciones, detenciones y cuestionamientos a altos funcionarios de la CCSS, retrasan la firma de contrato con la UCR para que esta Universidad brinde valiosos servicios a pacientes con cáncer

Miles de pacientes con cáncer podrían beneficiarse del servicio que ofrece el Laboratorio Ciclotrón PET/CT de la Universidad de Costa Rica (UCR), pero la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) ha retrasado la contratación.

Debido a que será un contrato entre ambas instituciones que se regirá por el derecho público, el camino ha sido largo para poder cumplir con todos los requisitos que exige la Ley General de Contratación Pública, tanto para la Universidad de Costa Rica (UCR), como para la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).

A pesar de los múltiples requisitos y trámites que se lograron cumplir por parte de ambas instituciones, no se tiene conocimiento, por parte de la CCSS, cuando saldrá publicado en el Sistema Integrado de Compras Públicas (SICOP) el mencionado contrato.

Pero entonces, ¿por qué no se ha firmado el contrato entre la UCR y la CCSS para que el Laboratorio Ciclotrón PET/CT comience a brindar este valioso servicio de diagnóstico para los pacientes con cáncer?

¿Por qué el atraso?

La respuesta no es clara, no se sabe si han sido retrasos por parte de la Gerencia Médica de la CCSS, a la cual se le ha cambiado el gerente en varias ocasiones.

Es probable que algo tenga que ver el envío a un período de 20 días de vacaciones “forzadas” al Gerente Médico de la Caja Dr. Wilburg Díaz Cruz.

El pasado 9 de julio la Junta Directiva de la CCSS decidió otorgar al Dr. Díaz 20 días hábiles de vacaciones, período que se extendía desde el 15 de julio y hasta el 13 de agosto de este año. En su lugar, fue designado el Dr. Alexander Sánchez Cabo, por recomendación de la presidenta ejecutiva de la CCSS, la M. Sc. Marta Esquivel Rodríguez.

También el retraso podría originarse en alguna otra Gerencia de la institución, como la Gerencia General o la de Logística, lo cierto y preocupante es que la CCSS no ha sido capaz de realizar la contratación entre entes de derecho público en el SICOP.

Los radiofármacos se producen por la unión de un material radioactivo con un material farmacéutico. Actualmente se exportan estos a Guatemala y se espera poder exportar también a El Salvador y otros países. (Foto: Manrique Vindas)

Tomando en cuenta las recientes detenciones realizadas por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) a altos funcionarios de la CCSS, aumenta la incertidumbre de cuando saldrá esta urgente contratación, necesaria para que la UCR pueda atender a los pacientes oncológicos de esa Institución.

Como resultado, mientras la CCSS se enfrasca en resolver esos problemas internos, los perjudicados son los miles de asegurados que padecen de cáncer. ¡No se trata de cualquier enfermedad, sino la enfermedad neoplásica de fatales consecuencias!

En estos meses ya se hubiera atendido a una gran cantidad de pacientes que requieren los exámenes diagnósticos que puede brindarles el Laboratorio Ciclotrón PET/CT de la UCR, ya que en un solo turno se podría atender hasta 15 paciente por día, es decir 300 pacientes al mes, o bien 600 si se llega a trabajar en doble turno.

Gran proyecto

El Laboratorio Ciclotrón PET/CT consta de todo un edificio construido y adaptado especialmente para la operación de una unidad ciclotrón y un tomógrafo por emisión de positrones y en tomografía computada (PET y CT, por sus siglas en inglés).

Los equipos instalados son únicos en Centroamérica, todos ellos de alta tecnología, producto de la investigación y conocimientos más avanzados en el estudio del cáncer a nivel mundial.

 La UCR adquirió todos estos equipos para cumplir con los tres pilares de esta institución, investigación, la docencia y la acción social.

En el caso de la docencia, estudiantes de Imagenología Diagnóstica y Terapéutica, así como de Enfermería pasan por estas instalaciones, para depurar los conocimientos adquiridos en el aula. También estudiantes de Química, Física, Farmacia y laboratoristas químicos entre otros se encuentran haciendo pasantías, asistencias y practicas dirigidas en este Laboratorio.

En el campo de la investigación científica, se han defendido tesis de Maestría Académica en Física Médica y de la Carrera de Imagenología Diagnóstica y Terapéutica. Se han publicado al menos tres artículos y se han publicado numerosos resúmenes en congresos internacionales.

Este acelerador de partículas puede crear más de 100 materiales radiactivos para fabricar radiofármacos. (Foto: Manrique Vindas)

Desde el punto de vista de la acción social, este laboratorio ha recibido cerca de mil pacientes, tanto del del sector público y del sector privado. Los precios de los estudios realizados en estas instalaciones son casi $1500 (casi 800 mil colones) menos que los que se estaban ofreciendo en el país antes de que este laboratorio abriera sus puertas.

Acelerador de partículas y radiofármacos

Según explicó el Dr. Dr. Erick Mora Ramírez, responsable del Laboratorio Ciclotrón PET/CT se trata de “un acelerador de partículas que se utiliza para la producción de radioisótopos, algunos de ellos de aplicación en medicina nuclear, tales como el flúor-18. Los radioisótopos de interés médico producidos en el ciclotrón se procesan posteriormente en un laboratorio de producción de radiofármacos, instalado en la misma infraestructura y a pocos metros del Ciclotrón, para obtener medicamentos inyectables que luego serán inyectados de forma intravenosa a los pacientes.

El Dr. Erick Mora Ramírez, explica la importancia que reviste para el país y para los enfermos oncológicos de la CCSS, la firma del contrato entre ambas instituciones, con el fin de que los asegurados puedan aprovechar este importante recurso tecnológico de medicina nuclear que pone a disposición esta Universidad.

Antes estos radiofármacos se debían importar, lo que implicaba al país un egreso de dinero muy importante, pero gracias a este Laboratorio los radiofármacos se pueden producir varias veces al día, en caso de que se tuviera que recibir una gran cantidad de pacientes”.  Los radiofármacos son la unión de un material radioactivo con un material farmacéutico.

En ese sentido enfatizó que una de las ventajas principales de la tecnología de este laboratorio es: “proveer radiofármacos que permitan hacer un estadiaje inicial de las enfermedades, y luego de un tratamiento (cirugía, radioterapia o quimioterapia), un re-estadiaje, así los médicos tratantes puedan conocer si el mismo fue exitoso o se necesita seguir con otros métodos para tratar las enfermedades”.

Este acelerador de partículas puede crear más de 100 materiales radiactivos, los cuales pueden ser utilizados en el ambiente clínico o en investigación y actualmente se exporta seis veces por mes a Guatemala, se espera poder exportar también a El Salvador.

El Dr. Mora explicó que “una vez que el paciente es inyectado con el radiofármaco, debe esperar uso 45 minutos para que este se distribuya en el cuerpo, luego es colocado en el PET/CT – Tomógrafo por Emisión de Positrones (PET, por sus siglas en inglés) combinado con un tomógrafo computadorizado (CT, por sus siglas en inglés)-. El PET/CT genera imágenes metabólicas y anatómicas del cuerpo del paciente, y también genera la fusión de estas. Estas imágenes pueden arrojar información valiosa para diagnosticar enfermedades como el cáncer, enfermedades neurológicas y cardiacas, lo que permite tomar decisiones sobre procedimientos e intervenciones quirúrgicas, tratamientos médicos, determinar características, dimensiones y localización de tumores”. 

El Dr. Mora detalló que este equipo PET/CT logra imágenes híbridas con capacidad de ubicar lesiones de hasta 4 mm de diámetro, lo cual puede llegar a ser muy importante en el curso del tratamiento de un paciente oncológico.

VER VIDEO SOBRE CICLOTRÓN

Para más información escribir al correo erick.mora @ucr.ac.cr. Para solicitar servicios del Ciclotrón, llamar al 2511-4949 / 2511-4930.

 

Manrique Vindas Segura
Periodista, Oficina de Comunicación Institucional, UCR

UCR. Científicos logran el primer entrenamiento en secuenciación de células individuales de Costa Rica

El aporte permitirá revolucionar el estudio del cáncer a nivel nacional e indagar aquellas células resistentes a la quimioterapia

Imagine el siguiente escenario. Usted va a jugar bola y su equipo tiene diversidad de jugadores. Uno viene de Corea, el otro de Sudán del Sur, otra persona de Costa Rica y otras más de China, por citar algunas. Todas son personas, pero es claro que son muy distintas entre sí a nivel genético. Algo similar puede ocurrir con las células cancerosas.

Cuando ocurre un cáncer, se genera una multitud de células muy diversas entre sí aunque pertenezcan a un mismo tumor. Todas son células, pero cada una posee genes muy particulares que hoy, por primera vez en Costa Rica, podrán ser analizadas con detalle.

¿El gran aliado detrás de esto? El Rhapsody, una de las tecnologías más avanzadas para la secuenciación de ADN de células individuales que existe en el mundo.

Con su llegada al Centro de Investigación en Cirugía y Cáncer de la Universidad de Costa Rica (Cicica-UCR), el Rhapsody se convierte, oficialmente, en el primer equipo de este tipo operando en Costa Rica y un hito más en la lucha contra el cáncer.

Si bien desde hace algunos años el Cicica-UCR ya contaba con una tecnología capaz de realizar la secuenciación de genomas humanos completos, la presencia de este nuevo equipo, así como de sus investigadoras e investigadores altamente especializados, promete revolucionar el estudio del cáncer que en la actualidad le arrebata la vida a más de 6 072 personas cada año en el país, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“Por primera vez en Costa Rica existe una tecnología la cual permite que, de una sola célula, se puedan secuenciar miles de genes. ¿Qué tiene esto de particular? Que es la única tecnología que permite evaluar, completamente, la heterogeneidad del cáncer a nivel genético”, explicó el Dr. Rodrigo Mora Rodríguez, investigador del Cicica-UCR y líder del proyecto Ucrea sobre compensación de dosis génica del oncogen MYC en el cáncer aneuploide.

Lo anterior es crucial. La heterogeneidad del cáncer constituye uno de los desafíos científicos más grandes presentes en la actualidad. En un mismo tumor puede haber subpoblaciones de células muy diversas entre ellas y, en la secuenciación normal de genes disponible en Costa Rica, solo se obtiene un valor promedio. Esto se debe a que únicamente se puede analizar la mezcla de todas las células presentes en el tumor y no su especificidad a nivel individual.

En cambio, con la secuenciación de células individuales, se puede conocer cuáles grupos específicos de células existen dentro de un mismo tumor. En palabras sencillas, se pueden ver miles de células, una por una, y ya no una mezcla.

El equipo se encuentra solo en cinco países de Latinoamérica: México, Chile, Argentina y Brasil. Costa Rica fue el primero en Centroamérica. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez, UCR

¿Y por qué es tan revolucionario?

Con esta tecnología de vanguardia, el país está mejor equipado para enfrentar los desafíos más complejos de esta enfermedad como, por ejemplo, el estudio de las células resistentes a tratamientos de quimioterapia.

“Con esto se puede ver célula a célula y después utilizar la bioinformática —procesamiento masivo de información— para separar esos grupos de células y caracterizarlos. Entonces, si en un tumor existe un 95 % de células que son sensibles a la terapia, y hay un 5 % de células resistentes, a primera vista pareciera que el tumor es sensible a la terapia, o sea, que el paciente responde favorablemente a ese tratamiento. Pero, si lo analizamos célula a célula, veremos que ese 5 % de células existentes van a sobrevivir y a restablecer el tumor después de que pase el tratamiento. Esta nueva tecnología nos permite estudiar eso en profundidad para la investigación y esperamos que en un futuro no muy lejano también para el campo clínico”, manifestó el Dr. Mora.

Lo anterior no sería todo. En el contexto del proyecto de Ucrea relacionado con el oncogen MYC, esta tecnología será utilizada para analizar la compensación de dosis génica, un tema que el equipo del Dr. Mora lleva estudiando por más de diez años. La compensación de dosis génica es una estrategia biológica que permite a las células cancerosas proliferar, a pesar de tener un elevado número de errores.

La biología explica que si una célula sana comete un error y experimenta un incremento en su número de cromosomas es normal que muera. Las células cancerosas, en cambio, no mueren porque logran desarrollar mecanismos para sobrevivir.

Así que, mediante esta tecnología, las y los seis científicos que conforman el proyecto Ucrea tendrán la posibilidad de realizar pruebas en los laboratorios orientados a generar, de manera intencional, células más heterogéneas a fin de analizar su respuesta. Para ello, incorporarán nuevos cromosomas y verán cómo reacciona la célula con el objetivo de identificar cuáles genes están compensados y si estos podrían representar posibles blancos terapéuticos para bloquear esta respuesta de sobrevida.

Este avance es parte integral del proyecto Ucrea-UCR: “Apuntando a la compensación de dosis de MYC en un tornado de cáncer aneuploide”.

Otras contribuciones

Con la tecnología de secuenciación de ADN de células individuales, el país también podría aspirar a mejoras en los procesos terapéuticos.

Con esta tecnología se puede ver si hay clones más resistentes de alguna célula cancerosa y, de esta manera, mejorar el abordaje en ese preciso momento si la persona profesional en oncología lo considera pertinente. Por supuesto, primero se necesita investigar para luego llegar al nivel clínico.

“Si sabemos que hay clones, la terapia inicial podría contemplarlos y, de una vez, atacarlos. Incluso, médicos especialistas nos han contado casos de pacientes con leucemia a quienes se les da un tratamiento y, después de varios meses, la leucemia vuelve bajo un tipo diferente. Sin embargo, resulta que ese tipo diferente de leucemia siempre estuvo ahí presente. Era un clon muy pequeñito de una célula cancerosa resistente, poco frecuente, pero que sobrevivió a la terapia y regresó más fuerte. Si al principio de la terapia también se le hubiera dado tratamiento, las posibilidades de erradicar el tumor desde la primera vez se incrementan”, aseguró el Dr. Mora.

En este caso particular, para el proyecto de Ucrea, la tecnología se está utilizando para ahondar en el cáncer de mama. Este cáncer genera 1 344 casos cada año, con 487 fallecimientos anuales en Costa Rica, según la OMS. No obstante, la tecnología sirve para estudiar todo tipo de cáncer y hasta para analizar el glioblastoma —uno de los tumores más agresivos del cerebro que hay—.

Los resultados de los análisis duran, en promedio, tres días y consta de varios pasos. Uno es alistar las células y asegurar su viabilidad (que estén vivas). Luego, se escanean en un equipo de visualización y, posteriormente, se pasa a otro equipo con algunos pozos. En cada uno de esos pozos se aloja una célula y, junto a ellas, una partícula de látex (un bead).

Cuando las células ya se encuentran en esos pozos se genera la transcriptómica (de AND a ARN) y los ARN se pegan a ese bead. Lo anterior ocurre 10 000 veces de forma simultánea y el equipo tiene cerca de 260 0000 pozos. Por último, se separan y se hace un ADN copia. Con esto se efectúa la PCR —reacción de cadena polimerasa—, a fin de amplificar los genes y llegar a la secuenciación final.

El entrenamiento es altamente especializado, por lo que las y los científicos de la UCR dedicaron toda una semana para completar el aprendizaje que combina la biología molecular con la celular. Ellas y ellos son los primeros de Costa Rica y Centroamérica en haberlo realizado.

“Nuestro siguiente paso es efectuar los experimentos. Le daremos a las células dosis subletales de quimioterapia, o sea, que no matan a la célula. Eso hace que las células se vuelvan más inestables y, entre esa estabilidad, aparezca más heterogeneidad. Con esa heterogeneidad veremos si hay genes que son compensados o no y si eso lleva a un aumento en el número de copias de células cancerosas. Esto es una gran ventaja porque proviene de los mismos clones que estamos trabajando. En los estudios anteriores trabajamos con líneas celulares cuyos trasfondos genéticos eran muy diferentes. Aquí estamos trabajando con el mismo trasfondo genético”, acotó el Dr. Mora.

Otro de los pasos del proyecto Ucrea será tomar células normales e introducir artificialmente cromosomas adicionales para ver cómo reacciona. Lo anterior dará la posibilidad de conocer si hay más genes, adicionales a MYC, que colaboren con la proliferación de un cáncer.

“MYC es tan solo la punta del iceberg. En realidad, hay un montón de otros genes compensados que también pueden ser muy importantes en cáncer. Entonces, hay que identificarlos para poder dirigir terapias a esos genes en específico”, agregó el microbiólogo.

El Dr. Rodrigo Mora Rodríguez, científico de la UCR, habla sobre el nuevo equipo

Más proyectos

Además del proyecto Ucrea, en la semana de entrenamiento el equipo del Dr. Javier Mora también participó y llevó a cabo el primer experimento en el sofisticado equipo.

En su caso, trabajaron con un tipo específico de células inmunológicas humanas: los monocitos. Estas células son parte de la inmunidad innata, porque son las primeras que reaccionan ante algún microorganismo patógeno.

Por años, se creyó que esta inmunidad innata no tenía memoria, como ocurre cuando se coloca una vacuna y la persona genera anticuerpos a largo plazo. Sin embargo, eso cambió hace poco, al demostrarse que los monocitos sí tienen un tipo de memoria denominada: inmunidad entrenada.

“Nosotros estamos probando si el contacto de los monocitos humanos con antígenos del parásito Toxocara canis son capaces de inducir algún tipo de inmunidad entrenada y si las células quedarían predispuestas para reaccionar de una manera más fuerte ante este tipo de infecciones, o contra otro tipo de estímulos que inducen una respuesta inmune similar como lo son los alérgenos ”, comentó el Dr. Javier Mora.

El interés en estudiar este parásito radica por su alta presencia en perros. Si bien en estas mascotas el parásito no genera una reacción inflamatoria severa, cuando infecta a humanos sí puede generar procesos inflamatorios complejos.

“Esta tecnología nos va a permitir ver si dentro de esta población de monocitos totales hay diferentes subpoblaciones que tienen un perfil de activación inmunológica distinto. Además, nos va a permitir identificar cuáles otras moléculas inmunológicas son producidas por cada una de esas subpoblaciones. Esto solamente se podría lograr al utilizar esta tecnología de Single Cell Sequencing”, declaró el Dr. Javier Mora.

Dicho estudio daría los insumos para entender el proceso y así identificar posibles blancos terapéuticos para tratar de disminuir procesos alérgicos o para inflamación severa en este tipo de parasitosis.

Jenniffer Jiménez Córdoba
Periodista Oficina de Comunicación Institucional, UCR

UCR: En tan solo 16 años las muertes por cáncer en Costa Rica se podrían duplicar, advierte la OMS

La UCR realizará una actividad gratuita sobre el tema el miércoles 21 de febrero, de 9 a. m. a 12:00 m., en la Facultad de Medicina de la UCR

En Costa Rica, cada año se diagnostican con cáncer más de 13 000 personas y cerca de 6 000 costarricenses mueren por esa enfermedad, de acuerdo con la Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer (IARC), el ente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) encargado de las estadísticas mundiales en lo que respecta al cáncer.

Si lo anterior llama a la alarma, tenemos algo más preocupante: esos números van en aumento. De hecho, la misma IARC proyecta que para el año 2040 la cifra de casos nuevos y muertes en el país serán casi el doble. El 2040 puede sonar lejano, pero solo está a 16 años.

Aunque estos datos son preocupantes, es importante señalar que el cáncer no es sinónimo de sentencia de muerte, cómo pudo haber sido en el pasado y eso lo debemos tener muy claro. Esto se evidencia cuando se revisan las estadísticas mundiales de incidencia y mortalidad de la misma IARC para el 2022 (sus datos más recientes).

En ese año, casi 20 000 000 de personas fueron diagnosticadas con cáncer y poco menos de 10 000 000 murieron por esta misma enfermedad. En otras palabras, el 50 % de las personas diagnosticadas con cáncer ya no mueren de cáncer. Aquí también hay que tomar en cuenta que para algunos tipos de cáncer la tasa de supervivencia es muy buena, por ejemplo, para el cáncer de mama y próstata la sobrevida anda por encima del 60 %.

Esto nos lleva a un punto fundamental en la atención de esta enfermedad: el diagnóstico temprano y un manejo oportuno de los pacientes con cáncer.

El valor del tiempo

El tiempo lo cura todo, dice el dicho; pero este no es el caso del cáncer. “Definitivamente, ese no es el caso del cáncer. Hay un documento de la OMS llamado “Reporte de Cáncer del 2020” que menciona algo muy acertado: cada año que se retrase la toma de decisiones que conlleven a un control más efectivo y oportuno del cáncer, la factura para el sistema de salud será más alta, el número de vidas humanas perdidas será mayor y los índices de desarrollo económico y humano seguirán estancados”, explica el Dr. Warner Alpízar Alpízar, profesor catedrático, experto en biología tumoral de la Universidad de Costa Rica (UCR).

Hay que enfatizar que la prevención y la detección temprana son herramientas valiosas para combatir la enfermedad: entre más temprano sea diagnosticado un cáncer es mayor la probabilidad de supervivencia y la explicación se encuentra en la biología misma de este grupo de enfermedades (el cáncer no es uno solo, existen alrededor de 200 tipos).

El tiempo entre diagnóstico y tratamiento es clave, pero es todavía más importante el tiempo que transcurre desde que un paciente se refiere por sospecha de cáncer hasta su tratamiento.

La detección, diagnóstico y tratamiento temprano son un desafío para la atención del cáncer. Es prioritario que generemos acciones multisectoriales concretas para mejorar la ruta de atención de los pacientes para un abordaje integral en etapas tempranas, cuando el tratamiento genera mayor impacto en el paciente, su entorno, el sistema de salud y la sociedad”, señaló el Dr. Carlos Sandoval, director Médico de Roche Caribe, Centroamérica y Venezuela.

A la fecha, Costa Rica no tiene tiempos meta definidos para ninguno de los dos escenarios. Varios médicos especialistas en oncología coinciden en que no solo no se tienen tiempos meta, sino que cada centro médico lo maneja distinto. Lo más preocupante aún es que el tiempo entre referencia por sospecha de cáncer y diagnóstico es de varios meses, y la percepción de los especialistas es que con la crisis de especialistas (faltante y fuga) ese tiempo está alargándose”, comenta el especialista Alpízar.

A pesar de lo anterior, destaca lo siguiente: “Existen varios esfuerzos, pero no sé hasta qué punto están bien articulados. Uno que me parece muy exitoso y ya bastante consolidado es el Centro de Detección Temprana del Cáncer del hospital Max Peralta, en Cartago, que, desde hace ya muchos años, viene realizando gastroscopías y colonoscopías exploratorias en pacientes asintomáticos, en búsqueda de lesiones premalignas en estómago, colon y recto”.

Si bien los regentes de la salud en el país son la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y el Ministerio de Salud, existen actores públicos y privados que pueden colaborar en la creación e implementación de planes país para el manejo y control del cáncer, como las ONG de pacientes y la academia. “Es que el control del cáncer le concierne a muchos”, asegura el Dr. Alpízar.

En ese sentido, Roche llama a colaborar entre los distintos actores del sistema de salud y la sociedad. “De tal modo, avanzaremos hacia unos cuidados más justos para los pacientes que padecen esta enfermedad, a través de la prevención, diagnóstico oportuno y tratamiento multimodal innovador en etapas iniciales”, explicó el doctor Sandoval.

Con ese espíritu, este miércoles 21 de febrero, de 9:00 a. m. a 12:00 m. se realizará el conversatorio “Por unos cuidados más justos: Avanzando hacia una ruta de atención equitativa para un diagnóstico temprano y un manejo oportuno de los pacientes con cáncer”, organizado por el Posgrado en Ciencias Biomédicas, la Facultad de Medicina y la Escuela de Medicina, en colaboración con Roche, con el objetivo de generar compromisos de los distintos sectores para avanzar hacia una ruta de atención equitativa.

Jenniffer Jiménez Córdoba
Periodista Oficina de Comunicación Institucional, UCR

UCR: El único Centro de Investigación en Cirugía y Cáncer de Centroamérica abre sus puertas

En la lucha contra el cáncer

El centro, pionero en su tipo en Costa Rica, busca contribuir con la detección temprana del cáncer y en la formación de profesionales con los últimos conocimientos quirúrgicos

¡Es oficial! Este 2023 la Universidad de Costa Rica (UCR) inaugura el primer y único Centro de Investigación en Cirugía y Cáncer de Centroamérica (Cicica-UCR) que le permitirá al país desarrollar investigación de vanguardia para aportar en el desarrollo de mejores técnicas orientadas al diagnóstico temprano de cáncer.

Así lo dio a conocer este viernes 3 de febrero del 2023 el Dr. Steve Quirós Barrantes, director de ese centro de investigación, quien destacó al Cicica-UCR como una unidad interdisciplinaria que une la investigación básica y la investigación aplicada en la búsqueda de mejores alternativas para prevenir esa terrible enfermedad. Los datos así lo reflejan.

Tan solo en el 2020, Costa Rica contabilizó 13 139 casos de cáncer. De esa cifra 6 028 personas fallecieron, según el reporte Globocan, de la Organización Mundial de la Salud.

“Nuestro propósito es dedicarnos a la implementación de nuevas estrategias y metodologías para la prevención, detección temprana y diagnóstico especializado en ese tipo de patologías. Adicionalmente, contamos con proyectos de acción social para llevar este diagnóstico especializado, tanto clínico como de laboratorio, a la población costarricense”, manifestó el Dr. Quirós.

Pero eso no será todo. El Cicica-UCR también le aportará al país un importante programa de educación médica continua y de capacitación en técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas para el personal médico especialista, el cual se lleva implementando en la UCR desde el 2002. Primero, en el antiguo Laboratorio de Entrenamiento e Investigación en Cirugía Mínimamente Invasiva (Leicimi-UCR) y luego en el DCLab-UCR (antecesor del Cicica-UCR).

Lo anterior ha permitido que Costa Rica posea más de 565 médicos formados en un tipo de cirugía que genera un menor dolor en las y los pacientes después de un procedimiento quirúrgico, pues la incisión es de casi tres centímetros, una apertura más pequeña que en una cirugía abierta convencional que suele ser de ocho centímetros, según la operación.

Además, promueve una rápida recuperación, genera menores complicaciones postoperatorias, disminuye el riesgo de infección, mejora el resultado estético, minimiza el uso de analgésicos y reduce de manera significativa la morbilidad y la mortalidad.

Ahora, con el Cicica-UCR esos beneficios de formación que ha recibido el país podrán incrementarse en un área dotada con mayor equipo tecnológico y en un ambiente de simulación clínica de vanguardia que facilitará la adquisición de destrezas para el diagnóstico temprano y el abordaje terapéutico novedoso.

La UCR tiene un compromiso absoluto con la seguridad social del país para que los residentes tengan conocimientos que den potenciales beneficios al asegurado y a Costa Rica. Eso lo vemos hoy. En todos los centros del país en donde existen quirófanos, hay profesionales que están haciendo realidad la cirugía mínimamente invasiva porque se entrenaron con nosotros. Este proyecto tiene beneficios en todos los sentidos, tanto para lo que actualmente se aporta, como para lo que se proyecta que siga creciendo en la robótica, la técnica que sigue”, reflexionó en el 2022 el Dr. Marco Zúñiga Montero, coordinador del curso en cirugía mínimamente invasiva del Cicica-UCR.

Lo que viene

El Cicica-UCR ya está efectuando esfuerzos de gran impacto para la salud costarricense en tres áreas: investigación, acción social y docencia.

Desde el eje de investigación se busca generar conocimientos que puedan, posteriormente, traducirse en mejores y más efectivas estrategias de abordaje del cáncer.

De igual forma, aspiran aportar nuevos recursos científicos que faciliten la comprensión y la predicción del riesgo de desarrollo de esa enfermedad, así como su diagnóstico y manejo temprano con alternativas quirúrgicas y terapéuticas nuevas, menos invasivas y mejor tolerables por los pacientes.

“Nuestro centro de investigación prioriza la investigación en el tamizaje del cáncer, el diagnóstico temprano y la oncología de precisión. Si el cáncer se diagnostica en una etapa avanzada, los tratamientos generalmente son menos efectivos, más costosos y producen más efectos secundarios negativos. En ese sentido, el diagnóstico temprano es la mejor alternativa para los muchos cánceres que aún no se pueden prevenir y los que se presentan a pesar de la prevención”, explicó el Dr. Quirós.

Se recibirán pacientes

En el eje de acción social está la plataforma para el diagnóstico clínico oncológico avanzado. Esta plataforma tiene consultorios, una unidad de endoscopia digestiva alta y baja, y un área de recuperación.

“Todas las áreas cuentan con los equipos e instrumentos de última generación para cada especialidad y se planea atender pacientes”, comentó el Dr. Quirós.

Pero esa atención no será por solicitud libre de la persona, como cuando usted va a una clínica privada o pública y pide ser atendido.

En la UCR la atención será solo mediante alguno de los tres modelos que el Cicica-UCR ya tiene formulados para personas en riesgo oncológico en los tipos de cáncer que más afectan a la población: próstata, testículo, cérvix, ovario, mama, orofaringe, tiroides, esófago, estómago, colon, recto, hígado, vía biliar y páncreas.

El primer modelo de atención es mediante las organizaciones de la sociedad civil, como fundaciones, que desarrollen iniciativas para la atención de poblaciones que tienen el riesgo de padecer cáncer y decidan generar una alianza con la UCR.

El segundo modelo es un convenio con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) que aún se está trabajando y, el tercero, mediante proyectos específicos de investigación clínica. En cada uno de esos tres modelos existen importantes avances.

“Ya estamos trabajando para establecer convenios de colaboración con asociaciones proprevención y lucha contra tipos particulares de cáncer, con el objetivo de contribuir a la detección temprana de esta enfermedad a través de un espacio para población de riesgo y de bajos recursos económicos”, informó el Dr. Quirós.

En cuanto a la CCSS, el convenio todavía está en proceso pero desde ya procura contribuir a los programas de tamizaje de cáncer del país, a fin de disminuir la mortalidad nacional por esta enfermedad.

“De manera de ejemplo, estamos estableciendo un convenio de colaboración con el Centro de Detección Temprana de Cáncer (CDTC) del Hospital Dr. Maximiliano Peralta Jiménez de Cartago. El propósito es aumentar la prevención y la detección temprana de cáncer gástrico, a través del tamizaje especializado de esta patología”, adelantó el Dr. Quirós.

En cuanto al último modelo, enfocado en los proyectos específicos de investigación clínica, las y los pacientes serán reclutados y atendidos con los más altos estándares de rigurosidad ética y científica, en apego a las leyes y a las normativas de investigación clínica nacional e internacional vigente.

“Un ejemplo es que ya estamos trabajando en la formulación de proyectos para la determinación de fragmentos de ADN tumoral que circulan libremente en la sangre de pacientes. Con esto queremos contribuir a que, con una técnica poco invasiva, el paciente reciba el mejor tratamiento que se adapte a su caso particular, monitorear la respuesta a ese tratamiento, valorar su progresión y determinar la recurrencia de la enfermedad”, mencionó el Dr. Quirós.

A partir de la segunda semana de junio del 2021, Costa Rica se convirtió en el primer país de Centroamérica en proporcionar una prueba que le permitirá a las mujeres saber si el virus de papiloma humano (VPH), que infecta el cuello uterino, desencadenará en ellas los eventos que inician el desarrollo de un cáncer cervical. Con el Cicica-UCR ese gran esfuerzo se fortalecerá.

La más alta precisión

En el mismo eje de acción social, el Cicica-UCR trabajará en la oncología de precisión, un enfoque de vital importancia dentro del cáncer.

La oncología de precisión consiste en tener en cuenta las diferencias en los genes, el entorno y el estilo de vida de cada persona para adaptar la prevención y el tratamiento del cáncer.

Lo que se hará en el Cicica-UCR es establecer pruebas de laboratorio celulares, moleculares, inmunológicas y patológicas, con el fin de ofrecer información que permita aplicar con mayor precisión las estrategias de tratamiento y de prevención que mejor funcionen en un grupo de personas.

“Entre las pruebas que se realizan están las genéticas para síndromes hereditarios de predisposición al cáncer, que permiten la detección de alteraciones hereditarias específicas (variantes génicas) e identificar personas que podrían tener un riesgo aumentado de tipos particulares de cáncer”, comentó el Dr. Quirós.

También, pruebas de variantes o mutaciones somáticas (tumorales), las cuales permiten identificar en el tejido de cáncer variantes o mutaciones que ofrecen información sobre el cáncer particular (clasificación, selección de terapia, etc).

Asimismo, se encuentran las pruebas de farmacogenética para identificar variantes en los genes de las personas asociados sobre cómo el cuerpo procesa los medicamentos, lo cual permite predecir la respuesta a estos en términos de potencial eficacia y toxicidad.

Los otros análisis son de tipo diagnóstico en patología anatómica y clínica. Aquí se incluyen estudios de biomarcadores (genes que inciden en la aparición de un cáncer), que tienen relevancia pronóstica y terapéutica.

Finalmente, están los análisis especializados para el diagnóstico temprano. Uno es la prueba enfocada en detectar la transformación celular maligna por el virus del papiloma humano. Esta es una prueba de alta especificidad que permite diferenciar si una infección por el virus va a generar un proceso de desarrollo de cáncer.

El Cicica-UCR se creó el 15 de diciembre de 2021, cuando el Consejo Universitario indicó que la nueva instancia de investigación iba a contar con la infraestructura, equipamiento y recurso humano del antiguo DCLab-UCR, el cual había sido creado en el 2018 como instancia dedicada al estudio y diagnóstico temprano del cáncer, así como al entrenamiento de técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas.

Sin embargo, por la pandemia, hasta este 2023 se pudo realizar la inauguración correspondiente.

 

Jenniffer Jiménez Córdoba
Periodista, Oficina de Divulgación e Información,UCR

UCR: Una nueva esperanza en la lucha contra el cáncer

En el PET-CT, similar a un TAC, se efectuará el diagnóstico de los pacientes. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez, UCR.

Con el nuevo laboratorio del ciclotrón y el PET-CT, que la UCR inauguró en agosto, Costa Rica incursiona en el uso de tecnología de países del primer mundo para el diagnóstico temprano del cáncer.

El cáncer es la segunda causa de muertes en Costa Rica. Cada año se presentan en el país 11 500 casos nuevos de esta enfermedad. Esto significa que alrededor de 30 personas son diagnosticadas por día, según datos del Ministerio de Salud y del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC).

A pesar de todos los avances que se han logrado a nivel internacional y nacional para mejorar la atención de pacientes con cáncer, “aún hoy las posibilidades de tratamiento en el sistema de salud son limitadas y con un acceso marcado por la desigualdad”, recordó el Dr. Gustavo Gutiérrez Espeleta, rector de la Universidad de Costa Rica (UCR).

Estas palabras las pronunció durante la inauguración del citado laboratorio, el cual, de acuerdo con investigadores de la Universidad, se trata de una iniciativa de gran impacto para la medicina oncológica nacional.

El laboratorio que alberga al ciclotrón (acelerador de partículas) y al PET-CT (tomografía por emisión de positrones – tomografía computarizada) es la culminación del trabajo de más de una década para proveer a la población costarricense de esta herramienta de diagnóstico temprano de cáncer y de otras enfermedades cardiovasculares y neurológicas.

El Dr. Ralph García Vindas, director de la Escuela de Física y coordinador del proyecto desde su inicio, enfatizó que uno de los objetivos del ciclotrón PET-CT es contribuir a reducir la tasa de mortalidad por cáncer en el país.

Según afirmó García, el equipo posibilita identificar de manera temprana varios tipos de cáncer y tumores milimétricos, de manera que pueden ser tratados oportunamente y con eso mejorar la expectativa de vida de las personas afectadas.

Para aquellos pacientes que ya tienen cáncer y que se les está aplicando algún tratamiento, la tecnología permite que los especialistas en oncología puedan rectificar un tratamiento, si este no está surtiendo efecto. De esta forma, también se logra aumentar la expectativa de vida de los pacientes.

Para cumplir con tal objetivo, la UCR ya inició conversaciones y acercamientos con autoridades y hospitales de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), con el fin de exponerles las características de los nuevos equipos y ofrecerles los servicios.

“Esta tecnología permite un aporte importante en ahorro de recursos en el diagnóstico y seguimiento de los pacientes con cáncer, al contar no solamente con una imagen diagnóstica certera, sino también oportuna y a un precio razonable”, aseguró el Dr. Erick Mora Ramírez, especialista en física médica.

Avance científico

La UCR, por medio del Centro de Investigación en Ciencias Atómicas, Nucleares y Moleculares (Cicanum), ha mantenido desde 1975 un programa de investigación y servicio en la aplicación de técnicas nucleares analíticas.

Estas acciones han sido auspiciadas por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y la Oficina de Cooperación Francesa.

El Cicanum enfoca su trabajo en la fluorescencia de rayos X, la electrónica y la física nucleares, y orienta sus estudios hacia campos de aplicación como la salud, la agricultura, la geofísica y la industria.

En esa misma línea, el proyecto del ciclotrón significará para la UCR un gran avance científico, al permitir que docentes, personal de investigación y estudiantes generen nuevo conocimiento, se formen y desarrollen diversos estudios en beneficio de toda la sociedad costarricense.

En Latinoamérica, numerosos países cuentan con ciclotrones. En Centroamérica, Costa Rica se adelanta en la introducción de esta tecnología, que está en manos de una institución pública. Panamá tiene dos equipos, pero son operados de forma privada.

En México, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) fue pionera en el uso de los ciclotrones en esta nación.

El Dr. Miguel Ángel Ávila Rodríguez, jefe de la Unidad de Radiofarmacia-Ciclotrón de esa universidad, expresó su deseo de que en la UCR se replique la experiencia que han tenido en México. “Ha sido un éxito rotundo, bajo el mismo principio que lo van a manejar aquí”, dijo Ávila.

El académico precisó que en la UNAM el ciclotrón funciona como una unidad mixta de servicio, investigación y docencia. Brindan el servicio a la población a un precio razonable, debido a que los estudios son muy costosos, así como la tecnología y los insumos que se utilizan.

El ciclotrón posibilita la producción de un tipo de medicamento llamado radiofármaco para ser administrado en pacientes sospechosos de tener cáncer. En este caso, el radiofármaco que se fabricará es la FDG (fluorodesoxiglucosa), compuesto por un isótopo radiactivo (flúor 18) y moléculas de glucosa.

Igualmente, con el PET-CT (escáner similar a un TAC) se capturarán imágenes o tomografías de células cancerosas presentes en el cuerpo humano, así como de otros padecimientos. 

En estas imágenes se pueden localizar las células y tejidos cancerosos desde antes que estos formen masas tumorales. Es posible observar tumores de hasta 2 mm de tamaño.

Para el químico de radioisótopos y radiofármacos del OIEA, Amir Jalilian, “los ciclotrones se están desarrollando rápidamente y cada vez serán más importantes en el sector de la atención de salud, en especial en los procedimientos de imagenología avanzada, ya que los radiofármacos producidos con ciclotrones son muy eficaces para detectar varios tipos de cáncer».

 

Patricia Blanco Picado
Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR

UCR: Un abordaje 100 % tico para mejorar la respuesta a la quimioterapia llega al ámbito internacional

Mes contra el Cáncer de Mama

El abordaje consiste en definir cuáles fármacos le funcionan mejor a cada paciente con cáncer de mama

En la imagen está el Dr. Isaac Quirós Fernández, científico de la UCR y que en estos momentos se encuentra en el prestigioso Centro Alemán de Investigación en Cáncer (el más grande de Europa).

Si se realizan combinaciones de fármacos quimioterapéuticos, de acuerdo con la individualidad de cada paciente, existe una mayor posibilidad de que la respuesta al tratamiento mejore en mujeres con cáncer de mama. Y no solo eso, sino que también podría prevenir que la enfermedad regrese.

Así lo explican seis investigadores y una científica de la Universidad de Costa Rica (UCR) quienes, por primera vez ante la comunidad científica internacional, plantean un nuevo abordaje orientado a determinar los mejores marcadores. ¿Su función? Precisar las combinaciones terapéuticas más óptimas que podrían llevar a una mejor respuesta.

Pero no cualquier enfoque como se ha intentado antes, sino uno que incorpora dos elementos ampliamente estudiados, pero que esta vez son contemplados de manera simultánea: la autofagia y la inmunogenicidad de la muerte celular.

“La autofagia es utilizada por las células tumorales como un recurso para volver a prosperar cuando estas pierden su capacidad de multiplicarse. También, hay otro proceso conocido como inducción de muerte celular inmunogénica, que es cuando el mismo sistema inmunológico de la persona ataca al cáncer. Ambas han sido muy estudiadas por su importancia, pero nunca habían sido considerados de forma conjunta para diseñar enfoques terapéuticos combinados y esa es la propuesta innovadora del estudio”, manifestó el Dr. Isaac Quirós Fernández, primer autor de la publicación, investigador y docente de la Facultad de Microbiología de la UCR y el DCLab-UCR.

Después de pasar una rigurosa evaluación de otros científicos internacionales, el estudio de los costarricenses ya se encuentra publicado en la prestigiosa revista científica Metabolites, de la casa editorial Molecular Diversity Preservation International (MDPI por sus siglas en inglés). Al día de hoy su alcance ha sido internacional.

La contribución es un aporte fundamental ante una enfermedad que en estos momentos lidera la primera causa de muerte por cáncer en la población femenina. Datos del Ministerio de Salud muestran que este padecimiento continúa siendo la causa número uno de muerte por cáncer en las mujeres costarricenses. En el 2020, 427 mujeres fallecieron.

Aporte trascendental

Pero, ¿por qué esta investigación es tan importante en el mundo de la ciencia? La respuesta tal vez usted ya la conozca. Los tratamientos contra algunos tipos de cáncer de mama avanzado suelen enfocarse en matar a las células malignas pero, en la mayoría de las ocasiones, también dañan las células sanas del cuerpo.

Lo anterior provoca múltiples efectos adversos en la mujer e, incluso, que se presente una enfermedad residual. En otras palabras, células cancerosas sobrevivientes a la quimioterapia que ahora son más fuertes contra los tratamientos y poseen una mejor capacidad para multiplicarse, repoblar y causar recaídas.

Por eso, durante el abordaje terapéutico (y para aumentar las posibilidades de éxito) se requiere que el mismo sistema inmunológico de la persona pueda reconocer y eliminar a las células tumorales restantes.

“¿De qué depende que haya una respuesta completa que lleve a remisión a un paciente, es decir, la desaparición de los síntomas y signos del cáncer? De que la paciente deje de tener células tumorales detectables. Por más buena que sea la quimioterapia que utilizamos, si no hay una respuesta del sistema inmunológico de la mujer, es muy seguro que va a tener una recaída y esto siempre se trata de evitar”, manifestó el Dr. Quirós Fernández.

Desde el punto de vista médico y científico, las recaídas dan paso a un tumor más agresivo y resistente a las quimioterapias. Como resultado, el abanico de opciones para tratar a una paciente disminuye de manera considerable.

“Según datos del Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos de América, la tasa de supervivencia a cinco años de las pacientes con tumores de mama localizados es cercana al 99 %, pero una vez que hace metástasis a tejidos distantes, disminuye al 26 % a pesar del tratamiento”, se menciona en el artículo científico.

Ahora, tal vez usted se pregunte. Si ya los fármacos mataron a gran parte de las células cancerosas y solo se requiere que el sistema inmunológico elimine a las pocas sobrevivientes, ¿por qué a veces no logra hacerlo y el cáncer vuelve?

La razón la retoma el mismo estudio de los investigadores costarricenses: algunas de las células tumorales tienen la capacidad de morir en silencio sin advertir al sistema inmune. Entonces, toda la información que necesita el organismo para generar las defensas contra las células cancerosas sobrevivientes se pierde.

La autofagia y la inducción de muerte celular han sido ampliamente estudiados por su importancia. La diferencia con este estudio es que se propone personalizar los tratamientos y utilizar un sensor fluorescente para hacerlo. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez, UCR.

El abordaje

Ante esa situación nace la pregunta más importante de todas: ¿qué se puede hacer? Justamente, lo que propone el equipo científico tico: eliminar el silencio que caracteriza la muerte de algunas células tumorales.

Cuando una célula maligna muere, esta atrae a los glóbulos blancos que reconocen las sustancias de desecho y obtienen de ellas los datos precisos para generar anticuerpos. Esas defensas protegerán al organismo si una amenaza similar se vuelve a presentar.

Dicho proceso es algo deseable desde el punto de vista del tratamiento quimioterapéutico. Pero, si las células cancerosas mueren en silencio, el sistema inmunológico jamás las podrá detectar, ni conseguir su información y, por lo tanto, no habrá una respuesta inmune futura.

Para solucionar ese reto, los costarricenses proponen usar los mismos fármacos de quimioterapia para modular la muerte de las células tumorales. ¿La combinación o receta ideal de medicamentos? Una que sea personalizada según el organismo de la misma paciente.

La idea es que la célula cancerosa al morir libere muchas sustancias y de una forma tan llamativa que capture la atención del sistema inmune. Así, se dará la oportunidad de que los glóbulos blancos se presenten, guarden la información y enfrenten a toda célula cancerosa similar que busque prosperar nuevamente.

“Lo que queremos es que los medicamentos no solo maten a las células del tumor, sino que activen el sistema inmunológico para que después haya una respuesta. Esto se ha estudiado desde muchos puntos de vista, pero nosotros lo estudiamos alterando una vía metabólica de las células en específico: la autofagia”, ahondó el Dr. Quirós.

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Aliado

El objetivo ya estaba claro: es necesario que la célula maligna al morir libere esas “luces de bengala” que capturen la atención del sistema inmune. Pero, ¿cómo? Ya la respuesta la dimos: modular la autofagia.

La autofagia es uno de los mayores amigos del cuerpo humano, pues es una de las vías por la cual las células, en vez de desechar el contenido que no les sirve, lo reciclan cuando lo necesitan. Las células engloban los desechos en un compartimento, los degrada y los reutiliza para formar nuevas moléculas.

No obstante, también se sabe que la autofagia es utilizada por las células tumorales como un “salvavidas” para volver a prosperar si, por alguna razón, pierden su capacidad de proliferar.

Un caso es cuando están sometidas a la quimioterapia. Estudios recientes sugieren que la autofagia inducida por quimioterapia despierta en las células cancerosas una respuesta de protección que evita su muerte. Por lo tanto, no es raro que las células sobrevivientes terminen generando un tumor más agresivo.

“Ya hay algunos prototipos de fármacos que intentan regular esta respuesta de autofagia, como un tratamiento contra el cáncer, con el fin de evitar que estas células puedan seguir multiplicándose. En cambio, en este estudio nosotros hicimos un vínculo con estas dos cosas. Cómo con quimioterapias y la modulación de esa autofagia, la muerte de las células cancerosas puede atraer la respuesta del sistema inmunológico”, dijo el Dr. Quirós.

Con el modelo de los científicos y la investigadora, cada paciente podría saber cuáles fármacos actúan mejor en su organismo. Primero, para que mueran más células cancerosas y, segundo, para modular la autofagia con el fin de que la muerte de cada célula cancerosa atraiga la atención del sistema inmune, gran encargado de continuar atacando a las células tumorales remanentes.

Otro aspecto innovador del estudio es que se ha considerado como una verdad universal que la autofagia aumentada es requisito para que el sistema inmune genere anticuerpos capaces de eliminar a las células cancerosas. Pero no es del todo así. Contrariamente, algunos pacientes necesitan disminuir la autofagia para favorecer la respuesta inmune. Por eso se propone modular de acuerdo a la paciente. Foto: Karla Richmond, UCR.

Camino por recorrer

Llegar a ese abordaje no fue sencillo. Los investigadores usaron un sensor diseñado en la UCR enfocado en detectar la actividad de autofagia en tres líneas celulares de cáncer distintas. Esto simula a tres pacientes con modelos de cáncer de mama muy diferentes.

Uno es un tumor triple negativo, de los más complejos y con menores opciones terapéuticas. Los otros dos son líneas de cáncer de mama con receptores específicos caracterizados por ser menos agresivos pero muy frecuentes. Cada uno tiene un tratamiento distinto.

Ese sensor, que se prende y se apaga de acuerdo a qué tan activa esté la autofagia en una célula, dio insumos para elaborar un sistema con varios datos experimentales ante diversos tipos de tumores de mama y medicamentos quimioterapéuticos determinados.

“Según era el tumor que probábamos, la respuesta era muy diferente. No obstante, vimos que si se modifica la autofagia se podría generar una mayor liberación en cuanto a la cantidad de estos marcadores de muerte celular que puede atraer al sistema inmunológico. Con esto podemos llegar a un mejor pronóstico y a una mejor respuesta en pacientes a largo plazo”, mencionó el Dr. Quirós.

Con todos estos avances, ¿qué hace falta? Uno de los puntos más importantes: trabajar con pacientes reales. Si bien se trabajó con líneas celulares extraídas de pacientes, y que están estandarizadas a nivel mundial para el estudio, esto es solo el primer paso.

El siguiente es utilizar el mismo abordaje en tumores primarios. Tomar un tumor de una paciente, llevarlo al laboratorio, obtener las células e introducirlas en este sensor para hacer exactamente los mismos experimentos. Con ello, se puede analizar la combinación de tratamientos más eficaz para este tipo de tumor y poder identificar marcadores con una futura aplicación clínica en terapia personalizada.

Habrá que decidir muchas cosas. Puede ser que un tratamiento no sea tan tóxico pero que despierta mucho el sistema inmune (inmunogénico). O puede tener un tratamiento muy tóxico, que mata a muchas células dañinas, pero es poco inmunogénico. Entonces, a largo plazo un tratamiento más inmunogénico puede ser mejor”, concluyó el científico.

El estudio se encuentra aún en la etapa de ciencia básica, pero contribuye a determinar el papel de la autofagia en la estimulación del sistema inmune y sugiere su uso como marcador de muerte celular inmunogénica.

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El equipo científico

El equipo científico estuvo constituido por Isaac Quirós Fernández (primer autor), Lucía Figueroa Protti, Jorge L. Arias Arias, Norman Brenes Cordero, Francisco Siles, Javier Mora y Rodrigo Antonio Mora Rodríguez (investigador Principal).

El proceso usó la biología de sistemas, un sensor molecular y tres líneas de células cancerosas distintas.

 

Jenniffer Jiménez Córdoba
Periodista, Oficina de Divulgación e Información

UCR: La juanilama da pistas de ser una posible aliada contra el cáncer

La Lippia alba, conocida en nuestro país como juanilama, se adapta a su ambiente. Esto produce cambios genéticos en la planta. Foto: Anel Kenjekeeva, UCR.

Octubre: Mes Mundial contra el Cáncer

Un equipo científico de la UCR comprueba la existencia de un compuesto en esta planta que podría contrarrestar algunas células cancerosas. Pero aún falta más indagación científica.

Su nombre científico es Lippia alba, una planta de la popular familia Verbenaceae, cuyas hojas desde hace bastante tiempo se destacan por sus cualidades medicinales. Probablemente, usted la conozca como juanilama, el nombre común que tiene en Costa Rica.

Pero, ¿es posible que la juanilama también esconda un compuesto con la posibilidad de debilitar el cáncer gástrico y de mama?

La respuesta es sí. Lo encontraron cinco investigadores de la Universidad de Costa Rica (UCR). Sus hallazgos fueron publicados a inicios de setiembre en la revista Journal of Essential Oil Research.

Los científicos son la M. Sc. Natalia Ortiz Chaves y la Dra. Cecilia Díaz Oreiro, de la Escuela de Medicina; el M. Sc. Carlos Chaverri Chaverri y el M. Sc. José F. Cicció Alberti, de la Escuela de Química y del Centro de Investigación en Productos Naturales (Ciprona); y María Fernanda Jiménez, estudiante de Farmacia.

“Nosotros lo que hicimos fue estudiar el efecto de los aceites esenciales de la Lippia alba en líneas de células tumorales. En ella observamos que, de cuatro aceites esenciales de la planta, en uno de ellos existía un compuesto que podría resultar muy eficaz contra el cáncer gástrico e, incluso, el de mama: el geraniol”, comentó Ortiz.

Ojo químico

La caracterización de los aceites esenciales se dio gracias al trabajo de los dos químicos de la UCR.

Los profesionales determinaron cuatro quimiotipos de juanilama basados en las moléculas presentes en cada uno de los aceites estudiados. Uno era rico en carvona, el segundo en piperitona, el tercero en tagetenona y el cuarto en citral.

Esos quimiotipos, a su vez, se forman de distintos compuestos, los cuales también pueden variar según sea el origen de la planta. Justo por esta razón la caracterización es relevante.

“La Lippia alba se adapta a su ambiente. Por ejemplo, si la planta está en algún sitio del Cono Sur, como Argentina, tendrá compuestos específicos que le dan ventaja en el medio donde se desarrolla, distintos a los de una juanilama que crece en Guatemala”, expuso Cicció.

A lo largo del tiempo, ese tipo de adaptaciones producen cambios genéticos en la planta, los cuales inciden en la producción de sus compuestos.

“Los aceites esenciales son una mezcla de compuestos y estos tienden a variar. La caracterización química posibilita saber dicha composición y a qué atribuir un efecto dado del aceite. Si suponemos que el aceite afecta a las células cancerosas, entonces, ¿qué compuesto en particular le da esa facultad? ¿O serán varios compuestos? Esto es lo que nos permite la caracterización: conocer la identidad de los constituyentes de los aceites”, declaró el investigador.

Dicha información sería vital en las próximas etapas. Las investigadoras de Medicina y del Instituto Clodomiro Picado (ICP-UCR) probaron los aceites en distintas células tumorales y analizaron cuál era el más eficaz para afrontar las células cancerosas.

“Hicimos un sondeo general mediante ensayos de viabilidad en líneas celulares de distintos tumores. Vimos cuáles aceites eran tóxicos y que podían servir para contrarrestar las células dañinas. Lo segundo fue ver cuán tóxicos eran los aceites, porque queríamos que el compuesto debilitara las células tumorales y no a las células sanas”, amplió Ortiz.

Así es como se llega al aceite esencial rico en citral, el cual mostró requerir de una concentración muy baja para evitar la proliferación de las células cancerígenas. ¿Por qué es posible este resultado?

La pista ya estaba en la caracterización química. Ahí se determinó la identidad de 54 compuestos. De estos, el geraniol fue uno de los más abundantes en el aceite de la juanilama rico en citral y el que muy posiblemente les hacía frente a las células tumorales.

La investigadoraNatalia Ortiz explicó que el estudio contempló varias líneas de células tumorales de estómago, pulmón, hígado, colon y glioblastoma (tumor en el cerebro).
Foto: Anel Kenjekeeva, UCR.

Lo anterior se indicaba en la literatura científica internacional y, luego, los análisis revelaron que estaba en lo correcto.

Pero los hallazgos no se detuvieron. El geraniol también exhibió una alta especificidad para debilitar las células cancerosas de cultivo, mientras, al mismo tiempo, les permitía a las células sanas continuar multiplicándose.

“En los ensayos probamos los aceites en células sanas y tumorales a fin de saber cuánto se necesita para eliminarlas. Notamos que para contrarrestar las células tumorales se requería cinco veces menos de la sustancia en comparación con las células sanas. Esto es muy bueno porque quiere decir que con una pequeña cantidad de geraniol se podría neutralizar a las células tumorales sin afectar las sanas”, dijo Ortiz.

Más opciones

En la actualidad, solo cerca del 10 % de la biodiversidad vegetal se ha caracterizado con base en sus propiedades químicas y farmacológicas, aun cuando varios de los tratamientos contra el cáncer se basan en compuestos de productos naturales o en sus imitaciones.

Por lo tanto, el estudio del equipo científico de la UCR genera una contribución para encontrar nuevos fármacos a partir de plantas, que desde ya se muestran importantes en el tratamiento de distintas enfermedades. En este caso particular, el cáncer gástrico y de mama, padecimientos que cada año, en promedio, arrebatan la vida de 779 y 561 costarricenses, respectivamente, según el Observatorio Global de Cáncer (GGO).

“En los ensayos de laboratorio vimos que el geraniol estaba funcionando muy bien contra las células cancerosas de estómago y mama. De ahí, escogimos más la parte de estómago, por mi tesis de doctorado. Entonces, probamos más en cáncer de estómago, en tumores primarios, así como en células metastásicas, y nos dimos cuenta de que se podía suprimir su crecimiento de manera similar. Algo llamativo porque las células metastásicas son muy difíciles de erradicar y a veces son hasta más fuertes que el tumor original”, ahondó Ortiz.

De manera complementaria, también se apreció en el geraniol una capacidad para frenar la migración de células cancerígenas a otras partes; es decir, para evitar la metástasis.

El primer paso

El estudio debe entenderse como una investigación básica, que abre la puerta a más exploraciones. Los resultados obtenidos no se pueden extrapolar a un tratamiento inmediato contra el cáncer.

No obstante, sí da pistas para que el geraniol empiece a ser considerado en más estudios y pueda saberse con mayor exactitud si será un aliado ideal de las quimioterapias.

Ahora, el siguiente paso de la investigación será enfocarse en el cáncer gástrico, para conocer más el mecanismo de acción de la sustancia.

Por el momento, se sabe que el geraniol merma la capacidad reproductiva de las células malignas, que es específico (ataca al tumor) y que inhibe la migración de células dañinas. Aunque todavía no se conoce con detalle cómo lo hace.

“Queremos conocer más el efecto del geraniol dentro de las células metastásicas. En mi proyecto de doctorado me he enfocado más en el cáncer gástrico, porque es un tumor que cuando hace metástasis ya no hay cura. La mortalidad en esta etapa es muy alta y, por eso, sería ideal generar una alternativa”, manifestó Ortiz.

Otro aspecto del estudio es el rol del colesterol, una de las materias primas que necesitan las células de cáncer para multiplicarse.

Se ha observado que el geraniol puede tener un efecto antitumoral al inhibir la síntesis de colesterol. Pero este no parece ser el caso para el cáncer gástrico, por lo cual es crucial seguir indagando el porqué.

Si los resultados son prometedores, el objetivo es pasar a un modelo animal y, luego, al ser humano. Esto podría llevar varios años más y con un costo económico muy elevado.

 

Jenniffer Jiménez Córdoba
Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR