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Etiqueta: chavismo

La paradójica popularidad de Rodrigo Chaves (Parte 2)

Henry Mora Jiménez

En nuestro anterior artículo en SURCOS Digital (La paradójica popularidad de Rodrigo Chaves. Parte I), arribamos a dos conclusiones. La primera, que la frustración, el hartazgo y el resentimiento con los partidos políticos tradicionales fueron hábilmente usados y manipulados por el chavismo para ganar por abrumadora mayoría la segunda ronda electoral en abril de 2022.

Lo que no es tan sencillo de explicar es cómo el apoyo a Chaves se mantiene en un 50 – 55% dos años y medio después de su elección; en medio de la peor crisis de inseguridad en muchas décadas, de un marcado deterioro de la educación pública (más allá incluso del “apagón educativo”), de una profunda crisis de gestión en la Caja con lamentables consecuencias para los asegurados, de una política explícita de reducción de la inversión social y de escasos logros que mostrar al país en otras áreas (y cuando los hay, son muchas veces herencia de gobiernos anteriores).

Además, Chaves no sólo ha mantenido su popular discurso “anti casta” frente a los partidos políticos tradicionales (a lo Milei), sino que, jugando en el filo de la navaja, también lo ha extendido hacia las instituciones básicas de la democracia liberal costarricense: la Asamblea Legislativa (lo que no es nada difícil), el Poder Judicial (incluida la Fiscalía, la Corte Plena y la Sala IV) y la Contraloría General de la República. Durante este tiempo lo hemos visto convertirse en un pretendido representante antisistema que sin disimulo clama por un poder absoluto para “cambiarlo todo”, incluida la Constitución Política (a lo Bukele); aspirando a unificar los distintos poderes del Estado bajo su égida, es decir, la puerta al autoritarismo.

Una explicación usual para este fenómeno es que Chaves es un populista que ha sabido manipular muy bien a población con cantos de sirena (porque lo hechos no se ven). Pero esta respuesta deberíamos afinarla.

La otra conclusión de nuestro texto anterior es que también Chaves usa y manipula un síndrome social que nos aqueja. Lo llamamos (siguiendo al psicólogo estadounidense L. Festinger) “síndrome de disonancia cognitiva”. ¿En qué consiste?

La disonancia cognitiva (o simplemente desarmonía mental) es un término en psicología que describe la tensión interna, el malestar y el dolor (incluso físico) que una persona siente cuando enfrenta una discrepancia entre sus creencias más arraigadas y sus experiencias reales. En este caso, entre sus simpatías hacia Chaves y la observación de que “las cosas no van tan bien”. Pero lo más importante para tener en cuenta, es cómo usualmente se intenta solucionar esa discrepancia (disonancia) y cómo Chaves sabe alimentar esa salida para mantener popularidad entre la mitad de la población.

Por ejemplo, si alguien cree firmemente en la importancia de cuidar el medio ambiente, pero usa productos que dañan el entorno, esa persona puede experimentar disonancia cognitiva. Esta tensión puede llevar a i) que la persona cambie sus creencias sobre la importancia de proteger el ambiente, ii) que justifique sus acciones con autoengaños, iii) que modifique su comportamiento para hacerlo congruente con sus creencias. El problema es que muy a menudo nos inclinamos por la opción ii), esto es, tendemos a justificar nuestras acciones, al grado de autoengañarnos de manera sistemática.

Y si esa disonancia (desarmonía entre lo que creo y lo que veo) es colectiva, el grupo de seguidores seguramente actuará al unísono reforzando colectivamente la forma elegida de enfrentar la tensión (por la negación o el autoengaño).

Pues bien, para alargar y consolidar su romance con la mitad de los costarricenses (aunque en este grupo hay al menos dos segmentos por diferenciar), el chavismo está intentando que esta mitad de la población auto justifique las disonancias entre, por un lado, el comportamiento estridente del presidente, sus escasos logros, sus pésimos resultados en educación, seguridad y salud, los casos recientes de presunta corrupción y, por otro, sus arraigadas creencias en “la democracia, el trabajo y la paz”.

¿Cómo está logrando Chaves estimular este fenómeno masivo de auto engaño? Muy sencillo: haciendo creer a la población que lo respalda de que él es el mejor presidente en muchos años. En el artículo anterior ya habíamos repasado algunos métodos para lograr este resultado: los males acumulados son de varias décadas, sus intenciones son las mejores, su lucha contra la corrupción y los privilegios es sincera, su valentía es notoria, pero, “no lo están dejando trabajar”. Festinger llama a estos métodos “pensamientos consonantes”. Pero también Chaves recurre constantemente a artilugios como i) trivializar o reducir la importancia de sus incoherencias (en el campo de la corrupción, por ejemplo), ii) ignorar, eliminar o deslegitimar toda información disonante que ponga en entredicho o debilite su gestión y popularidad (“prensa canalla”, “¿cuál es el problema, si se están matando entre ellos?”), iii) hacer de cada visita a las comunidades una “plaza pública”.

Esta forma de actuar del presidente, de su diputada estrella, de sus simpatizantes más “duros” y de su pequeño pero bullicioso ejército de troles se irá acentuando conforme pierdan el protagonismo mediático y, por tanto, el poder de manipular la “agenda “nacional”. El caso de la “póliza para delinquir” parece estar marcando un punto de inflexión.

¿Qué hacer? Poner insistentemente el dedo en la llaga. Por la boca muere el pez

La respuesta a esta pregunta crucial debe partir de diferenciar el núcleo duro de apoyo a Chaves (cerca de un 20% y frente al cual es poco lo que por ahora puede hacerse) y ese 30%-35% de personas que sienten atracción por su estilo grosero y vulgar (seguramente lo ven como “franco”) y confrontativo (seguramente lo ven como “valiente”), y al cual hay que dirigirse prioritariamente, pues ya están empezando a dudar de la bondad de sus políticas y francamente también tienen pocas esperanzas en soluciones prontas. La “tierra prometida” (su nuevo delirio de grandeza al compararse con el Moisés bíblico) se está desvaneciendo con rapidez, como lo demuestra la reacción negativa de la gran mayoría de las intervenciones en redes sobre la “infeliz y nefasta póliza”.

La crítica a Chaves y al chavismo, que no debe cesar y que hay que afinar, debe poseer al menos tres atributos.

  1. i) Debe ser respetuosa con el sector de población que Chaves ha engañado vilmente,
  2. ii) Debe confrontar constantemente sus alardes y sus promesas con la contundente y necia realidad, siempre que esta indique lo contario (no dejar de poner el dedo en la llaga),

iii) No debemos repetir “Chaves dijo …”, sino ponerlo a hablar a él y a su diputada estrella, para acto seguido mostrar la mentira, la incoherencia, la soberbia, la vulgaridad, la desfachatez, etc. (por la boca muere el pez).

Chaves levantó su popularidad con promesas de lucha contra la corrupción, contra la hipocresía, contra la doble moral, contra los privilegios, contra la impunidad, contra el alto costo de la vida, contra la mala administración de los recursos públicos … A favor de la señora de Purral, de los sectores más vulnerables, de una gestión estatal eficiente y transparente ….

No es para nada difícil comparar estas y otras de sus promesas con sus actos y sus acciones de gobierno, y veremos como en la mayoría queda debiendo. Hay que hacerlo una y otra vez, con “malicia indígena” y con inteligencia.

Pero con los sectores más abiertos al diálogo y al veredicto de los hechos, podemos y debemos ir más lejos. Hay que mostrarles que:

– La crisis de la Caja no es sólo impericia, es estrategia. Corresponde a una visión de la salud como “medicina mixta” (a lo Chile), en la cual la empresa privada asume un rol fundamental.

– La crisis en la educación no es sólo impericia, es estrategia. Corresponde a una visión en la cual la educación básica debe ser simple instrucción, la educación superior debe ser autofinanciada en su mayor parte y toda la educación debe estar conforme con el mercado.

– La crisis abierta con los otros poderes del Estado no es impericia, es estrategia. Busca desacreditar al máximo las instituciones democráticas (que ciertamente están debiendo) y aparecer él, nuevamente, como el Moisés de Costa Rica.

– La terrible crisis de inseguridad no es sólo impericia. ¿Es estrategia? Lamentablemente hay algunos indicios en esta dirección.

Sigamos poniendo insistentemente el dedo en la llaga y evitemos las distracciones que tanto favorecen a Chaves (para eso las crea).

La paradójica popularidad de Rodrigo Chaves: ¿Perdió la mitad de Costa Rica su olfato político? (Parte I)

Henry Mora Jiménez

En un artículo anterior (La peligrosa trampa de los liderazgos mesiánicos y autocráticos) concluíamos que los liderazgos autocráticos sirven de incubadora para los regímenes autoritarios. También sugeríamos, entre otras, cinco medidas urgentes para contrarrestar este indeseable escenario: i) revertir la creciente desigualdad económica y social, ii) fortalecer las instituciones democráticas, iii) ampliar y fortalecer la libertad de expresión, iv) conformar una ciudadanía crítica y participativa, v) forjar procesos sociales y políticos de unidad en la diversidad (incluso al nivel electoral). Ahora queremos matizar estos puntos y agregar otros.

¿Existe una vacuna contra la consolidación del chavismo?

Por “consolidación del chavismo” me refiero a un triunfo electoral en 2026 de algún partido o alianza afín a Chaves y, en el peor escenario, con 25 – 30 diputaciones, como él y Pilar Cisneros sueñan. Esta posibilidad no es improbable, pero lo cierto es que (por suerte), Chaves no cuenta con un delfín que lo equipare en popularidad (Cisneros no puede ser candidata presidencial, ya que no es costarricense de nacimiento).

Sin embargo, las últimas encuestas de opinión muestran una fisura en la fidelidad a Chaves: si bien su popularidad personal se mantiene alta; crecen, hasta ser mayoría, las voces de incredulidad sobre la capacidad del actual gobierno de resolver aunque sea uno de los grandes problemas del país (inseguridad, narcotráfico, deterioro de la educación pública, corrupción, listas de espera en la Caja, precarización laboral, etc.).  

En una encuesta anterior, el CIEP de la UCR proponía la hipótesis de que la popularidad de Chaves se basa en un apoyo personalista a su figura, no a un partido ni a un movimiento de masas (¿tiene partido?). Esta idea merece ser analizada.

En efecto, Chaves es el típico outsider que con más retórica que propuestas se hace con la presidencia de un país. Lo poderosamente llamativo en el caso costarricense es que su popularidad se mantenga alta después de dos años y medio de un gobierno que no puede presentar ningún logro significativo propio, pero si, muchos frentes de conflicto que ya deberían haber mermado considerablemente su popularidad entre la población.

Se han propuesto distintas explicaciones para este fenómeno: i) a mucha gente le agrada su estilo confrontativo y su pachuquismo, ii) a otros ha logrado convencer de que la oposición, la Contraloría y la Sala IV no lo dejan gobernar, iii) su figura se agranda porque no hay líderes alternativos a la vista que lo contrarresten, iv) el resentimiento con los políticos tradicionales es mucho, v) la gente no se informa o es ignorante, vi) la prensa que lo critica no convence porque representa los intereses de los poderosos, vii) es un hábil político populista, viii) al contar con una fracción legislativa de sólo ocho diputaciones sus proyectos no logran avanzar, etc., etc.

Hay en efecto casos extremos:

  • El joven estudiante que pierde su beca y sigue apoyando a Chaves.
  • El padre de familia que deja de recibir apoyo para la educación de sus hijos (comedores escolares, transporte estudiantil), pero sigue apoyando a Chaves.
  • La madre que espera meses o años por una cita con un especialista y sigue apoyando a Chaves.
  • El vecino que presencia un asesinato múltiple del narcotráfico y sigue apoyando a Chaves.
  • El profesional que reconoce la ausencia de logros del gobierno pero sigue apoyando a Chaves.
  • El trabajador independiente que espera una reducción en sus impuesto, que el gobierno veta, y sigue apoyando a Chaves.
  • El trabajador empobrecido a quien su salario apenas le permite sobrevivir pero sigue apoyando a Chaves.
  • El pequeño agricultor que como nunca se siente amenazado, pero sigue apoyando a Chaves.
  • El maestro o profesor que reconoce la deriva retrógrada de la educación pública pero sigue apoyando a Chaves.

Todo un caso para analizar, sin duda.

Frustración más resentimiento

Al inicio mencionamos cinco áreas en las que se debe trabajar con urgencia para vacunarnos contra líderes autoritarios. Todo un coctel de medidas, la mayoría de las cuales no pueden tener efectos inmediatos; pero falta un ingrediente de enorme importancia. Me explico…

Desde la irrupción del PAC en las elecciones del 2002 quedó claro que la frustración crecía entre las y los costarricense, y que se anhelaba un cambio profundo. Dibujemos esta frustración tal como la perciben muchos compatriotas: i) desilusión tras desilusión con los últimos cinco gobiernos (por lo menos), ii) pérdida de toda esperanza con los políticos tradicionales, iii) incrédulos de que la democracia funcione para todos, iv) desinfladas expectativas de un cambio verdadero, v) insatisfacción con el partido por el que votaron 15, 20 o 40 años, vi) cansados de tanto cálculo electorero en las decisiones políticas, vii) horrorizados de tantos casos de corrupción.

Entonces aparece Chaves como alguien diferente (eso aparentaba), por el que valía la pena apostar, aunque fuese un perfecto desconocido. Y como no es improbable que muchas de las personas que lo apoyaron en la pasada elección hayan recibido en el pasado alguna negativa, algún maltrato, alguna injusticia, algún desprecio en cualesquiera de las instituciones públicas, a la frustración se agregó el resentimiento.

Y poco importó que su salida del Banco Mundial se diera en medio de fuertes acusaciones de acoso sexual, o su breve paso, con más pena que gloria por el Ministerio de Hacienda, o sus treinta años fuera del país. Caló más su “verbo aguerrido”, su estilo retador y su faceta de tecnócrata con experiencia internacional. Mucha gente apostó por Chaves, una apuesta arriesgada, quizás precipitada, pero, “no había de otra”. Así logró arrasar en la segunda ronda en 2022.

Por eso, quienes vemos en Chaves un grave peligro para la democracia y el Estado social, lo primero que debemos tener es humildad. Humildad para reconocer que quienes hemos tenido algún puesto de responsabilidad en los últimos gobiernos no hemos sabido responder a las esperanzas surgidas. Humildad para reconocer que los innegables logros del Estado Social no cubren a todos o no en la misma medida. Humildad para admitir que nos ha faltado solidaridad frente a los menos favorecidos. Humildad para aceptar que nos faltó decisión para actuar contra la corrupción y los odiosos privilegios. Y Chaves y su legión de troles han sabido aprovechar toda esa frustración, aunque ciertamente, la pandemia por la Covid-19 agravó la situación de desesperanza para muchos, muchísimos costarricenses. Desde luego, también ha sabido manipular a una población en que en mayoría participa en redes sociales no para informarse, sino para entretenerse y, muy propio del ser humano, chismorrear.

Pero después de dos años y medio de un gobierno con escasos logros y muchos frentes de conflicto abiertos, ¿cómo explicar que su popularidad se mantenga superior al 50 por ciento?

Más allá de la frustración y el resentimiento, pareciera que entre un tercio y la mitad de la población enfrenta el síndrome que los neurocientíficos y psicólogos llaman “disonancia cognitiva”, pero en este caso, esta se manifiesta de forma colectiva. ¿En qué consiste? Bueno, todos aborrecemos no tener la razón y a todos nos cuesta muchísimo reconocer que estamos equivocados. Cuando caemos en esta condición, no hay información ni dato que nos haga cambiar de opinión, ya que es nuestra cosmovisión la que se siente amenazada, e inventamos todo tipo de “explicaciones” para autoengañarnos. Repasemos algunas muy usuales: i) no lo dejan gobernar, ii) el estado en el que encontró el país no se corrige en pocos años, iii) lo prioritario ahora es el equilibrio fiscal, iv) la prensa mal informa, v) el Fiscal persigue al gobierno, vi) la burocracia estatal es incompetente, vii) necesitamos un “hombre fuerte”, viii) no obtuvo los diputados que requería, ix) hay que dar tiempo a sus promesas, etc., etc. Mientras tanto, su estrategia de “polarizar” y su estilo de liderazgo hacen lo propio.

Y después de tantas desilusiones no es para nada extraño que este síndrome adquiera proporciones de masas.

Muchas veces tuvimos esperanza, pero la decepción fue mayúscula. A Chaves se le está dando el “derecho a la duda” por demasiado tiempo, y él sabe manipular muy bien esta circunstancia.

Pero entonces, ¿qué podemos hacer? Este artículo ya se ha extendido demasiado, así que abordaremos esta pregunta en un texto posterior.

¿Hacia dónde vamos?

Óscar Madrigal

Oscar Madrigal

Me pregunto a dónde irá a parar todo el desbarajuste que vive el país en el campo político, social o cultural. La situación nacional es más caótica que de crisis, porque el desorden es monumental en todos los campos del país. Es caótica porque no hay un horizonte o una perspectiva más o menos clara en nuestro futuro.

El chavismo ha producido un desorden tal en el tablero del juego nacional, que no parece haber fuerzas para enmendarlo en poco tiempo, ni el sujeto político capaz de enfrentarlo.

Los partidos de la oposición navegan en un mar de incertidumbre, dando palos de ciego, sin poder articular una oposición seria, donde se vea una alternativa real para recuperar las instituciones y enrumbar el país por otros senderos.

El futuro no está en Liberación Nacional que no encaja ningún cambio al estado chavista y que cada vez se aleja más de poder ser opción de triunfo; aunque solo podrían jugar a que Chaves es más malo que cualquiera. Un gobierno de Liberación sería tan nefasto para el pueblo como uno de la Unidad.

Las políticas del gobierno de Chaves son, objetivamente, las de un incapaz, arropadas en un mensaje pachuco, que lo que pretenden es desmantelar el estado del bienestar y acabar con lo que queda del país de las reformas sociales.

El desmadre de la oposición es tal que lo único que puede impedir una repetición del chavismo reaccionario, sea su propia incapacidad para unirse.

Resulta que el caos, el desmadre, es lo que le beneficia a Chaves porque no tiene alternativas serias para enfrentar los problemas nacionales. Chaves vive del caos.

Por otro lado, el Frente Amplio por sí solo, no tiene la fuerza o el músculo, tanto política como ideológicamente, para presentarse como la alternativa de gobierno ante el chavismo reaccionario. Sin embargo, es la única fuerza organizada que puede coadyuvar a crear una opción política para las elecciones del 2026.

¿Qué esperan? Que convoquen los que pueden convocar, que promuevan el diálogo para un programa, que se unan todos aquellos que deseen derrotar al chavismo reaccionario sin volver al pasado nefasto del ayer.

¡Es la propia historia costarricense la que desmiente la narrativa neofascista del chavismo!

Marielos Aguilar Hernández
Historiadora

Circulan en las redes sociales de estos días algunos mensajes del chavismo que nos dejan sensaciones muy encontradas: desánimo, incredulidad, preocupación y repugnancia por la fingida ignorancia de las particularidades del desarrollo social, político e ideológico de nuestra Costa Rica.

Algunos historiadores e historiadoras hemos dedicado buena parte de nuestros esfuerzos, tratando de comprender las razones más profundas de la especificidad del sistema político costarricense.

Con diferentes prismas ideológicos y desde diferentes ámbitos de interés, la gran mayoría hemos coincidido en que los sufrimientos y dilemas nacionales experimentados durante los años cuarenta del siglo anterior, fueron parte del doloroso pero positivo parto del Estado de Bienestar Costarricense. En ese parto contribuyeron sectores anarquistas, reformistas, marxistas leninistas, socialcristianos y socialdemócratas, todos ellos enfrentados a la creciente amenaza fascista que hundía al viejo continente en la Segunda Guerra Mundial, con las indeseables consecuencias que ese conflicto trajo para toda la humanidad.

Pero los cimientos que entonces se construyeron para modernizar al Estado costarricense no llegaron a una solución definitiva, no podía serlo, porque la historia de los pueblos siempre está en permanente construcción.

El anticomunismo de la Guerra Fría fue una sombra nefasta para que aquel joven Estado reformista llegara a ser verdaderamente inclusivo. Más de un cuarto de siglo debieron esperar las izquierdas costarricenses para regresar a las urnas después de su proscripción en la Constitución de 1949. Pero se pudo recuperar ese valioso espacio y fortalecer un país más diverso y respetuoso de las distintas opciones ideológicas y visiones de mundo.

Los graves retos del neoliberalismo desde los años 80 y las pugnas ideológicas que ello significó, han podido enfrentarse con serias discrepancias entre intereses dicotómicos, pero en un ambiente de relativa armonía social.

No obstante, hoy el chavismo pretende borrar completamente estas páginas de nuestra historia con mensajes vacíos, manipuladores e inmorales, en aras de sustraerle a la Asamblea Legislativa su condición legítima como primer poder de la república y de eliminar los contrapesos que le han dado estabilidad a nuestro sistema político.

Cada día es más claro el cerco que los neofascistas quieren imponerle a las democracias latinoamericanas. A la par de Bukele en El Salvador y Miley en Argentina, Rodrigo Chaves quiere arrastrar a nuestro país a una polarización con medias verdades y lecturas falaces de nuestro proceso histórico. Peor aún, muchos costarricenses podrían estar leyendo las redes de casa presidencial sin meditar en la gravedad de tanta falacia, porque la mentira institucionalizada es la peor arma que se construye hoy desde Zapote contra nuestro país.

Me permito hacer un llamado a todos los educadores y educadoras para que asuman la tarea prioritaria de rescatar la verdad de los procesos históricos de este país en las aulas. Que nuestra niñez y nuestra juventud puedan descifrar claramente las odiosas falacias de Zapote.

Claves de una derrota anunciada ¿Canto del cisne del chavismo?

Hace 17 años, el 6 de diciembre de 1998, Hugo Chávez, ganó las elecciones presidenciales en Venezuela por abrumadora mayoría (56.20%). El país sudamericano enterró el bipartidismo y clausuró un ciclo de pesadilla en el que la sucesión de crisis y ajustes estructurales pareció no tener fin.

Ayer, justo 17 años después, Nicolás Maduro, sucesor de Chávez en la Presidencia, perdió el control del poder legislativo que pasará a manos de la oposición. Tras 18 victorias en diversas contiendas, ésta ha sido la primera derrota de cargos electos. A partir de ahora, pase lo que pase, es posible que estemos ante otro cierre de ciclo. Pero, ¿estará el chavismo ante su canto del cisne?

En primer lugar, recordemos que se trata de unas elecciones legislativas, no presidenciales y, por tanto, el ejecutivo continúa gobernando hasta 2019.

Sin embargo, la abultada victoria de la oposición, con más de 100 diputados, le da lo que se llama “mayoría calificada” que le permitirá, entre otras cosas, aprobar o rechazar cualquier ley, dar voto de censura al vice-presidente y ministros, hacer reformas constitucionales, entre otras atribuciones legislativas.

Por otra parte, con la fuerza que ha exhibido la oposición se plantea la posibilidad de convocar un referéndum revocatorio al Presidente de la República, pero estarían obligados a recoger las firmas del veinte por ciento de los electores inscritos y superar en el referéndum los resultados que alcanzó Nicolás Maduro en 2013.

La oposición aún no tiene el gobierno pero esta victoria deja al actual gobierno debilitado ante un escenario de fuerte crisis económica, política y social.

La gran pregunta es por qué después de tantas victorias, esta vez sí ha perdido el chavismo. Para responder a esta cuestión es necesario plantearse qué ha sido y qué es el chavismo.

En sus orígenes, el chavismo pivotó sobre dos grandes columnas:

  1. Una reacción al recetario neoliberal y a la crisis de legitimidad bipartidista que no solucionaba los problemas de las grandes desigualdades dentro de una sociedad venezolana profundamente fracturada.
  2. Un proyecto político que, desde que Chávez entró en la escena política en 1992, estuvo orientado a superar la dependencia petrolera y el pésimo reparto de su renta.

¿Y qué ha ocurrido en estos 17 años? veamos algunas claves de un primer análisis del día después de una derrota.

Primera clave, enfrentamiento con EEUU

El plantear el reparto y control de la renta petrolera fue para Venezuela firmar una declaración de guerra contra EEUU que considera casi cualquier reserva energética del mundo (y más aún, las del Hemisferio Occidental) como una cuestión de Seguridad Nacional. Este enfrentamiento se tradujo en un rosario de intervenciones, mediáticas, económicas, políticas, directas e indirectas, del gigante del Norte contra Venezuela, incluyendo el Golpe de Estado de abril de 2002. 17 años después, aunque Venezuela ha diversificado compradores, ha seguido dependiendo de Washington.

Segunda clave, dependencia petrolera

El chavismo ha sido incapaz de reducir su dependencia rentista del petróleo durante estos 17 años. No ha logrado generar tejido industrial, ni recuperar la producción agrícola, ni establecer una economía de servicios medianamente competitiva. Aunque logró retener un porcentaje mucho mayor de la renta petrolera en el país, suficiente para enfurecer a diversos lobbies multinacionales, no consiguió superar la dependencia petrolera y mantuvo las consecuencias de una economía rentista.

Mientras los precios del petróleo fueron altos, el chavismo mantuvo el reparto de la renta con una fuerte apuesta social basada en programas sociales que mejoraron ostensiblemente las condiciones de los sectores más desfavorecidos, redujeron espectacularmente niveles alarmantes de pobreza y proporcionó salud y educación gratuitas a todos los sectores sociales.

Sin embargo, en los últimos años, Estados Unidos, que sigue siendo adicto a las energías fósiles, apostó por el fracking y los países productores de crudo no quisieron disminuir su producción, lo que provocó la fuerte caída de los precios petroleros que impactaron dramáticamente en la economía venezolana y en la sostenibilidad de su modelo social. Fue ahí cuando la escasez de productos de primera necesidad, la ineficiencia, el clientelismo, la corrupción y una política social desestructurada y desorganizada, comenzaron a desgastar los logros delchavismo.

Tercera clave, fracaso con los problemas endémicos

Si preguntan en la calle por qué ha perdido el chavismo estas elecciones, la respuesta es muy clara: escasez de productos, subida de precios, desabastecimiento e inseguridad. Sin embargo, estos problemas, que han generado un creciente malestar en la población, se vienen incubando desde hace años, son producto de unas inercias estructurales que el chavismo creyó poder conjurar con solo evocarlas pero que ha sido incapaz de superar. El gobierno se ha defendido argumentando que son inducidos por factores con intereses contrarios al proceso pero este argumento, en esta ocasión, no ha sido suficiente para convencer a las mayorías.

Cuarta clave, falta de institucionalidad

El chavismo fue incapaz de generar una institucionalización que asentara conquistas sociales y el diseño de un nuevo modelo de Estado que mantuviera de forma sostenible y eficiente un sistema político y económico orientado a la igualdad y a la justicia social.

Quinta clave, radicalización de la oposición

La oposición no solo es heterogénea sino que está profundamente dividida. La violencia callejera promovida a principios de 2014 por Leopoldo López y María Corina Machado, minó el liderazgo de Henrique Capriles Radonski que pretendía un acercamiento al chavismo y trataba de alcanzar unos acuerdos de mínimos en temas claves como la inseguridad. Esta división de la oposición ha permitido que durante estos 17 años los sectores radicales de extrema derecha tomaran la iniciativa política impidiendo cualquier acuerdo de Estado entre gobierno y oposición y generando un clima de ingobernabilidad constante que ha obstaculizado el desarrollo de las políticas del gobierno.

Sexta clave, heterogeneidad del chavismo

El chavismo tampoco es homogéneo. El malestar social endémico que dio origen al chavismo aglutinó en un mismo proceso distintas sensibilidades políticas, distintos sectores sociales, visiones de país, civiles y militares. Esta heterogeneidad ideológica, que ha sido fortaleza en la unidad y como bloque contra las embestidas de la derecha, sin embargo, ha impedido el diseño de políticas claras y coherentes. El chavismo se ha convertido más en un sentimiento político de unidad de sectores políticos y sociales heterogéneos frente a una clase dominante que en una doctrina política claramente definida.

Esta derrota es un toque de atención no solo al chavismo sino a la izquierda en general cuando tiene que pasar de las intenciones, del discurso por la igualdad y la denuncia de las injusticias sociales, a gobernar con políticas viables que den solución a las necesidades concretas de los ciudadanos.

Conclusión

Los resultados de la elección de ayer pueden ser engañosos. En 1972, en un librito titulado “Venezuela contemporánea, ¿un país colonial?”, el historiador Federico Brito Figueroa sostenía que su país, en buena medida como consecuencia de la producción/dependencia petrolera, era un excelente ejemplo del colonialismo posterior a la descolonización. Es verdad que hasta cierto punto Chávez acabó con la tutela extranjera pero no con la dependencia petrolera y sus nefastas consecuencias sociopolíticas. ¿Lo hará la oposición?

Aunque suene a tópico, lo cierto es que ante la fuerte polarización que vive y padece la sociedad venezolana, la oposición debe asumir su victoria con responsabilidad ante el reto que le han concedido los ciudadanos, algo de lo que hasta ahora no ha hecho gala. Su victoria se debe más al fracaso del gobierno en afrontar los problemas que azotan el país que a méritos propios como opción política que ilusione a las mayorías.

El voto a la oposición, como su nombre indica, es un voto de oposición más que un voto de construcción y no se debe olvidar que las políticas de la llamada Cuarta República, con su viejos dirigentes que siguen activos, tampoco pudieron solucionar los problemas endémicos irresueltos, dependencia petrolera, el reparto de la riqueza, las desigualdades, la marginalidad o la inseguridad.

Mientras tanto, el chavismo, que no es solo este gobierno, ha dejado una profunda conciencia política en el pueblo venezolano que ha marcado un antes y un después en la historia de este país y con capacidad y fuerza suficiente como para renovarse y generar nuevos actores y movimientos políticos que entren en la escena política venezolana y latinoamericana. Que nadie lo dé por vencido.

* Juan Agulló es sociólogo (geotlati@gmail.com); Rafel Rico Ríos es Ingeniero de Telecomunicación (@rafaelricorios).

 

Enviado a SURCOS Digital por Isabel Ducca Durán.

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El derrotero venezolano

Por Carlos Meneses Reyes

Recuento de una ida…a Colombia-b
Carlos Meneses

 

El proceso de cambio conocido como la Revolución Bolivariana ha venido operando en un  escenario de lucha política; lejos de un escenario de confrontación armada.

En un plano comparado entre Colombia y Venezuela damos en afirmar que el bravo pueblo venezolano, asimiló la cruenta experiencia  colombiana; transitando por una aguda lucha de clases, junto con la instauración de un gobierno democrático y popular catapultado con la movilización y la organización electoral; visualizado con una nueva correlación de fuerzas en el naciente Estado bolivariano;  y la sicaconsolidada instauración de un nuevo orden económico y social; que bajo la estrategia de motivación revolucionaria y bajo la dinámica de la lucha de clases, logra que las clases dominadas se vayan convirtiendo en clases dominantes.

Y no ha habido un baño de sangre, como en Colombia, para el alcance de niveles a estadios de transformación de un orden económico predomínate y salvaje hacia uno de transición post- rentista y post- extractivista; sin menospreciar o sub-evaluar el coro de amenazas y peligros hacia la derivación del caos y el enfrentamiento incivilizado por la instalación de un nuevo modelo económico y social, a que se ve abocada toda sociedad que ha dado el salto cualitativo y cuantitativo a la instauración de un nuevo orden revolucionario.

En la República Bolivariana de Venezuela el triunfo del bloque popular logró convertirse en alternativa real de poder. No ha habido un proyecto de cambio alternativo del capitalismo, ni de modernidad capitalista. Ante lo imperante de una deuda social acumulada, sobrevino el endeudamiento externo por mantener un esquema parasitario, consumista y despilfarrador del gasto público.  Equivocadamente fueron girados entre 22 a 29 mil millones de dólares a la banca privada para importaciones que no llegaron o constituyeron materia prima para el contrabando. Ello concluyó en alerta para la imposición de cambios radicales en la distribución de la renta. Entró en escena lo de la guerra económica y desabasteciendo- aplicada por la extrema derecha- pero de soslayo la menciono, puesto que con eficaz linimento de incentivos y des incentivos fiscales y gracias a un amplio respaldo popular obtenido por el gobierno bolivariano, se ha ido acumulando experiencia estratégica en este tipo de situaciones que han derivado en actitud de cambio ideológico; puesto que el pueblo venezolano ha avanzado en asimilar una lógica nueva de las relaciones sociales; en comprender el panorama de un escenario de relaciones económicas, conllevando a la acertada toma de decisiones políticas que demuestran que la embestida contrarrevolucionaria no ha calado a efectos superiores; en el disfrute de lo individual y lo colectivo. Resalto lo de auto transformación ideológica en el tanto se ha determinado la conciencia de ser social. Ello para resaltar la asimilación de todo lo que viene como cambio. Pese a lo pedregoso del camino ha persistido la conciencia, bajo una dialéctica de cambio.

 

Incidencias del asesinato del diputado Serra

El asesinato del Diputado Robert Serra y su compañera María Herrera, conmocionó a las bases activistas  del chavismo. Quienes lo hicieron tomaron, la noche del 1 de octubre próximo pasado, la decisión criminal de matar a uno de los hombres más queridos, activos  y valiosos de la juventud bolivariana. Como sostenía repetidamente el Comandante Chávez, no se trata de vencer o morir, sino de vencer. Serra, de 27 años, era un dirigente de la juventud chavista, tenía posiciones antiimperialistas y estuvo siempre dispuesto a defender el avance y logros políticos. Serra fue hijo leal y defensor comprometido de la Revolución.

Todo apunta a dar por aceptada la tesis de la intervención del paramilitarismo y el sicariato fascista en su muerte. De acuerdo con las investigaciones; pruebas en vídeos, recientemente divulgados, ofrecen detalles de un plan terrorista que involucra al activista de la extrema derecha venezolana Lorent Gómez Saleh  y que contempla además de la compra de armas, la contratación de francotiradores y expertos en explosivos para ejecutar asesinatos selectivos y actos de sabotaje en diversas instalaciones públicas y privadas en Venezuela. En los vídeos, Lorent Gómez Saleh, manifestó que contaba con 10 francotiradores, a los que se le iba a pagar una alta suma en dólares para asesinar personas en Caracas y otros estados del país. Señalan fuentes informativas en Venezuela, que en estos planes violentos uno de los aliados es el ex presidente colombiano Álvaro Uribe Vélez, identificado como operador del paramilitarismo en Colombia. Lorent Gómez Saleh y Gabriel Valles  fueron recientemente deportados por Colombia a Venezuela.

 

Exposición del crimen

El Presidente Nicolás Maduro acusa a Uribe como autor intelectual del asesinato del diputado Robert Serra.

Leonardo Buitrago (AVN), anota y destaca modelo paramilitar: de acuerdo con las investigaciones, en estos planes violentos uno de los aliados es el ex presidente colombiano Álvaro Uribe.

El Secretario General de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper, señaló este viernes que «la investigación debe llegar hasta sus últimas consecuencias y no se debe descartar ninguna hipótesis», en relación al asesinato de Robert Serra y su amiga María Herrera. Dijo: el «Asesinato del joven diputado Robert Serra en Venezuela es una preocupante señal de infiltración del paramilitarismo colombiano…El ex presidente de Colombia tildó de «absolutamente insólito» el homicidio, esperando su pronto esclarecimiento «por el bien de la estabilidad de Venezuela», país que «era también una zona libre de conflicto violento como podemos tener en Colombia».

El partido político Marea Socialista, repudió el asesinato del diputado Robert Serra. Por tratarse de quien es, y por el contexto coyuntural en que se da el suceso, hay que tomar en cuenta las actividades y denuncias que venía realizando, respecto a grupos conectados con el paraco-uribismo y con los sectores más violentos de la extrema derecha venezolana. Por consiguiente, no podemos dejar de entenderlo y afrontarlo como un hecho de claras connotaciones políticas y concluye su declaración por  una rápida, profunda y transparente investigación.

Ante la Fiscalía General de la República, los Diputados Socialistas de la Asamblea Nacional (AN) denunciaron el asesinato del joven parlamentario Robert Serra y su pareja, como consecuencia de los develados planes terroristas de Lorenth Gómez Saleh, quien junto al ex mandatario colombiano Álvaro Uribe y personeros de la derecha venezolana, están incursos en amenazas al Gobierno y pueblo de Venezuela. «Para que Álvaro Uribe Vélez sea juzgado por crímenes de lesa humanidad, por paramilitar y por terrorista, Y por terrorismo no solo contra Venezuela sino que está tratando de inocular en toda América Latina», agregó Freddy Bernsal vocero del grupo parlamentario socialista de Venezuela. Agregando: Y le hemos pedido que se inicie una profunda y minuciosa investigación para determinar a los autores materiales del vil asesinato de María (Herrera) y nuestro amigo, joven revolucionario Robert Serra…pero que no nos quedemos en los autores materiales, vamos más allá, hasta loa autores intelectuales. ¿Quién está detrás de estos asesinatos? ¿Quién pagó e indujo estos asesinatos?. Pero, además, que se investigue la conectividad de esos asesinatos con esas palabras nefastas, tristes y despreciables del diputado Berrizbeitia en la Asamblea Nacional, y su conectividad anterior con las llamadas Operación Libertad Venezuela, con Libertad Colombia, la organización JAVÚ y el señor Gómez Saleh!».

 

Los actores del crimen

Dice el venezolano  Ramón Alí Rojas Araya: El paramilitarismo es la peor catástrofe humana de Latinoamérica y el Caribe. Ministros, senadores, alcaldes y gobernadores aliados de Álvaro Uribe Vélez están siendo procesados por ser parte de esta empresa genocida y criminal. Los paramilitares, también conocidos como paracos, son fabricantes de la muerte, son seres inhumanos armados de extrema derecha con el fin de combatir procesos revolucionarios. Estos grupos, también denominados autodefensas, se extendieron por diversas regiones de …(Colombia) con la participación de ricos hacendados, colonos y pequeños industriales. Los paramilitares están entrenados en el descuartizamiento y desollamiento de personas vivas con el uso de motosierras y machetes, así como en tácticas de tortura para causar terror u obtener información, entre estas, el uso de serpientes venenosas para matar a sus víctimas y la lengua de corbata que no es otra cosa que abrir la garganta con una navaja para sacar la lengua por la hendidura para que la lengua le cuelgue sobre el pecho.

Pero Lorent Gómez Saleh, tiene un largo brazo en Colombia. En la sede de la Fundación Colombia herida  están sentados alrededor de una mesa cruzada con una bandera venezolana. Esta entidad, dirigida por el actor Rodrigo Obregón, ha sido una de las principales críticas del gobierno Santos y del proceso de paz con la guerrilla de las Farc. De hecho existen fotografías en las que Saleh está reunido con el mismo Obregón y algunos miembros de las fuerzas armadas colombianas. Junto con el Brigadier General del Ejército Nacional de Colombia, Henry Torres Escalente, acusado y enjuiciado por falsos positivos….El terrorista venezolano Lorent Gómez Saleh con un pelotón colombiano. Las visitas de Saleh a la sede de la Fundación Colombia Herida fueron frecuentes como lo permiten ver varias fotografías, en una de ellas queda en evidencia que, al menos en una ocasión este se reunió con Pedro Carmona, el fallido golpista contra Chavez.

Capturan: El gobernador  Bolivariano del estado Táchira, José Gregorio Vielma Mora informó sobre la aprehensión del extremista Gregory Antonio Sanabria Tarazona, de 20 años de edad, mejor conocido con el alias de “Colombia”, a quien se vincula con los videos de Lorent Gómez Saleh y los hechos de violencia en ellos anunciados para el estado Táchira. Resaltó el mandatario que el joven “se había enconchado en las instalaciones de la Universidad Nacional del Táchira, donde permaneció escondido varios meses, bajo protección de las mafias del contrabando… Gregory Sanabria, alias Colombia, era financiado por Voluntad Popular y mantiene nexos con Lorent Gómez Saleh, Vallés, el “Pecas” y Uribe Vélez”. y que establecen la relación del joven con Gómez Saleh y el senador colombiano Álvaro Uribe Vélez, “y con otros personeros del terrorismo internacional”.

 

El escenario venezolano

La prensa venezolana destaca que Las guarimbas armadas descargaron terror y plomo contra decenas de militantes, matando a varios, hiriendo a muchos y destruyendo locales, sedes partidarias, infraestructura popular. En abril pasado, otra noticia dolorosa: el paramilitarismo opositor (con cara de oposición “moderada” y carta  de equipamiento de armamento en Colombia) asesinó al Presidente de la Cámara Municipal de Caracas, el mayor Eliécer Otaiza. El propio presidente Nicolás Maduro y el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, se esforzaron en advertir que el enemigo interno y el Imperio desde Washington seguían al acecho, generando más y más guerra económica, a la vez que afilaban los cuchillos para nuevas acciones violentas. El domingo 9 de mayo de 2004, a las 2:30 de la madrugada, funcionarios de la extinta Dirección de Inteligencia Policial (Disip) y la Dirección de Inteligencia Militar (DIM) entraron a la Hacienda Daktari, ubicada en una zona boscosa cerca de Caracas, para detener a 153 paramilitares neogranadinos que planificaban asesinar al mandatario venezolano, Hugo Chávez Frías. Asimismo, el líder venezolano comunicó que hace unos días el viceministro para el Desarrollo Social, Héctor Rodríguez, sufrió un atentado que fracasó y no hizo daño al funcionario.   La práctica criminal continuó con la ejecución del general chavista Wilmer Moreno, en abril de 2012.

Ante la sala penal de la Corte Suprema de Justicia, en Colombia, el exsecretario general de Presidencia, Bernardo Moreno, aseguró que durante un consejo de seguridad realizado en Quindio, el ex presidente Alvaro Uribe Vélez le solicitó a la entonces directora del DAS, María del Pilar Hurtado, información detallada sobre el Gobierno venezolano.

La derecha venezolana apuesta a un debacle económico y al derrocamiento del Presidente Maduro por cualquier vía. José Vicente Rangel, en octubre de 2013 añadió, que “los opositores tienen planificada otra reunión en la ciudad de Bogotá, Colombia, para discutir planes violentos en Venezuela, donde se prevé la presencia de ex gerentes de Petróleos de Venezuela (PDVSA) y de personas que representan al ex presidente colombiano, Álvaro Uribe, como Sebastián Pinzón y Camilo Conde, quienes son los encargados de adelantar gestiones de participación con grupos paramilitares en la zona fronteriza de La Gabarra y Puerto Santander».

La Asociación Americana de Juristas (AAJ), expresó en Comunicado, que Robert Serra fue un destacado militante por los  ideales bolivarianos, y su vil asesinato pareciera ser un mensaje destinado a atemorizar a la juventud que lucha por transformaciones profundas de su país.

La Delegación de Paz de Las Farc-ep, el 9 de octubre de 2014, consideró: Estos homicidios que tienen, como parte de una guerra sucia apátrida, intenciones evidentemente políticas contra-revolucionarias, deben encontrar justicia especialmente en la determinación imbatible del pueblo bolivariano en torno a no claudicar frente al intervencionismo imperialista ni frente a las presiones de los sectores oligárquicos que por todos los medios quieren ver a Venezuela retornando a los tiempos del neoliberalismo salvaje que durante décadas saqueó y hambreó al Bravo Pueblo. Gloria eterna a Robert Serra, a María Herrera y a todos los caídos en esta batalla por la construcción del socialismo y la patria grande bolivariana.

No es para menos el sobresalto del gobierno del Presidente Maduro ante lo sucedido. En menos de un año la administración Maduro ha sufrido el asesinato de 63 personas por la derecha…Al mencionarlos manifiesta: “los sembramos”.

 

Enviado a SURCOS Digital por el autor.

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