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Etiqueta: COVID-19

Covid-19 y crisis económica. La propuesta de Carlos Alvarado: Una colcha de retazos

Luis Paulino Vargas Solís
Economista
Director Centro de Investigación en Cultura y Desarrollo, CICDE-UNED
Grupo Economía Pluralista
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https://www.academia.edu/43038263/Covid-19_y_crisis_econ%C3%B3mica_La_propuesta_de_Carlos_Alvarado_Una_colcha_de_retazos

Como respuesta frente a la crisis económica derivada de la crisis sanitaria del Covid-19, esta propuesta es como al modo de una sábana de retazos, en la cual se cosieron tejidos finos –o que aparentan serlo– junto a algunas telas de dudosa calidad, y otras que parecen ser poliéster barato.

  1. Las telas (que parecen) finas

Son dos, básicamente: el programa de créditos por ₡900 mil millones que se destinarían al financiamiento de las empresas, y, en especial, el programa de inversión pública que se nos anuncia. En este segundo caso, las cifras son muy notables: ₡3,1 billones para el bienio 2021-2022 y hasta ₡5,5 billones al 2022. Lo cual equivaldría, como promedio anual, a aproximadamente un 5% del valor de la producción nacional, o sea, del Producto Interno Bruto (PIB).

No recuerdo haber escuchado jamás a ningún gobierno plantear cifras de inversión pública por una magnitud comparable. Para los estándares históricos de Costa Rica, resulta, sin duda, una meta muy ambiciosa, aun cuando el monto necesario para superar la recesión y lograr relanzar un proceso de recuperación dinámico y vigoroso, debería ser incluso más elevado.

Dije que estos son retazos de la colcha, que aparentan ser de muy buena calidad. Está por comprobarse que efectivamente lo sean, y ello depende de la forma como estas propuestas sean planificadas, diseñadas y ejecutadas. Sobre eso, y hasta el momento, el gobierno guarda silencio. En lo que sigue plantearé lo que yo intentaría hacer si en mis manos estuviese decidirlo, o sea, lo que honestamente creo que debería hacerse.

1.1. Créditos por ₡900 mil millones

Es llamativo que sea una responsabilidad exclusivamente asumida por los bancos públicos. Frente a una situación crítica como la actual ¿qué justifica que los bancos privados puedan seguir en sus negocios fáciles de siempre, como si la situación excepcional que se vive no demandase un aporte especial? Pero visto el peso de los intereses financieros, y la pleitesía que las élites políticas usualmente les rinden, la cuestión no extraña, aunque sí indigna. De cualquier forma, esto advierte acerca de la importancia de seguir teniendo una banca pública. En momentos críticos, ésta todavía nos puede ofrecer posibilidades, que, tratándose de la banca privada, resultan impensables.

En esto, como en tantas otras cosas, la comunicación oficial fue omisa: desconocemos los objetivos específicos que se persiguen, y los mecanismos concretos de implementación. Lo deseable y necesario es que esos créditos sean un colchón amortiguador que alivie los impactos de la recesión, y al facilitar el flujo de caja y proveer capital de trabajo, faciliten la sobrevivencia de las empresas que hoy atraviesan una situación problemática. El énfasis debería estar en las micro, pequeñas y medianas empresas, y en los emprendimientos de carácter social-solidario, sin que ello signifique dejar de lado las empresas grandes que pudieran estar en problemas. Pero todo esto demandaría reformular los criterios regulatorios bajo los cuales funciona nuestra banca, a fin de facilitar los trámites, conceder el más amplio acceso y las mejores condiciones de tasas de interés y plazos.

Claramente está haciendo falta que exista algún fondo de avales o garantías, o, en fin, algún mecanismo que respalde los créditos, de forma que ello sustituya las garantías de las que las empresas más pequeñas seguramente carecen. Ese fondo podría crearse tomando recursos hoy disponibles (pero básicamente inutilizados) en la banca de desarrollo, según la idea que, en su momento, formuló el expresidente Figueres Olsen.

1.2. Programa de inversión pública

Como ya adelanté, este programa tiene las dimensiones mínimas que la situación demanda, aunque probablemente no las dimensiones óptimas. Es de suponer que se financiará con fondos externos, pero precisamente porque lo deseable es que fuese incluso más grande, el gobierno debería desarrollar una estrategia muy enérgica para atraer fondos externos en condiciones lo más favorables posibles. El discurso de los organismos internacionales sugiere que hay oportunidad para lograrlo, pero ello demanda priorizar los intereses generales del país, y aplicar una estrategia a la vez muy pragmática y vigorosa, dejando de lado ciertas agendas ideológicas (las privatizaciones, por ejemplo) inevitablemente polémicas y conflictivas.

También deberían explorarse otras formas de financiamiento como, eventualmente, podría ser los fondos de pensiones, lo cual, sin embargo, exige desarrollar mecanismos financieros muy innovadores y garantizar procesos de ejecución muy expeditos. Infortunadamente, cuando de asuntos realmente importantes se trata, nuestro sistema financiero es muy poco imaginativo

Pero, además, e igual de relevante, este programa de inversión debería ser planificado de forma que se maximice la generación de empleos, tanto directos como indirectos, la diseminación muy democrática de los ingresos en todos los estamentos sociales, en especial, los sectores más pobres y carenciados, y el beneficio directo a las regiones más empobrecidas y rezagadas. De forma explícita deberían fijarse metas y establecer mecanismos, para la incorporación de las mujeres. Todo lo cual supone que se propiciará la participación de nuevas empresas constructoras –incluido el ICE– así como de las comunidades, las municipalidades y organizaciones ciudadanas diversas. No puede permitirse que los proyectos sean acaparados por los tres ineficientes oligopolios en cuyas manos generalmente queda la ejecución de estas obras.

Debería asimismo haber una planificación en el tiempo: a corto plazo, centrarse en la ejecución de proyectos de fácil y rápida ejecución, que provean muchos empleos. Por ejemplo, y entre otras posibilidades, la reparación, mejora y ampliación de centros educativos, centros de atención sanitaria y hospitales; mejora de parques y espacios públicos y de parques nacionales; reparación y mejora de calles y caminos; acueductos, etc. Un interés especial debería ponerse en la infraestructura de cuido y en el fortalecimiento de los servicios de cuido. Y en esta etapa, como en las sucesivas, propiciar, tanto como sea posible, el uso de insumos de producción nacional (lo cual es necesario para garantizar que se creen muchos empleos indirectos).

Pero, además, este programa de inversión pública debería incorporar una perspectiva de largo plazo. Lo cual supone reconocer que la crisis sanitaria del Covid-19, no solamente tendrá implicaciones objetivas perdurables, que inevitablemente exigen replanteamientos significativos en nuestra economía, sino que, sobre todo, es un llamado de atención acerca de la inviabilidad de los modelos productivos y de consumo hoy prevalecientes. Este debería ser un criterio central, a la hora de planificar y diseñar estos proyectos de inversión pública, para, de esa forma, empezar desde ya a poner las bases de una nueva economía. Por ello su énfasis tendría que estar, menos en infraestructura vial, cuando sobre todo en transporte público, energías limpias, tecnologías verdes, agua y en la promoción de nuevos estilos de vida, que redefinan a profundidad nuestra forma de relacionamiento con la naturaleza.

Estos son las telas que en esta sábana de retazos, aparentan ser de buena calidad. Para que realmente lo sean, a mi juicio deberán satisfacerse ese conjunto de condiciones que, a grandes rasgos, he descrito.

  1. Telas que suscitan dudas

2.1. Simplificación de trámites

Imposible que ningún gobierno deje de mencionarla, puesto que es la obsesión ideológica favorita de las cámaras empresariales. Y no es, ni mucho menos, que carezca de importancia. Resolver ese asunto ciertamente sería positivo, pero a condición de que ello no signifique hacer fiesta con cuestiones importantes relacionadas, por ejemplo, con el medio ambiente, la higiene o los derechos laborales.

Obviamente, las cosas irían mejor si los cuellos de botella burocráticos desaparecieran y los procesos se movieran con fluidez. Pero por favor, no exageremos. Ya sabemos que a las cámaras empresariales les gusta dramatizar, pero el asunto no da para tanto. La simplificación de trámites reducirá el costo a la hora de crear una empresa nueva, y puede que luego, en el cotidiano funcionamiento de las empresas, aporte algunos otros ahorros adicionales. Pero eso no va a relanzar, ni de lejos, los mercados y las ventas, tal cual se requiere en estos momentos de recesión.

2.2. Flexibilización laboral

Este es uno de los retazos de peor aspecto en esta sábana. Claramente es una graciosa concesión a las cámaras empresariales, pero, además, y contrario al compromiso público asumido por el presidente Alvarado, es una idea que amenaza hacer recular el Estado social de Costa Rica.

No olvidemos que, en materia laboral, un criterio es obligatorio: debe protegerse la parte débil en la relación entre la patronal y las trabajadoras y trabajadores. Seguramente las transformaciones económicas en curso hacen necesarios algunos cambios en materia laboral. Por ejemplo, la reducción de las jornadas de trabajo (tal vez a 35 horas semanales). Pero nada que pudiera implicar desprotección de la parte más débil es aceptable.

2.3. Un retazo que podría ser bueno…o tal vez no

No perdamos el tiempo en algunos parches que, de tan irrelevantes, parece haber sido agregados para tapar algún hueco. Por ejemplo: la atracción de pensionistas del extranjero, el programa de producción de cáñamo, o el programa Alivio. Este último una cosita insignificante que se supone apoyaría a 200 MIPYMES exportadores (¡200 en un universo de docenas de miles de MIPYMES!).

La idea de impulsar las industrias así llamadas de “ciencias de la vida” (mejor fuera hablar de tecnologías médicas, farmacéutica y biotecnología) puede ser interesante. Siempre que no se limite a trasnacionales de zona franca, cuyo aporte efectivo a la economía nacional sigue siendo muy limitado. La cuestión tendría sentido si se lograrse desarrollar un verdadero “clúster”, inserto a profundidad en la economía costarricense, mediante la incorporación efectiva de universidades, científicos y tecnólogos costarricense, y empresas de capital nacional. Pero, y de nuevo, se desconocen detalles.

  1. ¿Poliéster barato?

Hay también algunos elementos que, por artificiosos, arriesgan ser poliéster barato. Primero, el “ecosistema digital PYMES” (¿por qué excluyeron a las microempresas?), y, segundo, la “agricultura de precisión AGROINNOVA 4.0”. La pomposidad de los nombres es mala señal. Se adivinan detrás de esto, un trabajo de escritorio realizado por tecnocracias que poco o nada conocen de la realidad con la cual pretenden dialogar.

Propuestas como éstas, con su indisimulado tufo a ocurrencia, no alcanzan a disimular lo esencial: la ausencia de una estrategia integral de apoyo e impulso a las MIPYMES, y la renuncia a un programa nacional de producción de alimentos. He ahí lo realmente prioritario, lamentablemente omitido.

  1. Las rasgaduras en la colcha

Por más que intenten disimularlo, se les nota que quedaron algunos huecos que afean el conjunto. La ausencia de una propuesta tributaria realmente justa y progresiva es uno de ellos. Complementado con un robusto esquema de subsidios progresivos, ello habría proporcionado uno de los mecanismos más eficaces para reanimar el consumo privado, aliviar la recesión de la economía y ayudar a las empresas que producen para el mercado nacional. Pero no olvidemos que, además, la crisis provoca muchísimo sufrimiento humano. Ello conlleva un ineludible deber de solidaridad, al cual, sin embargo, no se le está concediendo el lugar que corresponde. Se pone así, entre signos de pregunta, la calidad moral de la sociedad costarricense, y, sobre todo, el compromiso con la equidad por parte del presidente Alvarado. Al cabo, parece haberse impuesto la visión mezquina y egoísta de las cámaras empresariales.

Otro enorme hueco en la sábana, lo plantea la ausencia del Banco Central, imposible de disimular si para ello tan solo se apela a las tímidas y muy limitadas medidas de política monetaria que se han impulsado. Es esta una institución paralizada por el culto dogmático a una ortodoxia rancia y enmohecida. Parapetada detrás de esas “ideas zombi”, el Banco Central se niega a asumir sus responsabilidades para con la ciudadanía costarricense. El presidente Alvarado, omiso y tolerante, se hace así partícipe de esa grave irresponsabilidad.

  1. Reflexión final

La crisis del Covid-19 conmueve, desde sus bases más fundamentales, los modelos económicos, de producción y consumo dominantes. Más aún: cuestiona integralmente nuestros estilos de vida. Pareciera que las élites políticas, el poder económico y los poderes mediáticos, todavía no se percatan de ello, o prefieren escudarse detrás de un vano ejercicio de negación.

Es algo que tiene implicaciones de mediano y largo plazo, pero, de hecho, sus consecuencias se hacen sentir hoy mismo, en la profunda recesión que golpea a la economía costarricense, cuyas secuelas seguirán vivas en los meses venideros. Es inútil pensar que pueda haber una recuperación del dinamismo económico y de la generación de empleos, con base en los estímulos provenientes de los mercados internacionales. Las exportaciones de bienes y servicios tardarán un plazo considerable antes de mostrar una recuperación significativa. El turismo no volverá a ser lo que era, quizá nunca, o por lo menos no a lo largo de varios años.

Por ello, el mercado interno cobra renovada importancia. Gústele o no a esa estirpe apátrida de los ideólogos de la transnacionalización, una versión remozada de la vieja tesis cepalina del “desarrollo hacia dentro” deberá ser aplicada.

La economía se recuperará desde “adentro” o no se recuperará. De ahí la importancia clave de los programas de inversión pública, como dinamo que empuje la inversión en el sector privado, la creación de empleos, la mejora de los salarios y, en último término, el restablecimiento de una situación fiscal saludable.

Ese ha de ser un proceso ojalá fundado en un nuevo pacto social: realmente justo, equitativo e inclusivo; genuinamente respetuoso con la naturaleza. Y que, a la vez, ello posibilite construir una nueva economía, mucho más productiva, innovadora e inteligente; mucho más racional desde el punto de vista de la naturaleza y sus equilibrios. Capaz entonces de propiciar, sobre bases profundamente renovadas, nuevas modalidades de vinculación e intercambio con el resto del mundo.

 

Tomado del blog: https://sonarconlospiesenlatierra.blogspot.com/

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El Estado Social: su papel histórico frente al neoliberalismo y el COVID-19

Este viernes 15 de mayo a las 6 p.m. se trasmitirá en el Programa Alternativas, por medio de Facebook Live, el tema: «El Estado Social: su papel histórico frente al neoliberalismo y el COVID-19«, con la participación del Dr. David Díaz Arias, historiador, director del CIHAC-UCR.

 

Imagen ilustrativa.

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Campaña de donación para familias de Medio Queso

Las familias que habitan Medio Queso, -comunidad formada a partir de una recuperación de tierras-, se encuentran en una situación compleja.

A raíz de la pandemia provocada por el COVID-19 la cosecha de yuca no se ha podido vender, además, algunas empresas del agronegocio en las que trabajan temporalmente no están contratando. A ello se agrega que a muchas personas les negaron el bono Proteger.

Para apoyar a estas familias se ha organizado esta campaña de donaciones:

Apoyo a 150 familias del asentamiento de Medio Queso-Los Chiles

Punto de recolección:

Rincón Maleza ubicado 50 metros al Este de la parada de Lumaca, San José (Avenida 10, cerca de AyA).

Fechas de recolección: miércoles 13 y jueves 14 de mayo

Horario: 1O:OO am – 4:00pm

Para más información: 8886 6291 / 8341 2447

Se necesita: alimentos para armar diarios, productos de higiene personal y de limpieza, toallas sanitarias, pañales.

Foto: CNE

FEUNA toma acciones para apoyar a estudiantes frente a COVID-19

Ayuda económica para el pago de créditos de los cursos matriculados, apoyo alimentario y aporte para la conectividad a internet, son parte de las medidas tomadas desde la Feuna para atender las necesidades apremiantes de estudiantes seriamente afectados por la crisis socioeconómica generada por la covid-19.

“Desde la FEUNA, en el momento que inició la crisis, sostuvimos firmemente la posición de que se deben garantizar acceso en igualdad de condiciones para toda la comunidad estudiantil para continuar con el ciclo lectivo de la manera más apta posible”, afirma Noel Cruz, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Nacional (Feuna).

Es así como, ante la crisis generada por el nuevo coronavirus, desde la agrupación se han tomado distintas acciones orientadas a apoyar a estudiantes que presenten condiciones socioeconómicas desfavorables, las cuales puedan poner en riesgo la continuidad de sus estudios universitarios.

En esa dirección, Cruz informó que se ha realizado un trabajo articulado con las asociaciones de estudiantes y las autoridades universitarias para poner a disposición recursos de la FEUNA a los estudiantes más afectados.

Como parte de este trabajo articulado, se han ejecutado las siguientes acciones:

-Se ha presupuestado un monto de ₡30 millones para generar apoyos alimentarios a 500 estudiantes y sus familiares en condición de pobreza extrema.

-Se destinó un monto de ₡20 millones para el fondo de la Vicerrectoría de Vida Estudiantil (VVE) para paquetes de conectividad, dirigido a estudiantes sin acceso a internet en todo el país. El apoyo será para estudiantes no becados, pero que sufren las consecuencias de la crisis generada por la covid-19.

– Se tramitó el préstamo de computadoras portátiles de la FEUNA a estudiantes que no tienen equipo tecnológico, mediante la identificación realizada por la VVE.

-Se realizó un aumento de ₡50 millones el presupuesto destinado al pago de ayudas económicas para atender aproximadamente 500 estudiantes, mediante la exoneración del pago de créditos.

-Se habilitará un tercer periodo de recepción de documentos para el beneficio del pago de créditos.

Las acciones que realizamos son fundamentales porque las que brinda la Universidad no son suficientes para cubrir a toda la población. Esto evita que haya deserción estudiantil, asegura el cumplimiento de sus derechos, puede alivianar la carga de responsabilidades socioeconómicas que tengan, aporta una mejor adaptabilidad en la nueva modalidad pedagógica y permite que tengan acceso a una educación superior de calidad”, destacó Jazmín Arroyo, secretaria general de la Feuna.

La dirigente estudiantil subrayó que, desde la Feuna, conocen las necesidades y realidades de la comunidad estudiantil de la UNA y, además, están conscientes de que representar al alumnado significa comprometerse con que se garanticen condiciones equitativas.

Por su parte, Alexander Zúñiga, coordinador general del Consejo de Asociaciones Estudiantiles, explicó que las acciones planteadas son una pequeña muestra del trabajo articulado que ha venido realizando la Federación de Estudiantes durante las últimas semanas.

Es importante recalcar que es un trabajo desde estudiantes para compañeros y compañeras que hoy en día cuentan con alguna condicionante social que es desfavorable para continuar con sus estudios”, subrayó.

En su criterio, este trabajo no solo refuerza algunas luchas del pasado, sino que también recuerda que se debe seguir trabajando por una mejor educación superior y articulando el trabajo que se viene realizando desde los diferentes grupos o trincheras desde la Universidad.

El coordinador Asuntos Universitarios de la Feuna, Diego Ilama, hizo énfasis en que las diferentes acciones que ha venido tomando el directorio de la Federación de Estudiantes se dan gracias a un trabajo articulado con la Vicerrectoría de Vida Estudiantil y el Departamento de Bienestar Estudiantil.  “Ha sido la respuesta ante una estrategia que como Federación hemos marcado en la atención de aquellos y aquellas, que, por razones obvias, la institución no puede atender, esto en materia de pago de créditos”, destacó.

Asimismo, resaltó el trabajo conjunto con el Consejo de Asociaciones Estudiantiles (Caeuna) para destinar partidas presupuestarias, que por la actual situación del país no se podrán ejecutar, a la atención de necesidades prioritarias de la población estudiantil en estos momentos.

***Mayores detalles con Noel Cruz, presidente Feuna al 8657-9858 o con periodista Oficina de Comunicación 8334-4150.

 

Imagen ilustrativa.

Enviado por UNA Comunicación.

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Comunidad de Jardines Dos de San Ramón logra avance en lucha por agua

Una comunicación de la Sala Constitucional recibida por SURCOS, indica que ese alto organismo del Poder Judicial pidió al Ministerio de Salud la entrega de un informe sobre las medidas tomadas, para atender el riesgo que viven las personas y familias que habitan en Jardines Dos de San Ramón de Alajuela, dada la pandemia del COVID-19. Esta comunidad no cuenta con servicio de agua.

En el documento de la Sala Constitucional se lee lo siguiente:

“… se ordena ampliar el presente amparo … en representación de la ASOCIACIÓN PRO VIVIENDA JARDINES DOS, cédula jurídica 3-102-791145, a favor de los RESIDENTES DEL CASERÍO LOS JARDINES, a efecto que EL DIRECTOR DEL ÁREA RECTORA DE SALUD DE SAN RAMÓN Y EL DIRECTOR DE LA DIRECCIÓN REGIONAL CENTRAL OCCIDENTE, AMBOS DEL MINISTERIO DE SALUD, rindan informe a esta Sala sobre los hechos alegados por los tutelados”.

Al resumir lo manifestado por la comunidad se transcribe: “… desde hace aproximadamente dos años, un grupo de familias ocuparon terrenos baldíos y construyeron sus viviendas en el lugar conocido como Jardines Dos, ubicado en Los Ángeles de San Ramón de Alajuela. Que actualmente son más de 42 familias que con derechos de posesión habitan sus ranchos en condición de precario y sin servicios básicos. Que dentro de este conglomerado humano existen personas adultas mayores, personas menores de edad, algunas de estas enfermas y todas con riesgo de enfermar ante la pandemia mundial COVID19”.

Agrega: “Que … han acudido ante las oficinas del AyA de San Ramón a solicitar el servicio de agua potable, pero este les ha sido negado. Lo anterior, según se indicó en el oficio sin número de la Unidad Cantonal de San Ramón de 2 de marzo de 2020, supuestamente porque no hay disponibilidad de agua potable, ni sistema de alcantarillado al frente de la propiedad, lo cual no es cierto”.

Adicionalmente, los citados directores deberán informar a esta Sala lo siguiente: si se ha implementado alguna medida o alternativa, ante la pandemia del COVID19, para solventar el problema de acceso al agua potable que presentan los tutelados, luego de haberse llevado a cabo el día 17 de marzo de 2020 una reunión entre representantes de distintas autoridades del país (Ministerio de Salud AyA, Fuerza Pública, Municipalidad de San Ramón), en donde se analizó dicho tema”.

“Para esto, deberán tomar en cuenta dichas autoridades de salud que, según prueba aportada a los autos por las autoridades del AyA, ese día 17 de marzo de 2020, las mencionadas autoridades acordaron lo siguiente: ‘Se buscará una alternativa adicional después de que se realice el diagnóstico de las familias que habitan en los precarios indicados’. El informe deberá rendirse una sola vez … dentro de los TRES DÍAS HÁBILES siguientes a la notificación de esta resolución”.

El documento está firmado por el magistrado Jorge Araya García.

Información enviada a SURCOS por Luis Alberto Soto Ramírez.

Harán diagnóstico sobre lecciones virtuales en la UCR

De acuerdo con el Consejo Universitario, una parte de la población estudiantil universitaria puede afrontar limitaciones tecnológicas y geográficas, que impidan su acceso a Internet. (Foto con derechos de uso libre).

La iniciativa cuenta con el respaldo del Instituto de Investigaciones Psicológicas (IIP) y del Consejo Universitario

Un grupo de investigadores de la Universidad de Costa Rica (UCR), coordinado por la Dra. Eiliana Montero y el Dr. Guaner Rojas, se ha propuesto identificar las fortalezas y limitaciones que tiene el desarrollo de las actividades académicas de la Institución, en entornos virtuales, en el contexto de la emergencia nacional debido al COVID-19.

La iniciativa cuenta con el respaldo del Instituto de Investigaciones Psicológicas (IIP) y del Consejo Universitario, el cual decidió establecer una alianza estratégica con este instituto, en forma extraordinaria, para que se haga el estudio, de manera que este Órgano Colegiado, a partir de los resultados, pueda tomar las medidas que correspondan, de acuerdo con sus competencias.

La información será recolectada por medio de dos formularios que están disponibles en el sitio web del Consejo Universitario, uno para estudiantes de grado matriculados durante el I ciclo lectivo 2020, y otro para docentes que estén impartiendo cursos en este semestre.

Para el Órgano Colegiado es importante disponer de información fiable y recolectada sistemáticamente, la cual será esencial para fiscalizar el proceso de virtualización en la Universidad, ante el posible impacto en la permanencia y graduación de la población estudiantil.

Virtualización

Desde el 11 de marzo, a causa de la evolución epidemiológica del COVID-19 en el país, la Administración de la UCR, por medio del Centro de Coordinación Institucional de Operaciones (CCIO), solicitó al personal docente suspender las clases presenciales e implementar la modalidad de enseñanza virtual.

Si bien es cierto la UCR tiene la plataforma de “Mediación Virtual” y, además, algunas unidades académicas realizan esfuerzos para ofrecer a la comunidad docente y estudiantil herramientas de trabajo que se adecuen a la virtualización de los cursos, todavía falta evidencia con respecto a si la población estudiantil posee las condiciones óptimas para poder recibir lecciones en entornos virtuales o si el personal docente las puede impartir.

En la Institución no hay datos precisos en términos de la magnitud y de la naturaleza de este problema, de ahí la importancia del diagnóstico.

Cuestionarios

Para el Órgano Colegiado y el IIP es muy importante que la comunidad universitaria brinde la información que se está solicitando por medio de los dos cuestionarios. El que está dirigido al estudiantado incluye preguntas relacionadas con la asignación de becas, acceso a Internet, tipo de conexión, si recibe o no clases desde que se realizó la virtualización, o si decidió suspender sus estudios por la pandemia, entre otras. Mientras tanto, el que está dirigido al profesorado, aunque aborda preguntas similares a las de la población estudiantil, también procura obtener insumos sobre los cursos que son virtualizables o no.

 

Zaida Siles Rojas
Periodista Consejo Universitario

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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¿Qué hacer ante el proceso educativo nacional afectado por la Pandemia?

Vladimir de la Cruz

Me preguntan con frecuencia padres de familia, amigos, y familiares qué pienso del proceso educativo, en estos días de la Pandemia, donde se ha paralizado la asistencia a clases, prácticamente en todo el país, con el posible impacto negativo que eso tenga, especialmente para los niños y jóvenes de la enseñanza pública, más que la privada.

El 11 de marzo, cuando se empezaba a perfilar con fuerza el impacto del Coronavirus COVID-19 en el país, en Facebook escribí lo siguiente:

“Ante la crisis que se ha producido por el Coronavirus, y la posibilidad de su propagación, que ya afecta algunos centros escolares, propongo que se suspenda el ciclo lectivo de la educación primaria y secundaria, a nivel nacional, desde el próximo lunes 16 de marzo para iniciarlo nuevamente el lunes 13 de abril, es decir durante las próximas cuatro semanas.

De hecho se suspenderían las clases durante tres semanas, pegándose la cuarta con la Semana Santa, que siempre se da feriada en su totalidad.

De esta manera se aprovecharía por hacer limpiezas profundas en los planteles educativos y se tendría más cuidado, en las casas, sobre los niños y adolescentes en edad escolar.

La suspensión de clases no afectaría el ciclo educativo si en correspondencia a esta situación, en el mes de julio, cuando se producen las vacaciones de medio año, se usa una de esas semanas de vacaciones para reponer, una de las semanas que ahora se suspendería, y a finales de año, el curso se puede prorrogar por dos semanas efectivas, dentro del mismo calendario escolar, sobre esas dos semanas finales de calendario, que en la práctica educativa al final de año son muy leves o suaves en el trabajo magisterial.

Así el tiempo real se aprovecha de mejor forma y se atiende mejor la situación de la emergencia nacional ante el Coronavirus o el COVID 19.”

Desde 13 de abril, post Semana Santa, cuando escribí ese texto, ya ha transcurrido un mes, y casi cinco semanas, y la situación se ha agravado, por el impacto de la pandemia y las importantes medidas nacionales, tomadas por el Ministerio de Salud y con el acompañamiento de la Caja Costarricense del Seguro Social, y las otras instancias públicas que abonan en la dirección de detener, hasta donde se pueda, la Pandemia y la expansión del Coronavirus COVID-19.

No parece en lo inmediato que se abran las escuelas y colegios, ni se anuncian directrices cercanas en ese sentido. Entonces, ¿Qué hacer?, para dar al menos una respuesta a quienes me preguntan, a veces también con angustia, padres de familia, y para proponer una posible salida a esta situación.

Sinceramente creo lo siguiente, y es mi propuesta, que ojalá permita abrir una sincera y desprejuiciada discusión nacional, de argumentos y posibles soluciones. Aquí mis apuntamientos.

Primero. – Se debe suspender todo el proceso educativo nacional, preescolar, primaria, secundaria, la universitaria de hecho está paralizada desde el punto de vista de asistencia presencial de sus estudiantes a aulas.

Este cierre del proceso educativo debe continuarse hasta el 1 de agosto, en el supuesto que al 31 de julio se haya “normalizado” toda la vida nacional, en todos los sentidos, y se pueda reprogramar la vida educativa del país.

Este cierre por los siguientes tres meses permitiría desde el punto de vista del Ministerio de Educación Pública, de preparar mejor a todo el cuerpo docente nacional, que no entraría en vacaciones prolongadas, para atender la nueva situación “de la nueva normalidad” post pandemia.

Supone revisar y atender toda la infraestructura física de escuelas y colegios para adecuarlas a las nuevas necesidades de seguridad social, de salud, de electricidad, de aguas potables, de determinar cuántos niños y niñas se van a recibir por aula, si hay que establecer horarios más prolongados para la mejor atención de estos niños, de analizar la situación real de cada plantel educativo en sus posibilidades de medios audiovisuales y electrónicos, para poder desarrollar clases a distancia, si volviera a producirse un pico de esta pandemia que conduzca nuevamente a cerrar el proceso educativo, de preparar a los profesores en los sistemas de educación a distancia y por medio electrónicos, de preparar clases, en todo el sentido de la palabra, para que se transmitan por esos medios, no solo el envío de tareas para que se hagan en la casas, y de que esas tareas puedan evaluarse de manera automática, como lo he visto hacer en escuelas del Estado de Luisiana, en Estados Unidos, donde han estudiado nietos míos.

Serviría este tiempo para analizar realmente cuantas escuelas y colegios están en capacidad de atender estas formas de estudio a distancia, y para evaluar realmente cual es la situación de los estudiantes, niños y adolescentes, y en sus hogares, sobre las capacidades tecnológicas de computadoras, y otros medios que les permitan atender estas situaciones educativas.

Serviría igualmente para evaluar cuántos maestros y profesores tienen los instrumentos y medios electrónicos adecuados, desde sus hogares, para poder atender la educación a distancia, y realizar su trabajo desde sus casas, en la modalidad del teletrabajo educativo, y facilitarles la adquisición, a quienes no los tienen, para que puedan cumplir su noble misión docente y educadora.

No hay que engañarse con que en el país hay más de 2 millones de celulares, según me han informado.

La gente, en general, que tiene celulares, entre ellos los maestros, los profesores, y los estudiantes, son personas del mundo de las redes, pero no son del mundo del estudio en celulares, ni de la investigación académica, por celulares. Por lo que yo veo en redes muchas veces se aprecia un nivel muy bajo de comprensión de textos, ni siquiera se entienden los títulos de los artículos sobre los que algunas personas se pronuncian u opinan.

Los jóvenes, incluidos muchos universitarios no saben usar sus celulares para investigar, ni para fortalecer sus estudios. A lo sumo para buscar algún dato que los saque de algún apuro ante una tarea donde se les piden datos.

Segundo. – Iniciado el curso lectivo el lunes 3 de agosto próximo, de acuerdo con esta propuesta, si lo permite la pandemia, debe prolongarse de seguido hasta el 18 de diciembre del próximo año 2021, de manera que el ciclo lectivo del 2020 y del 2021 se realicen de manera continua, como uno solo, con breves períodos de vacaciones.

En total son 17 meses. Estos meses podrían tener pequeñas “vacaciones”. A modo de ejemplo señalo las siguientes fechas: una semana los últimos días de setiembre y los primeros días de octubre, dos semanas en diciembre, desde el sábado 20 hasta el domingo 3 de enero, en marzo y abril del 2021, se podrían dar dos semanas que incluyan la Semana Santa, dos semanas en julio, del sábado 19 al martes 3 de agosto, y de nuevo las últimas dos semanas de diciembre del 2021 y la primera de enero, si fuera del caso, desde el sábado 20 de diciembre hasta el lunes 3, o el lunes 10, de enero del 2022, que en ese mes de enero, y la mitad de diciembre anterior, por estar en las próximas elecciones nacionales, la Asamblea Legislativa estará en receso parlamentario, y el país en un alto nivel de agitación política donde se evaluará, en ese escenario, lo acontecido y atendido públicamente ante la pandemia, sin lugar a dudas.

Así en la práctica durante esos 17 meses a partir de agosto hasta diciembre del 2021, habrían prácticamente dos meses de suspensión de clases, de “vacaciones” intercaladas, y el proceso educativo no se detendría en su continuidad del 2020 y el del 2021, ni se provocaría un impacto negativo en el proceso de formación de los niños y jóvenes.

Tercero. – ¿Qué requiere una propuesta así, de considerarse positiva? Voluntad política para impulsarla con participación de todos los involucrados, el Ministerio de Educación Pública, como ente rector nacional de la educación, voluntad y apoyo de los padres de familia en este cronograma educativo. Pero, muy especialmente, el apoyo del Cuerpo Magisterial Nacional, de todos los maestros y educadores, de todas las organizaciones sindicales magisteriales comprometidas en esta tarea, que de paso es una forma de combatir a las personas que constantemente atacan a los maestros y educadores, y a los trabajadores del sector público, por su estabilidad laboral y su justo derecho de continuar recibiendo sus salarios, cuando el proceso educativo está paralizado como ahora, en que no han cesado ese tipo de ataques.

Cuarto. – Si ya hay deserción escolar, y hasta universitaria de manera importante, los efectos socioeconómicos de la pandemia van a intensificar y agudizar esta deserción del sistema educativo. Y esa deserción va a incidir en mayor informalidad laboral, en mayor índice de pobreza y de pobreza extrema.

Quinto. – La situación de deterioro socioeconómico va a incidir también en los tiempos de graduación alargándolos, con los efectos que ello tiene laboralmente y de empobrecimiento paulatino.

Sexto. – Podrá haber personas que crean que eso los beneficiará empresarialmente, porque podrán llegar a tener gente, o trabajadores, menos preparados, más baratos como mano de obra asalariada, quizá en el nivel de salarios de hambre literalmente, pero serán trabajadores, más resentidos socialmente, sujetos a cualquier explosión social de líderes populistas, de cualquier signo, que les motiven y les atraigan por sus soluciones sociales demagógicas.

Séptimo. – Los colegios privados algunos no tienen estos problemas. Los que están “empatados” con los sistemas de educación norteamericana, con infraestructura y capacidad tecnológica en sus instalaciones, y con la capacidad económica y social de sus alumnos, que tienen los instrumentos técnicos y computacionales, han continuado sus estudios que ya terminan para reiniciarlos en agosto o setiembre.

De este escenario de la pandemia se ha provocado una situación que puede afectar a colegios públicos, por rebote de los privados.

He visto, y conozco situaciones, con la reducción de jornadas laborales, con la reducción o pérdida de ingresos de padres y madres, con la inseguridad laboral y salarial que muchos tienen hacia el futuro inmediato, en que ya no podrán atender más la educación de sus niños en los colegios privados, algunos con la angustia de no poder pagar el segundo semestre, mes a mes, por el resto del año. Algunos padres que tienen financiado todo el año no tienen problemas, en ese sentido, por este año, pero ya piensan en trasladar a sus hijos a colegios públicos el próximo año. Este es el impacto en las clases medias que ha tenido la pandemia. Algunos padres y madres ya han reducido las actividades extraescolares que les pagaban a sus hijos para una mejor formación ante la vida y la educación, porque no las pueden pagar, o porque consideran que ya no son tan necesarias.

Las clases ricas y sus hijos no tienen problema en este sentido. Sectores de las clases medias altas pueden soportar esta situación. Pero, los padres de las clases medias-medias y clases medias-bajas, muchos de hogares de padres y madres profesionales, o de ambos en el hogar, que con gran sacrificio mantienen a sus hijos en las escuelas privadas, desde la preescolar hasta la colegial, sí están resintiendo esta situación con verdadera angustia.

Hay algo que es muy real. Los salarios como las pensiones están altamente comprometidos por quienes los reciben. Los salarios netos, deducidas las cargas sociales y los impuestos, apenas alcanzan para vivir, con grandes sacrificios para las clases medias, en general, que tratan de invertir en educación privada, para sus hijos, cuando consideran que allí pueden recibir mejor educación.

Octavo.- Para este momento de crisis nacional y de la pandemia se requiere rescatar la mística educativa, la formación apostólica con que salían graduados los educadores de la Escuela Normal de Costa Rica, fundada en 1914, bajo el modelo de los caudillos y grandes líderes culturales, de aquellos años, que inspiraron esos educadores, Luis Felipe González Flores, el Ministro de Educación de don Alfredo González Flores, los Directores de esa Escuela Normal, Omar Dengo Guerrero, Joaquín García Monge, Arturo Torres Martínez, Roberto Brenes Mesén, Carlos Gagini Chavarría, educadoras como Carmen Lyra, Carlos Luis Sáenz, Luisa González, Adela Ferreto.

Los sindicatos magisteriales deben levantar su Memoria y sus banderas en este compromiso nacional.

Yo hubiera deseado que una propuesta así la hubieran lanzado las organizaciones magisteriales. Todavía hay tiempo. No hay que dejar caer las banderas por la Patria.

Hay que pensar y discutir las soluciones económicas que el país, la sociedad en general, y los sectores sociales y económico productivos necesitan y se deben impulsar. Pero no podemos dejar de lado el problema de la Educación Nacional y su proceso educativo. Aquí dejo estas reflexiones.

No me siento representada, estoy excluida

Carlos Campos Rojas

Así se expresó Yorleny Córdoba, al escuchar el Plan Económico del gobierno, para enfrentar las consecuencias del Covid 19. Ella es una joven empresaria, dueña de una Pyme del sector de la Belleza y la Salud. Ha construido su empresa con esfuerzo y riesgo personal, paga puntualmente sus impuestos. Su sector económico, invisible todavía por las políticas hacendarias y de género, representan más de 50.000 Pymes.

Es claro que la propuesta económica presentada, nace sin el consenso nacional, ausente del compromiso que debemos asumir todos. Sin ese nuevo pacto social que exige la situación internacional, ni la visión estratégica para encarar el desarrollo de nuestro país, donde la exclusión no es un punto de partida.

El burbujeante discurso económico, desoye incluso al INCAE, quienes recomendaron claramente que los beneficios debían incorporar hasta el jardinero, porque hay que ser innovadores, ver a largo plazo y contener la violencia estructural.

Solo entre todos podemos sacar adelante Costa Rica.

En lo mucho que poseemos, está la CCSS, el INS, el ICE, desde luego hay que reformular la institucionalidad, pero pretender salvar empresas amarradas al viejo modelo económico, que los mejores analistas internacionales han demostrado que no tiene futuro, manifiesta con claridad, el temor al diálogo sincero y transparente con la ciudadanía. Sobre todo, con aquellas empresas pequeñas y medianas, que responsablemente cumplen con sus impuestos, para asegurar el pago puntual de los salarios de gobierno, porque se debe administrar bien el país, pero que además confiaron en darle una nueva oportunidad, a un proyecto partidario, que llegó hace seis años a dirigir el país desde Zapote.

La propuesta económica oficial escogió un grupo de ganadores, que ya eran perdedores antes de la emergencia, así se invertirá el escaso dinero de la hacienda pública.

La riqueza nacional se produce con la pobreza y la desigualdad social de muchos.

Para mejorar los ingresos nacionales, el presidente ya anunció que 300.000 personas que solicitaron en esta emergencia el Bono Proteger, confesaron que eran Pymes en la clandestinidad y que ahora Hacienda irá por ellas para que paguen lo que deben. El anzuelo oficial dio resultados. En su afán, lo respaldan las empresas de Grandes Contribuyentes que no pagaron impuestos o declararon cero ganancias durante los últimos diez años y a los que se les perdonó la deuda, mediante una moratoria inmoral, pero legal.

El país sabe, que fue la decidida acción del Movimiento de Ciudadanía que Construye Territorios Seguros en el 2018, que los puso en evidencia, rompiendo el secretismo y la censura impuesta de distintas formas, por una mafia política que no soporta la transparencia y la probidad, porque amparada en el autoritarismo, se regodea de la corrupción y la impunidad.

La burbuja económica propuesta por el equipo económico del gobierno, estallará muy pronto en la cara de todos. Perderemos todos, unos más que otros. El cáñamo no servirá para amarrar el descontento ciudadano, ni la violencia que se avecina en un país, que verá más profunda la desigualdad social que ya teníamos. Tal vez sirva a algunos para quemarlo y olvidarse por un momento de la realidad.

Para salir adelante está la decencia. Solo quedamos nosotros, las personas, la ciudadanía, acompañados de la fuerza moral de verdaderos empresarios, funcionarios públicos que aman este país y la fortaleza y el arrojo de las Pymes.

Debemos encontrarnos y construir lo que no pueden hacer quienes usurparon la política y la prostituyeron.

Tenemos que demostrarnos que la suma de nuestros conocimientos y sabidurías, así como la capacidad, está por encima de a quienes irresponsablemente pusimos a administrar nuestra principal empresa: Costa Rica.

Podemos y debemos hacerlo, es nuestra responsabilidad, nuestro deber, para eso somos constitucionalmente el Primer Poder de esta República Participativa, debemos asumirnos y ejercer el poder que como El Soberano nos corresponde.

Solo entre todos podemos sacar adelante Costa Rica.

¡¡¡YO, digo presente!!!
12 de mayo de 2020

Construyendo confluencia desde la base social

Comentario del Encuentro de Confluencia Popular celebrado el 9 de mayo del 2020

José María Gutiérrez, profesor emérito Universidad de Costa Rica

Las enormes deficiencias e injusticias que caracterizan a los modelos de desarrollo prevalecientes han quedado una vez más al descubierto con la crisis generada por la pandemia COVID-19. Desde la década de 1980 se nos impone una propuesta centrada en el deterioro de las instituciones base del estado social de derecho, la privatización y depredación del ambiente, el reinado del mercado como la fuerza que dirige las sociedades, el predominio del individualismo y la mezquindad sobre la solidaridad y el bien común, y la exclusión y violencia estructural hacia sectores vulnerables de diverso tipo en nuestro país. Si bien ya venía siendo evidente, la incapacidad de este modelo para promover el bienestar y la equidad ha quedado al desnudo en esta crisis que es, a la vez que sanitaria, social, económica, ecológica y cultural. En el mundo entero se debate sobre lo que vendrá después.

Las propuestas para afrontar esta crisis por parte de los grupos de poder económico nacionales no pueden ser más decepcionantes. Han sido incapaces de mostrar una dosis de solidaridad, al no considerar ceder parte de sus enormes ganancias, mediante un impuesto transitorio, para apoyar a los sectores más golpeados en estos momentos acuciantes. Y también han sido incapaces de mostrar imaginación, para abrir espacios a opciones creativas y dignas; simplemente proponen más de lo mismo.

Pero en la sociedad costarricense se mueven procesos e iniciativas centrados en otras frecuencias. Las instituciones públicas de salud y las universidades públicas han estado a la altura. Acciones esperanzadoras se han dado en la misma base social comunitaria, desde abajo. En el contexto de la crisis del COVID-19, ha quedado clara la importancia de la organización de base centrada en la solidaridad y la reciprocidad, la defensa del ambiente y de los territorios, la institucionalidad pública al servicio del bien común, la soberanía alimentaria frente a las grandes cadenas agroindustriales globales, y la base científico-tecnológica endógena centrada en las universidades públicas; en fin, de esfuerzos centrados en el bienestar colectivo, el respeto a la diversidad y el paradigma del cuidado. Son estos procesos de base los que ofrecen las mejores salidas a la crisis del COVID-19.

El mundo y nuestra sociedad no serán iguales en la etapa post-COVID-19. La interrogante es cómo serán y hacia dónde nos dirigimos. Esa realidad se debe ir construyendo desde ahora, en medio de la crisis. Más allá de los rasgos específicos, tenemos el desafío de salir de esta etapa con una visión diferente de lo que son el desarrollo y el bienestar. Debemos abrir espacios para formas de relación entre las personas y entre estas y el ambiente centradas en otros paradigmas, de mayor hermandad y de un cuido más esmerado que procure el bienestar de todas y todos. Esto nos obliga a acercarnos más, a dialogar entre nosotros y nosotras, a ver los temas comunes que vinculan nuestras luchas y esperanzas, para construir colectivamente senderos de mayor bienestar y justicia.

En esta compleja coyuntura, la Alianza por una Vida Digna organizó el pasado 9 de mayo un Encuentro de Confluencia Popular, en el cual participaron seis personas representantes de organizaciones y procesos de base popular del país, provenientes de regiones distintas. El evento permitió evidenciar el efecto de la violencia estructural y la exclusión sistemática que sufren sectores sociales y comunidades en varias regiones del país. Así mismo, fue muy esperanzador escuchar a personas de orígenes muy diversos compartiendo sus visiones, angustias, propuestas y esperanzas. Las presentaciones de estas compañeras y compañeros dejaron ver, en medio de las particularidades de los escenarios en los que viven y luchan, un espacio común de intereses y propuestas. Quedó clara la existencia de un hilo conductor que une estos movimientos y estas realidades. Fortalecer ese hilo conductor para generar acciones de mayor impacto es una tarea de gran importancia.

El evento mostró, y así lo hicieron ver las y los participantes, que es indispensable tender puentes de confluencia entre sectores y territorios, para promover formas de vida y de organización social y económica más acordes con una visión centrada en la equidad y la solidaridad, y en la procura del bienestar colectivo. La búsqueda de la unidad en medio de la diversidad debe caracterizar el momento actual de los procesos populares. Se debe ir estructurando, sobre la base de la práctica social y la organización, un conjunto de propuestas que permitan buscar ese bien común. Propuestas que incluyan la protección del ambiente en los territorios, la gestación de formas de economía social solidaria en las comunidades, la soberanía alimentaria, la defensa de las instituciones públicas, y el fortalecimiento del tejido social comunitario.

El encuentro del 9 de mayo mostró que debemos encontrarnos más, para generar espacios de reflexión colectiva y compartir experiencias que están surgiendo en la cotidianeidad de las comunidades y territorios, aprendiendo entre todas y todos. No es la separación y el aislamiento lo que nos ofrecerá un mejor futuro, sino la búsqueda de puntos de encuentro y confluencia.

Frente a la mezquindad y falta de imaginación de quienes ofrecen salidas que profundizan la inequidad y la injusticia, ese conglomerado de sectores, procesos y fuerzas que se desenvuelven con energía y creatividad en la base social de nuestro país está llamado a buscar salidas a la crisis actual, y a las crisis que nuestro país estaba enfrentando antes del COVID-19. Esperemos que nuevos encuentros de confluencia popular contribuyan a transitar colectivamente hacia esas metas.

Imagen ilustrativa: Encuentro de Confluencia Popular, Dominical, marzo del 2011.

Talento artístico se une en campaña “Te mando una canción” para llevar esperanza en medio del COVID-19

  • Ochenta y seis personas del mundo de la música, el teatro, la danza y de la sociedad en general, de varios países, enviaron mensajes de esperanza en una canción
  • El Banco Nacional patrocina esta campaña, como aliado para apoyar la sostenibilidad económica del gremio de artistas del país
  • Mediante esta iniciativa se recibirán donaciones y aportes para la causa

San José, 9 de mayo de 2020. 86 personas unieron su talento para crear una campaña de sensibilización llamada “Te mando una canción”, una iniciativa de la artista y productora Flor Urbina, para apoyar al sector artístico nacional, uno de los más golpeados a nivel económico por la pandemia del COVID-19. El Banco Nacional y la Fundación Kurubandé (FUNDAKUR), se unieron como aliados de esta iniciativa, que pretende apoyar la sostenibilidad económica con los recursos que se generen en la campaña, mediante un fideicomiso que se creará para apoyar a los artistas del país.

“Esta es una propuesta creativa que nos recuerda el valor de las artes en nuestro país, el talento que tenemos y al mismo tiempo, aboga por la solidaridad para el sector artístico, tan impactado por el coronavirus. Dicen que en momentos de crisis es cuando debemos poner nuestra creatividad a trabajar. Nosotros lo hemos hecho, no nos quedamos con las manos cruzadas, sino que, buscamos aliados para salir adelante y estoy segura de que lo lograremos juntos”, comentó Flor Urbina, creadora de la campaña.

 “Te mando una canción” es una campaña de esperanza, porque hoy debemos cada vez más abogar por mantener intacta la fe en que vamos a salir adelante.

“Para el Banco Nacional este proyecto representa un aporte significativo en el impulso para generar nuevas oportunidades a las personas que han visto impactados sus recursos por el COVID -19, como lo es el gremio artístico. Creemos fielmente, en el impulso al arte y a la cultura, en todo momento, pero sobre todo en este a raíz de la crisis sanitaria que ha golpeado la economía mundial. Estamos orgullosos de que el BN se convierta en ese aliado para la sostenibilidad económica con los recursos que se generen durante la iniciativa, mediante el fideicomiso titulado “Te Mando Una Canción” que beneficiará a los artistas del país” señaló Francisco Gamboa S. Director de Relaciones Institucionales del Banco Nacional.

El objetivo de la campaña es sensibilizar al público en general sobre la situación que atraviesa el sector artístico en general, para que, por medio de donación de dinero puedan colaborar a atenuar esta situación. Por esta razón, el Banco Nacional ha creado el fideicomiso que administrará los recursos recaudados por la fundación para asegurar la transparencia de la entrega de fondos.

“El aporte de la empresa pública y privada también es fundamental, por lo que se hace un llamado a las empresas para que también hagan sus aportes” señaló Urbina.

Dentro del proyecto participan voces reconocidas en Costa Rica como la de Rogelio Cisneros, Humberto Vargas, Flor Urbina, Ana Castro, Martín Valverde, José Sojo, Vanessa González, Luigi Castro, Charlene Stewart, Luis Montalberth-Smith, MADE, Jafet, Max del grupo Friguey, entre otros cantantes nacionales e internacionales. También, artistas e invitados especiales como Mauricio Astorga, Ricardo Jiménez, Yessenia Artavia, Carmen Chinchilla, Padre Mix, Victoria Fuentes y Sylvia Poll, que se sumaron a este elenco de 86 personas que envían este mensaje de solidaridad y esperanza a través de canción y videoclip, con mensajes escritos, gestos, voces y con sus personajes.

A esta iniciativa se unieron personas de diferentes lugares del mundo como Italia, Holanda, Camerún, Alemania, Colombia, India, Myanmar, Estados Unidos, Nepal, Jordania, Australia, Venezuela, España, Canadá y Centro América.

Este es un proyecto para demostrar que el arte une, por medio de una canción que trae hermandad, sentimiento de pertenencia, el recordatorio de que no estamos solos(as) y que juntos(as) saldremos adelante.

La canción estará disponible de forma totalmente gratuita en las redes sociales del Banco Nacional y en las de FUNDAKUR, desde donde se podrá reproducir incluso en versión karaoke. Cantemos juntos y enviemos todos, una melodía de esperanza a todo aquel que lo necesite. ¡Juntos saldremos adelante!

Situación de los artistas

Con la PANDEMIA del COVID-19, la humanidad entró en una etapa de angustia y desesperanza. El temor, la incertidumbre y la angustia, está presente en millones de personas.

Uno de los sectores fuertemente golpeados en todos los sentidos es el sector cultura. Los artistas en general perdieron contratos, giras, posibilidad de conciertos y presentaciones en las salas de concierto y teatros, programas de entretenimiento y actividades públicas en general que son las que les permiten generar ingresos.

Sin embargo, los artistas, sin importar su situación económica, han continuado haciendo arte, pagado o no, para entretener y llenar las casas y a las familias de diversión, reflexión, esperanza y actividades positivas para ejercitar el cuerpo, la mente y el espíritu.

“Eso somos los artistas, sin importar nuestra situación, seguimos aportando a la humanidad desde nuestra creatividad y nuestro arte”, comentó Flor Urbina.

Acciones urgentes que se pretenden paliar:

  • Alimento para artistas en situación de emergencia.
  • Apoyo económico en casos que no estén recibiendo otros tipos de ayuda y que sean de emergencia comprobada.
  • Creación de proyectos que propicien ingreso económico para artistas.

Para hacer sus aportes: El Banco Nacional pone a disposición del público las siguientes opciones para realizar aportes:

  • Cuenta: 100-01-000-222270-4
  • IBAN: CR 80 015100010012222704
  • Sinpe Móvil: 8704 8353

“Te mando una canción”, letra

Autora: Flor Urbina Uriarte / Música: Gerardo Bermúdez
Arreglo Musical: Roberto “Beto” Zúñiga

Te mando mil besos envueltos en silencio.
Besos que tantas veces pude darte, pero no
nunca había tiempo suficiente para amarte.
Te mando mis sueños en pétalos de esperanzas
mis recuerdos de furtivas alegrías en canción
que en esta cruel pesadilla hoy son mi bastión.

Te mando un corazón deseoso por besar
Te mando mil razones Para no volver atrás
Te mando una canción que nos una más y más
Hoy la vida nos da el tiempo para aprendernos a amar.
Te mando una canción desde mi casa, en un rincón
mil abrazos y mil besos que hoy tengo para vos.
Te mando una oración, te mando mi corazón
Quiero que estés conmigo como yo estaré con vos.

Te mando una propuesta para cuando amanezca
Que escribamos juntos nuevas páginas de amor
Porque cuando amanezca, quiero amanecer con vos.
Te mando una promesa con toda la certeza
No seremos quienes fuimos y el olvido no es opción.

https://youtu.be/6M67qfNdF-M

 

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