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Etiqueta: cultura

La televisión la radio y la Semana Santa, entre otras cosas

Por JLAmador

Cuando era niño, en los días de Semana Santa prácticamente desaparecía toda actividad que no fuera religiosa. Los autobuses dejaban de correr desde el Jueves Santo a medio día. Cerraban las pulperías y los restaurantes. De manera que si usted no comía en su casa se veía en verdaderas dificultades para encontrar un bocado. No había donde comprar, ningún negocio trabajaba. Algunas Iglesias tenían un comedor al lado, donde las señoras de la parroquia preparaban y vendían variadísimas viandas, y las cocineras se lucían haciendo deliciosos platillos, que por cierto se consumían después de las procesiones, sin faltar los dulces, arroz con leche, panecitos, dulce de chiverre y otros.

En las casas esos días las señoras no cocinaban formalmente, sino que previamente preparaban comidas frías y en conserva y en esa línea tenían además sardinas, atunes, encurtidos.

En el campo a los niños se les impedía jugar, ni subir a los árboles, ni hacer bulla y muchos no se bañaban el Viernes Santo, por temor a convertirse en sirenas.

Pero, así como apagaban las cocinas, también apagaban las emisoras de radio. Sólo quedaban algunas cuántas emisoras, que por lo general eran las emisoras noticiosas como Columbia, Reloj, Monumental, pasando programaciones radiales propias de Semana Santa, representaciones radiofónicas de los Evangelios y momentos culminantes de la historia de Jesús y sus Apóstoles teatralizados, el Mártir del Gólgota y todas estas historias bíblicas que siempre terminaban con un coro de gente gritando ¡Milagro Milagro!

Por supuesto que la televisión tampoco transmitía en Semana Santa. La televisión apagada totalmente.

Por aquel entonces yo era un fan de la radio y siempre estaba oyendo todo tipo de programas, como Woody Allen en “Días de radio”. En Semana Santa sintonizaba en la parte del dial donde no había emisoras locales funcionando y en ocasiones pescaba emisoras de otros países, que entraban al espectro nacional.

Por aquellos días de adolescente en mi casa había mucho rechazo hacia la música rock que era la que yo empezaba a escuchar “rupturando” el gusto y “estrideciendo” la paz familiar. Sobra decir que mi música, que sonaba a otros oídos como “tarros”, no era por aquel entonces valorada como música, ni como arte, en las altas esferas políticas de mi hogar, en resumen, no le gustaba a mi madre, y no la quería para nada. Me acuerdo que una vez iba caminando con mi radio de transistores cuando empecé a escuchar en una de esas emisoras que se colaban de no sé qué país por Semana Santa, un programa que explicaba la evolución de la música sacra. La narración empezaba desde el canto llano y quién sabe qué otras músicas, iba pasando por diferentes manifestaciones clásicas de la música religiosa y culminaba con la ópera rock Jesucristo Superestrella

No puedo describir la alegría que sentí cuando culminó aquella evolución con una ópera rock, porque eso era una valorización de la música que empezaba a descubrir, y con la que me identificaba.

Pero bueno, volvamos al tema acerca de cómo se fue dando la incursión de la televisión y de la música “profana” en la radio, durante la Semana Santa. Debo decir que la incursión de la televisión y la radio, y su tránsito hacia temas profanos en Semana Santa, fue así como de puntillas y con argumentos de que lo hacían por razones religiosas y para llenar las necesidades espirituales del “culto público”. ¿Y cómo no? Quién iba a pensar otra cosa. Casualmente recuerdo que una vez Teletica anunció que: 

“Este Viernes Santo, Teletica uniéndose al fervor religioso del pueblo costarricense, programará, – oiga usted- Las Sandalias del Pescador”. Una película que posiblemente todavía la esté pasando y que trata sobre la historia de un Papa. Y así fue como con este pretexto y con esta estrategia, esta emisora empezó a abrir la programación en Semana Santa, iniciando claro está, con temas religiosos.

Y es que hay que admitir que Teletica fue en el pasado una emisora terriblemente moralista y santulona, y no fue sino en los últimos tiempos que capituló con rumbo a las Narconovelas y otros temas más mundanos y escabrosos, pero también más redituables.

Un recorrido parecido tuvo la radio.

Recuerdo que radio Juvenil, que era la emisora de la música rock, también apagaba en Semana Santa. No obstante, en su momento, también empezó, incursionando de puntillas, programando, ¿qué creen?, un especial de Jesucristo Superestrella.

Pero igual ocurrió con otras empresas y establecimientos comerciales. Y un día de tantos, para servir a la comunidad religiosa, y esto y el otro, Pizza Hut decidió abrir solo por un rato, nada más, para ofrecer comidas para las personas que así lo requieran. Y de este modo como de puntillas, poco a poco, empezaron también las empresas y el comercio a abrirse paso hasta llegar al día de hoy, en que usted no se da cuenta que se está viviendo una Semana, que alguna vez fue de tanta trascendencia como aquellas que le estoy contando, y que los abuelos saben y recuerdan.

Hoy, en cambio, si usted se descuida, no se da cuenta que se está viviendo una semana de tanta trascendencia. Alguna vez leí las palabras de un Pastor, pero pudo haber sido también un antropólogo, que se refería a la importancia de que no todos los días sean iguales. Indicaba que es importante que haya momentos en el año, y en la vida, que sean distintos. Días que tengan un grado distinto de significado, para que el tiempo no sea idéntico, es decir, para que no sea homogéneo.

A lo largo del año el tiempo debe tener hitos, de lo contrario es como andar una carretera asfaltada donde todos los trechos son idénticos. Es lo que pasa cuando se han borrado todo día de celebración cívica o religiosa. Cuando todo resquicio de “tiempo sagrado”, es sustituido por el “tiempo profano”.

Esto lo he entendido mejor en los últimos años, estudiando la función de los ritos y el tiempo cíclico, a propósito, por cierto, de la tradicional fiesta boruca de los Diablitos. Y estudiando el eterno retorno y el sentido del tiempo sagrado en las fiestas rituales de los pueblos antiguos. Estas fiestas siempre fueron una manera de marcar el tiempo, de poner hitos y de darle sentido al tiempo y a la vida, para que no perdiera su circularidad antigua, quizá de origen agrario. Pero la mercantilización del tiempo, que incluso se vende como tiempo de trabajo, nos ha traído este tiempo homogéneo, idéntico, insaboro e incoloro, dónde lo mismo da Chana que Juana y viene a ser lo mismo un lunes de oferta que un Domingo de Pascua.

Escrito a vuela pluma un Viernes Santo de cuarentena por José Luis Amador, antropólogo.

10 abril 2020

A las personas que dirigen el fútbol de Costa Rica

José Meléndez*

Parece mentira que les cueste tanto entender que, en las actuales circunstancias de emergencia humanitaria mundial por la pandemia del Covid—19 y en un momento clave en Costa Rica en el comportamiento del coronavirus, ustedes le sigan quitando tiempo a las autoridades costarricenses en el empobrecido debate sobre reanudar o no los campeonatos nacionales de fútbol.

El ministro de Salud de Costa Rica, don Daniel Salas, está muy ocupado en cuestiones de verdadera importancia nacional como para que ustedes salgan con sus ocurrencias. Si están suspendidos los cursos en educación primaria, secundaria y universitaria, y si están suspendidas, postergadas o cerradas—total o parcialmente—las actividades de las instituciones públicas y de la iniciativa privada—comercio, educación, turismo, finanzas, gastronomía, transporte, industrias y muchos importantísimos etcéteras—por favor NO NOS VENGAN a incomodar con que ya están pensando en reanudar los torneos (que, por cierto, son de muy baja o pobre calidad).

El desempleo golpeará con fuerza en todos esos rubros de la economía nacional. ¿Desempleo en el fútbol? Sin duda, pero ahora se verá con mayor crudeza que el hoyo en las relaciones de los clubes de fútbol con la Caja Costarricense de Seguro Social es muy profundo. Los jugadores son trabajadores y merecen el mismo respeto.

Todos somos iguales ante la ley, pero es evidente que muchos debieron reclamar a tiempo para aclarar y definir con seriedad su nexo laboral con sus patronos. Como trabajadores, los futbolistas deben hacer valer su derecho a la salud y advertir que reanudar los campeonatos pondría en riesgo su salud por el contacto con otras personas (otros jugadores) que, sin saberlo, son portadoras de la enfermedad.

La realidad también está demostrando que el fútbol debe pasar, ya y en el futuro inmediato, a un segundo o tercer plano en los asuntos de discusión nacional. No nos molesten con cuestiones intrascendentes. (No puede ser que, en algunos medios de prensa, dentro y fuera de Costa Rica, sea más importante el color del vestido de la esposa de un jugador famoso en el exterior que la lucha de los biomédicos, también dentro y fuera de Costa Rica, para derrotar una enfermedad. El desastre de infraestructura en algunas escuelas y colegios es un asunto que parece un cometa que aparece cada 75 años. Y esto no es de ahora por el Covid—19: es una práctica de hace muchos años y con énfasis variable).

Hoy a una mayoría de costarricenses solo nos interesa estar al tanto de las instrucciones de las personas especializadas en atacar la enfermedad por diversos flancos. Los VERDADEROS HÉROES son todas las personas (desde el policía en un barrio y el custodio en un hospital y el personal de socorro en Bomberos y Cruz Roja hasta la enfermera y el enfermero, el médico y la médica, y el personal científico y administrativo en instituciones de salud) que están en la primera línea de batalla en contra de la enfermedad. A esas personas son a las que hay que apoyar sin ninguna clase de distracción estúpida e incoherente como la de pensar en reanudar los torneos de futbol. A esas personas hay que expresarles toda la solidaridad y el aplauso, pero hoy más que ayer y mañana más que hoy.

Los verdaderos héroes NO SON un poco de personas que, también es cierto, se creen ídolos intocables, son unos engreídos y juegan de poderosos, porque tienen alguna esporádica actuación más o menos destacable en un estadio de fútbol.

¿Es bonito el fútbol? Por supuesto, me encanta y soy saprissista empedernido. Pero entendamos una cosa. En algún momento escuché decir que los cinco cargos más importantes en Costa Rica son, -en el orden que se quiera-, el de Presidente de la República, director técnico de la Selección Nacional, Presidente de la Asamblea Legislativa, Ministro de Seguridad Pública y Arzobispo de San José. Se le pueden quitar uno u otro, pero el de entrenador de la Selección Nacional parecía esencial.

Pues NO. Los cinco cargos más importantes siempre debieron ser, sin importar el nombre y el sexo de la persona en turno en ese puesto, los de las presidencias de la República y la Asamblea Legislativa, pero en ese rango ya deben instalarse las jerarquías del Ministerio de Salud y Caja Costarricense de Seguro Social y, sin la menor duda, todo el cuerpo médico y personal de salud e investigadores biomédicos y disciplinas afines.

Así que, por favor, la dirigencia del fútbol de Costa Rica tiene que entender que es preferible que adopten una actitud seria y dejen de molestar. Más de una abuela les hubiera reubicado con un manotazo o un pantuflazo para que, como ellas decían, “se porte con fundamento”.

No estoy interesado en caer bien o caer mal. Es mi criterio que expongo con total libertad.

*Periodista.

Imagen: UCR

La UCR es pionera en el estudio y fortalecimiento de las lenguas indígenas de Costa Rica

Un concepto de investigación sobre lengua y cultura indígenas prioriza el trabajo con las comunidades y para las comunidades

Las enciclopedias se han elaborado en el marco de varios proyectos de investigación y tratan sobre temas cotidianos de las comunidades indígenas. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.

Desde hace siete años, la Escuela de Filología, Lingüística y Literatura, de la Universidad de Costa Rica (UCR), investiga en las comunidades indígenas del país bajo un nuevo paradigma. Además, desarrolla trabajos de acción social directamente con tales poblaciones y los resultados que se obtienen regresan a estas personas para su beneficio.

Lo anterior se ha logrado gracias a la trayectoria de dicha escuela, la cual durante más de medio siglo se ha dedicado, de manera pionera, al estudio de las lenguas autóctonas costarricenses.

Ese recorrido es la base del surgimiento reciente de nuevos proyectos, que se gestan desde la misma comunidad indígena y tienen como objetivo la documentación lingüística-etnográfica. Esto significa documentar aspectos de una cultura en su propio idioma, normalmente a solicitud de las mismas poblaciones indígenas.

“Nosotros ahora tenemos una perspectiva nueva, otra forma de pensar cómo se desarrolla el trabajo con las comunidades y para qué se documenta una lengua y una cultura (que es para el mismo provecho de las comunidades)”, dijo Carlos Sánchez Avendaño, investigador y coordinador de dos proyectos de acción social sobre esta temática.

Tales iniciativas son un trabajo comunal universitario (TCU), donde participan estudiantes de diferentes carreras, y un proyecto de extensión docente. Ambas tienen el fin de documentar y elaborar recursos didácticos para las comunidades, materiales que —basados en la investigación científica— contribuyan al fortalecimiento de la lengua y la cultura indígenas.

Larga tradición

El estadounidense Jack Wilson creó el Departamento de Lingüística de la UCR. Con su aporte y el de reconocidos lingüistas como Adolfo Constenla Umaña y Enrique Margery Peña, entre otros, se inició el estudio sistemático de las lenguas indígenas de Costa Rica.

Para Sánchez, la labor de estos académicos ha sido crucial y es la base de todas las investigaciones que en adelante se efectuaron.

Integrantes del equipo de documentación de la lengua y la cultura maleku muestran algunos de los objetos que se fabricaron para crear la Enciclopedia de las cosas. Foto: cortesía de Carlos Sánchez.

Uno de los grandes resultados de los primeros trabajos fue la descripción de los idiomas indígenas, tarea que en su momento partió prácticamente de cero. Según relató Sánchez, luego de esta generación de investigadores, vino otra compuesta por lingüistas como Carla Jara Murillo (quien es especialista en bribri), Mario Portilla Chaves y, recientemente, Haakon Stensrud Krohn.

Nuevo paradigma

La UCR se ha aproximado a las comunidades indígenas para realizar diversas iniciativas de trabajo conjunto, que permitan generar diferentes productos en sus lenguas autóctonas y, a la vez, fortalezcan su cultura.

“Se trata de hacer un trabajo de colaboración entre la Universidad y miembros de las comunidades, esa labor tiene que ver con las lenguas indígenas, hacer algo con ellas y, paralelamente, con aspectos de la cultura relacionados siempre con las lenguas. Entonces, son trabajos de colaboración de base comunitaria”, explicó Sánchez.

El cambio de paradigma consiste precisamente en el intercambio de conocimiento que se propicia en el proceso de investigación, en el que se parte de los intereses de las poblaciones y no de la persona que investiga. Asimismo, la participación de las comunidades es clave para alcanzar los objetivos deseados.

Por esto, se han conformado grupos de indígenas en los distintos territorios del país y se trabaja con ellos. El resultado es que estas personas son coautoras de los productos efectuados y, además, los materiales se escriben en la lengua respectiva. De acuerdo con Sánchez, han recibido solicitudes de las comunidades maleku, bribri, brunca, cabécar, brorán, térraba y ngäbe.

Materiales y actividades

Sánchez explicó que uno de los recursos más fuertes en los que se ha trabajado en los últimos años es en la creación de diccionarios temáticos y enciclopedias etnográficas.

Ya se han elaborado cinco de la lengua maleku, cinco de bribri, tres de brorán y una de brunca.

El investigador Carlos Sánchez Avendaño, de la Escuela de Filología, Lingüística y Literatura de la UCR, coordina los proyectos sobre lengua y cultura indígenas. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.

Las temáticas de las primeras cuatro fueron similares: el cuerpo humano, los animales, así como la agricultura y la gastronomía tradicionales. Luego, en idioma bribri, se expuso sobre la casa tradicional y, en maleku, se desarrolló el tema de los productos fabricados por sus comunidades. En cabécar, se abordó el sistema de clanes y, con los bruncas, se efectúa una enciclopedia sobre la producción de textil y el teñido.

Para construir cada uno de estos recursos didácticos, la comunidad conforma un grupo de personas, de acuerdo con cada tema, y se reúne con estudiantes e investigadores de diferentes disciplinas, tales como lingüistas y diseñadores.

El mismo proceso ocurre para crear otros materiales visuales que son parte del “paisaje lingüístico”. Entre estos se encuentran las impresiones en gran formato (lonas), de 1.50 metros por 1.55 metros, las cuales usualmente explican los mismos temas de las enciclopedias u otros tópicos específicos, pero de una forma más resumida.

Las lonas, por ejemplo, tratan sobre el cuerpo humano, animales, alimentación, casa, familia, clanes, entre otros, y son colocadas en las paredes del aula, por citar un lugar. Todos estos materiales impresos, además de los digitales, son donados por la UCR a las poblaciones indígenas.

Asimismo, se ha aprovechado la participación de estudiantes de la carrera de Informática para hacer la versión digital de las enciclopedias y diccionarios, así como para construir aplicaciones móviles y juegos que los jóvenes indígenas pueden utilizar en sus teléfonos. Igualmente, se llevan a cabo presentaciones artísticas en las comunidades, gracias a la colaboración de alumnos de Artes Dramáticas.

En las escuelas indígenas se imparten cinco lecciones por semana sobre la cultura y lengua autóctona correspondiente, que forman parte del currículo del Ministerio de Educación Pública (MEP). Sin embargo, Sánchez considera que estas clases no son suficientes para lograr una revitalización de los idiomas indígenas.

“Los recursos didácticos sirven para apoyar procesos de enseñanza, de aprendizaje de las lenguas y las culturas, para atraer a las nuevas generaciones y hacerles ver que su lengua y su cultura pertenecen al presente y participan de las nuevas tecnologías, como cualquier idioma de prestigio. Sirven también para fortalecer la seguridad, la identidad y para vincularse de una forma distinta con esa identidad y con su legado, el legado de sus ancestros”, manifestó el investigador.

Un caso de éxito

Para lograr un mayor impacto de los materiales didácticos se requiere que los educadores de lengua indígena puedan hacer una buena mediación pedagógica y utilizar esos recursos. A criterio del investigador Carlos Sánchez Avendaño, de la Escuela de Filología, Lingüística y Literatura, de la Universidad de Costa Rica (UCR), esto constituye un enorme reto, ya que los docentes no han recibido la formación adecuada.

No obstante, el académico mencionó un caso en el que se han obtenido muy buenos resultados. Se trata del maestro de cultura Leonardo Porras Cabrera, quien ha logrado utilizar dichos materiales para la revitalización del brorán.

Porras trabaja en Bijagual, una comunidad del territorio Térraba, donde este idioma no se habla desde hace muchos años. Incluso la niñez ni siquiera tenía conciencia del vínculo con la lengua y la cultura. No obstante, con su empeño e impulso del conocimiento del brorán, Porras ha conseguido que los escolares empiecen a decir algunas palabras en este idioma.

“Entonces ahí uno sí podría hablar de revitalización, porque no es solo interés, sino que ya dicen palabras. Después de que la lengua tenía no sé cuántos años de no escucharse en la comunidad, ahora se escucha. Obviamente de forma fragmentaria, no es que tengan una conversación en esta lengua, pero el brorán empieza a estar más presente otra vez. Entonces eso sí es revitalización”, finalizó Sánchez.

 

Nidia Burgos Quirós

Periodista, Oficina de Divulgación e Información

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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La Orquesta Sinfónica de la UCR obtuvo el Premio Nacional de Música en Ejecución

El Ministerio de Cultura y Juventud reconoció a la agrupación por su destacada labor en la temporada 2019

La Orquesta cerró la celebración de su aniversario número diez con el Premio Nacional de Cultura. Foto: Anel Kenjekeeva.

Después de un 2019 donde celebraron su décimo aniversario de fundación, la Orquesta Sinfónica de la UCR (OSUCR) también fue galardonada en los Premios Nacionales de Cultura.

La agrupación resultó ganadora en la categoría de Ejecución de los Premios Nacionales de Música Carlos Enrique Vargas.

El Ministerio de Cultura y Juventud reconoció a la OSUCR por su destacada labor en la Temporada 2019, cuyo repertorio de compositores contemporáneos costarricenses permite aquilatar el valor intrínseco de nuestros jóvenes talentos, de la proyección universitaria hacia la comunidad nacional, así como del acervo musical nacional, en el marco de la primera década de consolidación de una de las agrupaciones orquestales más importantes del país en la actualidad.

Los jueces encargados de tomar esta decisión fueron Tanya Cordero Cajiao, representante de la Universidad de Costa Rica; Mario Alberto Marín González, como representante de las Asociaciones Culturales; y Rubén Oscher Goldfard, representando al Centro Nacional de la Música.

Para Alejandro Gutiérrez, director de la OSUCR, fue muy lindo recibir la noticia. Principalmente porque es muy enriquecedor conocer que todo el arduo trabajo realizado está dándole forma al proyecto. Gutiérrez afirmó que este gane no es solo de la orquesta, sino que también de la comunidad universitaria, autoridades universitarias y de todas las personas detrás de bambalinas como el equipo de producción, equipo de comunicación y los asistentes.

Este reconocimiento es un «refrescar». Es como inyectarnos una energía renovada que nos da la seguridad de que las cosas se vienen haciendo bien.

Alejandro Gutiérrez

Una de las claves del éxito de la OSUCR es que han apostado por los compositores costarricenses de todas las diferentes generaciones. No solamente los tradicionales ni solamente los nuevos. Además, han abierto espacio a los solistas costarricenses. De la misma manera, los coros de la UCR se han reactivado con el amplio repertorio orquestal que se ha ido generando.

Temporada 2020

La OSUCR siempre trata de tener una temporada balanceada, donde haya un pico alto de actividades. Continuando con esa misma línea, la temporada del año 2020 va a contar con compositores y solistas nacionales. Además de algunas sorpresas muy interesantes.

El 19 de marzo en el Aula Magna se realizará el primer concierto de la temporada, donde se hará el estreno oficial de la pieza «Danzas de pasión y desdén» del compositor costarricense Andrés Soto, en conjunto con solistas costarricenses y de la Escuela de Artes Musicales. Asimismo, el cuarteto Trombones de Costa Rica ejecutará una obra de Vinicio Meza.

Además, se presentará el arreglo para dos trompetas de la pieza «Fantasía sobre Carmen» de Bizet, que interpretarán los músicos Juan Carlos Meza y Luis Miguel Araya. Para finalizar, se tocará una obra del famoso compositor John Williams, conocido por ser el creador de la música de Star Wars. Este montaje contará con la participación de Ricardo Chaves y está escrito para saxofón y orquesta.

En el mes de abril regresarán los tan queridos Conciertos de Tío Ale, una iniciativa muy bien recibida por los niños, las niñas y las familias costarricenses. Por su parte, en mayo se realizará el concierto de Solistas Universitarios.

En el mes de junio, llegará uno de los grande proyectos, se trata del montaje de la Sinfonía n.º 2 de Gustav Mahler, la cual “es una obra que requerirá de una fuerza instrumental y coral fuera de lo común”. Ante esto, la OSUCR se unirá con la Orquesta Sinfónica de la Escuela de Artes Musicales. Además, contará con la participación de cuatro coros: el Coro de Artes Musicales, el Coro Universitario, UCR Coral y el Coro de la Universidad Nacional.

Será un concierto en el que participarán aproximadamente unas 300 personas en el proceso de montaje.

Ya que ningún teatro tiene esa capacidad, este es un evento pensado para las grandes catedrales del área metropolitana. La Catedral Metropolitana de San José y la Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles en Cartago están confirmadas por el momento.

Asimismo, otro de los eventos importantes es el estreno mundial de la ópera de Carlos Castro, El Túnel. En esta obra, la OSUCR será la encargada de la parte musical.

Para el director de la OSUCR, el premio es una gran motivación para mantener el nivel que la agrupación viene mostrando y trabajar con mucho más entusiasmo en todos los proyectos que se llevarán a cabo durante este año.

La OSUCR dará un nuevo concierto el 19 de marzo en el Aula Magna. Este será el primer montaje de la temporada, un espectáculo cargado de música. Foto tomada del Facebook de la OSUCR.

 

Daniel Córdoba Rojas

Asistente de Prensa, Oficina de Divulgación e Información

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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UCR Presente: El maíz criollo resiste gracias al esfuerzo de los campesinos

Un total de 32 productores y productoras de maíces criollos de la Región Chorotega asistieron al Encuentro sobre Maíz Criollo, donde compartieron sus conocimientos e intercambiaron semillas de las diferentes variedades. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.

De la mano de los pequeños agricultores y agricultoras, la UCR, UNA y TEC efectúan una sinergia para conservar el maíz criollo costarricense

El maíz tiene más de 5 600 años de existir en el territorio costarricense. Su cultivo y usos se remontan a la época prehispánica; desde entonces, forma parte esencial de la tradición alimentaria de los pueblos. En la actualidad, este cultivo ancestral se encuentra amenazado por las reglas del libre comercio y, para salvaguardarlo, la academia y los campesinos unen sus conocimientos.

Con el objetivo de intercambiar saberes entre agricultores, técnicos y académicos, se realizó el Encuentro sobre Maíz Criollo en Nicoya, los días 22 y 23 de noviembre. Allí se presentaron los resultados de las investigaciones desarrolladas por la UCR, la UNA y el TEC. Además, se impartieron charlas para reflexionar sobre la situación actual que enfrenta este cultivo y se expusieron alternativas para fomentar su comercialización y rescatar su consumo.

La actividad fue organizada en el marco del proyecto FEES-Conare “Diversidad, valor nutricional y conservación del maíz criollo costarricense” y el proyecto del CITA-UCR “Fomento del consumo del maíz pujagua cultivado en Guanacaste, un alimento ancestral de alto valor nutricional, y estudio de sus usos tradicionales” y contó con el apoyo del Doctorado de Estudios de la Sociedad y la Cultura de la UCR.

A través de estos proyectos, los científicos de las universidades estatales han asumido el compromiso de contribuir con la conservación de las diferentes variedades de maíz criollo: el maíz amarillo (yema de huevo), el maíz blanco (maicena) y los maíces morados (pujagua y pujagua Congo), mediante la investigación de la diversidad genética y la conservación de semillas, así como el estudio de su valor nutritivo y usos tradicionales.

Con la utilización de marcadores moleculares, la investigadora Griselda Arrieta Espinoza del CIBCM confirmó que el maíz criollo costarricense de las regiones Chorotega y Brunca goza de un alto grado de diversidad genética. Esto demuestra que los agricultores han sabido mantener la calidad de su semilla a lo largo del tiempo. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.

«Comer es un acto político»

Como parte del encuentro, en la Casa de la Cultura de Nicoya se realizó el conversatorio “Importancia de los maíces criollos”. Allí, el decano de la Facultad de Ciencias Agroalimentarias de la UCR, el Dr. Luis Felipe Arauz, subrayó que “comer es un acto político”, al citar las palabras de Ligia Salazar. Además, señaló cómo las reglas del libre comercio han afectado la producción local del maíz, ya que lo que importa a nivel mundial es producir barato en favor de los intereses comerciales. Frente a esta problemática, destacó que uno de los aportes del Gobierno fue dictar en el 2014 el Decreto del Maíz Criollo como patrimonio cultural costarricense.

Por su parte, el Ing. Nebio Bonilla, fitomejorador del INTA, aseguró que el maíz es la primera víctima del proceso de globalización y de mercados internacionales de precios que afectan también a otros granos básicos como los frijoles y el arroz. “La firma de tratados internacionales han dejado descubiertos a los productores, entonces los precios los golpean mucho”, recalcó.

La investigadora del CITA-UCR, Ana Mercedes Pérez, ha investigado las propiedades del maíz criollo, especialmente el pujagua rosado y el yujagua congo. Se demostró que estos tienen un alto valor nutricional, son ricos en compuestos fenólicos, polifenoles y antocianinas, los cuales son beneficiosos para la salud. Además, son excelentes fuentes de fibra y tienen una alta concentración de proteína. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.

El funcionario indicó que frente a las reglas del libre mercado, las opciones son bajar costos y aumentar rendimientos para que la agroindustria pueda acercarse a los precios del productor o diversificar el cultivo y darle un valor agregado, tal como se está empezando a hacer en Nicoya. Para que los agricultores puedan seguir viviendo de este cultivo y hacer un negocio con este producto, se requiere organización y encadenamientos desde la producción hasta el consumo, asegura Bonilla.

El Dr. Arauz también señaló como una oportunidad, el registro voluntario que se establece en el proyecto de Ley de Semillas que aún no se ha aprobado en la Asamblea Legislativa. Arauz sostiene que al tener, en un registro, las semillas criollas como variedades conocidas, nadie podría reclamar derechos de obtentor sobre esas variedades. Desde su perspectiva, eso es una protección para los campesinos.

 Mercado del maíz en Costa Rica

El 95 % del maíz que se consume en el país es maíz amarillo, el cual se utiliza principalmente para la alimentación de aves, y el 5 % es maíz blanco. Del grano amarillo, se importan entre 800 mil y 850 mil toneladas anuales, mientras que del blanco cada año se importan aproximadamente 38 mil toneladas. La mayor parte de las importaciones (99.9 % del amarillo y 75 % del blanco) provienen de los Estados Unidos; en segundo lugar, se le compra a México o Guatemala.

Estos granos, producidos con subsidios, entran a Costa Rica con un 1 % de arancel y a partir del 1.º de enero del 2020 entrarán totalmente sin impuestos, por lo cual los precios son muy inferiores y convenientes para la industria en comparación con el maíz que se produce localmente. El precio que los productores costarricenses solicitan duplica, prácticamente, el del maíz importado y esto dificulta su venta.

Precio del maíz nacional: ¢12 000 por quintal (aprox.).

Precio internacional (puesto en bodega): maíz amarillo ¢6 500 por quintal (aprox.); maíz blanco ¢7 000 por quintal (aprox.).

El cultivo de maíz en Costa Rica se concentra en tres regiones: Chorotega, Huetar Norte y Brunca. La producción ha disminuido cada año debido a dos razones de peso: presión del mercado y aspectos climáticos que han golpeado al país. Desde el 2016, ha caído desde 2.80 toneladas por hectárea hasta 1.57 en el último ciclo agrícola del 2019.

  Fuente: Ing. José Valerín, gerente del Programa de Granos Básicos del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).

Salvaguardar la tradición alimentaria

La emprendedora de la marca de maíz pujagua Curubanda, Ligia Salazar, ha visto una oportunidad de encadenamiento al crear productos a partir de maíz Pujagua, como chips y premezcla para waffles, que permiten poner a disposición de los consumidores este alimento rico en nutrientes. “Estos son productos muy alimenticios, que podemos sembrar en Costa Rica, pero ¿cómo hacemos para darles ese valor agregado e ir más allá?, poniéndolo en un empaque atractivo y con etiquetas”.

Para el nutricionista y máster en antropología, Romano González, es necesario hablar de soberanía y seguridad alimentaria si queremos conservar la tradición alimentaria del maíz. Esta tradición le ha permitido a Nicoya ser una de las zonas azules del mundo y es importante mantenerla viva para proteger a las nuevas generaciones del cambio cultural y alimentario, que afecta radicalmente a las personas.

Otro aspecto clave, mencionado en este encuentro, para conservar los maíces criollos es seguir investigando y hacer el mejoramiento de cultivos de la mano con los agricultores, para brindarles características que sean de valor para ellos. Hay que conocer y caracterizar los materiales (maíces criollos), pero lo más importante es utilizarlos y conservar así el material, tal como ellos —los campesinos— lo utilizan, indicó Bonilla.

 

Katzy O`neal Coto

Periodista, Oficina de Divulgación e Información

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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La cultura de sostenibilidad ambiental se fortalece en la UCR

  • Cuarta edición del Galardón Ambiental

  • La Universidad de Costa Rica otorgó el reconocimiento Galardón Ambiental a las instancias que demostraron su compromiso con el ambiente entre el 2018 y el 2019

En el Programa de Residencias Estudiantiles, 435 estudiantes de la Sede Rodrigo Facio aprenden buenas prácticas y las incorporan en su vida diaria en la Universidad y en sus hogares, explicó Sandra Masis, directora del Programa de Residencias Estudiantiles. Asimismo, las residencias de Limón, Pacífico y Guanacaste se han sumado al Galardón Ambiental. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.

Con un extraordinario crecimiento de un 400% en la participación, el Galardón Ambiental de la Universidad de Costa Rica (UCR) llegó a su cuarta edición demostrando que es posible crear una cultura que transforme el quehacer universitario hacia una mayor sostenibilidad ambiental.

Desde su primera edición, esta iniciativa de la Vicerrectoría de Administración (VRA) y la Unidad de Gestión Ambiental (UGA), se propuso cambiar la visión y las prácticas de la comunidad universitaria, iniciando con una pequeña cantidad de unidades, de las cuales, 14 lograron los primeros galardones.

Este año, un total 57 unidades recibieron el reconocimiento, durante la ceremonia realizada el 19 de setiembre en el Auditorio de la Facultad de Derecho. Entre ellas se cuentan unidades académicas, oficinas administrativas, centros e institutos de investigación, fincas experimentales, asociaciones de estudiantes, sedes, recintos, bibliotecas y laboratorios, entre otros.

Para lograr el Galardón cada instancia, con sus particularidades, debió demostrar las buenas prácticas ambientales que se han implementado durante el 2018 y 2919 en sus labores y espacios de trabajo en nueve áreas de la gestión ambiental, a saber: gestión administrativa, gestión de insumos, gestión de residuos, agua, aire, energía, educación, movilidad y compensación.

El Galardón Ambiental UCR, como proceso voluntario, fomenta la cohesión de la comunidad universitaria a través de objetivos comunes que buscan un equilibrio de las actividades humanas con la naturaleza.

De los galardonados

En esta cuarta edición, las sedes regionales de Guanacaste, Caribe, Atlántico y Pacífico demostraron una vez más su liderazgo en materia ambiental tanto dentro de la Universidad como en sus comunidades de influencia. Además, por primera vez se integró al proceso el Recinto de Golfito, fortaleciendo su transición hacia consolidarse como la nueva Sede Regional Brunca.

Igualmente, destaca el compromiso de las instancias que han participado de forma consecutiva de las cuatro ediciones: Sede del Atlántico, el Recinto de Grecia, el Instituto Clodomiro Picado, la Escuela de Geografía y las Residencias Estudiantiles de la Sede Rodrigo Facio y la Estación Experimental Agrícola Fabio Baudrit Moreno, que además, ha desarrollado amplia experiencia en la categoría de Fincas Experimentales.

Entre los nuevos galardonados destaca la Sede Interuniversitaria de Alajuela que logró conjuntar los esfuerzos de las cuatro universidades públicas, UCR, UNA, TEC y UNED a través de su compromiso con esta iniciativa impulsada desde la UCR.

Además se premió con una distinción azul en el color de la estatuilla a las 11 unidades que alcanzaron el segundo nivel de Indicadores Básicos de Gestión Ambiental, logrando evidenciar los esfuerzos para monitorear, evaluar y comunicar sus acciones lo que les permite establecer metas puntuales y generar estadísticas para la oportuna gestión administrativa de la Universidad.

Por su decidido impulso a este proyecto, el Dr. Carlos Araya Leandro, vicerrector de Administración, recibió una estatuilla simbólica de Galardón Ambiental de manos de la coordinadora de la Unidad de Gestión Ambiental (UGA), la Licda. Emilia Martén Araya. Foto: Anel Kenjekeeva.

De la política a la práctica

El vicerrector de Administración, M.Sc. Carlos Araya Leandro destacó que a cuatro años de la primera edición se puede ver el mayor número de unidades involucradas y un importante aumento en la cantidad de personas impactadas por el desarrollo de buenas prácticas ambientales, que llegó a 3.521 miembros de la comunidad universitaria.

El acto de premiación contó con presencia de miembros de las comisiones ambientales de todas las unidades participantes, así como autoridades universitarias y estudiantes que forman parte de este esfuerzo que, desde el año 2015, viene desarrollándose en la Universidad de Costa Rica para poner en acción las políticas institucionales en materia de sostenibilidad ambiental.

El Dr. Rodrigo Carboni Méndez, miembro del Consejo Universitario, destacó cómo este proceso ha logrado materializar la políticas institucionales en favor del ambiente “para mi este es un excelente ejemplo de una normativa que existe en la Universidad que funciona de una forma sobresaliente debido a que existe la consciencia en las personas, realmente hay una identificación, esto constituye realmente una forma de vida y no una carga adicional”.

En esta edición también se reconoció el esfuerzo de 30 unidades que se encuentran participando dentro de un plan piloto de adecuado manejo de residuos orgánicos, con el acompañamiento de la UGA. En el Recinto de Grecia, el funcionario Rodrígo Rodríguez, mostró los resultados de este proyecto. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.

Por su parte, la Licda. Emilia Martén, coordinadora de la Unidad de Gestión Ambiental (UGA), también recalcó la existencia de una consciencia emergente en la comunidad universitaria que los lleva a reflexionar más sobre su impacto en el ambiente y tener mejores prácticas. Así mismo, destacó el valor de aquellos funcionarios y funcionarias que han demostrado que es posible realizar sus funciones bajo principios de sostenibilidad.

Para el nuevo quinquenio, ya la Unidad de Gestion Ambiental (UGA) proyecta nuevas políticas ambientales, que elevó al Consejo Universitario. Su objetivo es fortalecer la sostenibilidad institucional y llevar a la Universidad hacia la descarbonización con el apoyo de todas las personas que conforman la comunidad universitaria y hacen posible el cambio de cultura ambiental.

 

Katzy O`neal Coto

Periodista, Oficina de Divulgación e Información

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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Casa de la Cultura de la Unión: Gran Bailongo

La Casa de la Cultura de la Unión organiza una actividad musical y bailable para recaudar fondos. Según la página Sicultura «…Desde el 2016, la Casa fue reactivada como un espacio que brinda oportunidades de aprendizaje y de desarrollo artístico-cultural para los habitantes del cantón de La Unión mediante talleres y presentaciones artísticas para distintos públicos«.

La información indica que, entre otras actividades, en este espacio cultural hay presentaciones artísticas, exposiciones de artes plásticas, festivales culturales, ensayos de danza y teatro, artes manuales, reuniones de agrupaciones.

 

Afiche compartido con SURCOS por Marco Palma Leiva.

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¿Por qué invertir en cultura?

Un video publicado por la Universidad de Costa Rica explica la importancia del arte y la cultura. Personas destacadas de este importante sector de la vida nacional hacen una transparente exposición de esta energía opuesta al oscurantismo. El video de la UCR fue compartido con SURCOS por el rector de la UNA, Alberto Salom Echeverría.

https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=1981529271885597&id=117902468248296#_=_

 

 

*Imagen tomada de la página oficial de la UCR.

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UCR: Existencia de espacios culturales y al aire libre fomentan la necesaria recreación

La UCR promueve la salud mental por medio de la recreación educativa y artística y de espacios para actividades al aire libre

La UCR promueve la recreación por medio de diferentes espacios abiertos y cerrados donde las personas pueden utilizar su tiempo libre, como el palimpsesto, ubicado en la Ciudad Universitaria Rodrigo Facio (foto Karla Richmond).

El papel de la recreación en el equilibrio mental del ser humano es innegable. De acuerdo con estudios científicos, las actividades al aire libre, el arte y la cultura, y en general, un adecuado aprovechamiento del tiempo libre, proveen grandes beneficios a la salud mental.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que “la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. Entre tanto, la Política Nacional de Salud Mental define esta como un “proceso de bienestar y desempeño personal y colectivo caracterizado por la autorrealización, la autoestima, la autonomía, la capacidad para responder a las demandas de la vida y disfrutar de la vida en armonía con el ambiente”.

Según la especialista de la Universidad de Costa Rica (UCR), Carmen Salazar Herrera, la recreación es un concepto muy amplio, se refiere a las actividades que las personas realizan en su tiempo libre, las selecciona de manera voluntaria, las disfruta y conducen al desarrollo integral de las personas.

“El término recreación se entiende como un conjunto de actividades agradables, lúdicas y que producen gozo, alegría y placer. Estas actividades promueven el desarrollo integral, por los beneficios que los individuos obtienen para mejorar su calidad de vida y por la autorrealización que logran”, expresó la académica de la Escuela de Educación Física y Deporte de la UCR.

Para Salazar, durante mucho tiempo se ha resumido la salud solo como salud física, pero esta tiene dos componentes: la parte física y la parte mental. Sin embargo, “la salud mental ha estado relegada y se le desvaloriza.”

“En Costa Rica la gente se recrea mucho, pero no lo sabe y tampoco le da importancia. La gente desconoce los beneficios que obtiene al recrearse. Me parece que los ‘intuye’, pero no los analiza y, por lo tanto, no los interioriza ni valora”, argumentó.

La recreación puede ser artística, social, intelectual, al aire libre, física, educativa, espiritual y mediante el voluntariado, entre otras.

La recreación se refiere a las actividades que las personas realizan en su tiempo libre, las selecciona de manera voluntaria, las disfruta y conducen a su desarrollo integral (foto: Laura Rodríguez).

Los beneficios de la recreación sobre la salud mental de las personas son variados, desde mejorar la autoestima, la autoconfianza y la memoria, hasta una mayor estabilidad emocional, un mejor funcionamiento intelectual y mayor independencia. Asimismo, participar en espacios recreativos contribuye a prevenir enfermedades y demencias, como el Alzheimer.

Asimismo, la recreación favorece a la sociedad en su conjunto, ya que genera resultados positivos en lo económico, ambiental, comunitario y familiar.

Superar la adversidad

La recreación también está relacionada con la resiliencia, que es la capacidad de superar exitosamente las adversidades. Aunque hay personas más resilientes que otras, este rasgo se puede desarrollar a lo largo del tiempo y en las diferentes etapas de la vida.

Al respecto, Cecilia Enith Romero Barquero, también especialista en recreación de la UCR, asegura en un artículo científico que el ser resiliente no significa que no se sienta dolor o tristeza. “La diferencia está en que la persona resiliente sabe sacar provecho de las experiencias negativas, porque las aprovecha para tornarse emocionalmente más fuerte y así enfrentar las adversidades de una manera más positiva y sana”, explicó.

Numerosos estudios indican que las actividades de tiempo libre, entre las que se encuentran las artísticas, como danza, música, teatro y canto, tienen un gran potencial para mejorar la resiliencia entre los jóvenes, porque les permite desarrollar habilidades personales y sociales.

Además, les ayuda a fortalecer su red social, a mejorar la autoestima, la confianza y la autoeficacia, y a crear sentido de pertinencia a una familia o grupo social.

“Las emociones positivas favorecen el surgimiento de la resiliencia. Cuanto más felicidad se experimenta, mayor protección se tendría ante la depresión, la ansiedad y mejor perspectiva del futuro habrá, lo que facilita la resiliencia”, mencionó Romero.

Las actividades de tiempo libre, entre las que se encuentran las artísticas, como la música, tienen un gran potencial para mejorar la resiliencia o capacidad de superar las adversidades entre la juventud (foto: Laura Rodríguez).

Espacios de recreación en la UCR

De acuerdo con diversos estudios, los espacios públicos, como los parques y plazas, benefician la salud física y mental de las personas, contribuyen a reducir el estrés y a mejorar la sensación de bienestar y la relajación. En las ciudades estos espacios son medulares para incentivar el intercambio social y cultural entre personas de todos los estratos y edades.

La Universidad de Costa Rica cuenta en su campus con una gran variedad de espacios urbanísticos y propuestas para la recreación artística, intelectual, cultural y al aire libre, que están al servicio tanto de la población estudiantil como de la comunidad en general de forma gratuita.

En la Sede Rodrigo Facio, esta institución dispone de la Plaza de la Libertad de Expresión, un espacio que se une a la parada del tren y que está abierto para el uso de la comunidad de San Pedro de Montes de Oca.

También se cuenta con la Plaza de la Autonomía, el único complejo arquitectónico de la Ciudad de la Investigación compuesto por varios edificios y espacios abiertos dedicados al arte, la cultura, actividades académicas y donde los estudiantes pueden compartir durante sus horas libres.

Las instalaciones deportivas, ubicadas en Sabanilla de Montes de Oca, cuentan con áreas verdes donde la comunidad universitaria y vecina pueden realizar ejercicio al aire libre, caminatas y admirar la naturaleza.

La UCR fomenta la participación en espectáculos de teatro, danza, música y cine en sus salas como el Teatro Universitario, el Teatro de la Facultad de Artes, el Teatro Montes de Oca para danza y la Sala María Clara Cullell, de la Escuela de Artes Musicales, que se utiliza para conciertos. Recientemente se inauguró la Sala Magna, que forma parte del conjunto de edificios de la Plaza de la Autonomía, y tiene capacidad para 710 personas. Se diseñó con la posibilidad de incorporar una amplia gama de actividades, que van desde lo académico hasta lo artístico.

La colocación de obras de arte público en las plazas y en otros puntos del campus se integran al paisaje universitario y cumplen con una función vital de contribuir a la salud mental y la recreación de quienes estudian, trabajan, visitan y transitan por la Ciudad Rodrigo Facio.

 

Patricia Blanco Picado

Periodista Oficina de Divulgación e Información.

María Encarnación Peña Bonilla

Periodista Oficina de Divulgación e Información.

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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