Skip to main content

Etiqueta: democracia representativa

Municipalidades y democracia

Por Arnoldo Mora

El domingo 4 de febrero, obedeciendo normas constitucionales, se celebrarán elecciones a fin de elegir las autoridades que habrán de regir los gobiernos locales por los próximos cuatro años. El que las elecciones municipales se hayan separado de las elecciones generales y se lleven a cabo dos años después de las nacionales, debe ser considerado como un avance en el ejercicio de la democracia en nuestro país; las municipalidades se independizan de los partidos nacionales, especialmente de los tradicionales, con el consiguiente debilitamiento de los mismos, lo cual, en mi opinión, no es bueno para la democracia representativa tal como se practica tradicionalmente en nuestro país y que se nutre de los partidos políticos. Esto explica el crecimiento exponencial de los partidos locales en las elecciones municipales; el electorado no cree mucho en los partidos nacionales, si bien, hasta el presente, el partido tradicional por excelencia del país, porque lo ha hegemonizado desde que emergió como consecuencia de la Guerra Civil de 1948, el Partido Liberación Nacional, sigue manteniendo el control de la gran mayoría de las municipalidades del país… hasta ahora, veremos lo que pasará el 4 de febrero. El hecho de que pululen los partidos locales demuestra que el costarricense considera la democracia tan sólo desde el aspecto cuantitativo – el derecho que todo el mundo participe no importa quién sea – se ve facilitado por la legislación actual, pero va en detrimento del aspecto cualitativo; lo cual podría representar no un avance, sino un retroceso en la democracia. La democracia es el sistema político en el cual se prioriza lo cualitativo sobre lo cuantitativo, en virtud de lo cual deben gobernar los mejores gracias a sus probadas cualidades cívicas. Cuando lo cuantitativo priva en un régimen político, el peligro de que los peores ganen es real y muy grave; baste con ver lo que sucedió en la Alemania de los 30s del siglo pasado, en donde las hordas nazis fueron masivamente apoyadas por el pueblo alemán hasta el suicidio del Führer; y, para no ir muy lejos en el espacio y en el tiempo, eso fue lo que pasó en el Brasil de Bolsonaro y está pasando en la Argentina de Milei… En Costa Rica la amenaza actual a la democracia es la eventual influencia del dinero de origen oscuro en el surgimiento y propaganda de tantos y tantos partidos; el TSE llamó la atención al respecto; la opinión pública y la Asamblea Legislativa deben estar vigilantes; no olvidemos que en la Zona Sur hace algún tiempo hubo acusaciones en ese sentido.

Los gobiernos municipales son la manifestación de la primera y fresca expresión de la democracia, las municipalidades son el poder popular en su ejercicio cotidiano, están presentes en nuestra vida de todos los días, en todos y cada uno de los detalles que componen el tejido de nuestra vida cotidiana: recoger la basura frente a nuestra casa, mantener la vigilancia en cada calle, barrio por barrio, mantener las zonas verdes donde ancianos y niños se recrean, etc., etc. Las autoridades locales son democráticamente elegidas de entre los miembros de nuestras comunidades, allí donde todo el mundo conoce a todo el mundo y todo el mundo suele ser pariente y amigo o enemigo de todo el mundo, donde la vida privada no existe porque todo el mundo conoce las costumbres de todo el mundo y se entera de manera informal (chismes) de la vida de todo el mundo, lo cual se debe en buena medida a que no existe el anonimato ni la soledad. Todo lo cual trae aparejado el peligro de que se incurra en el delito tipificado como “tráfico de influencias” que, en el caso de las elecciones municipales, se traduce en que la gente vota no por un partido ni menos por un programa, sino influenciado por el parentesco, la amistad o enemistad personales o, simplemente, por la buena o mala fama proveniente de la información informal (chismes), olvidándose de que en la política no deben existir ni los parientes ni los amigos, sino que debemos regirnos tan sólo por la valoración de las aptitudes prácticas y virtudes cívicas mostradas por los candidatos; cualquier otra consideración debe ser considerada como corruptela personal y actitud contraria a los principios básicos de una democracia real. Otra amenaza a la democracia es el abultado abstencionismo; 30% o menos de participación en las elecciones hace que el poder popular desde sus inicios dé muestras de una gran debilidad, pues la inmensa mayoría no se ve representada en esas autoridades, aunque por general les profesan aprecio porque los conocen; lo dicho se ve reflejado en el hecho de que, según las encuestas, la inmensa mayoría de los ciudadanos se muestra satisfecha con los autoridades actuales.

No quisiera terminar estas reflexiones en torno al certamen electoral actualmente en marcha, sin aludir al gran ausente de las elecciones locales desde hace varias décadas; me refiero a la ausencia de gobernadores de provincias (estados, departamentos), cuando en casi todos los países del mundo esta elección es la más importante porque inclina la balanza del poder central; en los grandes países los gobernadores son príncipes. En Costa Rica nadie lo reciente, lo cual demuestra que la división del país en provincias es obsoleta e inoperante; sólo sirve para elegir diputados; en lo cultural, económico y geográfico, las regiones periféricas no se identifican con la ciudad capital de su provincia; tal es caso de las regiones del Norte respecto a Alajuela y Heredia, Pérez Zeledón respecto a San José y Puerto Jiménez respecto a Puntarenas. Todo lo cual se debe a que Costa Rica, desde la Guerra de la Liga (1835) liderada por Carrillo y que ganó San José, convirtió a la capital nacional en una especie de agujero negro que se englutió todo lo que le rodeaba. Si queremos desarrollar las regiones periféricas del país, debemos comenzar por suprimir las 7 provincias y crear en su lugar 5 grandes regiones con una ciudad grande como capital, por ejemplo, crear la región del Norte con Ciudad Quesada como capital y la región del Sur con San Isidro del General como capital. Sé que para lograr eso se requieren cambios profundos en la actual Constitución Política, que sólo la Asamblea Legislativa goza del poder constitucional para hacer. Pero ya es hora de que vayamos pensando en eso. Más aún, hay que acabar con el centralismo presidencialista vigente y sustituirlo por una república federal. Esa fue una de las causas del “milagro” alemán después del nefasto Tercer Reich; esto hace hoy Francia. Bien haría la Asamblea Legislativa en nombrar una comisión que, con el apoyo de sus gobiernos, vaya a esos países a estudiar in situ cómo funciona una democracia regionalizada. Una democracia con base popular amplia comienza con los gobiernos locales, se prolonga en los gobiernos regionales y culmina en las instituciones nacionales, como son los tres poderes constitucionales, el TSE y la CGR. Una campaña electoral local debe servir para repensar todo nuestro sistema democrático, con el fin de mejorarlo y ponerlo a la altura de nuestros tiempos.

La tragedia en “el país más feliz del mundo”

“La mentira es reaccionaria; la verdad es revolucionaria”; Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México.

Rafael Ángel Ugalde Q.
(Periodista, abogado y notario por la U.C.R).

La Costa Rica mayoritaria, la que desde hace cuatro décadas soporta privatizaciones, corrupción sin precedentes en las altas esferas, tráfico de influencias increíbles y “ajustes fiscales” a diestra y siniestra, en espera del “desarrollo” y el añorado derrame de riqueza para mojar los de abajo, sigue a la espera de un “proyecto país” por parte del movimiento popular que de otro aire a la democracia representativa e incluya a campesinos, obreros, estudiantes, amas de casa, intelectuales y profesionales etc. con otra visión de la dignidad y la justicia social; mientras la oligarquía local aspira jugar en las “grandes ligas” al estilo Singapur, entregándose al capital transnacional y fortaleciendo su bien disimulado autoritarismo, frente a una alta y media burguesía asustadiza por una eventual disminución de sus privilegios.

Cuando a mediados del mes de julio de 2023 el presidente Rodrigo Chaves proclamó en Europa una Costa Rica para el mundo y el mundo para Costa Rica no estaba otra cosa que anunciando un cambio de paradigmas por el pequeño grupo gobernante en el país desde hace más de 200 años. Esto explica, por ejemplo, que el Ministerio de Salud sacara de los etiquetados advertencias sobre cantidad de grasas, calorías y sodio (La Nación 2/8/2023); en obvio beneficio para las grandes compañías de gaseosas y vendedoras de “comida chatarra”, relacionadas con la diabetes, obesidad y problemas cardíacos. O que el Ministro de Obras Públicas y Transportes (MOPT), Luis Amador, planteara en junio pasado la posibilidad de hacer exploraciones en busca de gas natural en nuestro territorio..

Una de las mayores prioridades que tenemos en el sector de comercio exterior es la generación de empleo y desarrollo económico a todas las regiones de Costa Rica – justificó en Bélgica recientemente el ministro de Comercio Exterior y presidente de la Junta Directiva de PROCOMER, Manuel Tovar- especialmente en aquellos lugares a fuera de la Gran Área Metropolitana. Por esta razón, buscamos oportunidades en mercados europeos como Bélgica, donde empresas de diversos sectores han mostrado interés en nuestro país, aseguró. (Ver . (La República 12 de julio 2023).

Las empresas europeas pertenecen a sectores como ciencias de la vida, manufactura avanzada, tecnologías digitales, procesos empresariales, industrias creativas, proyectos agrícolas y agroindustria, biomateriales, manufactura liviana, alimentos procesados, logística, infraestructura, servicios de salud, industria cinematográfica, farma y biofarma, añadió la fuente.

Con antelación, el gobierno rompió con una serie de estructuras paraestatales que crecieron al calor de los negocios con el Estado costarricense, controladas desde su inició por dirigentes de dos de los partidos políticos tradicionales e indiscutibles representantes de la alta clase social. Sin duda, sin el apoyo de estos lideres de la burguesía local el esquema de “desarrollo” vigente desde los años ochenta, hubiera sido imposible desplegarlo en el campo de la educación, las privatizaciones, promoción de las inversiones, ni la destrucción del agro, la renuncia a la soberanía alimentaria etc.

Es obvio que estos “desencuentros” ocasionales entre la clase surgida con el joven Estado inaugurado tras la guerra de 1948, con la oligarquía acostumbrada a vivir sin sobresaltos en estos último 75 años, tendrían en algún momentos que tensarse frente a la voltereta dada por las finanzas y los mercados en el mundo, junto a un globalismo que pareciera cederá terreno frente al surgimiento de poderosos bloques de poder económico, la aparición con fuerza de los llamados Brics y un esclavizante dólar amenazado como moneda universal de intercambio.

En estas circunstancias pareciera que el punto de inflexión entre el “gobierno de unos pocos” con las clases sociales de banqueros, propietarios de inmuebles y enormes negocios, es “aliviada” por un nefasto recurso llamado “politiquería”, entendida ésta como medio para apagar el interés del ciudadano común por la cosa pública y contraria a la politización del elector. Enseñar a pensar a la gente es peligrosísimo. Es entonces cuando surgen en la Asamblea Legislativa, Poder Ejecutivo y otras instancias, verdaderas joyas del fascismo moderno costarricense como eso “es comunismo”, “quieren ustedes que nos parezcamos a la Venezuela de Maduro”, “la dictadura orteguista no merece respeto”, “el régimen cubano tiene miles de ciudadanos en las cárceles” o carteles comunales con “llegó la hora de la limpieza social”.

De esta manera, el reclamo de miles de costarricenses por un salario digno, un empleo de calidad, el auxilio estatal para conseguir una vivienda, una atención pronta y de calidad en la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), así como educación como derecho y no negocio de unos pocos, son linchados por la matriz mediática, cuando les va bien, porque en la mayoría de los casos, son invisibilizados ya saben por quienes.

El mandatario Rodrigo Chaves y el presidente de la Asamblea Legislativa buscan puntos de coincidencia (foto Semanario Universidad).

No importa que como país tengamos el “honor” de estar en el top de las 10 naciones con más desigualdad social en el mundo, junto con Sudáfrica, Haití, Honduras, Colombia, Brasil, Panamá, Chile, Ruanda y México.

De hecho, el presidente Chaves, para “desactivar” reclamos populares, ha recurrido al menos dos veces en la conferencia de prensa de los miércoles a criticado las posiciones, según él, de “comunistas” o “socialistas”; mientras las ideas del gobernante relacionadas con los altos costos de los medicamentos, el arroz o, lo que él llama excesiva tramitología, de inmediato sus adversarios en la Asamblea Legislativa o algunas organizaciones sociales se descalifican diciendo que es “populismo”.

Así, el enfrentamiento entre Chaves y el periódico Crhoy, medio propiedad del banquero Leonel Baruch, cuyo banco financió a la mayoría de los partidos con representación en la Asamblea Legislativa, así como con el diario La Nación, explica en parte, estos juegos de poder en las más altas esferas de nuestra democracia, llámense “defensa de la libertad de prensa”, “confrontación” o preocupación por los derechos humanos, etc.

Subyace, por tanto, en todo lo anterior, una especie de reacomodo entre nuestras clases tradicionales, ante la nueva realidad del fin del globalismo, como se dijo, y la aparición de cambios sustanciales ocurridos en la región desde México hasta la Argentina, tomados por unos con la madurez y seriedad política del caso y, por otros, colocándose dentro de la nueva “guerra fría “y su consecuente politiquería que, lejos de educar, nos programan para que sigamos sumisos y desarticulados.

EL DIABLO LOS JUNTA.

Según la firma de inteligencia y análisis Wealth-X el país “más feliz del mundo” tiene 85 millonarios, que en total acumulan una fortuna de $12 billones. Sí bien ese número significa poco en relación con los otros millonarios que viven en México, Colombia o Argentina, la llamada “Suiza Centroamericana “alberga tres de los diez millonarios más poderosos del istmo: Rodolfo Jiménez Borbón, Carlos Cerdas Araya y Steve Aronson.

Por otra parte, el Diario La República, situó a dos más de estos diez millonarios de la región en nuestro país, se trata de Francis Durman, gerente de Operaciones de Grupo Montecristo, y Luis Javier Castro, socio director de Grupo Mesoamérica, según la revista Forbes. La fortuna de Durman se estima en $400 millones, mientras que la de Castro no fue revelada por el medio de comunicación; lo que significaría el 50% de estos 10 afortunados en nuestro suelo.

“Investigadores económicos y sociales proponen diseñar un aporte solidario con sus ingresos y patrimonios. Un cálculo del economista Lorenzo Ramírez (Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad de Costa Rica) propone que con “un impuesto al 1% del patrimonio de FIFCO, Grupo Nación y Grupo Britt, sería posible financiar alrededor de 76.000 ‘ayudas’ del Plan Proteger de ¢62.500”, precisó la fuente indicada en ocasión de la pandemia por Covid 19.

En Centroamérica entre todos los millonarios se acumula una fortuna de $ 2.185 billones, siendo Guatemala el que encabeza la lista con 235,Honduras con 205,Nicaragua con 190, El Salvador con 145, Panamá con 105 y por último nuestro país con 85 millonarios. (Wealth-X y nación.com).

En cuanto al buen ambiente que registra el país para la clase exportadora e importadora, tenemos, según las Estadísticas de Comercio Exterior 2021, publicadas por el Instituto Nacional de Estadística y Censos el 25 de noviembre de 2022, para 2021 una balanza comercial deficitaria de 6 541 millones de dólares, motivado principalmente por un mayor valor de importación desde las regiones de América y Asia. Ambos flujos comerciales obtuvieron variaciones porcentuales anuales positivas en el 2021 y en comparación con el 2020; el valor de las exportaciones aumentó en un 26,25 %; por su parte, el valor de las importaciones, creció en un 41,59 %.Los productos de exportación más significativos de Costa Rica en el 2021 fueron los instrumentos de la industria médica, las frutas frescas comestibles y los artículos y aparatos de ortopedia. Para las importaciones sobresalieron los combustibles, los circuitos electrónicos, los contenedores y los medicamentos.

En contraste, citando la emisora CRC89.1, el 13 de octubre de 2022, se derogaron decretos de 2019 y 2020 que autorizaban aumentos salariales para el sector público. En cuanto a los salarios para el sector privados las distintas centrales sindicales sostienen que condenan al hambre a millones de ticos, porque son insuficientes para el pago de alquiler de casa, pasajes, servicios y alimentación.

Para 2018, según el Semanario Universidad Costa Rica estaba entre los 10 países con mayor desigualdad social en el mundo. En primer lugar, está Sudáfrica, siguen Haití y Honduras. Después están Colombia, Brasil, Panamá, Chile, Ruanda, Costa Rica y México. Según la fuente citada sobre la desigualdad social, hay varios factores que inciden como el nivel de desempleo que pasó de un 9.1% a 10.3% entre el primer trimestre del 2017 y el 2018, así como que el nivel de subempleo femenino que aumentó un 1.7% con respecto al mismo período del año anterior. Otro elemento relevante, según la fuente, es el nivel de pobreza mantenido en los últimos 20 años prácticamente con poca disminución.

Como si fuera poco lo anterior, el presupuesto nacional como la mayor herramienta en la lucha contra la pobreza y la vulnerabilidad enfrenta una tendencia a la reducción, al punto de que, según el último dato de presupuestario, representaría una reducción en términos reales de una tercera parte desde el 2018. Así, el contenido financiero para el 2023 del Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (Fodesaf), consignó el semanario citado, sería de ₡471.561 millones. Esto representaría una reducción nominal de ₡138.635 millones con el presupuesto de ₡610.196 millones de 2018, un 22% en términos nominales.

El Fascismo tico levanta la mano en la zona Atlántica (foto Carlos Campos Rojas, Revista SURCOS).

Desde la perspectiva de los trabajadores, la coyuntura actual nos dice que ya no basta que el movimiento popular se auto declare la cabeza en la defensa de los intereses de campesinos, obreros, amas de casa, intelectuales, estudiantes o profesionales, entre otros, sino que ese privilegio ante las mayorías se gana articulándolo para profundizar la democracia con verdadera participación, abriendo el camino de poder revocar a quienes se nombre y resulten corruptos o incumplan sus deberes, bregar por tierras para quienes quieren trabajarla, no haya un joven en edad universitaria expulsado de la educación, con la excusa de mecanismos lejos de medir la inteligencia etc, más allá de exabruptos lanzados por las “benditas redes sociales” por diversos grupos de sobrevivientes de 40 años de vendaval neoliberal.

Olger Sánchez, auditor interno de la CCSS acaba de decir en una Comisión Legislativa que hay 875 mil personas esperando una cita en el Seguro y que las deudas del Estado con la institución son de más de tres billones de colones (Telenoticias 28/ 7 /2023).

Sin embargo, en aras de la verdad, hay que situar el origen de la crisis financiera en la Caja, los maquillajes contables, su saqueo sufrido desde distintos frentes y la incertidumbre por el futuro de las pensione, en 1973 cuando empezó desvirtuándose la seguridad social y el 24 de setiembre de ese año reformaron el artículo 2 de la ley 5349.

Para dar una idea del asunto el artículo 2 de la ley citada está referido a la Universalización del Seguro de Enfermedad Y Maternidad, quedando así: “Los traspasos a que se refiere el artículo anterior, se harán a título gratuito en la forma y condiciones que convenga la Caja y la entidad correspondiente, conforme lo permita el proceso de universalización de los seguros sociales. En esos casos la Caja deberá prestar asistencia médico-hospitalaria a la población no asegurada incapaz de sufragar los gastos de sus servicios médicos y para atender tales obligaciones se dotará a la Caja de las rentas específicas necesarias. Conforme a las disposiciones del párrafo tercero del artículo73 de la Constitución Política, la Caja no podrá en ejecución de esta Ley, contraer obligaciones que impliquen transferencias o empleo de los fondos y reservas de los seguros sociales en finalidades distintas a las propias de su creación.».

La atención médica privada gana terreno en el país, mientras en el Seguro Social indigna el trato dado a quienes buscan salud (Foto Semanario Universidad).

Este acto de politiquería significó trasladar a la Caja competencias exclusivas del Ministerio de Salud, con los consecuentes efectos en la prestación de sus servicios, sus finanzas y el futuro de las pensiones hasta nuestros días, cuando en la querida institución pusieron verdaderos “expertos” en maquillajes financieros para ocultar las deudas acumuladas por todos los gobiernos de años anteriores..(Sobre el tema ver en el Semanario Universidad: “Así perdimos la Caja,” 26 de junio 2018 y “ Hablemos de IVM.. Parte II”, en SURCOS, 9 de setiembre de 2020). Es entendible que sindicatos, políticos y asegurados prefieran olvidar el origen del desfinanciamiento doloso de la Caja, cuya crisis nos estalló en la cara, no aparecen los partidos responsables y ocho de los principales hospitales privados están listo para apoyar la tercerización de servicios de la CCSS, como la salida más fácil, aunque espeluznante para las futuras generaciones. ¡El pueblo que olvidan de dónde viene no sabrá para dónde va!; y a eso nos han acostumbrado.

Un viejo amigo de la Universidad el pasado fin de semana puso en duda que a estas alturas del proyecto en que nos metieron todos los partidos políticos, con honrosas excepciones, quieran ya vender las pocas instituciones que quedan en pie. Ojo con la Caja, el Banco de Costa Rica, los Parques y las pocas playas públicas etc.: “Lo que quieren ahora es comprarlas a precios irrisorios, y luego, llevarlas a sus puestos de bolsa y de las transnacionales, vendiéndolas al precio que verdaderamente valen y que costó sudor a todos los costarricense”.

¡Pareciera que la historia ciertamente cuando viene por segunda vez supera la tragedia y se presenta como farsa!

Implosionar de la comunidad política costarricense

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

En 2016 un aporte especial del Programa Estado de la Nación titulado “El descontento ciudadano y sus implicaciones para la estabilidad política en Costa Rica” alertaba sobre las implicaciones del enojo social y el resguardo de la comunidad política en los mitos fundacionales (Paz, democracia) como último reducto antes de una posible ruptura del orden social.

El escenario, con los años, se ha complejizado. El enojo es ahora una adherencia a pospuestas que paradójicamente pueden llevar a la implosión del sistema democrático y sus instituciones.

La capitalización de ese malestar ha caído en manos erráticas mal intencionadas, y cuyo accionar, posiblemente acelere el quiebre de esa comunidad horizontal por años construida en el país.

En aquel capítulo especial se alertaba entonces de riesgos asociados con el objetivo del malestar: las instituciones de la democracia representativa, así como los partidos políticos aparecían entonces con un significativo porcentaje de desaprobación.

No cabe duda que esta desazón se ha profundizado y otros mecanismos de regulación, organización y control social han aparecido en el horizonte costarricense.

En los últimos dos años, particularmente, la alarma de la inseguridad ha sonado fuertemente. Para 2023 se espera que sea un año récord en homicidios al finalizar el mismo. Los datos son esclarecedores: al 20 de junio se contabilizaban ya 416 homicidios, de los cuales más de la mitad (254) son por ajuste de cuentas.

Hace algunos días las autoridades locales anunciaban la posible conformación de un mega cartel de drogas en el país. Ante la ausencia de mecanismos integradores, un sistema educativo público en crisis y bajo ataque neoliberal sumado a la gestión de los territorios en manos de poderes fácticos, es fácil constatar que el quiebre de la comunidad política costarricense ha sido declarado y en su lugar un narco estado empieza a instalarse a pasos acelerados.

El diagnóstico no es favorable. Pero la respuesta debe venir pronto. La razón social debe sobreponerse a la razón instrumental del Mercado y su organización fáctica de la sociedad. La colectividad debe recuperar sus espacios y reencauzar el sistema político hacia la integración horizontal como objetivo. Algo de esto pareciera estarse levantando.

Estamos a tiempo.

Costa Rica en la encrucijada

Por Arnoldo Mora

Las elecciones presidenciales y del Congreso constituyen uno de los acontecimientos mayores, si no el mayor, de la vida política en nuestro régimen republicano. No hace mucho ese acontecimiento sobrevenía cada cuatro años; ahora, en la práctica, se ha fragmentado en dos eventos, ambos de gran importancia para el normal funcionamiento de la institucionalidad democrática del país, pues bajo este procedimiento se eligen a quienes han de regir los poderes sujetos a la elección directa del Soberano. En el primer domingo de febrero se elige a quienes van a conforma el primer poder de la nación; los ciudadanos escogen entre listas confeccionadas por los partidos políticos; es un ejercicio de democracia representativa; el pueblo no elige directamente a quienes nos representarán en el parlamento sino a quienes proponen los partidos; ni siquiera el pueblo sabe a quién está eligiendo, pues vota no por un individuo sino por una lista escogida dentro de la estructura del partido. Esta vez nuestro pueblo será representado por 6 partidos; llama la atención la desaparición del partido que ha gobernado el país en los dos últimos cuatrienios; la causa de ese insólito cataclismo debe verse como un castigo al gobierno saliente, cuyo presidente es el peor calificado por la opinión pública desde los lejanos días de la dictadura de Tinoco. Dos meses después –¿demasiado tiempo?- de nuevo la ciudadanía es llamada a elegir a quien será la cabeza del Poder Ejecutivo. Como ya se dio en las dos últimas elecciones, el presidente no cuenta con mayoría en la Asamblea Legislativa, aunque esta vez los cinco partidos de derecha se unieron para presidir el Congreso, por lo que excluyeron al Frente Amplio, llamado por ello mismo a convertirse en la única y auténtica oposición; para lograrlo, el Frente Amplio dependerá en mucho de su capacidad para ligarse a un movimiento popular que, sin duda, será muy dinámico, dadas las condiciones de empobrecimiento que la administración saliente ha dejado a la entrante como hipoteca social. Pero Zapote no debe hacerse muchas ilusiones, la situación se le puede complicar porque en Cuestas de Moras nadie quiere aparecer ante la opinión pública, a riesgo de despilfarrar su capital político, como un furgón de cola de un gobierno que, más temprano que tarde, dará signos de un evidente desgaste en el ejercicio del poder.

Capítulo aparte merece el nuevo presidente, Rodrigo Chaves, doctor en economía y, por muchos años, alto funcionario del Banco Mundial en la isla de Indonesia, una potencia emergente situada geográfica y culturalmente en las antípodas de la diminuta Tiquicia; allí se forjó la personalidad del nuevo inquilino de Zapote. Pero no resulta difícil intuir lo que será su estilo de gobierno. Acostumbrado a los hábitos burocráticos y autoritarios de un organismo que acostumbra situarse por encima y más allá de las normas democráticas, Rodrigo Chaves, a pesar de adolecer de una casi total carencia de experiencia personal en el teje y maneje de la política criolla, muy pronto ha mostrado sin ambages en la escogencia de los jerarcas que lo han de acompañar en el complejo ejercicio del poder, lo que pretende hacer; el presidente Chaves no delegará su autoridad, quiere funcionarios-ejecutivos, leales hasta la sumisión, el típico ”mandarín”, que el imperio chino creó desde hace milenios como figura ideal de ser humano, al decir de Max Weber. Es de notar que en la segunda elección o balotaje, en que se elige al presidente de la República, no se trata de optar por un partido, su ideología y su programa, sino de escoger entre dos personalidades. En la campaña recién pasada ambos candidatos hicieron gala de un obsceno abuso de una retórica malsonante, en que la ausencia de una propuesta seria, como se espera que haga alguien que aspira a gobernar un país, fue sustituida por una plétora de insultos mutuos en que procazmente se aludía, incluso, a la vida privada del uno contra el otro; en este abyecto juego incurrieron por igual los dos candidatos; pésimo ejemplo de carencia de civismo, forma corrupta de despilfarrar los millones que, con los impuestos del pueblo, se contribuye a pagar una campaña electoral; cualquier ciudadano que ame su patria podría cuestionarse si valía la pena escoger, para regir los destinos de la Patria, entre dos individuos de tan bajo perfil cívico; esto constituye una de las causas de por qué el abstencionismo creció. Menos de un tercio del electorado eligió a un advenedizo; para explicar esta insólita decisión, hay que verla como un repudio frontal a la clase política, lo cual representa el mayor desafío para el nuevo gobernante; el pueblo espera que con Rodrigo Chaves se respiren nuevos aires en Zapote y que no sea más de lo mismo. De mi parte, mucho me temo que en no mucho tiempo, nuestro sufrido pueblo sea víctima de una nueva decepción.

Esto explica también el inusitado interés mostrado por la opinión pública en la designación de los nuevos jerarcas de los ministerios, instituciones autónomas y demás organismos que por ley, debe nombrar el jefe de Estado. Llama la atención la heterogeneidad de las personas escogidas, que pone de manifiesto que, quienes llevaron al poder al nuevo presidente, no configuran un partido organizado sino un conglomerado heteróclito sin una propuesta clara de país. Algunos de los elegidos poseen poca experiencia en el ejercicio del poder, al menos a un alto nivel, si bien parecen ser profesionalmente competentes; por eso considero que, en cuanto pase “la luna de miel” que el pueblo suele otorgar a todo nuevo gobierno, aunque sospecho que ésta será breve dada la magnitud de desafíos y problemas que debe afrontar, se empiece a desgranar la mazorca. Los mayores desafíos los tiene la Ministra de Educación, pues carece del más elemental conocimiento de ese elefante burocrático que debe jinetear; los responsables de la seguridad deben afrontar el serio desafío de la alarmante presencia del narcotráfico, que amenaza con controlar vastas regiones del país, como los escándalos en la zona Sur lo han demostrado; el equipo económico no debe limitarse a lo fiscal, debe tener muy en cuenta las implicaciones sociales de las medidas que implemente; la desigualdad, el desempleo y la pauperización de amplios sectores de la población, incluida la clase media, son causantes de un descontento generalizado, que podría convertirse en cólera incontrolable. El pacto social y político forjado después de la sangrienta guerra civil de 1948, se ha roto. Hoy vivimos en una Costa Rica fragmentada. La casi mitad del electorado lo ha demostrado mediante la abstención; ese sector que podría convertirse en mayoría, mira con desconfianza pero no con indiferencia este cambio de gobierno, pues sospecha que son arreglos de cúpula. Para solucionar este desafío sólo hay un camino: que esos sectores se organicen en un frente patriótico que rescate el Estado social de derecho. La democracia directa, participativa y popular debe perfeccionar a la democracia formal y representativa actual…Tal es la encrucijada en que hoy se encuentra nuestra querida Costa Rica.

Urge repolitizar a la sociedad costarricense

“El principal desafío que tenemos en este momento es repolitizar a la sociedad costarricense. Tenemos una sociedad con un bajo nivel de politización”, afirmó José Andrés Díaz, politólogo e investigador del Instituto de Estudios Sociales en Población de la Universidad Nacional (Idespo-UNA), quien participó en el foro “Ciencias Sociales y Elecciones 2022: diálogo abierto”, organizado el pasado 11 de febrero, por la Facultad de Ciencias Sociales.

El académico explicó que en el país vemos la política como algo negativo, en vez de verlo como un asunto que nos afecta en la vida cotidiana. 

Añadió que las personas no quieren estar en partidos políticos, que aunque no es la única forma de participación, es la base en una democracia representativa. Además, juzgamos negativamente e incluso vemos de forma despectiva a las personas que se involucran en política. 

“Cuando alguien se involucra en política, ya de una vez se dice que va a ser corrupto, que anda buscando su propio provecho, entonces no es un espacio que la sociedad quiera aprovechar o utilizar, por lo cual termina siendo controlado por grupos pequeños”, advirtió Díaz.

En ese sentido, el investigador del Idespo se refirió a la teoría del “selectorado” -propuesta por reconocidos investigadores internacionales- según la cual a los grupos de poder les funciona tener bases de apoyo pequeñas, porque entre más abstencionismo hay, menos votos tienen que obtener para poder pasar a obtener el poder.

En la recién pasada elección en Costa Rica, por ejemplo, el candidato ganador José María Figueres obtuvo aproximadamente un 15% de los votos del total del electorado, el cual estaba conformado por más de 3.5 millones de personas. Mientras tanto, el candidato Rodrigo Chaves llegará a la segunda ronda, el próximo 3 de abril, con el apoyo de menos del 10% del total del padrón electoral. 

“O sea, la suma de los votos de ambos candidatos llegaría apenas a un 25% de apoyo de todo el electorado y eso les alcanza para llegar al poder, con todas las dificultades de representación y demás que esto pueda ocasionar”, destacó Díaz. 

Otro aspecto que resaltó el politólogo es el ambiente de polarización política que se vive en el país, lo cual -según su hipótesis- tiene que ver también con la baja politización. 

Explicó que dejamos de conversar de política y ya no vemos al otro simplemente como una persona que piensa diferente de nosotros, sino que se convierte en un adversario, casi en un enemigo, y nos cerramos al diálogo. 

“Una sociedad democrática necesita diálogo para poder avanzar, construir y es una pieza fundamental para la politización de la sociedad”, resaltó. 

En su criterio, mientras no nos volvamos a repolitizar, el país va a seguir viviendo en las condiciones políticas actuales”.

Educación política

Norman Solórzano, abogado y académico del Idespo, también resaltó la necesidad de la repolitización de la sociedad y abogó por la educación política.

Recordó que la educación política en Costa Rica comenzó a resquebrajarse desde los años 80 y quedó prácticamente clausurada en los años 90 en los distintos espacios, ya no solo en el sistema educativo formal, sino también como una de las tareas centrales de los partidos políticos. 

Solórzano destaca que la educación en este campo era uno de los elementos para la deuda política, este subsidio que la ciudadanía daría a los partidos en tanto estos estuvieran haciendo esta tarea. No obstante, dice, la tarea de educación política dejó de cumplirse y más bien el tema de la deuda política se ha convertido en otro de los tantos elementos creadores de asimetrías y de desigualdad, e incluso, se añade una perversión como es el caso de los bonos de cesión de deuda.

El conversatorio “Ciencias Sociales y Elecciones 2022: diálogo abierto” se organizó como antesala de un proceso que lleva adelante la Facultad de Ciencias Sociales, tendiente a generar una posición de cara a la segunda ronda electoral, no solo frente a las dos propuestas que quedaron en la contienda, sino sobre otros temas trascendentales para el país, según afirmó Guillermo Acuña, vicedecano de la Facultad.

Enlace al foro:  https://www.facebook.com/watch/live/?ref=watch_permalink&v=630856388203388

 

Compartido con SURCOS por UNA Comunica.

Taller: “¿Pensar crítico? ¿Educar o no educar?

Entre más rica y desarrollada tecnológicamente sea una sociedad, se requiere de un sistema político con mayor participación.  Si es un sistema inequitativo, urge controlar las mentes de ese pueblo por medio de la educación.  Los educadores tendrán la función de formar a una población que comprenda mejor y más rápido las órdenes, más productivos, pero, más dóciles.

Una democracia falsa necesita formar en un falso pensar crítico, resguardada por un cuerpo jurídico-policial preventivo, sólo en última instancia, represivo.

Costa Rica, se encuentra, como casi todos los países, sincronizada a un destino común en un tiempo de pronto post pandemia. 

El sistema capitalista, altamente inequitativo, y la democracia representativa, de falsa libertad, se encuentran en alta evidencia en momentos en que se irán tomando las decisiones sobre quienes pagarán el mayor endeudamiento de los gobiernos por la pandemia.

Los educadores son el alma, el centro posible de una transformación total, comenzando por un nuevo pensar, verdadero Pensar crítico. Por lo que les extendemos la invitación a continuar informándose y ampliando sobre este tema en el siguiente PDF.

Festín de candidaturas y Estado Social de Derecho

Luis Fernando Astorga Gatjens

Al igual de como brotan de la tierra los abejones en abril (que ya no tan en mayo), en las últimas semanas, muchas ciudadanas y ciudadanos, se han lanzado al ruedo político anunciando sus pretensiones de encabezar la fórmula presidencial de algún partido político.

Se han mirado al espejo de la política nacional (tan venida a menos, a decir verdad) y se han preguntado: “¿Por qué no yo?” Y de inmediato, han dado una respuesta afirmativa que ya es compartida, en sus propósitos y ambiciones, por algunas docenas.

Han hecho sus cálculos de todo tipo: Ya sea de competir y ganar las elecciones internas de su agrupación política, de asegurarse cuotas de poder para negociar o, bien, para dejar su nombre en el imaginario colectivo, para futuras contiendas electorales.

Ante tantas ofertas que brotan, las pre-candidatas y pre-candidatos han tenido y tienen el grave problema de que cada vez les ha de costar más, presentar propuestas realmente originales, que le ganen el pulso al ya frondoso rosario de ofrecimientos y promesas, que se han venido acumulando.

Este fenómeno se muestra más grave aún en virtud de que prácticamente todas las pre-candidaturas, que se han enunciado, están metidas dentro de una pecera marcada por una limitada y estrecha visión neo-liberal, aun cuando el país se esté ahogando en medio de un océano, donde esta doctrina económica y política tan ampliamente dominante, más que solución alguna forma parte de la causa estructural de la multicrisis que enfrenta la sociedad costarricense, en estos días tan duros y difíciles para la mayorías, para nuestro pueblo.

Al compás de esta política neo-liberal impulsada desde el decenio de los años ochenta del siglo pasado, por el Partido Liberación Nacional (PLN) y, muy entusiastamente, por Oscar Arias, se ha venido debilitando el Estado Social de Derecho al mismo tiempo que ha crecido la desigualdad social, que afecta ya a millones de costarricenses.

Fruto del esfuerzo combinado de quienes impulsaron las Garantías Sociales en los años cuarenta (Rafael Ángel Calderón Guardia, Monseñor Sanabria y Manuel Mora Valverde) y del compromiso asumido por José Figueres Ferrer en el Pacto de Ochomogo, el Estado Social de Derecho costarricense, se desarrolló e hizo que Costa Rica se convirtiera en un país singular, en el contexto latinoamericano e internacional de naciones.

Sin embargo, en los años ochenta anteriores empezó una cuenta regresiva para el valioso Estado de Derecho que tanto nos costó construir como sociedad. Esta deriva destructiva y erosionadora, primero fue lenta y paulatina, pero en este azaroso presente pandémico, es una acción desenfrenada y frenética, en todos los frentes tanto en el Gobierno como en la Asamblea Legislativa.

Una plutocracia voraz y egoísta, que contrala a esos dos poderes, directa o indirectamente, y tiene un control casi monopólico de los medios informativos del país, es la principal responsable de esta “cruzada” que busca destruir lo que tanto nos costó construir.

Y les recuerdo el significado de plutocracia: “Forma de gobierno en que el poder está en manos de los más ricos o muy influido por ellos”. O bien: “Clase social formada por las personas más ricas de un país, que goza de poder o influencia a causa de su riqueza”.

La nociva influencia de este sector ultra-minoritario de la sociedad costarricense ha deteriorado la democracia y la ha vaciado de contenido. Cuando para avanzar en el desarrollo del Estado Social de Derecho deberíamos haber evolucionado de una democracia representativa a una llena de participación social y popular amplia, como lo dicta el artículo 9 de la Constitución Política, los niveles de participación política y ciudadana se han debilitado.

Asimismo, esa plutocracia angurrienta y sus principales medios de “comunicación”, han fijado las reglas y límites a los partidos que controlan a su antojo, a las precandidaturas y al debate político. Debate político que hoy no es otra cosa, que discusión politiquera donde las ocurrencias y frases efectistas, buscan ocultar la falta de compromiso con las mayorías y con el Estado Social de Derecho, de los que forman parte de este festín de candidaturas.

Todas estas candidatas y candidatos, tímidos y temerosos, que no se salen del guion neo-liberal, cuando el país necesita de políticos que oten el horizonte, con mirada de estadistas que le devuelvan la esperanza a las y los desesperados (que crecen en cantidad e indignación), son como “abejones de mayo” que vuelan muy bajo y se arrastran en el suelo hasta que la historia de esta Patria bicentenaria, les repudie y les olvide de una vez y para siempre.

(26 de abril 2021)

Homenaje A Carlos Lanz: Ideario Bolivariano

Lic. José A. Amesty R.

En homenaje y reconocimiento al camarada y profesor Carlos Lanz Rodríguez, artífice de la Formación Sociopolítica, conjuntamente con un equipo interdisciplinario, quienes nos dimos a la tarea de Facilitar los Talleres de Formación Sociopolítica, por todo el territorio venezolano, compuesta por varios Ejes Temáticos, y continuamos este recorrido por ellos con el de Ideario Bolivariano.

Presentación del Eje Temático

Ideario Bolivariano, Proceso Popular y Coyuntura Histórica, se inscribe en todos los temas desarrollados por el programa de Formación Sociopolítica y este pretende llegar a cada compatriota haciendo una puesta en común de lo que ha significado la heroica resistencia de nuestros pueblos indígenas y afrodescendientes, así mismo los planteamientos recogidos en el Bolivarianismo Revolucionario, el Cristianismo Liberador y la lucha armada revolucionaria de los años 60 y 70, más las luchas del movimiento popular venezolano de los últimos años. Igualmente este cuaderno, rescata la vigencia del árbol de las tres raíces, en las ideas de Simón Rodríguez, Simón Bolívar y Ezequiel Zamora, como fundamento filosófico de la Revolución Bolivariana. Por último se caracteriza la democracia representativa como el modelo político de dominación, ante esta se dan a conocer las respuestas construidas por el movimiento popular venezolano, que alcanzan su máxima expresión con el triunfo electoral del Presidente Chávez.

Contenido

El Eje Temático Ideario Bolivariano, Proceso Popular y Coyuntura Histórica desarrolla un conjunto de elementos los cuales se recogen en:

  • Herencia Histórica Libertaria:
    1. Resistencia Indígena.
    2. Resistencia Afroamericana.
    3. Bolivarianismo Revolucionario.
    4. Cristianismo Liberador.
    5. Resistencia Armada Revolucionaria de los 60 y 70.
    6. La lucha del Movimiento Popular.
  • Árbol de las tres Raíces:
  1. Simón Rodríguez (Samuel Robinson).
  2. Simón Bolívar.
  3. Ezequiel Zamora.
  • Desmoronamiento de la Democracia Representativa.
  • Reacción Anti-Bolivariana y Contraofensiva Popular.
  • La Lucha Bolivariana Continúa.

Ideario Bolivariano, Proceso Popular y Coyuntura Histórica

La historia político social de los pueblos latinoamericanos, recoge un conjunto de hechos, vivencias y experiencias de rebeldía en contra de las imposiciones externas. Formamos parte de un Sub Continente que fue sistemáticamente violentado por los europeos a partir de la invasión (nunca descubrimiento) que inicio el almirante Colón a partir de 1492, a estas tierras que luego llamaron América. En correspondencia con las ideas de uno de los grandes pensadores de nuestra América, como lo es el maestro Simón Rodríguez, creemos en la necesidad de desarrollar ideas y organizaciones originales, contextualizadas con nuestra realidad. En este orden asumimos, lo que el movimiento popular ha venido construyendo, sobre el conjunto de ideas y postulados, que le han dado vida a los procesos populares revolucionarios a lo largo y ancho de Latinoamérica y el Caribe, considerando los principales personajes históricos de la resistencia. Es un esfuerzo conciente por cohesionar un proceso político que integre la diversidad de las corrientes revolucionarias. Esta Herencia Histórica Libertaria se alimenta de 6 fuentes las cuales son:

La Resistencia Indígena

Desde el mismo momento que los invasores Europeos llegaron a Abya-yala (Tierra En Plena Madurez) como llamaban los indígenas Kuna de Panamá al Continente Americano, los pueblos aborígenes emprendieron una brava resistencia contra la dominación extranjera en sus territorios, expresada en diferentes formas. Estas rebeliones fueron las primeras expresiones de lo que hoy se conoce como Guerra Asimétrica. Los europeos contaban con una superioridad militar que fue enfrentada valientemente durante cientos de años a través de las distintas maneras de resistencia por parte de los aborígenes. La resistencia indígena tiene ya 513 años en el Continente manifestándose de diversas maneras, siendo las más relevantes actualmente el levantamiento armado de Chiapas en México, las luchas de los indígenas en Ecuador y Bolivia, sin olvidar las heroicas gestas de resistencia, como las de Tupac Amarú en Perú, Montezuma en México y en el caso Venezolano, destacamos el coraje de nuestros caciques Guaicaipuro, Tamanaco, Chacao, Baruta, Aramaipuro, Aricabuto, Tiuna, Guaicamacuto, Arichuna, Guaratari, Queipa, Catia, Cayaurima, Chicuramay, Cuaicurian, Conopaima, Sorocaima, Mamacurri, Guarauguta, Manaure, mara, Maracay, Meregote, Murachi, Naiguata, Paisana, Paramacay, Paramaconi, Pariata, Maiquetia, Terepaima, Yaracuy, Yare, Yavire, Paramaiboa, Pariaguan, Yoraco, Prepocunate, entre otros muchos que todavía hoy nos siguen inspirando con su ejemplo de entrega y valentía.

La Resistencia Afroamericana

Luego de ser secuestrados en diversos lugares del África Sub-Sahariana y obligados a trabajar como esclavos en América, los africanos y sus descendientes desarrollaron múltiples formas de resistencia frente a la salvaje explotación que les fue impuesta por españoles, ingleses, franceses y portugueses. Estas formas de resistencia son denominadas “Cimarronaje” y se definen como el conjunto de acciones que abierta o encubiertamente realizaban los esclavizados para rebelarse frente a la explotación de los esclavistas. El Cimarronaje logró desarrollar espacios libertarios en distintos puntos geográficos del Continente, que con diferentes denominaciones: Cumbes, Palenque, Quilombos, eran áreas donde se consolidaron relaciones de ayuda mutua y cooperación al margen de la sociedad esclavista.

Entre los Cumbes (organizaciones de resistencia afro) que se conocen en Venezuela, podemos nombrar: el Cumbe de Ocoyta liderizado por el negro Miguel (Barlovento), el de Cata (Aragua), el de Yaracuy liderizado por el Negro Andresote, así mismo es preciso destacar la extraordinaria lucha liderizada por José Leonardo Chirino, quién logró estructurar un movimiento libertario y desde las serranías de Coro proclamó la necesidad de construir una República de iguales en el año 1795. Este extraordinario aporte ha sido históricamente ignorado, pero hoy, luego de múltiples acciones de los Afrodescendientes venezolanos, el Gobierno Bolivariano ha decretado el 10 de Mayo (fecha del levantamiento de José Leonardo) como Día de la Afro Venezolanidad, igualmente es notorio la existencia en Brasil del Quilombo de Palmares, el cual tuvo una duración de casi cien (100) años y contó con todo un sistema integral que incluía ejércitos de defensa, escuelas, producción Agrícola y Pecuaria.

El Bolivarianismo Revolucionario

Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios fue un gran visionario, con sus planes patriotas atrajo a los afrodescendientes, a los mestizos y a los valerosos llaneros a luchar hasta alcanzar la libertad y la igualdad. Las batallas emancipadoras se convirtieron en una GRAN REVOLUCIÓN que incluso amenazaron con subvertir el orden en todo el Continente. El proyecto encabezado por Bolívar fue original y tuvo su concreción en la República de Colombia, así como en sus intentos por unificar los países hispanoamericanos cuando celebró el Congreso Anfictiónico de Panamá. Retomamos de Nuestro Libertador que la patria es la América toda, la conformación de una gran nación gloriosa, mas por su libertad que por sus riquezas.

El Cristianismo Liberador

La invasión española llegó a nuestras tierras espada en mano, con la bendición de la Iglesia Católica Romana de la época, imponiéndole a los pueblos indígenas, a sangre y fuego, la religión católica. Algo similar ocurrió en Norteamérica, donde los invasores ingleses, impusieron a la fuerza, el protestantismo. A pesar del éxito de ese proyecto de dominación religiosa, hoy tenemos que afirmar, que la fuerza liberadora del Evangelio de Jesús de Nazaret, levantó en muchos lugares de América (la Patria Grande), hombres y mujeres que desde las Iglesias, Parroquias, Comunidades de Base y Grupos clandestinos, dieron sus vidas, a favor de las luchas de los pueblos.

En la Iglesia Católica, en los Concilios de Puebla-México y Medellín-Colombia, y en la Iglesia Evangélica con el nacimiento del Consejo Latinoamericano de Iglesias en Asamblea Continental, en Oaxtepec-México, se hizo presente esa herencia histórica libertaria. Esto obligó a las respectivas jerarquías religiosas, a trabajar el tema de la OPCION POR LOS POBRES y asumir posturas a favor de la libertad de los pueblos. Toda esta lucha de cristianos y cristianas en este Continente, dio pie al nacimiento de la Teología de la Liberación, teología que desde la Biblia y con el auxilio de las ciencias sociales, promovió la concientización, la relectura bíblica, la renovación litúrgica, en procura de la libertad de los pueblos oprimidos.

En Venezuela, la Teología de la Liberación, tuvo su eco en la labor de cristianos y cristianas, comprometidos y comprometidas quienes gastaron sus vidas, apoyando las diferentes manifestaciones de rebeldía de sectores del pueblo. Líderes de la talla de Juan Torcate, Dionisio Méndez, Exeario Sosa Luján, Oscar Fréitez, Juan Vives Suriá, Migda Mazuera, Ramón Castillo, dejaron huellas en esta historia. Además de sectores de la Iglesia Católica, rescatamos el aporte de gente de la Iglesia Presbiteriana y de Iglesias como la Unión Evangélica Pentecostal Venezolana, en cuya sede, Escuela Bender, en La Piedad, Lara, nació el Grupo CALEB, de trayectoria revolucionaria y desde donde sistematiza el Prof. Carlos Lanz R. el Método INVEDECOR.

La Resistencia Armada Revolucionaria de los años 60 y 70

Constituye un nuevo momento de la resistencia popular en Venezuela y una respuesta directa a los gobiernos reformistas, practicantes de la democracia representativa de la burguesía (clase social dueña del poder económico y político). Los modelos capitalistas sobreviven gracias a la aplicación de la violencia en lo económico, cultural y social para garantizar la dominación, bien sea a través de tiranías militares o de la democracia representativa. La lucha armada surge como una respuesta en legítima defensa, utilizada por algunos sectores del pueblo venezolano para desarrollar la contra-violencia, la cual se resume en el enfrentamiento de grupos políticos alzados en armas contra las fuerzas militares que defendían el orden social injusto, que imponía el aparato burgués. La lucha de los años 60 alimenta la conciencia entre los trabajadores urbanos, campesinos y los estudiantes y conduce a plantear una alternativa frente a la democracia representativa, este es el principal aporte político que la resistencia armada hace al movimiento popular.

El conjunto de los elementos esbozados ha posibilitado el surgimiento de una conciencia clasista y revolucionaria, no solo en Venezuela sino también en el resto del Continente Americano por medio de los distintos colectivos que asumieron la lucha armada (Guerra de Guerrillas). Los grupos de poder en Venezuela produjeron cientos de torturados, un gran número de desaparecidos y asesinados, entre los cuales podemos citar a Jorge Rodríguez (Liga Socialista), el catire Rincón y los 72 combatientes del frente Américo Silva masacrados en Cantaura, Noel Rodríguez, Fabricio Ojeda (PRV-FALN), Alberto Lovera (PCV), y los masacrados de Yumare (1986), igual situación se presentó en países como Brasil, Uruguay, Colombia, Perú, Nicaragua, El Salvador, Argentina, Chile y otros pueblos del continente. Es bueno señalar que estas luchas contaron con la poesía revolucionaria de los cantores populares, en nuestro caso hay que resaltar el extraordinario aporte del “panita” cantor del pueblo Alí Primera, cuyas canciones fueron y siguen siendo alimento espiritual para los sectores populares que impulsan constantemente la creación de una sociedad más justa y más solidaria.

El Árbol de las Tres Raíces

“si perdemos de vista nuestro árbol, nos quedaremos un día sin la flor en la mano”

 Alí Primera

El proyecto de la Revolución Bolivariana tiene su sustentación filosófica en el llamado árbol de las tres raíces, desarrollado por un grupo de militares venezolanos que en los años ochenta (80) crearon clandestinamente un movimiento de carácter revolucionario y bolivariano, fundamentado en las ideas de tres grandes venezolanos: Simón Bolívar, Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora. Citaremos brevemente los aspectos centrales considerados para la construcción de este árbol:

Simón Bolívar: es sin duda la raíz principal de este árbol, fue el hombre que impulsó el desarrollo de la guerra justa, es decir, la guerra que no tenía otra pretensión que lograr la libertad, la igualdad y la justicia. Esta iba contra la dominación extranjera del territorio, fue Bolívar el hombre que pudo desprenderse del beneficio propio para lograr el beneficio de las mayorías. El pensamiento bolivariano define el carácter Latinoamericanista del proyecto a desarrollar, pone de relieve la necesidad una vez más de lograr la independencia política no solo de Venezuela, también de los países latinoamericanos y caribeños. Esto explica por qué desde su llegada al poder, el Presidente Chávez, no ha dejado de impulsar el desarrollo de una conciencia revolucionaria más allá de nuestras fronteras. El legado de Bolívar hace comprender la entrega total, el desprendimiento y nuestro papel en este momento histórico cuando en Venezuela se conduce un proceso de cambios y grandes transformaciones. Dicho proceso es llamado Bolivariano, justamente por encontrarnos con los sueños grandiosos de nuestros héroes, que son los mismos sueños que hoy procuran los pueblos deseosos de igualdad, de unión y libertad.

Simón Rodríguez: conocido también con el seudónimo de Samuel Robinson, además de haber sido el maestro del Libertador, tiene muchos méritos, entre ellos el de consagrar la educación para todos los hombres y mujeres de Venezuela, independientemente de su posición económica u origen étnico, quedando testimoniado en una frase suya que dice “Escuela para todos, porque todos son Ciudadanos”. Es el maestro Simón Rodríguez quien plantea la necesidad imperiosa de crear un modelo político propio de nuestra sociedad, que no copie viejos modelos venidos de otras tierras y que más bien conozca de lo existente en otras latitudes no para copiarlo sino para tenerlo en cuenta a la hora de enriquecer lo nuestro.

“La América española es original. Originales han de ser sus Instituciones y sus gobiernos y originales los medios de fundar unos y otros. O inventamos o erramos” Simón Rodríguez.

Esta idea robinsoniana fundamenta, sin duda, el carácter originario de la Revolución Bolivariana. Muchas veces los enemigos del proceso han señalado que “Venezuela marcha hacia el Castro-Comunismo”, y otras falsedades para descalificar las iniciativas del gobierno, pero la realidad demuestra que estamos desarrollando un modelo político de participación popular que no es la copia de ninguna otra experiencia y que por el contrario cuenta con formas de hacer política convertidas en referencia para el resto de los países del mundo. Ejemplo de ello es haber elaborado una constitución que fue aprobada por el pueblo en Referéndum Nacional y que además contiene la posibilidad de revocar el mandato a cualquier funcionario o funcionaria que haya sido electa o electo popularmente y que no cumpla satisfactoriamente su trabajo.

Ezequiel Zamora: Conocido como el general del pueblo soberano, Zamora y su pensamiento son la tercera raíz de este árbol. Zamora retoma la bandera de Bolívar y lideriza la Guerra Federal, treinta años después de la muerte del Libertador, en claro enfrentamiento con la oligarquía que quiso truncar el sueño bolivariano. La lucha de Zamora fue la lucha por una redistribución de la tierra, “Tierras y Hombres Libres” fue su consigna principal que encontró un masivo apoyo en los habitantes del campo que para ese entonces era la mayoría del pueblo Venezolano. Por su parte el sector minoritario que ejercía el dominio fue claramente identificado por Zamora como el enemigo a vencer, “Horror a la Oligarquía” repetía continuamente. Nuestro proceso se nutre del pensamiento Zamorano para establecer que los cambios se harán con los sectores populares, es decir para el beneficio de ese 80% de venezolanos y venezolanas que han estado históricamente excluidos y excluidas del acceso a la riqueza nacional, por esta razón el gobierno Bolivariano desarrolla una política social incluyente, que se expresa en las Misiones Robinson, Ribas, Sucre, Vuelvan Caras, Barrio Adentro, Mercal, Guaicaipuro, Piar, Miranda, Identidad, Cultura y otros programas sociales. La ley de tierras y desarrollo agrario ha sido el instrumento legal empleado para enfrentar el latifundio y favorecer a los campesinos y campesinas, este hecho ha producido un enfrentamiento frontal con los descendientes de la oligarquía, que en su tiempo enfrentó Zamora.

El Desmoronamiento de la Democracia Representativa

Una vez terminado el gobierno de Pérez Jiménez, el pueblo depositó sus esperanzas en un sector político representado por AD, COPEI y URD quienes rápidamente traicionaron la confianza popular, firmando el “Pacto de Punto Fijo” que se convierte en el instrumento que garantiza la alternabilidad del poder entre estos partidos. El pueblo venezolano se dio cuenta pronto que los gobiernos surgidos a partir de 1958 no significaron cambios importantes en la vida de las grandes mayorías, por el contrario los periodos de AD y COPEI favorecieron el crecimiento de la pobreza. Además impulsaron el enriquecimiento ilegal del sector político dominante y de ciertos grupos económicos que se hicieron muy poderosos utilizando el dinero del Estado como principal fuente de financiamiento, entre esos grupos económicos podemos citar: El grupo Cisneros, Mendoza y sus empresas Polar, 1BC de Granier, Lares y Phels, La Cadena Capriles, el Bloque De Armas, entre otros. Debemos señalar que los distintos gobiernos de E.U.A. mantuvieron sin cuestionamientos excelentes relaciones con todos los gobiernos adecos y copeyanos, ya que estos no representaban peligro alguno para sus intereses económicos y políticos, por el contrario brindaron condiciones favorables para el desarrollo de estrategias vinculadas a la política exterior estadounidense. De esta manera se articuló un trío (partidos políticos, grupos económicos, y gobiernos de EUA) que se apoyaron mutuamente durante 40 años trayendo consecuencias terribles para la sociedad venezolana, entre las que podemos citar:

  1. Empobrecimiento del 80% de la población.
  2. Abandono del campo y la actividad agrícola.
  3. Concentración de la población en el eje norte costero del país.
  4. Corrupción generalizada de la clase política y económica.
  5. Pérdida de credibilidad de la población en la clase política.
  6. Exclusión de la población en los asuntos públicos.
  7. Concentración de la riqueza en muy pocas manos.

Ahora bien, durante todos esos años de gobiernos puntofijistas el pueblo venezolano, guiado por el espíritu de nuestra herencia histórica libertaria, desarrolló diversas formas de resistencia, que se expresaron no sólo por la vía armada entre los años 60 y 70, cuyo aporte hay que reivindicar, sino a través de múltiples experiencias organizativas concretas en el medio rural y urbano, algunas de las cuales nos permitimos citar:

  1. El estallido social del 27 y 28 de febrero de 1989, como consecuencia del paquete de medidas económicas del Fondo Monetario Internacional (FMI), que pretendió aplicar el segundo gobierno de CAP (Carlos Andrés Pérez). Esto dio origen a la rebelión de amplios sectores populares tomando por asalto los comercios que tenían acaparados numerosos productos de primera necesidad. Ante esto el gobierno activó la más terrible represión militar realizada en Venezuela causando la muerte de miles de compatriotas amparada en el silencio cómplice de los medios de comunicación e instancias internacionales, tales como la O.E.A. (Organización de Estados Americanos), Human Right Watch, entre otras.
  2. El Resurgimiento del Movimiento Estudiantil, que más allá del reclamo de sus reivindicaciones habituales tomó el escenario junto a otros sectores populares ejerciendo la “Democracia de la Calle”, promoviendo de manera efectiva la subversión social y política ante gobiernos que negaban constantemente los derechos humanos a las grandes mayorías.
  3. El Resurgimiento del Movimiento Obrero: Expresado en un sindicalismo de nuevo tipo que se hizo presente en el sector textil del Estado Aragua y en los llamados Matanceros de las Empresas Básicas de Guayana, quienes con el denominado nuevo sindicalismo logran dirigir el sindicato más grande del país (SUTISS) acumulando una importante fuerza social.
  4. Las Rebeliones Militares del 4-Febrero y del 27-Noviembre de 1992: Mientras en las calles el movimiento popular se organizaba de diversas maneras, en nuestros cuarteles un grupo de jóvenes oficiales formaron un movimiento clandestino (MBR-200 Movimiento Bolivariano Revolucionario, en conmemoración al Bicentenario del Natalicio del Libertador), que adelantó una rebelión contra el gobierno de CAP, quien a pesar del estallido social del 27 y 28 de febrero de 1989, insistió en la aplicación del paquete neoliberal. Esta rebelión no logró sus objetivos inmediatos, pero alcanzó un éxito político sin precedentes, ya que el Comandante Chávez asumió plenamente la responsabilidad de lo ocurrido y logró en una breve intervención televisiva (en vivo) el respeto y la admiración de la mayor parte del pueblo venezolano. Este hecho significó la conexión inmediata entre el discurso político del Comandante Chávez y el pueblo venezolano, a partir de entonces distintos actores políticos como el ex presidente Rafael Caldera y el entonces diputado Aristóbulo Istúriz, hacen una interpretación pública de las razones que originaron el levantamiento militar, lo cual los impulsa a ambos al logro de importantes posiciones en la vida política venezolana; en el caso de Caldera logra incluso volver a la Presidencia de la República, canalizando el descontento popular con los partidos tradicionales, a pesar de su origen social cristiano y su responsabilidad directa en el desarrollo de la democracia representativa.

Hay que señalar que Rafael Caldera utilizó oportunistamente el descontento popular, logrando reunir a su alrededor a buena parte de los grupos minoritarios de la izquierda y algunas expresiones “renovadas” de los viejos partidos, alianza esta que se conoce con el nombre de “chiripero”, que finalmente no fue más que otra decepción para los sectores populares ya que se siguió aplicando políticas neoliberales que tanto se le cuestionaron al gobierno C.A.P. Por su parte Aristóbulo Istúriz y su partido Causa R, lograron avivar la esperanza de los sectores populares caraqueños al obtener el triunfo en la principal Alcaldía del país, en este caso el Prof. Istúriz, canalizó el descontento de las mayorías por su vinculación directa y real con las luchas gremiales y sociales del pueblo caraqueño.

Luego de la salida del Comandante Hugo Chávez de la prisión en 1994, este inicia un recorrido a lo largo y ancho de la geografía venezolana, estableciendo contactos directos con los campesinos y campesinas, los obreros y obreras, estudiantes e intelectuales, que le permiten articular una serie de postulados y planteamientos ideológicos que son la resultante de la “Herencia Histórica Libertaria” expresada en la resistencia indígena, el cimarronaje, el bolivarianismo revolucionario, el cristianismo liberador, la lucha armada de los años 60 y 70 y La lucha del Movimiento Popular que se ve favorecida con la llegada al poder del Presidente Chávez, a pesar del conjunto de trabas, manipulaciones, dificultades, sabotaje, alianzas, que los sectores políticos y económicos tradicionales colocaron para evitar su triunfo electoral.

Es bueno hacer notar que Hugo Chávez, no ocultó en ningún momento su claro propósito de impulsar cambios profundos en la estructura política, económica y social de nuestra sociedad, por eso su planteamiento de Asamblea Nacional Constituyente, como instrumento político para transformar el sistema, fue su principal promesa electoral. Consecuente con dicha posición tan pronto asume la primera Magistratura, firma el decreto de convocatoria a la Asamblea Constituyente, lo cual logra entusiasmar a la inmensa mayoría de los hombres y mujeres habitantes de la tierra de Bolívar. Es preciso recordar que el pueblo venezolano escogió democráticamente a los integrantes de la Constituyente, otorgándole una inmensa mayoría a los candidatos y candidatas propuestos por el Presidente de la República. El resultado de este proceso fue una nueva Carta Magna que con orgullo llamamos “Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”.

La nueva Constitución crea el marco legal necesario para impulsar las transformaciones políticas, económicas y sociales, por las cuales ha luchado históricamente el pueblo venezolano. Para darle viabilidad a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, se hizo necesario crear un conjunto de nuevas leyes, fue así como en el año 2001, la Asamblea Nacional otorga al Presidente de la Republica, la facultad para dictar cuarenta y nueve (49) Leyes Habilitantes, las cuales recogían aspectos esenciales para la Refundación jurídica de la República. En este marco se crean leyes como: Ley de Pesca y Acuicultura, Ley de Asociaciones Cooperativas, Ley de Simplificaciones de Trámites Administrativos, Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, Ley de Hidrocarburos, Ley de Microfinanzas, entre otras.

De la Reacción Antibolivariana a la Contra-Ofensiva Popular

El movimiento revolucionario bolivariano fue acoplándose y fortaleciéndose casi sin sufrir choques de la burguesía hasta el 2001, cuando se aprueban 49 leyes habilitantes (ley de tierras, de hidrocarburos, de pesca entre otras) para darle herramientas legales a la implementación de los postulados constitucionales, es en ese momento histórico que el aparato de la reacción (dueños del poder económico, y militantes de partidos de derecha apoyados por el gobierno de los Estados Unidos de Norte-América) ejecuta la más aberrante y desmedida campaña comunicacional, económica y política para desestabilizar el orden establecido. Las prácticas desestabilizadoras condujeron a un golpe militar y mediático el 11 de abril del 2002, lo cual produjo el secuestro del Presidente y la instauración de un gobierno de facto que abolió todos los poderes y pretendía volver a los postulados de la democracia representativa y con ello a la exclusión del pueblo. Venezuela y el pensamiento Bolivariano entra nuevamente en las páginas gloriosas de la historia al desmontar el “golpe de estado perfecto”, cuando el pueblo unido y las Fuerzas Armadas Bolivarianas, rescatan el hilo constitucional entre los días 13 y 14 de abril del 2002, regresando al Presidente y con él todo el marco jurídico de la V República.

Menos de 48 horas bastaron para que la sangre libertaria de nuestros antepasados ardiera y pusiera en práctica la más admirable operación de rescate popular conocida en el mundo. La derecha venezolana (AD, COPEY, sus derivados, la jerarquía eclesiástica, los medios de comunicación) apoyada por el imperialismo norteamericano al ver frustrado sus planes militares y comunicacionales incursiona en un nuevo plan de desestabilización direccionado al desequilibro económico nacional, propiciando un paro en diciembre del 2002 que obstaculizó la producción del país, y conllevó al desequilibro financiero afectando principalmente al pueblo. El desequilibrio producido afectó al sector salud, (propiciando muertes y desasistencia médica), a la educación, a la agricultura y al principal órgano económico del estado Petróleos de Venezuela. Sin embargo el pueblo Bolivariano una vez más dio muestra de resistencia, soportando la arremetida e incorporándose, en su derecho legítimo de participar en la articulación Estado-Pueblo para desmembrar la aplicación del ahogo económico impuesto por unos pocos, conllevando a recuperar la empresa petrolera del estado (PDVSA) para ponerla al servicio del pueblo, así como también fortalecer la lucha cultural y política necesaria para afianzar el proceso Revolucionario.

La Lucha Bolivariana Continúa

Después de las arremetidas de Abril y Diciembre del 2002 y de medirnos en el primer proceso de referendo del mundo (agosto del 2004) para decidir a través del voto universal y soberano del pueblo, la continuación del mandato del Presidente de la República, la Revolución Bolivariana se ha fortalecido y hoy más que nunca está librando una lucha por la igualdad y la inclusión, donde todos y todas, unidos y unidas, planteamos el gran reto de transformar las realidades existentes para lograr un gobierno que garantice “la mayor suma de bienestar y felicidad posible”, como dijo Bolívar. Esta lucha comenzó desde la resistencia aborigen, el cimarronaje, la gesta libertadora y es continuada por el actual proceso político liderizado por Chávez y el pueblo. Avanzamos hacia un proceso que permita alcanzar los postulados señalados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela articulado con los 10 objetivos estratégicos:

  1. Avanzar en la conformación de la nueva estructura social.
  2. Articular y optimizar la nueva estrategia comunicacional.
  3. Avanzar aceleradamente en la construcción del nuevo modelo democrático de participación popular.
  4. Acelerar la creación de la nueva institucionalidad del aparato del Estado.
  5. Activar una nueva estrategia integral y eficaz contra la corrupción.
  6. Desarrollar la nueva estrategia electoral.
  7. Acelerar la construcción de un nuevo modelo productivo, rumbo a la creación del nuevo sistema económico.
  8. Continuar instalando la nueva estructura territorial.
  9. Profundizar y acelerar la conformación de la nueva estrategia militar nacional.
  10. Seguir impulsando el nuevo sistema multipolar internacional.

Estos objetivos son referidos por el Jefe del Estado y producto de ello es necesario articular las acciones que conducen a “Darle Poder al Pueblo”, con los postulados heredados de las corrientes liberadoras manifestadas en nuestro país. De este modo ponerlas en práctica en los instrumentos de acción directa que tenemos, como son las Misiones Revolucionarias: Robinson, Ribas, Sucre, Guaicaipuro, Vuelvan Caras, Barrio Adentro, Mercal, entre otras. La puesta en marcha del plan de alfabetización (Robinsón I y II), la incorporación de la población a la educación diversificada y superior (Ribas y Sucre) el diseño de otro modelo de producción sustentable, sostenible y desde adentro (“Vuelvan Caras” y NUDE) entre otras acciones, forman parte del conjunto de estrategias para liberarnos del capitalismo salvaje. De esta manera, los nuevos republicanos Bolivarianos y nuevas republicanas Bolivarianas, avanzamos con capacidad de valorarnos en sí mismos y en sí mismas, para construir el nuevo socialismo del siglo XXI, sistema democrático de participación y protagonismo social. Nuestra mirada en el horizonte, se encuentra en armonía con el ambiente y en el marco del Ideario Bolivariano, para trabajar en pro de un nuevo modelo de desarrollo que permita la convivencia en cooperación, solidaridad, justicia y paz.

 

Imagen: https://www.alainet.org/

Enviado por el autor.

Lecciones de un microbio

Hernán Alvarado

            La tragedia COVID-19 suma más de 182.000 fallecidos y contando. El 17 de marzo, el senador colombiano Gustavo Petro afirmó que solo hay dos medidas efectivas contra esta pandemia:

            «a) Confinar drásticamente a la población en sus casas y

    b) Aumentar sustancialmente la capacidad hospitalaria».

            La primera es más importante dada la debilidad de los sistemas de salud, mas no cabe descuidar la segunda. Tal la enseñanza de otras virosis, así que obviarla configura un «genocidio por omisión». Tómese en cuenta para evaluar las diferentes respuestas gubernamentales. Este microbio sacude nuestras certezas y sin decir nada cambia los términos del debate ideológico, al desnudar las aberrantes desigualdades que la globalización neoliberal ha auspiciado. Asimismo, facilita una expansión de conciencia que presagia aprendizajes significativos.

  1. El mercado es de cristal opaco

            En el mercado, la mercancía preñada de ganancia representa el valor en su máximo esplendor, aunque la inversión pasa por su momento más crítico. Ahí el valor parece sólido, pero su dueño lo necesita líquido. Por lo demás, el dinero es un invento fabuloso, como medio de cálculo e intercambio facilita la distribución del producto social; pero cuando se convierte en un fin, como en la usura, resulta tan peligroso que debiera vigilarse como una central atómica.

            En cuanto todo transcurre normalmente el mercado luce tan útil como una columna, pero se hace añicos en las crisis. Además, su falsa transparencia oculta la desigual distribución de riqueza, es decir, el mecanismo mediante el cual pocos se enriquecen cada vez más, mientras la gran mayoría se empobrece. Pese a que Jeffrey Sachs mostró, en 2005, cómo se puede conseguir El fin de la pobreza, Costa Rica es ahora uno de los diez países más desiguales del mundo.

  1. La crisis como modus operandi

            El Subcomandante Marcos denunció, desde el año 2000, que la crisis es el modus operandi del neoliberalismo.[1] En rigor, así opera el capitalismo para concentrar la riqueza. En la crisis, el pez grande se come al chico, mientras la clase trabajadora se encarga de los desempleados vía solidaridad familiar. En realidad, la crisis es una fase necesaria y cíclica de la acumulación capitalista mediante la cual se aumenta la productividad promedio, o sea, la innovación del capital es tan destructiva como su desarrollo.

            La crisis no se origina en el sistema financiero, pero se incuba ahí, por eso resulta su principal protagonista. Mediante maniobras monetarias y crediticias genera las condiciones para ese sorprendente fenómeno que es la desaparición del dinero. Entonces, ramas enteras de la producción colapsan y reestructuran. De carambola, los negocios mejoran su rentabilidad empeorando las condiciones laborales. De hecho, esta crisis ya había sido anunciada, el Covid-19 la desencadenó y hará más dura la reactivación.

  1. Una economía para la vida

            Entre otros efectos, este microorganismo contrasta esa economía para la concentración de riqueza con la alternativa que sería para la vida. Además de condenar a millones de personas a la pobreza, esa economía letal ha eliminado a millones de especies vivas, cuyos beneficios potenciales, ecológicos y económicos, ni siquiera fueron explorados.

            Pero ahora ha quedado claro que el motor de la economía son las personas que trabajan, producen y consumen. Sin personas las empresas son meras ficciones jurídicas; la producción de riqueza se detiene cuando ellas no trabajan, la ganancia se congela si no compran. En una cuarentena, el capital se muere de sed, como un vampiro en su cueva.

            Paradójicamente, una economía para la vida debe superar primero el antropocentrismo, puesto que el ser humano no sobrevive sin el ecosistema. Edgar Morin ha mostrado el camino en La vida de la vida, donde el sujeto no es el ser humano sino la vida misma. Al destruir su ecología el Homo Sapiens cava su propia tumba o, como dice Franz Hinkelammert, corta la rama en la que está sentado. Sin embargo, la economía para la muerte contamina el aire, recalienta la Tierra, contamina los ríos y ensucia los océanos; pareciéndole solo un daño colateral del desarrollo.

  1. Huelga general de compras

            Según Zygmund Bauman (1925-2017), en la post modernidad el trabajador ha sido licuado como consumidor, en rigor como comprador; del mismo modo el productor ha sido licuado como inversionista. La mayoría son consumidores, la minoría inversionistas. Si las huelgas de trabajadores públicos se restringen y el sector privado no admite más sindicato que el de los empresarios (UCAEP), al pueblo todavía le queda la huelga de compras.

            Ahora los compradores finales saben que la producción responde a su demanda y que muchas cosas son más publicitarias que necesarias. Podrían abandonar entonces lo que arruina su salud o daña a la Madre Tierra. Ese poder de compra puede usarse, por ejemplo, para reducir la ingesta de animales y el uso de plásticos. Solo los compradores detendrán el consumismo voraz que conduce al colapso planetario. Eso viene sucediendo espontáneamente, verbigracia el caso del petróleo. No comprar es más potente que cualquier acción; de hecho no puede reprimirse, no infringe la ley y detiene la codicia más irresponsable. Como esta crisis revela, el capitalismo es una máquina ciega que debe ser conducida mediante una coordinación facilitada por la tecnología colaborativa. Según Manuel Castells, la política es hoy fundamentalmente comunicación.

  1. El Estado no basta

            Existe un impulso irrefrenable hacia la comunidad y la solidaridad, cual instinto de especie o de «manada» que se manifiesta en el cuerpo médico, los empleados públicos y las miles de personas que se quedan voluntariamente en casa. Además, como escribiera Alan Woods, nada puede reprimir el «deseo inconsciente» de transformar el mundo preservado en la clase trabajadora. A la vez, hay una resistencia tenaz al trato indiferenciado que la política pública impone como parte de la reacción inmunitaria revelada por Roberto Esposito (Véase: Communitas e Inmunitas). Esto significa que el éxito de una política pública depende sobre todo de la colaboración de sus destinatarios.

            El poder real radica en los ciudadanos que mueven las ruedas del mundo cotidianamente y no, como pareciera, en sus delegados. Quienes gobiernan ostentan el poder formal, como ilusión de élite sostenida por la creencia mayoritaria en ficciones del tipo Estado y empresa; fenómeno destacado por Harari en Homo Deus. Por eso, al final depende del monopolio de la violencia legítima. Pero separado del representado, el poder del representante deviene fetiche que oculta en vano su ejercicio ilegítimo; según lo ha revelado Enrique Dussel en sus 10 tesis de política. Ese poder «legal» pero ilegítimo es una bomba de tiempo. Poder formal cada vez más difícil de alcanzar, ejercer y sostener, según lo descrito por Moisés Naím en el Fin del poder. En realidad, el poder formal parece sólido solo mientras el Soberano está silente.

            Además, el Estado costarricense existe en el Gran Área Metropolitana, pero conforme se aleja del centro se va desdibujando, hasta que en lugares remotos, como fronteras y costas, se reduce a la policía. Hay comunidades que ni cuentan con eso, como se sufre particularmente en el sur, donde se asesinan dirigentes sociales en territorio indígena.

            En el mar patrimonial el Estado prácticamente no existe; ahí yace buena parte de la riqueza de la nación, pero es coto de caza de atuneros y narcotraficantes. Una gestión de desarrollo de espaldas al mar significa que se ha abandonado el 92% del territorio nacional (574.725 km²) mientras las comunidades pesqueras se convierten en las más vulneradas. Alguna vez la burguesía costarricense fue patriótica, pero ha dejado de serlo, salvo honrosas excepciones. Tal vez comenzó a desnacionalizarse desde que fusilaron a Juanito Mora (1814-1860), cuyo cadáver quisieron arrojar al estero de Puntarenas.

  1. La democracia representativa no es suficiente

            La democracia representativa pasa por su peor crisis, a despecho del Fin de la historia y el último hombre, anunciado por Francis Fukuyama. Los ciudadanos creen cada vez menos en la «clase» política, en sus partidos de pacotilla y en las instituciones que dirige. Hasta las judiciales se están desprestigiando porque su independencia es una aspiración más que una realidad. En América Latina, según Manuel Castell, alrededor del 80% de la población no se siente representada por sus gobernantes.[2]

            Aunque sea claro que las elecciones limpias y transparentes son necesarias, también lo es que no son suficientes. De hecho, los representantes ganan con «mayorías» reglamentarias, no de verdad, y rápido su legitimidad se erosiona. Los ciudadanos tampoco creen en los medios de comunicación, por su servilismo a mezquinos intereses económicos. Esa crisis crónica de gobernabilidad es en términos de Antonio Grasmci (1891-1937) una crisis de hegemonía moral y cultural.

            En suma, sin una renovación radical la democracia representativa se seguirá desplomando como los glaciares por el cambio climático. La oligarquía, menos del 1% de la población, se ha vuelto su peor enemiga porque boicotea sistemáticamente el Estado de derecho y la institucionalidad pública, dejando de pagar sus impuestos y sus contribuciones a la seguridad social, exportando sus ganancias a los paraísos fiscales, cabildeando para obtener cuantiosas exenciones y amnistías, incidiendo en el poder judicial, haciendo campañas truculentas para disimular su evasión tributaria y cargando sobre los hombros del pueblo los costos hundidos de todas sus crisis. A la vez que usufructúa de la deuda, la inversión y los servicios públicos. Su liberalismo in extremis conduce al caos o al fascismo y desemboca, en el mejor de los casos, en la indignación y la movilización general.

  1. La renovación democrática impostergable

            En 2003, la Asamblea Legislativa aprobó la reforma constitucional más importante después de la abolición del ejército. Consistió en una modificación aparentemente inocua que a algunos les pareció redundante y muchos ni se dieron por enterados. El artículo 9 describe nada menos que las características del gobierno: popular, representativo, responsable y alternativo. La reforma agregó «participativo» significando que el gobierno es ejercido por el pueblo junto a tres Poderes independientes. A la letra dice:

El Gobierno de la República es popular, representativo, participativo, alternativo y responsable. Lo ejercen el pueblo y tres Poderes distintos e independientes entre sí. El Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial (…).[3]

            O sea, renovar la democracia es un imperativo constitucional desde hace 17 años, pero se ha avanzado poco o nada. Al respecto, la Asamblea Legislativa ha pecado por omisión, incumpliéndole al Soberano que ya debería haber sido apoderado. Eso hubiera sido más digno de su investidura que dedicarse a confiscar pensiones a personas adultas mayores, cohonestando la violencia simbólica del estigma difamatorio que se ha usado contra ellas cual caballo de Troya.

            Tal reforma política es urgente e indispensable porque ninguna democracia puede llamarse realmente representativa si no es participativa y ningún gobierno puede decirse popular y responsable sin una ciudadanía activa. Ella implica formas de participación, directas e indirectas, en todas las instituciones de los tres Poderes. Asimismo, se trata de garantizar que los reguladores de servicios públicos no sean capturados por los proveedores. Toda la institucionalidad pública debe hacer efectivo ese gobierno del pueblo, para el pueblo y con el pueblo, simplemente por ser un mandato superior. En cuyo caso ¿cuántos desfalcos, confiscaciones, evasiones y extorsiones dejarían de ser viables? Además supone la aprobación de mecanismos como el plebiscito revocatorio de mandato de todos los representantes, incluyendo diputados. Así como prácticas regulares de rendición de cuentas, como la patrocinada, ejemplarmente, por el «Movimiento Territorios Seguros».

            Por su parte, los tres Poderes deben ser independientes entre sí para que el diseño de Estado funcione, si no se pierde el contrapeso. A la Asamblea Legislativa le toca una oposición visionaria ante el Ejecutivo y al Judicial parar los abusos de ambos. Sin embargo, esos Poderes lucen hoy confundidos, configurando un tipo de gobierno antidemocrático. En consecuencia, ya no debieran valerse esas leyes que un grupito de iluminados aprueba a espaldas de la ciudadanía, aplaudidos únicamente por la prensa desprestigiada, como fue el «plan fiscal» y la ley 9796 contra el derecho a una pensión digna. En contraste, pese a ser inmoral e ilegal, los diputados no se han atrevido a poner fin a la usura, lo cual no se limita a poner un tope de verdad a la tasa de interés. Alguien debiera recordarles que un gobierno de los ricos y para los ricos no solo es ilegitimo, además es anticonstitucional.

  1. Refundar la República del bicentenario

            Por eso, la responsabilidad debe asumirla ahora, directamente, el pueblo de Costa Rica. Cuando existan las condiciones este debe impulsar una reforma integral de la Constitución de 1949, que sería la forma más seria de honrar el bicentenario de la independencia. Dicha reforma debería girar alrededor de tres ejes temáticos preliminares:

A. Transformación de la democracia representativa en democracia participativa, según el artículo 9 ya reformado. Eso implica revisar críticamente el sistema electoral y garantizar la independencia absoluta de los tres Poderes respecto a cualquier presión externa política o económica. De igual manera, consolidar y ampliar las autonomías institucionales y territoriales. Asimismo, supone la gestión soberana, participativa, integral, descentralizada, sustentable e inclusiva de la totalidad del territorio nacional, incluyendo el mar en toda su extensión.

B. Garantías jurídicas para un avance progresivo de los derechos humanos de todos los habitantes: personas, poblaciones, culturas, etnias, naciones, comunidades, géneros, edades y condiciones, incluso más allá de las convenciones internacionales ratificadas.

C. Principios de una economía para la vida que implica, por ejemplo, un ingreso digno y universal para cada habitante, de acuerdo con el artículo 50 sobre el «bienestar de todos» y el «reparto de la riqueza»; dignidad y libertad del trabajo que no puede ser degradado, según artículo 50, «a simple mercancía»; reforma tributaria justa y progresiva (que los ricos paguen como ricos y los pobres como pobres); y, de acuerdo con los derechos de la Naturaleza, incentivar la generación de negocios realmente sustentables, socialmente responsables y solidarios.

            La meta mínima debe ser que la Constitución se cumpla sin interpretaciones antojadizas o acomodaticias. El programa mínimo implica avanzar sobre el eje A, que no es negociable. Sin una determinación férrea y unitaria de quienes constituyen la polifonía del Soberano, el futuro de la patria seguirá en manos de cuatro gatos cuya astucia ideológica les permite caer siempre parados al ser fieles a los intereses foráneos.

[1] Hoy Subcomandante Galeano del EZLN de México.

[2] Ruptura fue publicado en 2017 con el subtítulo: La crisis de la democracia liberal, como el libro de Rodolfo Cerdas de 1972 sobre el caso de Costa Rica.

[3] Constitución de la República de Costa Rica, artículo 9. Así reformado en 2003.