Homenaje A Carlos Lanz: Ideario Bolivariano

Lic. José A. Amesty R.

En homenaje y reconocimiento al camarada y profesor Carlos Lanz Rodríguez, artífice de la Formación Sociopolítica, conjuntamente con un equipo interdisciplinario, quienes nos dimos a la tarea de Facilitar los Talleres de Formación Sociopolítica, por todo el territorio venezolano, compuesta por varios Ejes Temáticos, y continuamos este recorrido por ellos con el de Ideario Bolivariano.

Presentación del Eje Temático

Ideario Bolivariano, Proceso Popular y Coyuntura Histórica, se inscribe en todos los temas desarrollados por el programa de Formación Sociopolítica y este pretende llegar a cada compatriota haciendo una puesta en común de lo que ha significado la heroica resistencia de nuestros pueblos indígenas y afrodescendientes, así mismo los planteamientos recogidos en el Bolivarianismo Revolucionario, el Cristianismo Liberador y la lucha armada revolucionaria de los años 60 y 70, más las luchas del movimiento popular venezolano de los últimos años. Igualmente este cuaderno, rescata la vigencia del árbol de las tres raíces, en las ideas de Simón Rodríguez, Simón Bolívar y Ezequiel Zamora, como fundamento filosófico de la Revolución Bolivariana. Por último se caracteriza la democracia representativa como el modelo político de dominación, ante esta se dan a conocer las respuestas construidas por el movimiento popular venezolano, que alcanzan su máxima expresión con el triunfo electoral del Presidente Chávez.

Contenido

El Eje Temático Ideario Bolivariano, Proceso Popular y Coyuntura Histórica desarrolla un conjunto de elementos los cuales se recogen en:

  • Herencia Histórica Libertaria:
    1. Resistencia Indígena.
    2. Resistencia Afroamericana.
    3. Bolivarianismo Revolucionario.
    4. Cristianismo Liberador.
    5. Resistencia Armada Revolucionaria de los 60 y 70.
    6. La lucha del Movimiento Popular.
  • Árbol de las tres Raíces:
  1. Simón Rodríguez (Samuel Robinson).
  2. Simón Bolívar.
  3. Ezequiel Zamora.
  • Desmoronamiento de la Democracia Representativa.
  • Reacción Anti-Bolivariana y Contraofensiva Popular.
  • La Lucha Bolivariana Continúa.

Ideario Bolivariano, Proceso Popular y Coyuntura Histórica

La historia político social de los pueblos latinoamericanos, recoge un conjunto de hechos, vivencias y experiencias de rebeldía en contra de las imposiciones externas. Formamos parte de un Sub Continente que fue sistemáticamente violentado por los europeos a partir de la invasión (nunca descubrimiento) que inicio el almirante Colón a partir de 1492, a estas tierras que luego llamaron América. En correspondencia con las ideas de uno de los grandes pensadores de nuestra América, como lo es el maestro Simón Rodríguez, creemos en la necesidad de desarrollar ideas y organizaciones originales, contextualizadas con nuestra realidad. En este orden asumimos, lo que el movimiento popular ha venido construyendo, sobre el conjunto de ideas y postulados, que le han dado vida a los procesos populares revolucionarios a lo largo y ancho de Latinoamérica y el Caribe, considerando los principales personajes históricos de la resistencia. Es un esfuerzo conciente por cohesionar un proceso político que integre la diversidad de las corrientes revolucionarias. Esta Herencia Histórica Libertaria se alimenta de 6 fuentes las cuales son:

La Resistencia Indígena

Desde el mismo momento que los invasores Europeos llegaron a Abya-yala (Tierra En Plena Madurez) como llamaban los indígenas Kuna de Panamá al Continente Americano, los pueblos aborígenes emprendieron una brava resistencia contra la dominación extranjera en sus territorios, expresada en diferentes formas. Estas rebeliones fueron las primeras expresiones de lo que hoy se conoce como Guerra Asimétrica. Los europeos contaban con una superioridad militar que fue enfrentada valientemente durante cientos de años a través de las distintas maneras de resistencia por parte de los aborígenes. La resistencia indígena tiene ya 513 años en el Continente manifestándose de diversas maneras, siendo las más relevantes actualmente el levantamiento armado de Chiapas en México, las luchas de los indígenas en Ecuador y Bolivia, sin olvidar las heroicas gestas de resistencia, como las de Tupac Amarú en Perú, Montezuma en México y en el caso Venezolano, destacamos el coraje de nuestros caciques Guaicaipuro, Tamanaco, Chacao, Baruta, Aramaipuro, Aricabuto, Tiuna, Guaicamacuto, Arichuna, Guaratari, Queipa, Catia, Cayaurima, Chicuramay, Cuaicurian, Conopaima, Sorocaima, Mamacurri, Guarauguta, Manaure, mara, Maracay, Meregote, Murachi, Naiguata, Paisana, Paramacay, Paramaconi, Pariata, Maiquetia, Terepaima, Yaracuy, Yare, Yavire, Paramaiboa, Pariaguan, Yoraco, Prepocunate, entre otros muchos que todavía hoy nos siguen inspirando con su ejemplo de entrega y valentía.

La Resistencia Afroamericana

Luego de ser secuestrados en diversos lugares del África Sub-Sahariana y obligados a trabajar como esclavos en América, los africanos y sus descendientes desarrollaron múltiples formas de resistencia frente a la salvaje explotación que les fue impuesta por españoles, ingleses, franceses y portugueses. Estas formas de resistencia son denominadas “Cimarronaje” y se definen como el conjunto de acciones que abierta o encubiertamente realizaban los esclavizados para rebelarse frente a la explotación de los esclavistas. El Cimarronaje logró desarrollar espacios libertarios en distintos puntos geográficos del Continente, que con diferentes denominaciones: Cumbes, Palenque, Quilombos, eran áreas donde se consolidaron relaciones de ayuda mutua y cooperación al margen de la sociedad esclavista.

Entre los Cumbes (organizaciones de resistencia afro) que se conocen en Venezuela, podemos nombrar: el Cumbe de Ocoyta liderizado por el negro Miguel (Barlovento), el de Cata (Aragua), el de Yaracuy liderizado por el Negro Andresote, así mismo es preciso destacar la extraordinaria lucha liderizada por José Leonardo Chirino, quién logró estructurar un movimiento libertario y desde las serranías de Coro proclamó la necesidad de construir una República de iguales en el año 1795. Este extraordinario aporte ha sido históricamente ignorado, pero hoy, luego de múltiples acciones de los Afrodescendientes venezolanos, el Gobierno Bolivariano ha decretado el 10 de Mayo (fecha del levantamiento de José Leonardo) como Día de la Afro Venezolanidad, igualmente es notorio la existencia en Brasil del Quilombo de Palmares, el cual tuvo una duración de casi cien (100) años y contó con todo un sistema integral que incluía ejércitos de defensa, escuelas, producción Agrícola y Pecuaria.

El Bolivarianismo Revolucionario

Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios fue un gran visionario, con sus planes patriotas atrajo a los afrodescendientes, a los mestizos y a los valerosos llaneros a luchar hasta alcanzar la libertad y la igualdad. Las batallas emancipadoras se convirtieron en una GRAN REVOLUCIÓN que incluso amenazaron con subvertir el orden en todo el Continente. El proyecto encabezado por Bolívar fue original y tuvo su concreción en la República de Colombia, así como en sus intentos por unificar los países hispanoamericanos cuando celebró el Congreso Anfictiónico de Panamá. Retomamos de Nuestro Libertador que la patria es la América toda, la conformación de una gran nación gloriosa, mas por su libertad que por sus riquezas.

El Cristianismo Liberador

La invasión española llegó a nuestras tierras espada en mano, con la bendición de la Iglesia Católica Romana de la época, imponiéndole a los pueblos indígenas, a sangre y fuego, la religión católica. Algo similar ocurrió en Norteamérica, donde los invasores ingleses, impusieron a la fuerza, el protestantismo. A pesar del éxito de ese proyecto de dominación religiosa, hoy tenemos que afirmar, que la fuerza liberadora del Evangelio de Jesús de Nazaret, levantó en muchos lugares de América (la Patria Grande), hombres y mujeres que desde las Iglesias, Parroquias, Comunidades de Base y Grupos clandestinos, dieron sus vidas, a favor de las luchas de los pueblos.

En la Iglesia Católica, en los Concilios de Puebla-México y Medellín-Colombia, y en la Iglesia Evangélica con el nacimiento del Consejo Latinoamericano de Iglesias en Asamblea Continental, en Oaxtepec-México, se hizo presente esa herencia histórica libertaria. Esto obligó a las respectivas jerarquías religiosas, a trabajar el tema de la OPCION POR LOS POBRES y asumir posturas a favor de la libertad de los pueblos. Toda esta lucha de cristianos y cristianas en este Continente, dio pie al nacimiento de la Teología de la Liberación, teología que desde la Biblia y con el auxilio de las ciencias sociales, promovió la concientización, la relectura bíblica, la renovación litúrgica, en procura de la libertad de los pueblos oprimidos.

En Venezuela, la Teología de la Liberación, tuvo su eco en la labor de cristianos y cristianas, comprometidos y comprometidas quienes gastaron sus vidas, apoyando las diferentes manifestaciones de rebeldía de sectores del pueblo. Líderes de la talla de Juan Torcate, Dionisio Méndez, Exeario Sosa Luján, Oscar Fréitez, Juan Vives Suriá, Migda Mazuera, Ramón Castillo, dejaron huellas en esta historia. Además de sectores de la Iglesia Católica, rescatamos el aporte de gente de la Iglesia Presbiteriana y de Iglesias como la Unión Evangélica Pentecostal Venezolana, en cuya sede, Escuela Bender, en La Piedad, Lara, nació el Grupo CALEB, de trayectoria revolucionaria y desde donde sistematiza el Prof. Carlos Lanz R. el Método INVEDECOR.

La Resistencia Armada Revolucionaria de los años 60 y 70

Constituye un nuevo momento de la resistencia popular en Venezuela y una respuesta directa a los gobiernos reformistas, practicantes de la democracia representativa de la burguesía (clase social dueña del poder económico y político). Los modelos capitalistas sobreviven gracias a la aplicación de la violencia en lo económico, cultural y social para garantizar la dominación, bien sea a través de tiranías militares o de la democracia representativa. La lucha armada surge como una respuesta en legítima defensa, utilizada por algunos sectores del pueblo venezolano para desarrollar la contra-violencia, la cual se resume en el enfrentamiento de grupos políticos alzados en armas contra las fuerzas militares que defendían el orden social injusto, que imponía el aparato burgués. La lucha de los años 60 alimenta la conciencia entre los trabajadores urbanos, campesinos y los estudiantes y conduce a plantear una alternativa frente a la democracia representativa, este es el principal aporte político que la resistencia armada hace al movimiento popular.

El conjunto de los elementos esbozados ha posibilitado el surgimiento de una conciencia clasista y revolucionaria, no solo en Venezuela sino también en el resto del Continente Americano por medio de los distintos colectivos que asumieron la lucha armada (Guerra de Guerrillas). Los grupos de poder en Venezuela produjeron cientos de torturados, un gran número de desaparecidos y asesinados, entre los cuales podemos citar a Jorge Rodríguez (Liga Socialista), el catire Rincón y los 72 combatientes del frente Américo Silva masacrados en Cantaura, Noel Rodríguez, Fabricio Ojeda (PRV-FALN), Alberto Lovera (PCV), y los masacrados de Yumare (1986), igual situación se presentó en países como Brasil, Uruguay, Colombia, Perú, Nicaragua, El Salvador, Argentina, Chile y otros pueblos del continente. Es bueno señalar que estas luchas contaron con la poesía revolucionaria de los cantores populares, en nuestro caso hay que resaltar el extraordinario aporte del “panita” cantor del pueblo Alí Primera, cuyas canciones fueron y siguen siendo alimento espiritual para los sectores populares que impulsan constantemente la creación de una sociedad más justa y más solidaria.

El Árbol de las Tres Raíces

“si perdemos de vista nuestro árbol, nos quedaremos un día sin la flor en la mano”

 Alí Primera

El proyecto de la Revolución Bolivariana tiene su sustentación filosófica en el llamado árbol de las tres raíces, desarrollado por un grupo de militares venezolanos que en los años ochenta (80) crearon clandestinamente un movimiento de carácter revolucionario y bolivariano, fundamentado en las ideas de tres grandes venezolanos: Simón Bolívar, Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora. Citaremos brevemente los aspectos centrales considerados para la construcción de este árbol:

Simón Bolívar: es sin duda la raíz principal de este árbol, fue el hombre que impulsó el desarrollo de la guerra justa, es decir, la guerra que no tenía otra pretensión que lograr la libertad, la igualdad y la justicia. Esta iba contra la dominación extranjera del territorio, fue Bolívar el hombre que pudo desprenderse del beneficio propio para lograr el beneficio de las mayorías. El pensamiento bolivariano define el carácter Latinoamericanista del proyecto a desarrollar, pone de relieve la necesidad una vez más de lograr la independencia política no solo de Venezuela, también de los países latinoamericanos y caribeños. Esto explica por qué desde su llegada al poder, el Presidente Chávez, no ha dejado de impulsar el desarrollo de una conciencia revolucionaria más allá de nuestras fronteras. El legado de Bolívar hace comprender la entrega total, el desprendimiento y nuestro papel en este momento histórico cuando en Venezuela se conduce un proceso de cambios y grandes transformaciones. Dicho proceso es llamado Bolivariano, justamente por encontrarnos con los sueños grandiosos de nuestros héroes, que son los mismos sueños que hoy procuran los pueblos deseosos de igualdad, de unión y libertad.

Simón Rodríguez: conocido también con el seudónimo de Samuel Robinson, además de haber sido el maestro del Libertador, tiene muchos méritos, entre ellos el de consagrar la educación para todos los hombres y mujeres de Venezuela, independientemente de su posición económica u origen étnico, quedando testimoniado en una frase suya que dice “Escuela para todos, porque todos son Ciudadanos”. Es el maestro Simón Rodríguez quien plantea la necesidad imperiosa de crear un modelo político propio de nuestra sociedad, que no copie viejos modelos venidos de otras tierras y que más bien conozca de lo existente en otras latitudes no para copiarlo sino para tenerlo en cuenta a la hora de enriquecer lo nuestro.

“La América española es original. Originales han de ser sus Instituciones y sus gobiernos y originales los medios de fundar unos y otros. O inventamos o erramos” Simón Rodríguez.

Esta idea robinsoniana fundamenta, sin duda, el carácter originario de la Revolución Bolivariana. Muchas veces los enemigos del proceso han señalado que “Venezuela marcha hacia el Castro-Comunismo”, y otras falsedades para descalificar las iniciativas del gobierno, pero la realidad demuestra que estamos desarrollando un modelo político de participación popular que no es la copia de ninguna otra experiencia y que por el contrario cuenta con formas de hacer política convertidas en referencia para el resto de los países del mundo. Ejemplo de ello es haber elaborado una constitución que fue aprobada por el pueblo en Referéndum Nacional y que además contiene la posibilidad de revocar el mandato a cualquier funcionario o funcionaria que haya sido electa o electo popularmente y que no cumpla satisfactoriamente su trabajo.

Ezequiel Zamora: Conocido como el general del pueblo soberano, Zamora y su pensamiento son la tercera raíz de este árbol. Zamora retoma la bandera de Bolívar y lideriza la Guerra Federal, treinta años después de la muerte del Libertador, en claro enfrentamiento con la oligarquía que quiso truncar el sueño bolivariano. La lucha de Zamora fue la lucha por una redistribución de la tierra, “Tierras y Hombres Libres” fue su consigna principal que encontró un masivo apoyo en los habitantes del campo que para ese entonces era la mayoría del pueblo Venezolano. Por su parte el sector minoritario que ejercía el dominio fue claramente identificado por Zamora como el enemigo a vencer, “Horror a la Oligarquía” repetía continuamente. Nuestro proceso se nutre del pensamiento Zamorano para establecer que los cambios se harán con los sectores populares, es decir para el beneficio de ese 80% de venezolanos y venezolanas que han estado históricamente excluidos y excluidas del acceso a la riqueza nacional, por esta razón el gobierno Bolivariano desarrolla una política social incluyente, que se expresa en las Misiones Robinson, Ribas, Sucre, Vuelvan Caras, Barrio Adentro, Mercal, Guaicaipuro, Piar, Miranda, Identidad, Cultura y otros programas sociales. La ley de tierras y desarrollo agrario ha sido el instrumento legal empleado para enfrentar el latifundio y favorecer a los campesinos y campesinas, este hecho ha producido un enfrentamiento frontal con los descendientes de la oligarquía, que en su tiempo enfrentó Zamora.

El Desmoronamiento de la Democracia Representativa

Una vez terminado el gobierno de Pérez Jiménez, el pueblo depositó sus esperanzas en un sector político representado por AD, COPEI y URD quienes rápidamente traicionaron la confianza popular, firmando el “Pacto de Punto Fijo” que se convierte en el instrumento que garantiza la alternabilidad del poder entre estos partidos. El pueblo venezolano se dio cuenta pronto que los gobiernos surgidos a partir de 1958 no significaron cambios importantes en la vida de las grandes mayorías, por el contrario los periodos de AD y COPEI favorecieron el crecimiento de la pobreza. Además impulsaron el enriquecimiento ilegal del sector político dominante y de ciertos grupos económicos que se hicieron muy poderosos utilizando el dinero del Estado como principal fuente de financiamiento, entre esos grupos económicos podemos citar: El grupo Cisneros, Mendoza y sus empresas Polar, 1BC de Granier, Lares y Phels, La Cadena Capriles, el Bloque De Armas, entre otros. Debemos señalar que los distintos gobiernos de E.U.A. mantuvieron sin cuestionamientos excelentes relaciones con todos los gobiernos adecos y copeyanos, ya que estos no representaban peligro alguno para sus intereses económicos y políticos, por el contrario brindaron condiciones favorables para el desarrollo de estrategias vinculadas a la política exterior estadounidense. De esta manera se articuló un trío (partidos políticos, grupos económicos, y gobiernos de EUA) que se apoyaron mutuamente durante 40 años trayendo consecuencias terribles para la sociedad venezolana, entre las que podemos citar:

  1. Empobrecimiento del 80% de la población.
  2. Abandono del campo y la actividad agrícola.
  3. Concentración de la población en el eje norte costero del país.
  4. Corrupción generalizada de la clase política y económica.
  5. Pérdida de credibilidad de la población en la clase política.
  6. Exclusión de la población en los asuntos públicos.
  7. Concentración de la riqueza en muy pocas manos.

Ahora bien, durante todos esos años de gobiernos puntofijistas el pueblo venezolano, guiado por el espíritu de nuestra herencia histórica libertaria, desarrolló diversas formas de resistencia, que se expresaron no sólo por la vía armada entre los años 60 y 70, cuyo aporte hay que reivindicar, sino a través de múltiples experiencias organizativas concretas en el medio rural y urbano, algunas de las cuales nos permitimos citar:

  1. El estallido social del 27 y 28 de febrero de 1989, como consecuencia del paquete de medidas económicas del Fondo Monetario Internacional (FMI), que pretendió aplicar el segundo gobierno de CAP (Carlos Andrés Pérez). Esto dio origen a la rebelión de amplios sectores populares tomando por asalto los comercios que tenían acaparados numerosos productos de primera necesidad. Ante esto el gobierno activó la más terrible represión militar realizada en Venezuela causando la muerte de miles de compatriotas amparada en el silencio cómplice de los medios de comunicación e instancias internacionales, tales como la O.E.A. (Organización de Estados Americanos), Human Right Watch, entre otras.
  2. El Resurgimiento del Movimiento Estudiantil, que más allá del reclamo de sus reivindicaciones habituales tomó el escenario junto a otros sectores populares ejerciendo la “Democracia de la Calle”, promoviendo de manera efectiva la subversión social y política ante gobiernos que negaban constantemente los derechos humanos a las grandes mayorías.
  3. El Resurgimiento del Movimiento Obrero: Expresado en un sindicalismo de nuevo tipo que se hizo presente en el sector textil del Estado Aragua y en los llamados Matanceros de las Empresas Básicas de Guayana, quienes con el denominado nuevo sindicalismo logran dirigir el sindicato más grande del país (SUTISS) acumulando una importante fuerza social.
  4. Las Rebeliones Militares del 4-Febrero y del 27-Noviembre de 1992: Mientras en las calles el movimiento popular se organizaba de diversas maneras, en nuestros cuarteles un grupo de jóvenes oficiales formaron un movimiento clandestino (MBR-200 Movimiento Bolivariano Revolucionario, en conmemoración al Bicentenario del Natalicio del Libertador), que adelantó una rebelión contra el gobierno de CAP, quien a pesar del estallido social del 27 y 28 de febrero de 1989, insistió en la aplicación del paquete neoliberal. Esta rebelión no logró sus objetivos inmediatos, pero alcanzó un éxito político sin precedentes, ya que el Comandante Chávez asumió plenamente la responsabilidad de lo ocurrido y logró en una breve intervención televisiva (en vivo) el respeto y la admiración de la mayor parte del pueblo venezolano. Este hecho significó la conexión inmediata entre el discurso político del Comandante Chávez y el pueblo venezolano, a partir de entonces distintos actores políticos como el ex presidente Rafael Caldera y el entonces diputado Aristóbulo Istúriz, hacen una interpretación pública de las razones que originaron el levantamiento militar, lo cual los impulsa a ambos al logro de importantes posiciones en la vida política venezolana; en el caso de Caldera logra incluso volver a la Presidencia de la República, canalizando el descontento popular con los partidos tradicionales, a pesar de su origen social cristiano y su responsabilidad directa en el desarrollo de la democracia representativa.

Hay que señalar que Rafael Caldera utilizó oportunistamente el descontento popular, logrando reunir a su alrededor a buena parte de los grupos minoritarios de la izquierda y algunas expresiones “renovadas” de los viejos partidos, alianza esta que se conoce con el nombre de “chiripero”, que finalmente no fue más que otra decepción para los sectores populares ya que se siguió aplicando políticas neoliberales que tanto se le cuestionaron al gobierno C.A.P. Por su parte Aristóbulo Istúriz y su partido Causa R, lograron avivar la esperanza de los sectores populares caraqueños al obtener el triunfo en la principal Alcaldía del país, en este caso el Prof. Istúriz, canalizó el descontento de las mayorías por su vinculación directa y real con las luchas gremiales y sociales del pueblo caraqueño.

Luego de la salida del Comandante Hugo Chávez de la prisión en 1994, este inicia un recorrido a lo largo y ancho de la geografía venezolana, estableciendo contactos directos con los campesinos y campesinas, los obreros y obreras, estudiantes e intelectuales, que le permiten articular una serie de postulados y planteamientos ideológicos que son la resultante de la “Herencia Histórica Libertaria” expresada en la resistencia indígena, el cimarronaje, el bolivarianismo revolucionario, el cristianismo liberador, la lucha armada de los años 60 y 70 y La lucha del Movimiento Popular que se ve favorecida con la llegada al poder del Presidente Chávez, a pesar del conjunto de trabas, manipulaciones, dificultades, sabotaje, alianzas, que los sectores políticos y económicos tradicionales colocaron para evitar su triunfo electoral.

Es bueno hacer notar que Hugo Chávez, no ocultó en ningún momento su claro propósito de impulsar cambios profundos en la estructura política, económica y social de nuestra sociedad, por eso su planteamiento de Asamblea Nacional Constituyente, como instrumento político para transformar el sistema, fue su principal promesa electoral. Consecuente con dicha posición tan pronto asume la primera Magistratura, firma el decreto de convocatoria a la Asamblea Constituyente, lo cual logra entusiasmar a la inmensa mayoría de los hombres y mujeres habitantes de la tierra de Bolívar. Es preciso recordar que el pueblo venezolano escogió democráticamente a los integrantes de la Constituyente, otorgándole una inmensa mayoría a los candidatos y candidatas propuestos por el Presidente de la República. El resultado de este proceso fue una nueva Carta Magna que con orgullo llamamos “Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”.

La nueva Constitución crea el marco legal necesario para impulsar las transformaciones políticas, económicas y sociales, por las cuales ha luchado históricamente el pueblo venezolano. Para darle viabilidad a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, se hizo necesario crear un conjunto de nuevas leyes, fue así como en el año 2001, la Asamblea Nacional otorga al Presidente de la Republica, la facultad para dictar cuarenta y nueve (49) Leyes Habilitantes, las cuales recogían aspectos esenciales para la Refundación jurídica de la República. En este marco se crean leyes como: Ley de Pesca y Acuicultura, Ley de Asociaciones Cooperativas, Ley de Simplificaciones de Trámites Administrativos, Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, Ley de Hidrocarburos, Ley de Microfinanzas, entre otras.

De la Reacción Antibolivariana a la Contra-Ofensiva Popular

El movimiento revolucionario bolivariano fue acoplándose y fortaleciéndose casi sin sufrir choques de la burguesía hasta el 2001, cuando se aprueban 49 leyes habilitantes (ley de tierras, de hidrocarburos, de pesca entre otras) para darle herramientas legales a la implementación de los postulados constitucionales, es en ese momento histórico que el aparato de la reacción (dueños del poder económico, y militantes de partidos de derecha apoyados por el gobierno de los Estados Unidos de Norte-América) ejecuta la más aberrante y desmedida campaña comunicacional, económica y política para desestabilizar el orden establecido. Las prácticas desestabilizadoras condujeron a un golpe militar y mediático el 11 de abril del 2002, lo cual produjo el secuestro del Presidente y la instauración de un gobierno de facto que abolió todos los poderes y pretendía volver a los postulados de la democracia representativa y con ello a la exclusión del pueblo. Venezuela y el pensamiento Bolivariano entra nuevamente en las páginas gloriosas de la historia al desmontar el “golpe de estado perfecto”, cuando el pueblo unido y las Fuerzas Armadas Bolivarianas, rescatan el hilo constitucional entre los días 13 y 14 de abril del 2002, regresando al Presidente y con él todo el marco jurídico de la V República.

Menos de 48 horas bastaron para que la sangre libertaria de nuestros antepasados ardiera y pusiera en práctica la más admirable operación de rescate popular conocida en el mundo. La derecha venezolana (AD, COPEY, sus derivados, la jerarquía eclesiástica, los medios de comunicación) apoyada por el imperialismo norteamericano al ver frustrado sus planes militares y comunicacionales incursiona en un nuevo plan de desestabilización direccionado al desequilibro económico nacional, propiciando un paro en diciembre del 2002 que obstaculizó la producción del país, y conllevó al desequilibro financiero afectando principalmente al pueblo. El desequilibrio producido afectó al sector salud, (propiciando muertes y desasistencia médica), a la educación, a la agricultura y al principal órgano económico del estado Petróleos de Venezuela. Sin embargo el pueblo Bolivariano una vez más dio muestra de resistencia, soportando la arremetida e incorporándose, en su derecho legítimo de participar en la articulación Estado-Pueblo para desmembrar la aplicación del ahogo económico impuesto por unos pocos, conllevando a recuperar la empresa petrolera del estado (PDVSA) para ponerla al servicio del pueblo, así como también fortalecer la lucha cultural y política necesaria para afianzar el proceso Revolucionario.

La Lucha Bolivariana Continúa

Después de las arremetidas de Abril y Diciembre del 2002 y de medirnos en el primer proceso de referendo del mundo (agosto del 2004) para decidir a través del voto universal y soberano del pueblo, la continuación del mandato del Presidente de la República, la Revolución Bolivariana se ha fortalecido y hoy más que nunca está librando una lucha por la igualdad y la inclusión, donde todos y todas, unidos y unidas, planteamos el gran reto de transformar las realidades existentes para lograr un gobierno que garantice “la mayor suma de bienestar y felicidad posible”, como dijo Bolívar. Esta lucha comenzó desde la resistencia aborigen, el cimarronaje, la gesta libertadora y es continuada por el actual proceso político liderizado por Chávez y el pueblo. Avanzamos hacia un proceso que permita alcanzar los postulados señalados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela articulado con los 10 objetivos estratégicos:

  1. Avanzar en la conformación de la nueva estructura social.
  2. Articular y optimizar la nueva estrategia comunicacional.
  3. Avanzar aceleradamente en la construcción del nuevo modelo democrático de participación popular.
  4. Acelerar la creación de la nueva institucionalidad del aparato del Estado.
  5. Activar una nueva estrategia integral y eficaz contra la corrupción.
  6. Desarrollar la nueva estrategia electoral.
  7. Acelerar la construcción de un nuevo modelo productivo, rumbo a la creación del nuevo sistema económico.
  8. Continuar instalando la nueva estructura territorial.
  9. Profundizar y acelerar la conformación de la nueva estrategia militar nacional.
  10. Seguir impulsando el nuevo sistema multipolar internacional.

Estos objetivos son referidos por el Jefe del Estado y producto de ello es necesario articular las acciones que conducen a “Darle Poder al Pueblo”, con los postulados heredados de las corrientes liberadoras manifestadas en nuestro país. De este modo ponerlas en práctica en los instrumentos de acción directa que tenemos, como son las Misiones Revolucionarias: Robinson, Ribas, Sucre, Guaicaipuro, Vuelvan Caras, Barrio Adentro, Mercal, entre otras. La puesta en marcha del plan de alfabetización (Robinsón I y II), la incorporación de la población a la educación diversificada y superior (Ribas y Sucre) el diseño de otro modelo de producción sustentable, sostenible y desde adentro (“Vuelvan Caras” y NUDE) entre otras acciones, forman parte del conjunto de estrategias para liberarnos del capitalismo salvaje. De esta manera, los nuevos republicanos Bolivarianos y nuevas republicanas Bolivarianas, avanzamos con capacidad de valorarnos en sí mismos y en sí mismas, para construir el nuevo socialismo del siglo XXI, sistema democrático de participación y protagonismo social. Nuestra mirada en el horizonte, se encuentra en armonía con el ambiente y en el marco del Ideario Bolivariano, para trabajar en pro de un nuevo modelo de desarrollo que permita la convivencia en cooperación, solidaridad, justicia y paz.

 

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