Ir al contenido principal

Etiqueta: democracia

Hay que volver a encender los motores de la educación del siglo XXI

Alberto Salom Echeverría

Introducción.

Los costarricenses nos hemos ufanado, desde finales del siglo XIX por ser un país próspero, por haber contado con un sistema educativo que ha contribuido a apuntalar el desarrollo socio económico en diferentes períodos. La declaratoria de la gratuidad de la enseñanza primaria, se produjo durante la administración de Jesús Jiménez, 1869. A su vez, la primera institución pública de secundaria se fundó en Cartago, en el año 1842, durante el mandato del Dr. Francisco Morazán (sin embargo, bajo la Orden de los Jesuitas el colegio funcionó desde 1748); el primer Liceo de Niñas se crea en la administración del Dr. José María Castro Madriz, decreto N.14 del 19 de mayo de 1847. Con posterioridad, a finales de esa misma centuria, se crearon otros colegios públicos, como el Liceo de Costa Rica, fundado en la administración de Bernardo Soto Alfaro y siendo secretario del ramo de educación don Mauro Fernández Acuña, en 1887; apenas un año después, es decir, en 1888, se funda el Colegio Superior de Señoritas en la misma administración. Este sistema ha sido un pilar para crear bases importantes que, han dado sustento a la democracia. Quizás hemos sido demasiado jactanciosos, porque ni el desarrollo socio económico ha sido siempre tan frondoso, ni el sistema democrático tan sólido, justiciero y equitativo como lo hemos pregonado. Pero, todas estas instituciones educativas resultaron emblemáticas, esencialmente porque abrieron camino.

Lo que sí es cierto es que, Costa Rica le tomó la delantera a los países centroamericanos y a la mayoría de los latinoamericanos, principalmente a partir de la segunda mitad de la centuria pasada, en cuanto a la extensión del sistema educativo y la alfabetización de nuestra población. Según datos del 2017, la tasa de alfabetización llegó al 96.1% de la población mayor de 15 años. No obstante, en adelante veremos que, ya no podemos seguir alardeando con ello, ni nos podemos contentar con darle una mirada superficial al sistema educativo, puesto que sometido a un análisis más riguroso e integral, como los que se han efectuado recientemente, por el Estado de la Nación y la misma evaluación efectuada por la OCDE en el 2017 que, aunque adolece esta última, de sesgos ideológicos que no puedo compartir, hizo acopio de una gran cantidad de datos que muestran el rezago que el país ha experimentado en materia educativa, denominado “apagón educativo”.

A pesar del descontento que ha emergido en la población en general, respecto al estado de la educación, todo indica que los motores y el impulso que se le dio a la educación en el pasado reciente se ha detenido, los motores se apagaron y nos vemos sumidos en un desconcierto en cuanto al rumbo que debemos imprimirle al sistema educativo, para salir del atascadero. Hay datos extremadamente preocupantes de este gobierno en particular, que revelan falta de acometividad, desorientación y ausencia general de criterio acerca de cómo consolidar un sistema educativo, que funcione entrelazado, o sea de manera armónica y eficaz. Adelanto únicamente un dato que da muestras palmarias de lo expresado: dice el académico de la UNA, Pablo Chaverri Chaves que el gobierno actual hace una exposición en la que “habla de mejorar las ayudas y que van a universalizar comedores y dar dos tiempos de comida, pero -aquí viene lo central- la Contraloría acaba de reportar que el gobierno está aplicando la reducción más grande al presupuesto educativo de los últimos nueve años. -Remata diciendo- Programas como becas, transportes y transferencias a centros educativos están en grave peligro, en perjuicio -obviamente agrego- de miles de estudiantes. -Termina inquiriendo- ¿Cómo, por tanto, lo van a hacer?” Me referiré a esto en breve. (Cfr. Chaverri Chaves, Pablo. “¿Hay Ruta en Educación?” Periódico La Nación, página quince. 19.03.23)

No existe una política pública clara, que le confiera a la educación la prioridad que es requerida para que sea el ariete que necesitamos a fin de dar aliento a un desarrollo sostenible, con equidad y justicia social.

Declarar la educación como prioridad y crear un verdadero eficiente y eficaz sistema educativo.

Algunos gobiernos, el actual bajo la conducción de Rodrigo Chaves como el que más, se han dado a la tarea de supeditar cualquier objetivo de política pública, si es que lo tienen, a que le cierren los números en la propuesta presupuestaria entre las entradas y las salidas. O sea, cero aumento del déficit fiscal. Me apresuro a señalar que es evidente que debe haber una conjugación entre los objetivos de la política y el estado de las finanzas públicas, especialmente cuando estamos en períodos de crisis, como es el caso. Se impone una gran disciplina fiscal, lo que significa control del gasto público y obligación de prestar más atención a las prioridades gubernamentales. Pero esto es una cosa, y otra muy distinta es lo que está haciendo el actual gobierno, a saber, no solo no asignar recursos frescos a educación para atender sus necesidades urgentes, sino, como quedó dicho, “…aplicar la reducción más más grande al presupuesto educativo de los últimos nueve años.” Según datos de la Contraloría General de la República. (citado por Chaverri). Aquí solo caben dos posibilidades, o el gobierno de Chaves aplicó aumento al presupuesto cero, generalizado a la totalidad de los ministerios y en algunos casos hasta reducciones, o la educación no está dentro de las prioridades de la actual administración. Cualquiera de las dos opciones es grave para el país.

Si lo cierto es lo primero (ofrezco disculpas por ignorar el dato), la administración Chaves está aplicando una política super restrictiva de las finanzas públicas, contrapuesta a cualquier objetivo de desarrollo. Hasta donde he investigado, no existe en el mundo un país desde la crisis de 1929 hasta el presente que, ante una crisis contractiva de la economía, haya deprimido todas las variables de esta (lo que equivale a aumento cero en los ministerios), y, aun así haya salido indemne en las tareas del desarrollo. Se produce todo lo contrario, los países que han adoptado esa política neoconservadora se han estancado o han retrocedido gravemente, habiendo debido pagar un precio muy alto en lo social. Si lo ocurrido es la segunda opción, el poder ejecutivo se está contradiciendo con sus propuestas de campaña, y estaría incurriendo en un gran engaño a la ciudadanía y al mismo tiempo, ha incurrido en un grave error estratégico, trasladando la educación a un segundo o tercer plano. En tal caso, el “apagón educativo”, se prolongará indefinidamente.

Al país le urge, ante el caos prevaleciente en el sistema educativo, una declaratoria de política pública para la educación, que la haga prioritaria; se debe instalar un fuerte control del poder legislativo sobre el ejecutivo, a fin de que respete sus propias prioridades establecidas en el programa de gobierno y además ejecute las inversiones que se establezcan en el presupuesto, con extrema eficiencia, eficacia y rindiendo cuentas al centavo.

Por otra parte, hay que crear, porque en la vida real no existe, un verdadero sistema educativo nacional, desde la etapa preescolar, pasando por la primaria y la secundaria, hasta la universitaria. El sistema existe, pero en el papel. Se habla de cuatro sectores, preescolar, educación básica, educación diversificada y la enseñanza superior o universitaria. Si tal es el sistema, para comenzar, está desintegrado. Con lo anterior quiero decir que, se trata de cuatro sectores cada uno de ellos con sus propios problemas y necesidades insatisfechas; o sea, constituyen un bloque inorgánico por partes desiguales, inconexas entre sí; inclusive las primeras tres, por más que existe un ente rector como es el ministerio de educación, no se mantiene una conectividad que le de sentido a cada sector en función de la totalidad. Por otra parte, en la educación nacional hoy, ante la aparición de la revolución científico-tecnológica, se convierte en un tema imprescindible contar con la educación universitaria pública, cuyos componentes las universidades, sí han logrado crear su propio sistema en CONARE y son las que están preparadas para brindar un aporte de calidad, en asesoría al resto de las instituciones educativas de los niveles anteriores. Se plantea que este aporte de los universitarios repercuta tanto en los constante cambios que se producen en los conocimientos, merced a la revolución científico-tecnológica, como en apoyo pedagógico a los docentes. El aporte a los docentes debe ser constante, por la incesante transformación del conocimiento en todos los campos del saber. Dicho aporte, a pesar de que las universidades están dispuestas a darlo y hay constancia de ello en proyectos particulares, carece de la debida planificación y organicidad.

En la organicidad de este sistema de educación nacional, la autonomía universitaria no solo no es un impedimento, sino que, la independencia que ello supone en el acceso al saber científico por parte de los profesores universitarios, constituye más bien un requisito para la calidad. Por ende, debe concebirse como un sistema que respeta la autonomía de las universidades, así como también la relativa independencia de las partes para que cada una cumpla con su misión en inextricable interrelación con el resto del conjunto. Hay más. El sistema debe contar también, como muy bien lo acaba de sugerir en un interesante artículo el catedrático universitario Juan Carlos Mora Montero, con otros espacios familiares, y otros entes de la sociedad civil como son los colegios profesionales, las organizaciones sociales y comunales. Y -agrego yo- organizaciones gremiales de empresarios, de cooperativistas, asociaciones solidaristas y sindicatos, todos ellos especialmente del sector de la educación. (Cfr. Mora Montero, Juan Carlos. “¿Por qué fallan los intentos por mejorar la educación”? Periódico La Nación, página quince, 23/03/2023.)

Se trataría entonces de un sistema complejo, no por eso ineficiente e ineficaz como es ahora, sino ágil y flexible en el que las interacciones no se den exclusivamente por la vía institucional. Una de las premisas del sistema consiste en que, para alentar una educación moderna, eficiente y eficaz, que haga frente a los problemas que hoy acogotan a la educación en sus diferentes partes y en sus ligámenes, debe existir participación, en lugar de que las soluciones vengan únicamente de ‘arriba para abajo’. Otra de las premisas es que el sistema en su conjunto y cada parte deberán estar sometidos a evaluación constante, exhaustiva para que pueda haber mejora. También debe haber rendición de cuentas ante los organismos de evaluación, ante los destinatarios de los servicios de la educación y para con los organismos legales institucionales y constitucionales que corresponda a cada sector.

Algunos de los problemas centrales con los que habrá que lidiar.

Hay problemas persistentes en la educación, mientras otros forman parte de ciertas coyunturas, económicas, políticas o sociales. No me referiré de nuevo a la ausencia real de un sistema de educación, ni tampoco a la falta de conectividad de que adolece toda la institucionalidad educativa; ya quedó expresado supra.

Entre los más persistentes citamos los siguientes:

La desigualdad social y la pobreza que padece la sociedad costarricense repercute de manera consistente, profunda y sistemática en la institucionalidad educativa. No haré en esta ocasión un examen minucioso de ello, porque los datos están contenidos de una manera profusa tanto en el informe estadístico de la PEN, CONARE, “Estado de la Nación” 2016, como por el Centro de Datos del Instituto para Estadística de la UNESCO, así como por varios documentos de la OCDE, entre ellos “Panorama Económica de Latino América” (sic), (2015), “Educación de un Vistazo” (2016), “Excelencia y Equidad en Educación”, PISA, Editores OCDE (2016); entre otros. Pero sí es preciso señalar que, uno de los sectores que de acuerdo con los aportes más recientes sobre educación deben alcanzar solidez, es aquél en el que Costa Rica tiene más debilidades, como es la educación preescolar. Es allí, en la pura “puerta de entrada” del sistema como la denomino, donde menos acceso tienen los estudiantes de escasos recursos económicos. Por lo consiguiente, ya entra a la educación general básica con serias desventajas respecto del resto de los educandos.

Únicamente, muestra el informe de la OCDE (2016), el 63% de los niños asisten a dos años de preescolar y menos del 10% de los menores de 4 años se benefician de los servicios de atención. También se reconoce en dicho informe una deficiencia para inculcar habilidades cognitivas, críticas, emocionales y sociales; por lo que se acentúan las desventajas de los niños menos favorecidos.

En el caso de la educación general básica, el 33% de los estudiantes, al concluir carecen de habilidades centrales y el 30 % ya ha desertado. En la educación diversificada, alrededor del 51% de los estudiantes que se encontraban en el 2011 entre los 25 y 34 años, no había siquiera llegado a la educación diversificada. Esto implica, que esos jóvenes deberán intentar insertarse en un mercado laboral cada vez más competitivo con graves rezagos. Por lo tanto, el sistema puede describirse como un embudo, que se va haciendo cada vez más angosto conforme se va ascendiendo en cada nivel escolar. En las universidades públicas, aunque los sistemas de becas han mejorado sustancialmente, abriendo oportunidades claras para los más pobres, los jóvenes que provienen de los hogares más pobres, ya se habían desmontado del sistema educativo desde antes. Si lo vemos por zonas rural-urbanas, la desigualdad se nos presenta magnificada. A corto plazo, las oportunidades para jóvenes de más escasos recursos económicos, sociales y culturales se tornan desalentadoras.

Otro de los problemas serios con el que habrá de vérselas el sistema, es el del trabajo infantil, concatenado con el anterior. Los estudiantes se ven obligados o son conminados por sus padres a abandonar la escuela o el colegio, para integrarse a algún trabajo. Hasta el momento no ha habido forma de contrarrestar esa circunstancia de muchos en la niñez o adolescencia. El resultado para el sistema educativo es el de una deserción temprana de estudiantes.

Por otra parte, muchos padres de familia tienen muy poco que ver con sus hijos ya sea en la escuela, en la secundaria y aún en la universidad. Algunos porque sus escasos recursos cognitivos y culturales los inhabilitan para involucrarse con sus hijos, otros por su ingente dedicación a sus responsabilidades laborales, o bien, sobre todo en el caso de las mujeres, por su ocupación en las domésticas, o en ambas.

Una enorme cantidad de estudiantes confronta serios problemas de rendimiento académico, y es una de las razones, junto a los apremios económicos que inducen la deserción escolar. En muchos otros casos los mismos docentes son los que experimentan una desactualización y rezagos en sus habilidades y conocimientos, para lo que existe insuficiente atención. Está flaqueando el sistema de educación permanente.

No obstante, los esfuerzos de las universidades en la concreción de nuevas carreras, todavía tenemos una propuesta educativa limitada, especialmente en lo que se denominan las carreras STEM (Ciencias, Tecnologías, Ingenierías y Matemáticas por sus siglas en inglés). En este aspecto he advertido que no se debe caer en la trampa de bifurcar la oferta académica entre las carreras STEM y las que pertenecen al campo de la educación, las ciencias sociales, las letras y las artes, porque he expresado que lo primero que requerimos es la formación de profesionales conscientes, humanistas, solidarios, dotados de excelente preparación científica, artística o técnica; pero no compro la moneda de que nuestro sistema educativo se deslice a la formación de “técnicos o tecnólogos” en cualquier campo que sea, con prescindencia de una sólida formación en el humanismo.

Las bases y objetivos de un sistema educativo integral.

Considero que debe haber ciertas bases, propósitos y valores que deben estar presentes transversalmente, a lo largo de todo el camino de la educación ciudadana, pero es menester comenzar desde la fase preescolar:

1. Una educación para formar una ciudadanía consciente de sus responsabilidades consigo mismo y con todos los seres humanos, sin distingos de clase social, de ciudadanía, de sexo y género; con respeto irrestricto a las personas independientemente de la etnia a la que pertenezcan, independiente también de sus creencias religiosas o políticas, así como de su orientación sexual.

2. Una educación que mantenga la perspectiva de una formación integral e integradora, multi, inter y transdisciplinaria particularmente en la formación universitaria; que inculque el amor por la naturaleza, puesto que somos hijos de ella y no sus dueños, como antes se creía. El ser humano debe ser educado para defender la naturaleza, lo que significa defender la vida de todo el reino animal y vegetal.

3. La educación debe tener como eje la estricta igualdad de la dignidad entre la mujer y el hombre, y entre los géneros; las actitudes discriminatorias y violentas no deben tener lugar en la especie humana. Hay que educar para una vida consciente, un ser humano justo y solidario, que ame la libertad propia en correspondencia con la de los demás.

4. La educación debe fomentar los valores humanistas e igualmente el amor por el conocimiento científico, lo mismo que por la cultura universal, el arte, la música, la filosofía, el deporte.

5. Una educación que vele concienzudamente por la formación teniendo en cuenta las necesidades especiales de todas las personas y abra oportunidades para todas ellas, haciendo las adecuaciones curriculares que sean necesarias.

6. Una educación para la formación de seres humanos amantes de la paz y la civilidad.

7. Una educación para una convivencia civilizada, respetuosa del otro y de la otra.

 

Compartido con SURCOS por el autor.

Encuesta: Chaves arriba, pero con dudas

Manuel Delgado

  El Estudio Nacional de Opinión Pública (ENAOP) de Borge y Asociados de este mes de marzo vuelve a mostrar un gran apoyo al presidente y a su gestión. Sin embargo, creo que el mandatario no debería cantar mucha victoria, porque ese apoyo está inserto en grandes signos de interrogación.

  Creo que los más llamativo es que los entrevistados consideran que en los temas más importantes el gobierno no está cumpliendo. El fracaso gubernamental, en algunos casos, es crítico.

  Para los costarricenses, los temas económicos y sociales, vale decir Desempleo, Situación Económica, Costo de Vida y Pobreza, suman el 48,8% de las opiniones cuando se les pregunta por los problemas principales del país. Cuando se trata de las familias o de sus familias, es decir, cuando se vuelve más íntimo y personal, se elevan al 57,3% de las opiniones.

  Pues bien, en esos tópicos, la mitad de los encuestados considera que la gestión gubernamental es mala (reducir el desempleo, bajar la canasta básica y otras).

  La Seguridad es, individualmente considerada, la preocupación que ocupa el lugar más alto (27,2%) cuando se les pregunta por el país, pero es de solo el 5,6% cuando se trata de la situación de sus familias. Como siempre ha ocurrido, la percepción de inseguridad es mucho más alta que la inseguridad misma y esa percepción es introducida, en gran parte por nuestra mala prensa.

  Y aquí el gobierno vuelve a delinquir: el 49,7% califica de mala su labor en el combate a la delincuencia, mientras que solo un 13,5% cree que ha hecho buena labor en el combate al narcotráfico y el crimen organizado.

  Aun así, la persona del presidente Chaves sigue siendo bien valorada (63% de los encuestados), y el apoyo a su gestión, si bien ha bajado, se sigue manteniendo en un 70%. Curioso, ¿no? Los ticos seguimos creyendo que el gobierno hace mal las cosas, pero le damos una alta valoración.

  El porqué de ese apoyo sigue siendo motivo de dolores de cabeza. No he escuchado la sola explicación convincente. Claro que yo no pretendo tener algo así. Pero voy a dar algunas opiniones.

  Pienso que el triunfo de Chaves y su popularidad nacen del desplome de todos los demás partidos. El elector costarricense ha vivido un trauma inédito. Se le destruyó el PUSC, el gran partido de Calderón Guardia, lo que fue para muchísimos costarricenses un golpe en el alma. Luego vivo el desprestigio, también traumático, del PLN, el partido de don Pepe, y que ya va por tres elecciones perdidas. Las emociones, las esperanzas, los entusiasmos, volvieron a surgir con el PAC, que termina escribiendo una de las páginas más vergonzosas de nuestra historia. Termina no obteniendo ni un 1% de los votos. Y esto fue tremendamente impactante para muchísima gente. Conozco personas que todavía lloran cuando recuerdan eso. Lloran literalmente, con lágrimas de agua y desengaño.

  Entonces los costarricenses, sobre todo los más humildes y olvidados, vuelven los ojos a un tecnócrata desconocido, sin nexos con la política, sin pertenencia a ningún partido, que muestra, además, un lenguaje antisistema. Una cosa muy similar ocurrió en Perú: los peruanos, hastiados de los partidos viejos y nuevos, terminan apoyando a un tecnócrata llamado Fujimori. Los resultados son bien conocidos.

  El segundo gran motivo es ideológico: no en todos los casos, pero en muchos el voto se decidió por un mensaje que gran parte de los ticos comparten, el del neoliberalismo, una ideología y un programa político antipopular por sus fines pero popular por las preferencias. Antisistema significó, en nuestro caso concreto, no anticapitalismo, sino anti-capitalismo proteccionista, no anti-empresa-privada, sino anti-estado-de-bienestar. La gente ha sido ganada por un mensaje que habla contra los empleados públicos, contra las desigualdades y privilegios, contra la burocracia, y termina votando por los grandes privilegiados y en contra de sus mismos intereses. Es el triunfo ideológico de la oligarquía, representada por los grandes partidos y apoyada por la gran prensa.

  En esa derrota ideológica nosotros, los que nos llamamos de izquierda, tenemos una gran culpa. Ha sido ni más ni menos nuestra derrota. Primero por nuestra debilidad orgánica, por nuestra manía fatal de ocultar nuestros fines y decir las cosas a medias, pero nuestra división y nuestro menosprecio por la labor teórica, que a veces consiste en renuncia a toda teoría, por nuestra falta de espíritu crítico. La derecha nos ha ganado la batalla en ese campo, el de las ideas.

  Mucho de nuestra derrota proviene de un apoyo acrítico de nuestro estado de bienestar y de derecho. Apoyamos el estado con todo lo bueno, pero también con todo lo malo, y en nuestra lucha por defender a los trabajadores estatales terminamos siendo defensores de la burocracia, de la ineficacia y de los privilegios de las altas esferas, de los sueldos indefendibles y demás. Allí incluyo a las universidades públicas y muchas de sus conductas insostenibles. No quisimos discutirlo a tiempo, y ahora nos cae encima el tsumani neoliberal. La gente está harta, todos estamos hartos, de este estado ineficiente y corrupto. Entonces, en estas circunstancias, quien perdió fue la seguridad social. Fue el PLN y el PUSC los que iniciaron el proceso, pero fue el PAC, un partido falsamente tildado de izquierda y vergonzosamente apoyado por la izquierda, quien nos pone al borde del despeñadero.

  De aquí se desprende una tercera cuestión, y que tiene que ver con el valor de la democracia. Un régimen político que nos aporta hambre, pobreza, corrupción e ineficacia se ve superado por el ideal de la dictadura. Necesitamos un régimen fuerte, dice la gente, un presidente que no le tenga miedo a nada. Igual que con Fujimori, Chaves logra canalizar ese sentimiento y llevarlo a Zapote. Mientras tanto, la izquierda sigue hablando de defender la democracia y en vez de proponerse sustituirla por una democracia nueva, sigue creyendo que el camino es ponerle betún a la bota vieja y rota, en vez de proponerse cambiar de calzado.

  La última cuestión tiene que ver con el machismo. La sociedad costarricense ha avanzado muchísimo en materia de los derechos humanos asociados al papel de la mujer y las opciones sexuales. Estas transformaciones han involucrado a personas de todos los gustos políticos, izquierda de primera, pero también al PAC, ministros y activistas suyos.

  Este cambio tan positivo crea, como es lógico, una reacción, una respuesta del mundo machista y discriminatorio que está herido y en su lecho de muerte. Y los representantes de ese mundo se levantan en respuesta. Curiosamente, pareciera que las acusaciones de este tipo en contra de Chaves que no lo dañaron, sino que lo impulsaron.

  De la mencionada encuesta hay cuatro cosas que me reconfortan. La primera es que las universidades públicas son las instituciones más respetadas, con un 76,0% de apoyo. Me reconforta no solo por la defensa de la institución, sino porque es una derrota de las prédicas de la derecha.

  Una segunda es que los encuestados no muestran un apoyo claro a la ley de empleo público. Los pocos que responde a esta pregunta se reparten casi por mitades entre apoyarla o rechazarla.

  La tercera es que solo una cuarta parte se manifiesta por ilegalizar totalmente el aborto. El resto, tres cuartas partes, lo apoyan con diversos matices.

 La última es que la iglesia católica apenas representa poco más de la mitad de la población (es, por cierto, el porcentaje más alto en Centroamérica). Los míos, los ateos o no feligreses de ningún credo, llegamos ya al 15%. Toda una noticia.

¿Somos inmunes a la violencia y el terror?

Miguel Sobrado

Miguel Sobrado Chaves

En Costa Rica hemos sido dados a pensar que la violencia y el terror no pueden afincarse en nuestro medio, ya que somos un pueblo de paz y democracia.  Lamentablemente nos olvidamos de nuestra posición geopolítica y que al igual que en 1856 o en la década de los 80s del siglo pasado, las tormentas de la vecindad terminan azotándonos. Las cosas han cambiado radicalmente en nuestra América desde que brotó el gran negocio de los carteles de la droga en el último cuarto del siglo pasado, cambiando los ejes del poder económico y político. Hasta entonces el poder económico dependía en gran medida del poder político centralizado en estructuras clientelistas. Con la aparición del negocio de la droga, con un poder económico sin precedentes, se resquebrajó la estructura de poder clientelista. Sistema que presentaba, por una parte, serias debilidades que permitían su penetración por la corrupción imperante, y por otra, generaba una masa creciente de excluidos desplazados por la tecnología que buscaban desesperadamente ingresos para atender las necesidades de sus familias.

Colocados geográficamente entre los países productores y procesadores de cocaína en el sur y los traficantes comercializadores y el gran mercado de consumidores en el norte del continente y punto de enlace con Europa, nuestro país es una ruta de paso necesaria para este nefasto negocio. Especialmente el tráfico terrestre, ya que el marítimo y el aéreo son controlados cada vez con más recursos por parte de los Estados Unidos.

Ha coincidido este interés del narcotráfico con las debilidades de nuestro sistema económico y social que deja por fuera especialmente a las regiones fronterizas y costeras, donde el narco se haido posicionando y penetrando los poderes locales e instituciones nacionales con su poder económico. De ahí que la lucha por el control de territorios haya desatado el terror y el crimen en nuestras costas y fronteras donde se ha posicionado y expande su estela de muerte hacia otras regiones del país.

El problema de nuestra debilidad, como país, frente a esta amenaza depende no solo del aparato de legalidad y de seguridad que debe actualizarse y modernizarse a fondo para impedir que siga expandiéndose y tomando fuerza este peligro. Especialmente en su sistema de inteligencia fortaleciendo la seguridad comunitaria de manera sistemática con seguimiento y atención permanente. Pero sobre todo, actuar en la prevención reduciendo la exclusión social. Un país que concentra sus ingresos en el 20% de la población y no abre suficientes oportunidades para incorporarse a la vida moderna a los jóvenes y a quienes perdieron la oportunidad educativa, tiene los pies de barro. La prevención de la violencia depende de la modernización del sistema educativo para adecuarlo a las exigencias de la nueva tecnología del conocimiento y de la regeneración ecológica. Sin olvidar que el aprendizaje y la capacitación constituyen actualmente, por la velocidad de los cambios, un proceso permanente para evitar la exclusión.

Especial atención merece en nuestro caso la actualización de la mano de obra para actuar frente a las necesidades y oportunidades. Recordemos que más del 50 % de la población económicamente activa tiene un nivel inferior al bachillerato y este porcentaje es mayor entre los desocupados. Se trata no solo de una actualización de los centros de trabajo, sino de los procesos y transformaciones que abren oportunidades en sus comunidades y regiones. Procesos que no pueden depender de proyectos elaborados por burócratas, sino que deben responder a la demanda y a la organización de las comunidades. Las instituciones deben, ante todo responder a estas demandas con asistencia técnica y recursos complementarios a los aportados por las comunidades.  Las comunidades, cuando gozan de autonomía, saben quéopciones tienen en las condiciones de su comunidad, para abrirse paso a paso mejorando sus capacidades.

Las ofertas del INA actuales frecuentemente les exigen, no solo requisitos de nivel de estudio que no tienen, sino un horario de asistencia en las sedes del INA que en muchas partes quedan a kilómetros de distancia con problemas de desplazamiento y en horarios de 7 a 2 pm que les impide trabajar para atender las obligaciones familiares.

El proyecto Germinadora de la sede regional Brunca de la UNA, es un ejemplo a seguir con bajo costo y alto rendimiento cualitativo en la promoción de individuales y asociativos integrados con las fuerzas vivas locales, como se puede apreciar en el video realizado por canal 13 “La estación de la esperanza con autonomía”

Caminos exitosos existen, lo que se necesitan son decisiones políticas en el campo educativo y de capacitación para emprender una prevención efectiva. Con la Fuerza Pública pueden mitigarse los daños, pero no evitarlos en el mediano ni largo plazo.

Lo que estamos viviendo con las drogas en el ámbito nacional es solo el principio de una amenaza de ocupación de nuestro territorio por el terror. Por el momento, lo visible es la violencia manifiesta en el control de territorios, pero el verdadero poder está tomando posiciones estratégicas a través del blanqueo de capitales, el cual es tema de otro artículo.

Todavía no estamos en guerra civil como es el caso del El Salvador, y estamos a tiempo, si tomamos conciencia del peligro para tomar medidas efectivas, pero debemos actuar pronto con visión y decisión.

Transparencia del gobierno Chaves en Costa Rica

Gadi Amit
Asociación Confraternidad Guanacasteca

La TRANSPARENCIA es una de las condiciones básicas de la democracia.

El gobierno del presidente Chaves se precia de cumplir con ella, y lo pretende demostrar con las amplias conferencias de prensa de los miércoles.

Sin embargo, nuestra experiencia nos dice que esa NO ES TODA LA VERDAD.

JUZGUE USTED.

Por no recibir respuesta a una carta con preguntas enviada al señor Presidente Chaves el 14 de noviembre, interpusimos un AMPARO ante Sala IV y fue declarado a nuestro favor, el 20 de enero por medio de SENTENCIA 2023- 001228.

“POR TANTO

Se declara parcialmente con lugar el recurso, solo en relación con los siguientes puntos de la gestión planteada por el amparado el 14 de noviembre de 2022: la solicitud del proyecto, así como los puntos A, B, C, E, G, I, J y M -solo en relación a “¿Se ha valorado la alternativa de plantas desalinizadoras de moderna tecnología, en uso en QATAR y otras zonas del Golfo y Medio Oriente?”. Se ordena a Natalia Díaz Quintana, en su condición de ministra de la Presidencia, o a quien ocupe tal cargo, que, de FORMA INMEDIATA, traslade el punto G) de la gestión planteada por el accionante el 14 de noviembre de 2022 al despacho correspondiente, a los efectos de que, en el plazo máximo de QUINCE DÍAS, contado a partir de la notificación de este pronunciamiento, pongan a disposición de la PARTE tutelada la información solicitada y se le notifique lo correspondiente al medio señalado para tales efectos.”

La ministra Natalia Diaz Quintana, tuvo el “apoyo” de un notificador que no pudo cumplir con encontrar el correo apropiado de Casa Presidencia por una semana. Aún así, vencidos todos los plazos establecidos en la sentencia, la MINISTRA DE LA PRESIDENCIA ha desobedecido la orden de los señores MAGISTRADOS DE SALA CONSTITUCIONAL.

Para nosotros, esto es muy grave. Muestra irrespeto al Poder Judicial.

Es una falta total de transparencia.

La violación a nuestro derecho de respuesta está demostrada.

La desobediencia judicial a la sentencia es clara.

En otro gobierno, ya se estaría pidiendo le RENUNCIA DE LA SEÑORA MINISTRA.

ANEXAMOS SENTENCIA Nº 2023- 001228 de la SALA CONSTITUCIONAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. San José, a las nueve horas veinte minutos del veinte de enero de dos mil veintitrés.

¿Qué será para los sectores neoliberales la Democracia, la institucionalidad democrática?

Edgar Chacón

Neoliberalismo, institucionalidad pública, educación superior pública, proyecto país y democracia, o: nos empecinamos en que los árboles no nos permitan ver el bosque.

Es mi impresión, que los intereses de los sectores llamados neoliberales, en los espacios de los gobiernos, y fuera de éstos (iba a decir “o”, pero es más atinado decir “y”), en el mundo, no concuerdan, en mucho, con el deber de la institucionalidad pública, de la educación superior pública, hacia el bienestar de la totalidad del país.

¿Por qué no quieren profesionales de alta calidad, en todas las disciplinas del saber, del pensar, del sentir, del hacer, de la ciencia, de la obra, de la construcción? ¿Por qué no quieren que haya en nuestros países grandes personas que piensen en que su país sea grande y autónomo, que hagan y enseñen en ese sentido?

Y llegando a este punto, es cuando se piensa: En distintos países, esto no se puede ver sólo en los ámbitos nacionales, tiene que verse en relación con intereses foráneos.

¿Por qué la insistencia en carreras en el enfoque STEM? ¿Qué es lo que relaciona el enfoque STEM con la enseñanza de carreras de niveles medios, esas carreras que el Banco Mundial llama “Programas de Ciclos Cortos (PCC)”?

¿Por qué la insistencia de los sectores neoliberales, en que mujeres y hombres, la población, uno de los componentes fundamentales de la riqueza de un país, sólo tengan preparación para tener salarios y miradas de hamburguesas: casa, vestido, “pan y circo”?

Ahora tenemos en el escenario, la Ruta de la Educación, hay que ponerle mucha atención a su contenido, a su gestación y a su gestión.

Por otro lado, ya en pocos meses, viene de nuevo (valga enfatizar: “de nuevo”), la “negociación” del FEES, y algunos “negociadores” estarán pensando en salir corriendo, como decían en algunos lugares: “bailando al son que les toquen”, a cumplir con los requerimientos que les pida la autoridad respectiva, porque si nó… ¿y la Autonomía de las instituciones?

Cabe hacerse otras preguntas: por ejemplo, para los ya mencionados, sectores neoliberales, ¿cuál es lugar que ocupa la educación superior pública y en general la institucionalidad pública, en el proyecto de país que gestionan?

Por más que se haga esfuerzos, como algunos piensan, en mostrar y evidenciar los aportes de la Universidad Pública al bienestar de todos los sectores del país, parece que eso les molesta y les hace pensar: “Qué tirada”.

Por más que la Universidad Pública tenga y logre lugares decorosos en los rankings latinoamericanos y mundiales, para los sectores neoliberales, eso no cuenta.

Valga el ejemplo de Perú, entre otros planes, el presidente constitucional quiso enfocar la educación pública de su país, en todos los niveles, para que estuviera al servicio de su pueblo y que hubiera profesionales con conciencia nacional, que trabajaran en función del disfrute de las riquezas de su país para su pueblo, y qué pasó: los neoliberales confabularon para que lo quitaran del puesto y lo metieran a la cárcel y lo encarcelaron.

Recuerden sectores neoliberales: es Democracia, no demofagia.

2023.

Convocatoria: Defensa del Estado Social y Democrático

El Movimiento Sindical Unido, convoca a un encuentro sindical y social en favor de la defensa del Estado social y democrático de derecho. La actividad se llevará a cabo en el auditorio de la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica (UCR), a las 8:00 a. m. el día jueves 9 de marzo de 2023.

El silencio de los intelectuales

«La destrucción de la paz y la democracia se debe generalmente a la constitución desigual y paralela de dos círculos de libertades autorizadas, es decir, las libertades de expresión y acción aceptadas por los medios de comunicación y el poder político». 

Artículo del Académico portugués Boaventura de Sousa Santos. Doctor en sociología, catedrático de la Facultad de Economía y director del Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coímbra (Portugal).Traducción de Bryan Vargas Reyes.

Por: Boaventura de Sousa Santos

Los intelectuales no tienen el monopolio de la cultura, de los valores o de la verdad, y mucho menos el monopolio de aquello que debería ser entendido por cualquiera de estos «dominios del espíritu», como se decía antiguamente. Tampoco pueden renunciar a denunciar lo que, en su opinión, consideran ser destructivo de la cultura, de los valores y de la verdad, especialmente cuando esta destrucción supuestamente ocurre en nombre de la cultura, los valores y la verdad. Los intelectuales no pueden dejar de saludar al sol antes de que nazca el día, pero tampoco pueden evitar advertir que muchas nubes pueden nublar el cielo antes de que caiga la noche e impedir que se disfrute la claridad del día.
En Europa estamos asistiendo al alarmante (re)surgimiento de dos realidades destructivas de los «dominios del espíritu»: la destrucción de la democracia, con el crecimiento de las fuerzas políticas de extrema derecha; y la destrucción de la paz con la naturalización de la guerra. Cualquiera de estas destrucciones está legitimada por los valores que pretende destruir: la apología del fascismo se hace en nombre de la democracia y la apología de la guerra en nombre de la paz. Todo esto es posible porque la iniciativa política y la presencia mediática están siendo entregadas a las fuerzas belicistas y a las fuerzas conservadoras de derecha o extrema derecha. Las medidas de protección social para que la población sienta en el presupuesto y en la convivencia que la democracia es mejor que la dictadura son cada vez más escasas debido a los costos de la guerra en Ucrania y al hecho de que las sanciones económicas en contra del “enemigo”, que supuestamente debían causar daño al enemigo, están, de hecho, causando daño a los pueblos europeos cuyos gobiernos se aliaron con Estados Unidos.
La destrucción de la paz y la democracia se debe generalmente a la constitución desigual y paralela de dos círculos de libertades autorizadas, es decir, las libertades de expresión y acción aceptadas por los medios de comunicación y el poder político. El círculo de libertades autorizadas para posiciones progresistas que defienden la paz y la democracia disminuye cada vez más, mientras que el círculo de libertades autorizadas para posiciones conservadoras que hacen apología de la guerra y la polarización fascista sigue creciendo. Los comentaristas progresistas están cada vez más ausentes de los grandes medios de comunicación, mientras que los conservadores dejan pasar semanalmente páginas enteras cargadas de una mediocridad espantosa. Veamos los principales síntomas de este vasto proceso en curso.
1. La guerra de información sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania se ha desarrollado hasta ahora de tal manera que incluso los comentaristas con cierto sentido común conservador se someten a ella con repugnante sumisión. Un ejemplo entre muchos de los medios corporativos europeos: en el comentario semanal de un canal de televisión portugués (SIC, 29 de enero de 2023), un conocido comentarista, generalmente una persona de buen criterio dentro del campo conservador, dijo más o menos esto: «Ucrania tiene que ganar la guerra porque si no gana, Rusia invadirá otros países de Europa». Más o menos lo mismo que los televidentes estadounidenses escuchan todos los días de la mano de Rachel Maddow en el canal de televisión MSNBC. ¿De dónde viene este absurdo sino del consumo excesivo de desinformación? ¿Se les habrá olvidado que la Rusia postsoviética quería unirse a la OTAN y a la UE y fue rechazada, y que la expansión de la OTAN en las fronteras de Rusia, en contra de lo que le fue prometido a Gorbachov, podría ser una preocupación defensiva legítima por parte de Rusia, incluso si es ilegal invadir Ucrania, como condené desde primera hora? ¿No sabrán que fueron Estados Unidos y Reino Unido quienes boicotearon las primeras negociaciones de paz poco después de la guerra haber comenzado? Y si, por hipótesis, Zelensky quisiera abrir negociaciones con Putin, ¿creen que solo lo detendría la extrema derecha ucraniana? ¿Estados Unidos o Reino Unido lo permitirían? ¿No han pensado los comentaristas ni por un momento que una potencia nuclear enfrentada a la eventualidad de la derrota en la guerra convencional puede recurrir a las armas nucleares, y que esto puede causar una catástrofe nuclear? ¿Y no se dan cuenta de que en la guerra de Ucrania se explotan dos nacionalismos (ucraniano y ruso) para someter a Europa a una dependencia total de Estados Unidos y detener la expansión de China, el país con el que Estados Unidos está realmente en guerra? ¿Que Ucrania es hoy la prefiguración de lo que Taiwán será mañana? Curiosamente, en este vértigo ventrílocuo de la propaganda, nunca se dan detalles sobre lo que significa la derrota de Rusia. ¿Conducirá al derrocamiento de Putin? ¿La balcanización de Rusia?
2. La ideología anticomunista que ha dominado el mundo occidental durante los últimos ochenta años está siendo reciclada para fomentar hasta la histeria el odio antirruso, a pesar de que se sabe que Putin es un líder autocrático, amigo de la derecha y de la extrema derecha europea. Se prohíben los artistas, músicos y deportistas rusos, y se eliminan los cursos sobre cultura y literatura rusas, tan europeas como la francesa. En la primera reunión internacional del club P.E.N. después de la Primera Guerra Mundial, celebrada en mayo de 1923, los escritores alemanes fueron prohibidos como parte de la estrategia de humillar la potencia vencida en el Tratado de Versalles de 1919. La única voz disidente fue la de Romain Rolland, Premio Nobel de Literatura en 1915. Él, que había escrito tanto contra la guerra, y específicamente contra los crímenes de guerra de los alemanes, tuvo el coraje de declarar, «en nombre del universalismo intelectual»: «No someto mis pensamientos a las fluctuaciones políticas y dementes de la política».
3. La democracia está siendo tan vaciada de contenido que puede ser defendida instrumentalmente por aquellos que la usan para destruirla, mientras que aquellos que sirven a la democracia para fortalecerla contra el fascismo son considerados izquierdistas radicales. Fue unánime el coro occidental para celebrar los eventos de la plaza Maidan de Kiev en 2014, donde comenzó la guerra de hoy. Aunque las banderas de las organizaciones nazis fueron claramente visibles en las protestas, a pesar de la furia popular dirigida contra un presidente elegido democráticamente, Víctor Yanukovych, a pesar de que las escuchas telefónicas revelaron que la neoconservadora estadounidense, Victoria Nuland, había indicado los nombres de aquellos que asumirían el poder en caso de una votación,  incluida la de una ciudadana estadounidense, Natalie Jaresko, que más tarde sería nombrada nueva Ministra de Finanzas…de Ucrania, a pesar de todo esto, estos eventos, que fueron un golpe bien orquestado para ahuyentar a un presidente pro-russo y convertir a Ucrania en un protectorado estadounidense, se celebraron en todo Occidente con la vibrante victoria de la democracia. Nada de esto fue incluso tan absurdo como el hecho de que el diputado de la oposición venezolana, Juan Guaidó, se proclamara presidente interino de Venezuela en una plaza de Caracas en 2019, y eso fue suficiente para que Estados Unidos y muchos países de la UE lo reconocieran como tal. En diciembre de 2022, fue la propia oposición venezolana la que puso fin a dicha farsa.
4. La dualidad de criterios para juzgar lo que está sucediendo en el mundo asume proporciones aberrantes y se ejerce casi automáticamente para fortalecer a los apologistas de la guerra, estigmatizar a los partidos de izquierda y normalizar a los fascistas. Los ejemplos son tantos que cuesta seleccionarlos. Doy algunos de ellos. En Portugal, por ejemplo, el comportamiento ruidoso e insultante de los miembros del partido de extrema derecha Chega en el parlamento es muy similar al comportamiento de los parlamentarios del partido nazi en el Reichstag desde que ingresó en el Parlamento alemán a principios de la década de 1920. Hubo intentos de detenerlos, pero la iniciativa política les pertenecía y las condiciones económicas los favorecían. En mayo de 1933, estaban promoviendo la primera quema de libros en Berlín. ¿Cuánto tiempo esperarán los portugueses? El segundo ejemplo. Siguiendo una orientación derechista global muy patrocinada por las instituciones de contrainsurgencia de Estados Unidos, los gobiernos izquierdistas que no pueden ser derrocados por golpes suaves deben ser desgastados por acusaciones de corrupción. Forzarlos a lidiar con problemas de gobernabilidad y de crisis permanente para que no puedan gobernar estratégicamente. En Portugal, al parecer, solo hay corrupción en el Partido Socialista. Para los medios de comunicación conservadores hegemónicos, todos los ministros del gobierno socialista, hasta que se demuestre lo contrario, son considerados corruptos. No es difícil encontrar ejemplos similares en otros países.
En el plano internacional me refiero a dos ejemplos evidentes. Ahora está prácticamente establecido que la explosión de los gasoductos Nord Stream en septiembre de 2022 fue obra de Estados Unidos (como, por cierto, había prometido Joe Biden), con la eventual colaboración de aliados. Si fue o no fue su responsabilidad, deberá ser investigado sin demora por una comisión internacional independiente. Lo que parece claro es que la parte perjudicada, Rusia, no tenía ningún interés en destruir la infraestructura cuando le bastaría cerrar el grifo. El 8 de febrero de 2023, el respetado periodista estadounidense Seymour Hersh reveló con información concluyente que fue Estados Unidos quien planeó desde diciembre de 2021 la explosión de los gasoductos Nordstream 1 y Nordstream 2[1]. Si es así, estamos ante un delito grave que configura un acto de terrorismo de Estado. Debería ser de gran interés para Estados Unidos, el Estado que se afirma como un defensor de la democracia global, averiguar qué sucedió. ¿Era esta la única forma de obligar a Alemania a unirse a la guerra contra Rusia? ¿El sabotaje de los gasoductos pretendía acabar con la política de mayor autonomía energética para Europa en relación con EE. UU. iniciada por Willy Brandt? Con la energía cara y las empresas cerradas, ¿no fue esta una forma eficaz de detener el motor económico de la UE? ¿Quién se beneficia de ello? ¿Se incluyó en el cálculo el injusto sacrificio impuesto a las familias alemanas de pasar por un invierno sin un calor razonable? El más profundo silencio pesa sobre este acto terrorista.
El segundo ejemplo. La violencia de la ocupación colonial israelí sobre Palestina se intensifica. Desde principios de año, Israel ha matado a 35 palestinos; el 26 de enero asaltó el campamento de refugiados de Jenin en el West Bank y mató a otras 10 personas, incluidos 2 niños. Un día después, un joven palestino mató a siete personas fuera de la sinagoga de un asentamiento israelí en la sección oriental de Jerusalén, que fue ocupada ilegalmente por Israel. La violencia existe en ambos lados, pero la desproporción es brutal, y muchos actos de terrorismo por parte de Israel (a veces cometidos con impunidad por colonos o por militares en los denominados “checkpoints”) ni siquiera se denuncian. No hay enviados de los medios de comunicación occidentales para informar de lo que está sucediendo en los territorios ocupados, donde se produce la mayor violencia. No tenemos imágenes insoportables del sufrimiento y muerte en el lado palestino (a excepción de imágenes furtivas de teléfonos móviles). La comunidad internacional y el mundo árabe no dicen nada. A pesar de la inmensa desproporción de la violencia entre los dos lados de la guerra, no hay ningún movimiento para enviar armas para Palestina, contrario a lo que sí se está haciendo con Ucrania. ¿Por qué la resistencia de los ucranianos es justa y la de los palestinos no lo es?  Europa, el continente donde tuvo lugar el holocausto judío, está en el origen remoto de los crímenes cometidos contra Palestina, pero hoy muestra una odiosa complicidad con Israel. La UE está trabajando arduamente para establecer un tribunal para juzgar los crímenes de guerra. Pero hipócritamente, solo los crímenes cometidos por Rusia. Como en los años que precedieron a la Primera Guerra Mundial, los llamamientos al europeísmo (la paneuropea, como se llamaba entonces) son cada vez más llamamientos a la guerra cargados con una retórica para encubrir el sufrimiento injusto y la pérdida de bienestar que se está imponiendo a los pueblos europeos sin haber sido consultados sobre la necesidad o conveniencia de la guerra.
¿Por qué hay tanto silencio sobre todo esto?
Frente a todo esto, quizás el silencio más incomprensible sea el de los intelectuales. Incomprensible, porque los intelectuales afirman a cada paso tener una mayor clarividencia que la de los mortales comunes. Sabemos por experiencia histórica que, en los períodos inmediatamente anteriores al estallido de las guerras, todos los políticos dicen que están en contra de la guerra mientras contribuyen a ella. En estas condiciones el silencio es pura complicidad con los señores de la guerra. Contrariamente a lo sucedido a principios del siglo XX, no hay fuertes declaraciones de intelectuales reconocidos por la paz o por la «independencia de espíritu» y en defensa de la democracia. Cuando comenzó la Primera Guerra Mundial, tres imperialismos estaban presentes: el ruso, el británico y el prusiano. No había duda para nadie de que el más agresivo era el imperialismo prusiano.
Curiosamente, en ese momento no se escuchó a grandes intelectuales alemanes manifestarse contra la guerra. El caso de Thomas Mann merece una reflexión. En noviembre de 1914, escribió un artículo en la Neue Rundschau[2] titulado Gedanken im Kriege (Pensamientos en tiempos de guerra) en el que defendía la guerra como un acto de Kultur (es decir, Alemania, como él mismo añadiría) contra la civilización. Para él, la Kultur era la sublimación de lo demoniaco (die Sublimierung des Damonischen) y estaba encima de la moral, de la razón y de la ciencia.  Y concluía, “la ley es amiga de los débiles, quisiera nivelar el mundo, pero la guerra hace aparecer la fuerza” (Das Gesetz ist der Freund des Schwachen, mochte gern die Welt verflachen, aber der Krieg lasst die Kraft erscheinen)[3]. Según él, Kultur y militarismo eran hermanos. En 1919, publicó el libro Consideraciones de un apolítico[4] en donde defendería la política del Kaiser y afirmaba que la democracia era una idea antialemana. Felizmente para la humanidad, Thomas Mann cambió sus ideales y se transformó en uno de los grandes críticos del nazismo. Por el contrario, en el lado ruso, las voces críticas contra el imperialismo ruso, desde Kropotkine hasta Tolstoi, desde Dostoievski hasta Gorki, siempre han sido bien notorias.
Hay muchas preguntas que los intelectuales tienen la obligación de responder. ¿Por qué se habrán callado? ¿Seguirá habiendo intelectuales, o lo que queda es una pobre clericultura?
[1]https://seymourhersh.substack.com/p/how-america-took-out-the-nord-stream?r=5mz1&utm_campaign=post&utm_medium=web
[2] Revista literaria alemana trimestral con sus más de 100 años de historia ininterrumpida, es una de las publicaciones culturales más antiguas de Europa.
[3] Citado por Romain Rolland Au-dessus de la mêlée. Paris, Paul Ollendorf, 1915, 59.
[4] Betrachtungen eines Unpolitischen, Berlim, S. Fischer Verlag

Fuente: https://www.bloghemia.com/2023/02/el-silencio-de-los-intelectuales-por.html

Compartido con SURCOS por Roberto Salom Echeverría.

UCR, Voz experta: Aportes del estudio de la cognición social para la comprensión de los problemas de la desinformación en Costa Rica

Rolando Pérez Sánchez, profesor Catedrático de la Escuela de Psicología e investigador en el Instituto de Investigaciones Psicológicas.

Por: Rolando Pérez Sánchez (Instituto de Investigaciones Psicológicas, Posgrado en Ciencias Cognoscitivas)

La desinformación es un fenómeno que está afectando el devenir de las democracias a nivel global. A nivel nacional, la situación es cada vez más preocupante, y sobre la cual se requiere ofrecer respuestas y soluciones desde una perspectiva multidisciplinaria y multiperspectivista. En este sentido, es de mi interés presentar algunos aportes de la investigación socio-cognitiva al estudio de la desinformación y al desarrollo de herramientas que ayuden a combatirlo.

El proceso de formación de la opinión pública en el contexto de Internet y las redes sociales se ha modificado rápidamente, adquiriendo nuevas características y tendencias. En su versión más tradicional, se trataba de una estructura centrada en la comunicación asociada a los medios masivos tradicionales, el flujo de comunicaciones verticales y jerarquizados marcadas por disputas entre élites, grupos de poder y determinado por la agenda e intereses a los cuales se adscribían los medios de comunicación. En contraste nos encontramos ahora ante una pluralización de canales, plataformas digitales, formas de comunicación y perspectivas que coexisten y convergen con los medios tradicionales, definidas sin embargo por criterios algorítmicos que delimitan las interacciones y el acceso a la información, así como por la formación de cámaras de eco, que homogenizan y estandarizan la discusión y la información circulante.

En este contexto, la desinformación como elemento conformador de la opinión pública adquiere igualmente nuevas características, a sabiendas de que el fenómeno no es novedoso, como sí lo es la forma en que esa opinión se expresa en la actualidad y sus repercusiones a futuro.

Desde el inicio del actual gobierno, somos testigos de una serie de tendencias preocupantes que pueden tener consecuencias duraderas en el devenir de nuestra democracia. Enumeremos algunas de ellas que actúan de forma conjunta:

  1. Una comunicación del gobierno que recurre más bien a estrategias propias de la propaganda
  2. Un estilo de liderazgo autoritario, que centra la comunicación y la toma de decisiones solo en el presidente.
  3. Un estilo de retórica para la comunicación política centrado en la descalificación y el no reconocimiento de las personas o grupos que divergen o lo adversan.
  4. El uso de la desinformación como herramienta de presentación de propuestas, resultados y afrontamiento de críticas.

En este marco hemos sido testigos, por ejemplo, de afirmaciones del Presidente de la República que, de forma infundada, indicaban que las universidades públicas no rendían cuentas y carecían de controles en la administración de los fondos asignados, todo ello para justificar un proyecto de ley que pretende la intervención del ejecutivo en la toma de decisiones y en el uso de fondos de las universidades públicas. Precisamente el uso de desinformación como herramienta política y de ejercicio del poder es una forma claramente documentada en la literatura científico social como medio de legitimación, control y de injerencia en la opinión pública. Es allí donde la investigación socio-cognitiva está realizando aportes relevantes para su estudio y comprensión.

La cognición social de la desinformación se refiere a la forma cómo las personas atienden, procesan, comprenden, evalúan y aceptan o rechazan la información que reciben cotidianamente ya sea que sea verdadera, falsa o en general de carácter desinformativa. Desde el punto vista de la ciudadanía nos preocupa el manejo que se hace de los contenidos desinformativos, atendiendo tanto a las posibilidades de crítica y evaluación como de la aceptación y difusión irreflexiva de estos contenidos. La investigación socio-cognitiva ha identificado una serie de mecanismos que tienden a favorecer la aceptación de los contenidos desinformativos, pero también ha logrado empezar a distinguir herramientas que logran identificar dichos contenidos.

Algunos de los mecanismos que se han logrado identificar y que presentan la característica de actuar de forma automática, no reflexiva o consciente incluyen:

  • La tendencia a buscar información que confirme o apoye las opiniones y creencias previas, descuidando o no atendiendo a si el contenido es verdadero o falso.
  • La tendencia opuesta que rechaza información que contradice las opiniones propias y creencias previas. Esto puede hacer que las personas sean más propensas a aceptar y compartir mensajes falsos que apoyen sus opiniones previas, ya que la información falsa puede proporcionar una justificación para rechazar información contraria.
  • Ante informaciones u opiniones que puedan contradecir las propias creencias o convicciones, las personas tienden a buscar informaciones que ayuden a contra-argumentar y mantener las convicciones propias, aunque esto signifique recurrir a contenidos falsos.
  • En los últimos años se ha visto incluso que la sola exposición repetida y prolongada a informaciones desinformativas hace que las personas terminen por considerar sus contenidos como verdaderos.
  • De igual relevancia es la confianza depositada en ciertas fuentes de información, de modo que todo lo que estas difundan van a tender a considerarse válido
  • Asociado a esto último, se ha encontrado que las personas tienden a confiar en la información difundida por su grupo de referencia o personas más cercanas.

Estos dos últimos resultan además problemáticos cuando el tipo de intercambios que se generan en las redes sociales se suceden en el contexto de cámaras de eco, aumentadas por los criterios algorítmicos de las mismas redes, que tienden tanto a descartar las opiniones y flujos de información contrapuestos o disímiles y a favorecer la homogenización de criterios, puntos de vista, fuentes y perspectivas.

Junto con estos mecanismos se ha encontrado que el sistema de valores e ideologías de las personas hace que tiendan a aceptar informaciones que sean consonantes con esas ideologías o valores. Esto aún más en contextos de polarización, actualmente característicos de los entornos digitales y presenciales en el país.

Ante estos mecanismos, y conociendo que en su mayoría actúan de forma automática o no consciente, se han buscado algunas alternativas para contrarrestarlos, las cuales buscan promover

  • mecanismos cognitivos que favorezcan la reflexión y la activación de estrategias de procesamiento consciente de la información,
  • mediante la generación de estrategias que permitan la evaluación del contenido, de modo que las personas logren atender a recursos básicos para verificar la la falsedad o la veracidad del contenido,
  • así como estrategias que posibiliten la valoración de las propias capacidades para dicha evaluación, de modo que las personas analicen si las herramientas con las que cuentan son suficientes,
  • junto a ello se persigue promover la flexibilidad cognitiva que contribuya a considerar información alejada de las propias creencias, como insumo válidos para la toma de posición o las decisiones respecto a determinado tema.

En el Instituto de Investigaciones Psicológicas estamos trabajando precisamente en la identificación de estos mecanismos cognitivos de la desinformación en el país para la elaboración de herramientas concretas que reduzcan su aceptación y la tendencia a compartir estos contenidos desinformativos.

 

Rolando Pérez Sánchez
Instituto de Investigaciones Psicológicas, Posgrado en Ciencias Cognoscitivas, UCR

Los movimientos sociales rurales en el Perú: constructores de la política, la ciudadanía y la democracia

Juan Huaylupo[1]

La política en el lenguaje cotidiano, tanto mediático como social, está asociado generalmente con las determinaciones gubernamentales, de las declaraciones de parlamentarios y de magistrados judiciales o de quienes se les otorga tener influencia caciquil en el Estado. Nunca la política, desde el poder oligárquico, ha tenido una significación vinculada con una facultad ciudadana en la valoración, fiscalización, actuación y devenir estatal.

Esto es, se asume que la política es una facultad del poder estatal prevaleciente, como en tiempos previos a la Revolución Americana y de la Revolución Francesa, o de la constitución moderna del Estado, la ciudadanía, el derecho y la política, para tener la significación de los autócratas en Estados atrasados o absolutos, caracterizados por la frase “el Estado soy yo” atribuida a Luis XIV en la Francia de 1655. 

En la historia del Estado peruano o las dictaduras del pasado y presente, no hemos conocido la conquista social de un Estado distinto al oligárquico, de terratenientes y empresarios, razón por la cual la significación del discurso del poder no ha cambiado, como no se ha modificado el ejercicio autocrático del poder estatal peruano.

El Estado Moderno, Nacional, Benefactor o del Estado Social de Derecho, como quiera ser denominado, solo ha sido una ilusión fantasmagórica, que se creía podía ser sustituido por el plagio de alguna normatividad jurídica, que sin conocimiento, participación, legitimidad social ni haber modificado las condiciones que viabilizaban el poder oligárquico, como el actual, solo han sido palabras vacías que sirven como adorno a discursos del poder y las demandas jurídicas.  Luego, los derechos formalmente concebidos como igualitarios, fueron de facto sustituidos por derechos desiguales y privativos, para la continuidad de la discriminación, la imposición racial y de clase, en correspondencia con el despótico poder oligárquico. El poder del ayer y hoy posee una Constitución y leyes y que los amparan, contra una inmensa mayoría a quienes se le niega incluso del derecho a la vida, como se privatiza el desarrollo y en bienestar, en favor de los pocos que parasitan de nuestro trabajo y los recursos y riquezas nacionales.

La política no es la administración del poder, tampoco es la voluntad decisoria gubernamental de lo que se hace en la sociedad, porque el Estado no es autónomo ni absoluto, pues la problemática nacional, las necesidades, perspectivas y anhelos ciudadanos son obligaciones que deben ser atendidas por las políticas y la institucionalidad gubernamental. La política es una hechura ciudadana de la ejecución gubernamental. Creer que la política es la acción autónoma del Estado sobre la sociedad, es una falsedad, como tampoco es la actuación gubernamental en razón de los intereses privados de gobernantes y de los grupos empresariales, que son evidencias tangibles de la negación de la política, por ser acciones ajenas, extrañas y antagónicas con los requerimientos ciudadanas y nacionales.

La política no es el ejercicio autocrático del poder, es la expresión y decisión ciudadana en el ejercicio del poder estatal. Los gobernados son parte constitutiva de los gobiernos, son carne y sangre de la legitimidad social y de la gobernabilidad estatal. Las dictaduras carecen de políticas, se sustentan en la violencia ante la crítica, oposición o con protestas y movilizaciones populares. Toda política gubernamental es publica, de lo que es común a todos, nunca privada de gobernantes ni de empresarios globales.

La emergencia identitaria de las poblaciones rurales, históricamente excluidas, muestran una extraordinaria madurez, que trasciende las demandas reivindicativas, para exigir y conquistar los derechos conculcados, así como poseen la capacidad y legitimidad social para construir un Estado dependiente de la participación decisoria para el bien común ciudadano y el progreso nacional.

Los gobernantes del pasado y del presente, aun creen ser los únicos determinadores del quehacer sobre la sociedad, independientemente de las necesidades y anhelos colectivos y comunes de la heterogeneidad social. Los derechos ciudadanos plasmados en la normatividad nacional y las suscritas internacionalmente por el Perú, han sido violentados unas y otras veces, sin un poder ni ente jurídico que los haga cumplir nacional ni internacionalmente. Un derecho sin poder es vacío.

Los derechos sociales en la historia peruana han sido negados o suspendidos con una regularidad extraordinaria, como lo muestra transparentemente la actual tirana, como por los gobiernos que hemos conocido indistintamente de sus posiciones partidarias, ideológicas, demagógicas o delincuenciales.

Hoy, la usurpadora de la presidencia gubernamental, asume con una natural ignorancia, que nuestras poblaciones rurales y sus movimientos sociales, carecen de todo derecho político al criticar, actuar y valorar la actuación estatal, cuando precisamente en nuestro país, son quienes han efectuado variados intentos por revolucionar las estructuras de explotación y dominación colonial-oligárquico, para construir una sociedad democrática y libre para el presente y futuro de todos los peruanos. Asimismo, la fantoche, en su estupidez supina, habla de paz haciendo la guerra y pregona democracia asesinando, cuando en paz y en democracia, la violencia y el terror son imposibles. Sin democracia, no existe ciudadanía.

La policía ni los militares tienen derecho alguno para reprimir y asesinar a la población y menos aún, cuando son justas y necesarias las demandas ciudadanas. La represión de policías y militares contra el pueblo, que nutren sus propias fuerzas, son convertidos en máquinas, que sin pensamiento ni decisión, asesinan vidas e ilusiones colectivas y nacionales. La posesión y uso de las armas de los órganos especializados ni la usurpación estatal, son patrimonios privados que permitan y determinen genocidios. La decisión y el ejercicio de la violencia no les pertenecen, es una facultad requerida por la ciudadanía, ante el riesgo dictatorial, el debilitamiento o liquidación de derechos, o la desaparición y muerte, física o jurídica, de la ciudadanía. El ejercicio de la violencia sin derecho, es ciego y sanguinario, como ha conocido y vivido en nuestra América Latina en diversos momentos, hoy reconocidos como experiencias insensatas y condenados sus autores por crímenes de lesa humanidad. El Perú no puede ni debe repetir la regresividad de la violencia dictatorial de autócratas y militares contra el pueblo.

Es inmoral e inhumano propiciar e incentivar el asesinato de nuestros hermanos que luchan contra los tiranos y codiciosos negociantes globales que pretenden condenarnos a la esclavitud, miseria y muerte. Las movilizaciones y luchas populares crean vidas en libertad y democracia para todos.


[1] Profesor e investigador Catedrático pensionado. Facultad de Ciencias Económicas. Universidad de Costa Rica.

La concepción del presidente Petro sobre el movimiento de masas

Por Carlos Meneses Reyes

Asistí a la concentración en la Plaza de Bolívar en Bogotá DC, a la 1 pm el martes 14 de febrero de 2023. Miles de asistentes copaban una tercera parte del ágora, como se mencionaba en la antigua Grecia a la plaza pública. Una larga y siempre alimentada fila indicaba la entrada a la Plaza de Armas frente a la Casa de Nariño, donde desde una de sus ventanas se dirigió al país y al mundo el Presidente G. Petro. No se instaló una pantalla gigante para que ese conglomerado humano que allí permaneció toda la tarde pudiera verlo y escucharlo. Desplegó una pieza oratoria de una hora 40 minutos, propio de un estadista en que trató esencialmente lo relacionado con el Plan Nacional de Desarrollo (PND) y la reforma a la salud.

La oposición militarista la llamó “un discurso de campaña” y no la materialización de lo prometido en campaña. Queda registrado en los anales históricos del país que es la primera vez que se convoca a una manifestación de apoyo a la gestión de un presidente.

Asistimos a una aplicación de ejercicio político y participación directa de masas. La democracia directa no deja de ser un enunciado en la actual Constitución Política de 1991 (CP91) y esta democracia de la calle es una de las tantas formas de expresión del pueblo en forma directa.

Al día siguiente se observó el fenómeno de contra-manifestación, esta vez contra el gobierno del Presidente G. Petro, despotricando contra las reformas de fondo, que requiere tanto el país como el Estado colombiano en todos los niveles y aspectos institucionales. No existe en Colombia oposición estructurada. Constituye una oposición inmóvil cual una roca, resentida, guiada por el odio, la desinformación, la falsedad y la triquiñuela que resume lo reaccionario, retardatorio y repelente a cualquier cambio del actual estado de cosas en el país.

Se trata de la presentación de un conjunto de soluciones a mejorar las condiciones y calidad de vida a la mayoría del pueblo colombiano, y existe gente -de ese mismo pueblo- que se opone a esas reformas y al indispensable y necesario cambio de todo.

La explicación no es otra que ese grueso de población está sometida al modelo económico vigente y alienada producto de la impositiva dictadura mediática. Es decir, los medios de comunicación pre-pago que impone toda una infraestructura y superestructura ideológica del Estado, agobia a la persona y así, individualizada, la aliena, desinforma y engaña, conllevándola, accidentalmente, a ser una garantía infundada en el mantenimiento del estatus quo o actual estado de cosas.

El panorama político colombiano

Con el triunfo de un gobierno que encabeza del Presidente G. Petro y la valiosa Vicepresidenta Francia Márquez, de corte alternativo, progresista, liberal, socialdemócrata en Colombia no se está ni ad portas de una revolución. Se aplica un programa de desarrollo de conjunto de fuerzas productivas capitalistas.

Una oposición que enfrente un planteamiento contrario está condenada a desaparecer. Por ende, el Presidente G. Petro ni es izquierdista, ni socialista. Otra cosa es que la izquierda legal lo apoye en sus programas de renovación y la adecuación de un modelo económico nuevo, dado el fracaso y fin del ciclo del neoliberalismo salvaje, como fase accidental. Amplio es el aporte de teóricos y analistas de la izquierda, en particular la latinoamericana, respecto a programas de cambios profundos que trascienden el nivel académico y aplican en una realidad política transformadora.

Del paso de la rebelión de las masas a la multitud

Cuando el Presidente G. Petro llama y convoca a que el pueblo se exprese en las calles, en modo alguno está polarizando a la sociedad ni agudizando la lucha de clases. Está demostrando una posición ideológica renovadora que predomina en el mundo ante lo alternativo poscapitalista, resultado del fracaso neoliberal y la vulnerabilidad de la globalización hasta entonces no cuestionada.

Es sabido que el marxismo es una guía para la acción; pero el marxismo en su concepción dialéctica de la Historia y en el periodo de transición del estadio capitalista al socialista no cuenta con parámetros dogmáticos ni de imposición que distorsione el transcurrir. Así, V. Lenin concibió el Imperialismo como Fase Superior del Capitalismo. Pero el marxismo-leninismo no previó la fase del nazismo y el fascismo, cual orden sobreviniente al capitalismo. Esta accidental fase -que generó la II Guerra Mundial- buscó, incluso, sepultar el avance, permanencia y existencia del capitalismo y de contera abortar el estadio de desarrollo de la Humanidad hacia el socialismo.

Pues bien, una vez en posguerra anidan las formas del modelo neoliberal con una aplicación devastadora para la humanidad y para la clase obrera mundial, que es el sustento primordial hacia un orden socialista. Pero para el marxismo no hay nada desviado, la Historia continúa su curso materialista dialéctico.

Ubiquémonos entonces en el actual orden económico mundial y sin redundar en gráfico, de postpandemia y de crisis por el cambio climático, y observamos un dominio predominante de lo descualificado. Consultando Wikipedia entiendo, en complemento, por descualificación el proceso por el cual se elimina de la industria o de la economía el trabajo cualificado (que califica a alguien por sus aptitudes) mediante la introducción de tecnologías que pueden ser controladas por trabajadores a quienes se pretende o desconoce las precisas determinaciones que lo revindican como un alguien. Lo reducen a un semicualificado o sin cualificación. Esto ahorra costes al requerir una menor inversión en capital humano y reduce las barreras de entrada, debilitando así el poder de negociación del capital humano. Llueven las criticas puesto que ello se traduce en la pérdida de calidad y en la devaluación del trabajo (haciéndolo mecánico antes que fruto del pensamiento y convirtiendo a los trabajadores en autómatas antes que en artesanos, creadores), erosionando así a la comunidad.

Por lo anterior o por ello han surgido nuevos análisis marxistas del capitalismo. Lo encabezan pensadores posmarxistas. Para ellos los cambios sociales pueden conseguirse o lograrse a partir de las formas actuales de opresión en la necesidad de repensar lo común, es decir, acudiendo por ejemplo a la idea y aplicación del comunismo primitivo. Lo expresan en el decir “un nuevo mundo es posible” y convencidos que el cambio realmente tendrá lugar. Esta metodología social de comprensión a partir de los años sesenta hizo énfasis en el cambio de la fábrica a la “fabrica social”. También está relacionada con la vida política y la realización de la vida política aunado con lo autóctono de los fines políticos. De tal manera que conciben y explican que la política, como proyecto de trasformación social, no será incubada en las universidades, algo así como la “universidad de la vida”; tampoco lo será en la fábrica como centro de producción sino como “fabrica social” ya citada.

Así resumo la aplicación y explicación de una apropiación contemporánea del marxismo, con el atrevimiento y excusa de antemano a que en modo alguno es mi intención atribuirlo, bajo ningún motivo, como hacer suyo el llamado del Presidente G. Petro a la movilización de masas.

El Presidente G. Petro no acude al instrumento acumulado de proyección de la “rebelión de las Masas” en la recreación del escenario de la lucha de clases y de metodología de aplicación del movimiento social (revolucionario) marxista. A él no lo motiva “La psicología de las masas” del sociólogo francés Gustave Le Bon.

Más bien considero que su accionar político está bajo la guía orientadora de los trabajos del politólogo italiano Antonío Negrí (1933), en colaboración con el teórico filósofo y político estadounidense Michael Harat (1960). Esta dupla de genios ha aportado al conocimiento moderno de la política con la publicación de su famoso libro “Imperio” editado en el año 2000 y posteriormente con el libro “Multitud” que los catapultó como los teóricos visionarios del nuevo orden mundial.

Abordan el término Imperio como un poder difuso y centralizado que desplaza el Estado-Nación y retoma el escenario de actuaciones de cómo fue el imperio romano. Lo sitúa en creación y poder aunados en la red. Así llegan y se entrelazan actores monárquicos, norteamericanos, aristócratas, grandes compañías multinacionales, Ong´s, foros como los de Davos, etc. dando forma a una construcción imperial única basada en el poder en red. Generaron múltiples controversias al indicarles que con ello desconocen el imperialismo; pero al parecer los pueblos subyugados hoy se encuentran bajo la férula del Imperio y bajo la del imperialismo.

“Multitud expone la cuestión en tres partes: la primera parte, «Guerra», explora los aspectos más oscuros del imperio. Nos encontramos sumidos en un punto crítico en relación con los asuntos de la humanidad en el que los circuitos de poder han sobrepasado la capacidad que los actuales circuitos de soberanía política y justicia social tienen para contenerlos. En la Parte II, titulada «Multitud», explican cómo el imperio, mediante una constante y más profunda colonización e interconexión de más áreas de la vida humana, ha creado la posibilidad de un tipo de democracia nunca vista con anterioridad. Finalmente, en «Democracia», los autores plantean su estrategia de cómo la multitud global puede formar un robusto terreno comunitario biopolítico en el que la democracia puede progresar a una escala global.” (Tomado de La Casa del Libro).

Dejo así como abre-bocas para los activistas políticos y sociales el consultar a estos novedosos políticos actuales y en el empeño orientador en no distraer la construcción del partido político popular, en garantía a la consolidación y cualificación política del movimiento popular hacia grandes y radicales transformaciones sociales en Colombia.