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Etiqueta: derechos de las mujeres

La Jornada Laboral y los Derechos Humanos de las Mujeres

SURCOS comparte la siguiente información:

El Foro de Mujeres Políticas por Costa Rica muestra su disconformidad y oposición al proyecto de ley 21.182, que pretende reformar los artículos 136, 144 y 145 del código de trabajo.

Esta inconformidad parte de el detrimento de los derechos laborales y los derechos de la mujer, seguidamente de la nula garantía de una disminución en la brecha salarial, la carencia de mecanismos de inspección laboral y, se solicita respetuosamente la participación política activa de este Foro en la formulación de proyectos de esta índole.

Desde el Foro de Mujeres políticas por Costa Rica se solicita el archivo del expediente 21.182 y la incorporación en la discusión de un texto sustitutivo en la mesa de diálogo.

Más información en el siguiente enlace:

https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=pfbid021N9oY9W3K8tMUPJ3hVdJgYfHMUJ863VKiAdUtYtn7JMSMTUjoTwtZTX6bL4ZNercl&id=100070581805890

La sociedad negada II: El cercamiento a nuestras esperanzas

El extremismo es resultado de la hipertrofia de la irracionalidad y esta hipertrofia se da cuando se está objetiva y emocionalmente inmerso y dominado por intereses materiales, que podrían ser en sí legítimos, sino trajeran consigo miseria y la injusticia a la mayor parte del país.

Ignacio Ellacuría

Luis Andrés Sanabria Zaniboni

Seguimos dando el prudente tiempo al gobierno que recién empieza, para que pueda amueblar la casa presidencial, preparar la documentación y proyectos de ley. Es así que como comentamos en el artículo anterior, podemos seguir reflexionando sobre nuestro contexto. Por esta razón nos preguntamos ¿Cuáles sociedades se encuentran al margen del proyecto dominante?

Empecemos por desnudar un falso principio, que la concentración de riqueza ordena nuestras sociedades, que premia el “esfuerzo”, es decir genera las legitimidades y relaciones que reconocen el “esfuerzo”. En cambio, lo que dicha concentración si evidencia son las formas y modos que reproducen la dominación y explotación en nuestras sociedades, pero también impiden el surgimiento o reproducción de otras lógicas que atenten ese monopolio del discurso del “esfuerzo”.

Una supuesta “meritocracia” que premia al más vivo, en detrimento de las personas que se quedan “dormidas”, es decir aquel que sabe cómo se mueven las cosas, a quien llamar o a quien citar, dista mucho de ese esfuerzo que representa el trabajo de tantas personas, que a partir de su fuerza mueven un país.

¿Por qué falso principio? Porque la concentración de riqueza, lejos de demostrar la idoneidad de algo, es precisamente la consecuencia de muchas acciones que van desde la privación de algo hasta el despojo violento de comunidades y de nuestros bienes comunes (naturales, sociales, culturales).

Este marco nos permite identificar que proyectos de sociedad se privilegia sobre otros, es decir leyes, políticas, discursos  y prácticas. En esta ocasión, no nos preocuparemos por aquellos que se imponen, sino a pensar sobre esas sociedades que desaparecen.

Siguiendo esto, podemos mirar nuestras comunidades campesinas que han sido devoradas por la expansión de monocultivos para la exportación en beneficio de la agroindustria y los mercados financieros. Esta voluntad de los sectores dominantes por la supuesta “tecnificación”, genera no sólo la destrucción del mundo rural y la migración a la ciudad, sino que la mezcla de ambos vulnera nuestra naturaleza, ya que el abandono de la tierra representa la  desprotección del bosque y de los ciclos de la vida.

Esto nos lleva a repensar el conflicto que viven los pueblos indígenas ante su voluntad de permanecer en sus territorios, lo cual ha reflejado el extremo al que llega el despojo,  ya que por un lado la indiferencia refleja la grave reducción de los pueblos indígenas a meros portadores del “folklore”, es decir sus formas y modos de ser en el mundo, no son reconocidas ni legitimadas.

Por esto la galopante impunidad ante los actos de violencia que procuran aterrorizar y desmovilizar a las personas indígenas en sus territorios.  Sin la intensión de escarbar mucho detalle, podemos remontar la agudización de estos actos desde el 2012 al presente.

La anulación de los derechos colectivos, es una muestra más de este cercamiento de la “ciudadanía”, es decir de esas sociedades que habitan los territorios y espacios públicos, erosión y reducción constante de los “servicios públicos” (salud, educación, cultura entre otros) , muestra el camino de la reconfiguración de la ciudadanía “real”, en donde el poder económico, es decir la propiedad, poder adquisitivo y la concentración de riqueza determina el grado de libertad y capacidad de autorrealización posible de los individuos y los sujetos colectivos.

Sumado a esto, la ofensiva por la revisión de todo lo que se pueda denominar “ideología de género” muestra una vez más el cercamiento que sufre la diversidad sexual y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. Es decir una sociedad que estratifica los roles de género, privilegiando una supuesta “tradición” moral y un falso determinismo biológico, que esconde las relaciones de desigualdad que es fruto del poder de la dominación-esclavitud que enajena la voluntad de muchos a pocos.

Este es un vistazo hacia esas sociedades negadas, a cómo esas violencias estructurales se configuran para impedir su realización, establecen no sólo relaciones, sino también mecanismos para negar su existencia, desde la institucionalización se garantiza su invisibilidad. Tal vez, la muestra más clara de este proceso, es la ya mencionada oleada contra la “ideología de género”, que nos evidencia este proceso de negación en clave de retroceso.

¿Cómo llegamos a esto? Son muchas las trenzas de dominación que han estructurado nuestras sociedades, en ocasiones identificamos al capitalismo, patriarcado y el colonialismo, que se manifiestan desde la xenofobia, el racismo, machismo y otros más que tal vez han escuchado en otras ocasiones. Sin embargo, también son muchas las experiencias que han apuntalado hacia un compromiso por la liberación, desde la necesidad y la crítica han convertido su pensar-hacer en formas y modos instituyentes de otra cosa. Este será el centro de nuestra última entrega.

Organizaciones feministas en contra de la revisión de la norma técnica para regular el aborto terapéutico

El día miércoles 1 de junio de 2022, 18 organizaciones feministas se unieron para emitir un comunicado, mediante el cual manifestaron su absoluto rechazo a la revisión de la norma técnica vigente que regula el aborto terapéutico. Esta revisión fue anunciada por Joselyn Chacón, Ministra de Salud, posterior a la reunión sostenida entre el Poder Ejecutivo y miembros de la Conferencia Episcopal el día 19 de mayo. Según el comunicado, esta reunión fue excluyente porque no se invitó a representantes y organizaciones de la sociedad civil que por años han reclamado un espacio en la agenda política para defender los derechos sexuales, reproductivos y de salud de las mujeres y personas gestantes.

Asimismo, se hace un llamado a cumplir con el marco normativo internacional que insta a los Estados a respetar y garantizar el cumplimiento del derecho de la salud de las mujeres. La Convención Americana de Derechos Humanos, la Convención de Belém do Pará y la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Violencia contra la Mujer, son parte de los tratados de los que Costa Rica es firmante. 

Citan el caso de Ana y Aurora, dos mujeres costarricenses a las que se les negó el acceso a un aborto terapéutico por tener embarazos inviables, y que durante este proceso sufrieron maltrato y violencia por parte del Estado. Actualmente ambas llevan un proceso de denuncia contra el Estado costarricense en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. 

La violencia vivida por estas mujeres es un recordatorio de que la obstaculización por parte del Estado para acceder a procedimientos como un aborto terapéutico, representa daños inimaginables en la vida de estas personas y como bien lo manifiesta el comunicado, cualquier intento de retroceder en materia de derechos humanos es alarmante, aún más cuando surgen desde una posición dogmática y no de evidencia científica.

Para leer el comunicado completo, puede consultar las imágenes adjuntas. 

Pronunciamiento sobre Norma Técnica del Aborto Terapéutico

Montserrat Sagot: «Creo que la señora Ministra de Salud no está enterada, pero la implementación de la Norma Técnica del Aborto Terapéutico es el resultado de una demanda que presentó Aurora en contra del estado de Costa Rica frente a la CIDH por haberla torturado negándole un aborto terapéutico de un embarazo inviable. En ese sentido, la Norma Técnica fue desarrollada como resultado de ese proceso porque se demostró que Aurora había sido sometida a un trato sumamente dañino e injustificado al obligarla a llevar a término un embarazo en el que el feto no tenía pared abdominal y tenía todos los órganos expuestos. Si el gobierno sigue adelante con sus promesas hechas a la Conferencia Episcopal y a los evangélicos de revisar la Norma Técnica, no solo estaría incumpliendo los mandatos de la Corte Interamericana, lo cual sería terrible, sino que estaría poniendo en riesgo la vida de muchas mujeres con embarazos inviables y le daría muchas oportunidades a los sectores más conservadores de avanzar en su agenda de retrocesos e imposiciones a las mujeres y a otros sectores».

Tomado del muro de Facebook de Montserrat Sagot.

Fuente: facebook.com

 

Compartido con SURCOS por Oscar Jara Holliday.

Resaca electoral: La sociedad negadora – 1

Luis Andrés Sanabria Zaniboni

“Cuando unos pocos se apropian de aquello que no puede ser suyo más que haciendo que no sea de los otros e impidiendo que los otros puedan servirse de lo que tienen derecho, estamos ante la negación del Bien Común” –  Ignacio Ellacuría

Ante el impulso de los aires de “cambio” propuestos por el gobierno entrante, y siguiendo las voces que solicitan el tiempo y prudencia para valorar las intenciones-acciones de este. Dejando este espacio de “oportunidad” vale la pena preguntarnos ¿Cuál es la sociedad dominante que sale de la pandemia en nuestro país?

Han pasado 40 años de aquellas intervenciones que realizó el padre Ignacio Ellacuría, en donde nos invitó a reflexionar sobre la violencia en sociedades divididas. Pasado este tiempo, resulta importante retomar el hilo de su pensamiento, y plantearnos una primera idea: la sociedad negadora.

Ellacuría nos recuerda que como opción radical y crítica se hace necesario volver nuestra mirada a la negación de la vida que es producto de las relaciones dominantes situadas en nuestros contextos históricos, es decir la gravedad de la violación o de la privación que puede padecer una determinada mayoría.

Esta negatividad, sólo puede ser sostenida en el tanto exista esa “positividad” que es asumida y disfrutada por una minoría de esa sociedad determinada, una minoría que cuenta con las formas y modos que niegan o impiden  aquello que podría o debería ser y por otro lado es el sostén de esa realidad negadora (dimensiones clasistas, coloniales, racistas, patriarcales, etc.).

Nos quedamos por ahora en esta primera aproximación, y como ejercicio nos aventuramos a pensar en torno a esa sociedad que ha sido fortalecida y legitimada simbólicamente a través de los mecanismos electorales (no hay que olvidar que cuantitativamente el abstencionismo sigue siendo el que manda).

Basta observar y escuchar las políticas “estrella” que justifican el supuesto sentido de cambio de gobierno propuesto, les compartimos un breve resumen: los ecologistas como enemigos de la empresa privada, el carpetazo al Acuerdo de Escazú, desregulación de agroquímicos, exploración de gas natural, la urgencia de la ley de jornada 4/3, la misión de erradicar la “ideología de género” del sistema educativo y para sellar la jornada la revisión de la norma del aborto terapéutico.

Volvemos a nuestra pregunta ¿Qué forma de sociedad delinea lo anterior? Por un lado, el avance del neoextractivismo como actividad económica, pero también como política institucional, es importante señalar la persistencia de la impunidad de las violencias que sufren las recuperaciones en territorios indígenas, que sigue privilegiando un Estado racista y colonial, el apoyo al sector agroindustrial cuando legitima el discurso antiecologista y promueve la desregulación de la normativa ambiental, en este caso exploración de gas natural y la apertura a sustancias químicas.

En un segundo acto, privilegiando la posición de las cámaras industriales al refrendar la necesidad de desregular la jornada laboral, al impulsar la modificación de la jornada de 8 horas, por una de 12 horas en 4 días, esto no sólo perjudica en la desaparición “camuflada” de las horas extras, sino que sumerge a la persona trabajadora a una situación de desprotección y desgaste, ya que este tipo de jornadas representan una desventaja, ya que existe una desigualdad de hecho de la relación patrón-trabajador, y esto lleva que no sea una opción individual, sino de interés de la empresa, además erosiona las condiciones para aquellas personas que estudian, con familia o con personas a cargo, ni hablar de los espacios de recreación.

Sumado a todo esto, el frente abierto contra la mal llamada “ideología de género”, que no es más que una forma “sofisticada” de cuestionar y deslegitimar los derechos de las mujeres, los derechos sexuales y reproductivos y de las diversidades sexuales. Inicialmente vemos esta ofensiva en dos dimensiones, una primera acción sobre el sistema educativo público, procurando el retiro de los planes de estudio de estos contenidos, y una segunda acción, la remoción de los tímidos avances presentes en la política y reglamentación del país, esto lo vemos en la solicitada “revisión” a la norma del aborto terapéutico.

Luego de esto, si tuviéramos que perfilar que tipo de sociedad negadora se configura a través de los relatos dominantes de este gobierno, podríamos señalar algunas características: neoextractivista, antiobrera y conservadora.

Ante este escenario, Ellacuría nos recordaba lo complejo que significa incidir en sociedades desiguales, en donde precisamente la política no está al servicio de la ampliación de los derechos de las personas, sino impulsada en la defensa de los intereses y privilegios de unos u otros grupos. Como un primer aporte, el padre Ignacio nos recordaba que la discusión y disputa de este escenario debe tener tres pies: en lo que tiene de verdadero-falso, justo-injusto y lo que tiene de ajustado o desajustado, desde la corporalidad, crítica y negación de esa mayoría que padece el poder.

En una próxima entrega, volveremos sobre esa sociedad que padece el poder, o cómo podríamos llamar la sociedad negada.

En 2 8M movimientos feministas recuerdan al presidente Chaves que serán vigilantes contra el acoso y por los derechos de la mujer

El día 8 de mayo, con motivo de la celebración del traspaso de poderes del nuevo gobierno encabezado por Rodrigo Chaves Robles, organizaciones de mujeres feministas y activistas independientes convocaron a la Marcha 2 8M (día de la mujer siempre y por siempre), para recordarle al ahora presidente, que la lucha por los derechos de la mujer y en contra del acoso se mantiene en pie y más fuerte que nunca.

La marcha partió del costado sur del Parque de la Merced, Avenida 4, por el Boulevard Peatonal.

Compartimos imágenes.

CONTRARREFORMA FEMINISTA

Oscar Madrigal

Vivimos momentos históricos de retroceso en varios campos, entre ellos los sociales. La contrarreforma neoliberal pasa de lo económico a lo social y a los derechos humanos, retroceso más acentuado en unos países que en otros. En Costa Rica lo sentimos en la administración fenecida de Alvarado contra los derechos laborales y los intentos por desfinanciar la CCSS, para citar dos ejemplos. Pero continuará.

En EEUU se filtró el borrador de la sentencia de la Corte Suprema de Justicia que muestra una mayoría de 5 jueces, ultraconservadores, 3 de ellos nombrados por Trump, están a favor de revocar el derecho al aborto. Si el borrador se hiciera realidad cada uno de los Estados que conformar los EEUU tendrían libertad para decidir sobre los derechos reproductivos de las mujeres.

De esta forma se pondría fin a un derecho adquirido por las mujeres hace casi 50 años. La reacción del movimiento feminista ha sido enérgica contra la noticia ya que, según ellas, se obliga a las mujeres tener hijos contra su voluntad y bajo cualquier circunstancia, incluso es casos de incesto, violación o peligro para la vida de la madre. Sin embargo, según parece, la votación ya fue realizada en el mes de febrero pasado. Esto significaría la desaparición inmediata del derecho en 23 de los 50 estados.

Se recuerda que la eliminación de un derecho (asunto que ha sido históricamente casi único) se da en el país más rico del mundo pero con la mayor tasa de mortalidad materna del planeta según la OMS, sin acceso gratuito a la atención médica, que no tiene permisos por maternidad y no subvencionada las guarderías.

Lo que la gente se pregunta es ¿qué sigue? ¿La eliminación del matrimonio igualitario, la eliminación del estudio de género en las escuelas y colegios, el dominio de la cultura por lo religioso?

Es claro que todo avance en los derechos de las personas históricamente más desprotegidas, segregadas o discriminadas, como el caso de las mujeres y trabajadores, produce una reacción de las fuerzas más retrográdas y conservadoras. Los avances en los derechos humanos siempre están sometidos a los vaivenes de la política. Por eso es indispensable estar al lado de las fuerzas que aseguran ese progreso.

El movimiento feminista y, en general, el movimiento popular debe poner las barbas en remojo, cuando se avecina un nuevo gobierno de un Presidente que precisamente no se ha caracterizado por ser un gran defensor de los derechos de las mujeres y de las trabajadoras y trabajadores.

La única vez que nuestras voces son escuchadas

Fabiana Quirós Dobles

Este pasado 8 de marzo se llevó a cabo una vez más la marcha por los derechos de la mujer, este día tan simbólico para los movimientos feministas y cada una de nosotras, que, como niñas, mujeres, madres, amigas, parejas, pero sobre todo PERSONAS, hemos tenido que enfrentar situaciones que violan nuestra integridad; desde comentarios sexistas, agresiones verbales y físicas, acoso por parte de desconocidos en la calle y familiares, hasta violaciones y femicidios. Si usted, quien me lee, es hombre, ¿se ha tomado el tiempo de preguntarle alguna vez a una mujer cercana si ha sido acosada? o ¿si se ha sentido incómoda por elegir cierto tipo de ropa porque “no quiero que me digan cosas en la calle”? ¿ha vivido seguido o casi todos los días usted alguna de estas dos situaciones?… puedo casi jurar por lo que creo, que, si se atreve a hacerle esta pregunta a cualquier mujer, no va a tener una respuesta de indiferencia al sentimiento de frustración que es vivirlo todos los días.

Es por eso que marchamos, Costa Rica se encuentra en el 8vo puesto con la mayor tasa de violaciones a nivel mundial, ¡el lugar número 8 de 194 países reconocidos por la ONU! siendo nosotras la mayoría de la población, ¿siente usted que se le da la suficiente importancia que deberíamos darle para resolverlo? porque yo y todas podemos asegurar que no.

Eran tan solo las 2pm del 8 de marzo cuando los primeros movimientos de mujeres se hicieron presentes, bajo un sol picante, pero la marcha no empezó sino hasta las 5pm acompañado de ese característico viento veraniego de marzo, camino del Parque Central de San José y hasta la Asamblea Legislativa se escuchaban canticos de hermandad. Mujeres con camisas cubriendo su rostro, carteles con escritos verdaderamente chocantes de leer: “Te prefiero violenta que violada y muerta” y pues como no, si es el único día del año en donde nuestras voces por fin son escuchadas por el mundo gracias a los medios, ya sea de buena o mala forma, somos escuchadas.

Una vez la gran mayoría de nosotras nos encontrábamos frente a la asamblea, una tarima con un par de instrumentos y micrófonos se asomaban entre la multitud, pues minutos más tarde empezarían a cantar artistas nacionales como muestra de apoyo. Entre amigas cantamos lo que nos sabíamos, bailábamos y disfrutábamos de aquel espectáculo.

Luego de acabado el concierto, captó mi atención el montón de policías cuidando la entrada de la asamblea, y más filas y filas de policías alrededor, algo que en lo que a mí respecta, no suele ser común… vaya prioridades se tienen estos defensores de los ciudadanos…

Un grupo feminista cuyo nombre no recuerdo, empezó a hacer un performance, chicas en fila encendieron una hoguera alimentada con papeles y carteles, cada una llevaba una antorcha en su mano y la fue prendiendo mientras se acomodaban en la entrada principal de la asamblea en medio de frases que gritaban en multitud: “Estado cómplice” «Justicia», «Ni una menos»… a lo que por supuesto, la Fuerza Pública reaccionó, haciendo que… ¡claro! es el día de la mujer, por su puesto se van a unir al show y van a poner a las mujeres al frente, pero siendo honesta no me queda claro del por qué… ¿temían que las chicas de las antorchas se saltaran las vallas e hicieran un desastre adentro?… mientras observaba, en mi mente rondaba la idea de que era algún tipo de manipulación para crear empatía y alivianar tención, en otras palabras, las usaron de escudo, pero, quiero pensar que es porque a pesar de que cumplen las mismas labores que ellos, reciben un 12% menos de salario anual y fue alguna forma de darles su lugar en su día.

Los canticos y bailes continuaron un par de horas hasta que poco a poco la gente fue mermando, ya eran las 9 casi 10 pm y no quedaban más que algunas personas nada comparables con el tumulto de hace una hora y el montón de policías decididos a proteger lo improtegible.

Esta fue la primera vez que asistía a la marcha, mi motivo no era ajeno, como se lo podrán imaginar, era más que personal, me sentí acompañada y empoderada, me sentí empática ante los testimonios de otras, pero también sentí rabia, rabia porque después lo único que vería en las noticias serían reportajes de las cosas que menos importan de la marcha, cosas que sí se solucionan de un día para otro, en cambio no le dan voz a las que necesitamos nosotras para acabar con todos estos problemas que nos hacen sentir mal todos los días, problemas que nos trauman e interfieren con nuestra forma de interactuar con el mundo, a nivel profesional, sentimental, psicológico y personal con nosotras mismas.

Finalmente, cansada, en el auto de regreso a casa, con la experiencia de haber vivido uno de los momentos más desafiantes emocionalmente, me quedé con la seguridad de que esta era la primera de muchas luchas que voy a enfrentar en mi vida como mujer, porque al parecer al contrario de lo que dicen las teorías, los derechos no es algo que obtenga por nacer.

Fotografía Fabiana Quirós Dobles, 2022.

¡No más abuso de poder por parte de la fuerza pública de Costa Rica!

En las diferentes provincias se realizaron marchas y acciones para conmemorar el Día Internacional de las Mujeres. En este escenario de lucha contra las violencias a las mujeres sin distinciones de ninguna naturaleza, es agredida y detenida brutalmente, una joven en Liberia, siendo violentado los derechos humanos a la protesta social y su dignidad física y emocional.

Ante estos hechos grupos feministas de Liberia, Guanacaste denuncian la agresión policial en marcha del #8M; por lo que la Colectiva La Hoguera, Colectiva Mujeres de Tierra Libre y Feministas Independientes de Liberia, emiten el siguiente pronunciamiento:

“Más de 100 mujeres salieron a marchar en diferentes puntos de Liberia, Guanacaste, este martes 8 de marzo en conmemoración del Día Internacional de la Mujer y en denuncia de las diversas desigualdades y violencias que sufren las mujeres. Cerca de las 7:00 pm la policía interceptó a uno de los grupos manifestantes de manera violenta, ahorcando y arrestando con fuerza desmedida a una compañera. Los diversos grupos manifestantes denuncian abuso de poder y represión. Además, se señala que las fotografías que forman parte del icónico rótulo de la ciudad blanca son de un conocido abusador de mujeres menores de edad”.

«En Costa Rica No estamos dormidas»

«En Costa Rica No estamos dormidas» es una obra artística independiente, la cual se crea desde una propuesta musical orquestal-coral feminista.

La obra se gestionó desde redes y alianzas de personas del sector cultura, arte y activistas feministas, las cuales buscan disputar el espacio público y de comunicación como una forma para incidir y reivindicar las voces de mujeres en su diversidad. Todo esto dentro del contexto del #8M Día Internacional de la Mujer; así como marzo, un mes clave para incidir en la necesidad de atender con urgencia los derechos humanos de las mujeres, sobre todo en este contexto electoral desventajoso para las mujeres y cuerpos feminizados.

En los siguientes enlaces puede acceder al video completo:

Facebook: https://fb.watch/bESR9iXfoV/

YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=VTwtDlLS9y4

Instagram: https://www.instagram.com/p/Ca280omFshm/ https://www.instagram.com/p/Ca29egvAHZP/

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¡Movamos las redes a favor de los derechos humanos de las mujeres, el arte y la cultura!

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