El diálogo en democracia es vital; negociar es un imperativo en sociedades; reducir el conflicto es un esfuerzo de inteligencia.
Negociar no abarca un solo ámbito, sino que cubre distintas áreas y campos.
Dialogar es necesario en muchas de las situaciones que vivimos a nivel mundial para crear nuevas condiciones con calidad de vida, con respeto a las comunidades y a las personas; dialogar es un esfuerzo para ser más.
Al igual que la mayor parte de los políticos, la propuesta del recién conformado “Progreso Social Democrático” se presentó como el lobo con piel de oveja, indudablemente ocultó sus afilados colmillos con los que hoy amenaza la institucionalidad, destruye la democracia, irrespeta constantemente el precepto constitucional de independencia de poderes y pretende de manera osada, falaz y antidemocrática, justificar muchas barbaridades y corrupción contra el erario público, contra el ambiente, contra los movimientos sociales, contra los pobres que subsisten de la inversión social, contra la institucionalidad pública, contra los y las costarricenses que cuestionan con argumentos sólidos y posiciones firmes el desastre al que tienen el atrevimiento de llamarle “gestión gubernamental”.
Es obvio que en la aplicación de la vieja estrategia del fascismo miente, miente y repite la mentira, al igual que en el previo de la segunda guerra mundial muchos incautos, viscerales, sin criterio propio, sean arrastrados seductoramente por los cantos de sirena bien planificados en los astilleros foráneos esos los laboratorios gringos de control ciudadano promotores de concesión de la riqueza y generadores de desigualdad.
Hay personas que han decidido convertirse en “folowers” infames con las características de la canción de la rubia colombiana (brutos, ciegos, sordomudos, torpes, trastes, testarudos), cooperando en la repetición de falsedades en complicidad con los perfiles falsos y las hordas de troles pagados de nuestros impuestos.
Siendo autocríticos es muy razonable el fenómeno político y la capitalización que se hace del marcado descontento popular, origen del hastío de la sociedad por los abusos previos de una clase político-empresarial gobernante involucrada en conjunto con un grupo de empresas privadas, que han abusado de la contratación pública, saqueando flagrante e ilícitamente los fondos públicos con múltiples casos de corrupción, algunos sentenciados, otros fallidos mediante el uso de tecnicismos legales que han promovido la más repudiable impunidad, otros en proceso, no obstante el saqueo y abusos han sido permanentemente.
La lógica, la razón y la sensatez indicarían que eso sería lo que las personas informadas de estos vergonzantes capítulos de nuestra historia, que con sobrada justificación están cansadas de estos actos delictivos, repudiarían estas acciones contra el pueblo, pero lo que contradictoriamente sucede es lo contrario.
Nunca creí ver tal desparpajo en la población costarricense, de manera absurda y contra todo argumento honrado, y ecuánime hoy a los lobos se les cubre con banderas, se les aprueban la repetición de las conductas solo que esta vez con colores y nombres distintos, se les aplauden al repetir con nuevas caras los abusos e incluso la degradada del criterio es tal que en algunos casos el fanatismo ciego e irracional les conduce a vitorearles como héroes y heroínas torciendo el significado de términos muy sensibles , y con profundo contenido cívico como patriotas.
Para muchos nos resulta insultante dar estos calificativos a quienes se burlan de la legalidad y hacen alarde de practicar ese despropósito, colocarle un término tan profundo a quienes avasallan con exacerbados recortes a los programas sociales afectando sistemáticamente a los sectores populares más vulnerables, a quienes justifican y exaltan su corrupción e impunidad, a esos que destruyen el ambiente, favorecen financistas y pretenden vender nuestras instituciones (claro solo las empresas y negocios más rentables del pueblo) es un acto significativamente hostil contra el intelecto.
Hoy atravesamos una situación muy crítica como sociedad, en la que algunos pretenden colocarse por encima de la Constitución y las leyes que juraron defender, a sabiendas de la cultura y trayectoria de paz, a nuestro pueblo se le pretende polarizar inundándonos de odio mediante el sesgo, el ocultamiento y la manipulación, hoy repetidamente vemos el cambio en nuestra conducta como sociedad en la que incluso se escuchan día a día la reiterada violencia en la que estamos sumidos.
Es por eso y es en este momento, antes de llegar al punto de no retorno en donde es urgente que redoblemos esfuerzos por desenmascarar, por debatir con altura sin degradar el puesto que transitoriamente se ostenta, es desnudando toda expresión del fascismo cruel, sanguinario, asesino, saturado de maldad, desde mí óptica como costarricense debemos parar, hacer un alto histórico como ya hemos tenido la capacidad de hacerlo en etapas difíciles de nuestra historia.
Nos lo debemos a nosotros mismos y a las futuras generaciones, debemos ser capaces de redoblar esfuerzos, de potencializar nuestras habilidades para sacar a Costa Rica del odio en la que la quieren hundir, debemos tener una actitud para ello, debemos aumentar nuestra capacidad de dialogar y generar puntos de encuentro, con empatía, consideración y respeto, tenemos que luchar con todas nuestras fuerzas y una profunda convicción, seamos audaces, sepamos ser libres, por favor no les permitamos que destruyan lo que con tenacidad, sacrificio, sudor, lágrimas y mucha lucha y esfuerzo construimos, pensémoslo bien , no les permitamos que nos lleven a ese punto de no retorno al que deliberadamente nos quieren arrastrar y estrellarnos…
Institución reitera el mensaje a la sociedad costarricense de dilucidar los asuntos públicos por vías institucionales y democráticas
La Defensoría de los Habitantes, como Institución Nacional de Derechos Humanos de Costa Rica, hace un llamado al respeto de la vida, de la integridad y del seguimiento de los procedimientos jurisdiccionales del país.
Ante las recientes investigaciones que involucran a jerarcas y directivos de la Caja Costarricense de Seguro Social, este Órgano Defensor expresa su preocupación por amenazas de muerte a funcionarios y llama a todas las autoridades públicas a garantizar el cumplimiento del debido proceso en el trámite que llevarán a cabo las instancias competentes.
El respeto a la dignidad humana y el respeto al Estado de Derecho deben prevalecer en la discusión de los asuntos públicos.
Las decisiones que se tomen hoy condicionarán el futuro próximo y el desarrollo humano de largo plazo de Costa Rica, por lo que, las y los funcionarios públicos, particularmente quienes ostentan puestos jerárquicos, deben ajustar sus actuaciones a la Constitución Política, la moral, la justicia, las leyes y demás normativa vigente, sin propiciar discursos que puedan incentivar una profunda polarización en nuestra sociedad y una escalada de violencia inédita en la historia del país.
Es imperativo, como lo señaló el Informe Estado de la Nación 2023, que podamos recuperar la capacidad de diálogo entre distintos sectores de la sociedad. Para ello, la prudencia, la sensatez y el respeto son condiciones indispensables para avanzar en esa tarea colectiva.
Oficina de Comunicación Institucional Defensoría de los Habitantes
Actúa siempre de forma que se creen nuevas posibilidades. Heinz von Foerster
Álvaro Vega Sánchez, sociólogo
¿Quién dijo que tenemos que continuar por los erráticos caminos que nos han conducido a sostener un índice de pobreza de un 20% por más de cuarenta años, y los gobiernos que cada cuatro años prometen erradicarla más bien hacen todo lo posible por sostenerla? ¿Quién dijo que no es posible superar la escandalosa desigualdad, caldo de cultivo de buena parte de los males que padece el país? ¿Quién dijo que vamos a continuar sub-educando a los niños y expulsando a los jóvenes de la educación secundaria, cuando están en la edad más prometedora para prepararse y convertirse en ciudadanos plenamente integrados al mundo del trabajo digno y decente? ¿Quién dijo que este país está predestinado a vivir de prestado porque no hay una clase política dispuesta a cobrar los impuestos a quienes más tienen, reproduciendo el círculo vicioso del endeudamiento creciente, con el viejo cuento de cambiar deuda cara por barata? ¿Quién dijo que no podemos bajar los crecientes índices de violencia social, bullyng y crimen organizado? ¿Quién dijo que no podemos parar la ola creciente de femicidios? ¿Quién dijo que no podemos sustituir el odio y la confrontación por el diálogo y la convivencia pacífica? ¿Quién dijo que no podemos pagar la deuda billonaria a la Caja del Seguro Social, para tener más y mejores hospitales, más camas y equipos, más especialistas y menos filas de espera? ¿quién dijo que no podemos propiciar una gestión pública y privada cimentadas en una ética de la responsabilidad social, el profesionalismo y una visión humanista, afectiva y solidaria? ¿Quién dijo que la vivienda digna va a seguir siendo el privilegio de unos cuantos y no el derecho de todos los costarricenses? ¿Quién dijo que nuestras zonas costeras tienen que vivir sumidas en la pobreza, siendo una de las principales generadoras de divisas por la actividad turística? ¿Quién dijo que no podemos apostar a mejores prácticas productivas para garantizar una mejor dieta nutricional? ¿Quién dijo que no es posible mejorar cualitativamente nuestra infraestructura vial, especialmente la renovación de los puentes? ¿Quién dijo que tenemos que sustituir el modelo de preservación de nuestra biodiversidad por un modelo extractivista que destruye los ecosistemas? ¿Quién dijo que hay que privatizar el agua, la electricidad, la salud, la educación y la banca nacional, si han sido los pilares de una Costa Rica que alcanzó los más elevados índices de desarrollo humano en América Latina? ¿Quién dijo que no podemos negociar con países y organismos internacionales bajo condiciones de mayor dignidad, y no permitiendo que nos impongan sus agendas de manera unilateral y obedeciendo a intereses de élites y poderes fácticos? ¿Quién dijo que para adecentar la política tenemos que trasladar el poder a los mesías populistas contemporáneos, “vendedores de veneno de serpiente económica” (P. Krugman) y quienes, a la manera del fascismo, han sustituido la ética por una estética de la arrogancia y la violencia (F. Savater)? ¿Quién dijo que no es posible articular e impulsar un conjunto de fuerzas sociales y políticas dispuestas a relanzar nuestro Estado social de Derecho, y elevar la calidad de una gestión que conduzca a una nueva reforma social que atienda el clamor de más equidad, justicia y paz social?
Construyamos otra Costa Rica. No sigamos transitando por los trillados caminos, que han desfigurado el rostro de la patria. Las nuevas generaciones nos lo cobraran caro, y con razón. No hay tiempo que perder. Sí, actuemos de tal manera que se creen nuevas posibilidades. Siempre hay una manera más digna y más humana de hacer las cosas.
Los aspirantes a autócratas son numerosos, diversos. A algunos, ya graduados y duchos en la materia, los observamos cotidianamente en América Latina. Sostienen su popularidad a lo largo del tiempo porque comprendieron la manera expresarse y seducir, con lenguaje y formas, lo que le gusta ver y escuchar al populacho. Demagogia, le llaman algunos. Se promueven y consolidan con efectividad sobre la idea de que ellos sí entienden y se sacrifican para resolver los problemas del pueblo, con autobombo y alabanza de los comités de aplauso mutuo, serviles y rebaños de aduladores que los admiran y rodean.
Lo que todavía no se logra comprender es que haya gente pensante (¿cabe decir inteligente?) que comparte el gusto por estos personajes ¿Será que hay que aplicar la lógica de las leyes de Carlo Cipolla, en ambas direcciones?
Es trágico que algunos accedieran a sus posiciones de poder mediante procesos electorales democráticos que luego manipulan para perpetuarse, ellos o sus allegados, en las sillas presidenciales.
Mofa, patanería, chabacanería y show son considerados “hablar claro”. Groserías, altanerías, arrogancia, insultos, griterías y despliegues de ego y prepotencia, sin disimulo, exaltan a las masas de resentidos y frustrados por la acumulación de desaciertos, incompetencia y corrupción de los gobiernos anteriores. Esto es capitalizado, aprovechado y reforzado por los autócratas, es su mercadotecnia: Que se les mire como “solución” mesiánica a los problemas del pueblo … aunque no sepan ni puedan resolver ninguno de ellos y más aún, los aumenten y compliquen.
Los resultados, buscados y alcanzados, son la confrontación, división, estímulo del odio y sobre todo, la polarización de las posiciones. Desaparecen los intermedios y se refuerzan los extremos; se pierden la conciliación, el diálogo y los consensos. Las opciones se vuelven binarias: sí-no, blanco-negro, bueno-malo, conmigo-contra mí, amigo-enemigo, usted es un bruto corrupto y yo el redentor prístino, sabelotodo y dueño de la verdad única. Se consolida así el culto de la personalidad, como parte de las actitudes típicas del populismocarismático, poco a poco propicias para la gestación del síndrome de los proto-neofascistas.
Como paso siguiente se establece el paisaje en donde las puertas se cierran y los puentes se queman; las facciones se atrincheran, confrontan y agotan los canales del diálogo; el escenario de unos contra otros se consolida y las reacciones se vuelven inflexibles y viscerales. Todos son víctimas del otro. Los autócratas aprovechan el hecho de que, poco a poco reprimen, devoran, desorganizan y vuelven incoherente y acéfala a la oposición. Estos últimos, al señalarlos como autoritarios y agresivos, paradójicamente les agregan los atributos que prefieren sus seguidores, e irónicamente refuerzan su imagen.
Se valen, también, de que los poderes judiciales y legislativos eternizan los casos emblemáticos y no ofrecen productos eficiente ni convincentemente. Con ello, brindan al autócrata la oportunidad de descalificarlos, criticarlos y señalarlos con el dedo índice. Los intelectuales, por su parte, se cansan de debatir, denunciar, develizar y demostrar que la democracia, la institucionalidad y el pueblo están en peligro, pero sin persuadir ni convencer.
Derivado del ambiente de caos político aparecen las excusas: Me insultan y yo, víctima, respondo; no me aprueban mis propuestas, por lo que no puedo gobernar; como me maltratan, no vuelvo a sentarme a dialogar; dado que yo heredé los problemas causados por la casta anterior y no me dejan resolverlos, prefiero que el país se estanque. Así las cosas, la mayoría de los asuntos graves a los que están expuestos los países sigue sin solución; peor aún, constantemente aparecen otros nuevos que también se complican, cada vez más … y así sucesivamente.
A esos personajes se les olvida que fueron electos para trabajar como servidores públicos y que su salario se les paga con los impuestos y recursos del país que gobiernan y que pertenecen a todos sus habitantes. Ignoran, fácilmente, que no son “jefes” y que, por el contrario, su jefe es el pueblo.
“Liderazgo” es un concepto completamente desteñido, en desuso y sin significado para ellos. Para disimular sus deficiencias le mienten, ningunean y le cierran la boca a la población, aunque no tengan ese poder, el cual poco a poco intentan imponer. Aunque tienen la obligación de rendirnos cuentas de lo que hacen, cómo lo hacen y sobre todo, de lo que dejan de hacer, son incapaces de ello y, por lo tanto, ni siquiera intentan hacerlo. Tienen agenda propia.
Los autócratas no son el “pueblo”, pero se posicionan como su voz e imagen. Ofrecen pan y circo, con felinos, gladiadores y pulgares para arriba y para abajo, mientras la población sigue atrapada en la jaula. Y eso la gente lo sabe, pero curiosamente lo tolera resignada, reprimida y domesticada, como se dijo alguna vez.
Las soluciones no deberán estar más allá de la vía democrática. Pero urge comenzar a diseñar y aplicar un proceso estratégico para alcanzarlas, pensando en que estamos heredándole, a las generaciones futuras, una deuda inmensa que no podremos dejar de reconocer, cuando nos llamen a dar explicaciones.
Y al llegar al punto final, hemos de comprender que podríamos ser arrasados por la tormenta, sin haber acabado de descifrar el desarrollo de los sucesos y que todo lo escrito en ellos podría ser irreversible, para siempre. Nos corresponde entonces evitar que nuestra estirpe sea condenada a cien años de soledad, pues no tendremos una segunda oportunidad sobre la tierra…
En el marco de la celebración de los 200 años de la Anexión del Partido de Nicoya a Costa Rica.
Nos encontramos con declaraciones que generan preocupación y descontento en la población. Es indignante escuchar al presidente de la República, Rodrigo Chaves, expresar que espera dirigir a un pueblo enardecido si la llamada Ley Jaguar es declarada inconstitucional. Esa no es la Costa Rica que queremos ni la que merecemos.
La Anexión del Partido de Nicoya es un hito histórico que simboliza la unión y la hermandad entre dos pueblos. Es un momento para recordar la importancia de la paz, el diálogo y el respeto en la construcción de una sociedad justa y equitativa. Por ello, resulta inaceptable que, en medio de esta conmemoración, se promueva la confrontación y la violencia como forma de presión política.
Nuestra democracia se ha caracterizado por ser un espacio de debate y negociación, en el que las diferencias son resueltas a través del diálogo y el consenso. Es fundamental que como sociedad rechacemos cualquier llamado a la violencia y que exijamos a nuestras autoridades actuar con responsabilidad y respeto a la voluntad popular.
En este bicentenario de la Anexión del Partido de Nicoya, recordemos que la diversidad de opiniones enriquece nuestra democracia y que la tolerancia y el respeto son valores fundamentales en la construcción de un país más justo y solidario. Celebremos nuestra historia con orgullo, pero también con la firme convicción de trabajar juntos por un futuro mejor para todos los costarricenses.
Que este aniversario nos inspire a seguir construyendo una Costa Rica en la que prime la paz, la armonía y el respeto mutuo. No permitamos que la confrontación y la violencia empañen nuestra celebración.
Esa no es la Costa Rica que queremos. ¡Feliz bicentenario, Costa Rica!
Soy una educadora pensionada y sé que la tarea educativa es compleja, requiere esfuerzo, dedicación y relacionarse con colegas, estudiantes y padres de familia de la mejor manera posible. Para hacerlo se necesita empatía, sensibilidad, capacidad de dialogar y escuchar. Estas son cualidades fundamentales de una persona que se dedique a la educación en cualquiera de sus ámbitos.
Fui asesora de educación por más de 20 años, primero en el Programa Nacional de Informática Educativa, PRONIE MEP – FOD (hoy ya no existe) y luego en la Dirección de Recursos Tecnológicos en Educación del MEP. En los años 2022 y 2023 participé de reuniones con la ministra de Educación Pública Anna Katharina Müller en dos ocasiones. Mi percepción en ambas oportunidades es que la señora ministra estaba muy lejos de tener esas cualidades que mencioné anteriormente. Por el contrario, se mostró prepotente y sin interés de dialogar o escuchar diferentes opiniones. En ese momento insistía en que a una persona con buena autoestima no le afecta el bullying y recuerdo que le dijo a una compañera que hablaba con lágrimas en los ojos que dejara de lado lo emocional (como si eso fuera posible). Ocurrieron entonces otras interacciones en que demostraba prepotencia y poca apertura al diálogo.
Por eso me asombró enormemente ver el video de la señora ministra con un paño en la oreja y la voz entrecortada. Todavía me llamó más la atención el video donde dice estar muy afectada por lo sucedido y, entre otras cosas, que el combate apenas comienza. Me pregunto, ¿combate contra qué o contra quiénes? Además, dice que desea devolver algo al país, esto me parece muy loable, pero sus años fuera del país evidencian desconocimiento de la realidad nacional.
En los videos que han circulado sobre el día de la negociación del FEES en CONARE, vi a la señora ministra saludando y tirando besos a los estudiantes que se manifestaban, esto, evidentemente es una provocación. Eso no justifica que la agredan, pero lo único que pude observar es que le gritaban consignas con megáfonos, nadie la tocó. Además, ella dice que llegó con la intención de dialogar y la realidad es que se levantó molesta de la mesa de negociación sin que los rectores pudieran coordinar una salida ordenada. Para ser respetada es necesario respetar, se predica con el ejemplo. En este contexto pienso que los videos que ella grabó muestran una actuación de la señora ministra para victimizarse y distraer la atención del voto de censura de la Asamblea Legislativa.
Pero no se puede tapar el sol con un dedo. Un voto de censura de la Asamblea Legislativa no es “irrelevante”, ni “una sacada de clavo”, como afirma el presidente Rodrigo Chaves, (ya lo dice el refrán “piensa el ladrón que todos son de su condición”). Entre los logros que destacan las personas del gobierno que la defienden está el hecho de que hay 16 carreras técnicas nuevas. Tal como señala Andrés Fernández Arauz (La Nación, del 20 de julio), los programas de estudio de esas carreras se diseñaron y se presentaron al Consejo Superior de Educación (CSE) en la administración anterior. La aprobación final sí ocurrió en este gobierno, así como su ejecución, pero no es un logro que pueda atribuirse a la administración actual.
Otro logro que mencionan es el hecho de que los estudiantes de primer grado no pueden pasar el año si no saben leer y escribir. Esta decisión no cuenta con el respaldo de criterios técnicos que la sustenten, situación que es un patrón que se repite en la administración actual.
Además, mencionan como un gran avance el rompimiento del convenio con la Fundación Omar Dengo. Este aspecto merecería otro artículo completo, por el momento solo voy a decir que la forma en que se llevó a cabo el cambio al MEP dista mucho de ser un logro y más bien es un retraso de más de 30 años en lo que se había avanzado en Informática Educativa. Además, implicó el cierre del Programa Nacional de Innovación Educativa y el Programa Nacional de Tecnologías Móviles de la Dirección de Recursos Tecnológicos en Educación del MEP.
Estos programas tenían una fundamentación teórica que los sustentaba, por eso no tenían evaluación sumativa, lo que ahora también se menciona como un logro. Como asesora del PRONIE tuve la oportunidad de visitar centros educativos de todo el país y observar personalmente lo que muchos estudiantes lograban hacer con la programación; de hecho, ese programa tenía reconocimiento a nivel internacional. Sí creo que se podía mejorar en muchos aspectos y que era importante la injerencia del MEP. En este momento tengo la esperanza de que los asesores del nuevo Programa Nacional de Formación Tecnológica (quienes trabajaban en el PRONIE anteriormente) tengan la oportunidad de realizar el trabajo de calidad que los ha caracterizado, así como los demás asesores de la Dirección de Recursos Tecnológicos en Educación del MEP.
En el Ministerio de Educación Pública existen personas comprometidas y dispuestas a dar lo mejor en beneficio de la educación del país. Para lograr un trabajo coordinado se necesita un liderazgo que fomente la solidaridad y el trabajo en equipo. Eso está muy lejos de ocurrir actualmente con la actitud de la señora ministra, que ignora los criterios distintos del suyo y deja de lado los aportes de personas capaces y con experiencia.
Para terminar, voy a citar textualmente las palabras de la escritora nicaragüense Gioconda Belli, a propósito de la renuncia del presidente Biden a la candidatura por el partido demócrata.
“Saber cuándo salir del poder es muestra de sabiduría y amor al futuro. Es un acto de gran persona, de quien no impone a la fuerza su noción narcisista de creerse indispensable para la historia […]. Ojalá tu ejemplo cunda”.
“Un desfalco educativo no se limpia nunca. De todo lo que hemos vivido con los personajes de un gobierno, queda claro que una persona ministra del MEP debe tener vocación, condición y preparación social y educativa para liderar la educación del país. Los títulos universitarios todos, deben ser una certificación obligada de capacidades de alto nivel para asumir responsabilidades sociales, en especial cuando un profesional se «mete» en la vida política a liderar o a ejercer funciones vinculadas con su profesión. Pero también, como trabajadores de responsabilidad social en cualquier puesto.
Puede una persona ministra levantarse con berrinche de una mesa de negociación del financiamiento de la educación superior universitaria pública, donde tiene un papel central y hacerlo sin anuncio, sin cortesía, con desplante y prepotencia; puede salir llena de cólera y arremeter contra la juventud que le cuestiona con verdadera molestia; puede poner todas las demandas que quiera contra la juventud que se educa, en su papel de víctima; puede clamar pidiendo alto a la violencia que su propia prepotencia provoca porque lo más simple, inmaduro e ignorante es victimizarse; puede evadir todas las responsabilidades del cargo; puede esconderse donde quiera; puede recurrir a los desafortunados comentarios y respuestas al pueblo y sus representantes de oposición que le exigen definición en uno de los asuntos más importantes de la vida de la gente (su educación); puede no comprender e ignorar artículos de la Constitución Política; puede perseguir con toda su retórica y la del jefe, la institucionalidad pública y cercenar con sus ínfulas el diálogo que su cargo le exige con toda institución pública (en este caso universidades públicas) porque es ministra de educación PÚBLICA; puede destrozar todo favorecimiento social logrado a pulso por el pueblo y sus gobernantes en la historia del país, para llenarle el ego al ministro de Hacienda y a su jefe; puede seguir «cuentiándose» sola de la ruta de descalabros educativos que es la única ruta que le conocemos; puede seguir descalificando a cuanta autoridad se da el gusto de eliminar en el MEP; puede seguir creyendo que su preparación la ampara, pero se equivoca de cabo a rabo. En el campo educativo, no está pulida. No tiene ni un solo átomo en su cuerpo y en su espíritu que le permita estar en el MEP porque para estar en el MEP hay que tener alma educadora para conducir todo lo que implique la administración del servicio educativo y desde el CSE, la sabiduría y capacidad para presidir el ente rector de la política educativa. Y no la tiene; no tiene condiciones ni talante para llevar los dos sombreros, ni con su gente ni con quienes tiene que comunicarse. Ella no muestra alma educadora, no muestra inteligencia para administrar y mucho menos para proponer caminos para la educación en pleno siglo XXI. No oye, no escucha los clamores, las preguntas, las preocupaciones. Solo se escucha a sí misma.
Por el MEP han pasado personas hombres y mujeres que han cometido algunas omisiones y se les ha pedido su renuncia. Con dignidad la han aceptado porque el espíritu educativo, aún en el más bajo nivel, conserva intacta la convicción de saber oír las voces que reclaman o manifiestan descontento de la labor política. Los puestos políticos demandan dar la cara, tener voz para el diálogo e inteligencia emocional para comprender, sostener el diálogo, escuchar, meditar, responder con la elegancia que todo educador debe tener con las personas con quienes labora; por eso una retirada de una mesa de negociación, en forma presuntuosa, prepotente e irrespetuosa con las autoridades de las instituciones de educación universitaria pública pero con nosotros con el pueblo, no con sus troles, con el pueblo, no es de recibo.
Puede tener toda la escudería de gobierno, a la desafortunada ministra de la Presidencia que considera irrelevante incluso un voto de censura legislativo; puede usar los megáfonos de las carpas de los miércoles; puede, puede, y puede hacer lo que quiera. Pero lo que nunca podrá hacer es limpiar la imagen que ha dejado en la historia educativa de Costa Rica, ni limpiar de la memoria nacional y de la memoria de la juventud pensante que estudia y quiere superar su ignorancia, la malacrianza, el desgano, la incompetencia y el desfalco que ha hecho de la educación pública, en especial, de la educación de los más vulnerables al quitarles oportunidades. Nuestra juventud ocupa la protesta ante la irresponsabilidad de los adultos en todo: ambiente, educación, producción alimentaria, servicios, derechos a la información y a la expresión, salud, todo. Necesitamos una juventud firme y clara. No hay que inventarse pleitos, pero si hay que inventar diálogos respetuosos
No puede la ministra esperar vítores ante el imperdonable deterioro que sumó su conducción a la ya precaria situación que veníamos arrastrando especialmente después de la pandemia por Covid 19. No puede esperar que estemos satisfechos en absoluto, quienes tomamos el pulso a diario del derrotero nacional. No demuestra ninguna sensibilidad social ni comprensión del país. A veces es mejor quedarse afuera cuando se perdió la perspectiva nacional o saber cuál es el lugar que debe ocupar si se está en el país y no cuenta con vocación de servicio público.
Este gobierno pasará y no sabemos si vendrá algo parecido o peor, y esperamos mejor, pero la ministra de una de las carteras con la que hemos enfrentado la vida nacional llevará en el cierre de su hoja de vida, una mancha que ya nunca podrá quitar. Debe ser triste y penoso envejecer con semejante mancha.”
*Publicado en Facebook y compartido con SURCOS por Roberto Salom Echeverría.
Una de las misiones fundacionales de la Federación de Estudiantes de la Universidad Nacional es la validación permanente del derecho constitucional a la libre manifestación. Es, además, un deber ciudadano expresar el malestar social, las inquietudes y demandas de las personas estudiantes y de la sociedad en su conjunto.
Como representantes de una comunidad universitaria con fundamento humanista, no respaldamos ningún acto que atente contra la integridad física de las personas, dentro o fuera de la comunidad estudiantil. En consonancia, rechazamos categóricamente cualquier acusación infundada que intente etiquetar al movimiento estudiantil (ME) como violento o promotor de posiciones ajenas a los derechos humanos, acusaciones que solo intentan desviar la atención de la opinión pública de los verdaderos problemas que afronta el sector educación y de la naturaleza legítima de nuestras acciones y objetivos como estudiantes, comprometidas y comprometidos con el progreso y el bienestar social.
Una cosa es real. Un Gobierno que dice tener apertura al diálogo, pero en la práctica no se ha evidenciado, que impide el libre acceso de la prensa a instituciones públicas, que sus personeros no ofrecen declaraciones en vivo de un proceso transparente como la negociación del presupuesto universitario y que busca la polarización; se expone a que la ciudadanía busque manifestar su descontento a través de distintos medios, entre ellos la protesta. La emergencia que presenta la educación pública costarricense y que venimos denunciando sistemáticamente, merecerá toda nuestra atención hasta que se atienda como corresponde.
Hacemos un llamado urgente al diálogo constructivo como vía indispensable para resolver diferencias y avanzar hacia soluciones que beneficien a todo el sector educación. Esto significa, entre otras cosas, que la ministra de Educación Anna Katharina Müller respete la autonomía del Movimiento Estudiantil, propicie el sano entendimiento y defienda como corresponde el presupuesto de la cartera que lidera. Seguiremos alzando la voz por un presupuesto para la educación pública que sea justo, digno y constitucional.
Reiteramos: creemos firmemente en la importancia de un diálogo franco y abierto, donde todas las partes involucradas puedan expresar sus puntos de vista de manera constructiva y trabajar juntas hacia el beneficio común de la educación costarricense. La actual ministra como hemos denunciado no ha sido capaz de resolver la crisis y debe hacerse a un lado, como lo hemos solicitado la FEUNA, la Asamblea Legislativa con su voto de censura y diversos actores sociales del país.
¡Violencia es recortar becas, servicios de alimentación y transporte y no atender la emergencia que vive la educación y como consecuencia la niñez, adolescencia y juventud de nuestro país!
Oficina de Comunicación Universidad Nacional, Costa Rica
Este 6 de julio se celebró en Guápiles, Limón un homenaje al dirigente sindical, comunal y político Orlando Barrantes Cartín, quien ha dedicado su vida al servicio de las personas, las comunidades y los grupos que luchan por un mundo mejor.
Según distintas expresiones en torno a esta celebración, Orlando forma parte de las organizaciones Movimiento de Trabajadores y Campesinos y la Federación Caribe de Vivienda, que han puesto en práctica la solidaridad y el compañerismo con el prójimo, de manera que son muchísimos los compañeros que han manifestado la noble manera en la que Orlando les ha ayudado en sus diferentes situaciones: conseguir una casa, defender el derecho a la tierra, construcción de una acera, etc.
Sus negociaciones políticas han sido fructíferas debido a su carácter respetuoso, educado y a la actitud de escuchar incluso a quienes no estén de acuerdo con él, comportándose de forma inteligente.
Se afirma que, desde la perspectiva del autor de la noticia, Orlando siempre les ayudó mientras estaban en huelga y que mediante su mediación lograron entrar en negociación con el ministro de trabajo y la bananera, además de facilitarles contactos, asesorías y más importante que logró impedir el desalojo de estos.
Después de constantes luchas, se le agradece enormemente a don Orlando por el asentamiento de INDER Finca Térraba, teniendo siempre presente su gran apoyo.