Deivis Ovares Morales
Al igual que la mayor parte de los políticos, la propuesta del recién conformado “Progreso Social Democrático” se presentó como el lobo con piel de oveja, indudablemente ocultó sus afilados colmillos con los que hoy amenaza la institucionalidad, destruye la democracia, irrespeta constantemente el precepto constitucional de independencia de poderes y pretende de manera osada, falaz y antidemocrática, justificar muchas barbaridades y corrupción contra el erario público, contra el ambiente, contra los movimientos sociales, contra los pobres que subsisten de la inversión social, contra la institucionalidad pública, contra los y las costarricenses que cuestionan con argumentos sólidos y posiciones firmes el desastre al que tienen el atrevimiento de llamarle “gestión gubernamental”.
Es obvio que en la aplicación de la vieja estrategia del fascismo miente, miente y repite la mentira, al igual que en el previo de la segunda guerra mundial muchos incautos, viscerales, sin criterio propio, sean arrastrados seductoramente por los cantos de sirena bien planificados en los astilleros foráneos esos los laboratorios gringos de control ciudadano promotores de concesión de la riqueza y generadores de desigualdad.
Hay personas que han decidido convertirse en “folowers” infames con las características de la canción de la rubia colombiana (brutos, ciegos, sordomudos, torpes, trastes, testarudos), cooperando en la repetición de falsedades en complicidad con los perfiles falsos y las hordas de troles pagados de nuestros impuestos.
Siendo autocríticos es muy razonable el fenómeno político y la capitalización que se hace del marcado descontento popular, origen del hastío de la sociedad por los abusos previos de una clase político-empresarial gobernante involucrada en conjunto con un grupo de empresas privadas, que han abusado de la contratación pública, saqueando flagrante e ilícitamente los fondos públicos con múltiples casos de corrupción, algunos sentenciados, otros fallidos mediante el uso de tecnicismos legales que han promovido la más repudiable impunidad, otros en proceso, no obstante el saqueo y abusos han sido permanentemente.
La lógica, la razón y la sensatez indicarían que eso sería lo que las personas informadas de estos vergonzantes capítulos de nuestra historia, que con sobrada justificación están cansadas de estos actos delictivos, repudiarían estas acciones contra el pueblo, pero lo que contradictoriamente sucede es lo contrario.
Nunca creí ver tal desparpajo en la población costarricense, de manera absurda y contra todo argumento honrado, y ecuánime hoy a los lobos se les cubre con banderas, se les aprueban la repetición de las conductas solo que esta vez con colores y nombres distintos, se les aplauden al repetir con nuevas caras los abusos e incluso la degradada del criterio es tal que en algunos casos el fanatismo ciego e irracional les conduce a vitorearles como héroes y heroínas torciendo el significado de términos muy sensibles , y con profundo contenido cívico como patriotas.
Para muchos nos resulta insultante dar estos calificativos a quienes se burlan de la legalidad y hacen alarde de practicar ese despropósito, colocarle un término tan profundo a quienes avasallan con exacerbados recortes a los programas sociales afectando sistemáticamente a los sectores populares más vulnerables, a quienes justifican y exaltan su corrupción e impunidad, a esos que destruyen el ambiente, favorecen financistas y pretenden vender nuestras instituciones (claro solo las empresas y negocios más rentables del pueblo) es un acto significativamente hostil contra el intelecto.
Hoy atravesamos una situación muy crítica como sociedad, en la que algunos pretenden colocarse por encima de la Constitución y las leyes que juraron defender, a sabiendas de la cultura y trayectoria de paz, a nuestro pueblo se le pretende polarizar inundándonos de odio mediante el sesgo, el ocultamiento y la manipulación, hoy repetidamente vemos el cambio en nuestra conducta como sociedad en la que incluso se escuchan día a día la reiterada violencia en la que estamos sumidos.
Es por eso y es en este momento, antes de llegar al punto de no retorno en donde es urgente que redoblemos esfuerzos por desenmascarar, por debatir con altura sin degradar el puesto que transitoriamente se ostenta, es desnudando toda expresión del fascismo cruel, sanguinario, asesino, saturado de maldad, desde mí óptica como costarricense debemos parar, hacer un alto histórico como ya hemos tenido la capacidad de hacerlo en etapas difíciles de nuestra historia.
Nos lo debemos a nosotros mismos y a las futuras generaciones, debemos ser capaces de redoblar esfuerzos, de potencializar nuestras habilidades para sacar a Costa Rica del odio en la que la quieren hundir, debemos tener una actitud para ello, debemos aumentar nuestra capacidad de dialogar y generar puntos de encuentro, con empatía, consideración y respeto, tenemos que luchar con todas nuestras fuerzas y una profunda convicción, seamos audaces, sepamos ser libres, por favor no les permitamos que destruyan lo que con tenacidad, sacrificio, sudor, lágrimas y mucha lucha y esfuerzo construimos, pensémoslo bien , no les permitamos que nos lleven a ese punto de no retorno al que deliberadamente nos quieren arrastrar y estrellarnos…