Skip to main content

Etiqueta: dolor

MUSADE en sus 38 años transformando el dolor en empoderamiento para las mujeres

Enid Cruz Ramírez
Fundadora y coordinadora general de MUSADE
Fundación: 6 diciembre 1986

Este 6 de diciembre, MUSADE conmemoró 38 años de trabajo incansable en favor de los derechos de las mujeres. Fundada en 1986, en un contexto de profundas desigualdades y discriminación, la organización nació como una respuesta de base para combatir las opresiones que silenciaban y limitaban a las mujeres en Costa Rica.

Desde entonces, MUSADE ha sido mucho más que una organización: ha sido un refugio y un espacio de acogida para las mujeres que enfrentan violencia, desigualdad y exclusión. Aquí, el dolor ha encontrado consuelo, y las voces que alguna vez fueron silenciadas han florecido en mensajes de lucha y esperanza.

En un periodo en el que la violencia contra las mujeres era invisibilizada y la discriminación era parte del día a día, MUSADE rompió esquemas. Se posicionó como un referente, no solo para atender a las mujeres víctimas y sobrevivientes de violencia, sino también para empoderarlas, educarlas y acompañarlas en el proceso de reconstrucción de sus vidas. Ha sido un espacio de aprendizaje colectivo, donde cada mujer ha fortaleció su capacidad para desafiar las estructuras de opresión.

Retos a lo largo de 38 Años

A lo largo de estas décadas, MUSADE ha trabajado en múltiples áreas: prevención de la violencia de género, salud sexual y reproductiva, liderazgo comunitario y fortalecimiento de redes de apoyo. Ha contribuido a la creación de políticas locales que promuevan la igualdad de género y ha llevado adelante proyectos que benefician directamente a las mujeres en las diferentes regiones del país.

Entre sus mayores logros, destaca su capacidad para formar lideresas comunitarias, impulsar políticas públicas inclusivas y convertirse en un actor clave en la lucha por los derechos de las mujeres a nivel nacional. No obstante, MUSADE también enfrenta retos importantes:

  1. Sostenibilidad financiera: Como muchas organizaciones de base, asegurar recursos económicos constantes para continuar con su labor es un desafío permanente.
  2. Persistencia de la violencia de género: A pesar de los avances, la violencia sigue siendo una realidad para miles de mujeres, exigiendo que las estrategias de atención y prevención se adapten a contextos cada vez más complejos.
  3. Desafíos culturales y sociales: Romper con estereotipos de género y arraigos culturales sigue siendo una tarea urgente, especialmente en comunidades donde las desigualdades están profundamente enraizadas.
  4. Acceso a la tecnología y nuevos enfoques: En un mundo digital, MUSADE debe seguir integrando herramientas tecnológicas para amplificar su mensaje y llegar a nuevas generaciones de mujeres.

Una casa de empoderamiento

MUSADE ha sido y seguirá siendo un faro para aquellas mujeres que buscan transformar su realidad. Más allá de ser una organización, representa una red de sororidad, un hogar donde las historias se entrelazan, los miedos se superan y los sueños cobran vida. Su compromiso con la justicia social y la igualdad sigue siendo inquebrantable.

Celebrando el legado y mirando al futuro

En su 38 aniversario, MUSADE reafirma su misión de ser una voz para las mujeres, un espacio de aprendizaje y una plataforma para el cambio. Este aniversario no solo es un momento para celebrar lo que se ha logrado, sino también para recordar que la lucha por la equidad de género es un camino que sigue demandando esfuerzos colectivos.

MUSADE invita a la comunidad a ser parte de este legado, a unirse en la construcción de una sociedad más justa, igualitaria y libre de violencia para todas las mujeres.

¡Felicidades, MUSADE, por 38 años de transformar vidas y construir esperanza!

Experenciar la movilidad humana

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

Dos semanas después que el primer grupo de hondureños y hondureñas se dieran cita en una estación de autobús en San Pedro Sula para iniciar un recorrido vía terrestre por fronteras centroamericanas con rumbo a Estados Unidos, fui invitado a un encuentro de escritores centroamericanos en la ciudad de Comayagua.

Allí, el coordinador del encuentro Fabio Castillo, me solicitaría el desarrollo de un taller de escritura al que accedí gustoso. Preparé una actividad orientada a desarrollar con ciertas palabras clave, una serie de imágenes que pudieran ser ensambladas en un texto poético.

Pronto entendí que había un contexto, el de la salida de personas de sus lugares de origen, que estaba traslapándose con la actividad y empezaron a salir imágenes muy fuertes sobre el dolor, la despedida y la ausencia.

Este taller desarrollado en noviembre de 2018 fue el punto de inicio de un proceso en transcurso que nos ha llevado a acompañar grupos de estudiantes, artistas, profesionales en psicología, sociología y otras disciplinas en Colombia, Guatemala, El Salvador y Costa Rica.

Conscientes de la necesidad de activar mecanismos de sensibilidad que pasen por el cuerpo, hemos entendido que no es posible la comprensión de un fenómeno tan complejo solamente desde el dato y la estadística.

Por eso, aún con mucho por aprender luego de 4 años y medio de implementación, pensamos que es desde la palabra, el sonido y la voz, que las personas participantes pueden darse una idea sobre estos procesos de movilidad que nos cruzan como región.

Continuamos afinando la metodología, revisando más material, afinando el sentido del corazón para buscar entender más estas dinámicas y construir empatías. Ese es nuestro proyecto. Esa es nuestra política del yo migrante que deseamos impulsar. A eso estamos abocados.

Taller realizado el miércoles 17 de abril del 2024 con estudiantes de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional.

Sobre lo esencial, un apunte breve

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

En el año 2019 fui invitado al XV Festival Internacional de Poesía de Quetzaltenango, Guatemala. Año con año, este Festival lleva poesía y reflexión a distintos rincones de la geografía guatemalteca. Escuelas, colegios, teatros, comunidades, cárceles, hospitales y albergues son sedes donde se recrea la palabra y su magnífico acto transformador.

En sus últimas ediciones, conscientes del potencial comunicativo de la actividad en una sociedad como la guatemalteca, seleccionaron temas profundos como las desapariciones forzadas, las migraciones de niños y niñas y mujeres y los procesos de desplazamientos forzados, para hacerlas visibles desde la actividad creativa y liberadora de la poesía.

Cada inicio de los recitales poéticos que convocan escritores y escritoras internacionales, se daba lectura a un texto manifiesto que ubica a las personas asistentes en el contexto temático del momento.

Ese año junto a Lucy Chau (Panamá) Negma Coy (Guatemala) y Chary Gumeta (México) fui asignado a una lectura en uno de los denominados Hogares Seguros, sitios donde se albergan y resguardan niñas que han experimentado todo tipo de violencias.

La lectura de esa tarde transcurrió en medio de un absoluto silencio y atención dispuesta por las niñas. Dediqué un rato a observar sus caras. Vi niñas madres, niñas tristes, niñas llenas de furia y de ternura. Estaba frente a un escenario que esta misma sociedad violenta y agresora ha generado, en múltiples dimensiones. Y lo estábamos revistiendo con palabras dulces como la de Chary, melodiosas y musicales en la ocarina poética de Negma y sentidas y profundas en la voz de Lucy.

Al finalizar las lecturas generalmente se abre un conversatorio que incluye intercambios y preguntas sobre el oficio de escribir. En esas actividades los niños y niñas suelen ser los más directos y honestos con sus preguntas. Esa tarde una niña de la cual no retengo su nombre ahora (Ana, María, quizá Daniela, no lo sé) nos interpeló y nos hizo conocer la dimensión del dolor y la esperanza por partes iguales.

Nos interrogó sobre nuestro primer libro, nuestra poesía preferida, como escribíamos y por qué. Ya en un pequeño refrigerio nos mostró su realidad directa, pura y violenta. Una niña que a lo sumo tendría 14 años contaba ya con cerca de 20 marcas de intento de suicidio en sus brazos. Mientras nos percatábamos de su historia, nos mostraba su amor por los dibujos y la pintura.

Su destreza artística la salva una y otra vez del desenlace final al que ha intentado llegar como consecuencia de la violencia que vive en su hogar. Por eso su interés por la poesía que le llevamos y compartimos.

Ya hemos dicho en otros momentos que creemos profundamente en el potencial transformador, movilizador y vital del arte y la cultura en todas sus variantes. En contextos tan complejos y desiguales como los nuestros, es necesario el arte como recurso y herramienta y no solo (pero también) como propuesta estética. Es una actividad esencial, como la vida misma.

En los últimos días, consecuentes con una estrategia política y simbólica de aniquilamiento del estado social en Costa Rica, surgió una propuesta en el seno del sector empresarial costarricense para cerrar instituciones dedicadas a la cultura, la investigación social y la educación.

La propuesta emanada por un grupo feligrés empresarial surgido en los años setenta en Costa Rica llamado ANFE (Asociación Nacional de Fomento Económico) muestra un enfoque abiertamente inhumano basado en la premisa de que la economía es lo principal y que lo demás sobra.

Mostrando un absoluto desprecio por la vida y en tono irónico, lanzan la idea que estas actividades no son «esenciales» y que deben sacrificarse por el bien colectivo ahorrándose con ello presupuesto que, aducen, sería destinado a combatir la pandemia. Han recibido resonancia en medios hegemónicos, pero también han encontrado espacio en una gestión gubernamental absolutamente alineada con los intereses corporativos. Alguien les dejó la puerta abierta y entraron.

He pensado en la niña del Hogar Seguro de Quetzaltenango en estos días. Rememoro su profunda relación con el arte como recurso para resistir y la contrapongo a estas voces recortistas y retrógradas ya recurrentes en una sociedad como la costarricense.

Pienso que es la hora de la disputa semántica, discursiva y política con quienes intentan silenciar la expresión y la investigación social en nuestros países. Es importante reivindicar el significado de lo esencial para darle su contenido real. La tarea es hoy.

 

Foto Semanario Universidad.

Profesionales en salud deben cuidar a las personas como si fuesen sus familiares

Enfermería realiza I Congreso de Enfermería Paliativa y Control del Dolor

Profesionales en salud deben cuidar a las personas como si fuesen sus familiares
Uno de los objetivos principales de este Congreso fue hacer conciencia sobre la atención humanizada de la enfermería para que contribuya al bienestar de las personas y las familias que requieran de cuidados paliativos y manejo del dolor, así como actualizar los conocimientos en esta temática (foto Rafael León).

Otto Salas Murillo,

Periodista Oficina de Divulgación e Información

 

En la profesión de enfermería existe una tendencia mundial que promueve la atención para mejorar la calidad de vida para las personas que atraviesan situaciones de salud difíciles.

Basados en dicha tendencia la Escuela de Enfermería de la UCR, con la colaboración del Centro Nacional de Control del Dolor y Cuidados Paliativos de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), organizó el I Congreso de Enfermería Paliativa y Control del Dolor en el mes de junio en el Auditorio de la Ciudad de la Investigación.

La M.Sc. Mabel Granados Hernández, directora a.i. de la Escuela de Enfermería, explicó que uno de los objetivos principales es sensibilizar a las y los estudiantes para que tengan el conocimiento necesario sobre los cuidados paliativos, como un derecho que tienen todas las personas.

Profesionales en salud deben cuidar a las personas como si fuesen sus familiares2
La M.Sc. Mabel Granados Hernández recordó que en el mundo los cuidados paliativos surgen en la década de los 80’s, como una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud y con el propósito de apoyar a las personas enfermas con cáncer y a sus familias (foto Rafael León).

“La comprensión y la intervención terapéutica de la enfermería paliativa y el manejo del dolor debe abarcar elementos que son muy importantes como la persona, la muerte, el morir y el sufrimiento, los cuales son cruciales para afrontar de manera efectiva los cuidados de calidad en esta etapa. La persona es el centro del desarrollo lógico de los cuidados paliativos, entendidos como el interés genuino por la atención integral de las necesidades al final de la vida. Debemos asumir que la persona es poseedora de una dignidad sublime y allí se basa el respecto, trato personalizado y justo que siempre merecen”, destacó Granados Hernández.

Por su parte la coordinadora de este Congreso, M.Sc. Mary Meza Benavides, dijo que el tema de dolor y cuidados paliativos constituye la esencia de la profesión y que se podría decir que existe una enfermería paliativa.

Sin embargo, Meza Benavides aclaró que esto no ha sido oficializado desde las instituciones que están relacionadas con el área de la salud o desde el mismo gremio de enfermería.

Profesionales en salud deben cuidar a las personas como si fuesen sus familiares3
Dentro de sus múltiples ocupaciones académicas, el Dr. Alfonso García Hernández es actualmente miembro de la Asociación Española de Cuidados Paliativos (foto Rafael León).

“Nuestro norte es la atención humanizada, científica y oportuna dirigida a las personas y familias que tienen experiencias de salud muy difíciles, para los cuales la presencia de un o una profesional con experiencia y empatía es crucial. Este congreso abarcó temas diversos como la dimensión de cuidados paliativos en la formación universitaria, situación de los cuidados paliativos en el país, abordaje clínico de enfermedades y terapias alternativas para el manejo del dolor”, citó Meza Benavides.

Un proceso final de calidad y respeto

Como conferencista principal estuvo el Dr. Alfonso García Hernández, profesor de la Escuela Universitaria de Enfermería y Fisioterapia de la Universidad de La Laguna, España, quien declaró en su exposición que es diferente prestar servicios y cuidados al final de la vida en cada país o región, por lo que se debe conocer el entorno, la cultura y las costumbres.

Profesionales en salud deben cuidar a las personas como si fuesen sus familiares4
La Universidad de Costa Rica, por medio de la Escuela de Enfermería, lidera el estudio del tema de cuidados paliativos y manejo del dolor, muestra de ello es este Congreso que convocó a más de 300 personas (foto Rafael León).

“Hemos aprendido que incluso nosotros mismos somos diversos, vivimos de manera diferente y tememos morir diferente, por tanto el planteamiento de lo que es la vida y la muerte es diferente en toda persona, por tanto una formación que se precie debe tener presente este aspecto para que las personas tengan un final de vida digno y así se posibilite entender las realidades de cada quien de una manera más amplia y flexible”, comentó García Hernández.

Asimismo, este experto de la Universidad de La Laguna manifestó que el tratamiento paliativo puede incluir radioterapia, quimioterapia y cirugía siempre y cuando se establezca que va a ayudar a la persona.

“Para un final de vida tranquilo sería conveniente no tener dolor, vivirlo como una experiencia de bienestar, estar en paz y cerca de nuestros allegados. La mayor parte de las organizaciones dicen que los pacientes deben, si lo desean, conocer la verdad, conocer todo el diagnóstico y además rechazar si lo desea todo tipo de tratamiento curativo; igualmente, puede aceptar los cuidados necesarios para vivir confortablemente el proceso de morir, recibir tratamiento de alivio del dolor y escoger el momento y la forma en que se producirá la muerte”, argumentó García Hernández.

El rector Dr. Henning Jensen Pennington manifestó que la UCR ha estado presente en el desarrollo de este tema, tanto desde la docencia como en la acción social y la investigación; por ejemplo, Jensen citó que actualmente la Escuela de Medicina cuenta con una especialidad en Medicina Paliativa y la Escuela de Enfermería contempla en su plan de estudios un curso optativo denominado Dolor y Cuidado Paliativo, que se imparte todos los años con un número promedio de matrícula de 30 estudiantes.

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

Suscríbase a SURCOS Digital:

https://surcosdigital.com/suscribirse/