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Etiqueta: economía social solidaria

Conversatorio: Las políticas públicas para la Economía Social Solidaria

El Programa de Economía Social Solidaria de la Universidad de Costa Rica (UCR) invita a participar del conversatorio “Las políticas públicas para la Economía Social Solidaria” el próximo 03 de febrero a la 1:00 pm con los siguientes invitados:

– Luis Diego Aguilar Monge, viceministro de Economía Social Solidaria, Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.
– Marvin Rodríguez Vargas, Secretario Consejo Presidencial de Economía Social Solidaria.
– Carlos Brenes Castillo, Presidente del Consejo de Administración COOPEJOVO.

Para ingresar: https://udecr.zoom.us/j/84255737438

También se transmitirá vía Facebook Live del Programa de Economía Social Solidaria

Guía de trueques e intercambios económicos solidarios de GuanaRED

En 20202 GuanaRED se ha sostenido como resultado de la autogestión y la resistencia. Para apoyar su labor y la experiencia en intercambios económicos solidarios puede adquirir la “Guía de trueke e intercambios solidarios: más allá del dinero” con una contribución voluntaria de ₡2000 + envío.

Para conocer acerca de otros productos y servicios puede visitar la mesa virtual de economía solidaria en el Facebook de GuanaRED

UCR mantiene apoyo a emprendimientos rurales en tiempos de crisis

La difícil situación económica que provocó este año la pandemia del virus SARS-Cov-2 hizo aún más urgente y necesaria la proyección de la Universidad de Costa Rica (UCR) para el soporte de los emprendimientos situados en áreas rurales – sobre todo las externas a la Gran Área Metropolitana (GAM) – y las costeras para apoyar con más decisión a los emprendimientos que buscan asesoría y apoyo de esta Institución.

Según datos proporcionados por la Vicerrectoría de Acción Social (VAS), este año hubo 17 proyectos vinculados con socioproductividad y originados en las Sedes Regionales, solo tres menos que el promedio de los últimos ocho años. Esto en sí mismo es un logro, máxime si se toma en cuenta las dificultades que surgieron paralelas a la pandemia. En este apartado sobresale la Sede del Atlántico como la mayor productora de este tipo de iniciativas, con un total de ocho proyectos.

Según explicó la Coordinadora del Programa de Economía Social Solidaria de la UCR, Yasy Morales, la existencia de vínculos con micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) previos a la pandemia, permitió el poder acompañar a los emprendedores a distancia, incluso cuando todavía la información era escasa sobre cómo afectaría esta crisis.

A pesar del aislamiento y los cambios que vivimos, como no poder vender productos en el mercado, ese acompañamiento por medio de mensajes instantáneos o llamadas telefónicas resultó fundamental. En algún momento estas personas tuvieron problemas incluso para recargar sus teléfonos y participar en reuniones con nosotros, porque las dificultades llegaron incluso hasta ese punto o al acceso a Internet. Entonces se les colaboró para que al menos tuvieran garantizada la conectividad”, señaló Morales.

La Coordinadora del Programa de Economía Social Solidaria admitió que la colaboración fue más allá de lo técnico y llegó incluso a lo emocional. Su equipo de trabajo preguntaba por el estado anímico de las personas con quienes colaboraban y pedían información sobre qué estaba pasando en el lugar donde desarrollaban su negocio.

“En el Programa hicimos un diagnóstico a nivel nacional y encontramos la participación de unas 153 iniciativas de Economía Social Solidaria. Entonces analizamos las condiciones de acceso a fondos, porque si la iniciativa no tiene cédula jurídica no se puede beneficiar de estos apoyos. Eso nos permitió saber las condiciones que tenían antes de la pandemia y cómo solventar las necesidades que se fueron presentando, como el transporte, la distribución de mercadería o la colocación de productos con nuevas tecnologías”, detalló Morales.

En esa misma línea, la Agencia Universitaria para la Gestión del Emprendimiento (AUGE) ofrece diferentes posibilidades para la incubación y el desarrollo de este tipo de proyectos fuera de la GAM.

AUGE también debió resolver dificultades que planteó la pandemia y lo hizo con éxito. La plataforma digital con la que contaban desde hace dos años les permitió no solo seguir operando, sino duplicar este año la cantidad de proyectos atendidos: más de 200.

“Ahora la tecnología nos permite llegar a más personas de áreas rurales. Somos testigos de que ellas buscan hacer un esfuerzo para reducir las brechas digitales y que la gente se puede integrar de forma virtual. En la balanza, esta experiencia ha sido más positiva que negativa”, señaló el Director a.i. de AUGE, David Ramírez.

El Director comentó que existen varias estrategias de apoyo a emprendimientos fuera de la GAM. La primera de ellas es Crea-C, que genera asociatividad, es decir, hace que las mipymes de zonas externas a la GAM se integren para compartir clientes y dar servicios más integrales. Pero Crea-C también trabaja con la identidad cultural, o sea, que el patrimonio e identidad de la iniciativa queda plasmado en su entorno.

Quince de los 16 proyectos existentes en Crea-C se realizan fuera la GAM, la mayoría asociados con áreas como el turismo, la artesanía o la producción de alimentos. Son emprendimientos a un nivel muy básico. Una vez asociados entre ellos, se refuerzan con recursos a través de Banca Para el Desarrollo.

Otro tipo de apoyo es “Gente Emprende”, el cual trabaja en conjunto con InnovApp, un proyecto de la Escuela de Administración Pública para fomentar el emprendimiento social en comunidades. Mediante esta alianza, se preincubaron 17 iniciativas con un enfoque de importancia productiva en sus regiones, con la idea de atraer colaboradores y recursos. Los emprendimientos que concluyen el proceso de incubación reciben al final fondos de la Organización de Estados Americanos para su desarrollo.

Finalmente, están el proyecto original de incubación de AUGE, que acompaña emprendimientos y les brinda asesoría. En este año hay nueve iniciativas de este tipo en desarrollo fuera del Valle Central que aprovechan el coaching, acompañamiento y acceso a fondos del sistema.

Foto con fines ilustrativos: Karla Richmond/ODI.
Información de Prensa Rectoría UCR

II Encuentro: Experiencias de Intercambios Solidarios

El Programa de Economía Social Solidaria de la UCR le invita este miércoles 11 de noviembre a las 2 p.m. al el II Encuentro sobre Intercambios Solidarios.
El Encuentro se realizará mediante Zoom. Se conversará sobre formas de intercambios solidarios y se podrá hacer preguntas para ampliar los saberes y experiencias. En el afiche encontrará datos para confirmar su participación.

 

Imagen ilustrativa UCR.

Aprendizaje de calidad y Economía Social Solidaria – Profesionales de un futuro sostenible

SURCOS comparte este texto publicado por la Fundación Friedrich Ebert, titulado “APRENDIZAJE DE CALIDAD Y ECONOMÍA SOCIAL SOLIDARIA – Profesionales de un futuro sostenible” y cuya autora es Lorea B. Pino. En su presentación, se indica:

“Las personas en la agricultura deben ser valoradas y las personas jóvenes involucradas, según Rattan Lal, Premio Mundial de Alimentación 2020, y es necesario el aprendizaje de calidad en profesiones agropecuarias y agroecológicas.

Los países con formación técnica y profesional se adaptan y reinventan mejor ante las crisis, tienen menos desempleo, empoderan a jóvenes y cuentan con empresas capaces de transformar la economía y el futuro del trabajo.

La formación técnica y profesional en empresas asociativas a través del aprendizaje de calidad innovador y constructor de una agricultura sostenible para la soberanía alimentaria y la seguridad nutricional es la propuesta de la Granja social y solidaria 4.0”.

Compartimos el documento para descargar en el siguiente enlace:

Día Internacional de Acción por la Soberanía Alimentaria de los Pueblos

Comunicado

Hoy, 16 de Octubre, desde la Red de Economía Social Solidaria de Costa Rica nos unimos al llamado para conmemorar el Día Internacional de Acción por la Soberanía Alimentaria de los Pueblos y contra las transnacionales.

La Via Campesina afirma que ha llegado el momento de transformar nuestras sociedades a favor de la Soberanía Alimentaria y de la Agroecología Campesina.

En las imágenes pueden encontrar lo que promovemos desde la Red de Economía Social Solidaria de Costa Rica.

Es Tiempo de Transformar.

Ilustraciones: Higi Vandis – Soberanía Alimentaria: un diálogo crítico.

#SoberaníaAlimentaria
#EconomíasSolidarias

Economía social solidaria: alternativa productiva ante la crisis

Leonardo Garita Alvarado / SURCOSDigital.com

Desde tiempo atrás es común escuchar entre los movimientos sociales y las comunidades el concepto de Economía Social Solidaria (ESS), esta es una forma organizativa que se basa en la autogestión, la participación y, claro, en la solidaridad. La ESS está ligada a las formas ancestrales de producción, gestión de los recursos y distribución de los beneficios; no es algo nuevo.

Según Yasy Morales Chacón, docente de la UCR, coordinadora del Programa de Economía Social Solidaria de la Vicerrectoría de Acción Social, “la ESS corresponde prácticas socioeconómicas y políticas que están orientadas por valores y principios que motivan la convivencia, la participación democrática, la autogestión, la corresponsabilidad, la copropiedad de los proyectos auto gestionados, la solidaridad, la cooperación, el respeto, entre otros valores y principios».

Las iniciativas de la ESS responden a la necesidad nata de los seres humanos de agruparse para sobrevivir y en este caso para el desarrollo de procesos productivos, y de la comercialización de bienes o servicios. Así se busca el bienestar común antes de la acumulación de recursos, evitando la explotación ni del ser humano ni de la naturaleza.

La ESS es una alternativa política “contraria a los valores del individualismo y la competencia que corresponden al sistema capitalista en el que estamos inmersos e inmersas y desde el que se nos ha educado” indicó Morales.

Los intercambios solidarios como el trueque, el comercio justo sin intermediación, la interacción directa entre productores y consumidores, son algunas de las prácticas que engloba la ESS que, en el país, se desarrolla en sectores como las artes, cultura, producción agropecuaria, artesanía, turismo rural, servicios alimentación, alimentación y las finanzas solidarias.

Alternativa ante la crisis

Desde abril anterior y en marco de la afectación por la pandemia de la COVID19, desde la Mesa de Intercambio Solidario, espacio de confluencia de diferentes proyectos e instituciones ligadas a la ESS como lo son las Asociaciones de Desarrollo, Cooperativas, Asociaciones, Centros Agrícolas Cantonales, Sociedades Civiles, Asociaciones Solidaristas, Sindicatos, Fundaciones y ASADAS, se han planteado una serie de propuestas para hacerle frente a la crisis.

Con esto se busca “favorecer la producción agropecuaria nacional con políticas de estímulo”, “sostener y aumentar la inversión pública como una fuente de trabajo y de dinamización de la economía”, e “identificar las unidades productivas de la economía social solidaria, tanto del sector formal como del informal, que están siendo afectadas por la crisis; categorizarlas según el grado de afectación y elaborar un plan de acción (…) para responder en tres momentos: corto, mediano y largo plazo”, según se planteo desde el Consejo Consultivo ampliado de Economía Social Solidaria.

Dos iniciativas ante la pandemia de COVID19

Los sectores de la economía social solidaria son diversos, van de la comercialización de bienes, productos agrícolas, culturales y artísticos, hasta los servicios. Este es el caso de la iniciativa de la conformación de una cooperativa de mujeres taxistas que se encuentra en trámites, que busca visibilizar y articular la participación de las mujeres en el sector de transporte modalidad taxi.

“Nuestro proyecto lleva intrínseco el tema de género y todas las desventajas que esto genera, hemos recibido mucho apoyo institucional y es por eso que tenemos proyectado que en un plazo no menor de 2 meses estaremos completando el trámite de inscripción ante el INFOCOOP, institución que nos ha estado acompañando técnica y legalmente”, mencionó Leda Mora Morales, abogada y notaria pública, integrante de la Junta Directiva del Consejo de Transporte Público, en representación del Sector Taxi

Grupo de mujeres taxistas en una de las mesas de trabajo para la formación de la cooperativa. Foto: Leda Mora Morales

Esta cooperativa busca enfocarse en la oportunidad de negocio de “brindar un servicio de transporte especializado para mujeres y grupos vulnerables como personas con discapacidad y personas mayores”, así como “apoyar en la transición hacia la renovación de la flotilla de taxis por una flotilla eléctrica, de acuerdo a lo establecido en el Plan Nacional de Descarbonización y en mitigación de los efectos negativos del Cambio Climático con el uso de energías limpias y combustibles no contaminantes”, según se lee en los objetivos de la iniciativa.

Otro ejemplo productivo y de intercambio es la Red de Consumo y Producción Orgánica de San Isidro de Heredia, es una idea que se viene gestando por la necesidad manifiesta de consumir productos amigables con el ambiente. Según indica Abelardo Builes Restrepo “Hasta el momento podríamos hablar de unas 11 o 12 fincas y hogares alrededor de unos 45 en lo que tengo conocimiento, pero va en aumento; la economía solidaria y hasta de trueque es una necesidad que aumentó con la pandemia”.

Reunión del comité central de la Red de Consumo y Producción Orgánica de San Isidro de Heredia, sobre los alcances y las necesidades. Foto: Abelardo Builes Restrepo

Esta red se encuentra en conversaciones con el MAG la conformación de una asociación como economía de grupo, posiblemente bajo la figura de cooperativa según mencionó Builes, que en su caso aporta microorganismos para el control de insectos y enfermedades y también abonos orgánicos y a la vez el intercambio de conocimientos en producción orgánica.

Finca de producción orgánica Pinar del Río de la Red de Consumo y Producción Orgánica de San Isidro de Heredia

Sin duda, la ESS propone y plantea una alternativa solidaria, desde las personas y las comunidades para hacerle frente a la crisis; solo es posible imaginar un futuro promisorio en el trabajo cooperativo, colaborativo, democrático y auto gestionado.

Imagen ilustrativa: Yasy Morales Chacón, Programa de Economía Social Solidaria de la Vicerrectoría de Acción Social

Mujeres por Costa Rica hace propuesta para el eje de creación y protección de empleos

SURCOS recibió el siguiente documento como parte del proceso “Costa Rica escucha, propone, dialoga”:

Colectivo Mujeres por Costa Rica

I. LOS RETOS URGENTES DE LA ACTUAL COYUNTURA

Existe en el país una realidad de graves desbalances, desigualdades, fracturas y asimetrías, tanto en lo económico como en lo social. Ello debería conducir, por tanto, a replantearse a profundidad, su estilo de desarrollo y a visualizar esta pandemia como una oportunidad para avanzar en la construcción de una sociedad más equitativa y ambientalmente sostenible.

Es momento de tomar decisiones y medidas de corto plazo, pero con la mirada larga en el futuro. Hoy tenemos la oportunidad, como nación, de decidir y concertar una ruta de desarrollo centrada en el bienestar integral de todas las personas y futuras generaciones, o por el contrario salir de esta coyuntura con un país más desigual, excluyente, injusto y depredador del planeta.

PRINCIPIOS ORIENTADORES DE LA PROPUESTAS

  1. Garantizar la paz social y la construcción de acuerdos que permitan enfrentar la crisis con una democracia remozada, esperanzadora, innovadora y líder de un nuevo orden social.
  2. Los recursos requeridos para atender la crisis sanitaria, evitar el hambre, dar auxilio a las personas más vulnerables y animar la recuperación económica, deberían ser financiados con aportes basados en la progresividad tributaria y muy particularmente con el aporte de aquellos sectores que pese a ser los de más altos ingresos y de mayor riqueza, aún no contribuyen de manera solidaria y transparente.
  3. Reconocer los impactos e implicaciones diferenciadas del COVID 19 en mujeres y hombres, en la crisis de salud, así como en aspectos sociales y económicos, particularmente en el empleo y brecha salarial. Ello es necesario para brindar respuestas que comprendan las dinámicas de género, especialmente en relación con oportunidades e igualdad salarial por el mismo trabajo, así como en la corresponsabilidad social de los cuidados.
  4. Brindar especial atención a grupos de mujeres vulnerables que están recibiendo el impacto mayor de la crisis, tales como las mujeres trabajadoras del sector servicios, sector sanitario, trabajadoras domésticas y del sector informal, muchas de las cuales son mujeres migrantes.
  5. Incorporar a las mujeres y la perspectiva de género en la gestión de las propuestas ante la crisis del coronavirus, en todos los ámbitos: prevención, recuperación y protección social y económica.

II. LAS PROPUESTAS

1. Promover y proteger el empleo de las mujeres a través del impulso a la soberanía alimentaria y nutricional.

La situación ambiental, así como el comportamiento errático y concentrador de los mercados internacionales de alimentos, demanda que el país anime políticas nacionales de soberanía alimentaria y nutricional, reconociendo a las mujeres como productoras relevantes, para lo cual se les debe garantizar el derecho al uso y a la propiedad de la tierra, al financiamiento, la asistencia técnica y la capacitación para que sus emprendimientos sean rentables y sostenibles. Para ello se debe:

a. Apoyar a las mujeres que desarrollan actividades agrícolas, pecuarias y pesqueras – incluidas muy particularmente las molusqueras- reconociendo su significativo aporte a la producción alimentaria ambientalmente responsable. Para ello debe asegurarse que la participación de las productoras rurales en el desarrollo sostenible se acompañe con implementación de asistencia técnica que les permita incrementar su capacidad de innovación y rentabilidad, con instrumentos crediticios que adecuados para obtener financiamiento y hacer frente a sus deudas, proteger sus bienes, garantizar el acceso a recursos productivos, en especial la propiedad de la tierra; así como propiciar la apertura de nuevos mercados a nivel local, regional, nacional e internacional que les permita establecer vínculos innovadores con consumidores y en particular a través de plataformas digitales en un marco de comercio justo y eficiente.

b. Todo ello a través de la promoción de formas organizativas propias de la economía social solidaria, organización comunitaria y la gobernanza para la innovación social.

2. Establecer programas y mecanismos de crédito para las mujeres emprendedoras.

Para ello el Sistema Bancario Nacional, Banca de Desarrollo e INFOCOOP deben:

a. Abrir líneas de crédito específicas para mujeres emprendedoras (micro, pequeña y mediana empresa) individuales o en formas asociativas en diferentes ramas de la actividad productiva con tasas de interés preferenciales y períodos de gracia mientras sus emprendimientos generan ingresos estables.

b. Acompañar estas líneas de crédito con capacitación y asesoría para la producción, la agregación de valor y la comercialización de sus productos y servicios.

c. Flexibilizar, simplificar y agilizar los trámites para acceder a dichos recursos.

3. Recuperar pymes y empresas de la Economía Social Solidaria (ESS) de las mujeres.

En vista de que, en la coyuntura de la pandemia, se ha visto claramente afectado el tejido empresarial nacional, las mujeres emprendedoras han sido fuertemente afectadas y hoy han tenido que cerrar o bien reducir sus actividades generadoras de bienes y servicios. Es fundamental su recuperación para a su vez recuperar y proteger el empleo. Por tanto, se propone:

a. Que el Sistema Bancario Nacional y los diferentes organismos y programas que ofrecen recursos a la actividad productiva establezcan programas de préstamos blandos a pymes y empresas de economía social solidaria para capital de trabajo, con tasas subsidiadas, períodos de gracia de hasta un año, estableciendo la condicionalidad de que se mantenga o amplie la empleabilidad que estos emprendimientos ofrecen.

b. Impulsar la modernización de pymes y empresas de ESS con programas de capacitación en tecnologías de punta y tecnologías ambientalmente amigables a través de convenios con las Universidades Públicas y el INA.

c. Asesorar y acompañar encadenamientos productivos entre sectores de la economía nacional y muy particularmente con el turismo hotelero como un mecanismo de lograr desarrollos locales y regionales.

4. Protección del empleo y garantía de los derechos laborales de las mujeres.

Como lo registra el último corte de la Encuesta Continua de Empleo (ECE) del INEC las mujeres han sufrido un incremento mayor en el desempleo a lo que ha impactado a los hombres, por tanto, si bien es cierto hay que proteger en su conjunto el empleo, es necesario actuar con especial atención en la protección y garantías laborales de las mujeres. Para ello se propone:

a. Que en los programas de salvamento a las empresas se condicione la restitución de los empleos suspendidos por la pandemia sin deteriorar las condiciones contractuales previas, así como el compromiso de crear nuevos puestos laborales atendiendo las condiciones legales establecidas en nuestro país.

b. Fortalecer la inspección laboral desde el MTSS para garantizar el cumplimiento de los derechos laborales de las mujeres trabajadoras en todos los sectores laborales: monocultivos, plantaciones, industria, servicios, trabajo doméstico, entre otros.

c. Crear un seguro de desempleo como parte de la seguridad social que permita un ingreso mínimo vital ante contingencias y crisis.

 d. Crear un mecanismo que permita garantizar los derechos laborales, conforme las leyes nacionales, a personas trabajadoras de las plataformas digitales.

e. Rechazar el expediente 21182 que tiene como propósito flexibilizar y extender las jornadas laborales a 12 horas, ya que implica una sobrecarga de trabajo para las mujeres, atenta contra los Derechos Humanos, el Código de Trabajo y la Constitución Política. (Título V. Artículo 58).

5. Garantizar que las mujeres del sector informal puedan transitar hacia un trabajo formal: pescadoras artesanales trabajadoras domésticas, vendedoras ambulantes, mujeres con discapacidad y madres de personas con discapacidad, artesanas y en general todas las mujeres en condición de vulnerabilidad.

Para ello se propone:

a. Formalizar sus actividades económicas bajo formas asociativas de la ESS, asegurándoles financiamiento y capacitación.

b. Impulsar el surgimiento de nuevos servicios estables y con una remuneración digna vinculados a sus actividades informales. Así por ejemplo, para el caso de las trabajadoras domésticas es posible animar iniciativas empresariales bajo modelo cooperativo autogestionario para el desempeño de un trabajo doméstico altamente especializado, orientado al mercado diversificado no tradicional, asegurándoles todos los derechos laborales; para las mujeres vendedoras ambulantes y patentadas con puestos en calle se propone desarrollar un mercado cooperativo de productos al por mayor y a bajo costo; para las mujeres con alguna discapacidad o madres de personas con alguna discapacidad, un mercado cooperativo de productos y equipo a bajo costo.

c. Incluir dentro de estas iniciativas también a las mujeres migrantes.

d. Desentrabar y simplificar trámites y plazos que limitan la generación de empleo y su funcionamiento óptimo.

6. Ampliar y extender la seguridad social a mujeres vulnerables en informalidad.

Otorgar pensiones del Régimen No Contributivo a mujeres adultas mayores que se encuentren incorporadas a actividades informales así como desarrollar alternativas de cuotas de seguridad social con una base mínima contributiva.

7. Fortalecer los sistemas de cuido que aseguren condiciones adecuadas de integración de las mujeres al mercado laboral y al sistema educativo.

Para ello se propone:

a. Avanzar en el diseño, institucionalización, y ejecución del Sistema Nacional de Cuido de alta calidad como parte de la Seguridad Social, con financiamiento solidario y con alternativas de copago para aquellas familias que cuenten con recursos para ello.

b. Promover el Proyecto de Ley de Creación del Sistema Nacional de Cuidados. Exp N.º 21962

c. Implementar medidas de corresponsabilidad social de los cuidados, compartidos entre instituciones del Estado, empresas, hombres y mujeres.

d. Visibilizar y retribuir de manera justa las actividades de cuido con salarios dignos, seguridad social, profesionalización y mayor calificación.

8. Sobre el trabajo en el sector de la cultura.

Las personas trabajadoras de la cultura, en las diferentes disciplinas, han tenido que poner en pausa sus diversas actividades y espacios laborales. Pese al impacto que han sufrido, su histórica situación crítica no ha sido visibilizada ni valorada. Es, por tanto, un sector que requiere una atención particular que les permita a personas trabajadoras de arte y cultura tener un trabajo decente, con todas las garantías laborales y de seguridad social. Para ello se propone:

a. Crear e impulsar emprendimientos culturales, individuales y colectivos.

b. Crear un fondo no reembolsable para capital semilla para emprendimientos culturales y de turismo cultural, tanto individuales como colectivos-asociativos.

c. Crear paquetes culturales y espectáculos de entretenimiento articulados a los paquetes turísticos, con ventas previas.

d. Mayor profesionalización de personas trabajadoras del arte y la cultura con espectáculos de entretenimiento de alta calidad.

e. Instaurar espacios culturales regulares, en las comunidades y a nivel nacional, como parte del rescate de la cultura local y del patrimonio cultural.

f. Crear un plan de acompañamiento en la creación de estrategias de captación de nuevos públicos y promoción cultural.

g. Crear espectáculos de interés cultural local en coordinación con Gobiernos locales.

h. Promover e instaurar una campaña apoyo a las personas trabajadoras de la cultura local y nacional

i. Establecer alianzas público-privadas donde el servicio artístico profesionalizado sea un medio de difusión cultural a nivel nacional e internacional.

j. Considerar la particularidad de las personas trabajadoras de la cultura, para garantizar su acceso permanente al Sistema de la Seguridad Social nacional.

9. Sobre el trabajo en el Sector Público.

Desarrollar un sistema de empleo público basado en el mérito y la profesionalización, en la evaluación de desempeño, con sistemas de selección, promoción y remuneración ordenados y transparentes como soporte de la calidad, oportunidad y capacidad de generación de valor público del Estado y sus diversas instituciones tanto en tiempos ordinarios como en periodos de crisis.