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Etiqueta: economía

UNA presenta siete ejes para reactivar integralmente el país

Con el propósito de contribuir con la búsqueda e implementación de acciones públicas que desde el Estado y el sector privado se puedan discutir para encontrar las soluciones necesarias a la crisis actual y a la que se avecina en los próximos años, el Consejo Universitario de la Universidad Nacional (UNA) dio a conocer un conjunto de recomendaciones para la reactivación económica y social del país, en el marco de la pandemia sanitaria del SARS COV 2.

Las iniciativas se presentaron esta mañana en conferencia de prensa, por parte de los investigadores, Pablo Chaverri, Enrique Capella y Rafel Arias. Además de Tomás Marino, presidente del Consejo Universitario y Francisco González, rector de la UNA y actual presidente del Consejo Nacional de Rectores (Conare).

En concreto, la propuesta de reactivación económica para un desarrollo integral “UNA visión con justicia social, equidad y solidaridad” plantea varias recomendaciones en las áreas económica, social, territorial, educativa, artística, cultural, ambiental y de salud. A continuación, un resumen de cada una de ellas.

Economía: Diseñar e implementar una estrategia firme y sostenida de reactivación económica y un agresivo programa de desarrollo de obra pública en infraestructura, tanto física como social, mediante la figura de concesión de obra pública. Entre algunos de los proyectos más importantes se encuentran: el proyecto del tren metropolitano, el fortalecimiento de la infraestructura aeroportuaria, puertos y carreteras regionales, escuelas, colegios, hospitales y clínicas de salud regionales. También, identificar actividades productivas dinámicas con capacidad de crecimiento, articulación y encadenamientos productivos para el desarrollo de clústeres y de otros esquemas territoriales de fomento y atracción a la inversión con encadenamientos productivos, sociales y fiscales.

Social: Los entes rectores y las instituciones que conforman el sector social deben ser garantes de una política social efectiva para la ampliación de las oportunidades de empleo productivo y reducción de la pobreza y desigualdad. Asimismo, es necesario hacer eficiente la coordinación interinstitucional del sector social, principalmente en las regiones y territorios fuera de la GAM, mediante la reducción de las duplicidades o procedimientos que no permiten la flexibilidad de las instituciones, la transparencia y legitimidad de su quehacer, con el fin de mejorar la inversión social y los mecanismos redistributivos de ingresos para reducir la pobreza y la desigualdad.

Territorial: Las posibilidades y oportunidades que el país posee para impulsar un proceso de transformación productiva con carácter territorial son muy amplias, por cuanto se cuenta con una amplia dotación de factores y capacidades competitivas en las distintas regiones, para generar economías de aglomeración en torno a actividades económicas para mejorar los mercados regional, nacional e internacional. En la Gran Área Metropolitana, así como en los demás territorios, se recomienda fortalecer la gobernanza regional con participación ciudadana para una gestión más eficiente y eficaz de los recursos, que permita la oferta y el acceso a bienes y servicios de calidad. En cuanto a recomendaciones sectoriales, se aconseja la identificación de actividades productivas dinamizadoras del desarrollo regional y nacional, que potencien el empleo productivo en las regiones.  Entre estas, se ha identificado el potencial del sector de energías limpias y actividades conexas. Asimismo, el país tiene potencial en actividades de agronegocios, logística de transportes y almacenamiento, desarrollo portuario, turismo diversificado, desarrollo inmobiliario y actividades relacionadas con la bioeconomía, en los distintos territorios.

Educación: En este eje se recomienda replantear la asignación del presupuesto nacional a partir del valor agregado de los distintos sectores económicos. En este caso, se propone partir de la consideración de la educación, el arte y la cultura como actividades con un gran potencial de valor agregado que Costa Rica no ha sabido aprovechar a plenitud. Por lo anterior, se busca realizar una redistribución a partir del valor agregado y la prospectiva de desarrollo futuro del país, que no debe ser entendido sin el papel clave de la educación, el arte y la cultura. A la vez, se recomienda un enfoque de economía positiva que aumente la cobertura de imposición sobre la riqueza, particularmente sobre el gasto suntuario o la posesión onerosa, y no sobre el capital de trabajo ni la renta de consumo, ya que estos dos reactivan la economía.

Arte y cultura: Debe existir una declaratoria nacional, oficial, pública e institucional, mediante una política pública que reconozca la economía naranja como un paradigma orientador y generador de desarrollo, sustentado en un modelo de desarrollo más equitativo e integral en la formación del ser humano. De igual forma, reformar la Ley y Reglamento del Sistema de Banca de Desarrollo, para que este se adapte e incluya de forma explícita, dentro de este marco normativo, el acceso a estos recursos por parte de los emprendimientos artísticos y culturales, así como el acceso al financiamiento para capital de trabajo y al fondo de avales.

Ambiente: El país puede aprovechar la infraestructura física e institucional para desarrollar clusters que articulen actividades agrícolas dinámicas con el suministro de insumos, maquinaria y equipo, transporte y almacenamiento, investigación y mejoramiento de especies y variedades y capacitación técnica, infraestructura de riego y tecnología sostenible de manejo de la comercialización nacional e internacional. A su vez, se deben promover las alianzas público-privadas con protagonismo universitario y de los sectores productivos para desarrollar procesos de enseñanza-aprendizaje, donde se vincule al estudiante con sectores productivos, se fomenten convenios marco entre sectores y se generen proyectos productivos financiados de forma conjunta.

Salud: En este último eje, los expertos de la UNA recomiendan crear impuestos a bebidas azucaradas, comidas rápidas y bebidas alcohólicas para financiar el seguro de salud o programas de prevención y promoción, o de atención primaria, así como potenciar las capacidades productivas del país en la industria médica, ampliando el parque industrial en la fabricación de dispositivos médicos, con investigación y desarrollo de nuevos dispositivos o productos médicos. Aprovechar al máximo las alianzas y convenios internacionales con instituciones globales o regionales, que se suman y potencian a las capacidades existentes, para prevenir las enfermedades y optimizar los costos por tratamientos.

Puede ver documentos completos en: http://bit.ly/Reactivación_EconómicaUNA

El vídeo de la conferencia de prensa en: https://fb.watch/3hgJNBpeDN/

 

Comunicado de prensa de la Universidad Nacional.

Regionalización de la matriz insumo-producto costarricense

Los autores del Departamento de Investigación Económica del Banco Central de Costa Rica (BCCR) Carlos Brenes Soto, Santiago Campos Rodríguez y Kerry Loaiza Marín publicaron el documento “Regionalización de la matriz insumo-producto costarricense”.

La Matriz Insumo Producto (MIP) es una herramienta contable que muestra los movimientos de producción y valor agregado, a lo largo de un período determinado, que ocurren entre los distintos sectores que componen una economía.

En el documento se describen los aspectos principales del proceso de regionalización por cantón de la MIP nacional 2017 de la que dispone el BCCR y utiliza información del Repositorio de variables económicas del Banco. Por otro lado, se muestran estadísticas detalladas de la red de producción y de comercio nacional y la aplicación de un modelo de comercio cantonal bilateral. Finalmente, se visualiza una aplicación de la MIP cantonal mediante el análisis del impacto de la pandemia por COVID-2019 y la afectación respectiva en cantones y actividades económicas.

En los anexos podrá encontrar los cantones con mayor producción por actividad económica y las principales actividades económicas por cantón.

Movimiento Cooperativo se manifiesta en contra del acuerdo entre el Gobierno y el FMI

SURCOS comparte el manifiesto público del movimiento cooperativo:

La historia reciente de nuestro país se ha visto marcada de forma positiva por el cooperativismo. Desde quien enciende una luz en la Zona Norte hasta quien tiene una opción de trabajo justo en cualquier cooperativa agrícola de la Zona Sur, impactando a más de un millón de costarricenses y generando empleo a más de 50 mil personas de forma directa y unas 150.000 de forma indirecta.

El legado del Movimiento Cooperativo se respira en nuestras costas, valles y montañas en forma de trabajo, de producción y prosperidad tanto en los centros urbanos como en las zonas rurales, donde el poco o nulo interés comercial del empresariado ordinario no permitiría el desarrollo.

Por ello, y ante las amenazas que nos acechan en la coyuntura actual, el Movimiento Cooperativo de Costa Rica, a través de sus órganos de representación, entiéndase: el Consejo Nacional de Cooperativas (Conacoop), el Instituto de Fomento Cooperativo (Infocoop); el Centro de Estudios y Capacitación Cooperativa (Cenecoop) y la Comisión Permanente de Cooperativas de Autogestión (CPCA) y el Comité Nacional de la Mujer Cooperativista (CNMC), manifiestan:

Su oposición firme y contundente al acuerdo entre el Gobierno de la República y el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el tanto que dicho acuerdo plantea una amenaza directa tanto para el Movimiento Cooperativo de Costa Rica, como para la clase trabajadora en general, de forma específica a través de dos de los nueve proyectos de ley incluidos en la negociación con la entidad financiera de marras.

El compromiso del Gobierno de la República con las autoridades del FMI de aprobar los expedientes N°21.336 “Ley Marco de Empleo Público” y N°22.369 “Ley de Reducción de Beneficios Fiscales y Ajuste de Tarifas en Rentas del Capital para Fortalecer el Sistema Fiscal”, compromete la economía y la capacidad adquisitiva de la clase trabajadora costarricense.

En el caso específico del expediente N°22.369, se violenta lo acordado en la Ley 9635, denominada Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, en la cual se había establecido un aumento en la carga tributaria que recae sobre el Movimiento Cooperativo.

Lo anterior contraviene de forma directa con lo establecido en el numeral 64 de nuestra Constitución Política, donde se establece la obligación del Estado de fomentar el Cooperativismo “como medio para facilitar mejores condiciones de vida de los trabajadores”.

 Estos proyectos de ley, lejos de activar la economía costarricense, agudizan aún más la crisis económica que enfrenta el país y que se profundizó a raíz de las consecuencias económicas derivadas de la pandemia por la Covid-19.

Tales propuestas de ley no son producto de las mesas de diálogo nacional que conformó el Gobierno y de las cuales, de forma activa y propositiva, participamos desde el Movimiento Cooperativo.

Desde los órganos del Movimiento Cooperativo reiteramos nuestro compromiso para contribuir con el desarrollo económico y social de nuestro país, por lo que es nuestro deber advertir sobre las consecuencias que estas iniciativas de ley pueden generar en la economía de quienes menos tienen.

Geovanny Villalobos Guzmán
Presidente del Conacoop
Johnny Mejía Ávila
Presidente Infocoop
Patricia Bravo Arias
Directora Ejecutiva CPCA
Gina Salas Fonseca
Presidenta CNMC
Rodolfo Navas Álvarado
Gerente Cenecoop

Compartido con SURCOS por José Rafael Quesada y Óscar Vargas.

UCR: Costa Rica cuenta con una metodología para la estimación de los recursos públicos dedicados a la protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes

Trabajo se realiza de manera conjunta entre UNICEF, PANI y el IICE de la Universidad de Costa Rica.

Con el apoyo del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) y el Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE) de la Universidad de Costa Rica (UCR) crearon la herramienta denominada “Desarrollo de una propuesta metodológica y de una hoja de ruta para la medición de los recursos destinados a la niñez y adolescencia en Costa Rica”, lo que le permite, contar por primera vez, con información sobre la inversión pública en esta población.

Este instrumento promueve la eficacia, la eficiencia, la equidad, la transparencia y la sostenibilidad en la toma de decisiones relacionadas con presupuestos públicos para hacer efectivos los derechos de las personas menores de edad, según lo estipula la Observación número 19 del Comité sobre los Derecho del Niño (CRC por sus siglas en inglés).

“Esta herramienta permite, por primera vez, medir la inversión y el gasto público que hacen más de 60 instituciones del Estado costarricense en la niñez, define una hoja de ruta para la desagregación por focalización, función, grupo de derechos, franja etaria y sexo. Esto permite la toma de decisiones informadas para garantizar el cumplimiento de derechos de los niños, niñas y adolescentes y cumplir con la disposición 19 sobre presupuestos públicos del Comité de los Derechos del Niño”, indica Gladys Jiménez, Ministra de Niñez y Adolescencia.

Gasto público en niñez y adolescencia en 2018 equivalente al 8.3% del PIB

Para la representante de UNICEF en Costa Rica, Patricia Portela de Souza, contar con esta metodología también significa un aporte significativo en la toma de decisiones.

“Contar con herramientas que nos indiquen cuánto y cómo se invierten los recursos públicos destinados a la niñez y a la adolescencia es de gran importancia para nosotros porque nos permite tomar decisiones asertivas en nuestra labor de seguir trabajando por la disminución de las brechas y las desigualdades sociales en niñas, niños, adolescentes y jóvenes”, indica la jerarca.

M.Sc. Lucía Contreras Ramírez investigadora del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica entrega los resultado de su estudio “Desarrollo de una propuesta metodológica y de una hoja de ruta para la medición de los recursos destinados a la niñez y adolescencia en Costa Rica”.

El desarrollo de la metodología parte de experiencias internacionales previas y la información disponible de gasto público y beneficiarios en Costa Rica para el 2018. La elaboración del estudio se caracterizó por ser altamente participativo y por arrojar datos interesantes sobre la desagregación del gasto público según nivel de focalización, por función, por grupo de derechos según la CDN, por franja etaria y por sexo en el país.

Principales hallazgos para 2018

  • Se estimó que el total de recursos públicos dedicados a la niñez y adolescencia fue de 2. 669 miles de millones de colones, equivalente al 8.3% del PIB, y en promedio casi 2 millones de colones por persona menor de edad.
  • Los recursos públicos anuales promedio destinados a persona menor de 5 años se estimaron en 1.7 millones de colones, en 2.2 millones entre 6 y 11 años, y en 2.3 millones por persona menor de edad entre 12 y 17 años. Del total de recursos, el 23.5% fue dirigido a personas menores de 5 años, el 36.1% a personas menores de edad con entre 6 y11 años, y el 40.3% a personas menores de edad con entre 12 y 17 años.
  • Según sexo, el 50.4% se dirigió a las mujeres y el 49.6% a hombres.
  • Los resultados desagregados según función del gasto son los siguientes:
  • 6% Educación
  • 6% Salud
  • 8% Justicia, seguridad y servicios electorales
  • 8% Protección social
  • 1% Vivienda y otros servicios comunitarios
  • 6% Servicios recreativos, deportivos y de cultura
  • 4% Protección del medio ambiente
  • 1% Ciencia y tecnología
  • La desagregación según grupo de derechos de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), arroja que el 63.9% de los recursos contribuyó al derecho al desarrollo, el 26.3% al de supervivencia, el 9.2% al de protección, y el 0.6% al de participación.

“Uno de los más importantes objetivos de la metodología desarrollada es el poder replicar periódicamente, de manera sostenible en el tiempo, la medición del gasto público en niñez y adolescencia en Costa Rica. Para garantizar dicha sostenibilidad, es necesario organizar el proceso de recolección de datos y de aplicación de la metodología”, indica Juan Robalino, Sub Director del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE) de la UCR, ente encargado del desarrollo de la metodología.

Para alcanzar este objetivo y con el fin de promover la institucionalización y aplicación periódica de la metodología, el IICE presentó la hoja de ruta para la implementación futura de la metodología que designa y caracteriza los roles de las instituciones que formarán parte del proceso y sus colaboradores, y propone un cronograma de recolección de datos y de desarrollo del cálculo a seguir año con año.

Es así como se establece que el PANI será la institución a cargo de la cuantificación anual de los recursos públicos destinados a la niñez y la adolescencia, siguiendo la metodología desarrollada. Además, deberá realizar anualmente una solicitud y recolección de información de presupuesto, gasto ejecutado y beneficiarios directamente a las instituciones, y desarrollará un informe final de la estimación de manera anual, que deberá ser compartido con la ciudadanía costarricense.

En el marco de la Costa Rica del Bicentenario, el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) como institución rectora técnica en materia de derechos del millón cuatrocientos mil niños, niñas y adolescentes en Costa Rica, recuerda que la inversión en el cumplimiento de los derechos de niñas, niños y adolescentes, es la inversión más rentable que puede hacer la sociedad, invertir en niñez es invertir en desarrollo. La medición de la inversión del año 2019 está próxima a finalizar y contó con la participación de más de 60 instituciones del Estado, proceso en el que el PANI asume como una función más en el ejercicio de su rectoría técnica.

Organizaciones participantes

De epidemias, pandemia y sindemias

Rogelio Cedeño Castro, sociólogo y escritor costarricense.

De epidemias de toda clase ha estado surcada la larga historia de la humanidad, éstas no sólo han sido de orden natural o biológico en estricto sentido, sino que casi todas ellas se han exteriorizado, dentro de una naturalidad muy impregnada por lo social, con toda clase de situaciones paradojales, puntos de encuentro y desencuentro hacia el interior de la sociedad misma, dentro de lo que han sido siempre unas tensas y asimétricas relaciones con la naturaleza, las que con el paso del tiempo han venido estrechándose, y alcanzando peligrosos límites que eran insospechables, al menos durante el siglo XIX, cuando innumerables autores expresaban su optimismo acerca de los inagotables recursos del planeta. Hoy la naturaleza nos lanza advertencias no siempre explícitas de que las cosas han cambiado: el problema es que la especie humana hace como si esos peligros no existieran, por lo que no introduce los cambios requeridos en su accionar.

Como un resultado visible de las actitudes humanas que han venido imperando, en este cambio de siglo nos alcanzó una epidemia de proporciones totales y con temibles efectos para la población, de tal manera que se le ha dado el calificativo de pandemia por ser una enfermedad extendida dentro una dimensión planetaria jamás alcanzada anteriormente, esa es el Covid 19, con una escala o condición totales que no alcanzaron ni la gran peste negra de la Edad Media europea, ocasionada por las ratas y el desconocimiento de los agentes patógenos que aquellas incubaron, ni la mal llamada “gripe española” de 1918-1920, una especie de deriva o “daño colateral”, provocado por las malas condiciones sanitarias a que dio lugar la Gran Guerra Europea (1914-1918), aunque ambas hayan ocasionado la pérdida de millones de vidas, no alcanzaron a ser pandemias en estricto sentido y difícilmente hubieran sido percibidas como tales.

La más reciente noción de sindemia apareció por ahí, de manera sigilosa, hace ya unos treinta años, pues se afirma que: “ El término sindemia, que es un neologismo creado con la unión de las palabras sinergia y epidemia, fue acuñado por Merrill Singer a mediados de la década de 1990 y desarrollado en su libro Introduction to syndemics de 2009”(Aristos Veyrud ECONOMÍAS); ahora bien, tengo la impresión de que todavía no hemos encontrado el término para designar el exterminio de hecho de buena parte de la población mundial, lo que implícitamente ocurriría una vez que se despliegue en toda su intensidad la llamada Cuarta Revolución Industrial, con la automatización de la mitad de los puestos de trabajo (para el caso de Costa Rica), aunque los apóstoles de ésta anuncien medidas paliativas (aquellas que alivian, pero no evitan el deceso del paciente) diz que para enfrentar ese fenómeno, a pesar de que no hay duda alguna que ese desempleo masivo se sumaría al que ya ha generado el Covid 19, en fin se trata de otro fenómeno epidémico para el que no habrá ninguna vacuna. Esa no este otra cosa que la cara política de un evento de suyo tan complejo, la dictadura del capital financiero se dispone a asaltar el estado social de derecho y los últimos bastiones del capital productivo, por lo general anclados en los estados nacionales que intentan reafirmar su soberanía frente a los poderes fácticos o silenciosos, los que van mucho más allá de la lógica de la existencia de los estados nacionales y de los requerimientos efectivos de las grandes poblaciones del planeta.

Frente a la amenaza latente, pero no oculta y más bien manifiesta, de la automatización masiva de los puestos de trabajo, sus apóstoles o emisarios nos dicen: ”Hay que mejorar y garantizar la protección social (algo en esencia paradojal) para evitar que los niveles de pobreza se disparen incluso mucho más en comparación con las cifras que enfrentamos actualmente con la pandemia”, apuntó el investigador (Andrés Fernández Arauz, Academia de Centro América)…Por esa razón, el estudio propone reducir las cargas sociales laborales que limitan la contratación de personal en las empresas…Costa Rica es un país con altas cargas laborales y esto desincentiva la creación de nuevas empresas y para las que sí se desarrollan, muchas lo hacen en el mercado informal” aseveró” (EL FINANCIERO n°1319 15 de enero de 2021, página 9). Todo esto es en realidad un conjunto de argumentaciones falaces que ocultan el efecto de las políticas recesivas, las que ha provocado la contracción del mercado interno, al disminuir estrepitosamente la demanda agregada de bienes y servicios. El capital financiero y sus agentes ideológicos se encargan de ocultar muy bien sus corridas financieras, en especial el peso insoportable de los intereses de la deuda interna sobre el conjunto de la economía, unos intereses asfixiantes con los que se beneficia ese sector social, con la ayuda de sus mentores ideológicos de la Academia de Centro América.

En estas condiciones sociales y políticas tan delicadas, sucede que las sindemias se desarrollan o irrumpen en condiciones de una gran inequidad sanitaria, la que por lo general tiene su origen en la pobreza creciente e intensificada, también el estrés o la violencia estructurales se encargan de hacer lo suyo en este macabro escenario, estamos avisados.

Rescate Nacional hace llamado para salir nuevamente a las calles

SURCOS comparte el siguiente pronunciamiento y video:
Las personas, organizaciones y sectores abajo firmantes, hacemos de conocimiento público considerando:
PRIMERO. En el año de la conmemoración nacional del Bicentenario de la Independencia de la Patria, el 2021, la institucionalidad democrática costarricense está más vulnerable que nunca:
Cada vez más, miles de compatriotas sufren las consecuencias del desempleo, del aumento del costo de vida, de la reducción o congelamiento salarial, de la falta de oportunidades, de la exclusión de la economía, de la pobreza y de la desigualdad social.
Esta situación, que desde inicios del año anterior (2020), alcanzaba números preocupantes, se ha visto agravada llegando a cifras record alarmantes, ante la situación generada por “la llegada” del COVID-19 al país, por una parte; y por otra, la inoportuna respuesta del equipo económico del Gobierno y sus partidos aliados en la Asamblea Legislativa, a la situación antes descrita.
SEGUNDO. Quienes deciden las políticas públicas, han visto en el doloroso momento nacional actual, una oportunidad para profundizar un modelo económico concentrador y excluyente:
Cada vez más, cientos de miles de compatriotas vemos con preocupación, indignación e impotencia, cómo a pesar de experiencias que vivió la sociedad costarricense el año anterior; el 2021 inicia con la insistencia desde Gobierno y desde la Asamblea Legislativa, en impulsar como respuesta a la crisis sanitaria, económica y social, decisiones cuyo rumbo y consecuencias no hacen sino convertir el difícil momento que atraviesa el país, en una oportunidad para profundizar la receta económica que concentra riqueza en pocas manos, la cual viene en marcha en nuestro país desde los últimos 30 años, descartando cada vez más compatriotas de la economía.
Ante la exclusión social y económica en ascenso, las decisiones económicas que se impulsan nos colocan, nuevamente, a la sociedad costarricense en un punto delicado de polarización relacionada con la distribución del ingreso. Un gobierno, cuya gestión genera el mayor rechazo ciudadano de la última década y cuya imagen continúa en caída libre; y un grupo de diputados que siguen perdiendo legitimidad política real por su excesiva y descarada inclinación a favorecer al gran capital; ni unos ni otros tienen la autoridad moral para seguir polarizando al país que requiere soluciones equilibradas.
TERCERO. Las medidas económicas que impulsan el Gobierno y sus partidos aliados en la Asamblea Legislativa golpean a sectores claves para dinamizar la economía:
Es de suma preocupación, considerando el actual mega-período de sesiones extraordinarias que le otorga al Gobierno ocho meses para “mover sus hilos” en la Asamblea Legislativa, que lo inicie con iniciativas que afectan a sectores que dinamizan el mercado interno, el comercio, la producción, y a la sociedad costarricense en su conjunto; pero sin respuesta efectiva a problemáticas sectoriales reiteradamente señaladas. A saber:
a) Negociaciones de Gobierno de cara a convenio con el FMI: Costa Rica no necesita de convenio alguno con el Fondo Monetario Internacional. ¡Sobran alternativas! Como sectores sociales representativos de las diversas expresiones organizadas del pueblo costarricense, vemos con enorme preocupación que se descarte la enorme cantidad de aportes, procedentes de diversas fuentes, que se han venido planteando a fin de que, desde lo nacional, nos aboquemos a construir las soluciones hacia la crisis fiscal del país, sin necesidad de que tengamos que atarnos a organismos financieros internacionales y, mucho menos, cuando se ha venido demostrando que hay recursos financieros internos para que, de modo, paulatino, diseñemos un camino costarricense de salida a esa crisis sin abruptos procesos de agudización del clima social nacional.
Las negociaciones con el FMI se darán en un momento totalmente inoportuno, de considerable potencial provocador a un desasosiego social más intenso y extendido que el del año anterior. Particularmente, la naturaleza del desafío tributario que tenemos por delante, con su marcado sesgo regresivo; nos involucra en cuanto las características de los sectores sociales que estamos representando, castigados por ese sesgo de injusticia impositiva; de modo tal que no podemos aceptar más impuestos de orden regresivo. Por el contrario, llegó la hora nacional de que nos aboquemos a las transformaciones tributarias profundas que tengan como eje central, la progresividad fiscal.
b) Impuestos regresivos: Rechazamos, con vehemencia absoluta, que se pretenda imponerle más impuestos, todos de un profundo carácter regresivo, al pueblo trabajador en todas sus dimensiones (con empleo y salario fijo, el que está en la informalidad, el que sufre el dolor del desempleo, el que a duras penas subiste con emprendimientos micro-pequeños y/o de economía social); recargándole el peso abrumador de un sistema tributario perversamente injusto. Lo anterior no sólo aumenta la desigualdad social sin atender la evasión fiscal y las exenciones tributarias; sino que, además, encarece el costo de la vida al pueblo trabajador; a la vez que pone en grave aprieto las actividades económicas-productivas de las micro, pequeñas y medianas empresas, castigándolas con nuevas cargas tributarias.
c) Venta de activos del Estado: Integrantes del equipo económico del Gobierno han insistido en días anteriores que no han renunciado a la venta de FANAL. Desde las distintas expresiones organizadas de los sectores sociales hoy reunidas expresamos un NO rotundo a la venta de FANAL. Así mismo rechazamos con contundencia, las intenciones anunciadas en diferentes oportunidades por la fracción legislativa del PUSC y otros grupos políticos, sobre sus intenciones de impulsar venta de activos en Instituciones como activos como el Banco de Costa Rica (BCR), Instituto Nacional de Seguros (INS) y telecomunicaciones del ICE.
d) El proyecto de Ley de reducción de beneficios fiscales y ajustes de tarifas en rentas de Capital (expediente 22.369) que pretende elevar la renta, generar impuestos al trabajo y gravar los intereses sobre rendimientos del FCL y rentas de capital en cooperativas. Lo anterior afecta especialmente al movimiento Cooperativo y al Movimiento Solidarista con nuevos impuestos. Tal iniciativa debe desecharse, radicalmente,
e) El proyecto de ley Marco de Empleo Público (expediente 21.336) que concentra en manos del Poder Ejecutivo potestades excesivas, que perjudican los derechos de las personas trabajadoras estatales, poniendo en riesgo la calidad de los servicios públicos, para que el Gobierno de turno pueda manipular a su antojo el régimen de empleo del Estado costarricense. Iniciativa contraria a la institucionalidad democrática costarricense porque violenta la Constitución Política, los derechos humanos, laborales y sociales. Este proyecto junto a dos legislaciones ya aprobadas (conocidas como el combo fiscal (2018) y la ley anti-huelgas (2019), forma parte de la tríada de legislación que pretende la destrucción del modelo de Estado surgido a partir de 1949, con la denominada Segunda República.
f) Incumplimiento Gubernamental del artículo 19 de la Ley sobre Desarrollo de la Comunidad (Ley 3859). Por ley el Estado incluya en el Presupuesto Nacional, una partida equivalente al dos por ciento del estimado del impuesto Sobre la Renta de ese período, para girar las asociaciones de desarrollo de la comunidad debidamente constituidas. Lo anterior no se ha cumplido dada la reducción unilateral e inconsulta de recursos para el desarrollo comunal. Situación que atenta contra la reactivación económica en las barriadas, contra la seguridad de las comunidades y hasta contra la lucha en la atención de la pandemia, ya que estas organizaciones están involucradas en todo lo que tiene que ver con su comunidad.
g) Desinterés del Gobierno en dar solución a la condonación de deudas del sector agropecuario. En nuestro país un sector significativo de la producción agropecuaria nacional, prácticamente se encuentra en la quiebra por las altas deudas, impagables todas, de productores, a quienes la contracción adicional del mercado interno producto del Coronavirus-19 terminará de llevar a la banca rota, con su impacto negativo consecuente en la soberanía alimentaria nacional. Ante esta situación, el Gobierno no ha mostrado interés alguno, en impulsar el avance legislativo para aprobar el expediente No. 21.935 para condonación de deudas del sector agropecuario, y el expediente No. 21.960 sobre texto sustitutivo en relación a la soberanía alimentaria.
h) Falta de política integral para atender el comercio de la micro-pequeña empresa del mercado interno: El Gobierno sigue debiendo una estrategia de acompañamiento real al comercio, especialmente a la micro y pequeña empresa orientada al mercado interno; que garantice la no extinción de su actividad económica, que no le contraiga aún más el consumo afectando la capacidad adquisitiva de sectores que dinamizan su flujo de caja, o bien a través de disposiciones no dialogadas o arbitrarias sobre su actividad económica.
i) Inexistente control político sobre el abuso en reducción de jornadas y salarios o suspensión de contratos en el sector privado: A pesar que el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) tiene en estudio 1047 casos de empresas por supuesto abuso en reducción de jornadas y suspensión de contratos durante la pandemia del Covid- 19; la Asamblea Legislativa aprobó en recientes días el expediente 22.265, que permite una ampliación de tres meses más al mecanismo que permite que a trabajadores del sector privado se les suspenda o reduzca jornada y salario. Lo anterior sin que exista control político alguno ni atención expedita a este tipo de irregularidades, por parte de quienes impulsan este tipo de iniciativas en el Congreso.
POR TANTO: Anunciamos al pueblo trabajador, a la opinión pública nacional, a la clase política de todo signo:
1- Nuestra decisión de unir esfuerzos, para hacer frente de forma conjunta, a las recién mencionadas iniciativas de ley y problemáticas irresueltas orientadas a golpear aún más el ya afectado ingreso del pueblo trabajador en todas sus dimensiones (con empleo y salario fijo, el que está en la informalidad, el que sufre el dolor del desempleo); de la población productiva (micro y pequeña empresa y agricultura campesina), y de sectores sociales representativos de las diversas expresiones organizadas del pueblo costarricense, que a través de diversos encadenamientos productivos dan su aporte al consumo del mercado interno y la activación de la economía.
2- Nuestra férrea oposición a: las negociaciones y el convenio que impulsa el Gobierno con el FMI, los impuestos regresivos con que pretenden cargar más la crisis sobre las espaldas de los sectores populares, al proyecto de ley 22.369 que afecta con nuevos impuestos al movimiento Cooperativo y al Movimiento Solidarista, al proyecto 21.336 ley marco de empleo público que violenta los derechos sociolaborales, y a la venta de activos del estado.
3- Nuestra exhortación urgente al Gobierno y a los diputados y diputadas de la República: aprueben el expediente 21.935 para condonación de deudas del sector agropecuario y el expediente No. 21.960 sobre texto sustitutivo en relación a la soberanía alimentaria. aprovechando además el sistema bancario nacional para el refinanciamiento de la agricultura campesina, trasladen al movimiento comunal los recursos que por ley le corresponde, necesarios para desarrollar proyectos en sus comunidades, implemente una política integral para atender el comercio de la micro y pequeña empresa del mercado interno, y atienda y regule abusos en reducción de jornadas y salarios o suspensión de contratos en el sector privado.
4- Nuestra convicción profunda que el país requiere que la clase gobernante implemente soluciones orientadas a la reestructuración de la deuda pública, la revisión del pago y de las tasas de interés que la misma ha venido demandando; así como a considerar los casi 15 mil millones de dólares que el Estado tiene en custodia en sus diversas modalidades institucionales para impulsar una solución nacional al manejo de la crisis fiscal con acción paralela en la reactivación de la economía y en la protección del empleo.
5- Nuestra disposición de unir esfuerzos y establecer una agenda de mínimos comunes, con otros actores, organizaciones y/o comunidades que compartan lo aquí expresado.
6- Nuestro vehemente y urgente llamado a nuestras propias bases sectoriales, a las organizaciones sociales, populares, cívicas y patrióticas para prepararse desde ya para dar su aporte a las distintas acciones conjuntas en fechas que estaremos anunciando en los próximos días.

Documento CEPAL: “Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe”

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) publicó el Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe, un diagnóstico anual que realiza el organismo.

De acuerdo con el documento, para el año 2020 se espera la mayor contracción del Producto Interno Bruto (PIB) mundial desde 1946, como consecuencia de una caída generalizada de la actividad económica tanto en las economías desarrolladas como en las emergentes por la pandemia de COVID-19.

También la crisis ha desencadenado una contracción del comercio internacional, fuertes fluctuaciones de los precios de los bienes primarios y una elevada volatilidad en los mercados financieros. Las medidas de confinamiento afectaron el turismo y actividades conexas, mientras que la interrupción de ciertas actividades productivas tuvo repercusiones en los mercados laborales mundiales.

Al comparar diferentes indicadores sanitarios, sociales, económicos y de desigualdad, se demuestra que América Latina y el Caribe es la región más golpeada del mundo emergente, señala el diagnóstico.

El documento presenta ocho capítulos: tendencias de la economía mundial, la liquidez mundial, el sector externo, la actividad económica, los precios internos, empleos y salarios, las políticas macroeconómicas, perspectivas económicas y riesgos que enfrentará América Latina y el Caribe en el 2021.

Para ahondar en el diagnóstico SURCOS comparte el documento.

 

Compartido con SURCOS por Mariano Sáenz.

Post pandemia: Oportunidad para cambiar

Luis Fernando Astorga Gatjens,
luferag@gmail.com

En chino, la palabra crisis —wei-ji— se compone de los términos correspondientes a «peligro» y «oportunidad».

Sobre estos dos términos debemos reflexionar a partir de la pandemia que enfrenta el mundo y la sociedad costarricense, en particular.

Se trata de un peligro vivo que ha afectado severamente nuestras vidas, la economía, el acceso a los alimentos, el trabajo, el estudio, la recreación, los intercambios sociales; en fin, todo. El confinamiento, la cuarentena y las medidas de distanciamiento físico, nos van a acompañar por semanas, meses e, incluso, podría ser por años. Nada está descartado.

El peligro del contagio del coronavirus en el presente no nos ofrece certezas. Las medidas en el ámbito de la salud que están adoptando el Ministerio de Salud y la Caja, y otras instituciones del Gobierno, aun siendo acertadas –en virtud de que han mostrado éxitos relativos aquí y en otros países–, no nos blindan completamente ante la posibilidad de que se expanda la covid-19. Persiste el peligro de un contagio exponencial que rebase la capacidad de lo que se ha logrado implementar hasta ahora, en instalación de Unidades de Cuidados Intensivos, disponibilidad de personal médico especializado y respiradores, para citar sólo tres rubros. Igualmente, aun evitando la expansión actual, en el futuro cercano podrían presentarse rebrotes y oleadas de contagio, que afectarían severamente al país.

Ese acechante peligro se hace mayor en el presente y podría ser peor en el futuro, si la CCSS (que ha jugado un papel estelar en el combate práctico de la pandemia), es debilitada por tres factores combinados: La expansión rápida y severa del gasto para atender la emergencia sanitaria a lo que ha estado obligada la institución; la disminución significativa de sus ingresos por reducción de las cotizaciones (obreras y patronales) y por la persistencia de oportunistas planes privatizadores de esta entidad pública. Es el colmo que tanto desde el gobierno como entre entidades privadas vean este peligroso debilitamiento de la Caja como una oportunidad para debilitarla aún más y darle un golpe mayor al Estado Social de Derecho, que es la mejor apuesta para que Costa Rica pueda emerger con esperanzas de los escombros económicos, sociales y políticos que nos heredará esta crisis devastadora.

La conducta del Ministro de Hacienda, Rodrigo Chaves Dobles, con respecto a la obligación ineludible que tiene el Estado de pagar con urgencia la deuda histórica con la Caja, no sólo para que siga atendiendo la pandemia en el presente sino para asegurar su existencia y fortalecimiento post-crisis pandémica, es tan preocupante como desalentadora. Sus declaraciones no son las de un funcionario público seriamente comprometido con la salud pública sino de los que piensan que después de la superación de esta pandemia, las cosas volverán a la “normalidad” anterior.

Este funcionario y el Gobierno de Carlos Alvarado en su conjunto, como los partidos que respaldan la idea de que dentro de la “nueva normalidad”, las políticas neo-liberales y privatizadoras de los bienes del Estado, volverán a retomar la fuerza expansiva previa a la pandemia, están en un gran error.

La pandemia y sus secuelas presentes y futuras, nos dan una oportunidad para corregir, para mejorar al país en todos los campos: Económico, social, ambiental, político, cultural.

El cambio inteligente y apropiado fija como derrotero un gobierno realmente preocupado por generar políticas públicas dirigidas a las mayorías (sectores populares y medios, que se han empobrecido enormemente); no a las élites que se han enriquecido convirtiendo al país en unos de los 10 más desiguales del mundo.

El bicentario de Costa Rica no puede ser el de un país que perdió su rumbo democrático (económico, social, ambiental y político), sino el que empieza a poner en práctica, por primera vez en su historia, el carácter participativo de la democracia nacional, expresado con diáfana claridad en el artículo 9 de la Constitución.

“En todas las épocas –escribe el historiador austríaco Walter Scheidel–, los más importantes replanteamientos se produjeron tras los impactos más severos. Así, cuatro tipos de rupturas violentas lograron reducir las desigualdades: la guerra cuando implica una movilización masiva, las revoluciones, las quiebras de los Estados y las pandemias mortíferas”.

Así las cosas, esta pandemia debe ser generadora de una mayor igualdad social, sea por la decisión consciente y correctiva de quienes dirigen el país o por la movilización política de las mayorías, que se cansaron de la injusticia social y la concentración de la riqueza en escasas manos. Quienes han estado controlando el escenario político tanto desde el dominio que les otorga su opulenta riqueza como los que están en transitorios puestos formales, tienen que empezar a entender que la “nueva normalidad” post-pandémica debe orientarse hacia una mayor e inclusión y justicia social; hacia mejores formas de redistribución de la riqueza; deben comprometerse seriamente con el fin de la depredación ambiental y la retórica pseudo-ecológica; deben renunciar a la polítiquería y al cálculo fijado por intereses individualistas y mesquinos. La historia les da la oportunidad de corregirse o serán inevitablemente corregidos por la democracia que empezará a reverdecer al superarse esta pandemia.

El futuro no puede ser repetición de este pasado reciente marcado por la injusticia social y el daño ambiental. Una nueva consciencia democratizadora y correctiva ha empezado a ganar fuerza entre las y los ciudadanos, particularmente entre las y los jóvenes, que aspiran convertir esta pandemia, en una oportunidad para reimpulsar un Estado Social y Ecológico de Derecho.

29 de abril, 2020

Líderes políticos en cuarentena permanente

Luis Fernando Astorga Gatjens

Una necesaria e importantísima estrategia para reducir y eventualmente contener la propagación del coronavirus son las cuarentenas que han decretado gobernantes de países y regiones.

Estos confinamientos obligatorios tienen graves consecuencias sociales y económicas -inmediatas y futuras- pero son necesarios para combatir más eficazmente la pandemia y reducir el dolor y sufrimiento de los pueblos. Primero la salud, primero la vida. Tal debe ser la consigna en el presente.

Las cuarentenas, que son una orientación oportuna y valiosa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), algunos gobernantes y líderes políticos, las acogieron responsablemente desde temprano (seguramente más temprano hubiese sido mejor). Otros lo hicieron con quizás demasiada parsimonia y otros -valga decir, una minoría- presentando una peligrosa resistencia.

Entre estos últimos se destaca Donald Trump. Pero hay peores, como el mandatario brasileño, Jair Bolsonaro, cuya resistencia a tomar acciones preventivas ante la enfermedad que ha catalogado como “gripecita” es casi patológica. Las consecuencias nefastas contra quienes viven en Brasil, de un liderazgo tan retorcido, pueden considerarse potencialmente criminales.

Quienes se han resistido y todavía se resisten a decretar medidas como el confinamiento y la cuarentena han puesto en una balanza por un lado la salud y por la otra la economía, y han privilegiado a esta última. Hasta hace algunas semanas Trump decía que todo estaba bajo control, aunque hubiera noticias de que la enfermedad avanzaba en su país. Hasta hace muy pocos días el propio Trump afirmaba que el resfriado común era más letal que el Covid-19 y que con el calor primaveral de abril sería eliminado.

El 9 de abril, por la fuerza de los inocultables acontecimientos (más de 400.000 personas infectadas y más de 15.000 muertos en Estados Unidos) su discurso cambió radicalmente: Las próximas semanas “serán muy dolorosas”, dijo. Hoy en el Gobierno de Estados Unidos, enfrentados a la cruda realidad del avance inexorable y trágico de la pandemia, la catalogan como una combinación de Pearl Harbor (el inesperado y destructivo ataque japonés en la Segunda Guerra Mundial) y los atentados del 11 de setiembre de 2001. Y se proyecta una cifra de muertos que oscila entre 100.000 y más de 200.000.

Las preguntas claves que hay que hacer ahora y, más aún, cuando la crisis que genera la pandemia se haya superado a los gobernantes y líderes políticos: ¿Tomaron las medidas que había que tomar a tiempo o las tomaron tardíamente? ¿Qué consecuencias hubo en la propagación de la enfermedad en su país, por el atraso de medidas y acciones que debían ser tan perentorias como inevitables? ¿Cuál fue la calidad del liderazgo político ante la amenaza del contagio o ante la primera persona enferma del Covid-19 en su país?

Desde ya líderes como Bolsonaro o Trump es seguro que mostrarían que no estuvieron a la altura de la gravísima emergencia generada por la pandemia. Que su resistencia a tomar medidas que eran urgentes generó mucho más daño a sus pueblos y que muchas de las consecuencias en la salud en lo inmediato y lo social y económico, a mayor plazo, no serían tan profundamente dañinas y dolorosas. En estos días de una pandemia que viaja a la velocidad de los intercambios y comunicaciones globales, regionales y nacionales, los días y semanas para la toma de decisiones eran cruciales.

Los pueblos, particularmente los electores, no deben dejar pasar inadvertidos estas situaciones y acontecimientos. Tienen que juzgar en forma rigurosa la actuación de los líderes políticos frente a la pandemia, por encima de la mentira, la simulación y el engaño transitorio de las noticias falsas.

Será a partir de este juzgamiento implacable que los pueblos tendrán que dictar una sentencia inapelable, declarando una cuarentena permanente para este tipo de liderazgos, con el fin de alejarlos del poder para siempre porque son tan peligrosos como una epidemia.

 

Enviado por el autor.

UCR: Reasignar el gasto del Estado, no contraerlo

La Escuela de Economía realizó un análisis de la propuesta del Gobierno de Costa Rica en torno al préstamo con el FMI

Ante la destrucción de la producción de Costa Rica, economistas docentes e investigadores consideran que el Gobierno debe enfocarse no en reducir pero sí en reasignar el gasto, mejorar su eficiencia, hablar de exoneraciones y también evitar estrechar a la clase media

En el 2020 se prevé que la pobreza aumente del 20% al 30% de la población costarricense. Fotografía de casa en Bananito, Limón, 2010. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.

Este año la producción de Costa Rica caerá en picada entre un 5% a un 6% es un escenario de recesión económica, un lugar donde ya el país estaba en el 2018 aunque con mejor perspectiva previo a la Reforma Fiscal pero, esta vez el aderezo mortífero de la pandemia trae a la orilla del camino un guindo adicional: la depresión económica.

Lo explica la economista Marcela Román Forastelli al señalar que la consigna “No más impuestos”, que aglutina a un grupo diverso de la población civil del país, es una irresponsabilidad, y no lo dice siendo insensible a quienes excluidos del sistema hoy protestan en las calles, lo dice porque el camino de la depresión económica conduce a una pobreza mucho más aplastante para esta y las próximas generaciones de costarricenses.

La solución no está escrita como receta, no es solo una y ni hay “otros” a los que culpar, somos todos parte del problema, y debemos buscar rutas de ayuda. En ese esfuerzo economistas reconocidos de la Universidad de Costa Rica como el director del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE-UCR), Dr. José Antonio Cordero Peña, señala una certeza, dice que contraer el gasto del Estado ahora, supondría una reducción más profunda de la demanda y una profundización de la crisis. Su propuesta es reasignar el gasto.

Suena bien, para los que creen con razón que el Estado debe sin reparo, ni demora mejorar su eficiencia en el gasto, y para quienes también creen que se debe mantener un Estado fuerte que considere y vele por el bien común.

El tema fue abordado en el conversatorio “Análisis y perspectivas de la propuesta del Gobierno en torno al préstamo con el FMI” organizado por la Cátedra Alexis Orozco de la Escuela de Economía de la Universidad de Costa Rica y su Asociación de Estudiantes. En el mismo participaron el Dr. Juan Andrés Robalino Herrera, actual subdirector del IICE-UCR, quien se refirió a las propuestas de aumento al impuesto a la propiedad de bienes inmuebles; el Dr. Edgar Robles Cordero, exsuperintendente de Pensiones, que se refirió a la propuesta del impuesto del 3% a las transacciones financieras; el Dr. Cordero Peña, que se refirió al impacto general de las propuestas de reducción del gasto; y la M.Sc. Marcela Román Forastelli quien analizó la exoneración, evasión y elusión fiscal, un área en la que la propuesta gubernamental ya ha sido castigada por la opinión pública, por ser mínimo insuficiente.

Al respecto, Román calcula que solo en exoneración -o impuestos perdonados- por cerca de 1 200 leyes propuestas y probadas por los diputados de la República a los largo de décadas se podría sumar hasta un 6% del PIB, una cifra muy similar al 5,9% del PIB que es lo que recaudaría la lista completa de intenciones presentada por el Gobierno al Fondo Monetario Internacional (FMI), para recibir los beneficios de su crédito.

Si a lo anterior se suman los montos calculados de evasión y elusión fiscal, se podría agregar un 8% del PIB. Pero todos sabemos que golpear ese gigante no es una tarea simple, ni de decidir y menos de ejecutar.

En resumen el listado de intenciones presentadas por el Gobierno al FMI busca una recaudación del 5,9% del PIB, monto del cual más de un 70% proviene del lado de los ingresos y el 30% adicional son restricciones al gasto. Los y la economistas coincidieron en que esos porcentajes sí implican un desbalance, que sin embargo no se soluciona poniendo más peso en las restricciones al gasto y menos a la carga impositiva.

Escuché el conversatorio completo “Análisis y perspectivas de la propuesta del Gobierno en torno al préstamo con el FMI (30 de septiembre 2020)”

Pagar más impuestos sí, de todas maneras ¿pero cuáles?

Si queremos un país (no es broma), una solución definitivamente deberá incluir más impuestos, todos vamos a tener que pagar más, unos de forma permanente y otros de forma temporal, y es allí donde hay que encontrar un balance, porque también es cierto que tomar medidas contractivas en medio de la crisis puede tener implicaciones negativas. “Sin embargo, sí hay espacio para tomar medias fiscales” explicó el Dr. Juan Robalino pero ¿cuáles?

El Dr. Edgar Robles Cordero cree que el Gobierno se equivoca en tasar con las transacciones financieras o Tobin, el impuesto que tiene el mayor peso de recaudación en el conjunto de la propuesta al FMI. El economista asegura que por naturaleza este gravamen es restrictivo, que nació para evitar corridas bancarias, es decir que desestimula un comportamiento determinado, por lo que utilizarlo para recaudar fondos no es algo que esté soportado por la evidencia empírica.

Entre otros ejemplo señaló que con la actual propuesta de tasas en un 0,3% las transacciones, una inversión de US $1 000 dólares a una tasa de 0,25% anual, que es una oferta actual de mercado, tendería un rendimiento negativo.

“Nadie estará dispuesto a invertir para perder. Será más ventajoso dejar el dinero en efectivo y no ganar intereses”, un comportamiento que desincentiva el crecimiento económico.

Este impuesto, además tiene otro factor en contra, el Dr. Jose Antonio Cordero advierte que se podría suponer que perjudica más a la clase media, el grupo de población que ya sostiene sobre sus espaldas el mayor peso del gasto público, y que en esta propuesta en análisis, además se le carga con otros dos fuertes golpes, más renta y más impuestos a los bienes inmuebles.

“No es posible hacer lista exhaustiva ni conocer el monto total (del desperdicio) en el Estado, pero sí es evidente que se pueden desplegar las funciones de modo más eficiente, sí que se debe, sí que se puede y se tiene la oportunidad para entrar con seriedad a resolver la ineficiencia”.

M.Sc. economista Marcela Román Forastelli.

Es necesario poner un parámetro y para ello me daré una licencia explicativa, me permitiré decir un miembro de la clase media costarricense puede ser uno que reciba un ingresos de 900 mil colones, esta persona estará sujeta a los nuevos tramos del impuesto de la renta, la misma es la que habrá tenido capacidad económica para tener bienes inmuebles, y por lo tanto le tocará pagar más impuestos por sus propiedades, y a la vez se trata de la misma persona bancarizada que tendrá que pagar el impuesto a las transacciones.

Propuesta de cambio en tramos de renta del IICE-UCR

El IICE-UCR propone modificar los tramos de renta propuestos por el Gobierno, una escala muy criticada por subir muy rápidamente los escalones impositivosy tasar demasiado a la clase media, por lo que el IICE-UCR quiere suavizarlos y perjudicar menos a este segmento de la población. (Ver gráfico).

Otra propuesta del Instituto es la de ampliar la base impositiva del Impuesto al Valor Agregado (IVA), y reducir el gravamen a la canasta básica de un 13% a un 11%. Los cálculos muestran que se lograría una mayor recaudación aunque el baje el impuesto.

Propuestas hay, pero los economistas aseguran una vez más que no hay recetas mágicas, que la crisis actual de liquidez necesita de acciones articuladas e inmediatas, pero que no se deben olvidar hacer los cambios estructurales, los cambios de largo plazo, los que agrego yo, nos hagan sentir orgullosos de heredar un futuro a las próximas generaciones, esos cambios que no nos permitan acercanos de nuevo y muy rápido a los escenarios apocalípticos como los actuales.

En ese sentido hay sí, que evitar que dentro de las presiones políticas y populistas por el contrario se evite la reducción del gasto del Estado, pues ante la destrucción significativa de la producción, de la caída de la demanda global, lo que corresponde hacer a favor de la estabilización económica es justo evitar que la demanda se reduzca aún más.

Cordero advierte que “cualquier esfuerzo de reducción del gasto tiene que ser en la línea de una reasignación del gasto y no una contracción del gasto, para evitar baches adicionales en la demanda agregada que serían terribles para el comportamiento la economía que requiere suplementar la falta de gasto del sector privado”.

Aclara sus comentarios a quienes apuestan por lo que llaman una “contracción expansiva”, donde sus proponentes creen que la contracción del gasto estatal conduzca a un aumento en el gasto general de la economía. Al respecto, advierte que los estudios sobre esta modelo no son concluyentes y el efecto depende de diferentes consideraciones, pero una muy importante es el momento en el que estamos en el ciclo económico, y justo ahora (cerca de una depresión) no es un buen momento; aseguró que esta apuesta “no es una alternativa y que el Gobierno debe permanecer en sus niveles actuales de gasto y buscar los mecanismos de reasignación”, señalo el actual director del IICE-UCR.

Reasignación del gasto a donde más se necesita, y allí es fácil imaginar que la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) ocupa refuerzos y muchos.

Para lograr el objetivo de proteger el gasto agregado, y en lo que respecta a política monetaria dijo que el Banco Central de Costa Rica debe evitar que se reduzca la liquidez, lo que podría generar presión inflacionaria, pero que justo el control de la inflación en el momento actual pierde relevancia.

Con respecto al impuesto a los bienes inmuebles, el Dr. Juan Robalino recomienda que el Gobierno Central debe ser quién lo recaude, considerando las habilidades dispares de los municipios para hacerlo; que el aumento en la tasa de 0,25% a 0,75% de debe ser menor, y que las tasas deben varias según valor y uso.

Un Estado más eficiente por favor y ahora

Si mantenemos el gasto, necesariamente hay que hablar de una mayor eficiencia del mismo. Al respecto la economista Marcela Román recordó varios ejemplos de vergüenza estatal como la factura por alquileres en el Estado, solo el Ministerio de Hacienda destina US $16 millones a ello cada año. ¿Cuánto pudo haber construido con ese dinero?; también recordó que al 2018 por comisiones de compromisos o demoras en la ejecución de obra pública se han pagado más de US$ 300 millones.

“No es posible hacer lista exhaustiva ni conocer el monto total (del desperdicio) en el Estado, pero sí es evidente que se pueden desplegar las funciones de modo más eficiente, sí que se debe, sí que se puede y se tiene la oportunidad para entrar con seriedad a resolver la ineficiencia” M.Sc. Marcela Román Forastelli.

La economista también funcionaria del Proyecto Estado de la Nación, denunció que la propuesta al FMI incluye vender tierras fiscales y a su criterio no puede haber peor idea que vender suelo público, si ya hay un problema serio de alquileres vender más tierras fiscales puede incrementar el gasto en ese rubro en el futuro.

Eficiencia del Estado tampoco es solo vender FANAL y BICSA, esta acción generaría al 2023 apenas el 0,58% del PIB, la movilidad laboral propuesta, que pretende impactar a 7 000 empleados públicos, generaría a partir del 2022 ahorros del 0,3% del PIB y la reducción de la deuda política en un 50% aportará el 0,10% del PIB solo en el 2021. Son algunas acciones pero el reto de la eficiencia es mucho mayor.

En definitiva Costa Rica hoy tiene una base imponible estrecha, lo que significa que el peso de los impuestos recaen sobre pocos, que podrían ser más; que la propuesta al FMI podría ser menos agresiva para la clase media; que las exoneraciones son muchas, y que casi no se incluyen ni mencionan en el documento, un tema que juzgar por los expertos ya es de discusión pública y nacional inevitable “Hay que entrarle al tema de las exoneraciones”; y que el Estado necesita sabiamente reasignar gasto y hacerlo más eficiente. Puede empezar por los alquileres; pero antes de discutirlo hay que tener claro que podemos no solo empujar a la economía a una situación delicada, sino que también si caemos en la tentación de un debate polarizado y poco informado podemos erosionar la democracia. Ojalá nos frenemos unos a otros y logremos responder al bien común.

Cátedra Alexis Orozco

La Cátedra Alexis Orozco de la Escuela de Economía de la Universidad de Costa Rica es desde el 2017 un espacio para el debate de los temas económicos con la sociedad costarricense. el interés de la actual directora de la Escuela M.Sc. Isabel Cristina Araya Badilla, es poner sobre la mesa de discusión los distintos temas de interes para la comunidad universitaria y nacional con fundametaciones y construcciones discursivas para que cada persona tome sus propias conclusiones.

 

Gabriela Mayorga López
Editora digital y periodista, Oficina de Divulgación e Información