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Etiqueta: El Destructor de Vidas y Sueños

Conmemoración de 4 años del colapso ALDESA

El 8 de marzo se conmemoraron 4 años del colapso de ALDESA, el mayor despojo financiero de la historia en Costa Rica como lo mencionan en el libro “El Destructor de Vidas y Sueños”, por lo que la publicación de dicho libro es de vital importancia.

La página de Facebook “El despojo de ALDESA sigue impune”, menciona que se puede encontrar el libro de manera gratuita por tiempo limitado en el siguiente enlace: https://semanariouniversidad.com/wp-content/uploads/2023/03/DIGITAL-Edicion-6-Libro-El-Destructor-de-Vidas-y-Suenos-Final.pdf?fbclid=IwAR19_Q40_Z2HPd4_XWuKxk2nKkjC6VE1XLMLx8TPpjthqHzyuP6pPvDH4zM 

El solidarismo, sus 75 años, Aldesa, y mirar hacia otro lado

Declaraciones de Flora Fernández para SURCOS: 

El solidarismo cumple sus bodas de diamante (75 años de existencia). Tiene por benemérito al fundador del Solidarismo, Alberto Martén Chavarría.

Aldesa les desapareció US $10.000.000 y muchas de las asociaciones mantienen esa «deuda» como cuentas a cobrar y los intereses como productos acumulados que nunca van a cobrar. He hecho todo tipo de intento de acercamiento al Movimiento y ni siquiera las llamadas me devuelven (Guido Alberto Monge, hijo de Luis Alberto Monge es hoy día el Presidente ejecutivo del solidarismo), tampoco responde los correos, son como de piedra. Este pareciera ser el ícono que los representa.

Muchos trabajadores no tienen idea que perdieron tantísimo dinero y cuando se dio la quiebra ni siquiera les importó, al parecer no era con ellos. Me parece ya va siendo hora de revelar públicamente lo sucedido.

El cuadro adjunto revela los montos que tenía el solidarismo. Llama la atención que tres asociaciones tenían un millón de dólares y todo lo que hicieron fue legalizar la deuda callados. Otras dos asociaciones tienen más de medio millón de dólares y hay unas pocas en blanco pero no significa que les hayan devuelto un céntimo, sino que al momento de levantar la lista no habían legalizado, así que la suma total supera los 10 millones de dólares más los intereses acumulados, superarían los 4 millones en total, al día hoy.

Mientras tanto, todo el mundo está callado: ¿A qué se debe tanta complicidad? ¿Qué tal si rompemos el silencio?

La estafa de ALDESA y sus cómplices de La Nación y el gobierno anterior

Rogelio Cedeño Castro, sociólogo y escritor costarricense

Desentrañar los mecanismos y triquiñuelas de una gigantesca e indisimulada estafa, ejecutada en años recientes por parte de los propietarios de la llamada Corporación ALDESA, para despojar a un importante grupo de esforzados profesionales de las más diversas ramas, a emprendedores tenaces e incluso a numerosos trabajadores, integrantes de al menos 300 asociaciones solidaristas, de sus legítimos recursos financieros invertidos en un puesto de bolsa de la susodicha corporación, los que habían sido obtenidos a través de una vida entera de esfuerzo, estudio y trabajo, quienes perdieron poco más de 12 millones de dólares, de esos alcances es la tarea que se propone Flora Fernández Amón, la que por cierto logra llevar a cabo a lo largo de las páginas de su libro EL DESTRUCTOR DE VIDAS Y SUEÑOS Progreso Editorial San José Costa Rica, abril de 2022, en un texto de casi 200 páginas que van desde un exquisito relato acerca de los orígenes familiares de la autora, a lo largo de más de un siglo, para dar inicio a la trama explicando la estafa de que fue objeto su propia madre, fallecida recientemente.

Entre los más afectados en este turbulento caso están los trabajadores solidaristas, que tuvieron pérdidas que no dejan de ser muy significativas para ellos. La autora del libro nos dice: “Alrededor de 30 asociaciones solidaristas perdieron US$ 10 millones invertidos por medio de Aldesa Valores Puesto de Bolsa SA, Estamos hablando de 27.550 trabajadores solidaristas, quienes perdieron US$450 de sus ahorros en la asociación”(op cit p,173), a lo que agrega una significativa reflexión: “ Resulta sumamente extraño que el Movimiento Solidarista y la dirigencia de las empresas afectadas haya guardado silencio y se limitaran a rebajar de los ahorros de los trabajadores la pérdida sufrida. Esto es tema para otro libro que ojalá alguien se atreviera a escribir.” (ibídem).

Lo increíble es cómo una estafa de semejantes proporciones haya pasado casi desapercibida para la gran mayoría de la población, algo que sin embargo no debería sorprendernos dado el comportamiento habitualmente manipulador de los grandes medios corporativos, entre ellos las televisoras más importantes y el infaltable diario La Nación. La trama, sin embargo, al ser desentrañada a lo largo de las páginas de este libro, termina por revelar la complicidad y la gran conexión entre los directivos de Aldesa y los de La Nación, los que en muchos casos resultan ser los mismos. (Fernández p. 72).

Siendo un caso particular, muy bien caracterizado a partir de sus singularidades intrínsecas, el tema de ALDESA en su despliegue, a medida que vino siendo develado, terminó por trascenderlas para asumir las proporciones de una de las más grandes estafas financieras de nuestra historia, pero también contribuyó a revelar la extensa gama de estafas ejecutadas por diversos actores o gestores que han venido actuando en beneficio del capital financiero, las que comprometen seriamente los diversos fondos de pensiones de los trabajadores costarricenses, en especial los del IVM y los del ROP, a través de una serie de inversiones del Banco Popular y de la Caja del Seguro Social (CCSS) en la Corporación ALDESA o en bonos del mismísimo diario La Nación, contado con la complicidad de altos funcionarios del gobierno anterior, que una parte esencial en la comisión de estos hechos.

En el libro de Flora Fernández Amón se dice lo siguiente: “Hay idiotas que dicen que es un pleito de ricos. No se han enterado de que Aldesa… también ayudó a que fondos del IVM… de la Caja… hayan sido prestados a La Nación…que como dice alguna gente, anda muy mal” “… cuando se queden sin pensiones, se darán cuenta de que por pendejos, los estafaron. Aquí todos están juntos y si saca la cuenta, lo de Aldesa son más de $220 millones y Monte del Barco $165 millones, es el despojo más grande en la historia del país. Ahhh, pero todos los poderes están unidos, y la prensa corrupta bien calladita” (Fernández op cit p,162).

¡Que la Negrita nos alimente!

Flora Fernández Amón

2 de agosto, 2022

Doris fue una de las múltiples viudas que entrevisté antes de escribir el libro El Destructor de vidas y sueños.  Su historia era dolorosa y repetitiva que muchas viudas con desesperación me habían contado, tras la notificación de Javier Chaves del 8 de marzo del 2019, informando que durante 3 años Aldesa no iba a pagar intereses para sanear la empresa y vencido el plazo devolvería todo el dinero.

La angustia que sentían tantas adultas mayores, dos veces despojadas, primero la viudez que les arrebataba el compañero de vida y ahora la codicia de los hombres que le quitaban la paz y la seguridad por la que habían trabajado, sacrificado placeres y ahorrado una vida entera. En lugar de una vejez tranquila, se les obligó a ajustar sus vidas a una manera más frugal, jugársela con la reducida pensión de la Caja y como casi todas tenían casa propia y de alguna manera podrían arreglárselas para sobrevivir mientras recuperaban los ahorros para volver a tener un mejor nivel de vida.

Doris había quedado viuda pocos años antes del colapso de Aldesa y recordaba cómo su marido y ella habían dispuesto vender años atrás, la casa amplia donde vivían y pasarse a alquilar un apartamento más pequeño y modesto que les permitía desentenderse de los pagos de impuestos territoriales, mantenimiento y así ajustar la pensión que era muy pequeña. Por la confianza que tenían en la trayectoria de Aldesa y el buen nombre de don Oscar Chaves Esquivel colocaron todos sus ahorros en la seguridad terminarían viviendo tranquilos los últimos años de vida.

Tras enfermar el marido de Doris, le dijo: «nada te va a faltar, con la plata de Aldesa vas a tener para vivir hasta el último día de tu vida, podrás comprar tus medicinas y todo lo que te haga falta… y por qué no, darte algún gustito de vez en cuando».  

Pocos días después de recibir la notificación de Javier Chaves, con mucho coraje lo fue a buscar, para que le devolviera aunque fuese una fracción de su dinero, explicándole la dependencia absoluta que ella tenía de sus ahorros colocados en Aldesa. Javier categóricamente le dijo que no podía hacer algo así, que era ilegal, paradójica respuesta de quien pocos días después saldría a la prensa culpabilizando a los ahorrantes de codiciosos al mejor estilo Madoff diciendo: «nadie decía que era ilegal mientras ganaban plata».

Doris le rogó una salida y con el cinismo que acompaña a quienes no saben lo que es la empatía y sensibilidad, le dio una nueva asesoría gratuita pero extremadamente cruel: «haga un préstamo para que tenga para vivir estos tres años y al término de ese plazo, con los intereses acumulados, paga lo que debe y le devolvemos todos sus ahorros».  No tuvo la decencia a los 3 años cumplidos, ni Javier Chaves ni ningún personero de Aldesa se dignó a dar explicación alguna sobre el paradero de su dinero y cuándo les iba a pagar. 

Si hoy, 2 de agosto 2022, pocos días después de que se concretara la quiebra de Aldesa estoy escribiendo esta historia que no puede formar parte del libro, se debe a que me enteré hoy es desgarrador. 

Tras la reciente declaratoria de quiebra de Aldesa, Doris se percató que la ilegalidad que Javier Chaves se negaba a cometer a favor de ella de devolverle una parte de sus ahorros, la cometió a favor de “sus privilegiados”, siendo ese uno de los motivos señalados por la jueza para dar curso a la quiebra.  Recientemente volvimos a encontrarnos y lamentó no haber creído cuando le decía desde el principio, que Aldesa era un fraude. Hoy no sabe cómo va a pagar el préstamo.

Con fe y devoción, a sus 76 años caminó hasta el Santuario de Cartago para darle gracias a la Virgencita por el amor de sus seres queridos y amigos, quienes no le han permitido que la comida falte y también a renovar la petición de buena salud porque no sabría qué hacer para enfrentar una larga enfermedad.

Al regreso, vino a buscarme a la casa y mientras las lágrimas bajaban por su mejilla, extendió su mano temblorosa y me mostró una imagen de la Negrita con la palabra ALIMENTACION al pie, esa humilde petición que renovó con enorme devoción. También rogó le ayude a recuperar su dinero, pues su situación es desesperada y no sabe cómo terminará el año.  

Mientras Doris sufre la carencia de su propio dinero, la codicia de grandes “empresarios visionarios”, quienes siguen viviendo en la opulencia, importantes hombres de negocios que amasan fortunas, y despectivamente desde sus lujosas casas y condominios se sientan a ver los reportajes en sus pantallas gigantes, donde un pueblo humilde, honesto y trabajador cumple sus promesas con devoción.

Ellos se creen piadosos porque van a misa todos los domingos antes del “brunch” del Country, y ahí se codean con gente “igualmente respetable”.  Son estos hombres ricos a quienes hoy Cristo les dice “Ve y vende todo lo que tienes, repártelo entre los pobres y sígueme”.  Pero estos, igual que el joven rico del evangelio se retiran muy tristes porque son muchas las riquezas a las que tendrían que renunciar.

Si bien los Evangelios y la Biblia en general contienen muchos pasajes en los que Dios irrumpe en la historia y con su poder infinito intercede a favor de los más débiles, este es solo un ejemplo para los mortales. 

Dios ante todo es un dios de justicia quien con su ejemplo, sus profetas y simples mortales claman y luchan por la justicia. Este día de la Virgen de los Ángeles, me solidarizo con Doris y con todas esas personas que lo han perdido todo y anhelan recuperar suficiente para terminar sus vidas en paz. Espero que los milagros se hagan realidad y que Dios despierte en los hombres de buena voluntad, esa pasión por la justicia que inspiró a los profetas de Israel y a los apóstoles. 

Es el momento para ponernos del lado de quienes sufren y exigir que se haga justicia aquí y ahora, en esta tierra. Que se haga el milagro de despertar el espíritu de lucha entre todos los afectados para que unidos nos propongamos a que todos los bienes que poseen los responsables de este crimen les sean quitados, que sean investigados y se pueda determinar cuánto sacaron a paraísos fiscales. Que, con todas esas fortunas, respondan a título personal el daño inmenso que han causado a miles de inocentes, así como a la credibilidad del país.  

¡Ver justicia pronta y cumplida en nuestro país será un milagro! 

¿Y saben qué?… yo creo en los milagros.

En el siguiente enlaces puede ver la publicación original: https://www.facebook.com/101555184769373/posts/pfbid02qdtQv9M7rCHKCe6u8PS83oF1HPoc5LugAVf35h5aoaDFgz7H4nWVaZySRZdPjqmfl/ 

 

Compartido con SURCOS por Flora Fernández Amón.

Sueños destruidos

Manuel Delgado

Hace muchos años que no uso reloj, pero cuando era estudiante de secundaria cayó en mis manos un viejo Vulcain que mi padre había adquirido no sé cómo. Ese finísimo aparato que tenía el aspecto de cachivache viejo me acompañó por muchos años, hasta que un día, después de muchas reparaciones, dejó de funcionar. Simplemente se murió de muerte natural. Allá estará en el cielo de los relojes y quizá, si alguien le cuenta de este comentario, me regalará una sonrisa de cariño.

El recuerdo de mi viejo reloj se me vino de pronto cuando leí el libro de Flora Fernández tristemente titulado “El destructor de vidas y sueños”. La cosa es que alguien me dijo que en ese tipo de relojes los expertos estaban en la Relojería Fernández, que quedaba en la Avenida Central, y allí estuve yendo mucho tiempo. Me atendía un señor ya cargado de años y de amabilidad. Era posiblemente el padre de Flora, don Julio, hijo del fundador de la joyería y su segundo propietario, llamado también Julio Fernández.

El libro de Flora trata de esa experiencia de vida de su abuelo y de su padre, y de la destrucción de sus ahorros y con ellos de sus sueños por una de las estafas más sonadas de nuestra época, la del grupo Aldesa.

De una manera documentada y sagaz, Flora desnuda el proceso de la estafa que acabó con los ahorros de muchos costarricenses y que sigue golpeando hoy a empresarios grandes y medianos, a pequeños ahorrantes, a miles de solidaristas y a sistemas de pensiones. Por eso este libro es tan notable, digno de ser leído por todos los costarricenses.

Pero hay otra cosa que me interesa mucho y es el tratamiento humano, la búsqueda de la experiencia vida, del testimonio, del dolor y la queja, del rostro oculto en el momento del llanto. Desde este punto de vista, la obra de Flora es un aporte valiosísimo a la literatura del testimonio, al periodismo de profundidad. La verdad, sobre todo en materia económica y financiera, siempre tiene números. Trabajé como periodista muchos años en este tipo de notas y lo sé de sobra. Pero por encima de las cifras está el ser humano, su dolor inequívoco, su vida irrepetible. Eso lo recoge Flora de maravilla. En primer lugar, su propia experiencia y la de su negocio, la Relojería Fernández.

En esta triste experiencia de despojo hay cosas que no pueden dejar de mencionarse. ¿Cómo es posible que el gobierno de Alvarado haya mantenido como ministra de Hacienda a una persona involucrada en Aldesa y que luego la haya promovido nada menos como superintendente de entidades financieras? ¿Cómo es posible que otra alta jerarca de Aldesa fue jefa del aparato económico del estado y luego fuera promovida como embajadora nada menos que en una entidad internacional, el BID? ¿Cómo es posible que hayan sido arropados jerarcas de bancos y prensa involucrados en este hecho? ¿Cómo es posible que sigan tan campantes en esos puestos? ¿Cómo es posible, en fin, que aquí se les arrebataron los ahorros a miles de costarricenses y sigue sin pasar nada?

El libro recuerda el caso del Esquema Ponzi, ideado por Bernard Madoff, instrumento del fraude de millones de dólares a ahorrantes norteamericanos. Madoff terminó en la cárcel y se hicieron reformas profundas al sistema financiero para proteger a los inversionistas. Pero en nuestro país, como generalmente ocurre, no pasa nada. Vivimos no en una democracia sino en un reino: el de la impunidad.

Y basta. Recomiendo esta obra desde el fondo de mi cerebro y de mi corazón. Desde allí expreso mi dolor y mi sentimiento de odio contra esos pillos. Y desde allí reconquisto al mismo tiempo mi cariño por don Julio, su relojería y mi relojito. Gracias Flora, y adelante.

Presentación oficial del libro: “El destructor de vidas y sueños”

SURCOS comparte la siguiente información:

Acerca de la estafa de ALDESA

Doña Flora Fernández Amón, amiga a quien mucho aprecio y, en especial, mujer luchadora y valiente como ninguna, hace poco publicó el libro así titulado: “El destructor de vidas y sueños”, el cual ofrece una narración, sumamente vívida e impactante, de las consecuencias humanas que ha tenido la estafa urdida desde el grupo financiero ALDESA, la cual hizo perder todos sus ahorros a personas y familias que habían logrado reunirlos, de forma laboriosa y disciplinada a lo largo de años, a veces muchos años, de trabajo.

Además de esa dolorosa faceta humana, es claro que hubo atropellos e irregularidades muy graves, lo cual el libro logra ilustrar de forma muy apropiada. Ello permite entrever muchos de los entretelones de lo que pudo haber acaecido. Sobre ese particular, tengo mis propias hipótesis, que espero compartirles un día de estos.

Hoy lo que quiero es invitarles a la presentación del libro de doña Flora este martes 7 de junio, a partir de las 6 p.m. en el antiguo Salón de Expresidentes de la Asamblea Legislativa. 

Confirmar asistencia al número de teléfono: 8671-4668.

Publicado en Facebook por: Luis Paulino Vargas Solís.

Flora Fernández Amón responde a Luis Mesalles

El extesorero de ALDESA Luis Mesalles publicó un comentario sobre las reservas del Banco Central en un diario. Flora Fernández Amón, autora del libro “El destructor de vidas y sueños” le respondió. Compartimos el texto de esa respuesta publicado en https://www.facebook.com/571468509/posts/10158988864723510/

«¿Por qué mejor no nos cuenta cómo despojaron a más de 30.000 personas de US$222.500.000, de sus ahorros en Aldesa donde Luis Mesalles Jorba era nada menos que el Tesorero?

¿Por qué viene a hablar de las reservas del BCCR y no dice dónde está el dinero que debían RESERVAR en Aldesa que no pertenecía a quienes lo mal-manejaron?

¿Con cuál solvencia moral se atreve a hablar quien no ha tenido la decencia de dar explicaciones del manejo financiero de Aldesa donde ocupaba un puesto clave como es el de Tesorero?

En este país hay abundantes reservas morales y gente decente donde Luis Mesalles no cabe… bueno, en La Nación sí pues ambos son igualmente decadentes…»

Flora Fernández Amón habla de su libro «El destructor de vidas y sueños»

En este video, Flora Fernández Amón nos habla sobre su nuevo libro, «El destructor de vidas y sueños», tras el colapso de Aldesa, un puesto de bolsa adscrito a la Bolsa Nacional de Valores que manejó las inversiones de miles de costarricenses. El libro contiene varias historias, algunas dolorosas, de personas que no fueron protegidas por las regulaciones y reguladores nacionales de la Bolsa tras este colapso. Además, discute la corrupción, negligencia, y fraude encontrada en este caso en particular, y dentro de los medios de comunicación a su alrededor.

El libro próximamente va a estar disponible de manera digital para todas y  todos.

Compartimos el video a continuación: 

 

Una producción de ANEP, compartida con SURCOS por Flora Fernández Amón.

“El Destructor de Vidas y Sueños”, libro de Flora Fernández que ya circula

“El Destructor de Vidas y Sueños”, libro de Flora Fernández que ya circula

Flora Fernández Amón escribe “El Destructor de Vidas y Sueños” tras el colapso de Aldesa, puesto de bolsa adscrito a la Bolsa Nacional de Valores y el grupo de interés económico que manejó el dinero de miles de costarricenses que confiaron sus ahorros a una entidad supervisada por CONASSIF, SUGEF y SUGEVAL.

Esas entidades, en lugar de respaldar a los ahorrantes, eludieron la responsabilidad, olvidando que fueron instituciones creadas precisamente para vigilar, fiscalizar y velar por las personas clientes, pero, sobre todo, para evitar casos como los presentados en este libro.

Flora Fernández señala: “Ante el silencio cómplice de buena parte de la prensa, este libro descifra y da a conocer el mecanismo de despojo utilizado y queda a disposición de estudiosos y de las víctimas, para que dejen atrás la vergüenza y en su lugar luchen para que se haga justicia y no haya más impunidad”.