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Etiqueta: El Salvador

¡Libertad para las presas y presos políticos! El Salvador

El 11 de enero de 2023, cinco líderes sociales de la comunidad de Santa Marta fueron arrestados bajo la acusación de un homicidio ocurrido hace más de tres décadas. Estos líderes han sido reconocidos por su lucha en contra de la minería y la defensa del medio ambiente en El Salvador. A pesar de la seriedad de los cargos, la Fiscalía ha sido incapaz de presentar pruebas concluyentes, lo que ha suscitado preocupación tanto a nivel nacional como internacional. Organismos de derechos humanos, iglesias y organizaciones populares han demandado la liberación inmediata de estos dirigentes, ya que consideran que las acusaciones carecen de fundamento y responden a un patrón de persecución política.

Paralelamente, 19 exfuncionarios del gobierno del FMLN, entre ellos el exministro de Seguridad, Mauricio Landaverde, han sido encarcelados por la supuesta apropiación indebida de 18 millones de dólares destinados a la Asociación Yo Cambio (ASOCAMBIO), un programa que ofrecía apoyo a las personas privadas de libertad. La defensa ha demostrado que los fondos se utilizaron adecuadamente para cubrir necesidades penitenciarias, como agua potable, insumos médicos y pagos al personal de salud. Sin embargo, la Fiscalía ha modificado las acusaciones y sigue presionando por una condena de 16 años de prisión y una multa de 60 mil dólares. Se espera que el tribunal emita su fallo el 21 de octubre de 2024.

Ambos casos reflejan un clima de creciente persecución política en El Salvador, donde el gobierno de Nayib Bukele ha sido señalado por la instrumentalización del sistema judicial para reprimir a figuras críticas. Las manifestaciones de apoyo, tanto dentro como fuera del país, continúan exigiendo la liberación de las presas y presos políticos y denunciando lo que consideran una «medicina amarga» que afecta directamente a los sectores más vulnerables de la sociedad.

Le invitamos a ampliar la información en el PDF adjunto.

 

Compartido con SURCOS por Rodolfo Ulloa Bonilla.

Fuente: Equipo Maíz, Nº 984, (2024). La página del Maíz

Chalatenango de El Salvador recibe a la Tercera Marcha Mundial por la Paz y la Noviolencia

Por Rafael López Alfaro

Este sábado 5 de octubre la Tercera Marcha Mundial por la Paz y la Noviolencia fue recibida en Chalatenango, de El Salvador, con un ambiente cálido y emotivo con mensajes de que un mundo mejor es posible vivirlo con paz y sin violencia para las presentes y futuras generaciones de nuestros pueblos centroamericanos.

Tal convicción se expresó mediante ponencias, poesía, cantos y bailes por parte del personal docente, personas de la comunidad y estudiantes de la Regional Chalatenango de la Universidad Dr. Andrés Bello (UNAB) de El Salvador. En esa sede recibieron al equipo de base internacional de la Tercera Marcha Mundial por la Paz y la Noviolencia, el cual se encuentra en su recorrido por Centroamérica y México, desde el 3 hasta el 13 de octubre del 2024.

Al final de la actividad, el público presente realizó preguntas y consultas respecto de cómo se podrían integrar de forma activa a la 3MM, desde la comunidad estudiantil y del propio país de El Salvador.

Luego del acto de clausura, se invitó a las personas presentes a degustar una variedad de platillos tradicionales de la región de Chalatenango, con la cortesía que ha caracterizado a las personas estudiantes UNAB.

Las alcaldías indígenas

José Luis Madriz Arroyo*

El proceso de la conquista española provocó grandes cambios en la organización de las comunidades indígenas. Estas se vieron impactadas a nivel político, social y económico. Los españoles impusieron nuevas formas de organización administrativa, de distribución del poder y las relaciones de trabajo que provocó la desorganización de las sociedades prehispánicas.

Pese a estos cambios, en El Salvador y Guatemala sobrevivió un legado en cuanto a la manera en que se organizan las comunidades indígenas que se mantienen hasta el presente. Este es el caso de las alcaldías indígenas. En El Salvador funciona la Alcaldía de Los Izalcos en el departamento de Sonsonate y en Guatemala la de Santa Lucía de Utatlán en el departamento de Sololá.

La Alcaldía del Común de los Izalcos tiene su cabeza en el alcalde del común que es electo por el consejo de mayordomos de la comunidad indígena. El alcalde a su vez elije al segundo alcalde y a los regidores que lo van a acompañar durante el periodo que ha sido electo. En este caso el alcalde del común representa a la comunidad indígena y delibera con sus regidores las decisiones que puede llegar a tomar. Dentro de la organización de la alcaldía también se encuentra el segundo alcalde y el secretario.

La función que tiene la alcaldía es la de auxiliar y representar a la comunidad indígena, velando por aspectos fundamentales como la protección de los derechos, la promoción de la cultura, el resguardo de tradiciones y prácticas culturales ancestrales. Además de impulsar la permanencia de la cultura y del idioma náhuat. En Izalco se cuenta con una biblioteca indígena administrada por la Alcaldía en la que se dan clases de náhuat y talleres de cultura a la población, en especial a los niños. También se organizan actividades como ceremonias y tienen presencia en manifestaciones culturales a nivel comunal. Otra labor que realizan es la de la recuperación de la memoria de los procesos históricos que les han enfrentado como el genocidio indígena cometido en 1932 bajo el gobierno de Maximiliano Hernández Martínez y el enfrentamiento armado en la década de los años de 1980.

La alcaldía del común trabaja estrechamente con la cofradía de Izalco. Acompaña a la cofradía sirviendo como su representante para gestionar diversos proyectos. También en algunos momentos ha desarrollado proyectos con el gobierno, la Asamblea Legislativa y diversas organizaciones no gubernamentales e internacionales. Esta cooperación se ha dado en aquellos proyectos en los que se respeta la comunidad indígena, sus tradiciones y cosmovisión.

De alguna forma la alcaldía del común es el último reducto organizativo de la comunidad indígena, desde ahí se vela por la protección de los derechos culturales y humanos de la comunidad. También vela por mantener diversos aspectos de la espiritualidad náhuat como ceremonias, la tradición oral y la espiritualidad.

Esta organización tiene como una de sus principales limitaciones el no contar con un asidero legal dentro de un marco constitucional por estar basada en la tradición. Esto provoca que sus decisiones no sean vinculantes para el Estado, los gobiernos de turno y los gobiernos locales. Pese a esto la Alcaldía trata de visibilizar los derechos y aportes de la comunidad indígena que representa, lucha contra el racismo y la poca atención del Estado para con los integrantes de la comunidad de ascendencia indígena.

En el caso de la alcaldía indígena de Santa Lucía de Utatlán ha presentado una continuidad desde tiempos prehispánicos y ha tenido una evolución en los nombres que se le han dado. Antes de la llegada de los españoles se le llamó Ajpop (Reyes K’iches), tiempo después se conoció como K’amol B’e Tinamit y en la época colonial se llamaron cabildo de indios, después de la firma de los acuerdos de paz en 1996 alcaldía indígena y más recientemente se le denomina municipalidad indígena siendo el nombre que tiene en la actualidad.

Esta organización se rige por un numero de 13 a 20 personas, que es un numero basado en el calendario maya.

Los cargos dentro de la municipalidad indígena son:

Primer alcalde “Nab´e k´amol b´e” (es el que coordina las actividades y es el que traslada toda la información a todos sus compañeros).

Segundo Alcalde. “Rukab´ k´amol b´e” asume la responsabilidad del primer alcalde en caso que esto no asistiera.

Secretario “ajtz´ib´” es el encargado de hacer las redacciones que se necesiten por ejemplo las actas de las sesiones.

Tesorero.” K´olol rajil” es el encargado de ser observador de los posibles fondos que se manejan y los cargadores que son: primer cargador, segundo Cargador, tercer Cargador. Son los que acompañan al primer alcalde a tomar decisiones en conjunto.

El municipio indígena se compone por comunidades y cada comunidad elije a una persona que la representa a través de asambleas comunitarias que son conformadas por: principales del pueblo que representan a los integrantes de la comunidad. También las diferentes organizaciones de la comunidad envían representantes; por ejemplo, una representación de las tejedoras, de las comadronas, los guías espirituales y de la sociedad civil. El tiempo de servicio de estos cargos varía de uno a cuatro años y hasta de forma vitalicia. En ningún puesto se recibe una remuneración económica así es llamado Chak patan (servicio comunitario).

La municipalidad indígena no tiene vínculos con las autoridades estatales. Sus principales funciones son la defensa de los derechos de las comunidades indígenas, la defensa del territorio, administrar la justicia y el diálogo bajo los principios de Chak patan (Servicio a la comunidad), tob´anik (ayuda mutuo), komon (compartir), utz kab´ano (hacer el bien), pixab´ (consejo), k´ix (vergüenza), k´yoq (ley de la compensación), nimanik (obediencia), q´uch (trueque), con el fin de garantizar el buen vivir.

Las funciones más importantes que tiene esta Alcaldía son: aplicación y administración de la justicia, prevención y erradicación de la violencia, fortalecimiento de la educación bilingüe e identidad cultural, implementación de la escuela de tejido, recuperación de la memoria histórica, promoción de las expresiones culturales, defensa del territorio, protección del ambiente, fortalecimiento de la participación de las mujeres, realizar asambleas comunitarias, empleo de la medicina maya ( plantas medicinales y comadronas) y el fortalecimiento de la identidad.

La organización indígena también enfrenta desafíos significativos que limitan su accionar y la proyección a la sociedad. Dentro de ellos podemos señalar los siguientes: desconocimiento de las funciones por parte de las nuevas generaciones, el poco reconocimiento legal por parte del Estado, lograr una efectiva articulación con los tres grandes pueblos originarios de Guatemala (Maya, Garifuna y Xincas), el machismo que limita la participación de las mujeres dentro de la organización y el que sus integrantes tengan poco conocimiento de los recursos tecnológicos para difundir información y socializar reflexiones sobre los problemas comunales.

En conclusión, las alcaldías indígenas tanto en Guatemala como en El Salvador cumplen funciones muy importantes para las comunidades que representan, tienen una continuidad histórica que ha permitido una cohesión social y política, requieren de mayor visibilización en sus respectivos países y hacen grandes esfuerzos por mejorar la calidad de vida de las poblaciones indígenas mediante la defensa de sus derechos culturales, territoriales y políticos.

*Docente de Estudios Sociales e investigador de asuntos indígenas. Trabaja actualmente como docente de secundaria y desarrolla actividades de acción social y educación cultural con territorios indígenas en Costa Rica. Ha investigado sobre temas indígenas en Centroamérica, como el caso de la práctica del telar en Panchimalco, El Salvador del cual se publicó un artículo en el Almanaque Escuela Para Todos 2023.

Le invitamos a ver el video del caso de la República de El Salvador.

Le invitamos a ver el video del caso de la República de El Salvador.

El video aborda la compleja situación de desarrollo y bienestar en la República de El Salvador, destacando sus desafíos persistentes a través de un enfoque crítico y reflexivo. Se centra en el testimonio de una paciente, personificada como el país mismo, que, a pesar de haber experimentado múltiples intervenciones y tratamientos económicos en el pasado, aún enfrenta problemas estructurales profundos.

La paciente (quien simboliza ser El Salvador) expresa frustraciones con tratamientos anteriores que no han dado resultados satisfactorios como autoritarismos, privatizaciones, ajustes estructurales y beneficios fiscales para empresas, los cuales no han logrado mejorar sus condiciones de pobreza y desigualdad.

El video destaca la necesidad urgente de un nuevo enfoque de desarrollo inclusivo y sostenible, que no solo aborde la economía, sino también considere la distribución de la riqueza, el bienestar social y el respeto al medio ambiente. La paciente expresa el deseo de recibir un tratamiento integral con diversas opiniones y un plan transparente, enfatizando la importancia de evitar soluciones unilaterales que puedan tener efectos adversos en otros aspectos de su sociedad.

Democracia a la carta

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

El anuncio de los resultados en las elecciones nacionales celebradas el domingo 4 de febrero en El Salvador, solo confirmó la inminencia de un proceso a todas luces particular, por no decir otra cosa.

Se ha confirmado que Nayib Bukele, presidente en funciones y candidato plenipotenciario de su partido Nuevas Ideas, ha triunfado con un 82,66%, una de las cifras más demoledoras y contundentes de la historia de ese país. Cualquier lector medio interpretaría este porcentaje como un espaldarazo voluntario del pueblo que eligió en un segundo periodo a aquel que no asistió a un solo debate ni presentó una nueva propuesta de plan de gobierno, centrándose en solo un tema: la seguridad, es decir, el mantenimiento del régimen de excepción que ha instalado como política pública en su país.

Razón tendrá ese lector promedio en su interpretación. Razón a medias.

Con un discurso único relacionado con la disminución visible de la tasa de homicidios en el que otrora fuera uno de los países más violentos del mundo, Bukele basó su estrategia de ir por encima de los argumentos constitucionales acerca de la reelección, para lograr presentarse ante el electorado salvadoreño como la salvación posible.

Las dudas sobre la validez del proceso electoral del domingo 4 de febrero son muchas y evidentes. La autoproclamación del triunfo aún sin conocer las versiones oficiales del órgano electoral solo alimenta la sospecha de un proceso amañado y falto de sustento. Las denuncias sobre material electoral adulterado son incontables.

Llevarle la contraria al presidente del tweet puede ser contraproducente. Cientos de personas civiles, profesionales y de actividad laboral comprobada, han sido detenidas y confinadas por “sospechas”, dados sus atributos físicos, tatuajes de por medio, entre otras raras causas para el confinamiento.

Hoy, desaparecidos, engrosan tal vez la lista de ingresados en esa vergüenza de centro de detención que Bukele y sus secuaces políticos y académicos tanto en El Salvador como en otros países de la región, defienden como una cárcel modelo, para acabar con el flagelo de la violencia en este país.

El mismo día de las elecciones, miembros de sociedad civil, académicos comprometidos y desafectos con el gobierno bukelista y organizaciones sociales, artísticas y políticas denunciaron la detención ilegítima del ciudadano canadiense-salvadoreño Carlos Bucio Borja, por aparentemente haber cometido desacato por leer de forma pública y en un centro de votación los seis artículos de la constitución salvadoreña que prohíben y penalizan la reelección.

Cuando la democracia tiene precio y está ofrecida a la carta, como en el caso salvadoreño, poca esperanza queda. Aún no es posible dimensionar las millonarias ganancias que se han granjeado las industrias carcelarias de naturaleza pública y privada que han sido favorecidas con la política de cero violencia, impulsadas por Bukele.

Los populismos tienen la peligrosa acción de marear a las mayorías con ideas básicas pero bien hilvanadas. Despertar una respuesta colectiva y contundente es un imperativo y urgencia, en una sociedad que está pagando muy cara su opción por esos peligrosos populismos.

Esperemos que su memoria no sea corta.

Elecciones en El Salvador, claroscuros de una democracia burlada

El programa «Elecciones en El Salvador, claroscuros de una democracia burlada» de La Mesa Redonda Con Sergio Marin Cornavaca, aborda diversos aspectos relacionados con las elecciones en El Salvador y las municipales de Costa Rica. La conversación tiene un enfoque crítico sobre los resultados y las acciones de los involucrados, particularmente del presidente Nayib Bukele. Se cuenta con la participación de el historiador costarricense Vladimir de la Cruz. 

Primero se señala la controversia en torno a los resultados de las elecciones, donde el magistrado del tribunal electoral no había declarado oficial el triunfo de Bukele, a pesar de que el sitio web del tribunal reportara una clara ventaja del oficialismo con más de un millón de votos, y Bukele ya anunciara su gane. Esta discrepancia entre los datos reportados y la declaración oficial genera cierta desconfianza sobre la transparencia del proceso electoral y la legitimidad de los resultados.

Los expositores abordan la gestión de Bukele para controlar las maras en El Salvador y como esta ha sido un factor clave en su creciente popularidad. Sin embargo, esta estrategia también ha generado preocupaciones sobre un posible autoritarismo en su gobierno. Y aunque se reconoce la necesidad de abordar la delincuencia y la inseguridad, existe el riesgo de que las medidas implementadas por Bukele para combatir las pandillas pueda llegar a erosionar las instituciones democráticas del país. 

Se realiza un análisis comparativo con la historia política de Costa Rica, se resalta la tradición de reelección de presidentes en el siglo XIX y los cambios constitucionales que han moldeado el sistema político del país. Se mencionan casos de reelección exitosa y los desafíos enfrentados por los gobiernos en términos de legitimidad y poder político.

Este programa de La Mesa Redonda Con Sergio Marin Cornavaca ofrece una reflexión crítica sobre las elecciones en El Salvador, destacando las ambigüedades y desafíos en el proceso electoral, así como las implicaciones políticas y sociales de los resultados. La comparación con la historia política de Costa Rica permite enriquecer dicho análisis y proporciona perspectivas históricas para entender mejor el contexto político actual en El Salvador.

Compartimos el video del programa:

“Denunciamos la captura ilegal, inmoral e ilegítima del ciudadano salvadoreño-canadiense Carlos Bucio Borja” cuando leía artículos de la Constitución en un centro de votación

Nosotros, los abajo firmantes, escritores y artistas salvadoreños, denunciamos ante la comunidad salvadoreña e internacional, la captura ilegal, inmoral e ilegítima del ciudadano salvadoreño-canadiense Carlos Bucio Borja, acaecida en el marco de las elecciones de presidente y asamblea legislativa este domingo 4 de enero de 2024, por parte de elementos de la Policía Nacional Civil (PNC).

Bucio Borja leía los seis artículos de la Constitución salvadoreña que prohíben y penalizan la reelección presidencial, tanto a quien trate de ejercerla como a quienes la apoyen. Además citó palabras de Monseñor Óscar Arnulfo Romero, canonizado en 2018 por la Iglesia Católica. Esto sucedió en el centro de votación del Centro Escolar Concha viuda de Escalón, en San Salvador. En ese momento, alrededor de seis elementos de la PNC lo sacaron, le decomisaron sus documentos mientras activistas y militantes del Partido Nuevas Ideas lo ofendían y pedían su captura. Hemos sabido que será ingresado al centro de detención conocido como el Penalito, lugar donde son llevado los capturados en el marco del Régimen de Excepción, acusados de pertenecer a pandillas.

La relección presidencial en El Salvador es un hecho cuestionado al interior y exterior del país, sin embargo las elección se están realizando, el gobierno de Nayib Bukele, que controla todas las instituciones del Estado, hasta la fecha no ha derogado la Constitución de la República, tampoco han decretado que  leerla públicamente sea un acto que subvierta el orden, o sea un acto subversivo, en ese sentido, que Carlos Bucio Borja haya sido capturado por leer la Constitución en un acto cívico, es una clara violación al  derecho a la libertad de pensamiento y expresión; considerar lo anterior como un delito solo confirma que en El Salvador ya estamos viviendo una dictadura.

Hacemos el llamado a intelectuales, artistas, escritores, instituciones nacionales e internacionales y defensores de derechos humanos, a sumarse a esta denuncia y a evidenciar las graves violaciones a los derechos humanos en El Salvador.

Firman

Otoniel Guevara, poeta. El Salvador
José Antonio Domínguez, poeta y abogado. El Salvador
Tania Molina, poeta, cantante, partera y artista circense. El Salvador
Rainier Alfaro Bautista, poeta. El Salvador
Alfonso Fajardo, poeta. El Salvador.
Juana M Ramos, poeta, académica y escritora. El Salvador.
Tony Peña, docente universitario. El Salvador.
Jorge Haguilar, poeta y docente universitario. El Salvador.
Moisés Ramos Guerra, cantautor. El Salvador.
César Lazo, poeta, Honduras.

UCR: Un nuevo  juvenicidio está ocurriendo en la región centroamericana

Fotografía: archivo OCI, UCR.

Pronunciamiento

Comunicado de académicos y académicas

En ocasión de la realización del VI Simposio “La hora de la política: juventudes, transiciones y transformaciones actuales en América Latina” celebrado entre el 18 y 22 de septiembre de 2023 en San José Costa Rica, académicas y académicos de Latinoamérica, hacemos pública nuestra preocupación y alarma ante las graves vulneraciones a los derechos humanos de las juventudes, que se están cometiendo en algunos países centroamericanos.

En El Salvador durante los últimos 18 meses el Estado ha implementado como política de seguridad, un régimen de excepción que ha suspendido derechos fundamentales e impulsado una estrategia de capturas arbitrarias masivas, principalmente de jóvenes pobres bajo figuras penales difusas y ambiguas.

En el marco de la denominada guerra contra las pandillas, miles han sido detenidos y encarcelados por su condición juvenil, por vivir en una zona pobre y estigmatizada, por parecer sospechosos, o simplemente, por ser parte de una cuota diaria de detenciones impuestas a policías y militares. Organizaciones de derechos humanos han documentado que al interior de las cárceles están ocurriendo de forma sistemática torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes, desapariciones forzadas y muertes bajo custodia, prácticas que están convirtiendo a las prisiones en auténticos centros de exterminio juvenil. A la vez, la criminalización de este sector de la población y la retórica deshumanizante que enarbola el gobierno de Nayib Bukele, está sometiendo a la población juvenil a condiciones de mayor precarización, exclusión social, migración forzada y al borramiento físico y simbólico de su cultura e identidades.

En Honduras, una réplica en menor escala del régimen de excepción salvadoreño fue adoptada por el actual gobierno desde diciembre de 2022. Detenciones arbitrarias masivas están siendo ejecutadas en más de la mitad del territorio hondureño, cuyos habitantes están enfrentando la suspensión de derechos fundamentales como la inviolabilidad de la morada, la libertad de circulación y de asociación. Estas medidas que involucran una respuesta militarizada a la inseguridad, están abriendo la puerta a graves vulneraciones a los derechos humanos de las juventudes que viven en comunidades pobres y estigmatizadas, como ocurrió en el pasado reciente.

En Nicaragua en el contexto de la profundización de la dictadura de Daniel Ortega, se ha articulado una estrategia de violenta persecución en contra de jóvenes organizados que ha derivado desde 2018 en asesinatos, detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, torturas, persecución y exilio. A la vez, se ha comprometido el futuro profesional de miles de jóvenes universitarios nicaragüenses, tras la intervención, cierre y cancelación legal de más de 28 universidades privadas por parte del gobierno, en represalia por sus posturas
críticas.

Ante este panorama regional, es imperativo alertar a la comunidad internacional sobre el nuevo juvenicidio que está teniendo lugar en la región centroamericana, en el marco de los populismos autoritarios que están proliferando en la región, y exigir a los gobiernos centroamericanos el respeto a los derechos humanos de las juventudes y la suspensión de toda forma de violencia institucional que ahora se ensaña contra este importante sector de la población. Poner la labor académica al servicio de los derechos humanos es en la actualidad un imperativo ético y moral.

(Este comunicado fue conocido también por el grupo JUVENICIDIO(S): violencias y resistencias sociales, algunas/os integrantes decidieron adherir el pronunciamiento. Sus firmas constan como parte de este documento).

Firmado en San José, Costa Rica. Septiembre 2023 por:
1. Dra. Andrea Bonvillani. Profesora Facultad de Psicología, Universidad Nacional de Córdoba e Investigadora CONICET-Argentina
2. Lic. Cynthia Daiban. Docente en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA)
3. Lic. Mario Alberto Araya Pérez. Investigador Centro Agenda Joven en Derechos y Ciudadanía. Universidad Estatal a Distancia
4. M.Sc. Mónica Vul Galperín. Investigadora Instituto Investigaciones Psicológicas. Directora Programa de Interés Institucional en Violencia y Sociedad. Universidad de Costa Rica
5. Dra. Ilka Treminio Sánchez. Coordinadora de la Cátedra de Centroamérica. Universidad de Costa Rica.
6. Dr. Alfredo Nateras Domínguez. Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa. (México)
7. Dra. Miriam Kriger. Universidad de Buenos Aires.
8. Eva Da Porta. Universidad Nacional de Córdoba
9. Juan Dukuen. Investigador CONICET Argentina. Docente Universidad de Buenos Aires.
10.Diego Higuera Rubio. Antropólogo y magister en ciencias sociales. Docente programa en pedagogía. Universidad pedagógica nacional de Colombia.
11. Dr. Pablo Francisco Di Leo. Investigador del CONICET. Docente de la Universidad de Buenos Aires.
12.Luciana Guglielmo. Dra. en Comunicación. Universidad Nacional de La Plata UNLP.
13. Dra. Mariana Lerchundi. Auxiliar docente UNRC. Investigadora ISTE/CONICET.
14. Lic. Ignacio Robba. Universidad de Buenos Aires.
15.Maikol Picado Cortes. Docente – Investigador. Centro Agenda Joven en Derechos y Ciudadanía. Universidad Estatal a Distancia.
16. M. Sc. Jeannette Aguilar. Profesora Escuela de Psicología/Investigadora Centro
de Investigación y Estudios Políticos. Universidad de Costa Rica.
17.Igor Israel González Aguirre, Profesor Investigador adscrito al Departamento de Estudios sobre Movimientos Sociales, Universidad de Guadalajara.
18. Dr. Óscar Ramón López Carrillo. Profesor Investigador del Departamento de Estudios Sobre Movimientos Sociales (Universidad de Guadalajara).
19. Dr. Javier Tapia Balladares, Director del Instituto de Investigaciones Psicológicas, Escuela de Psicología – Universidad de Costa Rica
20.M.Sc. Kevin Brenes Valverde, Universidad de Costa Rica.
21. Lic. Fernando Jesús Obando Reyes, Centro Agenda Joven en Derechos y
Ciudadanía Universidad Estatal la Distancia – Costa Rica.
22.Dr. Carles Feixa. Universitat Pompeu Fabra (España)
23. Dr. Mario Zúñiga Núñez. Profesor Escuela de Antropología/ Investigador Centro
de Investigaciones Antropológicas. Universidad de Costa Rica.
24. Dr. Onésimo Rodríguez. Director. Centro de Investigaciones Antropológicas.
Universidad de Costa Rica.

Mi reciente visita a El Salvador

Javier (Bato) Quintero

Días atrás un compañero del sindicato del Sector Eléctrico de El Salvador, Joselito Acosta, nos invitó a visitar su país a finales de setiembre y principios de octubre, y además su organización. Después de pensarlo un poco decidí aceptar la invitación.

Allí fui con mi amigo y compañero de mil y una batalla, Sergio Saborío Brenes, ambos dirigentes jubilados del sindicato SITET y del cuerpo de asesores de nuestra querida Confederación de Trabajadores Rerum Novarum.

Mi idea era a pasear, pero esto fue solo en parte porque después de llegar, cambió un poco el panorama y tuvimos algunas reuniones con desayunos, almuerzos y cenas con trabajadores y empresarios para hablar y compartir experiencias, y así enriquecernos recíprocamente. Además, tuvimos mucho trabajo porque nos pusieron a exponer la situación actual del Costa Rica en referencia a las leyes que han impuesto los entes internacionales financieros, y además, exponerles la historia de nuestra Confederación según el documento “El 30 Aniversario de la CTRN y sus Congresos”. Además, su cartilla ideológica y el panorama sindical desde nuestra perspectiva. Eso para mí fue muy bonito y emotivo porque tenía más de 10 años de no hablarle a las personas y a los grupos de trabajadores y eso me rejuveneció y fue una experiencia muy bonita.

Había visitado dos veces El Salvador, hace más de 20 años y la más reciente hace 8 años; en ambas visitas iba con el prejuicio de la inseguridad que se oía y vivía: en ese tiempo pude ver las urbanizaciones donde las maras cobraban el peaje por entrar a las comunidades, y los que vendían sus productos en pequeños chinamos, ellos también tenían que pagar por el derecho al trabajo. Recuerdo que estando en la casa de un amigo, le dije que iba al super a comprar algo para tomar y me dijo, “Dios guarde salir solo, aquí no se puede hacer eso”. Así pude ir con otro compañero para observar a la comunidad temerosa, con cara de angustia y asustada, familias enteras de clase media, abandonaban sus lindas casas y se iban a vivir a otros lugares dejando todo su patrimonio, aquello era espantoso.

Pero ahora anduvimos por varios lugares, centros de trabajo, hablando con el pueblo y algunos patrones y es increíble, yo lo defino como un milagro ver con qué tranquilidad y paz se vive ahora en dicho país. Tuvimos las posibilidades de reunirnos toda la semana en los diferentes lugares de trabajo del sector eléctrico que son empresas privadas. Las condiciones laborales son muy buenas y los dueños son norteamericanos y son accionistas, también estas las vendieron a los trabajadores salvadoreños; pero algunos dejaron de comprarlas y hoy están arrepentidos al ver cuando se reparten sus utilidades. Tener claro que el objetivo de los inversionistas es sacar la mayor ganancia posible y así llevárselas a sus países de origen, pudiendo en este caso quedar el dinero en El Salvador para reinvertirlo en su desarrollo.

El Sindicato tiene contratos colectivos que es algo similar a lo que tenemos en Costa Rica con el nombre de convenciones colectivas, y la verdad es que tienen buenos derechos, estabilidad y paz laboral, solo falta que lleguen los Libertarios de Costa Rica para que planteen recursos ante la Sala Constitucional; pero aquí no se podría porque son empresas privadas.

Si es de preocupar cuando me contaron que una persona para jubilarse en El Salvador sólo recibe un 40 % de su salario, esto sí es de estudio y nosotros los ticos tenemos que verlo como una advertencia principalmente para los trabajadores activos y jóvenes para prever el futuro, porque esto es real.

También, al margen, comentarles que en estos días en la República del Paraguay se conoció un proyecto de ley para olvidar, y es que los trabajadores se pensionen a los 75 años cuando el promedio de vida es de 72 años, en la de menos en Tiquicia algún diputado de esos, copie y planteé algo similar e inhumano, esto es una bestialidad.

También hicimos consultas entre los trabajadores, les preguntamos que si ellos volverían a votar por Nayib Bukele y respondieron a ojos cerrados vamos con él, porque nos dio La Paz y nadie dijo lo contrario, aclarar que la Constitución de este país impide la reelección; pero en la Asamblea Legislativa tiene la mayoría, es casi un hecho la reforma para quedarse 5 años más en el poder, aunque sí creen que siempre hay corrupción, desempleo y pobreza, pero están felices por la situación que se vive en dicho país y resaltan también la buena labor del Presidente y la forma como enfrentó el mal de la pandemia que fue excelente, donó $300 a cada familia y además alimentos como arroz, macarrones y atunes; los hoteles 5 estrellas los convirtió en hospitales donde los pobres fueron atendidos con igualdad de condiciones para todos.

Hacer notar que se ve el desarrollo en la infraestructura de país, como lo es en las carreteras, que por cierto no hay que pagar peajes, porque el dinero lo sacan como aquí del impuesto al ruedo y en ninguna carretera se ven las largas presas por ese efecto; pero aquí en Costa Rica nos aplican el doble pago. Vimos construcciones de hospitales, acueductos, subterrado de todas las líneas eléctricas para más seguridad y el ornato de las ciudades, escuelas y huele a prosperidad.

Dejar claro que la gente también está preocupada porque piensa que al reformarse la Constitución Política podría llegarse a la dictadura, como ejemplo enviará a la Asamblea Legislativa un proyecto de Ley para reformar el Código de Trabajo que en principio pareciera que afectará los derechos de los trabajadores, y en este momento está despidiendo dirigentes sindicales sólo por defender sus derechos, sin el debido proceso en este caso del sector de Salud y de Obras Públicas.

Yo soy un defensor de la democracia y creo ferviente en la separación de los poderes y en el debido proceso, por lo que en parte me parece injusto meter a la cárcel o mejor dicho coartarle su libertad a una persona sin la debida defensa, pero eso debe de verse como costo – beneficio, ya tienen más de 70.000 Maras en las cárceles, a estos grupos se les conoce como salvatruchas y sus actividades están la violación, narcotráfico, extorsión, contrabando de armas, secuestro, robo y asesinatos por encargo, entre otras, por lo que la policía los identifica y los detienen al tener tatuajes en su cuerpo con los números 13 y el 18 para resaltar el número de su pandilla; esos que mataban a los adultos, mujeres, niños, comerciantes sin ninguna contemplación por lo que hoy la gente sale a caminar en las noches a pasear, visitar sus familias y disfrutar la vida en completa seguridad.

Si manifestar que discrepo de Bukele porque lo oí decir que el Acuerdo de Paz fue una patraña y la verdad es que con este, se salvaron muchas vidas en toda Centroamérica y los presidentes que lograron esto fue un verdadero acierto y entre ellos Oscar Arias Sánchez, quien recibió el Premio Nobel de la Paz y la verdad, honor a quien honor merece, porque todo hay que ubicarlo en el tiempo y en el espacio, por eso habría que trasladarse a los años 1992 al 1996 donde había muertos por todo lado, además es notoria su prepotencia, pedantería y la falta de respeto de este señor para con la prensa, olvidándose de uno de los principios de los cristianos que es la humildad, y este tipo es muy parecido a un personaje en Costa Rica que debe darse cuenta que para algunos es el prototipo de la repugnancia.

Por otro lado, nos llevaron a conocer algunas provincias que aquí se les llama departamentos como San Salvador que es la capital con mucho movimiento; San Miguel ciudad muy colonial; Santa Ana donde hay una iglesia muy bonita, llena de luces y en la noche ahí vimos la gente feliz y los pequeños negocios ofreciendo sus productos, aquí nos hablaban de que ahora pueden visitar a sus familiares, salir de sus casas. Luego fuimos a una playa cerca del aeropuerto que es muy linda y los turistas felices de estar en tan lindo lugar.

En fin, hoy agradecer a nuestros hermanos sindicalistas por las experiencias vividas y hoy podemos manifestar que visitamos un territorio muy diferente y marcado por la tranquilidad y gracias a Dios llegó La Paz a las familias y que Dios bendiga a nuestro país hermano El Salvador.

Imagen tomada de Pinterest.

Bukele y las maras en El Salvador

Alberto Salom Echeverría

(Segunda parte).

Como se desprende del ensayo escrito la semana anterior, las maras salvadoreñas surgieron como organizaciones para delinquir desde su origen en Los Estados Unidos. Pero, eso sí, agremiados frente a sus poderosos agresores, de origen mexicano y afrodescendientes principalmente, que los discriminaron desde el día uno, porque los consideraban competidores “desleales” por la obtención de los empleos que se ofrecían a la mano de obra más barata, la de los inmigrantes “ilegales”, fincados originariamente en Los Ángeles y San Francisco, en el Estado de California.

En el fondo se trataba de una lucha por la subsistencia que, incitó a los inmigrantes ilegales, una vez más, en este mundo descarnado a un enfrentamiento entre los desdichados de siempre, desprovistos de todos los bienes de fortuna; una lucha entre los que se encuentran “en el fondo del saco”. Así es, suena horrible, pero es la verdad, en lugar de unirse frente a sus verdaderos explotadores y extorsionadores de siempre, que les pagaban -y les pagan todavía- paupérrimos salarios (si merecen llamarse así), se precipitaron a esquilmarse entre ellos en una vorágine de destrucción y muerte.

Entrada la década de los años ochenta, debieron regresar a sus países de origen, especialmente se dirigieron a los tres países del triángulo norte del Istmo (Guatemala, El Salvador y Honduras), derivado de su expulsión de los Estados Unidos. En el Salvador y en los otros dos países se radicalizó su comportamiento delincuencial, ya fuera ligándose al narcotráfico, mediante actividades terroristas que atemorizaron a la población en general, el robo y la extorsión para obtener recursos económicos, así como el blanqueo de dinero, amén de cultivar el proxenetismo, el secuestro y el tráfico de armas.

Estrictamente hablando, fueron treinta largos años que actuaron las maras, sin que los respectivos gobiernos los hubiesen logrado controlar.

Concretamente El Salvador se convirtió, de acuerdo con la información policial, en el país con más homicidios per cápita del mundo, evidentemente una estadística nada envidiable en ninguna parte.

Por fin, se le atribuye al gobierno de Nayib Bukele, que inicia sus labores el 1 de junio del 2019, haber desarticulado radicalmente a las maras en El Salvador, mediante un plan denominado “Control Territorial”; un año después, en el 2020 había disminuido la alta tasa de criminalidad de homicidios intencionales, en un 51.3%. La actividad gubernamental no escatimó ningún recurso logístico militar, ni económico; ya fuera legal o ilegal para movilizar al ejército y la policía con el objeto de diezmar a las pandillas. (Cfr. “ONU pide a El Salvador investigar presuntas violaciones de derechos humanos”. Deutsche Welle. 21 de abril del 2020. Véase, además González, Marcos. -1 de junio del 2020- “Un año de Gobierno de Bukele en El Salvador: el contraste entre el aplastante apoyo que mantiene en el país y las acusaciones de abuso de poder en su contra”. BBC, News Mundo.)

Consecuentemente, los procedimientos empleados por el gobierno de Bukele para enfrentar a las maras por medio del ejército fueron, en muchas ocasiones, igualmente violentos e ilegales que los que habían utilizado las pandillas de delincuentes mareros. Aún más, investigaciones periodísticas señalaron que hubo hasta negociaciones en la penumbra, entre funcionarios gubernamentales y secciones de las tres principales organizaciones de mareros en El Salvador para lograr plasmar los objetivos gubernamentales. (Cfr. Rentería, Nelson. “El Salvador murder rate plummets; study says gangs may have informal pact with government.” Reuter, 8 de Julio del 2020. Véase también “Salvador, le président Bukele aurait -aussi- négocié avec les gangs” Courrier International -en francés- 8 de setiembre del 2020. Citado en el sitio web: es.wikipedia.org/wiki/Nayib_Bukele#cite_note-courrier-18).

Todavía en marzo del 2022, a petición del Poder Ejecutivo salvadoreño, la Asamblea Legislativa, ya por entonces controlada por Bukele, declaró el “régimen de excepción” en el país, porque la ola de homicidios, después de haber descendido como quedó mencionado, se reactivó. (Cfr. “Bukele sanciona régimen de excepción que entra en vigor el mismo día.” Diario El Mundo, 27 de marzo del 2022. Cuando el “régimen de excepción” cumplió 445 días, el 14 de junio del 2023, se decretó una ampliación del mencionado decreto.)

Organizaciones de Derechos Humanos nacionales y extranjeras, denunciaron violaciones de estos derechos cometidos por las fuerzas represivas del Estado contra delincuentes, por la forma arbitraria como fueron aprehendidos y encarcelados o asesinados, frecuentemente al margen de la ley; pero también porque en las redadas que se llevaron a cabo en las comunidades, fueron cruelmente maltratados y asesinados también individuos que, o no tenían vinculación alguna con las “maras”, o eran personas que habían sido incorporadas a ellas mediante la extorsión por las organizaciones de mareros. Muchas de estas personas inocentes sobrevivientes, todavía se encuentran pagando por delitos que no cometieron, junto a los delincuentes. Por asimilación con el procedimiento de la “pesca de arrastre”, que recoge del fondo marino todo lo que aparezca, sea o no el objetivo de la pesca, y que provoca una salvaje destrucción de los ecosistemas, es posible llamar a estas redadas del ejército y la policía en las comunidades salvadoreñas como “de arrastre”, porque allí se aprehende a todo aquel ser humano que se encuentre presente, pertenezca o no a la organización delincuencial objeto de la arremetida del ejército y de la policía.

El gobierno de Bukele, por el hecho de haber reducido (o hecho desaparecer) a las maras en El Salvador, cuenta con gran prestigio entre la población en general, ya que, esta se ha visto liberada de la amenaza de asesinato, secuestro o extorsión constante que los delincuentes creaban en el país. Sin embargo, la controversia no desaparece por eso. En primer lugar, las causas que provocaron la emigración de salvadoreños hacia los Estados Unidos, la pobreza y pobreza extrema, el hambre que los afligía y agobiaba, siguen estando presentes. Bukele y su gobierno han logrado prácticamente hacer desaparecer a las “maras”, pero, insisto, no las causas que originaron su emergencia. Por lo tanto, el riesgo de que un fenómeno tan pernicioso y que ha provocado tanto desastre y dolor se repita, está latente. En segundo lugar, hay un debate, que está instalado en las comunidades salvadoreñas, en la sociedad civil, entre las organizaciones de derechos humanos, tanto dentro del país como en el extranjero, sobre la validez de muchos de los procedimientos empleados para repeler la delincuencia. Como se ha venido señalando, la embestida del ejército no solo tuvo que ver con la población delincuencial y el lumpen que circundaba a las “maras”, sino que, alcanzó a muchos que se vieron obligados por extorsión a incorporarse a ellas; así como a otros inocentes, cuyo único vínculo con las organizaciones de delincuentes era el haber tenido un padre, una madre, un hijo o una hija, un hermano, un pariente en las organizaciones de delincuentes, o simplemente una amistad, o alguna persona conocida. Sin embargo, estos últimos, libres de toda culpa, sin haber sido juzgados siquiera, ahí se encuentran encarcelados y maltrechos siguiendo semejante destino que aquellos que incurrieron en graves delitos, a los que así se les trata, de la peor manera.

Bukele carece de un verdadero proyecto político; inició sus pasos en la política en el seno del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), organización de izquierda a la que representó en dos oportunidades: una vez en calidad de alcalde en el municipio de Nuevo Cuscatlán, desde el 1 de mayo del 2012, al 30 de abril del 2015; la segunda cuando fue electo alcalde de San Salvador del 1 de mayo del 2015, al 30 de abril del 2018. Estaba tan identificado en ese momento con el FMLN, que llegó a expresar en una oportunidad inclusive lo siguiente: “Soy de izquierda radical”. En la misma entrevista declaró que tenía 12 años de trabajar en publicidad para el FMLN. El entrevistador le pregunta “¿Y por qué ingresó al FMLN?” A lo que Bukele responde: “Es que soy de izquierda; toda la vida he sido de izquierda y mi pensamiento es de izquierda y no veía otra opción más que el FMLN…” (Cfr. Dalton, JJ. 3 de setiembre del 2012. “Nayib Bukele, soy de izquierda radical.” https://web.archive.org/web/20121011085434/http://www.contrapunto.com.sv/partidos/nayib-bukele-soy-de-izquierda-radical).

A los pocos años de estas declaraciones, entra en severas discrepancias con la organización a la que tan fielmente decía representar, por lo que fue expulsado del FMLN. (Cfr. Laguan, Jonathan. -10 de octubre de 2017-. “Nayib Bukele, expulsado del FMLN por estas razones”. La Prensa Gráfica.) Después de su salida del FMLN forja su propia organización, y hasta se inscribe a participar en las elecciones para aspirar a la presidencia de la República, primero por un partido de centro izquierda denominado Cambio Democrático, el cual fue proscrito por el Tribunal Supremo de Elecciones. (Cfr. Morales, Napoleón. -28 de julio, 2018- “Así explica Bukele a CNN su paso por 4 partidos políticos”. La Página). Frente a este hecho, finalmente se inscribe con un partido de centro derecha, conocido en El Salvador como GANA, con el cual resulta electo a la presidencia de La República, por una mayoría absoluta de los votantes, en la primera ronda electoral. (El porcentaje de su elección fue del 53.10% de los votantes. Véase al efecto: “Elección presidencial 2019: Total nacional”. San Salvador, Tribunal Supremo Electoral.) En subsiguientes entrevistas ha declarado que no cree en ideologías y que él es un político pragmático. En la mayor parte de los estudios académicos que se han realizado, y en algunos medios de prensa se le cataloga ahora como un político autoritario y “populista”, de “centro derecha”. (Cfr. “Con un Congreso aliado, Bukele gobernará sin obstáculos en El Salvador.” France 24 AFP. 30 de abril del 2021).

Después de febrero del 2021, ocasión en la que se celebraron elecciones de medio período para elegir diputados a la Asamblea Legislativa, el partido “Nuevas Ideas” de Bukele, por un diferendo entre el presidente Bukele y el poder judicial, forja una alianza en el Congreso de la República con otras organizaciones de derecha y se destituye a magistrados propietarios y suplentes de la Sala de lo Constitucional, así como al fiscal general. (Cfr. “Crisis brewing as Salvador´s Congress votes out top Judges. Al Jazeera” -en inglés- 2 de mayo del 2021. Archivado desde el original, el 17 de mayo del 2021). De estos acontecimientos, deviene un control férreo de parte de Bukele del Estado salvadoreño, con lo cual se afianza el poder autoritario que ya había comenzado a manifestarse en las acciones acometidas contra las “maras”, tal como quedaron descritas anteriormente. Recientemente, en una interpretación de la Constitución, se aprueba la posibilidad de su reelección como presidente de la República, cargo al que aspira mediante su participación en el proceso electoral que se llevará a cabo en el 2024.

De resultar electo, como todo parece indicar, se habrá consolidado el presidencialismo autoritario y populista que ostenta Nayib Bukele en El Salvador.