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Etiqueta: empleo

Desempleo de personas con discapacidad: La norma más que la excepción

Luis Fernando Astorga Gatjens

En estos días, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) publicó la preocupante situación del empleo que actualmente enfrenta el país: La tasa de desempleo cerró al finalizar el año 2021, en 13,7 %. De acuerdo al INEC, el país tiene a 333 mil personas sin empleo y, por tanto, sin ingreso alguno. Mientras tanto el subempleo alcanza un 13, 1 % y hay casi un millón de personas dentro de la informalidad. Otro dato que también debe generar preocupación es que 217 mil personas tuvieron reducción de su salario o ingresos asociados a suspensión o reducción de jornada, o bien tuvieron que suspender la actividad propia o negocio durante la pandemia. Este sector afectado por esta situación alcanza el 10,3% de la fuerza laboral.

Como se puede apreciar, se trata de datos nada halagüeños en un contexto donde el gobierno hace malabares con las cifras para mostrarnos un crecimiento económico, que tiene como base de referencia la estrepitosa caída de la economía en 4,1 % que se dio en el pandémico 2020. Ese crecimiento económico relativo lo disfrutan, entonces, algunos sectores de la sociedad; no así los miles de personas que están desempleadas, subempleadas, tienen ingresos reducidos o padecen las limitaciones económicas y en derechos propios de la informalidad laboral.

Es muy probable que la cifra de desempleo sea un poco mayor, ya que hay un sector de la población en edad productiva que no está, debidamente, considerada en la investigación estadística, por la particularidad de ser personas con discapacidad. Se trata de un sector invisibilizado en muchos aspectos.

En sentido general, la metodología para determinar la Población Económica Activa (PEA), se hace indagando si la persona está trabajando en alguna actividad remunerada y, en caso que no lo esté, preguntando si ha realizado alguna gestión de empleo en las últimas cinco semanas. Si esa persona responde que afirmativamente, se considera que forma parte de la PEA pero está desempleada.

En caso de responder que no ha realizado gestiones de búsqueda de empleo en el lapso indicado, se coloca dentro de la Población Ecomómicamente Inactiva (PEI). Valga precisar que la PEI es el grupo de personas en edad de trabajar que no participan en el mercado laboral; es decir, que no realizan ni buscan desarrollar alguna actividad económica.

Aquí habría que considerar a las personas económicamente desalentadas o desanimadas. Y ahí, en primerísimo lugar se deben colocar a las personas con discapacidad en edad productiva, que no han realizado una gestión de empleo en las últimas cinco (o cuatro semanas, como fija el INEC), no porque no aspiren a conseguir un empleo sino porque han realizado múltiples gestiones –o conocen gestiones de otras personas con discapacidad–, con resultados reiteradamente negativos. Obviamente que tal experiencia termina por desanimarlas para seguir realizando gestiones de búsqueda de empleo. El estar chocando contra una pared que les dice que “no”, las persuade a que no realicen más gestiones.

El desempleo asociado a discapacidad tiene varias causas a considerar, siendo la principal la subvaloración y los prejuicios existentes que la mayoría de empleadores asocian con discapacidad. Los modelos prevalecientes en nuestro entorno socio-cultural tienden a subvalorar a las personas con discapacidad, en general y, más aún, cuando se trata de su independencia, su autonomía y su capacidad productiva y laboral. Otro factor que limita o impide la contratación de personas con discapacidad son las múltiples barreras de acceso físico, informativo y comunicacional, que se presentan en la gran mayoría de centros de trabajo. Dentro de esta misma barrera se puede incluir las condiciones ergonómicas inapropiadas que presentan muebles y equipos, que complican su accesibilidad para personas con discapacidad. En la suma de limitaciones se debe incluir asimismo la accesibilidad en el transporte público. En este rubro aunque podemos reconocer algunos avances, es más lo que sigue pendiente.

Hay otro valladar que también complica el acceso al empleo de las personas con discapacidad. Es la calidad de mano de obra que ofrece el sector. El limitado acceso a la educación y a la formación técnica que enfrentan las personas con discapacidad, les impide aprovechar las escasas oportunidades laborales que se han presentado en los últimos tiempos.

Se podría pensar que la otra opción laboral es a través del auto-empleo propio de pequeños emprendimientos productivos. Sin embargo, con tan escaso apoyo del Estado y con tantas obligaciones y requisitos, es una actividad casi vedada para las personas con discapacidad.

De esta manera, de ese 18, 2 % de personas con discapacidad en edad adulta dentro de la población nacional (ENADIS, 2018, INEC-CONAPDIS), un porcentaje reducido es el que tiene acceso al trabajo. Con ello, el desempleo es más la norma que la excepción.

Consecuentemente, el derecho al trabajo contemplado en la Ley 7600 (artículo 23) y en la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad (artículo 27), por ahora son más expectativa que realidad concreta, para la inmensa mayoría de las personas con discapacidad del país.

Desafortunadamente, en esta campaña electoral que ya llegó a su fin (por lo menos, en su primera ronda), la situación de discriminación y exclusión social que padecen las personas con discapacidad, no ha estado presente, en la urgencia y profundidad necesaria, ni en el diagnóstico, ni en los programas, ni en las intervenciones de los candidatos presidenciales. Y este debería ser un tema importante, tanto por el peso del sector poblacional como por el agravamiento de su situación general como consecuencia de la pandemia de la Covid-19.

En un deteriorado Estado Social de Derecho como el nuestro, las esperanzas de mejora en inclusión laboral para las personas con discapacidad están marcadas por la incertidumbre. Para revertir tal situación habrá que apostar a la movilización y la lucha de las personas con discapacidad y sus aliados, guiados por la consigna inevitable: ¡Sin acción, no hay derechos!

¿Qué producir para disminuir el desempleo? ¿Están las propuestas electorales bien encaminadas?

Jorge Hernaldo Jiménez Bustamante

A Costa Rica le pronostican un 17% de desocupación para el presente año, si no se llega a esa desesperante desocupación esta no bajará de un 14%. Ni aún si fuera un 12%, siempre es inaceptable para un país que necesita producir y emplear a sus jóvenes.

¿Que están proponiendo los candidatos a la presidencia para solventar esta acongojante y destructiva situación de desempleo? Si usted se informa, se dará cuenta que todos se refieren a crear condiciones favorables para el emprendimiento basadas en los siguientes medios: crédito, apoyo estatal, eliminación de trámites o hacerlos más fáciles, etc. Todo referido a cómo producir y con qué producir, o sea mejorar los medios.

Pero ninguno ataca la raíz del problema, el fin de la producción es satisfacer una demanda, o sea el problema se resuelve si sabemos qué producir, porque hay demanda insatisfecha o porque hay una demanda que podemos satisfacer desplazando a otros productores que sean menos eficientes y ofrezcan productos más caros que los que nosotros podríamos ofrecer.

Y para que eso tenga significado en la disminución de la desocupación, se requiere que desplacemos a los productos importados. Eso no está sucediendo porque los políticos le han dado muchas facilidades a la importación, siendo muy difícil competir con ellas, y las oportunidades de crecer para productos de exportación no han sido equivalentes. Y no estamos hablando de servicios ni de productos que emplean mano de obra profesional y técnica. Estamos hablando de mano de obra no especializada y manual, que es el sector donde hay desocupación. Pensemos que para lograr 100.000 mil empleos necesitamos crear 2.000 empresas nuevas o aumentar los empleos en las existentes, que den trabajo a 50 trabajadores cada una, o 20.000 de cinco trabajadores, o una combinación de ambas.

Y si pensamos que necesitamos el doble de empleos, como es la realidad, los emprendimientos deberían ser 4.000.

¿Cuánta inversión necesitaríamos para lograr estas metas? No menos de quinientos mil millones de colones, y tal vez más cerca de un millón de millones.

La Banca para el desarrollo tiene prestado de fondos de los bancos nacionales 132.865 millones de colones, y colocado en títulos valores 304.159 millones. ¿Por qué no se han prestado todos los fondos de la banca de desarrollo? “Porque no hay demanda”, dice el Banco Nacional. Volvemos a la pregunta inicial, ¿qué producir?

Mientras no haya una respuesta viable no habrá una solución de mediano o largo plazo. Nadie estará dispuesto a invertir, ni ningún banco estará dispuesto a prestar dinero, si no hay proyectos con viabilidad y con rentabilidad. Y para eso se necesita un mercado donde vender la producción. Mientras no haya mercado no habrá inversión y no habrá empleo.

 

Foto: Semanario Universidad.

¿Quién va a ganar las elecciones? Algunas reflexiones

Vladimir de la Cruz

Con frecuencia, desde principios de enero, me preguntan sobre el posible ganador de las elecciones, o mi opinión sobre los que están compitiendo en posibilidades de ganar.

Al día de hoy no tengo idea de quien pueda ganar las elecciones del próximo 6 de febrero. Las siento flojas, descoloridas, sin pasión por parte de los candidatos ni de sus partidos. Con malas consignas propagandísticas, sin contenidos importantes para los electores en general o para electores en particular.

Las encuestas no me atrapan aún en la visualización del posible ganador o de los posibles finalistas. Las encuestas se mantienen en márgenes inferiores al 20% para los candidatos que van adelante en ellas.

El número de partidos y candidatos mantiene todavía la incertidumbre de la escogencia de candidato y de partido, no del abstencionismo. El abstencionismo histórico, en promedio, desde 1953 hasta el 2018, anda en el 23%, y el abstencionismo desde 1998 hasta el 2018 ronda el 31%, lo cual indica que al menos el 70% de los electores se presenta a votar. Que un grupo decide a última hora su voto, puede ser. Tengo la sensación de que en esta ocasión el abstencionismo se va a reducir. Los electores van a terminar votando por alguien. No van a dejar que la elección se vaya como agua por las manos. El dedito va a funcionar…

En esta ocasión me parece, es lo que percibo, los ciudadanos escogerán entre los que tienen más posibilidades de ganar por lo que digan las encuestas y por lo que cada quien perciba, viendo hacia atrás, en el proceso histórico, entre aquellos que tienen mayores posibilidades, o que ya han sido gobierno, tomando en cuenta experiencia personal de los candidatos o de su partido. Pero las sorpresas siempre pueden darse al final.

A la brava, quienes quieren enfrentar candidatos, están escogiendo para sus entrevistas o para sus llamados debates presidenciales, a un pequeño grupo entre seis y ocho de los candidatos, al resto poca importancia les dan y poco los toman en cuenta.

Aquí todo puede suceder, como resultó en las últimas dos campañas electorales y de manera más precisa en la última, en el 2018, cuando quedaron fuera de la posibilidad de ir a la final los dos partidos históricos, la Unidad Social Cristiana y Liberación Nacional, que tradicionalmente había cogobernado el país, y que fueron sacados de participar en la segunda ronda electoral, alejándose de esa posibilidad de volver a gobernar. Si esto se volviera a repetir sin duda esos partidos tendrían que hacer una reingeniería política total de sus estructuras organizativas, de sus dirigentes nacionales y regionales, pero sobre todo de sus planteamientos políticos, porque en el fondo estarían siendo derrotadas, o poco gustadas, sus tendencias neoliberales. En el escenario no hay una fuerza política ni electoral antineoliberal fuerte. El traje de la defensa y fortalecimiento de la democracia liberal costarricense, de respeto al orden y al proceso electoral al que se someten todos los partidos estatutariamente, no lo han sabido portar ni agitar… Para los partidos de izquierda, metidos en este traje, deben recordar que el mismo Lenin sostenía que al socialismo se podía llegar con más democracia, pero les falta este planteamiento, y la forma costarricense de expresarlo, esa idea del socialismo a la tica, en la condiciones de este nuevo siglo, del 2022, y no del período de la Guerra Fría, antes de 1990.

Estos son, Liberación Nacional y la Unidad Social Cristiana, partidos principalmente, que en el pasado jugaron con posiciones sociales, progresistas, reformistas, de carácter popular, que han abandonado. Con ese contenido es poco lo que suena, y es en mi opinión la principal bandera para atraer a todo el electorado, que son trabajadores, que 600.000 de ellos llegaron a quedar sin empleo en diciembre del 2020, que siguen sin empleo 450.000, que varios miles les rebajaron sus jornadas de trabajo y sus ingresos, que las mujeres cabeza de familia, principales ingresos de sus hogares, aún cuando tienen esposo o compañero, disminuyeron en el contexto de la pandemia de 350.000 a 250.000, que 120.000 jóvenes dejaron los estudios entre el 2020 y 2021, que casi 25.000 jóvenes de la enseñanza privada se matricularon en la pública, por las dificultades económicas de sus padres, que la brecha digital se fortaleció, que se han puesto en evidencia grandes huecos y fisuras en el engranaje institucional de carácter social nacional, que ha aumentado la pobreza, la pobreza extrema y las familias que solo aseguran una comida al día.

El electorado en general tiene una mayoría de mujeres sobre hombres, hay una mayoría de personas votantes mayores de 40 años que menores de 40. En este caso los mayores de edad son los que podrían estar viendo hacia atrás, en el proceso histórico, de entender que con los partidos tradicionales que gobernaron, la Unidad Social Cristiana y Liberación Nacional, tuvieron mejores condiciones de vida, que con el Partido Acción Ciudadana, y sus aliados legislativos, que han golpeado salvajemente a todos los ciudadanos y trabajadores, en general, en sus salarios, pensiones e ingresos. Por este motivo podrían valorar votar mejor por estos partidos que por otros, o por nuevos que, como el PAC, no se sabe que leche darán mejor.

El modelo económico neoliberal no está cuestionado por ninguno de los candidatos ni partidos en vallas publicitarias o en propaganda electoral, excepto por el candidato Jhon Vega, que tiene un planteamiento en sus intervenciones radiales y televisivas de lucha de clases.

Los nuevos votantes, lo que votan por primera vez, apenas pasan los 200.000 jóvenes. En las vallas publicitarias no hay mensajes para estos públicos. Las consignas en general son vagas, difusas y poco entendibles para los electores comunes y generales. Así por ejemplo, Rodolfo Piza ha mantenido vallas diciendo que van a legalizar las plataformas tipo Didi, incluso en la radial de Santa Ana Belén tiene una inmensa con esa leyenda, entre dos vallas, a 100 metros de distancia cada una, de la Plataforma Didi anunciándose como empresa. ¿Cuánta gente puede verse reflejada y favorecida electoralmente con esa propaganda? El mismo Rodolfo, lo que ha repetido también Lineth Saborío, tiene vallas amenazando con eliminar las pensiones de lujo.

Estas pensiones, las así llamadas, ya las han limitado y bajado al máximo posible. Al sector magisterial pensionado por la Junta de Pensiones del Magisterio Nacional ya le rebajan el 60% de las mismas. Más no se puede. Pero al señalar que van a seguir bajando pensiones de lujo, de lujo también son las más altas que se cubren por la Caja Costarricense del Seguro Social, que, aunque tienen techo de 1.800.000 colones, es un porcentaje pequeño de trabajadores, pensionados de la Caja que pasan del millón de colones. Al ponerle techo a las pensiones, llámense de lujo, o no, se les pone techo a todas las pensiones, así como al ponerle techo a los salarios altos, se les pone techo a todos los salarios. El solo aumento de la edad de retiro para tener derecho a la pensión redujo el monto de la pensión posible a recibir por los trabajadores en el futuro, por el número de cuotas y años de servicio que se toman en cuenta ahora para definir futuras pensiones.

Decir que con menos impuestos se va a aumentar el trabajo, como sostienen los candidatos neoliberales y liberales, es decir mucho y es decir nada. La gente no puede entender cómo a la vez que aumentado el desempleo, se han reducido ingresos, salarios y pensiones, los impuestos municipales siguen cobrándose, los costos de los servicios públicos municipales se siguen cobrando, los alquileres de las casas siguen aumentando, el costo de la gasolina sigue aumentando y golpeando otros productos y bienes, que no tendrían por qué subir, porque cuando la gasolina baja, esos otros precios no bajan y se siguen cobrando y pagando y exprimiendo más a la gente…acumulando riquezas para otros.

En las consignas uno puede entender muchas cosas, pero, lo que ha hecho Otto Guevara de llamar a quebrar el voto, de manera que los ciudadanos voten por un candidato presidencial, cualquiera de los 25, y voten por diputados separados de ese candidato presidencial, proponiendo en ese sentido que voten por el candidato presidencial que quieran pero que le den el voto de diputado a él es bochornoso, asqueroso, desleal, deshonesto, porque el partido que propone la candidatura de Otto para diputado tiene de candidato presidencial a Federico Malavassi, quien también va de candidato a diputado. Así Otto está llamando a votar contra la candidatura de Federico Malavassi, su aliado, su candidato, quien le puede dar votos sanos con su figura, no la de Otto, que ha estado muy cuestionado en los últimos tiempos.

El nuevo gobernante probablemente necesitará muchos diputados propios, de sus propias filas partidarias, para poder realizar un buen gobierno. Necesitará músculo político legislativo.

Una situación como la que ha tenido el partido Acción Ciudadana, en sus dos gobiernos, con 14 y con 10 diputados de 57 no es recomendable para nadie que quiera ser buen Gobernante, como persona y como partido. Solo Rodrigo Chaves y, su mancuerna, Pilar Cisneros, lo mismo que Fabricio Alvarado, llaman a votar por las dos papeletas. El resto de los candidatos pareciera que solo les interesa su propia candidatura presidencial, y son los candidatos a diputados los que están quebrándose los lomos por salir electos por sus partidos y darle, no solo diputados a su candidato, sino también votos para asegurar el pago de la deuda política.

En el momento actual Liberación Nacional, con José María Figueres, y la Unidad Social Cristiana, con Lineth Saborío, tienen aparentemente las posibilidades de meterse al menos en los cuatro finalistas, de donde saldrán los dos que puedan ir a una segunda ronda, pues en la primera pareciera que ni ninguno está alcanzando el porcentaje necesario para llevársela el 6 de febrero. El tercero, de este cuarteto, me parece que quien se orienta con más fuerza es Fabricio Alvarado, de Nueva República, quien para mí es el que tiene mejor diseñado su esquema publicitario y su consigna principal. Una sola consigna en todas sus vallas: “la esperanza va a ganar” y una sola foto del candidato, que también llama a votar por las dos papeletas.

Para todos los votantes el proceso electoral es de esperanza, de ilusión, de sueños optimistas de pensar que el nuevo gobierno, que se elige el 6 de febrero, será una nueva esperanza de vivir mejor, de mayor bienestar, de superar las difíciles condiciones que impuesto la pandemia.

En el campo de las candidatas mujeres solo dos destacan publicitariamente, Lineth y Natalia Díaz, las dos sin un mensaje directo a la mujeres trabajadores, a las mujeres estudiantes, a las mujeres cabeza de familia, a las mujeres en general. Lineth diciendo con “con ella sí” y Natalia diciendo que rebajará impuestos para dar más trabajos.

Una valla de Cruishank señala que con él hay un liderazgo probado y que con él se puede avanzar, consignas ambas vacías en la práctica.

José María Villalta se cuela un poquito detrás de Fabricio con la idea de la esperanza para un mejor vivir, y con vallas que parecían cruzados un corazón con la entrada de una vagina, perdóneme si me equivoco en la imagen, pero así parecía la primera valla que puso, con una imagen desdibujada de Villalta.

José María Figueres más a la cola se trata de meter también con la idea de la esperanza de un mejor vivir.

Rodrigo Chaves y Pilar Cisneros, en yunta, llamando a votar en las dos papeletas exaltando la idea de que los diputados son nacionales, y no provinciales, para fortalecer con la imagen de Pilar a las candidaturas a diputados de las provincias, y obviamente la de Pilar, que es el motor de esa campaña. A mí me parece que es válida esa campaña, le da fuerza, la pone a gravitar, como lo ha hecho.

La propaganda de Eli no me gusta. “Eli escucha”, con imágenes de jóvenes, hombres y mujeres, y hasta un niño, riéndose, ellos solos o con una foto de Eli, o podrían estar riéndose del mismo Eli, que “no escucha”, es una propaganda, para mí, con poca seriedad, porque Eli ni siquiera tiene orejas grandes para escuchar, como tenía un candidato latinoamericano cuya oreja grandota se usaba bien para decir que él oía al pueblo. Pero, en el caso de Eli, hasta le han hecho vallas con la cara de lado, donde no se destaca su oreja, ni tampoco se ve su rostro, que es el que tiene que posesionarse electoralmente. En estas vallas de Eli Feinzag se agrega “cambio para bien”, una consigna a la que le falta fuerza.

Cristian Rivera tiene vallas diciendo “que los buenos somos más”, sin indicar el nombre de su partido, ni su bandera. Le oí en una entrevista y me pareció muy preparado, conocedor, con buen discurso, didáctico para explicar. La verdad es que me impresionó muy bien, más allá de lo vacío de sus vallas.

De los otros candidatos no he visto nada importantes ni atractivo, en publicidad callejera. ¿Están en la calle? Puedo entender que no tengan recursos económicos para la publicidad y que no sea fácil avalar préstamos de bancos en ese sentido.

Algunos de los candidatos están haciendo un refrito de campañas electorales anteriores, que fueron perdedoras, de provocar la sensación de decirle al elector “contráteme”, consigna que no tuvo éxito. No es el “contrato” lo que expresa el candidato. El Candidato, de cualquier partido es el representante de una voluntad, de un pacto, de un voto que se le da. Es un mandatario en el sentido jurídico, obligado a ejecutar el “mandato” de los mandantes, de los electores. Por eso al Presidente se le llama también Primer Mandatario, porque está obligo a cumplir el mandato de bien gobernar y de hacer aquello que las leyes le permiten hacer. Antes de “Contráteme” los candidatos deberían señalar que serán los mandatarios de los mandantes, de los votantes, del pueblo. “Hágame su Primer Mandatario”, para obedecerle como pueblo, debería ser la consigna y no la de “Contráteme”.

Con estas ideas y opiniones, por ahora, así le estoy llevando el pulso y viendo el proceso electoral. Espero que se aclare en los siguientes días de mejor manera.

Apuntes puntuales sobre la Consulta Facultativa de Constitucionalidad promovida desde el propio Poder Judicial sobre el proyecto de empleo público

Por Juan Carlos Durán Castro

Dirigente Sindical SIFUPCR-CMTC

08-12-2021

  1. Tal acción es un reflejo del alto grado de fetichización (corrupción), dentro de un sistema de derecho nacional que se lo hacen ver “justo y legal”, pero al quitarle su careta resulta todo lo contrario, Es así como tenemos un Poder Judicial que camina hacia escenarios en los cuales no vemos garantía de respeto a los derechos humanos, laborales, sociales y políticos elementales, lo cual nos pone en un predicado muy peligroso, que el pueblo en su conjunto no atina a ver por distintas razones.
  2. Sin duda los tenemos actores políticos de distinto tipo y de muy distintas disciplinas, tonalidades, sabores y colores profesionales, que han tomado los tres Poderes de la República y no dudamos que son altamente conservadores. Es decir, y para que se entienda en sencillo, son lobos y lobas con piel de oveja, son esos seres humanos que nos deslumbran por su profesionalidad y visión, pero que en resumidas cuentas tienen al país con cifras que dan vergüenza y para colmo de males van al extranjero y no dicen la verdad.
  3. Esos sectores de han logrado avanzar como nunca en la historia reciente desde la Constitución de 1949 en el debilitamiento de la institucionalidad y no se detendrán hasta dinamitar y dejar casi en escombros una necesaria institucionalidad que aun con sus debilidades ha demostrado ser la tabla de salvación para miles de familias en el marco de la pandemia sanitaria del Covid- 19, cuyos efectos e impactos vemos más ahora pero que arrastramos desde hace años y no solo son el resultado del tema de salud, sino de otros propios de una sociedad que conducen a la decadencia.
  4. Así las cosas, este acto de promover desde las entrañas del Poder Judicial una consulta facultativa sobre el proyecto 21.336 (Ley Marco de Empleo Público), lo podríamos categorizar de muchas formas y hasta darle diversas valoraciones, pero lo que debe entender el pueblo en sencillo es que dentro de ese mundo de leyes existen pujas internas que desde el plano ideológico tienen formas distintas de ver el proyecto de ley 21.336. Es decir, tenemos sectores progresistas y sectores más conservadores dentro del Poder Judicial y en este contexto histórico han decidido transparentar un poco esas diferencias, lo cual más allá de toda valoración, pose o posición, aporta al verdadero fortalecimiento de una democracia que se desvanece ante nuestras propias narices.
  5. Debe nuestro pueblo entender que esa disputa de enfoque por el proyecto 21.336, que está teniendo lugar y es más visible ahora en lo relativo al Poder Judicial, tiene que ver con las mayorías (entiéndase más allá del sector público), pues ese debate político-ideológico en el corazón de la Corte, es posiblemente solo un fragmento revelador de lo que está en disputa para el futuro del país, para los siguientes cincuenta años o más, es decir, lo que se determine de esta situación que nos parece ajena y que parece va ganando el sector más adinerado del país en alianza con sus marionetas político-electoreras (tristemente electas por la gente), no parece presentar cambios halagüeños y mucho menos un mínimo viraje de camino en la mayoría de propuestas políticas para febrero 2022, lo cual acrecienta nuestras preocupaciones.
  6. Este fenómeno social de tanto empuje de ideas conservadoras, esta ruta al parecer de alta derechización nacional (entiéndase como esa idea repetida mil veces de disminuir el Estado como única solución), provocará más temprano que tarde un punto de inflexión, un nuevo estallido social y esto no lo ponemos en duda, ya que ante una «LEGALIDAD INJUSTA», no dejan otra opción a los pobres y oprimidos que continuar organizándose y aunque suene feo, luchar desde una ILEGALIDAD JUSTA, para articular nuevos liderazgos y nuevas luchas sociales que restablezcan el buen vivir de las mayorías excluidas y el respeto a la madre naturaleza.
  7.  En el peor de los escenarios y ante la inminente aprobación del proyecto de ley 21.336, debido a tanta corrupción y enfoque dogmático, debemos apuntar con mirada de mediano plazo a caracterizar a los verdaderos patriotas (hombres y mujeres), para reimpulsar un enorme bloque patriótico y apostar a visibilizar con más fuerza modelos corruptos e injustos y redoblar el trabajo social y sindical en los territorios y con los sectores más oprimidos. Esa tarea urgente de confrontar modelos de desarrollo injustos y corruptos o los que van en esa ruta, como lo es el caso de Costa Rica, que hemos denominado «LA CHILENIZACIÓN TICA», debemos desarrollarla para edificar resistencias y tejido social, y así, ayudar a construir un nuevo bloque social de los oprimidos y sembrar semillas de cambio y esperanza.

 

Compartido con SURCOS por Juan Carlos Durán Castro.

Cine UCR: Dos días, una noche – Análisis de la precarización del empleo

Cine UCR presenta: “Dos días, una noche 2014. Francia. Drama”, este viernes 12 de noviembre a las 7:00 p.m.

Conversatorio con la M.Sc. Rosemary Gómez Ulate, secretaria adjunta del Sindeu.

Puede registrarse en el siguiente enlace para ver la película:

https://udecr.zoom.us/meeting/register/tZItc-6hqjosHdYtsBB7SWifyAdBJerQHWMS

ID: 860 4794 1672

Contraseña: CINEUCR

Se le invita a seguir la página en Facebook: https://www.facebook.com/UCRCINE/

donde encontrarán comentarios e información de las películas de cada semana.

 

Compartido con SURCOS por Nora Garita.

Empleo, desempleo y salarios en contexto COVID-19

La Fundación Friedrich Ebert (FES) en Costa Rica y el Observatorio Económico Social de la Escuela de Economía de la Universidad Nacional (OES-UNA), le invitan a participar en el próximo seminario web del ciclo COYUNTURA FISCAL ANTE EL COVID-19.

En esta oportunidad se moverá el debate a partir de la evolución de los ingresos salariales y del empleo durante la pandemia, para plantear recomendaciones y propuestas respecto de la crisis de empleo, el creciente desempleo y la situación de los salarios.

La actividad contará como panelistas:

  • Gerson Martínez especialista en políticas de empleo la Organización Internacional del Trabajo (OIT),
  • Sra. Ana Rosa Ruiz economista feminista de Mujeres en Acción e integrante del Consejo Institucional del Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC)
  • Sr. Henry Mora, profesor e investigador de la Escuela de Economía de la Universidad Nacional (UNA).

El seminario se llevará a cabo el día jueves 11 de noviembre del 2021 de 5:00 p.m. a 7:00 p.m.

Favor inscribirse en el siguiente enlace (link) para la actividad por Zoom:

https://us06web.zoom.us/meeting/register/tZMocOmqqz8tEtS4sI7Kb8WH0EN0j0te4nOl

 

Compartido con SURCOS por Carlos Ávila.

Empleo, desempleo y salarios en Latinoamérica en el contexto del Covid 19

Evidencia reciente y opciones de policía para Costa Rica

La Fundación Friedrich Ebert (FES) en Costa Rica y el Observatorio Económico Social de la Escuela de Economía de la Universidad Nacional (OES-UNA), le invitan a participar en el próximo seminario web del ciclo Coyuntura fiscal ante el Covid 19. Esta actividad se llevará a cabo el día jueves 11 de noviembre del 2021, de 5:00 p.m. a 7:00 p.m.

 En esta oportunidad moveremos el debate a partir de la evolución de los ingresos salariales y del empleo durante la pandemia, para plantear recomendaciones y propuestas respecto de la crisis de empleo, el creciente desempleo y la situación de los salarios. 

La actividad contará como panelistas con:

  • Gerson Martínez, especialista en políticas de empleo la Organización Internacional del Trabajo (OIT)
  • Ana Rosa Ruiz economista feminista de Mujeres en Acción e integrante del Consejo Institucional del Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC) y el Sr. Henry Mora profesor e investigador de la Escuela de Economía de la Universidad Nacional (UNA).

Favor inscribirse en el siguiente enlace (link) para la actividad por Zoom:

https://us06web.zoom.us/meeting/register/tZMocOmqqz8tEtS4sI7Kb8WH0EN0j0te4nOl ​

Si tiene una consulta logística puede escribir a Calos Ávila (c.avila@fesamericacentral.org), o a Marco Zamora si tiene una consulta de contenido (m.zamora@fesamericacentral.org)

Economía del Trabajo se lleva Nobel de Economía

Manuel Hernández

Este lunes, recibieron el Premio Nobel de Economía /2021, tres honorables economistas.

A uno de ellos, David Card, se le hizo este merecido reconocimiento porque demostró que el aumento en los salarios mínimos no produce necesariamente destrucción del empleo.

De esta manera, el Nobel se trae al suelo los dogmas neoliberales que predican el estancamiento de los salarios de los trabajadores.

Por contrario, aquí “nuestros” políticos y economistas, ejecutan, a diestra y siniestra esa receta neoliberal que, por un lado, ha deteriorado, en general, tanto el nivel de las raquíticas remuneraciones de los trabajadores del sector privado, y por otra parte, mantendrá estancados los salarios de los funcionarios públicos, hasta la segunda, pero definitiva, venida de Cristo.

Carta franca de un agricultor al FMI

Por José Oviedo

Señores Representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI)

Estimable Señores:

Les saludo, les doy la bienvenida y les deseo una estancia fructífera y agradable en Costa Rica.

En nombre de las agrupaciones de productores agropecuarios de Costa Rica, quiero aprovechar su visita de evaluación y valoración a nuestro país, para darles a conocer algunas consideraciones, que –con seguridad– no se las expresarán los representantes del Gobierno de la República y tampoco serán recogidas por los medios de comunicación dominantes en el país.

Mi punto de partida es que entiendo que los objetivos que articulan y gobiernan la gestión del Fondo Monetario Internacional (FMI), son –al menos– los que siguen:

  1. a) Promover la cooperación internacional.
  2. b) Garantizar la estabilidad financiera.
  3. c) Facilitar el comercio internacional.
  4. d) Promover el crecimiento de empleo.
  5. e) Impulsar el crecimiento económico sostenible.
  6. f) Reducir la pobreza en el mundo entero.

La Señora Kristalina Georgieva, Directora Gerente del FMI ha manifestado en distintas ocasiones el compromiso del FMI, ante la grave y profunda crisis global generada por la pandemia de la Covid-19, de apoyar a los países de ingreso y medio para salir adelante. Ella se ha manifestado consciente de que esta crisis está repercutiendo en los países en forma desigual, afectando más significativamente a países como Costa Rica, que ya mostraban los síntomas de una crisis económica antes de la pandemia y que ésta, lo que ha hecho es agravarla. Eso mismo sucede al interior de los países, donde hay amplios sectores de la población que han visto deteriorarse sus ya precarias condiciones de vida. 

La pandemia ha profundizado la pobreza en Costa Rica y ha generado una crisis social, cuyas dimensiones todavía no se han podido medir a cabalidad, en virtud de que la pandemia se mantiene tristemente viva entre nosotros. Son muy oportunas las palabras del Papa Francisco, cuando dice: “De las crisis se sale mejor o peor que antes. De nosotros depende elegir”.

a. Cooperación internacional. Respecto del primer objetivo, que compartimos plenamente, debo decirles que a nuestro entender la cooperación es la actuación conjunta para alcanzar una meta común, y que ninguna persona está tan enloquecida, menos aún un país, para establecer acuerdos y programas para estar mal. 

Pienso asimismo que la cooperación internacional, sana, democrática y justa pasa por reconocer y aceptar como legítimos los intereses de todos y cada uno de los países que pactan un acuerdo. Esto tiene que ver no solo con el respeto mutuo, sino, en lo fundamental, con acuerdos que garanticen la justicia social, única plataforma que hará posible que se materialicen los objetivos de su organización.

b. Garantizar la estabilidad financiera. Nuestro entender nos dicta que en pobreza y con el estómago vacío, jamás habrá estabilidad social y política en un país. Por el contrario, solo zozobra  e inseguridad, que es a donde han llevado los acuerdos desbalanceados, antinacionales y antipueblo, que ha impulsado la Administración Alvarado Quesada y que su organismo ha aceptado.

c. Facilitar el comercio internacional. Parto de que el comercio internacional exitoso es una derivación de la sana cooperación internacional y éste solo se puede dar si se asegura un precio justo a nuestros productos, en el mercado internacional.

d. Promover el crecimiento de empleo. De acuerdo a nuestro pensamiento, promover el empleo es promover la dignidad de las personas y con ello la grandeza de un país. Ahora si el empleo tiene crecimiento mucho mejor. Sin embargo muchos esclavistas en el siglo pasado, se jactaban de producir empleo al enterrar a sus súbditos.

e. Crecimiento económico sostenible. Según nuestro entender crecimiento no es igual a desarrollo. El primero se reduce a cifras y estadísticas frías, tanto así que el Chile de Pinochet alardeaba de crecimiento económico sobre la miseria de ese pueblo bravío. Todo esto formó parte del experimento neoliberal que empezó a ver su fin hace dos años, con las movilizaciones sociales que ha desembocado en la nueva Carta Magna, que construye la Convención Constituyente, que con seguridad ya no tendrá como matriz la fracasada propuesta neoliberal.

f. Reducir la pobreza en el mundo entero. Este objetivo sí que nos produce satisfacción. Es un componente clave en la Agenda 2030/ Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, con la consigna de que nadie se quede atrás. Espero de verdad que su organismo y nuestro pueblo puedan alguna vez coincidir en términos prácticos con esta aspiración.

Quiero expresarle con tristeza y amargura que esos objetivos que –en teoría—gobiernan al FMI, al contrastarlos con lo que está sucediendo en mi país, se han convertido en saludos a la bandera. La devastadora pandemia solo ha hecho que se acortaran los plazos en el “logro” de empobrecernos  y ha empujado a muchas personas a la miseria. Cerca de 1 millón de desempleados. 

El rostro de la miseria es femenino y juvenil, de personas con discapacidad y campesino también, mientras el 1 % de la población del país triplicó sus ganancias, y peor aun, las ostenta. La desigualdad social crece al galope; lo mismo que la concentración de la riqueza. La única recomendación del Fondo Monetario Internacional, que el Señor Carlos Alvarado no escucha, es la que con absoluta sensatez hace el FMI para que los más ricos aporten para salir de la crisis.

Entonces señores del Fondo, si las propuestas de este gobierno para pactar con ustedes no tienen como base la Democracia y el aporte de cada sector social, de acuerdo a sus posibilidades reales, el Fondo solo acumulará, odio y resentimiento en un pueblo que lucha por no perder la memoria.

“También nos comprometimos a continuar trabajando juntos en un programa respaldado por el FMI que puede ayudar a Argentina y a su gente a superar estos desafíos, fortaleciendo la estabilidad económica, protegiendo a los más vulnerables y sentando las bases para un crecimiento más sostenible e inclusivo.” Eso lo dijo la Señora Kristalina Georgieva cuando se reunió con el Presidente argentino, Alberto Fernández en mayo anterior.

Les pregunto, finalmente, trabajará el FMI para que en Costa Rica se consolide su Estado Social de Derecho y la paz social, o contribuirá en el desmontaje del Estado de Bienestar que construimos en el siglo pasado y con ello, hundirá al país en el despeñadero de la injusticia social y de un futuro post-pandémico marcado por el desaliento.

Ustedes y su actuación podrán marcar en un sentido u otro el porvenir de nuestra Patria Bicentenaria.

José Oviedo

Acuerdo con el FMI: Una agenda fallida con graves implicaciones sociales y humanas

Dr. Luis Paulino Vargas Solís

Economista, CICDE-UNED

Elaboro este breve documento, atendiendo la solicitud que me fue formulada por la Alianza Sindical del Poder Judicial, y como insumo para la reunión que ese colectivo de organizaciones tendrá con representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI) el día lunes 3 de octubre de 2021, a las 2 p.m. Es, desde luego, una contribución completamente desinteresada, en la que no media retribución alguna.

He dividido el documento en 10 puntos, cada uno de estos atinente a una cuestión particular, aunque todas, en su conjunto, estrechamente vinculadas entre sí. Se ofrece tan solo un esbozo sintético de cada punto, siendo innegable que cada uno de esos ítems daría material para una reflexión mucho más amplia.

1) Un elevado costo social inmediato: la política fiscal en aplicación, centrada en la regla fiscal y orientada a lograr el equilibrio fiscal con base principalmente en la restricción del gasto y de la inversión pública, está teniendo severas consecuencias sociales y humanas, ya que está impactando de forma negativa en los servicios esenciales del Estado, como educación, salud, cuido, atención a la niñez, atención a los problemas de adicción, seguridad ciudadana, medio ambiente, vivienda popular, apoyo a las micro y pequeñas empresas, entre tantos otros. Las negativas consecuencias de todo esto, se agigantan en vista de las extendidas devastaciones sociales y humanas que está dejando la pandemia del Covid-19. Es muy llamativo que sean tan escasos, prácticamente nulos, los esfuerzos que se hacen por combatir el muy cuantioso fraude fiscal, como asimismo resulta notorio que se enfaticen impuestos sobre salarios y sobre el consumo, prescindiendo de tributos de un carácter más progresivo. Es decir, al costo social asociado a esta opción estrechamente fiscalista, se le suma una opción ideológica favorable a los grupos más ricos y solventes de la sociedad costarricense.

2) Graves implicaciones en el mediano y largo plazo: esa política, unilateral y rígidamente fiscalista, reduce la inversión pública al mínimo. De facto, la bloquea. Ello implica posponer inversiones que para Costa Rica son necesarísimas, en áreas clave: educación, cuido, transporte público, vivienda, sanidad, energías alternativas, ciencia y tecnología, conectividad, acueductos, tratamiento de aguas, espacios públicos, arte y deporte, parques nacionales, recuperación de las ciudades, etc. Esto imposibilita que la economía se modernice y diversifique, que se alcance el deseable equilibrio en los niveles de desarrollo de las distintas regiones del país, y que se logre elevar los bajos niveles de productividad que la caracterizan, pero, asimismo, esto siembra a profundidad condiciones que generarán mayor exclusión y desigualdad social. Literalmente, se está destruyendo el futuro y se está legando un país en ruinas a las generaciones jóvenes y no nacidas.

3) El sesgo ideológico de las políticas monetarias: Las políticas económicas obsesivamente fiscalistas, siguen siendo acompañadas de políticas monetarias centradas en el control de la inflación, las cuales solo se flexibilizaron de forma muy limitada durante el contexto de la crisis asociada al Covid-19. La inflación permanece por debajo del límite inferior de los rangos oficialmente definidos por el propio Banco Central, lo cual para este no es motivo alguno de preocupación, como en cambio sí enciende todas las alarmas el simple hecho de que la tasa de inflación se aproxime al punto medio del rango establecido. Y, entretanto, los niveles de desempleo continúan siendo altísimos, con un ritmo de recuperación del empleo muy insatisfactorio y niveles de informalidad que, tras descender durante los meses más agudos de la crisis, están retornando a sus cotas históricas (alrededor del 45% de la población ocupada). El Banco Central, dominado por un sesgo ideológico que se desentiende de la catástrofe del empleo y es totalmente insensible frente a las realidades de la vida de la gente, sigue siendo una institución opaca que, parapetada detrás del dogma de la “autonomía”, es complaciente con los intereses financieros, mientras permanece invulnerable a cualquier ejercicio democrático de rendición de cuentas.

4) La exclusión de las mujeres: las tasas de desempleo e informalidad son mucho más bajas de lo que potencialmente podrían ser, puesto que, por su parte, las tasas de participación en los mercados laborales y de ocupación de las mujeres son extremadamente bajas, no obstante lo cual el desempleo y el subempleo son mucho más altos entre las mujeres. Imaginar una situación de relativa paridad con los hombres, implicaría necesariamente la incorporación al mundo del trabajo remunerado fuera del hogar, de varios cientos de miles de mujeres en edad de trabajar. En las condiciones institucionales prevalecientes, y bajo las actuales realidades de la economía costarricense, y dada su extrema incapacidad para generar empleos decentes, ello elevaría los datos de desempleo e informalidad, de forma abrupta.

5) La desconexión entre las autoridades económicas y las realidades de la población: con cada encuesta que se realiza, sistemáticamente se hace manifiesto el sentimiento popular de malestar, impotencia y frustración. Hay angustia ante la deplorable situación del empleo, como asimismo las personas expresan profunda preocupación frente a las persistentes amenazas a la estabilidad económica de sus familias y las grave incertidumbres que ensombrecen su futuro. Y, sin embargo, las autoridades económicas, muy panglosianamente, insisten en tratar de hacer creer que este es el mejor de los mundos posibles. La baja inflación les llena de júbilo, mientras no se cansan de ver “mejoras” en una situación del empleo que, desde todo punto de vista, y para la gente de a pie, sigue siendo tristísima.

6) Indicadores irreales: recientemente el Banco Central publicó indicadores que muestran que la economía ha recuperado sus “niveles prepandemia”, lo cual es celebrado con gran fanfarria por esas autoridades. Los datos están evidentemente influidos, además de inflados, por una expansión desorbitada de los regímenes especiales, básicamente zonas francas. Entretanto, la economía que no dispone de las condiciones de privilegio de tales regímenes, y de la cual depende cerca del 95% del empleo total, todavía no recupera sus niveles de febrero 2020. Pero, en todo caso, hay un contraste marcado entre los indicadores de Cuentas Nacionales del Banco Central, y los datos sobre el empleo. Estos últimos logran aproximar, con cierto creíble realismo, el sentimiento de profunda preocupación y malestar que domina en la generalidad de la población, cuando los datos del Banco Central cuentan una historia completamente distinta y muy poco creíble. Se hace urgente una reconsideración crítica, ya desde sus mismas bases epistémicas, teóricas y metodológicas, de las estadísticas que elabora el Banco Central, en virtud del abismo cada vez más amplio, que las separa respecto de las realidades que vive la gente común y corriente. Estadísticas que son por completo incapaces de reflejar esas realidades de la vida, no pasan de ser un inútil ejercicio intelectual y una pérdida de tiempo.

7) Dualización estructural: Pero, asimismo, esto advierte acerca de la situación de aguda dualización que fractura a la economía costarricense. Es muy satisfactorio que varias docenas de miles de personas tengan un empleo en zonas francas, sobre todo porque en la mayoría de los casos reciben un salario relativamente más alto que los promedios nacionales. Y, sin embargo, la evidencia empírica es clarísima en el sentido de que hay un desenchufe entre las zonas francas y el resto de la economía, como es obvio que es imposible resolver los agudos problemas del empleo, si para ello el país se atiene a una estrategia unilateralmente centrada en la atracción de inversiones extranjeras destinadas a las zonas francas.

8) La urgencia de un cambio: al país le urge replantear aspectos fundamentales de su estrategia de desarrollo, lo cual no significa renunciar al aporte que los regímenes especiales brindan, pero si redefinir prioridades y reorientar políticas, de forma que se garantice a la gente su derecho a un trabajo digno y de calidad, algo que hoy le está siendo negado a una porción sustancial de la población trabajadora, según lo demuestran las elevadas tasas de desempleo e informalidad, y la bajísima participación de las mujeres en los mercados laborales.

9) Renunciar al futuro: las políticas de rígida austeridad fiscal que el gobierno ha propuesto al FMI, y que éste avala, imposibilitan poner en ejecución las políticas que al país le urgen. No es posible poner en marchas programas de emergencia para la generación de muchos empleos en el corto plazo, ni diseñar estrategias integrales de política pública de mediano y largo plazo, que, articuladas y concertadas con el sector privado y la ciudadanía en general, permitan avanzar hacia la modernización y diversificación de la economía, que promuevan la justicia social y la inclusión equitativa de todos los sectores de la sociedad y las distintas regiones del país, que asimismo levanten la productividad, incorporen a las mujeres en los mercados laborales en condiciones dignas e igualitarias, y que respondan apropiadamente, y con sentido precautorio y de anticipación, ante los colosales desafíos del cambio climático y la crisis ambiental.

10) El FMI es corresponsable de este desastre: los costos sociales y humanos que todo esto comporta son altísimos, y ponen en riesgo la paz social y la democracia en Costa Rica. En una sociedad fracturada por múltiples desacuerdos y conflictos, esto simplemente suma motivos agudizados para que las desavenencias se profundicen, y para se aleje, más y más, cualquier posibilidad de diálogo democrático y entendimiento pacífico. El FMI está asumiendo graves, y muy sustanciales responsabilidades en relación con todo esto. En Costa Rica no lo olvidaremos.

Dr. Luis Paulino Vargas Solís, economista. Alajuela, Costa Rica, 2 de octubre de 2021

 

Tomado del blog: https://sonarconlospiesenlatierra.blogspot.com/