Apuntes puntuales sobre la Consulta Facultativa de Constitucionalidad promovida desde el propio Poder Judicial sobre el proyecto de empleo público

Por Juan Carlos Durán Castro

Dirigente Sindical SIFUPCR-CMTC

08-12-2021

  1. Tal acción es un reflejo del alto grado de fetichización (corrupción), dentro de un sistema de derecho nacional que se lo hacen ver “justo y legal”, pero al quitarle su careta resulta todo lo contrario, Es así como tenemos un Poder Judicial que camina hacia escenarios en los cuales no vemos garantía de respeto a los derechos humanos, laborales, sociales y políticos elementales, lo cual nos pone en un predicado muy peligroso, que el pueblo en su conjunto no atina a ver por distintas razones.
  2. Sin duda los tenemos actores políticos de distinto tipo y de muy distintas disciplinas, tonalidades, sabores y colores profesionales, que han tomado los tres Poderes de la República y no dudamos que son altamente conservadores. Es decir, y para que se entienda en sencillo, son lobos y lobas con piel de oveja, son esos seres humanos que nos deslumbran por su profesionalidad y visión, pero que en resumidas cuentas tienen al país con cifras que dan vergüenza y para colmo de males van al extranjero y no dicen la verdad.
  3. Esos sectores de han logrado avanzar como nunca en la historia reciente desde la Constitución de 1949 en el debilitamiento de la institucionalidad y no se detendrán hasta dinamitar y dejar casi en escombros una necesaria institucionalidad que aun con sus debilidades ha demostrado ser la tabla de salvación para miles de familias en el marco de la pandemia sanitaria del Covid- 19, cuyos efectos e impactos vemos más ahora pero que arrastramos desde hace años y no solo son el resultado del tema de salud, sino de otros propios de una sociedad que conducen a la decadencia.
  4. Así las cosas, este acto de promover desde las entrañas del Poder Judicial una consulta facultativa sobre el proyecto 21.336 (Ley Marco de Empleo Público), lo podríamos categorizar de muchas formas y hasta darle diversas valoraciones, pero lo que debe entender el pueblo en sencillo es que dentro de ese mundo de leyes existen pujas internas que desde el plano ideológico tienen formas distintas de ver el proyecto de ley 21.336. Es decir, tenemos sectores progresistas y sectores más conservadores dentro del Poder Judicial y en este contexto histórico han decidido transparentar un poco esas diferencias, lo cual más allá de toda valoración, pose o posición, aporta al verdadero fortalecimiento de una democracia que se desvanece ante nuestras propias narices.
  5. Debe nuestro pueblo entender que esa disputa de enfoque por el proyecto 21.336, que está teniendo lugar y es más visible ahora en lo relativo al Poder Judicial, tiene que ver con las mayorías (entiéndase más allá del sector público), pues ese debate político-ideológico en el corazón de la Corte, es posiblemente solo un fragmento revelador de lo que está en disputa para el futuro del país, para los siguientes cincuenta años o más, es decir, lo que se determine de esta situación que nos parece ajena y que parece va ganando el sector más adinerado del país en alianza con sus marionetas político-electoreras (tristemente electas por la gente), no parece presentar cambios halagüeños y mucho menos un mínimo viraje de camino en la mayoría de propuestas políticas para febrero 2022, lo cual acrecienta nuestras preocupaciones.
  6. Este fenómeno social de tanto empuje de ideas conservadoras, esta ruta al parecer de alta derechización nacional (entiéndase como esa idea repetida mil veces de disminuir el Estado como única solución), provocará más temprano que tarde un punto de inflexión, un nuevo estallido social y esto no lo ponemos en duda, ya que ante una «LEGALIDAD INJUSTA», no dejan otra opción a los pobres y oprimidos que continuar organizándose y aunque suene feo, luchar desde una ILEGALIDAD JUSTA, para articular nuevos liderazgos y nuevas luchas sociales que restablezcan el buen vivir de las mayorías excluidas y el respeto a la madre naturaleza.
  7.  En el peor de los escenarios y ante la inminente aprobación del proyecto de ley 21.336, debido a tanta corrupción y enfoque dogmático, debemos apuntar con mirada de mediano plazo a caracterizar a los verdaderos patriotas (hombres y mujeres), para reimpulsar un enorme bloque patriótico y apostar a visibilizar con más fuerza modelos corruptos e injustos y redoblar el trabajo social y sindical en los territorios y con los sectores más oprimidos. Esa tarea urgente de confrontar modelos de desarrollo injustos y corruptos o los que van en esa ruta, como lo es el caso de Costa Rica, que hemos denominado «LA CHILENIZACIÓN TICA», debemos desarrollarla para edificar resistencias y tejido social, y así, ayudar a construir un nuevo bloque social de los oprimidos y sembrar semillas de cambio y esperanza.

 

Compartido con SURCOS por Juan Carlos Durán Castro.