Lugar: Sala de proyecciones de la biblioteca Joaquín García Monge, UNA, Heredia
La Escuela Ecuménica de Ciencias de la Religión, Comunidad Epistémica Red de Interculturalidad, Proyecto Educaciones, espiritualidades y resistencias, invitan a la proyección del documental: Aprender, resistir, esperanzar: Desafíos para la universidad necesaria.
El pasado 29 de febrero del 2024, la Escuela Ecuménica de Ciencias de la Religión de la Universidad Nacional (UNA) realizó un evento llamado honrar la vida, el mismo fue una muestra de solidaridad con lo acontecido en Gaza.
Durante el evento se presentaron diferentes elementos tales como ropa, agua, cobijas, alimentos y demás artículos que son de gran necesidad para las personas que se encuentran en Gaza en este momento, haciendo referencia a la urgencia de que objetos como estos lleguen a manos de dicha población.
En la actividad participó Alberto Rojas, director de la Escuela Ecuménica de Ciencias de la Religión, quien manifestó la oposición de la misma ante cualquier acto que atente contra personas civiles, particularmente en espacios destinados a la protección, como es el caso de hospitales, guarderías, campos de refugiados, o bien sistemas de transporte público, comedores, rutas de ingreso de suministros necesarios como medicinas y alimentos, así como iglesias y santuarios. La actividad contó además con la presencia de Wajiha Sasa Marín, cónsul honoraria de Palestina quien hizo un llamado a no dejar de hablar de lo que está ocurriendo en Gaza como medida de presión para que Israel realice un alto al fuego.
La situación actual en Gaza: durante 5 meses el Ejército de Israel tiene bajo asedio a la población de Gaza; día tras día la población, sin ningún tipo de refugio, recibe las descargas del ejército israelí; la destrucción es total. Han muerto más de 25000 personas y el 80% de ellas son mujeres, niños y niñas. Por lo cual la Escuela Ecuménica de Ciencias de la Religión de la Universidad Nacional quiere hacer conciencia de lo que sucede a ojos vista del mundo, ante una situación que nadie ha podido detener, la masacre humana que se está viviendo en Gaza. Por lo cual
La esperanza de la Escuela Ecuménica de Ciencias de la Religión de la Universidad Nacional es que, si se unen más voces y conciencias, se honre la vida y acabe el exterminio y el odio. Por lo cual se le invita a un acto de bondad, fraternidad y ruego por Gaza; para honrar la vida.
Honrar la vida.
Fecha: jueves 29 de febrero de 2024.
Horario: de 5pm a 6pm.
Lugar: El Kiosco ubicado frente a la librería de la EUNA Universidad Nacional, Heredia.
A continuación, se encuentra el Manifiesto de la Escuela Ecuménica de Ciencias de la Religión, además al final de la nota puede encontrar el documento adjunto de Apreciaciones sobre la situación en la Franja de Gaza: Valoración y manifiesto de la Escuela Ecuménica de Ciencias de la Religión, de la Universidad Nacional, Heredia, Costa Rica.
Manifiesto de la Escuela Ecuménica de Ciencias de la Religión ante la situación del pueblo palestino en gaza
Al valorar la situación actual en la Franja de Gaza, bajo el asedio del Ejército israelí durante 5 meses continuos desde octubre del 2023 hasta el presente, con más de 25 ,000 de las cuales el 80% son mujeres y niños, como respuesta del Estado israelí al atentado de Hamas del 7 de octubre de ese año la Escuela Ecuménica de Ciencias de la Religión de la Universidad Nacional manifiesta:
Su oposición total y completa contra todo acto que atente contra personas civiles, especialmente en espacios destinados a la protección y salvaguarda como hospitales, guarderías, campos de refugiados, sistemas de transporte público, comedores, rutas de ingreso de suministros necesarios para la vida como medicinas, alimentos, cobijas, etc., iglesias y santuarios y otros espacios que, para el mismo efecto, están destinados a ser lugares en donde no hay ninguna acción vinculada a la guerra.
Rechazar decididamente los distintos mecanismos que preservan y sustentan la impunidad y la salvaguarda de aquellas personas que, como actores intelectuales o como personas obedientes a los anteriores, actúan en contra de la población civil en cualquier parte del mundo y en concreto contra las personas que hoy viven en Gaza.
Israel debe acatar las resoluciones de la ONU no solo porque este es un órgano que se constituye en mediador de crisis y solución temporal o total de conflictos, sino por los principios que esta institución sustenta en su estructura fundamental, es decir, la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Y, sobre todo, ahora, el Estado de Israel debe cesar el exterminio de la población de Gaza. Si no lo hace destruye todo principio de humanidad.
Hemos visto que, según sus intereses geopolíticos, las naciones que tienen el poder de hacerlo, deciden quién es genocida o quien hace o no genocidio, apartándose totalmente de lo indicado en los artículos 1 y 2 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, por lo que, genocidio ha dejado de ser un modelo de destrucción de personas, pueblos y países, y lo han convertido en un concepto carente de lo que es humanidad.
En concreto, en la situación actual del pueblo de Gaza, hemos constatado que los países son capaces de poner sanciones a otros países de acuerdo con sus intereses estratégicos y económicos, pero, también son capaces de ser laxos y permisivos con países que les resultan aliados. Esto implica la destrucción de los principios de las leyes internacionales y reducen totalmente la concepción de lo que es ser humano.
Es claro para nosotros que las personas denominadas Palestinas no han sido consideras humanas ni por el Estado de Israel ni por la comunidad internacional, advertimos por tanto que al hacer caso omiso de esta clara tendencia colaboramos con nuestra propia destrucción.
No puede la tradición cristiana en sus múltiples corrientes, aceptar, esta visión sesgada de lo humano, ni puede apoyar a un país o gobierno que asuma este tipo sesgado de juicio contra personas de una nacionalidad o etnia, o religión, pues una vez destruido el principio fundamental de la identidad de todos los seres humanos frente al amor de Dios, la base de su fe pierde todo sustento.
Afirmamos que la lucha contra la idolatría que se sustenta en las Escrituras Cristianas y judías en la no construcción de imágenes de Dios es la afirmación de que la única imagen legítima de la presencia de Dios en el mundo es el ser humano que fue creado a Su imagen y semejanza; todo acto de violencia que se haga contra personas en las condiciones antes indicadas es un acto contra Dios.
Creemos firmemente que las diversas religiones o caminos hacia lo divino guardan en su tradición el amor por la vida y el amor a la persona próxima, la hospitalidad y el cuidado de las personas en estado de vulnerabilidad, el cuidado de la comunidad, sin esto no hay religión posible; por esta razón hacemos un llamado a las religiones a cesar todo apoyo a este tipo de actos de violencia, a denunciarla y señalar a las personas responsables, concomitantemente con la solidaridad con las víctimas.
En Gaza, honremos la vida … que cese el odio, la destrucción masiva y la muerte. Que desaparezca la indiferencia académica y religiosa ante los que hoy sufren y renazca la justicia y el cuidado común.
La Escuela Ecuménica de Ciencias de la Religión, en el marco de la celebración del 50 aniversario de la Universidad Nacional, invita al Conversatorio Esperanzar y convivir: aportes desde la interculturalidad, con Raúl Fournet Betancourt.
La actividad será el próximo martes 19 de septiembre a las 9 de la mañana en el Auditorio de Filosofía y Letras de la UNA.
Raúl Fournet Betancourt es el padre de la filosofía intercultural y uno de sus principales impulsores. Sin proponérselo ha sentado bases fundamentales para una epistemología de la transdisciplinariedad. Su reflexión y aportes ayudan a conjugar las tradiciones filosóficas occidentales con el conocimiento profundo de los pueblos de Latinoamérica, en pie de igualdad epistemológica.
Raúl mismo es un puente de entendimiento y diálogo entre Latinoamérica y Europa, que se hace vida en su persona como cubano y residente alemán.
La Universidad Nacional, desde la Escuela Ecuménica de Ciencias de la Religión, a través del proyecto de extensión: “Educaciones, espiritualidades y resistencias: hacia pedagogías de la esperanza”, se ha acercado y hecho camino junto a algunos grupos en situación de resistencia con el propósito de visibilizar las distintas formas en que se expresa sus luchas.
Este proyecto tiene como objetivo animar la conformación de una Red Centroamericana de Resistencia que permita a los grupos en resistencia encontrarse, apoyarse mutuamente y aprender unos de otros a través del intercambio de experiencias. Todo esto bajo los principios de la red: complementariedad, solidaridad, decolonialidad, interculturalidad, conversación y centroamericanidad.
Para llevarlo a cabo participan, María Cecilia Leme y José Mario Méndez, académicos de la Escuela Ecuménica de Ciencias de la Religión; Jenny Rojas, en condición de estudiante asistente; el doctorando Oscar Fernández, en condición de pasante; y Márcio Adriano de Azevedo, del Instituto Federal de Educação, Ciência e Tecnologia do Rio Grande do Norte, Brasil, quien a partir de este proyecto realiza su investigación posdoctoral.
Hacia pedagogías de la esperanza
Para entender el trabajo y contexto de estos grupos, se debe decir que, en Centroamérica, existen diversas formas de violencia, injusticia y discriminación, que no solo persisten, sino que se agudizan. Es por eso por lo que las personas toman conciencia de esas violencias y de las posibilidades de salir de ellas si se organizan, reflexionan, generan alianzas con otras personas y grupos que también luchan por el reconocimiento de sus derechos.
“Los grupos en situación de resistencia son también espacios de aprendizaje, cada grupo inventa estrategias para transformar la realidad y compartir saberes. Se trata de pedagogías locales, contextuales, generadas para enfrentar problemas, para superar violencias. Se trata de verdaderas pedagogías locales”, comenta el académico Méndez.
Para Méndez, las luchas de los grupos en resistencia están animadas por espiritualidades liberadoras, esperanzadoras. A su vez, señala que el acompañamiento no se hace para enseñarles a resistir, ni a educar, en eso los grupos son expertos, se hace para contribuir al fortalecimiento del caminar y de las luchas de los grupos.
Entre los grupos participantes están: Grupo de Apoyo a Familiares y Amigos de la Diversidad Sexual (GAFADIS); Proyecto: Voces visibles; Colectiva Caminando; Comunidades Ecologistas La Ceiba (COECOCeiba); Asociación ambiental del norte de San Rafael de Heredia (Conceverde); Fundación Corcovado; Asociación Red de Mujeres Migrantes Nicaragüenses; Asociación de mujeres Afro del Caribe (Amaccr); Mujeres Unidas en Salud y Desarrollo (Musade); Asociación Mano de Tigre; Mujeres del maíz, Nicoya, Guanacaste; Asociación de mujeres productoras de San José de Upala, Construyendo fortalezas; Red de Mujeres Rurales de Costa Rica; y Asociación Tinamaste.
También, a nivel centroamericano, se han sumado a esta red: Ajkemab Rech K’aslemal (Tejedores de Vida), Guatemala; Asociación Mujeres Unidas para el Desarrollo de África, (AMUDA); Movimiento de Unificación Indígena de Nahuizalco (MUINA), El Salvador; Asociación Colectivo de Voluntariado Uno más, El Salvador; y Cunas Náhuat, El Salvador.
Los encuentros entre los grupos beneficiarios de esta red han permitido tener un conocimiento de lo que otros grupos hacen en diferentes contextos y situaciones adversas, realizar un intercambio de experiencias y de estrategias de transformación social, la identificación de áreas comunes de formación desde la condición de grupos en resistencia, y brindarse el apoyo mutuo de los grupos en sus procesos formativos.
Para Mariana Porras, como participante del grupo COECOCeiba, siempre han valorado el aporte que dan las universidades públicas como acción social. “Este espacio cuenta con la experiencia de personas en el trabajo con comunidades, organizaciones, y el poder trabajar diferentes temas que son muy relevantes”, acotó.
Por otra parte, Olinda Bravo, de la Red de Mujeres Migrantes Nicaragüenses, formar parte de esta experiencia con otros grupos les ha permitido visibilizar el trabajo que hacen. “Para nosotros como personas migrantes fue súper bonito e importante esta invitación, ya que hemos podido dar a conocer las experiencias que desarrollamos en las comunidades”, indicó.
Experiencia intercultural de comensalidad con el grupo Mujeres del Maíz, en Moracia de Nicoya.
Resultados y planes
Como parte del proyecto, dentro de los resultados, se realizó el documental: “Historias de Resistencias, educaciones y espiritualidades”, en colaboración con la Red de Interculturalidad y la Rectoría Adjunta de la UNA. Según Méndez, se está promoviendo el uso de este documental en procesos educativos-sociales, como un generador de diálogo, de reflexión y de compromiso social. Está disponible en YouTube, de tal manera que pueda ser utilizado como insumo en procesos de formación de diferentes grupos en América Latina. Véalo aquí: https://www.youtube.com/watch?v=ArLLLUtLFqw
En la actualidad del proyecto, se está construyendo con la ayuda de una estudiante asistente de la UNA, una caja de herramientas para resistencia, que fortalecerá los procesos formativos de los diferentes grupos en situación de resistencia.
Además, Méndez comentó que, en julio del año 2024, la UNA será sede del primer seminario Centroamericano de resistencias, en el que tendrán participación todos los grupos que forman parte de esta Red, de lo cual se espera sea un espacio intenso de convivencia, aprendizaje y reforzamiento de los grupos.
Con un sentido agudo, una teoría crítica bien forjada y un enorme cariño por la humanidad y los pueblos, develó las relaciones entre la teología, la economía y la vida de la gente. Elevó la gracia como forma de vida y relación entre las personas y los pueblos, como una alternativa viable ante la religión y los dogmas del Mercado que socavan la convivencia y destruyen el planeta.
La Escuela Ecuménica de Ciencias de la Religión de la Universidad Nacional en Costa Rica, lamenta su partida y celebramos su vida y sus aportes que quedan entre nosotros, como retos ineludibles para construir una vida buena para todas las personas y todos los pueblos.
REDYALA y la Escuela Ecuménica de Ciencias de la Religión-UNA, le invita a inscribirse al segundo encuentro: “Migraciones, derechos humanos y justicia cultural en Abya Yala”, a realizarse el 29 de julio de 2022 a las 2:00 pm (hora de América central).
Se contará con los panelistas Marcos Rodríguez de Brasil y Olinda Bravo, activista social de Costa Rica y Nicaragua, además, de la moderadora Sara Xena de Brasil.
La Escuela Ecuménica de Ciencias de la Religión de la Universidad Nacional expresa con pesar el sensible fallecimiento de don Pablo Richard, de origen chileno y de espíritu latinoamericano, radicado en Costa Rica. Fue doctor en teología, biblista y figura insigne de la Teología Latinoamericana. Trabajó como docente en la Escuela Ecuménica desde 1978 hasta su jubilación.
Siempre buscó vivir su humanidad y su proyecto teológico y político desde el compromiso con los sectores más empobrecidos de América Latina. Desde esa experiencia, aportó su reflexión sobre la práctica de la fe.
Deseamos que lo mejor de él siga viviendo en las luchas por un mejor vivir de los pueblos latinoamericanos. Un abrazo solidario y lleno de ternura a su familia y a quienes le guardan un profundo cariño.
Separación basada en creencias religiosasatenta contra aprendizaje y convivencia
Docentes de la Escuela Ecuménica de Ciencias de la Religión de la UNA consideran que el Consejo Superior de Educación debe derogar acuerdo que establece dos etapas—confesional y ecuménica o ecléctica—en la educación religiosa.
“El Consejo Superior de Educación (CSE) está en la obligación de derogar el acuerdo que establece dos etapas en la educación religiosa y el Ministerio de Educación Pública debe diseñar programas que, lejos de separar a docentes y estudiantes según sus creencias, les ayuden a convivir y aprender respetando la diversidad cultural y religiosa que nos caracteriza”, afirman Kattia Isabel Castro, Nelise Wielewski y José Mario Méndez, docentes de la Escuela Ecuménica de Ciencias de la Religión de la Universidad Nacional (UNA) e integrantes del Foro de Educación Religiosa.
Se trata del acuerdo 24-2017, mediante el cual el Consejo Superior de Educación (CSE) solicitó al Ministerio de Educación elaborar nuevos programas de educación religiosa, en dos etapas: confesional (educación general básica), y ecuménica o ecléctica (educación diversificada).
No obstante, en criterio del grupo de especialistas de la UNA, “hay cuestiones problemáticas en ese acuerdo”, el cual—consideran—se basa en una mala interpretación de la resolución 2023-2010 de la Sala Constitucional, que abordó la necesidad de un cambio en el enfoque y contenidos de los programas de educación religiosa en el país, al responder una demanda por justicia laboral.
Según el pronunciamiento de la Sala, “en el terreno educativo, el Estado costarricense está llamado y obligado a respetar el principio de la neutralidad religiosa”. Y va más allá. “Los poderes públicos deben asumir una posición aconfesional en el terreno educativo para promover y fomentar la diversidad y libertad religiosa”, señalaron los magistrados.
¿“Catolizar” la educación pública?
Castro, Wielewski y Méndez estiman que la etapa confesional en la educación general básica, propuesta por el CSE, más bien contradice el voto de la Sala Constitucional, pues con ella se estaría volviendo a una situación similar a la política de exclusión y de violencia religiosa que motivaron ese voto, así como la llamada de atención al Estado costarricense por parte del Comité de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en 1994.
Y es que–insisten—la implementación de una educación confesional en educación básica implicaría el nombramiento de docentes de distintas religiones y confesiones cristianas, pues el estudiantado está compuesto por niños y niñas de distintas creencias. “¿Cuáles iglesias, además de la católica, y cuáles grupos religiosos tienen la posibilidad de formar profesionalmente a sus docentes de educación religiosa? ¿estaremos volviendo a “catolizar” la educación pública?”, cuestionan las personas académicas de la Escuela Ecuménica de Ciencias de la Religión de la UNA.
En cuanto a la segunda etapa—propuesta para la educación diversificada—advierten sobre la posibilidad de que se convierta también en confesional, debido a que el término ecumenismo se refiere al diálogo entre personas cristianas.
Aún más problemática califican la llamada educación ecléctica en el acuerdo del CSE: “¿quién tiene derecho a decidir —y con qué criterios— qué es lo mejor de cada tradición religiosa?”, subrayan.
Hacen énfasis en que la enseñanza de una determinada religión no es tarea de un Estado republicano y democrático como Costa Rica, sino de las iglesias y grupos religiosos. Pero sí es obligación del Estado garantizar la libertad de culto, de creencia y no creencia.
Convivir en la diversidad
Al Estado, entonces, le corresponde—según el grupo de académicos de la UNA—ofrecer una educación que ayude a comprender los hechos religiosos, a resolver conflictos religiosos, a aprender y convivir gracias a la diversidad.
“La educación religiosa debería, en todas las etapas, ayudar a convivir en la diversidad. La separación de estudiantes y docentes basada en creencias religiosas terminará limitando el aprendizaje e impidiendo la convivencia”, advierten.
Consideran que el reconocimiento de Costa Rica como estado pluricultural y multiétnico en el artículo 1 de la Constitución Política debe reflejarse en el sistema educativo y particularmente en la educación religiosa.
“Las religiones son patrimonio de la humanidad que recogen sus memorias y transmiten formas de conocer el mundo y dar sentido a la vida: todas las personas en edad escolar tienen derecho a conocer estas memorias y tradiciones y enriquecer su conocimiento”, recalcan.
La modificación del artículo 1 de la Constitución (2015) exige la transformación de prácticas educativas que invisibilizan la diversidad cultural y religiosa del país. “En la educación religiosa debe concretarse la sustitución de prácticas excluyentes por otras que reconocen, visibilizan y valoran las ricas tradiciones que son parte de la identidad costarricense”, subrayan.
***Mayores detalles con periodista Oficina de Comunicación 2277-3067 / 8334-4150.
Oficina Comunicación UNA Teléfonos: 2277-3224/ 2237-5929 unacomunica@una.cr
El I Congreso Nacional de Educación Religiosa en Clave Intercultural, que se realizará los días 27 y 28 de octubre de 2020, promueve que en las lecciones de educación religiosa se reconozca la diversidad de espiritualidades y de tradiciones culturales del país.
Promover la transformación de la educación religiosa en las escuelas públicas, a partir del reconocimiento de la diversidad de culturas y espiritualidades del país es el objetivo del I Congreso Nacional de Educación Religiosa en Clave Intercultural, que se realizará los días 27 y 28 de octubre de 2020, de 2 a 6 p.m. en modalidad virtual.
Organizado por la Escuela Ecuménica de Ciencias de la Religión de la Universidad Nacional (UNA), el Foro de Educación Religiosa y el Foro Interreligioso de Costa Rica, este Congreso parte de que Costa Rica es un estado pluricultural y multiétnico –tal como lo reconoce el artículo 1 de la Constitución Política, lo cual –estiman- debe reflejarse en la educación religiosa que se imparte en centros educativos públicos.
Dirigido a docentes de educación religiosa y personas interesadas en dialogar y ofrecer aportes teóricos y prácticos en este campo, el evento conmemora el restablecimiento de la “enseñanza de la religión” en las escuelas públicas de Costa Rica, el 10 de noviembre de 1940, mediante la Ley No. 21 de la administración de Rafael Ángel Calderón Guardia.
“Desde entonces, el mapa religioso de Costa Rica se ha modificado y continúa modificándose. La diversidad de creencias y espiritualidades, así como de tradiciones culturales constituye un desafío cada vez mayor para el sistema educativo costarricense”, subrayan representantes de entidades organizadoras del Congreso.
Además, consideran que la descripción de Costa Rica como Estado pluricultural y multiétnico, que ahora se establece en la Carta Magna, exige que se superen de una vez por todas, las diversas formas de exclusión y de injusticia culturales que han sido toleradas, e incluso, promovidas desde los espacios educativos.
“Las diversas religiones solo pueden expresarse, comunicarse y comprenderse a través de los lenguajes y recursos simbólicos de las diferentes culturas”, aseguran las personas organizadoras.
Y así lo confirma, por ejemplo, Anita Cálimor Forbes, profesora pensionada de educación religiosa, quien expone sus pinturas, en forma virtual, como parte de la programación Congreso. “A través del dibujo doy a conocer nuestra identidad negra y católica, en la cual anunciamos la fe sin olvidar nuestra cultura”, afirma esta docente, que enseñaba con dibujos, pasajes del evangelio a niños y niñas de primero a tercer grado de la Escuela Balvanero Vargas, en Puerto Limón.