Por la Defensa de la Constitución Política, la Democracia Inclusiva y la Vida Digna
Foro Confluencia Solidaria*
Diversas organizaciones de la sociedad civil, movimientos sociales, sindicatos y ciudadanas y ciudadanos costarricenses, con gran preocupación por el deterioro creciente de las condiciones de vida de la mayoría de la población, nos hemos unido para presentar una propuesta alternativa de jornada laboral para Costa Rica. Este planteamiento atiende al clamor de muchas voces que han objetado el actual proyecto en discusión en la Asamblea Legislativa, que busca legitimar una jornada laboral de 12 horas diurnas durante cuatro días semanales (Proyecto de Ley Reforma de los Artículos 136, 142, 144 y 145 del Código de Trabajo, para Actualizar las Jornadas de Trabajo Excepcionales y Resguardar Derechos de las Personas Trabajadoras. Expediente Legislativo 21.182). Sobre la base del cuestionamiento de dicho proyecto y de los fundamentos que lo sustentan, se presenta una propuesta relacionada con diversos aspectos de la jornada laboral, a tono con tendencias internacionales en este tema y centrado en la dignificación de las condiciones del trabajo.
Este planteamiento recoge aportes críticos y propositivos de diversos foros y debates. Asimismo, atiende tres desafíos fundamentales para garantizar la vigencia de un Estado costarricense donde se respeten y promuevan los derechos humanos, eco-ambientales, sociales, económicos, políticos y culturales: 1. la defensa de la Constitución Política, 2. el fortalecimiento de un régimen de democracia inclusiva y solidaria y 3. la profundización de los logros del Estado Social de Derecho que han contribuido a crear condiciones y oportunidades para una vida digna.
El proyecto de ley denominado 4×3 es parte de un conjunto más amplio de leyes aprobadas en legislaciones anteriores, y algunas que están en trámite, que lesionan los derechos de las trabajadoras y los trabajadores del país. Asistimos, así, a una reiterada violación de derechos fundamentales consignados en nuestra Constitución Política. Resulta preocupante que la Sala IV, cuya misión es resguardar el fiel cumplimiento de la Constitución Política, se haya convertido en diversas ocasiones en cómplice de intereses espurios de grupos de poder económico y político que han utilizado la crisis fiscal y sanitaria como excusa para aprobar proyectos de ley a todas luces inconstitucionales. Al respecto, se ha advertido sobre el carácter inconstitucional del proyecto en cuestión1, particularmente sobre la violación del precepto de la Constitución que establece que “la jornada ordinaria de trabajo diurno no podrá exceder de ocho horas diarias y cuarenta y ocho horas a la semana” (Constitución Política de la República de Costa Rica, Artículo 58); dicho artículo recoge una de las principales conquistas históricas de la clase trabajadora. Y, aunque este artículo considera la posibilidad de la no aplicación de estas disposiciones “en casos de excepción muy calificados, que determine la ley”, en este proyecto, como constatan y argumentan juristas constitucionalistas y laboristas, lo que es una excepción se convierte en norma. La defensa de la Constitución Política constituye hoy una prioridad, si pretendemos afianzar el régimen de derecho que nos ha caracterizado como nación.
Un segundo desafío por encarar es, precisamente, el fortalecimiento de un régimen democrático inclusivo y participativo. Ha sido igualmente reiterada la poca voluntad de los gobiernos del país para abrirse a un verdadero diálogo ciudadano desde el cual se logren concertar las mejores leyes y acciones para el bienestar de la ciudadanía2. Asimismo, es notorio el sesgo proempresarial y antipopular de algunos intentos de “diálogo”. En esta dirección, la presente propuesta se inscribe en un conjunto mayor de iniciativas, que emanan desde diversos sectores, para construir colectivamente, de manera inclusiva y solidaria, un pacto ciudadano para una convivencia auténticamente democrática, centrada en la equidad, es decir, con justicia y paz social.
Y el tercer desafío corresponde a la urgente tarea de profundizar los valiosos logros del Estado Social de Derecho que constituyen la principal garantía para el disfrute de una vida digna. Este proyecto conocido como 4×3 también es parte de varias leyes y acciones gubernamentales que han venido propiciando su desmantelamiento. Se ha pretendido, por un lado, debilitar dicho Estado Social de Derecho como frente de resistencia a un neoliberalismo privatizante, frívolo y empobrecedor y, por otro, convertirlo en un Estado oligárquico “moderno”, al servicio de los intereses privados de las élites económicas y financieras nacionales y extranjeras. Efectivamente, el proyecto 4×3 apela a la necesidad de la “flexibilización laboral” para atender a estos intereses particulares: “La progresiva internacionalización de la economía, su desarrollo acelerado y el alto grado de especialización del mercado de trabajo, nos demanda actuar para facilitar la competitividad y productividad de las empresas que buscan el máximo aprovechamiento de recursos […]”. Además, se consigna explícitamente: “Este proyecto es de gran relevancia para la agenda de competitividad y reactivación económica que requiere Costa Rica desde hace varios años y permite al país desarrollar una significativa mejora en el clima de inversión de nuestro país”.3
Al respecto, el colectivo Alianza por una Vida Digna, recogiendo aportes del conversatorio “Jornada Laboral de 12 horas: ¿A quiénes beneficia, a quiénes perjudica?4, considera que no se trata de una ocurrencia aislada, sino de un componente medular de planteamiento impulsado por las cámaras empresariales y sus aliados políticos para fortalecer su proyecto de reactivación económica, aumentando la productividad y la riqueza privada a costa de reducir los ingresos de las personas trabajadoras y el empleo digno, así como trasladar a la seguridad social del Estado las consecuencias de mediano y largo plazo sobre la salud, el cuido, la educación y la seguridad de las personas trabajadoras, pero aportando cada vez menos. La ampliación de las jornadas laborales tiene otros beneficios para las empresas, como por ejemplo el pago de tarifas diferenciadas más baratas en horas no pico en electricidad y otros servicios, la reducción de la planilla, el no reconocimiento de las horas extra y la reducción del aporte a la seguridad social. Se trata de una propuesta de reactivación económica nada solidaria ante del escenario dejado por la pandemia, que deja fuera del mercado laboral a una parte importante de las personas jóvenes y las mujeres, quienes tienen enormes dificultades para incorporarse a dicho mercado, incluso en trabajos no calificados o mal remunerados.
La aprobación del proyecto de ampliación de jornadas traerá consecuencias diferenciadas en los territorios en los cuales las condiciones de desigualdad son aún mayores, como por ejemplo en las zonas costeras y rurales, donde la inversión en turismo y agricultura disminuirían aún más las posibilidades de empleo y reducirían los ingresos de las comunidades y sus familias. Se trata de condiciones altamente peligrosas ante las iniciativas paralelas de reducción del gasto público y el debilitamiento de instituciones estatales, las cuales han sido fundamentales para promover la movilidad social y la continuidad democrática.
Con la ampliación de jornadas se advierten cambios en el estilo de vida y del trabajo, a contrapelo de las garantías sociales tuteladas en la Constitución Política. Son previsibles cambios culturales profundos en la alimentación, la educación, la recreación y la convivencia comunitaria y familiar, incluyendo el cuido de personas dependientes. Esto se relaciona también con un Estado permanentemente amenazado por ciertos sectores empresariales y una clase política empeñada en incrementar la riqueza privada a costa de reducir la pública.
De cara a este sesgo economicista que favorece a poderosos intereses del capital nacional y extranjero, es urgente restituir y remozar el Estado Social de Derecho, para garantizar la defensa del derecho al trabajo “decente”, la libre sindicalización de las trabajadoras y los trabajadores, una política de salarios crecientes acordes con el costo de la vida y la provisión de servicios universales de calidad en salud y educación. Sólo recuperando y profundizando los avances que obtuvo el país en desarrollo humano, en el marco de esta modalidad de Estado, podremos aspirar a una vida digna, saludable y satisfactoria para la ciudadanía costarricense. En este aspecto, el proyecto de reforma impulsado por el gobierno, al extender e intensificar la jornada de trabajo con impactos nocivos para la salud física y emocional del trabajador5, particularmente de la mujer trabajadora, contraviene, entre otros, dos principios constitucionales. Uno se refiere al estipulado en el Artículo 50 de la Constitución que establece que “toda Persona tiene derecho a un ambiente sano y ecológicamente equilibrado” y el otro se relaciona con el Artículo 56 que plantea que es responsabilidad del Estado garantizar condiciones de trabajo digno y saludable, bajo una concepción no mercantilizada: “El Estado debe procurar que todos tengan ocupación honesta y útil, debidamente remunerada e impedir que por causa de ella se establezcan condiciones que en alguna forma menoscaben la libertad o la dignidad del hombre o degraden su trabajo a la condición de simple mercancía. El Estado garantiza el derecho de libre elección de trabajo”. Cabe destacar que esa libertad de elección también se ve obstaculizada en este proyecto por cuanto el empleador sigue teniendo prevalencia en la decisión final respecto de la jornada que mejor se ajusta a sus requerimientos, lo que vendría a incrementar los índices de desempleo.
Propuesta de Nueva Jornada Laboral
La presente propuesta plantea efectuar reformas para reducir la jornada laboral diurna de un máximo de 40 horas durante cuatro días a la semana. La viabilidad y conveniencia de dicha jornada se fundamenta en criterios de constitucionalidad, de razonabilidad técnica en función de las mejores prácticas laborales y de una ética del trabajo “decente” para garantizar calidad de vida digna personal, familiar y social.
Atendiendo a los preceptos constitucionales ya referidos (Artículos 50, 51, 55, 56, 58 y 71), se busca garantizar el respeto a los derechos laborales de las trabajadoras y los trabajadores, es decir, ambientes saludables y amigables, justicia salarial, respeto y reconocimiento a la dignidad de la Persona trabajadora, así como evitar la sobreexplotación del ser humano y de la naturaleza, inducida por una concepción economicista-productivista y mercantilizada del trabajo humano y de la relación con la naturaleza. De esta manera, también se contribuye a propiciar prácticas laborales socioambientales más saludables y gratificantes. En este sentido, una reducción de la jornada, a diferencia de su ampliación e intensificación, crea mejores condiciones para el trabajo creativo y productivo y amplía las posibilidades de generar más empleo6, al tiempo que abre espacios para el desarrollo de potencialidades en otros ámbitos de la vida. La crisis de desempleo que vive el país no debe ser motivo para devaluar las condiciones laborales y justificar la sobreexplotación del trabajo humano. Por otra parte, un adecuado uso de los avances científico-tecnológicos crearía las condiciones necesarias para alcanzar altos niveles de eficiencia productiva sin sacrificar el derecho a la vida digna de las personas, con impactos menos lesivos para la naturaleza7.
Además, una jornada reducida atiende también a criterios de razonabilidad técnica. Hoy día este tipo de jornadas son avaladas por las mejores prácticas laborales en diversos países, donde ha contribuido no sólo a incrementar la productividad sino a favorecer ambientes más gratificantes desde el punto de vista humano-social, emocional-afectivo y espiritual. Se trata de jornadas que contribuyen a mejorar la salud pública, a fortalecer los vínculos afectivos y a bajar los índices crecientes de agresión y violencia social. Lamentablemente, Costa Rica ocupa el segundo lugar entre los países miembros de la OCDE en cuanto a jornadas de trabajo más prolongadas, es decir, donde se trabaja más anualmente, y el tercero con un balance desfavorable entre vida y trabajo; a pesar de ello se registra una baja productividad8. Un estudio comparativo de la productividad en el sector público y privado, para el período 2010-2016 muestra que, a pesar de que las jornadas laborales en promedio en horas son mayores en el sector privado que en el público, la productividad en el sector privado creció en una proporción mucho menor (promedio anual de 3.2%), en el período 2010-1016, al del sector público, el cual creció en 6.1% anual. Se destaca que los factores que inciden en el crecimiento de la productividad obedecen a incentivos materiales, psicológicos y sociales, lo que evidencia la necesidad de que el sector empresarial, especialmente la gran empresa, haga mayores esfuerzos por crear condiciones de trabajo favorables y de mayor dignidad, respetuosas de los derechos fundamentales de las personas. Por otra parte, los datos muestran que no es cierta la reiterada aseveración de la ineficiencia y baja productividad las trabajadoras y los trabajadores del sector público9.
Esta propuesta es coherente con una ética que propicia una economía al servicio de la vida digna para una mejor convivencia personal, familiar social y planetaria. Apuesta por crear condiciones laborales que favorezcan el desarrollo pleno de las potencialidades de los seres humanos, así como de todos los ecosistemas. Propicia esfuerzos por crear nuevos estilos de vida, donde se dignifique y humanice el trabajo y se procure un mejor cuido de nuestra casa común. Contribuye, así, a forjar un nuevo pacto social y ecológico por la solidaridad, la inclusión y la equidad.
*Este documento/propuesta es el producto de la reflexión colectiva de un grupo de personas de distintos sectores, quienes se reunieron atendiendo la invitación del Foro Confluencia Solidaria.
Notas:
1Según un grupo de abogados laboristas y constitucionalistas, en el nuevo proyecto sustitutivo presentado por el gobierno persiste la inconstitucionalidad al convertir en ordinaria una jornada que debe ser extraordinaria, la cual tiene impactos negativos en la salud y el salario de quienes la asuman. Molina, Lucía (2022) Ajustes a proyecto de jornada de 12 horas no salvan su inconstitucionalidad. Semanario Universidad, 29 de junio de 2022, p.11. Cfr. Pronunciamiento del Foro Mujeres Políticas por Costa Rica sobre la jornada laboral 4×3. https://anep.cr/pronunciamiento-del-foro-mujeres-politicas-por-costa-rica-sobre-la-jornada-laboral-4×3/. ANEP 06/07/2022
2 Cabe destacar, al respecto, el llamado que hace la OCDE: “Costa Rica necesita promover un dialogo social más fuerte para favorecer mejores condiciones de trabajo, pero también para diseñar e implementar políticas del mercado laboral de forma oportuna. Estudios de la OCDE sobre el Mercado Laboral y las Políticas Sociales: Costa Rica 2017 RESUMEN EXECUTIVO, EVALUACIÓN Y RECOMENDACIONES. P.16.
3 Asamblea Legislativa de la República de Costa Rica. Proyecto de Ley Reforma de los Artículos 136, 142, 144 y 145 del Código de Trabajo, para Actualizar las Jornadas de Trabajo Excepcionales y Resguardar Derechos de las Personas Trabajadoras. Expediente No. 21.182.p.2 y 4.
6 Al respecto, Oscar Madrigal señala que la reducción de la jornada laboral sí puede significar “un aumento sustancial del empleo […] porque requerirá más mano de obra o sea más trabajadores, lo cual aumentará la rentabilidad de las empresas y con ello sus utilidades. Así lo comprueban las sociedades europeas más avanzadas. La excusa que utilizan los patronos para aumentar el empleo es reducir las condiciones laborales de los trabajadores. Pero lo cierto es que el mejoramiento de las condiciones de los asalariados, como demuestra la OCDE, genera un aumento sustancial del empleo y la competitividad”. Madrigal, Oscar (2022), Cambio de la Jornada de trabajo.https://surcosdigital.com/cambio-de-la-jornada-de-trabajo.
7 Para Esteban Calvo, el argumento de la ministra de Trabajo de que “volver a jornadas extensivas implica modernización choca con la historia del derecho laboral”. Al respecto, destaca que “durante las luchas por la reducción de la jornada, el desarrollo tecnológico le permitía tener mayor capacidad productiva a los empresarios […] El mejoramiento tecnológico desde ese momento hasta ahora ha sido impresionante y, sin embargo, el provecho de esa mejoría la están capitalizando los empresarios, porque los trabajadores siguen trabajando igual que hace 100 años”. Molina, Lucía (2022) Costa Rica demostró mayor productividad con menos horas de trabajo, pero reforma no contempla reducir la jornada. https://semanariouniversidad.com/pais/costa-rica-demostro-mayor-productividad-con-menos-horas-de-trabajo-pero-reforma-no-contempla-reducir-la-jornada/
8 Ibid., p. 11. Al respecto, el Foro de Mujeres Políticas de Costa Rica destacan que con esta ley “se legislaría en contra del principio de Progresividad: Ya las jornadas de Corea, CR y México son las más extensas de los países pertenecientes a la OCDE (https://www.oecd.org/centrodemexico/estadisticas/horas-trabajadas.htm), y la experiencia internacional reduce las jornadas a 36 o 32 horas en cuatro días, especialmente en contexto post COVID-19 con el fin de brindar mayor salud mental, aumentar productividad en tiempo efectivo y/o incentivar otras actividades como turismo interno”. https://anep.cr/pronunciamiento-del-foro-mujeres-politicas-por-costa-rica-sobre-la-jornada-laboral-4×3/. ANEP 06/07/2022
En el Foro Confluencia Solidaria, la Organización Carmen Lyra le invita a dar su criterio sobre el siguiente concepto de Dignidad.
“Hola! Iniciamos este foro con la siguiente intervención:
La dignidad es el valor de cada persona, un valor que no es monetario, ni material, ya que no puede ser intercambiable o transferido, sino que es intrínseco e inexpropiable, la dignidad es el derecho que posee cada ser humano de ser respetado tanto individual como socialmente. No se puede renunciar a la dignidad, como no se puede vivir sin agua. La dignidad es un elemento base para la humanidad. Hoy enfrentamos un modelo económico que impone ideas y formas donde la dignidad humana parece no tener lugar, enfrentamos tiempos en los que se despoja nuestra dignidad a través del avance permanente en la destrucción de la naturaleza y de las instituciones que han desarrollado a la sociedad costarricense. Defendemos una vida digna donde nadie esté por encima de nadie, indistintamente de su tipo de religión, de su condición económica, sus ideales políticos o su orientación sexual. Una vida donde se respeten los plenos derechos a la libertad y la autonomía de poder decidir, donde se respete la cosmovisión de las personas y los pueblos. Consideramos que es fundamental resguardar los recursos naturales que aún están protegidos y se deben de buscar las formas para poder mejorar todos los espacios que se han degradado; rescatar nuestro entorno es rescatarnos a nosotros mismos, ya que solo tenemos un planeta. Y no es justo que mientras algunas pocas personas acceden a un ambiente limpio en medio de fortalezas amuralladas, una gran mayoría vive sumida en contaminación permanente de los ríos, valles, montañas y playas. Sostenemos que no existe una vida digna sino existe la justicia en los diferentes espacios de nuestro territorio, no puede existir una vida digna mientras unos pocos ganan millones, no pagan impuestos y viven tranquilos; mientras por otro lado una gran mayoría de personas apenas subsiste con unos cuantos colones. Vivir con dignidad es tener acceso a una vivienda, a una alimentación saludable, a una educación de calidad, a tiempo de ocio y a un servicio de salud, sin importar la condición social, económica o geográfica que se tenga. Hoy mientras hay más de medio millón de personas en el país sin el acceso a un salario mínimo, recalcamos la necesidad de que dicha condición no justifica que las personas no tengan acceso a una vida digna.
¿Está de acuerdo con esta definición de Dignidad?
¿Qué otros elementos podrían sumarse a este texto para contar con una Vida Digna?”
El pasado 09 de abril del 2022 la Alianza por una Vida Digna y el Foro Confluencia Solidaria realizaron el foro: “Avances, obstáculos y enseñanzas de las alianzas entre movimientos sociales: Chile, Costa Rica y Uruguay”. Se contó con la participación de:
Tomás Leighton, miembro del Frente Amplio y exdirigente estudiantil en Chile.
Ciska Raventós, socióloga, catedrática jubilada de la Universidad de Costa Rica, activista social.
Karin Nansen, fundadora y coordinadora de REDES Amigos de la Tierra Uruguay e integrante del Comité Ejecutivo de Amigos de la Tierra de América Latina y Caribe.
Héctor Ferlini-Salazar, director de SURCOS como moderador.
A continuación se presenta la transcripción de lo expuesto en dicho foro que fue transmitido por SURCOS. La transcripción fue realizada por Tracey Masís Martínez, estudiante de Gestión Cultural de la Sede del Pacífico de la Universidad de Costa Rica. Se registra el minuto de cada inicio de participación para quienes deseen escuchar las secciones en el video.
HF: Muy buenas, un saludo de parte de la Alianza por una Vida Digna, que es un espacio de debate y construcción de sentido crítico, lo que llamamos un espacio de lucha cultural, y del Foro Confluencia Solidaria que es un espacio de encuentro entre movimientos sociales para construir procesos ciudadanos en Costa Rica.
Hoy nos acompañan tres personas, vamos a escuchar sus aportes al tema Avances, obstáculos y enseñanzas de las alianzas entre movimientos sociales – Chile, Costa Rica y Uruguay. El propósito tanto de la Alianza por una Vida Digna y del Foro Confluencia Solidaria como de SURCOS Digital que hace la transmisión es compartir experiencias relativas a la posibilidad que tienen los movimientos sociales de ser actores claves de las vida política de un país, y contribuir a la construcción de democracia y vida digna.
Vamos a iniciar la presentación de hoy con Tomás Leighton, él es miembro del Frente Amplio y exdirigente estudiantil en ese país; también estará con nosotros y nosotras Ciska Raventós, ella es socióloga, catedrática jubilada de la Universidad de Costa Rica, activista social; y Karin Nansen, ella es fundadora y coordinadora de REDES Amigos de la Tierra Uruguay e integrante del Comité Ejecutivo de Amigos de la Tierra de América Latina y Caribe. Sin duda las experiencias que nos van a compartir las tres personas serán de gran provecho, y entramos directamente con Tomás Leighton, compañero de Chile; adelante Tomás.
Al 1 minuto con 54 segundos da inicio Tomás Leighton.
TL: Buenas tardes, Héctor, en primer lugar, quisiera saludar a quienes nos están viendo el día de hoy compañeros y compañeras de Costa Rica, por ahí quizás a la comunidad de chilenos y chilenas en Costa Rica, un abrazo gigante a ellos, también a las compañeras Ciska y Karin, es un honor para mí estar con ustedes el día de hoy y poder contarles mi perspectiva sobre los desafíos de los movimientos sociales en América Latina.
Pero también es un momento importante para la región, en un momento donde de alguna manera no solo los movimientos sociales progresistas, sino las fuerzas políticas en general están en un proceso de rearticulación; Y en donde me toca también de cerca como chileno estar viviendo la inauguración de un gobierno, de un nuevo gobierno a partir del triunfo de Gabriel Boric, que también, yo creo, habla muy directamente del modo en el que los movimientos sociales son capaces de organizarse, articularse y plantear sus demandas hacia el sistema político, hacia la sociedad en general, de modo de cambiar el rumbo de la amplia vida social de nuestros países.
Boric fue un dirigente estudiantil hace un corto periodo y hoy día están en el poder, y no es solo él, sino que yo diría que también es parte de una larga posta de luchadores y luchadoras sociales que en Chile han dado y han arriesgado su propia vida, en momentos oscuros pero también han aportado al país en otros momentos desde siempre y eso es parte de una tradición.
La verdad, que primero también quería saludar enérgicamente al diario SURCOS que cumple quince años en noviembre de este año, y la verdad, es que cuando Héctor me convocó a conversar y me contó de la existencia del Diario Digital SURCOS me interesó de inmediato por dos motivos: primero, porque el desafío que tienen los movimientos sociales progresista para comunicar y en definitiva para hacer visibles sus demandas es muy difícil. Yo me acuerdo haberlo vivido como dirigente estudiantil en el 2014 en mi país, con el movimiento estudiantil chileno, por la educación gratuita, por la educación garantizada, por la educación como derecho social garantizado por el Estado, este movimiento tuvo enormes desafíos a la hora de comunicar sus demandas. Sobre todo, en un país en donde la propiedad de los medios de comunicación está concentrada, y eso fue uno de los problemas, porque tuvimos que enfrentar la demonización que hicieron los medios cuyos intereses se oponían a los cambios que nosotros demandábamos desde las calles. Entonces obviamente es un problema estructural, pero vaya que ayuda ver las experiencias de otros países donde hay autogestión comunitaria para comunicar nuestras demandas hacia la sociedad sin el viento en contra.
Y segundo, porque según estuve indagando también SURCOS se define como un diario para la democracia participativa, que me pareció un concepto interesante, porque yo creo profundamente en la democracia participativa, creo que es el término adecuado para aquellos demócratas, para aquellos que nos identificamos como demócratas, pero que nos rehusamos a que la democracia esté hecha a la medida del capital, porque la verdad es que para que los procedimientos de la democracia funcionen es necesario que los valores que los inspiran se realicen: la igualdad, la libertad, la justicia social… por eso me parece que es bastante notable que tengan a la democracia participativa como definición.
Así que bueno, yendo a Chile, yo quisiera hablar también de cómo los movimientos sociales han visto de alguna manera un crecimiento en su posibilidad de ejercer una influencia política a lo largo del tiempo, hacer un poco de trabajo retrospectivo, porque hoy día uno ve a Boric de presidente y se podría pensar que eso fue fácil, que Chile tuvo una posición favorable, de la noche a la mañana, para tener un dirigente social hoy como presidente de la República y la verdad que no. La verdad es que ha sido un proceso de idas y venidas que ha sido bastante largo.
Así que voy a ir para atrás un poco.
Chile tuvo un proceso de industrialización y desarrollo que venía gestándose en la primera mitad del siglo XX y que culmina con la elección de Salvador Allende en el setenta, y así, como muchos países latinoamericanos ese proceso se interrumpió abruptamente por el golpe militar del 73, que estuvo financiado y apoyado por el departamento de Estado de los Estados Unidos y que puso a Pinochet en el poder por diecisiete años.
Y una de las particularidades de esa dictadura criminal, fue que a diferencia de otras dictaduras impulsó políticas neoliberales desde muy temprano, o sea, antes de que Margaret Thatcher y Milton Friedman implementaran políticas neoliberales en Inglaterra, en Estados Unidos, de, digamos, focalización del gasto público y otras polìticas, Chile ya tuvo un experimento al respecto muy temprano en los setenta. Y eso tiene que ver con los economistas chilenos que se fueron a estudiar a Chicago y volvieron e implementaron como ministros de Pinochet políticas económicas muy ortodoxas que no se remitían sólo al manejo de la política financiera, sino que se metían en todas las esferas de la vida: privatización de la educación, la salud, las pensiones y, sobre todo, atacar la sindicalización.
Y eso fue toda una revolución neoliberal, como le llamamos en Chile: una revolución de otro signo.
Pero lo más importante es que Pinochet de alguna manera escribió, o encargó de escribir una Constitución Política a un minúsculo grupo de abogados que redactara las ideas del régimen a su medida, sin sancionarla democráticamente, y esa Constitución fue la del 80, digo fue, porque ahora la estamos cambiando mediante un plebiscito; estamos en un proceso constituyente.
Pero esa Constitución del 80 tuvo dos ideas principales: la subsidiariedad del Estado, o sea, reducir el Estado a su mínima expresión, y solo va a prestar servicios que los privados no pueden proveer, y cuando lo hace, lo hace mediante transferencias monetarias a los grupos más segregados, con lo que reproduce las desigualdades económicas.
Y lo segundo es la idea, y aquí me quiero detener, y creo que esto es lo importante de esta presentación, la idea de la autonomía de los cuerpos intermedios, así decía la Constitución, y quiere decir que los problemas políticos que enfrenta la sociedad, no se dirimen mediante la democracia y los partidos políticos, sino que a través de otras instituciones intermedias como los gremios, los empresarios o las agrupaciones profesionales, para que negocien directamente sus intereses ante el gobierno. O sea, en el fondo es una especie de corporativismo, a lo franco, que cree en la necesidad de que se mantenga un orden que es siempre desigual y que no hay que transformar.
Por eso la Constitución del 80 no sólo restringe la actividad política, los partidos y “todo lo que huela a marxismo” decían ellos, sino que fundamentalmente desorganiza a los trabajadores y los priva de la posibilidad de organizarse políticamente. O sea, a la larga despolitiza la sociedad y crea una cultura anti política para legitimar las desigualdades, entonces una de las cosas más importantes que hizo la dictadura para despolitizar la sociedad fue atacar a los sindicatos.
Además de asesinar y torturar a cientos de dirigentes sindicales, prohibió la militancia política de los trabajadores, estableció el reemplazo de los trabajadores en huelga, eliminó la negociación ramal, por ejemplo, dejando una herencia terrible en donde hoy día tenemos una sindicalización menor al 15 % a nivel nacional, entonces cuando uno habla de movimientos sociales hoy en Chile uno se remite a los trabajadores sin duda.
Pero tampoco hay que olvidarse que las leyes contra la sindicalización de la dictadura fueron muy fuertes e hicieron que, de alguna manera, la mayor articulación de los movimientos sociales en Chile, en el Chile post Pinochet, en el Chile que despierta del año 2011 en adelante, está mucho más relacionada con los movimientos socioambientales, con los movimientos estudiantiles y con el movimiento feminista y no tanto con el movimiento de los trabajadores, desafortunadamente.
Eso no significa que la gente que trabaja no tenga una opinión favorable a los movimientos sociales. ¡Puede que sí! Ahora, la sindicalización per se es un problema y es una diferencia respecto a otras realidades del Cono Sur, por ejemplo, como Argentina, Uruguay o el caso brasileño también.
Luego, con la transición a la democracia, Chile obviamente cambió muchísimo y eso hay que decirlo, no es que no haya cambiado nada, pero obviamente se profundizaron también muchos de los pilares del Chile pinochetista, y Chile tuvo un gran periodo de un fuerte crecimiento económico durante los gobiernos de la concertación.
De la centro izquierda, yo diría más centro pues no se si centro izquierda sea como algo que nos diga muchas cosas a nivel comparado, -pero ciertamente no la derecha-, de alguna manera esas administraciones aumentaron muchísimo el crecimiento económico, pero engendraron también mucha desigualdad social a nivel comparado, y el modelo de la concertación si bien aumentó muchísimo la capacidad de consumo de las personas, cuando tú no tienes derechos sociales fuertes y consolidados y todo el acceso a los servicios está privatizado eso genera endeudamiento privado. O sea, endeudamiento de las personas, endeudamiento de los hogares, y finalmente eso termina haciendo crisis, porque los ciudadanos se van resistiendo y van bajando la tolerancia a la desigualdad con el tiempo, y de ahí que los movimientos sociales chilenos reaparezcan con fuerza del 2011 en adelante.
Y eso es lo que en Chile nosotros le llamamos la politización de la desigualdad, ahora, uno también le podría decir lucha de clase, eso depende de alguna manera del nivel de profundidad que uno le quiera poner, pero en los años 2000 nosotros obviamente teníamos un sistema de finanzas públicas sana, con poca deuda pública, pero las finanzas priva un desastre, o sea, la deuda, y eso es importante porque en Chile la deuda privada, la deuda de las personas no se usa para lo que normalmente se entiende por el uso del crédito. No es en los países desarrollados, donde el crédito se usa para pagar costos extraordinarios, viajar, hacer remodelaciones de una casa, invertir… En Chile la deuda significa usarla para gastos corrientes, pagar la salud, la vivienda, la ropa, la comida y sobre todo la educación.
Entonces el endeudamiento por educarse, tanto para darle educación a los hijos en escuelas privadas, con una pequeña subvención del Estado, como para acceder a la educación superior, es un símbolo de cómo el sistema en Chile hizo crisis. Y ante eso el movimiento estudiantil del 2011, del cual yo fui parte, unos años después como dirigente en la secundaria, ese que se reveló en dos mil once fue un símbolo, fue el, digamos, el primer grito fuerte contra el neoliberalismo que se continuó en los años de transición.
Y ahí aumentaron las protestas, se instaló la demanda de derechos sociales en la sociedad, se volvió popular, se volvió sentido común. Incluso me atrevería a decir que la idea de estar en contra del neoliberalismo fue haciéndose más hegemónica en el tiempo. Cuando el sistema, el modelo chileno termina de hacer crisis, hace un par de años atrás, en el 2019 cuando tuvimos un estallido social, la izquierda política, -que dicho sea de paso tenía una parte en él, somos parte de una larga posta que nos pasaron dirigentes que resistieron largos años en la marginalidad política excluidos del sistema, pero también otras generaciones nuevas que nos incorporamos-, esa izquierda política que resistía, que se había formado en el movimiento estudiantil, logramos capitalizar el estallido social y conducirlo hacia un cambio constitucional. Y, además, elegir a un ex dirigente estudiantil de nuestras filas como presidente de la República que es Gabriel Boric.
Por lo tanto, no es que los movimientos sociales siempre tengan deriva progresistas, no necesariamente. Pero de alguna manera la articulación entre la política y la sociedad en este caso nos permitió tener los resultados que tuvimos. Luego a mí me tocó ser parte, así como a muchos, de la idea de juntar la política con la sociedad, de hacer que los movimientos sociales se involucren en las discusiones públicas más allá de sus propios intereses. Y creo que eso colisiona directamente con la idea de separar a la política de la sociedad que la dictadura aplicó con su idea corporativista por excelencia. Es la idea donde los movimientos desde la sociedad civil resuelven sus problemas autónomamente, y esa idea de la autonomía es tremendamente peligrosa en la medida en que no se entienda como hacernos dueños de nuestras propias vidas, sino que se entienda como cada uno se arregla como puede.
Creo que el tema de cuáles son los desafíos de los movimientos sociales hoy en América Latina, tiene que ver mucho con la manera en que, como dice el título del foro, hacemos alianzas entre movimientos sociales en la medida en que politizamos y nos oponemos a esa idea gremialista de separarlos y de mantenerlos lejos de las instituciones, de la política.
A los 16 minutos con 46 segundos Tomás Leighton da por finalizadasu intervención.
HF: Muchas gracias Tomás por tu aporte y aprovechamos para hacer una felicitación a lo que ha sido el proceso chileno, y la elección como lo has dicho de un ex dirigente social como presidente de la República después de haber tenido una larga participación en movimientos estudiantiles y de otro tipo.
Le damos la palabra ahora a Karin, compañera de Uruguay de REDES Amigos de la Tierra.
Bienvenida Karin.
A los 17 minutos con 26 segundos da inicio la invención de Karin Nansen.
KN: Hola, muchas gracias por la invitación y por poder participar en este rico debate que esperemos que se continúe en el futuro, también integrando otros movimientos de diversos países, porque nos parece que es sumamente importante.
Nosotras somos una organización de lucha por la justicia ambiental, social, económica y de género, y desde esa perspectiva de la justicia en todas sus dimensiones, es que consideramos que hoy es necesario y fundamental apostar a la construcción de alianzas entre los movimientos sociales, y es algo a lo que le estamos realmente dedicando mucho esfuerzo y en lo que creemos firmemente, tanto a nivel nacional de mi organización, como a nivel de América Latina Amigos de la Tierra, América Latina y Caribe y también a nivel internacional.
Hoy es muy evidente que está en riesgo la sustentabilidad de la vida; las crisis socio ecológicas que enfrentamos, la crisis climática, del agua, de la biodiversidad, alimentaria, están interrelacionadas y son crisis que están amenazando los sistemas ecológicos que hacen posible la vida.
Pero también están destruyendo los medios de sustento de grandes mayorías de la población, están atentando contra los derechos de los pueblos. O sea, cuando hablamos de crisis, en realidad estamos hablando de que está en juego la vida y la realización de derechos.
Y en ese contexto es evidente que se necesita una transformación radical de nuestras sociedades y de los sistemas de producción y consumo, y además de la forma en que organizamos nuestras sociedades, nuestra economía y nuestra relación con la sociedad y la naturaleza.
También es evidente que asistimos a una profunda crisis de los cuidados que es el resultado de un sistema patriarcal que se basa en la explotación del trabajo del cuerpo de las mujeres mediante la división sexual del trabajo.
Entonces, lo que decimos es que es necesario ese cambio radical que haga posible la sustentabilidad de la vida, y que no es posible eso mientras continúe este sistema de acumulación que prioriza ante todo la concentración, la acumulación de capital y la toma de decisión en pocas manos, y en función de unos pocos, de los intereses de unos pocos.
Vemos cómo está muy relacionada la explotación de la clase trabajadora con la explotación de las mujeres, con la explotación de los pueblos indígenas, de los pueblos afrodescendientes y la explotación de la naturaleza.
Y lo mismo ocurre con los procesos de privatización, como decía Tomás, que se van produciendo con la imposición del neoliberalismo, un proceso de privatización de las distintas esferas, de las distintas dimensiones de la vida en sociedad y también de la naturaleza.
Por ello se plantea la necesidad de enfrentar un sistema que se sustenta en múltiples opresiones, y que se sustenta también en esa en esa lógica de explotación y de privatización de absolutamente todo. Por eso es que los movimientos sociales no pueden enfrentar esta dimensión de lo que tenemos por delante en forma aislada, en forma separada. Es necesario unir fuerzas como movimientos y entender en profundidad la raíz de las crisis que enfrentamos.
Porque si no entendemos las causas estructurales de las crisis que enfrentamos, las respuestas posiblemente no sean las adecuadas, o por lo menos, posiblemente, tenemos respuestas que son parciales.
Necesitamos una respuesta integral que realmente responda a las causas estructurales de las crisis, eso nos parece fundamental. Y en ese sentido las alianzas son necesarias también para avanzar en la construcción de paradigmas emancipatorios, de proyectos políticos emancipatorios que permitan fortalecer esos sujetos políticos populares. Debemos re-apropiarnos de la política y disputar la esfera política como decía Tomás.
Y es fundamental también que esos procesos de construcción política desde los movimientos se nutran de las luchas y las reivindicaciones históricas de nuestros pueblos y movimientos, pero que también sean capaces de tener una lectura en profundidad del contexto actual de la coyuntura, de la correlación de fuerzas y de lo que está en juego.
Por eso pensamos que tenemos muchos desafíos en términos de cómo vamos generando un análisis común, mediante un proceso participativo, democrático entre los movimientos sociales. Un análisis común que nos permita delinear una agenda también política común que parta de la diversidad. No estamos diciendo que queremos homogeneizar nada, sino, lo que queremos es que desde esa perspectiva de la diversidad podamos lograr la unidad de agendas.
Y en ese sentido también quiero enfatizar lo que decía Tomás de la importancia de la disputa de la esfera y la arena política, porque las políticas públicas son necesarias para que podamos cambiar este curso, para que podamos generar políticas en función del bienestar de nuestros pueblos, políticas que permitan revertir estas crisis estructurales, estas crisis socioambientales estructurales.
Entonces, frente a este proceso de des-legitimación de la política que se está dando, y de erosión de la democracia, -que es muy brutal-, la respuesta realmente es la participación activa de los pueblos y de sus movimientos sociales.
Es fundamental para nosotras entender que la política tiene que ver con la toma de decisiones que afectan a la organización de nuestras sociedades, su relación con la naturaleza: tiene que ver con disputar el Estado, tiene que ver con descolonizar el Estado y reorganizarlo en función del bien común y de los derechos de nuestros pueblos.
Otra dimensión fundamental, a la que no podemos escapar, es la disputa de la esfera económica. Necesitamos organizar nuevos sistemas de producción con nuevas relaciones sociales que nos permitan garantizar la producción y la reproducción de la vida, esto considera la centralidad del trabajo tanto productivo como reproductivo para nuestras sociedades, y la organización por lo tanto de nuestros pueblos en función de eso.
Pensamos que como movimiento ecologista no nos podemos quedar simplemente en una disputa en torno a qué pasa con los procesos de explotación de la naturaleza, que son muy brutales, sino que necesariamente tenemos que ver cómo eso se interrelaciona con otros procesos de explotación y cómo la privatización de la naturaleza está directamente vinculada también con la privatización de los servicios públicos, con el desmantelamiento de los derechos de la clase trabajadora y el desmantelamiento de los derechos de las mujeres, de los pueblos indígenas, de los pueblos afrodescendientes.
En términos más concretos, un aprendizaje para nosotras que ha sido muy importante es el proceso de construcción de la soberanía alimentaria, que es un principio que fue político, que fue inicialmente impulsado por la Vía Campesina a la que luego nos sumamos muchos otros movimientos. Implica el reconociendo del derecho de nuestros pueblos de definir nuestras propias políticas, nuestras propias estrategias y sistemas de producción, distribución y consumo de alimentos ecológicos justos, que reconozcan el papel central de las mujeres en la producción de alimentos como sujeto político. La soberanía alimentaria reconoce el acumulado de nuestros pueblos en la construcción de sistemas alimentarios que realmente garanticen la alimentación a nuestros pueblos.
Ese proceso de construcción tiene que ver con el derecho a la tierra, al territorio, con disputar el sentido del territorio, y esto tiene que ver con la lucha por políticas públicas que permitan realmente garantizar el derecho al agua, a la salud, a la alimentación; es un proceso de construcción que tiene mucho que ver con lo local porque esos sistemas alimentarios que están en construcción se van construyendo a nivel territorial, a nivel local, pero tiene mucho que ver con el diálogo, con la organización social que es fundamental y tiene que ver también con el diálogo entre campo y ciudad.
Aprendimos que la soberanía alimentaria no es solo un tema del campesinado, sino que la construcción de la soberanía alimentaria es una tarea que nos debe convocar al conjunto de la sociedad, y por lo tanto, es fundamental el compromiso de la clase trabajadora con ese proceso de construcción de la soberanía alimentaria.
Y en Uruguay concretamente una experiencia que tenemos, que consideramos súper valiosa, es un proceso de construcción de un movimiento que se llama Red Nacional de Semillas Nativas y Criollas, de las que formamos parte y que ha sido un proceso de construcción con los productores y productoras familiares, campesinado, comunidades de nuestro país, pero también en diálogo con la universidad, y con esos compañeros y compañeras de la universidad comprometidas con estos procesos sociales y que nos ha posibilitado ese proceso, buscamos defender el derecho que tenemos como pueblos a organizar nuestro sistema alimentario en función de otras dinámicas y de otros parámetros, que son distintos a los que nos impone el agronegocio y a disputar el territorio y reivindicar el derecho al territorio desde esta perspectiva de construcción de soberanía alimentaria.
Otra experiencia que ha sido sumamente importante para nosotras fue la campaña por el derecho al agua, que fue una campaña que se llevó adelante en el año 2003-2004 y que llevó a la reforma de la Constitución para que hoy en día consagra el derecho humano al agua, y vamos adelante junto con el sindicato FOSE que se llama que es el sindicato de trabajadores y trabajadoras de del agua y con otras organizaciones sociales, esto llevó a la constitución de una comisión nacional en defensa del agua y de la vida, aprendiendo también de la lucha en Bolivia, por ejemplo, y nos permitió eso: que la Constitución realmente consagre ese derecho fundamental al agua y prohíba los procesos de privatización del agua.
Pero además, en esta alianza entre movimientos logramos entender conjuntamente que si queríamos realmente garantizar el derecho al agua era necesario cuidar el agua en el territorio, cuidar el ciclo hidrológico, cuidar la calidad, la cantidad del agua en el territorio y por lo tanto necesitamos territorios saludables, y por eso, en la Constitución también se incluyó lo que era necesario y obvio que es la gestión sustentable de las cuencas y la gestión participativa de las cuencas hidrográficas, y estamos en un proceso hoy de disputa porque si bien está el derecho garantizado en la Constitución, hoy vemos cómo con el avance del agronegocio en nuestro país se está poniendo en cuestión ese derecho y no se está cumpliendo con este mandato de gestión sustentable a nivel territorial de las cuencas hidrográficas y demás.
Otras luchas que llevamos adelante con el movimiento sindical tuvieron que ver con la resistencia contra los tratados de libre comercio, que ha sido un tema también que históricamente hemos compartido con el movimiento sindical, quizás la lucha más reciente fue en torno al tratado sobre el comercio de servicios el TISA, y logramos que Uruguay se retirara de ese proceso. Pero sabemos que es una lucha que se continúa porque la agenda neoliberal sigue.
Imponer tratados de libre comercio es algo que está en la agenda claramente del nuevo gobierno; y en términos más recientes la lucha contra una ley muy importante para el gobierno que hoy actualmente está en nuestro país, que es la Ley de Urgente Consideración, una legislación que incluye todo tipo de temas y que se aprobó mediante un proceso que consideramos totalmente anti democrático: en forma urgente, pero además, el contenido es sumamente terrible en términos de lo que significa por la pérdida de derechos y por la imposición de una lógica neoliberal nuevamente. Recientemente tuvimos un referéndum, y eso fue posible gracias a la organización de los movimientos sociales, claramente del movimiento sindical, del movimiento cooperativista, del movimiento estudiantil, pero también del movimiento feminista. Fuimos muchas organizaciones que nos sumamos en primer lugar a un proceso de recolección de firmas para habilitar el recurso de referéndum y para que realmente hubiera un debate democrático en nuestro país, finalmente no logramos ganar, lamentablemente no logramos derogar esos ciento treinta y cinco artículos de esta Ley de Urgente Consideración, pero de todos modos hubo un proceso que consideramos sumamente importante de acumulación política desde los movimientos, en términos de lo que decía también Tomás: de fortalecimiento de la democracia.
Cuando se tiene un gobierno como el que tenemos hoy en Uruguay que no apuesta a una radicalización de la democracia sino todo lo contrario, pues utiliza su poder para imponer normas que van en la línea del fortalecimiento de la perspectiva neoliberal, y también el fortalecimiento de un Estado más represivo.
Porque a veces hablamos mucho del desmantelamiento del Estado y cómo desde esa lógica neoliberal se impone una reducción del Estado, pero se impone una reducción del Estado en función de los derechos de la población, al mismo tiempo se va generando un fortalecimiento de un Estado más represivo. Entonces ahí tenemos una lucha en nuestro país, y que para la cual, es fundamental la alianza con movimientos sociales.
En se proceso estamos; pensamos que es sumamente importante entender que la construcción de alianzas tiene que ver con procesos, no se construyen alianzas de un día para otro, el proceso de construcción es tan importante como los resultados que podamos lograr gracias a esas alianzas, pues esto nos permite disputar el espacio político.
Como movimientos sabemos que es un aprendizaje, porque es verdad que venimos desde perspectivas distintas, desde historias de luchas muchas veces distintas, pero que necesitamos aunar algunos temas de la agenda política que realmente son trascendentales para todos los movimientos, y que necesitamos entonces como decía antes desde esa diversidad construir cada vez más la unidad, y para eso, hay que apostarle. Se necesita tiempo y se necesita también mucha humildad, se necesita mucha humildad y también reconocer esas luchas históricas y los movimientos históricos que en nuestro país han hecho posible los cambios sociales.
Por eso consideramos tan importante el momento actual. Por supuesto es importante la relación con el movimiento sindical, pero también con el movimiento feminista para cualquier proceso de transformación social en nuestro país.
Muchas gracias.
A los 34 minutos con 32 segundos Karin Nansen da por finalizada la intervención.
HF: Muchas gracias Karin por este aporte desde la experiencia uruguaya. Estuve pendiente del resultado del referéndum y vi que no se había ganado, que no lo habíamos ganado, pero como decís, fue una experiencia importante de acumulación política y eso también es válido en ese proceso que señalás de construir alianzas, lo cual, expusiste, no es algo de un día para otro, sino que es un proceso.
Muchas gracias, Karin.
Pasamos ahora con Ciska Raventós, ella es socióloga, catedrática jubilada de la Universidad de Costa Rica, y es una persona que ha estado muy activa en la lucha social en nuestro país, así que bienvenida también Ciska. Adelante.
A los 35 minutos con 16 segundos da inicio la intervención de Ciska.
CR: Muchísimas gracias por la invitación, saludos a Karin, a Tomás y a Héctor.
Probablemente yo voy a ser mucho más detallada con respecto a datos de Costa Rica porque son menos conocidos, y además, porque estamos en un momento en el cual necesitamos mucho más mirar a la historia reciente para colocarnos frente al presente y al futuro.
A diferencia de Chile y Uruguay, Costa Rica no tuvo período dictatorial, es decir, no tuvimos ruptura del orden constitucional, y eso hace que tanto las políticas de salud, las políticas de educación, a pesar de que se han degradado en el contexto neoliberal, todavía sigue habiendo un peso importante de la salud y de la educación pública, es decir, son todavía bastiones cada vez más débiles, pero importantes para la ciudadanía.
Actualmente tenemos un desolador panorama político, tenemos una profunda crisis social marcada por desempleo, pobreza, desigualdad, que ya venía agravándose y que las políticas frente a la pandemia terminaron de exacerbar muchísimo.
En segundo lugar, tenemos un debilitamiento y fragmentación de las organizaciones sociales, tras las movilizaciones sociales recientes.
En tercer lugar, un fuerte desplazamiento del espectro político institucional hacia las fuerzas neoliberales que se expresa en una enorme mayoría legislativa y por último el triunfo electoral de un candidato populista de derecha que movilizó en campaña el malestar social contra chivos expiatorios, sin ofrecer soluciones a los grandes problemas nacionales.
Tenemos entonces riesgo de que las fracturas sociales se sumen a la capitalización de la desconfianza entre las personas y degrade aún más el tejido social.
Y sin embargo hace quince años tuvimos un ciclo de movilización social que nos llenó de esperanza y de la idea de que íbamos a poder más bien avanzar en derrotar al neoliberalismo.
Entonces, por eso en esta breve participación quisiera hacer una rápida descripción de las movilizaciones sociales que van del 95 al 2007, y después, de las movilizaciones recientes del 2018 y 2019; un poco para colocarlas en perspectiva.
Y luego haré algunas reflexiones sobre los avances, límites y enseñanzas de estas alianzas.
El ciclo de movilización del 95 y 2007 tiene dos momentos: una huelga magisterial en el noventa y cinco contra la restricción de las pensiones, -que si bien fue derrotada-, dejó una huella de malestar y de conciencia en el magisterio, y los profesores y las profesoras están en todo el país. Quedó así un magisterio más crítico y menos apegado, digamos, a las autoridades formales.
En el dos mil se suma una movilización social muy importante en contra de la apertura de las telecomunicaciones. Teníamos un monopolio estatal de telecomunicaciones, antes de eso de electricidad también, en una compañía estatal, y que además había llevado electricidad y telefonía a todo el país. En este caso esta movilización llevó al gobierno a sacar de la agenda legislativa un proyecto de ley de apertura que ya había sido aprobado por una mayoría muy contundente, es decir, la movilización social forzó revertir un acuerdo legislativo.
Y en perspectiva histórica, esta movilización y este triunfo logró detener la legitimidad del discurso privatizador por dos décadas, es decir, en dos décadas en política ningún candidato se ha atrevido a hablar abiertamente de privatizaciones y tememos que esto pueda empezar ahora.
También se desarrolló un movimiento muy amplio y multisectorial contra el tratado de libre comercio con los Estados Unidos. Estuvieron en esa lucha los movimientos sindical, ambiental, estudiantil, feminista, las comunidades indígenas… básicamente, se fueron aglutinando todos los movimientos sociales en la protesta.
Hubo un par de años de movilización callejera del 2005 al 2007, y esto finalmente lleva a la convocatoria de un referéndum, por iniciativa presidencial, a pesar de que la demanda de referéndum surgía desde la sociedad, es el presidente, que en un golpe de timón muy rápido quien convoca y eso generó una enorme movilización social y organización en todo el país en la campaña para ganar el referéndum contra el TLC. Y bueno, lo perdimos, pero lo perdimos 48 a 52 a pesar de que enfrentamos al gobierno, a empresarios, y hasta el embajador de los Estados Unidos de América participó activamente en la campaña a favor del TLC.
Entonces este ciclo largo de capitalización de movilizaciones y organización, y como diría Tomás, de politización de la sociedad dejó un enorme aprendizaje en términos de formas de organización.
Las organizaciones locales que se crearon para enfrentar el referéndum juntaron en el territorio a sindicalistas, ecologistas, feministas, estudiantes, gente en general de los barrios, y eso generó un espacio de encuentro y de aprendizaje común, y aprender sobre lo que decía Karin, de las diferencias, de aprender a escuchar, no solo diferencias políticas de énfasis, de cómo esas se van sumando en proyectos populares alternativos, sino que también incluso de estilos de trabajo dentro de las organizaciones. Es decir, desde las jerarquías sindicales hasta la horizontalidad feminista o ecologista se logró generar un enorme laboratorio de aprendizaje y eso fue muy valioso. Y a la vez hubo una fuerte presencia de capas medias que desarrollaron pedagogías populares en barrios a lo largo de los cinco años que duró la lucha contra el TLC.
También hubo coordinaciones nacionales muy difíciles entre distintos movimientos sociales, coordinaciones siempre cargadas de tensión, pero el objetivo común de derrotar el TLC, de alguna forma iba permitiendo patear para adelante las diferencias.
A pesar de haber perdido el referéndum, el ciclo de movilización social contribuyó a romper el orden bipartidista y disminuyó el apoyo popular a los partidos que venían impulsando las reformas neoliberales, y va a desarrollar ese proceso dos partidos, uno mucho más fuerte, el partido Acción Ciudadana de centro y el partido Frente Amplio de izquierda.
En términos de esta politización de la sociedad, después de la derrota del referéndum hubo ruptura de las alianzas entre movimientos, mucho reclamo de unos a otros, de quien había dicho qué, entonces hay un proceso de fragmentación y de mucha amargura. Una situación muy problemática. Estamos hablando del 2007, y a pesar de que la oposición al TLC fue concertando perfiles de proyectos alternativos un poco en la línea de lo que señala Karin, es decir, de irse encontrando en las distintas dimensiones de lo que requeriría un proyecto alternativo, eso no se potenció, nos quedamos en el no, en habernos opuesto al TLC y no en toda la riqueza propositiva que había surgido en ese contexto. Entonces ese proceso de politización de alguna forma se estancó y pasó, de vuelta, hacia demandas más sectoriales de los movimientos.
En contraste con ese periodo tenemos las movilizaciones recientes. Producto de la ruptura del bipartidismo desde el 2014 hasta mayo 2022 hemos tenido en el gobierno al Partido Acción Ciudadana, uno de los partidos que surge al calor de este otro periodo de expansión y politización, gana en segunda ronda, es decir, con muchos votos prestados y con minorías parlamentarias.
En el 2014 también creció la izquierda, el Frente Amplio pasó de un diputado a nueve, pero aun así en conjunto Acción Ciudadana y Frente Amplio no generaban mayoría legislativa; en el 2018 inicia el segundo gobierno del Partido Acción Ciudadana y el Frente Amplio baja de 9 curules a solo un diputado, por su parte el Partido Acción Ciudadana pasa de 13 a 10, o sea, lo que podría eventualmente haber sido la herencia de ese otro periodo queda limitada a once diputados de una Asamblea de cincuenta y siete.
El gobierno 2018-2022 compensó su extrema debilidad aliándose con un sector del empresariado grande vinculado con el sector exportador y emprendió una reforma fiscal cuyos costos recayeron directamente sobre sus bases sociales, sobre todo en las capas medias, los trabajadores del Estado y los pequeños y medianos empresarios.
Y en oposición a la reforma fiscal se generó una enorme movilización sindical, probablemente la mayor de toda la historia del país, así como una huelga magisterial de un semestre sin que alcanzaran objetivo alguno. Ni siquiera se entablaron procesos serios de negociación, o sea, eso fue una derrota muy fuerte.
Y en medio de la pandemia surgió una segunda movilización en 2020, un estallido social, un poco como lo que vivieron ustedes en Chile, pero en magnitud mucho menor, pero finalmente paralizó a todo el país durante un mes en octubre del 2020.
Frente a la movilización esta del estallido, que era algo que no tenía demandas claras, que no era muy claro qué era lo que se planteaba, con distintos sectores tratando de capitalizar los apoyos, tanto de parte de la izquierda como de otros movimientos sociales y grupos empresariales.
Es decir, en general son movimientos los dos muy aislados, tanto el del dieciocho como el del veinte, aislamiento sindical en 2018 y el otro ni siquiera se puede llamar un movimiento, fue más un estallido.
Y paralelamente el presidente de la República desarrolló un proceso de diálogo social en el que no incluyó actores que vienen del estallido, sino otros movimientos sociales, tratando de montar un acuerdo frente al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y tratando sobre todo de desmovilizar la protesta.
En este periodo reciente los únicos movimientos que han mantenido una capacidad de movilización creciente son los movimientos feministas seguidos por los LGTBIQ+.
El movimiento ecologista tuvo la dificultad de que frente a un discurso ambiental muy fuerte del gobierno se ha dividido, es decir, un sector se mueve en ámbitos internacionales y celebra el ecologismo de Costa Rica mientras que el movimiento sindical comunal y de base se encuentra aislado, entonces hay una especie de cooptación del discurso ambiental, más como una cuestión de relaciones exteriores y con poco peso hacia adentro, aislando al movimiento de base comunal, y por otra parte con, incluso, retrocesos a nivel ambiental. Es decir, mientras se tiene la campaña de divulgación, a la misma vez hay retrocesos ambientales.
Algunas reflexiones:
Lo primero es que hay una enorme diferencia entre el impacto político de las movilizaciones de fin y principios de siglo y este de los últimos años. Estas dos décadas y media nos han evidenciado las complejidades de la construcción de alternativas políticas incluyentes desde la sociedad. Por un lado, hemos tenido muchas dificultades con las divisiones dentro de los movimientos sociales, que generan competencias en vez de colaboraciones en muchos movimientos, especialmente en el sindical, que fue la base del movimiento expansivo. Tenemos una debilidad adicional porque en Costa Rica los sindicatos están casi solo en el sector público; Costa Rica no tiene libertad sindical en el sector privado, entonces eso también genera una decisión entre trabajadoras y trabajadores del sector privados, donde no existe el derecho de organización.
Los objetivos comunes, esos que decía antes, ayudan a articular la diversidad y reducir el impacto de las diferencias.
En tercer lugar, hemos podido ver a un gran costo lo difíciles que son las relaciones entre los movimientos sociales y la política institucional: partidos y movimientos operan con lógicas diferentes lo que habitualmente hace que para la dirigencia social sean procesos desconocidos y difíciles.
Me interesa destacar algunos puntos importantes:
– La total ausencia de traducción del nombre Partido Acción Ciudadana a una estrategia de construcción de poder político desde la sociedad. Es decir, el Partido Acción Ciudadana ha tratado de deconstruir las formas clientelares de los partidos tradicionales sin generar puentes alternativos. El segundo gobierno del PAC que termina en estos días ha sido uno de los que menos ha establecido puentes con la sociedad, especialmente en momentos de protesta. Tanto la huelga el 2018 como el estallido del 2020 fueron debilitados a base de ninguneo.
– En segundo lugar, el fracaso de la construcción de fracción entre los nueve diputados del Frente Amplio, 2014-2018, y esto me interesa en relación con lo que plantea Tomás y lo que es la diversidad de la Constituyente, es decir, estos nueve diputados venían en su enorme mayoría desde los movimientos sociales y no fueron capaces de construir una identidad de fracción y los contornos de un proyecto incluyente a pesar de la enorme homogeneidad política. Es decir, eran dirigentes sociales y por alguna razón no se logró; de hecho eso explica en buena medida por qué el Frente Amplio baja de nueve a un diputado en el periodo siguiente.
– Por otro lado, destaco los usos instrumentales y oportunistas que han hecho las élites gobernantes de las herramientas de referendo, diálogo y concertación social, es decir, siempre ha privado el interés de desmovilizar la protesta y no ha habido una convicción democrática de construir nuevos pactos sociales. Ha habido distintos momentos, tanto el referéndum, la concertación o el diálogo del 2020 en que básicamente el interés es desmovilizar y despolitizar y en eso han tenido bastante éxito.
– Y, por otro lado, la debilidad de los puentes entre movimientos sociales constituidos por activistas de capas medias. con las poblaciones desempleadas, empobrecidas y desorganizadas. Entonces hay un quiebre acá dentro del movimiento social, que es un fenómeno más de capa media, de personas con recursos de tiempo, cognitivos, materiales para organizarse, y esta otra masa social, que tiene muchas dificultades para organizarse porque fundamentalmente está luchando por la sobrevivencia.
– Otro punto es, -ya más allá de esta cuestión de los vínculos entre política y sociedad-, el enorme poder que tienen los poderes fácticos nacionales e internacionales, económicos y religiosos, especialmente en estos pequeños países centroamericanos que tienen un poder soberano en extremo limitados y elites políticas muy comprometidas con la propuesta neoliberal, con la globalización neoliberal, y poca atención al espacio social nacional. Es decir, como que pareciera ser que el país es simplemente un apéndice de lo que pueda jalar en inversión extranjera.
En el centro de la pregunta tenemos entonces cómo construir poder democrático de la sociedad, poder que permita orientar y posibilitar un gobierno democrático de izquierda.
El momento presente en Costa Rica es particularmente distópico, porque inicia un nuevo gobierno donde el candidato o el presidente electo hizo una campaña con un estilo populista de derecha, ya lo dije antes, que podría ser además una amenaza para la democracia liberal, incluso para esa y en ese sentido creo que estamos frente al riesgo de una repolitización conservadora de la sociedad.
Es decir, sí, politización, pero politización desde la desconfianza, desde los valores tradicionales, desde una mirada conservadora sobre las mujeres, una mirada pragmática sobre el ambiente. Entonces sí, estamos en un momento de alto riesgo.
A los 55 minutos con 44 segundos Ciska da por finalizada la intervención.
HF: Muchas gracias Ciska por este profundo y detallado análisis de lo que ha sido y de lo que es la situación en Costa Rica.
Queremos abrir una nueva ronda, para ir concluyendo y con los aportes adicionales que estimen.
Sabemos que Karin tiene una limitación de tiempo, no sé si ya tendrías que retirarte, o si tenés algún chance y querés ir de primera en esta nueva ronda.
KN: Gracias, y gracias a Tomás y a Ciska por sus aportes que han sido súper ricos.
Efectivamente son muchos los desafíos que enfrentamos los movimientos sociales y es necesario seguir trabajando en este sentido, porque para poder pensar nuestra acción política es importante entender cuál es el contexto en el que estamos operando, la correlación de fuerzas, y cuáles son realmente las amenazas y desafíos que enfrentamos.
A mí me parece que este proceso de deslegitimación de la política, que busca reafirmar los sistemas de opresión y desmantelar derechos, es un proceso que no va a parar en el futuro cercano en nuestro continente, y por lo tanto, realmente los movimientos necesitamos esto, de posicionarnos firmemente para disputar la política y para realmente reivindicar la política.
Me parece que ese es un elemento central y que ahí hay que tener mucho cuidado, porque pasa que muchas veces los movimientos de alguna manera nos retiramos de esa arena para cuestiones más territoriales, por ejemplo, sobre todo en el movimiento ambiental pasa, y es sumamente importante la defensa y la lucha territorial sin duda, pero si no logramos esa disputa de la arena política y reivindicar la política corremos cierto riesgo.
El otro tema es que claramente los derechos no están garantizados y a veces eso es difícil de transmitir en nuestras sociedades, porque se da por sentado que se cuenta con esos derechos. En sociedades como la nuestra, en Uruguay, donde a partir de la lucha, de los movimientos, el pueblo uruguayo a lo largo de los años, incluso durante la dictadura se ha logrado conquistar derechos que se dan por seguros.
Pero esos derechos no están garantizados de por vida, y muchas veces se asume como que sí, eso está, esa institucionalidad de los derechos es muy fuerte y es intocable… pues no están garantizados.
Hoy en Uruguay muchos derechos están profundamente amenazados, entonces no dormirnos nunca, todo es posible en términos del ataque contra los derechos fundamentales de nuestros pueblos.
Por otro lado se hablaba mucho de la persecución de las organizaciones sociales, eso está clarísimo en la agenda de la derecha, en la agenda neoliberal buscan deslegitimar, con la persecución constante incluso mediática buscan desprestigiar a las organizaciones sociales y ese es uno de los grandes desafíos. Y ahí el tema de la comunicación me parece fundamental, o sea, cómo transmitimos nuestros mensajes, -que lo planteaba Tomás antes-, cómo logramos transmitir nuestros mensajes, nuestro análisis, pero además reposicionarnos en medio de una situación en la cual es muy difícil pues hay mucha persecución de las organizaciones sociales.
Y por último me parece que hay una disputa que tenemos que reconocer como movimientos sociales, que es la disputa de imaginarios, hay una disputa del imaginario social que a nosotras nos preocupa profundamente, porque lo que está haciendo la derecha y la centro derecha neoliberal es tratar de borrar y cambiar la historia. Porque en Uruguay se está tratando de cambiar la historia, el relato de la historia, entonces, realmente es grave lo que está pasando. Pero por otro lado buscan borrar del imaginario de nuestro pueblo la importancia de la justicia, de la solidaridad, de la participación social.
Y esto va más profundo aún que la lucha por las políticas públicas concretas, o sea, la lucha por las políticas públicas es fundamental, pero tenemos que saber también que esto es una disputa de imaginarios y eso va en mucha profundidad, y para cualquier movimiento que luche por la justicia, cualquier movimiento progresista de izquierda, esa es una mucha que tenemos que entender y que tenemos que dar: la disputa de los imaginarios. Me parece que ahí tenemos un enorme desafío, porque está muy ligado al tema de la comunicación, y a quién define el relato y la narrativa y los términos ideológicos. Muchas veces quedamos con debilidad porque quienes marcan el tono del debate son otras fuerzas.
Nosotras también pensamos que es muy importante todo el proceso de formación política y retomar esa formación política de carácter popular, que realmente nos permita aprender entre los movimientos porque tenemos que aprender unos de otros, y como parte de eso, la disputa de los imaginarios que es tan importante.
Por ahí finalizo, gracias.
A la hora con 1 minuto y 37 segundos finaliza la intervención de Karin
HF: Muchas gracias Karin, muchas gracias por tu importante reflexión en este momento. Tomás, adelante con tu participación.
TL: Me había quedado pensando en lo que decía Karin al comienzo de su presentación, en relación con la siempre difícil dicotomía o desafío que enfrentan los progresismos sociales y políticos a la hora de articular las necesidades sociales que se vuelven hegemónicas, sobre todo en momentos de crisis que claman por supuesto los más pobres, con los objetivos de corto plazo de desarrollo productivo, de cambio de modelo productivo, de sustentabilidad ambiental.
O sea, yo diría que quizás esa es la pregunta o el fantasma que ronda a los nuevos gobiernos en Latinoamérica, pero también a los movimientos sociales y especialmente aquellos que se levantan en pos de la justicia ambiental. La articulación y finalmente el programa político de la izquierda democrática va a tener que conciliar cuestiones que, -y no me refiero solamente a donde se pone la plata o la cuestión presupuestaria-, importan muchísimo a la hora de qué priorizar. Sobre todo, cuando por ejemplo se encarece el costo de la vida producto de la inflación que van a experimentar en general los países en el mundo, y eso hace que, por ejemplo, el combustible sea más caro y por lo tanto el transporte público sea más caro para los ciudadanos, y entonces, los estados comienzan a responder con subsidios al combustible, ¿en qué medida eso puede dinamitar las posibilidades de llegar a los objetivos 2030 de Naciones Unidas de reducir las emisiones hacia ese momento? Uno podría buscar otro ejemplo en donde en momentos de crisis también nos vemos enfrentados a ese tipo de desafíos, de conciliar de alguna manera un programa político que no deje atrás la necesidad de la sustentabilidad ambiental y de la justicia ambiental.
Entonces me quedé un poco pegado con eso y me encantaría escuchar tu opinión. Bueno si no es ahora porque tienes que irte, en otro momento, pero creo que quizás es como la gran pregunta, y yo creo que por ejemplo el gobierno de Boric lo tiene como un gran problema político hoy, porque fue una promesa de campaña ser un gobierno ecologista y con todo lo que eso implica, entonces ahí va vamos a tener situaciones que resolver, o sea, hay mucha esperanza en Chile, pero ahora comienzan los problemas y eso es necesario decirlo así.
Respecto a la exposición de Ciska me interesó muchísimo también porque me confieso no tan conocedor de la historia política de Costa Rica, obviamente en líneas generales sí pero me pareció muy interesante la exposición sobre los ires y venires de los movimientos sociales.
Y también un poco hablando desde la experiencia chilena, yo creo que a la larga provocar grietas no sirve de nada, si es que esas grietas no son conducidas hacia objetivos que, como bien tú decías no se agoten en las propias demandas de un momento particular. O sea, de alguna manera lo importante no es solamente provocar estallidos sociales, sino que los estallidos sociales sean capitalizados a través de mensajes que vienen instalándose largo tiempo atrás y puedan encadenar luchas. ¿Por qué? Porque como lo decís los estallidos sociales son momentos destituyentes muchas veces, y los momentos destituyentes riman con la desconfianza. Y la desconfianza muchas veces puede ser capitalizada por populismos de derecha, por lo tanto, debe considerarse la necesidad de que los movimientos sociales vayan instalando su programa, pero además, que ese programa sea articulado y sea encadenado hacia algo que vaya más allá de, por ejemplo, si la lucha del magisterio por generar una nueva carrera docente tenga también un sentido integral con las luchas por fortalecer la educación pública, y que la lucha por fortalecer la educación pública de alguna manera abra la idea de los derechos sociales hacia más allá de la educación, digamos, que la idea de la universalidad, en el caso de la educación, se extienda también a todas las áreas y las esferas de la sociedad.
Yo creo que en eso hay asuntos interesantes, hay luces que pueden identificarse en la historia reciente de nuestro país, porque por ejemplo, el movimiento estudiantil del 2011 en Chile que fue por la educación pública gratuita y de calidad, a nivel de la educación superior, ese año, lo que partió la chispa que encendió la pradera no fueron las reivindicaciones del movimiento estudiantil, fue un movimiento que buscaba frenar la instalación de una termoeléctrica en la Patagonia chilena, que iba a impactar el medio ambiente de manera muy negativa para las comunidades y para el país y para el planeta en general. Por lo tanto eso fue lo que hizo que existiera una marca en donde fueron cien mil personas en la ciudad de Santiago que era algo inédito desde el retorno a la democracia, y de alguna manera se logró frenar el proyecto de termoeléctrica, y quedó un poco en el aire la sensación de que la cultura de haber ido a la calle por primera vez y así de masiva fue abriendo otros debates.
Incluso yo creo que hay algunas cuestiones más de orden subjetivo o inconsciente que van quedando y que lograron conectar con que un año o dos años atrás, ya las organizaciones, las federaciones estudiantiles estaban hablando de la posibilidad de ir a la calle a protestar por un programa de educación gratuita, entonces, de alguna manera hay una cuota al azar. Los estallidos van a ocurrir igual, la cuestión es cómo se canalizan. El trabajo hormiga, el trabajo territorial no basta, pero vaya que es importante en los momentos previos, durante, y luego.
Porque lo que va ahora es un trabajo territorial, que tiene que estar orientado hacia algo más allá de lo particular, de lo contrario no se avanza en lo político. Nosotros teníamos mucho temor cuando fue el estallido del 2019, de la violencia que tuvo el estallido, que fue real. Temíamos que la destrucción de inmobiliario público, etcétera, despertara no solamente una reacción fascista a partir de las fuerzas de orden, sino que también despertara la necesidad de seguridad, de querer volver al orden cotidiano que se conocía anteriormente, y eso, es algo que rima mucho con el fascismo, y los fascismos siempre se aprovechan de esos movimientos, de cuando el río está revuelto puede ocurrir cualquier cosa. Por lo tanto, ahí hay una complejidad que resolver, pero que también va dejando enseñanzas de cómo ir avanzando paso a paso, preparando quizás o acumulando de a poco.
Respecto a la Constituyente, efectivamente una de las gracias de la Constituyente es que no solamente se hizo un plebiscito para elegir una asamblea que redactara una constitución, el cual tuvo un 80 % del apoyo de los votantes, que es un resultado histórico de gente que dijo “bueno queremos cambiar la constitución de Pinochet, porque tiene el problema de que es la causa de un entramado anti derechos”, sino que también al momento de elegir las personas que van, que están hoy en día redactando lo que luego se va a sancionar en un nuevo plebiscito, tuvo condiciones de elegibilidad que fueron extremadamente positivas para la democracia. Porque fue un proceso que se eligió con una regla de paridad, lo que hace que sea la primera constitución en el mundo que se escribe con una asamblea 50/50 hombres y mujeres, tuvo cuotas reservadas, escaños reservados para los pueblos indígenas de nuestro país, y además contó con la posibilidad de que personas independientes, sin militancia política pudiesen armar listas para competir de igual a igual, y se tuvo la posibilidad de que esas listas de independientes muchas veces venían de articulaciones sociales, o sea de movimientos sociales, por ejemplo el movimiento por una vejez digna, en contra del sistema privatizado de pensiones.
Hubo otros espacios relacionados al movimiento socioambiental y por supuesto el movimiento feminista, que tiene varios representantes dentro, que fueron elegidas con amplias mayorías e incluso también por ejemplo cuenta con una representación de organizaciones que estuvieron muy activas en la revuelta social, o sea, que de alguna manera estuvieron en la calle.
Pero obviamente, y en esto yo quiero ser muy claro, paradójicamente hoy día tenemos otro riesgo, y es que muchas veces se empieza a santificar el tema de la independencia de los partidos como garantía de progresismo o de cambio. Y eso no necesariamente es así, y hoy día hay una disputa dentro de la Convención, porque por ejemplo, en uno de los artículos dentro del articulado del sistema político quisieran hacer como permanente, esta regla en donde los independientes pueden no solamente presentar listas, que es una cosa, sino que también operar como partidos políticos sin llamarse partidos políticos ante el rechazo generalizado de la sociedad y la desconfianza que tiene la sociedad hacia la política, y lo que eso hace en definitiva es deteriorar la ya baja legitimidad que tienen los partidos en una sociedad que está expuesta al neoliberalismo, y que por lo tanto puede, paradójicamente, parecerse muchísimo a la Constitución del ochenta, que lo que hacía era reducir la política a la mínima expresión, por lo tanto, obviamente por razones distintas, y eso hay que decirlo, no estamos hablando de gente que sea derecha, o más allá de eso que tenga una vocación autoritaria, o que sea corporativista, ni mucho menos, pero por razones diferentes se está llegando a conclusiones que no necesariamente son las más favorables en cuanto al rol de la política en la sociedad, entonces ese tipo de cuestiones están aún en debate.
Yo no creo que vaya a dirimirse necesariamente como yo lo estaba pintando, pero ahí no es tan fácil, y hoy día la Convención está en curso, y estamos redactando la nueva Constitución que vamos a votar el cuatro de septiembre, cuando ya esté el texto final escrito.
Hoy día la ciudadanía comienza a ver con un poco de desconfianza el texto que se está armando, por la campaña de los medios de comunicación en contra de la Convención, pero también, por una serie de errores no forzados que ha cometido el progresismo al interior, y que vale la pena reconocerlo también. Eso hace que hoy día todas las encuestas del país le dan una mayoría al rechazo, a la opción de rechazar la nueva Constitución al principio de salida, que es algo que vamos a tener que enmendar, y que va a requerir mucho trabajo, porque también, querámoslo o no, ese plebiscito del 04 de septiembre es también un plebiscito que va a afectar al gobierno de Boric, por supuesto, porque nosotros somos los principales defensores de la Convención.
Entonces ahí enfrentamos momentos turbulentos, pues Chile es esperanza, pero Chile también es incertidumbre, y hay que ponerle paños fríos también para ver cómo podemos seguir reproduciendo esa energía transformadora que surgió en el país y que no es inagotable, nunca es inagotable, siempre hay que estar constantemente preguntándonos cómo renovarla, así que en eso estamos, y la articulación entre los movimientos sociales que están dentro de la Constituyente y los partidos del oficialismo, el Frente Amplio, el Partido Comunista, el Partido Socialista ha sido súper compleja, porque son formas diferentes. A pesar de que nosotros también venimos de los movimientos sociales, los movimientos sociales que están hoy representados son expresiones mucho más recientes de organizaciones menos institucionalistas, que tienen todo su derecho y es necesario que estén representadas, pero que obviamente es difícil que cuaje, es difícil que podamos llegar a acuerdo.
Ahí hay otro desafío, y con esto termino: quienes han logrado de alguna manera los momentos de mayor articulación entre esos dos mundos, el mundo más partidario y el mundo más social han sido los pueblos indígenas y sus representantes, entonces la primera presidenta de la Convención fue Elisa Loncon, que es del pueblo mapuche y es lingüista, y es una tremenda dirigenta que de alguna manera le permitió ser viables a ciertas mayorías para poder articularnos. Eso nos indica un poco el camino. Hay veces que la izquierda, cuando se desconecta de sus fuentes inspiradoras se pierde, y muchas veces los movimientos indigenistas nos enseñan a tener más humildad y a mirar las cosas de otra manera, así que eso ha sido una buena lección hasta el momento, pero esperemos que vaya bien.
HF: Muchas gracias Tomás. Realmente los aportes tanto de Tomás, como de Karin y los de Ciska dan una idea, una perspectiva del tema de las alianzas de los movimientos sociales y la importancia para algo que mencionó Tomás, que es la participación ciudadana y cómo logramos a partir de esa participación ciudadana ilustrada por las exposiciones, no solamente incidir sino transformar la realidad.
Antes de que Ciska haga su aporte, quiero darle las gracias a Karin, que tiene que retirarse porque tenía otros compromisos en esta tarde, así que Karin, si querés despedirte… y muchas gracias por tu tiempo, por tu trabajo allá con tus compañeras y compañeros de Uruguay. Como dijiste en tu participación esperamos que continuaremos en contacto para nuevas actividades como esta.
KN: Sí, muchísimas gracias realmente un placer estar; tenemos muchos temas para seguir discutiendo y trabajando como fue expresado, así que esperamos encontrarnos nuevamente, pero un gusto, un placer estar con Tomás y con Ciska y por supuesto contigo Héctor, así que seguimos.
Muchas gracias, hasta pronto.
HF: Muchas gracias, Karin, hasta pronto.
Ciska, adelante
A la hora 20 minutos da inicio la intervención de Ciska.
CR: Quiero destacar algunas ideas:
– Tenemos elementos en común, uno de ellos tiene que ver sobre todo con la participación de Karin, que fue la que más desarrolló la idea de que un proyecto alternativo al neoliberalismo hoy tiene que ser feminista, tiene que ser ecologista, tiene que ser incluyente, y debe tener como norte la justicia social, la solidaridad, es decir que en el trasfondo de lo que hemos hablado compartimos eso que no era tan obvio hace veinte, veinticinco años. Y creo que tiene enormes desafíos y retos, precisamente porque supone deconstruir y desarmar las ideas que mueven el proyecto neoliberal.
– Otro tiene que ver con lo que señalaba Tomás muy al principio: lo de la comunicación, y tiene que ver con la importancia del proyecto de SURCOS y del programa Alternativas en Costa Rica, en el sentido de desarrollar mecanismos de comunicación e información fiables entre los movimientos sociales, es decir, una de las amenazas más grandes del momento actual, es esta idea de que no hay nada que sea cierto, de que toda verdad puede ser disputada, entonces contar con medios fiables de comunicación que nos informen entre movimientos sociales es definitivamente una decisión muy importante.
– En segundo lugar, el énfasis que pusieron tanto Karin como Tomás en lo que es la disputa cultural, es decir, la disputa ideológica. Me gustó mucho esto que señalaba Tomás sobre el estallido, que el estallido pudo ser significado de muchísimas formas, y pudo haber tenido exactamente el desenlace contrario al que tuvo, pudo haber llevado hacia mano dura, hacia seguridad, entonces esa idea de la lucha ideológica, de pelear las trincheras por los significados en un sentido así como muy gramsciano es muy importante hoy… lo que decía Karin de las narrativas, es decir, no vamos a poder afianzar algo nuevo sin poder construir una forma diferente de ver el mundo. Y que esa forma de ver el mundo tenga vida en las personas y en la sociedad. Y creo que si vemos por ejemplo la no continuidad de la politización que se dio con respecto al TLC, esa probablemente sería la mayor crítica.
Es decir que simplemente se perdió… pero no necesariamente está perdido porque en las sociedades también quedan las reservas, en los movimientos también quedan los recuerdos, no es tan lejano y puede ser que sirvan hoy para la resistencia a lo que venga, pero que ciertamente se necesita hablar, pensar y construir esas narrativas para poder disputar.
– Y en relación con eso, tal vez lo último que quisiera decir es esto último que refería Tomás con respecto a lo de los partidos políticos y movimientos. Tengo la impresión de que los partidos de izquierda en Chile han aprendido mucho y han sido muy abiertos y flexibles con respecto a las energías y los movimientos que vienen de la sociedad. Y que ha habido un largo camino recorrido ahí, respecto de lo que fueron los partidos tradicionales. Pero es claro que necesitamos partidos, por lo menos como instancias que coloquen los proyectos globales de sociedad, y necesitamos movimientos, y necesitamos encontrar una forma en que sea menos disputada y más armónica la conjunción de energía entre uno y otro.
Eso serían básicamente mis reflexiones finales.
HF: Muchas gracias Ciska. Me parece que ha sido un conversatorio muy rico y así lo manifiestan otras personas también en el chat, en el Facebook Live de SURCOS, y creo que los aportes que se han dado son muy enriquecedores para tener una perspectiva más precisa de cómo poder avanzar, en eeste reto de que los movimientos sociales sean parte activa de la construcción de la democracia, de una democracia realmente de mayor profundidad como la pretendemos y cómo la necesitamos.
Quiero agradecer a Tomás, su participación me parece que ha sido muy enriquecedora, y también reiterar la felicitación al pueblo chileno por este proceso que ha vivido, doloroso en época de la dictadura, pero esperanzador en este momento, me parece que realmente ahí tiene que estar la energía y la fuerza de toda América Latina para que este proceso realmente avance.
Y quiero ofrecerle tanto a Tomás como a Ciska unos breves minutos finales para que puedan despedirse y hacer una reflexión final si lo desean.
CR: Solo quiero agregar algo, desearles muchísima suerte en Chile porque el pulso no está fácil, va a ser complejo y todos los deseos de suerte y de que les vaya bien, porque de alguna forma en lo que construyen ustedes nos va a servir a nosotros para aprender también.
TL: Muchas gracias, muchas gracias, compañeros, compañeras. Yo creo que este tipo de instancia, de intercambio de experiencias sobre movimientos sociales, sobre política en el contexto de realidades muchas veces se ven distantes pero que sin embargo no son tan distantes, somos parte de Latinoamérica y compartimos horizontes.
Por lo tanto, creo que una de las claves de acumulación que tuvo el proceso chileno fue siempre mantenerse abierto al diálogo y a la solidaridad internacional, y es importante cuando nos va bien, pero sobre todo es importante cuando nos va mal, la comunidad internacional se construye a pulso y cuando en los momentos más oscuros de la historia ha sido la solidaridad internacional lo que ha permitido sobrevivir.
Por lo tanto, para nosotros, para Revolución Democrática, mi partido, para el Frente Amplio, pero también a mí como persona, y por mi historia familiar, en donde mi familia también sufrió los horrores de la dictadura cualquier espacio de diálogo internacional es doblemente importante, entendiendo la historia de los pueblos y de las luchas sociales, que muchas veces uno avanza un paso, pero retrocede dos, la esperanza es lo que nos puede mover y también la conciencia de que la necesidad de conectarnos apremia siempre.
Por lo tanto, muchas gracias, Héctor, muchas gracias Ciska también a los compañeros del diario SURCOS y de la Alianza por una Vida Digna. y ojalá que nos volvamos a encontrar, yo creo que este tipo de instancias ojalá que existan también de vuelta, y poder continuar este vínculo.
Así que de verdad me voy muy feliz. Y estamos en contacto. Un abrazo.
HF: Un abrazo.
Ciska, ¿Querías agregar algo?
CR: Tal vez una sola idea que se me quedó en el tintero y quizá es útil frente a nuestro pesimismo actual, es que también son procesos, algo que insistió mucho Karin, y que insistió Tomás, es decir, que a veces cuando las cosas se ven muy mal, también recordemos que son procesos, y que de ahí vamos construyendo nuestras fortalezas del pasado, y entonces sí una idea que se me quedó.
Y al igual que Tomás, agradezco muchísimo el espacio, creo que he aprendido mucho y me quedó mucho que pensar, salgo un poco más optimista de lo que estaba antes de empezar.
HF: Muy bien, muchas gracias, un abrazo a Tomás allá donde estás, un abrazo para Ciska, un abrazo a Karin también que se tuvo que retirar hace quince minutos por otros compromisos, y seguimos adelante como lo han dicho, lo hemos reiterado, ojalá nos sigamos encontrando y sigamos construyendo de manera conjunta, abrazos, muchas gracias.
Nota de edición:
Quienes deseen repasar el video de este foro pueden verlo aquí o bien seguir este enlace: https://youtu.be/xXi3EP30Qbo
Compartimos el video del foro Avances, obstáculos y enseñanzas de las alianzas entre movimientos sociales: Chile, Costa Rica y Uruguay.
La actividad se realizó el sábado 9 de abril del 2022 y fue organizado por la Alianza por una Vida Digna y el Foro Confluencia Solidaria; se transmitió mediante Facebook Live de SURCOS Digital.
Participantes:
Tomás Leighton, miembro del Frente Amplio y exdirigente estudiantil en Chile.
Ciska Raventós, socióloga, catedrática jubilada de la Universidad de Costa Rica, activista social.
Karin Nansen, fundadora y coordinadora de REDES Amigos de la Tierra Uruguay e integrante del Comité Ejecutivo de Amigos de la Tierra de América Latina y Caribe. Si prefiere ver el foro en Facebook este es el enlace: https://fb.watch/chIYNsV4Bo/
Foro de Confluencia Solidaria y Red MMT Costa Rica 01 de febrero de 2022 Tiempo de lectura: 13 minutos
Durante las últimas cuatro décadas, Costa Rica -al igual que la mayoría de países del Sur Global- ha perseguido un modelo de desarrollo basado en el crecimiento con base en las exportaciones, liberalización de la inversión extranjera directa y de los mercados financieros, apertura de empresas estatales y promoción del turismo. A pesar de algunas ventajas y periodos de crecimiento, este modelo ha resultado en una de las mayores crisis vividas por la sociedad costarricense desde la segunda mitad del siglo XX. Entre los aspectos más determinantes de esta crisis se pueden señalar:
niveles de pobreza y desempleo persistentemente altos, así como una desigualdad social que ha crecido en las últimas décadas, con la correspondiente inseguridad laboral, financiera, física y alimentaria de un importante porcentaje de la población, especialmente de mujeres, trabajadores migrantes, grupos minoritarios, personas vulnerables y fuera de la edad productiva;
un deterioro de la capacidad pública para garantizar el acceso universal a la vivienda y el empleo dignos, la salud, la educación, el crédito, la seguridad y otros elementos esenciales para una vida gratificante;
una creciente desconfianza en las instituciones públicas y privadas, nacionales y extranjeras, en los mecanismos garantes de la democracia y en los partidos políticos, así como un aumento en la inseguridad ciudadana y los índices de violencia.
Estas y otras realidades requieren de una observación responsable, de intercambios respetuosos, solidarios y de un cambio profundo en la comprensión del marco institucional y de las herramientas legales, económicas y políticas que están al alcance de la colectividad para la búsqueda del bienestar de todas las personas. Costa Rica tiene la capacidad para ofrecer vivienda, salud y educación de calidad a todos sus habitantes, empleo para todas las personas con deseo de trabajar y seguridad social para quienes por diferentes razones no pueden hacerlo. Para ello, debemos colocar la ley y la economía al servicio de las personas, y no a las personas al servicio de éstas. En este sentido, el eje de economía del Foro de Confluencia Solidaria y la Red MMT Costa Rica hacen un llamado a la ciudadanía, a los partidos políticos y a las candidaturas a puestos de elección popular a reflexionar críticamente y tomar en consideración las siguientes propuestas que consideramos esenciales para construir una sociedad más próspera, justa y resiliente.
1. Garantía pública de empleo
La garantía pública de empleo o política de trabajo garantizado (TG) es una alternativa al desempleo cada vez más discutida en el plano internacional. Actualmente, el desempleo se utiliza como un estabilizador de precios. Es decir, para controlar la inflación se toman medidas que aumentan o mantienen el desempleo para disminuir el consumo de la población y de este modo evitar un aumento en los precios de los servicios y bienes de consumo (a lo que nos referimos comúnmente como inflación). En cambio, la garantía pública de empleo busca cumplir el mismo objetivo de estabilización de precios con una opción de empleo transicional distinta del régimen de empleo público. El programa funciona como estabilizador automático, aumentando el número de personas empleadas en él cuando baja la actividad del sector privado y reduciéndose cuando ésta crece.
Su objetivo es emplear toda la capacidad productiva del país ofreciendo un trabajo temporal con salario digno a todas las personas que así lo requieran. El programa debe ser lo más pequeño posible y ocuparse de actividades no realizadas por el sector público ni privado. Se puede implementar por etapas, con diferentes mecanismos de pago y enfocarse en áreas de trabajo estratégicas de construcción de capacidad productiva, infraestructura, descarbonización, economía de los cuidados, educación y cultura, entre otros. Es un programa financiado por el gobierno central y administrado localmente según las necesidades específicas de cada comunidad. Finalmente, el programa de garantía pública de empleo podría ser complementado con una renta o ingreso básico para aquellas personas que no puedan participar en el programa.
2. Reconcebir las finanzas públicas
Los fundamentos económicos de la austeridad fiscal han sido ampliamente refutados desde hace al menos dos décadas. El análisis convencional de las finanzas públicas parte de la premisa de que un gobierno se debe comportar igual a un hogar o una empresa del sector privado. En otras palabras, se sostiene que el gobierno debe mantener el mismo tipo de equilibrio presupuestario que el resto de los agentes de la economía.
No obstante, si se considera la economía en su conjunto, los balances positivos de un sector (público, privado o externo) deben venir necesariamente de alguno de los otros sectores. Esto quiere decir que para que un gobierno tenga balances positivos (superávit), es necesario que el sector privado nacional o el sector externo (o ambos) tengan balances negativos (déficit). Por lo tanto, si se quiere apelar al “saneamiento” de las finanzas públicas debe tomarse en cuenta que un balance positivo del gobierno significa, entre otras cosas, una disminución de la capacidad financiera de la población como un todo y, en especial, de los sectores más vulnerables.
Por esta razón, la mayor parte de las economías a nivel mundial han operado históricamente y operan en la actualidad con déficits públicos sostenidos (con excepción de períodos breves de algunas potencias exportadoras) sin que esto implique una amenaza para su estabilidad en el futuro. Al contrario, las medidas de austeridad fiscal implementadas alrededor del mundo han tenido consecuencias negativas. El ejemplo más claro ha sido Europa durante la crisis del euro, donde las medidas de austeridad han ralentizado su recuperación económica y su efecto ha sido especialmente devastador en países como Grecia, Italia o España.
Debido a su naturaleza procíclica, las reglas fiscales han tenido un efecto negativo en las economías en que han sido utilizadas. En momentos de depresión económica, han causado una disminución aún mayor en el consumo cuando lo que la economía requiere es lo opuesto, tal y como se ha observado en el contexto de la pandemia.
No existe ninguna base teórica ni respaldo empírico suficiente para establecer una restricción arbitraria de la capacidad financiera de un gobierno. Por el contrario, si queremos una sociedad que asegure el bienestar de su población (incluyendo sus generaciones futuras), es necesario que se invierta en crear las condiciones necesarias en términos de vivienda, salud, educación, empleo, infraestructura y otros.
3. Aumentar la capacidad productiva local en áreas estratégicas
La pandemia ha dejado claro que es vital que los países posean un alto grado de capacidad para producir dentro de su territorio el alimento y la energía que consumen, así como ciertas tecnologías cruciales para el bienestar de la población, en particular medicamentos y vacunas. Para esto se requiere de un plan nacional que contemple inversión en educación, investigación científica y tecnológica endógenas en áreas de importancia estratégica, promoción de sistemas de agricultura sostenibles y ecológicos de alimentos esenciales con una baja huella de carbono y de capacidad de producción farmacéutica a nivel público.
Para disminuir la vulnerabilidad que representa la dependencia energética del país, es imprescindible reducir drásticamente la importación de combustibles fósiles a través de medidas como desincentivar el transporte privado individual, implementar un programa de transporte colectivo urbano eficiente, promover el uso de la bicicleta, la producción local de biocombustibles de forma sostenible y el transporte eléctrico. Solo con un mayor grado de capacidad alimentaria, energética y tecnológica local se logrará fortalecer el estado de bienestar y dotar al país de la resiliencia necesaria para soportar crisis y shocks externos. Algunas de las áreas en las cuales Costa Rica tiene una amplia capacidad de competir son la industria y el turismo médicos, la educación, el desarrollo de energías renovables, la informática y otros.
Además, el gobierno debe mejorar su capacidad de gestión. Parte de la solución debe involucrar una estrategia, preferiblemente aprovechando y expandiendo el ecosistema actual de código abierto, para desarrollar los sistemas informáticos que permitan digitalizar procesos y facilitar la coordinación entre las diferentes entidades públicas. Esto, a su vez, requerirá de una expansión de la infraestructura digital del país, que puede ser también aprovechada por el sector privado. Las pequeñas y medianas empresas se verían especialmente beneficiadas, ya que la infraestructura que tenemos actualmente está orientada a las necesidades de empresas de mayor tamaño.
Todas estas medidas aumentarían la capacidad productiva del país para tener una economía más resistente a eventos fuera del control interno como, por ejemplo, incrementos de precios en los mercados internacionales. La capacidad para ejecutar esta estrategia ya existe en el país, pero hasta el momento no ha existido la voluntad política para dirigir los recursos necesarios.
4. Reducir progresivamente el endeudamiento en monedas extranjeras
Actualmente, el endeudamiento en moneda extranjera se justifica apelando a dos motivos principales. El primero es reducir el gasto público por concepto de pagos de interés sobre la deuda. El segundo es por la necesidad de importación de distintos bienes y servicios. El problema del endeudamiento en moneda extranjera, tanto público como privado, es que tiene un efecto distorsionante de las prioridades colectivas, pues ante la necesidad de invertir en políticas que mejoren la capacidad productiva y la calidad de vida de las personas, se impone un incentivo de protección del tipo de cambio. Proteger el tipo de cambio tiene la utilidad de estabilizar el precio de los bienes y servicios esenciales que son importados, pero también es una herramienta que protege el precio de las importaciones de lujo. Para proteger el tipo de cambio, generalmente se imponen políticas de austeridad que afectan negativamente a las poblaciones más vulnerables y que son susceptibles a la especulación financiera de diferentes entidades nacionales e internacionales.
Además, la deuda pública en moneda extranjera tiende a estar condicionada a la implementación de políticas -generalmente de austeridad- dictadas por entidades internacionales que no están sujetas a procesos democráticos. Todo esto crea un círculo vicioso donde la economía no tiene la capacidad necesaria para aumentar su productividad y se vuelve más dependiente de las importaciones. Dicha dinámica se agrava en períodos de crisis, en los cuales se genera un mayor endeudamiento para continuar importando. Este efecto negativo fue experimentado con fuerza durante la crisis de la deuda externa latinoamericana a principios de la década de 1980, desencadenada por la decisión de la Reserva Federal de los Estados Unidos de aumentar abruptamente las tasas de interés en dólares en el marco de una crisis inflacionaria global. En general, el país no tiene control real sobre las tasas de interés en dólares, por lo cual su aumento desestabiliza directamente la economía local. En contraste, las economías desarrolladas no tienen deuda pública en moneda extranjera a pesar de que también requieren de importaciones.
Por otra parte, el endeudamiento externo no es la única vía para reducir el costo de la deuda y tampoco para importar bienes y servicios. Para cumplir con sus objetivos de estabilidad macroeconómica, el Banco Central de Costa Rica (BCCR) implementa política monetaria que busca aumentar o disminuir las tasas de interés a corto plazo en la economía. Para esto, vende bonos de estabilización monetaria que afectan las reservas del sistema bancario y provocan un aumento en las tasas de interés (una mayor cantidad de reservas presiona a la baja las tasas de interés, mientras que una menor cantidad de reservas las presiona al alza). El gasto público aumenta las reservas del sistema bancario, mientras que el cobro de impuestos y la venta de bonos por parte de Hacienda (un aumento en la deuda pública) contrarresta dicho aumento. El efecto de estos bonos en la economía es el mismo, independientemente de que los emita el Ministerio de Hacienda o el BCCR. Entonces, el BCCR podría coordinar la venta de bonos con Hacienda, lo cual en general bajaría las tasas de interés de los bonos de Hacienda al mismo nivel que la tasa de los bonos de estabilidad monetaria que emite. Si esto no es suficiente, el BCCR podría comprar bonos de Hacienda directamente en el mercado primario (tal como se hace, por ejemplo, en Canadá) y luego venderlos o emitir sus propios bonos de estabilidad monetaria para cumplir con sus objetivos. Finalmente, también se debe considerar el uso de herramientas de política monetaria alternativas a cambios en las tasas de interés como controles directos de crédito u otros.
En cuanto a la necesidad de importaciones, una alternativa al endeudamiento es la compra de las divisas extranjeras necesarias. Evidentemente, esto implica un riesgo de presión al alza en el tipo de cambio (devaluación) que, a su vez, representa un riesgo de estabilidad financiera según el nivel de endeudamiento público y privado en moneda extranjera. Debido a esto y a que el tipo de cambio responde a factores que están fuera de nuestro control, tal como lo hemos visto durante la pandemia, es necesario reducir progresivamente el endeudamiento en moneda extranjera. Paralelamente, el aumento en los costos de las importaciones puede ser manejado con políticas dirigidas específicamente a determinados bienes o servicios.
5. Implementación de medidas para aumentar la progresividad
El fenómeno de la desigualdad es una problemática global que se ha intensificado durante las últimas décadas. Todavía en la década de los ochenta, Costa Rica estaba posicionada como uno de los países más igualitarios de la región. A partir de los noventa, esta condición se fue deteriorando al punto en que hoy el país se encuentra entre los más desiguales del mundo. Esto se relaciona directamente con altos grados de inseguridad, violencia y desconfianza en las instituciones.
La concentración de poder económico ocasiona una concentración de poder político que debilita la democracia y la economía. Esto opera en diferentes niveles, pero puede llegar al extremo de manifestarse en casos de corrupción y colusión como los que recientemente se han denunciado entre poderosas empresas privadas y sectores del aparato estatal. Además, este exceso de poder adquisitivo en pocas manos se traduce en un consumo insostenible y en un deterioro de los recursos naturales del país. Ante esta situación, se hace necesaria la implementación de impuestos progresivos según los cuales los ciudadanos con mayor riqueza paguen más impuestos, mientras que aquellos que tienen una menor capacidad adquisitiva paguen menos. Esto difiere de impuestos regresivos como el IVA, con el cual las poblaciones con menores recursos pagan un monto relativo a sus ingresos mayor que el de otros sectores de la población. Un ejemplo de un impuesto progresivo sería un impuesto escalonado sobre la riqueza.
Otra ventaja de los impuestos progresivos es que tienen un carácter contracíclico: su recaudación disminuye en períodos de menor actividad económica y aumenta en períodos de mayor actividad. Por último, también es importante implementar políticas predistributivas cuyo objetivo sea empoderar y promover el bienestar de nuestras comunidades, así como implementar políticas que regulen el poder y la influencia de los diferentes actores de la sociedad.
A raíz de la convocatoria lanzada hace dos meses por el Foro Confluencia Solidaria, sesenta y dos personas firmantes le invitan a participar en la elaboración de la:
Plataforma de la ciudadanía y los movimientos sociales de cara al proceso electoral
SURCOS comparte la siguiente invitación:
Las personas firmantes de esta invitación proponemos construir una plataforma de la ciudadanía y los movimientos sociales, de cara al proceso electoral que ya inició, y como una forma de “hacer una valiosa contribución al presentar propuestas concretas sobre los aspectos más sustantivos” de la vida de las comunidades y los distintos sectores de lucha social. “Su voz debe levantarse hasta hacerse oír y ser tan fuerte como para minimizar la parafernalia que montarán algunos partidos y que, por demás, debilitan el pensamiento crítico y racional de la población”.
La plataforma de la ciudadanía y los movimientos sociales de cara al proceso electoral será un aporte de educación popular y ciudadana. Le invitamos a enviar las propuestas de su organización, colectivo, o bien, a título personal.
Para ello ofrecemos el siguiente formulario a fin de que, -si aún no lo ha hecho-, pueda hacer llegar sus propuestas a más tardar el domingo 5 de diciembre:
¡Nuestra voz debe escucharse! Le agradeceremos si comparte esta invitación.
Ana Cecilia Araya Cuadra
Comunidad – San Ramón de Alajuela
Rodrigo Arias López
Análisis actuarial
Guillermo Arroyo Muñoz
Organización comunitaria
Oscar Beita Quesada
Conservación de los recursos hídricos en zona sur de Costa Rica; Organización: MARBE S.A.
Flor Bellido Torres
Presidenta Asada de Pléyades, vicepresidenta Concejo de Desarrollo Territorial Talamanca – Valle la Estrella, Comité de Emergencia Local Valle de la Estrella, Junta de Salud de la Área de Salud Valle la Estrella.
Giovanny Blanco Mata
Asociación Internacional Mundo Sin Guerras y Sin Violencia
Carlos Brenes Castillo
Sociólogo y cooperativista. Cartago
Abelardo Brenes Castro
Representante Asociación Jubilados en Acción
Christoph Burkard
Protección de ríos y cuencas
Daniel Camacho Monge
Sociólogo, abogado, profesor emérito de la Universidad de Costa Rica. Activista en Derechos Humanos.
Rodrigo Humberto Campos Hernández
Defensa y promoción de DDHH
Ana Chacón Mora
Periodista
Eric Chaves Ramírez
Consultor independiente
Asociación Comunidades
Promover el uso sano de la tierra, el agua y todo el entorno
Herbert E. Contreras Vásquez
Investigador jubilado
Enid Cruz Ramírez
Defensa de los derechos de las mujeres
Jaime Delgado Rojas
Asociación de Jubilados en Acción del Magisterio Nacional
Manuel Delgado Cascante
Periodista y escritor
Isabel Ducca Durán
Confluencia Solidaria
Marcela Dumani Echandi
Docente universitaria.
Juan Carlos Durán Castro
Trabajador Sector salud (CCSS) y aspirante a dirigente sindical
Mujeres en Acción
Derechos de las mujeres
Italo Fera Fallas
Defensa y protección socio ecológica.
Héctor Ferlini-Salazar
Foro Confluencia Solidaria, Alianza por una Vida Digna, SURCOS Digital
Nora Garita Bonilla
A título personal
Gloria Gavioli
Puerto Viejo de Talamanca – Empresaria y presidente ATEC
José María Gutiérrez Gutiérrez
Foro Confluencia Solidaria
Mauricio Gutiérrez Arguedas
Foro de Confluencia Solidaria y Red MMT Costa Rica
Carlos Alberto Hernández Porras
Red Economía Solidaria /RedEss
Ivannia Gabriela Hernández Ramírez
Teatro La Cambusina
María Hernández
Comunal. Colectivo Agroecológico Zurquí
Marjorie Hernández Delgado
Alfabetización Ciudadana, defensa de derechos ciudadanos, derechos humanos fundamentales y constitucionales, cumplimiento y hacer cumplir la Constitución Política
Herberth Herra Castro
En este proceso electoral seré activista del abstencionismo pensado, «si votar cambiara algo ya estaría prohibido”.
Oscar Jara
Educación Popular
Madeline Kiser
Conservación de los recursos hídricos en zona sur de Costa Rica; Organización: MARBE S.A
Jorge Arturo Lobo Segura
Ambientalista
Rafael López Alfaro
Extensionista Universidad Estatal a Distancia / UNED PRO
Diana Marcela López
Promotoras de derechos por medio del proyecto de Defensoras Populares
Óscar Madrigal Jiménez
Jubilado
German Masís Morales
Profesor jubilado de la UNA, miembro de Alterdes
Rafael Ángel Méndez Castro
Pensionado
Mauricio Menjívar Ochoa
Docencia
Henry Mora Jiménez
Academia
Marlon Andrés Navarro Álvarez
Asociación de Desarrollo, ASADA, Concejo de Distrito, Cruz Roja
Lorea B Pino
Colectivo Agroecológico Zurquí
Elides Rivera Navas
Emprendedora en turismo, Movimiento de Mujeres Indígenas, pueblo de Térraba
Dylanna Rodríguez Muñoz
Docente UCR y CEAAL
Fernando Rodríguez Garro
Académico OES-UNA
Jiddu Rojas Jiménez
Docente de Filosofía / Coordinador del Encuentro Democrático.
Mariano Sáenz Vega
Junta directiva Colegio de Profesionales en Sociología de Costa Rica
Eugenia Salazar Aguilar
Activista Derechos Humanos
Luis Andrés Sanabria Zaniboni
Docente
Casilda Sancho Barrantes
Jubilada y participó en organizaciones de mujeres y en Transición, mayores de 60 años.
Inti Segura Chacón
Gestión de cambio
Pablo Sivas Sivas
Defensor de los derechos indígenas
Adilia Solís Reyes
Docente UCR. También presidenta de organización CENDEROS, tema de migraciones y refugio
Carolina Somarribas Dormond
Universidad Estatal a Distancia, Programa de Gestión Local
Dayana Ureña Solís
Asambleas Patrióticas Populares (APP)
Edison Valverde Araya
Movimiento Buen Vivir Costa Rica
Álvaro Vega Sánchez
Foro Confluencia Solidaria
Raúl Venegas Castro
Dirigente Sindical (Undeca) y parte de la Comisión Popular de Occidente (San Ramon, Alajuela).
Grupo ‘Desarrollo Científico y Tecnológico Endógeno’ del Foro Confluencia Solidaria
Introducción:
La capacidad de un país para generar desarrollo científico y tecnológico endógeno es un elemento esencial en la procura de la construcción de una convivencia marcada por la prosperidad y la equidad. Costa Rica, a lo largo de su historia, ha hecho esfuerzos importantes para promover la investigación y el desarrollo y para aplicar estos conocimientos en el mejoramiento de la calidad de vida. No obstante, y pese a la existencia de un sistema nacional de ciencia, tecnología e innovación (CTI), la investigación científico-tecnológica del país adolece de una serie de deficiencias que impiden su aporte a un desarrollo inclusivo, próspero y con equidad.
El Informe del Estado de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, elaborado por el Programa Estado de la Nación, ha mostrado claramente algunas de estas deficiencias, entre las cuales destacan: (1) Muy baja inversión en investigación y desarrollo (según datos de RICYT, esta inversión en Costa Rica para el año 2018 fue de 0,39% del PIB, en tanto para América Latina y el Caribe fue, en promedio, de 0,58%; los países de la OCDE, en promedio, invirtieron en 2019 un monto correspondiente al 2,47% del PIB en este rubro). (2) Una masa crítica de recurso humano en investigación insuficiente y frágil, sin redundancia en la mayoría de las áreas, con brechas de género y alta endogamia. (3) Una producción académica modesta en el contexto internacional. (4) El número de solicitudes de patentes efectuadas por personas residentes en el país es bajo. (5) Se da un escaso encadenamiento entre el sector de investigación y las necesidades de los sectores sociales y económicos. (6) La mayoría de los escasos fondos de inversión se enfocan en la investigación aplicada en detrimento de la ciencia básica. (7) Hay una limitada integración entre los diversos componentes del sistema CTI.
Es necesario que se genere un consenso a nivel nacional en el sentido de dar a la ciencia y la tecnología nacionales el papel que les corresponde como palancas esenciales del desarrollo. Esto demanda una visión-país y un compromiso sostenido de diversos sectores, incluyendo una fuerte voluntad política e institucional. Esto también requiere una visión de CTI que sea integral, es decir que fomente el crecimiento en todos los componentes del sistema, incluyendo las ciencias básicas, las ciencias sociales, el desarrollo tecnológico, la innovación y el fomento de vínculos diversos con los sectores sociales y productivos.
Uno de los elementos centrales de cualquier estrategia de desarrollo de la ciencia y la tecnología se centra en la asignación creciente de recursos que permitan el fortalecimiento de una comunidad de investigación y desarrollo robusta y consolidada, en estrecha relación con las necesidades de la sociedad. El colectivo formado por las personas que integran el eje de desarrollo científico y tecnológico endógeno del Foro Confluencia Solidaria (confluenciasolidaria.org) ha desarrollado, a lo largo de un año, un proceso de consultas y reflexión sobre el tema del financiamiento de la investigación en ciencia y tecnología. El presente texto recoge las principales ideas que han surgido de este proceso. Esta propuesta se presenta en el formato de tesis específicas sobre puntos concretos.
(1) Enmarcar la agenda de ciencia y tecnología endógenas dentro de una agenda estratégica de largo plazo hacia el aumento de la capacidad productiva nacional y la construcción de resiliencia.
La mayoría de los países del Sur Global, o países en vías de desarrollo, se caracterizan por un esquema comercial en el que se importan productos esenciales (alimentos, energía y tecnologías cruciales) y de alto valor añadido, mientras que se exportan productos no esenciales y de bajo valor añadido (típicamente materias primas). Este esquema de comercio coloca a los países del Sur Global en una posición de alta vulnerabilidad ante posibles shocks en los mercados internacionales y ante el tipo de cambio de la moneda nacional con respecto al dólar. El tener que importar bienes esenciales para el bienestar de la población, como granos básicos, energía y tecnologías claves, hace que estos países sean muy poco resilientes.
En este sentido, aunque Costa Rica se encuentra en una posición menos desfavorable que otros países en vías de desarrollo, en general sigue los mismos patrones: importamos una cantidad considerable de granos básicos, todos los combustibles y gran cantidad de tecnologías esenciales. Además, una gran parte de nuestras exportaciones de bienes y servicios son no esenciales y se caracterizan por tener un bajo valor añadido, con algunas notables excepciones.
La clave para escapar de esta posición de vulnerabilidad se debe centrar en un esfuerzo concertado de largo plazo hacia el aumento de la capacidad productiva nacional para con ello lograr producir localmente una cantidad cada vez mayor de bienes y servicios esenciales para el consumo nacional y, al mismo tiempo, incrementar el valor añadido de nuestras exportaciones. El papel de la ciencia y la tecnología endógenas en este esfuerzo nacional por aumentar la resiliencia es absolutamente crucial. Con un fuerte soporte de ciencia básica, la agenda de investigación científica y tecnológica en el país debe estar, en buena medida, enmarcada dentro de una agenda de aumento de la capacidad productiva nacional, en un sentido muy amplio. Así, la selección de las grandes líneas de investigación debe responder no solo a las capacidades actuales del país, sino también a las áreas estratégicas que se necesitan fortalecer para lograr una resiliencia sostenible.
(2) Garantizar financiamiento para la investigación científica, además del desarrollo tecnológico y la innovación
Muchos de los planes de desarrollo del sistema CTI de Costa Rica confieren un énfasis desmedido al financiamiento de actividades de desarrollo tecnológico e innovación, en apoyo del sector económico-productivo. Si bien este es un componente muy importante del sistema, es necesario mantener una visión integral de la CTI, lo cual implica considerar el financiamiento de la investigación científica como tal, más allá de sus aplicaciones inmediatas. No es factible construir una plataforma eficaz de innovación si no se cuenta con una base científica endógena sólida, que genere ideas novedosas en todos los campos. La reciente transformación del Consejo Nacional para Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICIT) en la Promotora Costarricense de Innovación e Investigación generó una honda preocupación en la comunidad científica debido al énfasis excesivo que el proyecto de ley de su creación confiere al desarrollo tecnológico y la innovación y a la escasa atención que le brinda a la investigación científica. Existe un riesgo real de que el grueso del financiamiento que canalice la Promotora se dirija a actividades de innovación y que la ciencia como tal quede desfinanciada.
Se propone garantizar, mediante una reforma a la ley de creación de la Promotora Costarricense de Innovación e Investigación y mediante procedimientos claramente definidos al interior de esta institución, que un porcentaje mínimo de un 20% de su presupuesto del Fondo de Incentivos (Ley N° 7169) se destine a financiar proyectos de investigación científica, idealmente de carácter inter-disciplinario, orientados a atender grandes desafíos nacionales, en el marco de una agenda científica nacional, en estrecha coordinación con la Academia Nacional de Ciencias. Estos deberían ser fondos concursables, mediante procedimientos rigurosos de evaluación que garanticen la idoneidad de las propuestas que se aprueben y el seguimiento de estas. Así mismo, el financiamiento de la investigación científica debe aspirar no solo al apoyo de proyectos, sino también al fortalecimiento de la comunidad científica mediante la creación de oportunidades de dedicación para que más personas puedan optar por trabajos en el ámbito de la investigación, como forma de combatir el crónico problema de fragilidad y escasa masa crítica de nuestra comunidad de investigación. El fortalecimiento de los grupos existentes y la creación de nuevos centros e institutos de investigación en temas estratégicos para el país es otra necesidad para la cual se requiere contar con financiamiento creciente y consistente.
(3) Avanzar por el camino de reformas tributarias de carácter progresivo, que permitan generar recursos frescos para ciencia y tecnología
Es necesario generar un consenso, a niveles social y político en el país, para transitar hacia políticas tributarias progresivas que generen recursos frescos para promover equidad y bienestar a través de programas públicos estratégicos, entre los cuales se encuentra una política científico-tecnológica fortalecida de cara a las necesidades del país. La OCDE ha señalado esta necesidad en el caso de Costa Rica y otras tendencias internacionales apuntan también en esta dirección. El país debe alinearse con estas tendencias. Se requiere generar tributos a aspectos como: (a) Patrimonio (riqueza), (b) salarios y pensiones de lujo, (c) rentas y ganancias de capital, y (d) herencias, por citar algunos ejemplos. Parte de esos recursos se deben destinar a financiar una política nacional estratégica en ciencia y tecnología. Se debe hacer énfasis en que los nuevos tributos que se generan para apoyar actividades de investigación y desarrollo deben ser de carácter progresivo, evitando por ejemplo que se centren en un incremento del IVA y otros impuestos al consumo de carácter regresivo.
(4) Fomentar los encadenamientos de las empresas transnacionales de zonas francas con la comunidad de investigación científica-tecnológica del país
Las empresas de zonas francas gozan de importantes beneficios tributarios, además de que el país les ofrece profesionales y técnicos de alto nivel. Pese a sus aportes a la economía nacional, este sector del universo industrial ha quedado debiendo en cuanto a establecer encadenamientos de largo aliento con la comunidad científico-tecnológica nacional. Es tiempo de colocar este tema en el tapete de las discusiones políticas. Por su naturaleza y por sus posibilidades, las empresas de zonas francas deben contribuir de manera más consistente con el desarrollo científico-tecnológico endógeno de Costa Rica. Se propone que el país genere mecanismos diversos que fomenten dicho encadenamiento, los cuales podrían orientarse a destinar parte del ‘impuesto mínimo global’ que se establecerá en el futuro a apoyar acciones de desarrollo científico-tecnológico endógeno, además de generar políticas proactivas de acercamiento y confluencia entre estas empresas y el sector de ciencia y tecnología del país. Para esto se requiere voluntad política de alto nivel, así como compromiso de este sector empresarial y del sector de ciencia y tecnología. Es necesario diseñar políticas nacionales que fomenten estos encadenamientos, y que las mismas estén centradas en el fortalecimiento de la base científico-tecnológica endógena, en el marco de una estrategia nacional de largo aliento, al tiempo que satisfacen necesidades de estas empresas.
(5) Destinar un porcentaje del presupuesto de ciertas entidades autónomas al financiamiento de investigación científico-tecnológica
El universo de entidades autónomas de Costa Rica constituye un ámbito con enorme potencial para el financiamiento de actividades de investigación y desarrollo. Estas instituciones tienen grandes necesidades en la incorporación de conocimiento a sus actividades y líneas de desarrollo, para garantizar una mayor eficiencia y mejores servicios a la población a la que sirven. Aunque algunas de ellas cuentan con departamentos y laboratorios de investigación y desarrollo, estas instituciones podrían aprovechar mucho mejor el enorme potencial de investigación que existe en el universo de los grupos de investigación ubicados en las universidades públicas y otros sectores del sistema nacional de ciencia, tecnología e innovación. De hecho, la Ley 7169 de Promoción del desarrollo científico y tecnológico, en el capítulo de Racionalización de los Recursos, incluye varios artículos que facultan a las instituciones de la administración pública que ejecuten acciones en materia de ciencia y tecnología a destinar un porcentaje de su presupuesto ordinario anual a la promoción, el incentivo, la protección y el desarrollo de proyectos de investigación en ciencia y tecnología.
Se propone que se efectúen las modificaciones legales pertinentes de manera que las instituciones autónomas destinen un porcentaje de su presupuesto a financiar actividades de investigación y desarrollo. Este financiamiento se canalizaría vía programas específicos, adaptados a las necesidades de dichas instituciones, y coordinados por el Ministerio de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones (MICITT) y la Promotora Costarricense de Innovación e Investigación. Estos entes gestionarían todo el proceso de diseño de concursos, evaluación de propuestas, seguimiento de contratos y evaluación de resultados. De esta manera se desarrollaría una dinámica de mutuo beneficio, mediante el cual las instituciones apoyarían el desarrollo científico-tecnológico nacional y, a la vez, recibirían insumos de conocimiento adecuados a sus necesidades para desarrollar su trabajo.
(6) Asegurar un adecuado financiamiento de las universidades públicas para que estas consoliden sus actividades de investigación
Las universidades públicas constituyen el principal reservorio de investigación científico-tecnológica del país, gracias a un colectivo académico diverso en muchas ramas del conocimiento. Existe el riesgo de que, en medio de las dificultades fiscales del país, se limiten los presupuestos asignados a estas instituciones de educación superior, lo cual tendría un efecto lesivo a la ciencia y la tecnología del país. Es necesario que los sectores políticos comprendan la importancia de mantener un adecuado financiamiento del sistema de universidades públicas y que, en estas instituciones, se asigne un presupuesto creciente a la investigación, manteniendo el equilibrio entre ciencias básicas, ciencias sociales, tecnologías y humanidades. También es necesario que estas instituciones consoliden sus sistemas de apoyo y evaluación a las labores de investigación que garanticen excelencia y pertinencia en la generación de conocimiento.
(7) Fortalecer, de manera bien concebida y ordenada, las actividades de investigación contratada, venta de bienes y prestación de servicios por parte de los grupos de investigación
Los colectivos de investigación del país, sobre todo aquellos ubicados en las universidades públicas, desarrollan una amplia labor de vínculo con necesidades de los sectores externos en el desarrollo de investigación, prestación de servicios y venta de bienes. Los grupos consolidados en determinadas líneas de trabajo tienen la posibilidad de ofrecer este tipo de servicios académicos en el ámbito internacional también. Estas líneas de acción ofrecen oportunidades importantes para apalancar el financiamiento de actividades de investigación y desarrollo en la comunidad científico-tecnológica. Para ello las universidades cuentan con normativas específicas y con departamentos, oficinas y fundaciones que coadyuvan en su desarrollo. En este sentido, la ley 7169 establece que “las instituciones de educación superior universitaria estatal quedan habilitadas y autorizadas para la venta de bienes y servicios ligados a los proyectos de investigación, desarrollo tecnológico, consultorías y cursos especiales. Para mejorar y agilizar la venta de bienes y servicios, dichas instituciones también quedan habilitadas y autorizadas para crear fundaciones y empresas auxiliares.”
Es necesario fortalecer estas actividades, al tiempo que se garantice que las mismas realmente contribuyan al fortalecimiento de los grupos de investigación y consoliden su aporte a la sociedad. Para ello se deben tener en cuenta los siguientes aspectos:
a- Se requiere definir claramente de antemano las características de los productos a contratar y considerar aspectos como propiedad intelectual y restricciones en el uso de los productos para investigación. Tales aspectos deben ser reflejados muy claramente en los términos de referencia y los contratos que se generen.
b- Estas actividades deben surgir del desarrollo académico de los grupos, aprovechando nichos de oportunidad en áreas de fortaleza académica. Deben ser de un contenido científico-tecnológico alto y no se trata simplemente ofrecer servicios repetitivos por el hecho de que estos permitan obtener fondos. La idea es no competir con lo que ofrece el sector externo / privado, sino ofrecer servicios de alto contenido en conocimiento.
c- Se debe hacer un análisis estricto y riguroso de costos y de determinación de precios de los servicios.
d. Estas actividades deben mantener un equilibrio con las actividades de generación de nuevo conocimiento mediante la investigación en las unidades académicas. Es decir, la prestación de este tipo de servicios no debe distraer a los grupos de investigación de su función central de generación de nuevo conocimiento.
e. Los montos que se perciban producto de investigación contratada, venta de bienes o prestación remunerada de servicios deben servir para financiar actividades esenciales de investigación en la unidad académica correspondiente y en la universidad.
f. Pese a la conveniencia de que exista una normativa clara y transparente que regule este tipo de actividades, la excesiva tramitología y burocratización, lo cual demanda una cantidad creciente de tiempo por parte de las personas investigadoras, constituye un lastre que se debe resolver. Es necesario que las universidades generen esquemas más eficientes de gestión de estos proyectos, y ofrezcan apoyo administrativo sustantivo a las personas investigadoras, para que estas puedan concentrar su esfuerzo en la actividad científico-tecnológica creadora.
(8) Desarrollar una estrategia de cooperación científica internacional ambiciosa que permita acceder a fondos para investigación
El país desarrolla esfuerzos importantes en la procura de fondos internacionales para investigación. Es necesario fortalecer esa línea de trabajo, mediante la mejora en la coordinación de las instancias públicas e institucionales relacionadas con cooperación internacional, incluyendo los ministerios, las universidades y las instituciones autónomas, de manera que se despliegue una estrategia bien concebida de detección de oportunidades de financiamiento de investigación y desarrollo de fuentes internacionales.
Es necesario apoyar de manera efectiva a los grupos de investigación que logran establecer cooperación internacional con colegas, grupos e instituciones, para desarrollar plataformas que faciliten, y no entraben burocráticamente, estas relaciones. Se requiere procurar que Costa Rica se integre a programas globales como Horizonte Europa, bilaterales como Dimensions of Biodiversity (National Science Foundation, EE. UU.) y otros semejantes, mediante emisión de deuda para cubrir nuestro compromiso financiero con el programa y permitiendo que los presupuestos se conciban y ejecuten como inversiones. Es urgente desarrollar una estrategia nacional de ‘diplomacia científica’ que incluya este aspecto de obtención de recursos para investigación y desarrollo y establecimiento de alianzas estratégicas con grupos internacionales. En dicha estrategia deben involucrarse diversos sectores de manera coordinada. En este ámbito de acción, el fortalecimiento de la relación con la diáspora científica costarricense ocupa un papel clave.
En este tema se debe considerar la procura de préstamos externos para apoyo de desarrollo científico-tecnológico, en el contexto de una estrategia país clara en este tema y cuidando el precepto de asegurar el desarrollo integral de todos los componentes del sistema CTI. Este tipo de préstamos contribuye a consolidar las plataformas de equipo científico-tecnológico, la formación, inserción y retención de recurso humano calificado en ciencia y tecnología, y el financiamiento de proyectos de carácter interdisciplinario que aborden temas de gran complejidad y relevancia para el país, entre otras posibilidades.
(9) Desarrollar un programa de reformas legales que faciliten el desarrollo de la ciencia y la tecnología
Existen una serie de regulaciones en la normativa vigente que limitan de manera importante el desarrollo de la ciencia y la tecnología, incluyendo su financiamiento. Es necesario efectuar un análisis minucioso de estas trabas y ‘cuellos de botella’, por parte de las autoridades en ciencia y tecnología y de la comunidad académica, para promover modificaciones a la normativa. A partir de este análisis deberían surgir propuestas y proyectos de ley dirigidos a modificar estas trabas y facilitar las actividades de investigación y desarrollo. A manera de ejemplo, se requiere impulsar la reforma del artículo 93 de la Ley 7169 para que indique que presupuestariamente las labores de investigación se consideren como inversiones y no como una actividad ordinaria, de manera que se permitan los presupuestos plurianuales para desarrollar proyectos ambiciosos de largo aliento. Como esta, hay muchas otras instancias de tipo normativo cuya modificación y ajuste apoyaría de manera significativa el trabajo en ciencia y tecnología.
(10) Generar mecanismos para que el sector privado invierta más en actividades de investigación y desarrollo
Una de las principales deficiencias en ciencia y tecnología de Costa Rica es el escaso financiamiento para actividades de investigación y desarrollo por parte del sector privado. La inversión en investigación y desarrollo en Costa Rica gira predominantemente alrededor del sector público. Esto marca un contraste enorme con países con mayor nivel de desarrollo en este ámbito. Es necesario que el porcentaje de inversión en este rubro correspondiente al sector privado se incremente significativamente. Ello demanda cambios importantes en la cultura de este sector en cuanto a comprender la relevancia de estas actividades, así como modificaciones en normas y leyes que favorezcan dicha inversión. También es necesario afinar y mejorar los mecanismos de interfase entre el sector privado y la comunidad generadora de conocimiento en ciencia y tecnología mediante la investigación. Es necesario fortalecer y ampliar los programas de banca para el desarrollo, así como generar nuevas líneas de crédito para actividades de investigación y desarrollo.
A manera de conclusión
Pese a que Costa Rica ha efectuado ingentes esfuerzos a lo largo de su historia para desarrollar su capacidad endógena en ciencia y tecnología, existen enormes deficiencias y rezagos para lograr que estas actividades se conviertan en verdaderas propulsoras de procesos de desarrollo centrados en la procura de la equidad y la prosperidad, no solo para ciertos sectores sino para toda la población del país. Ello demanda una estrategia nacional integral de desarrollo de la ciencia y la tecnología, que incluya los diversos componentes de un sistema que es sumamente complejo y que debe incorporar la generación de conocimiento a través de la ciencia básica y las ciencias sociales, el desarrollo tecnológico, la innovación y la transferencia de ese conocimiento a amplios sectores de la sociedad. Ello exige un esfuerzo concertado nacional con amplia participación ciudadana y con clara voluntad política. Entre las muchas tareas pendientes para lograr este objetivo como país, un elemento central es incrementar significativamente el financiamiento de las actividades de investigación y desarrollo mediante esquemas renovados y creativos que involucren a sectores diversos en el marco de una estrategia nacional con visión de futuro. El Foro Confluencia Solidaria llama a efectuar procesos de discusión, análisis y toma de decisiones para que la investigación científica y tecnológica de Costa Rica cuente con el financiamiento adecuado, en el marco de una estrategia nacional de largo aliento, de manera que esta faceta de la vida nacional cumpla un rol protagónico en la construcción de una convivencia marcada por la equidad y la prosperidad colectivas.
El Foro Confluencia Solidaria comparte la siguiente propuesta:
«La situación crítica por la que atraviesa el país nos convoca, como Pueblo Soberano, a convertir la indignación y el dolor en esperanza transformadora.
Los movimientos sociales, las organizaciones y la ciudadanía en general no podemos asumir las próximas elecciones con pasividad o indiferencia. Al contrario, debemos promover un proceso reflexivo y de análisis para que nuestra voz se escuche alto y fuerte, con propuestas de solución que se basen en nuestros derechos ciudadanos y comunitarios.
El Foro Confluencia Solidaria propone crear una plataforma ciudadana como una forma de contribuir, colectivamente, a orientar la participación electoral de la ciudadanía.
Para tal efecto, le invita a una sesión virtual, en la cual proponemos dialogar acerca de la construcción colectiva y amplia de esa Plataforma Ciudadana y de los Movimientos Sociales ante el proceso electoral.
Si existe el consenso para construirla, dicha plataforma se constituiría en una agenda colectiva para el corto y mediano plazo, que permita orientar nuestros esfuerzos y luchas hacia la unidad y la coordinación respetuosas, en procura de un proyecto de país solidario, inclusivo y genuinamente democrático.
Una vez logrados los aportes de los diferentes movimientos y organizaciones, se elaboraría un documento, el cual podremos distribuir y divulgar conjuntamente de manera amplia, con el fin de que la ciudadanía tenga acceso a una visión diferente, que permita reflexionar sobre el país que necesitamos, para que prevalezca la justicia social y el bienestar colectivo.
La sesión a la que le estamos invitando se realizará el JUEVES 12 DE AGOSTO a las 6 pm mediante enlace de zoom que le enviaremos si usted y/o su grupo u organización aceptan participar.
Puede copiar la dirección de correo-e para responder: foro@confluenciasolidaria.org
También puede hacer clic en el siguiente enlace para enviar su correo: Contacto
Saludos patrióticos,
Foro Confluencia Solidaria»
Compartido con SURCOS por Foro Confluencia Solidaria.
El Foro Confluencia Solidaria invita al próximo taller del grupo de economía social solidaria “Conocimientos sobre contabilidad”, el cual se efectuará el miércoles 21 de julio del 2021 a las 4:00 pm y estará a cargo de la compañera Natalia Guerrero, de la Sede del Sur de la Universidad de Costa Rica.
Publicado en la edición de marzo del periódico Enlace, de la Empresa Cooperativa de Servicios Profesionales (ECOS) de la región Brunca
El pasado sábado 27 de febrero se llevó a cabo un encuentro virtual con la participación de organizaciones y personas interesadas en el tema de la economía social solidaria, para compartir experiencias y mostrar los importantes logros que estas organizaciones comunitarias han logrado. El encuentro sirvió además para poner en contacto a estos proyectos colectivos comunitarios con personas del ámbito universitario interesadas en conocer y aportar en estos esfuerzos. La actividad fue organizada por el Foro Confluencia Solidaria (confluenciasolidaria.org) que procura fomentar espacios de encuentro entre sectores que luchan por edificar una sociedad centrada en la equidad, la inclusión, la solidaridad, la procura de la dignidad de las personas y el cuido del ambiente.
Pero ¿qué es la economía social solidaria? Se trata de una forma diferente de organizar las actividades económicas, en la cual no prive el afán de lucro, sino más bien la solidaridad, la dignidad, la inclusión y la satisfacción de las necesidades de las personas. Este tipo de actividad económica puede ser formal o informal y se fundamenta en la participación comunitaria. Son iniciativas que no dependen de las estructuras del estado y no son jerárquicas, sino que parten de relaciones de igualdad a nivel comunitario.
Los proyectos de economía social solidaria se basan en las necesidades de las comunidades y de las personas y trabajan de una manera participativa y democrática, donde la creatividad de las personas y de los grupos es el motor que pone en marcha procesos autogestionarios que crean oportunidades y dan salida a múltiples necesidades comunitarias. Los ejes de los procesos de economía social solidaria se centran en las necesidades básicas de las personas y de las comunidades.
Existen muy diversas formas como se organizan los proyectos de economía social solidaria. En el encuentro celebrado el pasado 27 de febrero compartieron personas de diversas iniciativas de la zona sur del país. Se presentó la valiosa experiencia comunitaria de Guacimal y comunidades vecinas, con el desarrollo de procesos de trueque comunitario, los cuales han crecido y abarcado diversas comunidades del Pacífico. Mediante esas experiencias, las personas y grupos ofrecen sus productos y los intercambian con los de otras personas, generándose una red de intercambio solidario. Incluso se ha desarrollado una ‘moneda’ local, el ‘guácimo’, desde el 2014, que facilita esta dinámica de intercambio comunitario.
Se presentó también la valiosa experiencia de la Pulpería Virtual, como parte del trabajo de la Cooperativa ECOS, de Pérez Zeledón. Esta iniciativa apoya de manera solidaria a productores y productoras de la zona para que coloquen sus productos y los mismos se distribuyan en la región y en otras regiones del país, lo cual beneficia a las comunidades. Igualmente asistieron a la actividad representantes del grupo de Las Amazonas, un colectivo de la comunidad de Longo Mai que trabaja en el cultivo y comercialización de plantas medicinales. Así mismo, se presentó el proyecto de Finca Maquique, de San Vito de Coto Brus, el cual está centrado en el turismo ecológico, la reforestación, el cultivo de plantas medicinales y la protección de las abejas sin aguijón.
Todos estos proyectos se desarrollan con una filosofía de solidaridad, autogestión y búsqueda de nuevas opciones en el marco de la economía social solidaria. El encuentro del sábado 27 de febrero sirvió para que estos grupos e iniciativas se conocieran entre sí. Al mismo tiempo, personas que forman parte del Foro Confluencia Solidaria participaron en la actividad y se abrieron posibilidades muy interesantes de enriquecimiento de estas iniciativas.
En medio de la crisis sanitaria, económica y social generada por la pandemia de COVID-19, esos grupos comunitarios muestran esfuerzos creativos y solidarios que aportan soluciones reales a las necesidades diversas de las comunidades. Estas son las rutas por las que debe transitar el país, las rutas que ofrecen oportunidades de crecimiento y bienestar para amplios sectores de nuestra población, las rutas que procuran equidad, respeto a la diversidad, inclusión y dignidad. Las rutas marcadas por la economía social solidaria.