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Etiqueta: Freddy Pacheco León

Compra-venta Chaves

Freddy Pacheco León

Siendo Chaves ministro de Hacienda (otro error de Carlos Alvarado), el economista agrícola, hizo algunos cálculos y puso precio a algunas instituciones públicas, a manera de ejercicio, según dijo.

En su lista incluyó al Banco Internacional de Costa Rica (BICSA), cuyo valor rondaría los $200 millones. También puso al Banco de Costa Rica (BCR), cuyo precio andaría entre $800 millones y $1.200 millones.

Agregó además la Refinadora Costarricense de Petróleo (RECOPE) con un monto de entre $350 millones y $1.000 millones, la Fábrica Nacional de Licores (FANAL) con $20 millones y sorpresivamente Kölbi (marca del ICE) por $1,2 millones». (Extra, 4.7.20).

Ahora que el ICE reafirma su buena calificación por Fitch Ratings (AA+) se activaron los troles de Zapote, «dando las gracias a Chaves» por ese logro permanente de nuestro ICE, ahora también golpeado por la «guerra comercial contra China», a la que sumisamente se ha sumado Chaves, por orden de la Casa Blanca.

Construir una refinería propone Chaves

Freddy Pacheco León

Freddy Pacheco León

Primero, es un sinsentido pensar siquiera en una refinería, cuando el mercado de combustibles elaborados es más flexible, más económico y el mundo marcha hacia un futuro con cada vez menos combustibles fósiles.

Segundo, sobre el proyecto de la refinería china, se demostró que financieramente habría sido un desastre para nuestro país.

Tercero, el análisis ambiental previo de dicha refinería evidenció amenazas graves para los ecosistemas involucrados, tanto en tierra como en el mar.

Cuarto, la empresa (si es que de verdad existe) que podría interesarse en su construcción y funcionamiento, tendría que ampliar su mercado de combustibles, hacia indeterminados países.

Quinto, la empresa tendría que garantizarse, un abastecimiento seguro y estable de petróleo, que a su vez determinaría el tipo de refinería que se construiría.

Sexto, como los precios son altamente volátiles, sea por concesión o por inversión privada, el Estado costarricense no tendría garantizado un ingreso por impuestos u otras regalías, ni siquiera a largo plazo.

Sétimo, lo que sí sería un factor casi inevitable para tomar en cuenta, es el impacto ambiental y sus amenazas conexas, donde los desastres por derrames de petróleo, siempre se incluyen en la factura. Desastres que podrían traer para Costa Rica, y Limón en particular, altamente significativas pérdidas económicas, y mayor desempleo.

Es, como octavo punto, un proyecto desfasado en el tiempo, quizá atractivo para la Costa Rica de los años 60.

Si se trata de una noticia lanzada para desviar la atención, lejos de la crisis gubernamental que cada día se profundiza, esa sería la principal razón, y lo entendemos. Pero con visiones de tan corto plazo, no se puede impulsar el desarrollo. No requerimos espejismos.

Ante la amenaza conjunta de Nogui Acosta y sus jefes del FMI al salario escolar, una nota…

Freddy Pacheco León

Hace 28 años se aprobó ese ajuste salarial que se paga diferido. Para el trabajador significa una retención obligatoria que cae muy bien a inicios del año. Al sector privado se le propuso inicialmente algo, al menos similar, pero pocos lo aceptan porque quizá muchos patronos, reportan salarios menores haciendo pagos como »servicios profesionales», para escamotear cargas sociales y llevar una contabilidad paralela que les permita no reportar ganancias (por eso ¡la evasión de impuestos supera el déficit fiscal!).

Esos «patroncitos», no podrían pues, reportar salarios reales porque se les «jode el negocito». Pero dichosamente no todos piensan así, por lo cual, a través de un mecanismo formal facilitado por el Banco Popular, donde el patrón deduce un porcentaje mensual del salario para depositarlo en cuentas individuales a nombre del trabajador, este ve recompensado su esfuerzo, al contar con un salario escolar al iniciar el año.

Para el 2023, cerca de 13 mil trabajadores privados contaron con ese ingreso extra, que en total sumó más de ¢1000 millones, y que se espera siga aumentando, de ser acogido voluntariamente por trabajadores y patronos, con mayor entusiasmo y acorde con los postulados de la ley.

En fin, para conocer el origen histórico del «salario escolar» veamos lo que nos dice su gestor, en el gobierno de Figueres Olsen, el exministro de Trabajo Farid Ayales:

“El salario escolar es parte integrante del salario del trabajador con la particularidad que el 8.25% se paga en forma diferida a final de la primera quincena de cada enero. Se constituyó de acuerdo a mi propuesta que el aumento salarial del primer semestre de 1995 se pagara así. Mi propuesta fue acogida por el Consejo Nacional de Salarios que es independiente. Por tanto, NO se puede eliminar o incautar porque sería una rebaja ilegal del salario».

¡Lástima que hace un año Feinzaig, que pretendió eliminarlo, y ahora Acosta y sus titiriteros del FMI, no son dados a estudiar, porque se hubieran evitado el ridículo que están haciendo!

Fracaso de jerarcas en los Juegos Panamericanos Santiago 2023

Freddy Pacheco León

En los Juegos Panamericanos, Costa Rica ganó solamente UNA medalla de oro, 1 de plata y 7 de bronce. Repitiéndose así el fracaso de nuestros dirigentes del Comité Olímpico y el ICODER, mientras se resalta el esfuerzo individual, de atletas como la magnífica Andrea Vargas, cuya historia familiar nos enorgullece. De los otro 8 medallistas se conoce tan poco, que es una muestra más de la incompetencia, de los que no solo no promocionaron a la selección de atletas, al punto que, se puede comprobar, los costarricenses, en su mayoría, no se enteraron siquiera de la realización de la competencia del ciclo olímpico en Santiago, Chile.

Sin embargo, para mayor claridad, no solo se debería hablar de las 9 medallas ganadas (1 de oro) sino de cuáles fueron los 17 países americanos que quedaron por arriba de Costa Rica. Algunos de los latinos fueron Brasil con 205 (66 de oro); México 142 (52 de oro); Cuba 69 (30 de oro); Colombia 101 (29 de oro); Argentina 75 (17 de oro); Chile 79 (12 de oro); Perú 32 (10 de oro); Venezuela 44 (8 de oro); República Dominicana 32 (8 de oro); Ecuador 36 (7 de oro); Puerto Rico 20 (3 de oro); y no hace falta seguir.

Vibramos con el Himno Nacional de Costa Rica mientras se premiaba a Andrea Vargas, bicampeona panamericana en 100 m con vallas, ¡pero cuánto nos encantaría escuchar nuestro bello himno, unas cuantas veces más! Y si no fue así, no fue por culpa de los atletas, sino por las carencias que exhiben los jerarcas del Comité Olímpico y del ICODER, quienes seguramente ya estarán preparando conferencias de prensa, para principalmente mostrarse, exhibirse sin vergüenza, al lado de los atletas ganadores, cual si las preseas también se les deben a ellos.

Asimismo, no sería raro que justificaran el fracaso, argumentando que «no se puede competir con grandes potencias continentales», «se hacen ingentes esfuerzos, pero faltan recursos», «es lo más que podemos pretender, pero lo más positivo, es que se mejoraron los tiempos y se mostraron mejorías». Aunque Bolivia, Panamá y Uruguay, también alcanzaron posiciones superiores a Costa Rica…, sin ser «potencias».

En fin, los pretextos sobrarán, dirán que hay gente que no entiende, que darán más becas, que es parte de un proceso, etcétera. Aunque lo mejor que deberían hacer, es jugar al «calladitos más bonitos», y esconderse en las sombras, aprovechando esos momentos para reflexionar y, en caso de quedarse en sus trabajos bien remunerados, aprovechar para comprometerse, en serio, a promover las actividades deportivas por todo el país, y sin escatimar esfuerzos, para pulir los atletas en ciernes, que seguramente hoy se están malogrando por rincones patrios.

Finalmente, además de visibilizar a los que triunfaron, a los que recibieron sus muy bien ganadas medallas, nos sumamos a los que celebramos sus triunfos personales. Ellos fueron Andrea Vargas, oro, 100m con vallas, Jennifer Kalmbach, plata, surf; Daniela Rojas, bronce, 400m con vallas; Juan Rodríguez y Marco Moretti, bowling, bronce; Marco Moretti, bowling individual, bronce; Andrés Acuña y Gabriel García, racquetball, bronce; Maricruz Ortiz, racquetball singles, bronce; Lía Reyes y Leiliani McGonagle, sutf, bronce. A los que les deseamos más éxitos futuros y, muy especialmente, que su ejemplo sea motivo de inspiración para muchos otros jóvenes.

Una ZOOCÁRCEL que avergüenza

Freddy Pacheco León

Si hubiera cumplido con su deber en el año 2014, el entonces ministro de Ambiente habría presentado, dentro del tiempo de ley, la culminación del contrato con la fundación que por años ha venido «manejando» ese zoológico del Estado.

Al dejar pasar la fecha en que se habría podido ejecutar el cese contractual, el mismo siguió «en funcia» como se decía antaño. Así, gracias a la incompetencia de René Castro, tuvimos que seguir compartiendo con nacionales (especialmente niños) y turistas extranjeros, la existencia de esa vergonzosa ZOOCÁRCEL privada. Ello, mientras en un terreno amplio de más de 50 hectáreas en Santa Ana, se podría haberse desarrollado un muchísimo mejor zoológico (si ese fuese el deseo de sus promotores), que incluiría animales de granja, combinado con un jardín botánico. Este también de triste historia, cuando un director de parques ordenó balear a los venaditos… porque se comían las plantas sembradas para el jardín.

Hace años nos preguntamos por qué, con tanta tecnología audiovisual, no se buscaba la colaboración empresarial para estructurar UN ZOO VIRTUAL, donde los expertos diseñarían salas para niños, en que tanto los formidables invertebrados, así como los grandes grupos de vertebrados, se ofrecieran a los visitantes, con proyecciones atractivas y por supuesto, educativas.

Todo ello en medio de ese estupendo ambiente que nos ofrece el lugar donde se asentó, originalmente, el zoológico que rinde memoria al Libertador. Recordemos que Hacia 1906, la familia Otoya donó el terreno donde ahora se ubica el Parque, con el fin de que el Gobierno construyera un parque o alameda. Diez años después, en 1916 el presidente Alfredo González Flores en el Decreto Número 3, designó el terreno para la construcción del Parque Bolívar, en homenaje al héroe libertador.

Fue en el año de 1921 que se logra abrir el parque al público, en el marco de la celebración del 100 aniversario de la independencia de Costa Rica. En 1924 comienza la construcción de jaulas para albergar los animales que se encontraban en el zoológico del Museo Nacional.

El jardín botánico, fue creado en 1916, cinco años antes del parque zoológico (1921), ambos ubicados en Barrio Amón, sobre la margen del río Torres. El zoológico fue inaugurado el 24 de julio de 1921, durante las festividades por el centenario de nuestra independencia.

Por indolencia estatal, desde 1994 es administrado por la Fundación Pro Zoológicos (Fundazoo), algo que podría cambiar si así lo decide el Tribunal Contencioso Administrativo.

MACABRO proyecto en el Cementerio Calvo

Freddy Pacheco León

HACE 6 AÑOS, en La Gaceta, nada menos que del 2 de noviembre (del 2017) se publicó una despreciable ley, promovida por Johnny Araya y su vicealcalde Mario Vargas, secundada por los diputados «cristianos» Gonzalo Ramírez y Fabricio Alvarado, y otros, que miraron hacia el techo a la hora de votar. ¡Veamos parte de la historia!

1 – DESPUÉS de más de tres meses de solicitar a Jorge Vargas Espinoza, entonces presidente del Concejo Municipal de San José, permiso para revisar LOS HISTÓRICOS LIBROS en que se lleva el récord de los enterramientos hechos en el CEMENTERIO CALVO, hasta el 2008, sucedió algo insólito.

2- Con muchos rodeos, el encargado de los cementerios de la Municipalidad (Gustavo Salazar Artavia) nos NEGÓ, a nosotros y al presidente municipal, el acceso a esos invaluables libros históricos. Primero con su silencio y luego con el «argumento» de que, pese a que se trataba de «información pública», ésta podría ser «CONFIDENCIAL», pues esa información (las anotaciones de MILES de inhumaciones) podría ser solo accesible a familiares de difuntos allí enterrados. Ese fue el primer round, con el púgil entrenado por Johnny.

3- ASÍ, sin negar la existencia de esos libros bajo su responsabilidad, le comunicó al presidente municipal y a Johnny Francisco Araya, alcalde y su superior jerárquico, que había que solicitar una opinión de la Asesoría Jurídica, obviamente innecesaria. Segundo round.

4- ANTE ese pretexto «hablado», ya ustedes se imaginan con quién, acudimos a la Sala IV, para que se nos diera acceso a dicha INFORMACIÓN PÚBLICA, mediante un recurso de amparo contra el presidente y el Concejo Municipal. Recurso que fuere ampliado por la misma Sala, contra el alcalde Araya y el encargado de los cementerios de la Municipalidad. Tercer round ya a favor nuestro.

5- EN VISTA de ello, y en proceso el recurso de amparo contra Araya y el resto de la «banda municipal, insólitamente nos comunicaron QUE LOS LIBROS QUE, ANTES NOS NEGABAN POR POSIBLEMENTE TRATARSE DE INFORMACIÓN CONFIDENCIAL, ¡SE HABÍAN QUEMADO EN UN INCENDIO! Fuego que, por lo visto, habían mantenido ¿en secreto? Round nuestro. O sea, que los libros que nos habían negado por más de tres meses, ¡NO EXISTÍAN! Que solo nos estaban, quizá, “vacilando», pues de ellos no quedaban ni las cenizas.

6- PERO resulta que la condición más importante que la ley estipula, y la Defensoría de los Habitantes reafirmó ante los diputados, como requisito fundamental antes de proceder A LAS MILES DE EXHUMACIONES, ES LA DE INFORMAR A LOS DEUDOS DE LOS ALLÍ ENTERRADOS en el Cementerio Calvo, el de «Los Pobres», el de los miserables que no tienen ni donde caer muertos, que sus venerados difuntos irían a ser desenterrados con maquinaria de construcción y sin aval del ministerio de Salud. Y así era, puesto que la Alcaldía estaba «empeñada» en exhumar los miles de cadáveres ahí descansando en el subsuelo, para un proyecto urbanístico «muy raro», que hace seis años fuere tramitado como «urgente», pese a que solo se dio a conocer su cambiante nombre. Exhumación masiva que ejecutarían con maquinaria pesada, pues desde los años de la heroica Campaña Nacional, a través de más de 150 años, se habían enterrado en los 17.000 m2, donde Araya quiere construir «algo», que finalmente llamó «centro de emprendedurismo local».

7- Al resolver positivamente los señores magistrados mi recurso de amparo, quedamos ante la IMPOSIBILIDAD MATERIAL de que, gracias a ese «MUY OPORTUNO» INCENDIO, no se podrá verificar la identidad de ninguno de los difuntos enterrados en el CEMENTERIO CALVO, desde los años terribles de la epidemia del cólera, que acabó con la vida de muchos héroes costarricenses allí enterrados, merecedores del más agradecido respeto.

8 – Con la resolución de la Sala IV, ordenándole a Araya darme acceso a los libros, acudí a ver, por lo menos, los que quedaban. Pero ¡oh sorpresa!, encontré un ÚNICO libro de actas de inhumación, en pésimo estado, con los enterramientos hechos solo de 1989 en adelante. El incendio en que supuestamente se quemaron los históricos libros, habría sucedido en abril de 1980, dijo Johnny, por lo que NO hay constancia de ningún entierro hecho antes de esa fecha, pero ¡tampoco los realizados ENTRE 1980 y 1989! Libros, incómodos libros, que no se quemaron pero que «no aparecen», por gracia del alcalde…

9 – Así, a SEIS AÑOS de que se publicara en La Gaceta del Día de los Santos Difuntos, la ley que la Asamblea Legislativa, entonces presidida por Gonzalo Ramírez, esposo de la vicealcaldesa de San José (de entonces y ahora) mediante la cual se sacó del ámbito demanial esas casi dos hectáreas del CEMENTERIO CALVO, para que el alcalde las negociada y jugara de «constructor». Pero que, sin embargo, no se pueden profanar, puesto que no se pueden identificar. Por ello, esa anticristiana iniciativa de Araya al final solo ha servido para disminuir significativamente el área disponible para entierros en el «Cementerio de los Pobres», y para que unos vehículos municipales tengan un estacionamiento de lastre sobre los allí enterrados, cual si se tratare de restos de animales domésticos, sin derechos humanos que respetar.

PROYECTO MACABRO matizado de mentiras, que no es más que ¡UNA CHAMBONADA MÁS DE JOHNNY ARAYA!

Proyecto, ¡esto para tomar en cuenta!, que de persistir la presencia de Johnny como asesor del alcalde (si triunfara el candidato puesto por él), renacería en unos meses más, pues su «genial argumento», es que, al no contar con el récord de los entierros, no puede hacer lo imposible que manda la ley, por lo que ordenaría la exhumación sin el aval de los deudos.

Sorpresiva destitución

Freddy Pacheco León

Tiene Costa Rica una estupenda Orquesta Sinfónica Nacional, dirigida por un virtuoso maestro, de gran prestigio internacional.

Carl Saint Clair ha dirigido orquestas en Israel, Japón, Australia, Sur América, así como las sinfónicas de Boston, de San Francisco, de Detroit, de Houston, de Montreal, de Toronto, y la Filarmónica de Nueva York, la de Los Ángeles, la de Filadelfia, entre otras muy prestigiosas.

Gracias a ese bagaje de experiencia, ha logrado que nuestra orquesta haya logrado alcanzar en una década, un nivel tan formidable, que nos permite a los costarricenses disfrutar plenamente, de sus conciertos por todo el país y en el majestuoso Teatro Nacional.

La sorpresiva destitución del maestro Saint Clair, es una acción incomprensible del Ministerio de Cultura, que no se justifica, causa zozobra y esperamos se revierta.

Cacao “de oro” para la Caja

Dr. Freddy Pacheco León

Aunque sucede en Costa Rica y muchos hablan de ello, no le prestamos la merecida atención. Se trata de la relación directa, entre el aumento significativo de la población de adultos mayores, y el gran sufrimiento que provocan las inevitables enfermedades sin atender debidamente, que aquejan a dicha población. Se vive a nivel familiar, pero no socializamos suficientemente sus penas y angustias. Y es que, aunque la vejez no es una enfermedad, con ella emergen dolencias que sorprenden a los que las sufren y con frecuencia, les dificultan severamente su calidad de vida, en momentos en que ansían gozar de una vejez placentera, o por lo menos, sin grandes preocupaciones.

Situación que se desdeña, pese a que los Ciudadanos de Oro muestran un porcentaje relativo mayor, en la deforme «pirámide» de población costarricense, donde los jóvenes, cada vez más escasos, han de aportar, de sus ingresos salariales y otros, los montos financieros necesarios que garanticen la salud de los actuales regímenes de pensiones, y los del futuro que ellos tienen como parte de sus merecidas expectativas.

Dentro de ese contexto, muchos adultos mayores son, injustamente considerados, una carga para hijos y demás parientes, quienes eventualmente, como sucede en innumerable cantidad de casos, poco a poco optan por abandonarlos, porque “ellos se la juegan bien solitos” y “están mejor que nosotros pues no les falta el arroz y los frijoles”.

Más allá de los casos individuales, lo que como sociedad verificamos, es que los adultos mayores, necesitan de un cada vez más urgente y especializado servicio de salud, que generalmente no se satisface plenamente en los centros de salud de las comunidades, como los más de mil Ebais dedicados a la atención primaria por casi todo el país. Es conocido que en dichos Ebais de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), más del 65% de las personas que acuden a ellos, son mayores de 65 años, porcentaje que aumentará inevitable, pues en muy pocos años la población de costarricenses mayores de 65 años, superará ampliamente el millón de habitantes.

Y si fijamos la mirada en centros de salud superiores, como los hospitales, vemos que los espacios en emergencias, consulta externa y en salón, son ocupados mayoritariamente, por nuestros abuelitos y abuelitas, quienes, pese al esmero y cariño con que generalmente les acogen los profesionales en salud, las condiciones que se les ofrece, adolecen de muchas limitaciones. Se trata de hospitales diseñados, casi sin excepción, para atender una población de menor edad, con necesidades diferentes a las que tienen los pacientes de la tercera edad, que esperan, por ejemplo, camas de menor altura, cierta privacidad, atención especializada de parte de asistentes, enfermeros y médicos, preferiblemente capacitados para atender casos de geriatría, lo anterior sumado al diseño de las áreas de duchas y servicios sanitarios, por ejemplo, acorde a su edad y capacidad de movilidad. En resumen, hospitales donde algunos viejitos con enfermedades graves, y hasta terminales, no sean necesaria y literalmente, amarrados a sus camas, porque la escasez de recursos humanos, entre otros, así lo determina. Eso, mis amigos, aunque duele en el alma, sucede frecuentemente.

Así, además de otros problemas financieros y de administración, igualmente de atención urgente, se enfrenta la benemérita Caja a insoslayables problemas, que terminan por afectar a venerables ancianos, que buscan un oportuno alivio a sus enfermedades, sin tener que sufrir la angustia inhumana de las llamadas «listas de espera», causa de días de insomnio y sufrimiento que inevitablemente se comparten con sus familiares. Incontables noches y días se van sumando para quienes son conscientes, que cada día sin esa o aquella cirugía, sin aquel examen, sin aquella cita con un especialista, sin aquel resultado de un ultrasonido realizado semanas atrás, sin aquella cama de hospital para su tratamiento urgente, etcétera, es un día más de incertidumbre, que le acerca inexorablemente, hacia un desenlace que él piensa será fatal. “Listas de espera” programadas desde la fría e impersonal administración, donde también son los médicos y otro personal de salud, los que las sufren íntimamente, pues son los que conocen al paciente mejor que nadie, y saben de la urgencia que está de por medio, sin poder hacer mayor cosa por él. Son muy escasos los recursos humanos y materiales, y la insuficiencia de recursos financieros son determinantes.

Quizá por cierto comportamiento pasivo del costarricense, hay quienes parecen acostumbrarse a ser rechazados para una atención médica.  Algunos simplemente callan, ocultan su pena y aplican equivocadamente, el refrán de «al mal tiempo buena cara», cuando quizá lo que corresponde, es luchar, luchar por sus derechos, para que esa gran obra sanitaria de los reformadores sociales de Costa Rica, eventualmente no se convierta en un hecho histórico, nostálgico, del que se hable en el futuro.

Por ello, no ha de esperarse para que nuestras autoridades de la Caja, promuevan el diseño y estructuración de un sistema hospitalario acorde con la nueva realidad, donde, en las principales regiones del país, se ofrezca centros de atención primaria, con secciones dedicadas a la atención particularizada de los Ciudadanos de Oro.  Donde se les brinde las especiales respuestas que merecen, independientemente de su nivel social y económico. Sistema hospitalario que tendría, en todos los hospitales existentes, anexos o secciones dedicados a tan venerable población. Asimismo, según lo determinarían los especialistas encargados de tan magno proyecto, la construcción de otros hospitales geriátricos, hijos del prestigioso “Blanco Cervantes”, que sería la punta de lanza de ese movimiento, quizá acompañados de centros de especialidades médicas orientados a dicha población meta, acorde con los avances científicos y tecnológicos que nos ofrece la ciencia moderna.

Pero, estarán algunos preguntándose con razón: ¿Cómo hacer chocolate sin cacao?

Pues mis amigos, resulta que, a diferencia de otros proyectos irrealizables desde que se anuncian, para el del sistema hospitalario que nos ocupa, sí tenemos el cacao “de oro” que se necesita para ese chocolate. Hablamos del oro que está en el subsuelo de una remota, degradada ambientalmente, despoblada y pequeña área de nuestro país, que no alcanza un kilómetro cuadrado, menor al tamaño del parque de La Sabana. Sitio donde una vez, se otorgó una concesión a una empresa extranjera para que explotara el oro nuestro que se encuentra en su subsuelo. Hablamos pues, de la mina sin explotar industrialmente todavía, de Crucitas.

Al contrario de minas de oro en países hermanos latinoamericanos, como Chile, Perú y México, con extracciones superiores a las 100 toneladas anuales, el oro propiedad de todos los costarricenses que se encuentra en Crucitas, se explotaría a razón de tres toneladas al año, según lo había dispuesto la empresa canadiense que perdió la concesión. Así, a ese ritmo de extracción razonable, de bajo impacto, la exportación de ese rico mineral, derivaría en beneficios económicos que, para nuestro pequeño país, serían altamente significativos, estimados en más de $180 millones anuales, que, al muy bajo cambio del dólar con respecto al colón, que insiste en mantener artificialmente el Banco Central, corresponde a C.96.000 millones anuales, que aumentará en cuanto el tipo de cambio alcance la normalidad.

Se trata de cifras reales, estimadas en un yacimiento que todo el mundo (¡especialmente los que se lo están robando hoy día!) conocen dónde está. Oro que, de no explotarse para una causa de tanto sentido social, eventualmente lo veríamos salir del país, para beneficio exclusivo de los concesionarios que se aprovecharían para su propio beneficio de él, como habría sucedido hace unos años.  Oro que siempre ha sido nuestro y no puede dejar de serlo, pues es un bien «demanial», perteneciente al Estado costarricense.

Como hemos indicado (esperamos que con suficiente claridad), no hablamos de uno o varios hospitales, sino de UN SISTEMA HOSPITALARIO, que identificamos como “HOSPITAL DEL ORO!, a desarrollarse de la mano de la muy valiosa infraestructura que exhibe la CCSS. En un sistema como el que imaginamos, por ejemplo, también se habrá de considerar facilidades para familiares que, desde regiones alejadas, han de estar acompañando a sus abuelitos internados, como en aquellos momentos en que, como hoy, no queda más que amarrarlos por falta de quien los cuide.

¡Y algo muy importante a considerar, que igualmente habría de ser valorado, por la Junta Directiva de la Caja!, lo es el predecible beneficio colateral que obtendría la CCSS, al dedicar esa fuente extraordinaria de recursos para atender exclusivamente a las personas de la tercera edad. De ejecutarse el proyecto, las hoy interminables “listas de espera” que, como consecuencia de la escasez financiera provocan desazón y dolor en miles de pacientes y sus familiares, también se verían disminuidas, conforme más y más adultos mayores vayan siendo atendidos en el sistema hospitalario diseñado para ellos. Así, en cierto tiempo, alrededor del 65% de las citas médicas, los espacios, equipos, medicamentos, exámenes de laboratorio, consulta externa, emergencias, cirugías, etcétera, que hoy son compartidos con los Ciudadanos de Oro, se irían liberando, y por ende, la Caja contaría con mucho mejores condiciones sanitarias para el cumplimiento de su cristiana labor. ¡Todos salimos ganando y se mitigaría el creciente problema matizado de dolor humano, resumido en la expresión “listas de espera”!

¿Y por qué no pensar en la grandiosa oportunidad de dejar un legado histórico de inmensas repercusiones para los costarricenses, comparable quizá, al iniciado por los tres grandes reformadores sociales de la Costa Rica de los años 40? Si “Querer es poder”, confiamos en que se pueda hacer realidad la propuesta del “HOSPITAL DEL ORO”, siempre y cuando prive la comprensión y una buena actitud, en quienes tienen en sus manos esa decisión política. Misma que no requiere de modificación alguna al Código de Minería, pues la prohibición agregada en forma unánime durante el gobierno de doña Laura Chinchilla, lo es para el otorgamiento de concesiones para explotación minera, obviamente, a persona físicas y jurídicas privadas. El mismo Estado costarricense, por definición, no es afectado por esa prohibición.

Finalmente, hemos confirmado, que no existe ningún otro país en el mundo, donde la riqueza mineral de su subsuelo, perteneciente a toda la comunidad como bien demanial, se dedique a la atención sanitaria de sus “Ciudadanos de Oro”, de los que más lo necesitan y, más importante, de los que lo merecen. ¿Acaso podría pretenderse un mejor aprovechamiento de la riqueza de ese oro localizado en Crucitas, antes de que, por azar político, se le asigne otro destino nada beneficioso para Costa Rica?

¡Unamos pues voluntades! para hacer realidad el formidable sistema hospitalario llamado “HOSPITAL DEL ORO” que, obviamente, se desarrollaría con estricto cumplimiento, de las particularidades ambientales que conlleva un proyecto de minería como el que habremos de hacer realidad para los costarricenses. Proyecto que consideramos, urgente, razonable, único, y más importante, posible, si nos proponemos a hacer algo grande y de gran impacto social positivo.

Visas sin sentido

Freddy Pacheco León

¿Habrá pensado Chaves que el obstáculo impuesto a los hermanos hondureños no afecta a los delincuentes?

¿Se habrá enterado que la «porosa» frontera con Nicaragua y la más porosa vertiente Caribe y Pacífico, son como puertas de bienvenida a maleantes? ¿Acaso todos los días no entran y salen ilegalmente, nicaragüenses residentes en Costa Rica, para librarse de pagar los impuestos migratorios?

Así, la gente honesta, como los miles de turistas, estudiantes, deportistas, artistas, académicos, hombres de negocios, etcétera, son los afectados, mientras los que, según Zamora, ha de impedírseles el ingreso, se reirán de la «genial idea» de la imposición de visas, que no les afecta para nada.

Mientras tanto, la golpeada (por el dólar artificialmente bajo) industria turística nacional, extrañará los más de 13.000 turistas hondureños que nos visitan anualmente, y los exportadores nacionales, sufrirán serios obstáculos para exportar a Honduras, los $300 millones en productos, sin que los choferes ticos puedan cumplir con requisitos que, como reacción lógica, han ordenado los hondureños. Ello, además de las trabas para ingresar a territorio catracho, de camino hacia y desde El Salvador y Guatemala.

La pesadilla petrolera

Freddy Pacheco León

De 1920 a 1975 se perforaron 18 pozos profundos en la zona sur de Limón: 17 terrestres y uno marítimo.

En 14 pozos se obtuvieron muestras de petróleo y gas metano, que no nos dicen nada de las cantidades y calidades, que se podrían explotar comercialmente. La inversión en los procesos de exploración, son tan cuantiosas, que para el Estado costarricense sería imposible embarcarse en un proceso semejante, por lo que habría que dar concesiones a los foráneos interesados.

Ellos, de acuerdo con nuestra deficiente ley de Hidrocarburos, se llevarían hasta el 85% del valor del petróleo extraído, en caso de que éste fuere explotable. Mientras tanto, otras de las amenazas que son vitales para Costa Rica, son las ambientales. Factor innegable, fundamentalmente por el valor intrínseco de la biodiversidad y el paisaje, y porque el principal atractivo turístico de nuestro país es el todavía limpio contexto ambiental.

Lo que no puede desdeñarse, es que, al ser el turismo la principal fuente de divisas extranjeras y de empleo, no tiene sentido invertir en una actividad, como la petrolera, que eventualmente pudiere a afectar sensiblemente, el desarrollo turístico.

¡Es tan malo el «negocio», que cuesta entender cómo todavía hay costarricenses promoviendo algo tan nefasto para el país!