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Etiqueta: Freddy Pacheco León

Macroeconomía y pobreza

Freddy Pacheco León

Para los que creen en los dogmas cuasi religiosos, de la macroeconomía y sus gurúes, es de aplaudir el congelamiento salarial, perverso e inhumano, que rige desde el 2019. «No hay vuelta atrás», dicen Chaves y Nogui.

¡No hay ajustes salariales, mientras la manoseada deuda pública, sea un 60 % superior al Producto Interno… Bruto!, agregan.

Así, los fallidas tesis macroeconómicas, que por años vienen dando malos resultados, para ambos, están escritas en mármol, mientras los empobrecidos trabajadores, tienen que enfrentar severos aumentos en alquileres, víveres, medicamentos, electricidad, agua potable, transporte colectivo, educación privada, medicina extra-Caja…

Y es que, aunque la evasión de impuestos, de parte de grandes empresas, supera esa deuda pública, se reafirma la injusta condena, caída sobre inocentes mujeres y hombres: ¡No tendrá derecho a incrementos salariales; no jodan!

¡De «sesión solemne» no tuvo nada!

Freddy Pacheco León

Más bien, lo sucedido, fue síntesis del mal gusto y desprecio, a la memoria de don Juanito Mora.

Quizá porque desconoce particularidades de la gesta histórica de la Campaña Nacional, contra los invasores estadounidenses, y el papel heroico exhibido por el presidente de la República, don Juan Rafael Mora Porras, en Santa Rosa y Rivas, nuestro mandatario, ¡actuó como es!

Si otro presidente, José María Montealegre, cobarde como el que más, un día ordenó asesinar a nuestro héroe, cuando desembarcara en Puntarenas, no se vale, que otro presidente, el Chaves, no le importe despreciar su memoria, al convertir un acto que merece la mayor solemnidad, y el respeto debido, en otro de sus polvorines retóricos, especialmente inconsecuente y hasta vulgar.

Don Juanito es muy grande, como para pensar que su figura fuese degradada, por un fabricado bochinche politiquero y provocador, pero los que guardamos eterno agradecimiento al HÉROE, que nos garantizó la libertad y la verdadera independencia, sí sentimos mucha pena por la insolencia demostrada por el Chaves. Eso no se lo perdonamos.

Obviamente, lo que cabía era, al menos, un respetuoso minuto de silencio, en un ambiente donde, el presidente de la República se dirigiera a los hijos de Costa Rica, motivándonos a reconocer en el Presidente Mora, al compatriota más digno que hubiese nacido en este venerado país. Era el momento de narrar, cómo fue su vil asesinato, e invitar a conocer más de su gesta libertadora. Era el momento en que un estadista, se habría dirigido a los más jóvenes, exaltando los valores democráticos, el absoluto respeto a la institucionalidad, la bendición de vivir en una Patria, donde impera una Constitución Política que recoge gloriosos principios, como la abolición de la pena de muerte, la abolición del ejército, la independencia de los poderes legislativo, judicial y ejecutivo, y una cultura de paz, con la educación en un altar, y la dignidad humana como estandarte.

Palabras así, eran las esperables, en una sesión solemne de un Consejo de Gobierno, que, así lo entendíamos, se había trasladado al querido puerto de Puntarenas, a recordar la vida y muerte de don Juanito, ¡y no a gritar, como cualquier carajo vulgar, «estúpidos» a miembros del Congreso de la República!

Se empañó tanto la conmemoración, que, para no vivir algo similar en los próximos dos años, instamos, para que el Chaves y sus ministros, consideren NO volver a sesionar en Puntarenas. Don Juan Rafael Mora merece ser honrado, desagraviado, respetado.

A Chaves le quedó muy grande el traje de presidente de la República

Freddy Pacheco León

Incapaz de reunir profesionales competentes, en sus instancias gubernamentales, el más de medio centenar de sustituciones de funcionarios, es evidencia del por qué, su orquesta filarmónica, suena a cimarrona, encabezando un desfile de personajes de mascarada. No hay disciplina, ni en Zapote ni en ministerios y otros entes gubernamentales. Costó, pero ya el presidente parece haberse dado cuenta, de que, conforme corre el tiempo, son mayores las malas decisiones que se van acumulando. Así le llegó el punto, en que se siente imposibilitado de dominar el timón que gira violentamente, sin control. Su barco a la deriva, está escorando en un litoral rocoso, y, aunque grita y gesticula, no hay quien evite el destino que le espera.

Mientras tanto, reparte culpas entre sus tripulantes, y las autoridades del puerto, pero, él, el verdadero culpable, finge no ser el capitán, el principal responsable del inminente naufragio. Ya su discurso amenazante, sus llamados a la sedición, sus tenues cortinas de humo, lo que nos muestran, es a un gobernante deseoso de salir corriendo, hasta muy lejos, hasta donde, quizá, no le alcancen las 52 causas penales, que le esperan al final de su histórica (por mala), administración. Cambió la Biblia del primer día, por machetes sin filo, aunque siempre peligrosos, que hay que tomar en cuenta, pues, en manos de una persona así, amenazan la PAZ que merece nuestra PATRIA, la de nuestros hijos, la que han forjado costarricenses con sentido de responsabilidad histórica.

El funeral del jaguar

Freddy Pacheco León

Cuando un jurista estudioso, competente, sin prejuicios, se refirió a las presumibles inconstitucionalidades del proyecto de referendo, desde el primer momento en que se le dieron a conocer los textos de la ley Jaguar original, dejó muy claro, ante el grupo de abogados reunidos en Zapote, que las ocho reformas inconstitucionales, que estaban impulsando, ¡para complacer a Chaves, Pilar, y otros, en sus deseos de derribar los cimientos institucionales, de la Contraloría General de la República, podría derivar en un fallo de tal contundencia, como el que se ha dado, pues eran inviables, como lo confirman los magistrados de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia. Al leer el resumen de las 193 páginas de la resolución, que nos aporta Delfino, no nos hemos sorprendido, pues, de cierta manera, el doctor Manrique Jiménez Meza, nos había adelantado lo que vendría, aunque en su momento, sus palabras molestaran a los abogados Volio, Castro, Villalobos, Guevara, y al presidente y su mentora diputada, asesorados, a su vez, por el periodista Espinoza. Es obvio, que este fallo, emitido en respuesta a sendas consultas del TSE y la CGR, se lleva consigo, también, a la llamada ley Jaguar II, sacada de la manga, de un día para otro, cuando, en medio de declaraciones contradictorias, públicas, entre la Pilar y el Chaves, al conocer el fallo sin la redacción que ahora estamos viendo, se quedaron «desnudos en medio de La Sabana».

Ellos, entre la ilusión de sus incompetentes asesores, a partir de una deficiente lectura del pequeño texto, emitido por el departamento de prensa de la Sala IV, y ante el inminente cierre de las sesiones extraordinarias de la Asamblea Legislativa, pusieron a correr a la regularcita ministra Laura Fernández, para que el directorio legislativo, recibiera, y según ella, tramitara en unas pocas horas, el proyecto de ley de convocatoria de la ley Jaguar, que, aunque borrada en lo más trascendente, se aferraba a lo ya declarado inconstitucional. La segunda caída, fue inmediata, pues, otra vez se equivocaban los abogados que «no habían dormido», quizá, pensando intensamente, en cómo burlar a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, y, de paso, a los diputados de la Asamblea Legislativa. Al no lograrlo, se evidenció, que las cuatro convocatorias a referendo (dos por iniciativa ciudadana -de Espinoza y Cabezas- y dos por la vía conjunta de los poderes Ejecutivo y Legislativo), no son más, que parte de una estrategia aparentemente legal, de profundizar la «campaña electoral», que ha venido ejecutando el Chaves, desde hace más de dos años, CON FONDOS DEL ESTADO. Demostrando con ello, que ni la virtual «ciudad gobierno», ni la pequeña «marina turística» en Limón, realmente les interesaban.

Al cerrarse este capítulo (solo faltaría la reiteración de algunos argumentos), y en medio de los serios actos de presunta corrupción, que investiga en la CCSS la Fiscalía General de la República, habrá que esperar, hacia dónde se dirigen las esperables acciones del Poder Ejecutivo, en contra de la institucionalidad de nuestra Patria.

Escuela del crimen, para niños y adolescentes

Freddy Pacheco León

Los cursos son intensivos, muy realistas, y los jovencitos pueden graduarse, en pocas semanas. Se ofrecen cotidianamente a distancia, por televisión, desde tempranito en la mañana, e incluso, frecuentemente, se interrumpen otros programas, para darles la lección en tiempo real.

Asimismo, por redes sociales se repiten insistentemente. Una ventaja, es que no requieren presupuesto, del 8% del PIB para la educación, ni profesores estudiosos, ni plantas físicas especializadas, por lo cual, las autoridades se sienten liberadas, pues no necesitan del aval financiero del presidente y su ministro de Hacienda. ¡Ah!, y, muy importante, son gratuitos, y se pueden matricular niños escolares y jóvenes colegiales, por igual, independientemente de la clase social. En eso, la modalidad es muy “democrática”, pues no requieren haber concluido sus estudios de secundaria.

Al indagar, nos encontramos que muchos de los asesinatos a sangre fría, de los tres diarios que, en promedio, se cometen en la Costa Rica de la «pura muerte«, son vistos, a cualquier hora, en las pantallas de televisión, que tenemos en la intimidad de nuestras casas, sin necesidad de tener contratos con las mediocres empresas cableras, que se nos ofrecen, hasta en la sopa.

Los mayores estarán de acuerdo con nosotros, que se mostraba menos violencia en las películas del oeste, en las series de la II Guerra Mundial o en Los Intocables, de Eliot Ness. Hoy, con el avance educativo, y sin necesidad de la inteligencia artificial, en las imágenes que nos recetan, solo falta el olor de la sangre, cuando matan cruelmente, a otros muchachos de edades parecidas, cual si fueran vaquillas de un rastro. Y, así de bueno es el servicio, para que no se pierda detalle alguno, y la lección sea bien aprendida, dichas imágenes se repiten, infinidad de veces, con estilo de narración deportiva, en los noticieros, por varios días, para solaz de los televidentes de todas las edades.

Pero, la verdad, es que el asunto merece algo más, que un comentario sarcástico, pues la situación es realmente preocupante, digna de ser tomada en cuenta, por las autoridades, y principalmente, por las mismas empresas televisivas nacionales, y, obviamente, por la ciudadanía en general.

Por su trascendencia, por ejemplo, se le presta atención por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), para cuyos especialistas, la adolescencia, esa etapa de la vida comprendida entre los 10 y los 19 años, es vulnerable a tanta violencia visual. Habiéndose demostrado, que provoca en esos jovencitos, un comportamiento que, poco a poco, los torna inmunes al horror de la violencia, a la que, gradualmente, llegan a aceptar como una forma socialmente aceptable, de resolver problemas.

Y sucede así, entre otros, porque durante ese período de la vida, se produce una infinidad de cambios físicos, psicológicos y sociales normales, que conducen, mayoritariamente, a su inserción positiva y productiva en la sociedad. Lo cual está muy bien, pero, también resulta, que un muy reducido grupo de ellos, adoptan conductas hostiles y violentas, que se manifiestan de varias formas preocupantes para sus familiares y la sociedad, donde, además, muchos de ellos, dolorosamente, también son blanco de violencia por parte de esa misma sociedad, o incluso de sus padres y otros adultos.

Niños y muchachos, predispuestos, a imitar la violencia con que son, literalmente, bombardeados, por la televisión. Jóvenes capaces de identificarse con ciertos tipos, sus “profesores mafiosos”, victimarios que se les muestran cual, si fueren héroes, que, además, conviven con ellos, en un país donde la cantidad de personas armadas, supera en mucho a las que ejercen algún tipo de autoridad policial.

Nos dicen los expertos, que estas conductas no deseables tienen varios orígenes o causas. Entre ellas, la violencia del medio (el barrio, la comunidad) en que viven y se desarrollan desde niños; la violencia doméstica familiar (psicológica, física, sexual o por negligencia) que sufren desde edades muy tempranas y, quizá la que más ha de preocuparnos ahora, la exposición a los medios de comunicación masiva como la televisión, que les ofrece como producto de consumo diario, las más variadas formas de violencia psicológica, física, sexual, y contra terceros y sus propiedades, “justificada” ligeramente por las mismas autoridades, como “ajustes de cuentas”, así, fríamente, por lo que no merece, piensan, ni un minuto de preocupación. Es cosa de “ellos”, agregan equivocadamente, para salir del paso. Cuando, en verdad, es cosa de todos, de nosotros, de nuestros jóvenes, de la paz social a la que aspiramos, aún en medio, de tanta pobreza e incultura.

10.9.2024

¡Prohibido olvidar!… lo que empezó el 11 de septiembre de 1973

Freddy Pacheco León

»Se abrirán de nuevo las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor», dijo el Dr. Salvador Allende aquel tenebroso 11 de setiembre de 1973, instantes antes de morir.

El asesino vitalicio Augusto Pinochet, fiel a los deseos de Richard Nixon y los «aristócratas» chilenos que ante la presencia de «los rotos» veían perder el «señorío» palaciego del Palacio de La Moneda, cobardemente ordenó bombardear con aviones Hawker Hunters el palacio presidencial. Su objetivo: asesinar al Presidente Constitucional de Chile. Dignísimo «compañero» quien rechazó rendirse y refugiarse en una embajada de nación amiga, como la de Costa Rica, a la que don Pepe le instó asilarse.

¡Jamás! podríamos olvidar el momento de las firmes palabras del Presidente, a través de la radio, con interferencias provocadas por los fascistas, en medio del ruido macabro de las armas pesadas, los tanques y camiones por las calles y el vuelo de los aviones a reacción.

Para entonces vivíamos en un apartamento en calle Mac Iver con Huérfanos, a pocas cuadras de La Moneda, desde donde la pesadilla dejaba de ser tal; el anunciado golpe de Estado se estaba ejecutando. Fue el inicio de una larga y sangrienta dictadura militar, donde los asesinatos, la tortura, los desaparecidos y los robos al Estado, eran cotidianos. Ya Víctor Jara no cantaba en el Teatro Municipal, ni se escuchaba la voz grave y lenta de Pablo Neruda, el eterno poeta que murió de pena.

Pero un día la estrella de la bandera chilena volvió a brillar, y por fin, se abrieron de nuevo las grandes alamedas, se condenó a Pinochet y otros criminales uniformados, se expulsó a los que usurpaban el poder político y, por karma del destino, el siniestro Richard Nixon fue expulsado cual vil delincuente de la Casa Blanca…

Si…

Freddy Pacheco León

¡Veamos! Si no le interesa el bienestar del pueblo asegurado por la Caja, donde mueren pacientes por miles, en listas de espera. Si no se desvela por los 150 mil costarricenses, que lloran su pobreza extrema. Si es indiferente ante la escasez de agua, en el sur de San José y tantas otras comunidades del país. Si la educación pública está extraviada, sin rumbo y sin recursos, como casi nunca antes en los últimos 50 años. Si el caos vial, se profundiza cada día, a un costo altísimo para el desarrollo. Si se ofreció un nuevo proyecto de tren eléctrico, que no aparece por ningún lado, después de engavetar caprichosamente, un buen proyecto. Si el alto valor artificial del colón, favorecido por una cascada de dólares y políticas equivocadas del Banco Central, está golpeando fuertemente, a exportadores y al sector turismo, que ya no saben qué hacer. Si la conservación ambiental no merece su atención, y se desprecia la biodiversidad, cual si se tratara de “unos monitos”. Si los precios de las medicinas, siguen aumentando cada día, golpeando los bolsillos de tanto asegurado que no puede acudir a la desfinanciada Caja. Si mueren miles de pacientes, esperando, bajo una tensión inhumana, una cirugía o resultados de exámenes, programados para un futuro lejano. Si los puertos, manejados por monopolios privados, no invierten en sus recursos técnicos ni humanos, encareciendo el costo de las importaciones e importaciones. Si el ingreso de las drogas, lo hace por puertas de bienvenida al narcotráfico, por ambos litorales y la frontera sur. Si ese mismo narcotráfico, es causa de horrendos crímenes, a una tasa jamás vista antes. Si la gestión cultural le parece algo accesorio, del cual se puede prescindir, pues, para Costa Rica, es un lujo desechable. Si se niega a dialogar respetuosamente, con representantes del Poder Judicial, el Poder Legislativo, la Defensoría de los Habitantes, la Contraloría General de la República, el Tribunal Supremo de Elecciones, las universidades del Estado, los sindicatos, etcétera. Si sigue creciendo el robo de impuestos, al punto de que, su monto supera la deuda del Estado. Si detuvo el avance de la construcción de importantes carreteras, hacia Limón, San Carlos, Cartago y Guanacaste. Si descuidó, a un altísimo costo, el manejo de las finanzas del Estado, como sucediera con la pista del aeropuerto Daniel Oduber, en los millonarios fondos del BCIE, en los impuestos rebajados a importadores de arroz. Si no se avanza en soluciones de vivienda, para las decenas de miles de familias, que urgen liberarse de alquileres abusivos, que les impiden salir de la pobreza. Si se anunció una “Ciudad gobierno”, que nunca tuvo siquiera un terreno donde construir, ni planos formales, ni viabilidad ambiental, ni financiamiento, que no dependía de un tal referendo. Si se le prometió a los puntarenenses pescar nuestro atún, pero no se les dieron los instrumentos para hacerlo. Si, igualmente, se prometió a los limonenses, una pequeña marina turística que, generaría “cientos de miles de empleos”, cuya no ejecución se justificó falsamente, en ese tal referendo. Si no se hace nada, por ordenar el funcionamiento del monopolio portuario privado, que llegó para quebrar a Japdeva y producir mayor desempleo. Si se dejó de lado el proyecto “Agua para Guanacaste”, que tantas expectativas despertó en la población de la pampa. Si se rebajó sensiblemente, la capacidad de la Junta de Protección Social de San José, por jugar con su imprescindible publicidad. Si se amenaza el servicio de la red de internet 5G del ICE, por meter a Costa Rica en la guerra comercial que tiene Estados Unidos contra China. Si, por insistir en la venta descabellada de bienes del Estado, como el Banco de Costa Rica, el Instituto Nacional de Seguros, y otros, para pagar una deuda que puede ser atendida con el cobro adecuado de impuestos, se ha olvidado del fortalecimiento de las instituciones. Si el costo de vida, aumenta mientras los salarios se mantienen congelados…

Si lo resumido, y mucho más, es muestra evidente de un claro desinterés por servir a la Patria, que una vez juró cumplir, y si, por ese desinterés, esa misma Patria está sufriendo por la ausencia de rumbo y el desdén de su Presidente de la República, infinidad de costarricenses, nos preguntamos, el por qué y para qué, aspiró dirigir el Poder Ejecutivo. Eso no lo entendemos.

Corrupción, evasión y venta de bienes del Estado-Empresario

Freddy Pacheco León

En referencia al robo de impuestos, que, agregamos, supera la deuda interna, dijo, lo siguiente, el señor expresidente don Rodrigo Carazo: “¡Corrijamos esa corrupción! ¿Por qué no se ponen detrás de esos recursos antes de querer vender las cosas que son de todos? Y es que lo que se han llevado no son seis reales», manifestó. Argumentó que el objetivo de una reforma estatal y de la globalización debe ser el beneficio de todos. «Es contradictorio pensar que eso se va a lograr entregando todo lo que tenemos. Los países que lo han hecho han pasado y están pasando tristísimas experiencias». Convencido estaba de que, los inversionistas extranjeros que comprarían las empresas estatales, que dan servicios sin fines de lucro, son personas que también quieren convertirlo todo en oro para su propio y exclusivo beneficio, sin pensar en las necesidades ajenas, lejos del espíritu solidario que privó en su gestación.

«No crea usted que (tales empresarios) van a venir a satisfacer nuestras necesidades. Vaya a Chile y verá que cuando se privatizan las comunicaciones, disminuye el número de chilenos que tienen teléfono porque no lo pueden pagar», dijo a propósito de la imposición de políticas neoliberales durante la dictadura de Pinochet.

Al otro lado de la ancha avenida, otro Rodrigo, éste de apellido Chaves, desde antes de iniciar su Presidencia, en su papel de vendedor de bienes del Estado, no esperó mucho para poner precio a la compra-venta, que, por supuesto, recibe aplausos, desde los clubes de comerciantes que le presentaron su propuesta al amigo venido del Banco Mundial.

Para este Rodrigo, útil vocero de los de su casta, el Banco Internacional de Costa Rica (BICSA), tiene un valor de $200 millones. El precio del Banco de Costa Rica (BCR), andaría entre $800 millones y $1.200 millones. La Refinadora Costarricense de Petróleo (RECOPE) valdría entre $350 millones y $1.000 millones, la Fábrica Nacional de Licores (Fanal) $20 millones y, ¡aquí la voló!, Kölbi (marca del ICE) se vendería en $1,2 millones. ¡Una especial ganga para los compradores que, todavía, esconden sus pretensiones! Aclaramos sí, que la lista no es exhaustiva, ni mucho menos, pues también, incluye la privatización de servicios como, la administración del acueducto metropolitano, hoy mal gestado por el AyA, servicios médicos de la Caja, a la que tienen, intencionalmente cerca de la inanición, y servicios de generación y distribución eléctrica, cumplidos por el ICE, aunque su más alto jerarca, actúa en contra del Instituto.

En fin, lo que el presidente actual, el otro Rodrigo, no parece considerar es que, la estructura institucional costarricense, que tantos beneficios le ha traído al país y sus habitantes, tiene raíces históricas profundas, principalmente a partir de mediados del siglo XIX. Que sus sólidos cimientos le han permitido, soportar embates neoliberales destructivos, gracias, precisamente, a que no se gestaron tales instituciones, a partir de ocurrencias, sino como parte de una visión muy especial de algunos muy bien valorados líderes.

Un buen ejemplo, fue la creación de la Fanal en 1850, que demostró a través del tiempo, haber sido una muy buena decisión del presidente don Juan Rafael Mora. Creada originalmente como Fábrica Nacional de Aguardientes, con el propósito de fomentar la industria cañera, y defender a la población del consumo de licores altamente tóxicos, con contaminantes, que se comercializaban al margen de la ley, al tiempo que afectaban los ingresos del Estado. Hoy, 174 años después, gracias a su sostenida renovación, la Fanal aportó de junio del 2018 al 2020, cerca de C. 50.000 millones de colones, a instituciones promotoras de desarrollo social, como son el Instituto de Fomento y Asesoría Municipal (IFAM), el Instituto de Desarrollo Rural (INDER), al Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA), a la Municipalidad de Grecia, y una cifra casi igual en impuestos, al Ministerio de Hacienda.

Es igualmente relevante, la creación en el año 1924, del monopolio estatal del negocio de los seguros, dando nacimiento al Banco Nacional de Seguros, que luego se transformaría en el Instituto Nacional de Seguros (INS) en 1948, como parte de la creación del régimen de instituciones autónomas del Estado, proceso en que sobresale la figura de Rodrigo Facio Brenes, recordado exrector de la Universidad de Costa Rica. Instituto que, pese a la forzada apertura comercial a empresas extranjeras de seguros, se mantiene como la más grande empresa de seguros del istmo centroamericano, con un total de $1.323 millones en primas, durante el 2023, gracias a un crecimiento del 21,2%.

Por ello, y más, ahora que el señor Chaves propone su venta, cual aparente ocurrencia que, pensándolo bien, no tiene nada de ello, cabe preguntarse ¿cómo se sustituirían los cerca de C.100.000 millones de colones, que, anualmente, aporta el INS, en cargas fiscales y parafiscales a otras entidades del país? Y si, como también se ha propuesto, se vendiera “solo” el 49% de sus activos, habría que ver si los compradores estarían dispuesto a colaborar, solidariamente, a partir de las ganancias, con las citadas contribuciones fiscales y parafiscales, dentro de las cuales aparecen beneficiarios destacables, como el imprescindible Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (0,5 % de las primas), así como al impuesto de utilidad y título valores del Estado (25% de la utilidad disponible neta), a la Reserva de Capital de Riesgos del Trabajo, y al Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte, producto de los excedentes de los seguros que comercializa. ¿Verdad, amigos, que la prudencia exige no correr mucho con esas ideas de compra y venta, y reflexionar, antes y con sustento técnico, acerca de las consecuencias que se vislumbran?

Creemos que la responsabilidad exige distinguir entre un Estado-Empresario, y “políticos empresarios”, pues, son conceptos diametralmente opuestos, a los que poco se les dedica, análisis con la profundidad que merecen.

La matriz empresarial-institucional del Estado (descrita por Alberto Cortés https://mail.google.com/mail/u/0/#inbox/FMfcgzQVzNtMXJqpzTKKvMgTRPjhPwhM?projector=1&messagePartId=0.1) entre los años 40-48, nos muestra la creación de dos de las instituciones públicas, más importantes en términos de su impacto social: la Universidad de Costa Rica (UCR) en 1940, y la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) en 1943, ambas con una enorme peso en el desarrollo social y cultural del país, que han sido fundamentales, para democratizar solidariamente, la atención en salud de los costarricenses, independientemente de su estatus socioeconómico, y el acceso a la educación universitaria de excelencia, sin discriminar, igualmente, sobre la condición social de sus estudiantes.

Cabe resaltar, que luego de la guerra civil del año 1948, tanto desde la Junta de Gobierno, presidida por don Pepe Figueres, como desde la Asamblea Constituyente (1949) las ideas de orientación socialdemócrata que germinaban en Costa Rica, y la reflexión histórica que tuvo lugar, llevaron hacia la creación de trascendentales instituciones autónomas y empresas públicas, que permitieran impulsar la necesaria modernización económica y política del país. En ese contexto, sobresale, por extraordinaria y visionaria, la creación del sistema de banca comercial pública, con la tarea de ejercer estricto control de las cuentas de ahorro y las cuentas corrientes, aunado al objetivo de colocar crédito al servicio de la modernización agrícola y el incipiente desarrollo industrial. Nacieron así el Banco Anglo Costarricense (BAC), el Banco de Costa Rica (BCR), el Banco de Crédito Agrícola de Cartago (BCAC) y el Banco Nacional de Costa Rica (BNCR).

Asimismo, la junta fortaleció la autonomía del Consejo Nacional de Producción (CNP) como instrumento de fomento de la producción agrícola para el mercado interno, que tantos servicios prestó al control de precios de granos y otros productos básicos. Y, como la gran institución insigne de ese modelo de Estado empresario, se creó el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) para garantizar la producción y control estratégico, de la generación y distribución de la energía eléctrica, ampliada eventualmente, al monopolio de las telecomunicaciones y la telefonía celular. Instituto que ha venido enfrentando, embates privatizadores, de parte de comerciantes e ideólogos, para quienes el Estado no puede participar de actividades donde la empresa privada puede lucrar. Ideas que, divulgadas con megáfonos virtuales, han llevado a muchos compatriotas, a ver como algo nefasto para el desarrollo de Costa Rica, la estructura y funcionamiento del Estado-Empresario, que, paradójicamente, favorece a las mayorías y al fundamental sustento democrático.

Instituto Costarricense de Electricidad, que, pese a las amenazas, y gracias a sus servicios y fidelidad de los habitantes (aún con los desaciertos recientes de sus jerarcas), se mantiene entre las tres mayores empresas del istmo incluidas en el Ranking América Economía de las 500 Mayores Empresas de América Latina, al lado de Recope, y la Autoridad del Canal de Panamá.

Y, es que, esos resultados exitosos, son, paradójicamente, su debilidad, pues permiten vislumbrar el por qué, ambas empresas del Estado costarricense, ICE y Recope, son tan apetecidas por ciertos compradores privados, deseosos de lucrar con sus gigantescas ganancias. Por otro lado, sus deseos sí los cumplieron, lamentablemente, con Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva), a la cual, con un contrato entreguista, le regalaron el muy eficiente, monopolio constitucional que tenía la empresa nacional creada en 1963, en el trasiego de contenedores, a una empresa transnacional escandinava (APM Terminals), que, lejos de los empleos ofrecidos, vino a profundizar, más bien, el desempleo en la provincia de Limón, sin que los anunciados beneficios que traería una terminal portuaria “del primer mundo”, se hicieran realidad. Ejemplo de cómo, el desdén ciudadano, de la mano de la demagogia de ciertos políticos, provocó tanto daño, en tan corto tiempo, por lo cual, esperamos que se haya aprendido la lección.

Finalmente, ha de valorarse objetivamente, la creación de 113 instituciones descentralizadas, entre los años 48 al 79, algunas autónomas o semiautónomas, que vinieron a generar, a través del tiempo, conforme se estructuraban y empezaban a brindar servicios, resultados positivos que se reflejaron en indicadores sociales, como en el empleo público, que llevaron a engrosar las capas medias, al tiempo que se disminuía la pobreza. Pobreza que se redujo, de manera altamente significativa, al pasar del 50,3 %, en 1961, al 18,5 %, en 1977, gracias la combinación de políticas públicas, como el citado mayor empleo, el desarrollo de infraestructuras básicas, y el acceso a los servicios públicos, con tarifas subsidiadas.

Hoy vemos grandes esfuerzos por “reformar el Estado”, según le dicen, y, para ello, han creado hasta una comisión legislativa especial, para acelerar esa tarea. Labor que, estamos seguros, enfrentaría a los dos “Rodrigos”, pues representan, por un lado, una visión en defensa de la institucionalidad costarricense, caracterizada por un Estado-Empresario, que propició el desarrollo de la Costa Rica, y que, hasta hace unos años, se caracterizaba por la solidaridad, por el valor de la soberanía, por la responsable consideración de la situación de los desposeídos, por el fomento de la paz social y el desarrollo sostenible, según el pensamiento de don Rodrigo Carazo. Mientras, por otro lado, para ahorrarnos palabras y su tiempo de lector, lo que vemos es ¡todo lo contrario!

26.8.2024

La educación, sustento de la democracia

Freddy Pacheco León

La educación superior de 124.000 estudiantes (cerca del 60%, mujeres) demanda calidad, formalidad, responsabilidad, para un mejor aprovechamiento del esfuerzo invertido individualmente por cada educando, por sus familias y por el Estado. Y para ello, un adecuado financiamiento estatal es fundamental.

Recordemos, que la Costa Rica que se ha construido, alrededor del pilar insustituible de la educación, no es obra casual, sino que, más bien, es producto de la visión de gobernantes, que no dudaron en propiciar las condiciones adecuadas, para que, desde la niñez, los costarricenses, de todas las clases sociales, tuvieran la oportunidad de estudiar en escuelas, colegios y universidades estatales. ¡Por ello se plasmó en la Constitución, la garantía de su financiamiento!, y por ello, nuestra Patria, se ha forjado con especialistas en medicina, ingenierías, ciencias agrarias, derecho, ciencias sociales, artes, ciencias económicas, química, biología, física, informática, administración, relaciones internacionales, ciencias ambientales, arquitectura, enseñanza, veterinaria, microbiología, odontología, psicología, enfermería, contabilidad y finanzas, turismo sostenible, urbanismo, geología, arqueología, diseño gráfico, literatura, ciencias del lenguaje, farmacia…, donde la gran mayoría de ellos, orgullosamente egresaron de la Universidad Estatal, y fueron estudiantes becados, provenientes de colegios igualmente públicos.

Precisamente porque el nivel educativo ha de ser el merecido por los esforzados hombres y mujeres, que, con sacrificio familiar, han decidido caminar hacia un mejor mañana, el presupuesto de las universidades, particularmente, ha de ser garantía de que, esos muy respetables 124.000 estudiantes, podrán formarse y concluir sus estudios, como lo merecen, como lo soñaban, como el Estado habría de cumplirles.

Así como no se puede estudiar sin contar con plantas físicas y otros recursos técnicos y materiales, suficientes y adecuados, así tampoco se puede pensar siquiera, en una universidad sin suficientes y excelentes proyectos de investigación, de la más alta rigurosidad, y conducidos por académicos de comprobada calidad. Por profesores partícipes de regímenes de incentivos, donde objetivamente, se valoran los logros alcanzados, a través de años, en carreras de grado y posgrado, muchos de ellos en prestigiosos centros de enseñanza extranjeros. Docentes-investigadores-extensionistas, que realizan su práctica académica, al lado de sus estudiantes, y diversas comunidades, mediante proyectos de extensión, que los acerca más al pueblo que valora sus aportes.

Aunque sectores privados, economicistas, prejuiciados contra la institución universitaria estatal, la propiamente dicha, afirman que en sus “universidades” no se investiga, ni se becan profesores para realizar estudios de maestría y doctorado en reconocidos centros de estudio europeos, asiáticos, o americanos, porque “eso” es innecesario, lo ciertos es que, sin proyectos de investigación, que sustenten la docencia, es imposible hablar, seriamente, de «universidades». Al ser así, las autoridades hacendarias han de entender, que, en el sistema universitario estatal de Costa Rica, las labores en el laboratorio, la biblioteca, las redes de información y en el campo, la investigación, aunque costosa financieramente, más bien ha de fortalecerse, tanto en recursos económicos como humanos. Por ello, orgullosamente, las universidades estatales pueden mostrar que realizaron el 78% de la investigación publicada entre el 2000 y el 2021, en las áreas científico-tecnológicas, ciencias exactas y naturales, ciencias de la salud, ciencias agrícolas, e ingenierías y tecnologías, expresado en alrededor de 8.000 publicaciones, producto de ese esfuerzo de producción en conocimiento en ciencia y tecnología.

Asimismo, cuando algunos cuestionan que, “así como ellos pagaron por su educación secundaria en colegios privados, así los estudiantes universitarios deberían pagar, aunque sea una parte, por la educación recibida”, lo hacen porque desconocen que las inversiones del Estado en los centros de Educación Superior, no podrían ser costeadas, ni, aunque todos sus estudiantes, proviniesen del sector privilegiado de nuestra desigual sociedad. Y, menos si se considera que, con respecto al perfil de ingreso de la población estudiantil de las Universidades Públicas, el 96 % de las ubicadas en el grupo más pobre, provienen de colegios públicos. Un día después de que se aprobase un cobro “mínimo”, muchos tendrían que irse a sus casas para, lamentablemente, no volver, privando a sus núcleos familiares y la Patria, de un significativo número de profesionales, necesarios para el desarrollo de Costa Rica. Por eso, más bien, los sistemas de becas y la oferta académica, ofrecen oportunidades a todas las personas, sin ningún tipo de discriminación social ni económica, tal y como lo pensaron, los costarricenses que ocupan lugares privilegiados en la historia de la educación de la nación.

Finalmente, y no por ello, menos importante, como sabiamente, en pocas palabras, nos decía Carmen Lyra, “Muchos de los importantísimos problemas en el porvenir de la nación deben plantearse en las aulas y es imperativo que presidan en él los mejores expertos que puedan obtenerse.” Y ha de ser así, pues los profesores, en todos los niveles educativos, no han de ser “indiferentes” antes las amenazas que podrían estarse dando sobre el bien valorado sistema democrático que nos rige, y que, nos diferencia, de los sistemas de gobierno de otros países latinoamericanos, que los costarricenses de bien, no deseamos heredar a hijos y nietos. Ante esto, la misma Carmen Lyra, sentenciaba: “El rol de los maestros es hoy decisivo en los destinos de la Patria. Creo que es preciso despertar su mentalidad hasta que lleguen a interesarse en las luchas políticas que hoy se sostienen hasta el extremo de hacerse partícipes de ellas”.

22.8.2024

El Paseo de los Estudiantes en la historia

Freddy Pacheco León
Egresado Liceo de Costa Rica

Freddy Pacheco León

Siendo director del Liceo de Costa Rica el insigne educador, Lic. Juan Dávila Solera, profesor de geografía e historia graduado en Chile, le tocó lidiar con altura y dignidad con los desmanes de la dictadura de Federico Tinoco. Fueron años de oscurantismo para el proceso de desarrollo democrático de la nación, donde el asesinato, entre otros, de Rogelio Fernández Güell, reflejaba el despotismo copiado de las monarquías europeas que, seguramente, añoraba el militar que había derrocado al presidente don Alfredo González Flores.

También fueron años en los que el coraje de los valientes se habría de expresar, como lo hicieran las estudiantes del Colegio Superior de Señoritas, destacándose también la maestra Carmen Lyra, graduada del mismo y consagrada desde siempre a la lucha por la democracia y los derechos fundamentales de sus conciudadanos. Igualmente, unidos por la historia como hasta ahora, los estudiantes del Liceo de Costa Rica, cuando la Patria los necesitaba, dijeron presente y levantaron sus brazos frente a los soldados del asesino dictador. Y no solo NO tuvieron que pedir permiso a su prestigioso director, sino que además contaron con su aliento, en momentos en que el sátrapa humillaba a los educadores, arrebatándoles recursos para enfrentar a los patriotas que luego contribuyeran con su derrocamiento y exilio.

Y es que don Juan Dávila Solera representó además en su quehacer, la unión que, desde su nacimiento, ¡con un solo año de diferencia!, hermana al Liceo y al Señoritas, no solo enseñando en ambas gloriosas instituciones, sino también escribiendo la letra del Himno del Colegio Superior de Señoritas, que tiene música de don José Joaquín Vargas Calvo.

Por todo ello, tenemos certeza que si fuere director del Liceo de Costa Rica en momentos en que se han tomado decisiones degradantes CONTRA LA MEMORIA de esos jóvenes llenos de coraje y amor a la Patria, ¡que hoy hemos de honrar!, el Lic. Dávila Solera haría sentir su voz en defensa de su memoria ejemplar. Y por ello también, acogemos con esperanza la acción colectiva de los estudiantes del Liceo, del Seminario y del Señoritas, que han encontrado un motivo para engrandecer su indomable espíritu juvenil: LA DEFENSA del simbolismo, valor histórico y cultural, del Paseo de los Estudiantes, convertido en un mamarracho de «barrio chino»… sin chinos.

Porque es más que una calle con el número 9 y porque desde que en diciembre de 1937 se honró a los jóvenes que no dudaron un día en salir a defender la democracia pisoteada por la bota militar, poniéndole ¡para siempre! el nombre con que desde entonces se le conoce, todos, estudiantes y egresados hermanos, tenemos la tarea de retomar lo que significa la defensa de la memoria histórica, que enaltece a los adolescentes que honraron a Costa Rica cuando se ultrajaba a la Patria. La tarea es profunda, pero sencilla. Se trata de coordinar con el señor alcalde don Diego Miranda Méndez, y el Concejo Municipal de San José, un acto público, con representación de estudiantes de los tres históricos colegios, en que se recupere el nombre histórico de esa calle 9, colocando una placa con el nombre BULEVAR PASEO DE LOS ESTUDIANTES.