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Etiqueta: función pública

El vanidoso, pero nunca neutral prefijo “in” … “Yo y ustedes, contra los otros”

Lic. Javier Francisco Cambronero Arguedas
05-V-24

Transcurridos dos años de la administración Chaves Robles, es sano y conveniente plantearse algunas consideraciones en torno al balance de esta.

Inicio mencionando que desde que nací han transitado por el poder ejecutivo 15 costarricenses. Y ejerzo mi derecho al voto desde las elecciones de 1986, por cierto, voto donde la persona por la que vote no ganó. Desde la Constitución de 1871, se estableció un periodo constitucional de 4 años para nuestras autoridades del Ejecutivo. O sea, mediane ese mecanismo, imperfecto, pero sin duda el mejor hasta estas alturas de la historia, el pueblo delega su soberanía a través de la delegación del poder a sus legítimos representantes. Tanto para el Ejecutivo como para el Legislativo.

Esta democracia bicentenaria, ha visto roto el orden constitucional, muy pocas veces, gracias a Dios. Esta generación no conoce, no sabe, ni desea conocer otra forma de gobierno que no sea más que la heredada por sus antepasados y que nos corresponde ineludiblemente conservar y más aún robustecer para las futuras generaciones. No es desde la retórica ni desde las buenas intenciones como lo vamos a lograr, sino a través de acciones cívicas, patrióticas y civilistas reconociéndonos, a pesar de nuestras diferencias como hermanos y eso sí, capaces de construir y ponernos de acuerdo sobre lo que es verdaderamente importante. El pensar distinto nos es natural, en un marco democrático. No es pecado, ni mucho menos una señal de debilidad de nuestra democracia. Ha sido a través de la diferencia y búsqueda de acuerdos como hemos construido una senda a través de los años. Siempre como costarricenses, sabremos discernir que son más las cosas que nos unen que las que nos separan.

Hay un hecho político importante en el ámbito constitucional, desde 2014 la fragmentación social que experimenta el país ha ocasionado que ningún presidente cuente con mayoría parlamentaria. Ello es expresión de la incorporación de más voces y más actores políticos en nuestro medio. Ya el Informe del Estado de la Nación de 2009, nos lo advertía.

Los partidos políticos y quienes aspiran a gobernarnos cada cuatro años, deben cumplir con presentar un plan de gobierno al electorado, y si el soberano los premia con su beneplácito, al resultar ganador ha de entenderse que allí concluye la campaña política e inicia la labor de estadista, de gigante, donde la seriedad y el compromiso adquirido con los votantes, se tornan en las mayores perlas que guíen su labor. Allí la in-utilidad y alegar diversas razones para no cumplir, no se justifica, ni mucho menos es válido ante una creciente desigualdad y diversos problemas que se van agudizando. Para gobernar se requieren estadistas. No alcanza con ser simples administradores que solo ven el árbol y no el bosque.

Hace un año publiqué un artículo semejante a este. Donde planteaba algunas precisiones sobre el modo de comportarse del presidente Chaves. Indicaba en aquel entonces que “la política no puede ser escenario para despropósitos, transformándola en vehículo para vanos y pérfidos proyectos personales, con infames y espurias motivaciones. Al contrario para los demócratas, debe ser concebida como medio para el cambio y transformación social. Hoy algunos intentan hacer prevalecer, por cualquier medio, sus intenciones, sin importar el atropello a la institucionalidad y de esa manera convertir la mentira, la demagogia y el cinismo, en filosas espadas capaces de decapitar la verdad y todo aquello que se interponga”.

Este 2 de mayo, junto a mi esposa, escuchamos la mayor parte de su intervención brindando su informe y/o listado de logros, en la sede del primer poder de la república. Como mínimo de nuestra formación cívica no debemos olvidar que allí estaban presentes nuestros legítimos representantes, en quienes el pueblo soberano ha delegado su representación y poder: el presidente, sus vicepresidencias y los 57 diputados. Ese variado grupo de costarricenses -60- hay un mosaico de pensamiento, talento y por qué no, de mediocridad e in-capacidad también. Todos ellos electos por 4 años, ya han pasado 2. Y ha sido tiempo suficiente para haber cosechado algunos logros y sembrar un poco del siempre esperanzador y necesario optimismo. Es conveniente recordar que el paso por la función pública es efímero, caduco. Pero lamentamos el posicionamiento de un discurso confrontativo y de polarización, dividiendo a la familia costarricense. Pareciera que la intención es posicionar “Yo y ustedes, contra los otros

En mayo de 2022 se anunciaba alegremente en el país una Ruta para rebajar el precio de las medicinas, una ruta para rebajar el precio del arroz y ello se iba complementar con el anuncio en febrero de 2023 de una Ruta de la Educación. El tiempo de manera inexorable ha transcurrido y aún las manos del presidente Chaves y sus jerarcas están vacías de logros significativos. Y no es que ha transcurrido un mes, o un primer año para que sea muy poco lo que pueda mostrarse. Es que ya son 24 meses y la creatura aún no ha sido parida. La campaña política concluyó hace 25 meses y el tiempo de gobernar llegó hace rato. La in-eptitud con que se asume la noble y sublime labor de gobernar, ha hecho que chambonada tras chambonada el tiempo vaya pasando, con escasísimos y flacos logros. Además, no puede ser arropada con una equivocada visión de iniciar la próxima campaña desde ya. Mostrar como propios los logros de otros, emitir decretos sobre lo ya legislado, aferrarse sólo a dos proyectos como ciudad gobierno y jornadas 4X3, parece que es lo único presente en la agenda presidencial y del partido de gobierno. Ni hablar de yerros referidos a la administración de la CCSS y utilizar SINART como agencia de publicidad y propaganda, menoscabo de cobertura en salud para enfrentar enfermedades infectocontagiosas y manejar de manera opaca fondos del BCIE.

Nos encontramos en la historia reciente del país, la existencia de varios resellos a leyes tras el surgimiento de disputas entre el Ejecutivo y el Legislativo. No recuerdo una administración en la cual se hayan enviado proyectos de ley tan mal elaborados, que rápidamente son desechados. La misma Constitución Política le brinda al Ejecutivo la mitad del tiempo de los diputados para que sus propuestas sean conocidas, discutidas y analizadas; pero para ello iniciemos por el principio, hay que elaborar esas iniciativas, hay que enviarlas y redactarlas bien, si es que no deseemos que naufraguen. No recuerdo una administración en la cual con bombos y platillos anuncian algún tipo iniciativa, sin ningún tipo de estudio y viabilidad de la misma.

El presupuesto es herramienta de gobierno, de ejercer poder, de fijar prioridades. No es moralmente aceptable que este gobierno no haya asumido con fuerzo el estandarte de buscar soluciones a las necesidades más. La inversión social bajo la actual administración ha pasado de un 60% en 214 a un 53% en este año. Por ejemplo, del 8% del PIB constitucional que deberíamos dedicar a la educación, para este año 2024 se presupuestó un el equivalente a un 5,2% del PIB.

La in-competencia no puede ser escondida tras diatribas, alaridos o una narrativa pirotécnica como la que el señor presidente, muestra. Ejercer la presidencia y por lo tanto la conducción de un Estado, requiere de cierto talante, fuste y gallardía. Un día y otro también, intenta confundir y desvíar la atención de la gente decente, buena y trabajadora, que día a días madruga para ir a trabajar o buscar un trabajo digno con qué llevar sustento a su familia. Aún recordamos los costarricenses, que durante un periodo nuestro presidente fue ministro de la anterior administración. Su paso fue sin pena ni gloria, no recodamos algún hecho importante que se le pueda acreditar en ese lapso, ni tampoco se ha han dado las razones de su abrupta salida.

La in-utilidad no puede soslayarse recurriendo a una peligrosa e incendiaria retórica de “Yo y ustedes, contra los otros”. Aquí estamos los buenos y allá los malos costarricenses. Esa burda visión, maniquea y distorsionada es la que permite el ascenso de autócratas y mostrar absoluta carencia de sagacidad. La realidad nacional y los problemas que agobia al costarricense de a pie, no puede ser reducida a una bucólica e idílica alegoría. Los problemas se enfrentan con decisión e inventiva; no conozco otros caminos.

No sólo somos una sociedad que genera pocas oportunidades de empleo, en especial para las mujeres; sino, además, hoy somos una sociedad más violenta. Por ejemplo, en el 2022 el sistema de emergencias 911 registró más de 12 mil incidentes de violencia doméstica. Es decir, un incidente de violencia intrafamiliar por hora. En los últimos años, en vez de invertir más en salud, alimentación, vivienda, educación y pensiones, la inversión social pública ha caído 6 puntos desde el 2019 a la fecha. Hoy Costa Rica gasta más del triple en intereses de la deuda que en infraestructura. El presupuesto en servicios sociales se contrajo de un 13% a un 10% del PIB entre 2020 y el 2023.

El dividir y polarizar al país, genera pocas oportunidades de desarrollo y progreso y hacia nada bueno nos conduce. No permite enfocarnos en lo verdaderamente urgente e importante. Ese “Yo y ustedes contras los otros” solo denota carencia de ideas e imaginación para enfrentar con denuedo y decisión, los problemas que nos agobian: pobreza, desigualdad, in-capacidad para crear condiciones para el trabajo decente, in-eptitud para resolver temas como acceso al agua potable y a vivienda digna, in-competencia para mostrarse como un verdadero demócrata y entender que el diálogo y respeto permiten edificar, no generar muros de odio y de bufonadas. Requerimos mayor lucidez y cordura. De magnanimidad de un verdadero estadista. No puede ser que su único mérito sea la capacidad de dividir y polarizar.

A aquellos que están cerca del presidente Chaves, sus acólitos, menos aplausos complacientes y más consejería sabia y prudente, ese es mi mensaje para Acosta, Fernández, Müller, Díaz, Zamora, Tinoco, Rodríguez, Munive, Campos, Gamboa, Cisneros y Brunner.

Hace escasos días el presidente acudió a la inauguración de la Semana Nacional de Cooperativismo en San Ramón. Allí tuvo contacto con cientos de niños y jóvenes a quienes pudo saludar efusivamente. Ellos celebraban con alegría la presencia del presidente de la república. Para el imaginario infantil, el presidente es la encarnación de la democracia y lo que libros de texto y docentes por años han repetido. Veían en él una especie de superhéroe. Ver y palpar en un apersona la mácula investidura del primer ciudadano de la república. Electo por los costarricenses para que se encargue de gobernar/buscar soluciones a los agobiantes problemas nacionales. Ni los flashes de cámaras fotografías, ni las palmaditas en el hombro, ni los abrazos, ni los selfies, deben distraernos. Esa imagen folclórica es solo un elemento para no olvidar lo fugaz que es el paso por un puesto de esa naturaleza. La saludable y vigorosa alegría republicana, mostrada en la algarabía de esos niños debe guiarnos siempre. Esta generación de costarricenses somos hijos de acuerdos nacionales que dieron origen a la segunda república y a nuestro Estado de Derecho. A pesar de los abusos cometidos por ambos bando en el 48, fuimos capaces de forjar una de las sociedades de mayor progreso y bienestar, campeona de la libertad y del civilismo, envidiada en muchas partes del mundo. Es la imagen que debe seguir prevaleciendo, tras el paso de cada persona que ha ocupado la presidencia. Una persona que guía y orienta toda una nación hacen del derecho, el sentido común y su sano juicio, las mejores armas para conducirnos a buen puerto. La campaña electoral término hace mucho y esos niños y jóvenes merecen la mejor versión de nuestro gobierno… una verdadera y perenne clase de civismo. No de alimentar una inconveniente división que avizora en el horizonte democrático de la patria.

En el poder político… el traje se lleva por dentro

Lic. Javier Francisco Cambronero Arguedas
Educador

En 1918 por primera vez vio la luz la novela El Árbol Enfermo, de Carlos Gagini. Exquisito escrito costarricense, que a través de la metáfora pone de manifiesto la enfermedad de una sociedad y una patria que poco a poco va trastocando sus valores tradicionales y diluyendo su identidad. Finalmente, el árbol cae y aplasta a uno de los personajes de la obra. Y se muestra la muerte como uno de los caminos inexorables e irreductibles de la enfermedad. Desde el ámbito cívico o pedagógico, podríamos plantearnos: ¿Qué entendemos como patria y cómo se manifiesta nuestro amor, fidelidad y vocación hacia ella? Muchos hemos entendido que a la Patria se le sirve, que representa mucho de lo que nos une y nos permite reconocernos unos a otros, sea que hayamos nacido aquí y o quienes conviven con nosotros. De ella, de ninguna manera, y menos cuando se ostenta un puesto de poder o representación popular puede suponerse, que de ella… hay que servirse.

A todos nos toca, Honrar a nuestros antepasados, su memoria y su legado, sobre todo a esta generación. A través del amor al trabajo, de ser solidarios, honrados, agradecidos y dejarnos guiar por la razón y el estudio. Ambas, nunca serán malas compañeras de viaje.

Por ello, ejercer la función pública, sobre todo desde la máxima magistratura, implica tener agallas para enfrentar los retos que desentraña el futuro. Revestidos de fe, determinación, humildad y sabiduría, se asume una mejor posición para combatir las amenazas y los desafíos.

Tras doscientos años de recorrido democrático y civilista, el ejercicio del poder, como tal, no puede convertirse en un fin en sí mismo. Y Costa Rica en eso, no puede ni debe parecerse a otros países. Hay un mandato popular, y allí es el pueblo, el soberano, de manera que en las elecciones, se delega en un grupo de costarricenses y el proyecto político que nos han propuesto. Aquí la política no puede ser escenario para despropósitos, transformándola en vehículo para vanos y pérfidos proyectos personales, con infames y espurias motivaciones; para los demócratas el Estado debe ser concebido como medio para el cambio y transformación social, no como medio para instaurar prácticas insanas de acumulación de riqueza ni como escenario para expresar aquellas formas, sobran todas las formas feas, histriónicas y deprimentes, de cómo mostrar y ostentar el poder, en forma innecesaria e injustificada.

Desde la esfera política, entiéndase en el ejercicio del poder, algunos intentan hacer prevalecer por cualquier medio, sus intenciones; sin importar el atropello a la institucionalidad y de esa manera convertir a la mentira, la demagogia y el cinismo, en filosas espadas capaces de decapitar la verdad y a todo aquel que se interponga.

Siempre, siempre deben ser la unión y la concordia las que nos convoquen para construir, edificar y mirar hacia adelante. Sólo así podremos combatir la pobreza, la desigualdad y emprender la búsqueda del Bien Común.

La obsesión de poder y de perseguir inconfesables intereses económicos, son tan dañinos y mortales como el enquistamiento de parásitos hematófagos, en el organismo humano.

La infamia y la mentira revestidas de lindas palabras encontraron terreno fértil en aquellos sedientos de poder, que para nada comprendían la Política Con “P” mayúscula, como la ruta apropiada para la consolidación de un régimen democrático y republicano que descanse en las ideas y la ley, y no en la fuerza y la difamación; sobre todo cuando van dirigidas contra aquellos que osen pensar diferente.

Ocupamos acciones vigorosas, donde el presidente inspire, lidere; para poder sacar de la opacidad las riquezas amasadas por muy pocos, de manera que el manejo de cuentas, depósitos, ahorros y fondos, bien pudieran dinamizar nuestra economía, allí se ocupa arrojo, determinación y valentía. Persisten esas prácticas nada transparentes donde algunos mantienen fondos en dudosos y cuestionables paraísos fiscales, evaden impuestos, y exigen que el Estado cobre a pequeños empresarios y productores, a asalariados y a empleados públicos, pero no a ellos. Más aún la colusión de políticos y empresarios, pareciera ser saludada por la actual administración cuando se aplican y reforman leyes que permiten que muchas empresas costarricenses, sin recibir inversión extranjera pueden trasladarse del régimen tributario ordinario, al régimen de zonas francas y desde allí disfrutar de beneficios fiscales, diseñados y pensados para otros fines. Ahí encuentra el señor presidente un gran espacio para actuar, corregir y mejorar y dejarse de piruetas y gritos. El tiempo corre y el país demanda mayores acciones. Este grupo de malos costarricenses, son los mismos cuyo concepto de Patria se reduce a saludar la bandera y cantar el himno cuando gana la selección de futbol, si acaso; pero poco o nada quieren saber de justicia fiscal redistributiva y de dar a los que menos tienen, a través de los impuestos. Debo agregar además que el mundo fue testigo semanas atrás como un grupo de costarricenses –víctimas de la desesperanza- se suma también a las caravanas de migrantes centroamericanos en búsqueda de oportunidades hacia el norte. Oportunidades que desgraciadamente su propio país, la tierra que les vio nacer, no ha sido capaz de brindarlas en forma oportuna y decente. Es el tipo de preocupaciones que debe ocupar a un gobernante y mostrar sagacidad y estrategia

Debe de tener muy claro el Poder Ejecutivo y el Legislativo, que no hay cabida ni derecho a traicionar las formas democráticas para resolver nuestras diferencias.

Nunca aprobaremos una práctica parlamentaria y un ejercio del poder, distanciados de los más altos valores del civismo costarricense, la decencia, el decoro y la ética. Nunca estaremos en desacuerdo con aquellas formas de crear riqueza en forma legal, prosperidad y que generan empleo de calidad. La política debe de servir para eso. No debe ser para dar cabida al inmovilismo y evitar que el Estado y futura legislación se meta con aquellos y aquellas que protegen y promueven negocios turbios; a espaldas de las formas usuales, honestas y honradas, como hemos entendido, el fraguar riqueza habitualmente.

Como pueblo, debemos acometer con valentía los retos de la época, con gallardía y patriotismo. Nadie, nadie absolutamente está por encima de la nación.

Exabruptos presidenciales de estos días sólo son semejantes a la ignominia de un exministro de educación, de ingrata memoria, que cuando se le preguntó, no supo explicar en qué consistía la Anexión del Partido de Nicoya.

Ni la chabacanería ni la mediocridad son buenas consejeras.

El talante y fuste de quien ocupe la presidencia de la República, requiere de muchos atributos; por eso me permito humildemente aconsejar al presidente Chaves una serena y reposada lectura de El Gobernante y el Hombre, que data desde hace 80 años, extraordinaria obra que debe inspirar a todos quienes ocupen la primera magistratura. La niñez y juventud costarricenses se lo agradecerán.

“Deseo que el estado sea feliz por la paz,
 fuerte por la unión
 y que sus hijos corten cada día una espiga más
 y lloren una lagrima menos”.
 Juan Mora Fernández

 

Imagen ilustrativa, UCR.

La sociedad y el pueblo deben ser exigentes para recuperar una función pública basada en valores

José Luis Pacheco Murillo

Cómo han ido cambiando la vivencia de los valores morales y espirituales. Antes, era motivo de orgullo el comportarse de manera tal que quienes nos conocían tenían confianza en nuestro actuar y desempeño en las acciones que desarrollábamos. Había un deseo de hacer las cosas dentro del marco de la honradez y la transparencia y en caso de fallar ante eso, no solamente éramos castigados, sino que además se nos obligaba a reparar el error, ya sea con una acción correctiva o con una solicitud de disculpas y perdón y con el propósito de no volver a hacerlo. Eso implicaba una vergüenza que nos llevaba a un retiro temporal de la cotidianeidad y a un silencio respetuoso a la hora de asumir el castigo.

Hoy al parecer todo eso quedó atrás. Hoy vemos cómo son acusadas muchas personas de cometer acciones que riñen con esos valores morales y espirituales y es como si nada pasara. Al contrario, como que se sienten empoderadas ante esas acusaciones y no hacen nada por reparar el daño moral que no solamente a él o ella afecta, sino que nos afecta a todos.

El solo hecho de ser señalado como partícipe de una acción que significaba salirse de lo moral, de lo honrado y transparente era motivo de renuncia a seguir detentando un cargo o de pretender aspirar a alguno.

Hoy las cosas son diferentes. No importa tener acusaciones ante el Ministerio Público y la Fiscalía, no importa tener fecha para un juicio penal en el que puede salir con condena incluso de cárcel. No hay ni renuncia y menos vergüenza.

Hoy escuchamos cómo el expresidente Trump y el presidente Biden se apropiaron indebidamente de documentos de Estado y secretos, acciones que llevaron al ministro de Justicia a nombrar fiscales especiales para que investiguen esas acciones. Hoy sabemos que la organización empresarial de Trump evadió el pago de millones de dólares al fisco y amparándose en la quinta enmienda de la constitución se abstuvo de responder. Sin embargo, en ambos casos, en lugar de responder ante esas actuaciones con renuncias y con el dejar de aspirar, están pretendiendo presentarse como candidatos a la próxima elección presidencial. Una verdadera vergüenza para un pueblo que debe escoger entre personas cuestionadas.

Por nuestros lares no andamos muy lejos, muchos de los que hoy están con situaciones de denuncias y procesos penales en lugar de hacerse a un lado manifiestan deseos de aspirar a nuevos cargos para los cuales el manejo de los bienes públicos requiere de transparencia y honestidad.

Dios quiera que, de alguna manera, la sociedad y el pueblo puedan ser más exigentes con quienes evidencien esas actuaciones transgresoras de la moral y la espiritualidad y les castigue con el rechazo de sus pretensiones.

Transparencia y la confiabilidad en la función pública

José Luis Pacheco Murillo

Es evidente que hoy día lo que se pretende hacer de “a callado” con la pretensión de que nadie se entere no es posible, pues hoy más que nunca queda claro que “entre cielo y tierra no hay nada oculto”.

En estos días ha salido a la luz pública, -sin que a esta hora se confirme tal situación, pero que la sola manifestación de que pudo haber sido, ya para el colectivo ciudadano lo fue y punto-, que la Ministra de Salud y la Jefa de la bancada oficialista en la Asamblea pagaron a un “Troll” para que en redes sociales se dedique a desprestigiar a personas y medios de comunicación.

A estas alturas, la tecnología misma impide que pasen inadvertidas actuaciones que se encaminen a propósitos concretos, y si bien muchos pueden utilizar las redes sociales como medio de comunicación, también los hay que las usan para obtener beneficios personales causando daños a otro.

Lo que si puede resultar, de comprobarse, inapropiado y comprometer la transparencia y la confiabilidad del pueblo hacia ellas es que funcionarias de la talla de la Ministra de Salud y la señora diputada oficialista hayan pagado s uno de esos troles para que afectaran reputación e imagen de personas y medios.

Eso puede resultar muy peligroso y generar acciones en contra de ellas mismas. Deben tener mucho cuidado.

Además, deberán por todos los medios posibles, si fuese factible, demostrar que tales acusaciones son falsas. Por el bien de ellas y de la institucionalidad. 

Dios quiera que ese tipo de situaciones, si fuesen ciertas, no se presenten más a nivel de gobierno, es decir, que funcionarios públicos, de cualquier nivel, pretendan utilizar medios poco transparentes e incluso hasta posiblemente delictivos, para lograr ulteriores propósitos en contra de personas y medios. Además y como decían nuestros abuelos “pueden salirles el tiro por la culata”.

Es necesario fortalecer la transparencia y la fidelidad

José Luis Pacheco Murillo

Mediante la ley 10053 de 20 de noviembre del 2021 se reformaron los artículos 50 y 56 de la Ley General de la Administración Pública, por medio de la cual se obliga a los órganos colegiados de la Administración Pública así: “… deberán grabarse en audio y video y ser respaldadas en un medio digital que garantice su integridad y archivo de conformidad con la legislación vigente”.

Esto no es nuevo. Desde hace algunos años se busca “fortalecer la transparencia y fidelidad” y precisamente esa corriente fue la que trajo como hecho fundamental esta reforma.

Precisamente, una de las promesas de campaña del actual presidente de la República fue la de transmitir las sesiones del Consejo de Gobierno, lo cual parecía muy ligado a lo que la ley mencionada busca con la grabación de las sesiones.

Sin embargo, esa promesa fue repensada por el señor presidente y ha reconsiderado la misma indicando que ya no se hará tal cosa.

Podrían no transmitirse en vivo, sin embargo, y de acuerdo con la ley citada cuya vigencia y entrada en práctica lo era a partir del 11 de noviembre pasado, y siendo el Consejo de Gobierno un órgano colegiado de la Administración Pública, deberá necesariamente grabar en audio y video dichas sesiones y mantener el registro de ellas.

Desde luego que estas disposiciones legales pueden traer elementos de restricción a la hora de manifestarse y expresarse en las sesiones de los órganos colegiados, pues lo que se manifieste en ellos deberá quedar con el registro de audio y video, como ahora sucede con las sesiones del Poder Legislativo.

La transparencia y fidelidad en el ejercicio de la función pública se fortalecerá con la puesta en práctica de esta ley. Confiamos en que el cumplimiento de la misma sea generalizado en toda la administración pública.

Dios quiera que esto no limite a los funcionarios públicos en cuanto a sus manifestaciones y el ejercicio de sus cargos y que sea para bien de todo el país, pues veremos y escucharemos los fundamentos y las razones por las cuales se toman las decisiones que nos afectarán a todos.

¡No más acosadores en la función pública!

Publicación de FEUNA:

El Poder Ejecutivo intervino la Junta Directiva del Banco Popular y Desarrollo Comunal con la excusa de la necesidad de «transparencia e idoneidad en los puestos» pasando por encima al máximo órgano de toma de decisiones del banco: la ley orgánica de la creación del banco, donde participan todos los sectores sociales y productivos del país en La Asamblea de Trabajadores y Trabajadoras del Banco Popular y de Desarrollo Comunal. Esto ha sido una estrategia para decidir arbitrariamente la elección de quienes conforman una Junta «temporal» donde han nombrado en representación del movimiento cooperativo y como nuevo presidente de la Junta Directiva del Banco al Sr. Abel Salas Mora, quien tiene denuncias por acoso sexual cuando fue docente de la UCR, acción por la cual fue sancionado en su momento.

Por lo tanto, hacemos responsable de este nombramiento y arbitrariedad con la que han conformado la nueva Junta Directiva a la ex Ministra de Trabajo Sra. Martha Esquivel quien es ahora presidenta de la CCSS, así como la Ministra de Presidencia Sra. Natalia Diaz y actual Vicepresidente Sr. Stephan Brunner, ya que fueron las personas encargadas de hacer la revisión y selección de las personas candidatas a los puestos de la Junta, entre otras cosas como asegurar la idoneidad de los puestos, dejando pasar el tema del acoso por alto.

Exigimos VERDADERA transparencia y ética en los nombramientos para la función pública en el país, ya que este señor NO representa a los sectores cooperativos, quienes no fueron consultados para la elección, además es un retroceso a los esfuerzos que hemos llevado las personas estudiantes universidades públicas, colectivas feministas para la erradicación de la violencia sexual, pero sobre todo para no ser complacientes con quienes quieren ejercer funciones púbicas con antecedentes de este rango.

¡Fuera Salas del Banco Popular!

Cambios en toda la función pública por leyes sobre transparencia

Rosaura Chinchilla C.

1.- El 11 de noviembre de 2022 entró a regir la ley No. 10 053 publicada en La Gaceta del 10 de noviembre de 2021 (ver versión oficial aquí: http://www.pgrweb.go.cr/scij/Busqueda/Normativa/Normas/nrm_texto_completo.aspx?param1=NRTC&nValor1=1&nValor2=95600&nValor3=127650&strTipM=TC) sobre la obligación de GRABAR EN AUDIO Y VIDEO Y TRANSCRIBIR  LAS ACTAS DE TODAS LAS SESIONES DE TODOS LOS ÓRGANOS COLEGIADOS DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA. Se trata de una reforma a los artículos 50 y 56 de la LGAP que se aprobó un año antes, pero hasta ahora entra en vigor, dado que así lo dispuso su transitorio único. Cabe advertir que la única disposición de esa ley (de tan solo 3 artículos) que entró en vigencia al momento de su publicación fue la que reformó la inhabilitación relativa, que había quedado sin contenido por un error legislativo (al introducir los famosos “bis”, en este caso el 57 bis, que afectan a los artículos siguientes).

2.- La LGAP aplica, según su artículo 1, a la Administración Pública que incluye el Estado (y en Costa Rica el estado está constituido por cuatro poderes: ver artículo 9 de la Constitución Política) y “los demás entes públicos”. Eso significaría, a mi entender, que esta obligación aplica a TODAS las sesiones de las comisiones legislativas y de las comisiones judiciales, incluidas las de nombramientos. Así, por fin podremos ver (salvo que encuentren la trampa para evadir la obligación) por qué se asigna determinada nota a una persona postulante a una magistratura u otro puesto electivo de la Asamblea Legislativa, por qué un diputado o diputada le pone cero a un candidato/a (ha sucedido) y por qué la Comisión de Nombramientos del Poder Judicial le otorga determinada nota a quienes participan en un concurso y excluye o no a algunos (cosa de la que, hasta ahora, nos privamos). También aplica a municipalidades, universidades estatales (con todas sus comisiones), instituciones autónomas, etc.

3.- Esa disposición debe leerse en consonancia con el delito de INCUMPLIMIENTO DE DEBERES (artículo 339 del Código Penal) que sanciona con INHABILITACIÓN en el ejercicio del cargo de uno a cuatro años a quien omita hacer un acto propio de sus funciones.

4.- El origen de la reforma fue la propuesta efectuada por la Contraloría General de la República a solicitud de la Asamblea Legislativa para identificar los vacíos normativos que permiten la impunidad del funcionariado público cuando este los use para cometer actos lesivos a la Hacienda Pública, eso en el contexto del “hueco fiscal” (ver expediente legislativo No.20949).

5.- Eso, más los cambios en la votación, ahora pública, generados al Reglamento Interior de la AL y a leyes que impactan el Poder Judicial y la obligación de motivar los actos (establecida en la Ley General de la Administración Pública) pueden hacer un cambio sustancial en la gestión de los temas de política pública.

6.- Se requiere, además, el seguimiento de los medios de prensa y de instituciones como la Procuraduría de la Ética Pública, la Contraloría General de la República y del Ministerio Público para hacer cumplir la ley.

SEC exige se respete y se cumpla el principio de transparencia en la función pública

En el Sindicato de Trabajadores y Trabajadores de la Educación Costarricense SEC, creemos firmemente en el principio de transparencia como pilar de la democracia y la función pública, por lo que nos parece deplorable y condenamos vehementemente lo sucedido este martes 3 de noviembre con la transmisión en vivo de la sesión de la comisión de Gobierno y Administración, la cual no se pudo escuchar por los problemas técnicos con el audio, según informaron los administradores del canal de YouTube AsambleaCR03 (Perteneciente al departamento de prensa de la Asamblea Legislativa).

Es extraño que al mismo tiempo que se daba a conocer el problema técnico, los administradores informaban en el chat que la comisión no estaba sesionando, pero por otros medios de prensa se comunicaba la votación afirmativa a varias mociones de fondo presentadas al proyecto 21.336 “Ley Marco de Empleo Público”.

Por lo tanto, condenamos este acto y solicitamos se respete el principio de transparencia en la función pública, a la democracia participativa y a la correcta libertad de prensa. Exigimos se tomen las respectivas cartas en el asunto al ser una sesión ilegítima, que no debió realizarse dadas las circunstancias señaladas

Reiteramos el rotundo rechazo al proyecto de ley Marco de Empleo Público que se tramita en dicha comisión, solicitamos no se dictamine mientras se desarrollan los procesos de Diálogo Multisectoriales como principio de BUENA FE.

¿Por qué se fue esta señora del Ministerio de Hacienda?

Óscar Vargas Vargas

Para no olvidar. Rocío Aguilar, presentó su renuncia al cargo en medio de la polémica por los recursos del Fondo Especial para la Educación Superior (FEES) y la revelación de que la Contraloría General de la República recomendó en su contra una suspensión de un mes, sin goce de salario, por el caso del «hueco fiscal».

Su argumento para dejar el cargo fue el señalamiento que hizo la Contraloría de su grado de responsabilidad en el caso del «hueco fiscal».

Ese escándalo consistió en el pago de miles de millones de colones de deuda pública sin autorización de la Asamblea Legislativa en el gobierno de Luis Guillermo Solís, lo que se prolongó a los primeros meses de la administración de Carlos Alvarado.

Por este caso, la Contraloría inhabilitó al exvicepresidente Helio Fallas de ocupar cargos públicos por cuatro años, mientras que para Aguilar sólo recomendó una suspensión sin goce de salario de un mes, sanción que nunca se cumplió ante su renuncia.

Ahora estará en la Superintendencia de Pensiones.