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Etiqueta: golpe de Estado

Partido Acción Ciudadana frente a la crisis política en Guatemala

El Partido Acción Ciudadana nuevamente condena la anunciada decisión de los golpistas guatemaltecos de anular por medio de un proceso espurio, el resultado de las elecciones presidenciales que tuvieron como ganador al Dr. Bernardo Arévalo de León. Esta arremetida, arropada de una insólita pretensión judicial que es absolutamente inconstitucional, constituye un insulto a la voluntad soberana del pueblo de Guatemala libremente expresada en las urnas, así como una violación a los principios que conforman el orden democrático tal y como se ha tutelado en el Derecho Interamericano.

Profundamente alarmado por estos hechos que amenazan la paz social de Guatemala, y gravemente preocupado por el negativo impacto de los mismos sobre el conjunto de los países centroamericanos y su Sistema de Integración, el Partido Acción Ciudadana se suma a las expresiones de repudio a esta flagrante violación.

Asimismo, demanda del gobierno de Costa Rica se sume a las acciones de apoyo con el fin de detener las pretensiones golpistas que se realizan en el seno de los foros multilaterales, así como en el ámbito bilateral.

San José, Costa Rica, 8 de diciembre del 2023.

Comisión Política

Comité Ejecutivo Nacional

FEUNA se pronuncia en favor de movimiento estudiantil guatemalteco

Pronunciamiento del Congreso Extraordinario de estudiantes de la Universidad Nacional en apoyo al movimiento estudiantil en Guatemala y en rechazo al golpe de estado, la represión, detención y órdenes de captura a estudiantes y personal académico de la Universidad San Carlos de Guatemala.

El Congreso Estudiantil Extraordinario de la Universidad Nacional de Costa Rica en su sesión del 18 de noviembre de 2023 manifiesta su respaldo al pueblo de Guatemala y especialmente al Movimiento Estudiantil tras los hechos acontecidos desde el pasado 16 de noviembre.

Los corruptos Poderes del Estado han intentado impedir e irrespetar la voluntad popular en la elección del 20 de agosto del Presidente Electo Bernardo Arévalo, y la Vicepresidenta Electa Karin Herrera del Movimiento Semilla, mediante ilegales mecanismos a través de la Fiscalía General de la República, evitando la transmisión del Poder en enero de 2024.Estas acciones provocaron una oportuna organización de la sociedad civil que propició un Paro Nacional durante semanas en rechazo al intento golpista que lleva cerca de 40 días, siendo un ejemplo para toda la región que se suma a las acciones de protesta hechas por el Movimiento Estudiantil durante el año anterior en la defensa de la Autonomía Universitaria, la educación pública y la democracia.

Es importante recordar que, desde abril de 2022 en la Universidad San Carlos de Guatemala, el Movimiento Estudiantil está en resistencia, tras el fraude electoral en las elecciones de Rectoría que llevó al poder al corrupto Walter Mazariegos, con apoyo del gobierno, mediante la toma de los edificios.

El 16 de noviembre el corrupto Ministerio Público de Guatemala emitió 31 órdenes allanamiento y 27 órdenes de captura hacia estudiantes, personal académico y políticos que se opusieron al fraude electoral que puso a Mazariegos como rector.

Las personas son:
Adrián Camilo García Flores
Diego Plutarco De León Prado
Eduardo Antonio Velásquez Carrera
Edmar Eduardo Arriola Toc
Cristopher Alexis Genaro Morales
Juan José García Marroquín
Cindy Gabriela Dávila Morales
Andrea Marcela Blanco Fuentes
Rodolfo Chang Shum,
Andrea Nicole Prera de León
Kevin Alexánder Junior Carrera Vielman
Gad Esaú Echeverría García,
Miguel Ángel Vásquez Rodríguez,
Javier Alfonso de León Gómez,
Marco Vinicio de la Rosa Montepeque
Alfredo Enrique Beber Aceituno
Amilcar Enrique Bremer Ramírez
Julio Antonio Arreaga Solarez
Augusto Jordán Rodas Andrade, Ramón Cadena Ramila
Pablo Roulet Pellecer
Pedro Emanuel Ros Domingo
Sandra Patricia Marroquín Montoya
Helmer Leonel Velásquez Herrera
Martín Jorge Macario
Engelrberth Gamaliel Blanco Télles
Hada Marieta Alvarado Betere

Estas detenciones responden directamente al apoyo realizado por la fórmula presidencial electa a la toma de la USAC desde el inicio de la misma. Esta persecución política a quienes ejercen el derecho a la protesta resultan inaceptables y tienen como objetivo también eliminar la inmunidad del Presidente Electo y la Vicepresidenta electa para evitar el traspaso de poderes que será en tan solo dos meses. Según informaciones el Ministerio Público de Guatemala, liderado por la fiscal general Consuelo Porras, ha generado nuevas tensiones políticas al abrir un caso con un antejuicio contra el presidente electo, Bernardo Arévalo, y la vicepresidenta electa, Karin Herrera. La acusación se centra en presuntos daños al patrimonio de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC) y busca despojarlos de su inmunidad para procesarlos.

Desde Costa Rica, repudiamos la criminalización y persecución que vive en estos momentos el pueblo de Guatemala manifestamos nuestra solidaridad a las personas estudiantes, docentes y actores políticos que están en resistencia desde hace más de un año con la usurpación en el poder de la Universidad de San Carlos, así como ahora con el intento de golpe de estado, la organización del paro nacional y ahora la criminalización por defender la democracia, la autonomía universitaria y la institucionalidad guatemalteca de aquellos intereses de las mafias corruptas que hoy intentan mantenerse en el poder pasándole por encima a la voluntad popular.

Hacemos un llamado Consejo Superior Centroamericano Universitario a retomar el acuerdo de la sesión del 20 de abril en Costa Rica, de rechazo a la usurpación del poder en la rectoría de la Universidad de San Carlos de Guatemala, así como la mediación para construir una alternativa a una Institución integrante de este consejo. Hasta hoy la inacción del CSUCA con sede en Guatemala es cómplice del golpe de estado y del fraude electoral por lo que exigimos una acción inmediata.

Desde el Congreso Extraordinario de Estudiantes de la UNA solicitamos a la Rectoría, al Consejo Universitario y el Consejo Académico a realizar un pronunciamiento en la defensa de la Autonomía Universitaria, la educación pública, el derecho a la libre expresión y la protesta, así como la demanda de la liberación inmediata a las personas detenidas por las fuerzas de seguridad, así como en la denuncia de los hechos mencionados anteriormente.

Reafirmamos nuestro compromiso como Federación de Estudiantes de la Universidad Nacional de Costa Rica en la defensa de la democracia de la región, los pueblos centroamericanos, los procesos democráticos, la voluntad popular, de la autonomía universitaria y la educación pública.

Oficina de Comunicación
Universidad Nacional, Costa Rica

En los 50 años del golpe de Estado contra el gobierno de la Unidad Popular: parecía que había una derecha democrática…

Gilberto Lopes

Septiembre del 2023, en Santiago

Parecía que la había: una derecha democrática. “Pero era porque tenían el control, el poder de veto”. “Cuando vieron que la democracia podría permitir a otros tomar el control, entonces estuvieron contra la democracia”, dijo Fernando Atria.

Estoy otra vez sentado con Atria, abogado constitucionalista, exconstituyente, en su casa, en Santiago, en una conversación que se prolonga ya por seis años. El mismo hilo conductor de siempre.

La forma política chilena caducó el 18 de octubre del 2019, cuando estallaron las enormes protestas por un aumento del transporte público, que luego se transformaron en un verdadero estallido social, me dijo en mayo del 21, cuando integraba la Asamblea Constituyente.

Tres años antes, cuando aspiró, sin éxito, a una curul en la Cámara de Diputados –y Sebastián Piñera lograba su segundo mandato presidencial– me habló de un cambio de época en la política chilena, desde las protestas del 2011. Percibía el país sometido a una forma de gobierno incapaz de producir las transformaciones significativas que le hacían falta.

Una crisis sin solución

–Hace seis años, en 2017, me dijo Ud. que había un “cambio de época” en la política chilena. Pero que las demandas de impugnación del modelo neoliberal no podían ser satisfechas sin una nueva constitución. Se avanzó en esa dirección, pero creo que poca gente se imaginó que llegaríamos al punto actual, con el proceso constituyente en manos del pinochetismo. ¿Qué sigue?, le pregunté, en vísperas de las conmemoraciones de los 50 años del golpe contra la Unidad Popular, cuando la elaboración de una nueva propuesta de constitución entraba en su fase final.

“Sigo creyendo que Chile necesita una transformación y que la constitución lo impide”, dijo Atria. “Esta situación, lo que produjo fue una progresiva deslegitimación, hasta que estalló el proceso. Solo entonces se abrió la posibilidad de una transformación de verdad. Esa posibilidad fracasó y no se va a realizar ahora. Una de las razones es porque llegó demasiado tarde. La crisis va a quedar sin solución”.

En un Consejo Constitucional de 50 miembros, la derecha tiene una amplia mayoría. Solo los republicanos, de José Antonio Kast, tienen 22 representantes, a los que se suman los seis de la UDI y cinco de Renovación Nacional-Evopoli. A partir del 16 de septiembre han venido votando (y aprobando) prácticamente todas las reformas que el grupo ha hecho al texto más consensuado que un Comité de Expertos había preparado.

“Quienes controlan la mayoría en ese proceso están convirtiendo su proyecto de Constitución en una fuente de odio sectario y mezquindad”, dijo el 21 de septiembre pasado el rector de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, Álvaro Ramis. “Lo que se ve en el Consejo es un pantano en el que se revuelcan personajes mediocres”.

Al final, el 17 de diciembre, los chilenos deberán acudir de nuevo a las urnas para aprobar o rechazar el texto que les presenten, cuya radicalidad ha empezado a crear incomodidad en sectores de la misma derecha.

A 50 años del golpe

–Visto a 50 años de distancia del golpe, pareciera que Chile necesita retomar el rumbo de reformas interrumpido por la dictadura. La hija de Allende, la senadora Isabel Allende, reivindicó la obra de su padre y el programa de la Unidad Popular en su discurso del 11 de septiembre. La derecha respondió a ese programa con un golpe, que lo ha puesto entre paréntesis durante estos 50 años. ¿No le parece que hace falta retomar ese hilo político?, le pregunté a Atria al iniciar nuestra conversa.

“Sí, desde luego. Hay que retomar el hilo. Continuar la construcción de ese Estado social es lo que Chile necesita”, me dijo. Pero no es el 12 de septiembre del 73, agregó. El programa de Allende, la experiencia de la UP, hay que verlos en el contexto del desarrollo chileno en el siglo XX. En la década de los 60, en el gobierno de Frei (64-70), hubo un intento por redefinir el rol de la propiedad, la presencia del Estado de la economía. Eso tiene que ver con la propiedad como una forma de redistribuir el poder y fue explícito en el caso de la reforma agraria”.

La senadora Isabel Allende, hija de Salvador Alende, recordó ese proceso histórico al hablar en La Moneda, el 11 de septiembre.

“Mi padre transitó todo Chile, recorrió en más de la mitad de su vida el país, desde la cordillera y los valles al mar, desde el desierto hasta los hielos patagónicos. Representó en el Congreso al norte, centro y sur como diputado y senador; y en sus cuatro campañas presidenciales escuchó las voces de miles de personas e instó a la construcción de movimientos sociales amplios, diversos, plurales”.

“En esos años, el 60% de las familias percibía el 17% de los ingresos del país, mientras que 2% de las familias controlaba el 46% del ingreso nacional. La mortalidad infantil superaba los 200 fallecidos antes de un año por cada mil nacidos vivos, la pobreza era brutal y, por supuesto, multidimensional”.

El gobierno de la Unidad Popular recogió su pensamiento, recordó. “Más allá de sus dificultades y errores, redistribuyó la renta, aumentó significativamente el sueldo mínimo, las pensiones, democratizó el crédito, nacionalizó las principales riquezas naturales del país, profundizó la reforma agraria, combatió la desnutrición, abrió espacios de participación para la toma de decisiones, duplicó el descanso postnatal, estableció igual salario para hombres y mujeres que trabajaran en el Estado, incrementó las becas y programas especiales para trabajadores y para mujeres en las universidades, promovió la cultura, la lectura, desarrolló la medicina social, le dio un par de zapatos a todos los niños que no los tuvieran, entre muchos otros logros”.

Lo que sucedió en Chile en aquellos años, dijo Isabel Alende, “pasó a ser parte de la historia de vida de millones de ciudadanos que se sintieron interpelados y se movilizaron de muchas formas, inspirados por Allende”.

Hoy esa derecha busca tergiversar los hechos para culpar a la UP y al Presidente Allende del golpe de Estado. Pero los verdaderos responsables –agregó– “fueron quienes quebraron la institucionalidad, bombardearon este palacio, persiguieron, torturaron, asesinaron y desaparecieron a miles de chilenos. Y, sin duda, quienes los ampararon políticamente y guardaron silencio cómplice ante las atrocidades que el país vivía”.

Democracia y derechos humanos

La historia nos muestra que estos 50 años de la historia de Chile han sido 50 años de lucha por retomar un hilo que el golpe de Estado cortó. Una lucha que no se interrumpió nunca, ni siquiera cuando las condiciones eran las más dramáticas y todo parecía imposible.

Lo había dicho Allende: “No se detienen los procesos sociales ni con la represión, ni con el crimen, ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos”. A ese camino me parece que hacían referencia Atria e Isabel Allende.

Boric prefirió hablar de democracia y derechos humanos. No es que a Atria y a la senadora Allende el tema no les importara. Pero el abordaje es distinto.

Le pregunté a Atria si la reivindicación del presidente de promover los derechos humanos “sin anteponer ideología alguna” no lo termina alineando con una política conservadora que ha sido el fundamento de la violación de esos derechos, en Chile y en América Latina. Aliado, además, a lo más conservador en la región. ¿Es ese el camino para la defensa de los derechos humanos?, pregunté.

Se toma un tiempo piensay me dice: Sí y no… “No creo que una política internacional pueda definirse por el tema de la incondicionalidad de los derechos humanos. Pero, con independencia de al lado de quien termine Boric, hay un valor en la idea de la incondicionalidad de los derechos humanos”.

Se toma un tiempo nuevamente… “Latinoamérica necesita tener una izquierda cuyo compromiso democrático sea fundacional. Que permita compensar el daño que a la izquierda latinoamericana ha causado la situación de Venezuela y Nicaragua”.

Y agrega: “Pero en política no es indiferente el lado donde uno termina.

En su política orientada a constituir una izquierda latinoamericana, el gobierno no ha tenido el empuje que yo esperaba”.

Hay que leer los discursos de Boric: el del 11 de septiembre, el de Naciones Unidas, y el de la OEA, al inaugurar la puerta Salvador Allende. “La democracia es el único camino para avanzar hacia una sociedad más justa y humana y es, por lo tanto, un fin en sí mismo”, dice Boric. Se trata de “una construcción continua, es una historia de nunca acabar”.

Es difícil encontrar asidero en la historia para afirmaciones como esas. La misma indefinición del concepto de “democracia” permite sus más variados usos. En una reciente reunión de la derecha más rancia, latinoamericana y española, celebrada en Argentina, se decía que la “democracia” es el único sistema “capaz de garantizar la libertad, el progreso, la justicia y la sustentabilidad”.

Casi al mismo tiempo se reunían en Roma, el pasado 20 de septiembre, más de 140 académicos de 15 países en un seminario chino-europeo sobre derechos humanos con el título de “Modernización y Diversidad de los Derechos Humanos entre civilizaciones”.

Boric habla “a las nuevas generaciones, a las que crecieron o nacieron en democracia y que, por lo tanto, la dan por hecho”. ¿Qué les dice? Dice que los problemas de la democracia siempre deben resolverse con más democracia y nunca con menos. Que “los derechos humanos son una base ética e irrenunciable elección política”, que no tienen color político, que deben ser promovidos y defendidos en todo tiempo y en todo lugar, que su condena debe ser clara, “sin importar cuál sea el color del gobierno que los vulnere”. Asegura que no pretende “entregar recetas ni dar lecciones nadie”.

Naturalmente, nada de eso es posible. ¿Qué va a hacer si Estados Unidos no hace ningún caso a sus exigencias de que ponga fin a las ilegales sanciones a países como Venezuela y Cuba (a la que tiene sometida a drásticas medidas hace más de 60 años, condenadas prácticamente por la unanimidad de la Asamblea General de Naciones Unidas)? ¿Puede hacer algo? ¿Irá por el mundo repitiendo su condena? Apunta particularmente al gobierno de Nicaragua. Antes lo había hecho con el de Venezuela. ¿Tratará por igual las violaciones a los derechos humanos de los Estados Unidos (que ni siquiera es miembro de los organismos interamericanos de derechos humanos, como la Convención o la Corte) y las que denuncia en otros países?

Nada de eso tiene sentido. No es posible tratar el tema de los derechos humanos (si se pretende avanzar en algún sentido) sin considerar circunstancias políticas, el escenario histórico. O sea, transformar los principios en políticas activas e inteligentes para avanzar en la solución de los problemas. Esa capacidad de aplicar los conceptos generales a las situaciones concretas es una cualidad escasa, indispensable para cualquier político.

Al final, Boric termina entregando recetas y dando lecciones. Termina alineado con lo más conservador de Latinoamérica, sin poder resolver un desafío al que se enfrenta cualquiera que pretenda hacer política: transformar los principios generales (en los que están de acuerdo un vasto espectro, de derecha y de izquierda), en aplicación práctica de esos conceptos. Ha renunciado a esa tarea. Le basta con un concepto general, una idea que nos hace recordar la introducción de Atria: Parecía que había una derecha democrática. Pero era porque tenían el control, el poder de veto.

Rechazo de la derecha

Consecuente con esa visión, Boric persigue un alineamiento político que se ha revelado imposible en Chile. A sus intentos unitarios, la derecha replicó leyendo nuevamente en el congreso la polémica resolución del 22 de agosto de 1973, en la que sentaron las bases para el golpe de septiembre, desatando una respuesta airada de los parlamentarios que representan, de algún modo, lo que puede considerarse como fuerzas cercanas al proyecto de Allende. En su texto, la derecha responsabiliza a Allende de la ruptura institucional, como justificativa para el golpe.

Hace tan solo un mes, en agosto pasado, el general Ricardo Martínez, excomandante del ejército, publicó un texto modesto y polémico, de 140 páginas, titulado “Un ejército de todos”, de notable importancia política. Ahí redefine el papel del ejército en escenarios políticos turbulentos, entre ellos el del período de la Unidad Popular. En los últimos 50 años, afirmó, “una sucesión de hechos relevantes involucró al Ejército”. Pero ninguno tuvo más importancia para la vida de la nación y para sus ciudadanos que “el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, en el que asumió el comandante en Jefe del Ejército como presidente de la junta de gobierno”.

El general Martínez reivindica el papel de dos de sus antecesores en el mando del Ejército, los dos asesinados por conspiraciones civiles y militares de la derecha: el general René Schneider (en cuyo asesinato –asegura– participaron civiles y militares en servicio activo, con el apoyo de la CIA), y el del general Carlos Prats, antecesor de Pinochet en el mando del Ejército. Asesinato de Prats y su esposa, en septiembre de 1974, en Buenos Aires, donde había buscado refugio después del golpe. Un crimen “cobarde, cruel y repudiable”, dice el general Martínez, “una vergüenza institucional”.

No es posible extenderme aquí en las reflexiones de un libro lleno de lecciones, que me parce mucho más útil para aplicar una política de derechos humanos al caso de Chile que la reiterada reivindicación de una idea, sin asidero en el análisis de lo concreto. Pienso, por ejemplo, que, si Boric hubiese invitado al general Martínez a acompañarlo en La Moneda, en el acto del cincuentenario del golpe, habría enviado un mensaje de unidad mucho más lúcido y potente a los ciudadanos que su discurso reiterado de consignas.

“Se ha intentado invertir las responsabilidades sobre la tragedia que vivimos todos durante los largos 17 años más oscuros de nuestra historia”, denunció en su discurso la senadora Allende. “Los verdaderos responsables fueron quienes quebraron la institucionalidad, bombardearon este palacio, persiguieron, torturaron, asesinaron y desaparecieron a miles de chilenos”, afirmó.

Ese escenario político dejó claro que la consigna del “nunca más” –repetida hasta el cansancio– no es más que un deseo, pero que no le da a los chilenos orientación alguna para conseguirlo. Para lograrlo solo hay dos caminos: o se renuncia a todo cambio significativo en el país, para que esa derecha no se sienta amenazada; o se crea la fuerza política necesaria para promover esos cambios, sin que otro golpe pueda evitarlo. Pero la consigna, vacía de contenido político, contribuye poco –o nada– al logro de lo que aspira. Lo mismo que una concepción vaga de la democracia no deja orientación alguna para una población ávida por conquistarla.

Quizás todo esto tenga mucho que ver con las dificultades para celebrar los 50 años del golpe de Estado, sin que ningún objetivo político –sustituidos por los buenos deseos del presidente– haya convocado a la población a retomar el sendereo perdido.

Una puerta errada

La celebración del cincuentenario coincidió con la Asamblea General de Naciones Unidas, en Nueva York, hacia donde el presidente chileno viajó una semana después.

Ahí reiteró su discurso:

los problemas de la democracia se resuelven con más democracia; los derechos humanos no tienen color político… Criticó las sanciones que Washington impone a Cuba y Venezuela. No habló de las aplicadas contra Nicaragua.

Pero el acto final del cincuentenario estaba aún pendiente. Se celebró en la sede de la OEA, en Washington.

Boric destacó, en su página de “X”, que la OEA había nombrado su puerta principal en homenaje al expresidente Salvador Allende, junto a 32 países que se adhirieron a esta decisión”. Y posó, dándole la mano, al secretario general de la OEA, bajo un hermoso tapiz con la imagen del presidente Allende.

50 años después, la idea de transformar la imagen de Allende en una puerta en la OEA me parece infeliz… Es inevitable comparar con otra puerta –tan recordada en estos días–, la de Morandé 80, por donde fue sacado el cuerpo del presidente Salvador Allende.

La imagen de esa puerta (que Pinochet mandó clausurar), llenó de recuerdos –y de lecciones­– a los chilenos.

¿Qué lección nos deja la puerta Salvador Allende de la OEA, inaugurada por un secretario general comprometido con el golpe de Estado en Bolivia, en una institución cuyo desprestigio no puede ser mayor en América Latina?

La OEA no merece esa puerta, ni Allende ese escarnio.

Acto de  develación de placa en homenaje a Salvador Allende y  en conmemoración de los 50 años del golpe militar en Chile

El pasado 11 de septiembre del 2023, se realizó la develación de la placa en homenaje a Salvador Allende, ese día se cumplieron 50 años del golpe cívico militar de Chile. Con la colocación de esta placa se busca rendir homenaje al entonces presidente Salvador Allende Gossens, a su legado político y social en favor de la democracia, la justicia y los Derechos Humanos.

https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=pfbid023VGMuYhRUYkryw4SGJZzbLZKsixUsc2D2nSsdtmqsN2ukA3xcJjTBk7bsUk4ndvXl&id=100064694198618&mibextid=Nif5oz

«100 Guitarras para Víctor Jara»

El Exilio Chileno en Costa Rica (Chileniticxs) y Newen Producciones, en el marco de la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado civil militar en Chile, le invita a unirse a este acto de memoria, solidaridad: «100 Guitarras para Víctor Jara», evento que busca rendir un homenaje a la vida y obra del inigualable cantor popular chileno.

Este concierto tiene un significado especial, pues está enmarcado en la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado en Chile rindiendo tributo a la memoria de Víctor Jara, cuyo legado resiste en la historia y en nuestros compromisos sociales y latinoamericanos. Sus letras profundas y melodías envolventes son un símbolo de resistencia y valentía, no sólo para el pueblo chileno, sino para cualquier país que luche por sus derechos sociales conculcados.

La primera presentación se realizó el pasado sábado 9 de septiembre, en el aula Magna, Ciudad de la Investigación de la UCR.

La siguiente se realizará el próximo sábado 23 septiembre, a las 5:00 pm, en el Anfiteatro Municipal de Cartago.

La entrada al concierto es totalmente gratuita y abierta a todas las personas amantes de la música comprometida y defensoras de los derechos humanos. Por favor, confirme su participación en: https://forms.gle/s1kbBnvkpmVhhaX57

«Somos Cinco Mil” – Victor Jara con inteligencia artificial

Víctor Jara canta su última canción gracias a la inteligencia artificial. Este 2023, se cumplen 50 años desde el golpe de estado en 1973, donde Víctor Jara fue detenido, torturado y asesinado. Antes de su muerte, Víctor logra escribir su última canción: “Somos Cinco Mil”, una que nunca pudo interpretar hasta hoy. Gracias al músico Fede Zeppelin y el músico, compositor y productor Francisco Penas, pudimos darle vida a la última canción de Víctor Jara con la ayuda de la inteligencia artificial y logramos captar la esencia de su voz para transmitirle al mundo lo que él no pudo.

«Somos Cinco Mil», la última canción escrita por Víctor Jara mientras estaba preso en el Estadio:

 

Compartido con SURCOS por Trino Barrantes.

La gran conspiración

Óscar Madrigal

Oscar Madrigal

El 15 de setiembre de 1970 en una reunión de 15 minutos, entre las 3:25 y las 3:40 de la tarde, el presidente Richard Nixon ordenó a la CIA que iniciara una intervención en Chile para impedir que llegase al poder y se mantuviese en él, el presidente electo Salvador Allende. En ese encuentro en la Casa Blanca estaban presente Henry Kissinger, John Mitchell, fiscal general, y Richard Helms director de la CIA. Las órdenes fueron explícitas de promover un golpe de estado.

Kissinger se convirtió en el principal arquitecto de las políticas de desestabilización del gobierno de Allende.

“Allende fue elegido legítimamente, el primer gobierno marxista que ha llegado al poder a través de elecciones libres” señaló el propio Kissinger a Nixon en un memorando decisivo, de carácter confidencial/delicado, fechado el 5 de noviembre de 1970, explicando por qué Estados Unidos no podía permitir que tuviera éxito la pionera “vía pacífica” de Allende a favor del cambio. “Cuenta con legitimidad a los ojos de los chilenos y de la mayor parte del mundo; no hay nada que podamos hacer para negarle esa legitimidad o alegar que no la tiene”. Pero, si Allende generaba un ejemplo exitoso de gobernabilidad, “la propagación imitativa de fenómenos similares en todos lados”, argüía Kissinger “afectaría a su vez de manera significativa el equilibrio mundial y nuestra posición dentro de él”. El gobierno de la Unidad Popular de Allende representaba un peligro para Estado Unidos, advertía, porque “su efecto en tanto “modelo” puede resultar insidioso”. Ese modelo, pues, debía ser destruido”.

Los dos párrafos anteriores son básicamente del libro “Pinochet desclasificado. Los archivos secretos de Estado Unidos sobre Chile”, del escritor estadounidense Peter Kornbluh.

En 2003 el entonces Secretario de Estado de EEUU, Colin Powell ante una pregunta respecto a la validez moral de la intervención estadounidense en Chile decía:

“No es un capítulo de la historia de Estados Unidos del que estemos precisamente orgullosos”.

Sin embargo, esos capítulos no han dejado de seguir escribiéndose. El mismo Powell lo hizo con Irak, Afganistán y muchos otros países.

Dicen que existieron discrepancias entre los militares sobre la duración que debían mantenerse en el poder. Para algunos debía ser una medida que terminara con el gobierno de Allende y al cabo de un año se volviera a las elecciones; otros en cambio, entre ellos Pinochet, pensaban en un periodo más largo. La política de Nixon y Kissinger alentó un gobierno dictatorial y genocida por un largo tiempo como al final resultó. El propósito fue no solo acabar con toda la izquierda, sino tomar a Chile como campo de experimentación de las políticas de los Chicago Boys.

Pinochet, además, fue promotor del Plan Cóndor con el apoyo de los gobiernos gringos. El Plan proponía a las otras dictaduras genocidas del Cono Sur, eliminar a sus opositores en el exterior. Así fue como Pinochet personalmente ordenó el asesinato de Carlos Prats, exjefe del ejército chileno, en Buenos Aires y de Orlando Letelier, ex ministro de Allende en la misma capital de EEUU, Washington, dentro de los casos más sonados.

Actualmente no existe ninguna duda de la participación del gobierno de Estado Unidos en el derrocamiento de Salvador Allende.

La experiencia que queda es que la política de los gobiernos estadounidenses es de injerencia en los asuntos internos de los países, en especial de América Latina. La política exterior gringa es de irrespeto a la autodeterminación de los países, de la soberanía nacional, en gran o menor medida, de forma abierta o encubierta, pero siempre está presente.

Los gobiernos democráticos y las fuerzas de izquierda y democráticas deben considerar esta influencia por definición. Hasta dónde llegue depende de varias condiciones, pero siempre estará ahí. Alguna vez se le oyó decir a Kissinger: “Nosotros establecemos los límites de la diversidad”.

Antes de la medianoche del 16 de octubre de 1998, dos agentes de Scotland Yard penetraron una clínica privada, desarmaron a los guardaespaldas privados, impusieron 8 policías ante la puerta de la habitación y le leyeron una orden de Interpol de detención al convaleciente Augusto Pinochet. Después se le abrieron procesos judiciales por genocida, torturador y asesino. Una declaración forense de Demencia Senil, lo salvó de la cárcel.

50 años del golpe militar de Chile de 1973: Estados Unidos desclasifica documentos secretos

Foto extraida de esta nota de prensa de El Pais (España) Titulada «La reunión privada entre Kissinger y Pinochet: «Queremos ayudarlo: simpatizamos con lo que están tratando de hacer aquí» (25/05/2023) elaborada con ocasión de los 100 años de Henry Kissinger y la desclasificación de nuevos documentos sobre Chile en Estados Unidos.

Nicolas Boeglin, Profesor de Derecho Internacional Público, Facultad de Derecho, Universidad de Costa Rica (UCR). Contacto: nboeglin@gmail.com

En los días previos a la conmemoración de los 50 años del golpe de estado militar en Chile de 1973, Estados Unidos ha decidido oficialmente desclasificar documentos mantenidos en reserva desde cinco decenios: véase nota de The Progressive Magazine y nota de RFI.

Se trata de nuevos documentos que vienen a añadirse a muchos otros liberados en años pasados por algunas administraciones norteamericanas, y registrados en este sitio de la Universidad George Washington: se trata de un extenso programa de investigación dedicado a Chile – que no se limita únicamente a la desclasificación de documentos norteamericanos – y que cuenta con este enlace con abundante información.

Documentos aún sensibles, 50 años después

Si bien la prensa internacional ha puesto de relieve las razones por las que este golpe de estado de 1973 estremeció a América Latina y a la comunidad internacional en general (véase por ejemplo, esta nota de la BBC cuya lectura recomendamos), el involucramiento de Estados Unidos ampliamente documentado desde entonces es un aspecto que merecería ser añadido (por ejemplo a los cuatro puntos mencionados en el precitado artículo de la BBC).

No está de más referir a este documento manuscrito de 1970 en el que se autoriza a derrocar al futuro Presidente de Chile si llegara a tomar el poder (véase enlace cuando se desclasificó en el 2020, en el que se indica que: «Fifty years after it was written, Helm’s cryptic memorandum of conversation with Nixon remains the only known record of a U.S. president ordering the covert overthrow of a democratically elected leader abroad» ).

En esta otra nota se lee que la más reciente desclasificación de documentos por parte de Estados Unidos en agosto del 2023 obedeció a solicitudes expresas realizadas por las actuales autoridades de Chile:

«After withholding this document in its entirety for decades, the CIA finally released the September 11, 1973, PDB today in response to a formal petition from the Chilean government of Gabriel Boric for still secret records as the 50th anniversary of the coup approaches. The CIA also partially declassified a second PDB, dated September 8, 1973, which erroneously informed President Nixon that there was “no evidence of a coordinated tri-service coup plan” in Chile and said that “should hotheads in the navy act in the belief they will automatically receive support from the other services, they could find themselves isolated.”

The two PDBs are among the most historically iconic of missing records on the September 11, 1973, military coup because they contained information that went to President Nixon as a military takeover that he and his top advisor Henry Kissinger had encouraged for three years came to fruition«.

Para información de nuestros estimables lectores, las dos precitadas citas refieren al texto en inglés que se lee, elaborado por el programa de investigación sobre documentos desclasificados de la Universidad George Washington, que analiza cada uno de los documentos liberados en los últimos años por parte de Estados Unidos.

La entrega de documentos oficiales ante el derecho a la verdad: luces y sombras

Desde la perspectiva del derecho internacional público, cabe precisar que no existe obligación alguna para un Estado de liberar documentos de la reserva en la que los mantiene al considerarlos «sensibles«. Cada Estado dispone de un sistema nacional de archivos con informes internos, datos y registros de diversa índole: sus máximas autoridades son las que deciden, si son documentos confidenciales, mantenerlos fuera del alcance del público o bien revelar su existencia.

Es así como Panamá debió esperar que se cumplieran los 30 años desde la invasión norteamericana de 1989 para que Estados Unidos aceptase finalmente liberar una gran cantidad de documentos clasificados (véase nota de El Pais – España).

En otros casos, documentos e informes policiales son «encontrados«, como los denominados «archivos del terror» descubiertos gracias a informantes en una casa en la localidad de Lambaré en Paraguay en diciembre de 1992 (véase publicación de la Corte Suprema de Justicia paraguaya e interesante video del momento en el que un juez paraguayo ingresa a la vivienda para verificar la presencia de dichos archivos e incautarlos).

Los documentos encontrados en Paraguay permitieron documentar una gran cantidad de causas en distintas partes del Cono Sur. También permitió a la justicia italiana condenar el 8 de julio del 2021 a 14 personas por la muerte de 43 personas, víctimas del Plan Condor (a saber 6 italo-argentinas, 4 italo-chilenas, 13 italo-paraguayas y 20 uruguayas): véase nota en italiano de la ONG italiana CILD. De igual manera en el 2010, la justicia francesa condenó a los responsables de la desaparición de cuatro ciudadanos franceses en Chile (véase nota de Le Monde del 18/12/2010).

Volviendo al caso de Chile, es de saludar la voluntad férrea de sus actuales autoridades de obtener la liberación de documentos clasificados por parte de la actual administración norteamericana.

Cabe precisar que en materia de «soft law«, la resolución E/CN.4/RES/2005/66 de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas – hoy denominada «Consejo de Derechos Humanos» – adoptada por consenso en el 2005, a iniciativa de Argentina (su texto está disponible en la red), y titulada «El derecho a la verdad» se limita únicamente a indicar que:

«5. Alienta a los Estados a que presten a los Estados interesados la asistencia necesaria al respecto«.

La ausencia de obligación jurídica entre dos Estados de entregar información que posee uno a otro, relacionada a violaciones de derechos humanos cometidas en el pasado, en nada impide que tengamos una dinámica totalmente distinta cuando nos interesamos a los tribunales nacionales e internacionales de cara a la implementación del derecho a la verdad. En este caso, son los colectivos de víctimas y de familiares y asociaciones de derechos humanos los que han hecho valer ante sus propias autoridades o bien ante los tribunales nacionales (y si estos fallaron en su contra, en los tribunales internacionales) este derecho que asiste a toda víctima de exacciones cometidas en el pasado por autoridades estatales (sea en su contra o en contra de alguno o varios de sus seres queridos).

Al respecto, un muy completo informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre el Derecho a la Verdad, publicado en el 2014 (véase texto) detalla los alcances del derecho a la verdad en el sistema interamericano de protección de los derechos humanos. La larga lista de casos conocidos por la Corte Interamericana de Derechos Humanos que figura al final de este artículo del 2008 titulado «El derecho a la verdad en situaciones de post-conflicto bélico de carácter no internacional» da una idea de las pautas que ha venido fijando al respecto la jurisprudencia del juez interamericano, y ello desde sus primeras sentencias contra Honduras a finales de los años 80.

Es de notar que los significativos avances observados en América Latina en materia de derecho a la verdad siguen sin lograr permear al sistema judicial en España: la primera exhumación del cuerpo de una víctima del franquismo ordenada por la justicia se logró en el 2016 gracias a una solicitud proveniente de … la justicia argentina (Nota 1).

Las actuales autoridades chilenas: más decididas que sus antecesoras

A diferencia de su antecesor al cargo, el Presidente actual de Chile se ha mostrado mucho más exigente en cuanto a la búsqueda de la verdad a partir de lo ocurrido el 11 de setiembre de 1973 en Chile.

El pasado 30 de agosto, se firmó en Chile un Decreto para lanzar un nuevo Plan Nacional de Búsqueda de los aún miles de ciudadanos chilenos que aparecen en listas de personas desaparecidas en Chile (véase comunicado oficial). Desde el 2013, un informe del Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas sobre Chile así lo recomendaba (véase informe). El 22 de diciembre del 2017, de manera bastante tardía y finalizando su segundo mandato, una primera iniciativa había sido lanzada por la entonces Presidenta de Chile (véase nota de France24).

Incluso en su cuarto informe (1989) el Relator Especial de Naciones Unidas sobre la situación en materia de derechos humanos en Chile, el costarricense Fernando Volio Jiménez, refería a la importante labor que esperaba a la sociedad chilena con relación a conocer el paradero de las víctimas de desaparición forzada (véase enlace a informe) (Nota 2).

Este reportaje de The Guardian del 2019 titulado «Where are they?: families search for Chile´s disappeared prisoners» (véase enlace) detalla de una manera muy completa el drama de familias chilenas ante la falta de información sobre lo sucedido a sus seres queridos y la falta de voluntad política que significó la llegada en marzo del 2018 del Presidente Piñera en lo que respecta a la búsqueda de personas desaparecidas en Chile.

La Operación Cóndor ante el derecho a la verdad: la respuesta del juez interamericano ante la poca (in?) capacidad de la justicia nacional

Otra trágica iniciativa para América Latina como lo fue el denominado «Plan Condor«, que involucró no solamente a Chile (y a Estados Unidos), constituye un ámbito en el que aún quedan muchos documentos por desclasificarse en Estados Unidos: este informe del CELS (una reconocida ONG de Argentina) explica cómo funcionó a partir de 1975 entre los Estados del Cono Sur este plan coordinado tendiente a borrar el efecto protector que significa para una persona que se siente amenazada cruzar una frontera.

Cabe recordar que fue tan solo en el 2016 que el Plan Cóndor fue objeto de una primera decisión condenatoria por parte de la justicia penal argentina, con respecto a altos mandos militares argentinos, varios de ellos nonagenarios al momento de escuchar la sentencia (Nota 3).

Al 2023, los sistemas judiciales en el Cono Sur siguen tramitando causas de víctimas y de familiares de víctimas: en este enlace se registran algunas de las acciones legales ante tribunales nacionales relacionadas al Plan Condor.

Ante la resistencia de algunos jueces a nivel nacional para investigar y sancionar hechos relacionados al Plan Cóndor, el sistema interamericano de protección de los derechos humanos ha ofrecido (y sigue ofreciendo) a las víctimas una posibilidad de obtener justicia.

En esta importante sentencia del juez interamericano del 2011 (caso Gelman vs. Uruguay) se lee que:

«51. El plan Cóndor operaba en tres grandes áreas, a saber, primero, en las actividades de vigilancia política de disidentes exiliados o refugiados; segundo, en la operación de acciones encubiertas de contra-insurgencia, en las cuales el papel de los actores era completamente confidencial y, tercero, en acciones conjuntas de exterminio, dirigidas a grupos, o individuos específicos, para lo cual se conformaban equipos especiales de asesinos que operaban dentro y fuera de las fronteras de sus países, incluso en Estados Unidos y Europa.

  1. Esta operación fue muy sofisticada y organizada, contaba con entrenamientos constantes, sistemas de comunicación avanzados, centros de inteligencia y planificación estratégica, así como con un sistema paralelo de prisiones clandestinas y centros de tortura con el propósito de recibir a los prisioneros extranjeros detenidos en el marco de la Operación Cóndor«.

En la sentencia dictaminada contra Argentina 10 años después, en septiembre del 2021 (caso familia Julien Grisonas vs. Argentina), la Corte Interamericana de Derechos Humanos indicó que el «plan criminal interestal» amerita un esfuerzo coordinado de sus integrantes, al precisar que:

«288. En congruencia con las solicitudes efectuadas, la Corte dispone que el Estado argentino, en el plazo de un año contado a partir de la notificación de este fallo y por las vías que considere adecuadas, haga las gestiones pertinentes para convocar a los otros Estados que habrían tenido intervención en la ejecución de los hechos del caso: la República Oriental del Uruguay y la República de Chile, y, en general, en el contexto de la “Operación Cóndor”, es decir, la República Federativa de Brasil, el Estado Plurinacional de Bolivia, la República del Paraguay y la República del Perú, a efecto de conformar un grupo de trabajo que coordine los esfuerzos posibles para llevar adelante las tareas de investigación, extradición, enjuiciamiento y, en su caso, sanción de los responsables de los graves crímenes cometidos en el marco del referido plan criminal interestatal. Dicha coordinación deberá reflejarse en un plan de trabajo común entre las autoridades competentes, según la materia de que se trate, ejecutado en observancia del marco jurídico nacional e internacional aplicable, y con auxilio de los mecanismos de cooperación internacional y asistencia mutua. Así, el trabajo coordinado entre autoridades de los distintos Estados habrá de emprender esfuerzos conjuntos para el esclarecimiento de lo ocurrido durante la “Operación Cóndor”, como escenario en el que fueron perpetradas sistemáticas violaciones a los derechos humanos, incluidas las que damnificaron a las víctimas del presente caso«.

A modo de conclusión

Pese a los 50 años que nos separan de aquel fatídico día para Chile y para el mundo que significó el 11 de setiembre de 1973, aún muchas preguntas persisten en el tiempo: desde ya Estados Unidos podría útilmente aclararlas, liberando todos los documentos clasificados que aún posee en sus archivos secretos con respecto a lo ocurrido en Chile.

Para las víctimas chilenas y sus familiares que siguen persiguiendo la verdad a través del tiempo, y buscan conocer el destino de sus seres queridos, desde Chile o desde afuera, su extenuante combate es ejemplar: ha inspirado, inspira y seguirá inspirando, estamos seguros de ello, a muchas familias y a varias generaciones de América Latina y del mundo en su exigencia de verdad y de justicia.

– – Notas – –

Nota 1: Véase al respecto BOEGLIN N., «JusticiA con A de Ascensión: a propósito de la exhumación de una fosa española a solicitud de una jueza de Argentina«, Revista de Pensamiento Penal, 2016. Texto disponible aquí.

Nota 2: Sobre las estrechas relaciones existentes entre el derecho a la verdad y las víctimas de desaparición forzada, véase la obra FERRER MAC-GREGOR E. & GONGORA MAAS J.J., Desaparición forzada de personas y derecho a la verdad en el sistema interamericano de derechos humanos, UNAM/IIJ/CNDH, México 2019. Texto integral disponible aquí.

Nota 3: Véase al respecto BOEGLIN N., «Plan Condor: la justicia argentina se pronuncia«, sitio jurídico de DerechoalDia, edición del 6/06/2016, texto disponible aquí.

50 años del golpe de estado en Chile 1973 – 2023

José Joaquín Meléndez González

El triunfo de Salvador Allende en Chile con la Unidad Popular, la alianza en el Congreso de la Democracia Cristiana para la ratificación de Presidente, no obstante la división de ese partido y la esperanza de un pueblo, llega a la Presidencia de la República de Chile, Salvador Allende. Ese triunfo en América despierta nuevas esperanzas en la juventud, aspiraciones de la clase trabajadora y los pueblos con ansias libertarias, se unían nuevamente en un horizonte de sueños, cantos, arte y realidades socialistas. Obviamente, por otra parte, se conocía la reacción reservada de la derecha recalcitrante y conservadora.

Los resultados empiezan a emerger, las reformas sociales evidentes como la nacionalización del cobre que se encontraba en manos de compañías estadounidenses, la cooperativización de empresas privadas, el mejoramiento de las condiciones laborales, salariales y alianzas con los sindicatos; la reforma agraria. Su popularidad alcanza cifras muy significativas expresadas con el triunfo en las elecciones parlamentarias y luego en 1973 las municipales. La euforia generalizada lanza la voz hacia el PODER POPULAR. La juventud cantaría en las calles: ¡El pueblo unido jamás será vencido!, canto que se extendía cruzando fronteras y sobrepasando los ANDES, llegando como el aire a todo América.

Aparecerán luego las reacciones de la ultra derecha, la CIA, el gobierno de los Estados Unido a tejer la desestabilización del gobierno con medidas económicas y financieras, el desabastecimiento de bienes y servicios, la inflación galopante, se había producido el asesinato del General, René Schneider, el ascenso como jefe del Estado mayor del ejército de Carlos Prats y su época del Tanquetazo quien renunciara posteriormente, luego, con el consentimiento de Allende el ascenso al Estado Mayor como Jefe del Ejército, el General Augusto Pinochet. La Cofradía Náutica del Pacífico Astral inicia en secreto la planificación el Golpe de Estado, la marcha de las cacerolas vacías, la huelga de los transportistas, la huelga de los mineros, colegios médicos. El terrorismo ante la destrucción de las torres eléctricas y puentes, la reacción a la reforma educativa, la transformación bancaria. Todo ello fue caldo de cultivo y excusa hacia el Golpe de estado y el asesinato de Salvador Allende en el Palacio de La Moneda.

El golpe de estado perpetrado por Augusto Pinochet se consolida el 11 de setiembre de 1973 y con ello la persecución, muerte, asesinatos, torturas, desaparecido, disolución del congreso, los campos de concentración, las migraciones a todos los confines de la Tierra.

Costa Rica se constituye en un territorio de asilados, de estadía y tránsito.

Como dirigente del Sindicato de Educadores Costarricenses, SEC, me tocó vivir la triste experiencia de tantos y tantos chilenos. Puedo dar testimonio de la ayudar a chilenos en búsqueda de trabajo como diagramadores en centros especializados, imprentas, empresas comerciales, en la Universidad Nacional, UNA y en el Ministerio de Educación. Particularmente hospedé en mi casa a Alberto Vidaurrázaga Henríquez, quien llegó destrozado por las torturas, las uñas levantadas, no hablaba, no quería ni salir a la sala, a su hermano se lo habían matado, su madre impotente magistrada. Alberto, medianamente restablecido, lo integramos como educador en Boca de Parismina, bajo nombramiento de Fernando Volio Jiménez quien sabía de los sucesos en Chile pues había visitado ese país y enfrentado a Pinochet como Miembro de la Comisión Internacional de los Derechos Humanos. También hospedé en mi casa al Senador, César Godoy Urrutia del Partido Comunista, quien había sido diputado, educador, dirigente del gremio de los educadores en Argentina, periodista; le acompañaba su señora esposa María Herrera Ferrado. Al Senador Godoy le hospedé en paso de muerte, como consecuencia de las torturas causando el cierre de la uretra cuya infección trascendía a su cuerpo durante el viaje a Costa Rica, por las torturas le habían trancado la orina, sus dolores y espasmos eran espantosos. Logré la ayuda del Dr. Rodrigo Gutiérrez Sáenz que lo visitara, le internara en el Hospital Calderón Guardia y fuera atendido de inmediato por el Dr. Salas quien lo intervino con una sonda y le aliviara de su intenso dolor. Con medicamentos y el cuidado de su señora se fue recuperando no obstante su avanzada edad. Decide trasladarse a México donde vive por largo tiempo, sin embargo, su sueño fue regresar a Chile donde fallece el 1 de diciembre de 1985, bajo el gobierno de Pinochet.

También vivimos la experiencia con nuestro amigo compañero y fundador del SEC, Rogelio Cedeño Castro, quien por estudios y compartir con el pueblo chileno la experiencia socialista, fuera agredido, confinado al campo de concentración del estadio de Santiago luego expulsado hacia Costa Rica con su señora esposa chilena Luz María de la Cruz Redon bajo condiciones deplorables, así recibido en el Aeropuerto Juan Santamaría.

Los dirigentes nacionales del Continente agrupados en la Organización Regional Interamericana de Trabajadores; ORIT, realizamos un encuentro en Santiago de Chile apoyando el Referéndum del SÍ y del NO respecto si continuaba o no Pinochet en el Poder. Asimismo, el apoyo al Secretario General de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, Manuel Bustos exigiendo su liberación, quien había sido sentenciado a 10 años de cárcel y su destierro. El apoyo lo representamos en la gran manifestación masiva, la cual fue reprimida por las fuerzas militares y carabineros con garrote y dispersada usando la “chompipa” la cual lanzaba agua fétida y gas lacrimógena. El pueblo ganó el referéndum y Pinochet sale derrotado ante el sufragio popular.

Estos 50 años nos han de servir para reflexionar, porque las aspiraciones de libertad, paz, desarrollo, democracia, trabajo y justicia siguen palpitando en nuestros corazones en el continente hasta el triunfo final, pese a las posturas dictatoriales de presidentes y fuerzas militares.

San José, Costa Rica, 9 septiembre 2023

Taller en Valparaíso por la memoria para que no se repita en ninguna parte

Oscar Jara Holliday comparte con SURCOS y sus lectoras y lectores:

“Aquí en Valparaíso antes del 11 de setiembre en talleres de recuperación de memoria y actividades conmemorativas del sangriento golpe al gobierno de Allende… ¡para que nunca más se repita en ninguna parte!

Velas por las personas lanzadas al mar por la dictadura