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Etiqueta: inflación

Dolarización, una vez más

Fernando Rodríguez Garro
Coordinador Observatorio Económico y Social
Universidad Nacional

Hace poco más de 25 años la propuesta de dolarizar la economía nacional irrumpió con fuerza. Años de lidiar con una inflación persistente, no exageradamente alta, pero sí persistente, fue el contexto perfecto para plantear esa posibilidad. Viví el asunto desde las aulas universitarias como estudiante y puedo dar fe que la discusión fue importante. Contar con una inflación igual o similar a la de Estados Unidos, que en los noventa vivía una época de expansión económica y gran estabilidad macro, era sin duda un argumento muy atractivo para valorar seriamente la opción.

La dolarización de Ecuador en 1999 y la de El Salvador en 2001, además de la larga experiencia con el uso de una moneda ajena como medio circulante de Panamá, aderezaron una discusión que, en el caso de nuestro país, se mantuvo por un tiempo más, aunque con menor intensidad, hasta que la inflación cedió y alcanzó niveles bajos luego de la crisis financiera internacional del 2008-2009. Al morir su principal excusa, la discusión de la dolarización sufrió la suerte del famoso anillo de la obra literaria de Tolkien: cayó en el olvido.

Pero al igual que la famosa argolla de la obra literaria y del cine, la dolarización ha vuelto como propuesta, pero esta vez de la mano de otra excusa, en esta ocasión sus defensores aducen que puede curar nuestros males cambiarios. En una situación compleja como la que viven muchos sectores por la actual revaluación cambiaria y los fuertes vaivenes cambiarios de los últimos dos años, desde el inicio de la guerra en Ucrania y en medio de la reseca post pandémica, la propuesta de dolarización vuelve cual fórmula mágica para devolverle a muchos la estabilidad de sus ingresos en dólares.

Pero no, no es una fórmula mágica y, como cualquier otra decisión de política económica, no está exenta de problemas. Lo primero, la dolarización es optar por amarrarse permanentemente a un tipo de cambio fijo en un esquema sumamente rígido, en el que la autoridad monetaria pierde cualquier posibilidad de incidir sobre esta cotización en el futuro. En una región en la que competimos en muchos mercados con países vecinos con monedas propias, que podrían devaluarlas en caso de escenarios adversos, la dolarización nos podría poner en una posición compleja, y encarecer nuestros productos frente a los de otros países, en un país que ya hoy es caro para vivir.

Segundo, hace 25 años cuando se planteó este tema por primera vez no existía el euro, la economía de China no tenía el tamaño que tiene hoy y los BRICS no se habían organizado como bloque. En un mundo que camina a tener múltiples monedas de reserva y aún gravita en una multipolaridad inestable, ¿por qué escoger el dólar como moneda oficial? ¿Si en el proceso de fortalecimiento de otras monedas como activos de reserva el dólar pierde valor, cómo nos va a afectar eso? Súmele a lo anterior que la Reserva Federal de EEUU ha dicho históricamente que no apoyará, explícitamente, ningún proceso de dolarización.

Tercero, la renuncia a una política monetaria propia no es un tema menor. Sin moneda propia perdemos el instrumental económico en poder del Banco Central, entidad que podría dejar de existir o quedar como una institución de análisis y de recopilación de estadísticas económicas. ¿Es tan grande la ventaja que tendríamos de la estabilidad cambiaria frente a la pérdida de la política monetaria propia, como para dar ese paso? Ni tan siquiera hemos tenido una discusión abierta sobre ese tema como para estar discutiendo ya mismo un proyecto de ley en esa línea. Personalmente sí podría adelantar algo: no veo sentido a cortarnos una pierna porque se nos fracturó un hueso de esta. Deberíamos ser capaces de resolver el problema de lidiar con una moneda propia sobrevalorada, antes de tomar una decisión del calibre de un proceso de dolarización.

Cuarto, la dolarización tiene costos, nosotros no tenemos la historia de Panamá como centro logístico global, ni las remesas de El Salvador, ni los ingresos por petróleo de Ecuador. Para dolarizarnos nos tendremos que endeudar, nuestras reservas actuales no nos dan para respaldar el medio circulante, los activos financieros de corto plazo y los activos a plazo mayor que puedan ser vendidos por medio del mercado bursátil. Todo aquello que se constituya eventualmente en demanda de dinero debe tener un respaldo en dólares. ¿Cuánto nos va a costar ese proceso de transición? ¿Quién va a pagar por él? ¿Será deuda del gobierno central? Y la gran pregunta: ¿endeudarnos para eso se justificará con las ventajas que obtengamos de la dolarización, en contraposición con otros usos que podamos darle a esa deuda pública o a los recursos que pagaremos en intereses?

Finalmente, nuestro país debe perder la mala costumbre de aferrarse a supuestas soluciones fáciles para los problemas más complejos que tenemos. Los problemas complejos requieren soluciones complejas, la dolarización no va a solucionar nada de forma fácil y rápido, mientras más rápido abandonemos ese mito más fácil nos será seguir adelante con los problemas actuales.

Declaración Presidencial. Alianza de Países de América Latina y el Caribe contra la Inflación

La jefa y los jefes de Estado y/o de Gobierno de la República Argentina, Belice, el Estado Plurinacional de Bolivia, la República Federativa de Brasil, la República de Chile, la República de Colombia, la República de Cuba, la República de Honduras, los Estados Unidos Mexicanos, la República Bolivariana de Venezuela y San Vicente y las Granadinas – en su calidad de Presidente Pro Témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), nos reunimos el 5 de abril de 2023 a iniciativa de México para encontrar soluciones conjuntas frente a las presiones de precios y la carestía presentes en la región, así como para fortalecer la integración y el comercio regional.

Considerando que el abastecimiento a escala mundial de alimentos y productos de la canasta básica, incluyendo granos y energéticos, está siendo afectado negativamente como consecuencia de un contexto internacional adverso de los efectos de la crisis multidimensional que afecta la economía global marcado por conflictos militares extrarregionales, una lenta recuperación de las operaciones en las cadenas de producción y distribución de bienes, productos y servicios tras la pandemia por COVID-19, una abultada deuda externa que afecta especialmente a los países de bajos y medianos ingresos, y al impacto negativo que fenómenos climáticos tienen en las cosechas y actividades agropecuarias, situaciones de emergencia sanitaria y fitosanitarias en la región, así como la aplicación de medidas coercitivas unilaterales contrarias al Derecho Internacional que afectan a algunos países.

Destacando la necesidad de contar con un sistema financiero internacional más justo, democrático, inclusivo y solidario que permita a los países de nuestra región acceder a los recursos financieros necesarios y mejorar las condiciones de endeudamiento externo a fin de impulsar la recuperación económica para garantizar la seguridad alimentaria y nutricional de nuestros pueblos, en particular de los sectores más vulnerables.

Determinados a unir voluntades y esfuerzos regionales para garantizar un crecimiento y desarrollo económico que promueva la inclusión, la equidad y sostenibilidad de la seguridad alimentaria y nutricional de nuestros pueblos y para enfrentar con urgencia y conjuntamente las presiones inflacionarias sobre la canasta básica, bienes intermedios y servicios que afectan negativamente la economía popular.

Comprometidos a fortalecer nuestras economías y sectores productivos a través de la inclusión, la solidaridad y la cooperación internacional, a fin de encontrar alternativas que permitan mejorar el acceso físico y económico a productos, alimentos básicos, bienes intermedios, servicios, tomando en cuenta la responsabilidad fiscal, las realidades nacionales y locales en cada estado, así como la complementariedad que existe entre nuestros países.

Conscientes de los acuerdos comerciales vigentes que cada país mantiene, de los compromisos derivados de membresías en organismos y mecanismos de cooperación comercial e integración económica y de las negociaciones en curso a nivel bilateral, regional o multilateral, así como también de la situación particular de los países.

Reconociendo la necesidad de alcanzar acuerdos que otorguen un horizonte de previsibilidad de largo plazo a los sectores productivos para estimular la producción sostenible de alimentos y generar beneficios concretos para nuestros pueblos.

Reafirmando la potestad soberana que tienen los países de esta Cumbre en la implementación de políticas económicas, agrícolas y de seguridad alimentaria, así como de impulsar acciones efectivas para erradicar la pobreza y promover el derecho humano a la alimentación adecuada con enfoque en género y respetando la diversidad de hábitos alimentarios, en particular las necesidades alimenticias de las poblaciones más pobres y vulnerables.

ACORDAMOS:

1. Avanzar en la definición de las facilidades comerciales, así como las medidas logísticas, financieras y de otra índole, tomando en consideración la realidad de cada país, que permitan que el intercambio de productos de la canasta básica y bienes intermedios ocurra en mejores condiciones con la prioridad de abaratar los costos de dichos productos para la población más pobre y vulnerable.

2. Crear un Grupo de Trabajo Técnico integrado por representantes de gobierno de cada país para determinar las medidas de cooperación regional mencionadas en el numeral anterior, para los productos básicos e insumos, particularmente fertilizantes químicos y orgánicos, identificados por los países que participamos en esta Cumbre en línea con los respectivos acuerdos multilaterales, regionales, subregionales y bilaterales que obligan a cada país.

3. El Grupo de Trabajo Técnico tendrá la facultad de establecer un plan de acción que permita implementar en un plazo razonable, la adopción de medidas de facilitación de comercio para hacer frente a los altos precios de productos de consumo básico e insumos para contribuir a la seguridad alimentaria y nutricional, que incluya la transferencia de tecnología y cooperación en la creación de capacidades, así como generar un círculo virtuoso de prosperidad, crecimiento económico y desarrollo sostenible para América Latina y el Caribe.

4. El Grupo de Trabajo Técnico realizará un análisis de viabilidad y acciones que deriven en un acceso más ágil y efectivo a productos de consumo básico e insumos a través del avance de mejores condiciones logísticas ; y cuando sea posible, priorizando el desarrollo de un marco para la remoción de obstáculos y armonización de regulaciones y certificaciones sanitarias y fitosanitarias en concordancia con los requisitos establecidos por cada país para la protección en dichos ámbitos y basadas en evidencia científica, de conformidad con la normativa internacional de referencia.

5. Dentro de las facilidades logísticas y financieras referidas en el primer numeral, el citado Grupo recomendará la adopción de medidas para mejorar la eficiencia del ingreso y salida de productos por puertos y fronteras, y el intercambio de insumos intermedios, maquinaria y tecnología en beneficio de la productividad agrícola.

6. Impulsar medidas tendientes a la facilitación del acceso al crédito a nivel internacional, y a aumentar el financiamiento multilateral de proyectos agrícolas, agroindustriales y de infraestructura para el transporte de mercancías.

7. Coordinar esfuerzos con productores, compradores, transportistas y operadores logísticos del sector privado y otros actores económicos para dar seguimiento a los acuerdos de esta Cumbre y sus resultados.

En ese marco saludamos la próxima realización de una reunión entre sectores empresariales, incluidas organizaciones de la agricultura familiar y campesina, y autoridades de alto nivel de los países que participan en esta Cumbre, los días 6 y 7 de mayo en Cancún, México.

1. Continuar los trabajos en el marco del compromiso establecido durante la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), celebrada el 24 de enero de 2023, en Buenos Aires, República Argentina, con base en la Declaración especial sobre sistemas alimentarios y conocimientos y prácticas tradicionales y sostenibles, así como en el marco del plan SAN Celac 2025 para la seguridad alimentaria, nutricional y erradicación del hambre.

2. Extender la invitación a los demás países de la región para que se sumen a esta iniciativa, en aras de contribuir al bienestar integral de América Latina y el Caribe.

Miércoles 5 de abril, 2023

Fuente: Gobierno de México.

La economía política del dólar

Luis Paulino Vargas Solís

La cuestión del dólar tiene su faceta técnica, en la cual pasan entretenidos los economistas de Costa Rica, incapaces (y no porque sean tontos) de raspar más que la superficie del problema. También tiene su faceta más profunda y compleja, la cual exige un esfuerzo que está, más en el ámbito de la ciencia que el de la técnica. Pero no es posible intentar un acercamiento científico, sino es desde la economía política, puesto que aquí lo económico va entrelazado a profundidad con lo político y lo social.

Hablamos, a fin de cuentas, del proyecto o modelo de desarrollo de Costa Rica, el cual es producto de determinadas visiones ideológicas y está sostenido por ciertos intereses muy poderosos.

Dejando por fuera muchos aspectos y detalles, anoto los siguientes, como facetas especialmente significativas:

  1. Un régimen dogmático de libre movimiento de capitales, el cual alcanza hoy un extremismo tal, que descarta cualquier posible control, ni siquiera sobre los capitales especulativos.
  2. Una exitosa estrategia de mercadeo, que ha explotado la relativa cercanía de Estados Unidos y aprovecha la imagen de Costa Rica como país democrático, pacífico, ambientalista y con un sólido Estado de derecho. Si bien muchas de esas cualidades están hoy en pleno declive, siguen ejerciendo un poderoso influjo a nivel internacional.
  3. Las dos cuestiones anteriores, en combinación con algunas otras, han dado lugar a un fenómeno bastante peculiar: la balanza financiera y de capitales en la balanza de pagos, genera un excedente positivo de divisas, que sobrepasa el déficit crónico en la balanza de bienes y servicios.
  4. O sea: como tendencia de largo plazo (con oscilaciones episódicas) compramos bienes y servicios al resto del mundo en mayor medida de lo que les vendemos -lo cual advierte sobre el frágil desarrollo de nuestra economía- pero atraemos capitales en una cuantía tal que eso genera un excedente relativo de dólares.
  5. De ahí la dolarización de la economía: muchos precios se expresan en dólares, muchos créditos se conceden en dólares. Todo lo cual conlleva un alto potencial de desestabilización, el cual se ha dejado entrever -sin explotar a plenitud- cada vez que el dólar sube o baja a un ritmo desusado.
  6. Además, ello conlleva un grado creciente de extranjerización de la economía, sin promover su modernización, puesto que el sector de alta productividad (sobre todo las zonas francas) es un universo aparte. En rigor podemos afirmar que vivimos en un país no desarrollado que, cada vez más, es propiedad de gente que no nació ni vive en Costa Rica.
  7. En los últimos siete meses, los diversos factores anotados se mezclaron con algunas cuestiones coyunturales (la situación mundial, el alza en las tasas de interés en Costa Rica) para propiciar un verdadero diluvio de capitales especulativos, sin que nadie mueva un dedo para moderar esa correntada desestabilizadora.
  8. El consecuente desplome del dólar, favorece directamente a la banca privada, cuyo negocio descansa principalmente en los créditos en dólares, y al comercio importador, el cual ha de estar haciendo clavos de oro. También a quienes tienen créditos en dólares, pero ganan en colones, y trae un beneficio más o menos generalizado, a través de la baja de los combustibles.
  9. Pero, en lo fundamental, esto pone en tensión amplios sectores de la economía, vinculados a las exportaciones, el turismo y las actividades e industrias que compiten con productos importados. Asimismo, se agrava la desarticulación interna de la economía, ya que los insumos producidos localmente no pueden competir con los importados. De prolongarse esa situación, ello produciría despidos, quizá cierre de empresas y, seguramente, ralentización, quizá recesión, de la economía.
  10. El Banco Central, feroz guardián de la dogmática ideológica que subyace a este modelo, parece querer darle largas a esto, seguramente con el fin de hacer bajar la inflación, y en bien de la banca privada. El precio a pagar será mayor desempleo.

Dos “magníficas” noticias económicas

Luis Paulino Vargas Solís

Nos anticipa el Banco Central que, al concluir este año, la inflación habrá caído por debajo del 4%, pero, además, nos confirma tan importante entidad pública, que el año pasado se registró un “superávit primario” en las cuentas del gobierno.

Son grandes nuevas, ¿cierto? La verdad, tengo mis dudas.

Empecemos por el segundo aspecto mencionado. Aclaremos, primero, una cosa: decir que hay “superávit primario” no equivale a decir que hay “superávit fiscal”. El “superávit primario” se da si los ingresos exceden de los gastos, pero sin incluir en esos gastos los intereses de la deuda pública. Aunque esto aparenta ser un detalle técnico, en realidad es una burda estratagema ideológica, cuyo propósito es enfocar los recortes y tijeretazos en “todo lo demás”, excepto los pagos por intereses.

Posteriormente sí se consideran los intereses. Volvemos, entonces, a hacer la resta: ingresos menos gastos, pero, ahora sí, incluimos los intereses. Sucede, entonces, que el “superávit primario” se transfigura en “déficit fiscal” (o “déficit financiero”, como le llaman también). Los intereses son los que se encargan de hacer que los números positivos pasen a ser negativos.

Pero aquí lo relevante es que los pagos por intereses son sagrados e intocables. El “dios mercado” decide las tasas de interés, y estas deciden cuánto deba pagarse. Nada más se diga al respecto. Recordemos que ya de previo los machetazos habían caído sobre “todo lo demás”. Algunos ejemplos de “todo lo demás” son: becas estudiantiles, comedores escolares, servicio 911, vivienda popular, albergues infantiles, hogares para personas mayores, instalaciones educativas, etc. etc.

O sea: cuando alguien celebra el tal “superávit primario”, lo que está celebrando es esa salvaje operación de recorte.

Y en cuanto a la inflación: siempre fue clarísimo que el origen de esta era externo, o sea, que era una inflación importada. Por ello mismo, siempre fue clarísimo que, en cuanto la inflación internacional empezara a ceder, también cedería en Costa Rica. Exactamente eso es lo que estamos observando.

Pero lo absurdo de esto es que el Banco Central nos ha sometido a una innecesaria, y perfectamente prescindible, dieta de latigazos, al forzar a una grosera alza de las tasas de interés, lo que, en este contexto, equivale a castigar a Pedrito, por travesuras que hizo Juancito.

Queda claro lo que es bueno para el Banco Central, es dañino para la gente.

Carta de SITRAHSAN al presidente Rodrigo Chaves

Excelentísimo Señor presidente Rodrigo Chaves.

Su persona cuando fungió como ministro de Hacienda, desarrolló una serie de estrategias para mejorar los indicadores fiscales y en su teoría de una planificación tributaria nacional, obtendría en mayor o menor grado incidencia favorable de esos indicadores.

La inflación, el déficit fiscal, la evasión, tema al que se refirió recientemente en un medio de comunicación, y muchos tópicos más ocuparon su atención.

Hoy con la investidura como nuestro presidente, goza de la popularidad y aceptación de muchos y humildes costarricenses, al observar su determinación y coraje para resolver los mal llamados “cuellos de botella” que tienen estancada esta gran nación.

No dudamos que, con su experiencia, como director de una gran orquesta, busque el camino adecuado para llevarnos a los indicadores sociales que ocupa un país en vías de desarrollo, situación desde hace años o lustros pretendida pero difícilmente alcanzada.

Lamentamos en mucho el engranaje jurídico para lograrlo que debe atravesar, pero no dudamos que ciertamente, sin el vil decreto, pueda lograr dicho cometido. Hay medidas administrativas que, con el fundamento jurídico actual, permiten a pesar de las potenciales trabas, seguir avanzando. Nosotros les llamamos, medidas administrativas sobre el marco jurídico vigente.

No obstante lo anterior en el Sindicato SITRAHSAN, como en muchas organizaciones sociales de esta gran nación, nos preocupa el confort de sectores financieros, los cuales hoy día se evidencia el cumplimiento de un delito de “lesa humanidad” y siguen impunes, abrigados en la prescripción pero sobre todo, en la no fiscalización oportuna, porque aquella entidad sea física o jurídica, que violente o eluda el control fiscal y no pague los tributos de una operación financiera, pues simplemente está robándole al pobre, al enfermo en medicina idónea para el tratamiento de su patología, le está robando a las escuelas o la educación misma, por no darles los recursos o nombrar los docentes necesarios, porque al final esos actos reprochables, también tienen consecuencia en que favorecen en mucho la oferta privada y eso no se vale. Por ejemplo, si no hay aulas y la aglomeración de estudiantes supera los 35 en cada aula, muchos pretenderían quizás, mejorar el conocimiento de sus hijos en colegios privados con una atención más personalizada, entre otros flagelos como la seguridad y la salud.

Actuaciones de fraude de simulación, señaladas dentro del injusto penal, impunes no es de recibo Señor Presidente, precisamente, porque a nuestro Ministerio en mucho llegan a dirigirlo banqueros de carrera, y se blindan con normas que hasta con el secreto bancario juegan, y en muchos casos, los obligados tributarios ante la Administración tributaria, presentan estados con un espejo de quiebra, pero cuando ostentan condiciones financieras, presentan un estado de solvencia, liquidez y apalancamiento como la mejor empresa saludable del ramo.

Señor Presidente, las fiscalizaciones a los “poderosos” casi no llegan; algo parece estar mal y debe investigarse, no puede ser quizás que con el estribillo “ facilitación del comercio” no se fiscalice en rojo ni el uno por ciento en materia de comercio internacional, y a lo interno, tengamos un promedio de no menos de 18 mil declarantes por cada auditor fiscal, segregado en mucho en GTs, para un auditor significan 50 o más casos asignados, con capacidad de no más de ocho fiscalizaciones integrales al año de esas 50 grandes empresas tributarias, y si obtiene una simple razón numérica, es de una vez cada seis años poder volver a fiscalizar esa GT, dándole quizás oportunidad, de que lo determinado en la auditoria, se nos vaya diluyendo en el siguiente año, y cuando volvemos a auditarla, ese periodo ya está prescrito, como sucedió con un Banquero, Ex Ministro, según señalan las redes sociales.

Requerimos tecnología, si claro, pero como el TicA al principio dio resultados maravillosos, pero luego se maleo, porque el obligado a pagar los impuestos es vivillo, no ve que eso le genera grandes ganancias, la probabilidad de llegarle a una empresa no supera el 2,5% de riesgo subjetivo, si cambiamos eso, le está dando el Gobierno y con la complacencia de Políticos que no legislan o blindan, una probabilidad de éxito del 97,5% para el delito tributario, la evasión o el fraude mismo, al no poder contratar más personal en fiscalización o mejorar la norma legal.

Señor Presidente, no basta la tecnología sin recurso humano capacitado y bien pagado, no podemos; sólo pensar que auditar las pulperías de barrio es donde está el problema, es donde están los “ huevos de oro” o “clavos quizás “ disfrazados en mucho de normas jurídicas insuficientes en su alcance o competencia, también en sectores blindados en mucho por compadrazgo político, quizás a partir de la amistad de un Ex Director de Aduanas o de Tributación, en fin, nombran Directores que vienen, aprenden y se emiten normas o directrices que luego ellos mismos objetan con conocimiento de causa, ante una operación de control fiscal. Sugerimos aquí se instaure la cláusula de confidencialidad del funcionario Hacendario, de tal manera, que no pueda ejercer actuaciones contra el Estado mismo, si gozó del nombramiento en el Ministerio de Hacienda.

Señor Presidente, tenemos personal nombrado de carrera muy solventes en conocimiento técnico y profesional, pero muchas veces no se les permiten desarrollarse o realizar las actuaciones de la mejor manera, por una legislación tributaria complaciente, por ello; la reforma tributaria es necesaria, para fortalecer la actuación, no con más impuestos, pero si con mejores determinaciones y actuaciones del profesional mismo, en la búsqueda de la verdad real, ante una declaración jurada del sujeto pasivo, y pueda sin mayor dilación hacer efectivo, por tratarse de materia tributaria, hacer más efectivo e inmediato el proceso de determinación y cobro de los tributos determinados al descubierto. Debe revisarse la cuantía de expedientes y montos que representan los expedientes en Cobros Judiciales de este Ministerio. No esperamos se asuste cuando tenga ese detalle.

Señor Presidente, el ROP se está desapareciendo, son billones lo que señalan la estadística, pero creemos eso es mero papel, y estamos frente al ROBO del siglo, mediante artimañas de inversiones fraudulentas o quizás una malversación de fondos y eso debemos detenerlo, y aunque el CONAFIC sea un ente desconcentrado de su actuación como Presidente, permite recurrir al recurso de lesividad en defensa de todos los Costarricenses, y pretender dejar sin efecto acuerdos como el nombramiento de la señora Rocío Aguiar y la posibilidad que los operadores de Fondos de Pensión inviertan en el extranjero esos recursos.

Hay cosas, que pueden salvar al trabajador mismo; las amenazas de un marco jurídico regulatorio para el funcionario público, actor público que se ha visto amenazado constantemente por la “prensa canalla” dejándole como si fuera un mal crónico en la sociedad, debe desaparecer, acaso el médico de la CCSS es malo, el enfermero en la CCSS es malo, el misceláneo de la CCSS es malo, el Policía es malo, el misceláneo en la escuela pública es malo, el chofer de la ambulancia es malo, o el maestro es malo quizás, en fin la pandemia demostró la valía de estos servidores y ellos con recursos limitados que el Estado proveyó, pudieron cumplir a cabalidad esa obligación con la patria, quizás muchas muertes de inocentes se pudieron evitar y el dolor de un hijo al ver a su madre o padre que hoy falta en su casa, porque el Sector Político fue tolerante y no legislar para no tener recursos suficientes y fiscalizar a los “peces gordos” y eso generó la carencia de recursos. Si hubiéramos tomado responsablemente el tema, en materia Tributaria y de control fiscal Costa Rica estaría volando.

Señor Presidente; debemos instaurar un nuevo concepto en la Hacienda Pública, denominado CODIGO PROCESAL TRIBUTARIO, donde los funcionarios del Ministerio de Hacienda, tengamos más competencia territorial o material y atribuciones para que ese ocho por ciento del PIB que se estima es fraude, evasión o contrabando disminuya, ese dinero alguien se lo está embolsando, y se está haciendo millonario a costa del Estado mismo, no es posible observar millonarios en pasarela y saber que viven de cero fiscalizaciones o de vulnerar la norma tributaria, y ostenten en sus mansiones vehículos en ediciones limitadas o de gran valía, o sus yates aparcados esperándolos para atender como reyes su estructura paralela.

Señor Presidente; no estamos en contra de los inversionistas, sanos inversionistas, los que promueven el trabajo de miles de Costarricenses, los que con su visión quizás, desarrollan un proyecto turístico de primer mundo, pero tampoco se vale que se le exonere todo o que simple, como es amigote de “Juan Pérez” ( nombre figurativo) se le brinden todas las facilidades para invertir y después que el país mismo le ofrece un clima político estable y mano de obra calificada, el Estado mismo no tenga garantía del pago de las cargas sociales, y burlen el régimen jurídico con simulaciones constantes que sirven para evitar ser condenados o que el país mismo, no tenga la posibilidad jurídica de aplicar medidas cautelares para garantizar esas deudas, aunque hoy la Ley lo señala, los funcionarios no son suficientes y muchos empresarios se van y dejan cualquier cantidad de “perros amarrados”, hasta las prestaciones de los empleados se van en sus valijas.

Señor Presidente, mucho por hacer ciertamente, muchos sectores que debe volver su mirada, pero el Sector social sindical no es su enemigo, somos vigilantes muchas veces de las “ argollas” incrustadas quizás en una organización publica, que se sirven en bandeja de plata, somos denunciante de actos dolosos, y muchas veces caemos mal por eso, porque muchos dicen, no nos dejan trabajar, y no es eso, es que quizás tengamos más arraigado el nacionalismo mismo, que amamos tanto a nuestra patria, que un “vivazo” nos provoca reproche, porque no es bueno a nuestra óptica, que salgan del país el viernes y regresen el domingo en la tarde, y esa actuación sea reiterada y nadie los investigue, y quizás son personas que ostentan un poder solapado, porque debemos también señalar, que mucho alto funcionario, llegó ahí por méritos propios, sacrificio y amor a la camiseta, y nuestro respeto hacia ellos siempre, no todo está perdido, pero que hay algunas “fichas” en el camino, eso debemos confirmarlo y detenerlo.

Como siempre deseamos éxitos en su gestión, el balance de la deuda, depende en mucho de la estrategia de los eurobonos y la venta de activos según percibimos de los medios de comunicación, pero nosotros desde años atrás hemos propuesto responsablemente, una sana administración tributaria, el golpe a los deudores principalmente hipotecarios es alto con la tasa básica pasiva, podemos de otras maneras obtener ingresos frescos, y es promoviendo la producción local, el trabajo y aquellos sectores que gozan de exoneración, revisarlos para readecuar ese balance.

Por último, recordar el estribillo actual y que palabras más o menos usted dijo en un medio de comunicación creemos, no estamos mal, lo que estamos es mal administrados, no requerimos más impuestos, lo que debemos es recuperarlos.

De nuestra parte decirle, o reiterarle, el frio no está en las cobijas de los proyectos como empleo público o desembolso del ROP, al parecer esas son simples desviaciones mediáticas.

Brasil. Una nueva oportunidad

Lic. José A. Amesty Rivera
Setiembre 2022

Las elecciones generales de Brasil, están previstas que se lleven a cabo el próximo domingo, 2 de octubre de 2022, donde 156 millones de electores brasileños tendrán la opción de elegir Presidente, Vicepresidente y al Congreso Nacional.

De acuerdo con la legislación actual brasileña, el candidato que alcance la mitad más uno, de los votos válidos saldrá vencedor. Si ningún candidato alcanza ese número de votos, habrá una segunda vuelta.

Recordemos los hechos de 2016, cuando luego de un golpe parlamentario contra Dilma Rousseff, Presidenta en ese momento y que interrumpió su mandato, completándose con aquel montaje llamado operación Lava Jato (este involucro a Lula da Silva en supuestos actos de corrupción).

Aquel montaje fue llevado a cabo por el poder judicial y policial brasileño, deteniendo y condenando a Lula da Silva sin pruebas, lo que impidió que este último, participara en las elecciones del 2018, significando el triunfo del ultraderechista Jair Bolsonaro y llegara a la presidencia de Brasil. Este ardid salió como lo habían planeado las elites brasileñas y EEUU.

Más adelante, el 9 de noviembre del 2019, luego de 580 días de detención, la Corte Suprema de Brasil, reconoció la parcialidad del juez del caso en ese tiempo, y autorizó la salida de Lula da Silva.

Durante la gestión de gobierno de Bolsonaro, los adjetivos para significar y definir su régimen son los de, medieval, reaccionario, genocida, anticivilizacional, fascista, extremista, entre otros. A su vez, las mayores preocupaciones de los brasileños/as, de cara a las próximas elecciones, son: el tema económico, el desempleo y la inflación, así como el tema de la salud, según diversos sondeos.

Por ejemplo, según el periodista de la BBC News Mundo, Gerardo Lissardy, «La economía brasileña entró en recesión en 2021 y, la tasa de desempleo cayó a 9,1% en julio, la mejora está lejos de ser percibida por la población en general. El 15% de brasileños (unos 33 millones de personas) pasa hambre y otra cantidad similar sufre de inseguridad alimentaria moderada, de acuerdo con un estudio divulgado el miércoles por la red Penssan. Si a ellos se suma el 28% de la población considerado con inseguridad alimentaria leve, más de la mitad de los brasileños padece o se inquieta en alguna medida por el problema: 125 millones de personas«.

El autor Zainer Pimentel enfatiza, «el actual presidente, Jair Bolsonaro, es tan solo el corolario de un terrible proceso de destrucción del país a todos los niveles: político, institucional, económico y social. Es el fruto de la estrategia política del odio, aplicada por los medios de comunicación tradicionales y las redes sociales, y patrocinada por importantes empresarios del país (con el apoyo abierto de la patronal de la industria FIESP) y con la conveniencia, de todos los poderes de la República«.

Igualmente, según el filósofo Marcos Nobre, «uno de los motivos por el que podría estar fallando la remontada de Bolsonaro es la poca incidencia que tuvo entre los más pobres el Auxilio Brasil, subsidio masivo de 600 reales que comenzó a pagar en agosto con un claro fin proselitista. Los derechistas tienen, sin embargo, algunas armas que pueden influir en el resultado final, como la bajada de línea evangélica«.

Aunque, el escritor Emir Sader, señala: «Lula aún no ganó, pero Bolsonaro ya perdió«. ¿Cuál es la estrategia de Bolsonaro de cara a las elecciones del próximo domingo?

Bolsonaro, provocando a la democracia brasileña, avanza en su escalada militarista y señala que «las fuerzas armadas pueden normalizar a Brasil y que el ministro de Defensa es el más importante de los 23 integrantes de su gabinete, porque tiene la tropa en sus manos«.

Recordemos que Bolsonaro, despidió a nueve de sus 23 ministros, para qué aspirarán a cargos electivos, y comenzó a perfilar su fórmula militar, junto al saliente ministro de Defensa, general Walter Souza Braga Netto, a la vez que reiteró sus críticas a la Justicia electoral y a la Corte Suprema y asoció a la izquierda a la corrupción desenfrenada que hubo en Brasil, en abierta alusión a Lula da Silva, según la autora Juraima Almeida.

Según Gerardo Lissardy, «en los actos de Bolsonaro es común ver carteles pidiendo «intervención militar» y el mes pasado agosto 2022) la policía registró las casas de empresarios simpatizantes del presidente por discutir en WhatsApp sobre la posibilidad de un golpe de Estado, aunque ellos niegan haber cometido delito alguno. Las Fuerzas Armadas ganaron protagonismo en el gobierno de Bolsonaro, un excapitán del Ejército que ha expresado nostalgia por el régimen militar que gobernó Brasil entre 1964 y 1985 y ha elogiado a uno de los torturadores de ese régimen. Para estas elecciones, los militares plantearon cuestionamientos a la justicia electoral sobre las urnas electrónicas y prevén hacer un seguimiento propio del escrutinio, algo también novedoso en el país«.

Ahora, ¿cuál es la estrategia de Lula da Silva, para enfrentar este aspecto militarista de Bolsonaro?

Para alejar a los militares del gobierno, Lula ha montado una coalición de partidos que van desde la izquierda hasta el centro, aunque se reconoce que muchos estén en contraposición al PT, pero, Lula es consciente que no solo basta con ganar, sino que necesita estabilidad política, le interesa que todos estén unidos en defensa de la democracia y el respeto a las reglas del juego constitucional, sin duda, no es tarea fácil.

Según, Zainer Pimentel, para parar a Bolsonaro, «la estrategia es movilización popular en defensa de la democracia y justicia social, cosa que solo Lula da Silva es capaz de crear entre los sectores que le apoyan«.

¿Cuál es la situación electoral ahora?

Muchos ciudadanos/as brasileños recuerdan y añoran los años de 2003 a 2010, cuando Lula gobernó en medio de unas excelentes condiciones económicas (altos precios de las materias primas), donde millones de personas subieron a la escala de clase media, por medio de programas sociales del gobierno, quizás es por esto que recientemente Lula ha tenido un repunte en la aceptación electoral.

Según los diarios Folha de San Pablo y el grupo Globo de Brasil, según las últimas encuestas, «el cambio favorece a Lula, que asciende por primera vez desde hace varios meses, pasando de 45% a 47%, mientras Bolsonaro se estanca en 33%. Y lo más importante: al contabilizar el voto válido, es decir, excluyendo los nulos y blancos, la cosecha del candidato del PT asciende al 50% lo cual le permitiría ganar la presidencia en primera vuelta. Prácticamente, los mismos números brindó otra encuestadora que publicó su estudio el lunes, el IPEC (Inteligencia en Pesquisa y Consultoría Estratégica)«.

No obstante, aunque las últimas encuestas le dan una ventaja de varios puntos porcentuales sobre Bolsonaro, Lula da Silva sabe de lo determinante que son las fake news en internet, producidas desde el despacho controlado por Carlos Bolsonaro (hijo del presidente). De hecho, la avalancha de noticias falsas en las redes sociales, fueron en 2018, las grandes responsables por la victoria Jair Bolsonaro sobre el candidato del PT, Fernando Haddad.

Finalmente, llegamos a dos conclusiones: la primera es que, para Lula da Silva, «derrotar a Bolsonaro en las elecciones también debe significar la derrota política de los militares, comprometidos con la candidatura de Bolsonaro, con un militar retirado. Ese es el desafío que enfrentará la generación actual de brasileños, de la mano del dos veces presidente Lula da Silva. La democratización en Brasil también debería significar la derrota política de los militares y la desmilitarización del Estado brasileño«, según la investigadora Juraima Almeida.

Y segundo, según Vijay Prashad, historiador, periodista y editor indio, en conversaciones con Dilma Rousseff y Fernando Haddad indica: «las condiciones internacionales para una tercera presidencia de Lula son providenciales, me dijo Rousseff. Un amplio abanico de gobiernos de centro-izquierda ha llegado al poder en América Latina (incluidos Chile y Colombia). Aunque no sean gobiernos socialistas, sí están comprometidos con la construcción de la soberanía de sus países y con la creación de una vida digna para sus ciudadanos.

Brasil, el tercer país más grande de América (después de Canadá y Estados Unidos), puede desempeñar un papel de liderazgo en la orientación de esta nueva ola de gobiernos de izquierda en el hemisferio, dijo Rousseff. Haddad, por su parte, me dijo que Brasil debería liderar un nuevo proyecto regional, que incluirá la creación de una moneda regional (el sur) que no solo pueda utilizarse para el comercio transfronterizo, sino también para guardar reservas. Haddad es actualmente candidato a gobernador de São Paulo, cuya principal ciudad es la capital financiera del país. En opinión de Haddad, una moneda regional de este tipo solucionará los conflictos en el hemisferio y creará nuevos vínculos comerciales que no tengan que depender de las largas cadenas de suministro desestabilizadas por la pandemia. «Si Dios quiere, crearemos una moneda común en América Latina, porque no debemos depender del dólar», dijo Lula en mayo de 2022«.

Un comentario y pregunta del portal Página 12 es: «perdiendo en primera o segunda vuelta, Bolsonaro tendrá tres o dos meses en la presidencia. Y la gran pregunta es: ¿qué hará de aquí al primer día de 2023, cuando perderá el derecho de depositar el trasero en el sillón presidencial«?

Esperamos que las elecciones en Brasil, transcurran en un ambiente de paz, y la vez, Lula da Silva resulte ganador, por el bien del pueblo brasileño y latinoamericano.

 

Imagen tomada de http://www.nuevospapeles.com

Tiempos líquidos… ¿QUO VADIS UTN?

Luis G. Martínez Sandoval.

MBA Lic. Bach. Luis G Martínez Sandoval
Académico Universitario,
Ex Integrante Comisión de Vinculación con los Sectores Productivos y,
Comisión de Trabajos Finales de Graduación COEX, AA
Sede Central UTN www.utn.ac.cr
Secretaría de Organización y Conflictos, Seccional Sindical Nacional ANEP UTN
Ex Funcionario Banco Mundial IFC Sede Ecuador y, América Latina,
Escritor, Científico Social

I

¡Estos son TIEMPOS LÍQUIDOS!… Hemos pasado de una sociedad solidificada a una líquida. Las formas se descomponen y se derriten. Eduardo Galeano, pensador latinoamericano, se preguntaba muchas veces a lo largo de su existencia: ¿Qué sería hoy del mundo sin la utopía? ¿Para qué nos sirve la utopía?  “La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar”, señaló Galeano el autor del famoso libro Las Venas Abiertas de América Latina. La utopía es “la representación de una idea o sociedad en su forma perfecta, ideal y sin fallos”.  Requiere rebeldía para construirla… esa rebeldía que nos explicó Albert Camus.

De los extractos de El Derecho al Delirio, del mismo Galeano, retomo unas partes: “¿Qué tal si deliramos por un ratito? ¿Qué tal si clavamos los ojos más allá de la infamia para adivinar otro mundo posible?  El aire estará limpio de todo veneno que no provenga de los miedos humanos y de las humanas pasiones. En las calles los automóviles serán aplastados por los perros. La gente no será manejada por el automóvil, ni será programada por el ordenador, ni será comprada por el supermercado, ni será tampoco mirada por el televisor. En ningún país irán presos los muchachos que se nieguen a cumplir el servicio militar sino los que quieran cumplirlo. Los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo, ni llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas. Los cocineros no creerán que a las langostas les encanta que las hiervan vivas. Los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos. Los políticos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas. La comida no será una mercancía ni la comunicación un negocio, porque la comida y la comunicación son derechos humanos. Los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura porque no habrá niños de la calle. Los niños ricos no serán tratados como si fueran dinero porque no habrá niños ricos. La educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla y la policía no será la maldición de quienes no puedan comprarla. Serán reforestados los desiertos del mundo y los desiertos del alma. Seremos compatriotas y contemporáneos de todos los que tengan voluntad de belleza y voluntad de justicia, hayan nacido cuando hayan nacido y hayan vivido donde hayan vivido, sin que importe ni un poquito las fronteras del mapa ni del tiempo. Pero en este mundo, en este mundo chambón y jodido seremos capaces de vivir cada día como si fuera el primero y cada noche como si fuera la última.”

Zygmunt Bauman, es de lo que quiero reflexionar en este articulo quien hoy al igual que ayer es una luz en la oscuridad posmoderna y lectura obligatoria. Bauman, nos hace pensar al igual que Galeano que la utopía aún es posible y necesaria. Y, que esta utopía debe ser la misma del Guardabosques y del Jardinero… Pero no la del Cazador.

II

La vida líquida moderna tiene sus miedos. La humanidad está en constante movimiento. El Estado y, la democracia hace la gestión de los miedos. Estamos separados pero juntos. La utopía sigue vigente en la época de la incertidumbre. Todo está interrelacionado. Hemos pasado de una sociedad solidificada a una líquida. Las formas se descomponen y se derriten. Las estrategias a largo plazo se caen y se sustituyen por el aquí y ahora. Hay una separación entre poder y política. Estamos frente a la ausencia del control político. Se debilita el Estado – nación y surge la externalidad y la subsidiariedad. Todo queda a las fuerzas del mercado. Hoy comunidad es un concepto que suena vacío. Los seguros públicos y la solidaridad se derriten. La red de seguridad se vuelve frágil y provisional.

III

Los caprichos del mercado laboral premian la competitividad, productividad, la eficiencia, la eficacia, la efectividad, pero no la colaboración, cooperación y el trabajo en equipo. Colapsa el pensamiento y la planificación a largo plazo y da paso a los proyectos de corto plazo y los episodios. La vida se fragmenta. Se olvida por completo todo pasado. Circunstancias insoportablemente volátiles y cambiantes van en la espalda de los ciudadanos. ¿Cómo modifica todo ello a hombres y mujeres?

IV

Todo el planeta está atravesado por autopistas de información. El sufrimiento humano producto de la Guerra en Ucrania, el Cambio Climático y sus efectos irreversibles, el conclave de la Iglesia Católica para definir su futuro, las 2.051 pruebas nucleares en todo el mundo 500 veces más fuertes que la primera bomba atómica, la búsqueda de los 17 Objetivos del Desarrollo Sostenible, la lucha por el presupuesto para educación superior universitaria, el papel del Consejo Universitario y la Democracia Participativa con Voto Directo en la Universidad Técnica Nacional, todo “ingresa a nuestros hogares” a través de redes sociales. La justicia deviene en una utopía. Y afuera un planeta abierto a la circulación de capitales y mercancías. La globalización arrasa todo. Nadie controla ni entiende lo que está sucediendo. La élite gobierna y va por el destino imaginario. Los pobres ponen la delincuencia y caos. El G-7 liderado por un imperio en decadencia Estados Unidos decide el destino manifiesto en alianza con el BM, FMI, OMC y la OTAN. El mercado sin fronteras una receta perfecta para la injusticia y el desorden mundial. Inter arma silent leges. (Las leyes se quedan mudas ante las armas)

V

La profecía se ha cumplido: las instituciones tienen las tendencias a socavar los derechos civiles y políticos. El miedo se desarrolla… y el caos emerge. Se perpetúa y refuerza. Y los golpes del destino donde los seres humanos son incapaces de predecirlos. La sociedad distópica y fatalista tiene sus características (propaganda, se restringe la información, hay una imagen o persona suprema, vigilancia, miedo al mundo exterior, condiciones infrahumanas, lo diferente es percibido como una amenaza y la sociedad es una ilusión de utopía). El progreso, es una pesadilla de quedar rezagado, perder el tren, caer de una ventanilla de un vehículo a alta velocidad… Nos centramos en aquello que podemos influir. Y todos hacemos sexo sin protección y aumenta más la población mundial. Las inseguridades y el temor explotan los miedos… Surge el capital del miedo donde los ciudadanos – ovejas son protegidos de los delincuentes lobos por policías-perros pastores. Y el Estado Social se derrite…

El mercado es un pedófilo puesto en libertad, un asesino en serie, un envenenador, un terrorista. Las grandes ideas han perdido credibilidad y el miedo es lo único que queda. El Estado social se sustituye por el Estado Penal. La solidaridad social se cambia por la responsabilidad individual. El veneno del miedo corre…La lucha es por el desempleo y la inflación. La ley y orden aumentan la popularidad del terrorista y surgen las víctimas y los daños colaterales. Estamos en guerra. La guerra contra el terrorismo ha fracasado y solo sirve para fomentar el complejo militar industrial de venta de armamentos. Y ello por el ODIO que no ha muerto. Vivimos un mundo donde nadie o casi nadie cree que cambiar la vida de los otros sea importante para la propia vida. La solidaridad es difícil de practicar.  Gobernar desde el Estado es hacer gestión de crisis ante las distintas emergencias para seguir en el gobierno. El Estado deviene en un Estado de Seguridad Personal. Hay que reunir la política y el poder para garantizar la seguridad social. Y esto debe ser a escala planetaria. Los problemas locales solo se solucionan globalmente. DEMOCRACIA Y LIBERTAD están amenazadas. El miedo es un demonio que habita en nuestra sociedad. Inseguridad, incertidumbre e impotencia perdimos el poder como individuos, grupo y colectividad. El demonio del miedo no podrá ser exorcizado. El capitalismo devoró todo a su paso y su energía vital está en la liquidación de activos públicos. La TIERRA es adicta a los fertilizantes y los pesticidas. El agua está contaminada. El ser humano es superfluo en el capitalismo global o desperdicio humano. La plenitud del planeta está en función que los mercados globales (laborales, financiero, de bienes de consumo) funcionen y en la búsqueda de los seres humanos superfluos. Un ejército de reserva de la mano de obra. La globalización genera víctimas, apátridas y sin techo… La vida líquida es permanentemente transitoriamente. La élite global se mueve fuera del alcance del control humano. Es demasiado poderosa para enfrentarse a ella y retarla…

VI

Las fronteras ahora son NOSOTROS Y ELLOS.  El Estado, la democracia y la gestión de miedos. El núcleo central del Estado Social era la protección y no redistribución de la riqueza. Uno no puede estar seguro de sus derechos personales a menos que pueda hacer valer sus derechos políticos. Hoy hay quienes quieren limitar el derecho al voto directo y limitar el sufragio a unos cuantos privilegiados. Erigiéndose en patrones y señores feudales. Hoy se oponen con uñas y dientes a ampliar el sufragio universal a cualquiera que no forme parte de los que lo tenían y siguen teniéndolo en un pequeño grupo

Un ejemplo de NOSOTROS Y ELLOS. En la UNIVERSIDAD TECNICA NACIONAL en pleno Siglo XXI donde afuera votan cada cuatro años con solo tener la edad de 18 años y cedula de identidad, adentro de la UNIVERSIDAD TÉCNICA NACIONAL, el voto solo lo ejerce un grupo que tiene propiedad (una minoría insignificante). Ampliar el sufragio para ELLOS (las actuales autoridades universitarias) es una agresión contra la democracia. En la UTN la democracia sigue siendo una aventura selectiva y rigurosamente limitada. El DEMOS Y CRATOS está restringido a UNOS POCOS PRIVILEGIADOS Y CON ELLO SE EXCLUYE Y DISCRIMINA. ¡La democracia representativa es una gran farsa! En nuestra alma mater a trece años de su creación NO EXISTE la igualdad de derechos político electorales para hombres y mujeres y ni siquiera el derecho al voto directo para los interinos, a plazo fijo o plazo indefinido. Los Interventores y los de Confianza guiados por el amiguismo ejercen el derecho a voto. Los derechos políticos son y deben ser para todos y todas. Muchos de los Docentes Interinos de nuestra universidad no son admitidos en el exclusivo CLUB DE LOS ELECTORES UTN quienes ejercen el veto de la admisión. En la UTN hay un rótulo en la puerta de entrada: “Nos reservamos el derecho de admisión al CLUB DE ELECTORES” La democracia participativa en la UTN devino hacia un régimen feudal esencialmente elitista. Restringir el sufragio solo abre el camino a la revolución para garantizar el VOTO DIRECTO PARA TODOS Y TODAS. ¡TODAS las elecciones se han realizado en la UTN sin la concurrencia adecuada y sin una verdadera legitimidad democrática! ¡No ha habido en 13 años padrón válido ni candidatos legitimados! Sin derechos políticos no hay derechos personales. Y, por tanto, el REGLAMENTO PARA PROCESOS ELECTORALES TEUTN como el CÓDIGO DE DEBERES ÉTICOS Y PROFESIONALES DE LOS FUNCIONARIOS DE LA UNIVERSIDAD TÉCNICA NACIONAL (Aprobado por el Consejo Universitario según acuerdo No. 07-17-2015, Acta No.17- 2015, de la Sesión Ordinaria No. 17-2015, celebrada el 13 de agosto de 2015) se convierte en una gran farsa, un sofisma, un sepulcro blanqueado, un mercader en el templo y una mentira institucional. Los DOCENTES INTERINOS no son sujetos de derechos político electorales en la UTN. Y las autoridades universitarias todos en general pero específicamente los Sres. Decanos de Sedes están gestionando el miedo para no ir hacia el VOTO DIRECTO. Esta exclusión y este callejón sin salida ya pronto encontrara su grieta… ¿QUO VADIS UTN?

VII

Separados, pero juntos nos dice Zygmunt Bauman. Hay una desconexión social entre espacios. Espacios y personas socialmente cercanas son social y económicamente distantes. NOSOTROS Y ELLOS. Orden y tierra salvaje. Paz y guerra. La ciudad es peligro a los de afuera. En la ciudad se vive la civilización y la barbarie. Y se apuesta por la seguridad privada. Amigos, enemigos y extraños se mezclan en las calles de la ciudad. La guerra contra la inseguridad. Trincheras armadas, búnkeres fortificados. Habitantes urbanos adictos a la seguridad, pero inseguros de ella. Vigilancia permanente. Guetos urbanos voluntarios e involuntarios. Tolerancia cero entre los guetos y los barrios de las élites. La pesadilla de las élites. Dos categorías de ciudadanos. Dos mundos separados y aislados. Las élites urbanas no están interesadas en asuntos de la ciudad. Los habitantes del nivel inferior siguen siendo locales y en lucha por la supervivencia cotidiana. El alejamiento y lejanía es la esencia de la ciudad. La élite urbana vive de la seguridad, vallas y muros, guardias jurados. Que separan los de adentro de los de afuera. El gueto de los ricos y poderosos esta adentro y afuera el gueto de los excluidos y marginados. Pero las ciudades son peligro no seguridad. Es la vida en el mundo de la modernidad líquida…La Arquitectura construye pequeñas fortalezas compactas para la élite global supraterritorial situados en algún lugar de ninguna parte. Ellos tienen la posibilidad de mudarse a cualquier lado, pero los de afuera no. Las ciudades contemporáneas son el escenario y campo de batalla donde los poderes globales y los sentidos e identidades chocan y luchan y buscan acuerdos. Las ciudades se han convertido en el vertedero de problemas engendrados y gestados globalmente. Hemos sido engendrados globalmente. Indefensas ante el torbellino global, las personas se aferran a sí mismas.  El espacio de flujos urbanos tiene un peligro la desconexión. Las ciudades son espacios donde los extraños viven y conviven en estrecha proximidad. Desconocidos llenos de incertidumbre, ansiedad, angustia y agresividad. La ubicua mixofobia urbana. Barrios violentos. Calles de mala fama. Escalada de tensiones. Surgen las islas de similitud e igualdad en medio del mar de la diversidad y la diferencia. El entorno urbano es una fuente de temores. La mixofobia y la mixofilia coexisten en todas las ciudades, pero también se hallan en el interior de cada uno de los habitantes. El nacimiento de los miedos es la incertidumbre existencial. Las ciudades son vertederos de problemas producidos globalmente.

VIII

La utopía en la época de la incertidumbre. Los golpes del destino que llegan sin avisar. NADIE ESPERA UN RELÁMPAGO EN UN CIELO SIN NUBES – eso es el Virus COVID – 19- Los reveses, la irregularidad, lo desagradable llega de cualquier parte de forma imprevisible y nos deja indefensos. LA INCERTIDUMBRE QUIERE DECIR MIEDO. El mundo perfecto debe contener alguna medida de imperfección.  Y surge la utopía en un mundo donde no se concibe sin utopía. La utopía son liebres mecánicas perseguidas por perros de carrera. Caricaturas de sueños no paraísos soñados. La utopía es el principio de todo progreso y el ensayo de un futuro mejor. Actuar como el GUARDABOSQUES para defender y proteger el equilibrio natural. Los JARDINEROS representan la Utopía al máximo. Pero al CAZADOR le da igual el GUARDABOSQUES y el JARDINERO. ¡HOY TODOS SOMOS CAZADORES! Ese mundo posible de cambiar para vivir mejor no es posible por la inseguridad que ha venido para quedarse suceda lo que suceda. La adicción a las relaciones tóxicas, el alcohol, la nicotina, los psicofármacos, la cafeína, los opiáceos, los esteroides, el cannabis, la pornografía y sexo con o sin protección, el juego a las apuestas deportivas, póker, ruleta, tragaperras, la comida, las nuevas tecnologías, las compras, el trabajo, las adicciones emocionales nos hace huir, escapar para obtener la salvación y la redención hacia una tierra prometida que no existe. Hemos caído en la utopía de los cazadores. La caza se convierte en una obsesión, una compulsión y una adicción. La utopía del cazador es el sueño de un trabajo sin final. Se vive dentro de la utopía. El infierno de los vivos no es algo por venir, ya existe aquí, habita en nosotros o lo aceptamos o le abrimos el espacio. Se vive en una sociedad de cazadores.

Zygmunt Bauman hoy al igual que ayer es una luz en la oscuridad posmoderna y lectura obligatoria para los que no podemos dormir en medio de la pandemia que no se ha ido. Y, en estos TIEMPOS LÍQUIDOS donde las formas se descomponen y derriten nos preguntamos una vez más:

¿QUO VADIS UTN?

Referencias:

Este articulo está basado en el libro Tiempos líquidos (2007) de Zygmunt Bauman (Poznan, 1925 – Leeds, 2017) que es profesor emérito de Sociología en la Universidad de Leeds, ciudad en la que vive hace más de treinta años. Atrás quedó su Polonia natal, de donde huyó con su familia del terror nazi de 1939, rumbo a la Unión Soviética. Tras su paso por el ejército polaco en el frente ruso, regresó a Polonia y fue profesor en la Universidad de Varsovia durante años, pero una feroz campaña antisemita le hizo exiliarse de nuevo en 1968. La Universidad de Tel Aviv fue su destino, tampoco definitivo, porque también ha impartido clases en Estados Unidos y Canadá. Tres años más tarde se instaló en Gran Bretaña, donde sigue viviendo. A lo largo de su carrera, ha intentado desarrollar una sociología crítica y emancipadora. Ha publicado recientemente en España: Amor líquido: acerca de la fragilidad de los vínculos humanos (FCE, 2005), Europa, una aventura inacabada (Losada, 2006), Ética posmoderna (Siglo XXI, 2006), Tiempos líquidos (Tusquets, 2007), Vida de consumo (FCE, 2007) y Libertad (Losada, 2008). En 2010 recibió junto a Alain Touraine el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades.

 

Compartido con SURCOS por el autor.

Para compensar la inflación

Álvaro Vega Sánchez.

Por Álvaro Vega Sánchez, sociólogo.

El 1% tiene lo que el otro 99% necesita.
Joseph Stiglitz

Se ha aprobado un raquítico aumento del 1.24 % al salario del sector privado que no compensa la creciente inflación. Se reduce, así, el consumo básico de las familias con impactos negativos en la salud, especialmente en una adecuada y necesaria nutrición infantil. Y, en un contexto donde el desempleo no da señales de reducción significativa, el problema se agudiza. Urgen medidas como eliminar el IVA del 1% a la canasta básica, aumentar razonablemente el salario del sector privado y descongelar los aumentos de salarios del sector público.

Para compensar la inflación hay que aplicar la ley de “chucho el roto”: quitarles a los ricos para darle a los pobres, así de fácil. Aplicar un impuesto del 1% al sector de las grandes empresas nacionales y de las zonas francas, como se ha propuesto reiteradamente, y un impuesto a los bienes improductivos, además intensificar las medidas de control y cobro tributario a las grandes empresas que declaran cero ganancias. Asimismo, cerrar los portillos de la corrupción público-privada, que como en los caos de cochinilla, diamante y tantos otros más han sangrado las arcas del Estado.

Dejémonos de esos discursos de “no más impuestos”, que reiteran a voces los neoliberales, mientras el pueblo soporta el peso de uno de los peores impuestos: la inflación. Ese es un discurso hueco y politiquero. Por otra parte, un Estado endeudado no puede hacer chocolate sin cacao, y el cacao está en muy pocas manos.

Para situaciones extraordinarias medidas extraordinarias, se nos dijo en tiempo de pandemia. Y, claro, se tomaron esas medidas, inconstitucionales la mayoría, con el consentimiento de la Sala IV que se convirtió en el brazo derecho del gobierno de Carlos Alvarado. Así, nos recetaron un plan fiscal para que los ricos pagaran impuestos como pobres y los pobres como ricos. Aprobaron una ley anti-huelgas, criminalizando la protesta social y poniendo una mordaza al pueblo, para que se quede en casa. Aprobaron una ley para cobrar una segunda o tercera contribución solidaria a las mal llamadas “pensiones de lujo”, para no tocar a las verdaderas pensiones y salarios de lujo, como las pensiones de políticos que no cotizaron y salarios como el de la misma superintendente de pensiones.

Sí, llegó la hora de las medidas extraordinarias. Si somos uno de los países más desiguales del mundo, es porque la plata se ha concentrado en una élite intocable. Por ese camino no nivelamos la cancha. Y, para continuar sosteniendo lo insostenible, se nos obliga a endeudarnos más. Es decir, se continúa favoreciendo a las grandes empresas e instituciones financieras que siguen haciendo clavos de oro, y no se ven las medidas para que sean ellas las que paguen una porción significativa de esa deuda, como debe ser.

Por su parte, viejos y nuevos partidos vuelven a la retahíla neoliberal de la reducción del gasto público. No se cansan de repetir que el causante de la crisis fiscal y de todas las crisis es el sector público. Ya no se mencionan las exoneraciones, amnistías y evasiones de impuestos del sector privado. Y la corrupción institucionalizada solo lleva el sello de lo público. Proteccionismo extralimitado al sector privado, parar continuar por la senda de la desigualdad y el endeudamiento.

El país está a punto de arder, aún y cuando se cifran esperanzas en la nueva administración por algunas señales positivas. No se pueden postergar medidas serias y extraordinarias que atiendan, ya, las dolencias de un pueblo que ha sido valiente y solidario para encarar las crisis sanitarias, de desempleo y de alto costo de la vida. Pero, este pueblo está tocando techo.  “Más vale prevenir que lamentar”. Manos a la obra.

Regla fiscal + Inflación alta: la tormenta perfecta para reducir el gasto público operativo

Francisco Esquivel
Economista

La regla fiscal es una limitación al gasto público aplicada férreamente sin importar las consecuencias de tal restricción. No importa si los niños pobres se quedan sin alimentos, o los ancianos pobres sin su pensión no contributiva, o si los acueductos rurales se paralizan, o si el PANI no puede dar protección a los niños en riesgo. Incluso, se llegó a pensar, en algún momento, que, si el país se quedaba sin censo o sin el servicio 911, tampoco era relevante para esta regla. Lo que vale es detener al “peligro” de la economía: el gasto público. Es el enfoque liberal en su esencia pura.

Reconocer lo anterior no quiere decir que no se tenga clara la importancia del control del gasto. Pero, la gestión del gasto debe ubicarse en una visión amplia de las finanzas públicas. El déficit fiscal de Costa Rica es importante. Amerita un programa urgente que combine equilibradamente el control riguroso del gasto y las acciones firmes para incrementar el ingreso. Sin embargo, eso no justifica caer en la visión anti estatista que está en la base de la regla fiscal. Cuando el enfoque liberal orienta la política fiscal, la disminución del gasto predomina sobre el incremento del ingreso. El siguiente editorial ilustra este enfoque reduccionista, limitado sólo a la baja del gasto:

“La Contralora, Marta Acosta, advirtió de “riesgos y efectos muy serios” para las finanzas públicas si el Ejecutivo relaja los límites de la regla fiscal, …, con lo cual se alejaría la meta de sostenibilidad fiscal …

Acosta se ha caracterizado por su celosa defensa del equilibrio fiscal y la racionalización del gasto… Ha sido consecuente con esa conducta durante una década al frente de la Contraloría… La credibilidad proporcionada por ese historial aconseja prestar atención a sus más recientes advertencias.” (Editorial de La Nación, 2 de julio de 2022)

Racionalizar el gasto para este medio de comunicación es bajar el gasto, lo cual es un concepto bastante estrecho del término. La regla fiscal no tiene nada sobre la eficiencia, ni el impacto, ni la calidad del gasto. En ese sentido, es clara la obsesión de bajar el gasto por parte de la Contralora y del periódico, como única alternativa para lograr el “equilibrio fiscal”. No hay nada en este enfoque sobre la mejora de ingresos, ni sobre la reingeniería de la deuda pública, en particular sobre el pago de intereses.

Este enfoque ha predominado en los últimos años en la dinámica hacendaria. Se ha producido un recorte importante del gasto combinado con acciones muy limitadas en materia de ingresos. En ese contexto, se han impulsado acciones para aumentar la carga tributaria de los grupos de ingreso medio y bajo; sin afectar significativamente a los segmentos de ingreso alto. Por lo tanto, bajo el dominio de la visión liberal, el equilibrio de la gestión de las finanzas públicas se pierde, y la obsesión por reducir el gasto impide una acción integral de la política fiscal. En un artículo anterior analizamos esto con detalle (https://surcosdigital.com/la-regla-fiscal-un-fundamentalismo-financiero-que-se-debe-eliminar/).

En los primeros años de aplicación de la regla fiscal, este procedimiento ha operado en “modo suave”. Los efectos más llamativos de esta regla se han visto en programas aislados, lo que se ha interpretado como leves inconvenientes que es posible corregir aplicando excepciones puntuales. Ese es el caso de la polémica reciente sobre el gasto del PANI. Hacer un ajuste en la forma de operación de la fórmula, mediante un decreto presidencial, es un alivio que no es despreciable, en el corto plazo. Sin embargo, el alivio es transitorio porque no afecta la esencia de la regla. En la Asamblea Legislativa se habla de aprobar una excepción de la regla fiscal para el caso del PANI. ¿Qué se haría si luego hay problemas con el gasto del MEP, o con el MOPT, o con el FEES, o, en general, con el pago de salarios? ¿Se aprobarían más excepciones? Hay que ser realistas, la nave de la regla fiscal ya está mostrando filtraciones que llaman a la reflexión. Tarde o temprano, el agua que entre a esta nave la puede llevar al hundimiento. Pero, más allá de esos episodios pasajeros, la potencia demoledora del procedimiento aún no ha operado. El poder de destrucción de la regla aparece cuando se produce una inflación alta, como está sucediendo en este momento.

El mecanismo de la regla es muy sencillo: se establece un nivel máximo de la deuda del Gobierno que se calcula como porcentaje respecto al Producto Interno Bruto (PIB). La política fiscal actual lo define como el 60% respecto al PIB. Si el monto de la deuda sobrepasa ese nivel, se activa una “cláusula gatillo” que frena el gasto. ¿Cómo se definió ese porcentaje crítico de la deuda? Arbitrariamente. ¿Por qué no un 80%, o un 40%? En Japón ese indicador llega a 256%. En Estados Unidos el indicador asciende a 133%, mientras en Canadá equivale al 116%. Estos países aplican políticas de ingreso y de gasto para reducir los déficits; pero no se amarran a la rigidez de una regla fiscal como la costarricense, que opera en función del porcentaje de la deuda respecto al PIB.

En este momento, el indicador de deuda respecto al PIB es levemente superior al 65%. Por lo tanto, se aplica el freno de la siguiente manera: el gasto sólo puede crecer en un porcentaje equivalente al 65% del promedio de crecimiento del PIB, a precios corrientes, de los últimos años. Para 2022 tal freno se traduce en un crecimiento máximo del 1,96% del gasto total del Gobierno Central.

Dado lo anterior, el procedimiento de la regla fiscal contiene un primer truco: se amarra el freno del gasto a un “indicador duro” que se sabe no va a bajar en varios años. Las últimas estimaciones del Banco Central de Costa Rica muestran que, al menos, hasta el 2027, el indicador estará por encima del 63%. En consecuencia, se tiene la excusa perfecta para frenar el nivel del gasto hasta niveles insospechados. Cuando el indicador vuelva a su “nivel normal” del 60% será tarde: varias, o muchas funciones habrán sido desmanteladas. Incluso, podría suceder que el déficit fiscal se elimine en pocos años, pero el nivel de la deuda todavía supere el fatídico 60% respecto al PIB. En consecuencia, tendríamos el absurdo de que el gasto se sigue recortando, aunque no habría déficit.

Sin embargo, lo mejor de la pirotecnia fiscal, basada en esta regla, no ha llegado. En 2022, debido a las presiones internacionales, la inflación dejó la zona de confort de los años anteriores, cercana a cero, pasando a experimentar niveles altos, llegando ya a los dos dígitos. Para el mes de junio, el INEC reportó una inflación interanual del 10%. Mientras continúen las presiones de precios externos, y el Banco Central mantenga su intervención moderada en el mercado cambiario (lo que propicia un tipo de cambio alto, cercano a la barrera de los 700), la inflación nacional mantendrá una tendencia al alza. Esto hará que la regla fiscal muestre sus dientes. Los ingresos obtenidos por el IVA y el impuesto sobre la renta se ajustarán a los nuevos niveles de inflación. Estos impuestos, que representan el 70% de la recaudación total, aumentaron considerablemente en 2021. Y ahora, con la inflación alta, crecerán mucho más. El aumento de precios genera un nivel de ventas más alto para las empresas, por lo que la declaración del IVA subirá en esa proporción. Algo similar sucederá con el impuesto sobre la renta ya que las utilidades de las empresas y de los proveedores de servicios (como los profesionales) también subirán en términos monetarios. Por lo tanto, cambiará la relación de los ingresos del Gobierno Central con el gasto que está frenado por la regla fiscal.

La siguiente ilustración describe cómo se transformará la dinámica fiscal. En la parte superior izquierda se observa la clave de la regla fiscal, operando con inflación alta. Aparece un segundo truco, de naturaleza monetaria. En los próximos años el gasto podrá crecer alrededor de un promedio de 2,6% (de acuerdo al promedio de crecimiento del PIB de los años anteriores). Sin embargo, los ingresos crecerán al ritmo del aumento de los precios. Si la inflación se mantuviera cercana a los dos dígitos, en los años siguientes, se producirá una ganancia significativa para el Ministerio de Hacienda. Tendríamos una ventaja de los ingresos, creciendo a un ritmo parecido al 10% anual, frente a los gastos, aumentando al 2,6% por el efecto de la regla fiscal. Tigre suelto contra burro amarrado. Así, se entiende por qué, es útil para el Ministerio de Hacienda frenar al máximo el gasto con base en la regla fiscal, mientras cosecha una recaudación apreciable, gracias al efecto de la inflación alta.

Ilustración: El panorama previsible de la regla fiscal

En la parte superior derecha de la ilustración observamos el impacto de este fenómeno en los saldos financieros del Gobierno Central. Los datos que se presentan ahí son resultado de un ejercicio de simulación realizado por el autor de este documento. Al frenarse los gastos mientras los ingresos crecen al ritmo de la inflación alta, en primer lugar, el saldo primario pasará de déficit a superávit (representado mediante una línea negra). El saldo primario es la resta de los ingresos menos los gastos sin considerar el pago de intereses de la deuda. El dato de la ilustración para 2021 es lo que sucedió efectivamente con este saldo: su valor fue levemente deficitario. Para los siguientes tres años el saldo debería pasar a un superávit creciente porque los ingresos crecerán muy rápido frente al gasto frenado por la regla fiscal.

Este resultado positivo influirá en el saldo financiero, que sí considera el pago de los intereses. Tal saldo se muestra a través de una línea roja. En 2021 este saldo, o déficit fiscal, llegó al 5% respecto al PIB. El pago de intereses de la deuda equivale a un porcentaje parecido a ese déficit, por lo que se convierte en la explicación del déficit del Gobierno Central. Al aumentar tan rápidamente el superávit primario permitirá la reducción también acelerada del déficit fiscal, hasta el punto en que dicho déficit casi se eliminaría en 2024. Todo gracias a un truco monetario: se frena el gasto mediante un crecimiento anual del 2,6%, mientras los ingresos crecen con la inflación alta a un ritmo del 10%.

En principio se podría decir que esto será un gran éxito fiscal. Desde luego, economicistamente hablando, sería así. Pero, ¿qué hay detrás del freno del gasto? El pago de intereses de la deuda ha crecido un 12% anual en el período 2020 – 2021, en promedio. A ese ritmo, el crecimiento del gasto total permitido por la regla fiscal, en el período 2022 – 2024, no alcanzará para cubrir el incremento en el pago de intereses. Por lo tanto, mientras no se produzca una renegociación seria de los intereses, dicho gasto financiero “estrujará” al gasto operativo (salarios, compra de materiales y servicios, labores de mantenimiento, transferencias, etc.). Es decir, la expansión del gasto permitida por la regla fiscal, sólo servirá para absorber una parte de los intereses, mientras el resto de ese gasto se cubrirá reduciendo el gasto operativo. Por ejemplo, en 2023 el incremento en el pago de intereses podría superar los 250.000 millones, mientras el aumento del gasto total permitido por la regla fiscal sería levemente superior a los 200.000 millones. Habría que bajar en 50.000 millones el gasto operativo. En consecuencia, el “éxito” fiscal se logrará afectando aspectos como los alimentos de los niños pobres en las escuelas, las pensiones no contributivas de los ancianos pobres, la asignación de recursos al PANI, el Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (FODESAF) -ya golpeado por la ley 9635 de ajuste fiscal de 2018-, el mantenimiento de las vías públicas, el FEES y el Fondo del Poder Judicial, entre otros. Desde luego, la presión sobre el gasto operativo será un estímulo para mantener el congelamiento de los salarios de los empleados públicos y las pensiones con cargo al Presupuesto Nacional (aunque en el caso de las pensiones, la ley 9635 contempla una excepción).

En la parte inferior de la ilustración se muestra la evolución posible del gasto operativo, para los próximos años, en el contexto de lo mencionado. Tomando 2021 como año de referencia, y asignándole el valor de 100, en los siguientes años el gasto operativo en términos reales (es decir, descontando la inflación) bajará hasta un nivel de 74. Se produciría una reducción del 26% del gasto operativo, a lo largo de los siguientes años. Si la inflación bajara en los próximos años, digamos a niveles entre el 8% y el 6%, se amortiguaría un tanto la reducción del gasto operativo llegando a un nivel cercano al 20%. Pero, si la inflación aumenta a niveles como 12% ó 14%, la baja del gasto operativo alcanzaría un 30%. Un verdadero desmantelamiento del gasto operativo.

Por lo anterior, son urgentes las siguientes acciones:

1.- La renegociación inmediata del pago de intereses de la deuda interna (que absorbe el 87% del total de los intereses). Una parte importante de dicha deuda está en poder de entidades estatales, principalmente operadores financieros. No es aceptable que el Estado se estruje a sí mismo por culpa de la deuda pública. Al respecto, se necesitan acciones contundentes de parte del Poder Ejecutivo y del Poder Legislativo, en un plazo muy corto.

2.- La mejora sustancial en la recaudación del impuesto de la renta, principalmente en el segmento de grandes contribuyentes. Las nuevas autoridades hacendarias han dado señales positivas en esta dirección. Sin embargo, la situación no está sólo para señales, hay que obtener resultados muy pronto.

3.- La sustitución de la regla fiscal por un nuevo método de control del gasto, riguroso y eficiente. En este momento, la regla recorta mal el gasto. Se hacen recortes que a los meses conducen a excepciones. Y cuando son muchas las excepciones el mensaje es claro: el mecanismo no funciona, sólo genera problemas. Esto se produce porque la regla fiscal no hace lo básico de una gestión hacendaria: no evalúa la eficiencia, no mide el impacto, no prioriza los programas públicos, y menos se preocupa por la calidad del gasto. Sólo es un método rígido que se presta para desmantelar el gasto operativo, basado en el dogma liberal anti estatista.

Pongamos el punto 3) en un contexto amplio. Podemos reconocer que la sustitución de la regla fiscal se puede hacer por dos vías. La primera sería mediante un cambio de lo establecido en la Ley 9635, que creó el mecanismo. Se trataría de generar una especie de “regla fiscal 2.0”. Para comenzar la regla sólo se aplicaría al Presupuesto Nacional. Aplicarla al resto del sector público es simplemente una excusa para desmantelar funciones básicas que son asumidas por el sector descentralizado. Definido esto, habría que realizar dos cambios. Por una parte, se debe modificar la “cláusula gatillo” basada en el parámetro de deuda respecto al PIB, pasando a un indicador más razonable relacionado directamente con los saldos financieros: el saldo primario y el saldo financiero. Por otra parte, hay que cambiar la fórmula del freno al gasto, migrando a un sistema de techos presupuestarios (límites de gasto por sector) que permitan la priorización de los diversos programas del Presupuesto Nacional. Con la regla actual, todo se recorta con la misma intensidad, abandonando una gestión básica de la planificación como es la priorización de los componentes del gasto.

Esta “modernización” de la regla seguiría siendo un arreglo limitado que no resuelve el problema estructural del mecanismo: no evaluaría la eficiencia, no mediría el impacto, no evaluaría la calidad del gasto. Esta vía requiere de una modificación de la Ley 9635, lo que supondría un cambio muy lento debido al proceso legislativo que necesitaría para concertar los ajustes citados.

Por lo tanto, es mejor pensar en una segunda vía, basada en los principios establecidos en la ley 8131, con lo que se podría controlar rigurosamente el nivel del gasto al tiempo que se priorizan los programas del Gobierno Central y se evalúa la eficiencia, el impacto y la calidad del gasto. Esta ley ordena la formulación presupuestaria basada en productos de la gestión pública, calculando el costo unitario, y el impacto, lo que permite evaluar la eficiencia en el uso de los recursos y la calidad de los servicios. Mediante un sistema de techos presupuestarios, que prioricen los programas del Presupuesto Nacional, esta segunda vía contemplaría un estricto control del tamaño del gasto. Es decir, esta vía tendría un sistema férreo de control del gasto que es lo que intenta hacer la regla fiscal, pero lo hace mal. Pero, además dotaría a la gestión fiscal de un moderno sistema de evaluación de la eficiencia y de la calidad del gasto, que no tiene la regla fiscal. Con tal evaluación el control del gasto es sostenible a mediano y largo plazo. Si hay que recortar gasto, se haría de manera sólida, evaluando la eficiencia, el impacto y la calidad de las erogaciones. La regla fiscal actual recorta las erogaciones con la obsesión de bajar el “dañino” gasto. Pero la obsesión la lleva a recortar mal, con lo que la acción dura apenas unos meses, porque termina haciendo ajustes al recorte mal hecho.

Esta segunda vía no requiere ningún cambio legal por lo que tendría una aplicación más rápida que la primera vía citada. Simplemente, se trataría de un plan de modernización liderado por el Ministerio de Hacienda, en coordinación con la Comisión de Asuntos Hacendarios de la Asamblea Legislativa, con el apoyo del Ministerio de Planificación y la Contraloría General de la República. Desde luego, habría que derogar el Título IV de la ley 9635, que regula la actual regla fiscal. Tal derogación tendría vigencia a partir del 1 de enero de 2023. Sería cuestión de voluntad política. Si se concertó y se aprobó en pocas semanas el congelamiento temporal del impuesto sobre los combustibles, ¿por qué no se haría lo mismo con un mecanismo que está probando su ineficacia? Hay cuatro meses de tiempo para que el Ministerio de Hacienda y la Comisión de Asuntos Hacendarios de la Asamblea Legislativa organicen una transición con base en el Presupuesto del Gobierno Central del 2023.

El autor de este documento desarrolló con más detalle los contenidos de la segunda vía en el anexo 6 del libro “Análisis de la estrategia de desarrollo costarricense. Macroeconomía de un modelo desequilibrado”, junio de 2021 (disponible en Amazon / Kindle).

La simulación numérica presentada aquí debe tomarse como una ilustración. No es una proyección formal de la situación fiscal. Simplemente se trata de que el lector tenga un “orden de magnitud” que le permita comprender mejor lo que se está explicando.

 

Enviado a SURCOS por el autor.

El mundo se cae a pedazos, pero la OTAN decide doblar la apuesta

Gilberto Lopes

San José, 6 julio 2022

La historia se repite, recuerda Ravi Agrawal, editor jefe de la publicación norteamericana Foreign Policy: la guerra entre Estados está de regreso, el mundo vuelve la mirada a las armas nucleares, la pandemia mata a millones de personas e interrumpe las cadenas de comercio habituales; la inflación alcanza niveles no vistos desde 1970, gran parte del mundo empieza a quedarse sin comida; hay una crisis energética. Como en la Guerra Fría, Estados Unidos alinea sus socios contra Rusia, en un conflicto que tuvo dos grandes momentos. El primero fue impedir la terminación y funcionamiento del Nord Stream 2, un gaseoducto que uniría Rusia con Alemania y Europa Central. Un “proyecto geopolítico con el que Rusia pretendía dividir Europa”, en opinión del secretario de Estado Antony Blinken, pero que, para la excanciller alemana, Angela Merkel, debía ser visto como un proyecto económico, más que político.

Y el segundo fue el golpe del 2004 en Ucrania, que la transformó luego en pieza clave en la confrontación con Rusia.

Se impuso así una política de aislar a Rusia, dividiendo a Europa, que enfrenta hoy las graves consecuencias de su decisión. El 5 de julio, el euro se cotizaba a su menor valor en 20 años y crecían las perspectivas de una recesión económica.

La lista de Agrawal puede no ser exhaustiva, pero es, sin duda, de una dimensión extraordinaria. En opinión del Papa Francisco, de esa crisis “no se sale solo. Se sale arriesgando y tomando al otro de la mano».

Del 26 al 28 de junio las economías más desarrolladas, agrupadas en el G-7, se reunieron en el castillo de Elmau, en Baviera. A los siete se sumaron, Senegal, Argentina, Indonesia, India y África del Sur, invitados por el canciller alemán, Olaf Scholz.

Patrick Wintour, enviado del Guardian británico a Elmau, resumió la agenda destacando la fijación de un precio tope para el petróleo ruso (en un intento por limitar los ingresos rusos, pero también por reducir la presión inflacionaria), la posposición de las medidas para hacer frente al cambio climático, la potencial hambruna en África y el incremento del suministro de armas a Ucrania.

Un nuevo concepto estratégico

En otras circunstancias, lo decidido en la reunión del G-7 tendría particular relevancia para enfrentar las crisis. No ocurrió así. El encuentro de Elmau fue solo el aperitivo para otro que –ese sí– vendría a ocupar el escenario en el que Occidente definiría sus prioridades: la cumbre de la OTAN, celebrada en Madrid el 29 y 30 de junio, con la participación de jefes de Estado y de gobierno de los 30 países miembros, más “invitados clave” de Europa y Asia. Por la primera vez –destacó un comunicado de la Casa Blanca– la cita incluirá aliados de Asia-Pacífico, representados al más alto nivel.

Se trataba de aprobar el “Nuevo Concepto Estratégico” que orientará las políticas de la OTAN en la próxima década. Un documento relativamente breve, sencillo, con pocas ideas. Lo suficiente para entusiasmar a su secretario general, el exprimer ministro laborista noruego, Jens Stoltenberg, encargado de resumir para la prensa, al final, lo acordado.

En apretadas diez páginas, la OTAN redefine sus enemigos. Califica a la Federación Rusa como “la amenaza más significante y directa a la seguridad de nuestros aliados”. Y apunta a China, “cuyas ambiciones y políticas coercitivas desafían nuestros intereses, seguridad y valores”.

La profunda alianza estratégica entre ambos y sus intentos por socavar el “orden internacional basado en reglas atentan contra nuestros valores e intereses”, afirman.

Reglas que –como lo señalan Ivo H. Daalder, exembajador ante la OTAN entre 2009 y 2013 y presidente del Chicago Council on Global Affairs, y James Linsay, vicepresidente del Council on Foreign Relations en artículo en la edición de julio/agosto de Foreign Affairs– “Washington normalmente desconoce, cuando no son de su agrado”. Citan las guerras de Kosovo, de Irak y la tortura aplicada a enemigos capturados. “Los Estados Unidos se negaron a negociar nuevos acuerdos sobre pruebas nucleares, control de armas, enjuiciamiento de criminales de guerra y la regularización del comercio en Asia-Pacífico”, agregan.

Pero la reivindicación de un “orden internacional basado en reglas” se repite en el documento de la OTAN.

Entre esas reglas (nunca bien definidas) se señala la “libertad de navegación”, en una referencia apenas velada a la tensa situación en el mar del Sur de China.

El documento de la OTAN asegura que “la seguridad marítima es clave para nuestra paz y prosperidad”, y se compromete a fortalecer su posición regional para “defender contra toda amenaza en el dominio marítimo, garantizar la libertad de navegación, la seguridad de las rutas comerciales marítimas y proteger nuestras principales líneas de comunicación”.

La región Indo-Pacífico

Lo que está en juego en la región Indo-Pacífico es la cuestión central del mar del Sur de China; la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS) tiene 168 países miembros, pero los Estados Unidos se arroga el derecho de interpretarla unilateralmente, afirma la Dra. Anuradha Chenoy, exdecana de la Escuela de Estudios Internacional de la Jawaharlal Nehru University, en Nueva Delhi, y directora del Centro de Estudios para Rusia y Asia Central. Chenoy señala también que las negociaciones entre los países de la ASEAN y China sobre un código de conducta en la región tampoco han progresado.

En un artículo sobre la renovada mirada de la OTAN hacia la región Indo-Pacifico, Chenoy nos recuerda que los gastos de defensa de los Estados Unidos triplican los de China. Combinados con los de la OTAN, se multiplican y la creciente militarización de la región hace que todos los presupuestos militares aumenten.

Los pasos dados en la región Indo-Pacífico por los Estados Unidos incluyen la creación del Diálogo Cuadrilateral de Seguridad (QUAD) –con Singapur, Japón e India– y una alianza informal –pero de carácter abiertamente militar–, con Australia y Reino Unido (AUUKUS), señaló.

A la mayor parte de los países de la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental (ASEAN), hoy integrada por diez países, les preocupa la estrategia de la OTAN y las presiones norteamericanas. “La hiperactividad de la OTAN en la región, la política contención a China y la expansión de las alianzas estratégicas y militares aumentarán las tensiones y no beneficiarán a nadie”, asegura Chinoy.

El gran paraguas de la OTAN

La OTAN es hoy el paraguas bajo el cual Washington cobija más cómodamente a los países europeos. En otros escenarios, como los económicos, energéticos o ambientales, ese paraguas, mucho más pequeño, no alcanza para acomodar a todos. Invertir en la OTAN –dice el documento aprobado en Madrid– “es la mejor manera de garantizar lazos duraderos entre aliados europeos y norteamericanos”.

Es evidente que la invasión rusa de Ucrania facilitó que todos los aliados europeos se acomodaran bajo el paraguas grande de la OTAN, cuya estrategia es ahora la mejor expresión de la política internacional de un Occidente que se dice dispuesto a defender a sus mil millones de habitantes (menos de 15% de la población mundial), su territorio y, sobre todo, su visión del mundo: su libertad y su democracia. La principal expresión de esa política es ahora la militar.

Para sus miembros la ampliación de la OTAN “es una historia de éxitos”, que ha contribuido a consolidar la paz en la zona euro-atlántica, que aspira a extender por el resto del mundo.

La solicitud de incorporación a la alianza de Suecia y Finlandia entusiasmaron a los países miembros. Su secretario general, el patético Stoltemberg, transformado en principal vocero de la política de Occidente, no podía ocultar su euforia. Dos países vecinos que –como recuerda Günter Grass en su “Tambor de Hojalata”– “nunca se han querido mucho”. La escena es a la salida de una iglesia, en la Navidad del año 30. “De pronto –dice Grass– se arma: los cuchillos son largos y la noche breve”.

Una OTAN debilitada

Sobre la incorporación de Finlandia habló Heikki Talvitie, embajador de su país en Moscú entre 1988 y 1992, los años finales de la Unión Soviética, en entrevista publicada por el periódico La Vanguardia, de Barcelona.

¿Cree que la decisión de Finlandia de ingresar en la OTAN se ha tomado con buen criterio?, le preguntó el periodista Andy Robinson.

“El informe de 50 páginas, que se redactó antes de la votación de los diputados, carece de toda perspectiva histórica. Parte de la idea de que la historia del mundo empezó el pasado 24 de febrero. Lo increíble es que, en Finlandia, a lo largo de los últimos 70 u 80 años, hemos dedicado enormes esfuerzos a la elaboración de nuestra política de seguridad. Pero el informe solo cubre el período desde febrero del 2022”, contestó Talvitie.

¿Cree que la OTAN aumentará la seguridad de Finlandia?

– No. No hay amenaza rusa. No hay tropas en la frontera. Es un error, un disparate, comparar la situación geopolítica en Ucrania con la finlandesa. No tienen nada que ver. Rusia considera que la OTAN es una amenaza. Entonces, Rusia ya es una amenaza para nosotros. Antes no era. Ahora sí.

– Lo más importante para el Gobierno ha sido su reelección. Y la opinión pública ha sido arrastrada por los medios y las redes sociales. Este gobierno entiende muy poco de Rusia, agregó Talvitie.

La OTAN de la Guerra Fría era la OTAN del anticomunismo. La OTAN de ahora es la OTAN que divide Europa, que la coloca contra Rusia, un país europeo sin cuya integración la región difícilmente podrá consolidar su independencia en el escenario internacional. La necesidad de materias primas, incluyendo gas y petróleo, cuyo proveedor natural es Rusia, muestra bien la debilidad de una Europa que la define, sin embargo, como su enemigo principal. Eso solo es posible cobijándose bajo el paraguas norteamericano, bajo el cual, en su momento, ni Angela Merkel, ni Emmanuel Macron, quisieron cobijarse. Al contrario, a la mayor parte de los países de Europa del este, principalmente Polonia, y los países bálticos, les entusiasmaba la idea.

Esa OTAN no podrá contribuir a la paz, ni a la consolidación de

Europa en el mundo. Sometida a los intereses norteamericanos, organizada en torno a una opción militar, el destino de esa OTAN es un callejón sin salida. Militarizada la política internacional, nunca fue más inútil para enfrentar los problemas del mundo.

Hay voces sensatas en Europa. Abundan, aunque ahora están ahogadas por las bravuconadas de la OTAN, que no oculta su aspiración de extenderse por el mundo. Trabajaremos con nuestros socios para enfrentar los desafíos en regiones estratégicas para el interés de la alianza: Bosnia y Herzegovina, Georgia y Ucrania, los Balcanes y el mar Negro, el Oriente Medio y el norte de África, el Sahel y la región Indo-Pacífico. Según el documento, todo afecta ahora la seguridad Euro-Atlántica.

¿Guerra nuclear?

Solo América Latina no es mencionada en el documento, lo que plantea un explícito desafío para definir nosotros mismos nuestro lugar en ese mundo y proponer iniciativas para lograrlo, a lo que nos referiremos más adelante. Uno de esos papeles –y no el menos importante– es buscar las voces sensatas de Europa y conformar con ellas una alianza novedosa y potente, capaz de hacerse oir en el mundo. Porque una guerra entre la OTAN y Rusia, o China, no es un problema solo euro-atlántico.

El documento de la OTAN está lleno de promesas. El objetivo de la militarización de la política mundial –nos aseguran– es “preservar la paz”. La herramienta última para ese logro es la capacidad nuclear de la OTAN, que recae –como lo recuerda el texto– particularmente en la de Estados Unidos.

El frecuente encontrar hoy voces de todo tipo especulando sobre la posibilidad de una guerra nuclear. Entre los muchos artículos sobre el tema nos sirve de buen ejemplo el de Mark Cancian, un coronel de los marines, hoy retirado, asesor del Programa de Seguridad Internacional del Center for Strategic and International Studies (CSIS).

Cancian especula en su artículo –titulado “How to Break Russia’s Black Sea Blockade”, publicado en Foreign Affairs el pasado 1 de julio–, sobre las opciones diplomáticas y militares para romper ese bloqueo, como convoyes de la OTAN para proteger barcos salidos de puertos ucranianos en el Mar Negro, o la protección aérea con aviones de la OTAN, desplegados en bases de Rumania y Bulgaria.

La retirada de las fuerzas rusas de Snake Island, cerca del delta del Danubio, en el mar Negro, que habían ocupado al inicio de la guerra, es señalada como un hito esperanzador en esa estrategia militar. Ubicada a 35 km de la costa ucraniana, con solo 0,205 km2, no es posible mantener una fuerza permanente en la isla, bombardeada desde la costa, y los rusos terminaron por retirarse. Pero la isla tampoco ha vuelto a ser ocupada por fuerzas ucranianas, que no podrían defenderla.

Como Putin ha advertido reiteradamente a la OTAN de que no intervenga en este conflicto, dice Cancian, “es poco probable que permita que un convoy de la OTAN rompa el bloqueo sin que responda de alguna manera”. Una opción “menos confrontativa”, en su opinión, sería integrar una escolta con barcos de países no pertenecientes a la OTAN. ¿Cuáles? Difícil imaginar.

Cancian sugiere también que Estados Unidos registre bajo su bandera los barcos mercantes a cargo de esa operación, obligando a Rusia a atacar barcos estadounidenses si quisiera evitar la ruptura del bloqueo. ¿Adónde nos conduciría una opción así? Es fácil imaginar.

Por ahora, afirma, hay suficiente suministro de alimentos en el mundo. Pero si la guerra se prolonga, el hambre puede golpear a todos, provocando disturbios que pongan en peligro la estabilidad social. Según Cancian, “es responsabilidad de la OTAN y de Occidente tener un plan listo antes de que la falta de alimentos haga crisis”.

Otros especulan con escenarios distintos. Esperan que, superado el invierno europeo, con su ejército mejor armado y entrenado, Ucrania pueda enfrentar con éxito una guerra prolongada. Algo de eso sugiere Jack Detsch en su artículo “West Worries About Fraying Consensus Over Ukraine”, publicado en Foreign Policy, donde es periodista encargado de la política exterior del Pentágono y de temas de seguridad nacional.

En la misma línea argumenta en Senador demócrata Chris Coons, miembro de la comisión de Relaciones Exteriores del Senado norteamericano. “Putin is counting on us losing interest’ in Ukkraine war”, afirma, en entrevista concedida a la misma Foreign Policy.

El presidente ucraniano, Vladimir Zelensky, agradece nuestra ayuda, de unos seis mil millones de dólares en equipo militar y miles de millones de apoyo económico directo, dice Coons, preocupado con garantizar el suministro de productos agrícolas, granos de los cuales Ucrania es un uno de los principales productores mundiales. Para eso, los puertos del Mar Negro son esenciales, sobre todo ahora que se acerca la cosecha de otoño.

La opción de América Latina

No somos parte de la estrategia de la OTAN para la próxima década. Cobijados bajo el enorme paraguas norteamericano, bajo el que se acomodaron prácticamente todas las dictaduras que periódicamente organizaron y promovieron la región, en América Latina, en todo caso, nunca ha dejado de haber fuerzas políticas que tratan de hacer política fuera de ese paraguas. La respuesta, cuando se ha logrado avanzar por este camino, tiene su mejor (y más dramático ejemplo) en el golpe militar de 1973, contra el gobierno de Salvador Allende, en Chile.

Esa política no ha cesado, como ocurrió recientemente en Bolivia, y como ocurre con las sanciones impuestas a países como Cuba o Venezuela.

Difícil compatibilizar esa situación con el documento de la OTAN, que reivindica una “clara su visión” del orden mundial: “queremos vivir en un mundo donde la soberanía, la integridad territorial, los derechos humanos y la ley internacional sean respetadas y donde cada país pueda elegir su propio camino, libre de agresión, coerción o subversión”. Naturalmente, América Latina no está incluida en esas consideraciones.

Hay que exigir el fin de esas políticas aplicadas por Washington en América Latina, pero, sobre todo, organizarnos para participar en un escenario en el que la humanidad se juega su destino.

Las recientes palabras del Papa a la agencia argentina Telam sugieren algunas ideas. “En este momento hace falta valentía y creatividad. Sin esas dos cosas, no vamos a tener instituciones internacionales que puedan ayudarnos a superar estos conflictos tan graves, estas situaciones de muerte”, afirmó.

– Esto de Ucrania lo vivimos de cerca y por eso nos alarmamos, pero pensemos en Ruanda hace 25 años, Siria desde hace diez; Líbano, con sus luchas internas; o Myanmar, hoy mismo. Esto que vemos está sucediendo desde hace tiempo. Llama la atención la cuidadosa omisión de Irak de que lista.

Francisco recordó recientes declaraciones suyas a una revista jesuita, que provocaron revuelo, cuando dijo que «aquí no hay buenos ni malos». “Se tomó esa frase sola y dijeron: –¡El Papa no condena a Putin! La realidad es que el estado de guerra es algo mucho más universal, más serio, y aquí no hay buenos ni malos. Todos estamos involucrados”, afirmó Francisco.

“Latinoamérica todavía está en ese camino lento, de lucha, del sueño de San Martín y Bolívar por la unidad de la región. Siempre fue víctima, y será víctima hasta que no se termine de liberar, de imperialismos explotadores”, agregó el Papa.

El escenario político de la región, con los cambios de gobierno en México, Argentina, Chile, Bolivia, Colombia y probablemente en Brasil, en las elecciones de octubre, al que se suman organizaciones políticas de diversos países que no están en el gobierno, son una base poderosa para buscar –con la valentía y creatividad que pide el Papa–, alternativas para encarar la guerra y la crisis mundial.

Parece indispensable construir puentes entre América Latina y políticos europeos contrarios al desarrollo de alternativas militares para resolver el conflicto entre Rusia y Ucrania. Para amarrar las manos a la OTAN. Para explorar la creación un gran movimiento internacional orientado en esa dirección, con políticos europeos de la talla de Merkel, Gerard Schröder, Mélenchon, de políticos portugueses, ingleses, finlandeses (como el exdiplomático Talvitie) y seguramente de muchos de los países de Europa del este, en desacuerdo con la militarización de la política europea. Una de cuyas expresiones más dramáticas de esa militarización es la decisión alemana de revertir las principales orientaciones de su política exterior, evitando el rearme y la participación en conflicto militares en otros países. No deja de asombrar la corta mirada de una Europa que olvida como 1933 se transformó en 1939.

América Latina tiene mucho que decir ante el mediocre escenario euro-atlántico. Vale la pena intentarlo.

FIN.

 

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