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Etiqueta: justicia

PANDEMIA: LA PEOR – poema

Un dolor
más grande que
la luna de esta noche
orbita sin rumbo sus pasos
pisoteando mi mundo. Hay
tristeza en mi corazón y cero
resignación en mi Alma. Se
resiste mi sangre a bajar la
guardia y darle ese triunfo
fácil que desea la ignominia
que le demos. Estamos en
guerra y esta se gana
peleando cada palmo
en todas las batallas.

Se van llenando las
nubes de un cardumen
de escualos que como
jauría rabiosa está lista
para desprenderse sobre
la yugular del pueblo como
lluvia malvada. Sentados
sobre sus caudales reunidos
explotando a los pobres,
aprueban sus planes de hambre
y más miseria para todos aquellos
que le han surtido sus riquezas
soportando puñales
camuflados de beatificadas
plumas. Pandemia peor son
ellos: corazones de estiércol
enchapados con el oro que
usurparon evadiendo al fisco
y chupando el alimento que
quitaron al pobre. Pandemia
son ellos, y Pandemia también
los Gobernantes que olvidaron
la Historia y sumisos apagan
la tea gloriosa que nos dio
dignidad y Patria para todos.

Pandemia son esos que
comiendo caviar y tomando
champaña comulgan gustosos
con el diablo del Fondo
sentado en sus regazos.

Pandemia lo fueron y
Pandemia son. Pandemia
insensible de fieras rabiosas
pelando sus fauces y garras
en ristre para seguir robando.

Hoy me disculpo con la Luna
y le pido que aguarde por mí
hasta otro momento: yo le
aseguro que mi amor por ella
me palpita en la sangre como
un lucero abierto.

ClaMo
Toyopán, ZURQUÍ

Justicia en tiempos de COVID 19 – Costa Rica

En todos los países, los esfuerzos para frenar la propagación del COVID-19 han impactado en el funcionamiento del sistema de justicia y en acceso a la misma por parte de la ciudadanía. Costa Rica no es la excepción.

Este miércoles 1 de julio el Foro de Justicia – Costa Rica está organizando el conversatorio: “Justicia en tiempos de COVID 19”, con la participación de:

– Fiorella Salazar, Ministra de Justicia y Paz
– Dinorah Álvarez, sub directora ejecutiva del poder judicial
– Ignacio Alfaro, Mesa de Justicia Abierta
– Marco Feoli, Foro de Justicia

¿Hacia qué tipo de sociedad nos quiere llevar UCCAEP? Ver video del foro

La Alianza por una Vida Digna invitó a reflexionar en torno a las vías para lograr solidaridad-social y equidad. Participaron: Esteban Arias Chavarría, politólogo con una maestría en Sociología; Sofía Cortés Sequeira, máster en Historia por la Universidad de Costa Rica; Flora Fernández Amón, empresaria comprometida con la justicia social; y Fernando Rodríguez Garro, integrante del Grupo de Economía Pluralista, académico de la Universidad Nacional, ex viceministro de Hacienda.

La Alianza por una Vida Digna le invita por este medio a dar la lucha cultural, «lucha que es de todas y todos quienes opten por una sociedad basada en la conjunción de valores como la solidaridad, la equidad, la justicia, el respeto a los derechos humanos». Por ello, se le invita a compartir en sus redes y medios este video.

Imagen: https://ajedrezsocial.org

La Alianza por una Vida Digna y la búsqueda de la confluencia de los movimientos de base de la sociedad

José María Gutiérrez – Héctor Ferlini-Salazar

La Alianza por una Vida Digna es un espacio de lucha cultural que busca contribuir con la generación de pensamiento y de propuestas alternativas a los modelos de desarrollo dominantes, las cuales surjan de amplios procesos de base social en Costa Rica. Procura aportar para que nuestro país se enrumbe por senderos de equidad, solidaridad, respeto a la diversidad y el cuidado y defensa del ambiente, en fin, por senderos de bien común.

La Alianza busca crear un espacio y un clima en el cual los sectores subalternos y que están en lucha por defensa de sus derechos se empoderen, al sentir que sus vivencias y anhelos son compartidos por otros sectores en el país, y que sus afanes a nivel local se enlazan con procesos similares en otros territorios y espacios. Ese clima fortalece la convicción de que, en medio de las dificultades y las crisis actual y pasadas, otro mundo es posible. Al hacerlo, se crean condiciones subjetivas para la organización y la articulación. La ausencia de esa lucha cultural, por el contrario, transmite el mensaje de que no hay alternativas a las visiones dominantes, limitando la esperanza.

Como se ha mostrado en muchas ocasiones, la lucha cultural es la llave de procesos sociales emancipatorios de diversa índole. La misma, sin embargo, debe ajustarse a los contextos y particularidades de territorios y sectores. Los problemas que convocan a la organización han variado y los sectores de la sociedad que muestran mayor dinamismo en lo organizativo también han cambiado. Además de sectores comunitarios, campesinos y sindicales, hoy asumen un papel protagónico la juventud, las mujeres, la población sexualmente diversa, los pueblos indígenas, los sectores ambientalistas y defensores del patrimonio biológico y cultural, y los grupos de intelectuales comprometidos, entre otros.

Este enorme dinamismo que se mueve en las bases de nuestra sociedad genera continuamente planteamientos, propuestas, críticas y soluciones, con una enorme creatividad. Se hace indispensable, en la coyuntura actual y en los tiempos por venir, estrechar lazos y buscar unidad en medio de esta rica diversidad. Se debe buscar la confluencia y comprender que, en medio de las particularidades, hay espacios comunes que le darían una gran fortaleza a estos procesos. La lucha cultural procura generar esos ámbitos de encuentro y articulación.

Hay en marcha una disputa por las ideas. A las visiones dominantes, que han mostrado su decadencia e incapacidad para generar bienestar en esta crisis del COVID-19, se debe anteponer la frescura de visiones de mundo que alimenten la justicia, la equidad y la solidaridad. La Alianza por una Vida Digna procura abrir espacios para que esas visiones alternativas tengan voz, se potencien, se encuentren y se enriquezcan. Esa voz y ese accionar colectivo contribuirán, sin duda, a gestar una sociedad más justa y digna.

Proteger la vida para mejor recuperar la economía

Covid-19 en Costa Rica. A propósito de los controles sanitarios en frontera

Grupo Economía Pluralista*

La pandemia del Covid-19 obliga a establecer un orden de prioridades que no admite vacilaciones: por encima de todo está la protección de la salud y de las vidas humanas. En los países donde esto no ha estado claro –Estados Unidos, Brasil o Rusia, por ejemplo– las consecuencias son devastadoras. Tristemente, es posible que el caso de nuestra vecina Nicaragua sea incluso peor.

Esta emergencia sanitaria, por sus alcances excepcionales, no permite ampliar el funcionamiento de la economía, si para ello se recurre al aflojamiento de las medidas sanitarias. Plantearlo de esa forma es formular una dicotomía falaz. El orden de las cosas es otro: hay que proteger la salud y la vida, para entonces disponer de una base sólida, desde la cual recuperar la economía e impulsar la creación de empleos.

Imaginar que se puede lograr mejoras en el campo económico, descuidando la parte sanitaria, puede ser un peligrosísimo bumerang. Porque si ello conduce a un agravamiento de la pandemia, y, con ello, un incremento en el número de personas enfermas y, dolorosamente, en el número de muertes, es muy seguro que deba recurrirse a medidas de confinamiento de la población, incluso más severas que las que han sido aplicadas.

Es por completo inaceptable incurrir en tal devastación humana, cuando, por otra parte, ello simplemente conduciría, no solo a la agudización, sino a la prolongación de la crisis económica.

Es importante que la población en general, y el empresariado en particular, comprendan esto. Especialmente en esta oportunidad, aplica el dicho popular de “despacio porque precisa”. La impaciencia no solo podría ser una mala consejera, sino, sobre todo, un gravísimo error.

Como país y comunidad nacional, debemos avanzar paso a paso, midiendo con rigor y cuidado, cada movimiento que se haga. Si por intentar apresurar las cosas en lo económico, dejamos la puerta de atrás abierta para que la pandemia entre a nuestra casa, las consecuencias posteriores podrían ser devastadoras: en el plano humano, en primera instancia, pero también desde el punto de vista económico. Debemos así garantizarnos mantener bajo control la pandemia y lograr que, con el transcurso de las semanas, el peligro decrezca de forma gradual pero sostenida.

En la medida en que ese cometido se cumpla exitosamente, podremos avanzar, sobre bases firmes, en el plano económico. Un avance que necesariamente comporta una reinvención de la “normalidad” en que vivamos: hacia una sociedad más justa y solidaria; hacia una economía asentada sobre bases más sólidas; hacia formas de producir y consumir mucho más cuidadosas y responsables con la naturaleza.

Por ello, hemos manifestado que, en una primera etapa, que aún no hemos superado, el énfasis de las políticas económicas, debería estar en aliviar la gravedad de la recesión económica y, sobre todo, aminorar sus impactos sociales y humanos, especialmente en las poblaciones más vulnerables y carenciadas, como las mujeres jefas de hogar, entre otros grupos que requieren una especial atención. Debemos así, crear bases más firmes para poder avanzar, en una segunda fase, con políticas que promuevan de forma vigorosa, la recuperación económica y la creación de empleos.

Reconocemos y aplaudimos el magnífico trabajo que realiza nuestra institucionalidad pública en el combate del Covid-19: la excelencia y compromiso de la Caja del Seguro Social y del Ministerio de Salud, y el amor y el coraje que su personal pone en esta lucha. Asimismo, reconocemos el liderazgo lúcido y enérgico, científicamente fundamentado, que han ejercido los doctores Daniel Salas y Román Macaya, ministro de Salud y presidente de la Caja, respectivamente.

Apoyamos totalmente las medidas de control sanitario que nuestras autoridades han decidido aplicar en fronteras, así como las disposiciones adoptadas para que el comercio de mercancías por vía terrestre se realice en condiciones que protejan la salud de la población. Son absolutamente inaceptables las propuestas que pretenden relajar esos controles. Es importante que el comercio fluya, pero bajo condiciones de estricta protección de la salud.

Nuestro llamado, respetuoso y vehemente, al empresariado, y a los propios trabajadores del transporte, para que comprendan la importancia que esto tiene y lo valioso que resulta su compromiso y colaboración. Proteger la salud beneficia a todos y a todas, sin excepción.

Y al gobierno de la República, nuestra excitativa para que se mantenga firme y no ceda a las presiones. Hacemos nuestras las palabras del ministro Salas: “nadie puede decir que cargas comerciales valen más que la vida”.

Y agregamos: nadie puede decir que priorizar las cargas comerciales a la vida permitirá avanzar en la recuperación económica. Todo lo contrario, más bien.

* El grupo Economía Pluralista reúne a 25 economistas que provienen de diversos ámbitos de la academia y del ejercicio profesional de la economía, tanto en el sector público como en el privado.

(23 de mayo de 2020)

Foto: Presidencia de Costa Rica

Derecho de respuesta: Ennio Rodríguez

SURCOS recibió el siguiente mensaje de correo electrónico:

«Estimados representantes del medio Surcos Digital.com:

En respuesta a la publicación realizada en su medio de comunicación, en la que se publica una carta enviada al presidente del Colegio de Ciencias Económicas de Costa Rica, Ennio Rodríguez, le enviamos la respuesta a esa carta.

Le adjunto el link:

Por esta razón para que puedan darle seguimiento a esa información, y con la versión oficial del Colegio, les solicitamos con mucho respeto realizar la publicación, o tomarla en cuenta para una nota y su divulgación en su prestigioso medio.

Saludos, y cualquier duda, consulta o ayuda, estamos para servirles.

Josué Sánchez Ruiz, encargado de Comunicación, Colegio de Ciencias Económicas».

En atención a esa solicitud, SURCOS publica la respuesta citada (descargar), la cual nos fue enviada en formato PDF:

Covid-19 en Costa Rica: carta abierta al presidente del Colegio de Ciencias Económicas

17 de abril de 2020

Dr. Ennio Rodríguez
Presidente
Colegio de Ciencias Económicas

Estimado don Ennio:

Con nuestros cordiales saludos, queremos por este medio referirnos a su nota del pasado 8 de abril, dirigida al presidente de la Asamblea Legislativa, diputado Carlos Ricardo Benavides.

Compartimos con usted la que, según podemos interpretar, es su preocupación básica: la ausencia, por parte del gobierno de Carlos Alvarado, de una propuesta de políticas integrales en materia económica, que trascienda las urgencias de la atención de la crisis sanitaria asociada al covid-19, y que anticipe los esfuerzos de recuperación de la economía –más que de simple reactivación– que deberán emprenderse tan pronto como se pueda, y al menos una vez la situación sanitaria se haya estabilizado.

La situación planteada es de una magnitud excepcional, por lo cual, el esfuerzo que ello nos demanda como país, ha de ser asimismo extraordinario. Es algo que ya estamos haciendo en el frente sanitario, bajo el liderazgo del Ministerio de Salud y la Caja Costarricense de Seguro Social, con el fin de frenar el contagio y proteger la salud y la vida de las personas. Pero, en cambio, es mucho más limitado el esfuerzo que se hace para auxiliar a las familias en situación de pobreza y a toda esa enorme cantidad de personas que repentinamente se quedaron sin trabajo, o ven reducidas sus jornadas laborales y sus ingresos. Menos aún –en eso coincidimos con usted– hay claridad sobre la “hoja de ruta” para la recuperación de la economía, una vez superada la crisis sanitaria.

Es cierto que esta crisis implicará un aumento, posiblemente muy significativo, en el déficit fiscal y en la deuda pública. No solo es inevitable, sino, y sobre todo, es necesario. Porque debemos combatir y frenar la crisis sanitaria; porque debemos tratar de minimizar sus efectos sobre el empleo; porque debemos ayudar a las personas cuya ocupación e ingresos están siendo golpeados por la crisis; porque debemos auxiliar a las empresas que enfrentan problemas. Todo ello es necesario, y todo ello repercutirá en los balances fiscales.

Eludir tales responsabilidades a fin de evitar un mayor deterioro de las finanzas públicas, es una falsa solución, que no solo agravará la crisis sanitaria y los impactos humanos y sociales que ésta trae consigo, sino que profundizará la crisis económica y dificultará la posterior recuperación, lo que, de nueva cuenta, repercutirá negativamente sobre la situación fiscal.

La opción aquí no es entre menor o mayor desequilibrio fiscal, sino entre minimizar los impactos de la crisis, o permitir que esos impactos se desplieguen sin atenuante y sin alivio. Y siendo claro que estamos ante una coyuntura de alcances excepcionales, bueno sería que los y las economistas, estemos dispuestos a innovar en materia de política económica, en vez de seguir aferrados a fórmulas ortodoxas, de dudosa eficacia incluso en tiempos “normales”, las cuales devienen un grillete que inmoviliza frente a una crisis que exige creatividad e imaginación, así como capacidad de respuesta inmediata. Por ello, no deja de sorprendernos su preocupación por los presuntos efectos “desestabilizadoras” que, a su juicio, podría tener la intervención del Banco Central en la crisis. Cuando la economía se desploma y los empleos se pulverizan ¿en serio a usted le preocupa la inflación?

Teniendo esto claro, también debe decirse con toda claridad, que enfrentar la crisis pasa por dar satisfacción a un compromiso ético y moral, que los y las economistas de Costa Rica  debemos asumir de forma explícita, lo cual se resume en lo siguiente: los costos de la crisis deben distribuirse de la forma más equitativa posible, y las condiciones de vida de las poblaciones más débiles y vulnerables deben ser protegidas.

Por ello es tiempo de hablar de un esquema, muy progresivo, de impuestos y subsidios, el cual, aun siendo transitorio, puede ser diseñado apropiadamente, para que tenga efectos contra-cíclicos. Si se traslada ingresos de sectores sociales con altas tasas de ahorros a sectores sociales carenciados, y si se trasladan recursos de usos suntuosos y prescindibles, hacia usos realmente urgentes (como fortalecer las finanzas de la Caja), el efecto neto para la economía y el empleo será positivo.

Y siendo innegablemente claro que los desequilibrios fiscales se agravarán, incluso de forma muy significativa, por ello mismo se hace obligatorio tener claro de qué hablamos cuando mencionamos la necesidad de un esfuerzo de reactivación económica, que, dada la magnitud de la actual crisis, debería ser más bien un esfuerzo de recuperación en el pleno sentido de la palabra.

No podemos proponerle al gobierno de Costa Rica que a la hora de buscar dialogar con organismos internacionales en busca de apoyo financiero, lo haga desde una posición perdedora, poniendo los “equilibrios macroeconómicos” por delante ¿De cuáles “equilibrios”  habla usted? Del contexto de su nota, se deduce que básicamente de los “equilibrios fiscales”.  Lo cual resultaría bastante desatinado, cuando a nivel mundial se extiende un consenso que admite que ni las deudas ni los equilibrios fiscales han de ser hoy los criterios guía a la hora de decidir y canalizar la cooperación dirigida a países del sur.

El gobierno de Carlos Alvarado tiene la responsabilidad ineludible de aplicar una enérgica política destinada a atraer fondos externos. Y esto debe ser parte de un diseño integral de políticas que, liberadas de dogmas y rigideces ideológicas, ponga por delante la recuperación del empleo y la economía, desde criterios de equidad y justicia. Priorizar lo fiscal al empleo y al restablecimiento del dinamismo económico, tal cual se ha hecho por años, ha incidido fuertemente en la persistencia de los desequilibrios fiscales, y es, a fin de cuenta, la causa principal de que la crisis del covid-19 nos haya atrapado en medio de una precaria situación fiscal.

Nos interesa, tanto como a usted, restablecer una situación fiscal sólida y saludable. Pero enfatizamos que la ruta de la austeridad fiscal es comprobadamente errónea: las finanzas públicas no se sanean con base en políticas recortistas, sino con base en políticas que promuevan el crecimiento y el empleo.

Concluimos formulado ante usted, en su calidad de presidente del Colegio de Ciencias Económicas, una respetuosa pero enfática excitativa: tome en cuenta, por favor, que nuestro colegio es pluralista, y de ninguna manera una entidad en la que prevalezca un pensamiento único. Por lo tanto, le solicitamos que promueva espacios amplios de diálogo, debate y reflexión, que permitan enriquecer las propuestas que nuestro colegio formule o que, en todo caso, y como mínimo, que visibilicen esa pluralidad teórica y epistémica que hoy enriquece el pensamiento económico en Costa Rica.

De usted, muy atentamente

Luis Paulino Vargas Solís
Director CICDE-UNED
Cédula 2-0327-0373, carné 001797

Welmer Ramos González, diputado
Cédula 5-0191-0924, carné 003628

Roxana Morales Ramos, economista
Cédula 1-1167-0990, carné 04571

Eugenio Trejos Benavides
Profesor Instituto Tecnológico
Cédula 9-0041-0880

Daniel Vartanian Alarcón, economista
Cédula 8-0051-0962, carné 018870

Osvaldo Ureña Jiménez, economista
Cédula 1-1307-0662, carné 033318

Eduardo Rosales Blandino, economista
Cédula 1-0412-1404, carné 007956

René Fonseca Cortés, economista
Cédula 9-0110-0864, carné 019088

Pablo Abarca González, economista
Cédula 1-1452-0672, carné 044325

Mario Devandas Brenes, economista
Cédula 9-0110-0864, carné 019088

Cc: Carlos Ricardo Benavides, presidente legislativo/Jefaturas de fracción/Ciudadanía costarricense

https://sonarconlospiesenlatierra.blogspot.com/2020/04/covid-19-en-costa-rica-carta-abierta-al.html?m=1

CTRN: Sector financiero lucra con la crisis

En su exposición, el presidente de la Confederación de Trabajadores Rerum Novarum, Lenin Hernández Navas, expone la forma como actúa el sector financiero en esta crisis del COVID-19. Le invitamos a ver el video:

El reencuentro

Ítalo Armando Fera Fallas

Esta coyuntura del Covid-19 nos ha obligado a reencontrarnos, primero con nosotros mismos, con las personas más inmediatas, nuestras comunidades e instituciones públicas. Al final con lo mejor de nuestro pueblo. A descubrir la solidaridad, la fraternidad, la justicia, el respeto a los semejantes y a todos los seres vivos, incluida nuestra madre tierra. A recapacitar y comprender lo esencial de tantos valores humanos, espirituales y ecológicos olvidados, manipulados o convertidos en palabras vacías. A reflexionar sobre nuestra historia, donde tanta agua ha pasado bajo el puente, y observar que más allá de las viejas dicotomías de izquierda y derecha, de etiquetas y de bandos, podemos descubrir tantas posiciones demagógicas de muchos líderes y dirigentes, que se sirven del poder enclavados y ausentes de ejercicios democráticos y sin coherencia ética para con sus propias organizaciones o Instituciones, sean estas cooperativas, sindicatos, ADIS, Alcaldías, Ministerios o Instituciones.

En fin, vivimos un tejido social cada vez más destruido por el individualismo, el egoísmo, la avaricia, la acumulación insaciable, venerando al dinero en este capitalismo salvaje.

Los que formamos parte del movimiento social comunal, de los nuevos emprendimientos sociales y ambientales, estamos obligados a rescatar al país: Continuando nuestra actuación en los ámbitos inmediatos personales, familiares, comunales, locales y regionales, hacia una nueva articulación nacional, que haga posible la reconstrucción de la esperanza y una nueva conciencia popular.

Se debe demostrar con hechos esa nueva referencia y sensibilidad humana y ecológica, desde un cambio personal y social simultáneo que tanto necesita nuestro país.

Enviado a SURCOS por el autor, publicado también en https://caminantedelsur.com/