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Etiqueta: migración

Costa Rica en el contexto geopolítico actual

Por JoseSo
Analista Político

Costa Rica, como democracia centenaria y país sin ejército, ocupa una posición única en América Latina. Su tradición pacifista, su neutralidad permanente y su histórico rol como mediador en conflictos regionales le otorgan un perfil estratégico diferenciado. Sin embargo, en un escenario global marcado por la competencia entre EE.UU. y China, la crisis climática, la inestabilidad en Centroamérica y la erosión democrática en la región, el país enfrenta el desafío de equilibrar sus principios con sus intereses económicos y de seguridad.

Neutralidad permanente y soft power: un activo estratégico

La neutralidad costarricense, declarada en 1983 por el expresidente y benemérito de la patria Luis Alberto Monge, ha sido un pilar de su política exterior. Esta postura le ha permitido actuar como mediador en conflictos regionales, como ocurrió con el Plan de Paz que le valió el Nobel a Óscar Arias en los años 80.

La neutralidad no solo refuerza la imagen internacional de Costa Rica como defensor de los derechos humanos, el desarme y la democracia, sino que también mitiga riesgos geopolíticos al evitar alineamientos explícitos con bloques antagónicos, especialmente en un contexto de tensiones entre EE.UU., China y Rusia.

El país debería institucionalizar su rol como facilitador de diálogos en crisis como las de Nicaragua, Venezuela o Haití, promoviendo foros multilaterales bajo el paraguas de la ONU o la OEA.

Relación con EE.UU.: dependencia comercial y presiones geopolíticas

Costa Rica depende económicamente de EE.UU., su principal socio comercial y fuente de inversión. Sin embargo, debe evitar un alineamiento automático con Washington en temas controvertidos, como las sanciones a Venezuela o Nicaragua, para no polarizar su política exterior y afectar sus relaciones con otros actores clave, como China o la Unión Europea.

Es crucial mantener el TLC con EE.UU., pero también aprovechar coyunturas —como la política arancelaria agresiva de Donald Trump— para renegociar términos que protejan al productor nacional y fomenten una economía más circular, sin depender exclusivamente de regímenes especiales como las Zonas Francas. Paralelamente, el país debe diversificar mercados, fortaleciendo lazos con la UE y Asia-Pacífico.

Además, Costa Rica debe buscar mayor asistencia estadounidense en seguridad cibernética y combate al narcotráfico, pero sin comprometer su neutralidad. También es clave exigir reciprocidad en temas migratorios y ambientales, como fondos para adaptación climática.

China: oportunidad económica vs. presión estadounidense

Preocupa que la actual administración evalúe retroceder en un tema ya superado: un posible restablecimiento de relaciones con Taiwán, seguramente por eventual presión del gobierno de Trump. Sería un error estratégico, pues implicaría darle la espalda a la mayor potencia económica emergente en un escenario geopolítico multipolar.

China es un socio comercial clave, con inversiones en infraestructura y tecnología, lo que hace inevitable la presión de EE.UU. para limitar su influencia en la región. Costa Rica ya rompió relaciones con Taiwán en 2007, y la lección aprendida debe ser evitar endeudamientos insostenibles y no caer en la trampa de deuda.

Mantener relaciones comerciales con China es deseable, pero con transparencia y evitando megaproyectos con altos costos o compromisos políticos. Además, es estratégico fortalecer alianzas con otros actores, como la UE, Corea del Sur o Japón, para equilibrar influencias.

La crisis centroamericana: migración, autoritarismos y narcotráfico

La inestabilidad en Nicaragua, El Salvador y Honduras amenaza la seguridad regional. Costa Rica debe fortalecer su diplomacia preventiva, promoviendo derechos humanos sin confrontación directa y evitando sanciones unilaterales que cierren espacios de diálogo.

Una agenda regional de desarrollo —como reactivar el SICA con enfoque en empleo y clima— es urgente. También es vital trabajar con EE.UU. y la UE para abordar las causas estructurales de la migración, no solo el control fronterizo.

Cambio climático y economía verde: liderazgo global

Costa Rica es un referente en sostenibilidad (carbono neutralidad, energías renovables). Por eso debe posicionarse como voz del Sur Global en financiamiento climático y atraer inversión verde (hidrógeno, ecoturismo, tecnología limpia).

Así como en el pasado, debe presionar a las potencias para que cumplan acuerdos ambientales, como el fondo de pérdidas y daños.

Hacia una «neutralidad activa»

Costa Rica debe adoptar una «neutralidad activa«, que incluya:

Ser un mediador confiable, aprovechando su prestigio pacifista.

Diversificar sus socios comerciales, sin depender excesivamente de EE.UU. o China.

Defender la democracia y el clima con diplomacia propositiva, no confrontativa.

Esto debe ir acompañado de políticas públicas que fortalezcan la seguridad ciudadana (no militar), mejorando la ciberdefensa, la policía fronteriza y la cooperación internacional contra el narcotráfico, un flagelo que ha dañado el prestigio del país como destino turístico en la era postpandemia.

Finalmente, es clave retomar la inversión en educación formal y técnica para cerrar brechas sociales y reducir la inequidad que empuja a muchos jóvenes hacia actividades delictivas y, al mismo tiempo, mantiene nuestra competitividad como destino de inversión.

Esta estrategia permitirá a Costa Rica proteger su soberanía, maximizar su influencia moral y asegurar su desarrollo en un mundo cada vez más inestable.

Cuando la migración es cosa “fashion”

Por Memo Acuña
Sociólogo y escritor costarricense

No leyó mal este título. Le parecerá que el autor de esta columna entró irremediablemente en el escenario de la frugalidad, la distopía, la pos verdad. No. Nunca. Espero nunca caer en ese atolondramiento del sentido que coloca, una vez lo repito, la forma por el fondo.

Cuando escuché esto que les voy a contar por primera vez, creí haber entendido otra cosa: por ejemplo, que era una acción humanitaria para recaudar fondos en favor de las personas que se movilizan a nivel global.

No. No escuché eso.

Por el contrario, la persona que comentaba a un grupo que asistimos a un interesante curso sobre migración y literatura remarcó sus palabras: se trata de un “desfile de alta costura que convierte la migración en espectáculo”.

Llamada paradójicamente “Nuda vida” (ese concepto acuñado por Giorgio Agamben para hacer referencia a la vida en su estado más primitivo, más simple) la muestra trabaja recreando prendas que son utilizadas por migrantes que cruzan de forma riesgosa esa región fronteriza ubicada en la frontera entre Colombia y Panamá denominada Tapón del Darién.

Si. No leyó mal.

Es una actividad organizada por el diseñador colombiano Ricardo Pava para estrenarse hace unos días en el Bogotá Fashion Week. En ella se presentarían diseños “inspirados” (no encontré otra palabra menos elegante para referirme a esto) en el dolor de los que caminan.

Nos compartieron un artículo que puede ser revisado en el sitio “La liga contra el silencio” escrito con rabia por su director Alejandro Gómez Dugand. En ese escrito denominado “Fashion Victims: migrantes convertidos en moda de Ricardo Pava”, el autor comparte algunos ejemplos de ciertas prendas incluidas en la muestra.

Leerlas produce una cierta sensación de asco por eso en que nos hemos convertido como especie. Por eso, sigo insistiendo, la forma nos está convirtiendo en esa generación que acabará con todos los sentidos de inteligencia que nos quedaban como especie humana.

Por allí aparece “el terra” (una mujer y un niño embarrados) el “azul necoclí y tantas otras irracionalidades incluidas en esta “muestra de prendas únicas” al decir de su creador.

En una época en la que coexistimos con el imperio del odio, la xenofobia y el racismo, esta irracionalidad vestida de moda nos deja atónitos.

Y sí.

No dejo de pensar que es un acto de barbarie del pensamiento. Por ello coincido con el autor del artículo cuando dice:

Porque en medio del delirio en el que creemos que la pop-política es política, nos metemos en la locura de pensar que un evento organizado en el MET para las élites y desde las élites tiene algún tipo de relevancia social para quienes realmente están jodidxs. Y creemos que apoyar por medio de imágenes creadas con inteligencia artificial a una cadena que vende pollos fritos y comida chatarra es activismo”.

Es cierto. Ese mundo de la ficción que temimos alguna vez, está aquí. Y pareciera que para algunos, para muchos, la vida ciertamente no tiene sentido, no vale nada.

Ni uno solo nunca más

Por Memo Acuña
Sociólogo y escritor costarricense

En 1999 Javier Zamora tenía 9 años. Su vida transcurría entre sus conversaciones con la Tía Mali y su entorno absolutamente rural, ubicado en el El Salvador de entonces. Sus padres no estaban con él.

Por diferentes circunstancias habían migrado hacia Estados Unidos, como tantas personas de ese país que han salido buscado mejores oportunidades, acceso a un mejor empleo o una adecuada educación. También lo han hecho motivados por la violencia que, en los últimos años, ha sido factor expulsor predominante en la mayoría de los países centroamericanos.

La expectativa de Javier era encontrarse con sus padres en Estados Unidos. Por eso ellos y el resto de su entorno familiar prepararon lo que llamaron “el viaje”, que consistía en la contratación de un coyote o pollero, denominación endosada a quienes han conducido a miles de personas por décadas en sus entradas a México y Estados Unidos, por caminos no autorizados.

El de Javier sería un caso más de lo que la literatura especializada en el tema ha llamado “migración por motivos de reunificación”. Pero no fue un caso cualquiera.

No para esa persona llamada Javier Zamora, que pudo contar la historia ya siendo adulto y compartirla en un conmovedor relato en el que el niño que fue entonces, relata sus emociones, sus preguntas, sus dudas, sus fantasías, sus miedos, sus impactos corporales, sus enojos, sus frustraciones, sus ganas de un hogar, sus ganas de un refresco de la abuela en medio del desierto, su contacto visual con las botas de un oficial de la migración estadounidense, su olor a polvo, a días sin baño, su deseo irrefrenable de encontrarse con sus padres finalmente.

Veinte años después de un viaje de siete semanas, dos intentos de entrar a Estados Unidos, tres grupos diferentes de coyotes y cerca de 200 personas migrantes que formaron grupos en diferentes momentos de su tránsito, Javier pudo verbalizar desde la memoria, con ayuda de su compañera y el reiki, así como la que el mismo Zamora llamara su mejor editora: su terapeuta.

Recién termino de leer “Solito”, el producto de esas memorias. Constituye su novela autobiográfica y sentida que me ha devuelto al principio de mis conocimientos en materia migratoria. Existe algo más poderoso que el dinero y el sueño americano: el amor es el motor que mueve las ganas y el deseo más allá de su ausencia.

Ahí cuando el cuerpo flaquea, el cuerpo de un niño de nueve años apenas, enfrentado a las maquinarias de barbarie de la seguridad migratoria en México y Estados Unidos, el amor mueve sus hilos de una forma insospechada. Javier lo hizo. Y lo contó magistralmente en ese relato en primera persona.

Había leído anteriormente alguna literatura (cuentos, crónicas) sobre migración de niños y niñas hacia Estados Unidos: Yo tuve un sueño, de Juan Pablo Villalobos (2018), Los Niños perdidos, de Valeria Luiselli (2018) y La Bestia, de Sofía Nayeli Bazán (2020).

Pero esta narración pudo llevarme a la emoción más profunda tratándose de la voz de un niño que cuenta su historia. Es cierto. Hablamos de hace 25 años, cuando el contexto de violencia y exterminio contra las personas migrantes en tránsito por México no había cobrado la fuerza que tiene hoy. Hoy en 2025, el año de la instalación de esa otra barbarie racista y xenofóbica en La Casa Blanca.

En los días que termino de leer este libro que, recomiendo, se conoce que el Estado costarricense fue condenado por no garantizar los derechos humanos mínimos a los niños y niñas que se encuentran en una situación de práctica privación de libertad en el CATEM en zona sur. Son niños y niñas deportados desde Estados Unidos hace algunas semanas, para los cuales la situación continúa siendo incierta.

En esta hora de la humanidad, los sistemas de protección de los países deberían accionar la consigna de que un niño o niña no debiera quedar solo nunca más.

Eso pasa por recuperar la dignidad en las políticas sociales, flanquear la violencia con estrategias como el arte y la cultura y garantizar acceso a educación y salud en nuestros países. Es el último llamado que nos hacen estas generaciones. Acudamos a honrarlas.

Natalia Serna presenta su nuevo álbum “Mi hogar soy yo” en concierto en Selva Art House

San José, Costa Rica — abril de 2025. La cantante y compositora colombiana Natalia Serna presenta su más reciente álbum “Mi hogar soy yo” con un concierto en vivo el jueves 10 de abril a las 7:00 p.m. en Selva Art House, un espacio cultural íntimo ubicado en San José. Las entradas tienen un valor de ₡7.000 en preventa y pueden adquirirse escribiendo al 6431-4978.

Este lanzamiento en vivo marca el inicio de un nuevo ciclo artístico para Natalia, con un disco que invita a redescubrir el hogar interior a través de una fusión única de géneros latinoamericanos como pop, guabina, flamenco, son, rock y una esencia alternativa que atraviesa toda la obra. “Mi hogar soy yo” es una reflexión profunda sobre la migración, la identidad, el poder femenino y la pertenencia.

El concierto contará con una banda base integrada por Valeria Delgado Camacho, Mariel Vargas y Daniela Contreras, músicas que participaron también en la grabación del álbum. A ellas se sumarán como artistas invitadas las reconocidas instrumentistas Fiorella Hidalgo, Maricel Martén y Alexa Ellis, y una presentación especial de la cantautora Jessica Matus, aportando aún más fuerza femenina y diversidad sonora al espectáculo.

Uno de los momentos más esperados de la noche será la interpretación de “Canción Luz”, el tema que cierra el álbum, una celebración en forma de son y salsa dedicada a Luz Miriam, madre de Natalia, y símbolo de gratitud, alegría y raíz.

Mi hogar soy yo” fue grabado entre Colombia, Costa Rica, México y Chile, con participación de más de una docena de artistas y profesionales de distintos países, y ya está disponible en Spotify, Apple Music, Amazon Music y YouTube bajo el respaldo de Sello Jueves.

DETALLES DEL EVENTO
Lugar: Selva Art House, San José, Costa Rica
Fecha: Jueves 10 de abril de 2025
Hora: 7:00 p.m.
Entradas: ₡7.000 en preventa
Reservas y entradas: al WhatsApp 6431-4978

El mal llamado flujo a la inversa y el rostro humano

Alejandro Machado García

Alejandro Machado García
Gestor en Desarrollo Sostenible con Equidad de Género

América Central sigue siendo una importante zona de origen y tránsito, en el que dinámicas internas como la pobreza, la desigualdad, la violencia de las pandillas, sicariato, así como otras originadas globalmente como las redes de tráfico ilícito, la trata, el cambio climático, generan que grupos de familias, niños, niñas, mujeres se vean desplazadas, huyan o migren a otros países en búsqueda de ese sueño americano o salvar sus vidas.

Al ser de forma irregular y no tan planificada, se corren múltiples riesgos que se experimentan producto del racismo, la xenofobia y la violencia de género en países de tránsito y destino, aumentando las probabilidades que ciertas amenazas se concreten, que hayan privaciones a derechos humanos y en ocasiones con consecuencias mortales.

Es decir, ya la migración se puede dar por factores internos pero también por dinámicas globales, por ejemplo por presiones externas puede ser originadas como mecanismo de presión de un país sobre otro o como moneda de cambio, dejando entredicho los tratados internacionales en derechos humanos.

Costa Rica había sido un país impulsado por la movilidad y migración, siendo en sus primeras estadios, un país de destino y recepción pero luego con el pasar de los años, hemos sido expulsores, de tránsito y ahora un espacio de reflujo migratorio en medio de una pluralidad migratoria.

Hoy en día, con este recibimiento y especie de acatamiento o la mal llamada “cortesía”, estamos frente quinto estadio y le llamo reflujo. No es un flujo a la inversa, no es un flujo hacia el sentido contrario del norte con intención necesariamente de permanecer en Costa Rica, sino es la devolución de la personas que pasaron en tránsito o residían y terminaron en Costa Rica.

En este reflujo migratorio que no tienen nada de retorno, sino son deportaciones y expulsiones -sin decir legitimas o no-, dado que cada país cuenta con su soberanía nacional pero que quizás sí obviando las situaciones de abuso, violencia en las que las personas han sido expuestas tanto antes, durante o después de la migración realizada, y finalmente terminaron siendo una moneda de cambio o mecanismo de presión geopolítica.

De forma excelente y categórica, Costa Rica está haciendo uso de sus instalaciones para continuar una práctica que ya en el pasado entendió eso espero, que de no administrar los flujos, es volver a generar duplicidad y/o revictimizar. Duplicidad en todos los sentidos, no solo en datos, sino tratamientos o asistencias.

De no hacerlo, es ser presa fácil de la ineficiencia, de ser inoportunos y/o insuficientes parar proteger vidas, por lo que esperamos que puedan estar haciendo abordaje inmediato de ciertas emergencias en salud, abordar la salud mental, el control y vigilancia de ciertas enfermedades infectocontagiosas, el que tengan su documentación, traductores para todas las nacionalidades presentes, que se haga la comprobación de vínculos para que no se filtre el tráfico.

En fin sin número de acciones que deberían de centrarse en una respuesta en el migrante y se respete el carácter voluntario de estar ahí, porque voluntariamente no quisieron estar acá, fuimos nosotros como ticos que “voluntariosamente”, sin presiones a impuestos aceptamos recibirlos por cortesía. Por cierto, ya tenemos los impuestos del 10% valga decirlo.

Si no me cabe duda, que es mucho mejor que estén institucionalizados pero no retenidos si fuese el caso, porque una falta de articulación puede nuevamente desbordarse las calles y comienzan las redes locales de coyotaje y las organizaciones delictivas locales, a aprovecharse y pregúntese en ese contexto, ¿Qué posibilidades tienen estas personas que ya presentan vulnerabilidades, para evitar situaciones de violencia, explotación y abuso? Agréguele el hecho de barreras del idioma y que no conocen nuestro país.

Finalmente, se habla muy poco pero el axioma social que está quedando deja en el piso ser migrante. ¿Qué significa salir televisado con esposas? ¿Qué significa ver a su sobrino en un centro a kilómetros de su país de origen? Se han preguntado, como continúan los niños sin traumas, que piensa el niño al ver a su papá y mamá en ese estado, en el que muchas veces no saben ni porque están ahí ni en que país están y elude a través del juego o a pura resiliencia.

Como harán para intimar las familias y sus matrimonios, que significa no tener mis documentos, que significa no tener ingresos y quedar en calle para generar con venta de dulces para continuar su viaje. No poder cortarme el pelo, no vestirme como quiero, no poder ahorrar. Al menos al motociclista que le quitaron la moto en Puntarenas en los retenes, llamó a algún familiar en San Carlos para que le hiciera un simpe desde el baño de un restaurante. Ahora pregúntese, ¿A quién va a llamar un Afgano, ruso o chino?

Peor aún agréguele el hecho de que no puede reingresar al país en el que fue expulsado ni al que lo tienen amenazado. ¿A qué mundo podrán ir? ¿A marte con Elon Musk?

La hermandad: es inherente a la migración humana

«¡Levanta la voz por los que no tienen voz!
¡Defiende los derechos de los desposeídos!
¡Levanta la voz, y hazles justicia!
¡Defiende a los pobres y necesitados!».

(Proverbios. 31: 8-9).

En la tradición bíblica y cristiana, los pobres son los preferidos de Dios y especialmente los migrantes. En la Iglesia Metodista Wesleyana Costarricense siempre ha sido una constante la preocupación por la condición y vulnerabilidad de los migrantes.

Revisemos algunos textos bíblicos del Antiguo Testamento al respecto: «Cuando un extranjero resida con vosotros en vuestra tierra, no lo maltrataréis. El extranjero que resida con vosotros os será como un nacido entre vosotros, y lo amarás como a ti mismo…» (Levítico. 19:33s). «No oprimirás al extranjero, porque vosotros conocéis los sentimientos del extranjero…» (Éxodo. 23:9). «Porque el Señor vuestro Dios es Dios de dioses… Él hace justicia al huérfano y a la viuda, y muestra su amor al extranjero dándole pan y vestido. Mostrad, pues, amor al extranjero…» (Deuteronomio. 10:17ss). «Maldito el que pervierta el derecho del forastero, del huérfano y de la viuda«, (Deuteronomio. 27:19). La mayoría de estos textos culminan con la expresión: «… porque vosotros fuisteis extranjeros en la tierra de Egipto».

Desde la perspectiva profética (Ezequiel, Jeremías, Esdras, entre otros), los profetas siempre reprenden a las elites de Israel y Judá, por la injusticia social y opresión hacia los migrantes: “… los príncipes de Israel… han estado aquí para derramar sangre… trataron con violencia al extranjero y en ti oprimieron al huérfano y a la viuda” (Ezequiel. 22:6s). “Así dice el Señor: si en verdad hacéis justicia… y no oprimís al extranjero, al huérfano y a la viuda…” (Jeremías 7:6).

La visión del Nuevo Testamento, especialmente la de Jesús acerca de los migrantes, resalta la relación de Él hacia los menospreciados, los samaritanos, los extranjeros. Jesús no se inhibió en absoluto de conversar amigablemente, con una mujer samaritana de dudosa reputación, derrumbando la barrera de exclusión entre judíos y samaritanos (Juan. 4:7-30). De los diez leprosos que una vez sanó Jesús, solo uno volvió para expresar su gratitud y reverencia, y la narración del evangelio enfatiza que “era un samaritano” (Lucas. 17:11-19). En fin, la opción privilegiada de Jesús era hacia los pobres en general y especialmente hacia los extranjeros.

En este sentido, nos repelen las noticias actuales de la política migratoria de EEUU hacia los migrantes, especialmente los decretos ejecutivos del presidente entrante Donald Trump.

Nos inquietamos al leer y ver las noticias sobre el trato a este sector de la sociedad mundial. Un ejemplo de la migración en Centroamérica es que esta se ha agravado ante la huida de miles de niños y niñas, que intentando escapar de la condición de miseria y violencia en El Salvador, Honduras, Guatemala, México, exponiéndose a las pandillas de traficantes de seres humanos, llamados los coyotes, para llegar a la frontera sur de EEUU, y que finalmente son deportados a su tierra de origen, sin antes pasar por el escarnio, maltratos, violaciones y toda clase de vejámenes. Hay otros países, donde la migración se da por asuntos políticos, económicos, raciales, entre otros.

Actualmente, el grado de violación de los derechos humanos de los migrantes pasa por: redadas en varios estados de EEUU, redadas en escuelas y colegios norteamericanos en busca de hijos e hijas migrantes, redadas en sitios de trabajo usualmente donde laboran migrantes, las redadas no son solo a hispanos, ahora abarcan a negros, indígenas nativos, personas con rasgos no europeos, entre otros.

Concordamos con varios políticos, religiosos y especialistas en el tema migratorio que, la migración actual es una dimensión de la globalización, esta no implica no solo la transferencia de recursos, productos y comercio, sino que, además, es también la movilización de personas, de seres humanos que toman la difícil y frecuentemente penosa decisión de, abandonar a su familia y amigos en la búsqueda de un futuro mejor.

De allí que, esta es la realidad y destino de muchos inmigrantes, que, ante sus escasos recursos, se ven obligados a ejercer trabajos domésticos, de construcción de infraestructura, de recolección de diferentes tipos de cosechas de alimentos, aceptan ser conejillo de indias en las empresas farmacéuticas, y si son menores de edad se les impone el trabajo esclavo en minerías a cielo abierto y en industria de la producción de equipos tecnológicos; pero a la vez, se despierta en los imperios y poderosos el típico temor y odio hacia el otro y la otra, hacia el migrante, especialmente si vive dentro su país y más cuando llega a ser numeroso. Situación que también es denunciada en el texto bíblico de Éxodo. 1: 8-14.

Desde la IMWC, primero, nos sumamos a las denuncias de toda crueldad y saña contra los migrantes, que como humanas tienen derechos. Segundo, abogamos porque se les preste atención a sus historias de sufrimiento, esperanza, coraje, resistencia e ingenuidad ideológica. Tercero, hacemos un llamado a las autoridades norteamericanas (estadales, policiales y militares) a hacer un alto a estas medidas inhumanas, pensar y actuar como seres pensantes y recordarles que muchos de ustedes también fueron migrantes y extranjeros.

La unidad y discernimiento de ustedes pueden transformar la decisión presidencial. Hoy la economía norteamericana está demostrando que los migrantes son necesarios, y que puede colapsar más de lo que hasta ahora se encuentra. El costo de la vida norteamericana sería insostenible para ustedes, “los legales” sin la población migrante. Y ojalá puedan con esta experiencia tan dolorosa dignificar el trabajo y los aportes culturales de las familias hoy perseguidas.

Seguros que toda crisis es para transformar lo que no dignifica a las personas y a la natura, vayamos unidos a encontrar las soluciones buenas para todos y todas (Apocalipsis. 21: 4).

A las iglesias cristianas y toda expresión espiritual únanse para discernir, defender y transformar tanta equivocación.

Iglesia Metodista Wesleyana Costarricense (IMWC).

¿Qué es y cuáles son las consecuencias para Latinoamérica de las nuevas normas europeas sobre Debida Diligencia?

Imagen: https://www.parservicios.com

Por dos días tendremos la oportunidad de comprender, discutir y pensar las oportunidades y riesgos que este marco jurídico implica para países como Costa Rica. Personas expertas de Italia, España y Latinoamérica, en el marco del Observatorio de Relaciones Laborales de la Universidad de Costa Rica debatirán al respecto el 21 y 22 de noviembre, incluyendo el análisis de ese marco normativo, la discusión de proceso en marcha y la inclusión de perspectiva de género, flujos migratorios, cambio climático y los daños en las cadenas de valor.

Este evento, que se llevará a cabo en el Colegio de Abogados y Abogadas de Costa Rica tiene como objetivo discutir y analizar el marco normativo europeo y su impacto en las cadenas de valor globales, así como los desafíos y oportunidades que esto representa para el trabajo y los derechos laborales. A continuación, se resume las actividades a llevar a cabo cada día:

Día 1: Jueves 21 de noviembre

–   Apertura: Inicia con una inscripción y una mesa inaugural con representantes académicos y del colegio de abogados.

–   Primera Mesa: En esta sesión, se abordan temas como el marco normativo europeo en la debida diligencia, la relación con acuerdos internacionales, la negociación colectiva y el cambio climático. Los expositores incluyen expertos de universidades europeas que discuten cómo estas regulaciones impactan la sostenibilidad corporativa.

–   Segunda Mesa: Se enfoca en casos específicos y estudios sobre la aplicación de la debida diligencia en sectores como el transporte y las industrias textil y agrícola. También se explora la situación de las cadenas de valor de productos como la piña y el banano y las relaciones con sindicatos europeos y latinoamericanos.

–   Presentación de Informes Nacionales: Delegaciones de países latinoamericanos presentan sus informes sobre la situación laboral en sus respectivos países, abriendo un espacio para el análisis de problemáticas específicas en Argentina, Brasil, Colombia, México y Costa Rica.

Día 2: Viernes 22 de noviembre

–   Tercera Mesa: Este bloque se enfoca en temas específicos como la migración en cadenas de valor, la perspectiva de género en los acuerdos internacionales, y los daños en el ámbito laboral. Estos temas son abordados desde una óptica latinoamericana.

–   Cuarta Mesa: Se discuten los impactos socio-ambientales y las externalidades en las cadenas de monocultivos, el papel de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el marco europeo de debida diligencia. Además, se analizan los riesgos y oportunidades de estos acuerdos como espacios de disputa.

–   Cierre y Mesa de Trabajo: Al final del evento, los delegados exbecarios se reunirán en mesas de trabajo para discutir las oportunidades y amenazas de la debida diligencia y los acuerdos internacionales en el contexto de sus propios países. Este cierre busca formular conclusiones y fortalecer el intercambio de experiencias y lecciones aprendidas.

Este encuentro promete ser una plataforma importante para el diálogo entre personas expertas y la promoción de mejores prácticas laborales en cadenas de valor globales, considerando las realidades y desafíos específicos de cada región.

Puede descargar el programa a continuación:

Los países que llevamos dentro

Presentación de libro “Geografías de la nostalgia” del escritor
costarricense Minor Arias Uva, Casa Bukowsky ediciones 2024
en el Colegio Universitario de Cartago, Costa Rica.
17 de setiembre de 2024

Por Memo Acuña
Sociólogo y escritor costarricense

Al leer a Minor, resulta inevitable no pensar en el contexto actual de las movilidades humanas.

A las puertas de una posible solución electoral republicana en Estados Unidos encabezada por el siempre polémico, fanático y flemático Donald Trump, su campaña ha vuelto a colocar la migración y los migrantes (cierto tipo de migrantes, valga decirlo) en un lugar lleno de epítetos, insultos y promesas de nuevos endurecimientos en las políticas migratorias. Eso que al grueso del electorado con tintes nacionalistas tiende a alegrarle la tarde.

Entonces reflexiono sobre el sujeto migrante histórico, homínido y el actual en su acto de sobrevivencia. No distan mucho uno del otro. Lo que los distancia es apenas un segundo en el desarrollo de la humanidad.

Resulta difícil no pensar en ese contexto que viene.

En el que estamos atravesando ya con los tránsitos que vemos en nuestra región provenientes del sur. Luego de cruzar el inexpugnable Tapón del Darién en frontera entre Colombia y Panamá, lo que vemos a diario en nuestras calles centroamericanas son guerreros sobrevivientes, pulsiones, afectos, historias, vínculos, raíces vueltas camino.

Minor Arias Uva nos ha puesto en nuestras manos un libro-testimonio en el que raíces-memorias-olores-historias atraviesan transversalmente todos los textos que componen las dos partes de su “geografías de la nostalgia”, publicado a inicios de 2024 por el quijotesco proyecto literario panhispanico Casa Bukowsky, impulsado por el poeta y gestor cultural chileno Ivo Maldonado.

En este libro la migración adquiere nombres, paisajes, recuerdos, esperanzas, caras, cuerpos. Fuego y frontera enlazan las dos dimensiones narrativas poéticas a través de las cuales Minor va trazando un bordado de afecto y de ternura, un logro realmente significativo cuando se decide hablar sobre un tema doloroso que ha partido en dos muchas historias individuales y colectivas en nuestras sociedades.

Resulta imposible no ubicarse emocionalmente en el sentido cuando al inicio, para despejar la posible incógnita de la amargura, declara:

“Me iré mañana con todo el peligro de los muros,
Con una deuda asfixiando mis sueños.

Me iré en la noche
Para no escuchar el llanto de los niños.

Ella me abraza desde su poder y angustia.
Me enjuago la boca con aguadulce para besarla.

Aquella luz es mi casa”.

Hablar de la migración (la histórica, la de los primeros seres humanos sobre la tierra, la contemporánea, la regional) desde el relato amoroso y cierto con que el autor sucede al tema, solo confirma su estatura y su bagaje por estos sitios poéticos que suelen ser duros, cobijados por la ira, el enojo y la frustración vueltas imágenes.

Por ello, con el permiso del poeta a quien estimo y admiro por su don de humanidad siempre impregnado en el abrazo fuerte con que suele recibirnos, me atrevería a colocar este “Geografías de la nostalgia”’ junto a un conjunto de textos poéticos contemporáneos que abordan la migración desde la región que somos.

Por allí asoman el Libro Centroamericano de los muertos, de Balam Rodrigo, Despatriados de Chary Gumeta, Ropa Americana, de Dennis Ávila y Red Border, de Armando Salgado. También un número especial de la Revista Digital Salvadoreña El Escarabajo publicada en 2022 llamada “Vámonos Patria a Migrar, yo te acompaño” en la que se incluyeron varios autores desde la poesía y la reflexión sobre la movilidad en el contexto regional.

Aquí y desde ahora, Geografías de la nostalgia deberá ser nombrado junto con esos abordajes escritos con el corazón. Tan solo un registro de la importancia de este libro nos revela su verdadera dimensión:

Cavilaciones desde el exilio

Mi acento es mi antorcha.
Saben de dónde vengo.
Se han acostumbrado a mi poesía
Abundante de hilachas
Raíces expuestas sosteniendo la piedra.

Vuelvo al aroma de los guayabales,
A las manzanas de agua tapizando la hojarasca,
A la jugosidad de una guanábana.
Al café,
A los pejibayes
Y la abuela dejando las cordilleras para llegar a mi nacimiento.

Puedo regresar,
pero ya no tengo piernas para morir
en aquella montaña.

La vejez me llegó como un torbellino.

Leyendo a Minor, me resulta imposible no hacer intertextos con cuatro propuestas de mi autoría: déjennos pasar, la niña con globo, la fugitiva y estos tiempos Fermina, escrita en Tegucigalpa el 11 de marzo de 2020 cuando el mundo entró en una nueva fase civilizatoria sin retorno.

Estos vínculos poéticos con Minor, me dicen que no estoy equivocado y que sigo el mismo cordón umbilical hacia la ternura con la que trabaja el poeta en este ejercicio que hoy nombramos.

Quisiera, antes de entregarles mis apuntes finales, hablar de esos países que todos y todas llevamos dentro. Algunos son amplios, anchos, otros apenas una franja de tierra, de sangre, de memoria.

La memoria al igual que la nostalgia son recursos por medio de los cuales los migrantes persisten al olvido, permanecen en el recuerdo.

En un trabajo al que acudo constantemente cuando el tema de la nostalgia en la migración me interpela (el país al que nunca se llega, 2004), el sociólogo argelino Abdelmalek Sayad había anotado ya esa funcionalidad de la nostalgia como motor y bujía que pone a funcionar el migrante en un territorio físico y emocional que no es el suyo.

Dice entonces Sayad:

“El exilio es ese momento en que el ser humano experimenta, a menudo de manera dolorosa, un apego casi carnal por el territorio (país, suelo natal, patria) y por el grupo (familia, parentela, comunidad, nación) de que proviene.

Ese espacio, que nos configura y que a la vez configuramos a nuestra medida, es también el de la nostalgia: el mal del retorno. La palabra enuncia a la vez la causa y el remedio.

Llevada por la ilusión de que el remedio (el regreso) bastará para curar el mal suprimiendo la causa (el exilio), la nostalgia pone en marcha una patética labor de memorización, de reminiscencia, de imaginación. Los lugares elegidos a tal efecto se convierten en objetos de auténtica veneración, y el espacio y el tiempo se sitúan en un mismo plano, haciendo creer que la abolición de uno entraña la del otro”.

La propuesta de Minor Arias Uva es entonces colocar a la nostalgia en ese lugar empírico que todos llevamos dentro: ese país que construimos y que nos construye permanentemente.

A entrar en el sin pasaporte, sin frontera, sin dolor pero con la historia en nuestros pies y nuestros corazones. Porque el libro de Minor es un corazón que palpita en movimiento.

Memo Acuña González
Cartago
17 de setiembre de 2024

Son más los jóvenes que deciden irse del país en búsqueda de una mejor calidad de vida

James Porras López

James Porras López

A través del tiempo y por diversos medios de comunicación, tantos radiales, televisivos, escritos y ahora más, comúnmente, lo vemos a través de distintos dispositivos tecnológicos por las redes sociales; notamos un fenómeno que se da en nuestra Latinoamérica sobre la migración masiva de muchas personas de países específicos que buscan una mejor calidad de vida, paz, libertad, o, simplemente salir de un país que no les dio la oportunidad de desarrollarse, en búsqueda de lo que comúnmente se le ha llamado el “sueño americano”; o, ahora que se ha popularizado como el “sueño europeo”.

Para las personas que no se han familiarizado con estos términos, les menciono un poco de lo que dice el internet:  

El sueño americano se le conoce como «la mayoría de la gente diría que tiene que ver con el éxito individual conectado con la riqueza y con el sueño del inmigrante; que cualquiera puede llegar a Estados Unidos y convertir su vida en un éxito»; según lo dijo la escritora Sara Chuchwell a BBC Mundo, en el marco del HAY Festival Cartagena

Por su parte, el “sueño europeo” se define, según el diario digital Prometeo, como la idea de trabajar para vivir y no vivir para trabajar.”

Como pudimos leer, estos “sueños” se resumen en dos aspectos: vivir mejor y tener mejor poder adquisitivo. Esto ha generado que cada vez más jóvenes de nuestra Latinoamérica sueñen en emigrar de sus respectivos países como Venezuela, México, Salvador, Nicaragua, República Dominicana, entre otros…

Hoy, hay una realidad en nuestro país, una realidad que no podemos minimizar y mucho menos ocultar sobre la Costa Rica, que antes era receptora de migrantes, a una Costa Rica donde la población joven, por las muy escasas posibilidades que existen, se ha vuelto en un país expulsor de migrantes.

Hoy, hay una realidad: en nuestro país existen muy pocas posibilidades de poder tener una vida digna, donde existen dos clases sociales muy bien marcadas; una de ellas es una clase con mucho poder adquisitivo; y, la otra, una clase más y más empobrecida que ha dejado de vivir a simplemente sobrevivir a los embates de la desigualdad social.

Para darles unos pequeños detalles de lo que hablo, actualmente en el sector público por la ley de Fortalecimiento de la Finanzas Públicas y por la Ley Marco de Empleo Público, cada vez más son los puestos suprimidos o congelados del sector, con su único fin de ahorrar dinero para pagar la deuda pública del Estado; disminuyendo la posibilidad de poder contratar más personas que puedan asumir esos puestos vacantes y que, además, las personas que hoy trabajan en este sector, también han visto disminuido sus ingresos al existir un aumento desmedido del costo de la vida agravado por el congelamiento salarial total e inhumano que se le impuso al sector público desde el año 2020 y según el Ministro de Hacienda podría extenderse hasta el año 2028, es decir más de 8 años con los salarios congelados del sector público.

Y, por otra parte, en el sector privado donde cada vez más son los requisitos académicos para ser parte de este sector y donde cada vez más es la solicitud de experiencia y el mal llamado dicho de “ponerse la camiseta”, con la única intención y de una forma sutil de sacar más provecho de las personas trabajadoras, con salarios bajos a diferencia de las cosas que les solicitan día a día. Además, sin dejar de lado que ya la misma ONU pidió más medidas, ya que, en muchos sectores privados del país, se ha encontrado de forma alarmante un aumento de esclavitud laboral moderna.

Ya sea que seas joven y pudiste conseguir trabajo, independientemente del sector en el cual estés trabajando y del exceso de aumento del costo de la vida, no podemos dejar a un lado el exorbitante pago de impuestos en los salarios, IVA entre otros y la vulgaridad de los sobre precios de las casas de alquiler, que en muchos casos puede ser hasta más de un 50% del salario actual de muchas personas jóvenes.

Cada vez más es atractivo como personas jóvenes, salir de un país donde no se nos dan las oportunidades de poder tener una vida digna y decente y, por el contrario, tenemos a un gobierno que con más recortes a la educación, seguridad, cultura, deporte, salud entre otros sacrificando a la población con su único objetivo de tener una reputación a nivel internacional sobre el pago de la deuda, según el PIB.