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Etiqueta: migrantes

Brindan acompañamiento productivo a migrantes nicaragüenses

Alrededor de 23 familias migrantes nicaragüenses habitan el asentamiento campesino Las Melinas, ubicado en Upala.

Por: Johnny Núñez Zúñiga
Periodista
Oficina de Comunicación-UNA

Mejorar la condición socioeconómica de familias migrantes nicaragüenses es el propósito del acompañamiento que brinda la Sección Huetar Norte y Caribe, Campus Sarapiquí de la Universidad Nacional (UNA), junto con la fundación Centro de Derechos Sociales del Inmigrante (Cenderos) y la Municipalidad de Upala, en un asentamiento campesino, ubicado en el sector de Las Melinas de Upala Zona Norte de Costa Rica.

Desde hace más de dos años el Campus Sarapiquí realiza una labor de extensión con el apoyo de diferentes escuelas de la UNA, entre ellas, Ciencias Agrarias, brindando asesoría técnica en la implementación de sistemas agro-productivos a 23 familias migrantes nicaragüenses, las cuales perdieron sus tierras y debieron abandonar su patria por ser opositores al régimen de Daniel Ortega.

Francisca Ramírez, responsable nicaragüense del asentamiento, agradeció al país por abrirles las puertas, así como resguardar sus vidas, ya que la mayoría son campesinos desplazados a la fuerza por la crisis política que se vive en Nicaragua. “Al ser familias campesinas decidimos juntarnos y trabajar de forma colectiva labrando los terrenos y criando animales de granja, con lo que aportamos un granito de arena a la economía y fortalecimiento de esta región de Upala”, precisó Ramírez.

Destacó que reciben y le brindan techo y alimentación a todo aquel migrante que huya del régimen, donde algunos deciden quedarse y otros marcharse a otras regiones del país o bien anhelar el sueño de continuar hacia los Estados Unidos. Cabe destacar que el terreno que habitan dichos migrantes es una finca rentada.

Jairo López, migrante nicaragüense que habita en el asentamiento, manifestó que llegó a esta región en marzo de 2019 en busca de ganarse el sustento para sus familias. “Quiero señalar que desde el principio la UNA nos ha motivado a echar para adelante y al ver nuestras carencias nos tendió la mano con programas agroecológicos, así como la debida asesoría técnica en el tema bovino, lo cual nos ayuda a sostener este proyecto agrario”, subrayó López.

UNA en el territorio

Sonia Montero, académica del Campus Sarapiquí de la UNA, acotó que a estas familias se les apoya con asesoría técnica de la Escuela de Ciencias Agrarias y de la Finca Experimental Santa Lucía en el manejo del bovino, donde ya cuentan con 100 cabezas de ganado, una granja de gallinas ponedoras y varios cerdos. “Los apoyamos con la vacunación a los animales, control del alimento, poner aretes a las vacas, elaboración de silos. Además del cultivo de árboles frutales y la producción de queso, leche y natilla”, puntualizó Montero.

Martín Parada, vicerrector de Extensión de la UNA, indicó que la alianza estratégica con la fundación Cenderos y Universidad Nacional con el proyecto de modelos de desarrollo territorial, vinculados y articulados con el Campus Sarapiquí de la UNA, garantiza que los productos del asentamiento se comercialicen en la feria del agricultor de los viernes y sábados en Upala, lo cual, en conjunto con el respaldo de la alcaldesa de dicho cantón, ha permitido que estas familias cuenten con ingresos sostenibles de autosuficiencia.

Oficina de Comunicación
Universidad Nacional, Costa Rica

La emigración es parte de la Nación cubana

Mag. José A. Amesty Rivera

“(…) a la Comunidad hay que respetarla.
La Comunidad existe.
La Comunidad es una fuerza.
y a la Comunidad se le toma en cuenta”.

Fidel Castro Ruz.

Durante los días 18 y 19 de noviembre de este año 2023, se celebrará en la Habana, Cuba, el IV Encuentro La Nación y la Emigracion. Esta jornada de la conferencia estaba prevista para realizarse en 2020, pero debió posponerse debido a la compleja situación sanitaria creada en el mundo a raíz de la pandemia de COVID-19. Los Encuentros anteriores se han realizado en 1994, 1995 y 2004.

Aunque antes de estas fechas, hay por parte de Fidel Castro Ruz, organizaciones y movimientos, acciones y encuentros, para abordar la temática.

Este IV Encuentro es una expresión del carácter irrefutable de continuar profundizando las relaciones con sus nacionales cubanos/as en el exterior.

En este sentido, creemos y vemos el apoyo desinteresado y permanente de los cubanos/as residentes en el exterior, quienes en los momentos más críticos enviaron y siguen enviando a su Patria, insumos de todo tipo, sorteando los innumerables obstáculos que representa la política de bloqueo. Siendo este apoyo, un proceso continuo e inquebrantable de acercamiento entre Cuba y la comunidad cubana en el exterior.

Porque como ya lo dijera el comandante en Jefe de la Revolución cubana, Fidel Castro: a la Comunidad hay que respetarla. La Comunidad existe. La Comunidad es una fuerza y a la Comunidad se le toma en cuenta. Porque hoy, como lo fue en el pasado, continúa siendo relevante la participación de todos los cubanos/as para preservar la Patria de aquellos/as que pretenden negarle su derecho a existir como Nación soberana.

En definitiva, sin importar donde se encuentren, y que también dificulta los vínculos entre las familias, continuará el acercamiento natural e inevitable de Cuba con sus nacionales en el exterior, por voluntad de nuestro pueblo, en ejercicio de su libre determinación.

El desarrollo de las relaciones de los nacionales cubanos/as con los residentes en el exterior, estimulan una mayor participación de estos en los procesos de desarrollo cultural y socio-económico que tienen lugar en el país. Por esto es que este Encuentro seguirá siendo un espacio propicio para debatir y trabajar juntos por la independencia, la justicia social plena y el bienestar de la Patria cubana.

Es significativo como Cuba luego de 60 años de bloqueo, desee propiciar estas iniciativas de Encuentros con sus migrantes. Desde nuestra posición desde afuera, es loable esta perspectiva, ya que muestra por donde debe ir una Revolución Socialista.

Antes de considerar otros aspectos de la emigración cubana, deseamos dejar explícitos algunos elementos importantes, algunos de discusión amplia y otros reiterativos en el mismo debate, en este problema migratorio.

  1. Cuba es un país viable, a pesar del bloqueo, es un país que ha tenido éxitos en sectores como la educación, la salud, el deporte, en el campo de las investigaciones y en las transformaciones sociales.
  2. En Cuba no existe crisis social, ni política. Es un país en transformación y ha tenido la valentía de no frenar este proceso a pesar de la situación económica. Ninguna de las medidas que ha llegado a implementar es producto de la improvisación.
  3. En medio de todo este proceso, hay un espacio importante y activo de presencia de la emigración cubana.
  4. Se han producido avances sustanciales en la política migratoria del país hacia los cubanos/as emigrados y aquellos/as que deciden residir temporalmente en el exterior.
  5. En este sentido, el IV Evento, es un espacio para celebrar lo que une a los cubanos, de adentro y de fuera, reconocer los logros alcanzados a favor de la normalización de esas relaciones y el estrechamiento de los vínculos con la emigración. Así como, resaltar el compromiso de los cubanos/as y sus aportes a la Patria cubana desde posiciones de respeto y hermandad.

Ahora, lo que, si es cierto y en otro orden de ideas, es que «la estrategia histórica de la Revolución cubana ha sido, desde antes del triunfo, ganarse a los adversarios. No despreciar moralmente al enemigo, ni juzgarlo cobarde. Así que “muchos soldados de Batista son hoy militantes de nuestro Partido”, “trabajadores de vanguardia, trabajadores distinguidos”. La Revolución consiste en un proceso de transformación de los seres humanos, a partir de sus virtudes y capacidades morales, desde las cuales “puede transformarse en un revolucionario”, así lo enfatiza el sociólogo y politólogo Rafael Hernández, en su artículo: Nación y Emigración: Las orillas del diálogo.

A su vez, Hernández, muestra una especie de avances y logros, así como elementos que unen a los nacionales y los emigrados, por ejemplo, él dice: «Cuando enseño historia de la Revolución, el problema a resolver no son los “libros prohibidos” de autores emigrados; digamos, Jorge Domínguez, Emilio Cueto, Uva de Aragón, Carmelo Mesa-Lago, Ada Ferrer, Alejandro de la Fuente, Jorge Duany, Lisandro Pérez, Guillermo Grenier, Alan West-Duran, Iraida López, Ruth Behar, Miren Uriarte, Alejandro Portes, Roberto González Echeverría, para mencionar solo a algunos vivos, entre muchos. A pesar de que la mayoría no comparte la ideología del socialismo cubano, son conocidos, citados, comentados, usados en clases, y casi todos publicados aquí» en Cuba.

También señala que, hay «Nuevas regulaciones que flexibilizan la renovación del pasaporte, cambios aduanales para facilitar envíos e importaciones de medicinas y alimentos, encuentros de algunos empresarios con autoridades en la isla, y muy especialmente, conversaciones a nivel del presidente y empresarios emigrados acerca del (llevado y traído) espacio real para invertir en Cuba. El insólito evento, en Miami, con participación de numerosos empresarios privados de aquí y otros de allá es el último hecho notorio», entre muchos otros avances.

Para finalmente, Hernández, rematar con esperanza: «La reconciliación entre las familias, y el acuerdo de nuestros desacuerdos, así como los diálogos en los campos de la cultura, la academia, la ciencia, la fe, encierran lecciones que deberíamos compartir, para no tropezar de nuevo con las mismas piedras».

Por otro lado, el mismo autor en su artículo: Cuba: Los números de la migración, indica: «Según fuentes oficiales de EEUU, en el Año Fiscal 2022 (octubre 2021-julio de 2022) han entrado 177.800 cubanos a EEUU; solo en julio, 20.000. Como se sabe, por el Mariel se fueron 125.000 personas en poco más de 5 meses. Grosso modo, 25.000 al mes (aunque la mayoría se concentró en los primeros dos meses). Si en los 10 meses transcurridos del año fiscal 2022, se hubieran ido al ritmo del Mariel, habrían entrado ya en EEUU 250.000 cubanos».

A su vez, «entre agosto de 2017 y agosto de 2022 deberían haber salido de Cuba y entrado de manera documentada y ordenada, sin correr ningún riesgo ni gastarse una fortuna, 100.000 cubanos (si no se hubiera interrumpido unilateralmente la aplicación del acuerdo migratorio existente desde hace 27 años)».

Y Hernández, hace una consideración muy importante: «Los que salen ahora, no. Es decir, no están en una situación de exilio, ni de emigración sin retorno, sino de entra-y-sale. Aunque no volvieran, no se han ido para siempre», comparado con la emigración del Mariel en 1980.

En esta temática tan importante, deseamos reseñar finalmente, lo que informa el investigador Jesús Arboleya, en su artículo, Cuba: economía y emigración, al plantear y darnos otra perspectiva.

Datos

  1. Desde el triunfo de la Revolución, uno de los objetivos de la política norteamericana fue drenar a Cuba de la fuerza de trabajo calificada que requería el buen funcionamiento de la economía. Decenas de miles de profesionales y técnicos emigraron, en buena medida, alentados por las ventajas excepcionales que les ofrecía esta política, lo que obligó a un esfuerzo educacional monumental para suplirlos.
  2. Eliminar el embargo representaría alrededor de mil millones de dólares al año para la economía del sur de la Florida, junto con 40 mil nuevos empleos.
  3. Por otro lado, es innegable que los emigrados contribuyen de diversas maneras a la economía cubana y pudieran hacerlo mucho más si se crean las condiciones adecuadas para ello.

Contribuciones:

  1. En primer lugar, como ocurre en muchos países emisores de migrantes, lo hacen mediante las remesas. La mayoría de los estimados coinciden en que Cuba recibe unos 3 000 millones de dólares anuales por este concepto, el 68 por ciento procedente de EEUU. Aunque el cálculo de las remesas y su impacto real en la economía siempre es engañoso por la forma en que circula este dinero, no caben dudas de que constituye un ingreso importante de capital fresco, una parte del cual va destinado a la inversión en los negocios privados que se desarrollan en el país.
  2. A las remesas en efectivo, habría que agregar las que llegan al país en calidad de envíos de mercancías, calculado en otros tres mil millones de dólares anuales, los cuales también sirven en ocasiones para el desarrollo de negocios particulares.
  3. Otro aporte relevante de los emigrados a la economía cubana es el que se realiza por medio del turismo y las visitas familiares. Según datos del gobierno cubano, en lo que abarca el último quinquenio, más de un millón de emigrados han realizado 4,6 millones de visitas al país.
  4. El aporte de los emigrados también se concreta muchas veces en el pago de las comunicaciones de personas residentes en Cuba y en el financiamiento de sus visitas al exterior, que en el último quinquenio superó los cuatro millones de viajes, a pesar de que EEUU prácticamente redujo a cero esta posibilidad desde 2017, con la excusa de los cuestionados ataques sónicos a sus funcionarios.
  5. Es cierto que las remesas, los viajes y otras formas de contacto de los emigrados con Cuba no pueden ser entendidos como una muestra fehaciente de apoyo al gobierno cubano, pero sí reflejan necesidades e intereses cuya solución pasa por una mejor convivencia entre los dos países. En esto radica el punto de demarcación de las posiciones respecto a Cuba, en el seno de la emigración cubana.

Finalmente, deseamos recalcar el arrojo, la valentía de Cuba, al discutir y debatir este tema, que les atañe tanto, así como ver a las/os migrantes no como enemigos/as, sino como parte de su Nación, sujetos de tomar en cuenta.

El espejo empañado

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

Durante algunos segundos su mano luce extendida hacia el público. El silencio es profundo, tal vez ocasionado por esas interrogaciones que cada uno, cada una nos hacemos sobre nuestras interacciones con los otros, las otras: ¿cuándo he emitido un comentario racista? ¿me he reído de un chiste que denigra al extranjero? ¿me he burlado por su acento, su forma de vestir, sus costumbres?

Es una escena culmen. Durante minutos, María ha interpelado a las caras de los que la ven, pidiendo perdón por su pobreza, por la comida originaria, por la cultura letrada y adelantada de Rubén Dario o por la voz disidente, fuerte y clara de Gioconda Belli. Ha pedido perdón por ser mujer, por las mujeres de su linaje, por su hija ahogada intentando cruzar el Río San Juan, por venir a este país cada vez que siente hambre.

Luego de esa interpelación, extiende la mano, en un acto de fe (y amor) con ese otro al que ha reflejado duramente en su xenofobia, su racismo, su clasismo. En su lugar, una jauría de perros rabiosos se le lanza hasta dejarla inhabilitada. Su error: ser migrante y desafiar la hegemonía cultural vallecentralina.

Si. Son los discursos de odio, los chistes, la burla, los intentos de agresión proferidos a una temerosa comunidad nicaragüense atrincherada una mañana de agosto de 2018 en su emblemático parque de La Merced. ¿He dicho alguna vez las dos palabras mágicas con las que un núcleo duro de costarricenses-promedio acostumbra a llamar a los vecinos del norte?

Entonces la reflexión, entonces el silencio. Porque a lo mejor si lo he dicho alguna vez. Y me recrimino en silencio. ¿Usted no?

Durante casi un cuarto de siglo el independiente grupo Teatro La Polea se ha encargado de colocar un espejo grande en el centro del cuarto del ego vallecentralino, blanco, xenofóbico de ese costarricense promedio. Lo hizo primero de la mano, el cuerpo y la voz del recordado actor César Meléndez.

Con César hace muchos años tuve la oportunidad de coincidir en un foro organizado por la Escuela de Estudios Generales de la Universidad de Costa Rica, luego de una de sus presentaciones. Allí con toda su carga emotiva y sensible a cuestas, nos contaría de la enorme cantidad de cartas y documentos que la comunidad nicaragüense le había hecho llegar entonces contándole sus peripecias y lo experimentado en un país moralmente igualitario, pero socialmente esquizoide y grosero con ciertos extranjeros. No con todos. Con algunos: los pobres y de piel oscura. Nos contaría los cientos de historias que había escuchado en comunidades donde se le acercaban de forma silenciosa personas migrantes para darle las gracias. Y darle su vida para que la contara en el escenario. Cientos. Miles.

Acompañando a César en sus presentaciones por casi 15 años, se desplazaba detrás de escena la figura de una mujer investida en un traje de trabajo para tramoya.

Era Cristina Bruno. O, mejor dicho: María. María Espinoza.

Luego de la trascendencia de su compañero de vida a otros planos, Cristina asumió para si el viaje que él había iniciado al finalizar la tormentosa década de los años noventa para la comunidad migrante nicaragüense en Costa Rica. Retrabajó el texto y le incorporó una mirada interseccional: mujer, pobre, trabajadora, migrante, madre, hija.

Entre ambos se han encargado de darle brillo a ese espejo que han colocado en el centro del cuarto del ego blanco, vallecentralino y clasista que era la Costa Rica de entonces y la de ahora. Ese ego que hizo que un conpiscuo demógrafo de este país me dijera luego de haber visto la obra interpretada por César: “es para la gradería de sol”. Desde entonces supe a quien no quería parecerme en mi vida académica, pero sobre todo personal.

La tarde del 2 de noviembre en una función organizada por el Proyecto Representaciones sociales, migración nicaragüense, discursos y prácticas de igualdad en Costa Rica, del Instituto de Estudios de la Mujer (IEM) de la Universidad Nacional, Cristina, María, volvieron a poner el espejo de cara al público. Lo que vimos ese día a juzgar por el silencio profundo, era una imagen empañada de lo que seguimos siendo como colectivo. De allí la pertinencia de que esta pieza teatral y de incidencia social se sostenga por otros 25 años, dada la sociedad tan violenta y discriminatoria en la que nos hemos convertido. Hace unas cuantas columnas recordábamos los incidentes en los estadios del país. Los ejemplos cotidianos sobran.

Es verdad que la razón solidaria existe. Que no son todos ni todas los que forman ese ejército enardecido de perros xenofóbicos. Debemos rescatar su ADN y amplificar sus acciones de acompañamiento, entonces. Quedarnos con su trabajo y objetivos. Su esencia y humanidad.

Mientras eso sucede, agradezcamos la independencia de pensamiento, palabra, obra y puesta en escena del Teatro La Polea, en un país cuyas políticas culturales naufragan desde hace bastante tiempo.

Acerquémonos a ese espejo empañado. Limpiemos su humedad. Tal vez en el fondo de la imagen, haya una actitud digna de rescatar para seguir construyéndonos en una mejor sociedad.

La integración suspendida

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

Intercambiaba con mi buen amigo hondureño, el escritor Fabricio Estrada, sobre las irracionalidades de las élites de nuestros países. En un sin sentido palaciego, casi que, de apostilla, las diplomacias migratorias de Costa Rica y Honduras decidieron poner obstáculos a la movilidad entre ambos países.

En una medida desesperada para, supuestamente detener la escalada de violencia en Costa Rica atribuida en forma mayoritaria al funcionamiento de grupos criminales organizados, el gobierno costarricense adujo que buena parte de estos grupos contaban con ciudadanos hondureños en sus filas y por tal razón había que limitar su entrada.

Bajo esa premisa, y argumentando razones de seguridad nacional, impuso restricciones y condiciones para el ingreso y permanencia de personas provenientes de aquel país. Entre las solicitudes, se encuentran la visa consular y aportar un comprobante de medios económicos, que garanticen la subsistencia en el país.

En correspondencia recíproca, el gobierno hondureño también prefijó varios criterios que deberán cumplir los costarricenses para entrar en aquel país. Entre estos una certificación médica y una constancia de Interpol.

La relación entre seguridad y movilidad humana explica una tensión a escala global no resuelta aún, desde que se instaló como premisa de gestión migratoria luego de setiembre 11 de 2001 y se intensificó en la época de la pandemia.

En la región resulta recurrente la aplicación de ese esquema, que a todas luces suspende la premisa de la integración regional y la supedita a los entuertos y reacciones temperamentales de los actores y sectores que toman decisiones a los más altos niveles.

Al tiempo que esta reacción visceral ocurre y varias formas de movilidad quedan supeditadas entre ambos países, el corredor del tránsito para las migraciones venezolanas sigue produciéndose en Costa Rica, aún con sospechas de muchas acciones irregulares en el ámbito gubernamental que deberán ser aclaradas en el corto plazo.

La época de los chivos expiatorios está lejos de desaparecer. Hoy son los hondureños. Ayer los nicaragüenses, hace un siglo los armenios y gitanos. Convendría entonces repensar las categorías con las que nos imaginamos en el concierto global de los derechos humanos. Tenemos mucho que aprender todavía, como enunciar las causas estructurales del fenómeno de la violencia e identificar a sus reales actores causantes responsables, por ejemplo.

Imagen ilustrativa.

TOSHKUA

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

En lengua Pesh, hablada por las comunidades indígenas de Honduras, el sentido de esta palabra es devastador y absoluto para una región cuyas rupturas a todo nivel son continuas.

Significa “desaparecer” y en la realidad centroamericana actual adquiere una connotación aún más pertinente. Con ese nombre, ese significado, el Director Ludovik Bonleux realizó un documental de 80 minutos (2022) en el que cruza dos historias: la búsqueda incesante de Marco Antonio, el hijo de Doña Mary. Ella es una de las madres de la Caravana de familiares de migrantes centroamericanos desparecidos, que con más de 15 años de accionar, buscan a sus hijos e hijas en su tránsito por México, un territorio que al decir de Oscar Martínez, lo caminan y resisten los “migrantes que no importan” y el viaje de Francisco hacia el centro de la Mosquitia hondureña, motivado por la ida de sus hijos hacia Estados Unidos y también por la amenaza del extractivismo neoliberal que ha dispuesto arrasarlo todo, desde los lugares naturales sagrados para las comunidades originarias, hasta los cuerpos de los desahuciados.

En un momento del documental se observa una de las madres sostener un cartel con la pregunta ¿ Dónde están?. Las cifras no valen de mucho si de lo que hablamos es de personas con historias truncadas, biografías que un día desaparecieron sin dejar rastro y fueron disueltas (literalmente) por el poder de los Estados involucrados y la acción de actores de la industria migratoria, que ven en sus cuerpos una forma de obtener ganancias, como el narcotráfico y la venta de armas.

Algunas estimaciones, creo bastante conservadoras, hablan de 7.000 personas migrantes centroamericanas desparecidas al año. El número es conservador porque en la clandestinidad de las estrategias de movilidad, son mucho más las personas que salen un día sí y otro también a buscar “la vida en otra parte” como ha dicho con tino el filósofo costarricense Alexander Jiménez.

Al mismo tiempo que son escritas estas notas, se conoce del lucrativo negocio que significa para grupos criminales, el cruce irregular por fronteras al norte de la región, que producen ganancias de más 12.000 millones de dólares al año.

Quien no paga, no existe.

Quien no paga, desaparece.

Fuimos invitados a un Foro sobre este documental, organizado en el marco del Festival de Cine Colombia Migrante, desarrollado en San José, Costa Rica, en los primeros días de octubre. Su objetivo principal es visibilizar, difundir, apoyar y construir un espacio de memoria desde producciones cinematográficas y audiovisuales, que narran la complejidad de los fenómenos de la migración de las y los colombianos(as) al interior de su territorio y al exterior.

En la actividad y a la pregunta sobre la gestión gubernamental de los recientes procesos migratorios experimentados por Costa Rica, mi respuesta fue poco alentadora. No sólo los enfoques prevalecientes siguen abordando el tema desde la seguridad y la criminalización, sino que también las actitudes de quiénes toman decisiones al más alto nivel, están llenas de prejuicios y percepciones discriminatorias.

Convendría tratar de incidir en esos niveles de toma de decisiones, para buscar su mejor comprensión sobre el tema y el cambio en el paradigma de la gestión migratoria, hacia un definitivo reconocimiento de los derechos humanos de personas en contextos de movilidad.

Declaración de IRCA CASABIERTA y Refugees International sobre el Estado de Emergencia en Costa Rica

Por IRCA CASABIERTA Septiembre 29, 2023

El Instituto sobre Migración y Refugio LGBTIQ para Centroamérica – IRCA CASABIERTA – con sede en San José-Costa Rica, manifiesta la misma preocupación del fenómeno migratorio que ha ido en aumento, pero también sostienen que Costa Rica ha sido históricamente un pueblo noble, respetuoso de los derechos humanos y sobre todo, humanista, que ha brindado techo, alimento, educación, trabajo y salud para aquellas personas que atraviesan por desafortunados acontecimientos provocados por dictaduras, violencia, corrupción y pobreza.

IRCA CASABIERTA, agrega, que Costa Rica podría hacer frente de este fenómeno migratorio con mayor planificación para la integración socioeconómica de las poblaciones migrantes, y ver esta situación como una oportunidad para integrar los conocimientos, la riqueza cultural, social y económica que traen las personas migrantes para fortalecer al país.

IRCA CASABIERTA insta al gobierno costarricense acogerse al espíritu constitucionalista de igualdad en derechos hacia las personas extranjeras, así como a los acuerdos internacionales ratificados bajo el espíritu democrático, humanista y multicultural que defiende bajo un marco de paz y respeto.

 

Publicado en Refugees International y compartido con SURCOS por Nayla Carvajal Sancho.

Imagen: https://ciencia.unam.mx/leer/1124/-buscas-informacion-sobre-la-migracion-

Encuesta destaca conocimiento de la población en trata de personas y migrantes

El Programa Migraciones, Cambio Social e Identidades del Instituto de Estudios Sociales en Población (IDESPO) de la Universidad Nacional (UNA), presentó los resultados de la encuesta nacional: “Percepción sobre la trata de personas y tráfico ilícito de migrantes”.

La encuesta se realizó en el Centro Tecnológico de Investigación Social (CETIS) del IDESPO, del 14 al 22 de abril 2023, abarcando una población de 910 personas, con un 3,2% de error de muestreo y un 95% de confianza. La muestra se ajusta por la no respuesta con base en la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). En esta ocasión el ajuste se realizó con la distribución por sexo, edad y educación de la ENAHO 2022.

“El objetivo de esta encuesta fue conocer las percepciones que tenía la población costarricense acerca del delito internacional de trata de personas, y de forma específica retratar las vías en que se acceso a dicho conocimiento, identificación de vulnerabilidades, características y finalmente relacionar cuáles factores estructurales inciden para que se den situaciones de trata de personas”, indicó la coordinadora del Programa Migraciones, Cambio Social e Identidades del IDESPO, Dra. Cynthia Mora Izaguirre.

Dentro de los principales hallazgos, en cuanto a la trata de personas, se observó que gran parte de la población encuestada, 77,6% tiene una acertada percepción del concepto, el cual se definió como el comercio de personas para la explotación sexual y laboral e incluso para el tráfico de órganos. De la población encuestada el 16,9% no sabe qué es y lo confunde con otro concepto el 5,5%.

Por otra parte, la gran mayoría (87,2%) estuvo de acuerdo en que las personas con mayor riesgo a ser tratadas son los menores de edad; seguidos por las personas menores de 35 años (66,2%). Otros grupos poblaciones que se identificaron que también corren riesgo son los migrantes (89%), las personas con bajo nivel educativo (81,2%) y las desempleadas (73,4%). Y con respecto al sexo, se consideró que son las mujeres a quienes les afecta más esta situación con un 67,9%.

En el tema de acceso a la información sobre este delito, un 66,5% mencionó que sí ha tenido acceso a ella, y es la televisión el principal medio por el cual la gente se informa sobre esta temática (90,9%), seguido por las redes sociales (80,7%).

Los factores determinantes de la trata de personas mostraron que la población consultada es bastante pesimista y reconoce que en el país se dan diversas formas de explotación (doméstica, agrícola, infantil con fines sexuales, sexual por medio de redes de prostitución).

Los encuestados consideraron que hay una serie de situaciones que requieren atención urgente por parte del Gobierno de la República en el siguiente orden de relevancia: tráfico y venta de drogas, delincuencia organizada, inseguridad, violencia de cualquier tipo, pobreza, desempleo, personas que piden en las calles, migración de extranjeros, ofertas de trabajo engañosas, turismo sexual y trabajo infantil. Es decir, que más allá de la trata de personas, el país es propenso para que se cometa casi cualquier delito y es urgente que el gobierno intervenga ya que se considera que todos los días en Costa Rica se dan sucesos violentos, crimen organizado, tráfico de armas, coyotaje y trata de personas.

Otro dato importante, es que casi una cuarta parte de la población encuestada no tiene claro que es tráfico ilícito de migrantes o coyotaje, de estas personas, la mayoría lo confunde con el concepto de trata.

También, respecto al tema de los derechos humanos, se asocia más con igualdad y el respeto de los derechos de las personas y que se les garantice un mínimo de recursos para la subsistencia.

Por último, como conclusiones se recomienda volver a implementar campañas estatales, especialmente a la luz de un alto tráfico de personas atravesando nuestro país rumbo a los Estados Unidos, índices de desempleo e informalidad tan altos, hace imperativo que el Gobierno de la República invierta en posicionar el tema para su prevención y denuncia.

Además, es fundamental también el papel del Estado en cuanto a políticas públicas enfocadas a la prevención, así como de proveer y garantizar a las personas el acceso a una educación de calidad y mejores condiciones laborales, pues estos condicionantes sirvan para repeler los engaños de los que son objeto las personas por parte de los tratantes. La inversión social es la más poderosa herramienta que puede contribuir a luchar contra este flagelo.

Pueden ver la presentación completa aquí:

Compartimos el informe:

Oficina de Comunicación
Universidad Nacional, Costa Rica

El sueño de Samuel

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

A sus once años, Samuel ha visto crecer flores como poemas en su cuarto. Ha escuchado decir amor en árabe, emoción en sirio, flor en japonés. Ha visto bajar origamis por las escalinatas del viejo teatro. Les ha prendido velas. Ha cantado contra las injusticias en una vieja noche vestida de joven esperanza, con marimba y flores de muchos colores. Ha cedido Luz y le ha ganado a la oscuridad.

Su pequeño cuarto ha sido sacudido por la intermitencia de todas las voces, todos los altares, todos los mapas congregados para buscar cartografiar la palabra.

Samuel es un fiel testigo de que la palabra cuando quiere, es. Nació unos años después que el poeta dijera sus versos primeros en una Xela gélida y austral. Eran los años intermedios de la década con que iniciaba este siglo. En Guatemala, se construía la esperanza luego de tiempos de dolor y duelo.

Eran otros dolores y duelos. Se prendía la luz primera, la primera lumbre, el barro primero.

Entonces decir quince años de poesía en un país como Guatemala, en una región como la centroamericana, es un acto contundente de amor. Decir poesía en contextos de disputa con el discurso conservador más regresivo, es una estrategia, una fuerza ilimitada, un músculo que palpita. Una llamada de atención al cumplimiento de derechos todavía ausentes, parciales, inconclusos. La poesía toda, donde se diga, es una permanente llamada de atención.

Desde esa idea, disputar con palabras las narrativas de violencia y exclusión, es ya de por sí un acto insurrecto. El papel de la poesía en un contexto así es ese: el de la insurrección. Por ello los quince años del Festival Internacional de Poesía de Quetzaltenango son un acto prolongado de amor y de insurrección por partes iguales.

Pienso en los migrantes en el albergue de tecun Uman, los futbolistas chivos con sus libros del festival, la reina y su baile del Tun y la Chirimía, todos ellos atravesados por el acto luminoso de la palabra y sus ritos. Me quedo en silencio con el profundo significado emancipatorio de decir algo artísticamente bello, al tiempo que el campo de mazorcas ondula y se postula como pintura.

Desde ese lugar de repuesta, la presente edición del festival reditúa su compromiso estético y político con la sociedad guatemalteca y Centroamericana, hablando de forma clara y contundente sobre las mujeres desparecidas, las mujeres que buscan y las mujeres que, como Ana María Rodas, dicen y permanecen. Esto se hace desde uno de los Festivales más emblemáticos de la región, quizás el único.

Tomado de la mano de su padre, Samuelito anuncia una nueva versión del festival para el año que viene.

En una región hermosa pero desigual y dolorosa, tener muchos Samuelitos tomados de la mano de la poesía y su insurrección absoluta, es disputársela a la violencia y el odio, la desigualdad y el conservadurismo.

Por ello también esta edición 15 del festival coloca sus manos como bocina para amplificar la búsqueda por las mujeres que se fueron, se perdieron, las que no están.

En tanto la región se dibuje como un lento y hermoso origami desprendido de las manos de Samuel, el Festival Internacional de Poesía de Quetzaltenango habrá cumplido su objetivo. Invitados estamos pues a desplegar los sueños, la palabra, la poesía, junto a los samueles que nos dibujan como ese pedazo de dulce que somos.

Entre Bibby Stockholm y la xenofobia: la vergüenza del mundo poscovid

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

Como si no hubiese sido ya lacerante el escrutinio al que fueron sometidas cientos de miles de personas en condiciones de movilidad humana a nivel global durante la época pandémica, el mundo sigue esforzándose hasta el retorcimiento con acciones concretas y discursivas en contra de estas humanidades.

Entre julio y agosto los ejemplos han sido contundentes. Algunos lejanos, otros más cercanos a los contextos costarricenses.

El nombre Bibby Stockholm quizá no diga mucho para alguna gente por estos lares. Pero si ese enunciado se explica con una imagen extraña, llena de incertidumbre, como sacada de alguna trampa ficcional de cuento o novela, entonces adquiere otra dimensión.

Trataré de describirla.

Es una gran caja cuadrada de varios cientos de metros de extensión. Incrustada en algún lugar de los mares europeos como la noción moderna del Arca de Noé.

A simple vista parece un mal diseño de un crucero de turistas, de esos que un día sí y otro también bajan borrachos en puertos exóticos y se sacan fotografías hirientes con la pobreza y la desigualdad que el sistema neoliberal ha generado en casi todos los destinos paradisiacos del amor líquido, como llamó el sociólogo polaco-británico Zygmunt Bauman al turismo posmoderno alguna vez.

Pero esta caja no es ni por asomo ningún crucero del amor. Se trata de un proyecto más de esa Europa fortaleza, encargado por el gobierno británico para alojar allí, en el mar al sur de Inglaterra, cerca de 500 migrantes irregulares a la espera de la resolución de su estatus jurídico.

Es una cárcel flotante.

Se estima que en los próximos meses sean instalados más proyectos de este tipo, para “alivianar la carga social y económica que representan miles de migrantes en su intento de ingresar a esa Europa”, cada vez más conservadora y autoritaria.

Es una vergüenza compartir en la misma generación en la que estas ideas han sido puestas en funcionamiento. Da vergüenza y dolor.

Por otra parte, el ejemplo más cercano lo vemos en las calles costarricenses, donde de forma cotidiana se producen las actitudes de rechazo, sospecha y discriminación contra las migraciones en tránsito, sea de donde sea que vengan y éstas son traducen en discursos xenofóbicos vertidos en redes sociales y medios de comunicación.

Es esta una hora clave para la humanidad. Si nos logramos entender, habremos sido capaces de superar la pandemia del odio y la intolerancia. Habremos trascendido la vergüenza.

Pero si segregamos y rechazamos al otro, o lo desechamos fuera de nuestras fronteras como basura humana, los propios miedos y errores nos ganarán la partida. Seremos partícipes de la clausura de nuestra especie. Definitivamente.

Costa Rica atenderá a población migrante y vulnerable con apoyo de US$20 millones del BID

Comunicado. 10 de agosto de 2023. El Directorio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó hoy otorgar US$20 millones no reembolsables a Costa Rica para la implementación del Programa Integral de Seguridad Ciudadana y Prevención de la Violencia para la Inclusión de Grupos Migrantes Vulnerables. El objetivo de esta donación es contribuir a reducir la vulnerabilidad de la población local y migrante a la violencia, la marginalidad y la discriminación.

Costa Rica es principalmente un país de destino para los migrantes y tiene una amplia tradición de inclusión, con políticas receptivas hacia migrantes y refugiados. Ante el creciente número de migrantes que ingresan al país, o que hacen tránsito en su camino a Estados Unidos, surgen nuevos retos de seguridad para esta población: riesgos de convertirse en víctima y/o victimarios del crimen y la violencia, limitada capacidad institucional para atender necesidades de los migrantes, o el aumento de actitudes en contra de la migración, entre otros.

En este contexto, la donación es posible gracias a que Costa Rica es uno de los países elegibles para acceder a los recursos de la Facilidad No Reembolsable para Apoyar a Países que Reciben Flujos Migratorios Intrarregionales Repentinos y de Gran Magnitud, que el BID constituyó con recursos propios en 2019 por US$100 millones.

El programa será ejecutado por el Ministerio de Justicia y Paz (MJP) y consta de dos componentes: prevención social de la violencia y fortalecimiento de las capacidades institucionales para atender los flujos migratorios.

El primero permitirá ampliar la infraestructura y los servicios orientados a la prevención de la violencia, beneficiando tanto a la población migrante como a las comunidades de acogida en diversas regiones del país. Por medio del segundo componente se fortalecerán las capacidades institucionales de la Dirección General de Migración y Extranjería para atender los flujos migratorios, con el objetivo de promover la inclusión socioeconómica de la población migrante y así reducir sus niveles de vulnerabilidad y exposición a delitos y violencia.

La iniciativa complementará el trabajo que ya se realiza en el país a través del Programa de Seguridad Ciudadana y Prevención de Violencia, financiado por el BID mediante un préstamo por US$100 millones. Dicho programa incluye la construcción de delegaciones policiales y la creación de Centros Cívicos por la Paz en comunidades vulnerables.

 

Imagen: https://ciencia.unam.mx/leer/1124/-buscas-informacion-sobre-la-migracion-