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Etiqueta: Oscar Madrigal

¿Quedan aún rebeldes?

Oscar Madrigal

Óscar Madrigal

Vivimos la sociedad del PENSAMIENTO ÚNICO, del MONOTEÍSMO DEL MERCADO, del CONSUMISMO y … del CONSENSO. Los movimientos sociales hasta han adoptado el lenguaje dominante: déficit fiscal, intercambio desigual, trasparencia, pacto o contrato social, unidad nacional y muchas cosas más.

Las organizaciones sociales están muy preocupadas por llegar a un consenso entre ellas, los partidos políticos y hasta el gobierno. Todos los últimos gobiernos han llamado a conformar un consenso nacional para “resolver los graves problemas nacionales” que nunca han fructificado. Las organizaciones sociales pactan reformas que no se proponen al menos alguna transformación radical por pequeña que sea.

Esta sociedad es la sociedad del CONSENSO.

Las reivindicaciones son de forma HORIZONTAL más que las VERTICALES, más en la línea de los derechos civiles que en la de los cambios estructurales.

¿Y QUÉ PASA CON EL DISENSO?

Ya casi no existe en su dimensión transformadora. Nos han embarcado tanto en el CONSENSO que se nos ha olvidado el DISENSO.

Habrá que recobrar la REBELDÍA, las políticas del cambio estructural que rompan con el Pensamiento Único en que estamos metidos, con un lenguaje que lastra el pensamiento para recuperar los conceptos de solidaridad, comunidad, estado, justicia social, etc. Nos tienen castrados mentalmente porque el SENTIDO COMÚN que predomina es el de las clases dominantes.

Es urgente restablecer el DISENSO en esta sociedad, recuperar un Sentido Común social, solidario, libre, distinto al del consumismo, el individualismo y el éxito fácil.

El DISENSO, la rebeldía orgánica, debe generar una ALTERNATIVA POSIBLE que dé unidad y perspectiva a las luchas horizontales y parciales de la sociedad costarricense.

Leí hace poco que los primeros rebeldes fueron Adán y Eva en el Edén y Prometeo ante los dioses del Olimpo.

Los rebeldes prometeicos están en todas partes. Solo falta que actúen.

¡Cómo nos hace falta ese DISENSO en Costa Rica!

La patronal desfila y se manifiesta en defensa de sus ganancias

Oscar Madrigal

Óscar Madrigal

Las cámaras patronales protestarán con un desfile por el bajo precio del dólar y a lo mejor hasta bloquearán calles. Al respecto he escuchado opiniones de todo tipo: he visto a pequeños empresarios afirmar que la bajada del dólar no los ha afectado porque obtienen menos recursos por lo que venden, pero pagan menos por lo que compran; los grandes empresarios, especialmente los exportadores y las grandes cadenas turísticas, expresan que están a punto de quebrar y amenazan con despidos de trabajadores.

No hay estudios serios que demuestren las “congojas” de los grandes empresarios y mucho menos que estén por cerrar.

Hace unos días la Standard Fruit Company, la heredera de Mamita Yunai, despidió a 412 trabajadores y ya había despedido hace tres meses a 111 más. Sin embargo, Corbana en esa misma información da unos datos interesantes.

El precio de la tonelada de banano subió de $1.160 en 2021 a $1.627 en abril 2024, un aumento de $467 por tonelada. Si Costa Rica exporta 2,4 millones de toneladas, los exportadores de banano -solo por el sobreprecio- obtendrían más de 1,2 millones de dólares de más.

Mientras tanto el dólar pasó de costar ¢542,99 en el 2022 a ¢512,01 en el 2024, una caída de ¢30, lo que representa un $0,05 (cinco céntimos de dólar). A esto alcanza la “pérdida” por la valoración del colón o la “caída” del dólar. Costa Rica exporta por banano $1.000 millones por año. Por la diferencia en el tipo de cambio ($0,05) las bananeras dejarían de recibir alrededor de $50 millones de dólares.

Ahora, si comparamos lo que los exportadores de banano ganaron por el aumento del precio internacional de banano, que fue como de $1,2 millones, con la pérdida del valor del dólar que les causó un gasto extra de $50 millones, queda claro que no están al borde de la quiebra o que han sufrido un descalabro financiero. Tal vez lo que ocurre es que los exportadores solo quieran ganar y ganar y ganar siempre.

Ahora bien, no existe ninguna justificación financiera de las bananeras para despedir trabajadores a menos que lo que estén considerando es la tercerización de todas las labores que hacen esos obreros bananeros despedidos, como el embolse de la fruta, y con ello aumentar la explotación y las ganancias por esa vía.

Es posible que las ganancias de los exportadores hayan disminuido o no hayan crecido como desean. Habría que estudiarlo en detalle.

Pero lo que si es cierto es que cuando los precios suben, como por ejemplo ahora con el banano de exportación, los salarios de los obreros y trabajadores en general, por ejemplo, los de la Standard Fruit Co., no aumentan, pero cuando se trata de una pequeña disminución de esas utilidades se opta por despedirlos y condenarlos a la miseria.

La Standard Fruit Co., es el principal patrono de la provincia de Limón, que es a su vez la más pobre del país. Por algo será. Y ahora recetan más desocupación y probablemente peores salarios, sea más pobreza.

¿Quién podría apoyar semejante conducta de los grandes exportadores?

La manifestación que convocan los grandes empresarios es a los trabajadores ponerse la soga al cuello, condenarse a no salir de la pobreza.

Entre dos Rodrigos

Oscar Madrigal

Óscar Madrigal

Ordenaba la tradición que, al cumplirse cada año de gobierno, La Nación hacía una entrevista al presidente del poder ejecutivo de turno. Este año, este periódico entrevista no al presidente Rodrigo Chaves, sino a su tocayo, Rodrigo Arias Sánchez. Me tiene sin cuidado eso de guardar la tradición o que se entreviste a Chaves o no. Pero si llama la atención lo que tiene entre manos Rodrigo Arias y su grupo oligárquico. ¿Qué traman, qué persiguen?

Su obsesión por ser presidente de la Asamblea Legislativa fue síntoma de algún propósito oculto: buscó desde el apoyo de Rodrigo Chaves, el enemigo de la institucionalidad según Arias, hasta el ofrecimiento de promesas de todo tipo, como facilitar la venta de FANAL al grupo de Eli y ayudar a Fabricio -según se comenta- con la deuda de ese grupo con Pedregal. ¿Tanto empeño solo para no ser un simple diputado de oposición?

Tal vez Arias quiera intentar ser el candidato a la presidencia de la República, de un conglomerado de fuerzas anti-chavistas. Ya lo intentó en el pasado reciente con muy poco éxito. Pero la ambición arista es infinita.

El mensaje chavista se facilita con Rodrigo Arias: Rodrigo Chaves es el cambio, Rodrigo Arias es la defensa del statu quo. Chaves quiere recuperar la institucionalidad que ha sido cooptada por los grupos oligárquicos corruptos que representa Arias. Chaves quiere sacar al pueblo del estupor, los otros como Arias quieren mantener al pueblo dormido, por eso propone un referéndum. La táctica política es clara. Y ante este panorama pintado por Chaves, solo cabe enfrentar enérgicamente a ese grupo político oligárquico.

Ese “enfrentamiento” oculta las pretensiones de Rodrigo Chaves de impulsar medidas privatizadoras de empresas públicas, aumento de la explotación laboral, irrespeto por el ambiente, destruyendo instituciones, promoviendo la minería y la explotación petrolera, aumentando la carga tributaria a las pequeñas y medianas empresas, eliminar lo poco del ICE y muchas más; se trata de promover un programa más neoliberal que el de algunos grupos conservadores nacionales. Es decirles: ustedes oligarcas tradicionales, son unos pendejos que no quieren aplicar el neoliberalismo de manera consecuente.

Esa es la contradicción planteada a nivel de nuestras clases dominantes.

Estamos en una importante encrucijada. Evidentemente Rodrigo Arias Sánchez, representante la rancia derecha neoliberal, no es la alternativa ante el embate de la derecha del grupo de Rodrigo Chaves.

Los que no estamos en ninguna de esas alternativas, ¿qué hacemos?

¿Le seguimos apostando a unos cuantos diputados?

Dos años moviditos

Óscar Madrigal

Óscar Madrigal

¿Se ha comprado la bronca el presidente Chaves? Desde luego que sí. La tiene con el Poder Legislativo, el Poder Judicial y la prensa, que él llama canalla.

En esa bronca no le ha ido tan mal.

Prueba de ello es que Rodrigo Arias Sánchez, que ahora se rasga las vestiduras, y todo el resto de los candidatos a la presidencia de la Asamblea, corrieron a su despacho en busca de su apoyo. Prueba de ello es que también tiene “comprados” al partido de los neopentecostales de Fabricio y a una parte de la Unidad.

La bronca contra la llamada elite política por lo menos no es desaprobada por un grupo cercano a la mitad de la población; pelear contra los políticos, sus partidos y los jueces y legisladores, tan venidos a menos, no es tan negativo en cuanto a opinión pública.

Chaves, además, se presenta como el adalid contra la corrupción de los políticos y contra los grandes negociados de algunos, lo cual se asienta en una verdad. Sin embargo, lo que él oculta es que lo que propone es eliminar procedimientos para saltarse los procesos de contratación pública y con ello otorgar las contrataciones millonarias con mecanismo poco claros, lo que aumentaría aún más la corrupción. O sea, propone un sistema más corrupto.

Pero Chaves mete gato por liebre, hace que algunos ciudadanos se vayan por la forma, mientras propone liquidar el Estado de Bienestar. La bronca, el escándalo, distraen, oculta y desorienta de lo esencial o fundamental: la aprobación de medidas contra el pueblo.

La agenda que ha propuesto Chaves para las sesiones extraordinarias de la Asamblea Legislativa es el mejor ejemplo: propone vender el Banco de Costa Rica, imponer las jornadas 4×3, quitar la dirección del sector electricidad al ICE, imponer la renta global que es aumentar los impuestos de renta a las micro y pequeñas empresas, a los asalariados y las personas físicas sin toca a las compañías, empresas o personas jurídicas, reformar leyes para reducir los mecanismos de contratación administrativa, así como una serie de proyectos de seguridad encaminados a aumentar penas y reducir garantías.

Esto es lo que este gobierno propone a los diputados. Claramente solo proyectos contra el pueblo. Es un programa del más rancio neoliberalismo.

En esta agenda profundamente regresiva y neoliberal es muy posible que estén de acuerdo, con algunos arreglos y matices, los de Nueva República, los de Eli, los de Pilar, la Unidad y una parte de Liberación Nacional, probablemente comandados por Rodrigo Arias. Ya los amenazó y chantajeó: me aprueban eso o voy a referendo, les dijo Chaves el pasado dos de mayo.

Habrá que movilizarse contra esta agenda de Chaves que está en la Asamblea Legislativa.

Si no prefiero el referéndum. Y a ganarlo.

Lo que sí está claro es que nos esperan dos años bastantes moviditos.

Chaves al cuadrado

Oscar Madrigal

Óscar Madrigal

Hasta la fecha, la nueva derecha que representa el presidente Chaves, que es principalmente autoritaria y más neoliberalista, no ha logrado una alianza con sectores conservadores como el PLN y la Unidad y de forma más permanente con el partido evangélico y el Liberal de Feinzaig. La política de Chaves ha sido de enfrentamiento con los partidos políticos, lo que de alguna manera ha debilitado sus políticas entreguistas y neoliberales de mayor calado.

La unidad entre esa llamada nueva derecha y los sectores conservadores se ha dado con Trump, Bolsonaro y ahora entre Milei y Macri para solo mencionar algunos ejemplos. Eso no se ha dado claramente en Costa Rica.

Por esta desunión es que Chaves no ha podido implementar y concretar -como hubiera querido- una política económica de extrema derecha conducente a desmantelar totalmente las instituciones estatales.

Hasta ahora la política económica de Chaves se ha limitado a una aplicación ortodoxa de las medidas aprobadas en el gobierno anterior.

Por otra parte, las medidas más neoliberales de Chaves han chocado con la institucionalidad nacional, cuando en su afán autoritario, ha querido saltarse la legalidad; la Contraloría o los Tribunales, centro de su ofuscación y rabia, le han echado abajo, decretos o decisiones contrarias al bloque jurídico y puesto un alto a la arbitrariedad de sus decisiones políticas.

Además, Chaves ha tenido una importante debilidad: la falta de un partido político que acuerpe sus decisiones. Los intentos realizados con Choreco y la “mejicana” terminaron en un total fracaso. Su partido político ha sido y es hasta ahora Pilar Cisneros, quien con su credibilidad le permite mantener cierto cuerpo político o social, aunque insuficiente.

Sin embargo, esta situación está por cambiar.

Los partidos Unidad, Liberal de Feinzaig, los evangélicos de Fabricio y los diputados de Gobierno están a punto lograr un acuerdo para conformar un Directorio Legislativo. El Gobierno de Chaves promueve esta nueva alianza.

Por lo que se sabe de información pública, la Alianza se fundamenta en acuerdos, dos de los principales son: la venta del Banco de Costa Rica y aprobación de las jornadas 4×3. Es posible que el acuerdo sea más profundo, que incluya otros alcances tales como la aprobación de una agenda legislativa que reduzca y limite los derechos de los trabajadores, las mujeres, cierre instituciones y reduzca más aún el Estado de Bienestar. No lo sabemos aún, pero lo que está sobre la mesa ya es para preocuparse.

Por lo menos tendremos un presidente Chaves acuerpado por 3 partidos, un acuerdo sobre una agenda legislativa más neoliberal que redundará en un fortalecimiento de las políticas autoritarias del presidente. Un Chaves al cuadrado.  ¡Que Dios nos agarre confesados! Lo que viene es peor.

El fémur cicatrizado

Oscar Madrigal

Hay una anécdota, dicen que muy conocida, de la antropóloga estadounidense Margaret Mead, cuando en una conferencia un estudiante le preguntó cuál era el primer signo que evidenciaría el inicio del proceso civilizatorio del animal humano, y la audiencia esperaba una respuesta relacionada con la primera piedra tallada o la primera lanza o el dominio del fuego, ella contestó: “El fémur que alguien se rompió y que luego apareció cicatrizado”.

Muchas cosas se pueden deducir de esa respuesta: la solidaridad, la compasión, el acompañamiento, la colectividad… El fémur roto hubiera significado la muerte, si no es que algunos renunciaron a sus labores habituales para cuidarlo, alimentarlo y otros tuvieron que sustituirlos en la colectividad, lo cual ya solo fue posible por la colaboración, la ayuda, la ternura y la fraternidad y el compañerismo del grupo.

Esa bondad y cariño, ¿lo ha perdido esta civilización? En general, creo que no. Eso es lo que nos hizo realmente humanos.

Sin embargo, cuando se analizan los diversos conflictos a lo largo de la historia y, principalmente en la actualidad, cuando deberíamos ser más civilizados, la respuesta no es tan clara.

Los conflictos actuales ahí están, en primer lugar, los de Gaza y Ucrania, pero también tenemos al frente de nuestra puerta a Haití que se desangra diariamente, así como muchos otros.

Sin embargo, sobresale por encima de todos ellos, el genocidio de Gaza, el asesinato inmisericorde del pueblo palestino, especialmente de mujeres y niños, muchos de ellos muertos por hambre, ante la mirada impotente y desesperada del mundo.

Y no se diga que reclamar el alto al fuego, el cese del genocidio y la masacre es una posición antisemita o contra los judíos. Esta excusa en la cual se ha parapetado con especial virulencia el gobierno ultraderechista y corrupto de Netanyahu ya es imposible de sostener porque incluso líderes judíos del mundo expresan su oposición a la política del corrupto gobierno de Israel.

“El líder de la mayoría demócrata en el Senado de EEUU, Chuck Schumer —el legislador de mayor rango de religión judía— ha lanzado este jueves fuertes críticas contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, al que ha acusado de ser un “obstáculo para la paz” en Oriente Próximo”, como lo han dicho las noticias.

La reivindicación de un alto al fuego, de la paz en Gaza y el reconocimiento de los derechos de los palestinos, no es un asunto de los antisemitas, ni de anti-judaísmo, ni de religión; es un asunto de humanidad, de solidaridad, de volver a los huesos cicatrizados.

La solidaridad con Gaza no es tampoco un asunto de la izquierda internacional. Desde artistas como Susan Sarandon, el secretario general de la ONU, el presidente de España y hasta los judíos ortodoxos se oponen a un genocidio que se trasmite todos los días por la televisión.

La actual candidata a la presidencia de México y muy probablemente posible presidenta en sustitución de AMLO, Claudia Sheinbaum, es de origen judío. Y es de izquierda y de un partido izquierdista.

Pero el hecho es que el Estado de Israel ha venido asumiendo posiciones cada vez más de ultraderecha, hasta convertirse en un Estado dominado por las fuerzas militares. Su carácter democrático cada vez viene a menos, para convertirse en un estado supremacista racial, etnonacionalista, practicante del apartheid, conculcador de la independencia judicial, exportador de armas y aparatos de seguridad y cercenador de la libertad de prensa. Este no es el Estado de Israel que todos queremos ni ejemplo para el mundo.

“En una encuesta de 2021 un cuarto de los judíos de Estados Unidos respondió que Israel era un Estado de apartheid. Incluso el editor de Haaretz, el periódico más progresista, además de, por supuesto, sionista, lo admite. “El producto del sionismo, el Estado de Israel, no es un Estado judío democrático, sino que simple y llanamente se ha convertido en un Estado de apartheid. Se pueden decir muchas cosas al respecto, pero no se puede decir que Israel está llevando a cabo el sionismo como un Estado judío democrático”, escribió Amos Schocken en 2021”.

“La reivindicación de que Israel es una democracia floreciente en el corazón de Oriente Próximo está rebatida por los hechos. Todos los medios de comunicación de Israel, junto con editores y autores, deben enviar las historias relacionadas con asuntos exteriores y seguridad al censor jefe militar de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) antes de su publicación. Es una regulación arcaica que comenzó poco después del nacimiento de Israel. El censor tiene la potestad de bloquear por completo la historia o de redactarla parcialmente”. (Citas del libro “El laboratorio Palestino” del escritor judío Anthony Loewenstein).

De lo dicho resulta claro que Israel no puede seguir por el camino de la ultraderecha violatoria de los derechos humanos y que el Humanismo que dio forma a la civilización humana, debe retornar y formar parte de la política mundial.

El triunfo de Diego Miranda es un triunfo del progresismo

Óscar Madrigal

El hecho político más importante de las elecciones municipales del pasado domingo es el triunfo de Diego Miranda, de Juntos por San José, en la Capital. No solo porque ganó en la principal municipalidad del país, que tiene un presupuesto más grande que muchos ministerios e instituciones, sino porque derrotó a una camarilla que hasta el domingo parecía invencible. La derrota de Johnny Araya y del Partido Liberación Nacional era impensable hace una semana, nadie pensaba que Johnny saldría de su feudo DERROTADO.

Además, es un triunfo de un grupo político cantonal PROGRESISTA e incluso podríamos catalogar como de izquierda. Liberación Nacional sale derrotado no por un partido de derecha sino por un partido progresista, que no es de derecha.

Este triunfo se debe en buena medida al liderazgo de su candidato Diego Miranda, que mostró coraje para enfrentarse a la corrupción, la prepotencia y el matonismo del grupo de Johnny, así como una persistencia y sacrificio indispensables para ganarle a la camarilla liberacionista gestada y anquilosada en la Municipalidad por 30 años.

Sin ese liderazgo no hubiese sido posible ese triunfo.

El Hecho Político es que un partido cantonal progresista ha ganado la principal municipalidad del país. Esto es de un enorme valor político y de una gran trascendencia.

Nada debe opacar este triunfo, que es un triunfo -por definición- contra la derecha.

Hace unos días escuché a un politólogo extranjero acuñar el término GESTIONAR LA DISIDENCIA, que me pareció interesante. El pasado, no solo en el país, corrobora que la izquierda nunca ha sabido cómo gestionar la disidencia. Los disidentes, los que discrepan o discuten y cuestionan las cosas, generalmente optan por salirse, expulsarse o simplemente apartarse del partido. Y, por regla general, se convierten en enemigos, aplicando aquella regla estaliniana del que no está conmigo está contra mí. A lo mejor, también, pesa mucho en nuestra conciencia la idea del partido monolítico leninista de su obra “Qué Hacer”. Lo cierto es que podemos hablar, negociar y llegar a acuerdos con grupos y partidos de la derecha e incluso muy de derecha, pero jamás con un exmiembro del partido o de la izquierda. Esos resultan peores enemigos. Con el paso de los años, esta conducta política me parece un absurdo político monumental, que produce que la izquierda viva constantemente peleando entre ella. Digo esto porque Diego Miranda es un disidente.

El nuevo alcalde encontrará enormes dificultades para cambiar la Alcaldía y para impulsar sus proyectos. Los mandos superiores del ayuntamiento están tomados por los lugartenientes de Johnny Araya y tienen muchos privilegios que perder. El gobierno de Miranda tendrá que contar con el apoyo decidido de todas las fuerzas progresistas y de izquierda, si él quiere y los partido afines, para hacer el cambio que todos esperamos. Necesariamente debe ser un gobierno de cara a los vecinos porque solo así podrá vencer la corrupción.

El Frente Amplio tendrá el deber moral y el compromiso con los sectores populares de San José, de apoyar este gobierno municipal, hacer los acuerdos políticos necesarios e incluso pactos políticos a mayores plazos, para construir una alternativa en San José duradera contra la derecha y la extrema derecha.

Con este triunfo, al progresismo puede abrírsele una posibilidad política para tener alguna alternativa seria en las próximas elecciones presidenciales.

No en mi nombre

Óscar Madrigal

Óscar Madrigal

Una de las afirmaciones más lapidarias, dramáticas y brutales de la Biblia es la del Génesis:

“DIOS LAMENTÓ HABER HECHO AL HOMBRE SOBRE LA TIERRA Y SUFRIÓ EN SUS ENTRAÑAS”. (Gn 6,6).

Cada día mueren en Gaza alrededor de 500 personas, la mitad de ellos niños. Por cada 2 muertos por los bombardeos del gobierno israelí, uno de ellos es un niño o una niña. No son estadísticas, son personas. Y de ese otro que muere por las bombas, unos son mujeres y otros ancianos y otro tanto, hombres jóvenes y adultos que no tienen nada que ver con Hamás. No son estadísticas son personas.

El objetivo del gobierno israelí dirigido por el corrupto de Netanyahu es desaparecer a Hamás, como lo ha dicho, aunque para ello sea necesario el genocidio y la destrucción de todo un país o pueblo. Destruir, destruir, destruir, como venganza, sin compasión, sin amor, sin consideración, lo que es lo mismo sin valores éticos fundamentados en la religión.

Como ha dicho el Gran Rabino y escritor inglés Jonathan Sacks: “Demasiado a menudo en la historia de la religión, la gente ha matado en nombre del Dios de la vida, ha hecho la guerra en nombre del Dios de la Paz, ha odiado en nombre del Dios del amor y ha practicado la crueldad en nombre del Dios de la compasión. Cuando esto sucede, Dios habla, a veces en voz baja, casi inaudible frente al clamor de aquellos que dicen hablar en su nombre. Lo que dice en esos momentos es: “No en mi nombre”. (Pasaje del libro “No en nombre de Dios” de Jonathan Sacks).

Los familiares de los rehenes secuestrados por Hamás protestan todos los días en las calles de Israel pidiendo una Negociación y Paz para su regreso. Pero también el gobierno de Netanyahu es insensible a sus peticiones.

Hay que detener el genocidio y la barbarie contra el pueblo palestino, llevado adelante por un gobierno fundamentado en un disparate bíblico -como decía Saramago- el del Pueblo Elegido, muy cercano el concepto de la superioridad de la raza aria.

Hemos llegado a un punto en que solo los pueblos del mundo, incluyendo por supuesto al pueblo judío, podrán detener a un gobierno israelí deshumanizado y genocida, porque los mecanismos de convivencia como el derecho internacional o la ONU han mostrado su total incapacidad para detener el fundamentalismo que gobierna Israel.

Citamos nuevamente al Gran Rabino Sacks: “De acuerdo con la Biblia hebrea, el monoteísmo abrahámico apareció en el mundo como un rechazo del imperialismo y el uso de la fuerza para hacer de algunos hombres amos y de otros esclavos”. (…) “No es nuestra tarea conquistar el mundo, convertirlo o imponer la uniformidad de las creencias. Nuestra tarea es ser una bendición para el mundo. El uso de la religión para fines políticos no es rectitud, sino idolatría”. (Obra citada).

Hay que detener el genocidio del pueblo palestino y luchar por la paz como única salida humana a este mundo.

Los hombres de hoy son, probablemente, peores que los de antes, más corruptos, más sanguinarios, más vengativos, más inmorales… Esas camarillas, como las de Netanyahu, están provocando un nuevo Diluvio, aunque esta vez será un diluvio atómico.

Los judíos del barrio

Óscar Madrigal

Óscar Madrigal

En mi Barrio -que es Barrio México- vivía allá por los años 60 una extensa colonia judía. Al cabo del tiempo me di cuenta de que eso obedecía a que buscaban vivir cerca de la Sinagoga que se encontraba frente a la Escuela Juan Rafael Mora por el Paseo Colón porque en su día de guardar, el Shabat, prefieren ir caminando. Eran familias que provenían de Europa del Este, muchas de Polonia, por lo que aquí los llamaron “polacos”, que habían huido de la miseria y la persecución principalmente por los cristianos. Ya en ese tiempo vivían en casas no ostentosas, más bien humildes, aunque no en pobreza, y se dedicaban al comercio; ya habían superado, aunque no totalmente, las visitas casa por casa cargando grandes valijas con artículos que los ticos especialmente de escasos recursos, le compraban; los abonos que apuntaban en unas tarjetas amarillas amarradas por una liga gruesa eran de un colón, dos colones o menos. Era la única forma que tenían las familias costarricenses de adquirir prendas de vestir y artículos domésticos. En ese tiempo habían pasado a consolidar ese comercio en tiendas de ropa, telas y prendas de vestir y algunos artículos de línea blanca, como Kossiol, alrededor del Mercado Central. Gente muy trabajadora, centrada en las cosas de su comunidad sin mayor influencia o beligerancia en los asuntos internos.

En la escuela pública me encontré con los hijos de esos judíos que habían emigrado, tanto en la Escuela República Argentina como en el Liceo San José; lo primero que los distinguía es que eran casi de los únicos que no recibían “religión”. Los nombres de José, Salomón, Isaac, Moisés abundaban, al igual que los apellidos Priffer, Kos, Herzog, Strike y otros que eran casi impronunciables para nosotros y muchos menos escribibles. Con Moisés, Moiso como lo llamábamos, nos ligó una amistad ya que estudiábamos juntos en su casa donde su mamá nos consentía con las ricas comidas judías; luego emigró a México donde se graduó de médico y ya no volví a saber de él.

Probablemente esa relación juvenil me ha producido siempre una gran inquietud por la historia del pueblo judío, sus tradiciones, su religión como la gran aglutinadora de un pueblo en la diáspora o su fuerza y debilidades demostradas como pueblo históricamente perseguido, discriminado y asesinado. El pueblo judío es un pueblo históricamente admirable.

Después de conocer de cerca a judíos y su historia, resulta inconcebible que sea ese mismo pueblo el que practique el genocidio, el apartheid, el exterminio o la ocupación contra otro pueblo igual de sufrido.

La historia del Estado de Israel no ha sido fácil, han tenido que defender su existencia a sangre y fuego. Pero hoy nadie discute sobre la existencia de ese Estado. Lo que Israel debería promover es la existencia ahora del Estado Palestino y detener la ocupación y la extensión de su territorio a costa de los palestinos.

El Estado de Israel es gobernado por la extrema derecha, por un primer ministro condenado por corrupción que debería estar en la cárcel y un gabinete compuesto por ministros que pregonan abiertamente el Supremacismo de los judíos y consideran a los palestinos poco menos que seres humanos. Es un gobierno corrupto que pretende acabar con la democracia como lo afirman miles de miles de manifestantes israelíes.

El gobierno de Netanyahu, corrupto, de extrema derecha y que pretende acabar con la democracia en Israel, ha aprovechado las acciones terroristas del grupo Hamás (creado por el propio Israel, según se dice) para fortalecerse y con esta guerra arrasar tanto con los gazaríes como con la democracia israelí.

Las acciones terroristas de Hamás son repudiables y condenables, pero la reacción desmedida, violatoria del derecho internacional de Israel es absolutamente repudiable y el mundo debe detenerla.

Los judíos del mundo no pueden seguir dándole un cheque en blanco a Netanyahu o mantener una posición acrítica con todo el proceder de los gobernantes israelíes, bajo la premisa absolutamente inmoral de que el horror se practica para defender una causa superior.

Israel debe devolverle la esperanza al pueblo palestino. Solo de esta manera podrá vivir en paz. Ese retorno a la esperanza tendrá que nacer como exigencia del mismo pueblo judío, cuando saque a la extrema derecha del gobierno, acabe con su política de ocupación y recupere los mejores valores de su historia.

En nuestra casa tenemos un pequeño vitral copia de un cuadro de Chagall. En cierta ocasión una periodista judía le preguntó a Gloria por qué tenía esa obra, ya que le parecía extraño que una persona de izquierda tuviera una obra de un judío. Gloria le dijo que su obra es de una gran belleza y que provenía de un artista que había conocido la barbarie y que por eso era un hálito de esperanza.

Añado, además, que Chagall fue socialista, incluso bolchevique. También recuerdo que Marx era judío.

A propósito del escándalo de “El Universal”

Óscar Madrigal

Oscar Madrigal

El periódico mejicano, como es de todos conocido, publica un artículo sobre negociaciones del narco con el Gobierno.

Tengamos en cuenta que el constante negociador con los carteles de la droga ha sido el gobierno de los Estados Unidos a través de la CIA y la DEA. Son proverbiales y harto conocido que el fortalecimiento de los carteles mejicanos y colombianos se debe al acuerpamiento y condescendencia de estas dos agencias. Solo basta recordar que mientras, por ejemplo, el gobierno de Reagan proclamaba públicamente su combate a las drogas, la CIA y la DEA negociaban con los contras y los narcos el cambio de armas por drogas en las fronteras de Nicaragua, en la costarricense con la complicidad del gobierno de Luis Alberto Monge.

Esas negociaciones pertenecen a esa historia de la “guerra” contra las drogas que siempre tienen un componente oscuro ya que no ha sido honesta y verdadera de parte del gobierno de USA, pero que ha significado un baño de sangre para los latinoamericanos.

Costa Rica es al menos el principal exportador o reexportados de droga de Centroamérica y el primero del mundo según ha dicho el exministro de seguridad Rogelio Ramos. En cualquier caso, a nuestro país llega, se almacena y exporta una enorme cantidad de cocaína, con las impostergables consecuencias. La primera es que ese negocio no es manejado por esas pandillas, que al decir del Presidente se matan entre ellas por disputa de territorio o de mercados. La exportación de las enormes cantidades de coca se maneja a otro nivel, probablemente directamente por los carteles mejicanos. ¿Y qué consecuencias produce ese enorme tráfico comercial ilícito? No me refiero a las pandillas, sino a la política, la policía, el entretenimiento o los negocios. Nadie en su sano juicio podría alegar que estos y otros campos no han sido “contaminados” por semejante negocio de exportación ilegal o se mantienen “vírgenes” al margen de semejante negociado. ¿Cuál es, por ejemplo, el nivel alcanzado por el lavado de capitales en Costa Rica?

Precisamente mientras un periodista nacional se va a México a destapar semejante escándalo, en materia de partidos políticos ocurren cosas que llaman la atención.

Dos partidos políticos que se disputan entre ellos la más fiel representación de lo que llaman el “rodriguismo” generan serias dudas: uno llamado Partido Pueblo Soberano es fundado y dirigido por una asesora de Casa Presidencial de cuyo nombre no me acuerdo, sumamente cuestionada precisamente en México por su ligamen con el narcotráfico, y el otro llamado Aquí Costa Rica Manda es un partido fundado y vendido al señor Federico Cruz por un señor de apellido Vargas también cuestionado por lavado de dinero y contrabando. Ambos personajes son dirigentes relevantes en los dos partidos.

En momentos tan turbulentos en la política nacional, hay que decirle al Presidente Chaves que no solo hay que ser honrado sino parecerlo. Cuando se denuncia en un periódico extranjero supuestas negociaciones de su gobierno con el narco -que han sido rechazadas enérgicamente por él-, poco favor le hace andar con semejantes amigos, con esa clase de dirigentes de esos partidos políticos. El panorama político para Rodrigo Chaves es bastante oscuro con semejantes correligionarios y hace que la ola de dudas continúe.