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Etiqueta: personas migrantes

Defensoría identificó fallas en abordaje para atención de personas deportadas

Reporte de observación activa de Defensoría en aeropuerto

Tal y como ha sido ampliamente señalado por los medios de comunicación, el día de ayer ingresó a nuestro país un grupo importante de personas deportadas de los Estados Unidos. La Defensoría de los Habitantes estuvo presente en el Puesto 2 del Aeropuerto Juan Santamaría, realizando una observación activa de las acciones coordinadas por el Gobierno Costarricense y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), realizándose con total facilitación y apertura.

Al personal de la Defensoría previo a la llegada de las personas deportadas se nos dio una información muy general sobre el “protocolo” a utilizar, por parte de las autoridades migratorias nacionales. A la llegada de la aeronave en el hangar se observó el descenso de las personas deportadas, se ingresó a los tres buses, se realizaron entrevistas con el apoyo de equipo de traducción tecnológico, la colaboración de personas traductoras facilitadas por OIM y el conocimiento del idioma inglés por parte del equipo de la Defensoría.

Se observó una importante cantidad de personas deportadas, bebés en brazos, niños y niñas, mujeres, personas adultas mayores, quienes transmitieron llamados de ayuda, especialmente para poder informar a sus familias donde se encontraban y, evidenciaban y expresaban su angustia.

Se constató la provisión de insumos básicos de aseo para niñas y niños, alimentos (botella de agua, emparedado, manzana y repostería), leche en fórmula, toallas sanitarias, libros de pintar y crayones. Además, los buses contaban con servicio sanitario y aire acondicionado.

De dicha observación, corresponde a la Institución Nacional de Derechos Humanos hacer de conocimiento público, situaciones vejatorias y ajenas al efectivo y pleno disfrute de Derechos Fundamentales de las personas extranjeras que arribaron a nuestro al país las cuales se detallan a continuación:

No se dispuso en el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría de un lugar adecuado para su llegada y permanencia hasta su traslado al CATEM-Sur, considerando que se trató de un número elevado de personas. A partir del aterrizaje de la aeronave (más de cuatro horas de vuelo) inmediatamente fueron trasladados a los autobuses para un nuevo viaje, ahora terrestre, de aproximadamente seis/siete horas hacia el CATEM-Sur. Era mandatorio garantizar el acceso a la información al primer momento de haber pisado suelo nacional. Esta primera medida tuvo impacto en diferentes aspectos que a continuación se detallan.

Tratándose del acceso a la información sobre el proceso migratorio llevado a cabo por el Gobierno de los Estados Unidos y participación del Gobierno de Costa Rica, a partir de la información compartida por las personas deportadas a esta Defensoría en los buses, indicaron carecer de información del país de llegada, procedimientos migratorios que se aplicarían, lugar y tiempo aproximado de traslado, pedían ejercer su derecho de comunicación con sus familiares y solicitaban apoyo para lograrlo, consultaban sobre la permanencia en el país, plazo estimado de permanencia, entre otros. El faltante de esta información incrementó la angustia y la incertidumbre de estas personas.

La traducción fue limitada en la amplitud de idiomas de las personas deportadas. La intervención de las personas traductoras fue para transmitir un mensaje inicial muy básico, sin abordar las necesidades o el llamado propio de las personas deportadas.

Agregar que, tratándose del Derecho a la identidad, las personas consultadas por la Defensoría manifestaron haber sido despojados de sus documentos de identidad, sus pasaportes, lo cual limitó poder verificar el vínculo familiar.

Entre las entidades que se hicieron presentes en el lugar estuvo la Cruz Roja, el PANI, el MAG, el Ministerio de Hacienda, así como Fuerza Pública, UEI, Policía Turística y la Policía Profesional de Migración, cuerpo responsable del operativo efectuado. No obstante subrayar que, su sola presencia no fue suficiente, dado que tratándose del PANI, su intervención no fue coordinada para realizar un abordaje integral de la población menor de edad en el aeropuerto.

Las personas menores de edad están siendo víctimas de un proceso injusto. Luego de un transporte aéreo de más de cuatro horas, fueron trasladadas en forma inmediata a un segundo medio de transporte. Agregar que sus madres manifestaron que tenían horas sin haber podido dormir adecuadamente, a su ingreso a los autobuses mostraban gran apetito. Costa Rica ha ratificado la Convención de los Derechos del Niño, por lo que es mandatorio garantizar que el interés superior del niño sea garantizado.

A pesar de que había un número alto de mujeres, en su mayoría madres de familia, el INAMU no estaba presente. Tampoco estuvo presente el CONAPAM, pese a la presencia de personas adultas mayores con dificultad para trasladarse y que también requerían de un abordaje especial.

Era urgente que, a su llegada al territorio nacional, se verificara que estas personas recibieran una valoración médica que permita identificar si tenían alguna necesidad de salud o si requieren de alguna intervención para resguardar su vida, por ejemplo, acceso a medicamentos tratándose de patologías crónicas. Es decir, no hubo una atención prioritaria individualizada para cada una de las personas que identificara requerimientos médicos particulares. Algunos hombres mostraron las marcas en varias partes de su cuerpo e indicaron ser producto del uso de esposas en el viaje aéreo.

Se observó que algunas de las personas requerían una atención de contención, no obstante, no hubo primeros auxilios psicológicos. No se contaba con personal médico en cada una de las unidades de buses dispuestas para su traslado al CATEM-Sur.

Subrayar que, el Principio de No Devolución, regulado en la Convención sobre el Estatuto de Refugiados de 1951, pretende la protección de los bienes jurídicos de la vida, la libertad, la integridad y seguridad de las personas extranjeras, precisamente, por ese deber que tienen los Estados de tomar todas las medidas necesarias para proteger esos bienes jurídicos, independientemente de la nacionalidad o condición migratoria de la persona extranjera. Por tanto, es mandatorio verificar que, al regresar a sus países de origen, ninguna de estas personas será sometida a tratos crueles, inhumanos o degradantes. Lo anterior especialmente considerando la situación de conflicto existente en varios de los países de origen de estas personas deportadas, lo cual se hizo evidente en su llamado a “no volver a sus países”, así lo manifestaron a esta Defensoría.

Ser testigo de lo antes descrito, nos debe llevar a todas y todos a la reflexión: Costa Rica no se puede alejar de una tradición histórica de respeto a los Derechos Humanos y de ayuda humanitaria, ni puede desconocer los compromisos internacionales que ha asumido en esta materia, a pesar del interés político que pueda motivar a la implementación de acuerdos de cooperación migratoria con otros países de la región.

La Defensoría de los Habitantes continua presente realizando visitas al CATEM-Sur y reiterando al Estado Costarricense la obligatoriedad de garantizar derechos fundamentales, de estas personas deportadas.

Defensoría: País queda obligado a garantizar derechos de personas deportadas por Estados Unidos

Si bien la Defensoría de los Habitantes desconoce los detalles del acuerdo o negociaciones existentes entre el Gobierno de Costa Rica y el de los Estados Unidos para “colaborar en los procesos de repatriación de 200 inmigrantes a su país”, la Defensoría de los Habitantes hace un llamado de atención a las autoridades de nuestro país, en relación con los procedimientos migratorios que se implementarán una vez que se reciban a estas personas extranjeras provenientes de Asia y de la India.

El Estado costarricense debe garantizar la protección de los derechos humanos de las personas extranjeras que son sujetas de estos procesos migratorios coordinados:

– Condiciones de salud y necesidades de atención prioritarias de las personas extranjeras provenientes de los vuelos de los Estados Unidos. Es urgente que, a su llegada al territorio nacional, estas personas reciban una valoración médica que permita identificar si tienen alguna necesidad urgente de salud o si requieren de alguna intervención para resguardar su vida.

– Condiciones de permanencia de estas personas hasta su traslado al CATEM-Sur y durante su permanencia en dicho centro. Resulta urgente que se defina un espacio adecuado para la permanencia de estas personas en el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría, considerando que se trata de un número elevado de personas y que se desconoce si el grupo está integrado por personas menores de edad, personas adultas mayores, personas con discapacidad y grupos familiares. Igualmente, considerando que, como es sabido por esta Defensoría, en el CATEM Sur ya se encuentran más de 140 personas que han realizado su viaje de regreso hacia el sur sin que medie una autoridad migratoria, es necesario que se verifique que dicho lugar tendrá las condiciones y capacidad suficiente para albergar, en condiciones dignas, a estos grupos numerosos que forman parte de los acuerdos binacionales en cuestión.

– Independientemente del proceso migratorio que haya aplicado el Gobierno de los Estados Unidos, es necesario que el Estado costarricense verifique que, al regresar a sus países de origen, ninguna de estas personas será sometida a tratos crueles, inhumanos o degradantes. El riesgo de que una persona pueda ser víctima de tortura en caso de “retorno, repatriación, deportación o devolución”, según se trate de la legislación de cada país de origen, obliga a Costa Rica a realizar un análisis integral de la normativa que resultaría aplicable en estos países, para casos como el presente.

Debe tomarse en cuenta que, con la ratificación de la Convención contra la Tortura, Costa Rica asumió el compromiso de que “no se procederá a la expulsión, devolución o extradición de una persona a otro Estado cuando haya razones fundadas para creer que estaría en peligro de ser sometida a tortura” (artículo 3). Por otro lado, el Principio de No Devolución, regulado en la Convención sobre el Estatuto de Refugiados de 1951, pretende la protección de los bienes jurídicos de la vida, la libertad, la integridad y seguridad de las personas extranjeras, precisamente, por ese deber que tienen los Estados de tomar todas las medidas necesarias para proteger esos bienes jurídicos, independientemente de la nacionalidad o condición migratoria de la persona extranjera.

La Defensoría de los Habitantes se mantendrá vigilante de que el Estado costarricense, independientemente de la existencia de acuerdos de cooperación de carácter migratorio con otros países de la región, genere los mecanismos y acciones necesarias para garantizar la protección de los derechos humanos de las personas extranjeras que, por diferentes razones se han visto obligadas a dejar sus países de origen y que, en este momento, están siendo forzadas a regresar a ellos, a pesar de no tener certeza de que su vida, libertad o integridad personal no estará en riesgo.

Comunicación
Defensoría de los Habitantes

Poesía Santuario: una lectura en honor a un día sin inmigrantes

El lunes 3 de febrero se desarrolló en varias ciudades de Estados Unidos el movimiento “un día sin inmigrantes” orientado a visibilizar el aporte económico, social y cultural que realiza la población inmigrante en aquel país y como respuesta a las políticas anti migratorias y racializadas que ha promovido en sus primeras semanas de mandato el presidente Donald Trump.

En Costa Rica y desde época de pandemia, se ha venido promoviendo una serie de actividades desde el arte, concretamente desde la poesía, cuyo objetivo principal es reflejar la diversidad poblacional en una sociedad compleja como la nuestra. En estas actividades han participado poetas que viven en Costa Rica y que nacieron en otras latitudes.

Conscientes del contexto de apremio e incertidumbre que experimentan las poblaciones migrantes en Estados Unidos, el programa Zona de Recarga emitirá un especial este viernes 7 de febrero a las 7:00 pm, que será producido desde el Centro de Estudios Brasileños ubicado en Paseo Colón y emitido en vivo a través de las plataformas de comunicación del espacio (Facebook, Instagram y YouTube). El espacio es producido en asocio con la poeta y gestora cultural Jenny Álvarez. La entrada al evento es gratuita.

El programa se denomina Poesía Santuario, en alusión a las ciudades estadounidenses que ofrecen un trato más humano y respetuoso a las personas migrantes y contará con la presencia de siete voces poéticas diaspóricas que viven en Costa Rica: Dennis Ávila y Julia Henríquez (Honduras), Macuto Manzanares y Carlos Calero (Nicaragua), Américo Ochoa (El Salvador), Soledad Castresana (Argentina) y Fadir Delgado (Colombia).

Zona de Recarga es un programa emitido por plataformas virtuales desde el año 2020 dedicado a divulgar el arte y la cultura latinoamericana y caribeña. Actualmente desarrolla su quinta temporada y ha transmitido 250 programas en su horario habitual de los jueves a las 7:00 pm, así como cerca de 30 programas especiales transmitidos los fines de semana. Es conducido por el sociólogo y poeta costarricense Memo Acuña.

http://www.facebook.com/Zona-de-Recarga-102302261581180/

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Otro día sin inmigrantes

Por Memo Acuña
Sociólogo y escritor costarricense

La banda sonora de la producción “Otro día sin mexicanos” filmada en 2004 y dirigida por Sergio Arau, incluía una de las canciones más críticas compuestas sobre el tema migratorio, creada por el grupo mexicano Molotov.

En su letra se advertía el desencanto por el trato recibido por las personas migrantes mexicanas en Estados Unidos. Uno de sus fragmentos decía:

“Si tuvieras tú que esquivar las balas de unos cuantos gringos rancheros, ¿les seguirás diciendo: Good for nothing Wetback “si tuvieras tú que empezar de cero?”

La producción de bajo presupuesto abordaba una hipotética desaparición de todos los migrantes de origen hispano en el Estado de California y el impacto que producía en la economía, las interacciones cotidianas y los servicios realizados por esta población.

Mientras escribo esta columna la población migrante en Estados Unidos organizó una jornada parecida. Esta vez se convocó a no consumir productos estadounidenses, no ir al trabajo ni enviar a los hijos a las escuelas.

Me resulta inevitable no pensar en la fuerza de esta acción como acto de recibimiento de una ciudadanía activa e importante en ese país. Pero también pienso en el aporte significativo de una población que a menudo es colocada en niveles inferiores de valoración.

Durante los primeros meses de pandemia y dada la prohibición de entrada a Costa Rica de población proveniente de Nicaragua y Panamá, las autoridades del sector cafetalero costarricense encendieron las voces de alarma por la falta de manos para la corta del café de ese periodo, que dicho sea de paso sería concebida como uno de los momentos históricos en la producción del grano.

Ante la ausencia de las inmigraciones laborales, se acudió a una convocatoria para la población costarricense. Se esperaba un aproximado de 70.000 personas. Solo acudió la mitad.

Esta situación contingente demostró la relevancia del aporte de la población inmigrante en la economía costarricense. También en Costa Rica ante su ausencia muchas actividades esenciales se desplomarían sin duda.

En el actual contexto antiinmigración que campea en Estados Unidos, la convocatoria a un día sin inmigrantes es absolutamente necesaria la acción organizada pareciera ir levantando una respuesta frontal. Ni el miedo, ni la xenofobia, ni el racismo ni la exclusión son muros para detener esto que parece ser una reivindicación política contundente.

Una segunda parte de la producción cinematográfica de 2004 esperaba ser estrenada en 2012. Eso nunca sucedió. Sin embargo, estamos ante una de esas ocasiones en que la realidad supera a la ficción.

Esperemos por sus resultados. Por sus impactos. Por sus efectos en una sociedad que deberá entender sí o sí el alto valor cultural, económico y político de una población que ha construido con su aporte lo que Estados Unidos es hoy en día.

La emigración como derecho humano: Reflexión ante la deportación

Observatorio de Bienes Comunes, UCR

Ante las vergonzosas acciones del Gobierno de Estados Unidos al implementar mecanismos de deportación de personas migrantes (eliminación del sistema de citas con autoridades migratorias, el decreto de un «estado de emergencia en la frontera», el regreso de políticas de persecución a las personas migrantes, traslado de las personas en aviones militares y hasta un intento de cambiar una de las enmiendas constitucionales), recordamos que la emigración es un derecho humano. Este derecho se basa en el principio de libertad de movimiento, reconocido en tratados internacionales como la Declaración Universal de los Derechos Humanos (artículo 13). Esto incluye la posibilidad de salir de cualquier país, incluido el propio, y regresar.

Puntos clave a tener en cuenta:

  1. Derecho a buscar mejores condiciones de vida: La migración es una herramienta para escapar de la pobreza, la violencia o la persecución.
  2. Reconocimiento de contextos forzados: Los refugiados y desplazados necesitan protección especial bajo el derecho internacional.
  3. Responsabilidad compartida: Los Estados tienen la obligación de garantizar vías seguras y respetar los derechos de las personas migrantes.

Les compartimos unas palabras de Eduardo Galeano sobre la relación entre emigración y solidaridad, recordándonos que no debemos olvidar estos valores esenciales.

Textos de Eduardo Galeano:

Envenado. Los emigrantes, ahora. Revista de Pensamiento Penal.

Los emigrantes no se van porque quieran, sino porque los echan. Revista Temas de Nuestra América.

Les invitamos a reflexionar y problematizar este contexto adverso que enfrenta la lucha por los derechos humanos.

La dignidad desencadenada

Por Memo Acuña
Sociólogo y escritor costarricense

Hace algunos años fui invitado por la querida Cynthia Loría a observar la llegada de vuelos de personas deportadas al aeropuerto La Aurora, en Ciudad de Guatemala.

Cynthia es una costarricense radicada en aquel país desde hace años y labora para organizaciones que abordan el tema migratorio a nivel regional.

Siempre le estaré agradecido por la oportunidad que tuve en esa ocasión de constatar la forma como regresan estas personas. Muchas de ellas con la ilusión destrozada, sin esperanza y sin cordones en sus zapatos.

Esto último me pareció curioso y al preguntar la razón, se me respondió que es para evitar algún episodio de auto flagelación durante el vuelo de regreso.

Siempre pensé en la dignidad de quienes ven su sueño truncarse por alguna razón. En ese concepto y lo que implica en una hora de la humanidad en la que pareciera no tener ningún valor ya.

Lo pienso ahora al observar las imágenes de los primeros deportados provenientes de Estados Unidos bajando las escalinatas de un avión recién aterrizado en un aeropuerto en Brasil.

Como si fueran presidiarios condenados, son encadenados en sus manos y pies y así hacen el vuelo, así los obligan a caminar por la pista de aterrizaje mientras esconden sus caras para que la prensa no los capte en su vergüenza, así llegan a sus países de origen.

El odio se ha instalado como bandera.

Y provoca escenas como esta y otras más que se repetirán a lo largo de América Latina, adonde arrojarán a las personas migrantes como si fueran delincuentes o seres humanos descartables.

Temo una escalada de violencia xenófoba. Pero también siento venir la respuesta autónoma de quienes se niegan a encadenar su dignidad.

En esto acompaño las reflexiones de mi querida lectora de tesis doctoral Amarela Varela, que insiste en reconocer la fuerza de la migración y de quienes se movilizan por encima de la pornoindustria de la desafección.

Una manera de cambiar el enfoque victimizante, es reconocerles como sujetos activos y protagonistas de su destino. Apelo a ese enfoque y actitud. Ahí empieza el camino para que su respuesta sea efectiva y contundente. Ahí empieza su recibimiento como lo que son: seres humanos.

Continuo caminar

Por Memo Acuña
Sociólogo y escritor costarricense

A menos de 20 días para la toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, las caravanas de personas migrantes han empezado a formarse de nuevo, tal vez como último recurso antes que empiece la anunciada política antiinmigrante a ser implementada en las primeras directivas que tomará en sus primeras horas de mandato.

Ni tan siquiera se habían apagado los fuegos artificiales despidiendo 2024 y dando la bienvenida a este incierto 2025, cuando se anunció la conformación de un numeroso grupo de personas migrantes provenientes de Guatemala, El Salvador, Venezuela, Ecuador, principalmente.

Para muchas de estas personas el destino final es la frontera entre México y Estados Unidos, para intentar cruzarla.

Pero también se reconoce la dificultad que implica el cruce y la estancia en Estados Unidos, frente a la implementación de una línea de política migratoria más dura, cuando el republicano asuma la presidencia. Ya hemos dicho que nos parece una línea más dura, dado que la administración demócrata que termina ha sido una de las más castigadoras contra las personas migrantes, en particular las de origen centroamericano.

Estos primeros grupos conformados salen del sur de México, concretamente Tapachula, escenario de una escalada de violencia en medio de la cual las personas migrantes han quedado atrapadas, sin otra posibilidad más que emprender el viaje.

A seis años del inicio de estas formas inéditas de movilización humana (grupos, colectivos, visibles en carreteras y fronteras internacionales en Centroamérica y México) su continuación se explica por la permanencia de las condiciones expulsoras en los países desde donde se originan: violencias, inequidad, desigualdad, pobreza, desempleo.

México aguarda por un posible aumento de personas devueltas o deportada al iniciar la administración Trump.

Esto desencadenará sin duda la intensificación del riesgo y la vulnerabilidad, que han producido ya 120.000 personas migrantes desaparecidas en ese territorio federal 2010 y un número aún no confirmado que ronda 7.500 personas migrantes fallecidas en los últimos diez años.

Antes estos hechos, el continuo caminar se convierte en estrategia, recurso y respuesta desde las mismas personas migrantes para tener al menos una pequeña esperanza de contar con un futuro mejor que su complejo presente.

Aguardemos por la suerte de este grupo que salió recientemente de Tapachula y esperemos más grupos a lo largo de este mes, antes que Donald Trump jure como el presidente #45 de la historia estadounidense.

Crónica – Resistir en las palabras

Por Memo Acuña. Sociólogo y escritor costarricense.

“Me tengo que ir, no sé exactamente si podré volver o si te podré tener conmigo de nuevo en algún momento, sé que no puedo explicarte de manera directa lo que está pasando y lo que vendrá a continuación, me gustaría poder quedarme o llevarte conmigo, no creo resistir, pero trataré de hacerlo para volver a verte, y de ahí nunca volver a separarnos nunca más”.

Al leer de nuevo este texto, creo firmemente en el poder transformador de la palabra. Habíamos empezado nuestro taller Pedagogía del yo migrante, con un poema del poeta chapaneco Balam Rodrigo, llamado oración del migrante. Con ojos cerrados y el oído atento, las personas participantes en ese dispositivo entraron por la piel, el sentido, a un tema que en Honduras tiene tremendas implicaciones subjetivas, familiares y sociales. El texto con que inicio esta crónica, de hecho, responde a una indicación directa como parte de una actividad incluida, sobre despedirse al tener que salir de forma forzada de un contexto de origen.

Mucha gente en Honduras lo hace, lo hacen cientos de personas todos los días.

El taller, que justamente empecé como ejercicio de escritura creativa en la ciudad de Comayagua en noviembre de 2018, dos semanas después que cientos de hondureños y hondureñas integraran los primeros colectivos que iniciaron una nueva etapa en las movilidades humanas centroamericanas, fue impartido en una nueva versión como posibilidad de vincular la poesía con los contextos sociales, nuestras realidades regionales.

A eso fui, fuimos a Honduras, a apalabrar y sacarlo todo afuera en el marco del Festival internacional de Literatura TeguSIcanta, realizado entre el 18 y el 22 de junio en Tegucigalpa. Como parte de este evento, me encuentro en el Instituto Técnico Luis Bogrand con la poeta dominicana Nathalie García, el cantautor guatemalteco Ramsés Girón y la pintora, dibujante y escritora hondureña Karen Romero. Cuando leo en estos contextos (escuelas y colegios) me gusta contar la historia de mi padre a través del libro “Al Fondo del Corazón” (Metáfora Editores, Guatemala, 2017).

Jugador de fútbol en Costa Rica durante los años 50 y 60, su momento histórico lo lleva invariablemente a relacionarse con el mítico guardameta soviético Lev Yashin quien junto con su selección pasó por San José rumbo al mundial de Chile de 1962. El 22 de mayo de 1962 mi padre, llamado en la jerga futbolística como “Tierra Acuña”, vio adelantado al guardameta y al defensa central y le colocó el balón a un costado. Mi padre cuenta que observó el balón entrar lentamente y luego lo que pasó después fue un salto al vacío. El viejo Estadio Nacional estalló en júbilo y su anotación quedó registrada en los libros contables de la memoria deportiva del país. De eso hice poesía, sigo haciendo poesía. Como esta:

XVII

Parte
un lienzo
blanco.

Orfebre,
Sabe dónde
poner la gubia
y su sudor.

Canta música de oído
y también goles.

Esa mañana en el Instituto leo ese y algunos textos. Al segundo o tercero me quiebro (me suele pasar cuando repaso ese libro) y de inmediato Nathalie, Karen (llamada cariñosamente Nicky) y Ramsés me sostienen, me abrazan, me acompañan. El valor de la poesía va más allá de nuestros libros (“los libros se venden, la poesía no”, dice nuestro querido Otoniel Guevara) e incluso las lecturas que nos colocan de cara a distintas audiencias. La poesía, que no es un acto deliberado sino todo lo contrario, es esto que ellos tres hicieron conmigo esa mañana: construir afectos que se vuelven pieles y abrazos permanentes, incluso a pesar del tiempo.

Llegar a Café Paradiso es devolverme 10 años en el tiempo. Esa noche hace diez años las queridas Venus y Karen, gestoras en aquel momento del proyecto editorial y cultural Ixchel, programaron una hermosa presentación de mi libro Amares y entre el público estaba el querido poeta Rigoberto Paredes y Anarela Vélez, Fabricio Estrada y tantos otros amigos y amigas en la poesía que en ese entonces resistían en una Honduras posterior al golpe de Estado del 2009. Ahora vuelvo “al Paradiso” con la fe intacta por mi palabra. Lee Arístides, lee Soledad, lee Armida, leo. Y me refugio en esa lectura en uno de los lugares más emblemáticos para la resistencia cultural de Centroamérica. Siempre les agradeceré a Venus y Karen su gesto de llevarme de la mano a conocer este lugar y quedar para siempre como parte de su historia.

Las palabras y lo que ellas dicen. Junto con Arístides Vega de Cuba, el poeta hondureño Edilberto Borjas y la querida Consuelo Tomás, de Panamá, llegamos a sentir el abrazo de los estudiantes del Centro Educativo República de Honduras. Bajo la organización amorosa de la querida Perla Rivera, poeta y educadora hondureña, esa tarde fuimos testigos de lo grande que es la palabra y lo que dice cuando uno o más niños y niñas se reúnen en su nombre. La verdad solo existe al interior de la poesía como territorio liberado. Vuelvo a leer el gol de mi padre y recuerdo cuánto arte puso Eduardo Galeano en el fútbol, tratando de disputárselo al valor comercial y de negocio adquirido en los últimos tiempos. Esta vez no me quiebro. Leo y me empodero como acto ritual y necesario de sacarlo todo afuera.

No puedo irme de esta crónica sin atestiguar la pulsión que produjo en mí los dos días de estancia en el Municipio de Cantarranas, ubicado a una hora de Tegucigalpa. Es que un Festival como al que asistimos no podría terminar en mejor lugar que este, donde todo es poesía: sus paredes, sus calles, su sentido.

Me quedo con la imagen que aún conservo: Marta (Argentina), Genoveva (República Dominicana) y yo fuimos comisionados para varias lecturas en la comunidad durante esos días. Aguardamos por los demás poetas para el cierre, al pie del Bulevar donde se levantan varias esculturas. De pronto divisamos a lo lejos un hermoso enjambre en caravana de niños y jóvenes en zancos, con colores, banderas de varios de nuestros países. Conforme se acercan empiezo a latir y darme cuenta de que el Festival va terminando. Luego la caminata, luego la música donde los poetas fuimos uno con el pueblo. Luego la sopa, luego la lluvia, el bosque, el silencio feliz.

La resistencia a través de la poesía es quizá uno de los principales actos políticos en una región como la nuestra. Se disputa al dolor, a la violencia, a la desigualdad, a la pobreza, a la fragmentación social, territorial y cultural. A todo ello se hace frente con “la palabra amor colgada del fusil” como dice el poeta venezolano Rafael Cadenas. Durante esos días de junte y abrazo, giró entre nosotros una broma sobre la poesía secreta, a propósito de un episodio migratorio vivido por la querida poeta colombiana Yirama Castaño. Lo paradójico de esto es que si hubo algo público, ancho y amplio durante aquellos días fue la palabra y su maravilloso don de crear, transformar y decir.

Regreso lentamente a una cotidianidad que me mira de otra forma. Otros colores, otras narrativas. Pero con nuevos abrazos, nueva música, nuevas pieles en mi vida. Luego de este festival seguramente varias cosas adquirirán significados distintos, para seguir creciendo en mi trabajo literario, que es el que en estos momentos me da el alimento para el alma que requiero.

Por eso, la necesaria resistencia viene de adentro y luego se convierte en lienzo para tejer con todos y todas una posibilidad de construirnos y recrearnos.

Hacia eso vamos.

Defensoría: Urge centro permanente para flujos migratorios en Zona Norte

*Debe existir un mayor control en el transporte de las personas migrantes

Jueves 13 de Junio 2024. Como parte de las acciones llevadas a cabo a partir de las recomendaciones incluidas en la “Alerta Temprana”, sobre flujos migratorios mixtos, la Defensoría de los Habitantes realizó una inspección al puesto fronterizo de Los Chiles, la cual permitió monitorear las condiciones de permanencia de las personas extranjeras a su llegada a la zona fronteriza de Los Chiles (una vez que logran abordar los buses que salen del CATEM-SUR).

Se coordinó una reunión con la Mesa Movilidad Humana de Los Chiles y con la Mesa Territorial de Migración y Movilidad Humana-Zona Norte; ambas subrayaron la necesidad de contar con un establecimiento permanente para la atención de las personas extranjeras provenientes de los flujos migratorios mixto (CATEM-NORTE), que se ubique en Los Chiles.

Para ello ya se cuenta con un terreno conocido como “FINCA del CTP” de 5 hectáreas, para lo cual se conformó un grupo técnico para analizar su viabilidad para la construcción del centro de atención temporal y cuál sería la figura legal para recibir la cooperación en ese sentido. Están a la espera de que el Ministerio de Gobernación defina la “modalidad de convenio” que se suscribirá.

La Mesa Territorial de Migración y Movilidad Humana-Zona Norte, se refirió además a lo siguiente:

  • La necesidad de coordinación de sus actividades como parte del proceso de actualización del plan de atención de flujos migratorios mixtos, para que exista vinculación directa de las necesidades y dinámicas de los gobiernos locales de las zonas fronterizas, con respecto a las políticas migratorias que se emiten a nivel nacional.
  • Que el sistema integrado de información de la Dirección General de Migración y Extranjería, sea accesible para las autoridades migratorias en la zona norte.
  • Preocupación por la presencia de personas menores de edad como parte de los flujos migratorios mixtos, una de cada 5 personas son personas menores de edad.
  • Necesidad de dar seguimiento a las empresas de transporte que están siendo utilizadas por las personas migrantes desde el sur hacia el norte del país, donde están obteniendo ganancias considerables por el monto que cobran para dicho traslado.

En la inspección realizada por el equipo de la Defensoría de los Habitantes, liderado por la Defensora de los Habitantes, Angie Cruickshank, se constató la inexistencia de un centro de atención para personas migrantes en tránsito, lo cual impide una adecuada atención por parte de las instituciones responsables de la misma. El centro o salón comunal de Los Chiles se encuentra habilitado para la permanencia de personas migrantes en un horario de 8:30 a.m. a 3:30 p.m., donde se lleva un registro de las personas que ingresan. El espacio cuenta con duchas, servicios sanitarios, espacio techado donde las personas reciben información sobre el lugar, las condiciones de su permanencia, la distancia hasta la zona fronteriza y los riesgos que pueden enfrentar al continuar su trayecto por puntos no habilitados, espacio para la recreación de personas menores de edad. Al finalizar el horario de habilitación del salón comunal, las personas migrantes deben recoger sus pertenencias y salir del lugar, acción que se repite todos los días.

Deben entonces buscar un lugar para poder pasar la noche y colocar sus toldos o tiendas de campaña. Algunas personas lo hacen en la zona verde frente al salón comunal, otras en espacios públicos como el parque de Los Chiles (cuenta con anfiteatro pequeño que les permite no quedar a la intemperie) o la infraestructura que era utilizada anteriormente como “zona portuaria) y, otras, en su mayoría, se ubican en la terminal de buses de Los Chiles).

Las personas en tránsito, una vez que arriban a la terminal de buses de Los Chiles y que cuentan con el dinero suficiente para continuar su desplazamiento hacia los Estados Unidos, deben recorrer, aproximadamente, 6 kilómetros para llegar al puesto fronterizo de Las Tablillas. Sin embargo, considerando que no cuentan con documentos de viaje, no pueden salir de manera regular, por lo que para poder llegar a territorio nicaragüense deben hacerlo por un lote baldío, exponiéndose a robos o actividades ilícitas en su contra.

Según se pudo constatar durante una inspección nocturna, al momento de su arribo a la terminal de buses, las personas migrantes en tránsito son abordadas de manera inmediata por personas de la zona, que les ofrecen trasladarlos hasta el puesto fronterizo de Los Chiles. Según fue corroborado, este tráfico ilícito de migrantes se facilita debido a la porosidad de la frontera entre Costa Rica y Nicaragua. Se informó existen más de 63 pasos no habilitados (en una zona fronterizo de más de 8 kilómetros), lo cual dificulta ejercer un verdadero control migratorio. Lo anterior, pese a los esfuerzos que se realizan para realizar recorridos policiales por la zona, tanto por parte de la Policía de Fronteras, como por parte de la Policía Profesional de Migración.

Se resalta la existencia de los varios espacios denominados “espacios seguros”, promovidos por la cooperación internacional, que sirven de esparcimiento y recreación para las personas migrantes en tránsito, entre éstas, las personas menores de edad. Asimismo, las personas menores de edad de hasta 10 años, con el consentimiento de sus padres, reciben vacunas contra el sarampión, por parte del personal de la CCSS. Igualmente, en caso de existir alguna sospecha, se aplican pruebas de malaria a todas las personas que presenten síntomas. Y por su parte, la organización de la sociedad civil “manos amigas”, brindan alimentación gratuita a las personas migrantes en tránsito que arriban a la terminal de buses de Los Chiles.

Ante esta crítica situación humanitaria, la Defensoría enfocará su trabajo en la posibilidad de que el Sistema Integrado de Registro de Albergues-SIRA, esté disponible para las autoridades migratorias del puesto fronterizo de las Tablillas, contar con esta información sobre la cantidad de personas que ingresan por Paso Canoas y se ubican en el CATEM SUR, incidirá en la atención de las necesidades particulares de protección.

Es relevante conocer sobre la naturaleza (permanente o temporal) del centro de atención que se instalará en la zona de Los Chiles, plazos para su materialización y los criterios para su definición. Durante la gira también se conoció sobre la falta de control y seguridad en relación con el transporte de personas migrantes provenientes de los flujos migratorios mixtos, sobre el estado de los caminos, acceso al agua potable, recolección de basura, a las cuales se les dará el debido seguimiento.

Oficina de Comunicación Institucional
Defensoría de los Habitantes

Make America “horrible” again

Por Memo Acuña. (Sociólogo y escritor costarricense)

En un discurso pronunciado en un acto de recaudación de fondos en abril anterior, el candidato Republicano y expresidente de Estados Unidos Donald Trump esparció la consigna que lo ha venido acompañando no solo en esta campaña, sino en su anterior gestión gubernamental.

Aclaró: no es cualquier migración la que estaría dispuesto a tolerar en su país. Para “hacer grande a América otra vez”, lema que en su primera campaña electoral le granjeó un importante caudal de votos provenientes de un nacionalismo exacerbado combinado con el enojo hacia la administración demócrata del entonces presidente Barak Obama, se debe permitir la entrada al país de personas provenientes de países “agradables” como Dinamarca, Suiza y Noruega.

Tras esta afirmación, lamentó el ingreso de migrantes provenientes de América Latina. Ya sabemos su consabido insulto para hacer referencia a los países nuestros, a los que se ha referido como “shit hole countries” y por consiguiente a las personas provenientes de dichos contextos.

En esta ocasión, su artillería racista, xenofóbica y ultranacionalista lo ha llevado a plantear que no le temblaría el pulso para impulsar deportaciones masivas. La imagen es poderosa y si cae en manos de una población cada vez más proclive a la discriminación, habrá encontrado de nuevo terreno fértil para quedarse con una segunda administración.

Los efectos devastadores de una política económica agresiva, las violencias estructurales, sociales y culturales, un irreversible cambio climático y la desesperanza son factores que propician la migración a todos los niveles desde países como los de la región centroamericana. Hacia una gestión migratoria regresiva, negativa y deshumanizante se dirigen si, como todo está dispuesto, el magnate Trump asume la presidencia de su país.

Queda por verse si la fuerza de la migración, de las personas migrantes, será suficiente para contender con el odio y el racismo que una vez más serán premisas de política migratoria en Estados Unidos.