Skip to main content

Etiqueta: poesía

CINCO POETAS

Manuel Delgado

No sé qué caminos tuvieron que andar estos cinco poetas para caer en mis manos. Vinieron en una antología de poesía de estudiantes la cual, a su vez, es el resultado de un concurso organizado por el Consejo Estudiantil Universitario (el antecesor de la FEUCR) y escogidos por un tribunal conformado por Arturo Agüero Chaves (quien también hace el prólogo), León Pacheco Solano y José Fabio Garnier, tremendo trío.

La antología tiene mi edad, que no es poca. Se editó en 1952, en un momento en que el país se hallaba sumido en los sopores de la guerra civil, con sus odios, su represión antipopular y su falta de esperanza. Algo así da a entender Arturo Agüero.

A dos de esos cinco jóvenes poetas los conocemos por sus actividades políticas, pero casi por nada más. Guillermo Villalobos Arce fue un destacado dirigente del Partido Unificación Nacional, el antecesor del PUSC. Más tarde publicó obra poética, pero ninguna antología o historia de la literatura, hasta donde sé, se ocupa de ella. El otro es Enrique Obregón Valverde, quien sigue activo en las filas del Partido Liberación Nacional.

Villalobos Arce, por cierto, fue uno de los estudiantes señalados como “colaboracionistas” del derrocado gobierno de Picado y sancionados con la expulsión por dos años. Es uno de los partidarios del calderonismo o del comunismo que fueron perseguidos en una decisión odiosa por la que la Universidad acaba de pedir perdón. Su poesía, que no menciona el hecho, está transida de ese dolor de la derrota y la persecución.

Salvador Jiménez Canossa, otro de este quinteto, es también desconocido para el gran público, aunque él desarrolló un importante a las letras y a la poesía misma, con varias obras publicadas.

El cuarto en esta lista, Alfonso Ulloa Zamora, también pisa apenas el umbral del recuerdo, pese a que fue académico de la lengua y autor de unos nueve poemarios. Lo menciona, aunque no muy elogiosamente, el filósofo y escritor Luis Barahona en su libro “Lo real y lo imaginario”. Alberto Baeza, que en su obra “Evolución de la poesía costarricense” hace un análisis breve de Jiménez Canossa y de Montero Vega, apenas si lo menciona al final. Para mí, es de lo más sólido que incluye esta antología, en especial por su “Canto a un árbol derribado”, que más tarde aparecerá en algunas publicaciones.

Arturo Montero Vega, el quinto en esta lista, es el más conocido y antologado del grupo. Militante comunista, siempre buscó con su obra la denuncia y la solidaridad con los trabajadores. Fue, como dice un autor, “Poesía civil, narrativa, conversacional, que reclama, al lado de la estructuración lírica, una dimensión ética y moral, en consonancia con las modulaciones de la poesía social latinoamericana”. Se le llamó parte de “la generación perdida”, quizá porque la represión física y el aislamiento cultural a la que fueron sometidos los derrotados después de la guerra del 48. “He estado solo en mi patria recogiendo el dolor y el esfuerzo de mi pueblo”, dijo.

¿Cuál es el ambiente de esta antología? El de la postguerra, con heridas tan hondas como las causadas en Villalobos Arce y en el entorno de Montero Vega. Por eso hay en ella cierta desazón, nostalgia: “No puedo ahora/recordar la tierra/la inmensa madre tierra negra y fértil” (Ulloa Zamora); “Entonces mi dolor viene de lejos./Desde que el compañero,/aquel que dibujaba a escondidas,/que sabía la voz de los colores,/se hundió en el bananal/ verde y espeso.” (Villalobos Arce).

Pero es quizá el grito expresionista de Montero Vega el que irrumpe desde lo prohibido. Para el tribunal, la asociación estudiantil y la universidad misma, premiar y publicar esos versos que suenan a manifiesto político, a clara protesta, a denuncia airada, constituye un acto de valentía. Con todo el poemario sucede, pero sobre todo con el amplio trabajo dedicado a Carmen Lyra, la que acaba de morir en el exilio, la que vino muerta para ser enterrada de manera casi clandestina, la que sigue peleando con su ejemplo. No es la Chavela maestra o escritora, no; es Chavela, “camarada de Manuel [Mora]/y amiga mía,/compañera de todos los obreros y víctima a largo plazo de la tiranía.” Ese poema es de 1949, y fue leído en el sepelio de la heroína.

Me hubiera gustado saber más de esos muchachos que conformaban la directiva del Consejo Estudiantil Universitario. Ignoro todo de ellos. A uno, sin embargo, lo conocí muy bien y lo admiré como se debe. Se trata de Rodrigo Carazo Odio.

(En la foto de 1956 aparecen Alfonso Ulloa, primero en primera fila, y Salvador Jiménez Canossa, segundo en tercera fila. Junto a ellos, en el mismo orden, Carlos Rafael Duverrán, Joaquín García Monge, Gonzalo Dobles, José Basileo Acuña y Julián Marchena. En segunda fila a: Teodoro Martén, Carlos Luis Fallas, Arturo Echeverría Loría y Manuel Segura Méndez. En tercera fila a: Jorge Gallardo, Fabián Dobles, Manuel Picado y Carlos Luis Sáenz).

Despertar y hacer la vida poesible

Por Memo Acuña. Sociólogo y escritor costarricense

A escribirse esta columna el país se acerca a la alarmante cifra de 600 homicidios. En la noche previa 5 hombres fueron asesinados bajo lo que en apariencia serían ajustes de cuentas.

Al iniciar la semana un medio de comunicación local me consultaba acerca de hechos de violencia ocurridos en actividades de celebración en vías públicas. Es la ausencia de convivencia y sentido colectivo, indiqué en su momento.

Sin embargo, me parece que es más que la necesidad de tejido colectivo lo que le está ocurriendo a una sociedad como la costarricense. Es claro que los tiempos violentos transcurren en el mismo momento que la desigualdad y la exclusión social aparecen como ejes vectores de nuestra sociedad.

Y entonces empiezan las preguntas: ¿qué hacer? He dicho hasta la saciedad que para sacar al país del lastre violento al que lo sometió 40 años de agenda neoliberal, se requiere algo más que voluntad política.

Hemos tenido un violento despertar hacia otro país, hacia un vacío que nos puebla. Para sacudirnos de la oscuridad, se requieren acciones para recuperar nuestro carácter subjetivo e intersubjetivo.

He dicho hasta el cansancio que creo en el arte como vehículo transformador. A eso le apuesto. Sobre eso voy. Por eso mi camino actual. Por eso mi convencimiento que en el arte está la clave.

En los años noventa Medellín era una de las ciudades más violentas del planeta y apostó entre otras cosas por recuperar los espacios públicos para la gente y por la poesía con sentido comunitario.

Yo sueño con que nos demos la posibilidad de caminar espacios públicos con calidad, libres de violencia y poetizar la vida en todos los sentidos.

1991

Por Memo Acuña
Sociólogo y escritor costarricense

Eran jornadas enormes. En el entonces edificio de la facultad de Ciencias Sociales de la UCR se montó una tarima por donde pasaron y pasaron artistas incentivando la movilización estudiantil. Allí conocí, una tarde de música y poesía, a la Virginia Grutter de entonces. Allí escuché a Cantoamérica, María Pretiz, Esteban Monge.

En esa tarima mi compañero del Taller de Poesia Activa Eunice Odio leyó ese hermoso texto de Bertold Brecht que aún hoy me mueve el piso y la cabeza:

Preguntas de un obrero que lee

Quién construyó Tebas, la de las siete puertas?
En los libros se mencionan los nombres de los reyes.
¿Acaso los reyes acarrearon las piedras?
Y Babilonia, tantas veces destruida,
¿Quién la construyó otras tantas?
¿En que casas de Lima, la resplandeciente de oro, vivían los albañiles?
¿A dónde fueron sus constructores la noche que terminaron la Muralla China?
Roma la magna está llena de arcos de triunfo.
¿Quién los construyó?
¿A quiénes vencieron los Césares?
Bizancio, tan loada,
¿Acaso sólo tenía palacios para sus habitantes?
Hasta en la legendaria Atlántida, la noche que fue devorada
por el mar,
los que se ahogaban clamaban llamando a sus esclavos.
El joven Alejandro conquistó la India.
¿Él solo?
César venció a los galos;
¿no lo acompañaba siquiera un cocinero?
Felipe de España lloró cuando se hundió su flota,
¿Nadie más lloraría?
Federico Segundo venció en la Guerra de los Siete Años,
¿Quién más venció?
Cada página una victoria
¿Quién guisó el banquete del triunfo?
Cada década un gran personaje.
¿Quién pagaba los gastos?
A tantas historias, tantas preguntas.

Desde un alto parlante ubicado en el cuarto piso de ese viejo edificio, se emitía una constante transmisión de mensajes y consignas: era la radio 24 de abril transmitiendo para el mundo de entonces.

Era setiembre, octubre de 1991 y las universidades públicas entendimos la dimensión de lo que se estaba jugando: el futuro de la educación pública del país. Hoy el desafío es mayúsculo.

Entonces tomamos San José varias veces. Lo hicimos con la fuerza de un movimiento vigoroso, repleto de alegría, arte y expresión. En las aulas había reflexión constante. Hubo que ir a sacar grupos secuestrados por docentes dogmáticos en lo económico y político. No pudieron con nosotros.

Una tarde de esas, esto ya lo he contado en otros momentos, nos convocaron a un grupo de estudiantes a una reunión con el entonces Director de la Escuela de Artes Dramáticas, Stoyan Vladich.

Al llegar nos encontramos una persona intransigente, defendiendo los recortes a la Educación Superior Pública, provocándonos hasta el enojo. Cuando vio nuestra ira estudiantil, soltó una gran carcajada y nos motivó a que saliéramos con esa actitud a defender con todo nuestro derecho. Siempre recordaré esa reunión y esa forma de Stoyan de sacarnos de adentro cosas nuevas, renovadas, comprometidas.

Eran jornadas de mucho color. Me devuelvo a buscar al estudiante de sociología de ese momento y lo encuentro en este 28 de agosto. Más maduro cada vez y menos roto. Más artista. Más incompleto. Más humano. Más imperfecto. Pero siempre convencido de que la Educación Superior Pública es uno de los últimos reductos de dignidad que nos quedan para defender al Estado tal y como lo conocimos.

Marcharé como representante de mi querida Universidad Nacional. La historia, el tiempo, quiso colocarme aquí desde donde tengo la posibilidad de incidir.

Marcharé con Brecht y junto a la querida Grutter que alguna vez dijo:

TÚ LLEGARÁS OLIENDO A MADRUGADA

Tú llegarás oliendo a madrugada
a musgo y a camino.
Traerás aún hojas desconocidas
Enredadas al pelo
y no estarás cansado
Pero yo besaré tus ojos de águila
Hasta secar la última lágrima
La última gota de sangre
y con ramos de veranera y de bellísima
Limpiaré la pólvora
Que aún quede entre tus dedos.

Marcharé con la poesía en mi corazón. Porque ese es el único acto político que conozco. Marcharé porque no hay otro camino. Marcharé con la alegría de ese muchacho estudiante de 1991 que enseñó a creer en lo que creo.

El sentido que circula

Por Memo Acuña. Sociólogo y escritor costarricense.

Fui invitado por el gobierno de Honduras a la celebración de la Feria Internacional del Libro, realizada en Tegucigalpa entre el 8 y 11 de agosto.

Entre otras actividades desarrolladas como escritor, compartí una ponencia en la que expongo la poética contemporánea sobre las movilidades humanas en la región centroamericana.

A partir de mi cercanía en la literatura y en la vida con Balam Rodrigo y Chary Gumeta (ambos poetas de Chiapas, México) y Dennis Ávila, hondureño radicado en Costa Rica, trabajo con el sentido que circula en su poesía para reflejar tres dimensiones: patria, cuerpo y memoria.

En su poesía se reconoce la huella de un contexto regional complejo, marcado por la exclusión y la violencia en todas sus variantes y como se expresa en las subjetividades que se ven forzadas a partir. Como una muestra de esta narrativa, comparto el siguiente texto, escrito por Dennis Ávila:

IMPUESTO DE SALIDA

Las muchachas se preparan
para cruzar la frontera.

Llevan
un hilo de miedo
entre sus piernas.

Seis de cada diez
serán violadas.

Las pastillas anticonceptivas
se agotan
en la farmacia del pueblo

Como lo he dicho en otras columnas, estoy convencido que el arte y en este caso la poesía cumple un rol social fundamental: ser vehículos de expresión, pero ante todo de sensibilización para entender mejor estos temas que nos atraviesan como región.

El sentido poético seguirá dándonos lo que necesitamos para acercarnos desde otras fibras más humanas a comprender lo que nos ocurre. Acudamos a su encuentro.

La alegría de coincidir

Por Memo Acuña. Sociólogo y escritor costarricense

El jueves 16 de julio de 2020 emitimos por primera vez nuestro espacio Zona de Recarga. Lo hicimos en medio de la incertidumbre no solo por la forma comunicativa que escogimos en ese momento (la plataforma de Facebook live directamente) que no conocíamos en su totalidad, sino porque eran los primeros meses de la crisis pandémica que nos circundaba entonces.

Pensado como un espacio dedicado al arte y la cultura en Latinoamérica y El Caribe, se originó justamente en el marco de una serie de lecturas de poesía virtuales que organizamos en los meses previos, donde juntamos poetas nacidos en otros países y residentes en nuestro país.

Lo hicimos motivados por el clima antiinmigrante que existía entonces, donde las narrativas sobre la relación entre enfermedad y migración generaba una crispación discursiva en redes sociales y en espacios sociales de convivencia. Decíamos entonces, en uno de esos espacios, que para nosotros era una recarga de esperanza encontrar esas voces para decir lo que las personas migrantes no apalabraban.

Desde entonces, el concepto empezó a tomar forma. Pensamos en un lugar seguro, un espacio inclusivo de coloquio, arte y reflexión. Tomamos la decisión de que fuera un espacio regional latinoamericano y caribeño. Construimos el concepto, que entonces y ahora reza de la siguiente manera:

“El espacio es de una hora de duración dedicado a promover intercambios con artistas de diversos sectores sociales y diferentes países de la región latinoamericana y El Caribe, en el que la persona invitada se extiende en contenidos biográficos, contextuales, testimoniales desde su vivencia individual y colectiva. Zona de Recarga es concebido como un momento para recargar y seguir adelante, imaginado desde la noción de contenidos constructivos, sensibles a los derechos humanos, a las diversidades y por ello acompaña narrativas y estéticas de voces múltiples”.

Con este concepto claro, hicimos nuestras primeras tareas de producción: generación del afiche promocional, listado de personas invitadas (que entonces lo conformaban cerca de 50 hombres y 50 mujeres) y un calendario preliminar con cerca de dos meses de programación confirmada.

Ese 16 de julio, recibimos con mucha alegría al poeta uruguayo Gustavo Maca. En un horario que nunca volvimos a repetir en nuestros programas habituales (3 pm), esa tarde iniciamos una experiencia de comunicación cultural que nos llevaría a aprender tanto sobre contenidos, conversación en redes y, sobre todo, tomar a la persona invitada y su biografía como los principales protagonistas de nuestro espacio.

Este 1 de agosto cumplimos 200 programas habituales. Es decir, cuatro años completos, 20 países invitados y una paridad en cuanto a hombres y mujeres en el espacio. Escritores, escritoras, personas relacionadas con la música, las artes plásticas, el teatro, la fotografía han pasado jueves tras jueves a contarnos cómo iniciaron en el arte y como el arte les ha transformado la vida. De igual manera, se han emitido 25 programas especiales, en horario de fin de semana, en el que han participado artistas de las diversas disciplinas.

Cumplimos estos 200 programas celebrando, como hemos dicho, la alegría de coincidir. Somos firmes convencidos en el rol social y subjetivo del arte como recurso para la transformación y la generación de mejores sensibilidades en un mundo que las requiere con urgencia.

Nos aprestamos a iniciar la quinta temporada con emoción e ilusión, como la que tuvimos esa tarde de julio de 2020 cuando Gustavo Maca apareció en nuestra pantalla. Seguimos pulsionando, percutiendo, transformando. Esa es nuestra motivación y misión política y social.

Nos pueden acompañar en nuestras redes sociales con el nombre de Zona de Recarga (Youtube y Facebook) y nuestras redes personales. Les espero para seguir construyendo la alegría de coincidir.

Actividad de celebración de los 200 programas de Zona de Recarga en el Centro Cultural de España, en San José, el 31 de julio; con Arabella Salaverry, Luis Diego Solórzano, Pablo Narval y Alejandra Solórzano.

Álvaro Fernández en concierto

El artista presenta su nueva obra musical “Álvaro Fernández / De camino. Volumen 2”

El próximo miércoles  31 de julio a las 7 pm se realizará en el Teatro de la Danza (CENAC) la primera presentación en vivo de “Álvaro Fernández / De camino. Volumen 2”, la producción más reciente del reconocido pionero del rock nacional, creador de nueva canción y fusión con el jazz y ritmos latinoamericanos.

Así, Álvaro Fernández presenta su nueva obra, retomando el camino seguido desde 1976 con el disco Compadre, “de los más influyentes en la música costarricense de los años 70, y en general dentro del rock local” (CR Indie, 11dic16).

El precio de preventa para el concierto es de ₡8.000 y las entradas ya están disponibles en el Whatsapp 6314-5658. El día del evento el precio será de ₡10.000.

Un ícono del rock y la nueva canción

Álvaro Fernández (Costa Rica, 1955) es músico, filósofo y sociólogo. Formó en 1975 el grupo Compadre y editó en 1976 un disco homónimo de jazz-rock fusión que marcó un hito en la música costarricense.

Además de sus propias canciones, ha musicalizado poesía bíblica (Eclesiastés, Cantar de los Cantares) y latinoamericana: Roque Dalton, José Martí, Joaquín Gutiérrez, Jorge Debravo, Julián Marchena y Mía Gallegos.

En 2016-2024, Álvaro vuelve a la escena musical, con tres nuevos discos de larga duración: “En la Movida Caníbal”, en noviembre de 2017; en diciembre de 2022 el disco “Álvaro Fernández / De camino. Volumen 1, en vivo con Luis Monge y el grupo Compadre (feat.  Maf É Tulà y Fabrizio Walker)”, y ahora en mayo de 2024 el Volumen 2 con arreglos y producción del tecladista José “Chepe” González.

Este concierto

El concierto estará bajo la dirección musical del pianista Luis Monge, con el grupo Compadre reinterpretando los arreglos de Chepe González para este formato de ensamble.

El grupo lo conforman reconocidos intérpretes de la escena musical costarricense: Oskar Molina (teclados), Vinicio Mez (saxofón, clarinete), Fernando Víquez (bajo), Orlando Ramírez (batería), Juan Carlos Espinoza (percusión), así como Fabrizio Walker y Maf É Tulà en el canto.

Sobre la obra de Álvaro Fernández

El crítico y gestor Fo León ha escrito en el libro “101 DISCOS INDISPENSABLES EN LA MÚSICA COSTARRICENSE” (2022):

“es una ruptura enorme en la lírica y temática de la música costarricense, con un rechazo de las estructuras clásicas de la canción, y un uso teatral de contrapuntos y melodías unificando el caos dramático de estilos e influencias. Las canciones (…) tienen un mestizaje increíble, una hibridez única en la que nos vemos reflejados en nuestra diversidad y nuestras contradicciones”.

El año pasado, la música de Álvaro también recibió el reconocimiento de ser incluida en el primer episodio del programa “Otra Historia”, que dedica Radio Nacional de Argentina a la producción latinoamericana de rock.

El pasado 22 de mayo, Fernández hizo entrega de su obra musical completa, desde 1971 hasta 2024, a la Fonoteca de la Biblioteca Nacional, la cual estará disponible para la audición del público interesado.  

La presentación del nuevo álbum musical “Álvaro Fernández / De camino. Volumen 2” será el miércoles 31 de julio, en el Teatro de la Danza en el Centro Nacional de la Cultura (CENAC) en San José centro, a las 7 pm.

____________________________________________________________________________________

¿Qué?: Concierto “Álvaro Fernández / De camino. Volumen 2”

¿Cuándo?: Miércoles 31 de julio, 7pm

¿Dónde?: Teatro de la Danza (CENAC).  

Precio: Preventa ₡8.000, entradas disponibles en el Whatsapp 6314-5658. Día del evento ₡10.000.

Conozca la música y el trabajo de Álvaro Fernández:

“Insoslayable para la vida, / la nueva vida me amanece…” (Roque Dalton) – Álvaro Fernández / De Camino este 31

Este miércoles 31 de julio se realizará un concierto en el Teatro de la Danza a las 7:00 p.m, a cargo de Álvaro Fernández / De Camino.

El pago se puede realizar mediante SINPE móvil al teléfono 6314-5658. El precio es de 8000 colones en preventa, 10000 colones el día del concierto. 

Más información en el siguiente enlace: https://www.facebook.com/share/r/coYaKRyL3NNpJxwg/

Recital Anexión de canto y poesía y presentación del libro «La llorona de Sardinal» de Guadalupe Urbina

El Grupo Literario Poiesis, Editorial Poiesis, y la Benemérita Biblioteca Nacional le invitan al recital Anexión de canto y poesía y presentación del libro «La llorona de Sardinal» de Guadalupe Urbina, y con la participación de escritores del Grupo Literario Poiesis.

La actividad se realizará el sábado 27 de julio 2024, a las 6:00 p.m. en el marco de la Fiesta Nacional de la Lectura en la Antigua Aduana.

Doctor: ¿Para qué?

Por Memo Acuña. Sociólogo y escritor costarricense.

Un reducido grupo de personas que me conocen, saben la posición que sostengo sobre los títulos académicos. Incluso este año, haber alcanzado el doctorado en Ciencias Sociales en la Universidad Nacional en Costa Rica, me ha permitido confirmar por mucho y de lejos lo que pienso acerca de tales pergaminos.

No se confundan, por favor, con esta introducción. Valoro el esfuerzo individual y familiar de quien se lanza a la aventura de formarse al más alto nivel. Yo mismo he sentido en mi cuerpo y mi alma haber transitado un camino que me llevó a la consecución de mis estudios de posgrado. Valoro en todo sentido mi esfuerzo.

Sin embargo, sigo pensando que un título no es determinante para definir quién soy. Otras cosas, varias, me identifican y me acercan más a mí.

Es posible que en el lugar donde trabajo (la Universidad Nacional) esto que acabo de plantear sea una paradoja, un sinsentido. Es que en el sistema de casta académica que nos rige, ese “honor” titular da cierta comodidad, posición, legitimidad, aspectos en los que por cierto siempre estaré en desacuerdo. Abrazo más el saber que da la ancestralidad, la verdad de la oralidad centenaria, el germen luz de la palabra, el trazo horizontal de las verdaderas comunidades sin apellidos.

Posiblemente habrá quien quiera conversar conmigo sobre este tema. Claro: un café espera. Más no la descalificación ni los intentos por minimizar los argumentos que expongo.

Así como desapruebo los altares a los ejercicios de poder mal construidos, también me distancio de, quiénes teniendo un alto título académico, rozan la inhumanidad y la indiferencia en su vida cotidiana. Lo he dicho ya: autoridades reconocidas en su auténtico valor, solo en las comunidades originarias.

Me he preguntado en estos meses posteriores a mi defensa doctoral por qué pienso y, sobre todo siento (que para mí en este mundo actual es más importante que cualquier cosa) estas ideas acerca de la academia.

Pienso que mi tesis doctoral, la que me definió en mi subjetividad, se escribió mucho antes que le diera forma a la que presenté en marzo anterior. Se empezó a tejer una mañana de 2019 en el Río Suchiate, fronterizo entre Guatemala y México, en la que junto con colegas de la poesía centroamericana hicimos el viaje entre un país y otro. Ver, oler, pero sobre todo sentir lo que sentí ese día me hizo, si me permiten el termino, una persona más sabia.

Entonces sabiduría y conocimiento, que pueden ser complementarios, me han acompañado como paradoja durante todos estos años. Pienso en que justamente han sido los años donde mayor producción literaria he alcanzado, sin dejar de lado la reflexión académica, que ha estado allí.

Porque en el mundo académico hay que producir, para legitimarse. Para ser. En mi caso, la legitimación ha venido de un espacio de reconocimiento más íntegro y honesto, desde mi punto de vista: me la han dado cientos de niños y niñas de escuelas en varios países de Latinoamérica a los que les he llevado mi poesía. Allí, en esos momentos de absoluta libertad, siento que ha valido la pena ser quien ahora, con los años, he decidido ser.

Mi tesis, mi propuesta con la que quisiera ser recordado siempre, fue el ensayo sobre las movilidades humanas centroamericanas escrito entre 2018 y 2019. Ahí se resume lo que soy, pienso y siento. Premio aparte (que tampoco fue y ha sido determinante para mí) ese texto es el más emotivo y por consiguiente verdadero que he escrito en mi vida.

Lo que ocurre, con total honestidad, es que me he percatado que mi proyecto profesional se ha inclinado más al sentir que al mostrar que sé.

“Otros hagan el gran poema”, dice el poeta mexicano José Emilio Pacheco. Lo aplico entonces para otra dimensiones del conocimiento.

Hace poco solicité corregir un acta de una defensa de tesis en la que cumplí labores de director: “corrija- dije- soy Doctor y no máster” …. La verdad es que tardé varios días percatándome de que había traicionado mi pensamiento, mi práctica política (porque si, la principal práctica política es la que inicia desde adentro) y mi postura. En realidad, para mí no es determinante si aparezco de una forma o de otra.

Es probable que a partir de ahora y permanentemente me enfrente a esta contradicción que soy ahora. Pero pregunto: ¿quién no tiene su propias preguntas, contradicciones e incertidumbres?

De nuevo, abrazo a aquellos que con mucho esfuerzo (como yo) alcanzaron sus más grandes logros académicos traducidos en un título del más alto nivel. En un gesto de total ternura y honestidad con mi subjetividad, me abrazo fuerte.

Sigo pensando que mi camino está en otras trincheras: el arte, el espacio para crear y transformar desde sus latitudes. Es desde ese lugar lleno de color y luz que elegí seguir accionando, percutiendo, apalabrando.

Pienso que nuestras universidades, nuestras comunidades, el país, el mundo, requieren urgentemente un “cambio de corriente” que ayude a mirar con otros ojos, pero sobre todo desde el corazón y desde el alma.

Para mí allí radica el verdadero proyecto de vida que en mi caso me hace pleno, vital, pero sobre todas las cosas, libre.

Juan Carlos Ureña: “Tuve el honor de escuchar a Álvaro Fernández / De Camino y quedé fascinado”

“Yo tuve el honor y el gusto de ir a escucharlo y quedé fascinado: quedé fascinado por la idea esta de estar haciendo poesía cantada”

Se refiere Juan Carlos Ureña a la música de Álvaro Fernández / De Camino..

Asimismo, Álvaro Fernández invita a escuchar su música más reciente, tres poesías cantadas, de Julián Marchena, Roque Dalton y una propia.

Los poetas (soneto), letra y música de Álvaro Fernández.

Disponible en Spotify y YouTube.

Próximo concierto: miércoles 31 de julio

Hora: 7:00 pm

Lugar: Teatro de la Danza

WhatsApp: 6314 5658