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Etiqueta: poesía

Presentación oficial del libro Poemas Para Acabar Con El Olvido – de José Luis Amador

Este jueves 20 de febrero, a las 5:30 p.m. en el Auditorio del Museo Calderón Guardia, en barrio Escalante, haremos una celebración con música y poesía y muchos amigos.

La presentación del libro estará a cargo de la poeta Julieta Dobles y el poeta Mauricio Molina. Nos acompañarán también los cantautores Oscar Espinoza y Enrique González, con la musicalización de varios poemas del libro. Participación especial de la expresiva artista Aurelia Trejos en lectura de poemas..

Invitamos con todo entusiasmo a los amigos de la poesía y la literatura, a nuestros amigos de siempre y al público en general.

Este libro es una selección de poemas que reúne años de trabajo del autor y es una producción de la Editorial Universidad de Costa Rica.

Les esperamos.

Convocatoria de Poesía y Microrrelato para la Exposición «Mujeres en El Quijote»

La Benemérita Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano, el Centro Cultural de España y la Embajada de España en Costa Rica y con el apoyo de la Escuela de Estudios Generales de la Universidad de Costa Rica abren la convocatoria para  Poesía y Microrelato que serán parte de la Exposición Mujeres en El Quijote.

Esta exposición es parte de las actividades de la Semana Cervantina que celebra  al autor y su obra maestra El Quijote.  El Quijote de la Mancha ofrece un amplio espacio para la interpretación y creatividad de cada artista. Este año el tema de la convocatoria es Las mujeres en El Quijote, y se han seleccionado 18 mujeres. Se adjunta una sinopsis de cada una de ellas, elaborada por el Dr. Leonardo Sancho, Catedrático de la Universidad de Costa Rica.

La exposición se realizará en la Sala Raúl Leoni de la Benemérita Biblioteca Nacional del 23 de abril y hasta el 27 de mayo 2025.

Estamos felices de recibir su postulación para la exposición.

Este es el formulario que deben completar para postular su obra para la exposición

Formulario para escritores(as) participantes https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSf0fKmBIIG_vEt8ijJug4Mmso_VtOakBrA4T62EecW1m4ljfg/viewform

FECHAS

  • Convocatoria: 12 de febrero al 18 de marzo 2025.

  • Comunicación de selección para la exposición: 1 de abril 2025.

  • Entrega de obras en la Benemérita Biblioteca Nacional 9 y 10 de abril 2025

  • Inicio de montaje de exposición: 21 de abril de 2025.

  • Inauguración de la exposición: 23 de abril de 2025.

PERSONAS AUTORAS DE OBRAS LITERARIAS

Se reciben obras de personas escritoras postulantes mayores de 16 años. Los menores de edad (de 16 o 17 años cumplidos), deberán contar con la respectiva autorización de sus representantes legales.

Cada persona participante podrá postular (2) obras

Los postulantes deberán llenar el formulario y adjuntar la obra postulada con el archivo titulado debidamente con el formato indicado en el formulario

TIPOS DE OBRA

  • Se reciben poesías y microrrelatos en español, de extensión no mayor a 30 versos (poesía) y 30 líneas en microrelato

  • Obras ya realizadas u obra nueva e inédita.

  • Las obras deben venir firmadas

  • Las obras deberán entregarse en formato digital, en Word y en pdf

SELECCIÓN

La curaduría encargada de la selección, revisión y coordinación de las obras para la exposición estará a cargo del CCE, la Embajada de España y la Benemérita Biblioteca Nacional.

La curaduría de la exposición evaluará las obras recibidas según su originalidad, calidad y apego al discurso curatorial decidido.

La curaduría de la exposición se reservan el derecho de publicar en la exposición virtual del mismo nombre en el portal www.sinabi.go.cr, previo acuerdo con las personas que envían sus trabajos.

RESULTADOS

La comunicación de resultados se realizará en la fecha definida por el proyecto a través de correo electrónico. Luego de esta comunicación se procederá a la coordinación con la curaduría de la exposición con vistas a definir y acordar criterios de montaje.

Las personas que participen de esta convocatoria aceptan que, al enviar su obra, para la Exposición El Quijote en Costa Rica podrá publicarlas en redes sociales y otros medios que considere pertinente exclusivamente para su difusión y promoción de la exposición y con las debidas atribuciones de autoría, incluyendo las plataformas de comunicación del CCE, la Benemérita Biblioteca Nacional.

Se recibirán y responderán consultas del proceso de selección desde el correo  exposicionesbn@sinabi.go.cr

Recepción de obras

Las obras deberán ser entregadas directamente en la Benemérita Biblioteca Nacional del 9 al 10 abril del año en curso en horario de 8:00 am a 4:00 p.m.; previo completar boleta de recibido y datos de la obra.

Las obras serán retiradas la primera semana de junio en la Benemérita Biblioteca Nacional, presentando el recibo extendido por la institución.

Haga clic en cada imagen para agrandarla.

Poesía Santuario: una lectura en honor a un día sin inmigrantes

El lunes 3 de febrero se desarrolló en varias ciudades de Estados Unidos el movimiento “un día sin inmigrantes” orientado a visibilizar el aporte económico, social y cultural que realiza la población inmigrante en aquel país y como respuesta a las políticas anti migratorias y racializadas que ha promovido en sus primeras semanas de mandato el presidente Donald Trump.

En Costa Rica y desde época de pandemia, se ha venido promoviendo una serie de actividades desde el arte, concretamente desde la poesía, cuyo objetivo principal es reflejar la diversidad poblacional en una sociedad compleja como la nuestra. En estas actividades han participado poetas que viven en Costa Rica y que nacieron en otras latitudes.

Conscientes del contexto de apremio e incertidumbre que experimentan las poblaciones migrantes en Estados Unidos, el programa Zona de Recarga emitirá un especial este viernes 7 de febrero a las 7:00 pm, que será producido desde el Centro de Estudios Brasileños ubicado en Paseo Colón y emitido en vivo a través de las plataformas de comunicación del espacio (Facebook, Instagram y YouTube). El espacio es producido en asocio con la poeta y gestora cultural Jenny Álvarez. La entrada al evento es gratuita.

El programa se denomina Poesía Santuario, en alusión a las ciudades estadounidenses que ofrecen un trato más humano y respetuoso a las personas migrantes y contará con la presencia de siete voces poéticas diaspóricas que viven en Costa Rica: Dennis Ávila y Julia Henríquez (Honduras), Macuto Manzanares y Carlos Calero (Nicaragua), Américo Ochoa (El Salvador), Soledad Castresana (Argentina) y Fadir Delgado (Colombia).

Zona de Recarga es un programa emitido por plataformas virtuales desde el año 2020 dedicado a divulgar el arte y la cultura latinoamericana y caribeña. Actualmente desarrolla su quinta temporada y ha transmitido 250 programas en su horario habitual de los jueves a las 7:00 pm, así como cerca de 30 programas especiales transmitidos los fines de semana. Es conducido por el sociólogo y poeta costarricense Memo Acuña.

http://www.facebook.com/Zona-de-Recarga-102302261581180/

https://youtube.com/channel/UCm90rB35bR-JI9FRP9PVP4w

https://www.facebook.com/memo.acuna1

@memoacg

@memo_acuna

Poema, Debates por el Futuro y la Esperanza: El niño que nació en el sur

En el espacio Debates por el Futuro y la Esperanza, en Facebook, se compartió el poema El niño que nació en el sur, escrito por José Luis Amador y declamado por Gilda Benavides.

Este poema está escrito en homenaje a la infancia del sur de Costa Rica en su diversidad étnica y cultural.

“El niño nació en el Sur.

Dicen que San José le hizo

una máscara de balsa,

una carretica de bueyes,

un acordeón chiquitito

y cientos de esferas de piedra,

perfectas como planetas

que adornan del Sur el piso.

Y puso la más linda a brillar

en el puro centro del cielo:

cascabel, estrella y zafiro,

la esfera-estrella del Niño.”

Le invitamos a ver la bella declamación de este poema mediante este enlace: https://www.facebook.com/share/p/14SbmmrqVe/

Anudar la memoria

Por Memo Acuña
Sociólogo y escritor costarricense

Es uno de los títulos que trabajé en los últimos años a nivel de poesía. Tiene una dedicatoria absoluta: recordar lo efímeros que somos en esta vida, evocar, cantar, sonreír. Eso. Está dedicado a mi padre y su actual condición. Absolutamente presente aquí y en su pasado.

Sin embargo, he tomado prestada esa frase para referir lo que me produjo la conversación con el dramaturgo cubano Ulises Rodríguez Febles, director de un emblemático proyecto llamado Casa de la memoria escénica, con registro en Matanzas, Cuba.

Impulsor de una tarea titánica de recopilación de material histórico sobre la escena teatral en su provincia, nos contaba con pasión cómo su familia fue determinante para crear el hábito de la lectura y luego la pasión por el teatro y la investigación escénica.

Con Ulises esperamos en 2025 empujar varios proyectos personales y colectivos para ir preparando poco a poco nuestro regreso a los escenarios, unos de esos viejos amores que nunca se olvidan.

Un actor se prepara entonces.

A raíz de esta conversación sostenida en nuestro espacio semanal sobre arte y cultura que producimos en streaming y distribuimos en diversas plataformas, fue inevitable no devolverme en el tempo y recuperar mi propia memoria como espectador del buen teatro costarricense de los años setenta, cuando niño y aún en mi adolescencia.

Fui testigo de grandes producciones teatrales que aún rememoro.

La Sala de la Compañía Nacional de Teatro cerca de Avenida Segunda albergó montajes hermosos como Murámonos Federico, de Joaquín Gutiérrez. Recuerdo con lucidez la escenografía móvil de dicho montaje.

Aún me parece estar observando la vieja carpa moverse, instalada en las inmediaciones del Parque Morazán, en San José. Allí vi la puesta en escena de “El Gran Tividabo”, obra escrita por el dramaturgo costarricense Antonio Iglesias sobre la influencia de la televisión en los comportamientos violentos.

Eran los tiempos de la teoría de la aguja hipodérmica en comunicación y esa obra reflejaba un claro análisis al respecto. El Teatro Carpa se encargó entonces de su realización.

Ni que decir de la monumental puesta en escena de Galileo Galilei, De Bertolt Brecht, por parte del Grupo de Teatro Castella (GRUTEACAS) en nuestro querido teatro, patrimonio cultural del país.

Los fastuosos vestuarios de época confeccionados por la vestuarista de siempre Doña Alma Cortés dejaron en mí una profunda fascinación.

Estoy convencido que un proyecto como el que Ulises impulsa en Matanzas nos hace mucha falta por acá.

Si mi conversación con el activó mis registros de la memoria escénica, no me imagino lo que sería impulsar un proceso que albergue la recuperación de esa historia en un país como Costa Rica.

Intentaré dar los pasos necesarios para ello. Solo me hace falta amor, motivación y pulsión por el teatro. Ya los tengo.

A ello, pues.

A la que baila en la noche – presentación de libro

En el marco de la feria del libro Cartago 2024, se invita a la presentación del libro: “A la que baila en la noche: un recorrido por mi aventura de escribir poesía”, de Eduardo Castillo Rojas.

La actividad se llevará a cabo el viernes 6 de diciembre, a las 6:00 pm en el Centro Comercial Metrocentro, Cartago.

Un porcentaje de las ventas se donará a la Asociación Seres de Luz.

SAUDADES

Por Memo Acuña
Sociólogo y escritor costarricense

Es una tarde soleada en la frontera. A mis pies las aguas del imponente Suchiate y su musicalidad líquida. Observo el incesante paso de las gentes, de un extremo a otro. Viajo, como ellos, en una balsa enllantada desde el lado guatemalteco al mexicano, con queridos poetas de aquí y de allá. Y leemos poesía. Ahí mismo. Sobre las aguas del Río que divide dos países, dos historias, cientos de miles de biografías.

Tan solo unos meses después, la apacibilidad de la tarde soleada en la frontera se convertiría en drama, al atestiguar el paso emergente del caminar centroamericano. Un caminar que aún no cesa, huyendo de la violencia, la necropolítica estatal, la desigualdad que campea absolutamente por toda la región.

Pienso en esa lectura que hicimos aquella tarde. En lo que el arte me ha permitido sentir y transformar. A qué sitios maravillosos me ha llevado, reconocer sus misterios de expresión, exilio de pieles, geografía interminable.

Gracias por eso.

Ahora estoy, me transporto a una clase de piano, repasando el viejo método azul en mis manos. Huelo el piano. Me recuerda las viejas casas de los cuentacuentos. Sus teclas son hileras de un largo telar que serpentea, como el Mar Caribe agitado. Oigo sus acordes. Es el final de los setentas. Del cielo cae estrellita con violín. Una pintura rupestre como las manos estampadas en las cavernas, nace en pincel, y nace en cualquier pared de la fábrica de sueños. Guillén songorocosongoneando. A lo lejos un tren va de Limón a San José, de Limón a San José….

Abro con esfuerzo el viejo telón del teatro y descubro Peter Pan y su estela volando por la inmensidad de todos los cielos. Todos azules. Lo siento volando en mis manos. Oigo voces marcando movimientos, saxofones que lloran, zapatillas de ballet se deslizan suavemente. Siento los grandes reflectores abrazar las auroras. El centrofoward murió al amanecer.

Me contengo ante el dolor de quienes vienen del sur y del centro de las Américas y ven en nosotros humanidad, solidaridad, dignidad. Nos cantan tiernamente su lucha. El viejo teatro los acoge con ternura. Los arrulla. El arte nos convida.

Gracias por eso.

Veo a Andreas Sarty abjurar de su maestro. Galileo y la centralidad del beso. Ambos se movieron con sus grandes vestuarios, por la sencillez del proscenio en La Sabana.

Gracias infinitas al arte por eso.

Pongo mis manos en las del escultor y su barro. Erigirá corazones, almas, rostros de una época amada y turbulenta. Yo construiré metáforas. Camino. Me encuentro al maestro que me da un libro de Julio Verne en las manos de mis padres. . “Va a ser escritor”, les dice.

Abro ese libro en medio de las aguas inquietas del Suchiate. Hasta allí me llevó el arte, mi inquietud de niño, mi ideal. Continúo el camino. Creyendo, creando, creciendo.

Gracias profundas al arte por todo eso.

He sido caminante también. Como la primera voz poética que escuché en aquellos años al lado de mi precursora en las letras. Me enseñó a Machado. Y lo que decía: “se hace camino al andar”. Y sigo caminando.

He sido un alma en permanente construcción, con el cincel del arte siempre presente. Soy sociólogo, pero ante todo y contra todo, Artista. Porque ese ADN se lleva en la piel y para siempre. Como el más feroz de los tatuajes. Porque los textos, los acordes de las flautas dulces, el más comprometido jazz de los setenta, no se olvidan.

Gracias, gracias, gracias por todo eso.

Entiendo al arte en su dimensión expresiva, creadora y transformadora. tengo fe ciega en su potencial. Porque este siglo será del arte, o no será. Sino que lo diga doña Ramona, mujer migrante nicaragüense a la que una tarde escuché decir de memoria un poema de Ernesto Cardenal, bajo el cielo empedrado del asentamiento Guararí, en Heredia.

Gracias, de nuevo arte, por permitirme estar allí en ese instante, como ahora.

Es 1980. Estoy sentado del lado derecho del teatro. Con pantalones cortos pero con las ganas de comerme el mundo, largas e intactas. Alegre en la vida. Del lado izquierdo cantan la segunda voz. Quiero cantar con todos y se me infla el pecho. Seguiremos cantando para encontrar al búho constructor de fantasías, allí, en el lejano bosque más hermoso de la historia.

Salud y larga vida a nuestras almas, siempre libres.

Gracias por estar.

Por el arte.

Siempre libres.

Gracias por eso.

Los boleros y Puerto Rico

A: Óscar López Rivera (Independentista y revolucionario)

De: León Triba,
En algún lugar de Costa Rica, en recuerdo
Del grito de JAYUYA y por la independencia
absoluta de Puerto Rico.
Octubre y 2024

Compañero Óscar López Rivera, no sé si lo que escribo tenga imprecisiones históricas -de seguro que sí- procuro una síntesis de momentos sublimes de la producción musical de tu querida Patria, a la cual le dedicaste muchos años de prisión, para alcanzar la legítima autodeterminación y soberanía de Puerto Rico; la búsqueda de la absoluta independencia que le asiste a nuestro hermano país.

Esto que escribo, no es un tratado de ningún tipo, solo un pequeño ejercicio en ese ritmo de bolero al cual se nos hace imposible renunciar.

Nadie, que precise de gustar de los boleros, puede abstraerse de CUBA, MÉXICO y, claro está, también de PUERTO RICO.

Pensemos solo en algunos de los grandes boleristas boricuas. No sé a cuál de todos se le puede situar como el número uno. Depende de nuestro estado emocional, cada uno nos atraviesa hasta lo más profundo de nuestros sentimientos. No nos dejan un solo poro libre de ese gusto exquisito, que nos moja el alma.

Dice uno, o dicen ellas: – PEDRO FLORES– y nos viene por arte de magia Blancas azucenas, Perdón, Esperanza inútil, Amor perdido, Linda. Poesía simplemente musicalizada, versos de amor para siempre.

Quién no ha tarareado “ En mi viejo San Juan”, seguramente no recordamos al autor de esa maravillosa pieza musical, porque nos viene de seguido el nombre de Daniel Santos; pero no, de quien hablamos es del maestro NOEL ESTRADA.

Muchas y muchos, nos animamos a “cantar” “Perfumes de gardenias”, casi que de seguro pensamos en Cuba. La mágica pieza corresponde, sin embargo, al puertorriqueño RAFAEL HERNÁNDEZ MARÍN. Escrita en 1929, para describir las condiciones de pobreza de los campesinos. Igualmente, el otro clásico que de inmediato la asociaciones con Eugenia León o de nuevo con Daniel Santos, es el bolero que hace referencia a “Lamento borincano”, del mismo autor Hernández Marín.

En la radio alguien solicita, por favor de Javier Solís, “CATACLISMO”, de nuevo la memoria nos está traicionando y, sin ninguna duda, todos damos por sentado que este magnífico cantautor es el dueño de la canción. Pero de nuevo resulta que no, situémonos nuevamente en Puerto Rico, para recorrer esa novela de amor que inspiró a ESTEBAN TARONJI.

Cuando las serenatas eran parte del imaginario colectivo, le pedimos a nuestro cantante que complaciera a nuestra novia con Madrigal, y por supuesto que cantante, homenajeada y serenateros no podíamos precisar que esa maravillosa canción pertenece a FELIPE GONZÁLEZ, otro hijo de Puerto Rico.

En la Chiringüina, la antigua Cabaña, en el Cañalito, el Sol de Oriente, en tantos otros bares y cantinas regados en los barrios inimaginados de América Latina, muchos habrán pedido de José Feliciano la “Copa rota” y aún, otro tanto más despechados, piden de Julio Jaramillo “Juramento”. De nuevo, todas y todos olvidamos al autor intelectual nacido en nuestra isla latinoamericana, hablo de otro boricua, Benito de Jesús.

No agoto aquí la lista de los grandes boleristas nacidos en Puerto Rico; solo quiero decirles que yo aprendí a bailar bolero en los acordes de esa voz inigualable de otro hijo portorriqueño, refiero a BOBBY CAPO. También me atrevo a pensar que cantamos Piel canela, pero no reparamos que la canción es también originaria de Puerto Rico.

Por ahora, vayamos a escuchar boleros y si tienen tiempo pues, carajos y carajas, a bailar, que también en el arte de la danza y el humor, podemos seguir construyendo redes de identidad nacional. Y contribuir con la lucha heredada de Óscar López.

A él, también, precisamente le dedico este poema

EL BOLERO BORICUA, CUBANO Y RANCHERO

A Óscar López Rivera

El bolero, nido roto,
interrogante, palabra en cocción erótica
o reloj a plazos de un adiós,

espera en una esquina
“de cigarro en cigarro”
dejando un frío vacío
cuando la luz se apague,

diálogo de rutina, reclamo,
declaración obligada
de las rodillas pidiendo perdón
o el humedal de los labios
entre cuerdas, nos trae otra mirada.
Cantante favorito en la emisora
de las complacencias,
trío inolvidable, letra musicalizada
en el pentagrama del recuerdo.

El bolero, los boleros,
verdad, alma de un cántaro de mieles
o amarguras que se deslizan
en la vieja rockonola, en un CD,
en la llave maya que exigimos al cantinero
para que nos complazca.

El bolero es piel erótica
que si se descuida
otro gallo canta entonces
sobre nuestras sábanas blancas,

muerte de unos senos inhiestos,
manos ajenas recorriendo las caderas
que creíamos nuestras.

El bolero es eso, un nido roto,
una copa vacía, la verdad en un instante
la puerta de infinitos
en una apuesta de labios sin sentido,

fonógrafo, “longplay”, acetato,
velas a media luz,
vino, ron, tequila, mezcal y aceitunas
sin un cuarto dispuesto
y la mirada indiscreta de la mucama,
porque sin un amor,
“la vida no se llama vida”.

Bastedad de acordes ,
aguas, lluvia, mar, río
la barcaza que se pierde
o el discreto auto
que lleva a una rubia a su alcoba,
la ternura de unas lindas piernas
reclamando la canción de su vida.

Se va la música con el alba,
en la reseca del olvido
queremos recordar el nombre
bajo la palidez de rostros diferentes
que pueblan la ciudad,
despecho, reencuentro
dudosos compases
de voces mojadas en ron.

Yo vengo de esa distante melodía
crujiendo los pasos del olvido,
del recuerdo rítmico de las hojas secas,
en las viejas huestes de las olas.

El lema de tu nombre
nos da la libertad
para el nuevo bolero que cantamos:

“si nos dejan, haremos del mundo”
una exquisita melodía,
pero seguiremos cantando boleros
hasta que la luz se apague,
abrazados bailando
sin el cerrojo de la duda
para alcanzar el alba.

Exposición de Arte y Transformaciones sociales en España 1885-1910. Museo del Prado 2024

En la artesa de Pablo Gargallo.1898

Poema de Macarena Barahona Riera

Una pequeña mesa artesa
me llamó la atención la figura en bronce de un joven consumido amasando harina, agua, levadura,
lo del origen lo del inicio,
sin rostro
la que más habló
la que me dijo: aquí he estado por siglos amasando
para que tú vengas
me mires
pongas el rostro
ojos boca
una palabra nueva que no sea

más ni pan ni trabajo.

Que no sea más
por los siglos de los siglos
una palabra libre
una oración
que me abra la puerta
entre el aire y vea mis ojos claros
mi sonrisa de niño perdido

todos los miedos y aflicciones bajo la artesa guardados
puedan irse con las palabras.

No hay palabras para el joven de la mesa artesa aún no existen las palabras que puedan dar libertad que puedan dar dignidad que devuelvan justicia aún no hay palabras para las niñas esclavizadas ni las jóvenes atormentadas como objetos sexuales aún no hay palabras para el trabajo infantil no hay palabras para las mujeres dobladas en telares y telares de los siglos de los siglos.

Sólo verte
sentir el coraje la indignación
la soberbia de nuestro tiempo
el capital egoísmo de la época
la usura de los sexos

sin pan sin levadura sin harina sin agua sin nadie que amase la masa de la mesa artesa de maragata.

Cien años de buena poesía – Una conmemoración necesaria: El poeta Arturo Montero Vega vive en la memoria literaria

El 23 de setiembre de 1924, las apacibles colinas del cantón de Naranjo ven nacer a su poeta por excelencia. Hijo de Arístides Montero Segura y Eraida Vega Castro, el aura lírica ya le tenía un campo reservado a este noble hijo.

Pero la noticias no solo se quedan en esa memorable fecha. Recientemente la Universidad de Costa Rica, el 12 de junio de 2024, llevó a cabo una magna asamblea en donde se piden disculpas a profesores y estudiantes, por el hostigamiento y expulsión que sufrieron en 1948, resultado de la persecución del gobierno de la Segunda República. Arturo Montero Vega, fue víctima de esos acontecimientos.

De abogado, militante y poeta está hecha la anatomía de ARTURO MONETERO VEGA, pues en él se reúnen todas esas cualidades. Sí, su protocolo estuvo abierto a la defensa de las causas populares, de los humildes de su tierra; su militancia es su riguroso estudio de la filosofía, del marxismo-leninismo y las orientaciones ideológicas de su tío Alejandro y su hermano Álvaro. Pero también como poeta retomó de KWAJA SHAMSUDIN MOHAMAD (gazeles) y KAYYAM HAFIZ (rubayyates) la rosa como ideologema y de NERUDA Y MARTÍ, la palabra sencilla.

Si pudiéramos parafrasear a Roland Bartes que lengua, estilo y forma transitan en los versos de Montero Vega, a través de ese canal de la palabra sencilla. Ahí en ese elemento tiene anclaje ese “punto de grado cero que tiene la escritura”, esa particular forma poética que logra individualizar al poeta y darle esa permanencia que tuvo lugar en 19521, con el poema Vesperal.

Montero Vega no solo es el poeta de Naranjo, al contrario es el poeta que se tiene como referente en los talleres literarios, en los festivales internacionales de la juventud, en los talleres de zapatería, ebanistería y en el surco mañanero que abren los campesinos en nuestra tierra.

“Poemas de la revolución” (1969) “Le digo al hombre”. (1971) y otros de sus textos son referentes obligados en las tertulias políticas y en la Escuela de Cuadros del Partido Vanguardia Popular.

Obreros, artesanos, campesinos, intelectuales y militantes se identifican y se encuentran en esas formas puras y plásticas que ofrecen sus poemas. En uno de sus poemas, del texto “Le digo al hombre”, leemos:

“Le digo al hombre que reclame
el poder de su ojos y sus manos…
Le digo al hombre que reclame
su manera de ser
su fundamento” (Montero, 1971:12-13)

Ciertamente cada poeta es único, exclusivo, por eso nos parece muy pertinente como lo expresa Jorge Bustamante cuando indica lo siguiente:

“…es una forma privilegiada de hablar, un mecanismo que permite ver el mundo con ojos curiosos con mente observadora y tener la capacidad  de transformarlo con palabras…” (Semanario Universidad, 2001:11).

El ritmo de vida que enfrenta nuestro dilecto poeta transcurre en ese mundo visto por el analista citado, su acción transcurre entre la vida militante, su estudio, su protocolo, la familia y la poesía. Sucesivamente en cada espacio, Montero dedica su tiempo y va articulando para cada uno de ellos su ternura y el amor. Por eso su obra poética es tan permanente.

Si quisiéramos entrañarnos un poco más en sus versos, digámoslo de manera muy concreta y puntual, los temas del erotismo, la lucha de clases, los héroes, lo cotidiano y la resistencia histórica están presentes. La rosa deviene como un ideologema. En “Había” del texto Raíces (1973) señala:

“…me había yo graduado
Bachiller en las rosas…”
(Montero,1973:6).

Más adelante, el mismo texto citado, en el poema “Quisiera”, escribe:

“O en la forma sencilla de crear las hierbas
en el rocío de las rosas.”

No en vano escribirá su hermoso poemario: “Mis tres rosas rojas”.

Pero su militancia, como intelectual orgánico, da a sus personajes en la poesía un gran sentido de humanidad y espiritualidad.  Los héroes, no son seres ficticios, no son antojadizamente referentes abstractos, son nuestros ciudadanos con sus virtudes y defectos que nos hacen ser parte de nuestra memoria colectiva.

En cualquiera de sus textos, el lector sabrá que la poesía de Montero Vega no miente, describe y poetiza una realidad concreta. Por ejemplo, en el poema: “Nuestro partido”, se descubre fácilmente lo que decimos cuando el poeta señala lo siguiente:

“Nuestro Partido está
donde se pudre el hombre
en opresión maldita.

Allí grita
y quema el mesón
entre unos fuegos idos,
o resucitados
o sin nombre”

Pero veamos otros versos tan cercanos y tan llenos de espiritualidad y militancia. La forma en que el poeta dibuja la ternura y el amor nos sorprende a todos, especialmente en ese bello poema que dedica a Nidia, su compañera de ruta, de vida y de la cotidianidad. Introduce, asimismo, un título muy sugestivo: “Que voy a hacer yo…” y nos dice:

“Que voy a hacer yo
cuando no tenga
el apretón de manos
de tu inmensa ternura

Que voy a hacer yo
cuando no tenga
la dulcísima gracia
de tu presencia.”

Los cantos poéticos a Carlos Luis Fallas, a la paz, a Vietnam, a los mártires del Codo del Diablo, a Presbere, a Coyoche (Garabito), al secretario general del PVP, Manuel Mora Valverde a Carmen Lyra, a Jorge Debravo, son una bella antología de historia hecha poesía. Sin lugar, por esa razón y el uso magistral de la palabra sencilla, hicieron de Montero Vega, el poeta de la revolución del siglo XX.

Cuando escribe “Mi abuelo es marinero”, da al personaje Félix Arcadio Montero su verdadero rolo histórico. Es, ciertamente, un acercamiento de amor, pero contextualizando al personaje histórico en su verdadera dimensión política-

Unas pocas palabras finales. La madurez de la poesía de Arturo Montero Vega, le otorga muchas otras valiosas características, pero quiero destacar una que, para mi gusto personal, debe ser tomada en consideración para los noveles poetas y aún para los poetas consagrados; me refiero a la forma en que logra rematar siempre el final de sus poemas, digámoslo con el mismo título de algunos de sus textos, son “Poemas para sembrar los sueños”, son “POEMAS DE AHORA Y SIEMPRE”

Muchas gracias.

Trino Barrantes Araya

Correo-e: camilosantamaria775@gmail.com