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Etiqueta: precio

¿Cómo calcular el precio de un producto o servicio a partir de los costos de producción?

MSc. Kerlyn Suárez Espinoza

Bach. Dílany Rosales Matamoros

¿Alguna vez ha escuchado a algún microempresario decir: “vendo mi producto a 2500 colones, o mi servicio a 5000, porque a ese precio lo vende mi competencia? Aunque común, esta estrategia de poner precios puede ser peligrosa pues no garantiza que el negocio esté cubriendo sus costos de producción y pone en riesgo la estabilidad de la actividad productiva.

Establecer un precio de un producto, o servicio, de manera adecuada permite la estabilidad y permanencia del negocio en el tiempo. El cálculo de los precios o tarifas a partir de los costos de producción es fundamental en toda empresa; al momento de seleccionar el producto o servicio que se desea brindar al público, es preciso que este se encuentre bien diseñado. Esto no solo optimizaría el uso de recursos, sino que también incrementa la percepción de valor por parte del cliente, y potencialmente su lealtad y preferencia. De esta manera, la empresa puede establecer precios basándose en los costos de producción del producto o servicio, asegurando que sus ingresos generados cubran completamente los costos y permitan obtener ganancias, que reconocen el esfuerzo de la persona a cargo.

Para ello, el paso # 1 de este proceso es identificar los tipos de costos que enfrentan las empresas. Existen costos fijos que son aquellos que no varían con el nivel de producción o ventas, de manera que, aunque la producción sea baja siempre se tendrá que asumir el mismo monto, por ejemplo, el alquiler. También existen, los costos variables, que sí dependen de la producción, lo que implica que aumentan o disminuyen según la cantidad de bienes producidos, o servicios vendidos, por ejemplo, las materias primas como la tela en una empresa textil, las frutas que se utilizan en la elaboración de un negocio de batidos o el combustible en un emprendimiento de transporte de estudiantes. Finalmente, hay costos cuasivariables los cuales permanecen constantes hasta cierto nivel de producción, pero una vez alcanzado ese punto, incrementan, por ejemplo, el agua y la electricidad, que poseen un monto base y de utilizarse por encima del mínimo, su precio se incrementa.

La identificación de estos costos les permitirá a las personas que poseen un negocio conocer la base en la cual fijará los márgenes de ganancia y el precio final. Para ello, se procede con el paso # 2, en el cual se realiza una lista de los costos de la empresa y sus montos respectivos para la producción de una cantidad determinada de producto, o la cantidad de servicios vendidos. Esta lista incluye los costos fijos; los costos variables y los cuasivariables.

De tal manera, se procede con el paso # 3, donde se calculan los costos totales sumando los costos fijos, variables y cuasivariables. A partir de esto, en el paso # 4, se calcula el costo unitario, dividiendo los costos totales entre las unidades de producto elaboradas.

La importancia del conocimiento de estos montos recae en que permitirá al dueño o dueña de un negocio conocer cuáles son los costos de producción, lo cual es la base para calcular los precios o tarifas.

Por eso, en el paso # 5, la persona determinará cuál será el margen de ganancia de su negocio, por ejemplo, supongamos que se escoge un 30%. Entonces, deberá en el paso # 6 sumar al costo unitario ese porcentaje de ganancia, lo cual da como resultado el precio de venta.

Esto permitiría a los emprendedores o empresarios tanto cubrir sus costos y generar ingresos o bien estrategias para crecer o prosperar en el negocio, como optimizar los costos de producción; buscando proveedores con precios al por mayor, reduciendo costos innecesarios y mejorando la eficiencia productiva de las actividades productivas.

Aunque este proceso puede resultar difícil, es necesario dejar de copiar los precios de la competencia y construir nuestros propios cálculos para conocer los precios mínimos a los que podría venderse los productos o servicios con base en información real y confiable.

Establecer precios basados en costos de producción es el camino correcto, En este sentido, el Programa Sectores Productivos y Desarrollo (SEPRODES) de la Universidad Nacional ha capacitado microempresarios de diversas zonas del país y actualmente a productores de las zonas de Upala y Sarapiquí a través del módulo de Costos del Técnico en Agroecología y la Escuela Agroecológica que posee la UNA liderado por la Seccional de Sarapiquí. Mediante iniciativas de extensión, la UNA siempre necesaria continúa apoyando el desarrollo sostenible en las comunidades locales de Costa Rica.

Hasta 400% de precio incrementaron propiedades en costas de Guanacaste

Santa Cruz, Nicoya, Liberia y Carrillo concentran la mayor cantidad de proyectos de construcción habitacionales y comerciales en la provincia.

Datos del Observatorio de Turismo, Migraciones y Desarrollo Sostenible de la Región Chorotega de la Universidad Nacional (OBTUR-UNA), revelaron que de 2020 a 2023, las propiedades en la zona costera de Guanacaste subieron hasta un 400% de precio con respecto a la inflación inmobiliaria y, por ende, al desarrollo inmobiliario del país, en cuanto a residencias de alto valor adquisitivo.

Esteban Barboza Núñez, coordinador del (OBTUR-UNA), explicó que esto obedece al fenómeno provocado por la pandemia entre 2021 y 2022, donde cientos de personas huyeron de las conglomeraciones hacia zonas alejadas menos pobladas, generando la movilización de grandes cantidades de capital mobiliario internacional hacia diferentes lugares del mundo con ciertas condiciones, entre ellos la zona costera de Guanacaste. Agregó que además, de 2017 a 2019, ya se notaba el incremento en la construcción de estos tipos de inmuebles, que en 2020 desaceleró; pero dos años después repuntó en casi el doble el registro en metros cuadrados para construir.

Según estadísticas del Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos (CFIA), se pasó de construir, en proyectos habitacionales, 456.000 m2, en 2019, a 866.000, en 2022. Esto significa un aumento de casi el doble en solo tres años; mientras que el sector comercial en Guanacaste pasó de construir 131.000 m2, en 2019, a 209.000, en 2022, lo que representa un aumento menos dramático, pero muy significativo. Se consideraron estos dos sectores porque son los más relacionados con el turismo y las segundas residencias, principalmente en zonas costeras, donde se dieron los mayores registros.

Incremento abismal

El investigador explicó que en los cantones de Santa Cruz, Nicoya, Liberia y Carrillo es donde se concentran la mayor cantidad de proyectos de construcción habitacionales y comerciales en la provincia. En 2022, en estos cantones se construyó el 89% de los metros cuadrados registrados en proyectos habitacionales de todo Guanacaste. Además, los distritos costeros de Nosara (131.000 m 2 ), Tamarindo (128.000 m2), sardinal (117.000 m2 ), Cabo Velas (98.000m 2), sámara (28.000 m 2 ), y Nacascolo (24.000 m2 ), más el distrito central de Liberia (83.000 m2 ), concentran la mayor parte de los proyectos, para un total de 609.000 m2, lo que significa que en estos seis distritos se concentra el 70% de los metros cuadrados registrados en 2022 en proyectos habitacionales de Guanacaste.

El coordinador de OBTUR sostiene que estos números representan un dato significativo en el ámbito nacional, pues en 2022 solamente San José registró una mayor cantidad de metros cuadrados en proyectos habitacionales y comerciales que Guanacaste. Destacó que según indagaciones recientes, a julio de 2023, de todos los metros cuadrados tramitados para construir desarrollos inmobiliarios en el país, un 25% se concentran en Guanacaste, lo que podría representar entre 900.000 m2 a 1.000.000 m2 solo en esta provincia y en la franja costera mencionada. “Por ejemplo, el cantón de Santa Cruz tiene un mayor desarrollo inmobiliario que todos los cantones sin costa juntos (Tilarán, Nandayure y Hojancha). No hay ninguna otra región del país que supera a Guanacaste con estas cifras”, precisó Barboza.

Desposesión de las comunidades

Para Barboza todo este incremento exorbitante de metros cuadrados en zonas costeras de Guanacaste trae consigo señales de alerta, como desembocar en una inflación inmobiliaria; es decir, que si una propiedad hace cuatro años valía $100.000, en la actualidad ronda los $400.000 o $500.000. No obstante, su mayor preocupación son los habitantes nativos de esas regiones; recientemente se demostró que el alquiler de un aposento de 15 m 2 a 20 m2 , en Nosara, ronda los $700 o $800 mensuales, mientras que alquiler de una casa de interés social en esa misma localidad alcanza los $1.500, por lo que no quedan opciones para los pobladores de la zona, lo cual activa un proceso de desposesión.

Subrayó que todos esos procesos, donde se concentran desarrollos inmobiliarios lujosos, tienden a desplazar a las personas que no pueden optar ni costear ese tipo de viviendas. “Otro punto que demanda atención es el despilfarro del recurso hídrico por parte de los desarrolladores, pues resulta común, en las propiedades onerosas, la construcción de una o dos piscinas, canchas de golf, varios jardines y hasta duchas en cada dormitorio, cuando es sabido por todos el problema de la escasez del agua en la primera mitad del año en todo Guanacaste”, señaló Barboza.

Un tercer riesgo que advierte el investigador es el auge del capital especulativo transnacional, que se refleja sobre todo cuando una corporación hotelera internacional construye un hotel de cinco estrellas, un consorcio levanta un condominio de lujo o aquella pareja de jubilados extranjeros que deciden instalarse en las montañas de la península de Nicoya.

VÍDEO:

El precio de los medicamentos en Costa Rica – foro

Este jueves 29 de junio a partir de las 2 p.m. se realizará el foro El precio de los medicamentos en Costa Rica.

Se transmitirá mediante OndaUNED.

Se presentarán los primeros resultados de la investigación sobre el tema.

UCR: Abaratar precios de combustibles beneficia a consumidores, pero afecta servicios estatales

Una solución sugerida por Ulate es permitir que Recope negocie de forma anticipada el precio de los hidrocarburos en los mercado internacionales, cuando estos tienden a la baja.

Analista cuestiona viabilidad de proyectos para detener el encarecimiento de hidrocarburos

La reducción en el impuesto único a estos derivados dificultaría la construcción y el mantenimiento de obras viales

¿A quién no le gustaría gastar menos dinero cuando paga el pasaje del bus o el taxi, o bien cuando llena el tanque en una estación de servicio? Este anhelo se intensifica en un momento como el actual, en el que la gasolina y el diésel están alcanzando precios históricamente altos desde el último incremento que entró a regir pasado miércoles 31 de marzo.

Y para empeorar las cosas, la incertidumbre desatada por la guerra entre Rusia (segundo productor de crudo en el mundo con 9,7 millones de barriles por día) y Ucrania en los mercados, hace más de un mes, es el factor de mayor incidencia para que el precio de los hidrocarburos esté por las nubes.

En este contexto y desde hace varias semanas, el país está a la expectativa de que un proyecto de texto sustitutivo para reducir el impuesto único a los combustibles, gestado en la Asamblea Legislativa. De aprobarse, esta iniciativa permitiría bajar el precio del litro de estos derivados en 100 colones, además de exonerar de dicho impuesto a los concesionarios del transporte público y a productores agrícolas registrados ante la Dirección General de Tributación.

Al mismo tiempo, desde finales de febrero hay otra propuesta más conservadora que viene desde el Ejecutivo. En Zapote proponen detener el mecanismo de actualización de ese impuesto por un año. Es decir, no se reduciría el precio de la gasolina pero – al menos – ya no subiría más.

Ahora bien, el impuesto único a los combustibles compone una parte importante del valor total del producto en las estaciones de servicio, aunque su porcentaje varía en los diferentes tipos que existen. Según la última actualización del precio en febrero, los montos de este impuesto significan ₡272.5 para la gasolina súper, ₡260.5 para la regular y ₡154 para el diésel.

Del total recaudado con este impuesto, el 51,4 % va a las arcas de Hacienda (aunque no queda clara su redistribución posterior), mientras el restante 48,6 % tiene varias designaciones claras y específicas: mayoritariamente se destinan a la red vial cantonal (22,25 %) o a la red vial nacional, a través del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi, 21,75 %).

En otras palabras, si el país decide recortar el precio (propuesta del Legislativo) o subsidiar al consumidor estos incrementos (propuesta del Ejecutivo), deberá hacerlo en el impuesto único a los combustibles, ya que el pago del crudo en el mercado es ineludible. Así lo explicó el profesor de la Escuela de Economía de la Universidad de Costa Rica, M. Sc. César Ulate.

Hay otro detalle adicional que no se puede obviar: al ser el petróleo un bien que importa Costa Rica, conforme más se devalúe el colón con respecto al dólar, más cara será su compra para el país y, por lo tanto, también para quienes adquieran sus productos derivados (se pagan más colones por un valor que se vende en dólares). Todo suma, o más bien resta.

Entonces, sería iluso pensar que el precio de los combustibles puede bajar sin que esto repercuta en una afectación directa para otra área que beneficie a la población, ya sea en la construcción y mantenimiento de la red vial cantonal y nacional, o en el financiamiento a los servicios del Estado.

Con respecto a esta última consecuencia, Ulate recuerda que este impuesto es el tercero o cuarto en importancia para las arcas de Hacienda (suele variar según el año), por lo que su reducción implicaría un importante ajuste para las finanzas públicas. Además, es difícil sugerir cuáles de las partidas podrían reducirse dentro de las que Hacienda redistribuye estos fondos, debido a la falta de claridad en la colocación de estos recursos.

Entonces ¿cómo proceder?

La solución más integral, según Ulate, sería una pronta y rápida transición hacia vehículos que utilicen energías limpias. No obstante, el costo de estos automotores en el mercado sigue siendo alto, a pesar de las ventajas impositivas que se han impulsado. De hecho, el experto señaló que la Autoridad Reguladora de Servicios Públicos (Aresep) hizo un estudio en el pasado que evidenció un encarecimiento de la tarifa de buses si se hacía una transición masiva a unidades eléctricas.

Además, el hecho de que el valor del combustible no se mantenga alto por un tiempo prolongado hace que eventuales compradores no se animen a cambiar sus carros por otros que solo necesiten electricidad para su funcionamiento.

Mientras se llega a ese estado ideal de independencia del petróleo, el docente de la Escuela de Economía propone transparentar los destinos de este recurso, es decir, que el Ministerio de Hacienda sea más específico en los rubros de su destino. También se podría pedir a la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) más eficiencia y mejor control en el gasto, así como revisar los márgenes destinados a las estaciones de servicio (alrededor de ₡57 por litro), o los fletes (₡12,77).

Otra recomendación planteada por Ulate es permitir que Recope negocie anticipadamente en el mercado de derivados financieros, para aprovechar precios bajos en el futuro y que se reduzca el rezago actual entre las variaciones en su valor internacional con respecto al precio nacional (esta propuesta está en discusión en la Aresep).

Específicamente, sobre la intención del Gobierno de reducir el precio de los combustibles a los sectores agrícolas y del transporte público, el académico manifestó que la medida es compleja de sostener, debido a que genera una distorsión en el flujo de las transacciones que alguien deberá pagar, ya sea el Estado o los consumidores. En este mismo sentido, el experto considera que sería mejor tomar parte de los dineros obtenidos con este u otros impuestos para subsidiar a estos sectores y no provocar una complicación adicional en el manejo de estos recursos.

Otra posibilidad sugerida por este académico es que un aumento del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en otros productos pudiera reemplazar parte de los fondos aportados por el impuesto único a los combustibles.

Algunos países, como Chile, han implementado un monto de compensación cuando los precios del combustible han estado bajos, es decir, una especie de pago adicional al precio para subsidiar el valor de los hidrocarburos en momentos en que estos han estado altos, como ahora. No obstante, Ulate no cree que esa sea la medida más conveniente para el país.

Y por supuesto, siempre está la opción de reducir el uso de vehículos para viajes innecesarios. Pero para el experto, esta solución requiere de cambios en el comportamiento de las personas y una fuerte campaña de concientización, ya que en la población siempre existe la necesidad o el deseo de movilizarse. Esperar resultados inmediatos sería algo iluso.

 

Pablo Mora Vargas,

Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR

Clamor ciudadano para bajar precio de los medicamentos

Luis Fernando Astorga Gatjens

Un asunto a flor de piel en la ciudadanía es el alto precio de los medicamentos que expenden las farmacias, sean las organizadas en grandes cadenas o individuales. Es un clamor y un justo reclamo que viene desde hace algún tiempo y que ha crecido, con mucha fuerza, a raíz de la pandemia de la Covid-19.

Eso se ha puesto en evidencia en las últimas semanas cuando se propagandizó una iniciativa con tal propósito, impulsada por el candidato oficialista, Welmer Ramos. Sin embargo, esta propagandización de una iniciativa necesaria desde largo tiempo, ha sido contaminada por la campaña electoral, que, aunque el TSE no ha dado el banderillazo oficial de salida, para algunas agrupaciones políticas ya empezó hace meses.

Mientras esto sucede, en la agenda de Gobierno como en la legislativa se han buscado invisibilizar dos iniciativas impulsadas por el diputado, Walter Muñoz Céspedes y la fracción del Partido Integración Nacional (PIN). Una de ellas busca regular el precio de los medicamentos y otra que impactaría de inmediato en su precio para los consumidores, porque se orienta a bajarle el Impuesto de Valor Agregado (IVA). Ambos proyectos de ley fueron presentados en el año 2020 e, incluso, fueron oportunamente dictaminados.

Realmente, se trata de dos proyectos urgentes y que eran impostergables desde que se presentaron el año anterior, cuando era previsible la necesidad imperiosa de bajar el precio de los medicamentos tanto para atender la enfermedad pandémica como para tratar otro tipo de padecimientos. Asimismo, esta urgencia estaba asociada a que la crisis económica agravada por la pandemia se traduciría en una reducción brusca de ingresos como la que han experimentado millares de familias costarricenses en los últimos meses.

Sin embargo, para muchos medicamentos ha sucedido lo contrario, en el último año y medio que llevamos de pandemia, ya que han sido incrementados sus precios. Ejemplo de ello lo constituyen algunos analgésicos y anti-inflamatorios, que en algunos casos han subido hasta en un 57 %. Es oportuno destacar aquí que Costa Rica tiene los precios más caros en medicamentos de toda Centroamérica.

En abril del año 2020, el diputado Muñoz Céspedes le solicitó al Poder Ejecutivo que incluyera en las sesiones extraordinarias de la Asamblea Legislativa, el proyecto para bajar el precio de las medicinas. El presidente Alvarado no lo hizo cuando la pandemia apenas mostraba en forma incipiente los peligros a los que se enfrentaba el país y tampoco lo hizo más adelante. Era un momento oportuno tanto porque la rebaja de los medicamentos se convertiría en un factor coadyuvante para enfrentar la enfermedad como por el hecho indiscutible de que la campaña electoral no se iba a levantar como un freno ante cualquier iniciativa de esta naturaleza.

Hoy día la polarización política creciente y que crecerá aún más al calor del desarrollo de la campaña electoral, es posible que se convierta en un valladar insuperable para una iniciativa de tanta urgencia.

Esta situación que afecta tanto a una gran mayoría de la población del país, debe fijar responsabilidades en una Administración como la de Carlos Alvarado, que ha manejado tan deficitariamente la pandemia como de quienes ocupando responsabilidades en el Parlamento no colocaron a este tipo de proyectos en el debate para su urgente aprobación.

Desde que se produce el medicamento en los laboratorios hasta que llega al consumidor, los distribuidores y las farmacias, obtienen ganancias que está muy por encima de lo justo y racional. No se trata de arruinar a nadie y menos a las pequeñas farmacias, que, si son afectadas y empujadas a su cierre, no es por el precio de los medicamentos sino por las acciones oligopólicas de las grandes cadenas que se han venido apoderando del mercado.

Esto no es ni más ni menos que un asunto de salud pública que debe formar parte del interés nacional con respecto al derecho a la salud, pero hace rato algunos pocos que detentan gran poder económico como político, han degradado avances en derechos humanos que singularizaron a Costa Rica, en simples ganancias que engrosan sus abultadas cuentas bancarias. Sin duda que su ambición desmesurada es un poderoso disolvente del Estado Social de Derecho, que tanto nos costó construir como sociedad y como país.

Aumento de los combustibles a nivel mundial y en Costa Rica

Por Freddy Pacheco León

-¿Y ES QUE ESOS INÚTILES  DEL GOBIERNO NO PUEDEN OBLIGAR A LA OPEP A BAJAR EL PRECIO INTERNACIONAL DEL PETRÓLEO? ¿O por qué RECOPE no obliga al Banco Central a bajar el tipo de cambio del dólar respecto al colón? ¿O por qué el presidente Alvarado no invita a empresas extranjeras a venir a Costa Rica a  competir con RECOPE? Empresas que solo tendrían que  construir un muelle petrolero, inmensos tanques de almacenamiento para más de dos meses de todos los combustibles, un poliducto de más de 500 km de longitud, estaciones de bombeo en las dos vertientes costeras, oficinas administrativas encargadas de la logística que conlleva manejar la empresa más grande del istmo centroamericano calificada por Fitch Ratings como AAA. ESAS EMPRESAS, después de esa «inversioncilla» vendrían a competir con Recope en todo el eficiente servicio energético que se le brinda a todo el país, donde los precios no son determinados por Recope sino por un ente regulador independiente, y además, donde esa sociedad anónima del Estado TRABAJA SIN FINES DE LUCRO, por lo que del precio total del litro de combustible, Recope recibe para administración y mantenimiento de todos los procesos, alrededor del 8% del precio al consumidor. Dicen que se dice que algunos han buscado empresas extranjeras para venir a competir con la eficiente empresa del Estado, pero que la respuesta ha sido algo así como ¡ESTÁN LOCOS! Aunque tal vez algunos de los que escriben pidiendo «competencia» para RECOPE quizá tendrían la fórmula, para, por un lado provocar una rebaja sustancial del combustible sin importar los precios internacionales y el valor del dólar, y por otro garantizar menores precios al consumidor pese a la inversión de miles de millones de dólares. Ah, por cierto, el «peso» de los artículos de la convención colectiva en el precio del litro de gasolina ronda solo los ¢4.

 

Imagen ilustrativa.

Inician cruzada por baja en precio de medicinas

  • Control estatal del precio de los medicamentos

  • Cruzada nacional para disminuir el precio de las medicinas

Antecedentes:

1.-La economía nacional, desde siempre, se ha movido dentro del marco de la economía liberal que se implantó desde nuestros orígenes. Así, el productor de bienes y servicios le ponía el precio que ell consideraba justo a sus productos y el comprador que manejaba el dinero, pagaba o no el precio establecido, no sin que antes hubiese una fuerte puja, unos por bajar el precio y los otros por subirlos. En esta lucha usualmente- como en la época, actual- gana el poseedor del dinero que impone sus condiciones a un productor que necesita vender para poder subsistir.

2.- En nuestro país, mediante una reforma de calidad, se logró acercar, a mediados del siglo pasado, el médico al paciente, la medicina al enfermo, mediante la contribución tripartita Estado- patronos y trabajadores creando la CCSS, institución que aún se mantiene a pesar del sistemático ataque del capital luchando por capturar el rico filón de la producción de salud. Desde hace años el encarecimiento de los métodos diagnósticos así como del tratamiento de las enfermedades se han incrementado enormemente, haciendo que la respuesta institucional sea cada vez más deficiente

3.- La batería farmacológica de que dispone el médico en la Caja, en este momento, es limitada en cantidad y calidad – de ahí los faltantes de medicinas en las farmacias de la institución y la imposibilidad que tienen los médicos de prescribir medicamentos de avanzada, que hayan mostrado, según la literatura,- ser más eficientes en el control de las enfermedades.

4.- Las casas farmacéuticas en alianza con lo las farmacias locales se han puesto de acuerdo para exprimir a la enorme masa de enfermos, la mayoría asegurados, que reciben recetas para las farmacias privadas pues las medicinas de la Caja no controlan, con toda eficiencia, las enfermedades como lo hacen las medicinas de reciente aparición.

5.-. Así vemos como pacientes asegurados, que cotizaron toda su vida, se ven obligados a distraer alrededor de i 300 mil colones mensuales en adquirir medicinas que la CCSS le debía estar dando.

6.- Que sirva el presente comentario para que todos los costarricenses nos unamos en una cruzada nacional l que obligue al gobierno a imponer precios accesibles a todos los productos farmacéuticos.

CONTROL ESTATAL DEL PRECIO DE LAS MEDICINAS. YA.

Dr. Rigoberto Salas Aguilar, médico pensionado CCSS y- UCR.

Alajuela, 3 febrero 2019

 

Imagen con fines ilustrativos tomada de la página oficial de la UCR.

Enviado por Rigoberto Salas Aguilar.

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ANEP: Baja el precio de los combustibles, tarifas de autobús se mantienen igual

Proponen medidas para mejorar transporte público
Imagen con fines ilustrativos.

En una carta dirigida al Lic. Dennis Meléndez Howell, regulador general de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (ARESEP), la ANEP y la Central Social Juanito Mora Porras, consultaron acerca del motivo por el cual la tarifa de los pasajes de autobús no ha disminuido a raíz de la baja en el precio de los combustibles a nivel internacional y nacional

La ANEP solicitó información a la ARESEP sobre los incrementos que se dieron en los últimos cinco años de dicho transporte público y cuál fue el impacto que tuvo el componente de los combustibles en ese incremento.

Para conocer en detalle la carta dirigida a la ARESEP, ingrese en el siguiente link:

1-2015-ARESEP-ANEP sobre rebaja en combustibles-alto costo de la vida-CORRECTA-con firmas (1)

 

Enviado a SURCOS Digital por ANEP.

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