Skip to main content

Etiqueta: Pruebas FARO

Exigimos al MEP respeto a nuestra niñez

SURCOS comparte la siguiente información

El Ministerio de Educación Pública (MEP) atropella los derechos de las niñas y de los niños al someterles a cuestionarios de FARO de más de cuatro horas de duración.

En un contexto donde días atrás más de 70.000 estudiantes de quinto grado de primaria y 7.000 de colegios privados académicos, humanísticos o científicos se sometieron por primera vez a las pruebas FARO en Matemáticas, Español y Ciencias, el día de hoy 12 de noviembre, las y los estudiantes de quinto grado realizaron los cuestionarios de “Factores Asociados”. Su extensión y alto grado de complejidad provocó extremo agotamiento, tensión y crisis emocional en la población infantil, saliendo estudiantes a vomitar ante dicho estado de agotamiento y estrés. El estudiantado se vio obligado a responder cuatro cuestionarios con cubrebocas, incluso en aulas que no tienen buenas condiciones bio-sanitarias. Además, no estaba preparado para eso.

Reconocemos y avalamos el proceder de directoras, directores y docentes conscientes y sensibles a la niñez quienes sintieron la necesidad ética de tomar decisiones protegiendo la integridad física y emocional del estudiantado ante un proceso claramente inhumano. De igual manera, madres y padres de familia se sumaron a la actitud respetuosa y humana de muchos centros educativos agradeciendo su identificación con el alumnado ante la crisis y agotamiento extremo que ocasionó esta directriz impuesta desde las autoridades educativas.

Dichos cuestionarios paradójicamente intentan identificar factores sociales y educativos que podrían afectar el desempeño y resultados estudiantiles en las pruebas FARO.

Es inconcebible que se diseñen desde el propio MEP herramientas que contiene hasta preguntas con 30 respuestas; las cuales las personas docentes tenían que ir leyendo una a una, donde niñas y niños de entre 10 y 11 años de edad se les somete a tener que dar 600 respuestas.

El malestar y la angustia de las familias aumentaba al ver que sus niñas y niños no salían del centro educativo a la hora programada (12 mediodía). Una directora manifiesta al Semanario Universidad que esta situación es de “injusticia”, pues en el centro educativo que administra las y los menores de edad salieron cerca de la 1 p.m., negándoles el MEP el derecho a descanso o recesos. El estudiantado alude a su dolor de manos de estar respondiendo los cuestionarios tan extensos.

Instamos a articularnos diferentes sectores interdisciplinarios y comunidades educativas para indagar sobre las raíces y motivaciones estructurales de donde se derivan las pruebas FARO; máxime cuando la propia viceministra de educación plantea que “A nivel internacional, este tipo de factores se analizan precisamente para explicar cómo es que los estudiantes alcanzan ciertas calificaciones”, siendo indiferente a los efectos nefastos causados en el estudiantado, personal docente y administrativo de los centros educativos a su cargo. Así mismo, reitera que los cuestionarios se seguirán aplicando.

Afirmamos que independiente de que los cuestionarios tengan o no un carácter evaluativo, causaron en la comunidad estudiantil un conjunto de efectos que reflejan una clara violación a los Derechos Humanos de las y los niños por parte de las autoridades del MEP.

Ministerio de Educación Pública de Costa Rica:

NO MÁS ATROPELLOS A LA DIGNIDAD E INTEGRIDAD

DE LAS NIÑAS Y DE LOS NIÑOS ESTUDIANTES

Comunidades educativas

Costa Rica

 

Información compartida a SURCOS por María Trejos Montero.

Sin conocer no se debe hablar. ¡Hasta los asnos rebuznan con razón!

Por Manuel Sandoval

Alguien asoció en las redes las pruebas FARO con un convenio educativo con Cuba; una pose más de este gobierno por el prestigio internacional de Cuba en materia educativa, pero en realidad sin ninguna relevancia práctica.

Las pruebas FARO se inspiraron en las pruebas PISA de la OCDE, con una gran diferencia: las pruebas PISA no son de promoción, son un muestreo de diagnóstico que incluso no es anual. «Los factores asociados» vienen de aquí.

Al inicio de este gobierno, como Costa Riva iba a entrar a la OCDE, los tecnócratas de este organismo internacional recomendaron eliminar las pruebas de Bachillerato y 6° grado de primaria por considerar que pruebas estandarizadas de promoción son un anacronismo. La gente de Control y Gestión de la Calidad en el MEP propuso un híbrido: las pruebas FARO, con un porcentaje para la promoción del estudiante. 

Fueron concebidas como mecanismo de evaluación y represión del docente, que se anunció que iba a ser calificado con un puntaje asignado a los estudiantes a partir de estas pruebas, a lo que se sumaría una calificación de los padres de familia y del superior institucional (los directores), Esto habría el camino a la manipulación de los educandos y los padres de familia por parte de directores y supervisores con fines de persecución política. El sesgo policial de las pruebas arranca de aquí.

Por la imposición de las pruebas de idoneidad del docente y la ley de Empleo Público, que someten a mayor control político a los educadores, al final las pruebas FARO sólo quedaron como un mecanismo para culpabilizar al docente de la crisis del sistema educativo que los jerarcas del MEP han provocado, entre otras cosas con la aplicación de la enseñanza por competencias; UNA POLÍTICA DE LA OCDE que comenzó a implementarse con el ex ministro Garnier. 

Todo esto terminó con un abuso brutal contra las niñas y los niños porque las gentes que elaboraron las pruebas FARO (al igual que el nuevo ministro) son tecnócratas con poca o ninguna experiencia pedagógica. Pablo Mena y su grupo, al igual que la ex Ministra Giselle Cruz, se formaron en la Maestría de Evaluación Pedagógica de la UCR, con una obsesión econométrica (por las mediciones cuantitativas) muy propia de los enfoques neoliberales. Resolver los problemas pedagógicos lo reducen a recoger información que en su óptica es relevante. 

En realidad, si en Costa Rica se aprendiera de la experiencia pedagógica cubana sería una gran cosa. Uno de los colegios de la burguesía de más calidad académica, el de San Antonio de Belén, contrata profesores cubanos por la formación pedagógica que tienen.

EL PREJUICIO Y LA IGNORANCIA NO SON DE GENTE INTELIGENTE. El atropello pedagógico que se cometió se explica por la cuadratura mental neoliberal de sus gestores y el afán de culpar al docente por todos los yerros de los jerarcas del MEP.

 

Compartido con SURCOS por Isabel Ducca.

Un mamotreto evaluativo

Por Marcos Chinchilla

Una nueva y vergonzosa pifia por parte del Ministerio de Educación Pública. El ente que debe de impulsar cambios curriculares y estratégicas pedagógicas orientadas al fortalecimiento del proceso educativo dejó nuevamente en evidencia su incompetencia para liderar ese proceso.

Durante la pandemia, el MEP fue incapaz no sólo de garantizar la inclusión educativa de miles de estudiantes; sino que erróneamente lo apostó todo por la presencialidad, ampliando el nivel de contagios e incluso hasta de muertes en su población docente.

Si, dos años perdidos en el sistema educativo, especialmente para los centros educativos públicos; dos años no solo irrecuperables, sino también con una carestía de visión de mediano y largo plazo.

Lo de las Pruebas Faros fue la cereza en el pastel, una incapacidad manifiesta por la señora ministra, su equipo de asesoría, y los mandos medios. No basta con la renuncia de Pablo Mena, Director de Gestión y Evaluación de la Calidad, la ministra también le haría un enorme favor al país si renuncia a su cargo; en todo caso, ya terminó de enterrar lo poco de credibilidad que tenía. No se la extrañará, con ella o sin ella, el MEP no tiene un puerto cierto de llegada durante este gobierno.

Aunque la ministra nos diga otra cosa y apele al interés superior del niño, las Pruebas Faro pasarán a la historia como un mamotreto evaluativo violatorio de los derechos de la niñez y de la privacidad de miles de familias; un mamotreto que nos costó miles de millones de colones en impuestos y de los que la ministra y su equipo de trabajo no se harán responsables.

Con esta nueva y sonada impericia, tengo la hipótesis de que las aspiraciones presidenciales de Welmer Ramos y del PAC van a figurar aún más reducidas en el nuevo estudio del CIEP-UCR.

PD. Esta noche recibimos la esperada noticia con la renuncia de la Ministra de Educación. 

¿Cambia en algo la situación de este ente gubernamental? Para nada, la crisis del MEP es estructural, subsumido en atender las necesidades formativas del empresariado. El nuevo ministro tendrá un margen de acción muy limitado para implementar políticas de mediano y largo plazo, sea en términos temporales como programáticos; puede que incluso continúe con la línea de instrumentalizar la educación en función de los intereses del capital.

Pruebas FARO: un gasto excesivo, de poca planificación que provoca exclusión

El Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores de la Educación Costarricense SEC condena las situaciones de presión y sometimiento de estrés vividas por los estudiantes y docentes con la aplicación de las pruebas FARO y sus factores asociados. 

Consideramos que hubo poca planificación y queda en evidencia la larga duración en su ejecución, la extensa cantidad de ITEMS (621), principalmente al tratarse de estudiantes de quinto grado, que no están acostumbrados a este tipo de dinámica. Así mismo, señalamos que estas pruebas han sido un gasto excesivo económico y de insumos innecesario, que además ha ocasionado una alta carga de estrés en estudiantes y personal docente desde su proceso de entrega a las Direcciones Regionales para su distribución, quienes se llevaron muchas horas para recibirlas luego. El SEC siempre ha creído en los procesos evaluativos en aras de garantizar la mayor calidad de la enseñanza continua, sin embargo, en situaciones como la expuesta con estas pruebas no están respondiendo con los objetivos previstos cualitativos para tornarse en algo punitivo sobre el personal docente. Por medio de la Junta Paritaria, estaremos solicitando explicaciones al MEP respecto a la aplicación de estas pruebas, por la falta de conocimiento técnico con que fueron planificadas, haciéndolas carentes de validez y una pertinencia muy ajena a lo que se requiere para la ejecución de procesos estandarizados que permitan identificar las necesidades y aspectos para mejorar la educación pública de nuestro país. El MEP debe comprender que la educación debe ser un proceso motivador positivo para el alumno, que lo sensibilice y provoque felicidad además de amor a la enseñanza y no lo contrario, provocando exclusión. 

¡SEC JUNTO AL PUEBLO!

Denuncia contra el MEP por las pruebas Faro

El pasado viernes 12 de noviembre, Ermida Agüero Ugalde indica que recibió una denuncia de una persona encargada legal, referente a la aplicación de las pruebas Faro que se aplicaron a los estudiantes de quinto grado, indica su preocupación en razón de considerarla una práctica abusiva, en contra de los derechos de niños, niñas y adolescentes, por ser supuestamente tan extensa.

Dado a lo anterior el encargado legal solicita en el acto, la suspensión de dicha prueba, por considerarse contraria a brindar un espacio físico y mental sano para las personas menores de edad que han sido sometidas a dicha prueba.

A lo cual la señora María Elena Fournier, estando de acuerdo con esta denuncia responde indicando que Costa Rica se enarboló, una vez más…, la bandera para ofrecer tributo a la nueva forma de esclavitud del capitalismo salvaje, esta vez contra las y los niños como los y las adolescentes de Quinto grado de las Escuelas y Décimo de secundaria de Costa Rica.

Menciona que las pruebas faro son producto del sistema neoliberal para convertirnos en enclaves para la esclavitud, para la mano de obra barata, pero que pueda leer y escribir, ojalá con conocimientos en inglés y con futuros salarios de miseria.

Indignada indica que se supone que todavía vivimos en una sociedad en dónde se respetan los Derechos Humanos, pero parece que no y que todo lo estamos vendiendo, como dice la canción de Dionicio Cabral, que en paz descanse,-todo se vende- estamos vendiendo al ICE, a la CCSS, a las universidades públicas, Fanal, Recope, las Áreas Silvestres Protegidas, ASP del SINAC-MINAE, todos los activos del Estado que nos protegen y pueden tener ganancias, pero estamos viviendo el peor de los saqueos, y la educación no escapa de esta entrega por parte de personas privadas, funcionarias y funcionarios públicos que siguen los mandatos del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, FMI, el BID, las transnacionales farmacéuticas, agroquímicos, de los monocultivos de la muerte y de los postres, del envasado del agua, refrescos, la privatización del agua, nunca hemos vivido un tiempo tan deprimente, tan triste, tan entreguista, si Juanito Mora, Cañas… estuvieran vivos se avergonzarían en la clase de costarricenses que nos hemos convertido.

El pasado viernes, el MEP y sus jerarcas han violentado y atropellado sus más sagrados Derechos, el MEP y el sistema los ha agredido física, sicológicamente y espiritualmente, todo por una prueba del sistema neoliberal, sin sentimientos, sin dignidad, dejándolos sin descansar, sin alimentarse, con las manitas casi dormidas, agotados…esto es la neo-revolución industrial, es esto lo que el Ministerio de Educación Pública, MEP está promoviendo.

María Elena propone el plantear la denuncia en una Corte Internacional de Derecho Humanos.

Para cerrar su comentario la señora María Elena pregunta a las y los funcionarios públicos jerarcas que violentaron los Derechos de las y los Niños/Adolescentes:

¿Les gustaría a ustedes que les trataran igual a lo que sucedió hoy, metidas en un aula más de 4 horas respondiendo a 300 preguntas, sin desayunar, sin descansar, quizás hasta con dolor de cabeza, enfermos, etc., les gustaría señora Ministra Cruz, señoras y señoras tomadores de decisiones políticas del MEP ser tratadas así?

 

Compartido con SURCOS por Ma. Elena Fournier S.

El debate pendiente de las elecciones de 2022

Luis Fernando Astorga Gatjens

Es ya un lugar común decir que estas próximas elecciones serán las más atípicas de la historia, debido a una serie de causas y factores combinados. Observémoslos:

  • Se dan en medio de una pandemia que se ha convertido en un factor agravante de una crisis multidimensional, que el país ha venido acumulando a lo largo de varios lustros.
  • Se realizarán convocando a un electorado numerosamente apático que no ve un futuro claro y que ha acumulado la frustración de las promesas incumplidas por los gobernantes, ya sea desde Zapote o Cuesta de Moras.
  • Se desarrollarán con la mayor oferta de candidaturas a la presidencia y a diputados que registra la historia; lo que obliga al TSE a imprimir papeletas tan nutridas en nombres de partidos y colores de banderas, que muchos electores terminarán confundidos y empachados.
  • La atipicidad se muestra asimismo a que al llegar el 15 de noviembre (fecha en que escribo este artículo), la frialdad es lo que domina a sus anchas el escenario electoral. Pareciera que no estuvieran en el calendario nacional las que quizás deberían ser las más importantes elecciones en varias décadas.

Mientras tanto, el debate general que se expresa a través de los diversos escarceos e intercambios entre candidatos presidenciales, ya desarrollados o los que se avizoran para las próximas semanas, no tocan los temas que deben ser los más relevantes y claves de cara a las elecciones del año 2022: La gravedad y alcance de la crisis multi-dimensional, el deterioro del Estado Social de Derecho, sus causas reales y las propuestas de solución.

Emergen como grandes temas tópicos que, aun siendo importantes o de valor político, no pueden ser los que marquen el debate electoral. Muchos de ellos giran alrededor de las pifias y torpezas del gobierno de Carlos Alvarado; como por ejemplo la imposición vertical del código QR o la inclusión de preguntas impertinentes en las pruebas FARO.

Que se discuta alrededor de las acciones y omisiones de un gobierno desprestigiado y con la brújula hace tiempo extraviada, evidencia que el debate electoral sigue siendo tangencial; le hace falta profundidad y calado.

Un primer acercamiento a la causa de tal desenfoque se podría explicar por el hecho de que la profusa oferta de candidatos esté marcada por ambiciones personalistas con poco que ofrecer en propuestas programáticas. Cuando el país está urgido de estadistas lo que domina la escena son candidatos sin hondura de pensamiento y con trayectorias políticas y currículos que apenas les alcanzan para dirigir pequeñas instituciones públicas y algunos, ni para eso.

Sin embargo, tal perspectiva –aunque válida– no toca las causas más profundas de la superficialidad y aridez del debate político de cara a las elecciones de 2022. La crisis económica y social, previa a la pandemia, es la crisis de un modelo que fracasó, el modelo neoliberal que empezó a expresarse en la década de los ochenta del sigo anterior y que siguió con una zigzagueante agenda de declinación hasta el presente.

Lo que debía estar en el centro del debate es, ni más ni menos, el fracaso del modelo neoliberal que sustituyó los logros alcanzados por el Estado Social de Derecho, que Costa Rica construyó a partir de los años cuarenta del siglo XX, por números que muestran los alcances de una crisis multi-dimensional, que fija un horizonte sombrío al país si no se da el urgente cambio de rumbo requerido.

Tenemos por delante una grave situación de recaudación fiscal, con perdón de deudas a grandes “contribuyentes”, con cifras enormes en evasión y elusión fiscal, con grandes fortunas escondidas en paraísos fiscales como lo muestran los papeles de Panamá y de Pandora.

Enfrentamos sucesivos escándalos de corrupción que asocian delictivamente a empresarios privados y funcionarios públicos, que privan a las finanzas públicas de cuantiosas cifras. La “cochinilla” y el más reciente que involucra a varios alcaldes (“caso diamante”), son tan solo la punta del iceberg de casos de corrupción que, con certeza, todavía permanecen ocultos.

La crisis que amenaza a las finanzas de la CCSS –como lo demostró la comisión legislativa en su investigación–, no asegura el mejor porvenir al sistema de salud pública, que es un componente fundamental del erosionado Estado Social de Derecho y que ha sido positivamente determinante en el combate a la Covid-19.

Una educación pública en grave crisis, que lo que hace la pandemia es mostrarla en una dimensión que raya en el desastre y en la severa incompetencia de las autoridades educativas.

Un desempleo superior al 15 %, una de las tasas de desempleo juvenil más elevado de América Latina y una informalidad creciente, que esconde el enorme subempleo que enfrenta el país, son causas coadyuvantes de una pobreza que afecta a más de la cuarta parte de la población nacional.

Unas cifras de desigualdad social que involucionaron desde finales del siglo anterior hasta convertir a Costa Rica en el octavo país más desigual del mundo.

Este panorama desolador –económico y social—muestra al mismo tiempo la aguda crisis que enfrenta el país y nuestra sociedad, que ha sido agravada por la pandemia (nunca causada) y el fracaso de la propuesta neoliberal, a la que han echado mano sucesivos gobiernos del PLN, PUSC y PAC, y diputados de esos partidos y de otras facciones legislativas.

En otros países de la región se ha venido cuestionando el neoliberalismo como un sistema fracasado que ha servido para concentrar la riqueza, incrementar la desigualdad social y depredar el ambiente, pero aquí este cuestionamiento es casi inexistente. Incluso, para no ir más lejos, los rectores de las universidades públicas cuando visualizan a la Costa Rica del año 2050, no lo señalan como causa sustancial de los problemas que enfrenta el país. El cálculo político deriva en timidez conceptual.

Así las cosas, el debate político en Costa Rica sigue encapsulado en una pecera. Y eso se debe –en gran medida– a que los causantes y cómplices del fracaso neoliberal y, la subsecuente, erosión del Estado Social de Derecho, no van a ser autocríticos en sus errores y menos aún, cuando son directos beneficiarios de tales políticas. Tampoco la plutocracia va ser la propiciadora de ese imprescindible debate. Nunca ha sido patriótica y menos lo va a ser ahora. Sus medios informativos (impresos, televisivos, radiales y digitales) que han venido adormeciendo y distrayendo a la ciudadanía de mil maneras, no lo van a generar. Seguirán con los mismos juegos de distracción.

El debate político que debe darse no vendrá desde arriba. Tendrá que venir desde abajo, desde la indignación ciudadana que llegará el momento en que dejará de comer cuento y se movilizará exigiendo el cambio hacia un impostergable Estado Social y Ecológico de Derecho.

(15 de noviembre, 2021)

Exigimos al MEP respeto a la población estudiantil y al magisterio nacional

13 de noviembre, 2021.
San José, Costa Rica

Para:
Despacho de ministra y viceministra
y Auditoría de Servicios del MEP
Defensoría de los Habitantes
Cc. UNICEF-CIDH

El día viernes 12 de noviembre las personas estudiantes de quinto grado de la Educación General Básica de Costa Rica fueron expuestas por primera vez a la última prueba de las evaluaciones denominadas FARO, en las asignaturas de español, ciencias y matemática. La última prueba se hace llamar Factores Asociados y pretende evaluar las condiciones en las cuáles viven y estudian dicha población estudiantil. Sin embargo, a criterio de personal docente y administrativo, madres y padres de familia esta última prueba excedió por mucho los límites físicos, psicológicos y emocionales de aproximadamente 70000 niñas y niños con edades entre 10 y 11 años.

Se afirma lo anterior, dado que dicha prueba dio inicio a las 9 am y estaba programada para ser realizada en un lapso de 3 horas, sin poder hacer recesos y con la instrucción de que era obligatorio completar la totalidad. Además, debían permanecer en el aula con el cubrebocas durante todo este lapso y solamente podían salir a tomar agua o al servicio sanitario; incluso, un porcentaje significativo la desarrollaron en aulas que no cuentan con las condiciones idóneas bio-sanitarias. Cabe mencionar que, en las pruebas anteriores de asignaturas básicas, a las 3 horas tenía que ser retirada por la persona docente, sin excepción alguna.

Reafirmamos que el Ministerio de Educación Pública (MEP) ha atropellado los derechos de las niñas y de los niños al someterles a cuestionarios de FARO exhaustivos que, aunque han sido diseñados para 3 horas, exceden dicho lapso entre 1 y 2 horas más, debido a su complejidad y extensión desmedida, incoherente totalmente con las condiciones y necesidades de la población infantil. También, nos preocupa que la vivencia en los centros educativos se da en un clima de tensión e incertidumbre ya que todas las personas involucradas fueron expuestas a un requerimiento más allá de los lineamientos y protocolos que el MEP ha establecido durante la pandemia.

Esta evaluación denominada Factores Asociados se divide en 4 folletos: 1. Tronco común (36 ítems y debían completar 190 respuestas) con el fin de evaluar el trabajo docente en pandemia, uso de la tecnología, conexión a clases en Teams, además de un censo socioeconómico con cuestionamientos sobre su familia y calidad de vida; 2. Español (26 ítems y 183 respuestas); 3. Matemática (16 ítems con 106 respuestas); 4. Ciencias (15 ítems con 142 respuestas). Los folletos de materias específicas refieren al desempeño del docente de cada materia.

Consideramos inconcebible que desde el propio MEP se diseñen herramientas que contienen preguntas hasta con 30 posibles respuestas; situación que condiciona al personal docente a leer una por una a fin de disminuir el cansancio y la tensión estudiantil en tanto tenían que dar 621 respuestas al contar algunos ítems con opción de respuestas múltiples.

Este cuestionario paradójicamente se presentan con la supuesta intención de identificar factores sociales y educativos que podrían afectar el desempeño y resultados estudiantiles en las pruebas FARO; no obstante, ante su extensión y alto grado de complejidad, el personal docente y familiares de las personas menores de edad confirman que muchas tuvieron serias complicaciones por agotamiento, estrés y ansiedad: vómitos, temblores en las manos, taquicardia, frustración, angustia y cansancio extremo. A lo anterior se suma que era la última prueba consecutiva de cuatro, donde el malestar y la angustia de las familias aumentaba al ver que sus niñas y niños no salían del centro educativo a la hora programada (12 mediodía).

Una directora manifiesta al Semanario Universidad que esta situación es de “injusticia” pues en el centro educativo que administra las y los menores de edad salieron cerca de la 1 p.m., negándoles el MEP el derecho a descanso o recesos. Las personas estudiantes afirman tener dolor de manos ya que rellenar cada círculo en la hoja de respuesta debe hacerse con firmeza para que quede constancia de la misma.

Instamos a la articulación de los diferentes sectores interdisciplinarios y comunidades educativas para indagar sobre las motivaciones estructurales de donde se derivan las pruebas FARO y su conexión con iniciativas similares en otros países de la región, en un escenario de constantes atropellos a las comunidades educativas, incluyendo al magisterio nacional, agudizados a raíz de la pandemia COVID19.

Es lamentable que, pese al impacto inhumano en la población estudiantil, la viceministra de educación plantea que supuestamente “A nivel internacional, este tipo de factores se analizan precisamente para explicar cómo es que los estudiantes alcanzan ciertas calificaciones”, y reitera que los cuestionarios se seguirán aplicando (próxima programación para décimo año el 8 y el 13 de diciembre del año en curso) siendo indiferente ante la situación antes expuesta.

La población estudiantil que será expuesta a este tipo de cuestionarios es de 170000 estudiantes de quinto y décimo año en total según datos del Semanario Universidad. Dichas pruebas tienen un costo monetario para el MEP de 2560 millones de colones. Es importante recalcar que durante los dos últimos años 2020 y 2021 las fechas y los niveles educativos asignados inicialmente han sufrieron cambios, provocando a nivel estudiantil un clima de incertidumbre y ansiedad; en especial, en quinto y sexto grado, y décimo y undécimo año. Así, estas pruebas constituyen en sí mismas un factor determinante durante la pandemia que incrementa la ansiedad, estrés y depresión estudiantil.

Es preocupante el manejo de la información que el MEP ha mantenido en torno a las pruebas FARO, además de inestable, ambiguo y confuso en cuanto a la precisión de lineamientos administrativos y de las habilidades a evaluar y de los contenidos en que las personas estudiantes necesitan prepararse más.

Respaldamos el proceder de directoras, directores y docentes conscientes y sensibles a la niñez quienes, como garantes de la seguridad integral de las personas estudiantes, sintieron la necesidad ética de tomar decisiones protegiendo la integridad física y emocional del estudiantado ante un proceso claramente inhumano, insensible y antipedagógico. De igual manera, madres y padres de familia se sumaron a la actitud respetuosa y humana de muchos centros educativos agradeciendo su identificación con el alumnado ante la crisis y agotamiento extremo que ocasionó esta directriz impuesta desde las autoridades educativas.

Afirmamos que independientemente de que los cuestionarios tengan o no un carácter evaluativo, causaron en la comunidad estudiantil un conjunto de efectos que reflejan una clara violación a los Derechos Humanos de las y los niños por parte de las autoridades del MEP.

Exigimos al Ministerio de Educación Pública de Costa Rica:
NO MÁS ATROPELLOS A LA DIGNIDAD E INTEGRIDAD
DE LAS NIÑAS Y DE LOS NIÑOS ESTUDIANTES Y MAGISTERIO NACIONAL
Comunidades educativas de Costa Rica

Firmas responsables:
Ana Lorena Dávila Cubero

Trabajadora social
María Trejos Montero
Maestra jubilada

comunidadeseducativascr@gmail.com