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Etiqueta: República participativa

De los desastres a las oportunidades… así aprendemos a gobernarnos

Carlos Campos Rojas

“Pues la tecnología me hizo una mala jugada este sábado”, así sintetizó desde la solidaridad más humana, María Catarina Goldoni Ruiz, la experiencia de la reunión que sostuvimos este sábado 22 de agosto, para formular el proceso ciudadano: Un Nuevo Pacto de Concordia, Un Nuevo Pacto Social.

La reunión tecnológicamente, fue un caos desorganizado. No fue lo que habíamos planeado. A pesar de los simulacros y los esfuerzos preparatorios de un grupo de compañeras, para dar la talla en la tarea de envergadura que hemos asumido desde el Movimiento de Ciudadanía que Construye Territorios Seguros, los conflictos tecnológicos dieron al traste parcialmente con las metas establecidas. Los objetivos siguen intactos.

La asistencia al evento y el interés demostrado por la ciudadanía responsable, dejó claro que tenemos en este país, sobrado recurso humano para sacar la tarea encomendada.

Nos acompañó en la reunión, una destacada delegación panameña, que quieren aprender de nuestra experiencia, la forma en que nos construimos como El Soberano, para incidir en el proceso que su país lleva adelante en la formulación de una constituyente y la decisión de establecer –como así lo queremos en nuestra Costa Rica-, la probidad y la transparencia por encima de la corrupción y la impunidad. 

De ese caos desorganizado, sacamos oportunidades inmediatas.

La primera. No debemos tener vergüenza en reconocer que nos falta aprender. Aún con los mayores éxitos logrados, la humildad debe acompañarnos y reconocer que nos falta más por aprender.

La segunda. El mandato constitucional es que debemos asumir con responsabilidad la tarea de gobernar este país con los otros “tres poderes” y debemos hacerlo bien. Mejor de lo que lo han hecho a quienes designamos confiadamente para hacerlo.

La tercera. No derrotarnos ante nada. No desesperarnos. Mucho menos someternos al miedo, porque en momentos difíciles, es “la voz del amo” la que nos habla, paralizándonos, devolviéndonos al cautiverio de donde nos atrevimos a salir.

La cuarta. Tenemos en nuestras manos –hoy más que nunca-, el futuro de nuestro país. Debemos acrecentar y prosperar la riqueza que nos queda, a pesar del saqueo de la mafia política.

La quinta. En medio del caos de la situación, el temple de los participantes se hizo valer. Las mujeres especialmente, no echaron atrás. Además, voces inteligentes, llenas de sabiduría y decisión, propusieron convocar los siete Equipos de Trabajo para la Propuesta y Acción para esta semana, reuniéndose los siguientes días:

i- Lunes 24 a las 6:00 pm:
1. Auto Sostenimiento Nacional.

ii- Miércoles 26 a las 6:00 pm:
2. Transparencia y justicia en la Hacienda Pública.
3. Construcción de Entornos de Intervención Ciudadana para la apertura, la reconstrucción nacional y la paz.
4. Acciones y Transparencia en la atención de las medidas sanitarias para salir del cautiverio.
5. Reconstrucción económica, ambiental y financiera.
6. Capacitación y formación Constitucional y Ciudadana.

iii- Jueves 27 a las 6:00 pm:
7. Comunicación, divulgación y propaganda.

LOS ENLACES PARA CADA REUNIÓN SE PUBLICARÁN Y DEBEN AYUDARNOS A DIFUNDIRLOS.

TODA PERSONA QUE QUIERA ESTE PAÍS, PUEDE INGRESAR, LA TAREA ES DE TODOS.

Ayer demostramos que una ciudadanía se prepara para asumir su responsabilidad constitucional. Que se forja al calor de la responsabilidad y el deber, consciente de que debe nutrirse de conocimiento, venciendo el miedo, llena de solidaridad y humildad. Porque el Poder que debe ejercer El Soberano, es la tarea de una nueva ciudadanía, para construir la República Participativa y la institucionalidad pertinente, con transparencia, probidad y responsabilidad.

Yo digo ¡¡¡¡ Presente!!!!

Carlos Campos Rojas
23 de agosto de 2020

Un nuevo Pacto de Concordia, un nuevo pacto social – Las tareas inmediatas

Carlos Campos Rojas

¡Ha llegado la hora…de Juanito Mora!

Así reza el bello himno, magistralmente elaborado por Dionisio Cabal.

Al igual que en 1821, cuando los ciudadanos costarricenses decidieron hacerse de la libertad y el derecho a su legítima autodeterminación, sin recursos y con opiniones incluso confrontadas, pues no sabían ni gobernarse a sí mismos, con una inesperada independencia, que enfrentaba hermanos, unos entre ser verdaderamente independientes, otros, dominados por el miedo, en cobijarse bajo un nuevo imperio, hoy, tenemos que decidir nuestro futuro.

En septiembre del año entrante, cuando se cumplan 200 años de la independencia, ellos lograron en tres meses, encontrar el camino de la solución: se prestaron al diálogo.

Así, establecieron consensos en medio de profundos disensos, sin miedo al futuro. Definieron lo que debía ser una Constitución Política que les permitiera instituir un gobierno, del pueblo y para el pueblo. Eran otros tiempos, donde la probidad y la transparencia prevalecían como principios éticos fundamentales, porque ser propuesto para un cargo de representación popular era un honor y establecía –como debe ser el sufragio- un deber.

No había espacio para la mafia política, la corrupción y la impunidad, ella apareció después.

En ese diálogo establecieron el Pacto de Concordia, es decir, un acuerdo nacional para lograr entre todos, asumir el desafío de construir patria y pusieron manos a la obra.

Desde luego, en las festividades bicentenarias que pretenden realizar desde palacio el año entrante –y de las que está excluida la ciudadanía-, estas raíces las cortaron. No convienen a los intereses que ahí se protegen. Para eso está la usurpación del poder y la red de cuido que palanganea la facción que dirige el régimen, Horizonte Positivo y la Asociación de Empresarios para el Desarrollo (AED).

Nos tienen en el caos, se aprovecharon y nos quitaron, el trabajo, las pertenencias, nuestras empresas, los emprendimientos, la dignidad, la paz. Nos tienen con la rodilla en el cuello.

Todo debemos recuperarlo. Debemos construir nuestra propia economía y mover nuestro dinero entre nosotros, el escaso que nos han dejado y multiplicarlo.

¡Tenemos que actuar ya!

Debemos ejercer el Poder del que constitucionalmente disponemos. La Constitución es nuestra guía, nuestra máxima ley, debemos hacerla valer.

A la ciudadanía nos toca hacernos del espacio de donde fuimos excluidos y que la Constitución Política nos restituyó en este julio hace 17 años, al establecer en al Art. 9, que Costa Rica es una República Participativa y que la Persona Ciudadana es el Primer Poder de la República, es El Soberano y debe cogobernar con los otros tres poderes. Debemos estar debidamente informados, dejar los chismes a un lado, para saber actuar en el marco constitucional.

Hay que ponerse a hacer, dejar de quejarse, organizarse en grupos pequeños, por barrios, a partir de personas que convoquen a quienes coinciden en la necesidad de sacar adelante este país, para debatir las soluciones y los caminos que consideramos necesarios y empezar a actuar de inmediato. Ahora podemos convocarnos de muchas formas virtuales, para actuar en nuestros entornos, enlazando un grupo con otro.

Organizarnos en lo más cercano e íntimo, encontrarnos entre los iguales, sin diferencias y siendo altamente tolerantes, dispuestos a dialogar, para construir la propuesta nacional.

No estaremos solos, debemos reconocer los aliados. Deben ser personas decentes, amantes de nuestro país, allí hay empresarios grandes, pequeños y medianos, funcionarios públicos, intelectuales, académicos, profesionales y sobre todo, personas humildes llenas de conocimiento y sabiduría.

Pero hay que tener cuidado con las rémoras políticas, los oportunistas, los que intentarán sacar provecho de nuestro esfuerzo, debemos ser implacables para enfrentarlos.

La persona ciudadana es el centro, somos la ciudadanía. Ahora debemos representarnos nosotros mismos, no permitir que nadie nos represente. Participar activamente en la toma de decisiones. Las reuniones públicas se pueden hacer guardando las normas sanitarias, con responsabilidad, pues no podemos, ni debemos, poner en riesgo nuestra salud, ni nuestra vida, todos somos importantes.

Hay que vencer el miedo y no dejarnos impresionar para seguir siendo rehenes políticos. Es un momento de situación extrema, de emergencia nacional y hay ley suficiente para no dejarse avasallar por la voracidad bancaria y las cuentas económicas.

Debemos construir nuestro nuevo Pacto Social, nuestro Nuevo Pacto de Concordia, tenemos la suficiente experiencia histórica y los métodos de organización, para lograrlo. Ya la ciudadanía demostró el pasado 17 de julio en la Segunda Actividad Nacional de Rendición de Cuentas, que se tiene metodología y capacidad.

Debemos apropiarnos de nuestra esperanza.

Debemos encontrarnos por Zoom el próximo sábado 1 de agosto. Quien desee participar, que por esta vía me lo haga saber, para indicarle la forma de incorporarse a la reunión.

¡Yo, digo presente!

Carlos Campos Rojas

25 de julio de 2020

La pandemia y la voracidad del sector financiero

Carlos Campos Rojas, 21 de abril de 2020

No me sorprendí con la acción del sector financiero de secuestrar el Bono Proteger, que el gobierno, con el apoyo de la ciudadanía, le está haciendo llegar a algunas personas vulnerables para que tengan con qué comprar alimentos básicos en estos momentos tan difíciles.

Nadie puede alegar descoordinación en el gobierno, si fuera así, el gobierno se caería. Todo está debidamente articulado, toda acción gubernamental cuenta con un soporte social, político y económico para que el gobierno funcione.

En la ingenuidad popular se ha construido la leyenda urbana de que existe un desorden gubernamental. Eso le sirve a la mafia política, para distraernos. Pero todo está debidamente enhebrado, sino la corrupción y la impunidad estarían derrotadas hace rato.

En lo que más coordinación existe, es en la exclusión de la ciudadanía en la toma de decisiones, violentando la Constitución Política, pues somos una República Participativa, el Art. 9 es preciso.

Ahora sabemos para qué, desde Casa Presidencial se está llamando a que depositemos en el sistema financiero parte de los pocos recursos que nos quedan, alegando que debemos demostrar nuestra solidaridad con los que menos tienen. Porque la solidaridad es de abajo para arriba.

Arrebatarles a las personas trabajadoras sus derechos laborales, no ha sido suficiente para la voracidad de los que más tienen. Lo quieren todo, sobre todo en esta pandemia. Ahora que estamos aislados, débiles y desconcertados.

Secuestrarle el Bono Proteger a las personas vulnerables, por sus deudas financieras, solo demuestra lo inhumano a que ha llegado el régimen, porque las reglas las impuso el gobierno.

Mientras los costarricenses nos preocupábamos por socorrer a los más necesitados, los zopilotes se frotaban las manos.

Desde luego que aflorarán las justificaciones inmorales que da el derecho, para eso sobran corsarios en la justicia y el gobierno, sustentados por un sector empresarial carente de responsabilidad social.

Este asalto a la solidaridad costarricense solo demuestra la importancia del valor de cada colón que genera la ciudadanía, en la economía nacional. Somos los que sostenemos el país. Para que haya extrema riqueza, tiene que haber extrema pobreza, somos el país más desigual de América. La mafia política ha demostrado que no tiene escrúpulos.

Todo tiene, solución en el diálogo. El que necesita el país, no es a la distancia y en una sola dirección, como propagandísticamente se pretende hacer. Debe ser en el marco constitucional, respetando y reconociendo a la ciudadanía como el Primer Poder de la República, como El Soberano que es.

El COVID-19 y las tareas ciudadanas dentro del mandato constitucional

Carlos Campos Rojas

Estamos en Semana Santa. Momento de reflexión y confinados para desacelerar el avance de una epidemia, que tiene la capacidad de acabar con el más pintado si no se cuida. Así le pasó al Primer Ministro de Inglaterra, que sostenía que a esto no había que prestarle mucha atención, que la economía no debía detenerse. Hoy está delicadísimo en cuidados intensivos.

El país y con esto quiero decir, la ciudadanía, debe asumir, como lo establece el Art. 9 Constitucional, su plena responsabilidad para salir adelante, no solo con quedarse en casa, sino –y principalmente-, para asumirse como El Soberano que es, para intervenir en la toma de decisiones sobre lo que debe hacerse, para que Costa Rica salga airosa. Así lo manda la Constitución Política. Somos una República Participativa.

La actitud del gobierno de centralizar todo en Casa Presidencial, incluyendo los acuerdos legislativos, no hace otra cosa, que devolver el proceso de descentralización que había comenzado hace ya algunos años de manera tímida, para volver convenientemente al pasado, al vallecentrismo. Los gobiernos locales que apenas van a asumir este primero de mayo, vuelven a mendigar.

De esta forma, llaman a la población a aceptar con la cabeza baja, los despidos, la reducción de las obligaciones patronales, la reducción salarial, es decir que el pueblo socialice las pérdidas, pero los amigos del gobierno, capitalicen las ganancias. El argumento es que el pueblo debe, en estos momentos ser solidario.

Es claro que el Gobierno no va a permitir que los intereses de quienes se agrupan en el sector económico financiero productivo y de comunicación, de los que se autodenominan empresarios privados, sean tocados.

Si el Gobierno respondiera a los intereses de la ciudadanía, estaría, por ejemplo, suspendiendo el pago multimillonario de alquileres de los edificios donde operan las instituciones, para dirigir esos recursos a atender la crisis del Covid 19. Sus dueños no dependen de esos pagos millonarios, para soportar la crisis. Si el Gobierno fuera responsable, estaría llamando a cuentas a las grandes empresas que durante diez años no pagaron impuestos o que reportaron pérdidas y que siguen sin pagar impuestos, mientras que la ciudadanía, de manera responsable y en medio de su pobreza, paga día a día sus impuestos para sostener este país, pues es gracias a eso que gozamos de la poca paz que queda.

La corrupción y la impunidad como cultura institucionalizada, dio espacio a que una mafia política usurpara el poder de la ciudadanía. Han puesto en crisis la institucionalidad, hoy tienen el mejor terreno para hacer de las suyas, pero no nos representan.

Se nos había vendido la idea que seríamos el primer país del mundo en transformarnos en un Estado Abierto. Es decir, que para no cumplir lo que establece el Art. 11 Constitucional, de la obligatoriedad de los funcionarios públicos a la transparencia y a rendir cuentas, se habilitarían los datos del funcionamiento institucional, a través de sus páginas web. Hoy, desde el gobierno, la transparencia es censurada, centralizaron las decisiones y excluyeron la ciudadanía. La Constitución les estorba.

La crisis no es hoy, será mañana, será en los días que vienen. Si el Gobierno no abre las puertas al diálogo y a escuchar desde cada parte del país, las propuestas de solución, no habrá nuevo pacto social. Será el conflicto y el distanciamiento social, lo que nos enrumbe de cara al desafío que Costa Rica tiene que enfrentar, en un mundo que no será geopolíticamente el mismo.

Aunque algunos estén haciendo números alegres de cara a la elección presidencial y de diputados –que será en un año y ocho meses-, mejor no se confíen. La brecha social, la desigualdad económica y la carencia de oportunidades a la que nos condenaron quienes administraron el país, se profundizará con los nuevos pobres que van a surgir, ahora serán principalmente las Pymes, aquellos emprendedores que verán derrumbarse sus negocios y sus inversiones, porque la riqueza del país, estará encaminada a sostener los amigos del Gobierno.

Es el momento de construir sin manos escondidas, los procesos de trabajo y de diálogo, para mantener la paz y el desarrollo que nos han caracterizado. No una consulta vertical como al Gobierno le gusta. Debe ser un diálogo horizontal, sin exclusiones. Será para rectificar los errores de administraciones irresponsables, para asumir el desafío que nos dejaron los héroes y mártires de nuestra historia, que con su vida y su sangre nos legaron una institucionalidad que a pesar de los golpes que le han dado, ha sabido y demostrado ejemplarmente, enfrentar esta crisis.

La ciudadanía que construye territorios seguros recibe a delegados del Estado

El pasado viernes 27 de marzo ya muchos delegados de los cantones de Pococí y Sarapiquí de las Comunidades donde la Ciudadanía Construye Territorios Seguros, llegaron al Salón Parroquial de Guápiles para esperar a los delegados de las instituciones del Estado e iniciar la XI Actividad de Gala de Rendición de Cuentas y Medición de Impacto.

Junto a ellos el Equipo Técnico integrado por el Programa Estado de la Nación, la Defensoría de los Habitantes, la Vicerrectoría de Acción Social de la Universidad de Costa Rica y Asoproseco, prepararon la metodología que garantizaría el éxito del evento.

Por su parte la juventud del cantón fue la que los recibió y los acreditó, reflejando la calidad humana y símbolo de la esperanza de cambio de los niveles de violencia y vulnerabilidad a los que han sido sometidos nuestros cantones.

El éxito del evento, dependió de la actitud de los participantes en procura de fortalecer lo que establece la Constitución Política en la construcción de la República participativa que establece el Art. 11 y de fortalecer el papel de la ciudadanía como El Soberano que es.

 

Información enviada a SURCOS Digital por Comusep.

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