Ir al contenido principal

Etiqueta: servicios públicos

Denuncia y solicitud de auditoraje integral a TRACOPA LTDA

Ante la disconformidad de usuarios de autobús de la empresa TRACOPA LTDA  de la zona del sur del país, se ha presentado una denuncia y una solicitud de auditoraje integral urgente.

Reiner Canales Medina, representante de la Asociación por los Derechos Humanos de los Usuarios de Servicios Públicos, presenta una denuncia y solicitud de auditoraje integral a TRACOPA LTDA, por las siguientes razones:

La comunidad más pobre del país de manera injusta tiene las tarifas más altas en el servicio de autobús. Se ha recibido información que esta empresa autobusera ha estado utilizando un método irregular para el reporte a ARESEP de los pasajeros movilizados, que estaría afectando la verdadera demanda de personas movilizadas, y su vez las tarifas que se cobran a los usuarios de la zona.

Clavos de oro con la tragedia humanitaria de los inmigrantes. La empresa TRACOPA  ha estado prestando sus servicios desde hace más de un año para movilizar a los miles de migrantes que ingresan por Paso Canoas, lo cual ocasiona que los usuarios de la zona tengan problemas para acceder al servicio, por cuanto los mismo están saturados.

Cámaras  autobuseras que responden a los intereses particulares de un empresario. Se tiene información, que algunos empresarios, como es el caso del dueño de este Grupo de interés económico- TRACOPA constituye cámaras de autobuseros, que utilizan para defender sus intereses y generar tráfico en el CTP y ARESEP.

https://surcosdigital.com/suscribirse/

 

Imagen: https://www.tracopacr.com/

La tercerización como recurso de la privatización

Mainier Barboza

Mainier Barboza

A las compañeras y compañeros del sector público, en particular de la banca: desde los años en que empiezan los PAES, -en los 80’tas-, se advertía la tercerización de los servicios públicos, como una forma de «privatización», cercenando aquellos puestos y servicios que estaban directamente relacionados con la seguridad de las estructuras físicas, humanas y los activos más líquidos, (dinero, equipo electrónico, documentos, etc.).

Digo que eso no es poca cosa, sino esencial para la buena marcha de las instituciones; esa digna labor costó la vida de abnegados servidores, merced a la delincuencia organizada, de aquí y de afuera.

Los otros servicios de conserjería, encargados de mantener la limpieza y orden de las instituciones; dura tarea, llevada de forma abnegada por todo el personal empleado.

Empezaron por ahí, por los puestos más bajos de la escala salarial; de forma que, el resto del personal de escalas, apenas superiores, oficinistas, 1-2-3-4… secretarias, cajeros, 1-2-3-4… hasta oficiales de mayor rango, jefes de agencias sucursales, contadores, y muchas más de escala salarial; estos ni parece que veían venir el proceso, pero como no los alcanzaba, parece que lo pasaron desapercibido, (para esa época, ya estaba fuera del sector público).

También otra medida en ese sentido fue una reestructuración de las instituciones y una, creo, llamada » movilidad laboral» que, irónicamente pagaba al «movilizado» todos los años de servicio en la institución. Digo irónico porque se pagaron 20, 25, 30 y hasta 40 años de servicio a modo de PRESTACIONES y ahora «satanizan» a las convenciones colectivas que superaron la establecida de 8 años, y de paso, a los sindicatos que nunca arguyeron que esa figura privatizadora la habían utilizado desde el gobierno para desmantelar el Estado.

He observado en las áreas de salud (EBAIS) que algunos puestos como secretariado y la entrega de medicamentos están bajo empresas privadas (en la Clínica de Atenas y algunos Ebais, tienen seguridad, limpieza, y secretaria, bajo empresa privada). Tengo que verificar, pero la empresa anterior, durante la pandemia o por ese tiempo se retiró, y creo que no pagó ni salarios del mes que se fue ni aguinaldos ni nada, preguntaría si la CCSS le cobraría a esta empresa para que pague a estas personas trabajadoras.

Buena esa lucha del Calderón Guardia y otras, pero ¿y los que ya fueron «tomados y tercerizados”?

Gran lucha…

La sociedad negada II: El cercamiento a nuestras esperanzas

El extremismo es resultado de la hipertrofia de la irracionalidad y esta hipertrofia se da cuando se está objetiva y emocionalmente inmerso y dominado por intereses materiales, que podrían ser en sí legítimos, sino trajeran consigo miseria y la injusticia a la mayor parte del país.

Ignacio Ellacuría

Luis Andrés Sanabria Zaniboni

Seguimos dando el prudente tiempo al gobierno que recién empieza, para que pueda amueblar la casa presidencial, preparar la documentación y proyectos de ley. Es así que como comentamos en el artículo anterior, podemos seguir reflexionando sobre nuestro contexto. Por esta razón nos preguntamos ¿Cuáles sociedades se encuentran al margen del proyecto dominante?

Empecemos por desnudar un falso principio, que la concentración de riqueza ordena nuestras sociedades, que premia el “esfuerzo”, es decir genera las legitimidades y relaciones que reconocen el “esfuerzo”. En cambio, lo que dicha concentración si evidencia son las formas y modos que reproducen la dominación y explotación en nuestras sociedades, pero también impiden el surgimiento o reproducción de otras lógicas que atenten ese monopolio del discurso del “esfuerzo”.

Una supuesta “meritocracia” que premia al más vivo, en detrimento de las personas que se quedan “dormidas”, es decir aquel que sabe cómo se mueven las cosas, a quien llamar o a quien citar, dista mucho de ese esfuerzo que representa el trabajo de tantas personas, que a partir de su fuerza mueven un país.

¿Por qué falso principio? Porque la concentración de riqueza, lejos de demostrar la idoneidad de algo, es precisamente la consecuencia de muchas acciones que van desde la privación de algo hasta el despojo violento de comunidades y de nuestros bienes comunes (naturales, sociales, culturales).

Este marco nos permite identificar que proyectos de sociedad se privilegia sobre otros, es decir leyes, políticas, discursos  y prácticas. En esta ocasión, no nos preocuparemos por aquellos que se imponen, sino a pensar sobre esas sociedades que desaparecen.

Siguiendo esto, podemos mirar nuestras comunidades campesinas que han sido devoradas por la expansión de monocultivos para la exportación en beneficio de la agroindustria y los mercados financieros. Esta voluntad de los sectores dominantes por la supuesta “tecnificación”, genera no sólo la destrucción del mundo rural y la migración a la ciudad, sino que la mezcla de ambos vulnera nuestra naturaleza, ya que el abandono de la tierra representa la  desprotección del bosque y de los ciclos de la vida.

Esto nos lleva a repensar el conflicto que viven los pueblos indígenas ante su voluntad de permanecer en sus territorios, lo cual ha reflejado el extremo al que llega el despojo,  ya que por un lado la indiferencia refleja la grave reducción de los pueblos indígenas a meros portadores del “folklore”, es decir sus formas y modos de ser en el mundo, no son reconocidas ni legitimadas.

Por esto la galopante impunidad ante los actos de violencia que procuran aterrorizar y desmovilizar a las personas indígenas en sus territorios.  Sin la intensión de escarbar mucho detalle, podemos remontar la agudización de estos actos desde el 2012 al presente.

La anulación de los derechos colectivos, es una muestra más de este cercamiento de la “ciudadanía”, es decir de esas sociedades que habitan los territorios y espacios públicos, erosión y reducción constante de los “servicios públicos” (salud, educación, cultura entre otros) , muestra el camino de la reconfiguración de la ciudadanía “real”, en donde el poder económico, es decir la propiedad, poder adquisitivo y la concentración de riqueza determina el grado de libertad y capacidad de autorrealización posible de los individuos y los sujetos colectivos.

Sumado a esto, la ofensiva por la revisión de todo lo que se pueda denominar “ideología de género” muestra una vez más el cercamiento que sufre la diversidad sexual y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. Es decir una sociedad que estratifica los roles de género, privilegiando una supuesta “tradición” moral y un falso determinismo biológico, que esconde las relaciones de desigualdad que es fruto del poder de la dominación-esclavitud que enajena la voluntad de muchos a pocos.

Este es un vistazo hacia esas sociedades negadas, a cómo esas violencias estructurales se configuran para impedir su realización, establecen no sólo relaciones, sino también mecanismos para negar su existencia, desde la institucionalización se garantiza su invisibilidad. Tal vez, la muestra más clara de este proceso, es la ya mencionada oleada contra la “ideología de género”, que nos evidencia este proceso de negación en clave de retroceso.

¿Cómo llegamos a esto? Son muchas las trenzas de dominación que han estructurado nuestras sociedades, en ocasiones identificamos al capitalismo, patriarcado y el colonialismo, que se manifiestan desde la xenofobia, el racismo, machismo y otros más que tal vez han escuchado en otras ocasiones. Sin embargo, también son muchas las experiencias que han apuntalado hacia un compromiso por la liberación, desde la necesidad y la crítica han convertido su pensar-hacer en formas y modos instituyentes de otra cosa. Este será el centro de nuestra última entrega.

UNA PASIVIDAD PASMOSA

Óscar Madrigal

El país está viviendo una situación que asusta a la mayoría de costarricenses, principalmente a las capas medias por lo que veo en mi entorno. Sobre todo, la incertidumbre es inmensa; la gente no sabe que pasará en un futuro muy cercano, tal como la semana entrante.

La creciente devaluación del colón, el hackeo a Hacienda, la Caja y hasta a las municipalidades, el aumento desmesurado de precios todos los días, la gasolina desbocada, el pago de la hipoteca y del carro y hasta las inundaciones, nos tienen al borde del pánico. Es evidente que los costarricenses estamos viviendo tiempos de inseguridades, de no saber lo que nos esperaba a la vuelta de la esquina.

Mientras la gente está desconcertada, el Presidente Chaves no reacciona, se muestra apático, sin ideas o propuestas que permitan conocer cuáles son las medidas que está pensando en implementar para detener o sobrellevar la congoja de los altos precios. Lo que parece es que el Presidente Chaves y su Gobierno no saben qué hacer. Es una pasividad pasmosa.

El aumento del precio del dólar beneficia solo a los exportadores, que según dicen constituye como un tercio de los ministros de Chaves, encabezados por la ministra de Agricultura. Por supuesto que este grupo no tiene interés en que se logre contener la desvaloración del colón: está haciendo clavos de oro.

Podemos estar en presencia de una gran debacle ecónomica y social y el Presidente Chaves está paralizado.

Debería salir con una cadena de televisión a tranquilizar a la gente, a proponer medidas urgentes de contención del costo de la vida y de la continuidad de los servicios públicos. Pero su inactividad, solo deja margen a las ocurrencias. La verdad es que del Presidente no hemos oído una sola propuesta interesante de fondo que pretenda resolver los problemas del pueblo.

Lo grave es que las declaraciones de algunos ministros se orientan, nuevamente, a cargar sobre las espaldas de los trabajadores y trabajadoras el peso de la crisis.

Es el momento de la solidaridad de los empresarios. Podría pensarse como se hizo en el pasado en un gravamen tributario extraordinario de un 10% sobre las grandes rentas de capital o una contribución solidaria, como se le pidió a algunos pensionados, de un 20% sobre los salarios superiores a los 8 millones de colones, o una contribución solidaria de un 20% a los exportadores cuando el dólar suba más allá de los ¢670, o una contribución solidaria, única y excepcional, de un 20% a los pagos de los intereses de la deuda pública.

Es tiempo de solidaridad empresarial.

En el pasado cuando distintos grupos empresariales estuvieron en problemas, los costarricenses los subsidiamos, tal como ocurrió con los banqueros, los bananeros, los hoteleros, los dedicados al turismo, los ganaderos, los arroceros con los Cats, y muchos otros más. Es el momento que ellos arrimen el hombro.

Esperamos que el Presidente se compre la bronca. Que tranquilice a los asalariados, a los que menos tienen, que nos diga que tomará medidas urgentes para ayudar y apoyar a los trabajadores. Que nos diga que inmediatamente ordenará -como le gusta a él- un aumento de salarios para todos los trabajadores de un 10%. Esto tranquilizaría mucho.

Que alguien nos diga que el mes entrante estaremos mejor.

¡O todo se irá al carajo!

Enough is enough: El futuro es público

Tras el lanzamiento del manifiesto colectivo sobre los servicios públicos, y el evento «Enough is enough: El futuro es público», celebrado el 26 de octubre, queremos invitarte a un taller global para elaborar estrategias conjuntas de campaña, defensa y acción sobre los servicios públicos, ese se realizará el próximo 30 de noviembre del 2021 a las 10:00 am (Buenos Aires). 

Este taller se basará en la reunión estratégica mundial de la sociedad civil del año pasado y en los talleres regionales, como el que organizamos conjuntamente en América Latina. Esperamos concluir el taller con ideas concretas para la acción conjunta en diferentes niveles, desde el local hasta el global.

Se invita a inscríbase en el taller lo antes posible accediendo al siguiente enlace https://us02web.zoom.us/webinar/register/WN_iyP-yGpwR563Um7VtMV0hQ

Este será un evento cerrado entre aliadxs que están comprometidxs a responder a los desafíos planteados por las tendencias de privatización y financiarización y a movilizarse por los servicios públicos. Por favor, no dude en invitar a otrxs aliadxs de confianza que compartan estos valores.

Estamos muy contentxs de que el manifiesto ya haya sido respaldado por más de 150 organizaciones, y esperamos recibir muchas más firmas en los próximos meses. Por favor, no dude en compartir el manifiesto con cualquier aliadx: Manifiesto global – El futuro es público.

Este taller está organizado conjuntamente por Ayuda en Acción, el Centro de África Oriental para los Derechos Humanos (EACHRights), la Red Europea sobre Deuda y Desarrollo (Eurodad), la Iniciativa Global para los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (GI-ESCR), la Iniciativa para los Derechos Sociales y Económicos (ISER), Oxfam, la Sociedad para el Desarrollo Internacional (SID), la Internacional de Servicios Públicos (PSI) y el Instituto Transnacional (TNI).

Habrá interpretación simultánea para español, francés e inglés.

¡Esperamos verle el próximo 30 de noviembre!

La desconstitucionalización de las autonomías y empleo público

“La tesis según la cual el Presidente, o el Ejecutivo, deben tener todas las atribuciones en última instancia, (…), esa es la teoría estatista o totalitarizante; la de las autonomías, (…) para evitar la concentración de poder y recursos, es la tesis democrática.” (Diputado Constituyente Rodrigo Facio)

Manuel Hernández

En un artículo de opinión que recientemente me publicó el Semanario Universidad, titulado “El virus del malinche universitario”, critiqué, desde el punto de vista jurídico, la pusilánime posición de CONARE acerca del Proyecto de Ley Marco de Empleo Público.

A raíz de ese artículo, funcionarios de otras instituciones públicas, que me honran con su lectura, me solicitaron que, más allá de los confines de los campus universitarios, expusiera los alcances que tiene el proyecto, en general, en el ámbito de las autonomías institucionales.

Pues bien, trataré de cumplir este particular cometido.

1.- La ruptura de las autonomías constitucionales

El último texto de Empleo Público, que podría estar la próxima semana, en la agenda de primeros debates, que ya va por la cuarta edición, y que en cada versión de esta tragedia legislativa, como decía Unamuno, se mantiene en estado de agonía, conserva, en lo esencial, el mismo libreto totalitario y antidemocrático, trastocando las autonomías de las universidades públicas, Caja Costarricense de Seguro Social y las Municipalidades.

Al tenor de la nueva cirugía reconstructiva que sufrió el accidentando proyecto, fundamentado en un singular voto de la Sala Constitucional (N° 017098-2021), que como la serpiente que se come su misma cola, ese Tribunal se volvió contra su propia doctrina y jurisprudencia, el proyecto estableció que quedan excluidas de la rectoría de MIDEPLAN, únicamente “las relaciones de empleo de personas servidoras públicas que desempeñen funciones o labores administrativas, profesionales o técnicas, que sea exclusivas o excluyentes para el ejercicio de las competencias constitucionalmente asignadas“ a aquellas entidades públicas.

La regulación de la relación de empleo de esta única categoría de personas trabajadoras, la retendrán simbólicamente los órganos supremos de cada una esas entidades, pero que no quedan excluidas de la cobertura del proyecto, y en consecuencia, estarán sometidas al rigor de sus cánones autoritarios y fiscalistas. Por contrario, la rectoría y regulación de la relación de empleo, en materia de reclutamiento, selección, contratación, concursos, evaluación de desempeño, remuneraciones, entre otras, de todas las demás personas trabajadoras de esas instituciones, la asumirá y definirá unilateralmente MIDEPLAN.

Entonces, a esta dependencia del Poder Ejecutivo, transmutada en el emergente Leviatán, el proyecto, haciendo una regresión en el tiempo, que nos devuelve más de 70 años atrás, a la época del clientelismo y reparto del botín político (spoils system), le transfiere a MIDEPLAN la gobernanza y regulación de la relación de empleo de significativas categorías de trabajadoras y trabajadores de dichas instituciones.

De esta manera, tratándose de estos amplios colectivos laborales, se desposeen las competencias constitucionales de esas entidades, cuya regulación, mediante políticas, directrices, reglamentos y ordenanzas, la realizará ese despacho del Gobierno.

Esta transferencia de competencias tendrá consecuencias directas muy graves en el conjunto de las autonomías, el funcionamiento regular de las instituciones y no menos, en la prestación de los servicios públicos.

2.- La autonomía constitucional de las instituciones es unitaria e indivisible

Esta segregación competencial y configuración de un régimen dual de empleo público, es absolutamente artificiosa.

La autonomía de las entidades descentralizadas es indivisible, resultando contrario a los preceptos constitucionales, quebrar de esa manera la autonomía y repartir las competencias regulatorias entre la respectiva institución y MIDEPLAN.

El proyecto violenta la máxima Ubi lex non distinguit, nec nos distinguere debemus (donde la ley no distingue, tampoco nosotros debemos distinguir), vaciando de contenido el ejercicio de una potestad constitucionalmente asignada, que produce la ineficacia de la norma constitucional; es decir, trayéndose al suelo, de un solo golpe, el principio de supremacía constitucional.

La autonomía de las universidades públicas, la CCSS y las municipalidades, es unitaria, inescindible, por lo que no se podría sostener ese espurio reparto de competencias y ese régimen bifronte de empleo público, dentro de cada una de ellas, salvo que sea a contrapelo de los artículos 84, 86, 87, 73, 169, 170 y 175 de la Constitución Política.

Así, cada institución autónoma, podría representarse con una caricatura de un monstruo de dos cabezas, que se vuelven y destruyen a si mismas, cuya lucha terminará causando, por una parte, hacia afuera, una constante inestabilidad política-institucional, y por otra parte, hacia dentro, una permanente conflictividad laboral.

3.- La alteración del diseño constitucional del Estado democrático

Este ficticio reparto de competencias funcionales y materiales, entroniza aquella tesis autocrática que vehemente rebatió el constituyente Rodrigo Facio, la intervención política del Poder Ejecutivo, residenciado en MIDEPLAN, en materias que constitucionalmente están reservadas a cada una de esas instituciones.

Por esto es que el proyecto quiebra la arquitectura del diseño orgánico del Estado, definido por el constituyente, porque sacrifica la autonomía de las instituciones.

La ruptura del diseño constitucional, que no es cualquiera cosa, significa una grave alteración de las reglas del sistema democrático.

Además, esta alteración de las reglas constitucionales tendrá serias consecuencias en la prestación de los servicios públicos asignados a cada institución.

Los servicios públicos que prestan las universidades, la CCSS, municipalidades y otras entidades, constituyen la infraestructura de la democracia, los cuales no quedan indemnes del otro objetivo que tiene el proyecto, tendiente a reestructurar las instituciones y privatizar los servicios que se les cometieron.

4.- La eliminación de las estructuras salariales propias de las instituciones

Pero, además, hay que tener muy claro que la competencia exclusiva y residual que el proyecto reserva a las instituciones autónomas, limitada únicamente a aquel colectivo de funcionarios, queda muy restringida y condicionada, porque, de toda suerte, su ejercicio tiene que adecuarse a sus reglas fiscalistas. No se olvide que las autónomas, no quedan excluidas de su cobertura (artículo 2), sobre las cuales cae, con todo el peso, esa espada de Damocles.

Lo anterior implica, por ejemplo, en materia de remuneraciones, que las estructuras salariales propias que actualmente tiene cada una de esas instituciones, que evolutivamente se configuraron de acuerdo con la naturaleza y especialidad del servicio que ejecutan, amparadas a sus autonomías, quedarán derogadas, suprimidas, y en su lugar, se sustituirán por el esquema de salario global único.

Este esquema salarial es el producto estrella, pero el más opaco, que constituye la punta de lanza de la política fiscal del proyecto de ley.

Otra grave vulneración de la Constitución, porque la ley ordinaria le está imponiendo a esas instituciones un esquema salarial determinado, irreconciliable con las autonomías constitucionales.

Además, como si lo anterior fuera poco, ese esquema salarial se complementa con el congelamiento y estancamiento de los salarios de todas y todos los trabajadores que prestan sus servicios en los Poderes del Estado e instituciones públicas que cubre el proyecto, a merced de la salvaje regla fiscal y los transitorios XI y XII del proyecto, que recibieron la bendición neoliberal de la Sala Constitucional.

Quedará por ver, como suele ocurrir en las películas de terror, si en los últimos capítulos, el monstruo muere ajusticiado por un héroe, que aplaste las cabezas del Leviatán.

16/11/2021

VERTEDEROS QUE SI DEBEN CERRARSE

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

El país se aprestaba a conmemorar en una suerte de rictus sordo, los doscientos años de vida independiente. El discurso aquel sobre la patria, los valores, la democracia y sus bondades se instaló a lo largo de todo el mes que acaba de concluir.

Casi que, con la entrada de las celebraciones, volvimos a reeditar otros ritos, poco agradables, pero sí peligrosos por sus alcances, sus impactos, sus efectos en la sedimentación de eso que algún día llamamos comunidad costarricense.

Tan añeja como la misma celebración Bicentenaria, la problemática de la gestión de los residuos y los desechos sólidos en la Gran Área Metropolitana costarricense sigue representando un problema de salud pública, dada la cercanía de muchos espacios reconocidos como vertederos con comunidades y poblaciones.

Justamente al finalizar agosto, las personas vecinas de la comunidad La Carpio, un asentamiento informal conformado por la mixtura de familias costarricenses y migrantes, especialmente de origen nicaragüense, protagonizaron una serie de manifestaciones en vía pública que incluyeron pancartas en mano y el bloqueo a la principal vía de entrada y salida a la comunidad.

Demandaban a las autoridades competentes una pronta resolución sobre los olores que permanentemente, pero más en la época de invierno, se expiden desde un vertedero de basura localizado en un predio contiguo a la comunidad.

Conformado hace ya muchos años, La Carpio constituye ejemplo de los procesos de segregación y segmentación urbana, con problemáticas como la informalidad en su constitución, la precaria dotación de servicios y una constante desatención a sus problemas sociales más apremiantes.

Los discursos sociales a propósito de la comunidad en su mayoría están orientados a acotar, sin ningún sustento numérico y estadístico, la presencia de una población migrante a la que se le atribuyen características como la violencia y la delincuencia.

Quizá tras estas apreciaciones es que pueden leerse varios comentarios expresados en las redes sociales de un telenoticiero nacional al publicar la noticia sobre la manifestación de los vecinos de la comunidad.

Frases como “¡Yo propongo que cierren la Carpio mejor! O que cierren ambas… ¡o que las combinen y hagan un solo botadero!” La carpio tiene el vertedero que genera contaminación y el vertedero de asaltos” son solo algunos ejemplos de la continua construcción discursiva racializada e estigmatizante acerca de este asentamiento.

Estas y otras frases develan en extenso las entrañas de una discriminación que intercala al mismo tiempo aversión al extranjero y un odio rastrero contra la pobreza y las personas pobres.

Dice Adela Cortina en su trabajo ya conocido sobre la Aporofobia (rechazo a la persona pobre) que tanto la xenofobia como el racismo no son en estricto sentido resultado de una historia o experiencia personal de odio hacia una persona determinada: son una reacción contra personas que la mayoría de las veces no se conocen y que representan aún más eso que se teme o desprecia sin mediar experiencia alguna.

Pero no es cualquier persona la que produce esa animadversión y ese rechazo. Es, como bien lo refleja Cortina, el “aporos”, el pobre el que molesta, porque “se vive a la persona pobre como una experiencia que no conviene airear”.

Durante años en nuestra experiencia docente en el curso sobre Migraciones en Costa Rica en la Universidad Nacional, escuchamos experiencias de rechazo a las mismas personas estudiantes por su lugar de proveniencia : “yo prefiero no decir donde vivo”, “invento mi lugar de origen para no ser discriminada”, son solo algunos de los testimonios recogidos en aquel curso, que nos permiten señalar la necesidad de seguir profundizando en el conocimiento de esas otras geografías y espacialidades que experimentan todos los días el estigma y la discriminación sin motivo aparente.

Pasados los fuegos artificiales de las celebraciones patrias, descubrimos que todavía siguen sin ser incluidas muchas personas a esa comunidad imaginada que decimos ser. Corresponde en lo inmediato un ejercicio permanente de volver conscientes esas inequidades, cerrar la brecha, clausurar los vertederos donde se propagan discursos discriminantes y de odio, apagar de forma urgente las luces de la exclusión que en nada contribuyen a construirnos como colectivo.

Privatización de electricidad y Estado Social de Derecho

Luis Fernando Astorga Gatjens

Han pasado 135 años. Eran las seis y cuarto del 9 de agosto de 1884, cuando muchos habitantes de San José y de poblados aledaños, se concentraron en algunas calles de la metrópoli costarricense, para ser testigos de un acontecimiento histórico: La inauguración del alumbrado público.

La luz llegó e iluminó a algunas calzadas para regocijo de quienes presenciaron el acontecimiento y, en general, para los habitantes del país. Y por supuesto, se trató de un acontecimiento histórico ya que San José fue la tercera ciudad del planeta en contar con ese primigenio servicio, codeándose con Nueva York y París, y convirtiéndose en la primera ciudad latinoamericana en contar con ese tipo de alumbrado.

Pero las cosas no se quedaron ahí: Unas décadas después, el país siguió marcando la historia al crear en 1941 la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) y ocho años después, con la nacionalización del servicio de electricidad y, luego, con la fundación del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) mediante la Ley N° 449. En el artículo uno de la ley de creación del ICE se indica que “la responsabilidad fundamental del Instituto, ante los costarricenses será encauzar el aprovechamiento de la energía hidroeléctrica con el fin de fortalecer la economía nacional y promover el mayor bienestar del pueblo de Costa Rica.”

Esta impronta progresista, que buscó que el país contara con energía eléctrica propia para impulsar el desarrollo económico y social, se enmarcó dentro del vigoroso impulso de un Estado Social de Derecho (ESD), que tuvo en la década de los cuarenta del siglo pasado, un periodo estelar.

Desde su fundación, hemos sido testigos de que el ICE, ha buscado avanzar en un derrotero de matriz diversa y sostenible que tiene como fuentes de la producción de energía eléctrica, la hídrica, la geotérmica, la eólica, la solar y la biomásica, a la par de una parte pequeña de generación térmica. Se trata de una matriz muy exitosa que ha permitido una cobertura eléctrica de 99,4% de los hogares costarricenses. Es, asimismo, un modelo único en el mundo; el cual en los último años, ha tenido un significativo reconocimiento internacional.

Sin embargo, lo que ha sido exitoso para Costa Rica y la mayoría de sus habitantes, ha sido visto con mucha avaricia e incomodidad por quienes en el país y fuera de él, ven a los servicios prestado por el Estado como un obstáculo y desafío para sus intereses privados y sus negocios.

A estos grupos, representantes del gran capital transnacional o de aquí, les ha incomodado el ICE y por eso, desde siempre, han buscado desprestigiarlo de mil maneras, para apoderarse de la producción eléctrica y convertirla en otro de sus rentables negocios. Así las cosas, en el año 1990 la Asamblea Legislativa aprobó la Ley 7200 mediante la cual se autoriza la generación eléctrica autónoma o paralela. Este va a constituirse en el primer ñangazo al pastel de la venta de electricidad, por parte del sector privado.

Estos avariciosos grupos privados –fuertemente ligados a las cúpulas políticas que han controlado al Estado costarricense–, han impulsado leyes como éstas (la 7200) en su sueño de privatizar el campo de la producción y venta de la electricidad. Lo han logrado hasta el presente, en forma limitada, gracias a la lucha y la resistencia social pero nunca han cejado en sus afanes privatizadores.

El “combo” del ICE, impulsado por el Gobierno de Miguel Ángel Rodríguez, formó parte del plan privatizador, pero fue derrotado por un pueblo con ADN progresista, en las calles y otros escenarios de la lucha social y política, en el año 2000. No obstante la derrota infligida, esos grupos plutocráticos han seguido sus antidemocráticos empeños y a través de diputados de distintos períodos legislativos, han buscado ampliar su dominio privado en la electricidad, al mismo tiempo reducir el tamaño y alcance del ICE.

En el presente, con un gobierno de corte neoliberal como el de Carlos Alvarado y una Asamblea Legislativa con muchos diputados y diputadas, que convirtieron esa doctrina en catecismo, el esfuerzo privatizador da un gran salto a través del impulso de una reforma a la citada Ley 7200, en su artículo 3, que aparece en el expediente legislativo N° 22.601.

Esta mala iniciativa forma parte del proyecto neoliberal de destruir lo que queda, en instituciones y servicios públicos que emergieron con el desarrollo del Estado de Bienestar, que el pueblo y algunos líderes impulsaron desde la década de los cuarenta del siglo anterior y que los agoreros con su consigna: “Más mercado y menos Estado”, quieren borrar de la faz de la sociedad costarricense.

Forman parte sustancial de ese genuino Estado Social de Derecho, la salud pública universal prestada a través de la Caja, la educación pública impulsora de movilidad social, algunos avances en materia laboral, los planes de vivienda, algunos programas de seguridad social que han beneficiado a grupos sociales específicos (entre otros), así como los servicios de electricidad que ofrece el ICE, a partir de principios de solidaridad y subsidiariedad.

Se trata de derechos sociales y económicos que están presentes en la Constitución Política, y en normas nacionales e internacionales (tratados de derechos humanos ratificados por el país), que hoy, con esta voraz arremetida, la administración Alvarado Quesada y algunos diputados, pretenden socavar. Desde la década de los ochenta del siglo anterior, el Estado Social de Derecho ha venido siendo atacado en distintos flancos, con el fin de beneficiar a grupos económicos poderosos del país y a transnacionales, a quienes no les importa en absoluto el bienestar del pueblo sino sus negocios y las ganancias que puedan obtener a partir de ellos.

Este gobierno y muchos de los diputados que apoyan estas nefastas propuestas, no se han percatado de lo que ha venido sucediendo con el neoliberalismo en América Latina, que al fracasar –estrepitosamente– como doctrina económica y social, está retrocediendo paso a paso en distintos países de la región.

Un ejemplo concreto del fracaso de la propuesta de reformas energéticas fracasadas, que se han dado a la luz de esta doctrina, destructora de la justicia social, se ha dado en México. En el Gobierno anterior, presidido por Enrique Peña Nieto fue aprobada una reforma completamente entreguista para el sector privado (mexicano y transnacional), que alcanzó una votación mayoritaria, con sobornos a legisladores de la empresa brasileña Odebrecht. El entreguismo y la corrupción le ganó, en esa ocasión, la partida a la soberanía energética de la nación azteca.

Sin embargo, esta negativa reforma centrada en un recurso fundamental para su propio desarrollo económico y social, como es la electricidad, el actual gobierno que preside, Andrés Manuel López Obrador la ha empezado a desmontar con el amplio apoyo del pueblo mexicano que lo que vio con la citada reforma, es corrupción transnacional y en algunos miembros de sus élites, y, por supuesto, aumento del costo de la electricidad.

Ya algunos de los impulsores de esta reforma energética que jamás traería beneficios para las mayorías de Costa Rica, se amparan en que siendo ahora miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), tal es camino que debemos seguir como país. Falso, completamente falso. México que es un connotado miembro de OCDE está siguiendo el camino contrario, marcado por la dignidad y la independencia.

De la misma manera, que al pueblo costarricense le costó mucho construir su Estado Social de Derecho también le costó avanzar en su proceso de soberanía energética; entendiendo a ésta como la capacidad que tiene un país de gestionar la producción de la energía que consume.

En este presente pandémico, ambos procesos –arraigados en las mejores tradiciones progresistas del pueblo costarricense–, están seriamente amenazados. La responsabilidad histórica de quienes queremos a este hermoso país nos dicta que debemos luchar por frenar la arremetida.

Cuando rindamos cuentas a nuestros hijos y a nuestros nietos, y a las futuras generaciones, debemos decir que, en el Bicentenario de la Patria, hicimos lo que nos correspondía y no permitimos que el país se vendiera al mejor postor, para el beneficio exclusivo de unos pocos mercaderes que debemos echar del templo de la inclusión y la justicia social.

Conectando movimientos por los servicios públicos y los derechos humanos

La Internacional de Servicios Públicos (ISP), SID, Latindadd, Equidad de Género, y la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), realizan la invitación a participar en el Conversatorio Latinoamericano: «Conectando Movimientos por los Servicios Públicos y los Derechos Humanos», que se realizará el 31 de agosto del 2021 en el siguiente horario:

8:00 am | CR, GT, HN, NCA, SV
9:00 am | CO, ECU, MX, PA, PE
10:00 am | BO, CL, DO, HAI, PY, VE
11:00 am | AR, BR, URU
Hora local aqui: https://bit.ly/3xXgJrL

Es una de las reuniones regionales se están realizando en distintas partes del mundo para empezar a discutir la elaboración de un manifiesto y una campaña global en defensa de los servicios públicos. El objetivo es reunir a representantes de movimientos sociales, activistas, defensores de derechos humanos, investigadores, líderes sindicales, movimientos feministas, organizaciones que trabajan con los derechos humanos, los derechos a la educación, a la salud, al agua, a la vivienda, energía, economía del cuidado, justicia económica, entre otros, para pensar juntos en cómo fortalecer los servicios públicos de calidad y con perspectiva de género. Será una reunión de trabajo inspiradora. Un encuentro dinámica y participativa.

A través de esta reunión, se espera contribuir para construir una narrativa colectiva que favorezca la incidencia política en defensa de los servicios públicos desde los niveles local, regional y global. Para obtener información más detallada sobre la iniciativa, consulte la nota conceptual adjunta, y por favor, confirme su participación a través de este enlace: https://world-psi.zoom.us/meeting/register/tZEucu6rrz4iHNE_mKQ1ICTUzBH93E5vbO2s.

Adjunto se comparte un documento con mayor información.

 

Imagen de cabecera tomada de https://consultorestema.com/direccion-de-servicios-publicos/

Compartido con SURCOS por Euan Gibb.

Grupos de poder buscan desarticular Estado Social de Derecho y de servicios públicos

Por Mainier Barboza

Lo que ha estado en el tapete legislativo, como ente de poder, que comandan los grupos de poder nacional con sus socios transnacionales, en lo político y económico, es desarticular el Estado Social de Derecho y de Servicios Públicos, que hace rato tiene escisiones con gran profundidad en su «cuerpo como Estado», veamos:

1-Presidencias Ejecutivas, Juntas Directivas, Superintendencias.

¿Se respeta la autonomía de las instituciones con la figura de un presidente ejecutivo y de las Juntas Directivas?

Salvo la CCSS, que tiene representación laboral, (sindicatos, cooperativas, solidaristas), tenemos un fuerte sector de la empresa privada al frente de las principales autónomas, que parecen como el complemento de los Partidos Políticos tradicionales, que se han arrecostado para «absorber “ingreso Público mediante dietas, y desde ahí dirigir la política Pública-autónoma, recordemos el 4-3) Las Superintendencias que generan además de gastos, creadas por y para quién.

2-Constitución Política. Está en la mira, porque genera gran confianza en el pueblo, como Corpus Jurídico, además, las fortalezas del articulado respecto a una Justa distribución de la riqueza, (se aplica o lo exigimos? Art 50, CP).

Democracia participativa, art 9 CP, carácter inclusivo de las culturas y las personas, art 1 CP, lo referido a las autonomías de Instituciones Autónomas).

3- Sobre las Garantías Sociales, justo salario, jornada Justa, trabajo estable, seguridad social, incluye aguinaldo, vacaciones, salario escolar, pensión en línea IVM).

4- Derecho a la libre organización y sindicalización, a convenir y suscribir con patronos y gobierno, según sea el caso Convenciones Colectivas, arreglos conciliatorios, en fin, una CP para la sana convivencia y una correcta distribución del poder entre los factores principales de la producción: capital y trabajo; (deberíamos releer algunas Encíclicas Papales).

Las organizaciones laborables en este momento cuentan con organización de trabajadores-as, en el sector público; en lo privado o no existe o está el solidarismo, que no da el salto hacia su lugar que es factor trabajo.

Por tanto, los sindicatos actualmente representa el reducto consciente y claro por la defensa del Estado Social de Derecho y con él la clase trabajadora pública.

Esto representa un obstáculo a las aviesas intenciones de los grupos de poder y para los vasallos que nos gobiernan…