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Etiqueta: tipo de cambio

La extraña intervención del Banco Central en MONEX

Francisco Esquivel V.

Francisco Esquivel V.
Economista

El mercado cambiario, denominado MONEX, funciona bajo un mecanismo llamado flotación administrada. Eso quiere decir que la flotación es regulada por el Banco Central. En el caso de una escasez de dólares, que genere un aumento desmedido del tipo de cambio, el Banco Central vende dólares para fortalecer la oferta, a un precio igual o inferior al vigente. En el lado opuesto, si hay exceso de la moneda extranjera, el Banco Central compra dólares para reducir la oferta, a un precio igual o superior al observado. Por lo tanto, MONEX no es un mercado completamente libre, está sujeto a la regulación estatal. El Estado, a través de su autoridad monetaria, pone límites al mercado cambiario para evitar fluctuaciones inconvenientes del precio de la moneda extranjera. Se trata de uno de los componentes más importantes de la política pública. Se comete frecuentemente el error de pensar que el simple movimiento de dólares, en abundancia o en escasez, determina el nivel del tipo de cambio, como si no existiera la regulación ejercida por el Banco Central. En realidad, el valor de la moneda extranjera es un resultado de la mayor o menor existencia de dólares combinada con la intervención de la autoridad monetaria. No comprender esto conduce a expresiones como la siguiente: “en el último año la abundancia de dólares hace que el tipo de cambio baje”. Esa es una afirmación imprecisa: no necesariamente el exceso de dólares se debe traducir en una baja del tipo de cambio; puede producirse una intervención del Banco Central que amortigüe esa caída, o incluso, la detenga. A continuación, explicamos lo sucedido en el último año, con un enfoque amplio que considera los aspectos citados.

La lógica de la flotación administrada del mercado cambiario

La figura 1 explica el mecanismo de intervención del Banco Central en un sistema de flotación administrada. A la izquierda se muestra una situación de exceso de dólares en el mercado cambiario: la oferta (O$) supera a la demanda (D$) de la moneda extranjera en una proporción significativa. En tal caso, si ambas fuerzas del mercado operan libremente, el tipo de cambio caerá debido a que los oferentes de dólares no encuentran suficiente demanda, lo que los obliga a aceptar un precio menor por la moneda extranjera.

Figura 1

Si el Banco Central considera que esa tendencia a la baja del precio es inconveniente para el mercado cambiario, y para la economía en general, intervendrá para detenerla. La intervención consiste en comprar dólares para eliminar el exceso de la moneda extranjera. La compra se realiza al precio existente en el mercado, o eventualmente, a un precio un tanto más alto. Con esto se busca estabilizar el mercado a un precio razonable de acuerdo al criterio de la autoridad monetaria. Esa acción se representa en azul en la figura 1. Se compran dólares, al menos al precio pre existente de mercado, para que los oferentes de dólares sientan la tranquilidad de vender a un precio “normal”, estable, evitando que los demandantes se aprovechen de la situación para adquirir la moneda extranjera a un precio excesivamente bajo. El Banco Central, en tanto entidad estatal responsable de la regulación cambiaria, interviene en el mercado para garantizar un precio estable al “productor de dólares” que es el oferente de la moneda extranjera. Si no existiera tal regulación del Banco Central, el mercado cambiario operaría con la “ley de la selva” moviéndose estrictamente de acuerdo a la oferta y la demanda de los operadores privados. Sería un mercado completamente libre. Pero una flotación administrada no es eso, la intervención del Banco Central controla las oscilaciones inconvenientes del tipo de cambio.

A la derecha de la figura 1 se representa una situación de déficit de dólares en el mercado cambiario: la demanda (D$) supera a la oferta (O$) de la moneda extranjera en un monto apreciable. En esa situación, si ambas fuerzas del mercado operan libremente, el tipo de cambio subirá debido a que los demandantes de dólares no encuentran suficiente oferta, lo que los obliga a aceptar un precio superior por la moneda extranjera. Si el Banco Central piensa que dicha tendencia al alza del precio es inconveniente intervendrá para detenerla. La intervención consiste en vender dólares para subsanar el faltante de la moneda extranjera. La venta se realiza al precio existente en el mercado, o eventualmente, a un precio un tanto más bajo. Así, se trata de estabilizar el mercado a un precio razonable de acuerdo al criterio de la autoridad monetaria. Esa acción se representa en rojo en la figura 1. Se venden dólares, al menos al precio pre existente de mercado, para que los demandantes de dólares compren con tranquilidad a un precio “normal”, estable, evitando que los oferentes se aprovechen de la situación para vender la moneda extranjera a un precio excesivamente alto. El Banco Central, en este caso, interviene en el mercado para garantizar un precio estable al que necesita dólares.

La intervención en casos de escasez de dólares

Dos ejemplos resultan útiles para comprender cómo actúa el Banco Central ante un caso de faltante de dólares.

A finales de mayo de 2017 se experimentó una insuficiencia de moneda extranjera. Como resultado, el tipo de cambio experimentó un incremento importante, que se muestra en el recuadro A de la figura 2, mediante el segmento negro de la curva. El Banco Central consideró inconveniente tal aumento por lo que intervino en MONEX, aplicando la lógica de la flotación administrada que contiene la parte derecha de la figura 1.

El recuadro A de la figura 3 muestra cómo operó Olivier Castro, presidente del Banco Central en ese momento. Frente a la insuficiencia de moneda extranjera el Banco Central intervino vendiendo dólares a un precio más bajo que el que se producía en el mercado. El recuadro muestra, mediante una línea contínua, el tipo de cambio (TC) del día anterior a cada sesión de MONEX. Además, se dibuja, a través de líneas discontinuas, la banda de fluctuación del precio (máximo y mínimo) en tal jornada de MONEX. Se observa que, ante el tipo de cambio del día anterior, el Banco Central vendió dólares a un precio más bajo ya que la banda de fluctuación está abajo del tipo de cambio del día anterior. Por ejemplo, el 25 de mayo de 2017, MONEX inició la jornada con un precio del día anterior de 595,3. Frente a esto, se vendieron dólares a precios inferiores. La banda de fluctuación tuvo un máximo de 593,3 y un mínimo de 585. Y así, los días siguientes se vendieron dólares a un tipo de cambio menor al del día anterior. Por lo tanto, luego de pocos días, el precio bajó alrededor de 20 colones. Dicha baja se observa en el recuadro A de la figura 2, lo que se representa mediante el segmento rojo de la curva. De esta manera, se evitó que tipo de cambio subiera inconvenientemente, de acuerdo al criterio del Banco Central.

Figura 2

Figura 3

Rodrigo Cubero, presidente del Banco Central, posterior a Castro, hizo algo similar en noviembre de 2018. El recuadro B de la figura 2 reporta la subida del tipo de cambio hacia el final de octubre de 2018, lo que correspondía a otra situación de escasez de dólares. Frente a esto, el Banco Central vendió dólares más baratos, como se ve en el recuadro B de la figura 3. Ante un tipo de cambio alto del día anterior, la venta de dólares de cada día se hizo a precios más bajos, ya que la banda de fluctuación se movió abajo del precio del día anterior. De esta forma, el tipo de cambio bajó cerca de 25 colones como lo muestra el recuadro B de la figura 2, mediante el segmento rojo de la curva.

Resulta interesante observar que dos presidentes de la autoridad monetaria, con enfoques diferentes de la política económica, operaron de manera similar. Castro, de visión intervencionista, y Cubero, de enfoque liberal, usaron de forma estricta la lógica de la fluctuación administrada.

La intervención actual en un caso de exceso de dólares

La situación externa de la economía de este momento es diferente a la de los casos anteriores. Hay varios factores que se combinan para generar una mayor cantidad de dólares en el mercado cambiario. En el siguiente cuadro se reportan los cambios más importantes, del período 2021 – 2023, al tercer trimestre, del movimiento de la moneda extranjera, de acuerdo a la contabilidad de la balanza de pagos. Esos datos se refieren a los movimientos privados. En la parte comercial, se destaca el aumento del ingreso neto por turismo y el incremento por la venta de servicios de zona franca. No todo queda como ganancia porque se debe deducir el pago de remesas a las empresas extranjeras que operan en el país. Sin embargo, queda un saldo de US$800 millones, incrementados en ese período, que es importante. En la parte financiera, la inversión extranjera, productiva y financiera, sigue aumentando, pero de manera moderada. Lo más significativo en el campo financiero es el aumento del ingreso de capital en efectivo por un monto de US$1.800 millones. Sumados los movimientos comercial y financiero, han generado un aumento del flujo de dólares por unos US$2.900 millones, en el período 2021 – 2023 (contabilizado al tercer trimestre).

Turismo

US$1.400 millones

Servicios de zona franca

US$1.200 millones

Remesas de utilidades

-US$1.800 millones

Movimiento comercial total

US$800 millones

 

 

Inversión directa

US$140 millones

Inversión financiera

US$130 millones

Ingreso de capital en efectivo

US$1.800 millones

Movimiento financiero total

US$2.070 millones

En consecuencia, se produce un importante excedente de dólares. Esto genera una presión hacia la baja del tipo de cambio. Por lo tanto, si el Banco Central actuara de acuerdo a la lógica de la flotación administrada, mostrada en la parte izquierda de la figura 1, debería comprar dólares a un precio igual o superior al que se observa en el mercado. Sin embargo, desde el año pasado, frecuentemente, ha hecho lo contrario. Un ejemplo se muestra en el recuadro C de la figura 4 que reporta el movimiento de MONEX en febrero de 2023.

El 8 de febrero se registraba un tipo de cambio del día anterior de 585,8. Para estabilizar el precio correspondía comprar dólares por lo menos a 585,8 o un tanto superior. Pero se hizo lo opuesto. La banda de fluctuación comenzó a bajar desde un máximo de 587 hasta llegar a un nivel de 561,3. Como resultado, el tipo de cambio bajó casi 25 colones, en pocos días. El Banco Central estimuló la tendencia ya que en la mayor parte de los días compró más del 70% de la moneda transada. Por ejemplo, el 14 de febrero compró el 93% de lo transado.

En los últimos días se está produciendo una situación similar, como lo reporta el recuadro D de la figura 4. El Banco Central compra cantidades altas de dólares a precios cada vez más bajos, con lo que continúa estimulando la tendencia a la baja del precio. El 15 de enero compró el 94% de los US$91 millones transados ese día. De esta manera, el tipo de cambio está bajando de forma sorprendente.

Figura 4

Desde inicios del 2023 hasta el presente, se han transado en MONEX alrededor de US$10.000 millones, lo que es una cantidad inusual en dicho mercado cambiario. En los años anteriores se transaban montos que no superaban los US$4.000 millones anuales. Lo llamativo es que el Banco Central compró el 70% de ese monto, en 2023, usualmente en la forma que lo indican los citados recuadros C y D; es decir, bajando el precio de la moneda extranjera. De un nivel de 600 colones por dólar se ha pasado a un valor cercano a los 525 colones por dólar. Como lo muestra la figura 5, esto representa una fluctuación del 12,5%; la más alta desde 2006, que fue el momento en que inició la operación de MONEX. En consecuencia, la pregunta relevante es: ¿por qué el Banco Central no operó en el último año de acuerdo a la ortodoxia que indica la flotación administrada, como se muestra en el lado izquierdo de la figura 1? Se trata de uno de los componentes más importantes de la política pública que no sigue lo que indica el criterio comúnmente establecido.

Figura 5

Conclusión

El excedente de dólares es un factor muy importante, pero, por sí solo, no explica la caída acelerada del tipo de cambio. Tal excedente presiona a la baja del tipo de cambio, pero el resultado definitivo en MONEX depende de la intervención del Banco Central. En realidad, el tipo de flotación administrada que ha aplicado el Banco Central, ha sido el catalizador que ha facilitado la baja del precio. Si el Banco Central hubiera actuado con la lógica de Castro y Cubero, anteriores presidentes de la entidad, habría comprado dólares, pero a precios similares o superiores a los mostrados por el mercado. Hacer lo opuesto es lo que facilita la tendencia extraña del tipo de cambio. Desde luego, el Banco Central está en su derecho de intervenir como considere conveniente. En este caso, lo ha hecho a la baja del precio de la moneda extranjera. Pero, debe quedar claro que pudo detener la caída del tipo de cambio comprando a precios iguales a los pre existentes en MONEX. Incluso, si se hubiera renunciado a detener la caída, se pudo propiciar una baja menos pronunciada que la que sucedió efectivamente.

Además, comprando el Banco Central el 70% del valor de las operaciones de MONEX es difícil calificar a este mercado como libre, en donde el precio lo fijan el juego flexible de la oferta y la demanda de dólares. Dicha intervención, heterodoxa por lo indicado en la figura 4, creó una especie de mercado imperfecto, influido notoriamente por el accionar del Banco Central.

Por lo anterior, es claro que el sector exportador está cometiendo un error solicitándole al Banco Central más intervención. Con un nivel de compras equivalente al 70% del valor de las operaciones es difícil imaginar más intervención. El problema, desde el punto de vista del exportador, no es que falta intervención, que ya es muy elevada; el asunto es el tipo de intervención. La formulación correcta por parte del generador de dólares no es pedir más intervención, sino solicitar una intervención diferente, de acuerdo a lo explicado en la parte izquierda de la figura 1.

¿El tipo de cambio está ahogando la economía costarricense?

Fernando Montero Cordero, investigador académico de la Escuela de Administración

Uno de los objetivos más importantes del Banco Central de Costa Rica (BCCR) es lograr la estabilidad de precios en la economía.

Dentro de los instrumentos que tiene el BCCR para administrar el nivel general de precios, es el uso de instrumentos monetarios, como por ejemplo la tasa de política monetaria (TPM), que es la tasa que cobra el Banco Central en sus préstamos a un día plazo en el Mercado Interbancario de Dinero y ésta influye directamente en la tasa básica pasiva y en la de colocación para los entes de intermediación financiera.

Una política monetaria restrictiva podría traducirse en un aumento de la TPM con el fin de controlar el crecimiento de precios y de crédito del sector financiero.

El mecanismo monetario ha surtido efecto sobre la inflación al punto de que el Banco Central ya ha logrado alcanzar sus propias metas de inflación establecidas para el presente período. La variación acumulada interanual de la inflación en el primer semestre del año alcanza la cifra de -1,52, monto que sobrepasa las expectativas del ente rector financiero.

El costo de oportunidad de tener una inflación controlada ha sido la volatilidad sufrida por el tipo de cambio, el cual ha tendido a la baja por un periodo prolongado de tiempo, principalmente en los últimos seis meses del presente periodo.

Para el 9 de diciembre del 2022 el tipo de cambio del colón respecto al dólar tenía un precio de venta de 595,62, al 1º de octubre cerró en 542,35, con un diferencial de -53,27. El promedio de comportamiento de dicho indicador en los últimos cuatro meses ha sido de 537,50 compra y 544,09 para la venta. El mayor diferencial se presentó el día 11 de julio con un monto de 9,51 colones por dólar.

Las principales causas de esta caída se deben principalmente a:

1) Ingreso de dólares producto de una mayor inversión extranjera directa, principalmente en equipamientos médicos, industrias intensivas en tecnología y telecomunicaciones, la mayoría provenientes de Estados Unidos (73%). Se proyecta que para este año se sobrepasen los $3.500 millones en este ámbito.

2) El mercado privado también tiene una gran influencia en este aspecto, básicamente por la compra y venta de dólares (oferta y demanda). Hay fuertes capitales que han venido a Costa Rica en busca de inversiones turísticas, recreativas y de ocio.

3) En este mismo sentido el turismo ha jugado un papel básico como “atrayente” de la moneda (dólares principalmente) de turistas que han incrementado la visitación en prácticamente todo el periodo, solo el primer semestre se recibió 1,3 millones de turistas que aportan alrededor del 6,3% del PIB.

4) Aunque la Reserva Federal Estadounidense ha dado una pausa al incremento de las tasas de intereses, podría mantenerse una política contractiva generando menos posibilidades a los inversionistas de invertir en mercados como los centroamericanos. Esto es un hecho que impactaría directamente la toma de decisiones del BCCR respecto a la TPM y de la política cambiaria.

5) En un menor grado, pero no menos importante es la volatilidad del colon, que continua según el modelo Garch en volatilidad media, tendiendo a la baja. Esto conduce a grados de incertidumbre, sobre todo porque las tasas de colones pierden atractivo en el mercado financiero.

¿Qué nos espera al cierre de año?

La estacionalidad podría compensar los efectos de la revaluación del colón respecto al exceso de dólares en el mercado, es decir las compras de insumos, bienes y servicios internos, la llegada de ahorros navideños, ahorros anuales, reparto de excedentes, dividendos y aguinaldos podrían ejercer presión y equilibrar la caída del tipo de cambio. Todo dependerá más de factores externos que internos, tales como el comportamiento del dólar en el mundo, los efectos de la geopolítica, el precio del petróleo y los conflictos bélicos internacionales.

Es necesario ante ellos tener mucha cautela y ser cuidadosos en compras y deudas en dólares, ya que la incertidumbre cada vez se hace más fuerte y no se visualiza que el BCCR haga algún tipo de intervención en el Mercado de Monedas Extranjeras (MONEX) para estabilizar el tipo de cambio, ya que su interés es claro: mantener la estabilidad de precios y “quedar bien” con la OCDE y organismos prestatarios internacionales.

Oficina de Comunicación
Universidad Nacional, Costa Rica

Foro UNA: Efectos Económicos y Sociales de la apreciación del tipo de cambio en Costa Rica

La Vicerrectoría de Extensión de la Universidad Nacional, en el marco de su 50 aniversario, invita al Ciclo de Foros sobre temas de interés de la realidad nacional.

En este cuarto Foro se realizará un análisis de los efectos económicos y sociales del tipo de cambio en Costa Rica en los diferentes sectores productivos.

Se han invitado al evento representantes del gobierno y organizaciones del sector privado.

La actividad es gratuita y abierta a la comunidad universitaria y nacional y se realizará en modalidad bimodal:

  • Auditorio Clodomiro Picado, Campus Omar Dengo, Heredia.
  • Transmisión directa mediante el espacio de la Vicerrectoría de Extensión-UNA en Facebook

Fecha: 27 de junio Hora: 8:30 a.m.

La economía política del dólar

Luis Paulino Vargas Solís

La cuestión del dólar tiene su faceta técnica, en la cual pasan entretenidos los economistas de Costa Rica, incapaces (y no porque sean tontos) de raspar más que la superficie del problema. También tiene su faceta más profunda y compleja, la cual exige un esfuerzo que está, más en el ámbito de la ciencia que el de la técnica. Pero no es posible intentar un acercamiento científico, sino es desde la economía política, puesto que aquí lo económico va entrelazado a profundidad con lo político y lo social.

Hablamos, a fin de cuentas, del proyecto o modelo de desarrollo de Costa Rica, el cual es producto de determinadas visiones ideológicas y está sostenido por ciertos intereses muy poderosos.

Dejando por fuera muchos aspectos y detalles, anoto los siguientes, como facetas especialmente significativas:

  1. Un régimen dogmático de libre movimiento de capitales, el cual alcanza hoy un extremismo tal, que descarta cualquier posible control, ni siquiera sobre los capitales especulativos.
  2. Una exitosa estrategia de mercadeo, que ha explotado la relativa cercanía de Estados Unidos y aprovecha la imagen de Costa Rica como país democrático, pacífico, ambientalista y con un sólido Estado de derecho. Si bien muchas de esas cualidades están hoy en pleno declive, siguen ejerciendo un poderoso influjo a nivel internacional.
  3. Las dos cuestiones anteriores, en combinación con algunas otras, han dado lugar a un fenómeno bastante peculiar: la balanza financiera y de capitales en la balanza de pagos, genera un excedente positivo de divisas, que sobrepasa el déficit crónico en la balanza de bienes y servicios.
  4. O sea: como tendencia de largo plazo (con oscilaciones episódicas) compramos bienes y servicios al resto del mundo en mayor medida de lo que les vendemos -lo cual advierte sobre el frágil desarrollo de nuestra economía- pero atraemos capitales en una cuantía tal que eso genera un excedente relativo de dólares.
  5. De ahí la dolarización de la economía: muchos precios se expresan en dólares, muchos créditos se conceden en dólares. Todo lo cual conlleva un alto potencial de desestabilización, el cual se ha dejado entrever -sin explotar a plenitud- cada vez que el dólar sube o baja a un ritmo desusado.
  6. Además, ello conlleva un grado creciente de extranjerización de la economía, sin promover su modernización, puesto que el sector de alta productividad (sobre todo las zonas francas) es un universo aparte. En rigor podemos afirmar que vivimos en un país no desarrollado que, cada vez más, es propiedad de gente que no nació ni vive en Costa Rica.
  7. En los últimos siete meses, los diversos factores anotados se mezclaron con algunas cuestiones coyunturales (la situación mundial, el alza en las tasas de interés en Costa Rica) para propiciar un verdadero diluvio de capitales especulativos, sin que nadie mueva un dedo para moderar esa correntada desestabilizadora.
  8. El consecuente desplome del dólar, favorece directamente a la banca privada, cuyo negocio descansa principalmente en los créditos en dólares, y al comercio importador, el cual ha de estar haciendo clavos de oro. También a quienes tienen créditos en dólares, pero ganan en colones, y trae un beneficio más o menos generalizado, a través de la baja de los combustibles.
  9. Pero, en lo fundamental, esto pone en tensión amplios sectores de la economía, vinculados a las exportaciones, el turismo y las actividades e industrias que compiten con productos importados. Asimismo, se agrava la desarticulación interna de la economía, ya que los insumos producidos localmente no pueden competir con los importados. De prolongarse esa situación, ello produciría despidos, quizá cierre de empresas y, seguramente, ralentización, quizá recesión, de la economía.
  10. El Banco Central, feroz guardián de la dogmática ideológica que subyace a este modelo, parece querer darle largas a esto, seguramente con el fin de hacer bajar la inflación, y en bien de la banca privada. El precio a pagar será mayor desempleo.

Acerca del tipo de cambio colón-dólar

Dr. Luis Paulino Vargas Solís
Economista / Investigador CICDE-UNED

No creo que sea tan difícil entender qué ha venido ocurriendo. Es cuestión de saber examinar, con rigurosidad y cuidado, las cuentas en la balanza de pagos. El problema se origina principalmente en las fugas de capitales a que han dado lugar los fondos de pensiones, con sus inversiones en el extranjero. También hay una incidencia significativa por parte las rentas del capital, o sea, salidas que corresponden a las ganancias obtenidas por la inversión extranjera, las cuales son tan voluminosas que compensan casi totalmente el efecto positivo (en términos de disponibilidad de divisas) proveniente de las entradas de la inversión extranjera.

Desde luego, el problema se puede ver agravado por factores emocionales, que generan determinadas tendencias de comportamiento en la gente. Tales son las llamadas expectativas, que tienen un componente irracional considerable, y las cuales se pueden ver influidas por diversos factores, inclusive el tipo de mensajes que dan las altas autoridades de gobierno. Por ejemplo: el mensaje atropellado e imprudente, además de inoportuno, que el presidente Chaves dio hace unas semanas.

Por otra parte, es innegable que por Costa Rica pasan capitales de origen oscuro, seguramente vinculados al narco. Hay quienes le ponen al asunto una subida dosis de amarillismo, y nos dan cifras realmente astronómicas que quintuplican las entradas de la inversión extranjera directa. Lo contradictorio de esto es que, si ese fuese realmente el caso, tendríamos entonces tal sobreabundancia de dólares que, inevitablemente, veríamos desplomarse la tasa de cambio. Habría una sobrevaluación desaforada, en vez de la devaluación que estamos registrando.

Claro, siempre queda disponible la explicación conspiranoica: imaginar fuerzas ocultas, malignas y omnipotentes, que manejan todo a capricho. Ello tiene grandes ventajas: responde automáticamente todas las preguntas, y hace innecesario investigar, estudiar y pensar.

Ajuste económico: ¿Desempleo o Inflación?

Jorge Hernaldo Jiménez Bustamante

El combate a la pandemia del Coronavirus Covid-19 ha provocado un deterioro grave del proceso económico. Todos nos preguntamos: ¿Qué es lo que hay que hacer para recuperar la economía?

En el cortísimo plazo el gobierno ha actuado para solventar las necesidades más apremiantes mediante el uso de financiación de organismos internacionales. Eso es está bien, pero no es suficiente.

Todos sabemos que el deterioro de la actividad productiva no volverá al estado anterior a menos que se haga un esfuerzo extraordinario. El peor flagelo a que nos vemos sometidos es el desempleo, causa de innumerables problemas sociales y el cual es imposible de subvencionar en solo en el largo plazo sino también en el corto y mediano plazo.

Ya en el año 2015, Mario –Dragui, presidente del Banco Central Europeo advertía del peligro de la histéresis, que sucede cuando el desempleo coyuntural se trasforma en desempleo estructural. Si la persona pasa un período largo desempleado se le hace cada vez más difícil reintegrarse al trabajo.

Eso no nos es extraño, ya tenemos un desempleo de larga data ¿Qué pasaría entonces si el desempleo coyuntural provocado por la pandemia también se nos vuelve endémico?

Veamos cual es la situación desde la perspectiva económica actual:

1. Hay sectores económicos paralizados.
2. El desempleo se incrementó peligrosamente.
3. Las transacciones económicas disminuyeron.
4. La velocidad de circulación del dinero ha disminuido.
5. Ha aumentado la morosidad en los créditos.
6. La mayoría de la población está endeudada.
7. Hay muy pocas oportunidades de inversión.
8. El gobierno tiene un déficit fiscal y una deuda creciente.
9. El valor de la moneda se mantiene estable.
10. El Banco Central tiene un acopio de moneda internacional muy importante.

¿Cuál es entonces el paso necesario para iniciar un proceso de reactivación?

La clave está en el Banco Central. Es el único actor económico que tiene posibilidades de impulsar la economía.

Por tres razones:

1. Es necesario generar inversión y para ello se necesita dinero. El BCCR es quien puede aumentar la emisión monetaria y financiar al gobierno y las instituciones públicas para generar inversión en obra pública.
2. El Banco Central tiene capacidad de monitorear la estabilidad de la moneda con los recursos que tiene como reservas de tal manera que si se produjera un aumento de los precios por variación en el tipo de cambio este fuera suave o moderado.
3. El aumento del circulante no produciría inflación porque siendo la velocidad de circulación muy baja los precios no subirían, lo que subiría serían las transacciones, dado también de que no hay pleno empleo. -recordemos la ecuación: MxV=TxP. Con el crecimiento de la producción se absorbe el exceso de liquidez.

El modelo de la política económica en los países de la OCDE:

Veamos cual es la política económica que están siguiendo las principales economías del mundo.

Francia: Estímulo Fiscal del 15% del PIB.

Reino Unido: 17% del PIB

Alemania: 14% del PIB

Estados Unidos de América: 10% del PIB.

Se calcula que el conjunto de países del G20 han aprobado estímulos de un 8% del PIB en promedio.

Conclusión lógica y práctica:

1. No estaríamos inventando nada diferente a las políticas que siguen los países más importantes. Es la respuesta necesaria ante lo que podría ser la recesión más grande del siglo
2. Estaríamos supliendo una necesidad básica, la inversión pública, para reactivar el proceso económico.
3. No hay peligro de inflación, desde ningún punto de vista, por lo tanto, la disyuntiva desempleo o inflación no existe. No hacerlo sería como negarle la medicina que salvaría al enfermo por la presunción de que la medicina produzca un efecto secundario.
4. Los grandes objetivos para lograr un crecimiento pos pandemia es fortalecer la capacidad de la población, capital humano, y mediante la inversión pública en infraestructura crear las condiciones materiales para desarrollar el proceso productivo.

Las oportunidades de inversión son muchas y están sobre la mesa, el país venía sufriendo un retraso de por lo menos veinte años en el desarrollo de su obra pública.

Veamos algunas posibles obras que han sido ya consideradas:

a. Las obras escolares que no pudieron terminarse por agotamiento de los recursos previstos y otras muchas para desarrollar el sistema de educación de la población.
b. Los hospitales de Puntarenas, Cartago, Turrialba, Blanco –Cervantes, Torres Médicas en los hospitales metropolitanos, y otros más que están previstos, además de los EBAIS que son necesarios, para lograr una salud optima de la población.
C. Las carreteras a San Ramón, Cartago, Limón (túnel y semi-tuneles), San Carlos, Lindora, Interamericana Sur, Puriscal, etc. con lo cual se obtendría un desbloqueo del trasporte de personas y cargas.
d. Los puentes en deterioro que no se han podido reparar (el de la Amistad y muchos más).
e. La ampliación del puerto de Caldera y la reconstrucción del ferrocarril eléctrico a Puntarenas, con extensión a Guanacaste.
f. El tren eléctrico metropolitano.
g. Un plan de construcción de vivienda popular para suplir el déficit habitacional.
h. El metro o tranvía metropolitano que conecte al Sur con el Norte
i. Otras muchas inversiones previstas que no se han podido realizar por falta de financiación.
j. El ferrocarril Turrialba-Limón y Quepos-Golfito.
k. El Canal Seco por las llanuras del Norte.
l. Crear un gran laboratorio para ampliar la producción y la gama de medicamentos e insumos hospitalarios en una asociación empresarial de la Caja con los laboratorios privados,
m. Recompra de la inversión en telecomunicaciones por parte del ICE a las empresas foráneas.
n. Inversiones de la empresa privada en proyectos de interés productivo nacional.

*Correo-e: johjibual@gmail.com
Curridabat San José

 

Imagen UCR.

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Amenazas para la estabilidad de las tasas de interés y del tipo de cambio en Costa Rica

Diego Zárate Montero*

 

La tasa básica pasiva y el tipo de cambio han presentado un comportamiento estable en lo que va del año, sin embargo, esa estabilidad podría verse amenazada en el mediano plazo, principalmente por dos factores: el financiamiento del gobierno central mediante endeudamiento interno y la incertidumbre en la economía internacional.

La tasa básica pasiva (TBP), referente para el resto de tasas de interés en colones, ha seguido la senda trazada por el Banco Central con la implementación de una nueva metodología de cálculo, la cual introdujo un factor de ajuste que la ha dirigido gradualmente hacia la baja, pasando de 6,25% en enero 2016 a 4,35% la segunda semana de diciembre.

Sin embargo, el financiamiento del gobierno central mediante deuda interna constituye una amenaza para la estabilidad de las tasas de interés en colones por el llamado “efecto estrujamiento”, el cual ocurre cuando un gobierno presenta altos niveles de déficit fiscal y se ve obligado a realizar importantes operaciones de deuda en el mercado nacional, con lo cual compite con los agentes privados para conseguir recursos en el mercado financiero, presionando al alza en las tasas de interés.

Mientras que a setiembre 2015 el 54% del déficit fiscal del gobierno central se financió con deuda interna (el restante 46% con deuda externa), en los primeros nueve meses de este año, el financiamiento interno alcanzó el 99%. En este sentido, la limitación que actualmente tiene el Gobierno de endeudarse externamente, podría empezar a ejercer una mayor presión sobre las tasas en colones en los próximos meses.

Con respecto al tipo de cambio, este presentó un comportamiento estable en el primer semestre del año, no obstante, a partir de junio y hasta noviembre, se ha depreciado en cerca de un 3,5%. En otras palabras, en enero se pagaba en promedio 540 por dólar y a inicios de diciembre 558.

Es importante mencionar que no solo el colón costarricense se ha depreciado, sino también muchas otras monedas importantes y en mayor medida; lo cual podría acentuarse si el descenso en la tasa de desempleo de Estados Unidos observado en noviembre de este año, es interpretado por las autoridades de la Reserva Federal como una señal de que la recuperación económica justifica aumentar la tasa de referencia en este diciembre y realizar ajustes paulatinos durante el próximo año.

Un aumento mayor del tipo de cambio en nuestro país, podría afectar el costo del servicio de deuda (mayor presión sobre el déficit fiscal), así como a los agentes privados que han contraído deudas en dólares. En este sentido, los cambios en el entorno internacional motivados por la aparente recuperación de la economía estadounidense y por el cambio de gobierno, podrían afectar el comportamiento del tipo de cambio.

De esta manera, ante un escenario internacional en que existe cierto nivel de incertidumbre, la mejor precaución es controlar los factores internos, que como el financiamiento del gobierno central, pueden desestabilizar los macroprecios, entre ellos las tasas de interés, que inciden directamente en el bolsillo de los costarricenses.

*Observatorio de la Coyuntura Económica y Social, Escuela de Economía UNA.

 

Imagen con fines ilustrativos tomada de elsoldeoccidente.com

Enviado por Oficina de Comunicación UNA.

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¿Qué pasará con el tipo de cambio en los próximos meses?

Roxana Morales Ramos (*)

 

En lo que va del año, el tipo de cambio promedio en el Mercado de Monedas Extranjeras (MONEX) se ha depreciado un 2,93%, siendo en los últimos meses donde se ha presentado una mayor variación. Durante este periodo el Banco Central de Costa Rica (BCCR) ha salido al mercado a vender dólares para evitar mayores presiones al alza. Solo en el mes de junio vendió US$41,7 millones, en julio US$13,1 millones y en agosto US$11,1 millones. A pesar de estas intervenciones, las reservas netas del Banco Central, con saldo al 01 de setiembre, han aumentado con respecto a meses anteriores y alcanzan los US$8.025 millones (representando poco más del 14% del PIB).

Este incremento en el tipo de cambio se explica, según lo señala el BCCR, por un menor superávit de dólares en el sector privado y por un aumento en la posición de moneda extranjera de los intermediarios financieros. Aunado a ello están, el menor financiamiento externo del país, la mayor demanda de divisas para hacer frente a las importaciones y el crecimiento de la demanda de crédito en dólares.

Como resultado de lo anterior, muchas personas buscan respuesta a interrogantes como: ¿seguirá subiendo el tipo de cambio?, ¿cuánto podría subir?, ¿de aquí a fin de año en cuánto se ubicará?, ¿me endeudo en dólares o en colones?

Antes de responderlas, es importante mencionar que el esquema cambiario adoptado por nuestro país desde el 31 de enero de 2015 (Flotación Administrada), establece que el tipo de cambio se determina por la oferta y demanda de divisas en el mercado interno, y por tanto, lo normal es que este varíe periódicamente. Cuando la demanda es mayor que la oferta el tipo de cambio tiende a subir y, cuando la oferta es mayor que la demanda, tiende a bajar.

Otro aspecto a considerar es que el BCCR tiene la potestad de intervenir discrecionalmente en el mercado (no se conocen la “reglas de intervención”), comprando o vendiendo divisas, para evitar que el tipo de cambio fluctúe abruptamente, pero “sin cambiar su tendencia”.

Adicionalmente, es importante tener claro que la economía es muy dinámica y existen muchos factores -tanto internos como externos-, que inciden sobre el comportamiento del tipo de cambio; es decir, bajo el esquema cambiario actual, no es posible determinar con certeza el precio futuro del dólar.

En resumen, teniendo en cuenta el comportamiento reciente de algunas variables económicas y financieras; el esquema cambiario y las políticas de intervención del BCCR (aunque no sus “Reglas”); la importante cantidad de reservas con que cuenta el país y; las declaraciones reiteradas del presidente del BCCR, sobre el compromiso de dicha entidad con el mantenimiento de una inflación baja y estable; la respuesta que podríamos dar a las interrogantes arriba planteadas, es que probablemente el tipo de cambio continúe su tendencia al alza; no obstante, no sabemos con certeza en qué momentos se producirán las variaciones ni en qué magnitud. Además, no es posible determinar un valor a futuro y por tanto, tratar de hacerlo sería imprudente.

Asimismo, es preciso mencionar que existen algunos hechos, que en caso de concretarse, podrían generar presiones adicionales para que el tipo de cambio suba, entre ellos: a) una menor oferta de dólares en el país como consecuencia de un aumento de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos, b) que aumente el precio del petróleo y/o materias primas y provoque una mayor salida de divisas y; c) que las calificadoras de riesgo bajen la nota al país -como consecuencia del alto nivel de la deuda pública y del déficit fiscal- y, por tanto, se vea afectada la Inversión Extranjera y con ello la oferta de dólares.

En razón de lo anterior, es que debemos ser muy prudentes con las decisiones que tomemos, más aún cuando se trate de la adquisición de deudas en una moneda diferente a la de nuestros ingresos, ya que además del “riesgo de tasas de interés”, se tendría que asumir el “riesgo cambiario”.

(*)Observatorio de la Coyuntura Económica y Social, Escuela de Economía UNA.

 

Imagen con fines ilustrativos tomada de www.entornointeligente.com

Enviado a SURCOS Digital por Oficina de Comunicación de la UNA.