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Etiqueta: usurpación de territorios indígenas

Pueblos indígenas sufren retroceso en derechos humanos

Luis Fernando Astorga Gatjens

En los últimos años, el país ha venido avanzando como el cangrejo en muchos campos, incluido el de los derechos humanos. Lo que ha sido motivo de orgullo y prestigio internacional se ha venido erosionando con el concurso de distintas administraciones gubernamentales, del Poder Judicial y de la Asamblea Legislativa.

De ese progresivo deterioro pueden dar cuenta los pueblos indígenas de Costa Rica, que han sido y son presa fácil de un racismo cada vez menos disimulado. Lo que hubo de sufrir Leonel García Segura del Pueblo Cabécar de Bajo Chirripó, el 30 de diciembre anterior, es un reflejo tan notorio como indignante de una grave violación de sus derechos, que se busca cubrir con el manto racista de la impunidad.

Dos hombres no indígenas de apellido León, padre e hijo, ajenos e intrusos en el Territorio de los Cabécar, que ocupan en forma ilegal terrenos en ese territorio, agredieron con machetes en mano a García Segura, propinándole múltiples heridas en todo su cuerpo, que lo llevaron a Cuidados Intensivos del Hospital Tony Facio. Pero mientras el brutalmente agredido luchaba por su vida, los dos agresores que ya le habían amenazado de hacerlo picadillo, se encontraban libres con la venia de las autoridades judiciales. Este hecho atroz, motivado por el odio y la discriminación, debe ser causa de repudio y de reclamo inmediato de justicia.

Existe un expediente judicial que debe dar la razón a Leonel García en contra de los usurpadores, que han mantenido la ocupación ilegal del terreno, pero ante la demora, negligencia e inacción de los responsables judiciales de apurar la resolución, los León han querido imponer su aberrante ley con una acción de extrema violencia. Ya antes lo habían amenazado con hacerlo picadillo. Cuando deberían haberse dictado medidas cautelares para proteger la integridad física y la vida de Leonel García, el proceso avanza con una pasmosa lentitud.

Esta es otra pieza más del rosario de injusticias que han venido enfrentando los pueblos indígenas, sin que esta situación muestre cambio alguno.

Los antecedentes de este tipo de actos hay que situarlos en el año 1977, cuando fue aprobada la Ley Indígena de Costa Rica Nº 6172, a través de la cual se buscó regular temas como la identidad, organización y territorio de los pueblos indígenas. Mediante esta norma, el Estado costarricense reconoció el derecho exclusivo de los indígenas a sus territorios. En la ley que tiene ya 44 años, en su momento se delegó al Instituto de Tierras y Colonización (ITCO) y a la Comisión Nacional de Asuntos Indígenas (CONAI), la resolución del problema de apropiamiento ilegal de tierras por parte de personas no-indígenas.

La devolución de los territorios indígenas a los pueblos originarios es un compromiso clave e ineludible contenido en esa ley. Sin embargo, los años han venido pasando y ese compromiso no se ha cumplido. Gobierno tras gobierno lo han venido posponiendo, fruto de las presiones políticas de terratenientes que usurpan ilegalmente esas tierras. La discriminación ancestral es la que ha marcado la pauta.

Pero el incumplimiento del Estado de una ley tan añeja en su promulgación, no se queda ahí. También se han venido incumpliendo un conjunto de disposiciones del Sistema de Naciones Unidas, contenidas en el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Este convenio indica que “los pueblos indígenas y tribales deberán gozar plenamente de los derechos humanos y libertades fundamentales, sin obstáculos ni discriminación”. Igualmente, este instrumento jurídico internacional fija que los Estados “deberán adoptar medidas especiales para proteger a las personas, instituciones, los bienes, el trabajo, la cultura y el medio ambiente de los pueblos originarios”.

La justa lucha por lograr que los territorios indígenas vuelvan a las manos de sus legítimos dueños ha generado dolor, luto y sangre de luchadoras y luchadores indígenas. Así lo testimonian los asesinatos de Sergio Rojas Ortiz, de Jehry Rivera y de varias tentativas de homicidio contra otros líderes.

Múltiples hechos que forman parte de esa injusticia han sido debidamente documentados y denunciadas ante la Subcomisión de Acceso a la Justicia para los Pueblos Indígenas del Poder Judicial, actuando la Defensoría de los Habitantes como testigo; empero todas estas denuncias han sido archivadas por la Inspección Judicial. No ha habido justicia, y cuando se insinúa, no ha sido ni pronta ni cumplida.

Con ello la impunidad le ha venido ganando la batalla a la justicia. Y de esta manera se ha alentado a los usurpadores a que sigan agrediendo a mansalva a los pueblos originarios y atropellando sus derechos. Mientras tanto las autoridades del Poder Ejecutivo, Judicial y Legislativo siguen mirando para otro lado, haciéndose cómplices de una injusticia que pone en entredicho a la democracia costarricense.

Algunos en el país (incluidos candidatos presidenciales y candidatos a diputados) siguen viviendo en una Costa Rica paralela, en la que algunos logros y avances en derechos humanos, eran reales. Pero lo que fue ya no es. Los derechos humanos contenidos en normas nacionales o internacionales, se alejan cada vez más de su cumplimiento efectivo. Mucho ruido normativo y pocas nueces en su implementación.

No emerge otro camino que no sea el de la lucha social para que el brillo de un Estado Social de Derecho, respetuoso de los derechos humanos de todas las personas, pero priorizando a las minorías perseguidas y discriminadas, vuelva a singularizar a este país que se nos está yendo de las manos.

(17 de enero, 2021)

Impunidad alienta violencia contra pueblos originarios – comunicado

Comunicado

Poder Judicial se muestra incapaz y sin voluntad para detener la reinante impunidad.

Jueves 13 de enero de 2022.

Al Estado y al pueblo de Costa Rica.

A las hermanas y hermanos de Pueblos Originarios y del mundo.

Es de conocimiento público las múltiples agresiones y violaciones a los derechos humanos que estamos viviendo los Pueblos Originarios de Costa Rica, resultado de un sistema capitalista neocolonial, racista y patriarcal que genera violencias sistemáticas y estructurales.

Con la reciente tentativa de homicidio contra Leonel García Segura del Pueblo Cabécar de Bajo Chirripó (Caribe) el pasado 30 de enero de 2021 y el hecho de que sus agresores, un hombre no indígena de apellido León y su hijo, quienes ocupan ilegalmente parte de dicho Territorio, se encuentran libres; se demuestra que la violencia y la impunidad se ha extendido por todo el país.

Debido a la demora en la resolución del Expediente N.21000036-0465-AG-4, se ha mantenido la ocupación ilegal del terreno por parte de León, también sus amenazas, incumpliendo medidas cautelares y ante la desidia e inoperancia de las instancias judiciales, Leonel García fue atacado brutalmente a machetazos por León y su hijo, recibiendo heridas en sus manos, piernas, cabeza, cara y cuello por las cuales estuvo varios días en cuidados intensivos.

Como hemos comunicado reiteradamente y desde hace muchos años, la ocupación ilegal de nuestros Territorios por parte de personas que no pertenecen a nuestros Pueblos es la causa principal de la violencia y violación sistemática de nuestros derechos humanos y es obligación del Estado, en este caso del Poder Ejecutivo, ejecutar los desalojos administrativos necesarios para devolvernos nuestras tierras.

Sin embargo, el Estado ha sido omiso, por lo que decidimos recuperar legítimamente nuestras tierras de acuerdo con nuestra cultura e historia y al amparo de las leyes internacionales y nacionales y el derecho indígena.

Ante el ejercicio de nuestro derecho humano colectivo a la tierra, la violencia y las violaciones a los derechos humanos en nuestra contra se han incrementado, ante lo cual, la respuesta del Poder Judicial ha sido una vergonzosa impunidad.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos define la impunidad como: «falta en su conjunto de investigación, persecución captura, enjuiciamiento y condena de los responsables de las violaciones de los derechos protegidos por la Convención Americana, toda vez que el Estado tiene la obligación de combatir tal situación por todos los medios legales disponibles ya que la impunidad propicia la repetición crónica de las violaciones de derechos humanos y la total indefensión de las víctimas y sus familias».

Son varios los casos de tentativas de homicidio contra compañeras y compañeros defensores de derechos de los Pueblos Originarios que hasta hoy se mantienen en la impunidad, por ejemplo:

– Tentativa de homicidio por agresión de una turba de 40 personas contra Minor Ortiz y otros (del Pueblo Bribri de Salitre), quienes resultaron heridos por machetes, palos y arma de fuego el 4 de enero de 2013; el caso fue archivado y en el mismo figuraban como sospechosos varias personas que ocupan ilegalmente ese territorio.

– Tentativa de homicidio contra Jerhy Rivera Rivera el 1 de setiembre de 2013; Jerhy fue asesinado en el 2020 y el primer caso quedo impune. Así mismo, se mantienen impunes varias tentativas de homicidios contra Pablo Sibas; ambos del Pueblo Brörán de Térraba.

– Tentativa de homicidio contra los mayores Antonio Torres y Adilio Ortiz del Pueblo Bribri de Yamabï Dí (Cabagra), el ataque fue perpetrado por una turba de 30 personas, Torres nunca se recuperó del ataque y murió en el 2018, Ortiz fue herido con machetes y arma de fuego, su salud no volvió a ser la misma; la agresión fue el 7 de abril de 2016 en la que participaron personas que ocupaban ilegalmente parte de ese Territorio y continua impune.

– Segunda tentativa de homicidio contra Minor Ortiz el 9 de febrero de 2020, la misma familia Figueroa Uva, que no pertenecen al Pueblo Bribri de Salitre, está involucrada en ambas tentativas y andan libres, incumpliendo las medidas cautelares constantemente y en la total impunidad.

– Amenazas de muerte denunciadas contra mujeres y hombres líderes y defensores de sus Pueblos y Territorios en la zona sur de Costa Rica (14 personas en el 2020) permanecen impunes.

– Asesinato por razones políticas de nuestro hermano Sergio Rojas Ortiz, Uniwak del Pueblo Bribri de Salitre, cobardemente asesinado a tiros en su casa, el 18 de marzo de 2019 y cuyos autores materiales e intelectuales (estos últimos de conocimiento público) disfrutan de la impunidad.

– En el caso del compañero Jerhy Rivera Rivera del Pueblo Brörán de Térraba, quien fue asesinado a balazos en defensa de su Territorio y Pueblo, en octubre de 2021 la instancia judicial correspondiente decidió elevar el caso a juicio, esperamos que no termine en otro caso impune.

Todas estas y otras anomalías fueron denunciadas y documentadas en el 2018 por varias organizaciones de Pueblos Originarios de la zona sur, ante la Subcomisión de Acceso a la Justicia para los Pueblos Indígenas del Poder Judicial, con la Defensoría de los Habitantes como testigos; sin embargo, en el 2020 se nos informó que las denuncias habían sido archivadas por la Inspección Judicial.

De igual manera, desde la Coordinadora de Lucha Sur Sur hemos seguido documentando, investigando, denunciando e informando al Estado de Costa Rica sobre estas agresiones y violaciones a los derechos humanos, sin encontrar respuestas satisfactorias.

Continuaremos en nuestras luchas por la justicia y la dignidad, recuperando y cultivando nuestras tierras, construyendo autonomías.

¡Alto a la impunidad!

¡Justicia para Sergio, Jerhy y los Pueblos Originarios!

– Concejo Ditsö Iriria Ajkönul Wakpa de Salitre.
– Consejo Iriria Sat Kök deYamabï Dí (Cabagra).
– Recuperadoras/es Cabécar de Kono Jú.
– Recuperadoras/es Cabécar de Yuwi Senaglo.
– Recuperadoras/es Cabécar de Sekero Kaska.
– Recuperadoras de Saka Duwë Senaglo.
– Recuperadoras/es Cabécar de Kelpego.
– Recuperadoras/es Naso Brörán de Crun Shurin.
– Recuperadoras/es Naso Brörán de San Andrés.
– Consejo Indígena Regional Pacífico Sur de Yimba Cäjc.
– Red Indígena de Gestores Locales del Pacífico Sur.
– Cootraosa.
– Comité de Lucha por la Tierra Finca Chánguina.
– Voces Nuestras.
– Coordinadora de Lucha Sur Sur. https://www.facebook.com/111882987093775/posts/443951890553548/

Sin justicia no hay democracia. Se extiende la violencia impune contra comunidades indígenas en Costa Rica

  • Intento de asesinato a líder comunal Cabécar por usurpador de territorio indígena de Bajo Chirripó.
  • El agresor ya había amenazado al compañero indígena cabécar y lo había sentenciado diciéndole: “lo voy hacer picadillo”.

Por Fabián Pacheco y Mauricio Álvarez, ecologistas

Mientras la mayoría de las personas celebraban las fiestas de fin de año en compañía de sus seres queridos, a Leonel García Segura, indígena cabécar de Territorio de Bajo Chirripó en Matina lo intentaron matar picándolo literalmente a machetazos, un hombre de apellido León y su hijo, quienes son usurpadores del territorio indígenas y quedaron libres de semejante acto. Entre tanto, la vida de nuestro compañero estuvo en juego en cuidados intensivos del Hospital Tony Facio, de Limón.

Leonel está vivo de milagro y gracias a una atención médica oportuna. El 30 de diciembre del 2021 fue llevado por la Cruz Roja a la clínica de Matina y de ahí a emergencias de Limón, donde sigue internado en recuperación. El intento de asesinato fue un acto de muchísima violencia y ensañamiento, le machetearon todo el cuerpo: brazos, piernas y manos. Las lesiones más profundas y extensas se las produjeron en el lado izquierdo de la cara, oreja, mejilla, cráneo, mandíbula y hasta el cuello, quedando estos últimos con hematomas importantes.

Estas heridas le produjeron un intenso sangrado por boca y nariz, por lo que requirió ser entubado en alguno de los momentos críticos. Tuvo infecciones graves por lo que ha tenido un fuerte tratamiento de antibióticos. Con los días ha podido mejorar, ha bajado la inflamación; pero hay que seguir estudiando el avance de los hematomas y posibles daños permanentes.

Su esposa Gennye Segura Pino cuenta que: “al principio cuando me enteré yo no sabía qué hacer, a quién llamar, a quién avisar, ni me salían las palabras para contar lo que pasó, ese hombre blanco siempre lo andaba amenazando y le decía yo lo voy a hacer picadillo, y eso fue lo que hizo, lo picó por todo el cuerpo. Leo está todo cortado con machete y ahora cada herida tiene 4 o 5 puntadas, pero la cortada más grande está en la cara, la oreja y el cuello”. Sigue el relato diciéndonos que “Leonel ya salió de cuidados intensivos, sigue en recuperación esperando que baje la inflamación de todo su cuerpo, de esas heridas se pueden curar; pero en el corazón le va quedar eso para siempre”.

Lo más indignante de todo es que las personas que casi lo matan están libres mientras Gennye está viajando día a día hacía el hospital de Limón para estar pendiente de la recuperación de Leonel. Por eso hemos activado una campaña de solidaridad económica con la familia y pueden comunicarse con nosostros (bloqueverde@gmail.com) o directamente con Gennye y depositar en su SINPE.

Leonel es actualmente secretario de la Junta Directiva de la Asociación de Desarrollo Integral (ADI) del Territorio Cabécar de Bajo Chirripó en Matina. Nosotros lo conocemos desde hace casi 20 años, y desde siempre él ha sido un activo defensor de su territorio, cultura, semillas, de la tradición oral y todo el acervo de conocimientos ancestrales que guardan los cabécares.

Caminamos por las montañas de su territorio y muchas otras comunidades indígenas donde Leonel era siempre el primer apuntado a ir a buscar semillas, a enseñarnos la etnobotánica cabécar, a buscar un cantor o un Jawá (médico indígena) para ir hacer un festival o para hacer un Ju tsi̱ní̱̱i̱ (casa tradicional). Con Leonel conocimos casi todos los territorios indígenas cabécares del país para hacer distintos proyectos de fortalecimiento cultural, agrícola, ordenamiento y defensa del territorio ante las constantes amenazas de hidroeléctricas, minería, expansión del monocultivo de palma, así como la invasión de personas no indígenas sobre sus territorios.

Con esta comunidad realizamos un proyecto de “Fortalecimiento de la conservación de la naturaleza mediante las prácticas tradicionales de conservación que desarrollan las comunidades indígenas cabécares de Bajo Chirripó y Nairi Awari”, donde se logró plasmar un plan de gestión del territorio a partir de los conocimientos ancestrales de la cultura cabécar sobre el uso y aprovechamiento de los bienes naturales, culminando en una propuesta participativa de zonificación del territorio para habitar y producir, respetando los sitios sagrados y las normas de uso para dichos lugares.

También desarrollamos en conjunto un proceso de fortalecimiento de la cosmovisión agrícola que incluyó el rescate y protección de la diversidad de especies silvestres y cultivadas, el cuido y cultivo de las semillas ancestrales. Pusimos en marcha un novedoso proceso de repatriación de la agrodiversidad indígena desaparecida por el proceso imperante de erosión genética. Aprendimos que en cada semilla cabécar hay una profunda gama de conocimientos culinarios, agrícolas, climatológicos, espirituales, entre muchos otros que de forma integrada constituyen una parte importante del Siwä o conocimiento ancestral.

La ADI informó del hecho mediante un comunicado donde señala que el antecedente del ataque se remonta a una denuncia interpuesta ante tribunales por “la tenencia irregular de tierras por un no indígena”, cuyo juicio se realizará hasta agosto del presente año. Sobre ese caso el Juzgado Agrario del I Circuito Judicial de la Zona Atlántica emitió en agosto pasado una medida cautelar en contra del usurpador de apellidos León Gomez para no corta de árboles, construir otra cerca e introducir más ganado hasta tanto se resuelva el caso (Voto 2021000200).

Estos hechos nos llenan de mucha tristeza, indignación y enojo, pues los usurpadores de los territorios indígenas están envalentonados, ya no se trata solo de la Zona Sur o de casos aislados, sino que la situación de impunidad alienta esta barbarie. Los usurpadores han estado cómodos por décadas con la complacencia y ayuda de los gobiernos de turno y sobre todo gracias a la impunidad que reina en tribunales de justicia. Ya es claro que matar a un indígena o marcarlo con hierro ganadero, quemarle sus ranchos o dispararles, rosearlos con agro venenos, amenazar de muerte, hacer y operar grupos paramilitares de linchamiento, o como ahora picarlos a machetazos no tiene ninguna consecuencia legal, reina la impunidad contra los pueblos indígenas en Costa Rica, ¿por qué sí son muy diligentes las autoridades para juzgar u ordenar desalojos contra pueblos indígenas, pero no lo contrario? La justicia en este país no puede ser más racista y por ende está podrida y sin justicia no existe la democracia.

Este hecho no es aislado pues en diciembre también se denunciaron las reiteradas amenazas de muerte contra el campesino ecologista Alcides Parajeles (Semanario Universidad, 6-1-22 y SURCOS) y se dieron hechos violentos en los territorios indígenas cabécar de China Kichá y bribri de Cabagra, denunciados por la Coordinadora de Lucha Sur Sur, quienes llevan un registro y proceso de denuncia sistémico con un total de 86 incidentes de violencia dirigida contra los pueblos indígenas que fueron registrados solamente durante 2020, en cuenta el asesinato de Jehry Rivera, del pueblo Bröran, y el intento de homicidio contra Minor Ortiz, del territorio bribri de Salitre. Hay otras 12 personas amenazadas de muerte de los Pueblos Indígenas del Sur, además de otras dos personas no indígenas y defensoras de los derechos humanos.

Nuestro llamado es a una movilización de la sociedad, de sus fuerzas vivas a unir esfuerzos con los pueblos indígenas y el ecologismo comunitario. La justicia no llegará sola, hay que pelear y poner en evidencia la impunidad que reina en las “otras Costa Ricas”, las profundas y silenciosas que han despertado para siempre.

Contactos e información:

Adrián Sanabria, 8844-5524, presidente de la Asociación de Desarrollo Integral (ADI) del Territorio Cabécar de Bajo Chirripó en Matina

Gennye Segura Pino, 8910-7048 (SINPE BN), esposa de Leonel y miembro de la Comunidad de Bajo Chirripó.

A la comunidad nacional e internacional: 30 meses de asesinato de Sergio Rojas Ortiz

Nada que celebrar

Bicentenario de un Estado excluyente y racista

Hoy 18 de setiembre de 2021, se cumplen 30 meses del ASESINATO IMPUNE de nuestro compañero, Bribri de Salitre, Uniwak Sergio Rojas Ortiz, fundador y (Co) Coordinador del frente Nacional de Pueblos Indígenas (FRENAPI), miembro del Concejo de Semillas Cuidadoras de la Madre Tierra (Ditsô Iriria Ajkönuck Wapka- CODIAW). El Estado “celebra” 200 años (bicentenario) de la libertad como «colonia» del yugo español; sin embargo, los Pueblos Indígenas, no tenemos NADA QUE CELEBRAR; pues en esas “celebraciones” se invisibilizan 300 años de la guerra de conquista y coloniaje, violaciones, arrebatos, esclavitud y humillación, junto al comercio de indígenas y afros, borrando y eliminando a sangre y muerte, tradiciones culturales, servidores y autoridades ancestrales, persiguiendo y aniquilando sus conocimientos y sabidurías, imponiendo así su Estado, su religión, su idioma, sus símbolos “nacionales” y sus visiones de “educación y civilización”. Y en los 200 años de “independencia” no ha cesado esa violencia, como lo demuestran los hechos más recientes. La independencia fue gestada y promovida por los criollos españoles en América, que les beneficiaba en sus negocios y ganancias y dejar de tributar a las metrópolis europeas. Los Pueblos Indígenas, como costarricenses, sabemos que no podemos regresar el tiempo, pero NO podemos olvidar; el Estado Costarricense debe reconocer esa historia para que no continúe el exterminio y debe REPARAR, con justicia pronta y cumplida, lo que queda de la Memoria Viva de los Pueblos Indígenas y sus Derechos Humanos. Tenemos mucho que aportarle a nuestro país, queremos que sea inclusivo, justo, equitativo y respetuoso de la diversidad. Los Pueblos Indígenas seguimos en resistencia, a pesar de los asesinatos, las campañas de odio, la impunidad y la burla de las Instituciones y Poderes del Estado/Gobierno. Los asesinatos, amenazas y agresiones permanentes de usurpadores de nuestras Tierras/Territorio, las divisiones internas promovidas por las estatales Adis y Conai; el no reconocimiento de nuestros/as servidores y autoridades propias; el asistencialismo clientelista electorero; la invasión de religiones que NO respetan nuestras visiones y espiritualidades; la imposición de sistemas educativos y de salud que NO toman en cuenta el conocimiento y las sabidurías milenarias de nuestros pueblos; la imposición de políticas públicas de instituciones estatales, irrespetando nuestras costumbres y maneras de vivir; entre otras cosas; TODO, en colaboración y/o complicidad del Estado/Gobiernos (de turno), envían una señal de etnocidio, o sea que nos quieren destruir como Naciones Indígenas. Hasta el día de hoy seguimos sufriendo el racismo y la discriminación desde los Tres Poderes del Estado, y NO podemos dejar de lado la prensa nacional: medios como La Extra, La Nación, Canal 7, y ciertos Medios y canales Locales, que han manipulado y malversado información, tergiversando la imagen y las luchas históricas de los Pueblos Indígenas, con claras intenciones de beneficiar particulares intereses. Existen leyes y Convenios Internacionales de DDHH, que benefician a los Pueblos Indígenas, el Estado costarricense es lento para hacer justicia y aplicar esas leyes, dejando abierto el camino a la violencia y la impunidad. No pedimos nada, solo que se cumplan y respeten los Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas, en especial los establecidos en la Ley Indígena (6172), el Convenio 169 de la OIT, y la Declaración de los DDHH de los Pueblos Indígenas, ONU (2008). Ahora más que nunca estamos siendo amenazados, perseguidos y asesinados. Estamos y seguimos en esta lucha por defender nuestros derechos.

¡HERMANAS Y HERMANOS DE TODOS LOS PUEBLOS Y TERRITORIOS INDÍGENAS SEGUIMOS EN LUCHA!
¡EL PROCESO DE AFIRMACIÓN TERRITORIAL AUTÓNOMA NO SE DETIENE!
¡LA LUCHA SIGUE Y SE EXTIENDE!
¡NO MAS IMPUNIDAD!
#SergioRojasVIVE #JeryRiveraVIVE

 

Compartido con SURCOS por Suyen Vega.

Bicentenario de un Estado excluyente y racista

Comunicado de FRENAPI
A LA COMUNIDAD NACIONAL E INTERNACIONAL
30 MESES DEL ASESINATO DE SERGIO ROJAS ORTIZ
NADA QUE CELEBRAR

Este 18 de setiembre de 2021, se cumplen 30 meses del ASESINATO IMPUNE de nuestro compañero, Bribri de Salitre, Uniwak Sergio Rojas Ortiz, fundador y (Co) Coordinador del Frente Nacional de Pueblos Indígenas (FRENAPI), miembro del Concejo de Semillas Cuidadoras de la Madre Tierra (Ditsô Iriria Ajkönuck Wapka- CODIAW).

El Estado “celebra” 200 años (bicentenario) de la libertad como «colonia» del yugo español; sin embargo, los Pueblos Indígenas, no tenemos NADA QUE CELEBRAR; pues en esas “celebraciones” se invisibilizan 300 años de la guerra de conquista y coloniaje, violaciones, arrebatos, esclavitud y humillación, junto al comercio de indígenas y afros, borrando y eliminando a sangre y muerte, tradiciones culturales, servidores y autoridades ancestrales, persiguiendo y aniquilando sus conocimientos y sabidurías, imponiendo así su Estado, su religión, su idioma, sus símbolos “nacionales” y sus visiones de “educación y civilización”. Y en los 200 años de “independencia” no ha cesado esa violencia, como lo demuestran los hechos más recientes.

La independencia fue gestada y promovida por los criollos españoles en América, que les beneficiaba en sus negocios y ganancias y dejar de tributar a las metrópolis europeas.

Los Pueblos Indígenas, como costarricenses, sabemos que no podemos regresar el tiempo, pero NO podemos olvidar; el Estado Costarricense debe reconocer esa historia para que no continúe el exterminio y debe REPARAR, con justicia pronta y cumplida, lo que queda de la Memoria Viva de los Pueblos Indígenas y sus Derechos Humanos. Tenemos mucho que aportarle a nuestro país, queremos que sea inclusivo, justo, equitativo y respetuoso de la diversidad.

Los Pueblos Indígenas seguimos en resistencia, a pesar de los asesinatos, las campañas de odio, la impunidad y la burla de las Instituciones y Poderes del Estado/Gobierno. Los asesinatos, amenazas y agresiones permanentes de usurpadores de nuestras Tierras/Territorio, las divisiones internas promovidas por las estatales Adis y Conai; el no reconocimiento de nuestros/as servidores y autoridades propias; el asistencialismo clientelista electorero; la invasión de religiones que NO respetan nuestras visiones y espiritualidades; la imposición de sistemas educativos y de salud que NO toman en cuenta el conocimiento y las sabidurías milenarias de nuestros pueblos; la imposición de políticas públicas de instituciones estatales, irrespetando nuestras costumbres y maneras de vivir; entre otras cosas; TODO, en colaboración y/o complicidad del Estado/Gobiernos (de turno), envían una señal de etnocidio, o sea que nos quieren destruir como Naciones Indígenas. Hasta el día de hoy seguimos sufriendo el racismo y la discriminación desde los Tres Poderes del Estado, y NO podemos dejar de lado la prensa nacional: medios como La Extra, La Nación, Canal 7, y ciertos medios y canales locales, que han manipulado y malversado información, tergiversando la imagen y las luchas históricas de los Pueblos Indígenas, con claras intenciones de beneficiar particulares intereses.

Existen leyes y Convenios Internacionales de DDHH, que benefician a los Pueblos Indígenas, el Estado costarricense es lento para hacer justicia y aplicar esas leyes, dejando abierto el camino a la violencia y la impunidad.

No pedimos nada, solo que se cumplan y respeten los Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas, en especial los establecidos en la Ley Indígena (6172), el Convenio 169 de la OIT, y la Declaración de los DDHH de los Pueblos Indígenas, ONU (2008).

Ahora más que nunca estamos siendo amenazados, perseguidos y asesinados. Estamos y seguimos en esta lucha por defender nuestros derechos.

¡HERMANAS Y HERMANOS DE TODOS LOS PUEBLOS Y TERRITORIOS INDÍGENAS SEGUIMOS EN LUCHA!
¡EL PROCESO DE AFIRMACIÓN TERRITORIAL AUTÓNOMA NO SE DETIENE!
¡LA LUCHA SIGUE Y SE EXTIENDE!
¡NO MAS IMPUNIDAD!
#SergioRojasVIVE
#JeryRiveraVIVE
FRENTE NACIONAL DE PUEBLOS INDÍGENAS (FRENAPI)
Acompaña:
COMITÉ NACIONAL DE APOYO A LA AUTONOMÍA INDÍGENA
18 DE SETIEMBRE, 2021