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Etiqueta: virgen de Los Ángeles

A 200 años del Patronazgo de La Virgencita de los Ángeles, la Asamblea Legislativa debería ratificarlo nuevamente

Vladimir de la Cruz

Si hay algo que destaca la religiosidad costarricense, alrededor de la cual, la inmensa mayoría del pueblo se une, le rinde culto y veneración es la Virgen de los Ángeles, la Negrita, como cariñosamente se le dice.

Hallada su imagen, la pequeña estatua con su figura, el 2 de agosto de 1635, hace 389 años, por la joven mulata Juana Pereira, originó la leyenda de su imagen, de su existencia y de su culto popular.

En su momento contribuyó a borrar la división social entre los grupos dominantes españoles de los grupos sometidos a su dominación y opresión colonial, facilitando la integración racial o social, la fusión de sangres y haciendo surgir al ser costarricense.

Cuatro años después de su hallazgo se empezó a construir la ermita de Los Ángeles, dando origen, primero a un culto de carácter regional y más tarde al nacional.

Se dice que las romerías para visitarla empezaron en 1649. Desde entonces se realizan con gran fervor. Hoy alcanza ciudadanos de Centroamérica que también se desplazan en devoción a su Santuario en Cartago.

En 1652 se creó la Cofradía o Hermandad de Nuestra Señora de los Ángeles, en Cartago, y un año después se le consideraba milagrosa. Su condición de milagrosa hace que la Iglesia de los Ángeles hoy tenga en, vitrinas, enorme cantidad de manifestaciones de fe, exvotos como se llaman, en urnas, donde miles de religiosos, agradecidos por las peticiones solicitadas y los favores recibidos, manifiestan su devoción y culto. Esas manifestaciones de exvotos se expresan en figuritas, de diversos tamaños, colores y formas, muchas de ellas en forma de miembros del cuerpo humano, cabeza, piernas, brazos, manos, trofeos y títulos de graduación, entre muchos.

Ante eventos de la naturaleza, temblores, terremotos, erupciones del Volcán Irazú se ha sacado en procesión a la Virgen de los Ángeles, implorándole su cuidado y protección. Justo fue, con motivo de los temblores de San Buenaventura, el 14 de julio de 1782, que se reconoció oficialmente la tradición de su celebración, cuando en procesión solemne se le juró «recibir, venerar y tener por Abogada» a la Virgen de los Ángeles, «para mejor asegurar su incontrastable defensa y pedirle socorro en cualquier tribulación», lo que también produjo que las autoridades de Cartago, eclesiásticas y civiles, como el pueblo, la declararon como su Patrona y Reina.

Cuando llegó el Acta de Independencia de Guatemala, el 13 de octubre de 1821, comunicándonos la decisión de la ruptura con el orden colonial, e invitándonos a decidir por cuenta propia si tomábamos el camino de la Independencia o continuábamos bajo el dominio español, el Ayuntamiento de Cartago, en la Sesión de ese día acordó que «que se suplicase… a la Patrona General de esta Ciudad… nos favorezca con los auxilios de su santísima gracia para nuestras determinaciones en la época tan lamentable…». Por los resultados de los días siguientes, hasta el 29 de octubre de 1821, cuando en Cartago de afirmó la Independencia de Costa Rica, podríamos señalar que la Virgen de los Ángeles colaboró en esa decisión.

El 9 de setiembre de 1824, el Congreso Constituyente del Estado de Costa Rica, declaró que “La Virgen de los Ángeles, Madre de Dios y Señora nuestra, es y será en lo sucesivo La Patrona del Estado de Costa Rica”.

Un día después, como hoy, 24 de setiembre, hace 190 años, el Jefe Supremo del Estado de Costa Rica, el primer Jefe de Estado, Juan Mora Fernández, ordenó que se guarde, se cumpla y se ejecute dicho Decreto en todos sus extremos. Con este acto se confirmó lo que la tradición había venido estableciendo desde 1635, en que según la Leyenda de la Virgen de los Ángeles apareció en la Puebla de Cartago, generando el culto de amor y de pasión que se le rinde por el pueblo costarricense. Desde entonces tiene ese reconocimiento nacional.

Cuando se produjo la Guerra de la Liga, entre setiembre y octubre de 1835, que se produjo por la derogatoria de la Ley de la Ambulancia, que hacía rotar la capital en las ciudades de Alajuela, Cartago, Heredia y San José, contra la pretensión de San José de quedarse con la capital, de manera permanente, los cartagineses se movilizaron con la Virgen de los Ángeles acompañando sus tropas. El 14 de octubre con la llegada de tropas josefinas a Cartago, dejaron abandonada la Virgen, la que de inmediato tomaron los josefinos, quedando en custodia en la Iglesia de la Merced por siete años. En el mes de julio de 1842, por disposición de Morazán, regresó a Cartago. Monseñor Víctor Manuel Sanabria ha sostenido que la imagen en mención no era la verdadera, sino una copia llamada “la Peregrina”.

En 1852, el 4 de setiembre, el Obispo Anselmo Llorente consagró a la Iglesia de los Ángeles. En 1856, en la guerra contra los filibusteros fue invocada la Virgen de los Ángeles, para acompañar al Ejército Nacional Libertador. Así la Virgen de los Ángeles, de esa manera, acompañó a los soldados y combatientes costarricenses en esta lucha gloriosa.

El 2 de marzo de 1862 se le concedió el título de Basílica, al Santuario de los Ángeles, título renovado el 22 de abril de 1877 y luego en 1892, por otros quince años. En esta misma fecha, el entonces Papa Pío IX concedió a perpetuidad indulgencia plenaria a quien visitare el Santuario de los Ángeles. Diez años más tarde, el mismo Papa Pío IX «concedió a perpetuidad, con las condiciones acostumbradas, la Indulgencia Plenaria, y remisión de todos los pecados, a todos cuantos visitaren devotamente, verdaderamente arrepentidos, confesados y comulgados, la Iglesia de la Virgen de los Ángeles, desde las primeras vísperas hasta la caída del sol del 2 de agosto de cada año».

El 7 de setiembre de 1912 se colocó la primera piedra de la basílica de la Virgen de los Ángeles.

En 1924, al cumplirse en Centenario del Patronazgo de la Virgen de los Ángeles, el Congreso de la República, lo ratificó de nuevo.

En 1932, y luego en 1975, el Congreso declaró feriado el 2 de agosto de cada año.

El 26 de julio de 1935 se le dio al Santuario el título perpetuo de Basílica Menor, agregada a la Patriarcal de San Juan de Letrán, de Roma, y en 1944 el Arzobispo Sanabria elevó el antiguo Santuario a Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles.

En 1950- el 12 de mayo, se produjo el robo y asalto de la imagen de la Virgen de los Ángeles. Fue acusado de sacrilegio José León Sánchez. A finales del siglo XX la Sala III de la Corte Suprema de Justicia, en revisión del caso, declaró inocente de dicho delito a José León Sánchez

El 2 de diciembre de 1956, se realizó la Segunda Coronación como Reina del Trabajador a la Virgen de los Ángeles, con motivo de la celebración del Segundo Congreso Nacional de la Juventud Obrera Católica.

En el 2002, al iniciarse el tercer milenio, la Asamblea Legislativa, además de ratificar el patronato concedido a la Virgen de los Ángeles en 1824, en su artículo segundo, declaró: “Que el Estado costarricense estará bajo el amparo y protección del Inmaculado Corazón de la Virgen María, Reina de los Ángeles”.

En el 2005 una imagen suya se llevó al Vaticano y recientemente el Papa Benedicto XVI la bendijo y la colocó en la Basílica Santa María de la Luz.

En los meses de julio y agosto del 2009, por motivo de la pandemia de gripe A (H1N1), que nos afectó durante dos años, el Gobierno de la República, suspendió la romería por primera vez en 227 años.

El 31 de julio del 2013 la Virgen de los Ángeles fue investida como Comandante General de la Sección Aérea del Ministerio de Seguridad de Costa Rica, y el 20 de marzo del 2020, La Negrita de los Ángeles, la llevaron a sobrevolar Costa Rica como protección ante la pandemia del COVID-19. Este año, nuevamente fue suspendida la romería y se invitó a los feligreses a realizar una Romería Virtual.

En la campaña electoral del 2018 el Partido Restauración Nacional, con su candidato presidencial, Fabricio Alvarado Muñoz, con uno de sus pastores religiosos más importantes, Rony Chaves, hicieron ataques y burlas a la Virgen de los Ángeles, que provocaron gran tensión nacional y marchas ciudadanas de feligreses católicos contra los ataques que le hicieron a la Virgen de los Ángeles, y consecuentemente contra la Iglesia Católica nacional.

Este año se cumplen 387 años de leyenda, tradición histórica y popular; de herencia cultural; apariciones y hallazgos, milagros, devoción, culto y fe religiosa. Pero, también se cumplen 200 años, el próximo 9 de setiembre, de haber declarado Patrona Nacional a la Virgen de los Ángeles.

Religiosos o no religiosos reconocen a la Virgen de los Ángeles como factor de innegable virtud para el desarrollo de nuestra personalidad religiosa, católica y cristiana, que ha contribuido de igual manera y no en escasa medida, al robustecimiento de nuestra personalidad política, social y también étnica

La representación divina y humana de la Virgen de los Ángeles nos recuerda, la realidad histórica de su origen, su identificación socio cultural con nuestro pueblo; con la mujer, la madre y el hijo; con los valores de feminidad y maternidad en la vida social.

Cualidades de fortaleza, sabiduría, virginidad y doncellez, discreción y silencio; triunfadora, benefactora y salvadora; capacidad de mediación y unión; dones de sencillez, humildad, sensibilidad, nobleza, pobreza y solidaridad, destacan en su culto.

También se le asocia a la formación de la conciencia y sentido nacional, a la idea de patria y a la defensa, incluso territorial, frente a alguna agresión o amenaza extraña.

El culto a Nuestra Señora de los Ángeles es originario de España, en Getafe, cerca de Madrid, y fue traído a América por los conquistadores españoles.

La Virgen de los Ángeles fue declarada patrona de Costa Rica y protectora de las Américas por el Papa Juan Pablo II.

Al cumplirse el centenario de su Patronazgo el Congreso afirmó dicho Patronazgo. El cumplirse el Bicentenario del Patronazgo, este año, este mes, la Asamblea Legislativa debería reafirmar una vez más, por segunda vez, el Patronazgo de la Negrita de los Ángeles.

Compartido con SURCOS por el autor.

Efemérides que no debemos olvidar

Vladimir de la Cruz

Este año, 2024, en muchos aspectos estaremos, en Costa Rica, de manteles largos. Tenemos varias importantes celebraciones, que no podemos ni debemos dejar de lado.

El 25 de julio celebraremos el Bicentenario de la llamada Anexión del Partido de Nicoya. Su agregación, su incorporación, a Costa Rica no fue tan casual. Sus vínculos comerciales y políticos eran más importantes que con Nicaragua, que para esos días ofrecía mayor inestabilidad e inseguridad en todos los aspectos a los nicoyanos.

El Partido de Nicoya nos enriqueció como nación, como territorio, como pueblo costarricense, nos engrandeció con su historia precolombina y colonial, con su hato ganadero, base de la ganadería nacional, con sus tradiciones culturales que se han impuesto nacionalmente. No hay fiesta regional, como la del 25 de julio, que se celebre como la de la Anexión, como la fiesta nacional que es.

La Editorial Costa Rica, ECR, la del Estado, y la Editorial de la Universidad Estatal a Distancia, EUNED, han acordado para este año priorizar en sus publicaciones todo lo relacionado con la historia del Partido de Nicoya y de la Provincia de Guanacaste, lo que nos dará durante este año y el siguiente una rica producción histórica literaria que nos permitirá conocer más, y mejor, la historia de la región guanacasteca, del viejo Partido de Nicoya, y de la riqueza histórico, cultural, artística y folklórica que nos ha dado esa incorporación del Partido de Nicoya.

El 8 de setiembre celebraremos el bicentenario de la llegada a la Jefatura del Estado, del maestro, del educador, Juan Mora Fernández. Con él inició el período histórico de la organización política republicana, en su sentido clásico, de nuestra institucionalidad y organización política administrativa. Tres gobiernos suyos, hasta 1833, marcaron el rumbo de una institucionalidad civilista que llega hasta nuestros días. La inmensa mayoría de gobernantes del país, en el período del Estado, 1823-1848 y de la República, 1848-2024, han sido educadores, abogados, médicos, civiles en general. De excepción pocos fueron militares.

Juan Mora Fernández se había distinguido desde antes de los días de la Independencia en actividades y responsabilidades que lo vincularon a actividades empresariales y políticas, las que mantuvo cuando dejó la Jefatura del Estado. Con él surgieron nuestros primeros símbolos nacionales, Bandera y Escudo.

Este acontecimiento nos permitirá apreciar esos primeros pasos de nuestro desarrollo histórico del Estado.

El 23 de setiembre se producirá el bicentenario del Patronazgo de la Virgen de los Ángeles, el símbolo religioso más preciado del pueblo costarricense. Encontrada el 2 de agosto de 1635, según la leyenda y tradición, fue proclamada Patrona de Cartago en 1782 y en 1824 se le dio el título de Patrona de Costa Rica. El Decreto del Congreso dice: “La Virgen de los Ángeles, Madre de Dios y Señora nuestra, es y será en lo sucesivo La Patrona del Estado de Costa Rica”. Al día siguiente, el 24 de setiembre 1824, el Jefe Supremo del Estado de Costa Rica, el primer Jefe de Estado, Juan Mora Fernández, ordenó que se guarde, se cumpla y se ejecute dicho Decreto en todos sus extremos.

La Negrita, como cariñosamente se le llama, en 1924, al celebrarse su centenario de Patrona Nacional, el Congreso de la República, de nuevo le afirmó ese reconocimiento con una Declaración en ese sentido. El Congreso de la República, en 1924, al cumplirse el centenario confirmó y proclamó la Tradición de la Virgen de los Ángeles y, el 26 de noviembre, la Sagrada Congregación de Ritos de la Iglesia aprobó el nuevo oficio.

Con motivo del bicentenario del Patronazgo Nacional de la Virgen de los Ángeles, a cumplirse en setiembre, la Asamblea Legislativa, desde ahora debería, asumir el compromiso de reafirmar por segunda vez ese patronazgo y preparar desde ahora, inicio de año, con la colaboración y compromiso de la Conferencia Episcopal, las actividades correspondientes a tan importante celebración y reafirmación de la tradición religiosa costarricense.

1824, es el año también que se estructuró el Estado de Costa Rica, con su tres poderes clásicos, el Poder Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial. De hecho es la celebración bicentenaria de estos poderes del Estado, así resuelto por la Asamblea Nacional Constituyente de las Provincias Unidas del Centro de América.

Con ellos empezó a desarrollarse el Estado de Derecho hoy sólidamente estructurado en la sociedad costarricense, que garantiza la estructura y división de poderes públicos, con independencia, autonomía y funciones exclusivas, indelegables entre sí.

Del mismo modo, se estableció el camino de los gobernantes y autoridades públicas para el ejercicio de sus funciones en los poderes del Estado, de manera que quedaban regulados y obligados a realizar y cumplir lo que las leyes les establecían, sin poderse extralimitar de lo que es propio de sus funciones; sujetos a lo que la Constitución Política y la Ley les establecían, al tiempo que empezó a desarrollarse una sociedad muy rica de derechos y libertades para los ciudadanos y habitantes del país. Se creó en este sentido un andamiaje sólido y poderoso de leyes que aseguran la convivencia social y política de los costarricenses.

En el conjunto de todo esto, debemos celebrar el bicentenario de la República Federal de Centroamérica, de la cual fuimos parte integrante desde 1824 hasta 1838. Allí tuvimos Presidentes, que son muy desconocidos en la conciencia y el relato histórico nacional, que fueron simultáneamente junto a los Jefes de Estado, nuestros Presidentes; tuvimos un Congreso Federal y una Corte de Justicia Federal. En esa época, también un Ejército Federal.

Será un año para reflexionar en el significado de estas fechas y eventos, sus repercusiones histórico-institucionales, temas, entre otros, que estaré abordando en diferentes ocasiones.

La negrita de los Ángeles, 388 años de religiosidad mariana 1635-2023

Vladimir de la Cruz

Celebramos hoy 388 años de la leyenda, de la tradición histórica y popular; de la herencia cultural; de las apariciones y hallazgos, milagros, devoción, culto y fe religiosa más importante del país. La aparición de la imagen de la Virgen de los Ángeles es la expresión más elevada de la Virgen María y de la historia religiosa oral y escrita relacionada con la tradición mariana en Costa Rica.

Su expresión divina y humana refleja la realidad histórica de su origen; su identificación socio cultural con el pueblo; con la mujer, la madre y el hijo; con la feminidad y la maternidad.

A ella se asocia la fortaleza, la sabiduría, la virginalidad y la doncellez; la discreción y el silencio; los dones de la sencillez, la humildad, la sensibilidad, la nobleza, la pobreza y la solidaridad destacan en su culto. Es también símbolo de triunfadora, benefactora y salvadora, mediadora y unitaria.

En Latinoamérica hay otras Vírgenes, similares a la Patrona Nacional, que forman parte de la historia de cada país y de su religiosidad.

Por la presencia católica en toda Latinoamérica, tanto en la española como en la portuguesa, bajo la dominación de la conquista y la colonia, estas imágenes y leyendas religiosas se dieron, con casi las mismas características de su origen. No hay, sin embargo, otras Vírgenes de los Ángeles, como patronas de esos países. La única es la de Costa Rica, la nuestra. En cierta forma la Virgen de los Ángeles es el mayor símbolo religioso costarricense.

Para Argentina, Uruguay y Paraguay, desde 1630, está la declaración oficial de la Virgen de Luján, considerada Patrona de estas tres Repúblicas.

En Bolivia la Virgen de Copacabana, desde 1583, también llamada Virgen Candelaria de Copacabana, cuya veneración se da en Copacabana, en el Departamento de La Paz, en Bolivia, veneración que también se extendió a Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Perú.

En el caso brasileño su culto se inició, con la leyenda de su aparición a un joven pescador en una playa. En Brasil también está la Virgen Nuestra Señora Aparecida, que es la que tiene la advocación mariana de Patrona de Brasil, así nombrada por Pío XI en 1930 En Colombia su culto se inició en 1702, y en Lima, Perú, a finales del siglo XVI. En Chile es la Virgen de Nuestra Señora del Carmen de Maipú, desde 1817, aunque nombrada Patrona de Chile en 1923 y coronada como tal en 1926. Su primer templo lo hizo Pedro de Valdivia en 1540.

En Colombia es la virgen de Nuestra Señora de Chiquinquirá, virgen que también se le rinde culto con peregrinajes en Maracaibo, Venezuela, el 18 de noviembre, que es la celebración de su fiesta patronal.

En Cuba el culto es hacia la virgen Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, devoción que inició en 1628, con pescadores que encontraron su imagen; declarada Patrona de Cuba desde 1916.

En El Salvador la tradición se remonta con la virgen de Nuestra Señora de la Paz, desde 1682, Patrona Nacional desde 1966. En Guatemala la devoción es hacia la Virgen del Rosario, cuya primera cofradía se fundó en 1559, y es Patrona de Guatemala desde 1934. En Honduras lo es la virgen de Nuestra Señora de Suyapa, cuya tradición se remonta a 1747; declarada Patrona desde 1925.

En México la virgen Nuestra Señora de Guadalupe, está asociada al indio Juan Diego. El Papa Pío X la proclamó Patrona de toda América Latina. En Nicaragua lo es la virgen de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción de “El Viejo”, cuyas raíces se remontan a 1562, conceptuada como Patrona desde el 2001, por la Confederación Episcopal de Nicaragua, celebración que se realiza cada 8 de diciembre.

En Panamá es la Virgen Santa María La Antigua, asociada a la fundación de la ciudad de Santa María del Darién, en 1510, Patrona Nacional de Panamá desde el 2000.

En Paraguay también se le rinde culto a la Virgen Nuestra Señora de la Concepción de Caacupé. En Perú a Nuestra Señora de la Merced, introducida por los padres Mercedarios, que le rinden culto desde el siglo XIII. En Puerto Rico la virgen es Nuestra Señora de la Divina Providencia, Patrona desde 1969. En República Dominicana es la Virgen de Nuestra Señora de las Mercedes de Altagracia.

En Uruguay es la virgen Nuestra Señora de los Treinta y Tres, refiriendo a los 33 patriotas que declararon la Asamblea Soberana el 14 de junio de 1825, que el 25 de agosto de ese año proclamaron la Independencia y pusieron la patria bajo su protección, declarada por el Papa Juan XXIII Patrona de Uruguay, en 1961.

En Venezuela la Virgen de Coromoto, cuya leyenda viene desde 1651, fue declarada Patrona de la República de Venezuela el 7 de octubre de 1944.

En las islas de las Antillas también hay vírgenes. Así, en la Martinica está Nuestra Señora Virgen Libertadora; en la isla Trinidad está la virgen Nuestra Señora Virgen de Levantille; en la Antilla Guadalupe es Nuestra Señora del Carmen; y en la isla Dominica la virgen es Nuestra Señora del Refugio.

En general, en Latinoamérica se asocia a estas vírgenes a la formación de la conciencia y sentido nacional; a la idea de patria y a su defensa. En la Independencia latinoamericana estuvo presente la imagen de estas vírgenes con sabor a criollo, mestizo, indio, negro, pardo.

En todas ellas, su representación morena refleja su época. La política, la sociedad, la economía, la ideología y la cultura se mezclan en ellas.

En el caso de Costa Rica, con la Virgen de los Ángeles, se ubica su hallazgo entre 1635 y 1639, en la Puebla de los Pardos, o la Gotera, de Cartago. Su culto primero fue regional, luego nacional.

Según la Leyenda, la Virgen de los Ángeles apareció en la Puebla de los Pardos, de Cartago, generando desde entonces el culto de amor y de pasión que se le rinde, por el pueblo costarricense.

La imagen que se venera en el Santuario de los Ángeles, la encontró una mulata, en una piedra; ella, conocida y bautizada como Juana Pereira. El hallazgo borró la línea divisoria entre la clase dominante de los españoles y la de los dominados; facilitó la fusión de sangres y posibilitó la formación del costarricense.

El 2 de agosto de 1635 es la fecha que se atribuye a la mulata Juana Pereira cuando encontró la pequeña estatua con su figura.

En 1649 se inició la tradición de la romería hacia la Virgen de los Ángeles entre los pueblos de la Provincia de Costa Rica.

En 1652 se creó la Hermandad de Nuestra Señora de los Ángeles, en Cartago. En 1653 ya se le estimaba milagrosa. Desde 1678 se conoce su ermita, la cual fue construida con limosnas.

Ante las erupciones del Volcán Irazú, sus temblores y terremotos, se le sacaba en procesión; se le cantaba y rezaba.

En 1737 se le dio su primer patronazgo a Cartago y se estableció el 2 de agosto feriado en su nombre. En ese momento, se le dio el título de Abogada “por su defensa y socorro en cualquier tribulación”.

El 2 de agosto de 1737 se estableció el feriado en su nombre.

El 14 de julio de 1756 se oficializó su celebración. En procesión solemne se le juró «recibir, venerar y tenerla por Abogada… para mejor asegurar su defensa y pedirle socorro en cualquier tribulación».

El 14 de julio de 1782 se le declaró Patrona especial.

Al finalizar la colonia, el 13 de octubre de 1821 el Ayuntamiento de Cartago, que conoció los Documentos de la Independencia, acordó «que se suplicase… a la Patrona General… nos favorezca con los auxilios de su santísima gracia para nuestras determinaciones en la época tan lamentable…».

El 23 de setiembre de 1824 el Congreso Constituyente del Estado de Costa Rica decretó que “La Virgen de los Ángeles, Madre de Dios y Señora nuestra, es y será en lo sucesivo La Patrona del Estado de Costa Rica”.

Al día siguiente, el 24 de setiembre 1824, hace 199 años, el Jefe Supremo del Estado de Costa Rica, el primer Jefe de Estado, Juan Mora Fernández, ordenó que se guarde, se cumpla y se ejecute dicho Decreto en todos sus extremos.

El 9 de octubre de 1835, en el desarrollo de la llamada Guerra de la Liga, denominada así por la oposición de Cartago, Heredia y Alajuela, en contra de las pretensiones de San José por conservar la capital del Estado, en esta fecha, 1.300 efectivos de Cartago, se sitúan en Curridabat, en tanto que 3.000 de Heredia y Alajuela, acampan en San Juan del Murciélago, hoy Tibás.

Para su protección y como emblema de fuerza y apoyo celestial, los cartagineses traían consigo la imagen de la Virgen de los Ángeles.

“En los despojos de los cartagineses vencidos, fueron encontrados muchos cohetes incendiarios…, pero el mayor trofeo fue la imagen milagrosa de la Virgen de los Ángeles.” La imagen no fue devuelta a Cartago de inmediato, sino que permaneció custodiada en la Iglesia de la Merced. Siete años después, en el mes de julio de 1842, por disposición de Morazán, regresó a Cartago.

En 1850 se realizó la erección de la Diócesis de Costa Rica. Con ella se produjo la independencia eclesiástica de la Iglesia de Costa Rica, la que dependía de la Iglesia y del Obispado de León, de Nicaragua.

En 1852 se firmó el Concordato con el Vaticano, reconociéndose mutuamente como Estados Costa Rica y el Vaticano, como parte de las primeras relaciones diplomáticas que iniciaba el país, al declararse la República, en 1848. El nombramiento del primer Obispo costarricense, Dr. Anselmo Llorente y La fuente fue muy importante en ese momento. Así, el 4 de setiembre de 1852 se consagró a la Iglesia de los Ángeles.

En 1856, se le invocó a la Virgen de los Ángeles, en la guerra contra los filibusteros.

El 2 de marzo de 1862 se le dio el título de Basílica al Santuario de los Ángeles.

El 21 de enero de 1872, el Papa Pío IX concedió a perpetuidad la Indulgencia Plenaria, y remisión de todos los pecados, a quienes visitaren, devota y verdaderamente arrepentidos, confesados y comulgados, a la Virgen de los Ángeles, cada 2 de agosto.

Hasta 1875 la imagen de la virgencita, en las procesiones, era conducida bajo palio, que es un armazón de cuatro o más varas largas que transportan varias personas, donde va la imagen religiosa, en ceremonias religiosas. Se prohibió esta tradición por ser contraria a la liturgia, y se le hizo una Novena para sustituir la del Perpetuo Socorro que se rezaba el 2 de agosto.

En 1921 se creó la Provincia Eclesiástica de Costa Rica, que se formó con la arquidiócesis de San José y las diócesis sufragáneas de Alajuela y el Vicariato de Limón.

El Congreso de la República, en 1924, al cumplirse el centenario confirmó y proclamó la Tradición de la Virgen de los Ángeles y, el 26 de noviembre, la Sagrada Congregación de Ritos de la Iglesia aprobó el nuevo oficio.

En 1926 se la coronó y, nuevamente, se la volvió a coronar en 1936.

El 26 de julio de 1935 se le dio al Santuario el título de Basílica Menor, con motivo de cumplirse el tricentenario del surgimiento de la Leyenda de la Virgen. En 1944 se elevó el antiguo Santuario a Parroquia.

El 12 de mayo de 1950, se produjo uno de los sucesos más bulliciosos de la historia nacional relacionado con el robo y asalto de la imagen de la Virgen de los Ángeles, Patrona Nacional; de su santuario, La Basílica de los Ángeles en Cartago. Aparte del robo de sus joyas murió en el acto su custodio. Fue acusado de sacrilegio un joven llamado José León Sánchez, quien fue torturado por los agentes de investigación del caso para provocar su acusación, que lo llevó al presidio de la Isla de San Lucas, lugar que le motivó para escribir la novela “La isla de los hombres solos”, de mucho éxito literario y cinematográfico. A finales del siglo XX la Sala III de la Corte Suprema de Justicia, en revisión del caso, declaró inocente de dicho delito a José León Sánchez, hoy uno de los escritores más reconocidos del país y en el extranjero, recientemente fallecido.

El 2 de diciembre de 1956 se realizó la Segunda Coronación, como Reina del Trabajador, en el Segundo Congreso Nacional de la Juventud Obrera Católica, JOC.

Dentro de las tradiciones culturales y religiosas de Costa Rica, y de Centroamérica, la peregrinación y romería a la Virgen de Los Ángeles, cada dos de agosto, es la más fuerte y arraigada. El Papa Juan Pablo II la declaró Protectora de las Américas.

En la campaña electoral del 2018 el Partido Restauración Nacional, con su candidato presidencial, Fabricio Alvarado Muñoz, con uno de sus pastores religiosos más importantes, Rony Chaves, hicieron ataques y burlas a la Virgen de los Ángeles, que provocaron gran tensión nacional y marchas ciudadanas de feligreses católicos contra los ataques que le hicieron a la Virgen de los Ángeles, y consecuentemente contra la Iglesia Católica nacional.

En el mes de marzo del 2020, con motivo del surgimiento de la Pandemia del Covid-19, y los primeros casos que se dieron en Costa Rica, la imagen de la Virgen de los Ángeles, Patrona de Costa Rica, se llevó en sobrevuelo por diversas partes del país como un acto de fe y protección ante la propagación del Covid-19.

Los romeros, los caminantes, los peregrinos que se movilizan hacia la Basílica de los Ángeles en Cartago, desde días antes inician sus caminatas, cuando se desplazan de muy lejos, concentrándose la mayor afluencia el 31 de julio y el 1 de agosto, para llegar ante la imagen de la Virgen de los Ángeles el dos de agosto.

Después de esta actividad se hará la pasada de la Virgen de los Ángeles a la Catedral de Nuestra Señora del Carmen, de Cartago, por un mes, que culmina en la primera semana de setiembre, cuando de nuevo regresa la Virgen de los Ángeles a la Basílica.

Esta celebración de la pasada viene desde 1782. Actualmente se realiza cargándola los fieles en andas o en carroza, vestida de gala, por las calles de Cartago, que se preparan con alfombras de colores hechas con flores y aserrín.

Con esta pasada concluye formalmente toda la actividad veneradora de la Virgen de los Ángeles, que da inicio con la romería.

La Negrita: Virgen de los Ángeles

Orlando Navarro Rojas

Una alegría leer el artículo de Miguel Picado, acerca de la Negrita mito fundante de Costa Rica, y la unión del significado de las piedras con la naturaleza y a su vez la unión con el cielo.
Gracias por este gran aporte y recordarnos en este día la Vivencia que el pueblo costarricense, a través de su romería y veneración, expresa a la Madre del Señor.

La Negrita: la primera descolonizadora del Pueblo Costarricense

Otro elemento a resaltar, es que Ella se convierte en la primera descolonizadora costarricense, donde los habitantes de la Puebla de los Pardos, habían sido separados por los españoles que ubicaron la Cruz de Caravaca como límite, para que los que no eran blanco, no pudieran ingresar a los terrenos españoles; dicha cruz aún se encuentra en la carretera a Paraíso.

La Virgen con su aparición une a los indígenas, mulatos, mestizos, criollos y negros que eran bastantes. La aparición fue en 1643, como lo narra Mons. Víctor Manuel Sanabria:

La imagen que se venera la encontró una devota mulata en una piedra, el día 2 de agosto de 1643; es de grande aclamación; el año de 1653 confirmó las constituciones de la Cofradía de esta Soberana Señora el Ilmo. Sr Doctor Don Alonso Briceño y en 1739 el Ilmo Señor Doctor Domingo de Satarain hallándose en la visita de Cartago el día 14 de julio, a petición del clero y el pueblo de dicha ciudad hizo día fiesta el 2 de agosto, en que se celebra a la referida Nuestra Señora de los Ángeles (p118).

La Virgen unió a los Pardos, a los de color tierra, indígenas, negros, mestizos, mulatos, cholos como se les llama en Cartago, por medio de la Cofradía que se inició en 1652, organización y estructura que visibilizó en la provincia de Cartago y a todo Costa Rica, la devoción a la Virgen de los Angeles y las fiestas agostinas, mostrando especialmente la conjunción de las comunidades excluidas por los españoles.

El historiador Pbro. Miguel Benavides indica que:
Ante los argumentos y evidencias expuesto, podemos ensayar una conclusión: el culto a la Virgen, desde su inicio fue importante y nunca fue descuidado ni olvidado; más bien, fue defendido por la acción decidida de los negros y mulatos libres de la Puebla, acompañados de otros sectores medios y bajos de la sociedad, frente a quienes se opusieron y trataron de aprovecharse de la cofradía (p.84)

La devoción se convierte en estímulo, para luchar contra la colonización en todos los campos, pues Ella sigue vigente ante tanta destrucción que se hace en nuestro país y en América Latina.

Bajo el amparo de la Virgen de los Ángeles, nos aunamos al reto que nuestros antepasados nos hicieron, para seguir luchando contra lo que nos esclaviza y destruye, teniendo presente la colonización unida al sistema capitalista neoliberal que nos ha llevado a lo que la Iglesia católica denomina capitalismo salvaje.

La Negrita: promotora en la lucha contra el racismo

Al amalgamar las etnias en la Cofradía para que por medio de esta se evidenciara el ser costarricense: la hospitalidad convocada en las fiestas agustinas, la alegría manifiesta en el pueblo excluido por los españoles y enviado a las montañas; por el contrario la Negrita los atrae para vivir el encuentro y celebrar felizmente su fiesta, sin importar la etnia, el color, escalafón social, pues para Ella todos y todas eran iguales y su Cofradía los representada, menos a los españoles conquistadores.

Cerca de un siglo, la tradición de la Virgen de los Ángeles fue escasamente conocida en la ciudad de Cartago, y casi ignorada en el resto de la Provincia de Costa Rica. En el Siglo XVII, (…) la devoción de la Virgen de los Ángeles apenas arraigó entre los pardos. Ignorada, o poco menos, había sido la imagen en los españoles, y también por los sacerdotes con excepción de los párrocos. (Sanabria, V (1985) Cit p.202, 210-211 citado por Benavides p74)

La jerarquía de la Iglesia que con su puritanismo, crea la Pasada de la Virgen de los Ángeles hacia la parroquia de Cartago, para que Ella no se escandalizara de las actividades agostinas, dado el disfrute del pueblo, olvidando que el deseo era estar con el gente y vivir su regocijo, organización, sin distinción de color, impulsando la liberación del ser humano, donde todos somos diferentes, pero iguales en dignidad de Hijos de Dios.

La Negrita: promotora del desarrollo de la liberación de la mujer

A diferencia de otras apariciones, lo hace a una mestiza, que representaba a todas las mujeres de los Pardos; más adelante Mons. Sanabria le pone un nombre común para ese tiempo y un apellido, que se vuelve referente de todas las mujeres de la comunidad.

Dos mujeres se convierten en las protagonistas de la liberación española, del patriarcalismo, de la explotación, emancipadoras sociales, económicas, políticas y religiosas, siendo que la mujer no era reconocida, mucho menos si era indígena, negra, mestiza o criolla.

En la colonia el hombre indígena no era reconocido por su saber, poder y cualidades, mucho menos la mujer.

La Virgen, en cambio ubica a la mujer como protagonista de su aparición y que fuera reconocido su rol y su importancia dentro de la sociedad; razón por la cual es también promotora de la emancipación de las mujeres y de una visión diferente a la de los movimientos feministas actuales, que se unen a los sistemas colonizadores.

La Negrita traicionada por la jerarquía y la oligarquía costarricense

Con las acciones de la Virgen en favor del pueblo y contra los invasores Zambos Mosquitos y piratas ingleses, fue llevada en hombros por negros, indígenas, mestizos y criollos para no ser invadidos, logros alcanzados al igual que lo fueron en el caso de la Virgen de Ujarrás, tiempo atrás.

También fue el pilar para enfrentar terremotos y erupciones del Volcán Irazú, manifestando una vez más, que la Negrita protege y acompaña a sus hijos en los momentos más complejos, para salir adelante de situaciones de angustia, dolor y sufrimiento.

Es importante recordar que la Cofradía va tomando un papel preponderante, y recibe dinero de los negros, quienes también le donan una finca de cacao, para que la Cofradía pudiera hacer su capilla, así como restaurarla después de terremoto; mientras la jerarquía de la Iglesia era lejana, exceptuando al párroco Baltazar de Grados y a sus dos sobrinos sacerdotes quienes siempre estuvieron con el pueblo.

La Iglesia había ignorado a la Negrita como a su grey, pero se fusiona con la oligarquía naciente y se adueñan de la Virgen de los Ángeles, y en 1739 declaran Fiesta el 2 de agosto y en 1782 Patrona de Costa Rica; a través de estos acontecimientos llenan de oro, alhajas, piedras preciosas, dinero, las arcas de la Iglesia y Monseñor Thiel la corona de oro, además le ocultan su humilde vestido, para tapar su realidad, siendo que lo que Ella deseaba y desea es hacerse una con los ángeles quienes representan a sus hija e hijos costarricense, que a la fecha se acercan a Ella, buscando el calor, el cariño, la comprensión y protección de la Madre.

Miles y miles de ángeles que le demuestran amor, respeto, agradecimiento con cada paso de la romería, pues cuentan con la certeza de que Ella está presente y es caminante de su peregrinar, para ser inherente de la Iglesia de los Pobres.

Imagen: Asociación Puebla de Pardos.

Texto compartido con SURCOS por Ítalo Fera Fallas.

Felicidades para quienes lleven por nombre Ángel o Ángeles

José Luis Pacheco Murillo

Hoy celebramos en Costa Rica el día de la Virgen de Los Ángeles, en virtud del hallazgo de la imagen que ahora se venera, el 2 de agosto de 1635. Además, fue declarada Patrona de Costa Rica el 24 de septiembre de 1824: Nuestra Señora de los Ángeles es declarada por la Asamblea Constituyente y del Estado la Patrona Oficial de Costa Rica: «El Congreso Constituyente del Estado de Costa Rica ha tenido a bien decretar y decreta: La Virgen de los Ángeles Madre de Dios y Señora nuestra es, y será en lo sucesivo la Patrona del estado de Costa Rica».

Hay quienes interpretan esta aparición como una forma a través de la cual Dios quiso llegar hasta los más pobres y necesitados. El aparecer en el sector de “Los Pardos” en Cartago, en donde se encontraban los mestizos y los criollos y al ser su figura como la de los habitantes de esas zonas, con piel oscura y facciones indígenas. Era una forma de acercarse a aquellos que vivían en el olvido y en el abandono. Como una forma de hacer que esos tuvieran su propia Virgen ya sus los poderosos y acaudalados tenían la Virgen traída de España con sus facciones y vestidos ligados a esa nación: la Virgen de Ujarrás, conocida como la “Virgen Macha”.

La veneración a la Virgen de Los Ángeles ha crecido enormemente, no solo en Costa Rica sino que se ha extendido a otros países y cada 2 de agosto muchos visitan nuestro país para participar en una de las actividades piadosas más concurridas. Este año se esperan más de dos millones de peregrinos en la romería a la Basílica de Cartago. Y es que el 2 de marzo de 1862: el sumo pontífice Pío IX, concede a perpetuidad indulgencia plenaria a quien visite el Santuario de los Ángeles.

Sin muchísimos los testimonios de milagros concedidos a través de la intercesión de la Virgen de Los Ángeles y por eso cada año crece la admiración y la devoción hacia La Negrita de Los Ángeles, como también se le conoce por su aspecto.

Dios quiera que esa devoción siga creciendo y transmitiéndose de generación en generación y que sea motivo de un avivamiento de la fe hacia Él.

El Opus Dei contra Cristo

Luis Alberto Salas

 

El Opus Dei es una corriente de derecha en la Iglesia Católica que está buscando poder dentro de la estructura eclesiástica. Para esto ha gestado el apoyo de parte de sus miembros católicos al partido Renovación Nacional durante este proceso electoral. Su propósito es que los Cristianos Evangélicos y otras religiones contrarias a la Católica lleguen a Gobernar Costa Rica. Ellos saben que esto crearía un ambiente de conflicto y enfrentamiento entre Católicos y protestantes y siendo que estos últimos van a mandar en el poder Ejecutivo, Legislativo y tendrán a su merced el Poder Judicial y el Tribunal Supremo de Elecciones; vendrán a imponer sus “tesis religiosas” ante los católicos a quienes tienen envidia por ser la Religión Oficial del Estado.

Por otro lado, una corriente de cristianos estadounidense y otros países de Europa, más conocidos como los neopentecostales, están metiendo sus manos en los procesos electorales de Latinoamérica para tomar los gobiernos y poder lavar millones de dólares recibidos en sus diezmos y “ayudas” que reciben de sus seguidores. Esto es avalado por el gobierno de los EEUU.

Es increíble que católicos costarricenses voten por RN, sabiendo lo que piensa su candidato de la Virgen de los Ángeles:

CAPITULO 14

La Virgen de Los Ángeles en Cartago

El tema de la virgen de Los Ángeles es un verdadero tabú en Costa Rica; lastimosamente el pueblo católico romano no permite dialogar sobre el mismo sin sentirse terriblemente ofendido. Aquí, el prejuicio y la tradición religiosa pueden más con ellos que la razón y la Biblia. Con todo y eso, este es un espíritu babilónico que debe caer (su influencia), si queremos un Avivamiento en Costa Rica… Desde la perspectiva de la enseñanza planteada al inicio de este capítulo, sobre los alineamientos satánicos de templos y ruinas, La Basílica de Los Ángeles en Cartago es de vital importancia para Satán…

El movimiento del país, depende en un porcentaje altísimo de este personaje (la virgen) religioso, que según nos enseña La Biblia no es ni más ni menos que un espíritu inmundo de alto nivel disfrazado en medio de un sistema religioso.

Cada año, ciertos personajes políticos, religiosos y el pueblo (algunos) intentan (con conocimiento o ignorancia) renovar su pacto nacionalmente (el 2 de Agosto de cada año). Esto postra a gran parte del país ante los poderes del infierno y lo que es más peligroso, pacta a la gente y al territorio con el diablo. De ahí que entre más romerías, más corrupción, maldad y violencia tenemos en nuestra patria….

Esta potestad de mariolatría debe ser aniquilada y totalmente anulada. La Iglesia de Jesucristo, tiene el poder para hacerlo. Solo el pueblo de Cristo, haciendo uso de su autoridad y unción podrá atarla hasta impedir sus movimientos…

Debemos reprender el poder de ese demonio para que se suelten las amarras de tanto pueblo esclavizado e ignorante de las verdades del Evangelio Eterno.

Nuestra meta de oración como Iglesia Nacional debe ser secar esa fuente de control idolátrico. Nuestros esfuerzos mayores en la intercesión y en la guerra espiritual estratégica deben ir orientados a deshacer esa corriente de influencia pagana, idolátrica y babilónica. Amén.

CAPITUL015 Cartago caerá en manos del Espíritu Santo

En el año de 1986, cuando lideraba un fresco mover del Espíritu en mi país que denominamos «Restauración de todas las cosas», el Señor nos entregó una visión tremenda sobre el Avivamiento de Costa Rica: Esta fue la visión del Espíritu:

«Apareció una enorme Basílica en Cartago y sobre ésta se posó una nube enorme muy blanca. De la nube salió una mano vigorosa y bajó hasta la cúpula de la enorme catedral. La mano con fuerza arrancó la cúpula y abrió el panorama de lo que realmente sucedía en lo espiritual adentro del templo. Abajo, en el piso, apareció un gran trono y sentado en el mismo una figura grotesca; un gorila gigantesco que tenía un cetro en una de sus garras y una corona en su cabeza (era el verdadero ser entronizado en Cartago a través de la adoración idolátrica). De pronto, la mano se metió en el templo tomó al gorila en el medio, a la altura de lo que podría ser su cintura, estando de pie; lo apretó, sacó en el aire y lo tiró con fuerza en el mar donde se hundió. Luego, la nube cubrió el lugar y empezó el Avivamiento…

No creo que exista en nuestro país más ignorancia que esta.

Como decíamos el Opus Dei crearía un conflicto que pondría en jaque la religión Católica y esto daría pie a una solicitud de emergencia al Vaticano para el nombramiento de un Cardenal en Costa Rica, siguiendo la tradición creada durante los conflictos bélicos en Centroamérica durante los años ochenta. Este sería un voto más en la elección del Sumo Pontífice en el Vaticano cuando llegue el momento de nombrar un nuevo Papa y esto le daría al Opus Dei un gran margen de negociación y poder dentro de la Iglesia Católica. Este es el propósito que al parecer buscan con toda esta maraña que se ha creado en torno a las elecciones nacionales.

Dios debe estar en la Constitución y las leyes de nuestro país, pero no así sus pastores, sacerdotes y demás miembros de las iglesias que dicen ser de él. Esas religiones deben aplicar las enseñanzas de Jesús: dad al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios. En política, el deber de todo católico y cristiano es denunciar la corrupción, tal y como lo hizo Juan el Bautista.

 

*Imagen con fines ilustrativos tomada de abrelatas11 – WordPress.com

Enviado a SURCOS por el autor.

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