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Etiqueta: Vladimir de la Cruz

Un ligero recorrido de las luchas de los trabajadores y migrantes en Estados Unidos

Vladimir de la Cruz

Las luchas sociales, las protestas sociales, las luchas de los trabajadores y sus movimientos laborales, como las luchas políticas de los trabajadores en los Estados Unidos tienen una larga historia. Las hay de diverso tipo, laborales, antiesclavistas, contra la discriminación racial, por los derechos civiles, contra la segregación en las escuelas de negros y de latinos, como por los derechos humanos en general.

La historia estadounidense es rica en este tipo de acontecimientos y de experiencias históricas. Con frecuencia se dan estas luchas y movimientos.

En el campo laboral destaca internacionalmente la lucha de los trabajadores estadounidenses, a finales del siglo XIX, por lograr la jornada de trabajo de 8 horas, la que se impuso y dio lugar a la celebración cada 1 de mayo, desde 1890, a marchas reivindicatorias de derechos laborales y de defensa de conquistas sociales, salariales y laborales logradas.

Las luchas contra la esclavitud en los Estados Unidos son también muy ricas, heroicas y dramáticas. Aunque la esclavitud haya sido eliminada y prohibida siguen estando presentes esas luchas por las condiciones de trabajo, de seguridad e higiene laboral, por los bajos salarios y malas condiciones de vida a la que son sometidos, en ciertas ramas de la producción de los Estados Unidos, especialmente agrícolas, en los Estados sureños, miles de trabajadores, especialmente migrantes, no solo negros, migrantes de Latinoamérica, en particular mexicanos, hondureños y salvadoreños junto a otros grupos de ciudadanos migrantes de otras nacionalidades y continentes.

En 1903, en Oxnard, California, trabajadores agrícolas mexicanos y japoneses organizan el primer sindicato de trabajadores agrícolas, la Asociación Laboral Mexicana-Japonesa (JMLA), que fue el primer sindicato en ganar una huelga en el sector agrícola de California.

La huelga repercutió para que desde 1904 el gobierno estadounidense estableciera una patrulla fronteriza para controlar y evitar el flujo migratorio de trabajadores asiáticos que llegaban desde México.

En 1905 la dirigente laboral Lucy Gonzales Parsons, en San Antonio Texas, impulsó la fundación de los Wobblies, que eran parte del sindicato Trabajadores Industriales del Mundo (IWW). Trabajadores de este sindicato, que laboraban en Panamá, en una ocasión, a principios del siglo XX, fueron traídos a Costa Rica, para romper una huelga bananera y cuando llegaron y se dieron cuenta para que los traían, se sumaron solidariamente a la huelga. Uno de los principales dirigentes de la IWW fue John Reed, quien también fue uno de los primeros dirigentes del recién fundado Partido Comunista de los Estados Unidos en aquellos años, fallecido en los inicios de la Revolución Rusa en Moscú, y el único dirigente comunista revolucionario extranjero sepultado en Kremlin.

Con la Revolución Mexicana hubo contactos muy importantes de los dirigentes obreros de la Confederación Revolucionaria Obrera de México, CROM, dirigida por los hermanos Flores Magón, de tradición anarquista-socialista, con los sindicatos estadounidenses de esos años.

Había llegado a los Estados Unidos buscando seguridad que no le daba la Revolución Mexicana en ese momento. Esto llevó a Ricardo Flores Magón a la cárcel en Los Ángeles, junto a su hermano Enrique y otros dirigentes en 1911, acusados, por sus luchas sociales y laborales, de promover la rebelión en Baja California. En 1915 y 1916 volvió a ser arrestado, junto a su hermano en Los Ángeles. En 1918 los condenaros a 21 años de prisión en el Estado de Washington. En esa época el organismo anterior al FBI, el Bureau of Investigation, vigilaba a los inmigrantes y acosaba a los dirigentes obreros. En 1922, el 21 de noviembre, en prisión estadounidense murió Ricardo Flores Magón.

LA CROM había tenido relaciones epistolares con José María Zeledón Brenes, entonces secretario del Centro de Estudios Sociales Germinal, que dirigía con Joaquín García Monge, Omar Dengo, Carmen Lyra entre otros.

En 1911 se realizó en Laredo, Texas, el Primer Congreso Mexicanistas, como primera gran convención de mexicanos para organizarse contra la injusticia social.

En 1912 Nuevo México, se incorporó como estado de la Unión Americana, estableciéndose en su Constitución como un estado bilingüe, español inglés, garantizando fondos para la educación bilingüe.

Con motivo de la participación de los Estados Unidos en la I Guerra Mundial facilitaron la emigración latina, como mano de obra, que la necesitaban.

En 1919 en Laredo, Texas se constituyó la Confederación Obrera Panamericana, COPA. El movimiento obrero costarricense se hizo representar con el escritor Joaquín García Monge, y el movimiento obrero nicaragüense con el poeta Salomón de la Selva.

En 1921 se creó la organización de trabajadores latinos “La Orden Hijos de América”, en San Antonio Texas, para crear conciencia sobre cuestiones de derechos civiles y luchar por salarios justos, educación y vivienda. Este mismo año se aprobó la Ley de Inmigración que restringió la entrada de europeos, por presión de empresas agrícolas.

En Los Ángeles, en 1927, la Confederación de Uniones Obreras Mexicanas (CUOM) se convierte en el primer esfuerzo a gran escala para organizar y consolidar a los trabajadores mexicanos, lo que facilitó que en 1928 se eligiera en Nuevo México, el primer senador latino de Estados Unidos.

Varias organizaciones de servicios latinos se fusionan en 1929, para formar la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC), para luchar contra la discriminación y la segregación, y promover la educación entre los latinos.

En 1931, en Ybor City, Tampa, Florida, se da la primera huelga laboral demandando que no se impidiera en las fábricas de tabaco el trabajo de los “lectores”, que eran personas que leían libros y revistas en voz alta para ayudar a los torcedores de tabaco a pasar el tiempo, acusados, los “lectores”, de radicalizar a los trabajadores. Estos lectores se dieron en México, en el Caribe y entre los zapateros de Costa Rica, como lo relata Carlos Luis Fallas en su cuento “El Taller”.

En 1933, en la recolección de fresas, los sindicatos de trabajadores latinos de la empresa El Monte realizaron la huelga agrícola, que en aquella época se consideró la más grande realizada, que reivindicaba la defensa y aumentos de salarios.

En 1938, el 4 de diciembre, el Congreso del Pueblo de Habla Española celebra su primera conferencia en Los Ángeles. Fue fundado por Luisa Moreno y dirigido por Josefina Fierro de Bright, considerado el primer esfuerzo nacional para reunir a trabajadores latinos de diferentes orígenes étnicos, cubanos y españoles de Florida, puertorriqueños de Nueva York, mexicanos y mexicoamericanos del suroeste.

Un año más tarde, John Steinbeck, el gran novelista, publica Las uvas de la ira, como una denuncia sobre la difícil situación de los trabajadores migrantes en la industria del cultivo de uvas de California.

En 1942, ingresado Estados Unidos a la II Guerra Mundial, aliado a la Unión Soviética, Gran Bretaña y Francia en su lucha antifascista, se impulsa el Programa Bracero que permite a los ciudadanos mexicanos trabajar temporalmente en Estados Unidos, programa que se aplicó hasta 1964.

Los conflictos raciales también empezaron a manifestarse, en 1943, en Los Ángeles, con enorme represión policial y militar.

En 1944, el senador del Estado de Nuevo México, Dennis Chávez, presenta el primer Proyecto de Ley de Prácticas Justas de Empleo, que prohíbe la discriminación por motivos de raza, credo u origen nacional, que fue el antecedente de la Ley de Derechos Civiles de 1964.

Al terminar la II Guerra Mundial, los veteranos latinos, que regresaron, organizaron el Foro Americano de GI en Texas para combatir la discriminación y mejorar la situación de los latinos, que logró formar filiales en 23 estados.

En 1945, padres mexicoamericanos demandaron a varios distritos escolares de California, impugnando la segregación de estudiantes latinos en escuelas separadas, logrando con ello que la Corte Suprema de California fallara en su favor argumentando que la segregación viola los derechos constitucionales de los niños.

En la época del macartismo, entre 1953 y 1958, la «Operación Espalda Mojada», hizo que el Servicio de Inmigración de Estados Unidos arrestara y deportara a casi 4 millones de latinoamericanos.

En 1963, por el impacto de los cubanos que huyeron de la Revolución Cubana, radicados en Miami, lograron que se estableciera el primer programa de educación bilingüe del país en escuelas públicas, subvencionado por la Fundación Ford.

En 1965, César Chávez y Dolores Huerta fundaron la Asociación de Trabajadores Agrícolas Unidos, UFW, en Delano, California, que se convierte en el sindicato de trabajadores agrícolas más grande e importante del país. Con César Chávez, y su movimiento, puedo decir, que tuve contactos solidarios en su lucha cuando me iniciaba en la lucha estudiantil universitaria. Dolores Huerta fue la primera mujer en liderar un sindicato de este tipo. Bajo su liderazgo, la UFW se unió a una huelga iniciada por recolectores de uva filipinos, en Delano, que se convirtió en uno de los movimientos de justicia social más importantes para los trabajadores agrícolas en Estados Unidos.

Por razones políticas, anticomunistas, el Congreso de Estados Unidos aprobó, en 1966, la Ley de Ajuste Cubano-Americano, que permitió a los cubanos que residieran en Estados Unidos al menos un año obtener la residencia permanente. Ningún otro grupo de inmigrantes había recibido este privilegio antes ni desde entonces.

En 1968, estudiantes latinos de secundaria en Los Ángeles realizaron huelgas en toda la ciudad en protesta por el trato desigual del distrito escolar, reclamando que se les permitiera hablar español en la propiedad escolar, y se les permitiera usar el baño durante el almuerzo.

Eran los días en que las universidades estadounidenses, y las de California, con sus estudiantes y profesores se levantaran contra la guerra en Vietnam, y se estableciera el “Fondo México-Americano de Defensa Legal y Educación” para la protección de los derechos civiles de los mexicano-americanos.

En la década siguiente, 1970-1980, organizaciones progresistas en comunidades mexicanas, filipinas, árabes y otras comunidades de inmigrantes, organizaron trabajadores documentados e indocumentados, para luchar por la legalización y los derechos sindicales contra las redadas del Servicio de Inmigración y Naturalización (INS) y contra la brutalidad de las fuerzas de seguridad migratorias.

El Departamento de Salud, Educación y Bienestar de EE. UU., en 1970, emite un memorándum indicando que a los estudiantes no se les puede negar el acceso a los programas educativos debido a su incapacidad para hablar o comprender inglés. El Congreso aprobó la Ley de Igualdad de Oportunidades Educativas de 1974 que permitió ampliamente la educación bilingüe en las escuelas públicas. En 1975 el Congreso votó a favor de ampliar la Ley de Derecho al Voto de EE. UU., imponiendo la asistencia lingüística en los colegios electorales, favoreciendo a los nativos americanos, los asiático-americanos, los nativos de Alaska y los latinos.

En 1985 se produjo la primera «Consulta Nacional sobre los Derechos de los Inmigrantes» para «visibilizar los problemas y destacar el papel positivo de los inmigrantes en la transformación de la sociedad estadounidense».

El 6 de noviembre de 1988, el Congreso aprobó la Ley de Reforma y Control de la Inmigración (IRCA), que otorga la legalización a ciertos trabajadores indocumentados, incluidos los trabajadores agrícolas, y establece sanciones a los empleadores que contraten trabajadores indocumentados.

En 1990, la Delegación de California Contra la Violencia de Odio documenta los crecientes abusos de los derechos humanos por parte de agentes del INS y ciudadanos privados contra los migrantes en el área fronteriza entre San Diego y Tijuana.

En 1992, el Departamento de Policía de Los Ángeles toma medidas enérgicas contra los inmigrantes latinos durante la «rebelión de Los Ángeles», después del veredicto de «no culpable», que se dictó en el caso de brutalidad policial de Rodney King.

En el 2001, después de los atentados terroristas del 11-S, los estadounidenses de origen árabe y otras personas de ascendencia de Oriente Medio empezaron a sufrir reacciones violentas en Estados Unidos, con aumento de los delitos de odio, el acoso y la discriminación policial, que se extendió a otros grupos de inmigrantes, motivo por el cual algunos políticos pidieron la construcción de un muro entre Estados Unidos y México.

En el 2003, los latinos fueron declarados la minoría más grande del país, superando a los afroamericanos, de acuerdo con las nuevas cifras del Censo que mostraron que la población latina estadounidense era de 37,1 millones, que proyectaba una triplicación para el año 2050.

En el año 2004 se impulsa el “Proyecto Minuteman” que comienza a organizar a activistas antiinmigrantes en la frontera entre Estados Unidos y México, grupo que se considera una patrulla fronteriza ciudadana.

En el 2006 el presidente George W. Bush reautorizó la Ley de Derecho al Voto, denominada «Ley de Reautorización y Enmiendas a la Ley de Derecho al Voto de Fannie Lou Hamer, Rosa Parks, Coretta Scott King y César Chávez de 2006», que autorizaba las papeletas de votación de manera bilingüe, que querían eliminar.

El 1 de mayo del 2006, Día Internacional de los Trabajadores, cientos de miles de inmigrantes latinos y otros participan en el “Día Sin Inmigrantes” boicoteando el trabajo, la escuela y las compras, para simbolizar las importantes contribuciones que hacen los inmigrantes a la economía estadounidense.

Este año, 2006, se inicia un debate en el Congreso de Estados Unidos para criminalizar a los inmigrantes indocumentados.

Más recientemente, las acciones violentas de la policía que han resultado con la muerte de Tyre Nichols, en Memphis, Tennessee y de George Floyd, en Minneapolis, han agitado más a las comunidades afrodescendientes e inmigrantes en la defensa de sus derechos y libertades constitucionales en Estados Unidos.

Los sucesos que agitan desde el 6 de junio, al Estado de California, son tan solo los estertores que empiezan a sonar anómalamente en la sociedad norteamericana, que está revolviéndose en profundas contradicciones y acciones políticas y sociales.

Las acciones de los agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) que realizaron redadas en vecindarios del condado de Los Ángeles, que es uno de los territorios declarados «santuario» de migrantes, han sido un detonante que ha obligado, por la fuerza institucional del Presidente Trump, movilizar la Guardia Nacional y la Marina de los Estados Unidos, violando la Constitución Política de ese país, en oposición al clamor de la autoridades estatales, que entienden que esa política puede incendiar la pradera.

Estas fuerzas policiales y militares no están autorizadas a ejercer funciones de control civil, salvo que se invoque la Ley de Insurrección, que el presidente Trump ha señalado que va a declarar.

Acciones inconstitucionales contra la Administración Trump, por desplegar la Guardia Nacional sin su consentimiento, ha dicho Gavin Newsom, el Gobernador, que va a establecer.

La “ciudad santuario” en Estados Unidos se estableció para garantizar y dar seguridad a los migrantes que se consideran en condición irregular. Son estados, condados o ciudades que limitan su colaboración con las autoridades federales en la aplicación de leyes migratorias.

Las “ciudades santuarios” empezaron a surgir en la década de 1980, cuando algunas iglesias ofrecieron refugio a personas que huían de conflictos armados en Centroamérica. Durante la primera presidencia de Donald Trump, muchas ciudades gobernadas por demócratas reforzaron su estatus de santuario. Así lo hizo, Los Ángeles, la segunda ciudad más grande del país, que formalizó su condición de santuario mediante una ordenanza municipal que prohíbe el uso de recursos locales para colaborar con las autoridades federales de inmigración.

En California, en Los Ángeles, hay 11 millones de migrantes, que representan el 29% de su población y representan el 24% de todos los nacidos en el extranjero que viven en Estados Unidos. En este momento se estima que la mitad de los niños en el Estado de California tienen al menos un padre inmigrante y más de un tercio de los adultos, en edad laboral, nacieron fuera del país.

La población migrante en California está concentrada en las zonas y regiones metropolitanas costeras, especialmente en condados como Los Ángeles, Santa Clara y San Francisco.

Los migrantes en este Estado son principalmente de México, Filipinas, China, India y Vietnam.

Las protestas y movilizaciones que se están realizando en California se han replicado ya en otras ciudades de otros estados, como New York, Chicago y Atlanta, advirtiendo la posibilidad de movimientos nacionales en todo el territorio estadounidense, exigiendo la libertad del líder sindical David Huerta, presidente del sindicato SEIU de California.

De crecer este movimiento puede ampliarse a la lucha por la defensa de las universidades, que están siendo afectadas por la reducción de apoyos estatales, por la expulsión de estudiantes extranjeros de ellas, por los derechos LGBTQ+, a favor de los derechos de los gays y la lucha por la igualdad de derechos, la lucha por los derechos civiles y la libertad de opinión y de prensa también amenazadas por el presidente Trump, así como por la lucha por la igualdad en el empleo y la educación entre los inmigrantes chinos y japoneses, que se ha visto amenazada.

Las luchas de las comunidades migrantes y del pueblo estadounidense debemos apoyarla.

Los sindicatos, las organizaciones estudiantiles y las organizaciones sociales deben apoyarlas.

En la defensa de la lucha de los inmigrantes de los Estados Unidos está la defensa de los trabajadores latinoamericanos, centroamericanos y aquellos costarricenses que se encuentren en esa situación.

Compartido con SURCOS por el autor.

¿Qué es lo que realmente se quiere con la nueva jornada de trabajo de 12 horas si ya existe su autorización?

Vladimir de la Cruz

La jornada de 12 horas existe constitucional y legalmente en Costa Rica. No hay necesidad de estar impulsando un proyecto de Ley que establezca de manera precisa una jornada ordinaria de 12 horas diarias, como se pretende en la Asamblea Legislativa.

En el mundo, la jornada de ocho horas diarias se logró, como resultado de la lucha de los trabajadores europeos y estadounidenses a finales del siglo XIX.

Las huelgas generales que agitaron los Estados Unidos en la década de 1880-1890 establecieron, por las huelgas realizadas en 1886, especialmente en la ciudad de Chicago el reconocimiento y establecimiento de esa jornada para el 80% de los trabajadores que se habían movilizado en esas luchas.

En 1888 el movimiento obrero de los Estados Unidos se aprestó a continuar esa lucha el 1 de mayo de 1890 para asegurar la jornada de ocho horas en todos los Estados Unidos.

El 1 de mayo de cada año se discutía, en asambleas directas entre trabajadores y patronos, los contratos de trabajo y las condiciones de trabajo del año siguiente. Por ello, la huelgas para que el 1 de mayo de 1886 y de 1890 se negociara los contratos de trabajo, en estado de huelga, con la consigna de las ocho horas como jornada diaria de trabajo.

En 1889 dos congresos obreros de trabajadores socialistas en Francia se sumaron a la convocatoria de las huelgas y luchas que se realizarían en 1890. El Congreso de trabajadores reunido en la Sala Petrelle acordó, además, declarar y establecer el 1 de mayo de cada año, como un día internacional de lucha de los trabajadores, donde cada año, ese día, se pudiera hacer un balance de las luchas realizadas y trazar una agenda de nuevas luchas para el año venidero. Ese es el significado que tiene el 1 de mayo como día internacional de los trabajadores.

Desde entonces se realiza y celebra el 1 de mayo como Día Internacional de Lucha de los Trabajadores, en el cual se reivindican derechos laborales y sociales, se defiende como parte de las demandas la jornada de ocho horas, se lucha por alza de salarios, como elementos centrales de las movilizaciones obreras y de los trabajadores, junto a la defensa de los derechos de organización sindical, de huelga y de negociación colectiva.

En Costa Rica la lucha internacional de la jornada de ocho horas de 1886 fue seguida por la prensa diaria que se publicaba, dando detallada información de las luchas que se iban haciendo.

La Encíclica papal Rerum Novarum de 1891 recogió estas luchas y la Iglesia Católica se pronunció a favor de la jornada de ocho horas, del derecho de organización sindical, del derecho de huelga y del derecho a un justo salario. El Obispo de Costa Rica Bernardo Augusto Thiel, en 1893, recogiendo los lineamientos de la Encíclica, en su Carta Pastoral No. 30, se pronunció en igual sentido.

A principios del siglo XX los intelectuales Joaquín García Monge, Omar Dengo, José María Zeledón Brenes, autor de la Letra del Himno Nacional, Carmen Lyra, entre otros, fundadores del Centro de Estudios Sociales Germinal, impulsaron la gestación de la Confederación General de Trabajadores, en 1913, y en mayo de ese mismo año, convocaron a la celebración del primer Primero de Mayo, como día internacional de lucha de los trabajadores en Costa Rica. Desde entonces se ha celebrado y realizado esa fecha, y se han organizado marchas de trabajadores. Excepcionalmente, en pocos años no se celebró en la calle.

En 1918 trabajadores de la madera, ebanistas y carpinteros realizaron luchas para obtener la jornada de ocho horas de trabajo.

La Organización Internacional del Trabajo, fundada en 1919, al terminar la I Guerra Mundial, hoy organismo parte de las Naciones Unidas, estableció en su Primer Convenio, en 1919, la jornada de trabajo como un derecho universal de los trabajadores, ratificado por Costa Rica el 1 de marzo de 1982.

En 1920, huelgas en el sector de Obras Públicas, lograron en febrero la jornada de trabajo de ocho horas con un reconocimiento al derecho de huelga y de organización sindical. Resultado de esa lucha, se impulsaron huelgas ese año en diferentes sectores de la producción y de la economía y, en diciembre, el gobierno hizo el decreto estableciendo la jornada de ocho horas de trabajo en todo el país. La jornada no se cumplió plenamente y en el programa del Partido Reformista, en 1923, como en el del Partido Comunista, de 1931, se clamó por el cumplimiento de esa jornada.

En la década de 1940-1950, durante el gobierno del Dr. Rafael Angel Calderón Guardia, 1940-1944, en el contexto de la crisis internacional provocada por la II Guerra Mundial, se aprobó la Reforma a la Constitución Política de 1871, para introducir en ella, el capítulo de las Garantías Sociales, y el Código de Trabajo, también aprobado ese año.

En las Garantías Sociales como en el Código de Trabajo se estableció la jornada de ocho horas de trabajo, como jornada máxima diaria, con posibilidad de extenderla por un máximo de cuatro horas diarias, reconociendo en esas jornadas extraordinarias un sobrepago de un 50% adicional al valor de cada hora ordinaria. De manera que, por ejemplo, si una hora de trabajo se paga a 1000 colones, para un total de 8000 colones al día, por cada una de las horas extraordinarias se pagaría a 1500 colones cada una, para un total de 6000 colones adicionales a la jornada ordinaria, obteniéndose un salario completo de 14000 colones por día.

En aquellos días del Gobierno de Calderón Guardia, 1940-1944, existió hasta 1945, el Centro de Estudios para los Problemas Nacionales, que reunía a los jóvenes, intelectuales y otras personalidades que se identificaban con la Social Democracia. De ellos, Otto Fallas Monge, Rodrigo Madrigal Nieto, Abel Castro Hidalgo, Luis Alberto Monge Álvarez, Mario Rodríguez Rodríguez y Rodrigo Odio González redactaron un Proyecto de Código de Trabajo, que fue presentado, tiempo después, a la Junta de Gobierno Fundadora de la II República, en cuyo artículo 158 establecieron que la jornada ordinaria de trabajo no podría ser mayor de ocho horas diarias, y en el artículo 162 establecieron que la jornada extraordinaria sumada a la ordinaria no podía exceder las doce horas al día. En el artículo 160 señalaron claramente que la jornada extraordinaria debía ser pagada con un 50% adicional al valor de la jornada ordinaria. Este Proyecto de Código no se aprobó. Se mantuvo el de 1943, que reguló en los términos ya dichos, que se llevó a la Constitución Política, en su artículo 58, la jornada de 8 horas ordinaria y la extraordinaria de 4 horas, reconociendo y obligando el pago del 50% adicional por cada hora de trabajo extraordinario. Se señaló claramente, en su artículo 59, “todo sin perjuicio de las excepciones muy calificadas que el legislador establezca”, que no tienen nada que ver con este régimen de jornadas laborales. Las excepciones están establecidas en la misma Constitución y el Código de Trabajo, que tienen que ver con regulaciones de trabajo de mujeres, de niños, en condiciones insalubres y peligrosas, entre otras.

Esta es la legislación vigente en el país. Es la legislación que debe cumplirse y respetarse en Costa Rica

Desde entonces este régimen de jornadas se aplica en Costa Rica. Puede haber empresas y patronos que no las cumplan, lo que queda para los Tribunales de Justicia en la materia laboral resolver si así se denuncia, o ante el Ministerio de Trabajo si ante ese Ministerio así se evidencia y denuncia. Aún así, toda empresa que quiera operar en el país, nacional o extranjera, y todo patrón nacional o extranjero, sabe esta obligación laboral al iniciar sus actividades empresariales, productivas o patronales.

Si vienen empresas extranjeras al país se ven obligadas a cumplir estos extremos de la legislación constitucional y laboral costarricense. Todas las que han venido así lo han hecho. Cuando se pide información para venir a invertir al país así también se les da a conocer. A ninguna empresa, empresario o inversionista se le puede ofrecer algo que en materia laboral no existe en el país. Los que vienen e invierten acatan y se someten a estas disposiciones laborales, de la misma manera como lo hacen los costarricenses que invierten y desarrollan empresas en el extranjero, que tienen que adaptarse y cumplir las leyes de esos países.

Las transformaciones de la economía mundial que repercuten en el país no alteran sistemas de trabajo y de jornadas existentes. En Costa Rida hay empresas y actividades económicas que trabajan de manera continua las 24 horas. Esto es permitido y es real su existencia. En ellas trabajan tres turnos de trabajadores de 8 horas, o bien dos turnos de 12 horas de trabajadores, si así lo pactan y si así se les reconoce el pago extraordinario. Esto no es ilegal ni inconstitucional.

¿Por qué entonces quieren modificar la jornada tope de ocho horas diarias, para extenderla a una jornada tope de 12 horas diarias, eliminando el carácter de las cuatro horas extraordinarias, sobre las ocho ordinarias? Simplemente, para no pagar el 50 % adicional que se debe pagar por esas horas extraordinarias. Simplemente, para ahorrarle al patrono, al empresarios, al inversionista, nacional o extranjeros, ese pago. Simplemente, equivale a aumentarle la ganancia y su riqueza a ese empresario, inversionista o patrono, y a la vez reducirle el salario o ingreso al trabajador, con las repercusiones que esto tiene al aguinaldo, que también se verá disminuido, y a la pensión futura que también se le disminuirá, más gravemente si también se aprueba la extensión de los años de retiro laboral, a los 70 años, como se quiere hacer en paralelo con esta reforma al régimen de la jornada de trabajo de 8 horas.

Lo que se quiere es llevar a la población del país a situaciones de pauperización cada vez más agudas, con menos capacidad de consumo, por falta de ingresos o salario débiles y bajos. Es provocar mayor desempleo y trabajo informal. Es provocar una mano de obra más barata, en amplia lucha de clases y sectores de clase, pujando por emplearse al más bajo salario. Es el empobrecimiento general del país lo que se impulsa con este proyecto de la ley esclavista que quieren imponer los diputados chavistas del gobierno, los de Fabricio Alvarado y su partido Nueva República, los de la Unidad Social Cristiana, algunos de Liberación Nacional en comparsa con otros independientes.

Valientemente están impulsando este Proyecto de Ley esclavista en un año electoral. Ya veremos con qué canto de sirena lo harán y engatusarán a los ciudadanos con este proyecto de ley de las 12 horas de trabajo diario, pagadas a menor valor o precio.

Como la jornada de 12 horas existe constitucional y legalmente en Costa Rica, pagando extras, no hay necesidad de imponer una jornada que no reconozca este pago extra.

Compartido con SURCOS por el autor.

La jornada de 12 horas no se justifica, ni es necesaria

Vladimir de la Cruz

Cuando se invita a empresas y a empresarios extranjeros a invertir en Costa Rica, los organismos especializados en la atracción de capitales y de la llamada Inversión Extranjera Directa, les informan del entorno jurídico que van a tener, relacionada con impuestos, exoneración de impuestos, ventajas fiscales, seguridad jurídica existente en el país, capacidad intelectual nacional de personas preparadas para las nuevas tecnologías y ciencias informáticas, así como de otras ventajas nacionales para esas empresas y empresarios.

Una información valiosa que se les suministra es el cumplimiento de la legislación nacional de trabajo, el régimen jurídico que lo regula y las obligaciones que se tienen con los trabajadores, relacionadas con jornadas, salarios, libertades de asociación laboral.

Así operan, y están obligadas a hacerlo, la Asociación de empresas de Zonas Francas de Costa Rica, la Cámara de Comercio, la Cámara de Industrias, la Unión de cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial, la Cámara de Exportadores de Costa Rica, la Cámara de Comercio Exterior, y la Cámara de Comercio Norteamericana Costarricense.

Hace algunos años, cuando fui Embajador en Venezuela traje al país grupos empresariales venezolanos, en una ocasión 56 empresarios, que se reunieron con sectores empresariales nacionales con la intención de comprar productos nacionales y de realizar inversiones en el país. En todas las sesiones que pude participar de esos encuentros pude aquilatar y valorar el papel de los empresarios nacionales informándoles a los venezolanos de los aspectos legales que debían cumplir y someterse, entre ellos la legislación laboral y social. Siempre que he puesto ese ejemplo de relación he destacado la responsabilidad de los empresarios, en esas cámaras, de hacer valer esa legislación. La realidad puede ser otra, pero fui testigo de que se les informaba de sus obligaciones., especialmente en el campo laboral y social.

Desde principios del siglo XX se viene intentando introducir en el país la jornada de trabajo de 12 horas diarias, por cuatro días a la semana, lo que se ha llamado popularmente la ley de la jornada 4-3, que garantiza el cumplimiento de la jornada de 48 horas a la semana, que jurídicamente se establece en seis jornadas de ocho horas cada una.

Con el criterio de concentrar en cuatro días las 48 horas se trata de vender a los trabajadores actuales y futuros, una ventaja de darles tres días de descanso. Teóricamente así parece. La realidad se impondrá brutalmente sobre los trabajadores y las personas que así se contraten.

Las nuevas jornadas de 12 horas de trabajo serán devastadoras físicamente para los trabajadores, agotadoras, productoras de mayor estrés físico y mental, de tensión física y emocional, de mayor frustración, de estrés agudo y prolongado, de mayor desgaste nervioso y generador de furias y enojos, generador de dolores de cabeza, tensiones musculares, problemas digestivos, de alteración de los estados de sueño, de mayor irritabilidad y dificultad para concentrarse en el trabajo y en las relaciones familiares. La violencia doméstica y familiar probablemente se incremente.

Para empezar un trabajador o trabajadora, para incorporarse a una jornada de 12 horas, debe prepararse en su hogar por lo menos dos horas antes de desplazarse a su sitio de trabajo, para prepararse personalmente, desayunar y trasladarse al sitio de trabajo. Al finalizar las doce horas de trabajo, igualmente tendrá de disponer de otras dos horas para regresar al hogar, habiendo de esa manera dispuesto en el día, entre 14 y 16 horas fuera del hogar.

Con las actuales jornadas de ocho horas de trabajo se producen al año más de 110.000 (ciento diez mil accidentes de trabajo) atendidos por el Instituto Nacional de Seguros y el Hospital del Trauma, con altos porcentuales de muerte y de incapacidades parciales y totales. Con 12 horas de trabajo sin ninguna duda esta situación se va a incrementar.

A nivel familiar se realizará un desgaste de las relaciones de pareja, de los esposos, de los padres y madres con sus hijos. Se debilitará la relación de colaboración entre ellos.

No hay condiciones nacionales de cuido para los niños en edad preescolar, de primera infancia, y de la atención escolar que deben brindar los padres. El sistema educativo está totalmente debilitado en términos generales y sin capacidad alguna de proteger a la infancia nacional en las condiciones de trabajos de sus padres de 12 horas o más fuera de sus hogares.

Las empresas carecen de la condiciones de facilitarles cuido y educación a los niños, mientras sus padres trabajan en ellas. Ni siquiera, en el proyecto de ley de estas doce horas se contempla esta posibilidad, y la garantizar el transporte seguro y acorde al salario real del trabajador al centro de trabajo y de retorno a su casa.

Salarialmente va a producirse un impacto muy grande en los trabajadores. De conformidad a la legislación nacional cuando se trabajan más de ocho horas, lo que se permite, hay que pagar un sobre sueldo de un 50% por cada hora de trabajo adicional. Así, si un trabajador, por ejemplo, gana 100 colones por hora, en la hora extra debe ganar 150 colones, o si gana 1000 colones debe ganar 1500 colones. Este plus salarial se pierde. Todas las 12 horas se van a pagar con un salario común por hora, y las horas extras adicionales que deberían pagarse con el 50% de más, van a pagarse, en el salario integrado por menos del 15%.

Aquí, con esta jornada de trabajo de 12 horas, que es como las que se aplicaban en el siglo XIX y parte del siglo XX, de tipo esclavista, se va a producir una rebaja real del salario de los trabajadores, produciéndole una ganancia al empleador, al empresario o a la empresa.

De acuerdo con la legislación nacional todo incremento en el salario, tipo pago de horas extras, se reconoce en el pago de aguinaldo en el mes de diciembre. Con el régimen de jornadas de 12 horas no se va a pagar ningún incremento en el aguinaldo. Se recibirá un salario igual al que se ganará mensualmente, lo

De acuerdo con la legislación nacional todo incremento en el salario, también repercute en el reconocimiento final al momento de pensionarse una persona, que se le hace un recuento de todos sus ingresos, por más de 30 años de trabajo o por tener la edad de retiro legalmente establecida. Con ese recuento se le establece una pensión correspondiente a un porcentaje de los salarios ganados, que generalmente es un 40% menos del salario que se recibió. En este momento también hay un proyecto de ley que quiere aumentar la edad de retiro, a más de 65 años y hasta los 70 años de edad, debido a la longevidad de los costarricenses estimada en 82 años para las mujeres y 78 para los hombres.

Brutalmente, el ROP lo están reformando para que el ahorro “voluntario” de los trabajadores se le pueda pagar en tractos hasta la edad de 110 años, como si toda la gente de Costa Rica pudiera vivir como doña Marita Camacho de Orlich, nuestra Primera Dama que goza felizmente de esa edad.

En otro orden de cosas, en la discusión que ha tenido este Proyecto de Ley en la Asamblea Legislativa, los diputados defensores de los empresarios esclavistas, que quieren implantar la jornada de trabajo de 12, no han podido demostrar, que realmente sea una necesidad esa jornada para establecerla de manera nacional. No han podido señalar una sola empresa que pida esa jornada. No han podido demostrar que empresas que quieran instalarse en Costa Rica pidan o exijan esa jornada esclavista.

Las empresas extranjeras en general están obligadas a cumplir la leyes laborales, en las mismas condiciones que se cumplen en sus países de origen. Las empresas estadounidenses están obligadas en ese sentido a cumplir las jornadas de ley nacional y las de su país, que también son de 8 horas diarias.

En este momento asesores de Donald Trump están proponiendo establecer la jornada de 60 horas semanales, a razón de 12 horas diarias. Por ahora es solo una propuesta y un discurso. En Europa, al contrario, en países de la OCDE, organización a la cual pertenecemos, se está orientando la jornada semanal a 35 y 36 horas sin disminuir salarios, con jornadas diarias de seis horas. En algunos países que tienen la jornada de 48 horas semanales están proponiendo reducirla a 40 horas, y en algunos de estos países proponen jornadas de 10 horas diarias por cuatro días a la semana, que es otra cosa y otro aspecto laboral que también se discute.

El actual sistema productivo moderno, de alta tecnología especialmente, impone en algunos trabajos y empresas sistemas constantes de trabajo, de manera que las empresas o fábricas deben trabajar las 24 horas continuas, sin parar. Eso es normal que así suceda. Las empresas han adaptado sus sistemas de contratación laboral para realizar tres turnos de trabajo de ocho horas cada uno. Con esto mantienen en funcionamiento sus sistemas de producción, con tras grupos de trabajadores. Si se establece la jornada de 12 horas la realidad va a provocar que una parte de esos trabajadores se quede sin trabajo, un turno de trabajo puede desaparecer totalmente.

No es cierto que con las jornadas de 12 horas de trabajo vaya a aumentar el empleo. Los datos empleo y desempleo son claros en el sentido de que está disminuyendo el empleo. ¿Por qué va a aumentar con las jornadas de 12 horas? No hay nada que así demuestre. Ni hay en el país una sola empresa que pueda hacer esta demostración.

La esencia de todo el proyecto de ley de las jornadas esclavistas de 12 horas es reducir la mano de obra, reducir sus salarios reales e incrementar las ganancias de las empresas y sus empresarios.

El presidente de la República está empeñado en que se apruebe la jornada de trabajo de 12 horas diarias de la manera más rápida posible, ojalá sin discusión alguna. En su trabajo internacional en países de sistemas políticos no democráticos, o poco democráticos, se acostumbró a proyectos que le tocaba impulsar que imponían o se realizaban bajo esas condiciones de trabajo esclavista.

Este Proyecto de Ley debe detenerse en la Asamblea Legislativa. Los sindicatos, las universidades, las iglesias, las organizaciones no gubernamentales que velan por los derechos humanos, los padres de familia deben pronunciarse y movilizarse contra la ley esclavista. La Iglesia Católica ya ha llamado la atención en este asunto. Se ha opuesto a la jornada de trabajo de 12 horas, siguiendo la tradición de la Justicia Social Cristiana desarrollada desde 1891, a partir de la Encíclica Rerum Novarum.

Al menos debe producirse un gran debate nacional, en términos de un debate parlamentario que no se someta al llamado trámite rápido, que es la forma vulgar de imponer esta Ley.

Cuando se discutía el Contrato de la ALCOA a finales e 1969 e inicios de 1970, el entonces diputado Rodrigo Carazo Odio, opuesto con otros diputados a ese Proyecto de Ley, no decía a los dirigentes estudiantiles que estábamos en la lucha contra la ALCOA, que a los diputados a favor de ALCOA les habían pagado más de 100.000 dólares. Por eso había en las marchas letreros que preguntaban: “¿Diputados, how much?”. Estaremos en una situación como esta ante la ley esclavista de las jornadas de las 12 horas diarias. “¿Diputados, how much?”

Compartido con SURCOS por el autor.

Pasado y presente de la lucha antifascista

Vladimir de la Cruz

Ante el 80 aniversario de la victoria contra el nazifascismo, la lucha antifascista no ha terminado

En la llamada Primera Guerra Mundial, 1914-1918, se involucraron 36 Estados o países con una población mundial que giraba alrededor de los 1000 millones de personas.

Entre 1901 y 1914 se produjeron, en distintas partes del mundo, 45 conflictos armados de diverso tipo. Durante el período de la I Guerra Mundial se dieron 121 conflictos considerados batallas, de distintas magnitudes e impactos.

En la I Guerra Mundial se estima que 70 millones de personas se movilizaron armadas, mientras en la II Guerra Mundial fueron 110 millones quienes tomaron las armas.

En la I Guerra Mundial murieron 14 millones de personas en tanto en la II Guerra Mundial el saldo de fallecidos fue cercano a los 52 millones de personas.

En noviembre de 1918, cuando Alemania y sus aliados fueron derrotados y el Mariscal francés Foch anunció el armisticio, se empezó a hablar de la “última guerra de la historia”.

Los años que siguieron fueron de una reconstrucción europea, de un resurgimiento del nacionalismo alemán, de la creación de un organismo internacional, la Liga de las Naciones, con la esperanza de velar por las relaciones internacionales alejadas de conflictos armados, como el que se acababa de vivir. Sin embargo, no se pudieron evitar conflictos armados entre 1918 y 1939. Las guerras no desaparecieron en 1918.

Entre 1919 y 1939 se produjeron 64 conflictos considerados batallas, de distintas magnitudes e impactos.

La Segunda Guerra Mundial se produce desde el 1 de setiembre de 1939, cuando Alemania invade Polonia, hasta el 30 de abril y el 9 de mayo de 1945, cuando se rinde Alemania y las tropas soviéticas liberan Berlín.

El conflicto se prolongó en el Oriente hasta la rendición de Japón, en julio de 1945, y con el lanzamiento de las bombas atómicas, sobre Hiroshima y Nagasaki, el 6 y 9 de agosto, sin que ya para ese momento, fuera necesario lanzarlas.

Los países considerados beligerantes en la II Guerra Mundial fueron 61, con una población mundial de 1700 millones de personas.

Durante los años que duró la II Guerra Mundial se dieron 215 batallas o conflictos, algunos de larga duración como la Batalla de Stalingrado, considerada la “más sangrienta” de las batallas de este conflicto mundial, que desde 1942 hasta 1943 produjo casi dos millones de muertos, marcando el gran viraje de la guerra hacia la derrota del fascismo alemán. El presidente Roosevelt se dirigió a Stalin, en una nota, reconociendo que la “gloriosa victoria en Stalingrado retuvo la ola invasora y dio un giro a la guerra de las naciones aliadas contra las fuerzas de la agresión”.

La Alemania nazi, la Italia fascista y el imperio japonés considerados el Eje, se constituyeron en el trío principal de países que encabezaron la avanzada de la II Guerra Mundial, en Europa, el norte de África y Asia.

El frente de los aliados anti nazifascistas lo constituyeron todos los países que se unieron en la lucha anti nazifascista, que encabezaban el Reino Unido, la Unión Soviética, Estados Unidos, principalmente, y a partir de 1942 también Francia y China.

En 1940 Alemania invadió Francia, Holanda e intenta someter a Inglaterra, en 1941. Alemania invade la Península de los Balcanes, captura la isla de Creta y el 22 de junio invade la Unión Soviética, somete a Bielorrusia, somete a Kiev e inicia el sitio sobre Leningrado por tres años.

Alemania sometió a Austria, Polonia, Checoslovaquia, Bélgica, Holanda, Dinamarca, Noruega, Grecia, Yugoslavia, Francia.

A partir de 1942 los Estados Unidos se incorpora a la lucha anti fascista, que desarrollaban los llamados países aliados, después de los ataques sufridos por los japoneses en Pearl Harbor, Hawái, en diciembre de 1941.

El 22 de junio de 1941 la Alemania nazi se lanza sobre la Unión Soviética. Siguieron grandes combates y batallas. Las batallas de Leningrado, 1941; de Moscú, 1941; de Borodino, 1941; de Rostov, 1941, que se considera la batalla en la cual los alemanes empezaron a ser derrotados; de Smolensk, 1941; de Kiev, 1941; de Jarkov, 1942 y 1943; de Stalingrado, 1942; de Kursk, 1943; Korsun-Cherkassy, 1944, que marcaron el valladar de resistencia soviética al avance hitleriano.

Desde la Batalla de Kursk el Mariscal Zhúkov reconocía que las tropas alemanas “estaban agotadas”. Al respecto, Winston Churchill se dirigió a Stalin manifestándole “que las derrotas al ejército alemán en este frente son hitos en el camino hacia nuestra victoria definitiva”. En Kursk se reconocía que la URSS había ganado la guerra. Con ese triunfo se inició la ofensiva anti nazi en todos los frentes de combate.

El 8 de setiembre de 1943 Italia se rindió ante los ejércitos aliados, al tiempo que el ejército alemán liberaba de la cárcel a Mussolini, que se mantuvo en el norte de Italia dependiendo totalmente de Alemania.

Entre el 19 y 25 de agosto de 1944 París es liberado. Entre el 16 de abril y el 9 de mayo de 1945 se da la Batalla final de Berlín, por el Ejército Rojo de la Unión Soviética.

El 8 de mayo de 1945, en Karlshorst, en Berlín, el Alto Mando Alemán firma la capitulación incondicional de todas las Fuerzas Armadas Alemanas, ante Gueorgui Zhúkov, el Gran Mariscal soviético.

El peso de la guerra anti nazifascista había caído sobre el Ejército Rojo, de la Unión Soviética, que estaba bajo el mando del Mariscal Gueorgui Zhúkov, jefe del Estado Mayor General del Ejército. 26 millones de muertos puso la Unión Soviética en la guerra. La Bandera Roja de la Unión Soviética se enarboló, como símbolo de la Victoria en el Reichstag, por la tropa del General Vasili Shatilov.

El 9 de mayo se celebró el desfile del Día de la Victoria, que se acaba de recordar en su 80 aniversario.

La lucha antinazi y antifascista fue el triunfo de los pueblos soviéticos, francés, inglés, estadounidense, de todos los movimientos de Resistencia antifascistas que se dieron en Europa y en los países ocupados por Alemania.

A la lucha victoriosa desarrollada por el Ejército Rojo, que tuvo el peso de la guerra sobre sus espalda, se suma el de las tropas y ejércitos de los países aliados en lo que les correspondió, como lo fueron las operaciones militares de los ingleses en El Alamein, 1942; la Campaña en Sicilia, en 1943, realizada por Inglaterra y Estados Unidos; el importante desembarco en Normandía, en junio de 1944 por parte de las tropas inglesas, estadounidenses y francesas, que les permitió encontrarse en el Río Elba con las tropas soviéticas.

La guerra continuaba en el Asia. Japón ejercía el dominio sobre China, Corea, Indochina y otras regiones del Asia.

El 8 de agosto de 1945 la Unión Soviética declara la guerra a Japón. El Ejército Rojo en la región, dirigido por al Mariscal Alexander Vasilievich, sumaba tropas de la República Popular de Mongolia, que permitió que el 2 de setiembre del 1945 Japón se rindiera sin condiciones. Jugaron un papel muy importante también las fuerzas armadas de Estados Unidos, Inglaterra, el Ejército de Liberación Nacional de China, de la República Popular de Mongolia, Corea e Indochina.

El General Charles De Gaulle señaló que “los franceses saben lo que hizo por ellos la Rusia Soviética y sabe que, precisamente, la Rusia Soviética jugó el papel principal en su liberación”.

Igualmente, el General Chennault, del ejército de los Estados Unidos, reconoció que la Unión Soviética en la guerra con el Japón fue el “factor decisivo que aceleró la terminación de la conflagración en el Océano Pacífico, y esto hubiera sucedido, incluso, si no se hubieran lanzado las bombas atómicas”.

La lucha anti nazifascista a pesar de las medidas jurídicas y políticas que se tomaron en esos días, para evitar que se repitieran sucesos como la II Guerra Mundial, no ha evitado que resurjan estas tendencias y corrientes políticas en la Europa actual, y en la misma Alemania hoy unificada, en los Estados Unidos, en Iberoamérica, Asia y otras regiones.

Las amenazas nazifascistas resurgen en algunos estados no solo en el ámbito político y electoral, sino también por las acciones políticas que se vienen tomando e imponiendo con relación a restricciones a las libertades y derechos políticos y ciudadanos.

La lucha por la paz, por el desarme internacional y mundial, por el control de la producción de armas, por acabar con los escenarios de guerra actuales que crean un ambiente de pre III Guerra Mundial; la lucha por el desarrollo y fortalecimiento de la democracia, las libertades y derechos ciudadanos, por los Derechos Humanos en general, son parte de las banderas que los ciudadanos de todo el mundo debemos agitar, ante el recuerdo de la Victoria antifascista lograda hace ocho décadas.

A 80 años de la victoria contra el nazifascismo, han resurgido las tendencias autoritarias, las tendencias anti democráticas, pro tiránicas y pro dictaduras en líderes políticos y en gobiernos, que son los caminos que conducen a los regímenes y sistemas políticos nazifascistas como se desarrollaron en las décadas de 1920 y 1930 en Europa, especialmente en Italia y Alemania.

El continente americano que ha conocido, en oleajes y vaivenes políticos, después de la I Guerra Mundial tiranías, satrapías, dictaduras, autocracias, gobiernos militaristas, antidemocráticos, autoritarios, despóticos, represivos, conculcadores de libertades y derechos ciudadanos, irrespetuosos de los Derechos Humanos, intervenciones militares extranjeras por parte de los Estados Unidos, golpes de estado, hoy enfrenta estas amenazas, desde el interior de sus propias realidades políticas, como las amenazas del gobierno del presidente Donald Trump de intervenir por la fuerza militar en Panamá para apropiarse nuevamente del Canal transístmico y su zona del Canal, de apropiarse por la fuerza de Groenlandia, de apropiarse jurisdiccionalmente de todo el Golfo de México, que ya llama Golfo de América, de hacer un de Canadá el estado número 51 de la Unión Americana, y de fortalecer a los gobiernos populistas, que de nuevo tipo, enmascaran el germen de los sistemas y regímenes nazifascistas que pululan por el continente.

Compartido con SURCOS por el autor.

La jornada esclavista de 12 horas de trabajo a discusión amplia, en la Asamblea Legislativa

Vladimir de la Cruz

El expediente legislativo de la jornada esclavista que quiere establecer jornadas de trabajo de 12 horas diarias, sin pago de horas extras, con reducción proporcional del aguinaldo y de las futuras pensiones que los trabajadores podrían llegar a tener, se rechazó para ser discutido en el trámite parlamentario, bajo la modalidad de “trámite rápido”.

Este trámite permite discutir el expediente del proyecto de ley en trámite de una manera muy rápida, de allí su nombre, “trámite rápido”. De esa manera se reduce el tiempo de discusión de las mociones, y del mismo proyecto de ley, a fracciones ridículas de tiempo reloj de los diputados que quieran opinar sobre el Proyecto de Ley. Pero, especialmente, el «trámite rápido” está hecho para limitar el tiempo y reducirlo de los que se oponen al proyecto de ley bajo esa modalidad de discusión. En la práctica es para aprobarlo sin discusión.

Para establecer el trámite rápido de discusión se requiere una votación calificada de 38 diputados. Es natural que así sea por la importancia de reducir el tiempo y calidad de discusión del proyecto sometido a este trámite, de un tema tan sensible como es el establecimiento de jornadas de trabajo de 12 horas diarias.

El lunes pasado en la Asamblea Legislativa votaron en contra de la aplicación del trámite rápido nueve diputados del Partido Liberación Nacional, Dinorah Barquero, Oscar Izquierdo, Alejandra Larios, Luis Fernando Mendoza, Katherine Moreira, Rosaura Méndez, Francisco Nicolás, Pedro Rojas y Monserrat Ruiz, los cinco diputados Jonathan Acuña, Sofía Guillén, Antonio Ortega, Priscila Vindas y Rocío Alfaro del Frente Amplio y los diputados Gloria Navas, Kattia Cambronero, Cynthia Córdoba, Johana Obando, considerados “independientes”, además de Luz Mary Alpízar, presidenta del Partido Progresista Social Demócrata.

De estos diputados, Johana Obando, Cynthia Córdoba y Kattia Cambronero, a pesar de estar a favor del proyecto de la jornada de 12 horas, votaron en contra del trámite rápido porque responsable y conscientemente consideraron que por la importancia de la discusión el trámite debe ser el ordinario, con una discusión amplia, profunda, más seria, por la importancia de lo que se quiere aprobar. Bien hicieron estos diputados a favor de la democracia nacional y parlamentaria, de darle más pensamiento a este Proyecto de Ley. Además, señalaron estos diputados que se necesitaba que en el Proyecto de Ley de las 12 horas de trabajo diario, se establecieran propuestas que reforzaran la inspección laboral, las redes de cuido, las situaciones particulares de los trabajadores independientes, y negociaciones que incluyeran a otros sectores y actores sociales.

No es un problema de creer o no creer en el Proyecto, como el diputado Daniel Vargas señaló. Es un asunto que debe aprobarse no por creencias favorables, sino por datos que así confirmen y justifiquen la necesidad y bondad de la jornada de 12 horas diarias. En el mundo, en Europa particularmente, en los países de la OCDE, organización de la cual formamos parte, la tendencia es a reducir el tiempo de trabajo semanal a 36 horas o menos, y de rebajar la jornada diaria a 6 horas sin disminución del salario. Esto sí garantiza mayores oportunidades a más trabajadores. Esto sí garantiza turnos de trabajo con mayor contratación de trabajadores, mayor calidad en el trabajo y menor cantidad de accidentes de trabajo que se producen por el estrés de la extensión de las jornadas, como por las malas condiciones de seguridad e higiene ocupacional. En Costa Rica el promedio anual de accidentes de trabajo, atendidos por el Instituto Nacional de Seguros y su maravilloso Hospital del Trauma, atiende más de 110.000 (ciento diez mil) trabajadores, personas atendidas, por accidentes bajo la modalidad de jornadas de ocho horas. ¿Qué tal sería con jornadas esclavistas, extenuantes de 12 horas de trabajo, con menos horas garantizadas para el descanso diario?

El expediente legislativo de la jornada esclavista se discute en la Comisión de Asuntos Jurídicos. Actualmente tiene alrededor de 200 mociones presentadas para ser conocidas. Con el trámite rápido pudieron haberse cortado. Sin el trámite rápido pueden aumentarse las mociones de discusión, alargando su discusión a varios meses que se mezclarían con los meses del proceso electoral, lo que no quieren los representantes de los esclavistas en la Asamblea Legislativa, que así se mezcle. Recordemos una situación parecida, la discusión del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana.

El Tratado había sido negociado por los gobiernos socialcristianos de Miguel Ángel Rodríguez y Abel Pacheco. En diciembre del 2004 el presidente Pacheco firmó el Tratado, que se discute entre gobiernos, a nivel de los Poderes Ejecutivos. El trámite que seguía era presentarlo a los diputados para que le dieran el aval respectivo en el año 2005. Pero, el año 2005 era, como ahora, 2025, un año electoral. Las elecciones serían en febrero del 2006, como serán en el 2026.

Inteligentemente, Abel Pacheco, y los sectores que le apoyaban en ese Tratado, entendieron que no era un tema de discusión parlamentaria en período electoral. Así, Abel Pacheco le dio el trámite legislativo al Tratado en diciembre del 2005 que era, en ese tiempo, período de sesiones extraordinarias, que estaba suspendido por las elecciones. De esa manera, el Tratado iniciaría su discusión parlamentaria en febrero, pasadas las elecciones, ganara quien ganara, fuera Oscar Arias u Ottón Solís, finalistas principales de ese proceso electoral, con Ottón Solís, quien tenía una posición floja de oposición al Tratado, que terminó discutiéndose, con un amplio debate nacional durante el 2006 y 2007, cuando se resolvió su aprobación por la convocatoria de un Referéndum Nacional, en el gobierno de Oscar Arias, quien se impuso en las elecciones.

En mi opinión esto es lo que más le conviene a la discusión del proyecto de ley de la jornada esclavista de 12 horas diarias. Que se discuta en el 2026, pasadas las elecciones, con el nuevo gobierno y la nueva Asamblea Legislativa.

Si el actual gobierno de Rodrigo Chaves se siente afectado por el trámite ordinario y no rápido que se aprobó el lunes, no tiene nada que perder porque está confiado, el presidente Rodrigo Chaves, de que la próxima Asamblea Legislativa tendrá un mínimo de 38 diputados a su favor, que continuarán su obra de gobierno, y con ellos podría aprobar esa jornada de trabajo, si así de fácil fuera.

La decisión de los diputados del lunes pasado puso en evidencia algunas cuestiones políticamente importantes.

1.- El candidato presidencial del partido Liberación Nacional, Álvaro Ramos, se opuso al trámite rápido. No se ha opuesto de manera definitiva al fondo de la Ley, pero ya es algo. Hizo bien Álvaro Ramos de oponerse al trámite rápido. No fue suficiente su posición para haber logrado mayor cohesión en la fracción de diputados de ese partido, que solo puso nueve diputados de los 18 que tiene en contra del trámite rápido. Evidencia en cierta forma su débil candidatura, no tan consolidada como líder político interno en ese partido. ¿O, jugaron las dos cartas, a favor y en contra? Solo ellos, como partido lo saben. Liberación Nacional, con su tradición social demócrata, debió estar defendiendo la jornada de ocho horas diarias, así lograda desde 1920, fortalecida en 1943 y 1949, y respetada desde entonces en los nueve gobiernos que tuvo Liberación Nacional desde 1953 hasta el 2014.

Ninguno de los ministros de Trabajo de Liberación Nacional alzó su voz o se hicieron sentir en la actual discusión para imponer la jornada esclavista de 12 horas.

Liberación Nacional ha bajado sus banderas laborales, de defensa y de representación de sectores laborales. No tiene la influencia que antaño tenía en sindicatos, ¿o la tendrá negativamente, en el momento actual, haciendo que los sectores laborales organizados que se identifican con ellos no se pronuncien en contra de la jornada de 12 horas y de otros temas sensibles, como la defensa de los salarios y pensiones?

2.- El partido Unidad Social Cristiana con ocho de sus diputados, Horacio Alvarado, Melina Ajoy, Leslye Bojorges, María Marta Carballo, Carlos Felipe García, Carlos Robles, Alejandro Pacheco y Daniela Rojas, se abanderaron con el proyecto de las jornadas esclavistas. Con ellos estaban igualmente abrazados los expresidentes Miguel Ángel Rodríguez y Rafael Ángel Calderón Fournier, y el hasta ahora candidato presidencial de ese partido, Juan Carlos Hidalgo. Grave error político.

La Reforma Social más importante del país, la lograda en 1943, fue hecha en el gobierno de Rafael Ángel Calderón Guardia, en alianza con la Iglesia Católica, dirigida por Monseñor Víctor Manuel Sanabria, y con el Partido Comunista, dirigido por Manuel Mora Valverde.

Pilar esencial de la Costa Rica democrática a partir de la segunda mitad del siglo XX. La Reforma Social, en este campo fue respetada por el jefe y presidente de la Junta de Gobierno, José Figueres, lo que se materializó en la Constitución actual de 1949. Allí también quedaron inscritas, entre otras cosas, en letra de oro, la Caja Costarricense del Seguro Social y la Universidad de Costa Rica, instituciones atacadas a muerte por el actual gobierno de Rodrigo Chaves Robles.

El Partido Unidad Social Cristiano, impulsado por Rafael Ángel Calderón Fournier, hijo del caudillo de la Reforma Social, ha claudicado de la Reforma Social. Se ha empeñado con sus diputados en venir acompañando todas las políticas anti sociales, anti Reforma Social, que se han venido implementando desde 1990.

El Partido Unidad Social Cristiano que se decía el heredero de esa Reforma Social ya no existe. De hecho, ha eliminado su adjetivo de socialcristiano. Sus principales dirigentes son neoliberales en todas sus concepciones políticas y económicas. Cuando desde el 2012 Rafael Ángel Calderón Fournier y otros dirigentes de la Unidad Social Cristiana, iniciaron procesos de coalición, con sectores derechistas y neoliberales, echaron por la borda las banderas social cristianas de la Reforma Social, y borraron de la memoria histórica la figura de Rafael Ángel Calderón Guardia.

En las elecciones del 2014 la ruptura de Rafael Ángel Calderón Fournier con la Unidad Social Cristiana impulsando al Dr. Rodolfo Hernández, quien renunció a su candidatura, a pocos días del cierre de inscripción de candidato ante el TSE, les llevó a formar el partido Republicano Social Cristiano, que trataba de reivindicar para sí la figura de Rafael Ángel Calderón Guardia sin éxito alguno, al punto de que este partido ya ni existe ni sus dirigentes opinan de nada, relacionado con la defensa de los temas sociales de la Reforma Social de 1943. Rafael Ángel Calderón Guardia está casi convertido en un recuerdo antediluviano, que las lluvias del tiempo han ido borrando.

La Unidad Social Cristiana ante las próximas elecciones iza las peores banderas, las políticamente antisociales. Se alía y casa con el actual gobierno antidemocrático, autoritario, despótico, antisistema de Rodrigo Chaves. En nada se distingue de este gobierno. Están como si fueran el furgón de cola del gobierno. El expresidente Miguel Ángel Rodríguez avalando la jornada de 12 horas empieza a borrar la importante reforma laboral de su gobierno a favor de los trabajadores.

3.- El partido Nueva República, con sus diputados Rosalía Brown, Olga Morera, David Segura, José Pablo Jiménez y su candidato presidencial Fabricio Alvarado, estuvieron, como han estado de furgón de cola del actual gobierno de Rodrigo Chaves, apoyando las jornadas, nada cristianas y esclavistas de 12 horas de trabajo diario.

4.- Tres diputados del partido Liberal Progresista, Gilberto Campos, Luis Diego Vargas, y su candidato presidencial Eliécer Feinzaig, de igual modo se montaron en el tren antisocial del gobierno chavista.

Contradictorio comportamiento cuando al mismo tiempo Eliécer Feinzaig, y sus diputados, acusan al presidente de la República, ante la Fiscalía General de la República, por sus aviesas y perversas amenazas directas a la democracia, al sistema democrático, al Estado de Derecho y a la paz social.

5.- Los diputados del Frente Amplio, Jonathan Acuña, Sofía Guillén, Antonio Ortega, Priscila Vindas y Rocío Alfaro, hicieron honor a su trabajo parlamentario y a la defensa que han mantenido de los temas sociales. La única fracción parlamentaria que ha sido consecuente en esta lucha y con estas banderas.

Este fue el escenario político de la sesión parlamentaria del lunes. ¿Qué sigue? La lucha sostenida contra la Jornada esclavista de trabajo de las 12 horas diarias. El apoyo a los diputados que se oponen a ella. Llevar esta discusión hasta el nivel de las elecciones que se aproximan obligando a que los candidatos presidenciales y a diputados se pronuncien sobre este tema. Obligar a que los partidos políticos que participarán en las elecciones digan con claridad de qué lado están, del lado de las jornadas esclavistas o en contra de ellas. Hacer de la discusión de las jornadas esclavistas una jornada de lucha similar a la de la oposición contra el Tratado de Libre Comercio y del Referéndum.

6.- El Proyecto de Ley de la Jornada esclavista de 12 horas ya había sido aprobado en el 2023, pero fue rechazado por la Sala Constitucional, que lo anuló por vicios en el trámite de su aprobación legislativo.

7.- Ninguno de los partidos que ya están inscritos en el proceso electoral próximo, se ha pronunciado sobre este régimen de jornadas de trabajo. Por ahora siguen siendo partidos mudos, ciegos y sordos frente a la discusión de los grandes temas nacionales. ¿Qué esperan de los electores? ¿Qué ofrecen a los electores?

8.- La ley de 12 horas que se pretende imponer es violatoria de Tratados Internacionales, de Convenios de la Organización Internacional del Trabajo, aprobados por Costa Rica, de Tratados que tienen que ver con Derechos Humanos y con la propia Constitución Política nacional.

Compartido con SURCOS por el autor.

La beligerancia política, la guerra civil que ruge en Zapote y el camino al auto golpe de Estado

Vladimir de la Cruz

El inquilino de Zapote viene insistiendo desde hace varias semanas en el tema de la violencia nacional que puede desatarse alrededor de su figura, en caso de que pueda ser inquirido, indagado, sometido a trámite judicial para que la Asamblea Legislativa le levante la inmunidad de su cargo, y pueda ser sometido, en caso de que así proceda, ante los jueces de la República.

La Fiscalía de la República y el Ministerio Público, siguiendo los trámites constitucionales y legales ha elaborado las investigaciones pertinentes para con ellas solicitar el trámite de levantamiento de inmunidad, para enjuiciar a Rodrigo Chaves Robles, quien se desempeña en el cargo de la Presidencia de la República.

Reiteradamente el presidente ha venido deslegitimando al Poder Judicial, a sus altas autoridades, los Magistrados en pleno, enfatizando su ataque contra el presidente de la Corte Suprema de Justicia, los magistrados de la Sala Constitucional, que tienen que ver con los asuntos relacionados con la Constitución Política y los Derechos Ciudadanos, y contra los magistrados de la Sala III de la Corte que atiende los asuntos penales.

Obviamente, sus ataques están dirigidos, especialmente contra aquellos Altos Jueces, que les toca atender asuntos relacionados con acusaciones contra miembros de los Supremos Poderes, como es el caso del presidente de la República.

Los rugidos del Jaguar no solo se orientan a deslegitimar a la Corte, a sus Magistrados y Jueces de la República, sino a sembrar la imagen de la corrupción alrededor de ellos, la desconfianza a la labor que realizan, al trabajo general de la Corte Suprema de Justicia, ante la ciudadanía.

En la última conferencia de prensa montada que dijo claramente, en lenguaje enardecido de plaza pública, que en febrero próximo se cambiaría la Asamblea Legislativa, y que la nueva Asamblea a partir del primero de mayo del 2026, ante quien se dirigiría ñor última vez, estaría integrada por una mayoría de 38 diputados nuevos, totalmente nuevos, fuera de los partidos tradicionales, en capacidad de destituir a los Magistrados de la Corte, con ellos a los Magistrados del Tribunal Supremo de Elecciones, a la Contralora General de la República, porque era el parte del camino que había que realizar para cambiar el régimen y el sistema político del país, para según él hacerlo más eficiente y moderno.

No satisfecho con los ataques a la Corte Suprema de Justicia, ha mantenido en alto los ataques contra el Poder Legislativo en la figura de los diputados que no le apoyan, que no fueron elegidos por el partido que lo llevó a la Presidencia, contra los partidos, que por su naturaleza legislativa son de oposición política a las fuerzas políticas que se agrupan alrededor del actual mandatario.

Su discurso envenenado contra todo lo que significa partidos políticos históricos, tradicionales o representados en la Asamblea Legislativa lo ha hecho caer claramente en la beligerancia política.

Su discurso contra los partidos políticos, contra los presidentes que esos partidos políticos pudieron elegir, contra los dirigentes políticos del pasado y del presente de esos partidos, y su llamado simultáneo a sustituirlos en el próximo proceso electoral, es como manifiesta su beligerancia política.

Su discurso contra la institucionalidad política, en su conjunto, como la presenta contra todos los Poderes Públicos, contra la estructura e integración de esos poderes, contra los cimientos democráticos de la sociedad y nacionalidad costarricense son las manifestaciones de su beligerancia política, orientada a sustituirla, si pudiera por la fuerza, convocando a los ciudadanos a integrar el movimiento de los jaguares, que trata de inscribir en varios partidos políticos, apoyando de esa manera electoralmente, con todo el aparato institucional que maneja, a quienes sí participen a su alrededor, o alrededor de quien él llegue a señalar o a escoger como el indicado para continuar desde el próximo gobierno sus políticas.

La beligerancia es su activa participación en esta campaña contra todos los partidos políticos, sus diputados y sus dirigentes, como la realiza desde su púlpito de los miércoles. Su beligerancia es la guerra que tiene declarada contra instituciones, poderes públicos, partidos políticos y personas que las identifica y presenta como sus enemigos, como enemigos públicos, como personas que hay que eliminar del escenario político nacional. Para ello acude también a señalar, y exhibir algunos en vallas publicitarias, como si fueran delincuentes, que así los llama, y los presenta al público fanatizado que altera, agita, excita, impacienta y eriza orientándolos a actuar por la fuerza, con violencia, provocándoles la idea y el sentimiento de la sedición, de la sublevación popular, de la rebelión política contra toda la institucionalidad que dice le afecta para gobernar en favor de esos sectores populares.

No satisfecho con esto ha señalado que todos los presidentes, que le precedieron desde 1953 hasta su gobierno, han sido tiranos y dictadores, que no han gobernado a favor del pueblo. Que solo han gobernado a favor de grupos económicos y camarillas de poder alrededor de esos gobernantes y partidos, mientras que él se presenta, al estilo de Hitler y de Mussolini, como representante genuino del pueblo, enfatizando que es el pueblo quien le manda, a quien le sirve, pero que “esas fuerzas” no le dejan gobernar.

En su última perorata llamó a prepararse para la guerra civil. Hizo comparaciones con la Campaña Nacional contra los filibusteros estadounidense que llegaron hasta la Hacienda Santa Rosa y a Sardinal en donde fueron derrotados y echados del territorio nacional el 20 de marzo y el 10 de abril de 1856, y finalmente expulsados de Nicaragua y de Centroamérica el 1 de mayo de 1857.

En este sentido llamó filibusteros a los representantes de los partidos políticos tradicionales y parlamentarios, a sus presidentes, dirigentes de los partidos políticos y a los diputados, a quienes el Jaguar de Zapote considera que hay que echar de los escenarios políticos nacionales. Cuando los trató de filibusteros seguramente se igualó a la pareja nicaragüense, que gobierna autoritariamente en Nicaragua, cuando ha echado de su país a opositores políticos de todo tipo, pensando que los puede echar de Costa Rica para que le dejen gobernar sin controles, sin oposición de ninguna especie.

Constantemente ruge el Jaguar contra políticos de esos partidos que él considera deberían estar en prisión, privados de libertad, por sus prácticas de gobierno.

En la letanía política que hizo el miércoles, invocando a Dios casi como su testigo, como todos los miércoles le cita, llamó a prepararse para la guerra civil, como se hizo en 1948.

No se anduvo por las ramas. Su mensaje fue claro: no le jalen el rabo a la ternera, la gente está preparada para una guerra civil, para defender no el resultado de unas elecciones, como fue la causa principal de la Guerra Civil de 1948, sino para defenderlo a él, al Jaguar, de cualquier trámite judicial que pudiera invocarse para llevarlo a los estrados de la Justicia, para defenderlo a él, por la fuerza del alzamiento militar, de cualquier situación que pudiera afectarlo como presidente de la República.

No contento con el llamado a la guerra civil señaló que las personas que están en su contra, que lo critican, que lo quieren someter a un proceso judicial, solo tienen un componente armado de 1000 oficiales del Organismo de Investigación Judicial, como lo afirmó, mientras él tiene 17.000, diecisiete mil oficiales, en toda la Fuerza Pública nacional. Claramente dijo que todo el aparato policial del país actuará como su ejército privado a su servicio. Enfatizó: “1 a 17”, señalando la cantidad de miembros del OIJ y de la Fuerza Pública. ¿Qué les parece? Así lo dijo.

El trámite de destitución de un presidente es de carácter constitucional, legal. No es por la fuerza. Por la fuerza puede ser que el presidente no acepte ser destituido y en ese sentido invoque a la rebelión popular, a la sedición, al alzamiento colectivo y violento contra lo dispuesto judicialmente, contra el orden público que emana de la propia Constitución Política, alterando la disciplina militar que debe estar orientada a apoyar la Constitución Política y a lo que constitucionalmente así se establezca.

Si se llegare a destituir al presidente, quedan los dos vicepresidentes que le sucederían en el orden de su nombramiento, para acabar con el ejercicio de su gobierno.

Pero, no olvidemos que tenemos un proceso electoral en marcha. Ya iniciado legalmente, con partidos en trámites finales de su inscripción. Algunos ya con candidatos presidenciales acordados. Igualmente, entendamos que algunos de los partidos que se impulsan al amparo de la piel del jaguar, que son varios, no están cumpliendo con los requisitos formales de inscripción y que pueden ser rechazados, como les anularon los partidos que habían presentado para las elecciones municipales. Ante esto el rugido del Jaguar ha empezado su campaña de desprestigio contra el Tribunal Supremo de Elecciones, contra su presidenta y magistrados.

En su campaña y beligerancia política institucional contra el Tribunal Supremo de Elecciones, el presidente ha señalado que se fragua un Golpe de Estado contra él, al tratar de impedirle participar con sus partidos y movimientos Jaguar. Este ha sido otro de sus argumentos para compararse con los sucesos de 1948.

En las elecciones de 1947, que culminaron en febrero de 1948, participaron, como candidatos principales a la presidencia Rafael Ángel Calderón Guardia y Otilio Ulate Blanco. Alrededor de Calderón Guardia se unieron los comunistas y con Ulate se unieron tres fuerzas políticas, los partidos Unión Nacional, el Demócrata y el Social Demócrata. La legislación de la época obligaba a que el resultado electoral se pasara en conocimiento al Congreso, a la Asamblea Legislativa, que debía avalar o no dicho resultado. El Congreso al conocer el informe que trasladó el Tribunal Nacional Electoral, que se había constituido en 1946, que declaraba presidente a Otilio Ulate anuló su triunfo, lo que constituyó la causa del levantamiento militar que jefeó exitosamente José Figueres, durante los meses de marzo y abril de 1948. Un mes de lucha militar y un saldo de 3000 muertos en términos generales fue el resultado de ese enfrentamiento.

¿Qué hubiera pasado si Figueres no se alza en armas? Lo que correspondía era una negociación política entre los diputados para escoger entre los candidatos que participaron. Si no hubiera habido acuerdo aún, probablemente se hubiera usado la fórmula de 1913, cuando no hubo acuerdo entre los tres candidatos presidenciales, y el Congreso procedió a nombrar a los Designados a la Presidencia, los vicepresidentes, y nombrado el Congreso decidió llamar a ejercer la Presidencia al designado Alfredo González Flores. Probablemente esto es lo que hubiera ocurrido parecido en 1948. Pero, los sucesos armados impidieron este desenlace.

La guerra se detuvo gracias a la inteligencia de quienes acordaron acabarla, reconociendo el triunfo de Ulate, y de terminar el gobierno de Teodoro Picado el 8 de mayo. Las Conversaciones del Pacto de Ochomogo y el Pacto de la Embajada de México sellaron ese final. Teodoro abandonó el país, quedando a cargo el Designado a la Presidencia, en ejercicio, Santos León Herrera, quien el 8 de mayo entregó oficialmente el Gobierno. ¿A Otilio Ulate? No. A José Figueres, que era el jefe del Ejército de Liberación Nacional, como se llamó su grupo insurgente. ¿Por qué a Figueres y no a Ulate? Porque Figueres le impuso a Otilio Ulate el Pacto del 1 de mayo, diciéndole que él iba a gobernar el país por un plazo de 18 meses, al término del cual le entregaría el poder, la presidencia. Así lo hizo. El Pacto Ulate-Figueres fue fácticamente un golpe de Estado contra Ulate. El presidente en ejercicio, Santos León el 8 de mayo le entregó el poder presidencial a José Figueres. El gobierno de Teodoro Picado había durado los cuatro años constitucionales de su ejercicio.

Eso si fue un golpe de estado.

¿Pero, qué Golpe de Estado invoca Rodrigo Chaves que le pueden hacer o dar? ¿Su fuerza pública, sus 17.000 armados, los que considera su fuerza militar para un conflicto? ¿Los grupos militares y armados de las organizaciones narco criminales, que al amparo de su gobierno ejercen controles territoriales en el país, que lo conocen y denominan como “Papa Chaves Republic”? ¿Los grupos armados que están tratando de reunirse, por convocatorias públicas, en los próximos días en la zona norte del país?

Lo que puede ocurrir no es un Golpe de Estado sino un autogolpe de estado, o el establecimiento de un estado de excepción forzado, que es lo que el presidente Chaves ha venido finamente preparando. ¿Cómo? Creando un ambiente de inseguridad nacional, política y electoral, que azuza todos los miércoles.

El presidente Chaves ha venido preparando un estado de inseguridad ciudadana, de inseguridad jurídica, de debilitamiento de la institucionalidad, de desprestigio de todos los organismos e instituciones democráticas del Estado y del país. La violencia social se ha cargado y ha sobresalido como parte de esa inseguridad.

Con las políticas de debilitamiento del bienestar social, presupuestos públicos de educación, de las universidades, la eliminación de subsidios sociales, como los comedores escolares, los transportes escolares, las becas a los estudiantes de escuelas y colegios públicos, el congelamiento de salarios y pensiones, el desempleo creciente e informal, la alta deserción escolar nacional, el encarecimiento real de la canasta básica con relación a los salarios.

Con el debilitamiento consciente de los servicios públicos para todos los usuarios de ellos, en salud, atrasos de citas, contrataciones de personal calificado, en educación, por los malos y caros transportes públicos, entre otros servicios.

Con los retenes de calles, por parte de cuerpos policiales y de tránsito, que hacen están acostumbrando a los ciudadanos a los registros personales, en carreteras, como los hacían en Centroamérica, hace algunos años los gobiernos militares y dictaduras. Están realizando golpizas y torturas, probablemente como prácticas de educación en este campo, con algunos detenidos, algunos de los cuales han fallecido en “custodia” policial, amedrentan sutil y subliminalmente a la población. ¿Quién ordena estas prácticas en los centros de detención? ¿Cuáles son los instructores policiales y dënde han sido preparados para estas prácticas?

Todo este ambiente, que prepara paso a paso el gobierno de Chaves, está orientado a justificar el malestar ciudadano que le permita, con su discurso violento, antisistema, antidemocrático, a invocar la posibilidad de un Estado de Excepción, de gobernar por la fuerza, de realizar de esa manera un auto Golpe de Estado, que pueda incluso, crear un clima de inseguridad política nacional que le permita, in extremis, suspender las elecciones y quedarse gobernando unos meses más a la fuerza.

Esto es lo que parece que está en marcha por parte de los grupos militares privados y oficiales que gravitan a las órdenes directas de Rodrigo Chaves Robles.

Esto es lo que hay que detener, el ambiente de miedo, de inseguridad, de terror, de dinamitar, como dijo una vez el presidente Chaves, todos los puentes del diálogo, de los acuerdos, que se genera con parlantes desde Zapote.

El cambio nominal de Golfo de México a Golfo de América impuesto por Donald Trump. Algunas reflexiones

Vladimir de la Cruz

Amigos, padres de familia y algunos estudiantes, con frecuencia me preguntan, con motivo de la denominación Golfo de América, por parte del presidente Trump, al histórico Golfo de México, qué pienso.

El presidente Trump acude a denominar de esa manera al Golfo de México partiendo del peso que tiene Estados Unidos en el contexto internacional, y en el contexto de las relaciones que tiene con México y Canadá, como países que forman parte de la América del Norte, de las relaciones específicas de México y Estados Unidos, frente al Gran Golfo de la América del Norte, y de las relaciones de estos tres países en el Tratado de Libre Comercio de Norte América, NAFTA.

El nuevo nombre se impuso, de manera oficial, en toda referencia que se haga relacionada con la ubicación geográfica y cartográfica de Estados Unidos, a partir del inicio del Gobierno de Trump, así ya reconocido por la plataforma informativa de Google Maps, en una dimensión proyectada sobre Cuba, Estados Unidos, México en las áreas de Artemisa, y Pinar del Río, de Cuba, de los Estados de Alabama, Florida, Luisiana, Misisipi, Texas, de Estados Unidos y sobre las regiones de Campeche, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz, Yucatán, de México, zonas que dan al Golfo.

Los continentes son grandes masas de tierra. Se reconocen en el mundo varios continentes: Asia, América, África, Europa. También se incluyen la Antártida y Oceanía o Australia. A veces se unifican Asia y Europa como un continente llamado Eurasia. Hay quienes también dividen en términos generales, al continente americano solo en dos partes, América del Norte y América del Sur.

En los anillos que simbolizan los Juegos Olímpicos se representan cinco continentes: Oceanía, América, África, Europa y Asia.

Para “entender” la propuesta de Trump hay que señalar que el continente denominado hoy como América es uno solo que puede dividirse geográficamente en tres partes: América del Norte, América Central y América del Sur. Está rodeado por los océanos Glacial Ártico, Glacial Antártico, Atlántico y Pacifico.

El nombre de América resulta de los procesos de búsqueda de nuevas rutas comerciales que se impulsaron en España y en Europa, en los siglos XV y XVI, para dirigirse a la India y a la China, evitando las rutas tradicionales por el Mediterráneo y las rutas terrestres que desde allí se establecieron.

Cristóbal Colón inició este proceso. Su llegada a la parte insular de la actual América dio origen al nombre inicial con que se llegó a distinguir las tierras a las que había llegado, “Las Indias Occidentales”, acudiendo al viaje por Occidente para llegar al Oriente, región que en ese momento eran desconocidas para los europeos.

En sus cuatro viajes, y hasta su muerte, Colón no llegó a tener conciencia de haber llegado a un “continente”, a una nueva región “gigantesca”. De la isla La Española, 1492, actual República Dominicana y Haití, solo avanzó a la región de Venezuela, en la desembocadura del río Orinoco, en su tercer viaje, 1498 y, en su cuarto viaje, 1502, sobre las costas hoy desde Honduras hasta Panamá.

El impacto de la llegada de Colón desató nuevos viajes, de otros conquistadores y buscadores de rutas comerciales. Así los portugueses llegaron a las costas de Brasil y Vasco Núñez de Balboa, logra cruzar el Istmo, hoy de Panamá, llegando a visualizar el océano Pacífico, 1513, que llamó el Mar del Sur, lo que facilitó las expediciones hacia Suramérica por el Pacífico y el recorrer las costas pacíficas de Centroamérica.

Grandes navegantes de aquellos años, entre ellos, Vasco da Gama, Américo Vespucio, Juan Ponce de León, Pedro Álvares Cabral, Juan de la Cosa, Fernando de Magallanes, Juan Sebastián Elcano, se distinguieron en cruzar el Atlántico y aventurarse en nuevas rutas alrededor del mundo.

Se le debe a Américo Vespucio las primeras referencias a la “continentalidad” del Continente americano, que se llegaron a plasmar en 1507 con el cartógrafo Martin Waldseemüller, gran geógrafo de su época, que en el tratado de geografía titulado “Cosmographiae Introductio”, habla y describe el Nuevo Mundo, con información dada por Vespucio, proponiendo nombrar las tierras para ellos descubiertas como “América”, en exaltación y honor a Américo Vespucio, popularizándose desde esa época este nombre.

Los estudios geográficos y geomorfológicos posteriores permiten dividir el continente americano en tres regiones geográficas, América del Norte, América Central y América del Sur. Son regiones o zonas donde hay características comunes, propias, naturales, que las diferencian entre sí.

Así, la América del Norte es la región o territorio que se encuentra entre el Océano Ártico al norte del continente y el Istmo de Tehuantepec, en México, lindando con el océano Atlántico al este y el Mar Caribe al sureste, y el océano Pacífico al oeste y al suroeste. Esta región comprende también a Groenlandia y sus islas adyacentes.

La América del Norte desde una visión política actual comprende a Canadá, Estados Unidos y Alaska, México y Groenlandia, que pertenece a Dinamarca.

Políticamente comprende los países de Canadá, Estados Unidos y México.

América Central geográficamente es la región comprendida entre el Istmo de Tehuantepec, en México, y la región del río Atrato, en Colombia, que abarca los territorios del sur de México, Guatemala, Belice, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y la parte norte de Colombia.

El concepto Centroamérica como definición política, no geográfica, solo comprende a Guatemala, Belice, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica.

Para algunos efectos económicos regionales se ha extendido el concepto de Centroamérica para que formen parte de esta región Panamá y República Dominicana.

La otra gran región geográfica es Sur América o América del Sur, en el resto del continente, desde la Depresión del Río Atrato hasta la llamada Tierra del Fuego, la Antártida y las Islas del Atlántico Sur.

Desde la óptica del presidente Trump, en sus primeros 100 días de gobierno, ha señalado claramente varios objetivos políticos de una nueva definición de proyección geopolítica, de la ubicación geográfica y política de los Estados Unidos en el continente.

Primero, con la propuesta y anuncio de la retoma del Canal de Panamá, su control administrativo, político, económico y militar, con su región colindante, en la llamada Zona del Canal, como lo hacía Estados Unidos antes del Tratado Torrijos Carter de 1977, con el cual Panamá tomó la Soberanía del Canal, en que Estados Unidos acordó rescindir el Tratado original de manera definitiva a partir de 1999.

Trump no está de acuerdo con lo pactado por el presidente Carter y está dispuesto a tomar el Canal si es necesario por la fuerza militar. Ya ha entrado en negociaciones con el actual gobierno de Panamá para ir asumiendo cada vez mayor presencia en la Zona del Canal. En Panamá se han suscitado fuertes protestas populares por este motivo.

Segundo, en el norte ha proyectado el presidente Trump sus objetivos geopolíticos.

Primero, apropiarse de Groenlandia, que como territorio pertenece a Dinamarca, lo cual lo enfrentaría a un país europeo, con ello a la Unión Europea y a la misma Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN, en caso de una agresión u ocupación militar, que la OTAN, a la cual pertenece Estados Unidos, que se vería obligada a actuar en defensa de Dinamarca.

En este escenario sabemos cómo actúan los intereses de los Estados Unidos, como lo hicieron con la intervención de los ingleses en Las Malvinas, cuando Estados Unidos se alió a Inglaterra, en perjuicio de Argentina, en que impidió la invocación de la OEA y la aplicación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, TIAR, que Argentina trató de activar.

Segundo, el discurso ofensivo de Trump sobre Canadá considerándolo como el Estado Número 51 de los Estados Unidos, llamando incluso “Gobernador” a su máxima autoridad política, el primer ministro de Canadá, que forma parte de la estructura monárquica de Inglaterra, proponiendo una consulta popular para la adhesión o integración del Canadá a los Estados Unidos, posición que ha sido rechazada por la población canadiense.

Cuarto, replanteando dentro de su visión económica sus relaciones con Canadá y México, alterando los acuerdos contenidos en el Tratado de Libre Comercio de estos países, imponiéndose como la parte más beneficiada de cualquier relación comercial con ellos.

En su conjunto también afectando a todos estos países con las decisiones de aumentar los aranceles prácticamente con todos los países con los cuales Estados Unidos tiene relaciones comerciales, más allá de Tratados o Acuerdos comerciales.

Quinto, le dio un zarpazo a México al denominar oficialmente al Golfo de México como Golfo de América. Cambió el nombre y con ello estableció una jurisdicción proyectada de los Estados de Alabama, Florida, Luisiana, Misisipi y Texas sobre el mar del Golfo. Así se están haciendo los nuevos mapas y así se introdujo la enseñanza de la geografía en las instituciones escolares.

La conquista y la colonización que desarrolló España en América hizo que se impulsara, para la mejor administración de los territorios conquistados, una división administrativa colonial que hizo surgir cuatro Virreinatos en América. El más antiguo fue el de Nueva España o de México, que se estableció en 1535, que llegó a abarcar todo Centroamérica, México y de los Estados Unidos, todos los territorios actuales de California, Nevada, Colorado, Utah, Nuevo México, Arizona, Texas, Oregón, Washington, Idaho, Montana, Wyoming, Kansas, Oklahoma, Luisiana, Florida, Alabama, Misisipi y Alaska pertenecieron al Virreinato de México.

El Virreinato de Nueva España o de México se extendió a otros territorios de Asia y Oceanía.

Los territorios que llegaron a tener las 13 colonias inglesas, que se habían establecido en el este de Norte América, se independizaron en 1776, siendo hasta entonces territorios que se concebían dentro del Virreinato de México. Ello hizo que los mapas que se elaboraron desde aquellos años establecieran el nombre de Golfo de México, que se ha mantenido hasta hoy, para cubrir todos los territorios desde México hasta los Estados Unidos en el Gran Golfo del Norte de América que ha sido conocido como Golfo de México. Los mapas así lo consignaron desde los años del Virreinato, cuando fueron elaborados en 1562, 1784, 1794, 1822 y cualquier otro mapa así publicado hasta el 2024.

Con el actual cambio de nombre por parte de los Estados Unidos, el Golfo de América comprende hoy las costas de los estados de Florida, Alabama, Misisipí, Luisiana y Texas.

El Golfo de México, por su parte, comprende las costas suroeste y sur de los estados mexicanos de Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán y la parte norte de Quintana Roo.

Está claro que Donald Trump visualiza su presencia en el Continente Americano de manera contundente. De mayor control político, geopolítico, militar, económico y cultural.

La Doctrina Monroe, desarrollada a partir de 1823 ha sido reactualizada por Trump, teniendo presente las distintas doctrinas y políticas intervencionistas de Estados Unidos en el continente, las doctrinas y acciones políticas del Gran Garrote, de Roosevelt, 1904-1939, la del Buen Vecino y diplomacia del Dólar, siglo XIX y XX, la Doctrina Truman que impuso las políticas anticomunistas en el continente y desarrolló más las bases militares en Panamá, las doctrinas intervencionistas y militaristas, de la Seguridad Nacional, el Plan Cóndor, con motivo de la Guerra Fría, hasta las de Ronald Reagan, con el dominio de su “patio trasero”, o las de políticas y doctrina de Kissinger combinando diplomacia con poder militar.

Con todas estas doctrinas Estados Unidos trató de contener, y de reemplazar cuando fuera del caso, gobiernos y líderes de izquierda, progresista por líderes de derecha, juntas militares o regímenes autoritarios.

Frente al cambio de nombre del Golfo de México hay que replantear, en el campo de la enseñanza y la educación, en general, y geográfica e histórica en los particular, la correcta denominación de las cosas, de las situaciones.

Así, por ejemplo, cuando hablamos o referimos al concepto americano se debe distinguir a todo el continente, y a todos los habitantes del Continente. En la práctica actual americano ha referido casi solo a los ciudadanos de los Estados Unidos, a los que hay que empezar a llamar estadounidenses. Con el nombre de los Estados Unidos de América se conoce a las 13 colonias inglesas que se liberaron de Inglaterra, que luego fueron desarrollándose hasta crear la gran nación de Norte América, hoy con sus 50 estados federados. Así en el caso de la América del Norte tendremos canadienses, estadounidenses y mexicanos, de la misma manera como se conocen los habitantes de cada uno de los países latinoamericanos, guatemaltecos, salvadoreños, hondureños, nicaragüenses, costarricenses, panameños, colombianos, venezolanos, brasileños, guayaneses, ecuatorianos, peruanos, bolivianos, paraguayos, argentinos y uruguayos.

Si se trata por regiones del continente, se llamará norteamericanos, a los ciudadanos de toda Norte América o la América del Norte, centroamericanos, suramericanos y caribeños.

Es al menos una manera, y un intento, de afirmar nuestra identidad nacional de mejor forma.

Compartido con SURCOS por el autor.

Algunas reflexiones sobre el Movimiento Obrero, el Primero de Mayo y la Masonería

ALGDGADU
SFU

Conferencia de Vladimir de la Cruz MM
en el Templo Mayor de la Logia Masónica.
En la Tenida de Trabajos Ordinarios de la V
L Hermes Nº 7 el lunes 5 de mayo del 2025

Estimado y QH, Venerable Maestro, Álvaro Rojas Salazar,

QQHH de la VL Hermes Nº 7

Agradezco profundamente la invitación que me hicieran para compartir con ustedes algunas reflexiones, a propósito de la fecha gloriosa del 1º de Mayo en Nuestra Patria, su relación con el movimiento obrero y con la Masonería.

De manera conceptual el movimiento obrero refiere en una acepción al movimiento comunista y sus organizaciones sindicales y, en otra acepción, remite al movimiento sindical en general. A los efectos de esta reflexión, me guiaré por entender al movimiento obrero en su versión de movimiento sindical en general.

La fecha del 1º de Mayo en Nuestra Patria se asocia, primero, a la rendición del filibustero estadounidense William Walker que se produjo el 1º de Mayo de 1857, poniendo fin a la Gran Guerra Nacional y Centroamericana que había iniciado en 1856, en el caso nuestro, cuando invadió Costa Rica, donde fue derrotado el 20 de marzo del 1856 en la Batalla de Santa Rosa, y unos días después, el 10 de abril, en la Batalla de Sardinal. Para mí, estas dos batallas fueron las más importantes porque se derrotó a los filibusteros en suelo costarricense, sacándolos y expulsándolos del suelo nacional. Esas dos batallas marcaron la persecución que se hiciera de los filibusteros para asegurar que no penetraran el territorio costarricense, y para sacarlos de Nicaragua.

De ambas batallas se marchó hacia Nicaragua, donde los filibusteros habían llegado en 1855, donde sirvieron al gobierno de entonces y donde también fueron enfrentados. Aun así, Walker se hizo fuerte en Nicaragua al frente del Ejército y proyectó la dominación de toda Centroamérica, en sus cinco países, que quiso anexar a los estados sureños de los Estados Unidos, y con ello establecer la esclavitud a los pueblos centroamericanos, que por breve período impuso en Nicaragua.

La heroica y dura Batalla de Rivas, del 11 de abril, infligió otra derrota militar y moral a las tropas filibusteras. No pudo ser capturado Walker en su huida por haberse desatado la peste del cólera, que obligó a que las tropas costarricenses regresaran dejando, por pocas semanas, el escenario de la guerra. Así concluyó lo que se conoce como la Primera Campaña de combates contra los filibusteros.

La peste de cólera afectó terriblemente a la población costarricense. Se estima que un 10% falleció, cerca de 10.000 costarricenses.

El 20 de junio de 1856 Walker desconoció al gobierno nicaragüense presidido por Patricio Rivas, e impuso de presidente a Fermín Ferrer.

El 10 de julio el presidente Ferrer declara al General William Walker presidente de Nicaragua. En esos mismos días empezaban a llegar a Nicaragua los ejércitos de El Salvador y Guatemala a combatir a Walker, articulándose los ejércitos aliados, con el de Costa Rica, para derrotar y expulsar a Walker de Nicaragua, desde donde constituía una grave amenaza para toda la región. Así se dio la llamada Segunda Campaña de combates contra los filibusteros, ya integrado el ejército costarricense, comandado por el Presidente Juan Rafael Mora Porras, su hermano, el General José Joaquín Mora Porras y su cuñado el General José María Cañas.

La Segunda Campaña culmina con la rendición de William Walker y su salida de Nicaragua, el 1º de Mayo de 1857, lo que motivó que el Presidente Juan Rafael Mora Porras, declarara, que el 1º de Mayo de cada año debía celebrarse, a partir de 1858, de manera perpetua, como un día feriado nacional en todo el territorio costarricense, para celebrar la rendición y expulsión de los filibusteros. Así se origina el día feriado del 1º de Mayo de 1857 en el país.

En el Ejército Nacional, que salió a combatir a los filibusteros, se integró, apoyando la lucha y la movilización popular y voluntaria de ciudadanos, la Iglesia Católica, a la que el Obispo Anselmo Llorente y La Fuente la hizo participar. Con la tropa participó casi una decena de sacerdotes, jefeados, por el Padre Francisco Calvo, como Capellán del Ejército, para cumplir los apoyos espirituales y materiales que los soldados, heridos y caídos necesitaran. El Padre Calvo empezó a destacar desde entonces en la Iglesia y en el panorama nacional.

En 1865 el Padre Calvo funda la Logia Masónica de Costa Rica, desde entonces existente en el país. El movimiento masónico ya existente, había jugado su papel en el proceso de Independencia de la América hispana y en el Virreinato de México, al cual pertenecíamos.

En los días de la Independencia, en 1821, en México cuando el clero católico apoya la declaratoria de emperador de Agustín de Iturbide, las logias masónicas se le enfrentaron. En Costa Rica la presencia masónica se remonta a los mismos días de la Independencia, cuando desde 1824 se tenía conocimiento de masones en el país y en Centroamérica.

A partir del proceso post independentista en muchos países la masonería tuvo importante influencia en la estructuración de los Estados liberales, el desarrollo de las libertades ciudadanas, los derechos individuales, en las tendencias laicistas del desarrollo institucional y democrático, en los procesos educativos, la gestación democrática, y en la constitución de Repúblicas.

El movimiento masónico en esos días estuvo ligado también a la gestación de la prensa que facilitó la divulgación de las ideas de la independencia, la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad. También estimuló y se ligó a impulsar organizaciones como las Sociedades Económicas de Amigos del País, que se desarrollaron en distintas partes de nuestra geografía iberoamericana, para modernizar e impulsar el progreso social y material, contribuir a la recuperación de la caída economía colonial estimulando la libertad de comercio, enfrentando las trabas burocráticas del sistema colonial, superando el oscurantismo ideológico imperante por la presencia eclesiástica en América, difundiendo las ideas sociales y políticas más avanzadas del momento, encarnando los ideales revolucionarios de Francia, de su Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano.

En Costa Rica, desde 1824 hasta 1865 hay información de la presencia y del paso de masones. Algunos fueron expulsados por herejes y revoltosos. A otros se les atribuyeron la fundación de Logias en San José, Cartago y Heredia. Otros fueron acusados ante el Tribunal de la Inquisición que todavía funcionaba. Se dijo que el Jefe de Estado Braulio Carrillo se inició como masón en una Logia dependiente del Gran Oriente Español de las Indias y, fueron masones también los que derrocaron a Carrillo, motivo por el cual, dice el Historiador y ex Gran Maestro y Benemérito de la Orden, Rafael Obregón Loría, que pudo ser ésta la causa por la cual Carrillo se separara de la masonería. También, se afirma que el grupo La Tertulia, en 1833, estaba impulsado por masones, por sus luchas, por los ideales que pregonaban y por las personas que lo integraban, aunque no constituyeran Logias o Talleres de trabajo masónico en esos años. Monseñor Víctor Manuel Sanabria reconoce la existencia de Logias desde 1826 en San José, Heredia y Cartago. La influencia masónica de esos años se nota en 1846, cuando en el libro Lecciones elementales de las dos primeras partes de la filosofía, primer libro, usado en la Universidad de Santo Tomás, en su portada se pusieron símbolos masones, de la misma manera que se hizo entre 1843 y 1858 con la publicación de los Estatutos de la Universidad de Santo Tomás.

El 2 de enero de 1865 se fundó la Masonería en Costa Rica al amparo del Gran Oriente y Supremo Consejo Neogranadino, de Cartagena. El 28 de julio de 1865 empezó regularmente sus trabajos, emitida ya su Carta Constitutiva la Logia Caridad No. 26. Dos años más tarde, con el apoyo de la Gran Logia de Cuba, se estableció la Logia Unión Universal Nº 19. En 1871 con la existencia de otras logias se fundó el Supremo Consejo de Francmasones. Este mismo año se fundó, con asiento en San José, el Consejo Supremo Centroamericano, el 9 de enero.

El Padre Francisco Calvo pasó a jugar un papel muy importante en la vida política nacional, en esos años posteriores a la Guerra Nacional contra los filibusteros.

La Logia Masónica fue el motor del impulso liberal en las décadas siguientes, entre 1870 y 1890. Los principales presidentes de ese período pertenecieron a la Masonería, José María Castro Madriz, Bruno Carranza, Tomás Guardia Gutiérrez, Salvador Lara Zamora, Bernardo Soto y Próspero Fernández.

Hasta la constitución de la Gran Logia de Costa Rica, en diciembre de 1899, el movimiento masónico jugó un papel relevante en la vida política nacional. Su misión liberal se había concretado en el desarrollo del Estado Nacional y el ideario liberal nacional expresado en la legislación, la tradición, los usos y costumbres imperantes. Sus banderas se habían mantenido en alto, en este período, en el ámbito de las libertades públicas y de enfrentamiento con las intenciones eclesiásticas de recuperar influencia, presencia y poder político que la Iglesia había perdido con las leyes liberales.

En este período liberal, el Padre Francisco Calvo impulsó, en 1874, la creación y fundación de Sociedades de Trabajadores, Sociedades de Artesanos y Sociedades de Obreros, como alternativas clasistas, porque en ellas solo se podían organizar trabajadores, artesanos u obreros frente a las Sociedades Mutualistas, de Mutuo Auxilio o de Socorros Mutuos en las que se podían afiliar trabajadores, obreros, artesanos, estudiantes, mujeres y patronos.

Con las organizaciones laborales que impulsó el Padre Calvo la sociedad costarricense empezó a perfilarse y a comprenderse como una sociedad dividida en clases sociales, una dominante y otras dominadas. Esta situación se expresó políticamente cuando el último Rector de la Universidad de Santo Tomás, Félix Arcadio Montero, inició la organización política de estos sectores dominados primero, en 1886, con el intento de fundar un Partido de Trabajadores y luego, en la década de 1890, con el Partido Independiente Demócrata con el que llamó a los “descalzos”, “descamisados y “chaquetas” a enfrentar los “levitas”, por el traje de distinción que se usaba, y al “Olimpo”, por quienes estaban arriba, en el Poder Político.

El Padre Calvo cuando fundaba una Sociedad de trabajadores, de obreros o artesanos las llevaba en desfile hasta la Casa Presidencial, y las ofrecía al Presidente Tomás Guardia, que era Masón, para que las presidiera honoríficamente, lo que probablemente era un juego político que realizaba para garantizar su protección, su legalidad y existencia.

El padre Francisco Calvo falleció en 1890. Pudo acariciar las grandes luchas internacionales de los trabajadores europeos y estadounidenses, de la década de 1880-1890, por la jornada de trabajo de ocho horas. En esos años se habían desarrollado movimientos anarquistas, socialistas y comunistas, cuyas ideas empezaban a penetrar en el país por las noticias de prensa que llegaban, y por los trabajadores europeos que vinieron a trabajar en la construcción del ferrocarril al Atlántico, especialmente italianos y luego españoles. En Europa así surgió la Asociación Internacional de Trabajadores, llamada Primera Internacional, en 1864, y la Segunda Internacional en 1876, ambas fundadas por Carlos Marx, para darle unidad internacional a las luchas obreras.

En los Estados Unidos había surgido la Federación Americana del Trabajo (AFL), en 1886, que evolucionaba de la Federación de Sindicatos Organizados (FOTLU), y la organización de los Caballeros del Trabajo. En esos años se venía dando la lucha por establecer la jornada de trabajo diaria en ocho horas.

En los Congresos Obreros de la Federación de Sindicatos Organizados y de la Federación Americana del Trabajo de 1880, 1881, 1882, 1883, 1884 y 1885 se había venido preparando una gran huelga para que el 1º de Mayo de 1886 se presionara por establecer la jornada de ocho horas diarias. En aquella época, cada primero de año, en asambleas directas de trabajadores y patronos se negociaban los contratos de trabajo para el año siguiente, a partir del 1º de mayo. Así se dio la gran huelga general, que movilizó alrededor de un millón de trabajadores en Estados Unidos en 1886, que culminó en la ciudad de Chicago, con un incidente que produjo heridos y muertos, cuya culpa la hicieron recaer en los dirigentes de la huelga, la mayor parte trabajadores inmigrantes, de orientación anarquista, que fueron juzgados y condenados a la pena de muerte, por lo que se les conoce como los Mártires de Chicago. Ellos fueron August Spies, George Engel, Samuel Fielden, Adolph Fischer, Louis Lingg, Michael Schwab, Albert Parsons y Oscar Neebe.

Las huelgas de 1886 impusieron la jornada de trabajo de ocho horas diarias para el 80% de los trabajadores que se habían movilizado. En 1888, de nuevo la Federación Americana del Trabajo empezó a organizar, para el 1º de Mayo de 1890, otra gran huelga para lograr la universalización de la jornada de trabajo de ocho horas. La prensa masónica de España de 1890 informó activamente de esta lucha, apoyando la lucha por la jornada de ocho horas, como una lucha por la vida.

En 1889, dos Congresos Obreros, realizados en Paris, Francia, apoyaron esta convocatoria del 1º de Mayo de 1890. El Congreso Obrero, reunido en la Sala Petrelle, estableció que a partir del 1º de Mayo de 1890 se debían seguir movilizando los trabajadores, cada año, para hacer un balance de las luchas del año transcurrido y para establecer una plataforma de lucha para el año venidero. Así surgió el día 1º de Mayo como el Día Internacional de los Trabajadores, como un día de lucha, no de fiesta.

Los sucesos ocurridos en Europa, Estados Unidos y Chicago en 1886 fueron seguidos diariamente por la prensa costarricenses, que informaba de ellos con pocos días de atraso, lo que introdujo lentamente esta demanda de trabajo en el país, que tenía jornadas que superaban las doce horas y había jornadas de 16 y en algunos lugares hasta 20 horas de trabajo.

Entre 1890 y 1912 en Costa Rica se dio una gran revolución urbana e industrial. El capitalismo agrícola se desarrolló con las plantaciones de banano, café y caña de azúcar. El Valle Central se había modificado en su paisaje por estos cultivos. El llamado ferrocarril al Atlántico había acelerado la economía nacional. Ya había electricidad, a finales del siglo XIX, que alcanzaba a las ciudades del Valle Central. El Barrio Amón y el Barrio Aranjuez se construyen en esos años, así como grandes edificios, entre ellos, el de la Escuela del Edificio Metálico, el Teatro Nacional, con electricidad incluida, edificios aún existentes en la Avenida Central, el edificio de Correos, la vieja Penitenciaría Central, hoy Museo de los Niños. Se iniciaba el ferrocarril al Pacífico, habían fábricas de gaseosas, cervezas, jabonerías, imprentas, una activa prensa diaria. Habían empresas textileras e hilanderas.

Este cambio en la actividad económica había producido cambios en la organización económica. Los viejos talleres artesanales empezaron a sustituirse por pequeñas, medianas y grandes empresas. Aparecieron los monopolios como el de la United Fruit Company, que se había fundado en marzo de 1899, con apoyo de las plantaciones y empresas bananeras de Costa Rica. A los cambios empresariales se dieron los cambios en las organizaciones laborales de los trabajadores. Así surgieron, entre 1900 y 1901, Ligas Obreras y Sindicatos superando a las sociedades mutualistas y a las de trabajadores que había impulsado el padre Calvo.

A partir de 1905 empezaron a surgir las Federaciones de Trabajadores, dándole más fuerza a los trabajadores organizados, que también se vincularon a las luchas internacionales y regionales, tratando de impulsar en 1911 la Confederación de Obreros de Centroamérica (COCA), y en 1918 la Confederación de Obreros Panamericana (COPA). El escritor Joaquín García Monge representó a los trabajadores en la constitución de la Confederación de Obreros Panamericana, en Laredo, Texas. Con motivo del desarrollo de los monopolios se dieron luchas antimonopólicas y de carácter antiimperialistas desde 1901, iniciadas por sectores oligárquicos cafetaleros que empezaban a invertir en banano, afectados y limitados por cláusulas de los Contratos bananeros.

En la primera década del siglo XX, en 1907 y 1913, el poeta y autor de la Letra del Himno Nacional, José María Zeledón Brenes, escribió sobre estas luchas de los trabajadores y la jornada de ocho horas. En 1909 se constituyó el Centro de Estudios Sociales Germinal, que agrupaba a los escritores Joaquín García Monge, Omar Dengo, José María Zeledón Brenes, Carmen Lyra que impulsaron la creación de la Confederación General de Trabajadores, en 1913, que también convocó a la primera celebración del 1º de mayo como Día Internacional de Lucha de los Trabajadores, que desde ese año se celebra en Costa Rica.

En este tipo de luchas el movimiento masónico costarricense no se involucró. Tampoco las adversó. De manera activa, a finales del siglo XIX, con las dos visitas que hiciera el QH José Martí a Costa Rica, la Gran Logia de Costa Rica dio su apoyo a la lucha libertadora de Cuba, que encabezaba Martí, además de que en esos días surgieron seccionales del Partido Revolucionario Cubano, en distintas partes del país, con apoyo de trabajadores organizados.

Así, desde 1913 empezó a celebrarse el día 1º de Mayo como Día Internacional de los trabajadores, ligado a la celebración de la rendición de los filibusteros de William Walker. A medida que cobró fuerza la celebración de día de los trabajadores, se dejó de reseñar la rendición de William Walker, que es la que da origen a la Fecha Patria nacional.

De esta manera, vinculo la presencia de la Masonería al Movimiento obrero, con el padre Calvo, desde la Campaña Nacional como Capellán del Ejército Nacional, y como fundador de la Masonería nacional, como el gestor e impulsor de la organización clasista de los trabajadores, que lleva a la celebración del 1º de Mayo, en el caso costarricense, como Día Internacional de los trabajadores, a partir de 1913.

Así, el movimiento obrero costarricense, le debe al fundador de la Masonería los orígenes clasistas de su organización laboral. Si el movimiento masónico no se involucró más, en este sentido, fue por el papel que adquirió y tuvo en el desarrollo del Estado de Derecho liberal, en la preocupación por el ejercicio de las libertades y derechos ciudadanos, por el desarrollo de un Estado laico.

Las luchas sociales que emergieron a partir de finales del siglo XIX y durante las primeras décadas del siglo XX no atraparon el compromiso de los masones en su impulso y gestación. Pero, si fueron intelectuales liberales, con visión social, los que enfrentaron el tradicionalismo y el conservadurismo político de estas décadas. Las luchas obreras, nacionalistas y antiimperialistas tan características desde 1920 hasta 1935 tampoco atrajeron la atención de los masones de manera activa.

Sus banderas se habían mantenido en alto, en este período, en el ámbito de las libertades públicas y de enfrentamiento con las intenciones eclesiásticas de recuperar influencia, presencia y poder político.

Entre el Movimiento Obrero y la Masonería podemos apreciar coincidencias en sus principios fundamentales.

Los principios de la Libertad, la Igualdad, la Fraternidad, el respeto a las creencias religiosas son también esenciales en la organización de los trabajadores. La lucha por abolir toda forma de esclavitud laboral es coincidente con los principios de que el masón es un hombre libre, que lucha contra toda forma de opresión y esclavitud, el de ayudar a los débiles.

El desarrollar una conciencia de clase trabajadora es equivalente al estudio de los masones por la superación individual y de actuar de conformidad a la voz de la conciencia, en búsqueda de la Verdad para el Masón, en la búsqueda de un sistema de relaciones laborales justas y de mayor bienestar social, para el movimiento obrero.

La preocupación del masón por enseñar al ignorante la tiene el movimiento obrero cuando también le enseña al trabajador su condición de ser social y de hombre libre, y de desarrollarle su conciencia de clase.

En la masonería un valor fundamental es el trabajo del hombre, el trabajo que libera, que conduce a la perfección del hombre por su trabajo y el desarrollo de su conocimiento. Las Logias masónicas operan como Talleres de trabajo, simbólicamente con un horario de 8 horas. Para el movimiento obrero es importante el hombre trabajador que tiene que liberarse de las cadenas que le atan, como esclavo moderno, de sus condiciones opresoras laborales.

En los tiempos antiguos, cuanto el hombre estaba más atado a la naturaleza, el trabajo del hombre fue esencial para su propio desarrollo, para la separación del hombre de la naturaleza y para el dominio de la naturaleza por el hombre, que es la lucha constante hasta hoy. Esa relación, del Hombre con la Naturaleza, lo condujo a establecer relaciones con la naturaleza y relaciones con los propios hombres, en el proceso de trabajo, en el proceso de la producción, que se conocen como relaciones de producción, que lo condujo a obtener mayor grado de libertad entre más se dominara y conociera la naturaleza, y entre más se liberaran las condiciones esclavistas de trabajo. Esto sigue vigente.

La masonería no es una práctica espontánea; es un plan, un programa. El desarrollo teórico de la masonería se extrae de la vida, de la propia realidad. Por ello, no es un movimiento utópico, es la unión de la vida y las ideas en búsqueda de un camino justo de superación humana. El movimiento obrero también busca el camino justo de la superación humana, aboliendo todas las formas de explotación y dominación social.

El simbolismo masónico expresado en la piedra bruta y la piedra cúbica, trabajada, es la transformación de la materia por el trabajo y el conocimiento.

El trabajo da habilidad, destreza, capacidad, fuerza, inteligencia, pero también relaciona al hombre no solo con la naturaleza sino con otros hombres y lo obliga a la solidaridad, a la cooperación, la fraternidad, la igualdad y a la libertad. El trabajo une así al hombre con la naturaleza pero también con otros hombres. Son relaciones de unión y de lucha.

El trabajo concebido masónicamente es esencial para la superación del hombre. El trabajo social, es el que resulta de la cooperación, de la unidad de los hombres, de la fraternidad de su relación, del estudio común, de su sociabilidad y de su inteligencia y capacidad de pensar.

El par dialéctico como hombre Libre y de Buenas Costumbres del masón es igual para el obrero, para el trabajador organizado.

El trinomio dialéctico que conduce la vida, la práctica y el espíritu del movimiento masónico, que tiene que ver con su propia transformación y la transformación social, que se representa en la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad, en su doble relación dialéctica, su sentido político profano y su sentido iniciático, es igual para el obrero, en su relación dialéctica, de su sentido profano organizativo sindical con su sentido iniciático de su militancia sindical.

Los elementos dialécticos dentro del movimiento y organización masónica de los Tres Deberes, con el principio de vida, con nosotros mismos y con la Humanidad, se expresan en los trabajos masónicos, en la actividad colectiva de los Hermanos en el Taller, en la Logia. Para el movimiento obrero hay similitud con esos tres deberes realizados en la actividad colectiva de los Sindicatos.

El concepto de la Igualdad es un principio que, en teoría, los masones tienen que practicarla. La Justicia, es un elemento que también es importante, que está asociado a las actividades masónicas, que refiere a dos cosas: a dar a cada quien lo que le corresponde y a dar a cada quien lo que necesita. Este planteamiento está en los documentos del movimiento obrero y socialista internacional, con la frase frase «a cada uno según su capacidad, a cada uno según sus necesidades», manifestada por el mismo Carlos Marx.

Históricamente, los masones fueron perseguidos en distintas épocas, por distintos regímenes políticos y por la Iglesia católica, por las luchas que libraban por la Libertad, la Igualdad, la Fraternidad, por el Estado laico por las libertades y derechos ciudadanos. Fueron perseguidos y proscritos. El movimiento obrero de igual manera ha sido perseguido, en distintas épocas, por distintos regímenes políticos, e igualmente ha sido proscrito, por sus luchas sociales y políticas, por lograr más justicia social, más bienestar para los sectores trabajadores.

En el caso eclesiástico, Papas se pronunciaron contra los masones. En 1738, el Papa Clemente XII redactó el Primer decreto papal en contra de la Masonería, la bula “In Eminenti Apostolatus Specula o In Eminenti. En 1751 el Papa Benedicto XIV lo hizo con el documento pontificio “Providas romanorum”. En 1821, el Papa Pío VII afirmó categóricamente que los francmasones deben de ser excomulgados, por sus conspiraciones contra la Iglesia y el Estado, en el documento “Ecclesiam a Jesu Christo”. Igual siguieron los documentos papales “Quo Graviora”, de 1826, del Papa León XII, el documento pontificio “Traditi Humilitati”, de 1829, del Papa Pío VIII, el documento pontificio “Mirari Vos”, de 1832, del Papa Gregorio XVI, los documentos pontificios “Qui Pluribus”, de 1846, “Quibus quantisque malis, de 1849, “Quanta cura , de 1864, “Multiplices inter”, de 1865, “Apostolicæ Sedis”, de 1869 y “Etsi multa”, de 1873, del Papa Pío IX. De igual modo, los documentos papales de León XIII, “Etsi Nos, de 1882, la Encíclica “Humanum Genus”, de 1884, la Encíclica “Officio Sanctissimo”, de 1887, el documento pontificio “Ab Apostolici”, de 1890, la Encíclica “Custodi di quella fede” de 1892, la Encíclica “Inimica vis” , de 1892, los documentos pontificios “Praeclara Gratulationis Publicae” de 1894 y “Annum ingressi”.

El Código de Derecho Canónico, de 1917, establecido por el Papa Benedicto XV, condenó y excomulgó a los miembros de la Masonería, lo que se reafirmó en el Código Canónico de 1983, eliminando sanciones y la excomunión.

En 1974, el 19 de julio, la Congregación para la Doctrina de la Fe, del Vaticano, admitió que la Masonería estaba exenta de contenidos contrarios a la Iglesia y que por ello su pertenencia no llevaba consigo la pena de excomunión. En cuanto al movimiento sindical innumerables leyes, en todas partes del mundo, y en Costa Rica también, establecieron restricciones o prohibiciones de organización, de prácticas sindicales y de limitación del ejercicio de derechos laborales y sindicales.

Con el Papa Francisco, recién fallecido, hubo un retroceso por cuanto aprobó un pronunciamiento, del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, del 15 de noviembre del 2023, que señaló que ser masón no era compatible con ser católico, y que los católicos que se encontraran en las logias estaban en “estado de pecado grave”.

La Masonería ha sido considerada como una sociedad secreta, conspiradora, antisistema. De la misma manera, a organizaciones del movimiento obrero se les ha dado igual trato de conspiradoras y antisistema, y les ha tocado actuar desde la clandestinidad, como sociedades secretas. Las luchas políticas que ha dado la masonería pueden asimilarse a las luchas políticas del movimiento obrero, motivos por los cuales son perseguidas estas asociaciones y sus dirigentes.

La masonería ha estado ligada históricamente a grandes cambios y revoluciones políticas, de progreso social y humano. De igual manera, el movimiento obrero se liga a luchas políticas de progreso social y humano, particularmente a la lucha por la paz, y algunos movimientos obreros se han ligado a la lucha por el socialismo, en una visión anticapitalista.

En el movimiento sindical y el movimiento obrero se usan colores de manera tradicional. Particularmente son el rojo y el negro. El rojo simbolizando la lucha, la vida. El negro simbolizando los que han caído en esas luchas.

En la Masonería se usan colores. El rojo que simboliza la generosidad, se asocia también a los caídos en la lucha por la Libertad, o a la sangre derramada en esta lucha. También el color blanco que refiere a la pureza o inocencia, el verde a la esperanza.

En la Masonería los colores son simbólicos. Hay colores en la masonería que refieren al grado masónico especial, como el color azul y grana. Los colores blanco, azul, rojo, purpura o violeta, oro o doradas, amarillo, naranja son propios de las prácticas y usos masónicos, para los mandiles y cintas de las joyas que también se emplean.

Los sindicatos y las logias son igualmente espacios de reunión, de trabajo, de comunicación, de cohesión, de interacción de sus miembros o integrantes.

No hay históricamente un vínculo directo entra Masonería y Movimiento Obrero o sindical, como sí lo hay entre Iglesia Católica y movimiento sindical. La relación Masonería-Movimiento sindical es un tema de discusión académica, masónica y política, dentro y fuera de las Logias masónicas como dentro del movimiento obrero sindical.

Los derechos y las libertades de los ciudadanos como elemento de lucha masónica surgieron antes que los derechos y libertades laborales y sindicales. Cuando éstas últimas surgieron, desde la perspectiva y lucha de los trabajadores, los Estados de Derecho ya se habían consolidado, y dentro de ellos empezó a darse la lucha por separar de la legislación civil la legislación laboral, y a desarrollar el concepto de que los trabajadores son la parte débil de la relación capital-trabajo, que requiere ser protegida. Esta lucha se asoció y vinculó más a los partidos políticos de las clases trabajadoras que empezaron a surgir en la segunda mitad del siglo XIX, de orientación socialista, comunista o anarquista, que llevó a que la Masonería no levantara estas banderas de lucha social y humana, lo que no hace a la Masonería una organización antiobrera, ni alejada de estas luchas, o contraria a los derechos de los trabajadores. El algunos países las Logias saludan el 1º de mayo a los trabajadores en su día de lucha.

La Masonería es más que todo una organización iniciática de reflexión mientras el movimiento obrero es una organización de lucha por asegurar los derechos sociales de los trabajadores.

Por la naturaleza del surgimiento histórica de la Masonería ésta se desarrolló más como una organización masculina, mientras el movimiento obrero se desarrolló, en su organización, más democráticamente con hombres y mujeres.

La Masonería en su filosofía no ha promovido el análisis de la sociedad desde la perspectiva de la lucha de clases, como lo hace el movimiento obrero y sindical. Esto hace que en la Masonería haya personas muy vinculadas al poder político, a situaciones que en ejercicio del poder político puedan actuar violentamente tomando decisiones militaristas y guerreristas, represivas, incluso contra el movimiento obrero, mientras que miembros y dirigentes del movimiento obrero no participan de ese tipo de decisiones, lo que no impide que dirigentes del movimiento obrero sean masones, como lo fue Miguel Bakunin en el siglo XIX, o el presidente Salvador Allende en Chile, vinculados a las luchas sociales y obreras.

La Masonería históricamente ha estado asociada a estructuras del poder político mientras el movimiento obrero y sindical ha estado más asociado a la lucha contra el poder político, considerándolo un poder opresor de las clases trabajadoras. El valor Trabajo desde la perspectiva masónica no se asocia a las luchas de los trabajadores.

El tema de la relación Masonería- Movimiento Obrero, no es fácil de abordar. Tiene muchas aristas. Tan solo he hecho unas reflexiones a la luz de la historia nacional, de la historia de la Masonería en el país y de las luchas obreras asociadas al Primero de Mayo. Ambos escenarios, Masonería y Movimiento Obrero son muy disímiles en su accionar filosófico y político. Es un tema de investigación y de reflexión que hay que continuar, así como el de Masonería y Socialismo.

La oposición política en el nuevo Directorio Legislativo. Una ligera radiografía de su integración

Vladimir de la Cruz

El pasado de mayo se eligió el Directorio Legislativo, para la Cuarta Legislatura, que va desde ese primero de mayo hasta el 30 de abril del año próximo.

Para descalificarlo se ha afirmado que es un Directorio de Oposición Política. Pero ¿qué se esperaba?, si el gobierno no tiene mayoría de diputados propios, y los 8 diputados, que tiene, carecen de capacidad de negociación, lo que no les ha permitido, que al menos por “cortesía”, le dieran la posibilidad de que un diputado afín al gobierno presidiera la Asamblea Legislativa. Además, en este último año el presidente Chaves ha arreciado violentamente su discurso contra los poderes públicos y, especialmente, contra la Asamblea Legislativa y contra todos los diputados que no son afines al gobierno, o que no se someten a sus dictados y órdenes como trata de hacerlo, y los ha tratado como la escoria política nacional y como delincuentes.

En los dos gobiernos anteriores, del Partido Acción Ciudadana, con no más de 13 diputados electos, se le dio la posibilidad de que ejerciera la Presidencia de la Asamblea Legislativa. Hubo en ese sentido gobiernos respetuosos de la independencia de los Poderes públicos y capacidad de negociación para lograr esa presidencia legislativa. Fueron presidentes legislativos del Partido Acción Ciudadana, Henry Mora Jiménez del 2014 al 2015 y Carolina Hidalgo Herrera, del 2018 al 2019.

Las elecciones nacionales, las que se realizan para elegir presidente y vicepresidentes de la República, y los diputados del Poder Legislativo, son dos mundos aparte, son dos escenarios diferentes, son dos procesos en los cuales el pueblo electoral, los electores, los ciudadanos, el SOBERANO, como encarnación del PUEBLO, se divide en su votación y en sus resultados.

Por un lado, se elige al presidente y por otro a los diputados. La práctica histórica nos enseña que al elegir a los diputados NO SIEMPRE los votantes que le dan la mayoría al presidente, se la dan también con mayoría de diputados. Al contrario, dan PODER LEGISLATIVO a los otros partidos para que desde la Asamblea Legislativa CONTROLEN al presidente y a sus funcionarios de gobierno. Ese CONTROL POLITICO es un instrumento del equilibrio democrático que surge del mismo proceso electoral y de la existencia misma del Estado de Derecho en la constitución de sus Poderes Públicos, con funciones propias, exclusivas e indelegables.

Un presidente tiene que saber lidiar con esta situación si desea que su gobierno resulte airoso en sus proyectos y acciones políticas. Para ello, el presidente DEBE TENER capacidad enorme de negociación, de tolerancia política y de convencimiento para trazar líneas nacionales que puedan ser avaladas por los diputados de “oposición”, como “visión país”, en el que todos están interesados. Para eso surgió la figura del ministro de la Presidencia, para colaborar en la cogestión del gobierno entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo, por lo que se escoge para ministro de la Presidencia a personas de extrema confianza del presidente, al punto que cuando el ministro de la Presidencia habla o se pronuncia, se entiende que habla o se pronuncia el presidente de la República. Un ministro de la Presidencia sin esa fuerza y relación es como un cuadro colgado en una pared. Es un puesto que equivale a un Jefe de Gabinete o un primer ministro, como se nombra en otros países.

El Ministerio de la Presidencia se estableció en 1961, empezando en 1962 con Mario Quirós Sasso, como su primer ministro, en el gobierno de Francisco Orlich. Las funciones que se le dieron fueron de coordinar las labores interinstitucionales e interministeriales, ser interlocutor entre el presidente y los Poderes públicos, el Legislativo, el Judicial y el Electoral. De allí el error político garrafal que ha manifestado el presidente Rodrigo Chaves de amenazar y de chantajear a la Asamblea Legislativa de no nombrar ministro de la Presidencia si se elegía, especialmente al frente de la misma, al diputado Rodrigo Arias Sánchez, sobre todo cuando durante los meses de mayo, junio y julio se está en Sesiones Extraordinarias, que son las que trabajan contra la presentación de Proyectos de Ley por parte del Poder Ejecutivo.

Quienes critican que el Directorio es de oposición no entienden la realidad del electorado que eligió una Asamblea Legislativa para que ejerciera control ciudadano y político sobre la gestión pública y gubernativa.

Esto ha sido así siempre en los procesos electorales. Una breve revisión histórica así lo comprueba.

En la experiencia histórica que ha tenido Costa Rica, durante el período de la Segunda República, 1948-2025, hubo años, 1948-1969, en que no se permitió participar a costarricenses con partidos propios. Sin haberles eliminado su condición de electores, se les prohibió votar por ellos mismos, por los candidatos que ellos querían. Así sucedió por el Decreto No. 105 de la Junta de Gobierno, de julio de 1948, y por el Segundo párrafo del Artículo 98 de la Constitución Política, que se aprobó el 7 de noviembre de 1949, que puso fuera de la ley al Partido Comunista de Costa Rica, a Partido Vanguardia Popular y a otros partidos, cuando aparecieran miembros de ese partido en algún trámite de inscripción de partidos, lo que permitía que por ello se impugnara su inscripción. Los excluidos, los proscritos sin partido, se veían obligados a votar por la opción política que consideraran más democrática o menos conservadora de lo que se ofrecía a los votantes. Así, por ejemplo, la izquierda comunista en las elecciones de 1953 llamó a votar por Fernando Castro Cervantes, en 1958 por Mario Echandi y en 1966 llamó a votar por Daniel Oduber contra José Joaquín Trejos. Esta es la Historia Política nacional, sin edulcorantes. ¿Por qué ponerse, por parte de algunas personas de izquierda, más papistas que el Papa cuando no encuentran o no tienen un partido por el qué votar? ¡Si lo tienen, a votar por él!

Lo que se define en esta decisión, en el momento actual de Costa Rica, es lo que se juega en el proceso electoral próximo, inmediato. MAS democracia o MENOS democracia, MAS Estado de Derecho o MENOS estado de Derecho. ¡Cuidado!, MAS libertades y derechos ciudadanos o MENOS libertades y derechos ciudadanos. ¡CUIDADO MAYOR!: la entronización de un gobierno más autoritario, avanzando hacia un gobierno dictatorial, tiránico, de tipo fascista…

En el período de la Junta de Gobierno, 1948-1949, hubo dos elecciones. La que se hizo para integrar la Asamblea Constituyente, que funcionó durante el año 1949, y la elección de diputados en 1949, para darle una Asamblea Legislativa, debidamente integrada a Otilio Ulate, a quien se le reconoció la Presidencia de la República, anulada en marzo de 1948, que empezó a ejercer el 9 de noviembre de 1949. Esto por cuanto la Asamblea Legislativa electa en 1948 fue anulada.

El grupo militar triunfante en la guerra civil de 1948 actuó como
Ejército de Liberación Nacional, lo que motivó en 1951, que José Figueres Ferrer y su grupo constituyeran, con ese nombre, el Partido Liberación Nacional el 12 de octubre de ese año, para seguir participando en las elecciones en el juego electoral democrático, pudiendo quedarse como grupo militar dominante por más años en el Gobierno y en el Poder. Desde entonces existe el Partido Liberación Nacional, siendo el más viejo de los actuales partidos de este período republicano.

De los sucesos de 1948 sobrevivieron solapadamente los grupos que fueron derrotados, excepto los comunistas que sí estaban bien identificados y debidamente proscritos.

De las fuerzas que se movieron con el figuerismo, en su lucha armada, los seguidores de Ulate y los seguidores de Mario Echandi Jiménez, se fueron distanciando del figuerismo y le ofrecieron resistencia electoral, junto a los calderonistas que empezaron a manifestarse electoralmente a partir de 1953.

Durante los procesos electorales de 1949, 1953 y 1958 la Asamblea Legislativa eligió 45 diputados. A partir de 1962 se estableció la cantidad de 57 diputados.

En la trayectoria parlamentaria no siempre el partido político que ganaba la presidencia de la República ganaba la mayoría de diputados.

En los procesos electorales de 1953 y 1958 Liberación Nacional dominó mayoritariamente la Asamblea Legislativa con 20 diputados en las dos ocasiones.

En las elecciones de 1953 participaron a nivel presidencial dos partidos, Liberación Nacional que impuso el primer gobierno constitucional de José Figueres. Su opositor fue Fernando Castro Cervantes, que movilizó, con el partido Demócrata, a seguidores de Ulate, de Mario Echandi que le inhabilitaron su participación electoral, a calderonistas, y a comunistas, opositores de Figueres. Los republicanos y comunistas no pudieron participar.

En esta elección de 1953 Liberación Nacional obtuvo 30 diputados de 45.

En 1958, con la candidatura de Mario Echandi, su partido Unión Nacional, derrotó a Liberación Nacional. También participó el partido Republicano que recogía el calderonismo sobreviviente del 48. En esta ocasión el figuerismo había tenido una ruptura, una separación, que llevó a Jorge Rossi Chavarría a separarse de Liberación Nacional, y participar con partido propio, que incluyó a Miguel Brenes Gutiérrez, como segundo vicepresidente, persona de confianza de las fuerzas calderonistas y comunistas antes de 1948.

El grupo de Echandi incluyó a Rafael Ángel Calderón Guardia como candidato a diputado, lo que facilitó su regreso del exilio forzado que tenía en México. El partido Liberación Nacional ganó la mayoría de los diputados, 20, de 45 diputados, el echandismo sacó 10 diputados, el partido calderonista 11 diputados y 4 diputados fueron electos por otros dos partidos. Así Echandi gobernó con una Asamblea Legislativa sin mayoría parlamentaria, y con un partido, Liberación Nacional, que prácticamente duplicaba los otros diputados. En esas condiciones Mario Echandi gobernó, vetando leyes que no le parecían y la Asamblea Legislativa resellándoselas, como era el camino constitucional establecido y respetado. Para la posteridad histórica, Mario Echandi elegantemente recogió en un libro todos sus Vetos presidenciales.

A partir de las elecciones de 1962 la cantidad de diputados que se elige es de 57, siendo la mayoría parlamentaria de 29 diputados.

De todas las 18 Asambleas Legislativas electas desde 1953 hasta el 2022, Liberación Nacional ha tenido 14 veces la mayoría de los diputados desde 17 hasta 33 diputados electos. La Coalición Unidad que eligió a Rodrigo Carazo tuvo la mayoría legislativa con 27 diputados en 1978 y fue la segunda fracción más grandes en 1982 con 18 diputados. La Unidad Social Cristiana tuvo la mayoría legislativa en 1998, con 27 diputados siendo la segunda Liberación Nacional, con 23, y en el 2002 la Unidad Social Cristiana logró 19 diputados, Liberación Nacional 17 y Acción Ciudadana, que surgía en ese momento, tuvo 14 diputados.

No se ha superado la cifra de 33 diputados para un partido político en la Asamblea Legislativa. El presidente Rodrigo Chaves, en su campaña abiertamente contra todos los partidos políticos existentes, y contra los que están en la Asamblea Legislativa, en sus tribunas políticas y beligerantes de los miércoles, ante cualquier micrófono y medio de comunicación que se le presente, como el pasado 5 de mayo, en la Asamblea Legislativa, ha venido insistiendo que SU MOVIMIENTO DE JAGUARES, debe sacar 40 diputados en el 2026.

En su perorata del 5 de mayo bajó la cifra a 38 diputados, que es el límite de la mayoría calificada de los 38 diputados importante para hacer grandes reformas institucionales.

En las elecciones del 2006, 2010, 2014, 2018 y 2022 Liberación Nacional mantuvo la mayoría de los diputados en 25, 24, 18, 17 y 19 correspondientemente.

En las elecciones del 2010 Acción Ciudadana obtuvo 11 diputados, el Movimiento Libertario 11 diputados y la Unidad Social Cristiana 6 diputados. En la elección de 2014 Acción Ciudadana, que era partido gobernante, obtuvo 13 diputados y en el 2018, que también fue partido gobernante, tuvo 10 diputados y la Unidad Social Cristiana tuvo 9 diputados.

En la elección del 2022, el Partido Progreso Social Democrático, que es el partido que llevó a Rodrigo Chaves a la Presidencia obtuvo 9 diputados, al igual que la Unidad Social Cristiana. Los otros partidos obtuvieron 6 diputados cada uno.

En 1962, con Francisco Orlich, Liberación Nacional ganó la presidencia y la mayoría de 29 diputados, de los 57 que constituían la Asamblea, como es hasta hoy su integración parlamentaria. El resto se lo repartieron tres partidos, entre ellos el Republicano Nacional con 18 diputados.

En 1966, bajo el gobierno de José Joaquín Trejos Fernández, que ganó con una coalición contra Liberación Nacional, se impuso una mayoría legislativa de Liberación Nacional de 29 diputados, y el resto se repartió entre tres partidos. De ellos, 26 de la Coalición Unidad.

En la elección de 1970, José Figueres se impuso y Liberación Nacional logró 32 diputados, la Unidad Nacional logró 22 y tres diputados más entre dos partidos. Dos de estos diputados abrían el camino de la participación de la izquierda en las elecciones, a partir de entonces, con la elección de Manuel Mora Valverde y Marcial Aguiluz Orellana.

En la elección de 1974, con Daniel Oduber, Liberación Nacional sacó 27 diputados y el resto se repartió entre siete partidos políticos, entre ellos Unidad Nacional con 16 diputados y 14 diputados repartidos entre seis partidos.

La elección de 1978 que ganó Rodrigo Carazo, con una coalición obtuvo 27 diputados, Liberación Nacional 25 y tres partidos más lograron el resto de 5 diputados. El gobierno de Carazo tuvo oposición mayoritaria legislativa.

La elección de 1982 impuso la presidencia de Luis Alberto Monge con 33 diputados. Los restantes se dividieron entre cuatro partidos, la Coalición Unidad tuvo 18 diputados.

La elección de 1986 que llevó a la primera presidencia a Oscar Arias, Liberación Nacional logró la mayoría de 29 diputados y los restantes 28 se los distribuyeron cuatro partidos.

La elección de 1990, que la ganó por primera vez la Unidad Social Cristiana con Rafael Ángel Calderón, también le dio la mayoría de 29 diputados al PUSC, y los restantes diputados se los distribuyeron cuatro partidos. Liberación obtuvo 25 diputados.

En la elección de 1994 que ganó José María Figueres Olsen, Liberación Nacional logró 28 diputados, el PUSC eligió 25 y cuatro partidos lograron 4 diputados.

En las elecciones de 1998 la presidencia la logra Miguel Ángel Rodríguez con 27 diputados, Liberación Nacional con 23 y cinco partidos logran 7 diputados.

A partir de las elecciones nacionales del 2002 surgen las segundas rondas electorales para definir la presidencia de la República. Pero, en cada una de esas elecciones se definieron desde las elecciones de febrero, en las primeras rondas, la composición de la Asamblea Legislativa.

Elecciones con segunda ronda electoral fueron la del 2002, 2014, 2018 y 2022.

La elección del 2002 la gana Abel Pacheco, con el PUSC, que logra 19 diputados, Liberación Nacional obtiene 17 diputados, y el Partido Acción Ciudadana, que participa por primera vez, logra 14 diputados. Otros 7 diputados se distribuyeron entre dos partidos.

La elección del 2006 condujo a Oscar Arias a su segunda presidencia constitucional, sin segunda ronda, en la cual Liberación Nacional logra 25 diputados, el partido Acción Ciudadana 17 diputados y seis partidos se distribuyen 15 diputados, entre ellos la Unidad Social Cristiana con 5 cinco diputados.

La elección del 2010 elige por primera vez a una mujer en la Presidencia de la República, a Laura Chinchilla Miranda del partido Liberación Nacional, que logra 24 diputados, el partido Acción Ciudadana 11, y 22 diputados se los distribuyeron seis partidos.

La elección del 2014, con segunda ronda, con un candidato presidencial de Liberación Nacional, Johnny Araya Monge, que públicamente rehusó participar en la segunda ronda, sin poderse retirar oficialmente, llevó a la presidencia de la República a Luis Guillermo Solís, candidato del partido Acción Ciudadana, momento histórico en que se superaba el tradicional bipartidismo presidencial entre Liberación Nacional y la Unidad Social Cristiana.

Hasta este momento la historia de las elecciones presidenciales había girado entre Liberación Nacional y sus opositores históricos que culminaron en la Unidad Social Cristiana. Se iniciaba la época del tripartidismo, cuando tres partidos políticos obtenían la Presidencia de la República.

La elección del 2014 impuso una mayoría parlamentaria de Liberación Nacional de 18 diputados, 13 de Acción Ciudadana, 9 del Frente Amplio, 8 de PUSC y 9 diputados de otros 5 partidos.

La elección del 2018, en segunda ronda electoral, de nuevo lleva al partido Acción Ciudadana al gobierno. Una elección muy reñida en la cual Liberación Nacional no quedó como alternativa final de las elecciones, siéndolo el partido Restauración Nacional que postuló a Fabricio Alvarado.

Por primera vez, en su historia Liberación Nacional no llegó a gobierno ni a finalista de una segunda ronda. La Unidad Social Cristiana ya estaba ausente de estas posibilidades desde la elección del 2006.

En la elección del 2018 Liberación Nacional logró 17 diputados, el partido Restauración Nacional 14, Acción Ciudadana 10, la Unidad Social Cristiana 9 y 7 diputados se los distribuyeron 3 partidos.

La elección del 2022 quebró la tradición. Impuso un nuevo partido político, recién hecho para esa elección, Partido Progreso Social Democrático, que llevó en una segunda ronda a Rodrigo Chaves Robles a la Presidencia, que se le termina en mayo del 2026, y sacó del escenario electoral al partido Acción Ciudadana, que no obtuvo ni siquiera un diputado, luego de tener dos gobiernos seguidos. Con Rodrigo Chaves inauguramos el tetrapartidismo en el gobierno: cuatro partidos han ejercido el gobierno de la República.

¿Iremos en la próxima elección, de febrero del 2026, a un pentapartidismo, a otro partido nuevo en el gobierno de la República, a uno de los jaguares que impulsa el presidente Chaves? Como posibilidad esto puede darse. No hay que dormirse si no queremos que esto suceda.

El comportamiento del electorado en las últimas dos elecciones es interesante. En la del 2018 en la primera ronda hizo surgir peligrosamente como primer finalista a Fabricio Alvarado con una bandera muy anti derechos humanos, y a Carlos Alvarado por el contrario, como el abanderado defensor de los derechos humanos. La segunda ronda se definió en un esfuerzo muy apretado a favor de Carlos Alvarado, que estaba en el segundo lugar finalista.

La elección del 2022 llevó a la segunda ronda a José María Figueres de Liberación Nacional, como primer finalista y, sorpresivamente, a Rodrigo Chaves como segundo finalista, triunfando Chaves en la segunda vuelta, con una desmovilización y abstencionismo grande en contra de Figueres y de Liberación Nacional, que fue lo que resultó electoralmente.

¿Se repetirá algo así, en el próximo proceso electoral, frente a una opción emergente, nueva, que enfrente en el leguaje beligerante del presidente Chaves a todos los partidos políticos, especialmente a los tradicionales, a todos los que han tenido diputados en el pasado y en esta Asamblea Legislativa?

Esto es parte de lo que está en juego en estas elecciones. La ciudadanía activa, consciente y preocupada por el devenir de la Patria debe poner las barbas en remojo.

El nuevo Directorio legislativo es lo mejor que le ha ocurrido a la Asamblea Legislativa, para su última Legislatura.

Presidencia: Rodrigo Arias Sánchez (PLN),

Vicepresidencia: Vanessa Castro (PUSC),

Primera secretaria: Carlos Felipe García (PUSC),

Segunda secretaría: Gloria Navas (independiente),

Primera prosecretaría: Luz Mary Alpízar (Progreso Social Democrático),

Segunda prosecretaría: Geison Valverde (PLN).

El oficialismo, con sus diputados independientes, intentó entrar en este Directorio. La presidenta del Progreso Social Democrático, Luz Mary Alpízar fue electa sin ser candidata oficial del grupo de diputados que constituye el apéndice legislativo del presidente Rodrigo Chaves.

La Presidencia en la figura del diputado Rodrigo Arias Sánchez se lució en el reconocimiento que le dieron los diputados en su nombramiento. Más se distinguió, y fue el ejemplo claro de la importancia de su nombramiento, cuando tuvo que contestar, el 5 de mayo, el discurso de plaza pública, de carácter electoral, que hizo el presidente Rodrigo Chaves, atacando a los diputados y a los poderes públicos, desmintiéndole y confrontando elegantemente su perorata, que no tenía nada de “relativo a los diversos asuntos de la Administración y al estado político de la República y en el cual deberá, además, proponer las medidas que juzgue de importancia para la buena marcha del Gobierno, y el progreso y bienestar de la Nación”, como establece su obligación constitucional de hacer.

Rodrigo Arias volvió a mostrar su Señorío, su Don de gentes, su cultura y educación que le caracterizan, su capacidad discursiva respetuosa, pero firme, sin dobleces, con la frente en alto y con la energía que le da el ser el Representante más distinguido del pueblo costarricense que dirige la Asamblea Legislativa.

Rodrigo Arias se levantó orgullosamente como el gran defensor del Estado de Derecho y de las libertades y derechos amenazados por el inquilino de Zapote.

Compartido con SURCOS por el autor.

Certamen Literario Brunca presenta libro sobre historia laboral costarricense

El Certamen Literario Brunca y el Centro de Arte y Cultura de la Región Brunca realizarán la presentación del libro «De las huelgas por la jornada de 8 horas a la Reforma Social / Forjando el cambio: las trabajadoras y los trabajadores de la madera 1890-1943», obra del Dr. Francisco Rojas Sandoval.

La actividad se desarrollará el viernes 9 de mayo a las 6:00 p.m. en el Auditorio Leonel Calvo Aguilar de la Universidad Nacional, Campus Pérez Zeledón, como parte de la Semana Académica 2025.

El evento contará con la moderación del historiador y analista Vladimir de la Cruz de Lemos y se extiende una cordial invitación a toda la comunidad.

Esta obra documenta un importante período de la historia laboral costarricense, abordando las luchas por los derechos laborales y la reforma social desde la perspectiva de quienes trabajaban en el sector maderero entre finales del siglo XIX y mediados del siglo XX.

La presentación es organizada en el marco de las actividades culturales y académicas que impulsa el Certamen Literario Brunca junto con el Centro de Arte y Cultura de la Región Brunca de la Universidad Nacional.